Alumna: Chong Muñoz Andrea

Haefs, Gilbert, Alejandro. El conquistador de un imperio: Asia, trad. Adán

Kovacsics, Barcelona, Editorial Planeta DeAgostini, 2003 Pp. 459

Esta novela histórica, en la que se cuenta cómo Alejandro Magno conquisto gran parte de
Asia, inicia con que Aristóteles, a punto de morir, permite a Peucestas, un paje del rey que
estuvo presente en esta conquista, que lea las diversas cartas escritas en papiro de Tolomeo,
Calístenes, Dimas, Parmenión y Dracón (padre de Peucestas) para que conozca con mayor
detalle las diversas intrigas y la forma en la que se daban las batallas, para que sepa la
verdad.

Contexto histórico.

La conquista de Alejandro, rey de Macedonia, comienza como una campaña punitiva contra
los persas, una venganza a la profanación que realizaron de lugares helenos, así como una
liberación de las tierras costeras helénicas en Jonia hasta el norte de Siria, siendo la primera
batalla importante la del río Gránico, gracias a la cual se cuestiona el poderío persa. En este
punto, cabe mencionar que en las siguientes batallas entre macedonios y persas,
principalmente, las victorias de Alejandro se deben a que cuenta con un ejército
profesional, tiene una falange con escudos y una lanza larga, pesada y dura, además de un
cuerpo de caballería; mientras que los persas cuentan con tropas ligeras y la única parte de
su ejército que puede denominarse profesional son los inmortales pero son muy pocos.

Después de liberar la costa de Jonia, avanzo por Anatolia y tras las puertas de
Cilicia venció por primera vez a Darío III en la batalla de Isos, Darío termina huyendo al
interior del Imperio Persa por la confusión de sus tropas y el duro ataque de los
macedonios, dejando su campamento y familia en manos de Alejandro, quien la trato
noblemente. De esa manera, las provincias persas al oeste del Éufrates quedaban abiertas,
Alejandro toma Fenicia (cuyas ciudades más importantes son Tiro, Sidón y Biblos) y
Palestina para evitar que los persas manden flotas a Macedonia mientras ellos se internan
en el territorio.

Tiro, ciudad fenicia situada sobre una isla, ofrece resistencia, por lo que Alejandro
construye un terraplén del continente a la isla para atacar y consigue apropiarse de ella
después de 6 meses de asedio con ayuda del apoyo naval de Chipre y Rodas, además de una

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gran flota de Sidón; esto termina en una masacre de los habitantes, cuyos sobrevivientes
fueron convertidos en esclavos. Seis meses después, Darío III le ofreció un rescate de 10
mil talentos por su familia y la capacidad de convertirse en su yerno, además que antes le
ofreció reconocerle sus conquistas, sin embargo Alejandro se rehúso y este rey persa volvió
a prepararse para la guerra.

Con Tiro controlada, el avance a Egipto quedaba abierto:

“El sátrapa persa Mazacés entrego todas las ciudades sin poner resistencia ya que sabía de
la derrota del ejército persa en Isos y de la huída de Darío y él apenas contaba con un ejército
regular para oponerse al ejército de Alejandro.” 1

Una vez realizado esto, llevo a cabo diversas veneraciones a los dioses, como al
toro-dios Apis, y mando reconstruir todos los santuarios, por lo que los sacerdotes lo
aceptaron como su faraón. De la misma manera, fundo Alejandría en la isla de Faros, que
fue unida al continente mediante una calzada. Inmediatamente después fue al oasis de Siwa,
en el cual los sacerdotes del templo de Amón-Zeus le recibieron como un Dios, la consulta
de este oráculo y veneración de este dios era lo más natural al pertenecer al círculo cultural
griego.

“Sólo entonces, gozando de la sanción divina de su condición sobrehumana, se dirigió

Alejandro hacia Mesopotamia y, en otoño del año 331, triunfó definitivamente en la gran Batalla de
Gaugamela”2

En ese momento, fue Parmenión, un general macedonio, quien ocupo el

campamento persa y Alejandro se encargo de la persecución de Darío III, quien termino
siendo asesinado por el sátrapa de Ecbatana. Alejandro avanzo hasta Babilonia donde tuvo
una acogida fastuosa, ya no había ningún ejército con la suficiente fuerza como para poder
detenerlo. Después va a Susa y a Persépolis, en esta última incendia el palacio real y libera
el oro y la plata, lo cual provoca una inflación, una gran baja de los precios de las monedas.

Una vez hecho esto, realiza una expedición a la India en el 327 a. C. : el ejército que
condujo a Pendjab (norte de la India) incluía muchos contingentes persas. Aprovechando

Benedicto Cuervo Álvarez. “Alejandro Magno”. Revista de Claseshistoria, [s. l.] 15 de

1

marzo de 2014. Artículo 416. P. 11

2
Fernando Quesada, “Espejo de Generales. El genio de la guerra” Revista de La aventura
de la Historia [s. l.] Número 59. P. 16.

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las diferencias entre los príncipes hindúes consiguió el apoyo de Taxiles, quien le
proporciono elefantes e informo de una coalición enemiga formada por los reyes Cachemira
y Pendjab, Abisares y Poros. En el río Hydaspes se enfrenta con muchos elefantes y un gran
ejército del rey Poros, Alejandro termina venciendo y se proponía continuar conquistando,
sin embargo:

“[…] sus tropas se amotinaron. Tras muchos años de ininterrumpidas luchas, los soldados
macedonios estaban agotados por las inclemencias del tiempo y los riesgos de la expedición, y
temían verse conducidos a tierras lejanas desde donde no retornaran jamás.” 3

Alejandro irritado decidió regresar. Con el grueso del ejército realizo “La terrible
travesía del desierto de Gredosia, en 325 […] fallecieron probablemente más macedonios
que en todas las batallas hasta entonces libradas.”4. De esta manera concluyo su expansión
por Asia y regreso a Babilonia, lugar en el que moriría después de 10 días de agonía.

En paralelo a los primeros años de esta conquista, fue la revuelta de Agis III (338-
331 a.C.) en Esparta, ya que quería rebelarse contra Alejandro aprovechando esta campaña
asiática, ya que recibió dinero y tropas persas, sin embargo Antípatro llego con un gran
ejército y detuvo este intento. También esta el descontento, cuando Alejandro decreta el
retorno de los exiliados sus ciudades originarias, lo cual produjo diversas perturbaciones y
desdichas, ya que significaba un aumento en la población y la inmunidad de personas que
pudieron cometer actos terribles.

Novela.

Alejandro, se asume como un nuevo Aquiles y su amigo Hefestión como Patrolco, por lo
que le proporciona a su expedición militar una gesta gloriosa. Por esta razón, Calístenes,
historiador y sobrino de Aristóteles, es importante para Alejandro en los primeros años, ya
que se encarga de enviar los escritos sobre la expedición a Atenas, presenta un héroe
magnifico ante los helenos, un semidios; hace una prosa laudatoria, una propaganda épica
del rey. Sin embargo, en la narración nos muestran esa prepotencia común en los griegos
por considerarse mejor a todas las demás civilizaciones.

3
Benedicto Cuervo Álvarez. “Alejandro Magno”. Revista de Claseshistoria, [s. l.] 15 de
marzo de 2014. Artículo 416. P. 15.
4
Fernando Quesada, “Espejo de Generales. El genio de la guerra” Revista de La aventura
de la Historia [s. l.] Número 59. P. 17.

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 Por otro lado, en Tolomeo, una persona de la élite macedónica y soldado
importante, se ve como Alejandro conquista a las personas, como a partir del buen trato que
tiene con sus soldados, la manera en que conoce hasta el nombre del más insignificante y se
preocupa por hablarles, darles animo antes de las batallas y después de ellas, consigue que
los macedonios acepten que incorpore tropas persas a su ejército y continúe con su
campaña de conquista hasta la India, sin que ellos puedan hacerle cambiar de idea.

De la misma manera, se refleja el descontento que existe justamente por lo último,

ya que los macedonios estaban cansados de pelear y no podían aceptar que ahora esos
bárbaros a los que conquistaron se incorporaran al ejército, ya que se suponía que era su
lucha, su batalla y en un principio no se suponía que iba a ser tan extensa. A lo anterior, se
le suma el hecho que Alejandro es reconocido en el templo de Siwa como un Dios, como el
hijo y reencarnación de Amón, Zeus, por lo que pierde su fundamento, ya que fue elegido
como el primero entre pares por ser hijo de Filipo y el más apropiado, sin embargo al ser
hijo del Dios, deja de serlo de Filipo y reniega al rey que muchos antiguos soldados
siguieron. Además, obliga a sus soldados a casarse con nobles persas y adopta la costumbre
de proskynesis, en la cual la gente debe arrodillarse ante el rey, lo cual va totalmente en
contra de los principios macedónicos.

Ya al final, en las cartas de Parmenión, estratega y comandante en jefe del ejército,

y Dracón, el médico del rey, se nota a un Alejandro que esta dispuesto a eliminar a todo
aquel que no necesite, que lo desafié o pueda ser un peligro para el ejercicio de su poder.
Esto se refleja cuando condena a muerte a Filotas, hijo de Parmenión con el pretexto de que
sabía que sus pajes planeaban matarlo y no lo dijo, al hacerlo manda a asesinar a
Parmenión, por sí este tomaba medidas en contra del rey, ya que se había quedado en
Ecbatana para las provisiones, refuerzos y transmisión de la información. Otro ejemplo, es
cuando Alejandro asesino a Cleito con sus propias manos, ya que este último lo desafío en
público.

Dimas, fue un informante y pieza para Demarato y Amílcar, quienes controlaban

toda una red de espías e información para llevar a cabo sus diversos propósitos, además de
un músico que estuvo con el ejército hasta la batalla del Gránico, un esclavo en su juventud
y un artesano. Este músico estaba enamorado de Tecnef, una negra egipcia. Sin embargo,

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cuando estuvo en contacto con Alejandro empezó a sentir que algo le faltaba, que ya no era
el mismo, razón por la cual Tecnef lo termino dejando por Jasón. Al mismo tiempo, es
importante ya que sabe sobre el plan que desato diversos hechos que parecían
inexplicables, como que Bagoas el Benévolo fuera enviado con dinero, después de la
batalla del Gránico, que ayudaba a la expedición de Alejandro o que Memnón, un gran
estratega griego, no haya participado en esa misma batalla.

Este plan, revelado hasta prácticamente final del texto, es que se buscaba potenciar
a una potencia helénica hasta que logrará predominar y se adentrará en Asia, de esta forma,
cuando la mayor parte del reino estuviera helenizado los invasores serían destruidos y los
territorios se volverían en un reino mixto, se buscaba la fusión de la Hélade con Persia, no
la aniquilación de Persia. Por esta razón, Bagoas el Benévolo fue enviado después de la
batalla del Gránico para que Alejandro pudiera continuar con su avance, se adentrará a Asia
y logrará estirar las comunicaciones. Sin embargo, el plan fracaso por, otra de las potencias,
Kardejón, ya que dio más apoyo económico a Alejandro, permitió que Tiro cayera y
asesino al estratega Memnón, por lo que la batalla en la que planeaban destruir a Alejandro,
la de Gaugamela, fue un fracaso.

Alejandro se muestra como un personaje realmente interesante e inteligente. Por

ejemplo, cuando hace el homenaje a Aquiles, se supone que un sacerdote le dio la espada
de este héroe, lo cual fue ideado por él mismo. Asimismo, cuando se enfrenta al nudo
gordiano, lo único que realiza es sacar la lanza que estaba enredada, pues quien la logrará
sacar se volvería el conquistador de Asia, y, gracias al conocimiento del clima, lo hace en el
momento justo cuando comienza una tormenta. De la misma manera, se encarga de llevar
geógrafos, escribas, matemáticos, agrimensores para que se hagan mapas lo más exactos
que sea posible. Otra cosa importante y por la que se gana el aprecio de los asiáticos, es que
no permite que existan disputas entre sus hombres con los habitantes de las ciudades.

Algo más que se menciona sobre este rey de Macedonia, es que no le gusta dormir,
ya que piensa que si lo hace morirá un poco y teme que las diez mil almas que habitan en su
cuerpo se apropien de él, ¿cómo sabrá quién es cuando esta dormido? No tiene manera de
saberlo, razón por la cual no duerme, bebe vino a montones y cuando se considera un Dios
inmune a cualquier daño corporal, en una parte llega a beber agua de un río llena de

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excremento, cadáveres y otras asquerosidades. De la misma manera, es muy respetuoso con
las diversas creencias que existen, por ejemplo las veneraciones que hace en el templo de
Heracles, de Siwa, de Apis, Amón, Zeus, etc.

Una mención sobre un aspecto más político, es acerca de la Hélade, en la que si una
persona no cuenta con un discurso adecuado o no es miembro del consejo, con dinero
puede lograr que un orador exponga sus objetivos y dar regalos a quienes tienen opiniones
contrarias. Razón por la cual, libera todo el oro y plata de Persépolis, buscando el apoyo de
la Hélade, ya que le quita el poder a los ricos, pues estos compraban los votos y decidían la
guerra, el hambre o la paz. De esta manera, la gente común tiene más oportunidades de
participar activamente en la democracia, y como Alejandro les envió trigo para que no
pasaran hambre, es de esperarse que lo iban a apoyar.

Otra cosa que me pareció interesante, es que saben cómo funciona el oráculo, en el
cual hay una cámara detrás de la figura del Dios, una persona oye las preguntas, se las dice
a los sacerdotes y estos dan determinadas respuestas en un papiro que se mete en la boca
del Dios. Los macedonios, al saber eso brindan determinadas respuestas a preguntas que
saben que Alejandro realizará, sin embargo algo que los toma totalmente por sorpresa es el
hecho que digan que Alejandro es hijo de un Dios, por las razones antes expuestas.

Por otra parte, algo impactante en esta historia, es que un comandante de Persépolis,
como señal de buena voluntad, dejo en libertad a todos los prisioneros macedonios y
helenos para que se encontrarán con el rey. Estos prisioneros fueron cercenados, les dejaron
los miembros imprescindibles para sobrevivir y realizar determinados trabajos, los
volvieron simples herramientas. Y, lo que ellos dicen sobre eso, es que el único motivo para
sobrevivir fue el desear morir en libertad y con dignidad, por lo que le piden a Parmenión
que les de muerte, se lo imploran prácticamente. Sin embargo, Alejandro les rechaza esta
petición diciéndoles que construirá una ciudad para ellos junto al mar, en la que esclavos
persas los lavarán, cuidarán, alimentarán y solo en ese momento podrán decidir si quieren
vivir o morir.

Ya cuando Alejandro regresa de la India, cosa que nadie esperaba, muchos sátrapas
fueron destituidos o ejecutados, llevo a cabo procesos vengativos en Susa y en las ruinas de

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Persépolis, además que planteaba realizar una campaña contra el Occidente, la cual,
muchos suponían, sería mucho más sangrienta y terrible. Razón por la cual, le encargan a
Dimas intervenir, acudir con un himno dedicado al rey en una recepción que se le hará a los
funcionarios de la corte en Babilonia, invitando a Amílcar.

Sin embargo, Dimas, en el último momento estuvo a punto de impedir que Amílcar,
una vez ganada la confianza de Alejandro y bebiendo un vino que llevo (que gracias a un
artefacto jamás paso por su esófago), logrará envenenar a Alejandro queriendo interpretar
una canción, debido a que este rey macedónico le brindo la esperanza de regresar con
Tecnef que se encontraba viuda. A pesar de ello, fue detenido por Tolomeo, ya que los
mismos macedonios ya querían quitarle la idea de conquista de todo el mundo de la cabeza
a su rey.

Después de pasar por una fiebre terrible, dolores de estomago, sin ser capaz de
pronunciar palabras, Alejandro termina muriendo en Babilonia. Paralelamente a su
sufrimiento, Roxana, su esposa embarazada, viajo para encontrarse con Estatira y Parisatis
(también esposas de Alejandro) para asesinarlas con sus propias manos, buscando que su
hijo fuera el único descendiente de este macedónico y tuviera la oportunidad de convertirse
en rey de Persia y toda la Hélade.

Con la muerte de este personaje, Perdicas empieza a dar las órdenes más
importantes, se separan las unidades mixtas, ya no es factible el sueño de Alejandro y ni su
hijo, que ni siquiera ha nacido, ni su hermano Arridero, con una deficiencia mental, serían
capaces de gobernar. Razón por la cual, el Imperio termina fracturándose y algo que ve
Peucestas al final, en una carta que se esta quemando de Alejandro a Aristóteles, es que
designo como su heredero a Crátero, lo cual obviamente no puede confirmarse.

Una reflexión que es muy relevante y hace Pitias, la hija de Aristóteles, es que si se
quiere que haya un reino bajo un soberano, debe forzosamente ser un pueblo. Pero, en un
territorio tan grande, con diversas costumbres, tradiciones, dioses, comidas, ideas e incluso
idiomas, era algo que iba a tomar muchísimos años, Alejandro iba a morir antes de que se
pudiera lograr, y sin él, ¿quién podría hacerlo? Nadie. Además de ello, incluso en una

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misma población no se confía entre ellos, razón por la cual existen leyes y castigos para
determinadas acciones.

De igual manera, siempre existe la posibilidad que una pequeña patria pueda
considerarse mejor que las otras, por ejemplo la Hélade se consideraba mucho más
civilizada que otros pueblos, Babilonia la más antigua e importante de todas. Cada
civilización, cada pequeño lugar siempre buscará resaltarse, ser mejor o creerse superior a
los demás, porque hasta cierto punto todos deseamos ser diferentes. Asimismo, plantea
preguntas muy validas Pitias, ¿era necesario que Alejandro quemará Persépolis sin dejar
nada más que cenizas; matara a Filotas, Parmenión, Cleito, Calístenes, cientos de hombres
en el desierto?

Y no, no lo hizo porque buscará paz o incorporación de los demás, fue más por
necesidad, porque tenía un afán de dominarlo todo. La única razón, o una de ellas, de
incorporar a los persas en su ejército y decir que todos eran hermanos, era para conservar el
poder, para fundamentar su poder tanto en el ámbito macedónico como asiático. Además
que desarraigo a la gente de sus ciudades para que no tuvieran oportunidad de contradecirlo
y si lo hacían eran ejecutados.

Religión. ´

Bagoas el Benévolo, en una plática que sostiene con Alejandro, dice que ya ningún
sacerdote sabe en qué consistían originalmente sus doctrinas, lo que hacen es mezclar
varias cosas diferentes de lo que conocen, como Mitra, Apis en Egipto. Por lo mismo,
Amón, Zeus y otros dioses son muy semejantes. Zaratustra, fue un profeta cuya revelación
es tan lejana en el tiempo que la tradición no puede ser precisa.

Este profeta habla sobre un misterioso Dios supremo que envió dos fuerzas opuestas
al mundo, las cuales son Ahura Mazda o Ormuzd, identificado con la luz, y Ahriman, la
oscuridad. Sobre esto, se mencionan dos versiones: en una el propio Ormuzd es el dios
supremo y Ahriman su rival; en otra Mitra es el ayudante de Ormuzd. De la misma manera,
se habla sobre un Dios del espíritu, un Espíritu Puro, señor omnisciente llamado Ormuzd, el
cual quiere que los seres humanos actúen con sentido de lo Recto y la práctica de ello es su
poder sobre los hombres, lo que se debe hacer es rezar, meditar y no sacrificar animales.

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 Ahora bien, se dice que la pureza del espíritu es como la llama del fuego, por lo que
lo veneran ofreciéndole frutos sobre sus altares de fuego para que respire sus almas, su
espíritu. Fue el Señor Omnisciente quien envió a Ormuzd y Ahriman para que las personas
siguieran a uno de ellos y lograran decidir entre la pureza o impureza, el bien o el mal. Por
otro lado, existe el Elector, un espíritu encargado de examinar todas las almas y mandarlas
al eterno jardín luminoso o la eterna y sombría caverna: las almas de los muertos se dirigen
a un abismo infinito que es cruzado por un puente estrecho, al otro lado se encuentra el
Elector que te permite cruzar o no dependiendo del mérito de cada uno, ya que es el ojo del
Elector quien lo ve todo. A esto se le suma que la tierra, el agua y el fuego son
considerados sagrados.

Otro Dios que se menciona es Baal, quien exige sacrificios de las personas que
desean sus favores o clemencia, concede la vida a cambio de la muerte, lo ve todo y es el
principio de que no hay vida sin muerte, del día y la noche que son dos seres inseparables
pero independientes. Asimismo, se habla de Lugalbanda, dios y señor de ladrones y
comerciantes así como de Nush-agyri que es una esfera de serpientes.

Bibliografía.

Haefs, Gilbert, Alejandro. El conquistador de un imperio: Asia, trad. Adán Kovacsics,

Barcelona, Editorial Planeta DeAgostini, 2003. Pp. 459

Cuervo Álvarez, Benedicto. “Alejandro Magno”. Revista de Claseshistoria, [s. l.] 15 de

marzo de 2014. Artículo 416. Pp. 29

Quesada, Fernando, artículo “Espejo de Generales. El genio de la guerra” en “Alejandro

Magno. Hombre, mito, héroe”. Revista de La aventura de la Historia [s. l.] Número 59.
Pp. 15-21