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Dexi Montagne
Daymari Orellana
Adolfo Lacruz
Eduar Luis
Elicet Cordoba
Panorama del Antiguo Testamento
Prof. Arquímedes García
Fue un periodo de 450 años (1380 a.C. —930 a.C.), Hch. 13:20. Es la historia de los
sucesos relacionados con Israel adaptándose en su nuevo territorio (Asentamiento); dando
como cumplimiento a las promesas de Dios dadas a los antiguos (Gen. 12:4-7; Ex. 3:8; Dt.
26:9). Pero a pesar, de que Dios les quedó bien al cumplir su palabra de darles una tierra
donde se establecieran como país, ellos le fueron infiel al Señor, se desviaron de Sus
mandamientos, y permeó en ellos una tremebunda apostasía: cambiando así la adoración a
Jehová por Baal y Astarot (dioses cananeos), Jue. 2:11-19.
Tras ese descarrío, Dios los castigó entregándolos en manos de naciones vecinas
que los para que los subyugara por un tiempo determinado. Y cuando el pueblo se veía en
apretura, clamaban a Dios, y Él les enviaba (de entre ellos) un libertador, y éste los
libertaba y los juzgaba a Israel por el tiempo que fuera necesario, o hasta su muerte. Jue.
2:11-23.
EL LIBRO DE JUECES
(PERÍODO DE LA TEOCRACIA EN ISRAEL)
EL PROPÓSITO.
Jueces fue escrito para registrar las experiencias de Israel durante la era
de la teocracia. El libro expone grandes fiascos de Israel durante el período.
ÁREAS NO CONQUISTADAS.
Dios mandó a Israel que sacaran a todos sus enemigos de la tierra, pero
ellos no obedecieron completamente. Había todavía algunos cananeos morando
allí después de la conquista de Israel. Estos enemigos se quedaban en fortalezas
que Israel nunca conquistó, y causaron muchos problemas al pueblo de Dios
(Jueces 2.1-3). Algunas veces, los cananeos trabajaban para Israel y les pagaban
impuestos, pero cuando Israel dejó de caminar con Dios, sus enemigos lo
vencieron.
LA TEOCRACIA.
Antes que muriera Moisés, Josué fue escogido por Dios para ser el
conductor de Israel. Pero no se hizo provisión para un líder cuando murió Josué.
La razón, es que Dios no tenía la intensión que su nación fuese gobernada por un
hombre. Estos líderes eran necesarios en el tiempo que la nación estaba siendo
formada. Pero una vez que Israel tuvo su pueblo, ley y tierra, el mismo Dios iba a
ser su gobernante supremo, es decir una Teocracia, esta era la forma ideal de
gobierno para Israel, y que daría las mayores bendiciones y la más grande
satisfacción. Una monarquía u otra forma de gobierno sería una forma inferior. En
la teocracia, el pueblo viviría bajo la ley de Dios, y los sacerdotes serían los que
enseñarían la ley de Dios. Una teocracia es la más elevada y mejor forma de
gobierno, y un día será instituida con el Señor Jesucristo como supremo
gobernante.
LA POSICIÓN DE JUEZ.
Los jueces aparecieron como personas significativas durante el período
teocrático. Pero aparecieron en escena sólo por causa del pecado y del fracaso.
En cierto sentido, eran innecesarios en una teocracia. Los jueces entraban en
escena cuando eran necesarios para rescatar a Israel de malas situaciones, de
situaciones ocasionadas por el pecado de Israel. Las responsabilidades básicas
de los jueces eran liberar a Israel de opresores extranjeros y reprimir el pecado
en Israel.
ESCRITURAS CLAVES.
Deuteronomio 7:1-4 ordenaba a Israel el exterminio de los cananeos en la
tierra, y prohibía todo matrimonio mixto con ellos. Fue la violación de estos
mandamientos lo que constituyó la fuente de los problemas de Israel en la
Teocracia. El Salmo 106.34-39 es un comentario divino acerca de la era de los
jueces, revela las profundidades del pecado de Israel, incluyendo una terrible
inmoralidad y sacrificios humanos. Josué 24.29-31 da información acerca de cuán
pronto Israel se apartó del Señor después de la muerte de Josué. Israel sirvió al
Señor sólo en aquellos pocos años que siguieron a la muerte de Josué mientras
vivían todavía los ancianos que habían servido con Josué.
Entonces, ¿por qué el Señor permitía que los cananeos habitaran la tierra
junto con los Israelitas? Por tres razones:
1.- Castigar la apostasía de Israel. (Jueces 2.3,20,21)
2.- Probar su fidelidad para con Dios. (Jueces 2.22; 3.1,4)
3.- Permitir que el pueblo adquiriera experiencia en la guerra (Jueces 3.1-2
OTONIEL.
Cuyo nombre significa “león de Dios” era de la tribu de Judá, hijo de Cenaz,
hermano menor de Caleb, esto nos dice que cronológicamente la presencia de
Otoniel como primer juez pone en claro que Israel ciertamente se apartó
rápidamente del Señor después de la muerte de Josué. Dice la Biblia que hicieron
pues lo malo los hijos de Israel, se olvidaron del Señor, y sirvieron a los baales y
las imágenes de Asera. La ira de Jehová vino sobre ellos y los vendió en manos
de Cusan-risataim rey de Mesopotamia, e Israel sirvió a este rey durante ocho
años. Entonces el pueblo de Israel clamó al Señor y el Señor les levantó un Juez,
Otoniel. Dice la Biblia que el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y
fue a la batalla contra Cusan-risataim y obtuvo la victoria. Así reposó la tierra
cuarenta años y murió Otoniel. Aunque las valientes hazañas conocidas por los
hebreos hicieron que Otoniel ganara la confianza del pueblo para hacerse el
nuevo líder, el secreto de la victoria era que el Espíritu de Jehová vino sobre él.
AOD.
Hijo de Gera, zurdo, de la Tribu de Benjamín. Aod aparece en escena
porque los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová,
entonces el Señor fortaleció a Eglón rey de Moab y este juntó consigo a los
amonitas y los amalecitas para herir a Israel quien permaneció dieciocho años
sirviéndole. Dice la Biblia que los hijos de Israel clamaron a Jehová y Jehová les
levantó un libertador, Aod. La forma que Aod liberó al pueblo consistió en que
Israel le enviaron con él un presente a Eglón, Aod se había hecho un puñal de dos
filos, de un codo de largo, y se lo colocó debajo de sus vestidos a su lado derecho.
Después que entregó el presente despidió a los que lo habían llevado hasta el rey,
y Aod se devolvió y le dijo a Eglón, que tenía una palabra secreta que decirle,
entonces el rey lo mandó a callar y se fueron todos los que estaban con el rey. Se
le acercó Aod y cuando el rey se levantó de su silla, Aod tomó su puñal y se lo
metió por el vientre, tanto que la empuñadura también entró, y salió estiércol. Aod
salió corriendo y cerró las puertas con llave. Pensaban que el rey estaba
descansando, hasta que pasaba el tiempo y decidieron entrar y fue cuando se
dieron cuenta que estaba muerto. Entonces Aod tocó el cuerno en el monte de
Efraín y le dijo al pueblo que lo siguieran porque Jehová había entregado a sus
enemigos en sus manos, así obtuvieron la victoria, mataron como diez mil
hombres moabitas. Y dice la Biblia que reposó la tierra ochenta años. La Biblia no
dice que el Espíritu de Jehová haya venido sobre Aod, pero sí dice que Dios lo
levantó como libertador, el texto bíblico nos muestra que Aod tenía una gran
confianza en Dios quien lo respaldaba, al ejecutar una azaña como esta,
valiéndose de una condición especial como es el ser zurdo.
SAMGAR.
La Biblia relata poco acerca de él y de cómo juzgó a Israel, sin embargo
vemos que era hijo de Anat, y que mató 600 filisteos con una aquijada de bueyes,
y él también salvó a Israel.
DÉBORA Y BARAC.
La historia de Débora y Barac es muy interesante. La liberación de Israel
fue inspirada por una mujer de gran fe, sabia en su ministerio. Débora, que
significa abeja, hacía las veces de juez y profetisa. Las personas con problemas la
consultaban mientras se sentaba bajo una palmera en la región montañosa que
se halla entre Ramá y Betel. En virtud de su ministerio espiritual, Débora ocupó
un lugar único entre los jueces. Dios hizo surgir otros jueces para librar al
pueblo, y luego juzgaron a los hebreos, pero Débora fue la única que ejerció
funciones de árbitro y juez antes de librar al pueblo. Tenía también el don de
componer poesía; su cántico guerrero es una obra maestra de la antigua
literatura hebrea. El caso de Débora nos enseña que no todas las mujeres en
Israel se limitaron a ocuparse del papel de esposa y madre.
Sísara con sus poderosos carros armados, fue atraído al lecho del Cisón,
donde sus carros pudieran maniobrar en condiciones normales. Pero Dios mandó
un violento aguacero que inundó el Cisón y los carros quedaron atascados “Desde
los cielos pelearon las estrellas… los barrió el torrente del Cisón” Jueces 5.20-21.
Hasta el mismo Sísara se vio obligado a abandonar su propia carroza y huir a pie.
Sísara aceptó la invitación de Jael a refugiarse en su carpa, pues se
suponía que su esposo, un Ceneo, guardara neutralidad. Al igual que Rahab, Jael
simpatizaba con el pueblo de Israel y aprovechó la oportunidad para librar a los
hebreos en un momento sumamente crítico de su historia. Sabía que si Sísara se
escapaba, podría levantar otro ejército y tornaría la victoria de Israel en una
derrota humillante. Era una mujer astuta de genio inventivo y valiente. Hasta la
leche que le dio a Sísara se prestó para lograr su propósito: era “leben”, la leche
de los nómadas que tiene efecto soporífero.
GEDEÓN.
Una vez más los israelitas cayeron en la idolatría cananea. Dios empleó a
una horda de tribus árabes dirigidas por los madianitas, pueblo nómada que
merodeaba con sus camellos en la península del Sinaí, para castigar a su pueblo
infiel. No vinieron para establecerse en Canaán sino para esquilmar bien la tierra
todos los años al acercarse el tiempo de la siega. Como consecuencia, Israel fue
reducido a una gran miseria durante siete años. Por fin se dio cuenta de que solo
Jehová podía salvarlo. Dios envió un profeta que condenó la desobediencia de su
pueblo, pero parece que nadie estuvo dispuesto a dejar completamente el culto a
baal.
Aunque 10.000 israelitas que quedaron eran todos valientes, Dios redujo
aún más el ejército israelita, a fin de que nadie pudiera atribuir la victoria a la
fuerza humana en vez de atribuírsela a él, ya que no es difícil para Jehová salvar
con muchos o con pocos. También quería usar a los más aptos. Los soldados que
se arrodillaron y se inclinaron para tomar agua, descuidaron su deber de estar
alertas ante la presencia del enemigo; los 300 israelitas que se quedaron de pie,
en todo momento estuvieron preparados para responder a su jefe.
Gedeón demostró gran prudencia cuando rehusó el título de rey. Este fue el
primer intento de establecer una monarquía en Israel. Pero después de negarse a
ser rey, se comportó de un modo poco sensato, demostrando que no era un
hombre perfecto. El efod que Gedeón construyó con el oro recogido, era
probablemente algo diferente a la vestidura sacerdotal designada por el mismo
nombre. Algunos eruditos piensan que era una imagen de Dios, lo que la Ley
prohibía. Parece que Gedeón era poco instruido en la Ley de Moisés, como la
mayoría de los jueces de aquel entonces, y actuaba por ignorancia. También su
numeroso harén y sus muchos hijos fueron causa de problemas en su familia
después de su deceso.
Sin embargo la tierra reposó cuarenta años en los días de Gedeón. La fama
de la gran victoria sobre Madian quedó grabada en la memoria hebrea: Samuel la
mencionó; Asaf cantó sobre ella en uno de sus salmos; Isaías no encontró triunfo
más glorioso que el del día de Madian, y el autor de la carta a los Hebreos incluyó
a Gedeón en la lista de los héroes de la fe.
Jefté era hijo de una prostituta, echado de la casa por sus hermanos y
rechazado por su pueblo, por ello Jefté se vio obligado a vivir en la región
semicivilizada de Galaad. Allí reunió una tropa de hombres también despreciados
por la sociedad y arruinados. Estos le seguían como jefe militar. Llevaba una vida
de saqueos haciendo correrías contra las tribus del desierto, con las que se hizo
famoso. No obstante su vida de salteador, temía a Jehová y le enseñó a su hija el
temor de Dios.
SANSÓN.
Sansón significa sol, nombre muy apropiado, ya que sería un rayo de luz
para su pueblo oprimido. Al igual que en los casos de Isaac, Samuel y Juan el
Bautista, el nacimiento de Sansón de una mujer estéril, fue efectuado por
intervención divina. La importancia de su misión se nota en el anuncio de su
nacimiento por el mismo ángel de Jehová. Predestinado por Dios para Luchar por
la liberación de su pueblo, Sansón vivió toda su vida en aquel estado de
consagración legal que se denomina nazareato. A esta consagración extrema,
Jehová correspondió con la investidura de su Espíritu, no hay nada en la Biblia
que indique que Sansón tenía poderosa musculatura; sólo cuando el poder del
Espíritu Santo descendía sobre él, podía realizar prodigios de fuerza.
Así pues, sin contar con el milagro de Lehi, con once las hazañas del
campeón de la tribu de Dan. La mayoría de ellas tenían que ver con sus
relaciones con mujeres filisteas, algo estrictamente prohibido por la Ley Mosaica
y nada recomendable para un libertador. Esta debilidad apareció durante una
vista al territorio filisteo, en donde una joven filistea atrajo su atención. Al
retornar a su casa demandó que su padre, según las costumbres de la época,
negociara su casamiento con ella. Naturalmente sus piadosos padres protestaron
pero no sabían que eso venía de Jehová, porque él buscaba ocasión contra los
filisteos. Dios predominó sobre las inclinaciones mundanas de Sansón a fin de
ofrecer una oportunidad para que se iniciaran las hostilidades que culminarían en
el justo castigo de los crueles filisteos.
MICAIA Y SU IDOLATRÍA.
Los episodios descritos en esta sección de relaciones con la migración de
los danitas al norte de Neftalí, porque no pudieron contra los amorreos. Ilustran
la decadencia de la religión de Jehová en aquel entonces. Micaía había robado a
su madre y la restitución del dinero fue considerado un acto religioso. Con el
dinero restituido, la madre contrato a un difundidor de imágenes para que hiciera
una estatua idolátrica. Un levita forastero aceptó la invitación de Micaía para ser
sacerdote en su casa, con el fin de tener techo y mesa segura. En todo esto,
Micaía y su madre creyeron que así servirían a Jehová, ignorando que Silo
debería ser el único santuario designado por Dios.
El libro termina con una observación muy acertada: insinúa que cuando
cada uno hace lo que le parece bien a sus propios ojos, por lo general hace mal.
Conclusión
En sus sufrimientos los israelitas se volvían a Dios. Dios manda pruebas a los pecadores
para que se conviertan. Y a los que son fieles, para santificarlos aún más.