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Reporte de lectura.
Prólogo.
Las Cajas de Brillo son imitaciones de los envases donde vienen las esponjas
para lavar la vajilla. No son las cajas reales expuestas como obras de arte (lo que
se llamaría “ready-made”, el arte que se hace con algo que ya existe) sino que son
cubos de madera (contrachapado) sobre los que la marca y todo lo demás está
impreso con la técnica de la serigrafía.
Estas cajas de un producto de consumo cotidiano, que no se diferencian a simple
vista de las cajas reales, son consideradas el punto más elevado del arte
conceptual.
Para esto toma la definición de arte como mimesis de Sócrates revelada por
Platón, en la cual, el universo está en la teoría de las ideas dividido en dos partes:
Una parte superior invisible e inteligible en dónde tenemos las ideas y los
conceptos. Y una parte inferior visible, que a su vez está dividido en dos partes:
una en dónde están las cosas hechas en base conceptos.
Tenemos el ejemplo de las camas, en dónde un artesano hace una cama tomando
el concepto directamente de esa parte inteligible del mundo y la baja al mundo
visible creando la cama.
Después tenemos una parte inferior, esa en donde encontramos todas las
sombras, los reflejos y los sueños; aquí es donde se encuentra el arte, ya que, por
ejemplo, un artista que quiera pintar una cama no toma directamente el concepto
de cama sino, que recurre al objeto ya creado por el artesano.
De este modo podemos decir que, el arte se encuentra tres grados alejados de la
verdad del mundo inteligible invisible.
Entonces en esta parte inferior podemos encontrarnos con cosas que son visibles,
pero, pueden no ser reales.
Se agrega la cualidad onírica del arte, no es necesario que para que algo sea arte
sea verdad si no tiene que ser posible.
Por lo antes expuesto podemos decir que, Danto habla del arte como un sueño
despierto, un estado de ensoñación, el cual nos exige estar despiertos y esto se ve
reflejado en lo compartible del arte.
De este modo arte y realidad pueden ser indiscernibles, pero, las diferencias que
existen entre un objeto artístico y un objeto de la realidad son diferencias
invisibles; una es el significado y otra la encarnación.
Esto como resultado nos va a dar que siempre exista cierta distancia del arte con
la realidad.
Bibliografía.
Arthur-Danto. La Transfiguración del lugar común 1981 Harvard University
Press,Cambridge
Cajas de Brillo (1964). Andy Warhol
'La fuente' de Duchamp (1917)