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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA PARA LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

“RAFAEL MARIA BARALT.”

VICERRECTORADO ACADÉMICO

PROGRAMA ADMINISTRACION

SEDE CORO

Fundamentos Económicos II

La Teoría del Consumo

Tutora: Estudiantes:

Evelyn Pire Daniela Acosta C.I: 31.470.767

Sección: 321511

Santa Ana de Coro Mayo de 2022


Introducción:

EL consumo es la actividad económica más directamente vinculada con la satisfacción de


las necesidades. Dentro de la teoría de la elección del consumidor que investiga el
comportamiento de un agente económico en su carácter de consumidor de bienes y servicios,
existe una herramienta extremadamente útil para facilitar el análisis de las consecuencias de
las variaciones de los precios. Esta herramienta se conoce como las curvas de indiferencia,
que proporciona las diferentes combinaciones de bienes que otorgan el mismo nivel de
utilidad o satisfacción a un individuo. En tal sentido resulta importarte recopilar la
información necesaria en el presente trabajo con el fin de instruirnos y profundizar más sobre
el tema de la teoría del consumo y la curva de indiferencia, ya que nosotros formamos parte
de dichos consumidores.
Índice

Pag.

Introducción

1.1.La teoría del consumo……………….………………………………………………04


2.1.Solución al optimo del consumidor………………………………………………….07
2.2.Casos prácticos y aplicaciones económicas………………………………………….10
3.1.Definición de la curva de indiferencia……………………………………………….13
3.2.Casos prácticos y aplicaciones económicas………………………………………….16

Conclusión

Referencias bibliográficas
1.1.La Teoría del Consumo:

Uno de los conceptos más importantes en economía, específicamente en la


microeconomía es la teoría del consumidor ya que se encarga de analizar el comportamiento
de los agentes económicos como consumidores. Como se acaba de mencionar, la teoría del
consumidor es observada bajo la microeconomía y actualmente el análisis del consumidor es
de vital importancia pues a través de él se puede observar como una persona alcanza su
máximo bienestar dado su presupuesto.

Hoy por hoy, la teoría del consumidor más utilizada o estudiada es bajo el paradigma de
la economía neoclásica pues es la que sigue predominando pero podemos verificar cambios
en la teoría del consumidor bajo otras perspectivas, lo que queda claro es que todas esas
teorías analizan el comportamiento del consumidor bajo la premisa de que, si son racionales,
entonces siempre van a estar buscando obtener un mayor bienestar aunque esto no siempre
es posible de alcanzar debido a las limitaciones monetarias que tenemos los individuos, por
eso, se trata de encontrar el mayor bienestar dado el presupuesto que tenemos.

La teoría neoclásica del consumidor asume que el individuo interactúa en el mercado para
aumentar su bienestar, considerando diversas alternativas de consumo y claro, teniendo en
cuenta sus preferencias, que en la teoría neoclásica ya se consideran como dadas.

De lo anterior surge un concepto muy importante en la teoría del consumidor, nos referimos
al concepto de utilidad que se refiere a una medida de la satisfacción que una persona alcanza
cuando consume un bien o servicio.

De la utilidad surge el concepto de utilidad marginal decreciente, es decir, conforme se


aumenta el consumo de un bien, la utilidad otorgada por el consumo de cada bien adicional
va disminuyendo. Esto tiene mucho sentido y lo podemos ver en ejemplos cotidianos, por
ejemplo, tienes mucha hambre y paras a un puesto de tacos, el primer taco te brinda una
utilidad alta pues has pasado varias horas sin comer por lo que el primer taco te sabe a gloria,
te comes un segundo y este te sigue dando satisfacción pero menos que el primero, conforme
vas comiendo más tacos tu cuerpo se va saciando, dejas de tener hambre hasta que te llenas
por lo que un taco adicional ya te caería de peso y si siguieras comiendo más tacos podrías
vomitar o enfermarte, de esta forma vemos como por taco adicional tu cuerpo se va saciando
y cada vez obtienes una utilidad menor.

Asimismo se considera al consumidor un agente económico que demanda y disfruta


bienes y servicios económicos, satisfaciendo sus necesidades. En economía se sabe de la
existencia de una serie de factores que determinan la demanda de estos bienes y servicios.

Los individuos deben decidir su consumo de bienes y servicios. Ahora bien, esta decisión
de consumo es dado un precio y una restricción presupuestaria. La teoría del consumidor
procura saber cómo los consumidores prefieren distribuir su ingreso entre un conjunto de
bienes y servicios logrando alcanzar la satisfacción más alta posible.

De manera que, la teoría del consumidor engloba la interacción de preferencias de los


consumidores, las combinaciones preferentes de bienes que reportan igual satisfacción y la
totalidad posible de bienes que se puede agotar con un ingreso dado.

La teoría revela que el consumidor cuando se encuentra frente a un conglomerado de


bienes, gastará su ingreso maximizando su utilidad. Es decir, va a seleccionar procurando
reportarse el mayor grado de satisfacción que pueda alcanzar.

La teoría del consumidor revela que el individuo elegirá el conjunto de bienes que le
reporte el máximo de satisfacción.

En la teoría del consumidor se asume que las preferencias del individuo guardan los
elementos siguientes:

• Que los bienes que puede adquirir el consumidor, son comparables entre sí.

• Que las preferencias del consumidor son transitivas, de forma tal, que si prefiere A
en vez de B y a B en vez de C, entonces, de seguro prefiere A en lugar de B.

• Cualquier bien solo es comparable con él mismo.

• Utilidad marginal decreciente.

De acuerdo a esta la teoría, las personas como agente consumidor se establecen un orden en
los bienes a elegir para su consumo, lo cual marca su preferencia.
Este orden es el siguiente: digamos que Robin prefiere el bien coco a él bien pescado.
Entonces, estando en posibilidad de elegir, Robin preferirá coco a pescado.

Según el Handbook of Mathematical Economics, los principales objetivos de las teorías del
consumismo son determinar el impacto en la demanda por mercancías, averiguar qué reglas
guían el comportamiento de las personas en el mercado y qué limitaciones encuentran al
tomar una decisión.

Para los expertos, las posibilidades comerciales son determinadas por la combinación de
preferencias bajo una restricción presupuestaria. Veamos algunos ejemplos de la teoría del
consumidor.

Cuando hablamos de teoría del consumidor en microeconomía, nos referimos principalmente


a las elecciones, sus estructuras e implicaciones. Si, por un lado, la empresa puede elegir qué
y cómo producir, por otro lado, las personas pueden elegir qué y cómo consumir.

A lo largo de las décadas, varios académicos han desarrollado modelos de teorías del
comportamiento del consumidor. Cada uno de ellos buscó entender qué motiva una decisión
de compra en base a diferentes supuestos.

La teoría clásica del consumidor surgió en el siglo XVIII, con el abandono de las monarquías
y la llegada del capitalismo occidental en la Europa. Su principal objetivo es explicar cómo
conceptos de valor, precio, oferta, demanda y distribución operan en la realidad.

La obra más importante del período es “La riqueza de las naciones” de Adam Smith,
publicada en 1776. Según la teoría del pensador escocés, el choque entre las fuerzas de la
oferta y la demanda autorregularía el mercado, equilibrando los costes de producción y el
precio final.

Marcada por la racionalidad, esta teoría del consumidor asume que las decisiones de compra
están motivadas por la simple necesidad y que el costo de producción es el factor
determinante en el precio. Es decir, si necesitas comer, comprarás arroz. Si necesitas vestirte,
comprarás ropa.

Teorías del consumismo actuales (Siglo XXI) Según Marc Lavoie, la consecuencia clave de
la teoría del consumidor poskeynesiana, en particular el principio de subordinación, es que
el índice de utilidad ya no puede ser representado por una curva escalar, que crece
continuamente sin perspectivas de un final.

Es decir, no podemos imaginar que una persona siempre necesitará una determinada
mercancía y que las empresas siempre la producirán infinitamente. O que el exceso de un
producto compensa la falta de otro.

Para el estudioso de las teorías del comportamiento del consumidor, la utilidad de un


producto ahora debería estar representada por un vector: una medida con un principio y un
final, guiada por los principios que mencionamos.

Resulta importante mencionar que en la época victoriana, los filósofos y economistas


hablaban de “utilidad” como indicador del bienestar general de las personas. De acuerdo a
esta idea era natural pensar que los consumidores tomaban sus decisiones con vistas a
maximizar la utilidad. El problema es que estos economistas nunca describieron cómo medir
la utilidad, dado que éste es un concepto subjetivo que no reporta lo mismo para otra persona.
Por ello más tarde se abandonó la idea de utilidad como medida de felicidad y se reformuló
la teoría de la conducta del consumidor en función de sus preferencias.

2.1. Solución al óptimo consumidor:

El equilibrio del consumidor es aquel punto en el que un consumidor encuentra su mayor


utilidad para unos precios y una renta dada. El consumidor se encuentra en equilibrio cuando
con la renta o presupuesto que dispone cuando puede adquirir los bienes que le reportan la
mayor satisfacción.

Hasta el momento hemos analizado dos partes importantes de la teoría del consumidor, la
parte subjetiva y la objetiva. La subjetiva se refiere a la utilidad que se consigue cuando
consumimos bienes y servicios para la satisfacción de nuestras necesidades y está más
orientada a lo psicológico, a las costumbres y a las expectativas; y la parte objetiva es el
ingreso y los precios dados en el mercado y está orientada a lo tangible, lo que se puede
medir. Cabe destacar que la primera parte, por ser subjetiva, no deja de ser real.
La situación óptima del consumidor, corresponde a una combinación del bien Q y W, que
con una restricción dada permite lograr la mayor satisfacción para éste. Analizamos estos
factores llegando previamente a los conjuntos límite de ambos bienes.

La combinación óptima responde a las dos condiciones:

Condición contable: donde los recursos son iguales a los empleos y el presupuesto igual al
gasto.

Condición eficiencia: donde la utilidad marginal del bien Q es igual a la utilidad marginal
del bien W.

Para una mejor comprensión al respecto, veremos un ejemplo práctico con los siguientes
datos:

Para ejercicio uno, el presupuesto es igual a Bs 40.00, PQ = Bs 10.00, PW = Bs 10.00 y la


tabla de curva de indiferencia es:

Conjunto Q W

C1 1 5

C2 2 2

C3 5 1

Para estos datos se debe determinar el grafico de la situación de consumo óptimo, identificar
el conjunto límite para ambos bienes (Q y W) y demostrar que para ese conjunto se cumplen
las dos condiciones de la situación óptima del consumidor.

Solución:

Dada la fórmula de los conjuntos límites de ambos bienes (Q y W).

CLQ = {P /PQ} CLW = {P / PW}

Reemplazando valores tendremos el conjunto límite de ambos bienes, que determinan la recta
de presupuesto.

CLQ = {Q = Bs 40.00 / Bs 10.00; W = Ø} CLW = {Q = Ø; W = Bs 40.00 / Bs 10.00}


CLQ ={Q = Bs 4.00; W = Ø} CLW = {Q = Ø; W = Bs 4.00}

En este grafico podemos visualizar dos líneas, la línea de color rojo que es la recta de
presupuesto, la línea de color azul que es la curva de indiferencia y donde vemos que el
conjunto de la situación óptima para el consumidor está dado por el conjunto C2.

Entonces la tabla de gasto será:

Conjuntos Q W PQ*Q (+) PW*W G P

C1 1 5 10.00*1 10.00*5 60.00 > 40.00

C3 5 1 10.00*5 10.00*1 60.00 > 40.00

C2 2 2 10.00*2 10.00*2 40.00 = 40.00

Por lo tanto queda demostrada la primera condición que es empleos igual a recursos que es
parte de la situación óptima para el consumidor y estado por el conjunto C2, donde el gasto
y presupuesto igual a Bs 40.00.

La segunda condición de eficiencia queda demostrada, ya que tanto para la recta del
presupuesto y la pendiente de la curva igualan a 1:

Para recta de presupuesto.

∆W / ∆Q

4/4=1

Para pendiente de curva.

∆W / ∆Q
4 /4=1

2.2. Casos prácticos y Aplicación en la Economía:

¿Cuánto debe comprar el consumidor para alcanzar su punto óptimo (máxima satisfacción)?

Para responder a esa pregunta es necesario más información:

 El ingreso del consumidor.

 La utilidad que obtiene por los demás bienes alternativos.

Supóngase que el consumidor puede comprar dos bienes A y B. Entonces deben cumplirse
dos condiciones para maximizar la satisfacción total:

6. El consumidor gasto todo su ingreso: restricción presupuestaria:

I = Pa· Qa + Pb · Qb

2. El consumidor maximiza su utilidad total: condición de equimarginalidad:

Ejemplo: Un consumidor percibe los siguientes niveles de utilidad total por el consumo de
los bienes A y B por unidad de tiempo:

Además se sabe que el precio del bien A es $2 y el precio de B es $1. El ingreso del
consumidor es $10. ¿Cuánto debe comprar de cada bien el consumidor con el fin de
maximizar su satisfacción total?
Para responder a esta pregunta es necesario calcular la utilidad marginal para cada bien y la
utilidad marginal por colón gastado (utilidad marginal entre el precio del bien):

Con base en esa información el consumidor gasta su ingreso de $10. Compra primero una
unidad de B, ya que le proporciona una utilidad de 9, mayor que la utilidad de la primera
unidad de A que es 8. Luego podrá comprar indiferentemente entre la primera unidad de A o
la segunda de B, ya que proveen la misma satisfacción. Su ingreso le alcanza para comprar
ambas unidades. Hasta aquí lleva gastados $4, ya que ha comprado dos unidades de B a un
precio de $1 cada una y una unidad de A cuyo precio es $2. Así continúa gastando todo su
ingreso, hasta comprar 3 unidades de A y 4 de B. En este punto gastó todo su ingreso y
maximizó su satisfacción. Esto se puede comprobar verificando las dos condiciones
mencionadas para maximizar la satisfacción total:

6. El consumidor gasto todo su ingreso: restricción presupuestaria:

I = Pa · Qa + Pb · Qb

$10 = $2 · 3 + $1 · 4

$10 = $6 + $4

$10 = $10

2. El consumidor maximiza su utilidad total: condición de equimarginalidad:

12 / $2 = 6 / $1

6=6
El consumidor al comprar las 3 unidades de A y las 4 unidades de B ha obtenido una
satisfacción total de 72 (42 de A + 30 de B), que es la máxima satisfacción posible dados
estos precios y su ingreso.

¿Qué pasa si el precio de A baja a $1?

Para responder a la pregunta es necesario volver a calcular la tabla anterior, pero ahora con
el nuevo precio del bien A:

Con base en esa información el consumidor gasta su ingreso de $10. Compra primero una
unidad de A, ya que le proporciona una utilidad de 16, mayor que la utilidad de la primera
unidad de B que es 9. Luego comprará la segunda, tercera y cuarta unidades de A, ya que
cada una de ellas proporciona una satisfacción mayor que la primer unidad de B. Después
comprará la primera unidad de B, que proporciona mayor satisfacción que la quinta unidad
de A. Así continúa gastando todo su ingreso, hasta comprar 6 unidades de A y 4 unidades de
B. En este punto gastó todo su ingreso y maximizó su satisfacción. Esto se puede comprobar
verificando las dos condiciones mencionadas para maximizar la satisfacción total:

6. El consumidor gasto todo su ingreso: restricción presupuestaria:

I = Pa · Qa + Pb · Qb

$10 = $1· 6 + $1 · 4

$10 = $6 + $4

$10 = $10

2. El consumidor maximiza su utilidad total: condición de equimarginalidad:

6 / $1 = 6 / $1
6=6

El consumidor al comprar las 6 unidades de A y las 4 unidades de B ha obtenido una


satisfacción total de 96 (66 de A + 30 de B), que es la máxima satisfacción posible dados los
nuevos precios y su ingreso.

3.1. La curvas de indiferencia:

Los conceptos derivados de la teoría del consumidor se expresan gráficamente a través de


las denominadas curvas de indiferencia. Es a través de las curvas de indiferencia y la
restricción presupuestaria como se construye las curvas de demanda del consumidor y son de
gran utilidad para la teoría neoclásica de la economía. Una curva de indiferencia representa
a todas aquellas decisiones de consumo que proporcionan al consumidor el mismo nivel de
satisfacción. Independientemente de los ingresos, cada canasta de bienes genera para el
consumidor un grado de utilidad o satisfacción determinado. Una curva de indiferencia está
formada por distintas combinaciones de los bienes A y B que brinden el mismo grado de
utilidad. Para un consumidor, existen distintas curvas de indiferencia, cada una representativa
de un grado de satisfacción determinado.

El concepto de curva de indiferencia supone la existencia de una persona (el consumidor)


que se enfrenta a infinitas combinaciones de bienes x e y, y que expresa su preferencia ante
estas combinaciones. En ese sentido, una curva de indiferencia reflejará únicamente aquellas
combinaciones de bienes x e y que le dan el mismo grado de satisfacción o utilidad. Para ello,
se hacen los siguientes supuestos: (i) información completa y que bienes son perfectamente
divisibles; (ii) se trata de un análisis estático; (iii) la función de utilidad del consumidor
(utilidad que obtiene de cualquier combinación de x e y) es independiente de las funciones
de utilidad de otros consumidores.
Tal como se muestra en el gráfico siguiente, las curvas de indiferencia son: (i) asintóticas
(es decir, no tocan los ejes, asumiéndose con ello, dispensabilidad de los bienes); (ii) son de
pendiente negativa, lo que permite reflejar escasez; (iii) son convexas respecto del origen; y,
(iii) no se cruzan (satisfacen el axioma de transitividad).

La curva de indiferencia se traza simplemente preguntando a un individuo qué


combinación de bienes prefiere, por ejemplo: 10 hamburguesas y 5 películas; 15
hamburguesas y 3 películas, 20 hamburguesas y 2 películas, o 5 hamburguesas y 7 películas.
Nótese que a medida que una opción aumenta, la otra disminuye. Cuando se llega a dos
opciones que son indiferentes para el individuo, estos dos puntos que las representan se
encuentran en la misma curva de indiferencia.
Si se desplaza a lo largo de la curva en un sentido, está dispuesto a aceptar más películas
a cambio de menos hamburguesas, si se desplaza en el otro sentido está dispuesto a aceptar
más hamburguesas y menos películas. Pero cualquier punto dentro de esa curva (por ejemplo
la curva A de la gráfica), le reporta el mismo nivel de satisfacción.

La curva de indiferencia muestra las diferentes combinaciones entre dos bienes que
reportan la misma satisfacción a una persona, y que son preferidas a otras combinaciones.
Por ejemplo, todas las combinaciones posibles de hamburguesas o películas que reportan a
la persona el mismo nivel de utilidad o satisfacción. La curva de indiferencia refleja
simplemente las preferencias entre pares de bienes y no tiene relación alguna con el dinero o
con los precios. A lo largo de la curva de indiferencia cada punto tiene un valor monetario
distinto, pero su satisfacción es la misma.

Asimismo, si el individuo tiene la opción de aumentar el número de hamburguesas sin


disminuir el número de películas significa que se encuentra ahora en una nueva curva de
indiferencia, que le reporta mayor utilidad que la anterior (pasa de la curva A a la curva B, o
de la curva B a la curva C). Por eso se dice que podemos trazar infinitas curvas de indiferencia
conformando lo que se conoce como mapa de curvas de indiferencia. Esta es la razón de que
las curvas de indiferencia no pueden cortarse unas con otras, dado que se rompe el principio
del mismo nivel de utilidad.

La pendiente de la curva de indiferencia mide el número de hamburguesas a que el


individuo está dispuesto a renunciar para conseguir otra película. El término técnico de esta
pendiente es la Tasa Marginal de Sustitución, que nos indica la cantidad de un bien a la que
el individuo está dispuesto a renunciar a cambio de una unidad más del otro. Esta relación
aumenta o disminuye según la cantidad del bien que ya tenga el consumidor. Como a medida
que nos desplazamos a lo largo de la curva de indiferencia aumentamos la cantidad de uno
de los bienes, cada vez es necesaria una menor cantidad del otro bien para compensar el
cambio, por ello que la pendiente de la curva se hace cada vez más plana. Esto es lo que se
conoce como relación marginal de sustitución decreciente.

Por definición, a una persona le da igual encontrarse en cualquiera de los puntos de una
curva de indiferencia dada, pero sí preferiría encontrarse en la curva de indiferencia más alta
posible, dado que mientras más alejado del origen, mayor es el nivel de satisfacción. Sin
embargo, lo que le impide alcanzar curvas de indiferencia más elevadas, es su restricción
presupuestaria. En otras palabras, y como se muestra en la gráfica, la curva de indiferencia
más alta que puede alcanzar una persona es aquella que toca la restricción presupuestaria en
forma tangente (curva B de la gráfica). En este punto de tangencia, tanto la curva como la
recta tienen la misma pendiente. Por lo tanto, en el punto de tangencia, la pendiente de la
Tasa Marginal de Sustitución tiene el mismo valor que la relación de los precios relativos
que indica la restricción presupuestaria. Tenemos así un principio básico de la decisión del
consumidor: los individuos eligen en el punto en que la relación marginal de sustitución es
igual al precio relativo.

La restricción presupuestaria significa que los bienes de un consumidor están acotados


por su renta. En este caso, puede gastar todo en hamburguesas (intersección con el eje
vertical), o todo el ingreso en películas (intersección con el eje horizontal) La pendiente de
esta restricción presupuestaria mide la velocidad (tasa de cambio) a la que un consumidor
puede compensar un bien por otro, y está dada por los precios relativos de ambos bienes. Por
eso que la restricción presupuestaria está determinada tanto por el ingreso del consumidor,
como por los precios relativos de los bienes. Pero adquiere más sentido cuando incorporamos
el análisis de las curvas de indiferencia, que son las que incorporan las preferencias del
consumidor.

3.2. Casos prácticos y aplicación a la economía:

Las preferencias de los consumidores se traducen en términos de utilidad, plasmadas por


los economistas gráficamente sobre un mapa geométrico a través de las curvas de
indiferencia. Su estudio es de gran relevancia en el campo del marketing ya que a cada tipo
de bienes les corresponde una forma peculiar y particular de curvas de indiferencia. Además,
son personales y, por lo tanto, pueden ser distintas para cada persona, mostrando las
consecuencias de las variaciones de los precios para cada caso.

Las curvas de indiferencia junto con el presupuesto que dispone el consumidor para gastar
(recta de balance) son los elementos fundamentales para determinar el punto de equilibrio de
un consumidor y con él deducir su curva de demanda, definida como el conjunto de puntos
que potencialmente pueden ser de equilibrio. Para que las conclusiones alcanzadas en el
equilibrio del consumidor sean correctas, es necesario que las preferencias de los
consumidores sean regulares y por tanto las curvas de indiferencia cumplan las restricciones
exigidas por el modelo (continuidad, derivabilidad, convexidad, utilidad marginal
decreciente en ambos bienes, no sustituibilidad perfecta, entre otros).

Ejemplo práctico en la representación gráfica de las curvas de indiferencia

Se traza simplemente preguntando a un individuo qué combinación de bienes prefiere, por


ejemplo: 10 bolígrafos y 5 lápices; 15 bolígrafos y 3 lápices; ó 20 bolígrafos y 2 lápices. Este
individuo es indiferente a cualquiera de estas tres opciones. Obsérvese que, a medida que una
opción aumenta, la otra disminuye. Y dado que cuando tenemos mucho de una y poco de
otra, apreciaremos más la que menos tenemos (con un bien normal). Siguiendo con el
ejemplo, si partimos de la primera cesta (5 lápices y 10 bolis), para conseguir 5 bolígrafos
más este individuo necesitará 2 lápices. Pero en el siguiente paso, como tan solo le quedan 3
lápices, si queremos que se mantenga indiferente, le deberán entregar 5 bolígrafos por un
lápiz.

Asimismo, si el individuo tiene la opción de aumentar el número de bolígrafos sin


disminuir el número de lápices significa que se encuentra ahora en una nueva curva de
indiferencia, que le reporta mayor utilidad que la anterior. Por eso se demuestra que se pueden
trazar infinitas curvas de indiferencia conformando lo que se conoce como mapa de curvas
de indiferencia.
Por otro lado, la pendiente de la curva de indiferencia mide el número de bolígrafos al que
el individuo está dispuesto a renunciar para conseguir otro lápiz. El término técnico de esta
pendiente es la tasa marginal de sustitución, que indica la cantidad de un bien de la que el
individuo quiere prescindir a cambio de una unidad más del otro.

Esta relación aumenta o disminuye según la cantidad del bien que ya tenga el consumidor.
Como a medida que nos desplazamos a lo largo de la curva de indiferencia aumentamos la
cantidad de uno de los bienes, cada vez es necesaria una menor cantidad del otro bien para
compensar el cambio; por ello que la pendiente de la curva se hace cada vez más plana. Esto
es lo que se conoce como relación marginal de sustitución decreciente.

En este sentido, no hay que olvidar que los bienes de un consumidor están acotados por su
renta o, lo que es lo mismo, están sometidos a una restricción presupuestaria. En principio,
el consumidor puede gastar todo su dinero en bolígrafos o en lápices. Pero la pendiente de
esta restricción presupuestaria mide la velocidad a la que ese consumidor puede compensar
un bien por otro, y está dada por los precios relativos de ambos bienes. Es decir, la restricción
presupuestaria está determinada tanto por los ingresos del consumidor como por los precios
relativos de los bienes.
Conclusión:

En definitiva la teoría del consumidor busca determinar cómo el consumidor desea asignar
o distribuir su renta para adquirir distintos bienes o servicios, consiguiendo el mayor grado
de satisfacción posible. Esta herramienta de análisis muestra las distintas combinaciones
entre dos bienes que aportan el mismo nivel de utilidad o satisfacción a una persona y que
son preferidas frente a otras combinaciones.

Estar al corriente del por qué, cuándo, cómo, con quién y con cuánta frecuencia adquiere
los consumidores determinados productos o servicios es la clave para adelantar a la
competencia y ser el primero en satisfacer las necesidades de nuestros clientes en un futuro
cuando seamos administradores ya que conocer al consumidor -sus hábitos, necesidades y
expectativas- es fundamental para tener éxito en el mundo empresarial. Además el
comprender el significado de las curvas de indiferencia (plasmadas gráficamente sobre los
mapas de indiferencia) es vital para la toma de decisiones empresarial y la planificación de
acciones y estrategias de marketing las cuales están comúnmente enlazadas con la economía
y a la situación que vivimos hoy en dia. Por ello, es importante profundizar en su estudio y
análisis.
Referencias Bibliográficas:.

Fortún M. (05 de febrero, 2020). Teoría del consumidor. Economipedia.com

Gil Susana. (11 de Marzo, 2015). Economipedia.com, Curvas de indiferencia

Leandro Gabriel. (S/F), Microeconomía: Tema 4. Teoría del consumidor.


AulaDeEconomia.com

Jaquito "El Consumo Óptimo del Consumidor" [en linea] Dirección URL:
https://www.zonaeconomica.com/teoria-utilidad-demanda/consumo-optimo (Consultado el
11 de Mayo de 2022)

Moreno Marco Antonio. (20 de julio, 2021). El blog Salmon. ¿Qué son las Curvas de
Indiferencia?

https://cies.org.pe/sites/default/files/cursos/files/nc2_ja.pdf

Lopez J. (17 de octubre, 2010). Teorías del consumidor frente a ética del consumo.
juantorreslopez.com.

Da Silva Douglas. (15 marzo 2021). Teoría del consumidor: 7 elementos que motivan las
compras. Blog de Zendesk.

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