Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INDICE
1
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
◼ HECHOS JURIDICOS: “Son aquellos hechos que han sido regulados por el derecho,
de manera que si producen consecuencias jurídicas”.
Dentro de los hechos jurídicos, encontramos que estos pueden ser:
a- DE LA NATURALEZA
Ejemplos:
➢ La fructificación de las plantas, cuyo efecto jurídico es la adquisición por el propietario
de la planta, respecto de los frutos que de esta salieron.
➢ Un terremoto que, como caso fortuito o fuerza mayor, libera de culpa y responsabilidad
al deudor.
➢ El nacimiento que otorga a la criatura que estaba en el vientre materno la calidad de
persona.
➢ La muerte
➢ El transcurso del tiempo
➢ Etc.
b- DEL HOMBRE
Dentro de los “hechos jurídicos del hombre” encontramos que estos a su vez se pueden dividir
en:
b.1- INVOLUNTARIOS: “Se trata de hechos del hombre que producen consecuencias
jurídicas, pero no proceden de una voluntad consciente”. Ej: los actos realizados por un
demente.
b.2- VOLUNTARIOS: “Se trata de hechos del hombre que generan consecuencias jurídicas
y que proceden de una voluntad consciente”. Estos pueden subclasificarse en:
b.2.1- hechos jurídicos propiamente tales: “Son hechos voluntarios del hombre, que
producen consecuencias jurídicas, pero en los que esas consecuencias jurídicas no han sido
queridas por los autores del hecho”. Estos pueden ser lícitos o ilícitos:
b.2.1.1- lícitos: Si son lícitos, estamos en frente de un cuasicontrato.
4
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
6
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1.1- Generales o comunes: “Son aquellos que están presentes en todo tipo de acto
jurídico y que si llegan a faltar provocaran que el acto no produzca efecto alguno”
Nota: los elementos de la esencia generales son los “requisitos de existencia y
validez”.
1.2- Particulares o especiales: “Son aquellos propios de cada acto jurídico, y cuando se
omite en un acto un requisito de la esencia particular, el acto va a degenerar en otro
distinto”
7
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: la doctrina los trata como “elementos” y no como “cosas” como lo hace el CC en el art.
1444, ya que se pueden confundir con las cosas propiamente tales.
8
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
A- VOLUNTAD
1- Concepto de voluntad: “Es la aptitud inherente del ser humano de autodeterminar sus
conductas”
Nota: Todos los seres humanos, sin excepción, tienen voluntad
2- Requisitos que debe reunir la voluntad para ser jurídicamente relevante:
1)- Se debe exteriorizar
2)- Debe ser seria, esto va de la mano con el discernimiento, y dice relación, o implica que el
sujeto que exterioriza la voluntad lo hace comprendiendo los efectos de su declaración de
voluntad.
3)- Debe ser real, es decir, debe declarar la voluntad con la verdadera intención de cumplir con
los efectos derivados de ella.
4)- Debe ser libre y espontanea, es decir, debe estar exenta de vicios
3- Clasificación de la voluntad:
9
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4- El silencio
Regla general: El silencio no es declaración de voluntad, el silencio es la nada jurídica.
Nota: El silencio es la ausencia de voluntad, no es no decir nada, no es quedarme callado.
El silencio no es nada, no es voluntad ni expresa ni tacita.
Excepción: En algunos casos el silencio puede llegar a tener efectos jurídicos:
a- Cuando la ley le da valor → Ej: art. 2125 CC, art. 135 CC, etc.
b- Cuando las partes le dan valor, en virtud del principio del articulo 1545 CC.
c- Cuando nos encontramos con el silencio circunstanciado, que es el silencio
que se da dentro de un procedimiento judicial → Ej: En la prueba testimonial,
absolución de posiciones, cuando una persona es citada, si la persona guarda
silencio, se tendrá por confeso de ciertas preguntas.
10
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: Se entiende también como oferta entre presentes, aquella que se realiza por medios
de comunicación de carácter expedito, en donde personas, que, a pesar de estar
físicamente en lugares geográficos diferentes, puedan manifestar su intención de manera
inmediata.
➢ Extinción de la oferta:
La oferta se puede extinguir por los siguientes medios =
1) Por la aceptación del destinatario
2) Por el vencimiento (tiempo que dura la oferta)
3) Por la muerte del oferente
4) Por incapacidad sobreviniente
5) Que respecto del oferente se inicie procedimiento concursal
6) Por la revocación de la oferta → Respecto de esta última forma de extinguir la oferta
hay que precisar algunas cuestiones. Ya que, si la oferta ya fue aceptada, el oferente
no la puede revocar.
Antes de que la oferta sea aceptada, el oferente si puede revocarla, pero debe
comunicar esto a los destinatarios “por al menos el mismo medio que hizo la oferta”,
ya que si no avisa debe indemnizar todo perjuicio que haya causado. Sin embargo,
aun cuando el oferente se retracte y lo haga cumpliendo con los requisitos que la ley
pide, si llega a causar perjuicios, también deberá indemnizar.
Sin perjuicio de lo dicho anteriormente, el oferente tampoco se puede retractar de la
oferta cuando este se haya comprometido a esperar respuesta, o cuando el oferente se
ha comprometido a no disponer de la cosa objeto del acto mientras no haya respuesta.
La aceptación =
➢ Concepto de aceptación: “Es el acto jurídico unilateral por el cual el destinatario de la
oferta manifiesta de forma pura y simple su deseo de celebrar el acto que se le ha
propuesto”
a- Debe ser pura y simple, lo cual significa que debe ser dada en los mismos términos en
que fue hecha la oferta, es decir, la aceptación se da sin cambios en el contenido de la
oferta. Si el destinatario cambia el contenido de la oferta eso no se llama aceptación,
sino que “contraoferta”.
b- Se debe dar en forma tempestiva, es decir, se debe dar en tiempo útil, el cual es el
tiempo en el que se encuentra vigente la oferta.
Para saber si la aceptación es tempestiva o no, debemos preguntarnos ¿Cuánto dura la
oferta? Por regla general la oferta dura lo que diga el oferente, si el oferente nada
dice, el tiempo lo da la ley, y la ley distingue entre “oferta hecha entre presentes” y
“oferta hecha entre ausentes”.
11
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: El Código de Comercio no habla de oferta entre presentes y ausentes, sino que
habla entre oferta verbal y escrita, pero la jurisprudencia ha hecho esta
denominación.
¿Cuánto dura esta oferta? Si el oferente nada dice, la ley dispone que se deberá
aceptar de inmediato.
¿Cuánto dura la oferta? El Código de Comercio dispone que entre ausentes hay que
distinguir si se está en el mismo lugar (territorio jurisdiccional) o si se está en
distinto lugar.
12
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
[Importancia de la formación del consentimiento]: Tiene importancia por ejemplo para saber
cuándo quedo celebrado el contrato, tiene importancia saber cuándo se celebró el contrato para
saber si las partes eran o no capaces, sirve para determinar la legislación aplicable, etc.
¿Dónde se forma el consentimiento?
El consentimiento se forma en el lugar de residencia del destinatario. Por eso es importante “la
contraoferta”, ya que con la contraoferta los papeles de destinatario y oferente se van
cambiando, dependiendo de la cantidad de contraofertas.
[Importancia del lugar en que se forma el consentimiento]: Tiene importancia determinar el
lugar, ya que este puede influir en la competencia de los tribunales, podría influir en la
legislación aplicable, también en lo pertinente a la costumbre, ya que en todo contrato se
incorpora la costumbre del lugar en que se celebra, también es importante para determinar el
lugar del pago, etc.
◼ VICIOS DE LA VOLUNTAD
“Los vicios de la voluntad son todos aquellos fenómenos que provocan que la voluntad no
se manifieste de forma libre y espontanea”.
Art. 1451 CC = “Los vicios de que puede adolecer el consentimiento son error, fuerza y dolo”
Nota: se discute en la doctrina, si es que es vicio la lesión o no.
➔ ERROR (art. 1452 al 1455 CC)
a- Concepto de error: “Es la ignorancia o falso concepto que se tiene de la realidad”.
b- Clasificación del error:
1- Error de derecho: “Es la ignorancia o falso concepto que se tiene de una norma
jurídica”.
Nota: No se puede alegar error de derecho como vicio de la voluntad, ya que la ley
se presume conocida por todos (art. 8 CC). Si se alega error de derecho, se
presume mala fe de quien lo alega, y es una presunción de derecho (art. 706 CC).
Sin embargo, hay excepciones permitidas por la ley en la que se puede alegar este
tipo de error, como por ejemplo en lo relativo al pago de lo no debido (art. 2297
CC).
2- Error de hecho: “Es la ignorancia o falso concepto que se tiene sobre una cosa, un
acto o una persona”
2.1- Error esencial o error obstáculo (art. 1453): Es el que recae sobre la
naturaleza del acto que se ejecuta o celebra (error en el negocio), o bien recae sobre
la identidad de la cosa especifica que es objeto del acto o contrato (error en el
objeto).
Nota: respecto de los efectos de este tipo de error en el acto jurídico, el CC dice
que “vicia el consentimiento”, por lo que la sanción debería ser nulidad relativa.
Sin embargo, la doctrina dice que no vicia el consentimiento, ya que aquí no hay
consentimiento, por lo cual la sanción debería ser nulidad absoluta o inexistencia.
13
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2.2- Error sustancial: Es aquel que recae sobre la sustancia (materia prima) o
calidad esencial (característica inherente a la cosa que la hace diferente a otras de su
mismo género) del objeto.
Este tipo de error siempre vicia el consentimiento, por lo cual su sanción es la
nulidad absoluta.
2.3- Error accidental: Es aquel error que recae sobre cualquier otra calidad de la
cosa que no sea esencial.
Por regla general, este tipo de error no vicia el consentimiento, ya que el legislador
supone que los elementos accidentales no son la razón por la cual las personas
contratan. Sin embargo, por excepción, este tipo de error si vicia el consentimiento,
y esto pasa si:
a) Lo accidental para una parte sea esencial
b) Y que esto sea conocido por la contraparte
Reuniéndose estos dos requisitos anteriormente señalados, el error accidental si
vicia el consentimiento y su sanción es la nulidad relativa.
2.4- Error en la persona: Es aquel error que recae sobre la identidad de la persona.
Por regla general este tipo de error no vicia el consentimiento, ya que el legislador
es de la idea que cuando uno contrata no lo hace pensando en la identidad de las
personas. Sin embargo, por excepción, este tipo de error si vicia el consentimiento,
lo cual sucede en los actos intuito personae, en dichos casos, la sanción es la
nulidad relativa.
2- Fuerza moral: Es la fuerza que causa temor, y es el miedo lo que vicia la voluntad,
en la fuerza moral la victima está en condiciones de tomar una decisión.
Este tipo de fuerza se sanciona con nulidad relativa, ya que vicia el consentimiento,
pero para viciar el consentimiento, este tipo de fuerza debe reunir los siguientes
requisitos:
14
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1) Debe ser grave = Debe causar temor, es decir, debe provocar una impresión
fuerte en una persona de sano juicio.
La gravedad debe probarse, pero como el legislador sabe que probar la
gravedad de la fuerza es difícil, establece una presunción de gravedad en el art.
1456 CC, el cual establece que “cuando la fuerza va dirigida para que la
propia persona o su cónyuge o algún ascendiente o descendiente se vea
expuesto a un mal irreparable y grave”. Si la fuerza va dirigida contra estas
últimas personas se presume la gravedad, si va dirigida contra otras personas se
debe probar la gravedad.
Nota: la amenaza también puede ir dirigida hacia otras personas además de
las señaladas anteriormente, también puede ir dirigida al patrimonio, pero en
todos esos casos no se aplica la presunción del art. 1456, por lo cual hay que
probar la gravedad de la fuerza.
Nota: el temor reverencial del art. 1456 inc. final no vicia la voluntad.
➔ DOLO
a- Concepto de dolo (art. 44 inc. final CC): “Intención positiva de inferir injuria a la
persona o propiedad de otro”.
15
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Excepción = De manera excepcional se presume el dolo, pero solo en los casos que la
propia ley señala. Ejemplos:
1) El que oculta el testamento (art. 968 CC)
2) Alegarse error de derecho
3) El que alega prescripción valiéndose de un título de mera tenencia
4) Los que piden la muerte presunta a sabiendas del paradero del
desaparecido.
5) Etc.
Nota: el dolo puede condonarse, pero no el dolo futuro, ya que ahí hay objeto ilícito.
d.1- concepto de dolo como vicio de la voluntad = “Es toda maquinación fraudulenta
efectuada por una persona y destinada a engañar a otra para que consienta en la celebración
de un acto jurídico”.
d.2- clasificación del dolo =
- atendiendo al objetivo que se pretende lograr con el dolo
a)- Dolo bueno: Son exageraciones o halagos a través de cuales una persona trata de influir
en la voluntad de otra. ESTE SOLO NO VICIA LA VOLUNTAD.
b)- Dolo malo: Es el dolo que persigue causar daño. ESTE DOLO PUEDE VICIAR LA
VOLUNTAD.
- atendiendo a la maquinación que se emplea
a)- Dolo positivo: Es aquel que el engaño consiste en actos que se realizan. PUEDE
VICIAR LA VOLUNTAD.
b)- Dolo negativo: Es aquel que consiste en engañar por omisión o palabras que se guardan,
no se da toda la información. PUEDE VICIAR LA VOLUNTAD.
- atendiendo a la posibilidad que el dolo engañe
a)- Dolo grave: Es aquel en que el engaño esta tan bien construido que es racionalmente
posible que alguien pueda ser engañado. ESTE DOLO PUEDE VICIAR LA VOLUNTAD.
b)- Dolo grosero: Es aquel dolo que racionalmente no está en condiciones de provocar
engaño. ESTE DOLO NO VICIA LA VOLUNTAD (se aplica el aforismo “el derecho no
protege a los tontos”).
16
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
17
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➔ LA LESIÓN
a- Concepto de lesión: “Es el perjuicio económico que experimenta una de las partes en un
contrato oneroso conmutativo cuando existe una desproporción entre las prestaciones
de ambas partes”.
b- Fundamento:
Los autores señalan que el fundamento está en la equidad, pero particularmente en la
naturaleza misma de los contratos conmutativos que por definición requieren que las
prestaciones se miren como equivalentes.
c- Concepciones en torno a la lesión:
c.1- Concepción subjetiva: Considera que la lesión es un vicio de la voluntad y por lo tanto
puede haber lesión en cualquier contrato oneroso conmutativo.
c.2- Concepción objetiva (seguida en Chile): Considera que la lesión no es un vicio del
consentimiento y no tiene ninguna relación con la voluntad, sino que habrá lesión enorme
cada vez que se celebre un acto jurídico y que exista una desproporción que sobrepase los
límites permitidos por el legislador, aunque la voluntad haya sido libre y espontanea.
Para esta concepción la lesión enorme no tiene cabida en todos los contratos conmutativos,
sino solo en aquellos casos específicos establecidos por la ley.
Nota: La lesión en el derecho es irrelevante, que haya equivalencia en las prestaciones de
las partes es algo que al legislador no le interesa en lo más mínimo, pero en algunos casos
el legislador contempla una institución paralela que es una suerte de grado avanzado de la
lesión que se llama “lesión enorme”, la cual opera cuando esa falta de equivalencia va
más allá de lo que la ley permite.
Nota: Si vamos a discutir sobre vicios de la voluntad, el vicio seria la lesión enorme y no la
lesión, ya que en Chile hay libertad de comercio. Y además la lesión enorme solo se aplica
en los actos relativos a bienes inmuebles.
18
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
19
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
enorme, tú quieres evitar la nulidad, entones a los $100 réstale el 10% y paga la diferencia, es
decir, al menos llega a pagar $45.
¿Cuándo el comprador sufre lesión enorme? El comprador sufre lesión enorme cuando el
precio de venta es superior al doble del justo precio.
Al igual que el vendedor, el comprador tiene la acción de nulidad y en consecuencia puede
pedir la nulidad relativa de la compraventa.
El vendedor puede evitar la nulidad del contrato (art. 1890) restituyendo el exceso de precio
recibido pero aumentado el justo precio en una décima parte. Ej: El justo precio era $70, el
vendedor cobro más de $140, en este caso el vendedor debe restituir el dinero tomando como base
de justo precio $77.
2- La lesión enorme en la permuta de inmuebles
En la permuta, la lesión enorme se rige por las mismas reglas que la compraventa. Aquí se
mira el valor de los bienes objeto de la permuta.
3- La lesión enorme en los intereses en el mutuo
El mutuo, que es un préstamo de consumo, cuando recae sobre dinero, permite que la parte
que presta el dinero pueda cobrar intereses. Con el fin de evitar la usura, la ley señala un
límite de intereses que se puede cobrar, el cual se denomina “interés máximo
convencional”, que si uno lo vulnera habría lesión enorme.
4- La lesión enorme en la cláusula penal
La sanción de la cláusula penal tiene un límite, pero para que haya limite la obligación debe
consistir en pagar dinero y la multa tiene que consistir en dinero.
La multa no puede exceder al doble de la obligación principal.
Nota: aunque se pague la multa aún se debe la obligación principal.
Si se presta una multa mayor al doble se respeta solo hasta el doble, es decir, se rebaja al
máximo de lo que se puede cobrar.
5- La lesión enorme en la anticresis
6- La lesión enorme en la partición
7- La lesión enorme en la aceptación de una herencia
8- Etc.
20
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
B- CAPACIDAD
1- Concepto de capacidad: “Es la aptitud legal de una persona para ser titular de
derechos, contraer obligaciones y ejercer los derechos por si mismos sin el ministerio
ni la autorización de otro”.
2- Clases de capacidad:
2.1- Capacidad de goce: “Es la aptitud legal que tienen todas las personas para ser
titular de derechos”
Nota: este tipo de capacidad es un atributo de la personalidad.
2.2- Capacidad de ejercicio: “Es la aptitud legal que tienen las personas para ejercer
derechos y contraer obligaciones por sí mismas, sin el ministerio ni la autorización de
otra persona”.
3- Concepto del CC (art. 1445 inc.2): “La capacidad legal de una persona consiste en
poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio o autorización de otra”.
21
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4- Las incapacidades:
Nota: a los incapaces relativos el CC no los llama relativos, esa es una denominación doctrinal, el
CC habla de los incapaces absolutos y luego habla de los incapaces que no son absolutos.
1- ¿Quiénes son los incapaces?
22
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- INCAPACES ABSOLUTOS
Los incapaces absolutos, son considerados como tal, ya que a criterio del legislador son
personas que carecen totalmente de discernimiento.
b- INCAPACES RELATIVOS
Los incapaces relativos, son considerados como tal, ya que tienen discernimiento, pero no el
suficiente como para actuar solo en algunos casos.
3- ¿Cómo actúan en la vida del derecho?
a- INCAPACES ABSOLUTOS
Solo pueden actuar representados por su representante legal.
b- INCAPACES RELATIVOS
Los incapaces relativos pueden actuar por su representante legal, y además en algunos casos
pueden actuar por si mismos de 2 formas:
➢ Previa autorización del representante legal
➢ De manera autónoma, solo en aquellos casos expresamente contemplados por la ley.
Ejemplos: reconocer un hijo/ contraer matrimonio/ hacer un testamento/ poder ser
mandatario.
a- INCAPACES ABSOLUTOS
No generan ningún tipo de obligaciones, ni aun obligaciones naturales (art. 1447 CC).
b- INCAPACES RELATIVOS
Pueden generar obligaciones naturales y pueden caucionarlas.
5- En cuanto a la sanción de sus actos
a- INCAPACES ABSOLUTOS
Nulidad absoluta
b- INCAPACES RELATIVOS
Nulidad relativa
23
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
C- OBJETO
Nota: el objeto es lo que se persigue. El CC no habla del objeto del acto jurídico, sino que
habla de objeto como dar, hacer o no hacer.
1- Objeto del acto jurídico:
Conjunto de derechos y obligaciones que el acto crea, modifica, extingue, trasfiere o trasmite.
2- Objeto del contrato:
Conjunto de derechos y obligaciones que el contrato crea.
3- Objeto de las obligaciones:
Consiste en la prestación.
4- Objeto de la prestación:
Es el dar, hacer o no hacer.
5- Objeto como elemento de existencia del acto jurídico (requisitos que debe reunir el
objeto) (art.1461 CC):
3- Debe ser real: es decir, que exista o se espere que exista (art. 1813 CC).
Si la cosa que se espera que exista no existe, el CC señala 2 caminos:
a- Que el acto haya sido hecho bajo la condición que la cosa llegue a existir → Si la cosa no
llega a existir, no hay objeto y no hay acto (fallo la condición)
b- Que el acto se entienda aleatorio → Que la cosa llegue a existir o no da lo mismo, ya que
ahí el objeto real del acto es la suerte.
24
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: cuando los actos se celebran sobre cosas que no existen, pero se espera que existan, el
CC dice que por regla general se entenderán condicionales, y es aleatorio cuando las partes lo
acordaron o cuando a pesar de que las partes no lo señalen de la propia naturaleza del acto se
desprende que es aleatorio, por ejemplo, comprar un boleto de lotería.
B- Si es un hecho (o hacer o no hacer)
1- Debe ser determinado: debe conocerse con exactitud cuál es el hecho o la conducta que
debe realizar una de las partes.
2- Debe ser física y moralmente posible: esto significa que el hecho debe ser posible según las
leyes de la naturaleza física (físicamente posible) y no debe ser contrario a la ley, a la
moral, a las buenas costumbres, ni tampoco al orden público (moralmente posible).
6- Objeto como requisito de validez del acto jurídico (objeto licito) (art. 1462 al 1466
CC):
El CC no habla del objeto licito, sino que señala en qué casos hay objeto ilícito, con lo cual
señala que por regla general los objetos son lícitos.
Casos de objeto ilícito:
➔ Art. 1462 CC = “Hay objeto ilícito en todo lo que contraviene al derecho público
chileno. Así la promesa de someterse en Chile a una jurisdicción no reconocida por las
leyes chilenas es nula por vicio del objeto”.
➔ Art. 1463 CC = “El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no
puede ser objeto de una donación o contrato, aun cuando intervenga el consentimiento de
la misma persona.
Las convenciones entre la persona que debe una legítima y el legitimario, relativas a la
misma legitima o a mejoras, están sujetas a las reglas especiales contenidas en el título
de las asignaciones forzosas”.
➔ Art. 1464 CC = “Hay objeto ilícito en la enajenación:
1°- De las cosas que no están en el comercio.
2°- De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona
3°- De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor
consienta en ello
4°- De especies cuya propiedad se litiga sin permiso del juez que conoce el litigio”.
Nota: en este artículo la palabra “enajenación” está tomada en su sentido amplio.
Nota: en este artículo, se entiende por “embargo” cualquier decreto del juez por el cual no se
pueda enajenar un bien. El bien queda como objeto ilícito cuando el tribunal dicte una
resolución que impida enajenar el bien.
“Enajenar” tiene que ver con el modo “tradición”, mientras que “vender” tiene que ver con la
“compraventa”. Desde esta base la doctrina se ha preguntado si ¿podrían venderse las cosas
señaladas en el artículo 1464? La respuesta es que no pueden venderse las del N°1 y N°2 por su
25
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
propia naturaleza, el N°3 y N°4 es discutible debido al art.1810, lo cual nos llevaría a decir que
las cosas del art. 1464 no se pueden vender ni enajenar, pero la doctrina señala que, si se
podrían vender cumpliendo con los requisitos que la ley señale, los del número 3 y 4.
El profesor Eugenio Velasco sostenía que las cosas del número 3 y 4 se pueden vender sin
pedirle permiso a nadie, ya que el 3 y 4 exigen los requisitos para enajenar y no para vender, y
dice que el art. 1810 solo aplica en los casos en que este prohibida la enajenación, y en el caso
del 3 y 4 el art. 1810 no llega, es decir, hacer la tradición no se puede, pero si celebrar una
compraventa.
➔ Art. 1465 CC = “El pacto de no pedir más en razón de una cuenta aprobada, no vale en
cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha condonado expresamente. La condonación
del dolo futuro no vale”.
➔ Art. 1466 CC = “Hay asimismo objeto ilícito en las deudas contraídas en juego de azar,
en la venta de libros cuya circulación es prohibida por autoridad competente, de láminas,
pinturas y estatuas obscenas, y de impresos condenados como abusivos de la libertad de
la prensa; y generalmente en todo contrato prohibido por las leyes”
D- CAUSA
1- Concepto de causa (art. 1467 CC): “Se entiende por causa el motivo que induce al acto
o contrato”
2- Antecedentes:
Parte de la doctrina considera que es un requisito de existencia del acto jurídico, y que la causa
licita es un requisito de validez, a estos autores se les llama “causalistas”, pero frente a ellos
están los “anticausalistas” que para ellos la noción de causa es falsa, inútil, irracional y por tanto
prescindible.
3- Acepciones de la palabra causa:
1- Causa eficiente = Es el elemento generador de un efecto, en este sentido la causa eficiente
de una obligación se encuentra en las fuentes de las obligaciones.
2- Causa final = Es el fin inmediato e invariable de un acto jurídico, es decir, es el fin
próximo que determina la voluntad a actuar que siempre es posible encontrar en la
estructura de un acto o contrato, y que siempre es igual para los actos de una misma
especie.
3- Causa ocasional = Fin mediato, es el fin lejano y variable de un acto jurídico, es el motivo
estrictamente personal y subjetivo que impulsa a una persona a celebrar un acto o contrato,
y que por lo tanto es distinto en cada acto o contrato.
26
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5- Situación en la doctrina:
a- Causalistas: Son aquellos que consideran que la causa es un requisito, sin embargo, dentro
de los autores causalistas encontramos 2 grandes vertientes:
a.1- Criterio objetivo: Estos autores entienden que es posible construir una noción
científica de la causa, de manera que la causa sea la misma en una misma categoría de actos
o contratos.
a.1.1- Teoría francesa o clásica = Fue desarrollada por el jurista Domar, y considera que
lo que requiere causa es la obligación y no el acto o contrato, y la causa de la obligación
será la misma para una categoría de contratos. Para saber cuál es la causa de una obligación
Domar distingue 3 categorías de contratos:
1)- Bilaterales: Son aquellos en que ambas partes se obligan recíprocamente. Domar
entiende que la causa de cada una de las obligaciones es la obligación reciproca de su
contraparte, es decir, ambas obligaciones se sirven mutuamente de causa.
2)- Reales: Son aquellos que se perfeccionan mediante la entrega de la cosa. De estos
contratos solo resulta obligada una parte, la cual debe restituir, luego si nos preguntamos
27
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
6- La causa en el CC chileno:
Art. 1445 inc.1 CC = “Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de
voluntad es necesario: 1°- que sea legalmente capaz; 2°- que consienta en dicho acto o
declaración y su consentimiento no adolezca de vicio; 3°- que recaiga sobre un objeto licito;
que tenga una causa licita”.
Art. 1467 CC = “No puede haber obligación sin causa real y licita; pero no es necesario
expresarla. La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente.
Se entiende por causa el motivo que induce al acto o contrato; y por causa ilícita la prohibida
por la ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público.
Así la promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de causa; y la promesa
de dar algo en recompensa de un crimen o de un hecho inmoral, tiene una causa ilícita”
28
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
A partir de los artículos 1445 N°4 y 1467, nuestro CC exige la concurrencia de la causa.
Nota: en la doctrina chilena se discute si lo que requiere causa es la obligación o el acto o
contrato.
Nota: respecto de la acepción de causa que consagra nuestro CC, Alessandri y Barros
Errazuriz señalan que el CC consagro la noción de causa final, que es a la que se refirió la
teoría clásica de la causa que es una causa objetiva y que siempre es la misma para una misma
categoría de contratos. Sin embargo, Somarriva señala que el CC recoge la acepción de causa
ocasional.
7- Presunción de la causa:
El art. 1467 señala que no es necesario expresar la causa, de lo que se desprende que el
legislador presume la concurrencia de la causa, de manera que quien alegue que un acto jurídico
carece de causa tendrá que probarlo.
8- Requisitos de la causa:
29
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
E- FORMALIDADES
2- LAS SOLEMNIDADES: “Son los requisitos que la ley exige para el perfeccionamiento
de ciertos actos jurídicos o para que el acto nazca a la vida del derecho”.
Ejemplos de solemnidades:
➢ Escritura pública
➢ Presencia de testigos
➢ Escrituración
➢ Inscripción en un registro
➢ Etc.
30
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5- FORMALIDADES POR VIA DE PUBLICIDAD: “Son los requisitos que la ley exige
para dar a conocer a terceros la celebración o los efectos particulares de un
determinado acto jurídico”. Se dividen en:
5.2- De simple noticia: “Son aquellas donde los terceros igual se verán afectados por el
acto y la formalidad se cumple solo para dar a conocer a terceros, a los cuales igual
afectara el acto”. La sanción a la omisión de una formalidad por vía de publicidad de
simple noticia es una eventual indemnización de perjuicios.
31
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2- PLAZO: “Es una modalidad que consiste en un hecho futuro y cierto del cual depende
el ejercicio o extinción de un derecho y su obligación correlativa”
3- MODO: “Es una modalidad que consiste en una forma particular de cumplir una
obligación, que impone al obligado la realización de ciertas obras o la ejecución de
ciertas cargas”.
32
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
33
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
34
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El art. 43 CC señala los principales casos de representación legal, pero no son los únicos.
Además, podemos mencionar, por ejemplo:
➢ En las ventas forzadas, el juez es el representante legal del vendedor tradente (art. 671 inc.
3 CC).
➢ En materia de donaciones entre vivos, el art. 1411 inc. 2 CC señala que representa al
donatario cualquiera de sus ascendientes o descendientes para el solo efecto de aceptar la
donación.
➢ En materia de partición de bienes, el juez partidor representa legalmente a los comuneros
en las enajenaciones que se hagan de los bienes comunes (art. 659 CPC).
➢ Etc.
2)- Representación convencional = “Es aquella que encuentra su origen en un acuerdo de
voluntades entre representante y representado”.
El ejemplo más característico se encuentra en el mandato, que el art. 2116 CC define como “un
contrato en el que una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra persona que se
hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera”.
7.11- Efectos de la representación:
El acto jurídico celebrado por el representante no va a afectar a este, sino que va a afectar al
representado.
Nota: si el representante actúa fuera de los poderes que se le han conferido, esos actos son
inoponibles al representado.
7.12- Naturaleza jurídica de la representación:
Existen varias teorías que tratan de explicar por qué razón una persona se va a ver afectada por
los actos celebrados por otra persona. Así tenemos:
1)- Teoría de la ficción = Entiende que en virtud de una construcción artificial del legislador el
representante está actuando con la voluntad del representado.
2)- Teoría del mensajero = Señala que el representante actúa como mero portavoz de la
voluntad del representado.
3)- Teoría de la cooperación de voluntades = Entiende que concurren tanto la voluntad del
representado como la del representante a formar una sola voluntad que es la que se manifiesta
en el acto jurídico.
4)- Teoría de la representación modalidad = La representación sería una modalidad, porque lo
normal es que un acto jurídico produzca sus efectos respecto de quienes han concurrido en su
celebración, y en este caso ese efecto normal ha sido alterado.
35
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
36
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Tipos de ineficacia:
a- Inexistencia: Sanción civil a un acto jurídico en el que se ha omitido un requisito
indispensable para su nacimiento a la vida del derecho.
b- Nulidad: Sanción civil impuesta por la ley, que consiste en privar de efectos jurídicos a un
acto o contrato por haberse omitido en el algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor del mismo en consideración a su naturaleza o al estado o calidad de
las partes que los ejecutan o celebran.
c- Inoponibilidad: Sanción civil que consiste en privar de efectos jurídicos respecto de terceros
a un acto jurídico o a la declaración de nulidad, u otra causal de ineficacia de los actos
jurídicos.
d- Simulación: Es un acuerdo de voluntades destinado a manifestar una voluntad distinta al
querer interno de las partes.
e- Resolución: Es el efecto de la condición resolutoria cumplida, y es un fenómeno jurídico en
virtud del cual la extinción de efectos de un acto o contrato está subordinada a la ocurrencia
de un suceso que aún no se verifica.
f- Revocación: Es un modo de dejar sin efecto ciertos contratos, por un acto unilateral de
voluntad.
g- Resciliación: Es un modo de extinguir las obligaciones que se produce cuando las partes,
siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, y en virtud del principio de autonomía de
la voluntad acuerdan dejar sin efecto el contrato de donde emana la obligación.
h- Caducidad: Sanción legal que consiste en tener por extinguido un derecho por no haberse
ejercido o no haberse cumplido una obligación legal en el procedimiento que la misma ley
señala.
i- Suspensión: Fenómeno jurídico en cuya virtud la producción de efectos de un acto jurídico
está subordinada a la ocurrencia de un suceso que aún no se verifica.
j- Desahucio: Es un acto jurídico unilateral por medio del cual la ley autoriza a una de las
partes de la relación contractual a ponerle termino.
a) INEXISTENCIA:
1- Concepto de inexistencia: “Es una sanción civil a un acto jurídico en el que se ha
omitido un requisito indispensable para su nacimiento a la vida del derecho”.
2- Causales:
a- Falta de voluntad (error esencial y fuerza física)
b- Falta de objeto
c- Falta de causa
d- Falta de solemnidades
37
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
si no había causal de nulidad de matrimonio, el matrimonio debía ser válido. Sin embargo,
Zácharie sostuvo que era correcto que no existiera causal de nulidad de matrimonio porque no
estamos frente a un matrimonio nulo, sino que estamos frente a un matrimonio inexistente, que
en realidad hay una apariencia de matrimonio, pero no puede ser considerado como tal, ya que
no puede cumplir con una de las finalidades de este, como es la procreación. A partir de esto
sostuvo que hay requisitos fundamentales que deben concurrir para que el acto nazca a la vida
del derecho. Con posterioridad esta teoría de la inexistencia pasaría a los actos patrimoniales.
4- Inexistencia en el CC chileno:
Los autores discuten si nuestro CC consagro o no la inexistencia como una sanción civil distinta
de la nulidad.
Opiniones:
1) Alessandri y Barros Errazuriz señalan que el CC no consagro la inexistencia, sino que solo
consagro la nulidad, debido a los siguientes argumentos =
➢ El art. 1681 CC establece que la omisión de requisitos en el acto jurídico acarrea nulidad,
pero nada dice en torno a la inexistencia.
➢ El art. 1682 inc.1 CC contendría una causal genérica de nulidad absoluta, la cual es la
omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos
actos o contratos en consideración a su naturaleza. En esta causal genérica quedarían
comprendidas todas aquellas hipótesis que en la doctrina producen inexistencia.
➢ El art. 1682 inc. 2 CC señala como causal de nulidad absoluta los actos de personas
absolutamente incapaces, y resulta que estas personas no tienen voluntad jurídica, de
manera que aparece clara la intención del legislador en orden a que la omisión de los
requisitos de existencia este sancionado con la nulidad absoluta.
➢ Si bien en diversas disposiciones el legislador da a entender que la omisión de algún
requisito no produce efecto alguno, se tendrá por no escrito, etc., lo que daría a entender
que el acto es inexistente cuando el CC reglamenta la ineficacia o a reglamentado la
nulidad, pero nada ha dicho respecto de la inexistencia.
2) Claro Solar, Julio Filipi y Rosel señalan que el CC consagró a la inexistencia como una
sanción distinta de la nulidad, debido a los siguientes argumentos =
➢ El art. 1681 CC solo se refiere a la omisión de requisitos exigidos por la ley para el
“valor” del acto o contrato, o sea, para su validez, y la sanción en estos casos es la
nulidad. Pero esta disposición no se refiere a la omisión de requisitos de existencia la cual
tiene una sanción distinta la cual es la inexistencia.
➢ El art. 1682 se refiere al objeto ilícito y a la causa ilícita como causales de nulidad
absoluta, pero nada dice respecto a la falta de objeto o a la falta de causa, y ello es
correcto, ya que la sanción no es nulidad absoluta, sino la inexistencia.
➢ Esa pretendida causal genérica de nulidad absoluta en realidad no es tal, ya que se refiere
a la omisión de algún requisito o formalidad que la ley prescribe para el valor de ciertos
actos o contratos, y resulta que la voluntad, el objeto, la causa, son requisitos que se
exigen para la existencia y no para el valor de todos y no de ciertos actos jurídicos.
➢ El art. 1444 al definir los elementos esenciales generales de un acto jurídico, señala que
son aquellos sin los cuales el acto jurídico no produce efecto alguno, o sea es inexistente.
38
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b) NULIDAD:
1- Concepto de nulidad: “Sanción civil impuesta por la ley, que consiste en privar de
efectos jurídicos a un acto o contrato por haberse omitido en el algún requisito o
formalidad que las leyes prescriben para el valor del mismo en consideración a su
naturaleza o al estado o calidad de las partes que los ejecutan o celebran”.
2- Reglamentación:
Título XX, Libro IV, art. 1681 y sgts.
3- Características de la nulidad:
1) En cuanto a la ubicación en el CC, este trata a la nulidad dentro del tema “modos de
extinguir las obligaciones”.
2) La nulidad es una sanción civil, es decir, recae sobre actos y no sobre las personas.
3) Todos los actos jurídicos pueden ser anulados.
4) La nulidad se tiene que declarar judicialmente.
5) Toda nulidad produce los mismos efectos.
6) La nulidad da lugar a la “acción de nulidad”, la cual es una acción prescriptible.
7) La nulidad junto con ser una sanción civil es un modo de extinguir las obligaciones.
39
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4- Clasificación de la nulidad:
- Atendiendo a su extensión
a- Total: Es aquella en que se anula completamente el acto jurídico.
b- Parcial: Es aquella en que respecto de un acto se declara nula solo alguna parte y no
todo el acto, donde el resto subsiste.
- Atendiendo a su origen
a- Directa: Es aquella en que el acto es nulo como consecuencia de sus propios vicios.
b- Indirecta: Es aquella en que en acto pierde eficacia como consecuencia de la nulidad
de otro acto.
- Atendiendo a su publicación
a- Expresa: Es aquella en que el legislador en términos formales y explicitos señala que
un acto que adolece de un vicio está sancionado con la nulidad.
b- Tacita: Es aquella en que se entiende que la sanción es la nulidad, no porque el
legislador lo diga en forma explícita, sino que por aplicación de las reglas generales
en materia de nulidad.
A- NULIDAD ABSOLUTA:
a.1- Concepto de nulidad absoluta: “Es una sanción civil impuesta por la ley, que consiste en
privar de efectos jurídicos a un acto o contrato, por haberse omitido en ellos ciertos requisitos o
formalidades que las leyes prescriben para el valor del miso en consideración a su naturaleza”.
a.2- Características de la nulidad absoluta:
1)- La nulidad absoluta protege al interés público.
2)- El CC la denomina “nulidad”.
3)- No constituye la regla general, ya que tiene causales taxativas
4)- En términos generales, la nulidad absoluta va a ocurrir cada vez que se omitan los requisitos
que tengan que ver con la naturaleza del acto o contrato.
40
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
41
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
del renunciante, lo que no ocurre con la nulidad absoluta, donde aparece comprometido el
interés general.
a.6.2- Saneamiento por trascurso del tiempo
La acción de nulidad absoluta prescribe en 10 años contados desde la celebración del acto o
contrato sin distinción.
B- NULIDAD RELATIVA:
b.1- Concepto de nulidad relativa: “Es una sanción civil impuesta por la ley, que consiste en
privar de efectos jurídicos a un acto o contrato por haberse omitido en ellos algún requisito o
formalidades que las leyes prescriben para el valor del mismo en consideración al estado o
calidad de las personas que lo ejecutan o celebran”.
b.2- Características de la nulidad relativa:
1)- La nulidad relativa protege al interés particular
2)- La nulidad relativa es la regla general en materia de nulidad (art. 1682 inc. final CC)
3)- Cuando la ley se refiere a la nulidad relativa la denomina “rescisión”.
4)- La nulidad relativa como origen genérico es la omisión de los requisitos que dicen relación
con el estado o calidad del autor o las partes.
b.3- Causales de nulidad relativa:
La nulidad relativa es la regla general, por lo tanto, no tiene causales taxativas, entre algunas se
encuentran:
1)- Los actos de los incapaces relativos
2)- El error, la fuerza y el dolo, siempre que estos vicien la voluntad.
3)- La lesión enorme en la compraventa
4)- La falta de formalidades habilitantes
5)- Etc.
b.4- Titular de la acción de nulidad relativa (art. 1684 CC):
1- Aquel en cuyo beneficio lo ha establecido la ley, sus herederos y cesionarios (es decir, el
titular es LA VICTIMA).
La ley al nombrar a los herederos y a los cesionarios no está dando a entender que la acción de
nulidad relativa es transmisible y transferible.
Es indigno de la acción rescisoria el incapaz que ha actuado con dolo, porque niel, ni sus
herederos, ni cesionarios podrán alegar la nulidad. Sin embargo, cabe tener presente que la sola
42
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
43
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
44
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: la nulidad judicialmente declarada opera con efecto retroactivo, es decir, que hay que
volver al estado anterior a la celebración del acto o contrato nulo.
Para ver los efectos de la nulidad hay que distinguir primeramente dos situaciones:
c.1- Si la nulidad no está declarada
Si la nulidad no está declarada, el acto produce todos sus efectos como si fuese valido.
c.2- Si la nulidad está declarada
Si la nulidad se encuentra declara, hay que distinguir sus efectos entre las partes del acto o
contrato, y sus efectos respecto de terceros:
c.2.1- Efecto entre las partes
Respecto de los efectos entre las partes, hay que distinguir los efectos de la nulidad respecto de
las obligaciones pendientes y respecto de las obligaciones cumplidas o que se han comenzado a
cumplir =
c.2.1.1- Respecto de las obligaciones pendientes
Aquí la nulidad opera como modo de extinguir las obligaciones.
c.2.1.2- Respecto de las obligaciones cumplidas
Aquí las partes deben volver al estado anterior a la celebración del acto o contrato (efecto
retroactivo de la nulidad).
Para que las partes vuelvan al estado anterior se aplican las reglas de las prestaciones mutuas.
Sin perjuicio de lo anterior, hay casos en los que el efecto retroactivo de la nulidad no opera,
estos son:
> En el matrimonio putativo
> Cuando la nulidad la pide un incapaz (art. 1688)
> Cuando se ha contratado por objeto o causa ilícita (art. 1468)
c.2.2- Efectos respecto de terceros
Los terceros se ven afectados por la nulidad, estén de buena o mala fe, y respecto de ellos
procede la acción reivindicatoria. Sin embargo, hay excepciones en donde a pesar de haber
declaración de nulidad, no habrá derecho para interponer la acción reivindicatoria contra ellos,
estos casos son:
➢ Cuando el 3ero ya adquirió por prescripción
➢ Cuando en manos del 3ero la cosa se ha destruido
➢ No se puede repetir contra nadie lo que se ha dado por objeto o causa ilícita a sabiendas
(art. 1468 CC).
➢ Arts. 1432, 876, 1895 CC
➢ Etc.
45
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c) INOPONIBILIDAD:
La inoponibilidad no ha sido reglamentada en forma sistemática en el CC, sino que solo
aparece en disposiciones diversas.
1- Concepto de inoponibilidad: “Sanción civil que consiste en privar de efectos jurídicos
respecto de terceros a un acto jurídico o a la declaración de nulidad, u otra causal de
ineficacia de los actos jurídicos”.
2- Clases de inoponibilidad:
➢ Cesión de créditos nominativos: Según el art. 1901 CC, la cesión se perfecciona mediante
la entrega del título, pero la cesión en principio es inoponible al deudor seguido, quien es
46
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
un tercero en esta cesión. Para que la cesión le sea oponible se requiere que el
cesionario haya notificado la cesión al deudor, o haya sido aceptada por este.
47
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
arrendamiento de cosa ajena (art. 1816 CC), que son válidos, pero inoponibles a los dueños, por
cuanto no concurrió su voluntad.
g- Inoponibilidad por nulidad u otra causal de ineficacia de los actos jurídicos
En estos casos el acto es ineficaz respecto de las partes, pero eficaz respecto de terceros. Es una
forma de proteger a los terceros frente a la ineficacia de un acto jurídico. Ej: art. 2058 CC el
cual dice que la nulidad del contrato de sociedad no perjudica a las acciones que corresponden
a terceros de buena fe contra todos y cada uno de los asociados por las operaciones de la
sociedad, si existiere de hecho.
d) SIMULACIÓN:
Nota: el CC no regula a la simulación de manera sistemática, solo hay disposiciones
aisladas que se refieren a ella, como el art. 906 y art.1707, consecuencia de lo anterior, se trata de
una construcción de la doctrina y la jurisprudencia.
1- Concepto de simulación: “Es un acuerdo de voluntades destinado a manifestar una
voluntad distinta al querer interno de las partes”.
2- Observaciones:
48
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4- Clases de simulación:
1) Simulación licita: Es aquella que no tiene por objeto violar una obligación legal, ni una
incapacidad, ni perjudicar a terceros.
2) Simulación ilícita: Es aquella que tiene por objeto violar una obligación legal, una
incapacidad o perjudicar a terceros.
5- Prueba de la simulación:
5.1- Entre las partes:
Respecto de ellas prevalece la voluntad real, por cuanto las partes no buscan engañarse a sí
mismas. De manera en que las partes están en condiciones de acreditar la voluntad real.
Para estos efectos cuentan con todos los medios de probatorios, salvo la prueba testimonial en
los casos de inadmisibilidad de la prueba testimonial de acuerdo a los arts. 1708 y 1709 del CC.
Lo normal será que las partes recurran a la contraescritura (toda escritura que tiene por objeto
derogar o modificar lo estipulado en una escritura) para probar la voluntad real. Pero también
pueden recurrir a otros medios de prueba como la confesión, las presunciones judiciales, etc.
5.2- Respecto de terceros:
Los terceros pueden acreditar la voluntad real a través de todos los medios de prueba, ya que a
ellos no les afectan las limitaciones a la prueba testimonial. Con todo, esta situación no los deja
en mejor posición, ya que lo normal es que habiendo simulación no existan medios de prueba
directos.
En consecuencia, el medio de prueba más importante es el de presunciones judiciales.
Ejemplo 1: Juan aparece vendiendo su casa a Pedro, pero Juan permanece viviendo en esa
casa, sigue pagando dividendos, las contribuciones, los gastos comunes, etc.
A partir de estos antecedentes se puede deducir que la voluntad real de las partes no fue la de
celebrar acto alguno, de manera que podríamos estar frente a un caso de simulación absoluta.
Ejemplo 2: Pedro aparece vendiendo a Juan una casa que vale $100.000.000, Juan vive en esa
casa, pero resulta que gana el mínimo, de manera que es de presumir que carece de los medios
para comprar una casa de ese valor.
En consecuencia, puede deducirse que la real intención de los contratantes fue celebrar una
donación.
Ejemplo 3: Juan aparece vendiendo a Pedro su vehículo, y a la semana Pedro vende el mismo
vehículo y por el mismo precio a María que es la cónyuge de Juan.
49
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
De estos antecedentes se puede deducir que las partes realmente interesadas en el acto son
Juan y María.
6- Efectos de la simulación:
6.1- Entre las partes:
Como estas no pretenden engañarse a sí mismas, entre ellas prevalece la voluntad real, de ahí
que lo normal será que dejen constancia de su voluntad real en una contraescritura.
6.2- Respecto de terceros:
En principio los terceros solo conocen el acto aparente, de manera que ellos van a actuar de
acuerdo a ese acto o contrato simulado. Sin embargo, puede ocurrir que los terceros tomen
conocimiento de la voluntad real y que quieran hacer valer esa voluntad real. Para estos efectos
cuentan con la “acción de simulación” que es aquella que tiene por objeto que el juez declare
cual es la voluntad real de los contratantes.
La acción de simulación tiene las siguientes características:
➢ Es una acción personal
➢ Es una acción patrimonial, por ende, es transferible, transmisible, prescriptible y
renunciable.
➢ Es una acción de inoponibilidad
➢ Se puede hacer valer como excepción.
El ejercicio de la acción de simulación solo tiene por finalidad que el juez declare cual es la
voluntad real, pero por sí sola no afecta la eficacia del acto jurídico. De ahí que lo normal es
que se ejerza conjuntamente con otra acción.
Por ejemplo:
a) En caso de simulación absoluta → Si se declara que falta voluntad, podrá demandarse la
inexistencia o nulidad absoluta del acto aparente porque falta la voluntad.
b) En caso de simulación relativa → Por ejemplo, la donación que se disfraza como
compraventa, una vez que el juez ha declarado que la voluntad real era la de celebrar la
donación, podrá demandarse la nulidad absoluta por omisión de la solemnidad de la
insinuación (el trámite de insinuación es un pronunciamiento judicial que autoriza la
donación).
c) En el caso de simulación por interposición de personas → Si el juez declara que los
realmente interesados en la compraventa eran cónyuges no separados judicialmente, podrá
pedirse la nulidad absoluta de esa compraventa por objeto ilícito.
50
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
e) RESOLUCIÓN:
1- Concepto de resolución: “Es el efecto de la condición resolutoria cumplida, y es un
fenómeno jurídico en virtud del cual la extinción de efectos de un acto o contrato está
subordinada a la ocurrencia de un suceso que aún no se verifica”.
NULIDAD RESOLUCIÓN
El acto nace viciado porque le falta alguno de El acto nace, pero se deja sin efecto
los requisitos de validez del acto o contrato posteriormente por el incumplimiento de las
obligaciones que nacen del contrato, por
incumplimiento de lo pactado.
Se refiere a cualquier tipo de acto jurídico Se refiere a los contratos bilaterales
especialmente, ya que la condición resolutoria
tacita va siempre envuelta en este tipo de
contratos y como sabemos también la
terminación es el nombre que toma la
resolución en los contratos de tracto sucesivo.
La nulidad judicialmente declarada produce La resolución da acción reivindicatoria
efecto retroactivo entre las partes si una o todas solamente contra terceros que estén de mala fe
las obligaciones se han cumplido. La nulidad y nunca contra terceros de buena fe (arts. 1490
da acción reivindicatoria contra terceros y 1491 CC)
poseedores estén de buena o mala fe.
Los frutos deben ser devueltos por el poseedor Los frutos no se devuelven salvo pacto en
de mala fe contrario
La acción de nulidad prescribe en 4 o 10 años La acción de resolución por regla general
dependiendo del tipo de nulidad de que se trate. prescribe en 5 años, salvo en caso del pacto
comisorio en la compraventa por no pagar el
precio, la cual prescribe en 4 años.
51
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
SECCIÓN 2: BIENES
En doctrina se ha discutido arduamente acerca del sentido y alcance de los términos “cosa” y
“bien”, cuestión que no resuelve el CC, dando así lugar a innumerables interpretaciones.
Sobre la materia, buena parte de la doctrina estima que, jurídicamente hablando “cosa” es todo lo
que forma parte del mundo exterior y sensible (cosas materiales), y asimismo todo aquello que, si
bien no tiene una representación exterior, ni puede percibirse con los sentidos, si puede percibirse
con la inteligencia (cosas inmateriales)
Por su parte, un gran grupo de la doctrina asocia el término “bien” a aquellas cosas que
efectivamente presentan un interés o utilidad a un sujeto. En este sentido Alessandri señala que la
etimología de la palabra “bien” delata el carácter útil de las cosas que el derecho considera.
Cabe tener presente que el CC no define lo que es bien, sino que se limita en el art. 565 a señalar en
qué consisten.
En razón de lo anterior, para algunos autores la relación entre cosa y bien es de género y especie.
Para otros, mientras la noción de cosa es de carácter objetiva, la de bien es subjetiva.
Nota: el CC no define que se entiende por “cosa”, ni tampoco que se entiende por “bien”, además
hace a estos dos términos sinónimos, es decir, a nivel legal las cosas y los bienes son lo mismo, es
la doctrina la que diferencia las cosas de los bienes.
COSA: “Es todo lo que existe, exceptuando a las personas (ya sean personas naturales o
jurídicas)”
BIENES: “Son aquellas cosas que, prestando una utilidad al hombre, son susceptibles de
apropiación privada”.
Nota: La utilidad puede ser de cualquier índole, ya sea económica, afectiva, ornamental, etc. La
utilidad se la da el hombre, es por eso que se dice que la noción de bien es subjetiva.
52
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- Corporales: “Son aquellos que tienen un ser real y pueden ser percibidos por los
sentidos” Ej: una casa, un libro, etc.
b- Incorporales: “Son aquellos que tienen un ser real, pero que no se perciben por los
sentidos, sino por la inteligencia, razón o intelecto (consisten en meros derechos)” Ej:
un crédito, las servidumbres, etc.
Nota: las cosas corporales se subclasifican en la gran clasificación que las separa entre
muebles e inmuebles, y la cual es la clasificación más importante de todas.
53
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- Semovientes: “Son aquellos que se pueden desplazar por si mismos (solo los
animales”
b- Inanimados: “Son aquellos que se pueden desplazar de un lugar a otro, pero
requieren de una fuerza externa” Ej: un libro, un lápiz, un celular, etc.
Importancia de esta clasificación:
1) En la ocupación, ya que el CC señala casos de ocupación especial para cada tipo de
bien, las cosas semovientes son objeto de caza o pesca y las inanimadas tienen un
caso de ocupación especial que se llama “hallazgo”.
a- Muebles por naturaleza: “Son aquellos que se pueden desplazar de un lugar a otro
sin detrimento de su substancia”. Responden a la definición de bien mueble, la propia
naturaleza del bien hace que sea susceptible de ser trasladado de un lugar a otro. Ej:
en vaso, un libro, un zapato, etc.
b- Muebles por anticipación: “Son aquellos bienes inmuebles por naturaleza,
adherencia o destinación que, para el efecto de constituir un derecho sobre ellas a otra
persona distinta que el dueño, se reputan muebles, aún antes de su separación del
54
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
inmueble” (art. 571 CC) Ej: los frutos pendientes de un árbol, la madera de un árbol,
las hierbas de un campo, etc.
a- Consumibles: “Son aquellos que se van a destruir con el primer uso que se haga de
ellos según su naturaleza”.
b- No consumibles: “Son aquellos que no se destruyen con el primer uso que se haga de
ellos según su naturaleza”. Ej: lápiz
Nota: si el bien no se destruye al primer uso natural, según sea su naturaleza, el bien se
considera no consumible.
Importancia de esta clasificación:
1) Hay contratos que solo recaen en cosas consumibles como el mutuo y otros que
recaen siempre en cosas no consumibles como el comodato o el arrendamiento.
a- Fungibles: “Son aquellos que se pueden reemplazar unos por otros, ya que tienen el
mismo poder liberatorio”.
Nota: “poder liberatorio” debe entenderse como “poder de pago”, la cual las hace
sustituibles si es que tienen el mismo poder liberatorio.
b- No fungibles: “Son aquellos que no pueden reemplazarse unos por otros, ya que no
tienen el mismo poder liberatorio”.
55
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b- Por adherencia: “Son aquellos bienes que son muebles, pero que la ley considera
inmuebles porque se encuentran permanentemente unidos a un inmueble, del cual no
pueden separarse sin detrimento”. Ej: los árboles arraigados al suelo.
c- Por destinación: “Son aquellos bienes muebles, que la ley reputa inmuebles por estar
destinados al uso, cultivo o beneficio de un inmueble”. Ej: materiales le labranza de
un terreno agrícola, los animales de tiro y cultivo, etc.
Nota: la destinación debe ser permanente y dada por el dueño. Los inmuebles por
destinación no dejan de serlo por su separación momentánea, pero si es que se separan con el
objeto de darles diferente destino, dejan de serlo, a esto se le llama “desafectación” (art. 573 CC)
. Nota: la diferencia entre los inmuebles por adherencia y los inmuebles por destinación,
es que en los por adherencia los bienes pierden su individualidad y se convierten en parte
constitutiva del inmueble, no así los por destinación, que simplemente se unen al inmueble y
continúan conservando su individualidad.
Importancia de esta clasificación:
1) En lo relativo a los contratos, por ejemplo, en la compraventa se nada se dice, la venta
comprende los utensilios de labranza del predio, por ejemplo, en la hipoteca si nada se
dice en el contrato, esta alcanza a la casa que se encuentra en el inmueble.
Nota: esta clasificación se aplica tanto a las cosas corporales como a las incorporales.
a- Principales: “Son aquellos que tienen una existencia independiente, sin necesidad de
otros bienes”.
56
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b- Accesorios: “Son aquellos que carecen de una existencia independiente y por tanto
están en función de otra cosa formando parte de estas”.
a- Comerciables: “Son aquellos que pueden ser objeto de relaciones jurídicas privadas”.
Nota: hay bienes que son incomerciables en razón de su naturaleza, como lo son las
cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres como el aire o la altamar (art. 585
CC). Hay otros que lo son por su destino como las cosas consagradas al culto divino (art. 586 CC)
o los bienes nacionales de uso público. También son incomerciables los derechos personalísimos
como el derecho de uso o habitación y el derecho a pedir alimentos. Y también están fuera del
comercio las cosas embargadas por decreto judicial y las especies cuya propiedad se litiga (art.
1464 N°3 y N°4 CC), en estas últimas del art. 1464 la incomerciabilidad es de carácter transitorio
a diferencia de los otros bienes nombrados.
No es lo mismo que un bien sea incomerciable, a que sea inalienable, un bien o una cosa es
inalienable cuando no puede ser enajenado, y es incomerciable cuando no puede formar parte de un
patrimonio. Todas las cosas fuera del comercio son inalienables, pero no todas las cosas
inalienables están fuera del comercio. La distinción la hace el CC en el art. 1464 N°1 y N°2.
- Atendiendo a su determinación
a- Específicos o cuerpo cierto: “Son aquellos que están determinados por sus
características propias que lo distinguen de todos los demás individuos del mismo
género”. Ej: la camisa negra de mi padre.
57
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- Divisibles: “Son aquellos que pueden fraccionarse ya sea en forma física o bien en
forma intelectual”
b- Indivisibles: “Son aquellos que no pueden fraccionarse ni física ni intelectualmente”.
Tipos de divisibilidad:
+división material = Es aquella que se produce cuando las cosas pueden fraccionarse sin
perder por ello su individualidad ni valor al considerarse las partes en conjunto. Ej: trozos
de torta.
+división intelectual= Es aquella que se produce cuando las cosas pueden fraccionarse
por un esfuerzo del intelecto, aunque materialmente no se puedan fraccionar. Ej: un
caballo.
Hay casos de indivisibilidad expresamente establecidos en la ley, ya que todas las cosas
son susceptibles de división a lo menos intelectual. En estos casos encontramos:
a) El derecho de prenda → art. 2405 CC
b) La hipoteca → art. 2408 CC
c) La servidumbre de transito → art. 1524 inc. 2 CC
b- Futuros: “Son aquellos que no tienen una existencia real al momento de constituirse
la relación jurídica que les afecta, pero que se espera que exista en un momento
posterior”.
Nota: sobre los bienes presentes se suelen celebrar contratos definitivos, mientras que
sobre las cosas futuras se suelen celebrar contratos preparatorios como el de promesa.
- Atendiendo si las cosas constituyen o no una unidad
a- Bienes singulares: “Son aquellos que en si mismos constituyen una sola unidad
natural o artificial y pueden ser simples o complejos”.
a.1- Simples: “Son aquellos que en si mismos son de una indivisión de carácter
unitario”. Ej: un caballo.
58
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a.2- Complejos: “Son aquellos formados por la unión física de diversas cosas de
carácter singular”. Ej: un edificio o una nave.
Si el derecho recae sobre una cosa, ese derecho es mueble o inmueble, según sea la cosa
en que recae, si la cosa es mueble el derecho es mueble y si el derecho recae sobre un
inmueble, este será por consiguiente inmueble.
Si el derecho recae sobre hechos, este será mueble, ya que según el art. 581 CC los hechos
que se deben se reputan muebles.
59
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- Derechos reales: “Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a
determinada persona” (art. 577 inc. 1 CC). Ej: dominio; derecho real de herencia;
usufructo; uso o habitación; prenda; hipoteca; servidumbre activa; censo.
b- Derechos personales: “Derechos personales o créditos son los que solo pueden
reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley,
han contraído las obligaciones correlativas”. Ej: el derecho del prestamista contra su
deudor por el dinero prestado.
2- Es un derecho absoluto, ya que concede a su titular todas las facultades sobre una cosa, es
decir usar, gozar y disponer.
60
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4- Puede ser indistintamente mueble o inmueble dependiendo del bien sobre que recae.
Nota: En el caso de que 2 personas sean dueños de un caballo, cada uno es dueño de su
cuota, y así el dominio sigue siendo exclusivo y excluyente.
6- Es elástico o dinámico, es decir, el dueño puede tener todas las facultades del dominio o
desprenderse de algunos (pero no se puede desprender de la facultad de disposición), en tal
caso se hablará de “nudo propietario” en lugar de “dueño”.
1) Legado: el art. 1126 CC señala que, si lega una cosa con calidad de no enajenarla, y la
enajenación no comprometiere ningún derecho de terceros, la cláusula de no enajenar se
tendrá por no escrita.
61
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2) A propósito de la partición de bienes: el art. 1317 CC señala que nadie está obligado a
permanecer en la indivisión.
3) Hipoteca: el art. 2415 CC estipula que el dueño de un bien hipotecado puede enajenarlo,
aun cuando exista estipulación en contrario.
De acuerdo con lo expuesto, es usual en la práctica bancaria y contractual la estipulación de
estos pactos. En esta línea, la prohibición generaría una obligación de no hacer, cuyo
incumplimiento traería como consecuencia la responsabilidad contractual, que se traduciría en
indemnización de perjuicios, de acuerdo a la fundamentación de algunos.
b- Clausulas legales que permiten pactos de no enajenar
1) El art. 751 CC permite que el constituyente prohíba al propietario fiduciario que enajene la
propiedad fiduciaria.
2) El art, 793 CC permite que el constituyente prohíba al usufructuario que enajene o ceda su
derecho.
3) El art. 1432 CC permite donar una cosa con la condición de no enajenar.
• José Clemente Fabres señala que estas cláusulas de no enajenar son válidas, y da los
siguientes argumentos:
➢ En derecho privado puede hacerse todo aquello que no esté expresamente prohibido.
➢ Si el legislador ha prohibido dichas clausulas en ciertos casos, a contrario sensu, debe
entenderse que en los demás casos están permitidas.
➢ Si el dueño de una cosa puede desprenderse de todas las facultades del dominio; con
mayor razón puede desprenderse de una sola de ellas.
➢ El art. 53 del reglamento del CBR dice que pueden inscribirse todo impedimento o
prohibición referente a inmuebles sea convencional, legal o judicial que embarace o
límite de algún modo el libre ejercicio del derecho a enajenar. Luego la limitación a esta
facultad puede tener origen convencional.
• Luis Vicuña Suarez, sostiene que estas cláusulas son nulas, ya que habría objeto ilícito, y da
los siguientes argumentos:
➢ El argumento de Fabres en cuanto a que en el derecho privado puede hacerse todo lo que
no esté prohibido por la ley es vago y no prueba nada.
➢ Para el legislador la facultad de disposición seria de orden público no estaría admitida
su renuncia ya que esto no miraría al interés individual del renunciante.
➢ Si se aceptase el tercer argumento de Fabres se daría una situación curiosa, ya que, si
una persona pudiese desprenderse de su facultad de disposición, entonces ¿a quién
pertenecería la facultad de disposición, que es de la esencia del dominio?
62
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Los casos en que el legislador ha prohibido estas cláusulas no son excepcionales, sino
manifestaciones de la regla general la cual es que estas cláusulas no están permitidas.
➢ El argumento del art. 53 del reglamento del CBR tampoco es bueno porque el reglamento
encuentra su límite en la ley, luego de una interpretación armónica del reglamento y la
ley nos lleva a concluir que el art. 53 al referirse a las prohibiciones de origen
convencional se está refiriendo a aquellos casos particulares en los que el legislador ha
permitido las cláusulas de no enajenar.
➢ El art. 1810 CC señala que pueden venderse todas las cosas cuya enajenación no esté
prohibida por la ley, luego solo la ley puede establecer prohibición de no enajenar.
• Arturo Alessandri, señala que estas cláusulas simplemente constituyen una obligación de no
hacer que asume el propietario de la cosa, en caso de contravención y si no puede
deshacerse le hecho el propietario deberá indemnizar perjuicios.
• Arturo Alessandri Besa, señala que estas cláusulas son válidas siempre que sean temporales
y que aparezca comprometido el interés de un tercero.
d- Tendencia jurisprudencial
En la jurisprudencia chilena se acepta la cláusula de no enajenar siempre que el interés de no
enajenar fuere legítimo y siempre que la prohibición no sea de carácter perpetua, o de un
periodo de tiempo manifiestamente excesivo.
e- Efectos de la prohibición de enajenar
La prohibición de enajenar da lugar a una obligación de no hacer, que se traduce en
indemnización de perjuicios porque en la generalidad de los casos, no puede deshacerse lo
hecho (art. 1555 CC). En todo caso, el acto de transferencia es licito.
La jurisprudencia, sin embargo, ha llegado más allá, determinando que la infracción a la
prohibición puede dar lugar a un incumplimiento del contrato que lleva a operar la condición
resolutoria tácita, propia de los contratos bilaterales (art. 1489 CC).
Para hacer efectivos los alcances de un pacto de no enajenar una vez que se ha infringido, es
necesario determinar las vías de llegar al tercero que adquirió la cosa cuya enajenación estaba
prohibida:
➢ Si el tercero adquirente sabia o debía saber de esta cláusula (no estaba de buena fe), la
resolución del contrato le será oponible, y habrá acción reivindicatoria en su contra (arts.
1490 y 1491 CC).
➢ Aun cuando no se produzca la ineficacia del acto de disposición, también podría verse
afectado el tercero por la figura de ilícito de interferencia en contrato ajeno, ya que este
con su conducta, y en pleno conocimiento de ello (art. 2314 CC).
63
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Límites al dominio:
El legislador señala 2 grandes limitaciones al derecho y al ejercicio de las facultades que confiere el
dominio, que son la ley y el derecho ajeno.
A- LIMITACIONES ESTABLECIDAS POR EL DERECHO AJENO: Se basan en la
teoría del abuso del derecho. De acuerdo con ella, el ordenamiento sólo protege el ejercicio
de los derechos subjetivos que se efectúa de acuerdo con los fines que la ley ha tenido en
cuenta para otorgarlos; si se aparta de estos fines, no es normal o racional y merece sanción.
Ej: arts. 941, 942, 946 CC.
a- La propiedad civil: “Es aquella propiedad o aquel dominio que se rige íntegramente
por el Código Civil” (constituye la regla general).
b- Propiedades especiales: “Corresponden a aquellos dominios que se rigen por reglas
o leyes especiales”. Ejemplos: propiedad comercial; propiedad minera; propiedad
indígena; propiedad intelectual; etc.
a- Plena propiedad: “Es aquella en que el dueño detenta todas las facultades del
dominio, es decir, uso, goce y disposición”.
a- Propiedad individual: “Es aquella en que la totalidad del bien le pertenece a una sola
persona”.
b- Propiedad colectiva: “Es aquella en que el bien se divide en cuotas y cada cuota le
pertenece a una persona diferente”.
64
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b- Propiedad fiduciaria: “Es aquella en que el dueño está expuesto a perder su dominio
en favor de un tercero en caso de que se cumpla una condición”.
Comunidad y Copropiedad:
Si la indivisión recae sobre una universalidad jurídica, debe hablarse más propiamente de
“comunidad”; si recae sobre una especie o cuerpo cierto se habla de “copropiedad”. Para
Alessandri, la comunidad es de carácter genérico, y se refiere a cualquier derecho; copropiedad es
especifico, referido solo a la propiedad.
Duración de la indivisión:
Al legislador le interesa la libre circulación de los bienes; por eso no mira con buenos ojos a la
indivisión, procurando que dure el menor tiempo posible.
a- Indivisión de duración indeterminada → Ej: La que se forma con la muerte de una persona,
pero cualquier heredero puede solicitar la liquidación.
b- Indivisión de duración determinada → Ej: 2 personas que adquieren una cosa en común y
pactan que la indivisión durara determinado tiempo, que no puede exceder de 5 años (art.
1317 CC). Mientras dure el pacto, no se puede pedir la división.
c- Indivisión de duración perpetua o forzada → Ej: Comunidad sobre tumbas o mausoleos, o
en los edificios divididos en pisos o departamentos.
65
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
quienes dicen que se trata de una expectativa de que, una vez terminada la comunidad, se le
entreguen algunas cosas, en pago de la cuota ideal que tenía.
2- Doctrina romana
La comunidad otorga a cada indivisario una cuota efectiva en cada una de las cosas que la
forman. Se traduce en una doble situación, primero que cada comunero tiene un derecho de
dominio sobre su cuota, que es absoluto, perpetuo y exclusivo; y en segundo lugar que sobre la
cosa hay un derecho colectivo (copropiedad).
3- Doctrina alemana de la propiedad colectiva
Desaparece el derecho individual; los comuneros no tienen sobre la cosa ningún derecho. La
comunidad es un patrimonio de afectación, no ligado a ninguna persona.
Nuestro CC acepta la doctrina romana. El comunero tiene un derecho absoluto sobre su cuota, lo
que le autoriza para reivindicarla, venderla o hipotecarla sin necesidad del consentimiento de los
demás indivisarios (arts. 892, 1812, 2417 CC). Sobre la cosa común hay una copropiedad (art. 2304
y sgts CC).
Término de la comunidad:
Art. 2312 CC = “La comunidad termina:
1°- Por la reunión de las cuotas de todos los comuneros en una sola persona
2°- Por la destrucción de la cosa común
3°- Por la división del haber común”.
Además, el art. 1317 inc. 1 CC dispone que ninguno de los coasignatarios de una cosa universal o
singular será obligado a permanecer en la indivisión; la partición del objeto asignado podrá siempre
pedirse con tal que los coasignatarios no hayan estipulado lo contrario.
Por ello, la acción de partición es imprescriptible. Pero excepcionalmente no puede usarse este
derecho:
1- Cuando se ha pactado la indivisión (no más de 5 años).
2- Indivisión forzada
Nota: El CC chileno dedica un título especial a la comunidad, a la que trata como “cuasicontrato”,
regulándola en los arts. 2304 y sgts. En dicho articulado se regulan los derechos, obligaciones y
responsabilidades de los comuneros.
66
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1- Ocupación → Libro II CC
2- Accesión → Libro II CC
3- Tradición → Libro II CC
67
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- Atendiendo a su efecto
a- Modos de adquirir originarios: “Son aquellos que hacen nacer el derecho real en el
adquirente, sin que exista ese traspaso de un titular a otro”. → Ocupación; Accesión y
Prescripción.
b- Modos de adquirir derivativos: “Son aquellos en que el derecho real tiene un titular
anterior y en cuya virtud se produce el traspaso del derecho de un titular a otro” →
Tradición y Sucesión por causa de muerte.
- Atendiendo a su objeto
68
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- Entre vivos: “Son aquellos que no precisan del fallecimiento del titular del derecho
para que se produzca el nacimiento o la adquisición del mismo, de esta forma el
traspaso del dominio se produce en vida de las personas que en el intervienen”. →
Accesión; Ocupación; Tradición, y Prescripción.
b- Por causa de muerte: “Son aquellos que precisan el fallecimiento del titular del
derecho para que se produzca el traspaso del mismo” → Sucesión por causa de
muerte.
LA OCUPACIÓN:
1- Concepto de ocupación (art. 606 CC): “Por la ocupación se adquiere el dominio de las
cosas que no pertenecen a nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas,
o por el derecho internacional”
Nota: este concepto se critica ya que es inexacto, pues se limita a señalar las cosas objeto de
ocupación.
2- Características:
1- Es un modo de adquirir originario
2- Es un modo de adquirir entre vivos
3- Es un modo de adquirir a título gratuito
4- Es un modo de adquirir singular
5- Es un acto jurídico unilateral
3- Requisitos de la ocupación:
a- Res nullius = “Son las cosas que no le pertenecen a nadie y que nunca han tenido
dueño”.
b- Res derelictae = “Son aquellas cosas que actualmente carecen de dueño, pero que
tuvieron un propietario anterior quien las abandono con el ánimo de perder el dominio
de ellas”.
c- Cosas al parecer perdidas = “Son aquellas que tienen propietario que no las ha
abandonado, pero se han extraviado”.
69
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2- Que la adquisición no esté prohibida por las leyes chilenas o por el derecho internacional
4- Clases de ocupación:
5.1- Ocupación de cosas animadas
La ocupación de las cosas animadas se hace por medio de la caza o pesca, las que están regulas
en los arts. 607 y sgts del CC y en los cuerpos normativos especiales a que el articulado del CC
hace remisión.
5.2- Ocupación de cosas inanimadas
5.2.1- Invención o hallazgo
Art. 624 incs. 1 y 2 CC = “La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el
que encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras substancias que arroja el
mar y que no presentan señales de dominio anterior”.
Las cosas que presentan señales de dominio anterior no son res nullius, sino especies al parecer
perdidas, por lo que no se pueden adquirir por invención o hallazgo.
* Cosas abandonadas por el dueño anterior = art. 624 inc. 3 CC = “Se adquieren del mismo
modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño, como las monedas que se arrojan para que
las haga suyas el primer ocupante”.
Esta disposición asimila las res derelictae a las res nullius. Para que una cosa sea res derelictae,
debe existir por parte del dueño el ánimo manifiesto de renunciar a su dominio.
5.2.2- El tesoro
Art. 625 CC = “El descubrimiento de un tesoro es una especie de invención o hallazgo.
Se llama tesoro la moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han
estado largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya memoria ni indicio de su dueño”.
En este caso no es necesaria la aprehensión material por parte del descubridor, hay una
aprehensión presunta.
Para saber a quién le pertenece el tesoro, hay que distinguir:
70
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a) Si se encuentra en terreno propio: art. 626 inc. final CC = “En los demás casos, o cuando
sean una misma persona el dueño del terreno y el descubridor, pertenecerá todo el tesoro
al dueño del terreno”.
b) Si es descubierto en terreno que es ajeno: art. 626 incs. 1 y 2 CC = “El tesoro encontrado
en terreno ajeno se dividirá en partes iguales entre el dueño del terreno y la persona que
haya hecho el descubrimiento.
Pero esta última no tendrá derecho a su porción, sino cuando el descubrimiento sea
fortuito o cuando se haya buscado el tesoro con permiso del dueño del terreno”.
LA ACCESIÓN:
1- Concepto de accesión (art. 643 CC): “La accesión es un modo de adquirir por el cual el
dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los
productos de las cosas son frutos naturales o civiles”.
2- Características:
1- Es un modo de adquirir originario
2- Es un modo de adquirir entre vivos
3- Es un modo de adquirir por regla general gratuito
4- Es un modo de adquirir singular
71
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
inherente al dominio, y que la accesión propiamente tal si operaria como modo de adquirir el
dominio.
4- Clases de accesión:
4.1- Accesión de frutos o discreta
La accesión discreta es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa se hace propietario
de lo que la cosa produce (frutos y productos).
* Frutos y Productos
En el art. 643 el CC confunde los frutos con los productos.
“Producto” es todo lo que se obtiene de la cosa o sale de ella. Los productos se dividen en
productos propiamente tales y frutos.
“Frutos” es lo que produce periódicamente (periodicidad) una cosa, según su destino natural y
sin desmedro o disminución sensible de su substancia (conservación de la substancia).
Esto importa para los efectos de constituir derechos a favor de terceros, pues por regla general,
solo se cede el derecho a gozar de los frutos.
Los frutos pueden ser naturales o civiles:
> Frutos naturales
Art. 644 CC = “Se llaman frutos naturales los que da la naturaleza ayudada o no de la
industria humana”.
Art. 646 CC = “Los frutos naturales de una cosa pertenecen al dueño de ella; sin perjuicio de
los derechos constituidos por las leyes, o por un hecho del hombre, al poseedor de buena fe, al
usufructuario, al arrendatario.
Así los vegetales que la tierra produce espontáneamente o por el cultivo, y las frutas, semillas y
demás productos de los vegetales, pertenecen al dueño de la tierra.
Así también las pieles, lana, astas, leche, cría y demás productos de los animales, pertenecen al
dueño de estos”.
Los frutos naturales pueden encontrarse en 3 estados:
Art. 645 CC = “Los frutos naturales se llaman pendientes mientras que adhieren todavía a la
cosa que los produce, como las plantas que están arraigadas al suelo, o los productos de las
plantas mientras no han sido separados de ellas.
Frutos naturales percibidos son los que han sido separados de la cosa productiva, como las
maderas cortadas, las frutas y granos cosechados, etc.; y se dicen consumidos cuando se han
consumido verdaderamente o se ha enajenado”.
72
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
73
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
74
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
75
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> En los casos a que no pudiere aplicarse ninguna de las reglas precedentes, se mirará como
principal lo de más volumen (art. 661 CC).
> Si son del mismo volumen, hay copropiedad. El legislador no lo prevé, pero debe resolverse
de acuerdo con la equidad.
2)- Especificación =
Se verifica cuando de la materia perteneciente a una persona, hace otra persona una obra o
artefacto cualquiera, como si de uvas ajenas se hace vino, o de la plata ajena una copa, o de
madera ajena una nave (art. 662 CC). Aquí no existe una unión propiamente tal, sino que se
produce un cambio de naturaleza de la cosa mediante el trabajo.
> La regla general es que el dueño de la materia adquiere el dominio de la nueva especie
pagando la hechura al fabricante.
> Sin embargo, si el precio de la nueva especie vale mucho más que el de la materia (Ej: como
cuando se pinta en un lienzo ajeno, o de mármol ajeno se hace una escultura) en este caso la
nueva especie pertenecerá al especificante, y el dueño de la materia tendrá solamente derecho a
la indemnización de perjuicios.
> Si la materia del artefacto es, en parte ajena, y en parte propia del que la hizo o mandó hacer,
y las 2 partes no pueden separarse sin inconveniente, la especie pertenecerá en común a los 2
propietarios; a uno a prorrata del valor de su materia, y al otro a prorrata del valor de la suya y
de la hechura.
3)- Mezcla =
Tiene lugar cuando se juntan 2 materias sin que puedan volver a separarse. La regla general es
que se forme una comunidad entre ambos dueños, en que la cuota que a cada uno pertenezca sea
a prorrata del valor de la materia que aportó (art. 663 CC).
Excepción: Si el valor de la materia perteneciente a uno de ellos fuere considerablemente
superior, pues en tal caso el dueño de ella tendrá derecho para reclamar la cosa producida por
mezcla, pagando el precio de la materia restante.
Es requisito de la mezcla el que sea imposible separar las 2 materias. Para Alessandri, lo
esencial es que las 2 materias se confunden, dejando de ser reconocibles.
Nota: en los artículos 664, 665, 666 y 667 del CC hay reglas que son aplicables a los tres tipos
de accesión de mueble a mueble.
LA TRADICIÓN:
1- Reglamentación:
Libro II desde el art. 670 al 699 del CC.
2- Concepto de tradición (art 670 CC): “La tradición es un modo de adquirir el dominio de
las cosas y consiste en la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte
76
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: en conclusión, toda tradición implica entrega, pero no toda entrega implica tradición, ya
que hay contratos como el comodato donde hay entrega, pero no tradición, ya que el comodato
es un título de mera tenencia.
4- Importancia de la tradición:
77
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
6- Características:
1) Es un modo de adquirir derivativo
2) Es un modo de adquirir entre vivos
3) Puede ser un modo de adquirir a título gratuito u oneroso dependiendo del título que la
antecede, por ejemplo, será gratuito si el título es un contrato de donación, y oneroso si
el título es una compraventa
4) Es un modo de adquirir a título singular por regla general, y puede ser universal si la
tradición se refiere al derecho real de herencia
5) Es un acto jurídico bilateral (convención)
6) No solo permite adquirir el dominio, sino otros derechos reales
7) Tiene una doble naturaleza jurídica, ya que por un lado es un modo de adquirir y por
otro es un modo de extinguir obligaciones de dar, pues en estas obligaciones el pago se
hace por medio de la tradición, que extingue la obligación de dar contenida en el titulo
que la antecede.
7- Requisitos de la tradición:
La tradición tiene 4 requisitos:
a- Presencia de 2 partes (elemento personal)
b- El consentimiento (elemento intencional)
c- Titulo traslaticio (elemento causal)
d- Entrega (elemento formal)
A- PRESENCIA DE 2 PARTES
TRADENTE → “Es aquella parte que tiene la intención de trasferir el dominio”
Nota: la intención se ve en el título.
ADQUIRENTE → “Es aquella parte que tiene la intención de adquirir el dominio”
Nota: no importa si el tradente no es dueño o que el adquirente adquiera el dominio para la
validez de la tradición, la ley contempla la venta de cosa ajena como valida, en ese caso hay
tradición, pero el tradente no es dueño y el adquirente no adquiere el dominio por tradición.
En cuanto a la capacidad de las partes, al ser la tradición un acto jurídico, ambos deben tener
plena capacidad de ejercicio y la libre administración de sus bienes, este último requisito se
extrae de la cercanía que existe entre la tradición con el pago.
B- EL CONSENTIMIENTO
b.1- Reglas:
A este elemento se refieren los arts. 670; 772 y 673 del CC.
78
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
79
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La tradición es el cumplimiento de la obligación que nace del contrato, y el pago debe hacerse
al acreedor, pues de lo contrario, es nulo (art. 1576 CC). Ello explica que el error en la persona
del adquirente vicie el consentimiento (art. 676 CC), lo que no ocurre con el error en la persona
del tradente, pues no es necesario que pague el deudor.
Si el error recae sólo en el nombre, la tradición es válida (art. 676 inc. 2 CC).
b.3.3- Error en cuanto al título (art. 677 CC)
Se pueden dar 2 posibilidades:
1- El tradente y adquirente suponen un título traslaticio de dominio, pero distinto, por ejemplo,
uno piensa que es compraventa y la otra donación.
2- Una de las partes supone un título traslaticio de dominio y la otra supone otro que no tiene
este carácter. Por ejemplo, doy en préstamo un libro y el entiende que se lo donó.
En ambos casos la tradición no es válida, y se sanciona con nulidad. Es la misma solución que
el art. 1433 CC.
b.4- Representación en la tradición:
La tradición admite representación, es decir, tanto el tradente como el adquirente pueden actuar
a través de representante legal o bien de un mandatario. Esto lo dice claramente el art. 671 inc.
2 CC.
➔ CASO ESPECIAL DE REPRESENTACIÓN LEGAL (art. 671 inc. 3 CC): Este caso se trata de una
venta forzada hecha por decreto judicial, en pública subasta y a petición de un acreedor.
En este caso el juez de la causa actúa como representante legal del ejecutado que es el
tradente.
Nota: en este último caso no hay voluntad del tradente de transferir el dominio, esto se ha
explicado diciendo, que el deudor al contraer una obligación implícitamente estaría
autorizando la venta de un bien para el evento de no cumplirse con la obligación
asumida y el juez solo estaría expresando esa voluntad que anticipadamente se había
expresado.
80
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
C- TITULO TRASLATICIO
c.1- Concepto de título: “Es el antecedente jurídico que da cuenta de un hecho”.
c.2- Clases de títulos:
1)- Constitutivos = “Son aquellos que dan origen a una situación jurídica nueva”.
Ejemplos: Ocupación, Accesión, Prescripción, etc.
2)- De mera tenencia = “Son aquellos títulos por los cuales se tiene un bien, pero reconociendo
dominio ajeno”
Ejemplos: Arrendamiento, Comodato, Depósito, etc.
3)- Declarativos = “Son aquellos títulos que solo se limitan a reconocer la existencia de un
derecho”
Ejemplos: Sentencia judicial civil de primera instancia, Transacciones que se limitan a
reconocer o declarar derechos preexistentes, etc.
4)- Traslaticios (art. 703 CC) = “Son aquellos que por su naturaleza sirven para transferir el
dominio”
Ejemplos: Compraventa, Donación, Permuta, Cuasiusufructo, Donación entre vivos,
Transacciones que transfieren la propiedad de objetos no disputados, etc.
D- ENTREGA
Es el hecho material presente en la tradición. La entrega puede ser “real” o 2ficta”, será real
cuando físicamente se hace un traspaso material de la cosa al adquirente, es decir, permitiendo
el tradente al adquirente la aprehensión material de la cosa, y será ficta cuando se hace por
medio de una ficción, en la que determinados hechos o actos se consideran entrega, por
ejemplo, la entrega de las llaves donde se encuentra la cosa guardada, o la inscripción del título
en el sistema registral.
8- Formas de efectuar la tradición (clasificación de la tradición):
8.1- Tradición del dominio de las cosas corporales muebles (art. 684 CC)
Art. 684 CC = “La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de
las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los
medios siguientes:
1°- Permitiéndole la aprensión material de la cosa presente;
2°- Mostrándosela;
3°- Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que este
guardada la cosa;
81
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4°- Encargándose el uno de poner la cosa o disposición del otro en el lugar convenido; y
5°- Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la cosa mueble
como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a cualquier otro título no
traslaticio de dominio; y recíprocamente por el mero contrato en que el dueño se constituye
usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.”.
Nota: Claro Solar, señala que el art. 684 no es taxativo, ya que el CC ha definido lo que es
tradición y ha señalado la forma de hacer la tradición de derechos reales sobre cosas
corporales muebles de manera que lo fundamental es que una de las partes signifique a la otra
que le transfiere el dominio. La Corte Suprema se ha pronunciado en el mismo sentido.
Nota: la expresión “significando”, la Corte Suprema ha señalado que el legislador quiso decir
que el tradente debe asumir un comportamiento inequívoco que desea transferir el dominio.
82
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
83
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
como, por ejemplo, en la donación entre vivos (art. 1400 CC); en el usufructo (art. 767 CC); en
los derechos de uso y habitación (art. 812 CC); etc.
8.3- Tradición de otros derechos reales
La tradición de estos derechos reales se hace siguiendo las mismas reglas pertinentes a la
tradición del dominio, distinguiendo entre muebles e inmuebles, los muebles de acorde al art.
684 CC y en los inmuebles de acorde al art. 686, en donde la tradición de estos últimos se hará
mediante la inscripción del título en el CBR respectivo, en el registro de hipotecas y
gravámenes, exceptuándose el derecho real de servidumbre, el cual se hace por escritura
pública, ya que este se rige por el art. 698 CC, aunque tratándose de la servidumbre de
alcantarillado en predios urbanos se vuelve a la norma del art. 686 CC.
Llama la atención que el art. 686 CC incluye los derechos de uso y habitación, porque según el
art. 819 tales derechos son personalísimos, intransferibles y por lo tanto malamente podría estar
haciéndose la tradición de estos derechos, frente a esto se ha dicho que esta norma se refiere a la
forma como se constituyen estos derechos, ya que en virtud de esta constitución el dueño se está
desprendiendo de la facultad de usar y gozar y la transferencia de dichas facultades requiere de
tradición pero una vez constituidos tales derechos son intransferibles.
El art. 686 CC tampoco habla del derecho real de herencia, ya que recae sobre una
universalidad jurídica que no puede clasificarse en mueble o inmueble.
8.4- Tradición del derecho real de herencia
Leopoldo Urrutia señala que la herencia es una universalidad jurídica, es una cosa distinta de
los bienes que la componen, es un continente distinto de su contenido y por lo tanto no es
susceptible de ser calificada como mueble o inmueble. Por consiguiente, hay que aplicar las
reglas generales en materia de tradición las cuales están constituidas por las normas que regulan
a los muebles, es decir, conforme al art. 684 CC.
Urrutia da como argumentos que la norma que exige la inscripción, como forma de hacer la
tradición es el art. 686 CC y esta disposición está excluyendo al derecho real de herencia, lo que
implica que, para hacer la tradición no se requiere inscripción. Además, el art. 1909 CC se
refiere a la cesión del derecho real de herencia y así esta se hace a título oneroso el cedente solo
se hace responsable de su calidad de heredero y no de los bienes que se compone la herencia,
esto demuestra que la herencia es una universalidad jurídica, o sea una cosa distinta de los
bienes que la componen.
8.5- Tradición de una cuota
Se efectúa de la misma manera que se efectúa la tradición del bien completo.
84
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
85
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
contrato, la tradición que es una consecuencia del título también se va a ver afectado, porque
de lo contrario sería aceptar que haya un efecto sin una causa.
➢ Cláusula de reserva de dominio por el no pago del precio
Es la cláusula en que el tradente, no obstante, efectuar la entrega de la cosa, se reserva el
dominio de ésta hasta que se verifique en plazo o condición suspensiva. El art. 680 inc. 2 CC
aplica la cláusula, por lo tanto, el vendedor, aunque haya efectuado entrega de la cosa, se
entiende dueño de ésta mientras no se pague el precio.
Importancia: es una garantía para el acreedor, porque el vendedor es acreedor del precio. Si
el vendedor entrega la cosa, pero se reserva el derecho de dominio hasta que le paguen el
precio, esto implica que él puede ejercer la acción reivindicatoria, porque es el dueño. Si no
se hubiere reservado el dominio de la cosa, no podría usar la acción, solo la acción personal
de cumplimiento forzado o resolución, en ambos casos con indemnización de perjuicios (art.
1489 CC).
La disposición del art. 680 inc. 2 CC está en contradicción con el art. 1874 CC, la solución
está dada por el principio de la especialidad, donde la norma general es la del art. 680 inc. 2
CC y la especial y la que prima en la compraventa es la del art. 1874 CC.
10- ¿Cuándo puede exigirse la tradición?
La regla general es que los contratos sean puros y simples, por lo tanto, la tradición puede
pedirse inmediatamente después de celebrarse el contrato. Sí para cumplir la obligación, que
será precisamente la tradición, existe un plazo o una condición suspensiva, no puede exigirse la
tradición sino una vez cumplido el plazo o la condición; no puede pedirse ni efectuarse la
tradición si existe decreto judicial que retenga el pago (art. 681 CC); si la tradición se hace bajo
condición resolutoria, el adquirente se hace dueño de la cosa desde el momento en que se hace
la tradición. Claro que el dominio puede perderse si se cumple la condición.
11- Efectos de la tradición:
11.1- Tradición hecha por el dueño
La tradición hecha por el dueño transfiere el dominio al adquirente, quien pasara a ser dueño, y
va a adquirir el mismo dominio que tenía el tradente, si este era nudo propietario, el adquirente
también pasara a ser nudo propietario, si el tradente era dueño de una cuota, el adquirente será
dueño solo de esa cuota, si el tradente era propietario fiduciario, el adquirente también será
propietario fiduciario.
11.2- Tradición hecha por alguien que no es el dueño
Aquí la tradición no transfiere el dominio, ya que, como dice el aforismo “nadie puede
transferir más derechos de los que tiene”, el tradente en este caso podría ser poseedor, mero
tenedor, o injusto detentador. Independiente de la calidad que tenga el tradente, el adquirente en
este caso quedará como poseedor y puede llegar al dominio por 3 vías:
1- Esperar a que transcurra el plazo de prescripción (2; 5; o 10 años según sea el caso)
86
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
LA PRESCRIPCIÓN:
1- Reglamentación:
Libro IV, titulo XLII, arts. 2492 y sgts CC
2- Concepto de prescripción (art. 2492 CC): “La prescripción es un modo de adquirir las
cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o
no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y
concurriendo los demás requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción”.
3- Clases de prescripción:
1- Prescripción adquisitiva = “Es un modo de adquirir las cosas ajenas por haberse
poseído las cosas durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos
legales”.
4- Ubicación de la prescripción en el CC
La prescripción adquisitiva debería haber sido regulada en el libro II junto con los modos de
adquirir, y la prescripción extintiva en el libro IV junto con los demás modos de extinguir las
obligaciones, sin embargo, se regulan ambas prescripciones al final del CC.
¿Por qué son reguladas juntas y al final?
➢ Por el precedente legislativo del Código Civil francés, que también lo trata al final.
➢ Porque numerosas reglas se aplican a ambas prescripciones
87
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Porque es una institución de carácter transversal a todos los libros del CC, y de esta
manera Andrés Bello quiso plasmar esta transversalidad
➢ Tienen características en común como la necesidad del transcurso del tiempo
5- Importancia de la prescripción:
Reviste una importancia transversal, porque es la única forma de acreditar el dominio, porque la
inscripción en el registro del CBR solamente acredita posesión, de modo tal que, si yo pruebo
posesión por el lapso de tiempo que exige la ley y concurriendo los demás requisitos legales,
podre adquirir el dominio y esa será la forma de probarlo.
6- Fundamento de la prescripción:
Da estabilidad a los derechos, consolidando las diversas situaciones jurídicas. Desempeña una
función social de gran importancia: consolida derechos y asegura la paz social.
7- Reglas comunes a toda prescripción (corre, puede y debe):
1era: La prescripción corre a favor y en contra de todas las personas
2da: La prescripción una vez cumplida puede renunciarse
La prescripción solo puede renunciarse una vez cumplida, ya que mientras no se cumple es una
mera expectativa.
El que renuncia debe tener plena capacidad, ya que la renuncia es un acto de disposición, y
además debe tener la libre administración de sus bienes.
La renuncia puede ser “expresa” o “tácita”, será expresa cuando se efectúa por medios
explicitos y formales, y será tácita cuando se realiza cualquier conducta que inequívocamente
suponga renuncia de la prescripción (Ej: la prescripción adquisitiva se renunciaría cuando el
poseedor en vez de alegar la prescripción le devuelva la cosa al reivindicante).
3er: Quien quiera aprovecharse de la prescripción la debe alegar (alegación judicial)
La prescripción extintiva se alega como excepción y la adquisitiva como acción.
Nota: el tribunal puede declararla de oficio cuando haya texto legal expreso que lo faculte, de
lo contrario no puede.
LA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA
a- Concepto de prescripción adquisitiva: “Es un modo de adquirir las cosas ajenas por
haberse poseído las cosas durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales”.
88
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4- Es un modo de adquirir singular por regla general, pero sería universal tratándose del
derecho real de herencia.
5- Es un hecho jurídico, ya que se basa en la posesión y en el transcurso del tiempo, en
donde ambos son hechos de importantes efectos jurídicos.
6- La prescripción cumple 2 fines, el primero es que permite al poseedor llegar al dominio,
y el segundo es que le sirve al dueño para poder probar su dominio.
89
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: solo la prescripción ordinaria se suspendería de acorde a los artículos 2509 y 2511
CC, pero la doctrina y la jurisprudencia están de acuerdo que la prescripción
extraordinaria si se suspendería, pero solo en el caso entre cónyuges, ya que el articulo
2509 CC dice que la prescripción se suspende “siempre” entre cónyuges, sin distinguir
entre prescripción ordinaria u extraordinaria.
c- Efecto de la suspensión de la prescripción:
El efecto es que durante todo el tiempo que dure la suspensión, todo ese tiempo no se puede
aprovechar para la prescripción.
d- ¿Hasta cuándo puede estar suspendida la prescripción?
Como la prescripción extraordinaria no se suspende, excepto entre cónyuges y solo es la
prescripción ordinaria la que se suspende, esta última solo se suspende hasta por un tiempo
máximo de 10 años, pasando ese tiempo el poseedor habrá llegado al dominio por la
prescripción extraordinaria, la que nunca se suspende, excepto en el caso de los cónyuges o
también en el caso de los convivientes civiles.
b- Clases de interrupción:
b.1- Interrupción natural = Se produce cuando el poseedor pierde su posesión.
b.1.1- Por hechos de la naturaleza → Ej: Por la heredad que se inunda; o El caso del poseedor
de un animal y el animal se escapa.
Nota: si se recupera la posesión, en este caso se debe descontar el tiempo en que estuvo
interrumpido.
90
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b.1.2- Por hechos del hombre → Ej: Tengo un tractor, me fui de vacaciones y ahora lo tiene mi
vecino, ya que alguien se lo vendió sin mi consentimiento.
Nota: si en este caso la posesión se recupera por vías jurídicas (Ej: acción posesoria), se
entiende como si nunca se hubiera interrumpido, pero si se recupera por vías de hecho (Ej:
entrar por la noche a sacarla del terreno de mi vecino) en ese caso se pierde todo el tiempo de
posesión y hay que iniciarla desde cero.
b.2- Interrupción civil = Se produce cuando el dueño cesa su inactividad recurriendo a la vía
judicial, es decir, la interrupción civil es “todo recurso judicial intentado por quien se pretende
dueño en contra del poseedor” → Ej: Demanda, o Medida prejudicial.
Nota: la interrupción civil se produce con la notificación legal de la demanda. A pesar de
haber notificación, no habrá interrupción cuando la notificación de la demanda no se hizo en
forma legal, cuando el demandante se desiste de la demanda, cuando se declara el abandono
del procedimiento y cuando la sentencia es absolutoria (art. 2503 CC).
4to requisito: La posesión de la cosa (LA POSESIÓN)
1- Concepto de posesión (art. 700 CC): “La posesión es la tenencia de una cosa determinada
con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por si
mismo, o por otra persona quela tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo”.
91
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
92
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1- Ambos son exclusivos, ya que admiten un solo titular, solo puede haber un poseedor o un
propietario sobre la totalidad de la cosa.
2- Ambos se ejercen sobre cosas determinadas
3- Tanto el poseedor como el dueño pueden usar, gozar y disponer de la cosa.
7- Clasificación de la posesión:
• JUSTO TITULO
Concepto de título: “Es el antecedente jurídico que da cuenta de un hecho”.
Clases de títulos → Constitutivos / Traslaticios / Declarativos / De mera tenencia
Solo los títulos constitutivos y los traslaticios sirven para iniciar posesión, los declarativos y de
mera tenencia no sirven para iniciar posesión, y por consiguiente no sirven como justo título.
¿Cuándo los títulos constitutivos y traslaticios son justos títulos? El CC para señalar cuando hay
justo título toma el camino inverso, y en el art. 704 CC señala que títulos son injustos, y dice
que son injustos los siguientes:
➢ El falsificado (art. 704 N°1 y N°2 CC)
➢ El viciado (art. 704 N°3 CC)
➢ El aparente (art. 704 N°4 CC)
De esta enumeración se puede extraer cuando un título es justo, ya que si el art. 704 CC señala
los títulos injustos, entonces un justo título es lo contrario a todo eso, es decir, si me dicen que
el falsificado es injusto, el justo debe ser “autentico”, si la ley me dice que es injusto el viciado,
el auténtico debe ser “válido”, y si la ley me dice que no es justo título el aparente, el justo título
debe ser “real”. En conclusión, el justo título debe ser:
93
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1- Autentico
2- Válido
3- Real
94
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
haya iniciado con violencia, y el segundo es que la posesión se haya iniciado de forma
pacífica, pero durante la posesión se recurrió a la violencia.
Cuando una posesión es violenta, nunca deja de ser violenta.
Una posesión violenta es una posesión inútil, por tanto, el poseedor no podrá llegar al
dominio por prescripción.
a.2- Posesión clandestina: Es aquella posesión donde el poseedor oculta la cosa de
aquellos que podrían oponerse a su posesión.
El vicio que está presente en la posesión clandestina es el dolo.
La posesión es clandestina solo cuando se oculta, pero cuando deja de ocultarse deja de
ser clandestina.
Mientras dura la clandestinidad la posesión es inútil, si cesa, pasa a ser posesión útil.
b- Posesiones no viciosas: Son aquellas que no son violentas ni clandestinas.
Nota: las no viciosas el CC no las trata, pero si las viciosas, y se deduce que las no
viciosas son aquellas que no tienen violencia ni clandestinidad.
- Atendiendo a si permite o no permite llegar al dominio por prescripción
Nota: esta es una clasificación doctrinal.
a- Posesión útil: “Es aquella posesión que permite llegar al dominio a raves de la
prescripción” (regla general)
b- Posesión inútil: “Es aquella posesión que no permite llegar al dominio por
prescripción” (violenta y clandestina)
95
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
96
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3era: Las posesiones que se añaden s agregan con sus calidades y vicios: De manera que, si
el actual poseedor es un poseedor regular y añade una posesión irregular, toda la posesión se
torna irregular, aun cuando el poseedor individualmente considerado no lo sea.
4ta: No se pueden agregar solamente las posesiones que convengan al poseedor: Deben
agregarse una serie continua y no interrumpida de posesiones.
➢ Tratándose de cosas muebles: Pueden iniciar posesión todas las personas, salvo los
dementes y los infantes, quienes solo pueden hacerlo a través de representante legal.
➢ Tratándose de cosas inmuebles: Solo pueden iniciar posesión aquellas personas que
tengan plena capacidad de ejercicio.
97
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1.2) Capacidad para ejercer los atributos de la posesión: No hay normas especiales, de manera
que se aplican las reglas generales sobre capacidad en los actos jurídicos (art. 723 CC).
2) Elemento real
Está constituido por las cosas que pueden ser objeto de posesión. En esta materia hay que
distinguir:
a- Cosas corporales = Las cosas corporales pueden ser objeto de posesión, siempre que sean
determinadas y siempre que estén dentro del comercio humano, deben cumplir estos 2
requisitos.
b- Cosas incorporales = Según el art. 715 CC las cosas incorporales también pueden ser objeto
de posesión. Esto en doctrina se denomina como “cuasiposesión”. Sin embargo, hay que
distinguir:
b.1) Derechos reales: Si pueden ser objeto de posesión, y estos se poseen, teniendo posesión
de la cosa sobre la cual recae el respectivo derecho real. Sin embargo, cabe señalar que no
todos los derechos reales son susceptibles de posesión. Los autores son unánimes al señalar
que no hay posesión sobre las servidumbres discontinuas y las inaparentes. También se ha
llegado a decir que no puede haber posesión sobre el derecho real de hipoteca, pues el
titular del derecho no tiene una relación de hecho con la cosa hipotecada (no todos los
autores piensan así).
b.2)- Derechos personales: En este caso el tema se discute, ya que hay autores como Barros
Errazuriz que dicen que los derechos personales si pueden ser objeto de posesión, ya que
dice que el art. 715 CC no distingue entre derechos reales y derechos personales y si el
legislador no distingue, no es licito al interprete hacerlo. Sin embargo, la doctrina
mayoritaria, entre ellos Alessandri dicen que los derechos personales no pueden ser objeto
de posesión, ya que no pueden adquirirse por prescripción, y carecería de sentido que los
créditos pudiesen poseerse y no pudieren adquirirse por prescripción.
3) Elemento formal
Este se refiere a la manera como se adquiere la posesión, en este caso nos remitimos a los
modos de adquirir el dominio, ya que lo normal es que se adquiera simultáneamente el dominio
y la posesión, al menos que por ejemplo en la tradición el tradente no sea el dueño de la cosa
tradida, en tal caso solo se va a adquirir la posesión.
98
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
99
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
una segunda postura dice que no habría que inscribir y se amparan en los arts. 2510, 925, 728 y
729 del CC. Sin embargo, ambas posturas llegan a un acuerdo donde dicen que para iniciar
posesión no es necesario inscribir, pero si se inscribe podemos encaminarnos a una posesión
regular, y si no se inscribe tendremos necesariamente una posesión irregular.
Nota: Esto último seria así, ya que uno de los requisitos de la posesión regular es la tradición
cuando el título es traslaticio, y la forma de hacer la tradición de los inmuebles es mediante la
inscripción.
12.2.2- Perdida de la posesión en los bienes inmuebles = Para determinar cómo se pierde la
posesión de los bienes inmuebles, es necesario distinguir entre inmuebles inscritos y no
inscritos:
1)- Inmuebles no inscritos (art. 729 CC) → Se puede perder por el simple hecho de que otra
persona tome posesión material del bien, no importa si lo hace con violencia o clandestinidad.
2)- Inmuebles inscritos (art. 728 CC) → Para que se pierda la posesión, necesariamente se debe
cancelar la inscripción.
Nota: En virtud de este último caso es porque se dice que la inscripción es garantía de
posesión, ya que es una forma de proteger a la posesión a pesar de haber apoderamiento
material del bien por otra persona.
Nota: De acuerdo con la norma del art. 728 CC, la inscripción se puede cancelar por voluntad
de las partes, por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro, o por decreto judicial.
100
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En este caso la posesión se puede probar por cualquier medio que demuestre que uno actúa
como señor y dueño respecto del inmueble (Ej: pagara contribuciones, cerrar el terreno, etc.).
→ LA MERA TENENCIA
➢ Concepto de mera tenencia (art. 714 CC) = “Se llama mera tenencia la que se ejerce
sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño. El acreedor
prendario, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho de habitación,
son meros tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación
les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno”.
101
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2- Absoluta = Significa que el mero tenedor lo es tanto respecto del dueño de la cosa cuyo
dominio el reconoce como respecto de terceros.
3- Perpetua = Esto es, si el causante es un mero tenedor también el sucesor será mero
tenedor, ya que el heredero sucede en todos los derechos y obligaciones trasmisibles del
causante. Así, por ejemplo, si fallece el arrendatario de una propiedad, como es mero
tenedor, su heredero también será mero tenedor y estará obligado a devolver la propiedad
a su dueño cuando termine el contrato. Sin embargo, en ciertos casos puede ocurrir que
siendo el causante un mero tenedor de la cosa, el heredero se transforme en poseedor. Por
ejemplo, fallece una persona que es arrendatario de la cosa, o sea, mero tenedor, dejando
la cosa a título de legado; si bien el causante no era dueño, el testamento servirá de justo
título al legatario para entrar en posesión de la cosa. Ahora, si el legatario cree que el
causante era dueño de la cosa, su buena fe, unida al justo título que le da el testamento, le
servirá para empezar una posesión regular.
➢ Intervención de la posesión =
102
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
103
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2°- Por el gravamen de un usufructo, uso o habitación, a que una persona tenga derecho en las
cosas que pertenecen a otra;
3°- Por las servidumbres”.
PROPIEDAD FIDUCIARIA:
1- Concepto de propiedad fiduciaria (art. 733 CC):
Según el art. 733 CC “Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de pasar a
otra persona por el hecho de verificarse una condición”.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso. Este nombre se da también a la
cosa constituida en propiedad fiduciaria. La traslación de la propiedad a la persona en cuyo
favor se ha constituido el fideicomiso, se llama “restitución”.
Ej: Te doy mi casa, pero si vas a Europa será para Diego.
2- Constitución de la propiedad fiduciaria (art. 735 CC):
De conformidad al art. 735 CC el fideicomiso puede constituirse por acto entre vivos y por
testamento. Es esencialmente solemne, ya sea tratándose de bienes muebles como inmuebles.
1) Por acto entre vivos = Si el fideicomiso se constituye por acto entre vivos se requiere
instrumento público y si afecta a un bien inmueble debe inscribirse en el Registro de
Hipotecas y Gravámenes del CBR. Se discute en doctrina si la inscripción es una
solemnidad o bien constituye la forma de hacer la tradición de la propiedad fiduciaria.
104
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Cuando el fideicomiso se establece sobre una cosa singular, esta debe ser una especie o cuerpo
cierto no consumible (a no ser que las cosas consumibles formen parte de una herencia y se
constituya el fideicomiso sobre ella).
2) Sujetos intervinientes
2.1) Constituyente = Es el propietario del bien que por testamento o acto entre vivos declara
transferirlo a otro bajo una condición.
2.2) Propietario fiduciario = Es la persona que recibe un bien en fideicomiso sujeto al gravamen
de traspasarlo a otra persona si se verifica la condición. Es dueño mientras penda la condición,
pero deja de serlo y debe trasferir la cosa una vez cumplida la condición.
Art. 748 CC = “Cuando en la constitución del fideicomiso no se designe expresamente el
fiduciario, o cuando falte por cualquiera causa el fiduciario designado, estando todavía
pendiente la condición, gozara fiduciariamente de la propiedad el mismo constituyente, si
viviere, o sus herederos”.
2.3) Fideicomisario = Persona que tiene la expectativa de llegar a ser dueño absoluto del bien si
se cumple la condición.
Art. 737 CC = “El fideicomisario puede siempre ser persona que al tiempo de deferirse la
propiedad fiduciaria no existe, pero se espera que exista”.
Art. 738 CC = “El fideicomiso supone siempre la condición expresa o tácita de existir el
fideicomisario, o su substituto, a la época de la restitución.
A esta condición de existencia pueden agregarse otras copulativa o disyuntivamente”.
Art. 742 CC = “El que constituye un fideicomiso, puede nombrar no sólo uno, sino dos o más
fideicomisarios”.
Art. 745 CC = “Se prohíbe constituir 2 o más fideicomisos sucesivos, de manera que, restituido
el fideicomiso a una persona, lo adquiera ésta con el gravamen de restituirlo eventualmente a
otra.
Si de hecho se constituyen, adquirido el fideicomiso por uno de los fideicomisarios nombrados,
se extinguirá para siempre la expectativa de los otros”.
3) Existencia de una condición
Este es el elemento esencial del fideicomiso; la incertidumbre de si el propietario fiduciario
tendrá que restituir o no.
Esta condición es resolutoria y suspensiva a la vez, ya que es resolutoria para el propietario
fiduciario, puesto que su cumplimiento va a extinguir su derecho; y es suspensiva para el
fideicomisario, toda vez que mientras pende la condición su derecho está en suspenso de nacer.
Una vez cumplida la condición esta no opera retroactivamente; por tanto, subsisten todos los
actos ejecutados por el fiduciario mientras la cosa estuvo en su poder. A esta condición de
existencia pueden agregarse otras copulativas o disyuntivas (art. 738 inc. 2 CC). La condición
105
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
debe cumplirse en un plazo máximo de 5 años, a menos que la muerte del fiduciario sea el
evento de que pende la restitución (art. 739 CC).
4- Efectos del fideicomiso:
4.1- Derechos y obligaciones del propietario fiduciario
a)- Derechos del propietario fiduciario
En cuanto a los derechos del propietario fiduciario la regla general es que tiene los mismos
derechos y cargas del usufructuario (art. 754 CC). Estos derechos son los siguientes:
i)- Derecho a enajenar su propiedad (art. 751 CC)
A menos que se le haya prohibido, pero manteniéndola indivisa si la enajena y con el gravamen
de restituirla.
ii)- Gravar la cosa en la misma forma y condiciones que el tutor y curador respecto de los
bienes del pupilo
Bajo sanción de inoponibilidad si no cumple las formalidades que establece el art. 757 CC, esto
es, autorización judicial con conocimiento de causa y con audiencia de los que según el art. 761
CC tengan derecho para impetrar providencias conservativas.
iii)- Administrar la cosa siendo responsable de culpa leve por dicha administración (art. 758
CC)
iv)- Gozar de los frutos de la cosa, porque tiene los mismos derechos que el usufructuario (arts.
754, 781 y 790 CC)
b)- Obligaciones del propietario fiduciario
Las obligaciones del propietario fiduciario son las mismas que las del usufructuario. En
consecuencia, debe:
i)- Confeccionar inventario solemne de los bienes que recibe (art. 755 CC)
ii)- Rendir caución de conservación y restitución cuando el juez lo ordene (art. 755 CC)
iii)- Conservar la cosa en buen estado (art. 758 CC)
iv)- Restituir los bienes al fideicomisario si se cumple la condición
Sin perjuicio de lo anterior, existen casos en que el legislador libera al propietario fiduciario de
estas obligaciones (arts. 749, 760 inc. 1, 760 inc. 2 CC).
106
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
107
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
SERVIDUMBRES:
1- Concepto de servidumbre (art. 820 CC): “Servidumbre predial, o simplemente
servidumbre, es un gravamen impuesto sobre un predio en utilidad de otro predio de
distinto dueño”.
Nota: es solo una limitación al dominio, no lo desmembra porque el dueño del predio
conserva los 3 atributos del dominio, solo que debe respetar el gravamen.
108
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
mencione que esta es inseparable del predio al cual accede activa o pasivamente (art. 825
CC)
4) Es de carácter perpetuo, característica propia de los derechos reales, a diferencia de los
derechos personales que son estrictamente transitorios. Sin embargo, nada impide que se
pueda pactar un plazo o condición del cual dependa (art. 885 N°2 CC) o que pueda
extinguirse por su no uso (art. 885 N°5 CC)
5) Es indivisible, esto es, que no puede adquirirse, ejercerse ni perderse por partes.
b- Negativa: Es la que impone al dueño del predio sirviente la prohibición de hacer algo
que, de no existir la servidumbre, le seria licito hacer (servidumbre de no elevar las
paredes hasta cierta altura)
Nota: cabe destacar que las servidumbres negativas son siempre inaparentes. Ej:
servidumbre de no edificar.
109
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
A- SERVIDUMBRES NATURALES
Las servidumbres naturales, son como lo indica el art. 831 CC “aquellas que provienen de la
ubicación natural de los predios”.
El CC en su art. 833 solo alude a la servidumbre de libre descenso y escurrimiento de aguas,
indicando que el predio inferior está sujeto a recibir las aguas que descienden del predio
superior naturalmente, es decir, sin que la mano del hombre contribuya a ello.
Aquí estamos en presencia de una servidumbre, ya que existe un predio sirviente (el que recibe
las aguas) y un predio dominante y, el gravamen consiste, precisamente, en recibir las aguas con
las materias que ellas naturalmente acarrean (piedras, arena, etc.).
B- SERVIDUMBRES LEGALES
Son aquellas impuestas por la ley. Estas se dividen en:
1) Servidumbres legales de interés público
Según el art. 839 CC son servidumbres legales de interés público las siguientes:
➢ El uso de las riberas en cuanto sea necesario para la navegación o flote, que se regirá por
el Código de Aguas
➢ Servidumbres determinadas por reglamentos u ordenanzas respectivas
110
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
“Es un conjunto de operaciones que tiene por objeto fijar los limites o la línea de separación de
2 predios colindantes de distinto dueño y separarlo por medio de signos materiales”.
2.2- Servidumbre de cerramiento (art. 844 y sgts)
“Es la facultad de todo propietario de cerrar y cercar el predio con la contribución de sus
vecinos una vez efectuada la demarcación”.
2.3- Servidumbre de tránsito (art. 847 y sgts)
“Es el derecho concedido por ley al dueño de un predio que se haya desprovisto de toda
comunicación con el comino público por la interposición de otros predios para pasar por ellos
en la medida que fuera indispensable para el uso y beneficio de su predio, siempre que se pague
el valor del terreno necesario para la servidumbre y resarciendo todo otro perjuicio”.
2.4- Servidumbre de medianería (art. 851 y sgts)
“La medianería es una servidumbre legal en virtud de la cual los dueños de 2 predios vecinos
que tiene paredes, fosos y cercas divisorias comunes están sujetos a obligaciones reciprocas”
2.5- Servidumbre de acueducto (art. 861)
“Es aquella que permite conducir las aguas por la heredad sirviente a expensas de los
interesados”
2.6- Servidumbre de luz y vista (art. 873 y sgts)
La servidumbre de luz tiene por objeto dar luz a un espacio cualquiera cerrado y techado; pero
no se dirige a darle vista sobre el predio vecino, este cerrado o no. La servidumbre de vista es la
prohibición que tiene el propietario de un edificio e construir ventanas, azoteas, balcones, que
permita observar lo que ocurre en habitaciones, patios o corrales del vecino.
C- SERVIDUMBRES VOLUNTARIAS (art. 880 y sgts)
Son aquellas emanadas de un acuerdo de voluntades de las partes.
Todas las servidumbres legales anteriormente señaladas que no se puedan constituir como tales
por faltar un requisito legal se pueden constituir como voluntarias. Ej: el dueño de un predio
manifiesta su voluntad de constituir una servidumbre de tránsito sobre otro predio, pero no se
encuentra desprovisto de toda comunicación con un camino público como lo exige el artículo
847.
Las servidumbres voluntarias se pueden adquirir de 4 formas:
1)- Por un titulo
El título es el acto generador del derecho. Por consiguiente, es título un contrato de donación o
compraventa, un testamento, y también se le ha otorgado este carácter a la destinación del padre
de familia (art. 883 inc. 2 CC)
111
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El titulo sirve para adquirir toda clase de servidumbres; continuas, discontinuas, aparentes e
inaparentes. Así se desprende del art. 882 CC que establece en su inciso primero que las
servidumbres discontinuas de toda clase y las continuas inaparentes sólo pueden ser adquiridas
por un título, no así las continuas y las aparentes que pueden adquirirse por un título y
prescripción de 5 años.
La constitución de la servidumbre no está sujeta a ninguna solemnidad especial, dado que, en
cuanto a su forma, se rige por las reglas generales del acto de que se trata:
> Si se constituye en virtud de un título oneroso se aplican las normas de la compraventa (la
venta de una servidumbre no se reputa perfecta sino consta por escritura pública, art. 1801 inc.
2 CC).
> Cuando se constituye a título gratuito se aplican las normas de las donaciones o testamento,
según el caso. Por consiguiente, si la servidumbre se ha constituido por testamento queda
subordinada a los requisitos de validez que la ley exige para el testamento, y cuando la
servidumbre se establece por donación entre vivos de bienes raíces, no vale se no es otorgada
por escritura pública (art. 1400 CC).
112
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Esta destinación del padre de familia sirve como título de la servidumbre, como lo indica el art.
883 inc. 2 CC.
3)- Prescripción
Como lo indica el art. 882 CC solo pueden adquirirse por prescripción las servidumbres que son
continuas y aparentes.
Las servidumbres discontinuas de toda clase y las continuas inaparentes solo pueden adquirirse
por medio de un título y no por prescripción.
El plazo de prescripción de las servidumbres es de 5 años cualquiera sea el tipo de posesión.
4)- Sentencia judicial
El CC en el art. 880 inc.2 señala que las servidumbres voluntarias también pueden adquirirse
por sentencia judicial en los casos previstos por las leyes.
113
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
USUFRUCTO:
1- Reglamentación
Art. 764 a 810 del CC
2- Concepto de usufructo (art. 764 CC): “El derecho de usufructo es un derecho real que
consiste en la facultad de gozar de una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y
de restituirla a su dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y
calidad del mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible”.
2) El nudo propietario = Es aquel que se ha o se ve desprendido del uso y goce de la cosa, pero
tiene la facultad de disposición
Nota: La persona que da origen al usufructo se llama “constituyente”, quien puede quedar
totalmente al margen del derecho de usufructo o pasar a ser uno de sus elementos personales
USUFRUCTO ARRENDAMIENTO
El usufructo es un derecho real y como tal, el Es un contrato; y el arrendatario no ejerce su
usufructuario ejerce su derecho directamente derecho directamente en la cosa, el debe
114
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
6- Cuasiusufructo:
6.1- Concepto de cuasiusufructo: “El cuasiusufructo es el usufructo que recae sobre cosas
consumibles, como el usufructo sobre sacos de maíz”
Nota: esto se extrae de la posibilidad que da el art. 764 CC de que el usufructo pueda recaer
cosas fungibles, que en verdad deberían nombrarse como “consumibles”.
6.2- Calidad del cuasiusufructuario:
Se desprende del art. 789 CC que señala que si el usufructo se constituye sobre cosas fungibles
(entiéndase consumible), el usufructuario se hace dueño de ellas, y el propietario se hace
meramente acreedor a la entrega de otras especies de igual cantidad y calidad, o del valor que
estas tengan al tiempo de terminarse el usufructo.
6.3- Diferencias entre cuasiusufructo y el usufructo:
CUASIUSUFRUCTO USUFRUCTO
El cuasiusufructo es un título traslaticio de El usufructo es un título de mera tenencia
dominio
El cuasiusufructuario solo puede ejercer El usufructuario puede ejercer acciones reales
acciones personales
El cuasiusufructo da origen a una obligación El usufructo recae sobre una especie o cuerpo
de género, la cual es restituir especies de igual cierto, por lo cual, si esta cosa perece por caso
cantidad y calidad o del valor de estas, por lo fortuito o fuerza mayor, el usufructuario se
cual no existe posibilidad de exonerarse libera de la obligación de restituir
porque el género no perece
CUASIUSUFRUCTO MUTUO
El cuasiusufructo tiene su origen en el acuerdo El mutuo es un contrato
de voluntades y la ley
Es consensual Es un contrato real
115
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
116
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Esta posibilidad, contemplada expresamente en el art. 766 N°4 CC, no es muy frecuente, ya que
lo usual es que quien posee una cosa, lo haga con ánimo de señor y dueño sobre el bien en su
integridad. Sin embargo, podría tener aplicación cuando se constituye el usufructo sobre una
cosa ajena, o cuando el título de constitución es nulo. Las reglas y plazos para adquirir el
usufructo por prescripción son las del dominio (art. 2512 CC).
D- POR SENTENCIA JUDICIAL
Dispone el art. 9 de la ley 14.908 sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias,
que el juez que este conociendo del correspondiente juicio de alimentos “podrá fijar o aprobar
que la pensión alimenticia se impute total o parcialmente a un derecho de usufructo, uso o
habitación sobre los bienes del alimentante, quien no podrá enajenarlos ni gravarlos sin
autorización del juez. Si se tratare de un bien raíz, la resolución judicial servirá de título para
inscribir los derechos reales y la prohibición de enajenar o gravar en los registros
correspondientes”.
A juicio de algunos, otro caso sería el del art. 1337 N°6 CC, en la partición de bienes, que
permite al partidor constituir el usufructo, “con el legítimo consentimiento de los interesados2,
lo que más bien llevaría a un usufructo originado por voluntad de las partes.
8- Limitaciones al usufructo:
Cabe destacar las siguientes limitaciones a la constitución de un usufructo:
Art. 772 CC = “Se puede constituir un usufructo a favor de 2 o más personas, que lo tengan
simultáneamente, por igual, o según las cuotas determinadas por el constituyente; y podrán en
este caso los usufructuarios dividir entre si el usufructo, de cualquier modo, que de común
acuerdo les pareciere”.
Cuando hay 2 o más usufructuarios, la ley reconoce el derecho de acrecer, o sea, que se
aumente o agregue el derecho. Siendo 2 o más los usufructuarios, hay entre ellos derecho de
acrecer, y dura la totalidad del usufructo hasta la expiración del derecho del último de los
usufructuarios (art. 780 inc. 1 CC). Y así, por ejemplo, si se deja en usufructo una casa a Juan
por 2 años, a Pablo por 4 y a Diego por 6, una vez cumplido el plazo de Juan, la parte que
gozaba éste la siguen gozando Pablo y Diego; cumplido el plazo de Pablo, continúa gozando la
totalidad del usufructo Diego, y solo una vez expirado el derecho de este se consolida la
propiedad.
La regla que entre 2 o más usufructuarios hay derecho de acrecer, y de que la totalidad del
usufructo dura hasta la expiración del derecho del último de los usufructuarios, solo se entiende
si el constituyente no ha dispuesto que terminado un usufructo parcial se consolide con la
propiedad (art. 780 inc. 2 CC).
117
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
tiempo de ultimo de los llamados, vuelve nuevamente a gozar de la cosa el primero, y después
el segundo, etc. Es un usufructo sucesivo y circular. Ej: Se deja a Pablo una casa en usufructo
por 5 años, cumplidos los cuales pasará en el mismo carácter a Sergio por un lapso igual, en
seguida volverá a Pablo en la misma forma, y después a Sergio, y así indefinidamente o por
cierto número de años.
La sanción de la prohibición de los usufructos sucesivos y alternativos no es la nulidad, porque
el legislador señala un efecto especial a la contravención: los usufructuarios posteriores se
consideran como substitutos, para el caso de faltar los anteriores antes de deferirse el primer
usufructo. El primer usufructo que tiene efecto hace caducar a los otros; pero no dura sino por el
tiempo que le estuviere designado (art. 769 CC). Ej: Se deja un fundo a Pablo por 15 años,
para que pase después a Sergio también por 15 años; el usufructo no es nulo, sino que se
considera que Sergio es substituto de Pablo, y aquel solo podrá adquirir el usufructo si este por
cualquier causa llega a faltar al momento de deferirse el usufructo; si tal no acontece, Pablo
recibe su usufructo , caducando el derecho de Sergio; el usufructo de Pablo durara solo por el
tiempo que el constituyente le designó, o sea, no aprovecha el tiempo del usufructo caducado.
➢ SUBSTITUTOS = Nada se opone a que el constituyente designe substitutos del nudo
propietario o del usufructuario; pero se entiende que la substitución es vulgar, o sea, que
el designado en segundo lugar es solo para el caso de que falte el primeramente llamado
antes de deferirse el usufructo. Otra substitución, por cuyo efecto el usufructo pasar al
ulterior llamado sin que falte el que lo ha sido, primeramente, sería inaceptable, pues
prácticamente conduciría al establecimiento de los usufructos sucesivos que prohíbe la
ley.
118
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ii)- Derecho a percibir frutos naturales y civiles (arts. 781 y 790 CC)
iii)- Derecho a ciertos productos: El usufructuario por regla general tiene derecho a los frutos,
pero no a los productos. Sin embargo, el legislador les concede derecho a ciertos productos
como bosques y arbolados (art. 783 CC), minas y canteras (art. 784 CC), ganados o rebaños
(art. 788 CC), sin perjuicio de las convenciones entre el nudo propietario y el usufructuario (art.
791 CC).
iv). Derecho a administrar la cosa fructuaria (art. 777 CC)
v)- Derecho a hipotecar el usufructo (art. 2418 CC)
vi)- Derecho a arrendar y ceder el usufructo (art. 793 CC)
vii)- Derecho a ejercer acción reivindicatoria y posesorias
10.2- Obligaciones del usufructuario:
En esta materia cabe distinguir las obligaciones del usufructuario previas al goce del usufructo,
coetáneas y posteriores al término del usufructo:
10.2.1- Obligaciones previas al goce de la cosa
Existen 2 obligaciones previas al usufructo que el usufructuario debe cumplir y que el legislador
ha establecido a fin de proteger al nudo propietario:
i)- Inventario y caución
a)- confección o facción de inventario solemne: El legislador establece esta obligación para
evitar que el usufructuario niegue que ha recibido los bienes que se le han dado en usufructo. Es
inventario solemne el que se hace, previo decreto judicial, ante un ministro de fe y 2 testigos,
con los requisitos que la ley expresa (arts. 858 y 859 CPC).
Cabe destacar que no están obligados a confeccionar inventario solemne los exonerados por el
constituyente y los usufructuarios legales.
b)- rendición de caución de conservación y restitución de la cosa: El objeto de esta obligación
es proteger al nudo propietario de la insolvencia del usufructuario. El legislador no exige un
tipo especial de caución ni tampoco indica su cuantía, pero lógicamente esta deberá ser fijada
por el nudo propietario y el usufructuario de común acuerdo y, en caso de desacuerdo, la fijará
el juez en atención al valor de los bienes dados en usufructo:
No están obligados a rendir caución: los usufructuarios legales; los exonerados por el nudo
propietario o el constituyente; el que ha donado la nuda propiedad; el donante que se reserva el
usufructo.
ii)- Limitaciones al goce de la cosa fructuaria
Asimismo, el usufructuario antes de entrar al goce de la cosa fructuaria tiene ciertas
limitaciones, que son:
119
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Debe respetar los arriendos que se hubieren constituido sobre la cosa, con anterioridad al
usufructo, pero desde que este se constituye, el usufructuario comenzara a percibir las
rentas de arrendamiento (art. 792 y 790 CC).
➢ El usufructuario va a recibir la cosa fructuaria en el estado en que se encuentre, de manera
que, si la cosa ha sufrido deterioros, antes de constituirse el usufructo, aunque sean por
culpa del nudo propietario, éste no responde, solo responderá por los perjuicios causados
después de constituirse el usufructo (art. 774 CC).
10.2.2- Obligaciones durante el goce de la cosa
i)- Puede gozar la cosa, pero está obligado a conservar su forma y substancia, porque debe
restituir la misma especie (art. 764 CC)
Esta obligación solo afecta al usufructuario, pero no se le aplica al cuasiusufructuario.
ii)- Él debe gozar la cosa como un buen padre de familia
Por lo que responde de la culpa leve, esto se desprende de los arts. 787, 788 y 802 CC
iii)- Debe pagar las expensas o mejoras ordinarias de conservación (art. 795 CC)
Las que no son ordinarias, la ley las llama “separaciones o refacciones mayores” y de acuerdo
al art. 797 CC son de cargo del nudo propietario (arts. 795, 796 y 797 CC).
10.2.3- Obligaciones posteriores al usufructo
i)- Debe restituir la cosa (arts. 764 y 787 CC)
ii)- Indemnizar al nudo propietario las perdidas o deterioros que provengan de su culpa o dolo
(art. 787 CC)
iii)- Es titular del derecho legal de retención respecto de la cosa fructuaria hasta el pago de los
reembolsos e indemnizaciones a que es obligado el nudo propietario (art. 800 CC).
11- Derechos y obligaciones del nudo propietario:
11.1- Derechos del nudo propietario:
i)- Derecho a enajenar la nuda propiedad
ii)- Derecho a hipotecar la nuda propiedad
iii)- Puede transmitir su derecho por causa de muerte (arts. 773 y 779 CC)
iv)- Derecho a los frutos pendientes al término del usufructo (art. 781 CC)
v)- Derecho a las indemnizaciones que el usufructuario deba por su culpa
vi)- Derecho a solicitar el termino judicial del usufructo por haber incumplido el usufructuario
sus obligaciones en materia grave o haber causado deterioros considerables a la cosa
fructuaria (art. 809 CC)
120
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
vii)- Derecho a ejercer la acción reivindicatoria y las acciones posesorias en lo que se refiere a
la nuda propiedad
viii)- Derecho a tesoro
ix)- Derecho a ejercer la acción de restitución para que se le restituya la cosa al término del
usufructo
11.2- Obligaciones del nudo propietario:
Es una sola obligación, la cual es que este debe realizar las reparaciones mayores (art. 797 CC).
Si las rehúsa o retarda podrá el usufructuario para liberar la cosa fructuaria y conservar su
usufructo hacerlas a su costa y el propietario se las reembolsará sin intereses (art. 797 inc. final
CC).
12- Extinción del usufructo:
El usufructo se extingue por las siguientes causales:
a) Por la llegada del plazo o por el cumplimiento de la condición previstas: En todo caso,
cualquiera que sea el plazo o la condición, el usufructo no puede continuar después de la
muerte del usufructuario.
b) Por la muerte del usufructuario (art. 806 CC)
c) Por resolución del derecho del constituyente (art. 806 CC): Como cuando se ha constituido
sobre una cosa que se posee fiduciariamente y llega la restitución, se resuelve el derecho del
constituyente y por consiguiente se extingue el usufructo.
d) Consolidación del usufructo con la propiedad (art. 806 CC)
e) Por prescripción (art. 806 CC): Evidentemente el usufructo se extingue por prescripción
adquisitiva de un tercero que adquiera el derecho de usufructo o que adquiere la propiedad
plena de la cosa en que se constituyó el usufructo.
f) Por renuncia del usufructuario (art. 806 CC): La renuncia si se refiere al usufructo de un
inmueble, debe constar en escritura pública y anotarse al margen de la inscripción del
usufructo para cancelarla según el art. 52 N°3 del reglamento conservatorio.
g) Por la destrucción completa de la cosa fructuaria (art. 807 CC): Si la destrucción de la cosa
fructuaria es parcial el usufructo subsiste sobre la parte que resta.
h) Por sentencia judicial: A esto alude el art. 809 CC.
USO Y HABITACIÓN:
1- Concepto de uso y habitación (art. 811 CC): “El derecho de uso es un derecho real que
consiste, generalmente, en la facultad de gozar de una parte limitada de las utilidades y
productos de una cosa.
Si se refiere a una casa, y a la utilidad de morar en ella, se llama derecho de habitación”.
Los términos del CC dan a entender que estamos ante 2 derechos (art. 819 CC). En estricto
rigor, sin embargo, estamos ante un solo derecho, el derecho real de uso, que, al recaer
sobre una casa, toma el nombre de derecho de habitación. Ello no significa que el derecho
de uso no pueda recaer en un inmueble, un predio agrícola, por ejemplo, sin considerar el
habitar la casa que en él pueda encontrarse.
121
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
122
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
el propietario fiduciario también puede intentarla. Es decir, esta acción no está asociada
a ningún tipo de dominio en especial, todo dueño por el hecho de ser dueño tiene acción
reivindicatoria.
5) Lo que persigue la acción reivindicatoria es recuperar la posesión.
123
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
la cuota (por ejemplo 1/5 de una cosa determinada) puede reivindicarse, es el caso del art. 892
CC.
El problema reside en saber si cabe la reivindicación en el segundo caso, es decir, cuando la
cosa común es una universalidad jurídica (por ejemplo, cuando se reivindica 1/3 de una cosa
que forma parte de una herencia). Aquí tiene incidencia la discusión doctrinaria referente a la
naturaleza jurídica de la comunidad y concretamente el punto de si los derechos de cada
comunero se comunican cuotativamente a cada de los objetos que la componen o por el
contrario, permanecen como cuota abstracta, sin que ningún comunero pueda pretender derecho
sobre cada objeto. Si seguimos la primera doctrina (romana) podrá admitirse que pueda el
comunero reivindicar su cuota en una cosa singular de la comunidad; de aceptarse la segunda
doctrina, en la que se tiene una cuota ideal, la conclusión ha de ser negativa. Cabe señalar que el
art. 1268 CC regulando la acción de petición de herencia, concede también al heredero la acción
reivindicatoria para perseguir un objeto de la herencia; no afirma si se puede reivindicar una
cuota del objeto.
La jurisprudencia a emitido fallos en ambos sentidos. En todo caso la cuota debe ser
determinada, es decir, se debe precisar a cuánto asciende.
B- Cosas no susceptibles de reivindicarse
b.1- El derecho de herencia
El heredero está amparado por la acción de petición de herencia. Por ella, no se discute el
dominio sino la calidad de heredero. Puesto que la acción reivindicatoria se dirige a recuperar la
posesión de una cosa singular, no cabe tratándose de una universalidad jurídica como lo es la
herencia. El heredero si puede intentar la acción reivindicatoria para reclamar cosas singulares
que están dentro de una universalidad (art. 1268 CC)
b.2- Los derechos personales
Sin perjuicio de que pueda reivindicarse el documento en el cual consta el crédito (por ejemplo,
podría reivindicarse un pagaré).
b.3- Las cosas muebles compradas por su poseedor en feria, tienda, almacén u otro
establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma clase
Nota: se ha aplicado la disposición del art. 890 inc. 2 CC a establecimientos no mencionados
en ella, toda vez que el texto es ejemplificativo y genérico.
b.4- En el pago de lo no debido
Hay un caso en que no puede reivindicarse. Se ha pagado una cosa que se creía deber y el
supuesto acreedor la enajena. Hay acción contra el tercero adquirente, si adquirió a título
gratuito o si a título oneroso adquirió y de mala fe (art. 2302 CC). No hay acción contra el
tercero de buena fe que adquirió a título oneroso (art. 2303 CC)
b.5- No hay acción reivindicatoria cuando el tercero adquirió la cosa por prescripción
124
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
125
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• ACCIÓN PUBLICIANA
126
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c) La acción se debe intentar en contra del que posea con calidad inferior
127
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
prestaciones mutuas. Cabe consignar que el art. 900 inc. final CC dispone que la obligación de
saneamiento a que tiene derecho el comprador que ha sido privado de la cosa, no pesa sobre el
reivindicante, sino que recae sobre el poseedor de mala fe que dejó de poseer.
En doctrina, se ha discutido si en los casos de los arts. 898 y 900 puede hablarse de acción
reivindicatoria. Algunos sostienen que se trata solo de acciones personales.
b- Se puede dirigir contra el “injusto detentador” (art. 915 CC)
Art. 915 CC = “Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre ajeno
retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de señor”.
En primer lugar, ha surgido controversia en su calificación. Por una parte, se le ha estimado
simplemente como la acción reivindicatoria que, excepcionalmente, se permite contra el mero
tenedor. En contra, se le ha considerado como una acción distinta, como puramente restitutoria
contra el mero tenedor, a la que el CC hace aplicables las reglas de la reivindicatoria, sobre todo
en la importante materia de las prestaciones mutuas.
Particular relevancia ofrece la posición de su alcance. Podría estimarse que se trata de una
acción que corresponde al que entregó la mera tenencia de una cosa a otro, por un contrato que
produce ese efecto (comodato, arriendo, etc.) y que, al terminar la vigencia de su relación, el
tenedor se niega a restituir.
Una segunda alternativa es la de entenderla para la situación inversa, aplicable solo a aquellos
tenedores que no tienen, y nunca tuvieron un título que justifique la detentación. Ellos serian
“injustos detentadores” y no aquellos que entraron a detentar la cosa justamente, con un
antecedente habilitante, aunque después se nieguen a restituir.
Pero también puede estimarse aplicable a ambas situaciones: sea que el detentador desde un
comienzo carezca de antecedente que lo justifique o que haya empezado a detentar con un título
justificante, pero mientras detentaba quedó sin justificación (porque ese antecedente fue
declarado nulo, resuelto, caduco, etc.); ambos serian, al tiempo de la demanda, “injustos
detentadores”.
Nota: la jurisprudencia ha aplicado la regla con bastante amplitud, a ambas categorías de
tenedores.
128
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Para llenar este vacío se ha acudido frecuentemente a la acción de precario del art. 2195 CC.
Nota: Para Peñailillo parece más adecuado fundar tal acción general restitutoria en el art. 915
CC, confiriendo a este precepto un sentido extensivo, es decir, haciéndolo aplicable a todo
tenedor que, a la época de la demanda, no pueda justificar aceptablemente su insistencia en
mantener la cosa en su poder.
6- Extinción por prescripción de la acción reivindicatoria
Art. 2517 CC = “Toda acción por la cual se reclama un derecho se extingue por la
prescripción adquisitiva del mismo derecho”.
Se desprende del art. 2517 CC que la acción reivindicatoria no se extingue por la prescripción
extintiva, por no ejercitar la acción en determinado plazo, sino que se extingue como
consecuencia de haberse perdido el dominio. En otras palabras, se extingue por la prescripción
adquisitiva que corre a favor de otro. Por ello, si el dueño ve que un tercero empieza a poseer el
bien de su dominio, puede reivindicarlo, pero antes que aquel poseedor se lo gane por
prescripción adquisitiva.
7- Prestaciones mutuas
Nota: Constituyen el efecto que se produce al ser acogida la acción reivindicatoria por el
tribunal.
7.1- Concepto de prestaciones mutuas: “Son las devoluciones e indemnizaciones que se
deben entre si el reivindicante y el poseedor vencido en juicio reivindicatorio”.
El CC reglamenta estas prestaciones con cierto detalle. Tienen aplicación también en otras
situaciones en que deben efectuarse restituciones, como son las de acción de petición de
herencia (art. 1266 CC) y de la acción de nulidad (art. 1687 CC). Este precepto se remite a las
reglas generales, entendiéndose que son estas del art. 904 y sgts del CC.
Las prestaciones mutuas están reguladas en los arts. 904 y sgts del CC. Operan como una
manifestación del principio de la reparación del enriquecimiento sin causa.
7.2- Prestaciones del poseedor vencido al reivindicante:
a)- Restitución de la cosa (arts. 904 y 905 CC)
El art. 904 CC establece que la restitución de la cosa debe hacerse en el plazo que el juez
señale. Se trata de un caso excepcional de plazo judicial (art. 1494 inc. 2 CC).
b)- Indemnización de los deterioros que hubiere en la cosa (art. 906 CC)
Se debe distinguir entre poseedor vencido de mala fe o de buena fe, la que se considerará en el
momento en que se produjeron los deterioros (aplicando el art. 913 por analogía); debemos
tener presente además que después de la contestación de la demanda el poseedor de buena fe es
considerado de mala fe, porque ya sabe que su situación es discutible:
129
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> Poseedor de mala fe = Responde por los deterioros que por su hecho o culpa sufrió la cosa (a
contrario sensu, no será responsable de los deterioros ocasionados por caso fortuito o fuerza
mayor).
> Poseedor de buena fe = Solo responde de los deterioros cuando se aprovechó de los mismos
(por ejemplo, taló los bosques y vendió la madera de un predio que después debió restituir).
c)- Restitución de los frutos (arts. 907 y 913 CC)
También se distingue según se trate de poseedor de buena o mala fe:
> Poseedor de mala fe = Restituye los frutos naturales y civiles de la cosa, incluso aquellos que
pudo percibir el dueño con mediana inteligencia y actividad. Si no existen los frutos, deberá el
valor que tenían al momento de la percepción.
> Poseedor de buena fe = No está obligado a restituir los frutos percibidos antes de la
contestación de la demanda. Por los percibidos después de la contestación responde como
poseedor de mala fe.
Nota: la buena o mala fe se refiere al tiempo de la percepción (art. 913 CC).
d)- Indemnización de los gastos de custodia y conservación de la cosa durante el juicio
reivindicatorio.
De conformidad al art. 904 CC, esta obligación de indemnizar sólo pesa sobre el poseedor de
mala fe.
7.3- Prestaciones del reivindicante al poseedor vencido:
a)- Indemnización de los gastos ordinarios invertidos en la producción de frutos.
Solo se indemnizan los gastos ordinarios, no aquellos extraordinarios. Tanto el poseedor de
mala fe como el de buena fe, tienen derecho al pago de estos gastos (art. 907 CC).
b)- Indemnización por las mejoras introducidas en la cosa.
Se entiende por “mejora”, toda obra ejecutada para la conservación de la cosa, para aumentar su
valor o para fines de ornato o recreo. Se distinguen entonces 3 clases de mejoras: Necesarias;
Útiles y Voluptuarias.
El art. 908 CC se refiere a las mejoras necesarias. Los artículos 909, 910, 912 y 913 del CC a
las mejoras útiles. El art. 911 a las mejoras voluptuarias.
Para el pago de las mejoras, se atenderá a 2 factores: la buena o mala fe del poseedor vencido y
la calidad de las mejoras:
• En cuanto a las mejoras necesarias, prevalece la calidad de las mejoras sobre la buena o
mala fe del poseedor. Siempre el reivindicante debe abonar al poseedor vencido estas
mejoras (con algunas salvedades). Las mejoras necesarias pueden ser de 2 clases: Obras
materiales (art. 908 inc. 2 CC, como, por ejemplo, levantar una cerca para impedir las
depredaciones, o un dique para atajar las avenidas, o las reparaciones de un edificio
130
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
arruinado por un terremoto); y Obras inmateriales (art. 908 inc. 3 CC, como, por ejemplo, la
defensa judicial de la finca).
Para abonarlas al poseedor vencido, el CC distingue:
➢ Tratándose de las obras materiales: se abonarán al poseedor dichas expensas, siempre
que hayan sido realmente necesarias, pero reducidas a lo que valgan las obras al tiempo
de la restitución. Esto significa que el poseedor vencido probablemente no obtendrá un
reembolso completo de lo invertido, pues sus obras, con el tiempo, valdrán menos que al
tiempo en que fueron hechas.
➢ Tratándose de obras inmateriales: serán abonadas al poseedor vencido siempre que se
cumplan 2 requisitos, los cuales son 1)- En cuanto ellas hayan aprovechado al
reivindicador; y 2)- Se hubieren ejecutado con mediana inteligencia y economía.
• En cuanto a las mejoras útiles, en este caso, debemos distinguir entre poseedor de buena o
mala fe. En este caso, se atiende, para considerar al poseedor de buena o mala fe, al
momento en que fueron hechas las mejoras (art. 913 CC):
➢ Poseedor de buena fe: deben reembolsarle las mejoras útiles que ejecutó, encontrándose
de buena fe (art. 909 incs. 1 y 2 CC). El art. 909 inc. 3 CC da al reivindicante un derecho
optativo, según el cual puede elegir entre pagarle al poseedor de buena fe el valor de las
mejoras útiles (considerando dicho valor al tiempo de la restitución) o bien pagarle el
aumento de valor que la cosa hubiere experimentado.
➢ Poseedor de mala fe: no tiene derecho a que se le restituyan las mejoras útiles, pero el art.
910 CC lo autoriza a llevarse los materiales que hubiere invertido en la cosa, cumpliendo
con 2 requisitos: 1)- Que dichos materiales puedan separarse sin detrimento de la cosa
reivindicada; 2) Y en la medida que el reivindicante se niegue a pagar los valores de esos
materiales.
El art. 912 CC determina cuando se puede efectuar esta separación de los materiales. Se
deduce de esta norma que, si los materiales no pueden separarse sin detrimento de la cosa,
el poseedor de mala fe pierde estas mejoras.
131
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ACCIONES POSESORIAS:
1- Concepto de acciones posesorias (art. 916 CC): “Las acciones posesorias tienen por
objeto conservar o recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales
constituidos en ellos”.
El derecho real de herencia no puede ampararse por acción posesoria, desde el momento que es
una universalidad jurídica, pero nada impide que se pueda amparar un inmueble determinado de
la sucesión.
El art. 922 CC consagra la acción en favor del usufructuario, usuario y el habitador, quienes, si
bien son meros tenedores de la cosa, son poseedores de sus respectivos derechos.
132
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Por otra parte, se dice que entre comuneros no puede entablarse acción posesoria, puesto que,
entre ellos, en opinión importante de la doctrina y de la jurisprudencia, no corre prescripción.
Respecto de los bienes nacionales de uso público, como no pueden ganarse por prescripción, ni
siquiera pueden poseerse, se ha concluido que no procede acción posesoria. Pero a su vez, si un
particular adquiere un derecho de uso y goce sobre ellos, de parte de la autoridad, puede
proteger ese derecho (para algunos real) con la correspondiente acción posesoria (teoría de los
derechos reales administrativos).
5- Requisitos de las acciones posesorias:
A- SER POSEEDOR
La exigencia deriva de la naturaleza y fines de estas acciones. No se exige ser poseedor regular;
la protección alcanza tanto a la posesión regular como a la irregular. Debe reunir ciertas
condiciones que le impone el art. 918 CC, las cuales son que la posesión ha de ser tranquila,
ininterrumpida y por 1 año a lo menos, según el art. 920 CC este año se cuenta hacia atrás desde
la fecha del embarazo o despojo de la posesión. No es necesario que el poseedor cumpla este
plazo por si solo, ya que puede agregar las posesiones de sus antecesores (art. 920 inc. final). Al
exigirse posesión tranquila se niega protección a la posesión violenta. No se hace expresa
referencia a que deba ser pública, pero la jurisprudencia lo ha impuesto.
B- COSA SUSCEPTIBLE DE ACCIÓN POSESORIA
Lo son los bienes raíces y los derechos reales constituidos en ellos (art. 916 CC), en los que
debe tenerse en cuenta la regla del art. 922 CC y la exclusión de las servidumbres discontinuas
y continuas inaparentes (arts. 917 y 882 CC).
C- DEBE INTERPONERSE EN TIEMPO OPORTUNO
Tras exigirse 1 año de posesión para tener acción posesoria, se concede el mismo plazo para
ejercitarla.
En cuanto al cómputo del plazo, distingue la ley entre acciones tendientes a “conservar” y
aquellas cuya finalidad es “recuperar” la posesión. Las primeras prescriben al cabo de 1 año
contado desde el acto de molestia o embarazo; las segundas al cabo de 1 año contado desde que
el poseedor anterior ha perdido la posesión.
En caso de nueva posesión violenta, el año se cuenta desde el último acto de violencia, en el
caso de posesión clandestina, desde que ésta cesa.
La prescripción de las acciones posesorias, por ser plazo especial, no se suspende (art. 2524
CC) en favor de las personas indicadas en el art. 2509 CC.
En casos de actos de turbación reiterados, si cada uno configura una molestia de naturaleza
distinta, el plazo se contará individualmente para cada caso. Si se trata de actos reiterados de
una misma turbación, se ha discutido si se ha de contar desde el último o desde el primero de
tales actos.
133
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
134
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
135
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
136
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
137
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
SECCIÓN 3: OBLIGACIONES
CAPITULO 1: NOCIONES PRELIMINARES RESPECTO DE LAS OBLIGACIONES
Las obligaciones se encuentran reguladas en el Libro IV del CC llamado “De las obligaciones en
general y de los contratos”.
138
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CONCEPTOS DE OBLIGACIÓN:
Nota: El CC no ha definido lo que es una obligación, es la doctrina la que ha definido que debemos
entender como obligación.
Concepto tradicional: “Vinculo jurídico entre sujetos determinados en que una parte
denominada deudor se encuentra en la necesidad de dar, hacer o no hacer algo en favor de la
otra llamada acreedor”.
El profesor Fueyo, al mirar esta definición dice que tradicionalmente las definiciones que la
doctrina ha dado a la voz obligación tienen en común la subordinación del deudor hacia el acreedor,
en un plano inclinado en que los derechos son todos del acreedor, y los deberes corresponden todos
al deudor. Agrega que la tendencia actual es corregir este criterio absolutista, reconociéndose
derechos al deudor y a la imposición de deberes al acreedor. Ello lo lleva a definir la obligación
como “una relación de derecho entre dos o más personas, en cuya virtud una parte tiene el
deber jurídico de satisfacer una prestación determinada en favor de otra, a la vez que el
derecho a que el poder del acreedor no se exceda en sus límites, y a ser liberada al tiempo del
cumplimiento, y la otra parte la facultad de exigir tal prestación, aun coercitivamente, a la vez
que el deber de no excederse en su pretensión”.
ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN:
La obligación tiene 3 elementos:
1- Los sujetos
Los sujetos constituyen el elemento subjetivo de las obligaciones.
Sujeto activo → Acreedor → Tiene el crédito (o derecho personal)
Sujeto pasivo → Deudor → Tiene la obligación
139
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Tanto el acreedor como el deudor pueden ser una o varias personas, se aplica por tanto el
concepto de “parte”. Tanto el acreedor como el deudor pueden ser indistintamente personas
naturales o jurídicas. Son sujetos que deben estar determinados y esa determinación ocurre en la
fuente de la obligación, ya que esta califica quienes son en definitiva los sujetos tanto activo
como pasivo.
2- El objeto
Este constituye el elemento objetivo de las obligaciones.
El objeto de la obligación es la “prestación” (art. 1460 CC), la que puede consistir en un dar,
hacer o no hacer. Es decir, que el objeto de la obligación es aquello que en virtud de la
obligación el deudor debe dar, hacer o no hacer (aquello que en virtud el deudor se ve
obligado).
3- El vínculo jurídico
El vínculo jurídico constituye el elemento formal de las obligaciones.
El que se trate de un vínculo “jurídico” significa que es no es un vínculo cualquiera, sino que es
un vínculo que está protegido y reconocido por el derecho.
Este vínculo presenta 2 características:
a- Es excepcional = Significa que no es común que las personas estén vinculadas con otras
mediante obligaciones.
b- Es temporal = Lo que significa que los vínculos jurídicos están construidos bajo la noción
de que ellos se van a agotar en algún momento (se suelen citar como excepciones a esta
temporalidad, algunos contratos como el matrimonio, la renta vitalicia, entre otros).
140
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o más personas, como en los
contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la persona que se obliga, como en la
aceptación de una herencia o legado y en todos los cuasicontratos; ya a consecuencia de un
hecho que ha inferido injuria o daño a otra persona, como en los delitos o cuasidelitos; ya por
disposición de la ley, como entre los padres e hijos sujetos a patria potestad”.
En resumen, para nuestro CC, las fuentes de las obligaciones son 5 (clasificación pentapartita o
clásica):
1) El contrato = “Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con
otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas personas” (art.
1438 CC).
El concepto del art. 1438 del CC se critica, ya que hace sinónimos el contrato y la convención,
siendo que son diferentes, ya que el contrato solo crea, mientras que la convención crea,
modifica y extingue. También se le critica que usa la palabra “acto” siendo que el CC cuando
usa esta palabra lo hace para referirse a los actos jurídicos unilaterales, cuando el contrato es
siempre un acto jurídico bilateral. Y finalmente se critica, ya que confunde el objeto del
contrato con el objeto de la obligación, ya que el objeto del contrato es crear derechos y
obligaciones, mientras que el objeto de la obligación es la prestación que puede consistir en dar,
hacer o no hacer.
2) El cuasicontrato = “Hecho unilateral, voluntario, licito y no convencional que genera
derechos y obligaciones”
El CC no define al cuasicontrato, quien lo hace es la doctrina, se puede desprender el concepto
de los arts. 1437 y 2284 del CC.
El art. 2285 CC dice que hay 3 principales cuasicontratos, los cuales son: la agencia oficiosa, el
pago de lo no debido y la comunidad. Sin embargo, también por los autores se citan como
cuasicontratos: la aceptación de un herencia o legado (en virtud del art. 1437 CC); y el depósito
necesario (en virtud del art. 2238 CC).
3) El delito = “Acto ilícito intencional y perjudicial”
141
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
142
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Peñailillo señala que “se entiende por obligación de medio aquella cuya prestación consiste en el
despliegue de una actividad del deudor dirigida a proporcionar cierto objeto, interés o resultado al
acreedor”, agregando que en la obligación de medio es una actividad o cierto comportamiento lo
que constituye la sustancia de la prestación, señala que en este tipo de obligaciones el resultado no
forma parte directa de la prestación; y Peñailillo dice que se entiende por obligación de resultado
“aquella en la cual el deudor se obliga a proporcionar en forma directa e inmediata, la satisfacción
de un interés del acreedor, mediante la obtención de un resultado, el cual integra la prestación”.
La distinción cobra importancia para saber cuándo la obligación se va a entender cumplida o
incumplida. La de resultado esta incumplida cuando el deudor no ha proporcionado al acreedor el
resultado al que se comprometió. En cambio, en la de medios el deudor incumple cuando no actúa
con la diligencia debida. El problema es precisar cuál es el comportamiento debido, y a quien
incumbe la prueba ¿debe el acreedor probar que el deudor fue negligente? O, por el contrario, ¿es el
deudor el que debe probar que no fue negligente? Según este autor, tanto en las obligaciones de
medio como en las de resultado, corresponde al deudor probar el cumplimiento. Sin embargo, el
contenido de la prueba en ambos casos es distinto: en las de medio sólo se debe probar que se actuó
con diligencia (y con ello queda liberado de responsabilidad porque cumplió), en cambio, en las de
resultado, es dudoso que la sola ausencia de culpa libere al deudor.
La Corte de Apelaciones de Santiago en sentencia del 31 de enero de 2002, rechazó la distinción
entre obligaciones de medio y de resultado, señalando que “es desconocida en el CC y tampoco la
acepta la doctrina (Alessandri y Abeliuk) por cuanto la disposición del art. 1547 CC presume la
culpa contractual sin hacer diferencias…”
Alejandro García González acepta esta clasificación y concluye:
➢ Que a las obligaciones de medios y de resultado se aplican las mismas normas de la carga
de la prueba, cuyos principios se extraen del art. 1698 CC.
➢ Que la presunción de culpa establecida en el art. 1547 CC no es ningún obstáculo para el
reconocimiento de la distinción, porque el presupuesto normativo para su aplicación es la
existencia del incumplimiento, que, en caso del cumplimiento imperfecto de las
obligaciones de medios, se identifica con la culpa.
➢ Que la prueba del incumplimiento de una obligación siempre corresponde al acreedor que
demanda indemnización de perjuicios, cualquiera sea la clase de obligación y cualquiera
sea el tipo de infracción.
➢ La prueba del cumplimiento imperfecto en una obligación de medios no escapa a esta
regla general y, debido a ello, es que corresponde al acreedor que pretende el
cumplimiento por equivalencia, acreditar la culpa del deudor, como forma específica de
una infracción de medios.
➢ La prueba de la diligencia sólo es relevante en las obligaciones de medio como prueba de
pago, y no como causal de exoneración de responsabilidad.
143
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
“de sujeto pasivo ambulatorio”). Ese cambio se produce de pleno derecho automáticamente, sin
necesidad de estipulación o declaración alguna”. Estas obligaciones se caracterizan porque la
persona del deudor queda determinada por su calidad de dueño, poseedor o titular de un derecho
real sobre una cosa, de manera que la obligación se traspasa junto con ella o con el derecho real en
que incide. Un ejemplo de este tipo de obligaciones lo encontramos en el art. 4 inc. 4 de la ley
19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria: “la obligación del propietario de una unidad por los gastos
comunes seguirá siempre al dominio de su unidad, aun respecto de los devengados antes de su
adquisición...”
Creemos útil consignar que la obligación compete no sólo al propietario, sino también al poseedor
de la cosa o de un derecho real limitado sobre ella. La calidad de mero tenedor no es bastante para
imponer este tipo de obligaciones.
Tres observaciones nos parecen de interés:
➢ Que la obligación propter rem, como toda obligación, se puede hacer efectiva no sólo en
la cosa que la motiva, sino en todo el patrimonio del deudor.
➢ Que el deudor puede liberarse abandonando o renunciando la cosa, siempre que ello lo
haga antes del incumplimiento.
➢ Que, aunque se ha discutido, por la relación que tienen con los derechos reales, no pueden
ser creadas por las partes, siendo su única fuente la ley.
144
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
145
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1) Que la obligación sea de dar, hacer o no hacer determinara cuales son los requisitos que
debe reunir el objeto (art. 1461 CC)
2) Sirve para determinar la naturaleza jurídica de las acciones, es decir, si las acciones son
muebles o inmuebles. Si es que se trata de una obligación de dar, las acciones van a ser
muebles o inmuebles dependiendo de lo que haya que dar; y cuando las obligaciones
sean de hacer o no hacer, las acciones siempre serán muebles, ya que en virtud del art.
581 CC los hechos que se deben se reputan muebles.
146
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
147
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
A estas dos funciones se puede agregar una tercera: servir de medio de pago, si bien ésta
podemos considerarla incluida en la primera (servir de instrumento de cambio).
3- Concepto y características del dinero:
El dinero ha sido definido como “aquella cosa mueble, fungible y divisible -metal o papel- que
el comercio utiliza como medio de cambio e instrumento de pago y que constituye el medio de
determinar el valor de los demás bienes”.
Bajo la denominación de dinero entendemos no sólo la moneda en si sino también los
instrumentos representativos de dinero.
En cuanto a su objeto, el dinero presenta las siguientes características que, por su fácil
constatación, no requieren de ningún comentario adicional: constituye un género, es un bien
mueble, fungible, consumible, divisible. Estas características se traspasan a las obligaciones de
dinero, resultando así que éstas son obligaciones muebles, de bienes fungibles, consumibles y
divisibles.
4- Función que cumple el dinero en las obligaciones:
El dinero actúa de varias formas en las obligaciones:
Como precio= y así tenemos, por ejemplo, que en la compraventa el art. 1793 CC define al
precio como “el dinero que el comprador da por la cosa vendida”.
Como renta o fruto civil= y desde ese ángulo y aplicando el art. 790 CC, se dice que se
devengan día a día.
Como capital= en el contrato de sociedad (art. 2055 CC).
Como retribución= en ciertos contratos, y así el art. 2158 CC obliga al mandante a pagar al
mandatario “la remuneración estipulada o la usual”.
Como bien de reemplazo de la prestación de una obligación que no puede cumplirse en
especie= como ocurre con la persona que tiene una obligación de dar una especie o cuerpo
cierto y ésta perece por su culpa, caso en que la obligación subsiste, pero varia de objeto,
quedando el deudor obligado a pagar el precio de la cosa (art. 1672 CC).
5- Efectos de la mora de las obligaciones de dinero:
Dadas las características especiales de las obligaciones de dinero, el CC ha dado normas
especiales para avaluar los perjuicios en el caso de su incumplimiento (art. 1559 CC).
6- Diferencia entre deudas de dinero y deudas de valor:
No debe confundirse una deuda de dinero con una deuda de valor. En la primera, según hemos
visto, el deudor está obligado a entregar o restituir una suma de dinero. En las segundas, en
cambio, se debe algo que no es dinero pero que para su pago se avalúa en dinero, por ser este
una común medida de valores. Así, la obligación que tiene el mutuario de devolver la suma que
recibió en préstamo es un típica obligación de dinero. Lo mismo la de pagar el precio de la cosa
148
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
149
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
establezca. En nuestro derecho son fuentes de las obligaciones las que en forma taxativa
enumeran los artículos 1437 y siguientes del Código Civil, en ninguna de las cuales está la
depreciación monetaria”.
El DL N° 455 del año 1974, que reguló por primera vez en Chile las obligaciones de crédito de
dinero, derogó el artículo 2199. Sin embargo, ello no ha significado que se pase del sistema
nominalista al sistema valorista. Seguimos en el primero, si bien se han dictado normas que
para ciertas deudas han establecido reajustabilidad, atenuándose, de esta forma, los
inconvenientes del nominalismo. Así, ha ocurrido, por ejemplo, con la ley 18.802 del año 1989,
que cambió el criterio para el pago de las recompensas generadas en el caso de cónyuges
casados en régimen de sociedad conyugal, al establecer en el art. 1734 CC que “Todas las
recompensas se pagarán en dinero, de manera que la suma pagada tenga, en lo posible, el
mismo valor adquisitivo que la suma invertida al originarse la recompensa”. La disposición
agregó “el partidor aplicará esta norma de acuerdo a la equidad natural”.
Hay muchos otros buenos ejemplos de cómo el legislador va incorporando el valorismo con el
objeto de evitar los graves inconvenientes del nominalismo.
10- Situación actual:
Abeliuk resume la situación actual señalando que el principio nominalista sigue siendo la regla
general en materia de obligaciones, aplicándose algún sistema de reajuste cuando la ley, la
convención o la resolución judicial así lo establecen.
Es importante consignar que, en responsabilidad extracontractual, fue una de las primeras
materias en que las decisiones judiciales acogieron la tesis valorista. Para ello, se fundaron en el
art. 2329 CC según el cual debe indemnizarse “todo daño”, lo que implica que para que la
indemnización sea completa debe pagarse en moneda de valor reajustado.
La Corte de Concepción, en sentencia de 27 de mayo de 1969, sentó jurisprudencia en orden a
que “la indemnización de perjuicios proveniente de la responsabilidad extracontractual debe
compensarse no sólo en la forma monetaria nominal, sino que ella debe abarcar los que
provengan de la desvaloración monetaria que se haya producido desde la fecha en que los daños
fueron causados hasta la fecha de la dictación de la sentencia de término”.
Posteriormente se fue abriendo camino la idea de reajustabilidad en otras materias como, por
ejemplo, en lo relativo a las prestaciones mutuas en materia de nulidad; en la lesión enorme; etc.
11- Obligaciones de dinero. Obligaciones de crédito de dinero:
Ya hemos dicho que obligación de dinero es aquella en que lo debido es dinero. Pues bien,
dentro de este género -obligaciones de dinero- existe un tipo que en Chile se encuentra
especialmente regulado en la ley 18.010, que son las llamadas obligaciones de dinero que
provienen de una operación de crédito de dinero.
El art. 1 inc. 1 de la ley 18.010 define las operaciones de crédito de dinero, señalando que “Son
operaciones de crédito de dinero aquellas por las cuales una de las partes entrega o se obliga a
150
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
entregar una cantidad de dinero y la otra a pagarla en un momento distinto de aquel en que se
celebra la convención”.
De acuerdo a esta definición lo que caracteriza a la operación de crédito de dinero son 3
elementos:
a- Que una parte entregue o se obligue a entregar una cantidad de dinero.
b- Que la otra restituya dinero
c- Que el pago se haga en momento distinto al de la celebración de la convención
Respecto al primer requisito, debe tenerse presente que “constituye también operación de
crédito de dinero el descuento de documentos representativos de dinero, se a que lleve o no
envuelta la responsabilidad del cedente” y que “se asimilan al dinero los documentos
representativos de obligaciones de dinero pagaderos a la vista, a un plazo contado desde la vista
o a un plazo determinado” (art. 1 incs. 2 y 3 ley 18.010).
No se aplican las normas de la ley sobre operaciones de crédito de dinero a las operaciones de
crédito de dinero correspondientes a contratos aleatorios, arbitrajes de monedas a futuro,
préstamo marítimo o avío minero (art. 1 inc. final ley 18.010).
12- La reajustabilidad de una obligación dineraria:
La ley no ha prohibido ni tampoco autorizado en forma general la reajustabilidad de las
obligaciones de dinero. De consiguiente, la conclusión es que las partes pueden acordar
cláusulas de reajustabilidad, adoptando al efecto las que juzguen adecuadas (UF, IPC, UTM,
UTA, etc.)
13- La reajustabilidad en las operaciones de crédito de dinero:
Artículo 3° ley 18.010 = “En las operaciones de crédito de dinero en moneda nacional en que
no tenga la calidad de parte alguna empresa bancaria, caja de compensación de asignación
familiar, compañía de seguros o cooperativa de ahorro y crédito, o cualquier otra institución
colocadora de fondos por medio de operaciones de crédito de dinero de manera masiva, según
se define en el artículo 31 de esta ley, podrá convenirse libremente cualquier forma de reajuste.
Si se hubiere pactado alguno de los sistemas de reajuste autorizados por el Banco Central de
Chile y éste se derogare o modificare, los contratos vigentes continuarán rigiéndose por el
sistema convenido, salvo que las partes acuerden sustituirlo por otro”.
14- El deudor de una operación de crédito de dinero puede anticipar su pago (prepago):
Artículo 10 ley 18.010 = “Los pagos anticipados de una operación de crédito de dinero, serán
convenidos libremente entre acreedor y deudor.
Sin embargo, en las operaciones de crédito de dinero cuyo importe en capital no supere el
equivalente a 5.000 unidades de fomento, el deudor que no sea una institución fiscalizada por
la Comisión para el Mercado Financiero o el Fisco o el Banco Central de Chile, podrá
anticipar su pago, aun contra la voluntad del acreedor, siempre que:
151
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
152
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
153
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
fueren pagados, no pueden repetirse ni imputarse al capital (art. 2208 CC). Algunos entienden
que existiría aquí una verdadera obligación natural.
En las operaciones de crédito de dinero la regla se invierte, pues no se presume la gratuidad, y
salvo disposición de la ley o pacto en contrario, devengan interés corriente, que se calcula sobre
el capital o el capital reajustado (art. 12 ley 18.010).
18.1- Clases de intereses: Los intereses admiten distintas clasificaciones =
a)- Estipulados por las partes o fijados por la ley (ejemplos: art. 12 ley 18.010; art. 1559 CC;
art. 80 ley 18.092).
b)- Interés por el uso del dinero e intereses penales
Intereses por el uso son aquellos que se devengan durante la vigencia del crédito. Limites: art.
2206 CC y art. 8 ley 18.010.
Intereses penales o moratorios son aquellos que se originan por la mora del deudor en pagar una
obligación de dinero. Limites: art. 1544 inc. 3 CC y art. 8 y 16 ley 18.010.
c)- Intereses legales, corrientes y convencionales
Hoy día el interés corriente y el legal se confunden, en virtud de lo dispuesto en el art. 19 de la
ley 18.010. “…se aplicará el interés corriente en todos los casos en que las leyes u otras
disposiciones se refieran al interés legal o al máximo bancario”.
c.1)- Interés legal:
La ley 18.010 dispuso en su artículo 19 que se debe aplicar el interés corriente en todos los
casos en que las leyes u otras disposiciones se refieran al interés legal o al máximo bancario,
tenemos que concluir que en la actualidad el interés legal ha pasado a ser el interés corriente. Se
han identificado ambos términos.
c.2)- Interés corriente:
No hay una norma que lo defina en términos amplios, sino únicamente para las operaciones de
crédito de dinero (art. 6 ley 18.010). Se acostumbra a definirlo como aquel que se cobra
habitualmente en una plaza determinada. En la práctica, para el cálculo del interés corriente se
aplica el que define el art. 6 de la ley 18.010, para las operaciones de crédito de dinero, lo que
resulta razonable pues es el que se cobra generalmente en la plaza.
Art. 6 ley 18.010 = “Tasa de interés corriente es el promedio ponderado por montos de las
tasas cobradas por los bancos establecidos en Chile, en las operaciones que realicen en el país,
con exclusión de las comprendidas en el artículo 5º. Corresponde a la Comisión para el
Mercado Financiero determinar las tasas de interés corriente, pudiendo distinguir entre
operaciones en moneda nacional, reajustables o no reajustables, en una o más monedas
extranjeras o expresadas en dichas monedas o reajustables según el valor de ellas, como
asimismo, por el monto de los créditos, no pudiendo establecerse más de dos límites para este
efecto, o según los plazos a que se hayan pactado tales operaciones. Cada vez que la Comisión
154
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
para el Mercado Financiero, en virtud de lo señalado en este inciso, establezca límites nuevos
o modifique los existentes deberá, mediante resolución fundada, caracterizar los segmentos de
crédito considerados, especificando el volumen, tasas de interés corrientes y tasas de interés
habituales de operaciones efectivas y sustitutas, entre otros aspectos relevantes. Al crear o
modificar un límite, la Comisión podrá usar como referencia para establecer la tasa de interés
corriente de cada segmento nuevo o modificado, la tasa de una o un conjunto de operaciones
financieras que, combinadas, logren un perfil de pagos similar al que tendrían las operaciones
del segmento nuevo o modificado. En caso de usar tal referencia, deberá hacerlo por un plazo
máximo de doce meses prorrogable por una sola vez.
Los promedios se establecerán en relación con las operaciones efectuadas durante cada mes
calendario y las tasas resultantes se publicarán en la página web de la Comisión para el
Mercado Financiero y en el Diario Oficial durante la primera quincena del mes siguiente, para
tener vigencia hasta el día anterior a la próxima publicación.
Para determinar el promedio que corresponda, la Comisión podrá omitir las operaciones
sujetas a refinanciamientos o subsidios u otras que, por su naturaleza, distorsionen la tasa del
mercado.
No podrá estipularse un interés que exceda el producto del capital respectivo y la cifra mayor
entre: 1) 1,5 veces la tasa de interés corriente que rija al momento de la convención, según
determine la Comisión para cada tipo de operación de crédito de dinero, y 2) la tasa de interés
corriente que rija al momento de la convención incrementada en 2 puntos porcentuales anuales
ya sea que se pacte tasa fija o variable. Este límite de interés se denomina interés máximo
convencional.
No se podrá cobrar intereses por sobre aquella parte de la deuda que ya esté pagada”.
c.3)- Interés convencional:
Interés convencional es el que las partes contratantes acuerdan.
Art. 6 inc. penúltimo ley 18.010 = “No podrá estipularse un interés que exceda el producto del
capital respectivo y la cifra mayor entre: 1) 1,5 veces la tasa de interés corriente que rija al
momento de la convención, según determine la Comisión para cada tipo de operación de
crédito de dinero, y 2) la tasa de interés corriente que rija al momento de la convención
incrementada en 2 puntos porcentuales anuales ya sea que se pacte tasa fija o variable. Este
límite de interés se denomina interés máximo convencional”.
→ sanción del que pacta un interés superior al máximo permitido
Art. 2206 CC = “El interés convencional no tiene más limites que los que fueren designados
por ley especial; salvo que, no limitándolo la ley, exceda en una mitad al que se probare haber
sido interés corriente al tiempo de la convención, en cuyo caso será reducido por el juez a
dicho interés corriente”.
Art. 8 ley 18.010 = “Se tendrá por no escrito todo pacto de intereses que exceda el máximo
convencional, y en tal caso los intereses se reducirán al interés corriente que rija al momento
155
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
156
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
realizar la prestación que constituye su objeto, careciendo el acreedor de acción para exigir tal
cumplimiento”.
Art. 1470 CC = “Las obligaciones son civiles o meramente naturales.
Civiles son aquellas que dan derecho para exigir su cumplimiento.
Naturales las que no confieren derecho para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas
autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas.
Tales son:
1° Las contraídas por personas que, teniendo suficiente juicio y discernimiento, son, sin
embargo, incapaces de obligarse según las leyes, como los menores adultos;
2° Las obligaciones civiles extinguidas por prescripción;
3° Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la ley exige para que
produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado, impuesto por un testamento que no se
ha otorgado en la forma debida;
4° Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de prueba
Para que no pueda pedirse la restitución en virtud de estas cuatro clases de obligaciones, es
necesario que el pago se haya hecho voluntariamente por el que tenía la libre administración
de sus bienes”.
Nota: Las obligaciones naturales tienen como fundamento el reconocimiento de la conciencia
individual, fomentando la honradez y la palabra empeñada.
B.1- Taxatividad del art. 1470 del Código Civil:
Siendo las obligaciones naturales excepcionales, no hay más que las que la ley contempla.
¿Significa lo anterior que no hay más obligaciones naturales que las que indica el artículo 1470
del CC?
Claro Solar estima que el art. 1470 CC es taxativo, y da como razones las siguientes:
> Que el artículo antes de hacer la enumeración emplea la frase “tales son”, frase que importa
taxatividad, significa lo mismo que “estas son”, o la expresión “a saber”.
> El pensamiento del autor del CC es claro en el sentido de determinar y señalar las
obligaciones que calificaba como naturales.
> El art. 2296 del CC hace referencia a las obligaciones naturales mencionándolas como las
“enumeradas en el artículo 1470”, demostrando con ello que no hay otras.
En general se ha impuesto la tesis de que la enumeración del art. 1470 del CC no es taxativa.
Alessandri, Vodanovic, Stitchkin, Fueyo y Barros Errazuriz, entre otros, dicen que el art. 1470
no es taxativo, por los siguientes motivos:
157
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> El artículo 1470 las define, por lo que siempre que nos encontremos frente a una situación
que corresponda a esa definición estaremos ante una obligación natural.
> Porque la expresión “tales son” no significa taxatividad, sino ejemplificación.
Si bien la mayoría de la doctrina está de acuerdo en que el artículo 1470 no es taxativo, no hay
unanimidad sobre cuáles serían los otros casos de obligaciones naturales no comprendidos en el
art. 1470. Se mencionan varios:
1)- La multa en los esponsales (art. 99 CC). Si celebrado el contrato de esponsales se ha
estipulado multa para el caso de que uno de los esposos no lo cumpla, no podrá reclamarse la
multa, pero si se hubiere pagado no podrá pedirse su devolución.
2)- Lo dado por un objeto o causa ilícita a sabiendas. Ello, por cuanto el art. 1468 CC señala
que “no podrá repetirse lo que se haya dado o pagado por un objeto o causa ilícita a sabiendas”.
3)- Situación del deudor que paga más allá de lo que debe por gozar del beneficio de inventario
(art. 1247 CC) o del beneficio de competencia (art. 1625 CC). En ambos casos el deudor tiene
limitada su responsabilidad. Sin embargo, si paga más allá de ese límite, no tiene derecho a
obtener la devolución de lo indebidamente pagado.
4)- Pago de intereses no estipulados (art. 2208 CC).
5)- Pago de una deuda de juego o apuesta en que predomina la inteligencia: el juego y la
apuesta no producen acción, sino solamente excepción (art. 2260 CC).
B.2- Clasificación doctrinaria de las obligaciones naturales:
b.2.1- Obligaciones nulas o rescindibles (art. 1470 N°1 y N°3)
Estamos frente a obligaciones que tienen su origen en un acto que tiene un vicio de nulidad,
absoluta o relativa. Pero no cualquier vicio, sino los señalados en el art. 1470 N°1 y N°3.
Caso del art. 1470 N°1 = “Las contraídas por personas que, teniendo suficiente juicio y
discernimiento, son, sin embargo, incapaces de obligarse según las leyes, como los menores
adultos”. (En este caso hay nulidad relativa por falta de formalidad habilitante).
Respecto de esta causal, cabe señalar que está referida a los incapaces relativos, jamás a los
absolutos porque estos últimos no tienen suficiente juicio y discernimiento y además porque de
acuerdo al art. 1447 inc. 2 “sus actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten
caución”. Los incapaces relativos hoy en día son los menores adultos y los disipadores
interdictos (art. 1447 inc. 3 CC). Pues bien, ¿a qué incapaces relativos se refiere el artículo 1470
N°1? Respecto de los menores adultos no hay dudas que quedan comprendidos. El caso
controvertido es el de los disipadores. En efecto, Vodanovic, Abeliuk y Alessandri creen que no
se les aplica la norma porque están interdictos justamente por no tener suficiente juicio y
discernimiento. Opinión contraria sustentan Claro Solar y Stitchkin. Para este último el
disipador no es un enajenado mental sino un individuo que administra sus bienes en forma
imprudente. Por ello tiene suficiente juicio y discernimiento y le es aplicable la norma.
158
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El problema es que el artículo 1470 menciona a los menores adultos a modo de ejemplo, y
como hoy en día no hay más incapaces relativos que los menores adultos y los disipadores en
interdicción de administrar lo suyo, si eliminamos de la norma a estos últimos, la referencia,
que a modo de ejemplo hace el artículo 1470 N°1, pasa a ser taxativa.
Sobre esta primera causal, cabe señalar que si la obligación es nula por otras razones: error,
fuerza, dolo, etc. No hay obligación natural, sino una obligación civil nula, por lo que declarada
la nulidad deberá restituirse lo dado o pagado en virtud de ella, de acuerdo a las reglas generales
(art. 1687 CC).
¿Desde cuándo la obligación es natural? ¿Desde que nace o desde que se declara la nulidad?
Alessandri, Fueyo y Stitchkin, sostienen que sólo hay obligación natural desde que se declara la
nulidad, pues antes la obligación es válida y produce todos sus efectos. Otros, como Abeliuk,
Claro Solar y Vodanovic y algunos fallos antiguos sostienen que la obligación natural existe
desde que el acto se celebró por los incapaces relativos. Así lo habría sostenido también
Somarriva.
Alessandri funda su opinión en que con arreglo a los artículos 1684 y 1687, la nulidad no
produce efectos jurídicos entre las partes ni respecto de terceros, sino en virtud de sentencia
judicial que la declare y agrega que mientras la sentencia no sea dictada, el acto goza de la
presunción legal de que es válido y que se ha ajustado a la ley en su celebración.
La opinión contraria se apoya en las siguientes consideraciones:
➢ El artículo 1470 N°1 dice “la contraídas”, lo que demuestra que la obligación se contrajo
como natural.
➢ El artículo 2375 N°1 niega la acción de reembolso al fiador que ha pagado al acreedor
cuando la obligación del deudor principal es puramente natural y no se ha validado por la
ratificación o por el lapso de tiempo. Y sólo pueden validarse las obligaciones antes de
que se declare la nulidad. Una vez declarada, no cabe validarlas sino contraerías de
nuevo.
Por las razones recién dadas y porque el art. 1470 N°1 no habla de obligaciones nulas, nos
pronunciamos por la segunda opción. En este sentido algunos fallos.
La discusión tiene importancia porque de seguirse la primera opinión “todo deudor que pague
una de estas obligaciones antes de producirse la sentencia judicial que la declare nula, paga una
obligación civil, aunque los vicios que la hicieron anulable o rescindible hayan desaparecido”.
Caso del art. 1470 N°3 = “Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la
ley exige para que produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado, impuesto por un
testamento que no se ha otorgado en la forma debida”. (en este caso hay nulidad absoluta
por falta de solemnidad).
Esta norma presenta dos problemas: 1) Determinar a qué clase de actos se refiere; y 2)- Precisar
desde qué momento existe la obligación natural.
159
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
160
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- Antes de que se declare existe una obligación civil, aunque haya trascurrido el plazo de
prescripción.
b- De seguirse la tesis contraria se confunden 2 instituciones: la renuncia de la prescripción y
el cumplimiento de una obligación natural.
Caso del art. 1470 N°4 = “Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de prueba”.
Aquí se trata de obligaciones que fueron civiles pero que no fueron reconocidas en juicio por
falta de prueba. Se trata de obligaciones que nacieron perfectas, pero demandado el deudor, el
acreedor no logró acreditar su existencia. Es decir, no solo se refiere a la falta total de prueba,
sino también puede ser que la prueba no fue satisfactoria.
Para que nos encontremos en este caso, deben cumplirse los siguientes requisitos:
1)- Que haya habido un pleito demandándose el pago de la obligación.
2)- Que el deudor haya ganado el pleito, es decir, que no haya sido condenado a pagar.
3)- Que la absolución se deba a que el acreedor no pudo probar la existencia de la obligación, lo
que genera que pierda su acción como consecuencia de la “cosa juzgada”, ya que no podrá
volver a ventilarse el mismo asunto ante el tribunal.
B.3- Efectos de las obligaciones naturales:
1)- No dan derecho para exigir su cumplimiento
2)- Dan derecho al acreedor a retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas
Para que esto opere se deben reunir 3 requisitos:
i)- El pago debe ser hecho voluntariamente → Efectuado de manera libre y espontanea por el
deudor y a sabiendas de la falta de acción del acreedor.
ii)- Debe hacerse por quien tenga libre administración de sus bienes → Capacidad de
disposición.
iii)- Debe hacerse conforme a la ley → Aplicación de los principios generales del derecho.
3)- Pueden ser novadas
La novación “es la substitución de una nueva obligación a otra anterior, la cual queda por tanto
extinguida” (art. 1628 CC).
La obligación natural es causa suficiente para el pago, puede serlo de una novación y
reemplazarse una obligación natural por una civil y viceversa. Al cabo, la novación no es sino
un pago con obligaciones.
El art. 1630 dispone que “para que sea válida la novación es necesario que tanto la obligación
primitiva como el contrato de novación, sean válidos, a lo menos naturalmente”.
161
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
162
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
B- OBLIGACIONES ACCESORIAS: “Son aquellas que tienen por objeto asegurar de una
obligación principal, de manera que no pueden subsistir sin ella”.
IMPORTANCIA DE ESTA CLASIFICACIÓN =
Tiene importancia esta distinción por cuanto “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”. Y
ello es relevante porque si se extingue la obligación principal, se extingue la obligación
accesoria por vía de consecuencia. Aplicación de este principio es el art. 1536 CC, según el cual
“la nulidad de la obligación principal acarrea la de la cláusula penal…”
También importa la distinción, para los efectos de la prescripción, pues la obligación accesoria
prescribe junto con la obligación principal. Así lo dice el art. 2516 CC: “La acción hipotecaria,
y las demás que proceden de una obligación accesoria, prescriben junto con la obligación a
que acceden”.
163
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
164
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4)- Si los deudores o los acreedores son varios, se aplica la regla del artículo 1526 N°6, esto es,
deben hacer la elección de consuno.
b.2.2- Elección en las obligaciones alternativas:
La elección por regla general corresponde al deudor, a menos que se haya pactado lo contrario
(art. 1500 inc. 2 CC).
Tiene importancia saber a quién corresponde la elección, para los siguientes efectos:
a)- Si la elección es del deudor =
i)- El acreedor no puede exigir determinadamente una de las cosas debidas (art. 1501 CC)
ii)- Puede el deudor a su arbitrio enajenar o destruir cualquiera de las cosas que
alternativamente debe mientras subsista una de ellas (art. 1502 inc. 1 CC)
b)- Si la elección es del acreedor =
i)- Podrá demandar cualquiera de las cosas debidas (art. 1501 a contrario sensu CC)
ii)- Si entre las cosas debidas hay especies o cuerpos ciertos, el deudor tiene a su respecto la
obligación de cuidado, ya que el acreedor puede exigir cualquiera de ellas (art. 1548 CC)
Nota: Se ha fallado que, en las obligaciones de vencimiento sucesivo, cuando hay pacto de
aceleración, el acreedor tiene la facultad de optar entre la fecha de exigibilidad anticipada y
acelerada de la deuda o por el vencimiento de la última cuota, pero no es admisible que se
pretenda ejercer ambas facultades en forma sucesiva, ya que, tratándose de una facultad, de
una opción entre alternativas sólo puede ejercer una, extinguiendo el derecho de ejercer la
otra.
b.2.3- Pérdida de las cosas debidas alternativamente:
Debe distinguirse entre:
a)- Pérdida total (todas las cosas) =
a.1)- Pérdida fortuita: Se extingue la obligación (art. 1504 inc. 1 CC).
a.2)- Pérdida culpable: El deudor queda obligado al pago del precio de una de ellas más
indemnización de perjuicios (arts. 1504 y 1672 CC). La determinación de cual cosa depende de
quien tenga la elección (art. 1504 inc. 2 CC).
b)- Pérdida parcial =
b.1)- Pérdida fortuita: Subsiste la obligación alternativa en las otras cosas; y si resta una sola, el
deudor es obligado a ella (Art. 1503 CC)
b.2)- Pérdida culpable: Debe distinguirse a quien compete la elección. Si corresponde al deudor,
este podrá elegir cualquiera de las cosas que resten. Si la elección es del acreedor, éste puede
optar entre elegir alguna de las cosas que subsistan o demandar el precio de la cosa destruida,
mas indemnización de perjuicios.
165
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
166
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c)- En las obligaciones alternativas, cuando la elección es del acreedor, éste puede elegir
cualquiera de las cosas; en las facultativas el acreedor sólo puede demandar la única cosa
debida.
d)- Hay diferencia en cuanto a los efectos de la pérdida de la cosa debida.
167
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
deudor es obligado al pago total de la deuda y cada acreedor puede exigir el total del crédito,
por disponerlo así la ley, la convención o el testamento”.
5)- Representación = “Es una modalidad que consiste en una figura jurídica por la cual lo que
una persona ejecuta o celebra en nombre de otra, facultado por la propia persona o designada
por la ley para representarla, produce efectos jurídicos de esa actuación en la esfera patrimonial
y jurídica del representado”.
6)- Obligaciones alternativas = “Son aquellas por la cual se deben varias cosas, de tal manera
que la ejecución de una de ellas exonera de la ejecución de las otras” (art. 1499 CC).
7)- Obligaciones facultativas = “Son las obligaciones que tienen por objeto una cosa
determinada, pero concediéndose al deudor la facultad de pagar con esta cosa o con otra que se
designará” (art. 1505 CC).
B.1- DE LAS OBLIGACIONES CONDICIONALES:
Art. 1473 CC = “Es obligación condicional la que depende de una condición, esto es, de un
acontecimiento futuro que puede suceder o no”.
CONDICIÓN
b.1.1- Concepto de condición: “Es una modalidad que consiste en un hecho futuro e incierto,
del cual depende el nacimiento o extinción de un derecho y su obligación correlativa”.
b.1.2- Lugar del CC donde están reguladas las condiciones:
a)- A propósito de las disposiciones testamentarias condicionales (art. 1070 y sgts CC)
b)- En las obligaciones condicionales (art. 1473 y sgts CC)
c)- A propósito del fideicomiso (art. 733 y sgts CC)
b.1.3- Elementos constitutivos de la condición:
1)- Hecho futuro: Debe verificarse o realizarse con posterioridad a la estipulación de la
obligación.
La ley ha resuelto en el art. 1071 CC lo que ocurre si se fija como condición un hecho presente
o pasado:
Art. 1071 CC = “La condición que consiste en un hecho presente o pasado, no suspende el
cumplimiento de la disposición. Si existe o ha existido, se mira cómo no escrita; si no existe o
no ha existido, no vale la disposición.
Lo pasado, presente y futuro se entenderá con relación al momento de testar, a menos que se
exprese otra cosa”.
En virtud del art. 1071 CC si yo digo te doy $1.000.000 si Chile fue campeón del mundial de
Brasil 2014, no vale la disposición, porque Chile no fue campeón ese año. Si lo hubiera sido, la
condición se tendría por no escrita, por lo que el acto seria puro y simple y tendría que pagar él
168
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
$1.000.000. Lo que se acaba de decir es independiente de que las partes al contratar hubieren
sabido o ignorado la existencia del hecho.
Nota: “se mira por no escrita” → la obligación se trasforma en pura y simple
Nota: “no vale la disposición” → no vale la obligación en general
El art. 1072 CC se pone en el caso de que la condición que se imponga como para tiempo
futuro, consista en un hecho que se ha realizado en vida del testador. Si el testador al tiempo de
testar lo supo y el hecho es de los que puede repetirse, se presumirá que el testador exige su
repetición. Si el hecho es de los que no pueden repetirse, se mirará la condición cumplida. Si el
testador no supo de la ocurrencia del hecho, se mirará la condición como cumplida cualquiera
sea la naturaleza del hecho.
2)- Incertidumbre: Que el hecho sea incierto, quiere decir que puede acontecer o no. Este
elemento es el que permite diferenciar a la condición del plazo, pues, en este último, el hecho
necesariamente va a ocurrir, aunque no se sepa cuándo.
El CC al tratar de las “asignaciones testamentarias a día”, precisa en qué consiste que el hecho
sea incierto al decir que es incierto (el día) si puede llegar o no (art. 1081 inc. 3 CC). La
incertidumbre debe ser objetiva. Con ello se quiere significar que la incertidumbre no la
determinan las partes. Así si digo “te doy $1000 si Juan da a luz a un perro”, no hay condición,
porque objetivamente es un hecho cierto que ello no podrá ocurrir.
b.1.4- Clasificación de las condiciones:
A)- CONDICIONES EXPRESAS O TÁCITAS:
TÁCITA = “La ley la da por establecida” (Ej: condición resolutoria tácita del art. 1489 CC)
B)- CONDICIONES SUSPENSIVAS Y RESOLUTORIAS:
Art. 1479 CC = “La condición se llama suspensiva si, mientras no se cumple, suspende la
adquisición de un derecho; y resolutoria, cuando por su cumplimiento se extingue un derecho”.
SUSPENSIVA = “Hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento de un derecho y su
obligación correlativa” (Ej: Te doy $1.000.000 si te casas con María).
RESOLUTORIA = “Hecho futuro e incierto del cual depende la extinción de un derecho y su
obligación correlativa” (Ej: Te doy $1.000.000, pero me lo devuelves si yo viajo a Europa este
año).
Lo importante de la distinción radica en que si la condición es suspensiva el derecho nace, en
cambio, cuando es resolutoria el derecho nace pero está expuesto a extinguirse si la condición
se cumple.
169
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
NEGATIVA = “Consiste en que no acontezca una cosa” (Ej: te doy $1000 si no viajas este
año a Coquimbo)
Esta distinción entre condición positiva y negativa tiene importancia para determinar cuándo
debe considerarse cumplida o fallida la condición:
Art. 1482 CC = “Se reputa haber fallado la condición positiva o haberse cumplido la negativa,
cuando ha llegado a ser cierto que no sucederá el acontecimiento contemplado en ella, o
cuando ha expirado el tiempo dentro del cual el acontecimiento ha debido verificarse, y no se
ha verificado”.
Esta distinción también es importante para determinar la imposibilidad de las condiciones:
Art. 1475 inc. 1 CC = “La condición positiva debe ser física y moralmente posible”.
Art. 1476 CC = “Si la condición es negativa de una cosa físicamente imposible, la obligación
es pura y simple; si consiste en que el acreedor se abstenga de un hecho inmoral o prohibido,
vicia la disposición”.
D)- CONDICIONES POSIBLES E IMPOSIBLES, LICITAS E ILICITAS:
Art. 1475 CC = “La condición positiva debe ser física y moralmente posible.
Es físicamente imposible la que es contraria a las leyes de la naturaleza física; y moralmente
imposible la que consiste en un hecho prohibido por las leyes, o es opuesta a las buenas
costumbres o al orden público.
Se mirarán también como imposibles las que están concebidas en términos ininteligibles”.
Art. 1476 CC = “Si la condición es negativa de una cosa físicamente imposible, la obligación
es pura y simple; si consiste en que el acreedor se abstenga de un hecho inmoral o prohibido,
vicia la disposición”.
Art. 1480 CC = “Si la condición suspensiva es o se hace imposible, se tendrá por fallida.
A la misma regla se sujetan las condiciones cuyo sentido y el modo de cumplirlas son
enteramente ininteligibles.
Y las condiciones inductivas a hechos ilegales o inmorales.
La condición resolutoria que es imposible por su naturaleza, o ininteligible, o inductiva a un
hecho ilegal o inmoral, se tendrá por no escrita”.
POSIBLE (físicamente posible) = “Puede acontecer según las leyes de la
naturaleza física” (Ej: te doy $1000 si das la vuelta a la cuadra)
170
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 1477 CC = “Se llama condición potestativa la que depende de la voluntad del acreedor o
del deudor; casual la que depende de la voluntad de un tercero o de un acaso; mixta la que en
parte depende de la voluntad del acreedor y en parte de la voluntad de un tercero o de un
acaso”.
171
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: la disposición del art. 1477 dentro de las condiciones mixtas omite la que depende de la
voluntad del deudor.
Art. 1478 CC = “Son nulas las obligaciones contraídas bajo condición potestativa que consista
en la mera voluntad de la persona que se obliga.
Si la condición consiste en un hecho voluntario de cualquiera de las partes, valdrá”.
POTESTATIVA = “Es aquella en que el hecho depende de la sola voluntad del acreedor o
deudor o bien depende de un hecho voluntario del acreedor o deudor”.
Simplemente potestativas: “Consisten en un hecho voluntario del acreedor o
deudor” (Ej: te doy una caja de chocolates si vas a la casa de tu abuela).
Meramente potestativas: “Consisten en la sola voluntad del acreedor o deudor” (Ej:
Si digo “te doy $1000 si quiero”; o “te presto mi bicicleta si quieres”).
A las obligaciones meramente potestativas se les conoce por las frases “si quiero”, “si quieres”,
“si se me antoja”, etc.
Según el art. 1478 CC se puede desprender:
➢ Lo que se anula es la obligación, no la condición.
➢ Las únicas condiciones que anulan la obligación son las suspensivas meramente
potestativas de la voluntad del deudor, porque en ellas no hay voluntad seria de obligarse
(Ej: no vale una condición que diga “te doy $1000 si yo quiero”), pero si valdrán las
condiciones resolutorias meramente potestativas de la voluntad del deudor (Ej: si vale una
condición que diga “te doy mi casa, pero si yo quiero me la devuelves”).
Las únicas que producirán la nulidad de la obligación serían las meramente potestativas
de la voluntad del deudor suspensivas. Las resolutorias serian validas, ya que en estas la
obligación se ha formado y producido todos sus efectos.
CASUAL = “Es aquella en que le hecho depende de un tercero o depende de un acaso”. (Ej:
“te doy mi automóvil si llueve el domingo” o “te doy mi automóvil si Juan va a Europa este
año”).
MIXTA = “Es aquella que es en parte potestativa y en parte casual”. (Ej: Si tú de aquí a fin de
año te casas con María yo te regalo mi automóvil).
b.1.5- Estados en que pueden encontrarse las condiciones:
1)- PENDIENTE
Que la condición se encuentre pendiente significa que no se ha verificado el suceso constitutivo
de la condición ignorándose si se verificará (Ej: que yo diga que le doy a Juan $1000 si es que
viaja a Europa, y aún no ha viajado, pero está en plazo de que puede hacerlo).
Que la condición este pendiente tendrá distinto efecto según se trate de una condición
suspensiva o de una resolutoria: tratándose de una condición suspensiva, mantiene en suspenso
172
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
173
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
asignación se vale de medios ilícitos para que la condición no pueda cumplirse, o para que la
otra persona de cuya voluntad depende en parte su cumplimiento, no coopere a él, se tendrá
por cumplida” (“cumplimiento ficto de la condición”).
b.1.6- Modos de cumplir las condiciones:
Se aplica en 1er lugar la regla del art. 1483 inc. 1 CC:
Art. 1483 inc. 1 CC = “La condición debe ser cumplida del modo que las partes han
probablemente entendido que lo fuese, y se presumirá que el modo más racional de cumplirla es
el que han entendido las partes”
Nota: Esto concuerda con el art. 1560 CC que dispone que “Conocida claramente la intención
de los contratantes, debe estarse a ella más que a lo literal de las palabras”.
En 2do lugar se aplica la regla del art. 1484 CC:
Art. 1484 CC = “Las condiciones deben cumplirse literalmente, en la forma convenida”.
Pareciera ser que el art. 1483 y 1484 son contradictorios uno del otro, pero son
complementarios, ya que el art. 1483 le da primacía a la voluntad real, mientras que el art. 1484
se la da a la voluntad declarada. Lo que se hace en este caso, es que a ambos se les aplica el art.
19 CC, o sea que cuando el sentido de la estipulación es claro no se desentenderá su tenor
literal, y cuando no es claro se ve la voluntad real de las partes.
Si la condición es ininteligible se tiene por no escrita, es decir, la obligación se transforma en
pura y simple.
b.1.7- Principio de indivisibilidad de la condición:
Art. 1485 inc. 1 CC = “No puede exigirse el cumplimiento de la obligación condicional, sino
verificada la condición totalmente”.
Ej: Te daré un automóvil si es que le das $1.000.000 a Juan y $1.000.000 a María. Es obvio
que no puede reclamar el automóvil, mientras no se cumplan ambas obligaciones.
b.1.8- Efectos de las condiciones:
a)- SUSPENSIVA
174
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> El acreedor condicional no puede ejercer la acción pauliana que establece el art. 2468 CC,
pues tal acción corresponde a los acreedores, calidad que todavía no tiene, ya que no se ha
cumplido la condición.
> No hay obligación actualmente exigible. Por ello la prescripción no está corriendo, pues ello
sólo va a ocurrir desde que la obligación se hace exigible (art. 2514 CC); no se puede novar esa
obligación (art. 1633 CC); no puede operar la compensación (art. 1656 N°3 CC); y el deudor no
está en mora.
2)- El vínculo jurídico existe.
El acto o contrato se generó, pero el derecho y la obligación no han nacido. Lo cual genera las
siguientes consecuencias:
> Al contratarse deben reunirse todos los requisitos de existencia y validez del acto o contrato.
> El deudor no puede retractarse (art. 1545 CC).
> La obligación condicional se rige por la ley vigente al momento de otorgarse el contrato (art.
22 LERL).
3)- El acreedor tiene una simple expectativa.
El derecho no nace mientras no se cumpla la condición. Pero existe una expectativa de derecho
en el acreedor condicional, que la ley respeta. Algunos dicen que hay un germen de derecho, o
derecho en potencia o latente.
Las consecuencias que derivan de esto son:
> El acreedor puede impetrar medidas conservativas mientras está pendiente la condición (arts.
1492, 1078, 761, etc.).
> Este germen de derecho lo trasmite el acreedor condicional a sus herederos (art. 1492 inc. 1
CC). Sin embargo, esta regla no rige en dos casos = 1) En las asignaciones testamentarias
condicionales (art. 1078 inc. 2 CC), debido a que el asignatario tiene que existir al momento en
que fallece el causante, según el art. 962 CC; 2) Tampoco se aplica respecto del donatario
condicional, por ser la donación un contrato intuito personae de donde se sigue que tiene que
estar vivo para adquirir lo donado.
a.2)- Suspensiva cumplida:
175
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b)- RESOLUTORIA
Recordemos que la condición resolutoria se define como el hecho futuro e incierto del cual
depende la extinción de un derecho y su obligación correlativa. Ejemplo: te vendo mi casa,
porque me voy a ir a vivir a París, pero me la devuelves si yo regreso de Europa dentro de los
próximos 3 años.
Para estudiar los efectos de la condición resolutoria tenemos que señalar que esta condición en
nuestro derecho nacional puede revestir tres modalidades: 1. Condición resolutoria ordinaria;
2. Condición resolutoria tácita; y 3. Pacto comisorio.
b.1)- Condición resolutoria ordinaria: “Hecho futuro e incierto cualquiera, que no sea el
incumplimiento de una obligación, de que dependa la extinción de un derecho y su obligación
correlativa”
Nota: La condición resolutoria ordinaria opera “de pleno derecho o ipso iure”. No requiere de
declaración judicial. El art. 1487 CC dice “cumplida la condición – no dice declarada la
resolución-, deberá restituirse lo que se hubiere recibido bajo tal condición”. Por otra parte, el
art. 1479 CC define la condición resolutoria como la que por su cumplimiento extingue un
derecho y no como la que da derecho al acreedor para que se declare extinguido un derecho.
Así lo entiende la doctrina y la jurisprudencia. Así, si las partes van a pleito, el tribunal solo se
limitará a constatar que la condición operó, y los efectos se producen a partir del momento en
que se cumple. Es importante que opere de pleno derecho, ya que produce efectos universales,
pudiendo oponerse la resolución a cualquier persona que pretenda hacer valer derechos
emanados del contrato respectivo. Del mismo modo, el tercero favorecido puede invocar la
resolución.
b.1.1)- Pendiente:
Mientras está pendiente la condición el acto o contrato produce todos sus efectos, igual que si
fuera puro y simple. De consiguiente, las partes pueden exigir el cumplimiento de las
obligaciones. Y el que tiene el dominio de una cosa sujeta a condición resolutoria puede ejercer
los derechos que le otorga ese título, igual que si fuere un propietario puro y simple.
Naturalmente que su derecho está expuesto a extinguirse si se cumple la condición. Puede
realizar actos de administración, enajenación y gravamen, sujetos a resolverse si se cumple la
176
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
condición (Ej: caso del art. 1950 N°3 CC). Si se trata de un asignatario condicional resolutorio,
se produce la inmediata delación de le herencia (art. 956 CC), y puede incluso pedir la
partición.
El deudor condicional resolutorio tiene la obligación de cuidar la cosa y conservarla como un
buen padre de familia, para restituirla al acreedor si se cumpla la condición. Así fluye del art.
1486 y 758 CC.
Por su parte, el acreedor condicional podrá impetrar providencias conservativas (arts. 1492 y
761 CC).
b.1.2)- Cumplida:
1)- Quien adquirió derechos sujetos a ella, se extinguen (art. 1486 y sgts CC).
2)- Los actos de administración realizados por el deudor se extinguen, mientras que los de
disposición se rigen por los artículos 1490 y 1491 CC.
b.1.3)- Fallida:
Si la condición resolutoria falla el derecho del deudor condicional se consolida. Pasa a ser
dueño puro y simple y los actos realizados mientras estuvo pendiente la condición quedan
firmes. Si se habían solicitado medidas conservativas por el acreedor condicional, éstas se
extinguen.
b.2)- Condición resolutoria tácita: “Es aquella que va envuelta en todo contrato bilateral y en
que el hecho futuro e incierto que puede provocar la extinción del derecho de una de las partes
es el incumplimiento de sus obligaciones” (esta condición la establece el art. 1489 CC).
Art. 1489 CC = “En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no
cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o el cumplimiento
del contrato, con indemnización de perjuicios”.
Nota: El incumplimiento de una obligación en un contrato bilateral da a la otra parte un
derecho alternativo para solicitar o el “cumplimiento forzado” o la “resolución” y en ambos
casos con indemnización de perjuicios.
b.2.1)- Fundamento de la condición resolutoria tácita
1)- Equidad
2)- Voluntad presunta de las partes
3)- Falta de causa, ya que, si una de las partes no cumple su obligación, la obligación de la otra
no tiene causa. Se le critica que, si le faltara causa, el contrato seria nulo, por lo que no se
podría pedir el cumplimiento. La causa se ve al momento de celebrarse el contrato; el
incumplimiento posterior no la hace desaparecer.
177
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
178
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b.3)- Pacto comisorio: “Es la condición de no cumplirse por una de las partes lo pactado,
expresamente estipulada”.
El pacto comisorio se encuentra regulado del artículo 1877 al 1880 del Código Civil.
El CC regula al pacto comisorio en el contrato de compraventa, para el incumplimiento de la
obligación de pagar el precio. En consecuencia, el pacto comisorio es la estipulación de la
condición resolutoria tácita, por el no pago del precio. Pero si nada dicen las partes y el
comprador no paga el precio, el efecto es el mismo.
b.3.1)- Aplicación general del pacto comisorio
179
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b)- Pacto comisorio calificado (o con cláusula ipso facto): “Es aquel en que se estipula que si
no se cumple lo pactado se resolverá ipso facto el contrato”.
Ejemplo de pacto comisorio calificado = Las partes acuerdan que, si el comprador no pagare
el precio dentro del plazo establecido, se resolverá de inmediato, ipso facto, el contrato de
compraventa.
Las características del pacto comisorio calificado son las siguientes:
i)- No extingue el derecho de opción del acreedor.
ii)- El deudor puede enervar la acción pagando.
Debe pagar dentro del plazo fatal de 24 horas desde la notificación de la demanda. El pago debe
ser integro, es decir, toda la deuda. Y dicho pago debe reunir todos los requisitos que la ley
exige para el pago.
Nota: Si el acreedor no quiere aceptar el pago se puede pagar por consignación.
iii)- Requiere juicio.
Ambas partes tienen el derecho optativo del acreedor. El art. 1879 permite al deudor hacer
subsistir el contrato, es decir, no se extingue de pleno derecho. El plazo fatal para pagar es de
24 horas desde la notificación judicial.
b.3.3)- Aplicación del pacto comisorio en otros contratos que no sea la compraventa
Art. 1880 CC = “El pacto comisorio prescribe al plazo prefijado por las partes, si no pasare de
4 años, contados desde la fecha del contrato.
Trascurridos estos 4 años, prescribe necesariamente, sea que se haya estipulado un plazo más
largo o ninguno”.
El plazo de prescripción que establece el art. 1880 CC rige únicamente para el pacto comisorio
(simple o calificado) que reglamenta el CC, es decir, para el contrato de compraventa por no
pago del precio. En el caso del pacto comisorio establecido en otros contratos, o en la
compraventa por una obligación diferente a la de pagar el precio, no se aplica la norma del art.
1880 CC. La prescripción en esos casos se regula por los artículos 2514 inc. 2 y 2515 CC, vale
decir, prescribe en 5 años contados desde que la obligación se hace exigible.
180
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• Concepto de acción resolutoria = “Acción que nace de la condición resolutoria tácita y del
pacto comisorio para pedir la destrucción o resolución del contrato por incumplimiento de
las obligaciones contraídas” (Alessandri).
Es la acción que emana de la condición resolutoria en los casos en que ella requiere sentencia
judicial, y en cuya virtud el contratante diligente solicita que se deje sin efecto el contrato por
no haber cumplido la contraparte alguna de las obligaciones emanadas de él.
181
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> Es prescriptible = Por regla general prescribe en un plazo de 5 años, los cuales se cuentan
desde el incumplimiento. La excepción la constituye la acción resolutoria que emana del pacto
comisorio de la compraventa, porque ahí la acción resolutoria prescribe en 4 años contados
desde la fecha de celebración del contrato, sin embargo, las partes pueden acordar un tiempo de
prescripción menor.
3)- Es una acción mueble o inmueble según el objeto que se trate (art. 580 CC).
4)- Es indivisible, tanto:
> Subjetivamente = Si son varios los acreedores, deben ejercitar la acción conjuntamente, y si
hay pluralidad de deudores, debe demandarse a todos, no puede el acreedor exigir cumplimiento
a uno y resolución a otro.
> Objetivamente = No se puede demandar en parte cumplimiento y en parte resolución.
5)- Es una acción ordinaria: Prescribe en 5 años y trae como consecuencia que se debe
demandar en juicio ordinario, no es una acción ejecutiva, es decir, se requiere un procedimiento
declarativo.
6)- Es compatible con la acción indemnizatoria y reivindicatoria, pero incompatible con la
acción ejecutiva (arts. 17 y 18 CPC).
• Resolución y Rescisión =
Es importante distinguir la acción resolutoria de otras similares. A menudo se confunden los
conceptos de “resolución” y “rescisión”.
Resolución = “Es el efecto de la condición resolutoria cumplida, tratase de una condición
resolutoria ordinaria, de una condición resolutoria tácita o de un pacto comisorio”. En la
práctica, la resolución se producirá generalmente, por el incumplimiento de las obligaciones que
impone el contrato.
Rescisión = “Es la nulidad relativa”. Acto rescindible es aquel que adolece de un vicio de
nulidad relativa, como error, fuerza, dolo, incapacidad relativa.
Se percibe claramente que la resolución supone un acto plenamente valido que el evento de una
condición destruye; la rescisión supone un acto defectuoso o viciado que sucumbe en razón de
estos vicios o defectos de que adolece.
• Resolución y Terminación=
La resolución toma en nombre de terminación en los contratos de tracto sucesivo, entre los que
se destaca el arrendamiento.
La naturaleza de tales contratos impide que la condición resolutoria cumplida obre
retroactivamente; los efectos de la resolución suprimen solo las consecuencias futuras del acto.
182
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• Resciliación=
“Es un modo de extinguir las obligaciones que se produce cuando las partes, siendo capaces de
disponer libremente de lo suyo, y en virtud del principio de autonomía de la voluntad acuerdan
dejar sin efecto el contrato de donde emana la obligación” (art. 1567 inc. 1 CC). Por su propia
naturaleza, la resciliación no puede afectar en modo alguno a los terceros, pues el acuerdo que
ella supone les es inoponible.
• Revocación=
El termino revocación sirve para designar dos situaciones jurídicas muy diferentes:
1) La revocación es un modo de dejar sin efecto ciertos contratos, por un acto unilateral de
voluntad. Ej: el mandato termina por revocación del mandante.
2) La revocación es una invalidación de un acto por medio del cual el deudor insolvente ha
hecho salir bienes de su patrimonio, en fraude de sus acreedores. Ej: la revocación,
entonces, es el resultado del ejercicio de la acción pauliana o revocatoria.
• Efectos de la resolución =
Hay que distinguir efectos entre las partes y efectos respecto de terceros:
A)- Efectos entre las partes
Entre las partes la resolución opera con efecto retroactivo. Se produce la extinción de los
efectos del acto jurídico, esto es, la perdida de los derechos adquiridos en virtud del acto o
contrato, por tanto, el deudor condicional deberá restituir la cosa recibida bajo condición según
previene el art. 1487 CC.
Art. 1487 CC = “Cumplida la condición resolutoria, deberá restituirse lo que se hubiere
recibido bajo tal condición, a menos que ésta haya sido puesta en favor del acreedor
183
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
exclusivamente, en cuyo caso podrá éste, si quiere, renunciarla; pero será obligado a declarar
su determinación, si el deudor lo exigiere”.
Con respecto a los frutos la norma estaría dada por el art. 1488 CC.
Art. 1488 CC = “Verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos en
el tiempo intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o los contratantes, según los
varios casos, hayan dispuesto lo contrario”.
Nota: Se aplican las reglas de las prestaciones mutuas.
B)- Efectos respecto de terceros
La primera cuestión que hay que plantearse es por qué la resolución de un contrato puede
afectar a los terceros. La respuesta es que va a afectar a los terceros cuando el deudor
condicional, pendiente la condición resolutoria hay enajenado o gravado la cosa poseída bajo
esa condición. En virtud del efecto retroactivo de la condición, cumplida ésta, cabe entender
que el deudor condicional no ha sido nunca dueño, por lo que tales enajenaciones y gravámenes
los realizó sobre cosa ajena, siendo, por lo mismo, inoponibles al verdadero dueño. Sin
embargo, si esta regla se aplicara en forma absoluta, se causaría perjuicios a los terceros que
pueden haber contratado con el deudor condicional de buena fe, ignorando la existencia de la
condición.
Por ello, para conciliar los intereses del acreedor con los de los terceros, el CC ha dado reglas
especiales en los artículos 1490 y 1491, en cuya virtud -y hablando en términos muy generales-
la resolución no afecta a los terceros de buena fe. El art. 1490 CC rige para los bienes muebles y
el 1491 CC para los inmuebles.
Estudio del art. 1490 CC
Art. 1490 CC = “Si el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo condición suspensiva o
resolutoria, la enajena, no habrá derecho de reivindicarla contra terceros poseedores de buena
fe”
Señalemos, en primer término, que cuando la norma habla de “cosa mueble” debe entenderse
que puede tratarse de cosas corporales o incorporales (derechos). Agreguemos enseguida, que
esta disposición tiene una redacción muy poco feliz. En efecto, incurre en varias impropiedades.
Veamos:
➢ Dice “si el que debe una cosa mueble…”. Debemos entender que lo que se quiere
expresar es “si se posee una cosa mueble”, pues pendiente la condición no se puede decir
que se deba la cosa. Ello sólo vendrá a ser cierto si la condición se cumple.
184
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La primera situación nada tiene que ver con la resolución, pues quien debe una cosa a
plazo, no es propietario sino usufructuario de la misma (art. 1087 inc. 1 CC) y, por
consiguiente, sólo le está permitido ceder y gravar su derecho de usufructo (art. 793 CC).
Si va más allá -enajena la cosa o la grava- no se aplica el art. 1490, sino las disposiciones
generales sobre enajenación o gravamen de cosa ajena, en virtud de las cuales tales
enajenaciones son inoponibles al verdadero dueño, sea que el tercero este de buena o mala
fe.
El segundo supuesto es también imposible porque nadie puede poseer una cosa sujeta a
condición suspensiva. Si tiene la cosa y su posesión es condicional, será deudor
condicional resolutorio, no suspensivo.
De manera que, en definitiva, la norma sólo va a operar cuando se posea una cosa mueble
sujeta a condición resolutoria. Es el único caso que el poseedor, puede enajenar y gravar
la cosa, enajenaciones y gravámenes que deberán extinguirse de cumplirse la condición.
Para que la enajenación o gravamen de una cosa mueble debida bajo condición resolutoria
afecte a terceros, los requisitos son 2:
1. Que el deudor condicional la haya enajenado o gravado.
2. Que el tercero este de mala fe, es decir, que al momento de contratar con el deudor
condicional supiera que el derecho de éste estaba sujeto a extinguirse de cumplirse la
condición.
De acuerdo con las reglas generales (art. 707 CC), la buena fe se presume, por lo que será el
acreedor condicional quien deberá probar la mala fe del tercero.
Agreguemos que los arts. 1490 y 1491 rigen, aunque el tercero adquiera la cosa en pública
subasta decretada por la justicia (ventas forzadas). Así se ha fallado.
Estudio del art. 1491 CC
Art. 1491 CC = “Si el que debe un inmueble bajo condición lo enajena, o lo grava con
hipoteca, censo o servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando la
condición constaba en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública”.
También en este caso, al no distinguir la ley, la expresión “inmueble” comprende tanto las cosas
corporales como las incorporales. No se comprende a los inmuebles por adherencia porque ellos
son considerados muebles por anticipación para los efectos de su enajenación (art. 571 CC).
Para que los terceros se vean afectados por la condición, según el art. 1491, solo es necesario un
requisito, el cual es: que la condición conste en el título respectivo, inscrito u otorgado por
escritura pública.
¿Cuándo consta la condición en el titulo respectivo? Es indudable que en el caso de la
condición resolutoria o del pacto comisorio, ellas constan en el título. La duda puede
presentarse respecto de la condición resolutoria tácita, ya que ésta justamente por no estar
expresada, no puede constar en el título.
185
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Se ha entendido casi invariablemente por la doctrina que cuando se exige que la condición
“conste” en el título, no quiere significar que debe estar expresada, de modo que debe
entenderse que consta también la condición si del título aparece que existe una obligación
incumplida, pues con ello quien va a contratar sabe que si tal obligación no se cumple operará la
condición resolutoria tácita. Una cosa “consta”, se dice, cuando es cierta, y si hay una
obligación incumplida en un contrato bilateral, se sabe, es un hecho cierto, que podrá resolverse
si no se cumple esa obligación. Por lo demás el artículo 1491 no distingue entre condición
resolutoria expresa o tácita.
Lo que venimos diciendo es del mayor interés, pues al examinarse títulos de inmuebles, deberá
estudiarse si existen obligaciones pendientes, pues de haberlas, el adquirente de la cosa quedará
expuesto a que su derecho se resuelva, si el deudor no cumple esta obligación, por aplicación
del art. 1489 CC. Así, por ejemplo, si quien pretende vender, al momento de comprar el
inmueble quedó adeudando un saldo de precio, deberá exigirse que se acredite con la
correspondiente escritura de cancelación, que el saldo de precio se encuentra pagado.
¿Cuál es el título respectivo? El art. 1491 CC exige que la condición conste en el “título
respectivo”. Pues bien, ¿cuál será este? Titulo respectivo es aquél en cuya virtud adquirió la
cosa la persona que ahora pretende enajenar o gravar, por ejemplo, Pedro quiere vender a Juan
su casa. El titulo respectivo será aquel en cuya virtud adquirió Pedro (o alguno de los
antecesores de Pedro en el dominio del bien).
Si la ley habla de “título inscrito u otorgado por escritura pública”, es porque hay ciertos títulos
que no requieren inscripción, como ocurre con las servidumbres, cuya tradición se hace
mediante escritura pública (art. 698 CC). En el caso de actos que deben inscribirse para que
opere el art. 1491 CC, tiene que encontrarse el título inscrito. No basta la simple escritura
pública.
Si la condición consta en el título inscrito u otorgado por escritura pública, ¿puede el
tercero adquirente ser poseedor de buena fe? Este problema ha sido discutido y la conclusión
es que, aunque la condición conste en el título inscrito u otorgado por escritura pública, ese
hecho no lo trasforma en poseedor de mala fe, y tendrá esa calidad si tiene la conciencia de
haber adquirido la cosa por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio, tal como
lo señala el art. 706 inc. 1 CC. La jurisprudencia ha dicho que como la buena fe se presume,
será el reivindicante quién deberá probar que adquirió la cosa de mala fe.
Lo que se viene diciendo es importante, porque si es poseedor de buena fe y cumple los demás
requisitos de posesión regular -justo y tradición- puede llegar a adquirir la cosa por prescripción
ordinaria.
➢ Gravámenes que caducan
El art. 1491 CC plantea todavía otro problema, pues al hacer referencia únicamente a tres
gravámenes -hipoteca, censo o servidumbre- se plantea la duda de lo que ocurre si el
gravamen es otro, por ejemplo, si se constituye un fideicomiso, usufructo, uso o habitación.
¿Rige en estos casos la norma del artículo 1491? Arturo Alessandri dice que el artículo 1491
no es taxativo, sino ejemplificativo, por lo que en caso de los otros gravámenes también rige
186
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
el artículo 1491. En cambio, Jorge González Von Marés cree que la norma es taxativa,
argumentando que, por ser excepcional, debe interpretarse en forma restringida. Además,
sostiene que en los artículos 763, 806, 812, 885 y 2406, establecen que los derechos de
usufructo, uso, habitación, servidumbres y prendas se extinguen por la resolución del derecho
de su autor, sin distinguir si los terceros adquirentes de estos derechos estaban de buena o
mala fe.
187
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
188
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➔ Los artículos 1490 y 1491 se aplican tanto a las enajenaciones voluntarias como a las
forzadas
Una sentencia ha declarado que, si el tercero adquirió el bien en pública subasta, de todas
maneras se le aplica el artículo 1491 CC, si la condición constaba en el título, puesto que esta
disposición no distingue entre enajenaciones voluntarias y forzadas.
B.2- DE LAS OBLIGACIONES A PLAZO:
Art. 1494 inc. 1 CC = “El plazo es la época que se fija para el cumplimiento de la obligación, y
puede ser expreso o tácito. Es tácito el indispensable para cumplirlo”.
PLAZO
b.2.1- Concepto de plazo: “Es una modalidad que consiste en un hecho futuro y cierto del cual
depende el ejercicio o extinción de un derecho y su obligación correlativa”
b.2.2- Lugar del CC donde se está regulado el plazo:
a)- Formas de computar los plazos (art. 48 a 50 CC).
b)- Obligaciones a plazo (art. 1494 a 1498 CC).
c)- Asignaciones testamentarias a día (art. 1080 a 1088 CC).
d)- Plazo como modo de extinguir los contratos de tracto sucesivo (Ej: art. 1950 N°2 (en el
arrendamiento); art. 2163 N°2 (mandato), etc.).
b.2.3- Elementos constitutivos del plazo:
1)- Hecho futuro: Debe verificarse o realizarse con posterioridad a la estipulación de la
obligación.
2)- Certidumbre: Hay certeza de que el acontecimiento ocurrirá; habrá de verificarse a futuro
(Ejemplos: la muerte / el próximo verano / el 20 de abril / etc.).
b.2.4- Clasificación de los plazos:
A)- PLAZO DETERMINADO E INDETERMINADO:
Determinado = “Es aquel que se sabe cuándo va a ocurrir el hecho” (Ej: El 30 de agosto
de 2026).
Indeterminado= “Es aquel en que se sabe que el hecho va a ocurrir, pero se ignora
cuando” (Ej: la muerte de una persona).
B)- PLAZO FATAL Y NO FATAL:
Fatal = “Es aquel que por su solo cumplimiento se extingue por el solo ministerio de la ley
el derecho” (Ej: El plazo para contestar demanda en el juicio ordinario)
189
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
No fatal = “Es aquel no obstante estar vencido el plazo, puede ejercerse todavía valida y
eficazmente el derecho, hasta que no se acuse la rebeldía respectiva” (Ej: Los plazos judiciales).
C)- PLAZO EXPRESO Y TÁCITO:
Expreso = “Es aquel establecido en términos formales y explicitos” (Ej: te presto mi auto
hasta el próximo viernes).
Tácito = “Es aquel que es indispensable para el cumplimiento de una obligación” (Ej:
Cuando la cosa tiene que entregarse en un determinado lugar, se supone que el deudor necesita
para ello el plazo necesario para llevar la cosa a ese lugar).
D)- PLAZO CONVENCIONAL, LEGAL Y JUDICIAL:
Continuos = “No se interrumpen en los días feriados” (Ej: Según el art. 50 los plazos del
de las leyes, de los decretos del Presidente de la República, o de los Tribunales, se entienden de
días corridos, a menos de que se señale lo contrario).
Discontinuos = “Se suspenden durante la interposición de feriados, los que además deben
descontarse” (Ej: Los plazos del Código de Procedimiento Civil).
F)- PLAZO SUSPENSIVO Y EXTINTIVO:
Suspensivo = “Es el hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio de un derecho y su
obligación correlativa” (Ej: Te daré mi casa el 29 de mayo de 2030).
Extintivo = “Es el hecho futuro y cierto del cual depende la extinción de un derecho y su
obligación correlativa” (Ej: Te presto mi casa, pero me la devuelves el 29 de mayo de 2030).
190
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Pendiente el plazo, el derecho ha nacido (así lo prueba el artículo 1084 CC aplicable por
mandato del 1498 CC), pero no es exigible. La obligación no es actualmente exigible.
Consecuencias:
1)- El acreedor no puede demandar el cumplimiento de la obligación, por no ser actualmente
exigible. Consecuencias de ello es que no corre prescripción en contra del acreedor (art. 2514
inc. 2 CC); y no opera compensación legal (art. 1656 N°3 CC).
2)- Si el deudor paga antes, paga lo debido y, por lo mismo, no puede pedir restitución (art.
1495). El pago anticipado significa que ha renunciado al plazo. Recuérdese que en la condición
suspensiva pendiente la situación es al revés (art. 1485 inc. 2 CC).
3)- El acreedor a plazo puede impetrar medidas conservativas. No lo dice la ley expresamente,
pero si esta facultad la tiene el acreedor condicional suspensivo (arts. 1078 y 1492 CC) que
todavía no ha adquirido el derecho, con mayor razón la tendrá el acreedor a plazo, pues este ya
tiene el derecho, si bien no es actualmente exigible.
4)- El derecho y la obligación a plazo son trasmisibles (art. 1084 CC).
a.2)- Suspensivo cumplido:
b.1)- Pendiente:
191
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b.2)- Cumplido:
Se produce la extinción del derecho por el solo ministerio de la ley, pero sin efecto retroactivo.
En los contratos de tracto sucesivo, cumplido el plazo, se extingue el contrato (art. 1950 N°3, en
el arriendo; y 2163 N°3, en el mandato).
b.2.6- Extinción del plazo:
1)- Por el vencimiento o la llegada del plazo:
Cumplimiento del hecho futuro y cierto (constituye la forma normal de extinción del plazo).
2)- Por la renuncia:
Puede renunciar al plazo únicamente aquel en cuyo beneficio esta establecido (art. 12 CC). Lo
normal es que lo sea en favor del deudor y, por esta razón, el art. 1497 CC dice que el deudor
puede renunciar al plazo, a menos que el testador haya dispuesto o las partes estipulado lo
contrario, o que la anticipación del pago acarree al acreedor un perjuicio que por medio del
plazo se propuso manifiestamente evitar.
La renuncia al plazo se da cuando la persona favorecida por el plazo ejecuta una conducta que
demuestra cumplir con su obligación cuando el plazo aun este pendiente.
En el caso del mutuo se observará lo dispuesto en el art. 2204 CC, esto es, que si el mutuo es
con interés, el mutuario no puede pagar antes, es decir, no puede renunciar al plazo, porque no
esta establecido en su exclusivo beneficio, sino en beneficio de ambas partes: del mutuario
porque no se le pueden cobrar antes; y del mutuante, porque no se le puede pagar antes pues
pierde intereses. (ver → Art. 10 ley 18.010).
3)- Por caducidad o vencimiento anticipado:
b) Legal = Es aquella que opera por el solo ministerio de la ley (art. 1496 CC).
Art. 1496 CC = “El pago de la obligación no puede exigirse antes de expirar el plazo, si no es:
1°- Al deudor que tenga dicha calidad en un procedimiento concursal de liquidación, o se
encuentre en notoria insolvencia y no tenga la calidad de deudor en un procedimiento
concursal de reorganización;
2°- Al deudor cuyas cauciones, por hecho o culpa suya, se han extinguido o han disminuido
considerablemente de valor. Pero en este caso el deudor podrá reclamar el beneficio del plazo,
renovando o mejorando las cauciones”.
192
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
193
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
194
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La cláusula resolutoria no se presume. Si se cumple se deben restituir también los frutos. Estas
dos características constituyen diferencias importantes con la condición.
Respecto del sujeto activo, para demandar la resolución, Somarriva cree que pueden demandar
la resolución:
1- El beneficiario del modo. No lo dice la ley, pero sostiene que es así, pues tiene interés y
quien tiene interés tiene acción.
2- En las asignaciones modales, los herederos, pues lo que reste después de pagar el modo
acrece a la herencia, con exclusión del asignatario modal (art. 1096). Pero como en este
caso estamos frente a una obligación modal, entendemos que la resolución podrá solicitarla
la contraparte.
Respecto de los efectos de la resolución de la obligación modal respecto del 3ero beneficiario,
el art. 1096 CC dispone:
Art. 1096 CC = “Siempre que haya de llevarse a efecto la cláusula resolutoria, se entregará a
la persona en cuyo favor se ha constituido el modo una suma proporcionada al objeto, y el
resto del valor de la cosa asignada acrecerá a la herencia, si el testador no hubiere ordenado
otra cosa.
El asignatario a quien se ha impuesto el modo no gozará del beneficio que pudiera resultarle
de la disposición precedente”.
b.3.8- Plazo de prescripción de la obligación modal:
La ley no fija plazo de prescripción, por lo que cabe aplicar las reglas generales, esto es, 5 años
desde que la obligación se hizo actualmente exigible (arts. 2514 inc. 2 y 2515 CC).
b.3.9- Transmisibilidad de la obligación modal:
La obligación modal es transmisible, el art. 1095 CC establece que “si el modo consiste en un
hecho tal, que para el fin que el testador se haya propuesto sea indiferente la persona que lo
ejecute, es transmisible a los herederos del asignatario”.
195
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
vida se transforma en obligación plural, por ejemplo, cuando fallece una de las partes y sus
herederos son varios; cuando el acreedor cede sus derechos a varios sujetos; etc.
Las obligaciones con pluralidad de sujetos pueden ser de 3 tipos: Simplemente conjuntas /
Solidarias / Indivisibles.
B.1- SIMPLEMENTE CONJUNTAS O MANCOMUNADAS: “Son aquellas en que
existiendo pluralidad de acreedores o de deudores y recayendo sobre una cosa divisible, cada
acreedor sólo puede exigir su cuota a cada deudor, que sólo está obligado a la suya. De manera
que cada acreedor sólo es titular de su cuota en el crédito; y cada deudor es obligado
únicamente a pagar la cuota que le corresponde”.
Estas obligaciones constituyen la regla general, según los artículos 1511 y 1526. El primero lo
dice así al tratar de las obligaciones solidarias y el 1526 al referirse a las obligaciones
indivisibles.
b.1.1- Elementos de las obligaciones simplemente conjuntas
> Pluralidad de sujetos (varios deudores y/o acreedores).
> Unidad de prestación (todos los deudores deben la misma o idéntica prestación).
> Objeto debido divisible
b.1.2- Características de las obligaciones simplemente conjuntas
1)- Entre las obligaciones con pluralidad de sujetos, constituyen la regla general.
2)- Pluralidad de prestaciones y pluralidad de vínculos. Es decir, independencia absoluta entre
los distintos vínculos. En buenas cuentas, se trata de diferentes obligaciones. Ej: Pedro presta
$2.000 a Juan y Diego. Ello significa dos obligaciones por $1.000 cada una.
3)- Deben recaer las obligaciones sobre un objeto divisible (de manera que puedan cumplirse
por partes) pues, en caso contrario, nos encontramos frente a las llamadas obligaciones
indivisibles.
4)- La regla general es que la división se haga por partes iguales, a menos que la ley o la
voluntad de una o ambas partes establezca lo contrario (art. 2307 inc. 2 CC respecto de la
comunidad; art. 2367 inc. 1 respecto de la fianza; art. 1354 relativo a los herederos que dividen
las deudas hereditarias a prorrata de sus cuotas).
b.1.3- Efectos de las obligaciones simplemente conjuntas
1)- Cada acreedor puede cobrar su cuota; cada deudor sólo se obliga a la suya (arts. 1511 inc. 1;
1526 inc. 1 CC).
2)- La extinción de la obligación respecto de un deudor no extingue la obligación respecto de
los otros.
3)- La cuota del deudor insolvente no grava a los demás (art. 1526 inc. 1 CC). El art. 1355
sienta el mismo principio respecto de las deudas hereditarias.
196
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4)- La interrupción de la prescripción que opera en favor de un acreedor (uno de los acreedores
demanda, por ejemplo), no favorece a los otros acreedores; y recíprocamente , la interrupción
que afecta a un deudor no perjudica a los otros (Ej: se notifica la demanda a un solo deudor,
sólo respecto de él se interrumpe la prescripción). Esto lo dice expresamente el art. 2519 CC.
5)- Si se declara la nulidad de la obligación respecto de uno de los obligados (o de uno de los
acreedores), este efecto no alcanza a los otros, porque la nulidad es de efectos relativos. Así lo
establece el artículo 1690 al decir que “cuando dos o más personas han contratado con un
tercero, la nulidad declarada a favor de una de ellas no aprovechará a las otras”.
6)- La mora de un deudor, no coloca en mora a los otros (Ej: Se notifica la demanda a uno de
los deudores).
7)- Si uno de los deudores incumple su obligación y de ello se genera responsabilidad
contractual (indemnización de perjuicios); ésta sólo afecta al incumplidor, no a los otros (arts.
1526 N°3 y 1540 CC).
8)- Cada deudor demandado puede oponer a la demanda las excepciones reales, o sea, aquellas
que emanan de la naturaleza de la obligación, como el pago, nulidad absoluta, remisión, etc., y
únicamente las excepciones personales suyas, por ejemplo, incapacidad, nulidad relativa, etc.
9)- La prórroga de la competencia que opera a favor de un deudor no afecta a los demás.
10)- Se ha sostenido que cuando en un contrato bilateral hay varios acreedores, el contratante
cumplidor puede pedir por sí solo, sin necesidad de ponerse de acuerdo con los demás, la
resolución del contrato bilateral de objeto único. Esto ha sido discutido pues generalmente se
estima que si hay varios acreedores, tienen que ponerse de acuerdo para elegir entre la acción de
cumplimiento o la resolución. Alessandri dice que así aparecería del artículo 1526 N°6 CC.
B.2- SOLIDARIAS: “Son aquellas en que habiendo varios acreedores, varios deudores, o
pluralidad de ambos, tiene por objeto una prestación que a pesar de ser divisible, puede exigirse
totalmente por cada uno de los acreedores a cada uno de los deudores, por disponerlo así la
convención, el testamento, o la ley, en términos que el pago efectuado a uno de aquellos o por
uno de estos, extingue toda la obligación respecto de los demás”.
b.2.1- La solidaridad es excepcional y no se presume
Así se desprende del artículo 1511 incisos 2 y 3: “Pero en virtud de la convención, del
testamento o de la ley puede exigirse a cada uno de los deudores o por cada uno de los
acreedores el total de la deuda, y entonces la obligación es solidaria o insóludum / La
solidaridad debe ser declarada en todos los casos en que no la establece la ley”.
Del hecho de que sea excepcional fluyen varias consecuencias:
1)- Para que haya solidaridad tiene que haber una fuente de solidaridad: convención, testamento
o ley. No cabe que se declare la solidaridad por sentencia judicial.
197
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
198
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4)- Fuente de solidaridad = este requisito lo exige el art. 1511 inc. 2. La fuente será la
convención, el testamento, o la ley.
b.2.4- La solidaridad convencional, en principio, debe establecerse en un solo instrumento
En el caso en que la fuente de la solidaridad fuere la convención, lo normal será que se
establezca en el mismo instrumento en que se contrae la obligación. Sin embargo, la doctrina,
en especial Somarriva, estima que no habría impedimento para que pudiera pactarse con
posterioridad siempre que en el segundo instrumento se haga referencia expresa al primero.
b.2.5- Unidad de prestación y pluralidad de vínculos
Si bien la cosa debida por los deudores es la misma, cada uno de ellos puede deberla de
diferente manera. Los vínculos pueden ser distintos. Así lo establece el art. 1512 CC: “La cosa
que se debe solidariamente por muchos o a muchos, ha de ser una misma, aunque se deba de
diversos modos; por ejemplo, pura y simplemente respecto de unos, bajo condición o a plazo
respecto de otros”.
De este principio derivan importantes consecuencias:
a)- Algunos de los vínculos pueden estar sujetos a modalidades.
Ej: Pedro debe pura y simplemente; Juan bajo condición suspensiva; Diego a plazo. Respecto
del primero la obligación es actualmente exigible, no respecto de los otros.
b)- La causa de la obligaciones puede ser diversa.
Ej: Pedro debe $1.000.000 a título de mutuo; Juan como saldo de precio de una venta; Diego,
por mera liberalidad (se obligó solidariamente para que le prestaran dinero a Juan).
c)- Los plazos de prescripción pueden ser diversos, según la naturaleza del vínculo.
d)- Puede ser válida la obligación respecto de uno y nula respecto de otro.
Ej: de tres deudores, Pedro, Juan y Diego, este último era menor de edad, o fue víctima de
fuerza o dolo.
e)- Respecto de uno de los deudores puede existir título ejecutivo, y no necesariamente respecto
de otros.
f)- El acreedor que tiene un crédito que goza de privilegio respecto de un deudor no puede
invocarlo respecto a los bienes de otro codeudor solidario. Esto según lo dicho por la
jurisprudencia.
b.2.6- Naturaleza jurídica de la solidaridad
¿Cómo explicar que si se le paga a un acreedor, se extinga la obligación respecto de los otros
acreedores? Esto nos lleva a hablar de la naturaleza jurídica de la solidaridad.
Hay 2 teorías para explicar la naturaleza jurídica de la solidaridad:
199
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
200
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
acreedores solidarios, extingue la deuda con respecto a los otros, de la misma manera que el
pago lo haría; con tal que uno de éstos no haya demandado ya al deudor”.
➢ No hay solidaridad activa legal:
No hay casos de solidaridad activa legal, por lo que su fuente sólo podrá ser el testamento o el
acuerdo de las partes.
➢ La solidaridad activa tiene graves inconvenientes y pocas ventajas:
Los inconvenientes: que el acreedor sobre y después caiga en insolvencia, con lo que sus
codeudores no tendrían forma de recuperar su parte.
Las ventajas son muy pocas: facilitar el cobro de un crédito, y facilitar al deudor el pago, pues
puede elegir a quien pagar.
➢ Efectos de la solidaridad activa:
Tanto en la solidaridad activa como en la pasiva, deben distinguirse las relaciones externas y
las internas.
Relaciones externas son las existentes entre los coacreedores y el deudor. Las internas son las
que se producen entre los coacreedores entre sí.
a)- Entre los coacreedores y el deudor (relaciones externas)
1)- Cada acreedor puede demandar el total de la obligación (art. 1511 inc. 2 CC).
2)- El deudor puede hacer el pago al acreedor que elija, a menos que ya estuviere demandado,
pues en tal caso sólo puede pagar al demandante (art. 1513 inc. 1 CC). Pagando de esta
manera extingue la obligación respecto de todos los acreedores.
3)- Los otros modos de extinguir las obligaciones que operen entre un acreedor y el deudor,
extinguen la obligación respecto de todos a menos que ya el deudor estuviere demandado por
uno de ellos (art. 1513 inc. 2 CC). El art. 2461 sienta el mismo principio tratándose del
contrato de transacción.
4)- La interrupción de la prescripción natural o civil que aprovecha a un acreedor solidario,
beneficia a los otros. Así lo señala el art. 2519. Con respecto a la suspensión de la
prescripción, regirá la regla general que no aproveche a los otros, por no haber dicho nada la
ley. Pero en el fondo da lo mismo, porque basta que uno de los acreedores pueda gozar de
beneficio, para que el asunto se resuelva, cobrando él el crédito (así según lo dicho por
Vodanovic, Stitchkin y Claro Solar).
5)- La constitución en mora que hace un acreedor (demanda, por ejemplo), constituye en mora
al deudor respecto de todos los acreedores. No lo dice el CC, pero es obvio que es así por el
efecto propio de la solidaridad.
6)- Las medidas precautorias en favor de un acreedor favorecen a los otros. Igual que en el
caso anterior, aunque la ley no lo dice en forma expresa.
201
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b)- Entre los coacreedores una vez extinguida la obligación (relaciones internas)
Extinguida la obligación, surgen las relaciones internas entre los coacreedores.
El acreedor que cobró el total deberá reembolsar a los demás su respectiva cuota, a menos que
haya algunos no interesados, caso en que nada les corresponde. Cada uno de los otros
acreedores no podrá reclamar al que recibió el pago sino la porción que le corresponde, a
prorrata de su cuota; pues la solidaridad sólo existe entre los acreedores solidarios y el deudor.
Si obtuvo sólo una parte parcial del crédito deberá reembolsar a cada uno la parte
correspondiente.
En el caso en que la obligación se haya declarado nula respecto a uno de los acreedores
solidarios, cualquiera de los otros acreedores podría demandar el total deducida la cuota
correspondiente a esa parte de la obligación. Pero si antes de declarada la nulidad, uno de los
acreedores hubiere exigido el total y el deudor lo hubiere pagado, no podría después pedir
restitución “fundándose en que la ha pagado indebidamente, porque el pago total que él ha
hecho corresponde efectivamente a su deuda con respecto al acreedor a quien ha pagado, que
se considera en sus relaciones con él como dueño de todo el crédito sin deducción alguna”.
SOLIDARIDAD PASIVA
➢ Concepto: “Es aquella solidaridad que se constituye cuando en una obligación existen
varios deudores de un mismo objeto divisible en que cada uno queda obligado al pago
total de la deuda por disponerlo así la ley, la convención o el testamento”.
202
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
203
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- Modalidades que afecten a toda la obligación → Es el caso en que todos los codeudores
se hayan obligado bajo condición o plazo. Sin embargo, no tiene el carácter de excepción
real la modalidad que sólo afecte a uno o más de los deudores pero no a todos.
204
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- La cosa juzgada → La sentencia dictada contra uno de los codeudores produce cosa
juzgada respecto de los demás. En compensación la sentencia dictada en favor de uno de
ellos puede también ser alegada en su favor por los otros codeudores.
- Etc.
>Excepciones personales
Las excepciones personales son aquellas que pertenecen a alguno o algunos de los deudores
solidarios, pero no a todos. la excepción personal va unida a ciertas cualidades que dicen
relación con la persona de uno o algunos de los codeudores solidarios, y que por lo mismo no
pueden oponerse sino por aquel o estos exclusivamente. Aquellos codeudores que no están
afectados por la causal que produce la excepción no están habilitados para oponerla.
Ejemplos:
- La nulidad relativa → Por omisión de formalidades establecidas en consideración al
estado o calidad de las personas, por error, fuerza, dolo o incapacidad relativa. Solo puede
alegarla el incapaz o la victima de dolo, de fuerza o el error.
- Las modalidades que afectan la obligación de algunos deudores → Los deudores pueden
obligarse unos pura y simplemente, otros a plazo o condición (art. 1512 CC).
- Etc.
>Excepciones mixtas
Son las que presentan algunos caracteres de las excepciones reales y algunos de las
personales, solo pueden ser invocadas contra el acreedor en la parte del deudor a quien
compete. Ejemplos:
- Remisión parcial → Cualquiera de los deudores que sea demandado por el total de la
deuda, podrá oponer la remisión parcial hecha a uno de los deudores, pero solo en la cuota
de este (art. 1518 CC).
205
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- Etc.
b)- Entre codeudores solidarios una vez extinguida la obligación (contribución a la deuda)
(art. 1522 CC)
Para determinar los efectos entre los codeudores solidarios una vez extinguida la obligación,
es necesario distinguir como fue extinguida la obligación, es decir, ¿Cómo el acreedor a
perdido su derecho? =
a)- La obligación se ha extinguido de forma gratuita
Si la obligación se ha extinguido de “forma gratuita”, por ejemplo, por:
- Remisión total
- Prescripción extintiva
- Plazo extintivo
- Perdida de la cosa que se debe
Los efectos de la extinción gratuita son:
1.- Se extingue la obligación
2.- Se extingue la solidaridad
b)- La obligación se ha extinguido de forma onerosa
Si la obligación se ha extinguido de “forma onerosa”, por ejemplo, por:
- El pago
- La compensación
- La confusión
- La novación
- La dación en pago
Los efectos de esta extinción onerosa, serán diversos según si el pago o desembolso fue hecho
por un “deudor interesado” o si fue hecho por un “deudor no interesado”:
Efectos del pago o desembolso hecho por un deudor interesado =
206
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
207
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
208
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Lo que ocurre, sin embargo, es que en las obligaciones en que hay sujetos únicos (un deudor y
un acreedor), no tiene importancia la indivisibilidad porque el deudor tiene que pagar la
totalidad al acreedor (el pago debe ser integro, según el art. 1591 inc. 1). La indivisibilidad sólo
cobra importancia en las obligaciones con pluralidad de sujetos, pues, en ellas, de aplicarse la
regla general, cada acreedor tiene derecho a exigir su cuota; y cada deudor cumple pagando la
suya. Pero esta regla se revierte cuando el objeto es indivisible.
b.3.2- La indivisibilidad en el Código Civil
El artículo 1524 hace la distinción entre obligaciones divisibles e indivisibles:
Art. 1524 CC = “La obligación es divisible o indivisible según tenga o no por objeto una cosa
susceptible de división, sea física, sea intelectual o de cuota.
Así la obligación de conceder una servidumbre de tránsito o la de hacer construir una casa son
indivisibles; la de pagar una suma de dinero, divisible”.
Este artículo hace una distinción entre:
1)- Divisibilidad física o material. Una cosa es físicamente divisible cuando, sin destruirse,
puede fraccionarse en partes homogéneas entre sí y con respecto al todo primitivo, no sufriendo
menoscabo considerable el valor del conjunto de aquella en relación con el valor de éste. Un
animal vivo es una cosa indivisible, pues al dividirlo se le mata. Un brillante es también
indivisible, en cuanto si se divide la suma del valor de todas las partes es muy inferior al valor
del brillante antes de la división.
2)- Divisibilidad intelectual o de cuota. Una cosa es intelectualmente divisible cuando puede
fraccionarse en partes ideales, abstractas, imaginarias, aunque no lo pueda ser materialmente.
Todas las cosas y derechos admiten este tipo de división, salvo que la ley lo impida, como
ocurre con los derechos de servidumbre o con la propiedad fiduciaria (art. 1317 CC).
De acuerdo al art. 1524, es indivisible la obligación cuyo objeto no puede dividirse ni física ni
intelectualmente. Si admite división de cuota, ya no es indivisible sino que divisible.
b.3.3- Fuente de la indivisibilidad
La indivisibilidad puede provenir de que la cosa debida, por su propia naturaleza, no pueda
dividirse (indivisibilidad natural), o de que las partes acordaron que no se podía cumplir por
partes (indivisibilidad convencional o de pago).
1.- Indivisibilidad natural
209
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En este caso, la indivisibilidad no proviene del objeto de la prestación, sino del acuerdo expreso
de los contratantes en orden a que no se pueda cumplir por partes. Dicho de otra manera, el
objeto de la prestación es divisible, física o intelectualmente, pero se conviene en que la
obligación no pueda ser cumplida por partes, debiendo ejecutarse igual que si la obligación
recayere sobre una cosa indivisible.
Tiene gran interés practico, pues ofrece ventajas sobre la solidaridad. Ello porque en la
solidaridad, si fallece uno de los deudores, la deuda se divide entre sus herederos, quedando
cada uno de estos obligado al total de la deuda, pero sólo en proporción a su interés en la
herencia (el que hereda un cuarto, responde hasta la cuarta parte de la deuda total). En cambio,
si se conviene que la deuda no pueda cumplirse por partes ni aun por los herederos del deudor,
estamos transformando la deuda en indivisible, y se aplica el art. 1526 N°4 inc. 2.
b.3.4- La divisibilidad en las obligaciones de dar, entregar, hacer y no hacer
- La obligación de dar, es decir, aquellas que tienen por objeto transferir el dominio o constituir
un derecho real, son por lo general divisibles. Así los comuneros de una cosa pueden, por
ejemplo, vender su cuota o hipotecar su cuota (art. 2417 CC). Por excepción, algunos derechos
son indivisibles por expresa disposición legal (Ej: Las servidumbres, arts. 826 y 827 CC).
- La obligación de entregar será divisible si la cosa que se debe entregar admite división física
(Ej: Entregar 40 sacos de trigo), y será indivisible si se debe entregar una especie o cuerpo
cierto.
- La obligación de hacer es divisible o indivisible, según pueda o no cumplirse por partes el
hecho debido. La obligación de construir una casa es indivisible. En cambio será indivisible la
obligación de podar 100 matas de rosas o de arar 10 hectáreas.
- La obligación de no hacer puede ser divisible o indivisible según lo sea la cosa que no debe
hacerse. No es divisible, por ejemplo, la obligación contraída por tres personas que venden un
negocio obligándose a no abrir otro similar en la vecindad; es divisible, en cambio, la
obligación contraída por varios arrendatarios de no cortar los árboles existentes en el predio
arrendado. Esta última obligación es divisible por cuanto cualquiera de ellos puede contravenir
parcialmente la obligación o cumplirla por su parte absteniéndose de ejecutar el hecho
convenido.
210
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En doctrina, hay quienes piensan que la teoría de la indivisibilidad no tiene cabida en estas
obligaciones o la tiene en forma muy limitada, pues en caso de contravención, el acreedor solo
puede demandar indemnización de perjuicios. Sin embargo, la generalidad de los autores afirma
que las obligaciones de no hacer pueden ser divisibles o no, según la naturaleza de la
abstención. Así Pothier. Así, también, la doctrina nacional.
b.3.5- Efectos de la indivisibilidad
b.3.5.1- Efectos de la indivisibilidad activa
1.- Cada acreedor puede exigir el total (art. 1527 CC).
2.- El pago efectuado por el deudor a cualquier acreedor extingue la obligación respecto de
todos.
3.- Ninguno de los coacreedores puede, sin el consentimiento de los demás, remitir la deuda o
recibir el precio de la cosa debida, y si así lo hiciere sus coacreedores podrán todavía demandar
la cosa misma abonando al deudor la parte o cuota del acreedor que haya remitido la deuda o
recibido el precio de la cosa (art. 1532 CC).
4.- La interrupción de la prescripción operada por uno de los acreedores aprovecha a los demás.
No está dicho en forma general en el CC sino en el caso de las servidumbres, en el art. 886 CC,
pero el principio contenido allí puede extrapolarse.
5.- El acreedor que recibe el pago de la obligación indivisible debe dar a los otros la parte que le
corresponde. Y si nada se dice sobre cuál es la parte de cada uno, se presume que todos tienen
la misma cuota.
b.3.5.2- Efectos de la indivisibilidad pasiva
a)- Entre el acreedor y los codeudores (obligación a la deuda)
1.- Cada uno de los deudores es obligado a cumplirla en el todo, aunque no se haya convenido
solidaridad (art. 1527 CC).
2.- La prescripción interrumpida respecto de uno de los deudores, lo es igualmente respecto de
los otros (art. 1529 CC).
3.- El cumplimiento de la obligación indivisible por cualquiera de los obligados la extingue
respecto de todos. Así lo dice el art. 1531 CC.
4.- Demandado uno de los deudores puede pedir un plazo para entenderse con los demás
codeudores, a fin de cumplir entre todos.
Art. 1530 CC = “Demandado uno de los deudores de la obligación indivisible, podrá pedir un
plazo para entenderse con los demás deudores a fin de cumplirla entre todos; a menos que la
obligación sea de tal naturaleza que él solo pueda cumplirla, pues en tal caso podrá ser
condenado, desde luego, al total cumplimiento, quedándole a salvo su acción contra los demás
deudores para la indemnización que le deban”.
211
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b)- Entre los codeudores entre sí una vez extinguida la obligación (contribución a la deuda)
Cuando un deudor paga, como la prestación es una sola, la obligación se extingue respecto de
todos (art. 1531 CC). El que pagó tiene derecho a que los demás le paguen la indemnización
correspondiente (art. 1530 CC). El deudor que pagó solo puede reclamar la indemnización, pues
como pagó una cosa indivisible no puede pretender que le devuelvan una parte de esa cosa.
b.3.6- Respecto de la indivisibilidad de pago
Obligaciones indivisibles en cuanto al pago son aquellas cuyo objeto es perfectamente divisible,
física o intelectualmente, pero que no pueden ejecutarse por parcialidades en virtud de la
voluntad de las partes o de la ley que presume esa voluntad. Negando la posibilidad de
cumplimiento parcial se estima resguardado el interés del acreedor. Se habla de indivisibilidad
de pago porque la cosa debida admite división, pero las partes o la ley interpretando la voluntad
de ellas, han alterado esa situación estableciendo que la obligación debe ser cumplida por cada
deudor por el total. La indivisibilidad de pago sólo aparece en el momento del pago y de allí su
nombre.
En definitiva se trata de excepciones a la divisibilidad de las obligaciones, y así aparece
expresado en el art. 1526 CC, que en su primera parte señala la regla general (divisibilidad) y
después establece 6 numerandos con excepciones.
CASOS DEL ARTÍCULO 1526 CC:
Nota: Todos los casos corresponden a indivisibilidades de pago pasivas. Véanse, los distintos
numerandos del 1526, que habla de deudores, codeudores, etc. Y el 1526 N°4 inc. 3; y el 1526
N°5 inc. 2 confirman este aserto. Además los casos del art. 1526 CC son taxativos, no
ejemplares, por ser excepcionales. Así Fueyo.
1er caso = Art. 1526 N°1 → “La acción hipotecaria o prendaria se dirige contra aquel de los
codeudores que posea, en todo o parte, la cosa hipotecada o empeñada. / El codeudor que ha
pagado su parte de la deuda, no puede recobrar la prenda u obtener la cancelación de la
hipoteca, ni aun en parte, mientras no se extinga el total de la deuda; y el acreedor a quien se
ha satisfecho su parte del crédito, no puede remitir la prenda o cancelar la hipoteca, ni aun en
parte, mientras no hayan sido enteramente satisfechos sus coacreedores”.
Esto es consecuencia del hecho de que la prenda y la hipoteca sean indivisibles desde distintos
puntos de vista: 1). En cuanto al objeto, pues la hipoteca o prenda grava toda la cosa, por lo que
si esta se divide, la hipoteca o prenda queda gravando cada una de las partes (art. 2408 CC); 2).
En cuanto al crédito garantizado, pues mientras no se satisfaga íntegramente el crédito, no
puede pedirse el alzamiento de parte de la hipoteca o devolución de parte de la prenda. Así lo
dice el art. 1425 N°1 inc. 2; 3). En cuanto al legitimado pasivo de la acción de prenda o
hipoteca, que lo es el que posea en todo o en parte la cosa empeñada o hipotecada.
Es importante tener en cuenta que cuando existe una obligación caucionada con prenda o
hipoteca, el acreedor tiene 2 acciones:
a.- Una personal para hacer efectivo su crédito en el patrimonio del deudor, y
212
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b.- Una acción real, la hipotecaria o prendaria, destinada a hacer efectivo el crédito en la cosa
dada en prenda o hipoteca, quienquiera sea su dueño.
La indivisibilidad está referida exclusivamente a la acción prendaria o hipotecarla, no a la
personal que es divisible, salvo que las partes hayan acordado también su indivisibilidad.
La acción hipotecaria a prendaria se dirige contra aquel de los codeudores que posea, en todo o
parte, la cosa hipotecada o empeñada (art. 1526 N°1).
Como las acciones hipotecaria y prendaria son reales, se ejercen sobre la cosa objeto de la
prenda o hipoteca. Se demanda a quien está poseyendo la cosa, por el total de la deuda y no por
la parte o cuota que en la obligación corresponda al deudor. Si se interpone la acción personal
de cobro, ésta es divisible por lo que a cada deudor se le debe demandar únicamente por su
cuota.
Si la cosa dada en prenda o hipoteca se encuentra en poder de varios de los deudores, la acción
real debe dirigirse en contra de todos ellos.
2do caso = Art. 1526 N°2 → “Si la deuda es de una especie o cuerpo cierto, aquel de los
codeudores que lo posee es obligado a entregarlo”.
Cuando esta norma habla de la “entrega”, se refiere a la entrega material de la cosa, no a la
jurídica que importa transferencia de dominio o constitución de un derecho real y que es
divisible.
Como es un caso de indivisibilidad de pago pasiva, no estamos en esta situación si, por ejemplo,
llegan dos pasajeros a un hotel y dejan un cofre en custodia y pretende después reclamarlo uno
solo (indivisibilidad activa). El hotelero debe exigir de la presencia de ambos.
3er caso = Art. 1526 N°3 → “Aquel de los codeudores por cuyo hecho o culpa se ha hecho
imposible el cumplimiento de la obligación, es exclusiva y solidariamente responsable de todo
perjuicio al acreedor”.
Cuando esta disposición emplea la expresión “exclusiva y solidariamente responsable”, la voz
“solidariamente” no está tomada en sentido técnico sino para significar que responde el solo por
la totalidad de los perjuicios.
4to caso = Art. 1526 N°4 → “Cuando por testamento o por convención entre los herederos, o
por la partición de la herencia, se ha impuesto a uno de los herederos la obligación de pagar el
total de una deuda, el acreedor podrá dirigirse o contra este heredero por el total de la deuda,
o contra cada uno de los herederos por la parte que le corresponda a prorrata. / Si
expresamente se hubiere estipulado con el difunto que el pago no pudiese hacerse por partes, ni
aun por los herederos del deudor, cada uno de éstos podrá ser obligado a entenderse con sus
coherederos para pagar el total de la deuda, o a pagarla él mismo, salva su acción de
saneamiento. / Pero los herederos del acreedor, si no entablan conjuntamente su acción, no
podrán exigir el pago de la deuda, sino a prorrata de sus cuotas”.
213
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
214
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
SOLIDARIDAD INDIVISIBILIDAD
Objeto naturalmente divisible Objeto naturalmente indivisible
Tiene como fuente la ley, el testamento y la
Tiene como fuente la naturaleza de la
convención prestación o la voluntad de las partes.
Si perece la cosa objeto de la obligación sigue
Si perece el objeto la obligación se hace
siendo solidaria divisible
Cada acreedor puede condonar la deuda El acreedor no puede condonarla o novarla por
si solo
La solidaridad puede renunciarse La indivisibilidad no puede renunciarse
El acreedor puede exigirle el pago total a El deudor puede exigir un plazo para
cualquier deudor entenderse con sus codeudores
No se transmite (art. 1523) Es transmisible (art. 1528)
215
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
216
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
217
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CUMPLIMIENTO FORZOSO:
1- Clases de cumplimiento forzado:
218
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
219
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
que resuelva previamente la existencia y monto de los perjuicios. Ejecutoriada la sentencia que
se dicte, quedará constituido el correspondiente título ejecutivo.
220
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
LA INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS:
1- Cumplimiento subsidiario por equivalencia. Indemnización de perjuicios:
Consiste en el derecho que la ley otorga al acreedor para obtener del deudor el pago de una
cantidad de dinero equivalente al beneficio pecuniario que le habría reportado el cumplimiento
exacto, integro y oportuno de la obligación. Según Abeliuk “las características fundamentales
de la indemnización de perjuicios son: que tiende a reparar el perjuicio sufrido por el acreedor
por el incumplimiento imputable del deudor, y que no implica un cumplimiento igual al que
debió prestarse”.
La indemnización de perjuicios cumple una doble función. Es una sanción para el deudor que
incumple con dolo o culpa; y a la vez, es un medio dado al acreedor para que pueda obtener el
cumplimiento de la obligación por equivalencia.
Cabe observar que la indemnización de perjuicios no es la única forma de resarcir al acreedor
en caso de incumplimiento. También sirven para esa función la resolución del contrato y la
nulidad.
2- La indemnización de perjuicios es un derecho subsidiario:
Ello porque, en principio, el deudor debe cumplir en la forma convenida, no pudiendo por la
misma razón el acreedor “solicitar la indemnización sino subsidiariamente, demandando como
petición principal el cumplimiento de la prestación estipulada”. La regla anterior es cierta,
tratándose de las obligaciones de dar. Sin embargo, no lo es, en las obligaciones de hacer por
cuanto el art. 1553 permite al acreedor demandar directamente el pago de la indemnización de
perjuicios, en caso de incumplimiento. Y en las obligaciones de no hacer, ocurre lo mismo, mas
aun si se concede al deudor la facultad de oponerse a la destrucción de la cosa ofreciendo un
medio equivalente para obtener el fin perseguido por el acreedor (art. 1555 CC).
3- Conceptos de indemnización de perjuicios:
Concepto amplio = “Es la obligación que tiene toda persona de reparar los daños causados por
su incumplimiento o por la comisión de algún otro hecho ilícito”.
Concepto contractual = “Es la obligación que tiene el deudor de reparar los daños causados al
acreedor como consecuencia de su incumplimiento”.
Concepto extracontractual = “Es la obligación de reparar los daños provocados por la comisión
de un hecho ilícito”.
Concepto de Meza Barros = “Cantidad de dinero que representa el beneficio que el acreedor
habría obtenido del cumplimiento íntegro y oportuno de la obligación”.
4- Naturaleza jurídica de la indemnización de perjuicios:
Hay dos posiciones que nos hablan sobre la naturaleza jurídica de la indemnización de
perjuicios:
221
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
222
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
es otra cosa que la avaluación en dinero del interés que el acreedor tenia en que la obligación
fuera ejecutada; la compensación, en consecuencia, de los perjuicios que la inejecución le
causa.
b)- Indemnización moratoria = Es aquella cantidad de dinero a que tiene derecho el acreedor y
que tiene por objeto reparar a este, el perjuicio sufrido por el cumplimiento tardío de la
obligación. No es otra cosa que la avaluación en dinero del interés que el acreedor tenia en que
la obligación fuera ejecutada en la época en que debía serlo.
Importancia de la distinción entre estas dos clases de indemnizaciones de perjuicios:
La indemnización de perjuicios compensatoria sustituye al objeto de la obligación, no puede, en
principio, pedirse al mismo tiempo el cumplimiento forzado de la obligación y el pago de una
indemnización de carácter compensatorio. La acumulación importaría un doble pago de la
obligación.
Excepcionalmente puede pedirse el cumplimiento de la obligación y la indemnización
compensatoria cuando, en la cláusula penal, se estipula expresamente que por el pago de la pena no
se entiende extinguida la obligación principal, es decir, en la cláusula penal se pueden acumular el
cumplimiento de la obligación y la pena (art. 1537 CC).
La indemnización de perjuicios moratoria resarce los daños que ocasiona el retardo, esta puede
acumularse al cumplimiento de la obligación o a una indemnización de perjuicios compensatoria.
Así el art. 1537 CC permite que se pueda pedir el cumplimiento de la obligación principal y la pena
cuando aparezca haberse estipulado la pena por el simple retardo.
¿El acreedor tiene un derecho optativo para exigir el cumplimiento de la obligación o la
indemnización de perjuicios compensatoria?
Hemos dicho que en las obligaciones de dar el acreedor debe demandar primeramente el
cumplimiento de la obligación en la forma convenida. Sin embargo, se ha sostenido que en estas
obligaciones, lo mismo que en las de hacer, producido el incumplimiento, el acreedor tendría el
derecho a demandar, a su elección, o el cumplimiento de la obligación o la indemnización de
perjuicios. Se argumenta que si bien los artículos 1553 y 1555, establecen esa opción únicamente
para las obligaciones de hacer y no hacer, contienen un principio que es general y que, por lo
mismo, se debe extender a las obligaciones de dar. Se agrega que, por lo demás, esa es la solución
que da el CC cuando existe una cláusula penal (que es una forma de indemnización de perjuicios) y
el deudor está constituido en mora (art. 1537 CC).
Arturo Alessandri es de opinión que el acreedor debe exigir el cumplimiento forzado de la
obligación y sólo cuando esto no fuere posible puede reclamar la indemnización de perjuicios
compensatoria. Se funda:
a)- En que los artículos 1553, 1555 y 1537 son normas de excepción, pues en caso contrario no se
justificaría que el CC las hubiere establecido, y
223
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
224
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
I)- INCUMPLIMIENTO
El artículo 1556 CC señala los casos en que habrá incumplimiento, y estos son:
1)- Cuando la obligación no ha sido cumplida
En este caso proceden ambas indemnizaciones (compensatoria y moratoria).
2)- Cuando la obligación se cumple pero solo parcialmente
Proceden ambas indemnizaciones.
3)- Se cumple con el objeto de la obligación pero tardíamente
Procede solo indemnización moratoria.
II)- PERJUICIOS
a- Concepto de daño en materia contractual: “Detrimento, perdida o disminución que
experimenta el acreedor tanto patrimonial como extrapatrimonialmente a consecuencia del
incumplimiento del deudor”.
225
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
226
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: La procedencia de la indemnización del daño moral en sede contractual fue bastante
discutida por mucho tiempo. Se argumentaba que la indemnización en materia contractual
tenía por objeto desaparecer el daño que el acreedor había experimentado por el
incumplimiento del deudor y que, en el caso del daño moral, no era posible hacerlo
desaparecer. Además se decía que el art. 1556 solo comprendía en sede contractual al daño
emergente y al lucro cesante, dejando fuera de la indemnización de perjuicios al daño moral
en sede contractual. Sin embargo, hoy se acepta en forma general la indemnización del daño
moral en Chile en materia contractual y extracontractual, por aplicación del principio de
reparación integral del daño.
d- Requisitos para que los perjuicios sean indemnizables:
1.- Debe ser ocasionado por una persona distinta del ofendido
2.- Debe afectar un interés licito de la víctima (un derecho subjetivo)
3.- Debe ser cierto y no meramente eventual (el perjuicio puede ser presente o futuro)
4.- Debe ser directo
5.- No debe encontrarse reparado
e- Avaluación de los perjuicios:
e.1- Avaluación legal
e.2- Avaluación convencional
e.3- Avaluación judicial (regla general)
AVALUACIÓN LEGAL DE LOS PERJUICIOS
La avaluación legal de los perjuicios está establecida en el artículo 1559, que la limita
exclusivamente a la indemnización moratoria que se genera por el incumplimiento de una
obligación de dinero: “Si la obligación es de pagar una cantidad de dinero, la indemnización de
perjuicios por la mora está sujeta a las reglas siguientes…”.
¿Por qué sólo contempla la indemnización de perjuicios moratoria y no la compensatoria? La
explicación es simple: En la indemnización compensatoria se paga una suma de dinero, que
equivale al cumplimiento íntegro de la obligación. Pero si la deuda es de dinero, la suma que se
paga “no equivale al cumplimiento íntegro”, sino que “es” el cumplimiento íntegro.
Cabe señalar que -aun cuando el punto se ha discutido- no se ve una buena razón para estimar que
respecto de esta indemnización, no se requiera constituir en mora al deudor. Pensamos que ello es
necesario, por aplicación de las reglas generales. En el mismo sentido Abeliuk.
227
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- El artículo 1559 es una disposición supletoria y excepcional. Supletoria porque rige sólo a
falta de pacto entre las partes; excepcional porque se refiere sólo al incumplimiento de las
obligaciones de dinero y únicamente a la indemnización moratoria.
- El acreedor, aparte de los intereses, puede cobrar otros perjuicios, pero para ello deberá
probarlos, de acuerdo a las reglas generales.
228
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3era regla: art. 1559 N°3 CC = “Los intereses atrasados no producen interés”.
4ta regla: art. 1559 N°4 CC = “La regla anterior se aplica a toda clase de rentas, cánones y
pensiones periódicas”.
La regla anterior -que los intereses atrasados no producen interés- se aplica a toda especie de
rentas, cánones y pensiones periódicas.
Según Rene Ramos Pazos, la norma en su contexto sólo puede entenderse del modo siguiente:
1- Las rentas, cánones y pensiones en cuanto consistan en la obligación de pagar una suma
de dinero, generan interés por el solo hecho de la mora (reglas 1 y 2 del artículo 1559, que
no excluyen a estas obligaciones de modo alguno) y
2- En virtud de la referencia de la regla cuarta a la tercera, este interés así devengado no
puede capitalizarse para producir, a su turno, interés sobre ellos (regla tercera). “No se
divisa, razón alguna, en consecuencia para negar intereses moratorios por sumas de dinero
adeudadas cuando ellas son rentas, cánones u otras pensiones periódicas”.
229
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
230
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
de estímulo para que el deudor cumpla. Su condición de caución se robustece cuando se constituye
para garantizar una obligación ajena, pues en ese supuesto hay 2 patrimonios que van a estar
respondiendo del cumplimiento de la obligación.
Como caución es personal, porque no afecta bienes determinados al cumplimiento de la obligación
que puedan perseguirse en poder de terceros, como ocurre con la prenda o la hipoteca.
> La cláusula penal constituye una pena civil
Así está dicho en la propia definición legal. Puede agregarse que la cláusula penal nació en el
Derecho Romano con una finalidad estrictamente sancionadora, carácter que aún conserva.
c.- Características de la cláusula penal:
1)- Es una obligación consensual
Pues la ley no ha sometido su establecimiento a ninguna formalidad especial. Aún más, la voluntad
de las partes puede manifestarse en forma expresa o en forma tácita. De manera que “existe cláusula
penal no sólo cuando se la instituye literalmente, sino también en todos aquellos casos en que se
consigna el pago de una pena, de una multa, de una suma de dinero a título de indemnización, o de
cualquiera otra cosa que se trate de dar, hacer o no hacer para el caso de no cumplirse o retardarse el
pago de la obligación principal”.
Sin embargo -dice Somarriva- habrá casos en que indirectamente la cláusula penal debe sujetarse a
solemnidades. Por ejemplo, cuando la pena consiste en la entrega de un bien raíz, ya que en este
caso debe constar por escritura pública. No lo dice el legislador, pero se llega a esa conclusión
aplicando el artículo 57 del Reglamento del CBR.
2)- Es una obligación condicional
Tiene ese carácter porque el derecho del acreedor a cobrar la cláusula penal, está sujeto al hecho
futuro e incierto que se produzca el incumplimiento del deudor y que éste se encuentre en mora (art.
1537 CC).
3)- Es una obligación accesoria
Esta característica proviene del hecho de ser una caución. De ello surgen varias consecuencias
importantes:
- Extinguida la obligación principal, por cualquier medio, se extingue la cláusula penal.
- La acción para exigir el pago de la pena prescribe conjuntamente con la obligación principal (art.
2516 CC), y
- La nulidad de la obligación principal trae consigo la nulidad de la pena (art. 1536 inc. 1 CC).
d.- Cláusula penal en la promesa de hecho ajeno:
Art. 1450 CC = “Siempre que uno de los contratantes se compromete a que por una tercera
persona, de quien no es legítimo representante, ha de darse, hacerse o no hacerse alguna cosa, esta
231
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
232
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
233
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
n.- Cobro de la cláusula penal cuando la obligación principal es de cosa indivisible o cuando se
ha puesto la cláusula penal con la intención expresa de que el pago no pueda fraccionarse:
En estos casos puede le acreedor cobrar al culpable el total de la pena o a cada uno de los deudores
incluidos los inocentes, su cuota en la pena, quedando a salvo el recurso de éstos contra el infractor
(art. 1540 incisos 2 y 3).
ñ.- Situación en el caso que la pena sea indivisible:
Si la pena es indivisible, se podrá reclamar a cualquiera de los deudores, sin importar quién sea el
infractor. Ello porque estamos frente a una obligación indivisible, y ser ese precisamente el efecto
de la indivisibilidad.
234
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
235
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1544 del CC, en el caso que el mutuo sea de dinero. Luego el artículo 1544 inc. 3 se
mantendría vigente únicamente para los mutuos que no fueren de dinero.
c- Cláusula penal enorme en las obligaciones de valor inapreciable o indeterminado. Respecto
de estas obligaciones, dice el artículo 1544 inciso final, que el juez la moderará
prudencialmente, cuando atendidas las circunstancias pareciere enorme. Un viejo fallo
resolvió que “la obligación de entregar la cosa arrendada dentro del término convenido, a la
cual accede la cláusula penal, es por naturaleza de valor indeterminado: el tribunal puede
moderar prudencialmente la pena si en su concepto fuera enorme”.
236
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
malicia o negligencia de otra persona, debe ser reparado por ésta”. Faltaba se decía, para la
responsabilidad contractual una norma como la que el artículo 2329 contempla para la
responsabilidad extracontractual.
La tendencia actual de la doctrina es aceptar la indemnización del daño moral en la responsabilidad
contractual.
c.- Daño emergente y Lucro cesante:
Art. 1556 CC = “La indemnización de perjuicios comprende el daño emergente y lucro cesante, ya
provengan de no haberse cumplido la obligación, o de haberse cumplido imperfectamente, o de
haberse retardado el cumplimiento.
Exceptúanse los casos en que la ley la limita expresamente al daño emergente”.
La ley no define estos conceptos. La doctrina los define de la siguiente manera:
DAÑO EMERGENTE = Es la perdida efectiva que sufre el acreedor en su patrimonio (es todo lo
que sale del patrimonio del acreedor producto del incumplimiento).
LUCRO CESANTE = Es aquella perdida de la legitima ganancia que el acreedor esperaba obtener.
Ejemplo: Se contrata a un cantante para que venga a dar un concierto; se gasta en propaganda,
viajes, etc., pero en definitiva el artista no viene. El daño emergente está representado por lo que se
gastó en propaganda, viajes, etc. El lucro cesante está determinado por la utilidad que el
empresario pudo haber logrado con ese concierto.
Se ha fallado que “resuelto por incumplimiento de una parte un contrato bilateral con plazo fijo, el
lucro cesante que debe indemnizarse a la otra es sólo la legitima ganancia que pudo obtener si el
contrato se hubiese cumplido íntegramente, esto es, la prestación que se le debería pagar menos los
gastos y costos que debía soportar para cumplir su obligación”.
Dice el artículo 1556 que no se indemniza el lucro cesante en aquellos casos en que la ley limita la
indemnización expresamente al daño emergente. Así ocurre, por ejemplo, en los artículos 1930 y
1933 del CC.
No es fácil la prueba del lucro cesante. Por la misma razón, la prueba que se rinda se debe apreciar
con mayor liberalidad. Así lo entiende Sergio Gatica “el lucro cesante, a diferencia del daño
emergente, es difícil de establecer, por su carácter esencialmente eventual, que lo transforma en un
principio jurídico lleno de vaguedades e incertidumbres”. Y agrega que por la misma razón el
legislador ha prescindido de dictar normas al respecto, dejando entregada a la prudencia del tribunal
la sana aplicación de los hechos de la causa.
d.- Perjuicios previstos e imprevistos:
Perjuicios previstos son los que se previeron o pudieron preverse al tiempo del contrato (art. 1558
inc. 1). Los que no cumplen con estos requisitos son imprevistos. Se indemnizan sólo los previstos,
salvo en los casos de dolo o culpa grave (art. 1558 CC).
237
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
e.- Las partes pueden alterar las reglas sobre los perjuicios a indemnizar:
Así lo consigna el inciso final del artículo 1558 CC: “Las estipulaciones de los contratantes podrán
modificar estas reglas”.
III)- IMPUTABILIDAD
Nuestro sistema contractual y extracontractual es un sistema subjetivo, es decir, para que se pueda
perseguir la indemnización de perjuicios se debe acreditar o demostrar que la persona que causa el
daño tuvo una conducta generadora del daño (negligencia o conducta maliciosa), el daño no se
indemniza solo por haber sido causado sino que necesita además una conducta que haga
responsable al deudor de los perjuicios.
Al hablar de la imputabilidad debemos abordar los siguientes temas vinculados a ella:
➢ El dolo
➢ La culpa
➢ Las cláusulas modificatorias de la responsabilidad de las partes
➢ La teoría de los riesgos
➢ Las causales de exención de responsabilidad
EL DOLO
a.- Concepto de dolo: Art. 44 inc. final CC = “El dolo consiste en la intención positiva de inferir
injuria a la persona o propiedad de otro”.
b.- La triple identidad del dolo:
Como es sabido, el dolo, en materia civil incide en 3 campos distintos:
a.- En la fase de formación del consentimiento, como vicio del mismo (artículos 1458 y 1459 CC).
b.- En la fase de cumplimiento de los contratos, cuando el deudor deja de cumplir una obligación
contractual con la intención positiva de causar un perjuicio al acreedor, y
c.- Finalmente, en la responsabilidad extracontractual, como elemento de esa responsabilidad,
alternativo de la culpa (artículos 2314 y sgts).
Ahora nos corresponde estudiar el dolo en la fase de cumplimiento de los contratos como un
elemento de la responsabilidad contractual.
c.- Teoría unitaria del dolo:
El dolo opera en los tres campos que hemos señalado. El concepto en todos ellos es el mismo. Por
eso se habla de un “concepto unitario del dolo”. Ello se coliga de los siguientes antecedentes:
a.- Está definido en el Título Preliminar, de donde se sigue que su aplicación es de alcance general;
b.- Siempre importa una intención dirigida a perjudicar a otro;
238
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c.- El efecto del dolo en cualquier campo tiende a restablecer la situación anterior a él 8nulidad
cuando es vicio del consentimiento, obligación de indemnizar en los otros casos), y
d.- Las reglas que gobiernan al dolo son las mismas (Ej: el dolo no se presume).
d.- Prueba del dolo:
Art. 1459 CC = “El dolo no se presume sino en los casos especialmente previstos por la ley. En los
demás debe probarse”.
Esta norma si bien está establecida al tratar del dolo vicio del consentimiento, es de aplicación
general. Ello, por otra parte, resulta absolutamente concordante con el principio de que “la buena fe
se presume”, que si bien está establecido en materia posesoria, hay unanimidad para entenderlo
como principio general.
El dolo se puede probar por cualquier medio probatorio, sin que rijan las limitaciones que para la
prueba de testigos establecen los artículos 1708 y siguientes.
Por excepción hay casos en que se presume: artículo 1301 (albacea que lleva a efecto disposiciones
del testador contrarias a las leyes); artículo 968 regla 5 (ocultación de un testamento); artículo 2261
(presume dolo en la apuesta, cuando se sabe que se va a verificar o se ha verificado el hecho de que
se trata); artículo 94 número 6 (en la muerte presunta, el haber sabido y ocultado la verdadera
muerte del desaparecido, o su existencia, constituye mala fe); etc.
e.- Efectos del dolo en el incumplimiento de las obligaciones:
El efecto del dolo en el incumplimiento de las obligaciones es agravar la responsabilidad del
deudor. Ello, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 1558 CC. De acuerdo a esta disposición,
lo normal es que el deudor responda sólo de los perjuicios directos previstos (o que pudieron
preverse) al tiempo del contrato. Más, si hay dolo se responderá además de los perjuicios directos
imprevistos. Además, si la especie debida se destruye en poder del deudor “después que ha sido
ofrecida al acreedor, y durante el retardo de éste en recibirla, no hace responsable al deudor sino por
culpa grave o dolo” (art. 1680 CC).
Nota: se ha entendido también que si son varios los deudores que incumplen con dolo, su
responsabilidad seria solidaria, de acuerdo a lo previsto en el artículo 2317 inc. 2. Si bien esta
norma está ubicada en la responsabilidad extracontractual, se piensa por algunos que el inciso 2
sólo se justifica si su alcance es general. En caso contrario sería inútil, pues no habría más que
repetir lo dicho en el inciso 1 (aplicable en la práctica).
f.- El dolo no se puede condonar anticipadamente:
Así está establecido en el artículo 1465. Puede, no obstante, renunciarse el dolo pasado, siempre que
se haga de forma expresa (artículo 1465 CC).
239
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
240
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b)- El artículo 44 incs. 3 y 4 dicen “Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de
aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios.
Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se
opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano. / El que debe administrar un negocio como
un buen padre de familia es responsable de esta especie de culpa”.
La culpa leve es la falta de cuidado ordinario o común, ya que la gente es generalmente descuidada
en cierta medida. Quien responde de la culpa leve debe emplear un celo o diligencia mediana.
La ley pone como punto de referencia, como modelo de administrador mediano, al buen padre de
familia.
La culpa leve impone una responsabilidad mayor que la culpa grave, porque incurre en ella el
deudor que no emplea un cuidado mediano. La culpa leve constituye la regla general. “Culpa o
descuido, sin otra calificación, significa culpa o descuido leve”.
c)- El artículo 44 inc. 5 dice “Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia
que un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes. Esta especie de
culpa se opone a la suma diligencia o cuidado”.
El que es responsable de esta clase de culpa debe emplear un cuidado esmerado, una diligencia
ejemplar. Impone al deudor el máximo de responsabilidad porque debe emplear una diligencia
esmerada, como la que en negocios importantes emplean los individuos acuciosos.
e.- La culpa grave equivale al dolo:
Así lo dice el artículo 44 inciso 1 parte final. ¿Cuál es el alcance de esta afirmación?
Somarriva estima que si la culpa grave en materia civil se asimila (la ley dice “equivale al dolo”),
ello implica que la culpa grave debe también probarse, al igual que el dolo. Si la culpa grave se
presumiera (como consecuencia de que deba probarse la diligencia debida por quien está obligado a
prestarla) y los efectos de la misma fueran los que corresponden al dolo, ello implicaría que sería
más grave y perjudicial incumplir una obligación con culpa grave que incumplirla con dolo.
Sin embargo, según la mayor parte de la doctrina, la equivalencia no tiene alcances probatorios. De
consiguiente, tratándose de culpa, cualquiera que ella sea, incluso grave, se presume siempre, por lo
que corresponde al deudor probar el descargo, acreditando que ha empleado la diligencia debida; en
cambio en el dolo, la prueba corresponde al acreedor.
¿Cuál es entonces, según la doctrina mayoritaria, el alcance de la asimilación? Simplemente que
cuando el deudor incumple con culpa grave, su responsabilidad se agrava, igual que en el dolo,
respondiendo de todos los perjuicios directos, previstos e imprevistos. Además, no podría
renunciarse anticipadamente la culpa grave (art. 1465 CC); y si hay culpa grave de varios deudores,
su responsabilidad seria solidaria (art. 2317 inc. 2 CC).
241
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
242
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En el artículo 2158 (mandato) se encuentra una excepción a esta regla, en cuanto permite que el
mandante se pueda liberar de sus obligaciones alegando que “el negocio encomendado al
mandatario no ha tenido buen éxito, o que pudo desempeñarse a menos costo, salvo que se pruebe
culpa”.
h.- Culpa del deudor por el hecho de personas que dependen de él:
Los artículos 1679 y 1590 incisos 1 y 3, hacen responsable al deudor por el hecho de terceros que
dependen de él. La primera de estas normas expresa que “en el hecho o culpa del deudor se
comprende el hecho o culpa de las personas por quienes fuere responsable”, y la segunda reitera la
misma idea.
Algunas disposiciones establecen igual regla para casos especiales, como ocurre con el contrato
para la construcción de edificios por un precio único prefijado (contrato de empresa), artículo 2003,
regla 3; en el contrato de transporte, artículo 2014 “las obligaciones que aquí se imponen al
acarreador, se entienden impuestas al empresario de transportes, como responsable de la idoneidad
y buena conducta de las personas que emplea”; el artículo 1941, en el arrendamiento de cosas, hace
al “arrendatario responsable no sólo de su propia culpa, sino de las de su familia, huéspedes y
dependientes”.
En el caso de hechos de terceros por quienes no responde el deudor, el acreedor sólo podrá exigir
que se le ceda la acción que tenga su deudor contra el tercero autor del daño (artículos 1590 inciso
final y 1677).
LAS CLÁUSULAS MODIFICATORIAS DE LAS RESPONSABILIDAD DE LAS PARTES
El inciso final del artículo 1547 permite a las partes alterar el grado de responsabilidad, idea que
repite el artículo 1558 CC inciso final. Luego las partes pueden celebrar distintos pactos para
modificar su responsabilidad:
a. Pueden convenir que el deudor responda de un grado mayor o menor de culpa que el que le
corresponde en conformidad al artículo 1558.
b. Puede establecerse que el deudor responda del caso fortuito.
c. Pueden acordar que el deudor responda en todo caso de los perjuicios imprevistos.
d. Puede limitarse el monto de la indemnización a pagar. Este pacto se asemeja a la cláusula
penal, pero es diferente, porque se debe probar el perjuicio.
e. Pueden limitarse los plazos de prescripción. Se estima que ello es factible, pues no sería
contrario al orden público, ya que el propio CC lo permite en algunos casos particulares: el
artículo 1880 (pacto comisorio) y el artículo 1885 en el pacto de retroventa, y
f. Pueden las partes alterar las reglas del onus probandi. Este punto es discutible. Abeliuk
define su validez , fundado en que el inciso final del artículo 1547 permite a las partes
modificar lo dicho en los incisos anteriores y, justamente, en el inciso inmediatamente
anterior, se consigna la regla de que la prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha
debido emplearlo y la prueba del caso fortuito al que lo alega. Somarriva también está por
la validez de estas cláusulas destinadas a invertir el onus probandi.
243
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
244
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Y en cuanto a la permuta, se aplican las mismas reglas por mandato del artículo 1900: “Las
disposiciones relativas a la compraventa se aplicaran a la permutación en todo lo que no se
oponga a la naturaleza de este contrato…”.
d.- Casos de excepción en que el riesgo de la especie o cuerpo cierto debido es del deudor:
1.- Cuando el deudor se constituye en mora de entregar la especie o cuerpo cierto debido. Así lo
dice el mismo artículo 1550.
2.- Cuando el deudor se ha comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas por
obligaciones distintas (art. 1550 parte final)
3.- Cuando las partes convienen que el riesgo sea del deudor, cláusula licita, en virtud de lo
establecido en los artículos 1547 inciso final y 1558 inciso final, y
4.- Cuando la ley así lo establece. Así ocurre:
> En el artículo 1950 N°1, que establece que el contrato se extingue por la destrucción total de la
cosa arrendada. Extinguiéndose el contrato se extinguen las obligaciones de ambas partes.
> En el caso de la obligación condicional (art. 1486)
> En las compraventas condicionales (art. 1820)
> En el contrato para la confección de una obra material cuando los materiales los pone el artífice:
“el peligro de la cosa no pertenece al que ordenó la obra, sino desde su aprobación, salvo que se
haya constituido en mora de declarar si la aprueba o no” (inciso 2). Esto es lógico porque se trata
de una venta condicional, que sólo se perfecciona con la aprobación del que encargó la obra y, por
lo mismo, por ser una venta sujeta a una condición suspensiva, se llegaría a la misma conclusión
aplicando la regla del artículo 1486 o, más específicamente, la establecida en el artículo 1820 (art.
1996).
e.- Pérdida parcial:
¿Qué pasa cuando la pérdida de la cosa es parcial? El CC no da reglas especiales, por lo que debe
aplicarse la norma del artículo 1550, esto es, que el riesgo es del acreedor (artículo 1550 CC).
LAS CAUSALES DE EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD
Se pueden mencionar como causales de exención de responsabilidad las siguientes, no todas
aceptadas, como iremos viendo:
- Fuerza mayor o caso fortuito
- Ausencia de culpa
- Estado de necesidad
- El hecho o culpa del acreedor (mora del acreedor)
- Teoría de la imprevisión
245
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 45 CC = “Se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto a que no es posible resistir,
como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos de autoridad ejercidos
por un funcionario público, etc.”.
Se ha señalado que la definición es incompleta por faltarle el requisito de la inimputabilidad, que es
indispensable si se considera que nuestro CC sigue el sistema de la responsabilidad subjetiva. Pero
se agrega que esta omisión aparece suplida por el artículo 1547 que en su inciso 2 dispone que “el
deudor no es responsable del caso fortuito, a menos que…haya sobrevenido por su culpa”.
Nuestro CC hace sinónimas las expresiones “fuerza mayor” y “caso fortuito”. Así también lo estima
la doctrina. Así lo ha dicho también la jurisprudencia. Hay autores que hacen la distinción, pero no
existen criterios claros, generalmente aceptados, de diferenciación. Generalmente se afirma que en
la fuerza mayor el hecho imprevisto, imposible de resistir, proviene de un hecho de la naturaleza,
como un terremoto o una inundación, en cambio, en el caso fortuito proviene de un hecho del
hombre, como seria un acto de autoridad.
➢ Elementos del caso fortuito.
Los elementos del caso fortuito son 3:
1.- Hecho inimputable
Quiere decir que debe ser ajeno al deudor; no debe provenir de su hecho o culpa o del hecho o culpa
de las personas por quién responde. Así resulta de varias disposiciones: artículos 934, 1547 inc. 2,
1590, 1672 inc. 1, 1679, 1925 inc. 1, 1926 inc. 1, 2015 inc. 3, 2016 inc. 2, 2178 N°2, 2242, etc.
2.- Imprevisto
Así lo dice la definición. Es el elemento típico del caso fortuito. Que sea imprevisto significa que
dentro de los cálculos ordinarios de un hombre normal, no era dable esperar su ocurrencia. La Corte
Suprema ha dicho que “el caso fortuito es imprevisto cuando no hay ninguna razón esencial para
creer en su realización”.
3.- Irresistible
Significa que impide la deudor, bajo todo respecto o circunstancia, poder cumplir. Si puede hacerlo
en forma más difícil o más onerosa, no estamos frente a un caso fortuito. También este elemento
está comprendido en la definición del artículo 45 CC. La Corte Suprema ha dicho que es irresistible
cuando no es posible evitar sus consecuencias, en términos que ni el agente ni ninguna otra persona
colocada en las mismas circunstancias habría podido preverlo ni evitarlo.
➢ Efectos del caso fortuito.
El efecto propio del caso fortuito es liberar de responsabilidad al deudor. Así lo dice el artículo
1547 inc. 2: “el deudor no es responsable del caso fortuito, a menos que…”, y lo reitera el artículo
1558 inciso 2: “la mora producida por fuerza mayor o caso fortuito no da lugar a indemnización de
perjuicios”.
246
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
247
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Abeliuk opina que es suficiente con que el deudor pruebe su ausencia de culpa. Ello, por las
siguientes razones:
a)- La redacción del artículo 1547 inciso 3 que contrapone las dos situaciones: prueba de la
diligencia o cuidado y prueba del caso fortuito. Explica que “si el deudor no se libera sino ante ese
último, carecería de objeto que probara su diligencia o cuidado”.
b)- El artículo 1670 establece, sin hacer distinción alguna, que si la cosa perece se extingue la
obligación del deudor. Más adelante, en el artículo 1672, está la excepción al señalar que si ello ha
ocurrido por culpa o durante la mora del deudor, la obligación subsiste, pero varia de objeto. Luego,
si no ha habido culpa o mora, no hay excepción y se aplica la regla del artículo 1670, quedando la
obligación extinguida, y
c)- Si en conformidad al artículo 1678, cuando la cosa debida se destruye por un hecho voluntario
del deudor, que inculpablemente ignoraba la obligación, sólo se lo obliga a pagar el precio sin
indemnización de perjuicios, con mayor razón si hay un hecho involuntario y no culpable del
deudor, éste debe quedar exento de responsabilidad.
En sentido contrario, Claro Solar: “…la imputabilidad cesa, cuando la inejecución de la obligación
o la demora en su ejecución es el resultado de una causa extraña al deudor, o sea de fuerza mayor o
caso fortuito”.
ESTADO DE NECESIDAD =
Nuestro CC no ha reglamentado en forma orgánica la mora del acreedor. Pero se refiere a ella en
varias disposiciones para exonerar de responsabilidad al deudor. Así, en el artículo 1548, en las
obligaciones de dar, libera de responsabilidad al deudor, por el cuidado de la especie o cuerpo cierto
debido, cuando el acreedor se ha constituido en mora de recibir; en el artículo 1680 repite la misma
idea, haciendo responsable al deudor sólo por culpa grave o dolo; en el artículo 1827, en que exime
al vendedor del cuidado ordinario de conservar la cosa, si el comprador se constituye en mora de
recibir.
248
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN =
En aquellos contratos en que las obligaciones de las partes se van cumpliendo durante periodos
prolongados, puede ocurrir que durante la vida del contrato sobrevengan hechos imprevistos y
graves, que hagan para una de ellas excesivamente oneroso el cumplimiento de sus obligaciones. La
pregunta que cabe formular es si en tal supuesto puede el afectado recurrir a la justicia para que se
revise el contrato y se restablezca el equilibrio patrimonial. Si aceptamos esta posibilidad, estamos
aceptando la teoría de la imprevisión.
Lorenzo de la Maza define la teoría de la imprevisión, diciendo que “Es la doctrina jurídica
(conjunto de principios de derecho debidamente fundados) que sostiene que el juez puede intervenir
a petición de cualquiera de las partes, en la ejecución de la obligación con el objeto de atenuar sus
efectos, cuando, a consecuencia de acontecimientos imprevisibles para las partes al momento de
formarse el vínculo jurídico, ajenos a su voluntad y que producen perturbación grave con relación a
toda una categoría de contratantes, la ejecución de la obligación se hace más difícil o más onerosa, y
siempre que aquél llegue a formarse la convicción de que siendo previsibles estas perturbaciones,
las partes no se habrían obligado en las condiciones fijadas”.
➢ Elementos de la imprevisión
Para que opere la teoría de la imprevisión se requiere de la concurrencia de los siguientes
elementos:
a.- Que se trate de un contrato de tracto sucesivo o por lo menos de un contrato de ejecución
diferida. La teoría de la imprevisión tiene necesariamente que suponer obligaciones que tengan
duración en el tiempo, prestaciones sucesivas o diferidas o que no estén completamente ejecutadas.
De otro modo no es posible concebir que sobrevengan acontecimientos imprevisibles y esto es de la
esencia de la imprevisión.
b.- Que por circunstancias sobrevinientes, ajenas a las partes y no previstas, se produzca un
desequilibrio patrimonial en las prestaciones, y
c.- Que los hechos que producen la alteración sean tan extraordinarios y graves, que si las partes los
hubieran tenido a la vista al momento de contratar no habrían contratado o lo habrían hecho en
condiciones diferentes.
➢ Posiciones doctrinarias
Frente a estos graves desequilibrios en las prestaciones de cada parte, hay en doctrina dos
posiciones.
Para una primera, todo contrato es ley para las partes, que ninguna de ellas puede desconocer
aunque hayan variado las condiciones bajo las cuales lo celebraron. Lo acordado tiene que
cumplirse en la forma convenida (pacta sun servanda). La seguridad jurídica así lo exige. Ello
implica no aceptar la revisión de los contratos y, por ende, el rechazo de la teoría de la imprevisión.
Para una segunda debe admitirse, por razones de equidad, de moralidad, la revisión de los contratos,
cuando varían gravemente y por causas imprevistas, las condiciones bajo las cuales el contrato fue
acordado. Contraponen al “pacta sun servanda” el principio “rebus sic stantibus”. Dicen los
249
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
sostenedores de esa posición que “en cada contrato se puede considerar como sobreentendida una
cláusula tácita “rebus sic stantibus”, según la cual las partes no quedarían obligadas a sus
prestaciones reciprocas sino en el caso de que las circunstancias generales existentes al tiempo de
obligarse subsistan en el mismo estado hasta la ejecución completa de la obligación”. Lo anterior,
porque “cada parte, al establecer las cláusulas del acto, sólo pensó y sólo pudo pensar en los riesgos
normales que podrían ocurrir y de acuerdo con esto formuló sus condiciones. Los acontecimientos
anormales, imprevisibles, no han podido entrar en sus puntos de vista. Su voluntad se manifestó en
relación con el medio existente y los riesgos normales”.
Aceptan la teoría de la imprevisión autores tan importantes como Ripert, Bonnecase, René
Demogue. Las razones de cada uno son muy diferentes. Así Ripert se funda en razones morales;
Demogue, en la función económica y social del contrato; Bonnecase, en la idea de justicia, etc.
Otros, en cambio, le rechazan enérgicamente (Baudry, Lacantinerie et Barde, Henri Capitant).
250
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
251
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b- Requisitos de la mora:
La mora tiene 4 requisitos, los cuales son:
1- Que el deudor retarde el cumplimiento de la obligación
2- Que el retardo sea imputable al deudor
3- Interpelación del acreedor
4- Si el contrato es bilateral, que el acreedor haya cumplido su propia obligación o se allane a
cumplirla en la forma y tiempo debido
1)- Que el deudor retarde el cumplimiento de la obligación
El retardo es el antecedente necesario de la mora, pero sólo el antecedente, no la mora misma,
pues el retardo puede deberse a caso fortuito o fuerza mayor, caso en que no habrá mora.
Se debe distinguir entonces, entre exigibilidad, retardo y mora.
- La obligación es exigible cuando no se encuentra sujeta a modalidades suspensivas
- Se retarda el cumplimiento de la obligación cuando no se cumple en la oportunidad
debida, pero el solo retardo no implica mora (que exige otros requisitos: imputabilidad e
interpelación). Nuestro CC en algunos casos habla de “la mora producida por fuerza
mayor o caso fortuito” (art. 1558 inc. 2), señalando que no da lugar a la indemnización de
perjuicios. Lo que la norma quiere significar es que no hay indemnización de perjuicios,
porque no hay mora.
- La mora supone el retardo imputable del deudor más allá de la interpelación hecha por el
acreedor (arts. 1551 y 1558 inc. 1).
Nota: El artículo 1537, en materia de cláusula penal, distingue con mucha claridad la mora
del simple retardo.
2)- Que el retardo sea imputable al deudor
Es decir, para que se configure la mora es necesario que el atraso en cumplir sea debido al dolo
o culpa del deudor.
3)- Interpelación del acreedor
Se define como el acto por el cual el acreedor hace saber al deudor que su retardo le causa
perjuicios.
Hay 3 formas de interpelación, que están contenidas en el artículo 1551.
Art. 1551 CC = “El deudor está en mora:
1° Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado, salvo que la ley en
casos especiales exija que se requiera al deudor para constituirle en mora;
2° Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto espacio de tiempo, y
el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla;
3° En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente reconvenido por el acreedor”.
252
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
253
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
judicial. Así satisfacen este objeto, una demanda en que se pida el cumplimiento del contrato o
su resolución; o si se demandan perjuicios, etc.
¿En qué momento queda el deudor constituido en mora? Entendemos que lo es cuando se le
notifica válidamente la demanda. Así lo ha entendido en general, la jurisprudencia. Hay fallos,
sin embargo, que dicen que la constitución en mora se produce desde la contestación de la
demanda.
Se ha fallado que para que el deudor quede constituido en mora, el requerimiento debe hacerse
ante juez competente, decisión discutible, pues aunque el tribunal sea incompetente, queda clara
la intención del acreedor de hacer efectiva la obligación.
4)- Si el contrato es bilateral, que el acreedor haya cumplido su propia obligación o se allane
a cumplirla en la forma y tiempo debido
Es el último requisito de la mora, y lo contempla el artículo 1552: “En los contratos bilaterales
ninguno de los contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo
cumple por su parte, o no se allana a cumplirlo en la forma y tiempo debidos”. (A esta
institución se le conoce con el nombre de “la excepción de contrato no cumplido” o más
vulgarmente como “la mora purga a la mora”).
c- Efectos de la mora:
1.- El acreedor puede demandar indemnización de perjuicios. Justamente por ello estamos
estudiando la mora, como requisito de la indemnización de perjuicios. Este efecto lo establece
el artículo 1557 del CC.
2.- El deudor se hace responsable del caso fortuito. Así lo dice el artículo 1547 inciso 2. Esta
regla tiene una excepción, en que a pesar de la mora del deudor, éste no responde del caso
fortuito. Ello se produce si el caso fortuito hubiese sobrevenido a pesar de haberse cumplido
oportunamente la obligación (artículos 1547 inciso 2; 1672; 1590). Este último hecho debería
probarlo el deudor (artículo 1674 inciso 2: “Si estando en mora pretende que el cuerpo cierto
habría perecido igualmente en poder del acreedor, será también obligado a probarlo”).
3.- El riesgo de la especie o cuerpo cierto debida que normalmente es del acreedor, pasa al
deudor. Así lo establece el artículo 1550 inciso 1.
d- Mora del acreedor:
El CC no ha reglamentado en forma orgánica la mora del acreedor (mora accipiendi), pero en
varias disposiciones se refiere a ella: artículos 1548, 1552, 1599 (que habla de la repugnancia
del acreedor a recibir la cosa), 1680, 1827.
d.1)- ¿Desde cuándo está en mora el acreedor?
No cabe aplicar el art. 1551 CC, porque esta disposición se refiere a la mora del deudor. Según
algunos desde que el deudor haya debido recurrir a pagar por consignación. Según otros, debe
aplicarse por analogía el artículo 1551 N°3 y concluir que estará en mora desde que sea
judicialmente reconvenido. Finalmente -y es la doctrina más aceptada- se estima que basta
254
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
cualquier ofrecimiento del deudor, incluso extrajudicial, para constituir en mora al acreedor. Así
lo demostraría el artículo 1680, que no hace ninguna exigencia especial bastando que la especie
o cuerpo cierto sea ofrecida al acreedor.
d.2)- Efectos de la mora del acreedor
1.- Disminuye la responsabilidad del deudor, pues sólo va a responder de la culpa grave o dolo
en el cuidado de la cosa (1680 y 1827). Además queda relevado de los perjuicios moratorios.
2.- El acreedor debe indemnizar los perjuicios que se sigan de no recibir la cosa, como lo
prueba el artículo 1827 ubicado en la compraventa pero que tiene un alcance general: “Si el
comprador se constituyere en mora de recibir abonará al vendedor el alquiler de los
almacenes, graneros o vasijas en que se contenga lo vendido…”.
3.- Si el deudor tuvo que pagar por consignación, debe pagar las expensas de la oferta o
consignación válidas (art. 1604 CC).
V)- RELACIÓN DE CAUSALIDAD
Los perjuicios que se indemnizan son los que provienen del incumplimiento. Debe existir un nexo o
relación inmediata, de causa a efecto, entre el acto o hecho del hombre (acción u omisión) y el
evento o daño, de manera que se pueda inferir de ese nexo que el daño no se habría verificado sin
aquel acto, pues, debe ser premisa necesaria para verificación del daño. En el CC esta exigencia se
desprende del art. 1556: “La indemnización de perjuicios comprende el daño emergente y lucro
cesante, ya provengan de no haberse cumplido la obligación, o de haberse cumplido
imperfectamente, o de haberse retardado el cumplimiento”; y con más claridad todavía, del artículo
1558, en cuanto establece que en caso de incumplimiento con dolo, el deudor “es responsable de
todos los perjuicios que fueron una consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido la
obligación o de haberse demorado su cumplimiento”.
Consecuencia importante de lo que venimos diciendo es que no se indemnizan los perjuicios
indirectos ni aun en el caso de haberse incumplido con dolo (art. 1558 CC).
El requisito de nexo causal no sólo se exige en la responsabilidad contractual, sino también en la
extracontractual. Sólo se indemniza el daño proveniente del hecho ilícito.
> Pluralidad de causas, problema de las concausas.
Precisar el nexo causal es fácil cuando el daño proviene de una sola causa, pero la realidad
demuestra que no siempre las cosas ocurren de esa manera.
Para resolver los problemas que esta situación plantea se han elaborado distintas teorías, siendo las
más conocidas la de la “equivalencia de las condiciones”, la de la “causa próxima” y la de la “causa
eficiente”. Para la primera, que es la que ha tenido mayor acogida en las sentencias de nuestros
tribunales, todo efecto es el resultado de la conjugación de todas las condiciones, que deben ser
consideradas equivalentes en lo causal y en lo jurídico, de manera que constituyen “condictio sine
qua non del resultado final”. En cambio, según la doctrina de la causa próxima, sólo constituyen
“causa” aquellas condiciones necesarias de un resultado que se halla temporalmente más próxima a
éste; las otras son simplemente condiciones. Por último, los que sustentas la teoría de la causa
255
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
eficiente, afirman que todas las condiciones no tienen la misma eficacia en la producción del
resultado, por lo que no son equivalentes, y debe estarse entonces a la más activa o eficaz.
256
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
para cumplir sus obligaciones. Ello explica que el artículo 2466 hable del “deudor
insolvente”.
➢ Requisitos de la acción oblicua en relación con el crédito
En cuanto a los requisitos que tiene que tener el crédito del acreedor para poder accionar,
tendrá que ser cierto y actualmente exigible, es decir, no podrá estar sujeto a plazos o a
condiciones suspensivas.
➢ Requisitos de la acción oblicua en relación con el deudor
El deudor debe ser negligente en el ejercicio de sus derechos y acciones. Corresponde al
acreedor probar esta circunstancia. Abeliuk señala sobre este punto que la negligencia deberá
probarla el acreedor, pero no es necesario que constituya previamente en mora al deudor, y en
buena doctrina habría que concluir que ni siquiera es necesario oír a éste. Y agrega que, sin
embargo, es de toda conveniencia emplazar al deudor para evitar discusiones posteriores
sobre el efecto de la acción a su respecto.
➢ Requisitos de la acción oblicua en relación con los derechos y acciones
Finalmente, respecto a los derechos y acciones que pueden ejercerse por el acreedor en
nombre del deudor, estas tienen que ser patrimoniales, deben referirse a bienes embargables,
y, en ningún caso, opera la subrogación respecto de los derechos o acciones personalísimos,
como seria, por ejemplo, la acción de reclamación del estado de hijo.
c.- Efectos de la subrogación:
1)- Los acreedores ejercen derechos y acciones del deudor y no actúan por ende a nombre propio,
sino a nombre y representación del deudor.
2)- Los bienes que se obtengan no ingresan directamente al patrimonio de los acreedores, sino al
patrimonio del deudor, de manera que quedan afectos al derecho de prenda general de los
acreedores.
3)- Como lo que persiguen las acciones oblicuas es cautelar el derecho de prenda general, la acción
va a aprovechar a todos los acreedores, no solo a los que ejercen la acción, pues el patrimonio del
deudor aumenta para todos los acreedores.
4)- Una vez incorporados los bienes, pueden ser objeto de acciones de todos los acreedores, y puede
ocurrir que el acreedor que ejerce esta acción no alcance a pagarse con el aumento de patrimonio,
porque había un acreedor con mejor grado de preferencia que quien concurrió a demandar.
5)- El deudor va a poder oponer al acreedor subrogante las mismas excepciones que su acreedor
originario.
d.- Procedencia de la acción oblicua en Chile:
Hay distintas opiniones sobre este punto. Para algunos sólo cabe para los casos en que la ley
expresamente lo autoriza. Para otros, en cambio, la acción oblicua opera en forma general. Pese a
257
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
no haber un texto tan claro como el de Francia, la situación seria semejante y emanaría de los
artículos 2465 y 2466.
e.- Situaciones en que se autoriza expresamente la acción oblicua:
1.- Caso de los derechos de prenda, usufructo, retención.
El artículo 2466 inciso 1 establece que: “Sobre las especies identificables que pertenezcan a otras
personas por razón de dominio, y existan en poder del deudor insolvente, conservarán sus derechos
los respectivos dueños, sin perjuicio de los derechos reales que sobre ellos competan al deudor,
como usufructuario o prendario, o del derecho de retención que le conceden las leyes, en todos los
cuales podrán subrogarse los acreedores”. A primera vista, la frase final de este inciso estaría
otorgando a los acreedores la facultad de subrogarse. Abeliuk piensa que ello no es así, y que
pareciere más bien que le legislador continuara reglamentando el derecho de ejecución que fluye de
la garantía general establecida en los artículos 2465 y 2469.
2.- Caso de los derechos que corresponden al deudor derivados del contrato de arriendo.
El art. 2466 inc. 2 establece que “Podrán asimismo subrogarse en los derechos del deudor como
arrendador o arrendatario, según lo dispuesto en los artículos 1965 y 1968”. El segundo de estos
casos parece claro: es la situación del arrendatario insolvente. Para evitar que por ello se ponga fin
al contrato, lo que puede perjudicar a sus acreedores (pues el contrato de arriendo representa un
activo importante), permite que éstos puedan sustituir al arrendatario prestando fianza a satisfacción
del arrendador.
3.- Caso del deudor que no puede cumplir la obligación de entregar una especie o cuerpo cierto
por culpa de un tercero.
Cuando el deudor no puede cumplir con la obligación de entregar la especie o cuerpo cierto debida,
porque se perdió por culpa de un tercero, el acreedor puede exigir al deudor que le ceda las acciones
contra el tercero (art. 1677). Es un caso claro de subrogación.
4.- Caso del deudor que repudia una herencia o legado.
Si el deudor repudia una herencia o legado: “Los acreedores del que repudia en perjuicio de los
derechos de ellos, podrán hacerse autorizar por el juez para aceptar por el deudor…” (art. 1238
CC). No parece que sea una acción subrogatoria porque la norma agrega que: “En este caso la
repudiación no se rescinde sino en favor de los acreedores y hasta concurrencia de sus créditos; y
en el sobrante subsiste”.
El art. 1394 repite la misma idea en el inciso 2: “Los acreedores, con todo, podrán ser autorizados
por el juez para substituirse a un deudor que así lo hace -repudia una herencia, legado o donación-
hasta concurrencia de sus créditos; y en el sobrante, si lo hubiere, se aprovechará el tercero”.
Conclusión: La conclusión a que arriba Abeliuk es que no está establecida en el CC con carácter
general la acción oblicua, por lo que sólo cabe en los casos especiales en que la ley la contempla.
258
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
259
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Si el acto o contrato que celebra el deudor, en virtud del cual salieron bienes de su patrimonio no
provoca la insolvencia o no agrava la ya existente, el acreedor no experimenta perjuicio, esto es
porque el deudor, consecuencia del derecho de prenda general responde en el cumplimiento de sus
obligaciones con todos sus bienes muebles, inmuebles, presentes y futuros, con excepción de los no
embargables. Por lo tanto, mientras existan en su patrimonio bienes suficientes para pagar sus
obligaciones, los acreedores no tienen interés en dejar sin efecto los actos y contratos por el
celebrados o ejecutados.
El segundo requisito que debe concurrir para que tenga lugar la acción pauliana es el “fraude del
deudor”. Este fraude llamado “fraude pauliano”, que consiste en que el deudor enajenó los bienes
conociendo el mal estado de sus negocios. El deudor sabe que los actos que va a celebrar van a
disminuir su patrimonio y van a perjudicar el derecho de garantía general de sus acreedores.
El acreedor que intenta esta acción debe probar la mala fe en la enajenación. El fraude o mala fe se
entiende por tal, en este contexto, el hecho que el deudor celebre el acto jurídico conociendo el mal
estado de sus negocios.
¿Debe probar la mala fe solo del deudor o también del tercero involucrado? Respecto de los terceros
que contraten con el deudor, el fraude o mala fe consiste en el conocimiento por estos del mal
estado de los negocios del deudor. En este punto la ley distingue entre actos a título gratuito y a
título oneroso:
a)- Para la revocación de actos a título oneroso: Es necesario que el deudor y el tercero que contrata
con él se encuentren de mala fe. Es decir, además del fraude del deudor y del perjuicio del acreedor,
se requiere que el tercero que contrató con el deudor haya participado del fraude, o sea que haya
celebrado el contrato conociendo del mal estado de los negocios del deudor.
b)- Para la revocación de actos a título gratuito: Basta la mala fe del deudor, sin que sea necesario
que el beneficiario de la liberalidad sea participe del fraude.
La acción pauliana no tiene sentido respecto de bienes que se encuentran bajo algún derecho real, ya
que si el acreedor tiene a su favor una hipoteca o prenda, puede perseguir los bienes de manos de
quien los tenga, sin necesidad de acción pauliana.
¿En qué situación se van a encontrar los subadquirentes, esto es, los que han contratado con el
tercero? Respecto de los efectos de la acción pauliana respecto de terceros subadquirentes, hay que
distinguir:
1.- El tercero que contrató con el deudor no está afecto a la acción pauliana siempre y cuando haya
adquirido de buena fe, tratándose de un acto a título oneroso.
2.- El tercero que contrató con el deudor esta afecto a la acción pauliana siempre y cuando haya
adquirido de mala fe, tratándose de un acto a título oneroso, o porque si el acto fue a título gratuito,
se probó la mala fe del deudor.
f.- Oportunidad en que la acción pauliana puede ejercitarse:
¿Es necesario que el deudor esté sometido al procedimiento concursal de liquidación o haya hecho
cesión de bienes para ejercer la acción?
260
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
No es necesario que nos encontremos ante los hechos mencionados. La circunstancia de que el art.
2468 se refiera a los actos ejecutados antes del concurso o de la cesión de bienes, tiene por objeto
señalar o demostrar la diferente situación jurídica que ante el Derecho, tienen los actos ejecutados
por el deudor antes y después de la resolución de liquidación. Pero el art. 2468 no ha pretendido
decir que sólo puede intentarse la acción pauliana cuando el deudor está sujeto al procedimiento
concursal de liquidación o haya hecho cesión de bienes, debido a que el fundamento de la acción es
el fraude o perjuicio a los acreedores, y este igualmente podría producirse no obstante no haber
resolución de liquidación o cesión de bienes.
g.- Acreedores que pueden intentar la acción pauliana:
Sólo los acreedores cuyos créditos sean anteriores al acto que se pretende revocar, pueden intentar
la acción pauliana. Los acreedores que tienen un crédito posterior, no pueden invocar el perjuicio,
porque este se produce cuando el acto del deudor disminuye los bienes que el acreedor tenía en vista
al contratar o los que adquiera su deudor con posterioridad. También puede intentar la acción el
liquidador designado en el procedimiento concursal.
Asimismo, puede intentar la acción el acreedor a plazo (art. 1496 número 1, la insolvencia del
deudor es una causal de caducidad del plazo).
h.- Prueba del fraude:
Incumbe al acreedor que intenta la acción pauliana. Todo medio de prueba es admisible, teniendo
gran importancia las presunciones.
Nota: En las normas de la Ley N° 20.720, sin embargo, se establecen normas especiales, que
descargan al acreedor de la prueba del fraude, presumiéndose éste.
i.- Efectos de la acción pauliana:
Si el acreedor obtiene sentencia favorable, se revocará el acto del deudor y se reintegrará a su
patrimonio el bien enajenado, recobrando los acreedores, a su respecto, su garantía general. Pero la
revocación en esta materia, es relativa desde 2 puntos de vista:
1.- No aprovecha al deudor, sino que solo a los acreedores. No beneficia al deudor a expensas del
tercero; entre el deudor y el tercero, el acto subsiste, de manera que si pagado el crédito al acreedor
queda un saldo del producto del bien, vendido por ejemplo en subasta, dicho saldo será para el
tercero y no para el deudor; de lo contrario, el fraude del deudor se revertiría en su favor, lo cual
para el derecho es inadmisible, ya que nadie puede aprovecharse de su propio dolo o mala fe.
2.- La revocación no aprovecha a todos los acreedores, sino a los que han sido parte en la instancia.
Sin embargo, en caso de procedimiento concursal de liquidación, la solución es diferente: la acción
aquí es intentada “en interés de la masa”, en beneficio de todos los acreedores.
j.- Prescripción de la acción pauliana:
De acuerdo al Nº 3 del art. 2468, prescribe en un año, contado desde la fecha del acto o contrato.
Como se trata de una prescripción de corto tiempo, no se suspende y corre contra toda persona (art.
2524).
261
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
262
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
bienes de dichos herederos, ello no será posible si los herederos beneficiarios no realizaron ningún
acto de disposición sobre los bienes dejados por el causante y éstos fueron vendidos a petición de
los acreedores del causante.
d.- Casos en que no tiene lugar el beneficio de separación (art. 1380 CC):
1)- Cuando el crédito del acreedor prescribió.
2)- Cuando el acreedor reconoció al heredero como deudor.
3)- Cuando los bienes de la sucesión ya salieron de manos del heredero o se confundieron con el
patrimonio de éste, siendo imposible reconocerlos.
PRELACIÓN DE CREDITOS:
1- Concepto de prelación de créditos: “La prelación de créditos puede definirse como el
conjunto de reglas legales que determinan el orden y la forma en que deben pagarse los
diversos acreedores de un deudor”.
2- Generalidades:
En virtud del llamado “derecho de garantía general”, los acreedores pueden perseguir el pago de sus
acreencias sobre todo el patrimonio del obligado. Encuentran en dicho patrimonio su propia y
natural “garantía”. Tal es el derecho principal de que está premunido todo acreedor. Sólo
exceptúanse de este derecho aquellos bienes inembargables, que tanto el Código Civil (art. 1618
263
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CC) como el Código de Procedimiento Civil (art. 445 CPC) enumeran cuidadosamente, sin
perjuicio de que leyes especiales puedan establecer otros casos.
Si hay varios acreedores de un mismo deudor, surge la cuestión de saber cómo y en qué orden
deben ser pagados. ¿Han de serlo todos conjuntamente? ¿Uno primero y los otros después? ¿En qué
forma se distribuye entre los diversos acreedores el producto de la subasta de los bienes del deudor?
En principio, todos los acreedores tienen derecho a ser pagados en igualdad de condiciones. Todos
ellos están, por regla general, en igual situación frente al patrimonio del deudor, recibiendo un
mismo trato (par conditio creditorum); es decir, todos los acreedores, cualquiera que sea la
naturaleza de su crédito, cualquiera que sea la fecha en que se haya originado o la naturaleza de la
cosa debida, tienen igual derecho a concurrir conjuntamente a la distribución de los bienes del
deudor para ser pagados íntegramente -si los bienes son suficientes- o a prorrata -si no lo fueren-,
con el producto de la subasta de todos ellos. El art. 2469 del Código Civil consagra tal principio.
Pero no obstante ser de carácter general el principio de igualdad jurídica en el reparto entre los
acreedores del producto de los bienes del deudor, hay acreedores que no están obligados a
someterse a esta regla y pueden ser pagados con anterioridad a los otros acreedores, antes del
reparto. Estos son los titulares de un crédito que goza de preferencia. Constituyen por ende una
excepción al principio de la igualdad de los acreedores. El propio art. 2469 CC lo advierte en su
frase final, al aludir a las “causas especiales para preferir ciertos créditos”.
3- Causas de preferencia en nuestro derecho:
Las causas de preferencia están establecidas en el art. 2470 del Código Civil, y son el privilegio y la
hipoteca. Los únicos créditos que en caso de concurrencia de acreedores gozan de preferencia para
ser pagados con antelación a los demás, son los denominados privilegiados y los hipotecarios.
Preferencia es la aptitud de que gozan ciertos créditos por disposición de la ley, para ser cobrados
antes que otros, sobre los bienes del deudor en general o sobre alguno de ellos en particular.
Alude el Código Civil a los privilegios y preferencias en el Título XLI del Libro IV, bajo la
denominación “De la prelación de créditos”, arts. 2465 a 2491. Nada dice el Código Civil acerca
del criterio para distinguir entre el privilegio y la hipoteca. La doctrina ha señalado que en el
primero se atiende a su cualidad, mientras que en la segunda se atiende a su fecha (salvo los créditos
preferentes de la cuarta clase, que prefieren según la fecha de sus causas). Con todo, ambos se
engloban bajo la denominación genérica de “preferencias”.
La prelación de créditos puede definirse como el conjunto de reglas legales que determinan el orden
y la forma en que deben pagarse los diversos acreedores de un deudor.
Las citadas reglas del Código Civil son de carácter general, aplicándose siempre que haya
concurrencia de acreedores, cada vez que los acreedores que pretendan ser pagados en los bienes
del deudor sean dos o más. No es necesario, para que se apliquen tales reglas, que el deudor esté
sometido a un procedimiento concursal de liquidación o haya hecho cesión de bienes.
264
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
265
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
266
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
267
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Para efectos del cálculo del pago de la preferencia establecida en este número, los límites máximos
indicados en los párrafos precedentes, serán determinados de forma independiente.
9º Los créditos del fisco por los impuestos de retención y de recargo.
Observamos en consecuencia que no cualquier crédito del fisco es de la primera clase. Así, serán
créditos de esta clase los créditos del fisco por IVA o por el impuesto de timbre y estampillas.
Características de los créditos de primera clase:
1º El privilegio de primera clase es general, vale decir, afecta a todos los bienes del deudor, sin
distinción alguna.
En relación con esta característica, el art. 2487, inc. 1º, del Código Civil dispone que las
preferencias de la primera clase, a que estaban afectos los bienes del deudor difunto, afectarán de la
misma manera los bienes del heredero (art. 1097), salvo: i.- Que el heredero haya aceptado con
beneficio de inventario (art. 1247 del Código Civil); o ii.- Que los acreedores gocen del beneficio de
separación (art. 1378 del Código Civil).
En ambos casos, las preferencias de la primera clase, a que estaban afectos los bienes del deudor
difunto, afectarán solamente los bienes inventariados o separados.
2º Es personal, no pasa contra terceros poseedores.
No pueden los acreedores pretender hacer efectivo su privilegio sobre los bienes que salieron del
patrimonio del deudor (art. 2473, inc. 2º del Código Civil). Si se acogiere una acción pauliana o
revocatoria y vuelve el bien al patrimonio del deudor, será posible sin embargo invocar el
privilegio.
3º Se pagan con preferencia a todos los demás créditos del deudor.
No obstante, los acreedores de segunda y tercera clase pueden pagarse aún antes de pagarse todos
los créditos de primera clase.
Los créditos de primera clase se pagan con preferencia a los comprendidos en las otras clases. Sin
embargo, respecto de los bienes dados en prenda o hipoteca, los acreedores prendarios e
hipotecarios se pagan con preferencia sobre estos bienes a menos que los demás bienes del deudor
sean insuficientes, pues en tal supuesto, prefieren los acreedores de primera clase. (artículos 2476 y
2478 del Código Civil).
¿Quién tiene el peso de la prueba en este caso? René Ramos Pazos estima que el onus probandi le
corresponde al que invoca el crédito de primera clase, por tratarse del hecho especifico en que funda
su acción. Al invocar el privilegio de primera clase tiene que acreditar que fuera del bien empeñado
o hipotecado, el deudor carece de otros bienes.
4° Los créditos de la primera clase prefieren entre sí en el orden de la enumeración establecida en el
artículo 2472 del Código Civil, cualquiera que sea su fecha y si los bienes del deudor son
insuficientes para cubrir la totalidad de los créditos de primera clase, los créditos comprendidos en
cada número se prorratean (artículo 2473). Así, por ejemplo, si hay tres créditos laborales, uno por $
268
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
7.000.000.-, otro por $ 2.000.000.- y el tercero por $ 1.000.000.-, pero la subasta de los bienes del
deudor sólo produjo $ 1.000.000.-, se prorratea en $ 700.000.- para el primero, $ 200.000.- para el
segundo y $ 100.000.- para el tercero.
SEGUNDA CLASE DE CRÉDITOS:
Se refiere a ellos el artículo 2474 del Código Civil. Son los siguientes:
1º El crédito del posadero sobre los efectos del deudor introducidos por éste en la posada,
mientras permanezca en ella y hasta concurrencia de lo que se deba por alojamiento, expensas y
daños; con tal que dichos efectos sean de propiedad del deudor.
La ley presume que son de propiedad del deudor los efectos introducidos por él en la posada
(presunción simplemente legal que admite prueba en contrario).
En la expresión “posadero”, debemos entender hoy fundamentalmente al “hotelero” o dueño de un
hotel, motel, pensión, u otro establecimiento similar.
2º El crédito del acarreador o empresario de transportes sobre los efectos acarreados, que tenga
en su poder o en el de sus agentes o dependientes, hasta concurrencia de lo que se deba por
acarreo, expensas y daños; con tal que dichos efectos sean de propiedad del deudor.
Se establece en este caso la misma presunción apuntada en el caso anterior.
3º El acreedor prendario sobre la prenda.
Además de la prenda civil, quedan amparados por la preferencia los créditos que se derivan de la
constitución de prendas especiales, como la prenda mercantil (artículos 813 y siguientes del Código
de Comercio); prenda de valores mobiliarios a favor de los Bancos (Ley N° 4.287); prenda sin
desplazamiento (Ley N° 20.190), etc., todas las cuales, otorgan al acreedor prendario la preferencia
del artículo 2474 del Código Civil. De igual modo, conforme al art. 546 del Código de
Procedimiento Civil, si el derecho legal de retención se ejerce sobre bienes muebles, el crédito
respectivo se asimila a la prenda para los efectos de la preferencia.
269
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2° Sólo los créditos de primera clase prefieren a los de segunda clase. Con todo, ello no impide que
los de segunda puedan pagarse antes de haberse extinguido totalmente los créditos de la primera
clase (art. 2476 CC).
3° Si los bienes prendados o que se encuentran en poder del posadero o transportista son
insuficientes para cobrar la totalidad de los créditos, el monto impago constituye un crédito valista,
concurriendo con los demás de la misma clase a prorrata (art. 2490 del Código Civil).
4° Pasan contra terceros poseedores, en el caso de la prenda sin desplazamiento.
270
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3° Si el valor de la finca hipotecada no fuere suficiente para pagar a los acreedores hipotecarios la
totalidad de sus créditos, la preferencia desaparece, pues es inherente a la hipoteca misma (principio
de la especialidad de la hipoteca).
Extinguido el derecho real de hipoteca, se extingue también la preferencia. De tal forma, la parte
insoluta del crédito no gozará de preferencia y se pagará como un crédito valista o común (artículo
2490 del Código Civil).
4° Pasan contra terceros poseedores, tratándose del acreedor hipotecario y del censualista.
Ambos podrán perseguir la finca hipotecada o gravada con el censo, en manos de quien se
encuentre.
5° Los créditos hipotecarios, los censos y retenciones legales debidamente inscritos, prefieren en el
orden de la fecha en que se hubieren inscrito.
Es la fecha de la inscripción la que, entre dos o más créditos de la tercera clase, da preferencia a
unos sobre otros.
CUARTA CLASE DE CRÉDITOS:
El art. 2481 del Código Civil enumera estos créditos:
1º Los del Fisco contra los recaudadores y administradores de bienes fiscales.
Como señala Hernán Larraín Ríos, cuatro requisitos deben cumplirse para que el Fisco pueda
invocar este crédito preferente:
i.- Que el Fisco tenga un crédito contra un recaudador o administrador de bienes fiscales;
ii.- Que el crédito del Fisco derive de la gestión del recaudador o administrador;
iii.- Que el privilegio se ejerza en tiempo oportuno; y
iv.- Que el Fisco pruebe la existencia del crédito privilegiado en cualquier forma permitida por las
leyes (no hay limitaciones en este sentido, a diferencia de lo que ocurre con otros créditos
preferentes de cuarta clase).
El profesor Larraín se pregunta también acerca de las personas que quedan comprendidas en las
expresiones “recaudadores y administradores de bienes fiscales”, concluyendo que abarcan no sólo
a los funcionarios designados en forma legal y ordinaria, sino que igualmente a quienes ejerzan
estas funciones de hecho. Agrega que refuerza su conclusión el tenor del art. 2481, que no habla de
“recaudadores y administradores fiscales”, es decir, no se refiere la ley exclusivamente a empleados
fiscales, sino que se alude a “recaudadores y administradores de bienes fiscales”. Cita también a
Pothier, quien afirmaba al efecto que “los falsos administradores no pueden estar en mejor
condición que los verdaderos”.
2º Los de los establecimientos nacionales de caridad o de educación, y los de las municipalidades,
iglesias y comunidades religiosas, contra los recaudadores y administradores de sus fondos.
271
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Acerca del alcance de la expresión “establecimientos nacionales”, empleada en el art. 2481, Hernán
Larraín Ríos señala que debe tratarse de personas jurídicas de derecho público, es decir, de
organismos que formen parte de la organización del Estado.
Pero, además, debe tratarse de establecimientos nacionales “de caridad o de educación”. Larraín
Ríos define a los primeros “como aquellas entidades que, perteneciendo a la organización del
Estado costeados con sus fondos, están encargadas de dar limosna o de auxiliar a los necesitados” y
a los segundos “como aquellas entidades pertenecientes a la organización del Estado o costeadas
con fondos del erario nacional y que tienden al desarrollo o perfección de las facultades
intelectuales, artísticas, morales y físicas.”
En cuanto a los créditos de las “iglesias y comunidades religiosas”, tradicionalmente se ha sostenido
que se trata de entidades pertenecientes a la Iglesia Católica, por ser la única que reconocía el
Estado a la época en que el Código Civil entró en vigencia. Alessandri sostenía que el precepto
legal sólo se refería a la Iglesia Católica, porque era la única –en el momento en que Alessandri
escribía- a la que la ley le reconoce personalidad jurídica de derecho público. Hoy, sin embargo,
gozan de personalidad jurídica de derecho público diversas iglesias, no sólo la católica. Por ello,
creemos que debe interpretarse el precepto en términos más amplios que aquellos que prevalecieron
en el pasado. La expresión “comunidades religiosas” está referida a los institutos o congregaciones
que formen parte de una iglesia determinada.
3º Los de las mujeres casadas, por los bienes de su propiedad que administra el marido, sobre los
bienes de éste o, en su caso, los que tuvieren los cónyuges por gananciales.
Se trata en consecuencia del crédito que pueda tener la mujer casada en sociedad conyugal,
hipótesis en la cual el marido no sólo administra los bienes sociales, sino también los bienes propios
de la mujer; o del crédito que pueda tener cualquiera de los cónyuges, por su crédito de
participación en los gananciales.
Cabe consignar que la Ley N° 19.335 modificó el art. 2481, N° 3 del Código Civil, incorporando
también el crédito de participación en los gananciales. El cónyuge acreedor del crédito de
participación, es protegido por la ley frente a aquellos acreedores cuyos créditos tengan una causa
posterior al término del régimen. Se previene así que el cónyuge acreedor no vea perjudicado su
derecho por las deudas que pueda contraer el cónyuge deudor, después de la terminación del
régimen y la determinación del crédito de gananciales.
En este caso, dispone el art. 2481, N° 3 que el crédito de participación en los gananciales tendrá una
preferencia de cuarta clase. Cabe notar que aquí, la preferencia no corresponderá sólo a la mujer,
como acontece en la sociedad conyugal, sino a cualquiera de los cónyuges.
En el caso de haber sociedad conyugal, establece el artículo 2483 del Código Civil que la
preferencia se entiende constituida a favor de los bienes raíces o derechos reales en ellos, que la
mujer hubiere aportado al matrimonio y a favor de todos los bienes en que se justifique el derecho
de la mujer por inventarios solemnes, testamentos, actos de partición, sentencias de adjudicación,
escrituras públicas de capitulaciones matrimoniales, de donación, venta, permuta, u otros de igual
autenticidad. Se extiende asimismo la preferencia de cuarta clase a los derechos y acciones de la
272
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
mujer contra el marido por culpa o dolo en la administración de los respectivos bienes, probándose
los cargos, de cualquier modo fehaciente.
A su vez, el art. 2484 del Código Civil señala que los matrimonios celebrados en el extranjero y que
deban producir efectos civiles en Chile, darán a los créditos de la mujer sobre los bienes del marido
existentes en territorio chileno el mismo derecho de preferencia que los matrimonios celebrados en
Chile (la referencia hecha al art. 119, derogado por la Ley de Matrimonio Civil, debe entenderse
hecha al art. 135 del Código Civil y a las disposiciones de la aludida Ley de Matrimonio Civil).
Por su parte, el art. 2485 del Código Civil (que guarda armonía con el art. 1739) excluye la
confesión de alguno de los cónyuges, como medio de prueba exclusivo, contra los acreedores. Nada
impide en todo caso que concurra el señalado medio de prueba, junto a uno o más instrumentos
públicos. Al efecto, la ley establece que para invocar las preferencias de los números 3º, 4º, 5º y 6º
del art. 2481 del Código Civil, sólo se admitirá como medios de pruebas instrumentos públicos (tal
carácter tienen todos aquellos enumerados en el inc. 1º del art. 2483 del Código Civil; la
enumeración en todo caso no es taxativa, atendida la frase final del inciso: “u otros de igual
autenticidad”. Más, la mayoría considera que deberán ser públicos, conforme a la interpretación
usual que hace sinónimo instrumento “público” e instrumento “auténtico”) .
4º Los de los hijos sujetos a patria potestad, por los bienes de su propiedad que fueren
administrados por el padre o madre, sobre los bienes de éstos.
Conforme al art. 2483 del Código Civil, la preferencia en este caso se entiende constituida a favor
de los bienes raíces o derechos reales en ellos, que pertenezcan a los respectivos hijos bajo patria
potestad y hayan entrado en poder del padre o madre y a favor de todos los bienes en que se
justifique el derecho del hijo bajo patria potestad por inventarios solemnes, testamentos, actos de
partición, sentencias de adjudicación, escrituras públicas de donación, venta, permuta, u otros de
igual autenticidad. Se extiende asimismo la preferencia de cuarta clase a los derechos y acciones del
hijo bajo patria potestad contra el padre o madre por culpa o dolo en la administración de los
respectivos bienes, probándose los cargos, de cualquier modo fehaciente.
Tal como se dijo en el N° 3 precedente, el art. 2485 del Código Civil excluye la confesión del padre
o madre que ejerza la patria potestad como medio de prueba exclusivo, contra los acreedores. Nada
impide sin embargo que concurra el señalado medio de prueba, junto a otros medios, siempre que
estos consistan en instrumentos públicos.
5º Los de las personas que están bajo tutela o curaduría contra sus respectivos tutores o
curadores.
Se aplican en este caso las mismas reglas señaladas respecto de la mujer casada y del hijo bajo
patria potestad.
6º Los de todo pupilo contra el que se casa con la madre o abuela, tutora o curadora, en el caso
del art. 511 del Código Civil.
Dispone esta última norma que, si la mujer que ejerce la tutela o curaduría contrajere matrimonio,
continuará desempeñándola, siempre que por el hecho del matrimonio no haya de quedar sujeto el
pupilo a la patria potestad del marido o de la mujer. En este caso cesará dicha guarda. Lo anterior
273
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
guarda armonía con el art. 502 del Código Civil, que establece que el padrastro no puede ser tutor o
curador de su entenado (o sea, hijastro).
En cuanto a la extensión de la preferencia y a las normas probatorias, rige también lo señalado en
los números 3, 4 y 5 que anteceden.
Características de los créditos de cuarta clase:
1º Los créditos de la cuarta clase prefieren indistintamente unos a otros según las fechas de sus
causas (art. 2482 del Código Civil).
Agrega el precepto que dicha prelación es, a saber:
i.- La fecha del nombramiento de administradores y recaudadores respecto de los créditos de los
números 1º y 2º del art. 2481 del Código Civil;
ii.- La fecha del respectivo matrimonio en los créditos de los números 3º y 6º del mismo artículo;
iii.- La fecha del nacimiento del hijo en los del N° 4º del citado artículo; y
iv.- La fecha del discernimiento de la tutela o curaduría en los del N° 5º del art. 2481 del Código
Civil (de conformidad al art. 373, inc. 2º del CC, se llama “discernimiento” el decreto judicial que
autoriza al tutor o curador para ejercer su cargo).
Así, por ejemplo, podría ocurrir que el hijo y la cónyuge, tengan acreencias en contra del padre y
marido. Si el hijo nació antes del matrimonio celebrado por sus padres, preferirá el crédito del hijo
por sobre el crédito de la madre, y si el matrimonio se celebró antes del nacimiento del hijo,
preferirá el crédito de la madre por sobre el crédito del hijo.
2º La confesión de alguno de los cónyuges, del padre o madre, o del tutor o curador sujetos a un
procedimiento concursal de liquidación, no hará prueba por sí sola contra los acreedores (art. 2485
del Código Civil).
3º Para invocar las preferencias de los números 3º, 4º, 5º y 6º del art. 2481 del Código Civil, sólo se
admitirá como medios de pruebas instrumentos públicos o “auténticos”.
4º Las preferencias de los créditos de la cuarta clase afectan todos los bienes del deudor: estas
preferencias, al igual que las de la primera clase, pero a diferencia de las de segunda y tercera clase,
son de carácter general, se extienden a todos los bienes del deudor, excepto los inembargables.
Igual que lo indicado respecto de los créditos de la primera clase, los de la cuarta clase se hacen
efectivos en todos los bienes del heredero del deudor, salvo que tengan lugar los beneficios de
inventario o de separación, casos en los cuales sólo se podrán hacer efectivos en los bienes
inventariados o separados (art. 2487, inc. 2º del Código Civil).
5º Los créditos de la cuarta clase son personales, al igual que los de la primera clase, y no pasan
jamás contra los terceros poseedores de los bienes del deudor (art. 2486 del Código Civil).
Cabe plantear aquí la misma salvedad, para el caso que fuere acogida la acción pauliana o
revocatoria.
274
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
6º Los créditos de la cuarta clase se pagan una vez enterados los créditos de las tres primeras clases
(art. 2486 del Código Civil).
Sin embargo, no debe creerse que los créditos de la cuarta clase sólo se paguen una vez que la
totalidad de los créditos de primera, segunda y tercera clase se hubieren pagado; los créditos de la
cuarta clase se pagan después de ser cubiertos los de primera clase, pues éstos, igual que los de
cuarta clase, son personales, afectando la totalidad de los bienes del deudor; en cambio, los créditos
de la segunda y tercera clase, como se ha señalado, sólo gozan de preferencia sobre ciertos bienes,
respecto de los cuales por cierto se pagan antes que los de cuarta clase (e incluso, como vimos,
antes de encontrarse totalmente extinguidos los de la primera clase). Por tanto, los créditos de la
cuarta clase se pagarán con preferencia al déficit quedado después de realizarse los bienes afectos a
los créditos de la segunda y tercera clase, pues dicho déficit, como sabemos, constituye un crédito
de la quinta clase o “valista” (art. 2490 del Código Civil).
7º Los créditos de cuarta clase se originan en la administración de bienes ajenos (salvo en el caso
del crédito del régimen de participación en los gananciales).
275
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Distingue el Código Civil dos clases de créditos de quinta clase: los no subordinados y los
subordinados .
Los créditos de la quinta clase no subordinados se pagan a prorrata sobre el sobrante de los bienes
del deudor, sin consideración a su fecha (art. 2489, inc. 2º del Código Civil).
Los créditos de quinta clase subordinados son aquellos que se pagarán después de los créditos no
subordinados.
Define el Código la subordinación de crédito como un acto o contrato en virtud del cual uno o más
acreedores de la quinta clase aceptan postergar, en forma total o parcial, el pago de sus acreencias
en favor de otro u otros créditos de dicha clase, presentes o futuros. La subordinación también podrá
ser establecida unilateralmente por el deudor en sus emisiones de títulos de crédito. En este último
caso, dicha subordinación será irrevocable. También lo será cuando la subordinación sea establecida
unilateralmente por el acreedor que acepta subordinarse.
El establecimiento de la subordinación de un crédito es un acto jurídico solemne: debe constar por
escritura pública o por instrumento privado firmado ante Notario y protocolizado. El término
anticipado de la subordinación, cuando ella no fuere irrevocable, se hará de la misma forma.
La subordinación comprenderá el capital y los intereses del crédito, a menos que se exprese lo
contrario.
La subordinación de un crédito establecida por un acreedor será oponible al deudor en los siguientes
casos:
a. Si el deudor ha concurrido al acto o contrato por el cual se estableció la subordinación;
b. Si el deudor acepta el acto de subordinación con posterioridad; o
c. Si el deudor es notificado del acto de subordinación por un ministro de fe, con exhibición
del instrumento.
Si el deudor obligado a la subordinación no la respetare, pagando a un acreedor subordinado y no al
acreedor a cuyo favor había operado la subordinación, éste último tiene acción tanto en contra del
deudor, cuanto en contra del acreedor que recibió el pago. Contra el primero, para reclamar
indemnización de perjuicios. Contra el segundo, para obtener el reembolso de lo que hubiere
recibido.
Considerando que el acreedor subordinado no podrá cobrar su crédito mientras se encuentre vigente
la subordinación, el tiempo por el cual se prolongue ésta no será computado para los efectos de la
prescripción de las acciones de cobro del crédito. Ello es razonable, pues el acreedor subordinado
no puede exigirle el pago al deudor, que a su vez debe pagar primero a otro acreedor, el no
subordinado. Si el acreedor subordinado falleciere, sus herederos seguirán obligados a respetar la
subordinación. Lo mismo ocurrirá, cuando el acreedor subordinado cediere su crédito: el cesionario
lo adquirirá en las mismas condiciones en que lo tenía el cedente, y, por ende, obligado por la
subordinación. De lo expuesto acerca de los créditos de quinta clase subordinados, podemos
concluir:
276
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1. La subordinación es un acto jurídico, que puede emanar del acreedor o del deudor. Cuando
emana del acreedor, se entiende por tal el acto jurídico unilateral o bilateral –la ley habla de un
“acto o contrato”- por el cual el acreedor manifiesta su voluntad o consiente en postergar el pago de
su acreencia, a favor de otro acreedor u otros acreedores. En este caso, la subordinación es
sobreviniente, pues en su origen, el crédito no era subordinado. Si la subordinación emanare de la
sola voluntad del acreedor, nos encontraríamos ante un caso en que la obligación tiene por fuente la
sola declaración unilateral de voluntad de una persona, cual es el acreedor que acepta subordinar su
crédito en favor del crédito de otro acreedor, que no ha manifestado voluntad alguna. Si la
subordinación fuere convencional, entendemos que operará entre dos o más acreedores, de manera
que unos subordinen sus créditos a favor de los créditos de los otros. Además, nada impide que,
entre varios acreedores, se establezca un orden en la subordinación, es decir, que se estipule el
orden en que sus créditos se irán pagando. Cuando emana del deudor, la subordinación es
originaria, pues opera en la emisión de un título de crédito: así, por ejemplo, cuando un deudor
emite bonos con créditos subordinados y no subordinados; éstos, se pagarán antes que aquéllos; se
explica lo anterior, pues los títulos de crédito comenzarán a circular, por endoso o traspaso, y
quienes los adquieran, deben tener conocimiento de la subordinación que afecta a su título.
2. La subordinación puede ser total o parcial. En el primer caso, ninguna parte del crédito
podrá cobrarse sino una vez pagado otro crédito que se designa. En el segundo caso, podrá cobrarse
una parte del crédito, y el saldo, sólo una vez que se pague otro crédito que se designa.
3. La subordinación debe operar respecto de uno o más créditos determinados.
4. La subordinación puede operar respecto de créditos presentes o futuros. En todo caso, éstos
últimos deben quedar determinados al momento de la subordinación.
5. La subordinación es irrevocable, cuando se establece unilateralmente, sea por el acreedor,
sea por el deudor que emite títulos de crédito.
6. La subordinación y el término anticipado de la misma, son actos solemnes. Podrá terminar
anticipadamente cuando la subordinación hubiere tenido un origen convencional, entendiéndose que
las mismas partes que concurrieron a su establecimiento, deben hacerlo para ponerle término por
anticipado.
7. La subordinación es obligatoria para el deudor, que haya tomado conocimiento de la misma.
8. La subordinación será inherente al crédito, de manera que si se transfiere o transmite, el
adquirente deberá respetarla, so pena de reembolsar lo que se le pague por el deudor.
9. La subordinación suspende el cómputo de la prescripción de las acciones de cobro del
crédito.
277
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- Atendiendo a su efecto
a- Directos o principales = Son aquellos modos que extinguen la obligación pero no la
fuente. Ej: El pago – La remisión – La compensación.
278
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
EL MUTUO CONSENTIMIENTO:
a- Concepto de mutuo consentimiento o resciliación: “Acuerdo de voluntades que tiene por
objeto dejar sin efecto una obligación”.
Está establecido este modo de extinguir en el art. 1567 inc. 1 CC: “Toda obligación puede
extinguirse por una convención en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer
libremente de lo suyo, consienten en darla por nula”.
Nota: Los artículos 1545 y 1567 del CC cometen el error de decir que las partes se ponen de
acuerdo para dejar nula la obligación, cuando en verdad la dejan sin efecto, ya que la nulidad
debe declararse judicialmente.
Como observa Stitchkin, si bien esta disposición habla de “toda obligación”, es indudable que la
resciliación sólo tiene cabida tratándose de obligaciones contractuales, es decir, emanadas de
acuerdos de voluntades pues, precisamente, se funda este modo en que habiéndose generado la
obligación por acuerdo de voluntades, por un nuevo acuerdo pueden las partes dejarla sin
efecto. Si la fuente de la obligación es otra (delito, cuasidelito, etc.), la voluntad de las partes
juega de otra manera, pudiendo dar lugar a otros modos de extinguir como por ejemplo:
remisión de la deuda, novación, transacción, renuncia, etc., según los diferentes casos.
b- La resciliación es una convención, no es un contrato:
Es una convención porque es un acto jurídico bilateral, destinado a extinguir una obligación. No
es contrato, porque no genera obligaciones.
c- Requisitos de validez:
Constituyendo una convención, sus requisitos son los propios de todo acto jurídico (requisitos
de existencia y validez), entre ellos: capacidad de las partes, objeto, causa. Nos interesa
detenernos en los 2 primeros:
➢ Consentimiento en la resciliación
Las partes tienen que consentir, convenir, en dejar sin efecto en todo o parte un acto jurídico
anterior. Las partes son, por cierto, las mismas que celebraron el acto jurídico que por medio
de la resciliación dejan sin efecto.
279
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Un fallo sentó la doctrina de que la resciliación debe hacerse y por ende perfeccionarse con la
misma solemnidad que las partes adoptaron al convenir el contrato, porque en el derecho las
cosas se deshacen de la misma manera como se hacen.
René Ramos Pazos no está de acuerdo con la conclusión del fallo. Las solemnidades son de
derecho estricto, y la ley no ha establecido ninguna para la resciliación.
➢ Capacidad para resciliar
El art. 1567 CC exige capacidad de disposición. Luego no basta con la simple capacidad para
contratar consagrada en los artículos 1445, 1446 y 1447 del CC, sino que se requiere una
mayor, para disponer libremente de lo suyo. Así, por ejemplo, en la sociedad conyugal, el
marido tiene plena capacidad pero no puede enajenar los inmuebles sociales, sin la
autorización de su mujer. Luego, para poder disponer requiere de este requisito adicional. Y,
por la misma razón, se ha fallado que para que sea válida la resciliación de la compraventa de
un inmueble social, se requiere contar con la autorización de su mujer.
La explicación de por qué se exige esta capacidad, debe encontrarse en que constituye para
ambas partes una renuncia de los derechos provenientes del acto o contrato que se deja sin
efecto. Y justamente, ésta es una de las razones porque no se pueden resciliar las obligaciones
legales, porque respecto de ellas no cabe renuncia.
d- Para que haya resciliación tiene que existir una obligación pendiente:
Este requisito no aparece del artículo 1567, pero todos los autores lo exigen, pues no hay que
olvidar que la resciliación es un modo de extinguir obligaciones, por lo que si no hay
obligaciones que extinguir la resciliación no tendría objeto.
e- La resciliación solo opera en contratos patrimoniales:
No cabe en el derecho de familia, por cuanto no procede allí la renuncia de derechos. Por esta
razón, no se puede resciliar un matrimonio o dejar sin efecto el pacto del art. 1723 del CC, etc.
f- Efectos de la resciliación:
f.1- Efectos de la resciliación entre las partes
La resciliación produce los efectos que las partes quieran atribuirle, rigiendo en plenitud el
principio de la autonomía de la voluntad. Por ello, si ellos quieren atribuirle a su resciliación
efecto retroactivo, no se ve inconveniente en que así lo establezcan.
280
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
EL PAGO:
El CC reglamenta diversas modalidades del pago:
i)- Pago efectivo o solución
ii)- Pago por consignación
iii)- Pago con subrogación
iv)- Pago con beneficio de competencia
v)- Pago por cesión de bienes o por acción ejecutiva del acreedor
Los últimos dos no operan en la actualidad, y dichas materias, en general, se contemplan en la ley
N°20.720, sobre insolvencia y reemprendimiento.
I)- PAGO EFECTIVO O SOLUCIÓN
Esta forma de pago está tratada en el párrafo 1 del título XIV del Libro IV, artículos 1568 y
siguientes.
a- Concepto legal (art. 1568 CC): “El pago efectivo es la prestación de lo que se debe”.
De esta definición surge de inmediato una importante consecuencia: el pago es un modo de
extinguir cualquier tipo de obligación, no sólo, como podría pensarse, aquellas de pagar una
suma de dinero. Si la obligación es pintar un cuadro, construir una casa o tocar el piano, esas
obligaciones serán pagadas, pintando el cuadro, construyendo la casa o tocando el piano. En
todos esos casos el deudor estará prestando lo debido.
Otra consecuencia que deriva de la definición, es que todo pago supone una obligación
preexistente, civil o a lo menos natural. Tanto es así que si por error se paga una obligación
inexistente, quien paga tiene derecho a repetir (art. 2295 inc. 1 CC). El art. 2297 CC agrega que
“se podrá repetir aun lo que se ha pagado por error de derecho, cuando el pago no tenia por
fundamento ni aun una obligación puramente natural”.
281
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El pago, se ha dicho, más que un modo de extinguir una obligación, es la forma natural de
cumplirla.
b- Concepto doctrinal: “Es el acto jurídico bilateral por el cual el deudor cumple con la
prestación debida de manera exacta, integra y oportuna”.
282
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ocurre en el pago por consignación (art. 1604) y en los gastos de transporte para la restitución
del depósito (art. 2232)- los gastos del pago son de cargo del deudor (art. 1571).
3- El pago es indivisible
Lo que significa que el deudor no puede obligar al acreedor a que reciba por partes lo que se le
deba, salvo el caso de convención contraria; y sin perjuicio de lo que dispongan las leyes en
casos especiales (art. 1591 inc. 1). Por excepción, se puede dividir el pago, en algunos casos:
1) Si así lo acuerdan las partes. En este caso “se entenderá dividido el pago en partes
iguales, a menos que en el contrato se haya determinado la parte o cuota que haya de
pagarse a cada plazo” (art. 1593).
2) En las obligaciones simplemente conjuntas o mancomunadas en que cada deudor sólo
está obligado a pagar su cuota (arts. 1511 y 1526).
3) En las deudas hereditarias se divide el pago entre los herederos a prorrata de sus cuotas
hereditarias (art. 1354 inc. 1).
4) Cuando existen varios fiadores, la deuda se entiende dividida entre ellos por partes
iguales. Es lo que se denomina beneficio de división (art. 2367).
5) Cuando existe controversia sobre la cantidad de la deuda, o sobre sus accesorios, podrá
el juez ordenar, mientras se decide la cuestión, el pago de la cantidad no disputada (art.
1592).
6) Cuando las partes son recíprocamente deudores y acreedores, puede operar el modo de
extinguir compensación, en cuya virtud se extinguen ambas deudas hasta la de menor
valor, lo que viene a importar una especie de pago parcial.
283
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2. Pago hecho por un mandatario del deudor (arts. 1448 y 671 CC).
En todos estos casos, si el deudor paga se extingue definitivamente la obligación, sin que se
genere ninguna consecuencia posterior.
g.2- Puede pagar un tercero interesado
Hay personas que no siendo los deudores tienen un directo interés en el pago de la deuda. Estos
son: El codeudor solidario / El fiador / El tercer poseedor de la finca hipotecada.
1)- Pago hecho por el codeudor solidario
El deudor solidario tiene interés en que se extinga la obligación. Si paga se extingue la
obligación respecto de él, pero por el hecho de pagar, se subroga en los derechos del acreedor a
quien paga, pasando a ocupar su lugar frente a los otros codeudores solidarios, para cobrarles a
cada uno su cuota. Ya sabemos que si el deudor solidario que paga no tenía interés en la
obligación se le considera fiador y en tal caso se subroga en los derechos del acreedor pudiendo
dirigirse por el total en contra de cualquiera de los otros codeudores solidarios interesados en la
obligación (arts. 1522, 1610 N°3, 2372 CC).
2)- Pago hecho por un fiador
También el fiador que paga se subroga en los derechos del acreedor a quien paga (art. 1610 N°3
CC).
3)- El tercer poseedor de la finca hipotecada
Se entiende por tercer poseedor de la finca hipotecada, el poseedor del inmueble hipotecado que
no está obligado personalmente al pago de la deuda. Esta situación se da en 2 casos: 1)- Cuando
se hipoteca un bien propio para garantizar una obligación ajena; 2)- Cuando se adquiere un
inmueble hipotecado.
En estos casos este tercer poseedor de la finca hipotecada tiene interés en pagar la obligación
garantizada con la hipoteca, con el objeto de evitar la subasta de la finca hipotecada. Si paga se
subroga en los derechos del acreedor a quien paga, pudiendo dirigirse en contra del deudor
(arts. 1610 N°2; 2429 inc.2 CC).
Nota: cómo se puede apreciar, en todos estos casos el pago no produce la extinción de la
obligación, pues ésta subsiste entre el que hizo el pago (que pasa a ocupar el lugar del
284
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
acreedor), y el deudor. El que desaparece del cuadro es el acreedor, pues su lugar pasa a ser
ocupado por quien hizo el pago (lo subroga).
g.3- Puede pagar un tercero extraño
Según el art. 1572 “puede pagar por el deudor cualquiera persona a nombre del deudor, aun
sin su conocimiento o contra su voluntad y aun a pesar del acreedor”.
Se ha resuelto que el pago que hace un tercero por el deudor, aun a pesar del acreedor, no está
sujeto a formalidades especiales y puede hacerse en las mismas condiciones que lo haría el
deudor.
El tercero que paga puede encontrarse en 3 situaciones: Puede pagar con el consentimiento
expreso o tácito del deudor / Puede pagar sin el conocimiento del deudor / Puede pagar contra
la voluntad del deudor.
1)- Pago hecho con el consentimiento expreso o tácito del deudor
El que paga en este caso se subroga en los derechos del acreedor a quien paga (así lo establece
el art. 1610 N°5 CC).
En el fondo, esta persona viene a ser un verdadero mandatario del deudor, y por la misma razón
va a tener 2 acciones para poder resarcirse de lo que pagó:
> La acción subrogatoria, que otorga el artículo 1610 N°5 CC.
> La acción propia del mandato.
Nota: la primera puede ser más efectiva, si la deuda estaba caucionada, porque se subroga con
todos los derechos, acciones, privilegios, prendas e hipotecas (art. 1612 CC). La segunda
puede serle más conveniente, pues le permite cobrar lo pagado más intereses corrientes (art.
2158 N°4 CC).
Nota: al que paga de esta forma se le llama “diputado para el pago”.
2)- Pago hecho sin el conocimiento del deudor
De acuerdo al art. 1573, el que paga sin el conocimiento del deudor no tendrá acción sino para
que éste le reembolse lo pagado; y no se entenderá subrogado por la ley en el lugar y derechos
del acreedor, ni podrá compeler al acreedor a que le subrogue. No hay en este caso subrogación
legal. Sólo podría haber subrogación convencional, si el acreedor a quien pagó, le subroga
voluntariamente en sus derechos (art. 1611 CC).
Así las cosas -y salvo la posibilidad de esta subrogación convencional- el tercero que paga sólo
va a tener acción de reembolso en contra del deudor, acción propia de la gestión de negocios
ajenos. No tiene esta acción de reembolso ninguna de las ventajas y prerrogativas del crédito
antiguo.
285
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
286
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
287
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La sanción si se paga a un incapaz va a ser la nulidad relativa, a menos que se haya pagado a
un absolutamente incapaz, en que será nulidad absoluta (art. 1682 CC). Como es nulidad
relativa, puede sanearse de acuerdo a las reglas generales.
Sin embargo, el pago va a ser válido si quien lo hizo prueba que fue útil al acreedor y en
cuanto se justifique este hecho con arreglo al artículo 1688, vale decir, probando que el
acreedor se hizo más rico, entendiéndose que es así cuando las cosas pagadas le hubieren sido
necesarias o si no lo fueron, subsistan y se quisiere retenerlas. En definitiva, valdrá el pago
probando que lo pagado le sirvió al acreedor, que no malgastó lo recibido.
➢ Pago hecho al acreedor cuyo crédito se ha embargado u ordenado retener por decreto
judicial
Este N°2 del art. 1578 CC comprende dos situaciones:
- El crédito que tiene el acreedor se encuentre embargado, lo que es perfectamente posible
porque los créditos son bienes susceptibles de embargarse (art. 2465 CC).
- Que se haya decretado una medida precautoria de retención de ese pago, en conformidad
a lo establecido en los artículos 290 N°3 y 295 del CPC.
Embargado el crédito o retenido el pago, si el deudor paga, el pago adolece de nulidad
absoluta por objeto ilícito (art. 1682 en relación con el 1464 N°3). Esta norma debe
concordarse con el art. 681 CC que dice: “Se puede pedir la tradición de todo aquello que se
deba, desde que no haya plazo pendiente para su pago; salvo que intervenga decreto judicial
en contrario”.
Se ha fallado que para que se produzca este efecto tanto el embargo como la retención deben
notificarse al deudor. De no ocurrir así el pago seria válido.
➢ Pago hecho al acreedor insolvente en fraude de los acreedores a cuyo favor se ha abierto
concurso
En este caso, el acreedor es a la vez deudor de otras personas, y su insolvencia no le permite
satisfacerlos. En consecuencia, los acreedores de tal acreedor solicitan que se someta a un
procedimiento concursal. Declarada la liquidación, los pagos deben hacerse al liquidador,
pues opera el desistimiento de parte del deudor, queda inhibido de continuar gestionando su
patrimonio.
i.2- Pago hecho a los representantes del acreedor
El pago hecho a los representantes del acreedor es válido (arts. 1576, 1579, 1580 y 1581).
Estos representantes del deudor pueden ser 3 tipos: Representantes legales / Representantes
judiciales / Representantes convencionales.
1)- Pago hecho al representante legal del acreedor
Art. 1579 CC = “Reciben legítimamente los tutores y curadores por sus respectivos
representados; los albaceas que tuvieren este encargo especial o la tenencia de los bienes del
288
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
difunto; los maridos por sus mujeres en cuanto tengan la administración de los bienes de éstas;
los padres o madres que ejerzan la patria potestad por sus hijos; los recaudadores fiscales o de
comunidades o establecimientos públicos, por el Fisco o las respectivas comunidades o
establecimientos; y las demás personas que por ley especial o decreto judicial estén
autorizadas para ello”.
El artículo señala distintos casos de pagos hechos a los representantes legales del acreedor, pero
no es taxativo porque termina expresando “y las demás personas que por ley especial o decreto
judicial estén autorizadas para ello”. Abeliuk afirma que el art. 1579, cuando habla del caso del
marido que recibe por la mujer, no estaría bien. René Ramos Pazos estima que no es así, pues si
bien es cierto que el marido, desde la entrada en vigencia de la ley 18.802, no es representante
legal de su mujer, de todas formas es quien administra sus bienes (art. 1749 CC).
2)- Pago hecho al representante judicial del acreedor
Vale el pago que se hace a la persona designada por el juez para recibirlo (arts. 1576 y 1579).
Puede ser el caso de que exista una medida precautoria de secuestro (arts. 290, 291 CPC).
3)- Pago hecho al representante convencional (mandatario) del acreedor
Este mandatario puede incluso ser relativamente incapaz. Así lo dice el art. 1581 que no hace
más que aplicar la regla del art. 2128. El mandato para recibir el pago puede revestir tres
modalidades:
- Mandato general de administración, reglado en el art. 2132, que confiere la facultad de
cobrar los créditos que pertenezcan al giro ordinario (arts. 1580 y 2132 CC).
- Mandato especial para administrar el negocio o negocios en que incide el pago. Ej: Se
confiere a Pedro mandato especial para administrar una panadería. Puede en este
carácter recibir los pagos que se hagan a ese negocio, y
- Mandato especial para cobrar un determinado crédito. Ej: Juan da mandato a Pedro para
que le cobre la pensión de jubilación.
La ley ha establecido algunas precisiones. Así, según el art. 1582, el poder para demandar en
juicio no faculta al apoderado para recibir el pago de la deuda. Recordemos que según el art. 7
inc. 2 del CPC, el poder para percibir requiere de mención expresa.
Agreguemos, finalmente, que para que el pago hecho a un diputado sea eficaz es necesario que
el mandatario actúe dentro de la esfera de su mandato (art. 2160 inc.1) y que aparezca
recibiendo en su carácter de tal para el mandante o ello aparezca del tenor o espíritu del acto. Se
ha fallado que para que se considere válido el pago hecho a una persona que ha recibido
mandato del acreedor es necesario que lo reciba en su carácter de mandatario, y por lo tanto, es
nulo el pago si lo recibe en otra calidad.
Respecto de la extinción de la diputación para recibir el pago, el art. 1586 dice: “La persona
diputada para recibir el pago se hace inhábil por la demencia o la interdicción, por haber
hecho cesión de bienes o haberse trabado ejecución en todos ellos; y en general por todas las
causas que hacen expirar el mandato”. Las causales de extinción del mandato están
establecidas en el art. 2163 CC.
289
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
290
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Si no se hubiere establecido por las partes el lugar en que debe realizarse el pago, es necesario
distinguir, según el objeto de la obligación sea dar o entregar una especie o cuerpo cierto u otro
diferente.
Tratándose de una especie o cuerpo cierto, el pago se debe realizar donde dicha cosa existía al
tiempo de constituirse la obligación (art. 1588 inc. 1).
Si lo debido es otra cosa -género, hecho o abstención- el pago debe cumplirse en el domicilio
del deudor (art. 1588 inc. 2). Al respecto se ha fallado que la regla de que si no hay estipulación
acerca del lugar donde debe hacerse el pago, y en que si no se trata de un cuerpo cierto debe
hacerse en el domicilio del deudor, se aplica a las obligaciones de hacer. Esta sentencia es
comentada favorablemente por Somarriva.
Se ha discutido a que domicilio del deudor se refiere esta norma, si al que tenia al momento de
celebrar el contrato o al que tiene al momento en que debe hacerse el pago. Atendido lo que
dispone el art. 1589, no nos cabe duda que debe estarse al primero, pues justamente esta
disposición se pone en el caso en que entre ambas fechas, el deudor hubiere mudado su
domicilio, estableciendo que, en ese caso, el pago debe hacerse “en el lugar que sin esa
mudanza correspondería, salvo que las partes dispongan de común acuerdo otra cosa”.
Si el deudor tuviere pluralidad de domicilios, deberá pagar en el correspondiente al lugar donde
contrajo la obligación si éste dice relación con ese domicilio.
l- Contenido del pago:
La idea central es la establecida en el art. 1569: “El pago se hará bajo todos los respectos en
conformidad al tenor de la obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales dispongan
las leyes”. La misma norma agrega que “El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa
que lo que se le deba ni aun a pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida”. Además,
recordemos, el pago debe ser total y no se puede dividir, salvo las excepciones ya mencionadas
(art. 1591 CC).
Precisado lo anterior, para saber como se hace el pago deberá estarse a la naturaleza de la
obligación de que se trate. Y entonces podemos distinguir:
a)- Si lo debido es un género, se cumplirá entregando cualquier individuo del género, con tal
que sea de una calidad a lo menos mediana (art. 1509).
b)- Si lo debido es una cantidad de dinero se cumplirá entregando la suma numérica establecida,
pues ya hemos visto que el sistema aceptado en Chile sigue siendo el nominalista.
c)- Si es una obligación de hacer o no hacer, se pagará realizando la prestación o abstención
convenida.
d)- Si la obligación es de dar o entregar una especie o cuerpo cierto, el acreedor debe recibirlo
en el estado en que se halle, soportando entonces los deterioros provenientes de caso fortuito o
fuerza mayor.
291
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Pero si la cosa se hubiere deteriorado por hecho o culpa del deudor, o de las personas por
quienes éste es responsable, o si los deterioros se hubieren producido durante la mora del
deudor (a menos que provengan de un caso fortuito a que la cosa se hubiere estado igualmente
expuesta en poder del acreedor), cabe hacer una distinción según los deterioros sean o no
importantes.
Si los deterioros son importantes, puede pedirse o la resolución del contrato -el art. 1590 emplea
impropiamente la expresión rescisión- más indemnización de perjuicios; o aceptar la cosa en el
estado en que se encuentra más indemnización de perjuicios.
Si los deterioros no son importantes, se deberá recibir la cosa en el estado en que se encuentre,
pero se deberán indemnizar los perjuicios (art. 1590 inc. 2 ).
En el caso en que el deterioro hubiese ocurrido antes de constituirse el deudor en mora, pero no
por hecho o culpa suya, sino de otra persona por quien no es responsable, es válido el pago de la
cosa en el estado en que se encuentre, pero el acreedor podrá exigir que se le ceda la acción que
tenga su deudor contra el tercero, autor del daño (art. 1590 inc. final).
m- Caso en que concurran varias obligaciones entre las mismas partes:
Art. 1594 CC = “Cuando concurran entre unos mismos acreedor y deudor diferentes deudas ,
cada una de ellas podrá ser satisfecha separadamente; y por consiguiente el deudor de muchos
años de una pensión, renta o canon podrá obligar al acreedor a recibir el pago de un año,
aunque no le pague al mismo tiempo los otros”.
n- De la imputación del pago:
En el caso en que existan varias deudas entre acreedor y deudor, y el pago hecho no alcance a
satisfacerlas todas, debe resolverse cuál es la que se debe entender solucionada. Es el problema
llamado de la imputación del pago.
Debe aclararse que esta situación sólo se va a presentar si concurren los siguientes supuestos:
1. Que existan varias deudas de una misma naturaleza
2. Que estas deudas sean entre las mismas partes
3. Que se haga un pago insuficiente para satisfacerlas a todas
El CC da diversas reglas sobre esta materia en los arts. 1595 al 1597 (párrafo 6 del Título XIV),
que son las siguientes:
1era regla → Si se debe capital e intereses, el pago se imputará primero a los intereses, salvo
que el acreedor consienta expresamente en que se impute al capital (art. 1595).
2da regla → Si hay diferentes deudas, el deudor puede imputar a la que elija, con las siguientes
limitaciones:
- No puede preferir la deuda no devengada a la que lo está, a menos que el acreedor lo
consienta (art. 1596).
292
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
293
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
294
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Características de la oferta
La oferta es un trámite extrajudicial y formal. Extrajudicial porque para hacerla no es
necesario recurrir a los tribunales. Simplemente quien quiere pagar solicita a alguno de los
funcionarios que señala el art. 1600 N°5, para que proceda a realizarla sin que para ello tenga
que ser autorizado por la justicia.
Decimos que es formal, porque debe cumplir determinados requisitos de forma y de fondo
que establece el art. 1600 y que examinamos.
➢ Casos en que no se requiere de oferta
Hay situaciones en que, por excepción, se puede pagar por consignación sin que preceda
oferta. Así ocurre en los siguientes casos:
- Si existe una demanda judicial que pueda enervarse con el pago (art. 1600 inc. final)
- En el caso de pagos periódicos
Esta segunda excepción se explica por si sola. Piénsese, por ejemplo, los problemas, que de
no existir esta norma, tendría un alimentante o un arrendatario, para ir pagando por
consignación las pensiones o rentas mensuales si tuviera cada vez que estar haciendo toda la
tramitación que supone la oferta.
295
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
296
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
297
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
298
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El primero señala que “mientras la consignación no haya sido aceptada por el acreedor, o el
pago declarado suficiente por sentencia que tenga fuerza de cosa juzgada, puede el deudor
retirar la consignación y retirada, se mirará como de ningún valor y efecto respecto del
consignante y de sus codeudores y fiadores”.
Pero la consignación puede incluso retirarse con posterioridad a la extinción de la obligación,
según expresa el art. 1607 “Cuando la obligación ha sido irrevocablemente extinguida podrá
todavía retirarse la consignación, si el acreedor consiente en ello”.
Pero en este caso, como la obligación ya se había extinguido, se trata de una nueva obligación,
y por ello los codeudores y fiadores no quedan obligados, ni el acreedor conserva sus
privilegios o hipotecas del crédito primitivo. Y si por voluntad de las partes se renovaren las
hipotecas precedentes, se inscribirán de nuevo y su fecha será la del día de la nueva inscripción.
Esta situación se asemeja a la novación, pero es distinta, pues para que haya novación tiene que
haber una obligación existente (arts. 1628 y 1630) y aquí no la había porque la anterior ya
estaba extinguida.
III)- PAGO CON SUBROGACIÓN
En términos generales, la voz subrogación evoca la idea de sustitución o reemplazo de una cosa por
otra o de una persona por otra. De esta forma, la subrogación puede ser real o personal.
En la real, una cosa toma el lugar de otra, que se le reputa de su misma naturaleza y cualidades.
Ejemplo claro de esta subrogación se encuentra en la sociedad conyugal, en los casos contemplados
en el art. 1733 CC.
En la subrogación personal, una persona toma el lugar de otra, ocupa su sitio, pudiendo por ello
ejercitar sus acciones y derechos. Así el heredero subroga al causante, sucediéndole en todos sus
bienes, derechos, acciones y obligaciones transmisibles.
En el pago por subrogación, el tercero que paga una deuda ajena pasa a ocupar el lugar del acreedor
a quien paga. De esta manera se produce la situación particular de que no obstante estar pagada la
obligación, ese pago no extingue el derecho de crédito, el que se mantiene con sus derechos,
acciones, privilegios, prendas e hipotecas, en favor del tercero que paga, que pasa a ser su nuevo
titular.
Se ha fallado que cuando en acreedor tiene diversos créditos en contra de un deudor y paga sólo uno
de ellos que estaba garantizando con hipoteca, se subroga únicamente en el crédito pagado con
todos los derechos, acciones, privilegios, prendas e hipotecas, no pudiendo alegar la preferencia
hipotecaria respecto de los otros.
a- Definición de subrogación:
El art. 1608 señala que “La subrogación es la transmisión de los derechos del acreedor a un
tercero, que le paga”. Se critica esta definición, porque la voz transmisión es propia de la
sucesión por causa de muerte, para significar el traspaso del patrimonio del causante a sus
herederos.
299
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Sin embargo, no resulta tan impropio hablar en este caso de “transmisión”, si se piensa que lo
que el legislador ha querido significar es que el tercero que paga, queda, respecto del acreedor a
quien paga, colocado en una situación análoga a la que se encuentra el heredero respecto del
causante. Pasa a ocupar su lugar.
Otra critica a la definición, y más fundada, es que no da una idea clara de la institución. Por eso
es mejor definirla como “Una ficción legal en cuya virtud una obligación que debía
considerarse extinguida por el pago hecho por un tercero, queda, sin embargo, vigente en poder
de éste, el cual obra como si fuere la misma persona del acreedor”.
Abeliuk siguiendo esta misma idea la define en términos más completos, señalando que “Es una
ficción jurídica, en virtud de la cual cuando un tercero paga voluntariamente con dineros
propios una obligación ajena, ésta se extingue entre el acreedor y deudor, pero subsiste teniendo
por nuevo acreedor al que efectuó el pago”.
La subrogación es una ficción pues la realidad es que si la obligación se paga, el efecto normal
debiera ser su extinción, con sus privilegios, hipotecas, etc. Y sin embargo, por el hecho de ser
pagada por un tercero con dineros propios, subsiste la misma obligación.
300
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
301
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
el crédito pasa del acreedor al tercero que paga, con “sus hipotecas”. Luego no es necesario de
una nueva inscripción, bastando a lo sumo, con practicar una anotación al margen de la
inscripción hipotecaria. En este sentido buena parte de la doctrina.
➢ Segundo caso de subrogación del art. 1610.
“2° Del que habiendo comprado un inmueble, es obligado a pagar a los acreedores a quienes
el inmueble está hipotecado”.
En este caso la subrogación opera en favor del comprador de un inmueble hipotecado. Si la
adquisición ha sido hecha en virtud de otro título distinto al de la compra, no estamos en la
situación regulada por el art. 1610 N°2 CC.
La utilidad de esta norma queda de manifiesto cuando uno de los acreedores hipotecarios 8el
tercero para poner un ejemplo) no fue citado para los efectos de la purga de la hipoteca. Ello
hace que el resultado de la subasta le sea inoponible. En tal caso, ese acreedor hipotecario no
citado puede demandar y sacar la finca a remate. Si el resultado de la subasta no alcanza sino
para pagar la primera y la segunda hipoteca, el tercer acreedor hipotecario no se va a pagar
porque el subastador del inmueble se subroga en los derechos de los acreedores hipotecarios
que fueron pagados en la primera subasta (el primero y el segundo). La situación es curiosa
porque la primera y la segunda hipoteca habían desaparecido al ser pagados sus titulares por
el comprador, pero para estos efectos reviven, pasando el comprador a ocupar su lugar. De
esta forma, si bien éste va a perder el inmueble, por lo menos va a recuperar el dinero
invertido al pagarse preferentemente con el precio logrado en el remate.
>.- Utilidad del artículo 1610 N°2 en el caso de purga de la hipoteca.
La situación que estamos estudiando pasa a tener mucha importancia en el caso en que se
subasta una finca gravada con varias hipotecas, y en que respecto de un acreedor hipotecario
no se produce la purga por no haber sido debidamente emplazado. Según la generalidad de la
doctrina nacional, cabe aplicar el artículo 1610 N°2.
Para la mejor comprensión del tema, demos una explicación breve de lo que significa la purga
de la hipoteca.
Cuando un predio está gravado con varias hipotecas, y uno de los acreedores hipotecarios,
haciendo efectivo su derecho real de hipoteca, lo saca a remate, debe notificar personalmente
a todos los otros acreedores hipotecarios, con el objeto que dentro del término de
emplazamiento (que se ha entendido que es el del juicio ordinario) hagan valer sus derechos.
Pues bien, si cumplidos estos trámites se subasta la finca hipotecada, y el resultado del remate
no es suficiente para pagar a todos los acreedores hipotecarios, se pagarán a los acreedores
hipotecarios que alcancen, y respecto de los que no alcancen , se entenderán sus hipotecas
extinguidas por el modo de extinguir “purga de la hipoteca”. De esta forma, el que subasta la
finca va a adquirir libre de hipotecas. Así lo establece el art. 2428 inc. 2 CC.
Ahora bien, puede ocurrir que uno de los acreedores hipotecarios no hubiere sido notificado.
Imaginémonos que el predio tenia 4 hipotecas y no se citó al titular de la tercera hipoteca.
Producido el remate, este tercer acreedor hipotecario mantiene su hipoteca (la subasta le es
302
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
inoponible) por lo que , haciendo uso de su derecho, puede perseguir la finca y sacarla
nuevamente a remate.
¿Significa lo anterior que por el hecho de no haber sido notificado para el primer remate, su
derecho a mejorado pasando a tener la calidad de primer (y único) acreedor hipotecario? No
es así, porque, para estos efectos, la primera y segunda hipoteca reviven en el comprador que
adquirió el bien en la primera subasta, quien pasa a ocupar el lugar de los acreedores
hipotecarios pagados en ella. Lo anterior significa que si lo obtenido en el nuevo remate no
alcanza sino para pagar las dos primeras hipotecas, el tercer acreedor hipotecario no se va a
pagar. Su hipoteca se extinguió por el modo de extinguir “purga de la hipoteca”.
>.- Subrogación del tercer poseedor de la finca hipotecada.
Este es un caso de subrogación que no está establecido en el art. 1610 N°2, pero que resulta
oportuno tratarlo ahora, por la relación que tiene con la materia que estamos estudiando.
Para la cabal comprensión, tenemos que precisar lo que se entiende por tercer poseedor de la
finca hipotecada. Es tercer poseedor de la finca hipotecada la persona que cumple 2
requisitos:
- No es deudor personal de la deuda garantizada con hipoteca, y
- Es el poseedor (normalmente dueño) de la finca hipotecada.
Estos requisitos se cumplen respecto del propietario de un inmueble que lo da en hipoteca
para garantizar una deuda ajena y del que adquiere una finca que está gravada con hipoteca.
Pues bien, si el deudor de la obligación garantizada con hipoteca no paga, el acreedor
hipotecario va a perseguir la finca en poder de quien se encuentre (consecuencia de ser el
derecho de hipoteca un derecho real). En este caso, deberá notificar al tercer poseedor de la
finca hipotecada(no porque éste deba, porque nada debe ya que él no es deudor personal), sino
con el objeto de que pague la deuda o abandone la finca. Si paga, se va a subrogar en el
derecho del acreedor hipotecario a quien paga. Así lo establece el art. 2429 CC, señalando que
“se subroga en los derechos del acreedor en los mismos términos que el fiador”.
➢ Tercer caso de subrogación del art. 1610.
“3° Del que paga una deuda a que se halla obligado solidaria o subsidiariamente”.
Este caso ya lo conocemos. El codeudor solidario que paga se subroga en los derechos del
acreedor a quien paga, para dirigirse en contra de sus codeudores, pero respecto de cada uno
sólo por su cuota (art. 1522 CC).
En el caso del fiador que paga, pasa a subrogarse en los derechos del acreedor a quien paga,
pudiendo dirigirse en contra del deudor principal, con la misma acción que tenia el acreedor a
quien pagó; o bien, puede hacer uso de la acción de reembolso que le corresponde como
fiador.
303
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
304
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Aun cuando del art. 1610 N°6, parece desprenderse que las escrituras públicas son
necesariamente dos, toda esta operación se puede hacer en una sola, cumpliéndose con los
requisitos ya vistos.
d.2- SUBROGACIÓN CONVENCIONAL.
Está tratada en el art. 1611 CC: “Se efectúa la subrogación en virtud de una convención del
acreedor; cuando éste, recibiendo de un tercero el pago de la deuda, le subroga
voluntariamente en todos los derechos y acciones que le corresponden como tal acreedor: la
subrogación en este caso está sujeta a la regla de la cesión de derechos, y debe hacerse en la
carta de pago”.
La subrogación convencional opera entonces mediante un acuerdo entre el acreedor pagado y el
tercero que le paga. El deudor no interviene. Como dice Claro Solar, “el objeto principal de la
subrogación es un pago, y el deudor no tiene que intervenir en el pago que efectúa un tercero
extraño a la deuda y que puede pagar aun contra de la voluntad del deudor”.
Los requisitos de la subrogación convencional son los siguientes:
➢ Que un tercero no interesado pague la deuda ajena (así lo dice el art. 1611). Es obvio que
tiene que ser un tercero no interesado, porque si tuviera interés, estaríamos en el caso de
la subrogación legal del art. 1610 N°3.
➢ Que pague sin voluntad del deudor, pues, en caso contrario, se configuraría la situación de
subrogación legal del art. 1610 N°5.
➢ Que el acreedor pagado subrogue voluntariamente en sus derechos al tercero que le paga.
En relación con este punto, cabe preguntarse si todos los que pueden recibir el pago
(recuérdese el art. 1576 CC), pueden hacer la subrogación. Claro Solar responde que ello
es así cuando la facultad de recibir el pago deriva de un poder de administración (Ej: el
curador que administra los bienes del pupilo), pero no ocurre lo mismo en el caso del
mandatario especial o con el simple diputado para recibir el pago. Según Laurent el
mandato para recibir el pago no da derecho para subrogar.
➢ Que la subrogación se haga en forma expresa.
➢ Que conste en la carta de pago o recibo. Esto implica que se va a hacer en el momento en
que se recibe el pago. Si no se hace en esa oportunidad, como obligación se extingue con
el pago, no habría derecho ni acción que subrogar, pues las que habían se habrían
extinguido con el pago.
La carta de pago o recibo puede constar en instrumento público o privado. La ley no exige
solemnidad especial. Se ha fallado que en el caso de pagos parciales la subrogación tiene
que efectuarse en cada uno de los recibos y no en la escritura de cancelación final.
➢ Que se sujete a las reglas de la cesión de derechos. Nótese que el art. 1611 no dice que la
subrogación convencional sea una cesión de derechos, sino que se sujeta a las mismas
reglas de la cesión de derechos. Ello significa que el acreedor tiene que entregar el título
de la deuda al tercero que paga y que para que la subrogación sea oponible al deudor y a
terceros, se debe notificar al deudor o éste debe aceptarla. Se aplica la regla del art. 1902
CC.
305
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Lo anterior quiere decir que mientras no se cumpla con estas exigencias, si el deudor paga
al primitivo acreedor, pueden embargar ese crédito. Así lo dice el art. 1905.
e- Efectos de la subrogación:
Los efectos de la subrogación legal o convencional son los mismos y son los indicados en el art.
1612 CC: “La subrogación, tanto legal como convencional, traspasa al nuevo acreedor todos
los derechos, acciones, privilegios, prendas e hipotecas del antiguo, así contra el deudor
principal, como contra cualesquiera terceros, obligados solidaria o subsidiariamente a la
deuda”. Y el inciso 2 agrega: “Si el acreedor ha sido solamente pagado en parte, podrá ejercer
sus derechos, relativamente a lo que se le reste debiendo, con preferencia al que sólo ha
pagado una parte del crédito”.
Luego se traspasan al tercero que paga todos los derechos, acciones, privilegios, prendas e
hipotecas del antiguo, así contra el deudor principal, como contra los codeudores solidarios o
subsidiarios. Todo esto se puede resumir diciendo que el crédito y la obligación correlativa
permanecen igual, con la única salvedad que el lugar que ocupaba antes el acreedor, lo ocupa
ahora el tercero que pagó.
Lo anterior significa entre otras cosas, las siguientes:
1- Que si la obligación era mercantil, conserva esa naturaleza.
2- Si la obligación estaba caucionada (hipoteca, prenda, etc.), éstas se mantienen garantizando
el mismo crédito que ahora tiene otro acreedor (ya hemos explicado que se traspasa la
hipoteca sin nueva inscripción).
3- Que los títulos ejecutivos en favor del acreedor original se mantienen respecto del tercero
que paga, que podrá usarlos en su beneficio. Para demandar ejecutivamente acompañará el
título y el recibo de pago, que es el documento que lo legitima para demandar.
Nota: Esta conclusión la estimamos discutible, pues del solo título ejecutivo no aparece que
el acreedor sea el cesionario. Y el hecho de que se agregue al título el recibo de pago no
soluciona el problema, pues se produciría una yuxtaposición de títulos que reiteradamente
la jurisprudencia ha rechazado.
4- Si la obligación generaba intereses éstos seguirán devengándose.
5- Si la obligación estaba sujeta a plazo, el tercero que paga no podrá cobrar antes de que éste
se cumpla.
6- Dice Abeliuk que “el tercero que paga queda colocado en la misma situación jurídica del
acreedor primitivo, o sea, pasa a tener la calidad de contratante, lo que -agrega- tiene gran
importancia en los contratos bilaterales, pues le permitiría deducir la acción resolutoria en
caso de incumplimiento, tal como podría hacerlo el accipiens”.
306
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
307
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
LA DACIÓN EN PAGO:
a- Ideas generales:
La dación en pago es un modo de extinguir las obligaciones que no está indicado en el art. 1567
CC. Tampoco ha sido reglamentado en la ley, si bien varias disposiciones demuestran que no
fue ignorado y menos repudiado, por el autor del CC. En efecto el art. 2382, en la fianza,
expresa que “Si el acreedor acepta voluntariamente del deudor principal en descargo de la
deuda un objeto distinto del que este deudor estaba obligado a darle en pago, queda
irrevocablemente extinguida la fianza, aunque después sobrevenga evicción del objeto”. La
figura que describe el art. 2382 es una típica dación en pago. Se mencionan también como casos
de dación en pago: el art. 1773 en la sociedad conyugal; el art. 2397 en la prenda; y el art. 2424
en la hipoteca. Con la incorporación del régimen de participación en los gananciales se generó
un caso en que expresamente el CC hace referencia a la dación en pago. Es la situación prevista
en el art. 1792-22 inc. 2, referente a la forma de extinguir el crédito de participación.
b- Concepto de dación en pago:
Las partes contratantes, en virtud del principio de la autonomía de la voluntad, pueden convenir
que la obligación se extinga pagando el deudor con una cosa distinta a la debida. El art. 1569
inc.2 señala que “El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que la que se le deba ni
aun a pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida”. No podrá ser obligado dice esta
disposición, de donde se infiere, a contrario sensu, que si el acreedor está de acuerdo, pueda
recibir en pago una cosa distinta de la debida. Y eso es, justamente, lo que se denomina “dación
en pago”.
La dación en pago puede definirse como “un modo de extinguir las obligaciones, que se
perfecciona por la entrega voluntaria que un deudor hace a título de pago a su acreedor, y con el
consentimiento de éste, de una prestación u objeto distinto del debido”.
Podría decirse que la dación en pago es un modo de extinguir que se perfecciona por la entrega
voluntaria que un deudor hace a título de pago a un acreedor, y con el consentimiento de éste,
de una prestación u objeto distinto del debido. Y para ello se requiere del consentimiento del
acreedor, a diferencia del pago efectivo, que puede ser contra su voluntad.
La Corte Suprema ha dicho que “La dación en pago consiste en una convención acerca de un
pago por equivalencia, acordada entre el acreedor y el deudor y en razón del cual éste extingue
su obligación o deuda, entregando una cosa distinta de la debida”.
c- La dación en pago es una convención:
No es un contrato. Cualquiera que sea la definición de esta institución que adoptemos, existe
unanimidad absoluta en el sentido que es una convención, es decir, un acuerdo de voluntades,
pero destinado a extinguir una obligación.
Algunos sostienen que además constituye un verdadero título traslaticio de dominio. La misma
idea encontramos en Abeliuk: “Pero la dación en pago, si se trata de dar una cosa, es título
traslaticio de dominio”.
308
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
309
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
310
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
311
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Esta figura constituye, como pronto lo veremos, una novación objetiva por cambio de objeto
(art. 1628 CC).
LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA:
a- Ideas generales:
El art. 1567 N°10 señala a la prescripción como un modo de extinguir las obligaciones. El
inciso final señala que la prescripción será tratada al fin de este Libro (Libro IV). Y
efectivamente, el CC trata de la prescripción en el Título XLII del Libro IV, arts. 2492 y
siguientes hasta el art. 2524.
b- Clases de prescripción:
Como es sabido, la prescripción puede ser de 2 clases: prescripción adquisitiva o usucapion, que
es un modo de adquirir el dominio y los demás derechos reales (arts. 588 y 2498 al 2513 del
CC); y prescripción extintiva o liberatoria, que es un modo de extinguir las acciones y derechos
ajenos. Trata de ella el párrafo 3 del Titulo XLII, arts. 2514 y siguientes hasta el 2524.
c- Concepto de prescripción extintiva:
El CC en el art. 2492 define en forma conjunta a la prescripción adquisitiva y extintiva.
Art. 2492 CC = “La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas
acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos
legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción”.
De esta definición global extraemos lo referente a la prescripción adquisitiva, resultándonos de
ese modo que “La prescripción extintiva es un modo de extinguir las acciones y derechos
ajenos, por no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y
concurriendo los demás requisitos legales”.
d- La prescripción sólo extingue la acción, no el derecho ni la obligación correlativa:
Si bien, como hemos dicho, el art. 1567 enumera a la prescripción como un modo de extinguir
obligaciones, ello no es así, pues lo que se extingue con la prescripción es la acción para
reclamar el derecho, no el derecho mismo (ni la correlativa obligación), pues en conformidad al
art. 1470 N°2, las obligaciones civiles extinguidas por prescripción pasan a transformarse en
naturales.
En el mismo error incurre el art. 2520: “La prescripción que extingue las obligaciones se
suspende…”. En cambio, el nombre del párrafo es adecuado “De la prescripción como medio
de extinguir las acciones judiciales”. Lo mismo los arts. 2514, 2515, 2516, 2517, 2518, 2521,
2522, 2524, que también hablan de “acciones”.
312
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
313
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
314
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
la naturaleza de la prescripción adquisitiva, es necesario, para que prospere, que sea formulada por
vía de reconvención y no como una simple excepción de la demanda.
El problema es que si se puede alegar también como excepción. Quienes son partidarios de esta
tesis señalan que la excepción de prescripción implica tanto la extinción de la acción de dominio
como la adquisición del derecho en el poseedor. De aquí que si el prescribiente opone la
prescripción adquisitiva por vía de excepción y ésta es acogida, lo que el tribunal reconoce no es
solamente la circunstancia de haberse extinguido la acción, sino el derecho mismo adquirido por el
poseedor, en base a lo cual queda aceptada la excepción y rechazada la acción; pero siempre el fallo
será declarativo de un derecho.
El punto ha sido muy discutido en la doctrina como lo fue en la jurisprudencia, hasta que éste se ha
uniformado claramente en el sentido que sólo cabe alegar la prescripción adquisitiva como acción,
doctrina que ya no admite entre nosotros discusión.
La prescripción extintiva, en cambio, puede alegarse como acción y como excepción.
Como excepción lo dice expresamente el art. 310 del CPC, debiendo recordarse que es una de las
excepciones que se pueden plantear en cualquier estado de la causa pero “no se admitirán si no se
alegan por escrito antes de la citación para sentencia en primera instancia, o de la vista de la causa
en segunda”. En el caso del juicio ejecutivo, la situación es distinta pues la prescripción extintiva -
sea de la deuda o de la acción ejecutiva- sólo puede oponerse en el escrito de excepciones (arts. 464
N°17 y 465 del CPC).
Se ha discutido por algunos si la prescripción extintiva se puede alegar por vía de acción. Para ello
se han dado diversas razones. Así por ejemplo, se ha dicho que no hay acción, porque las acciones
nacen de los derechos, reales o personales (arts. 577 y 578 CC) y en el caso de la prescripción
extintiva no habría ningún derecho del cual pudiera derivar; que no habría utilidad en la declaración
desde el momento que el acreedor no está cobrando su crédito; que tendría un fondo inmoral.
Ninguno de estos argumentos parece atendible.
Respecto del primero, la doctrina hoy día estima que para que haya acción basta que exista interés,
y éste lo hay en el deudor, y consiste en ser liberado de la obligación, lo que sólo va a conseguir con
la sentencia que declare la prescripción. Y en algunos casos tiene particular importancia esta
declaración, como ocurre cuando la deuda, cuya declaración de prescripción se persigue, esta
garantizada con prenda o hipoteca.
En cuanto al argumento -que sería inmoral que el mismo deudor, a sabiendas de que no ha pagado,
solicitara la prescripción- no vemos por qué podría ser más inmoral alegar la prescripción por vía de
acción que hacerlo por vía de excepción frente a una demanda del acreedor.
El principio es que si hay interés hay acción. Por ello, al tener el deudor interés en ser liberado de su
obligación, nos parece incuestionable que puede alegar la prescripción extintiva como acción, así,
por lo demás, lo ha entendido la doctrina.
315
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
316
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
alegar la prescripción que favorezca a alguna o a ambas partes. Pero seria -agrega- una renuncia
expresa y no tácita.
También se ha fallado que el reconocimiento de firma no importa renuncia de la prescripción.
Rioseco, comentando este fallo, explica que la confesión de deuda comporta un reconocimiento del
crédito y, por lo tanto, implica renuncia a la prescripción. Mientras que el reconocimiento de firma
sólo confiere autenticidad al instrumento, pero nada agrega en relación con el crédito de modo que
no impide oponer con éxito la excepción de prescripción.
La renuncia sólo puede hacerse antes de alegar la prescripción. Con posterioridad, sólo cabe el
desistimiento de la prescripción.
Capacidad para renunciar la prescripción
En conformidad al art. 2495, “No puede renunciar la prescripción sino el que puede enajenar”.
Efectos de la renuncia
La renuncia de la prescripción es de efectos relativos, sólo afecta al que la hace. Luego, no alcanza a
los terceros obligados. Por consiguiente, si el deudor renuncia a la prescripción, y la obligación se
encontraba afianzada, la renuncia no afecta al fiador, quien de todas formas podrá oponer la
excepción de prescripción. Así lo establece el art. 2496: “El fiador podrá oponer al acreedor la
prescripción renunciada por el principal deudor”. No obstante los términos limitativos de la norma
-hace referencia únicamente a los fiadores- es obvio que el principio tiene alcances más amplios,
habiéndose fallado que el tercer poseedor de la finca hipotecada puede oponer la prescripción,
aunque la haya renunciado el deudor personal.
1.3.- La prescripción corre igual contra toda clase de personas.
Art. 2497 CC = “Las reglas relativas a la prescripción se aplican igualmente a favor y en contra
del Estado, de las iglesias, de las municipalidades, de los establecimientos y corporaciones
nacionales, y de los individuos particulares que tienen la libre administración de lo suyo”.
Excepciones a la regla de la igualdad:
La parte final del art. 2497 deja en claro que esta regla de la igualdad se aplica a los “particulares
que tienen la libre administración de lo suyo”. Lo anterior está dicho para compatibilizar esta
disposición con la institución de la suspensión de la prescripción, de que trata en el art. 2509, pues
ésta implica que respecto de ciertas personas -las que indica el art. 2509- los plazos de prescripción
se prolonguen (más propiamente se mantienen suspendidos).
2.- ACCIÓN PRESCRIPTIBLE.
La regla es que toda acción sea prescriptible. Sin embargo, y por razones superiores, se establecen
algunas excepciones:
a.- La acción de partición (art. 1317 CC).
b.- La acción para reclamar el estado civil de hijo o padre (art. 320 CC).
317
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
318
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Algunos autores como Fernando Fueyo, entienden que importando la interrupción natural y la
renuncia de la prescripción actos de igual naturaleza, en que sólo varia el tiempo en que se realizan,
debería exigirse también en este caso capacidad de disposición (art. 2495 CC).
En relación con la interrupción natural se ha fallado que el reconocimiento de deuda e hipoteca en
una escritura pública, interrumpe naturalmente la prescripción que extingue las acciones ajenas (art.
2518 CC).
Interrupción civil
El art. 2518 inc. 3 expresa que se interrumpe civilmente la prescripción por la demanda judicial;
salvo los casos enumerados en el artículo 2503 CC.
Requisitos para que exista interrupción civil
Relacionando los artículos 2518 y 2503, se tiene que para que haya interrupción civil, deben
cumplirse los siguientes requisitos:
- Demanda judicial
- Notificación de la demanda
- Que no se haya producido alguna de las situaciones contempladas en el artículo 2503 CC.
Analicemos cada una de ellas:
a- Debe haber demanda judicial
El art. 2518 inc. 3 del CC es absolutamente claro “se interrumpe civilmente por la demanda
judicial…”. Con más precisión ha dicho la Corte Suprema que la interrupción civil no deriva
tanto de la demanda que la origina como de la sentencia que acoge esa demanda. En todo caso,
es claro que ningún requerimiento privado es suficiente para interrumpir la prescripción.
A pesar de que la norma parece clara, ha habido dudas sobre el alcance de la expresión
“demanda judicial”. El problema radica en determinar si cualquier gestión judicial es suficiente
para interrumpir la prescripción o sí, por el contrario, tiene que tratarse de la contemplada en el
art. 254 del CPC, destinada a hacer efectiva la obligación. La discusión se ha planteado
especialmente en relación con las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva. ¿Constituyen estas,
una demanda judicial, capaz de interrumpir la prescripción? Lo mismo puede decirse, en el caso
que existe una medida prejudicial o prejudicial precautoria.
La doctrina y la jurisprudencia está dividida en este punto. Así, Fueyo cree que tiene que
tratarse de una demanda formal.
En cambio, Escribar está por la tesis de que cualquier gestión del acreedor efectuada ante la
justicia con el objeto de exigir directamente el pago o preparar o asegurar su cobro, es suficiente
para interrumpir la prescripción.
La jurisprudencia de los últimos años está por el sentido amplio.
319
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que para que la demanda interrumpa la prescripción, debe
existir una conexión directa entre la acción ejercida y la acción de cuya extinción prescriptiva se
trata.
En relación con el requisito que estamos estudiando, se ha fallado en forma reiterada, que la
demanda presentada ante tribunal incompetente interrumpe la prescripción, lo que parece
atendible desde que desaparece la situación de pasividad del acreedor que es el supuesto de la
prescripción extintiva.
Nota: Se ha fallado también, que si un ejecutante ejerce la acción de cobro que emana de un
pagaré y no la que emana de la hipoteca -que la sociedad demandada constituyó sobre un bien
propio para responder al pago íntegro y oportuno de todas las obligaciones que tenía o pudiere
tener en el futuro- se debe aplicar en materia de prescripción las normas del art. 100 de la ley
N°18.092, por lo que debe acogerse la excepción de prescripción si ha transcurrido más de un
año entre el vencimiento del pagaré y la notificación de la demanda.
b- Notificación de la demanda
Para que opere la interrupción no basta la presentación de la demanda, sino que es necesario
que esta se encuentre legalmente notificada.
Se ha entendido que para que opere la interrupción, la demanda tiene que notificarse antes del
vencimiento del plazo de prescripción. Ello por aplicación del art. 2503 N°1 CC.
c- Que no se hayan producido alguna de las situaciones previstas en el artículo 2503
No obstante haberse demandado con oportunidad, no se produce la interrupción civil en los
casos que señala el art. 2503 CC.
Art. 2503 CC = “Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se pretende
verdadero dueño de la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él en los casos
siguientes:
1°. Si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2°. Si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró abandonada la instancia;
3°. Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En los tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción por la demanda”.
Respecto de este punto, se ha fallado que no constituye sentencia absolutoria la que rechaza la
demanda ejecutiva por faltar la ejecutividad del título. También se ha resuelto que la sentencia
que declara la incompetencia del tribunal no es absolutoria y por lo tanto ha operado la
interrupción de la prescripción.
320
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Efectos de la interrupción
El efecto de la interrupción, civil o natural, es hacer perder todo el tiempo anterior. Favorece, en
consecuencia, al acreedor y perjudica a deudor.
La regla es que los efectos sean relativos, pues si es civil, supone un juicio que sólo afecta a las
partes litigantes (art. 3 CC); y si es natural importa una manifestación de voluntad, expresa o tácita,
que sólo produce efectos para quien la hace. Esta regla está consignada en el art. 2519, primera
parte: “La interrupción que obra en favor de uno o varios coacreedores, no aprovecha a los otros,
ni la que obra en perjuicio de uno de varios codeudores, perjudica a los otros…”.
Excepciones a esta regla:
1.- En el caso de la solidaridad. Así lo consigna el mismo art. 2519, en su parte final: “a menos que
haya solidaridad, y no se haya ésta renunciado en los términos del artículo 1516” (una excepción a
esta regla se encuentra en el art. 100 de la ley 18.092, pues no obstante que todos los obligados al
pago se encuentran obligados solidariamente. “La prescripción se interrumpe sólo respecto del
obligado a quien se notifique la demanda judicial de cobro de la letra, o la gestión judicial
necesaria o conducente para deducir dicha demanda o preparar la ejecución”).
2.- Cuando las obligaciones son indivisibles. Al respecto dice el art. 1529: “La prescripción
interrumpida respecto de uno de los deudores de la obligación indivisible, lo es igualmente
respecto de los otros”. Al respecto se ha fallado que tratándose de la obligación de suscribir un
contrato de compraventa (obligación de hacer generada de un contrato de promesa), la notificación
a un comunero interrumpe la prescripción respecto de todos, por tratarse de una obligación
indivisible.
La interrupción de la prescripción de la obligación principal interrumpe la prescripción de la
obligación accesoria
Se ha planteado el problema de resolver qué ocurre con la prescripción de las obligaciones
accesorias, cuando se ha producido al interrupción de la obligación principal. Pongo un ejemplo, se
constituye una hipoteca para garantizar una deuda ajena. El deudor principal, solicita una prórroga
(interrupción natural) ¿le afecta ésta al tercer poseedor de la finca hipotecada? Si aplicamos la regla
de que la interrupción es de efectos relativos, habría que entender que sólo afectaría al deudor
principal, pero no al tercer poseedor de la finca hipotecada, conclusión que repugna con el carácter
accesorio de toda caución. Por ello nos parece correcta la sentencia que resuelve que “la
interrupción de la prescripción de la obligación principal interrumpe la prescripción de la acción
hipotecaria”. En el sentido contrario se ha resuelto que “la notificación civil de la demanda al
deudor principal, no interrumpe civilmente la prescripción que corre contra el tercer poseedor,
según se desprende de lo establecido en los artículos 100 de la ley 18.092 y 2519 del Código Civil”.
Este fallo se explica por lo que dispone el inciso 1 del artículo 100 de la ley 18.092 “La
prescripción se interrumpe sólo respecto del obligado a quien se le notifique la demanda judicial de
cobro de la letra…”.
321
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
322
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
323
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Finalmente, en el caso de las servidumbres, si el titular las deja de gozar durante 3 años, se produce
la prescripción extintiva, de acuerdo al art. 885 N°5 CC.
→ Suspensión de la prescripción extintiva de largo tiempo.
La suspensión de la prescripción es un beneficio especial que la ley otorga a determinadas personas
-las indicadas en el art. 2509 CC- de que no corra el plazo de prescripción en su contra.
En el caso de la prescripción extintiva, el art. 2520 CC establece que “La prescripción que extingue
las obligaciones se suspende en favor de las personas enumeradas en los números 1 y 2 del art.
2509 / Transcurridos 10 años no se tomarán en cuenta las suspensiones mencionadas en el inciso
precedente”.
Esta suspensión se aplica a la prescripción extintiva ordinaria, no a la ejecutiva, lo que se podría
explicar según algunos, por tratarse de un caso de caducidad más que de prescripción.
4.2- Prescripciones de corto tiempo.
El párrafo IV del Título 42 del Libro IV del CC, arts. 2521 al 2524, tratan “De ciertas acciones que
prescriben en corto tiempo”.
Se trata de casos especiales, que constituyen excepciones a la regla de prescripción del art. 2515. Se
clasifican en:
1.- Prescripciones de 3 años (art. 2521 inc. 1 CC).
2.- Prescripciones de 2 años (art. 2521 inc. 2 CC).
3.- Prescripciones de 1 año (art. 2522 CC).
324
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Para que se apliquen estas reglas tienen que cumplirse copulativamente los 2 requisitos del art.
2521:
1.- Que se trate de profesiones liberales.
2.- Que correspondan a honorarios profesionales. Por ello, si el profesional tiene un contrato de
trabajo, no rigen estas normas sino las de la legislación laboral.
Como sabemos la prescripción comienza a correr desde que la obligación de pagar los honorarios se
ha hecho exigible (art. 2514 inc. 2 CC). Pueden generarse problemas cuando se trata de cobros
correspondientes a servicios prolongados. La idea que predomina es que el plazo de prescripción
empieza a correr desde que se terminan de prestar los servicios, a menos que se hayan fijado fechas
especiales para su pago, caso en que se deberá contar desde estas. En ese sentido la jurisprudencia.
4.2.3- Prescripciones de 1 año.
Las establece el art. 2522 CC: “Prescribe en un año la acción de los mercaderes, proveedores y
artesanos por el precio de los artículos que despachan al menudeo / La de toda clase de personas
por el precio de servicios que se prestan periódica o accidentalmente; como posaderos,
acarreadores, mensajeros, barberos, etc.”.
Respecto a esta disposición es importante precisar algunos de sus términos: “mercader”, es
sinónimo de comerciante; “despachar”, significa vender; “despachar al menudeo”, significa vender
al por menor.
En cuanto al inciso 2, es obvio que las actividades que en él se señalan no son taxativas. Lo
importante para que tenga aplicación es que se trate de servicios accidentales o que se presten en
forma periódica (podría ser jardineros, personas que cortan el pelo a mascotas, etc.).
→ Las prescripciones de corto tiempo de los artículos 2521 y 2522, no se suspenden.
Así lo señala el art. 2523: “Las prescripciones mencionadas en los dos artículos precedentes corren
contra toda clase de personas, y no admiten suspensión alguna”.
→ Interrupción de las prescripciones de corto tiempo.
El art. 2523 establece que estas prescripciones de corto tiempo se interrumpen:
1)- Desde que interviene pagaré u obligación escrita, o concesión de plazo por el acreedor.
2)- Desde que interviene requerimiento. Respecto a lo establecido en este art. 2523 N°2, se ha
fallado que se refiere al requerimiento extrajudicial, pues si hay demanda judicial, se aplican las
reglas generales de los arts. 2503 y 2518. Esta es también la opinión de Emilio Rioseco.
El art. 2523 ordena que producida la interrupción sucede a la prescripción de corto tiempo la del art.
2515. Es lo que la doctrina conoce como la interversión de la prescripción, lo que implica que no
sólo hay interrupción, sino que además, la nueva prescripción que en adelante podrá correr en
beneficio del deudor es una diversa, tanto en su duración como en sus demás elementos, pues será
ordinaria de largo tiempo. La interversión prevista en la ley no es una facultad concedida al juez, ni
325
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
una regla de interpretación que pudiera quedar sujeta a algún poder de apreciación del juez. Es una
norma de fondo cuya transgresión dará lugar a una casación en el fondo por error de derecho.
4.3- Prescripciones especiales.
El art. 2524 CC expresa que: “Las prescripciones de corto tiempo a que están sujetas las acciones
especiales que nacen de ciertos actos o contratos, se mencionan en los títulos respectivos, y corren
también contra toda persona; salvo que expresamente se establezca otra regla”.
Respecto de estas prescripciones especiales, debe tenerse presente:
1.- Que son prescripciones de corto tiempo (así lo dice el art. 2524) o sea, de menos de 5 años.
2.- Que corren contra toda persona (no se suspenden) salvo situaciones excepcionales (Ejemplos:
art.1692 inc. 2 CC relativo a la suspensión del plazo de prescripción de la acción de nulidad
relativa en favor de herederos menores de edad, y art.1216 inc. 2 CC relativo a la acción de
reforma de testamento).
3.- Se interrumpen según las reglas generales.
4.- No se aplican respecto de ellas las reglas especiales de interrupción, contempladas en el art.
2523, pues sólo rigen para las prescripciones mencionadas en los arts. 2521 y 2522, así lo dice el
art. 2523.
Ejemplos de algunas prescripciones especiales son:
1. Acción de indemnización de perjuicios por responsabilidad extracontractual.
Respecto de la acción de indemnización por hecho ilícito, el art. 2332 del CC señala que las
acciones que concede este título (XXXV) por daño o dolo, prescriben en 4 años contados desde
la perpetración del acto.
2. Pacto comisorio emanado de la compraventa por la obligación de pagar el precio.
Por el art. 1880, el pacto comisorio “prescribe al plazo prefijado por las partes, si no pasare de
4 años, contados desde la fecha del contrato / Transcurridos estos 4 años, prescribe
necesariamente, sea que se haya estipulado un plazo más largo o ninguno”.
La regla es la final del párrafo 10 del Título XXIII del Libro IV que trata “Del pacto
comisorio”, situación que debe tenerse en cuenta porque implica que habiendo definido el art.
1877 el pacto comisorio como una estipulación propia del contrato de compraventa y sólo
respecto de la obligación del pago del precio que cabe al comprador, la norma de prescripción
tiene ese límite y no se extiende a la misma estipulación en otros contratos que la compraventa.
Es que el concepto doctrinario de pacto comisorio no coincide, en nuestro derecho, con el legal.
En aquel, por pacto comisorio se entiende la estipulación expresa de la condición resolutoria
tácita prevista en el art. 1489, sea en forma simple, sea con alguna modificación que lo haga
más terminante, en cuyo caso se tratará de un pacto comisorio calificado, estipulación que cabe
en cualquier contrato. En ello la doctrina nacional es unánime. Pero la definición legal esta
reducida al solo contrato de compraventa y sólo por la obligación de pagar el precio. De allí que
326
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
las normas que rijan en este contrato ese pacto, no sean aplicables a otros contratos y ni siquiera
a la propia compraventa por otras obligaciones que las de pagar el precio. Es esa una cuestión
que actualmente no merece discusión entre nosotros.
De allí entonces que la regla de prescripción del art. 1880 CC no pueda extenderse más allá de
la compraventa y por aquella obligación de pagar el precio. Fuera de la compraventa y aún en
ésta por otra obligación que la relativa al precio, la acción resolutoria que proviene del pacto
comisorio simple o la restitutoria que resulte del pacto comisorio calificado, prescriben
conforme a la regla general del art. 2515 CC, esto es, en 5 años contados desde que ella sea
susceptible de deducirse, es decir, desde que se produce el incumplimiento de la condición
envuelta en el pacto comisorio.
3. Acción de retroventa.
El art. 1885 del CC señala que el tiempo en que se podrá intentar la acción de retroventa no
podrá pasar de 4 años contados desde la fecha del contrato.
4. Acción de nulidad relativa.
De conformidad con el art. 1691, el plazo para pedir la rescisión durará 4 años, que se cuentan,
en el caso de error o dolo, desde el día de la celebración del acto o contrato, en el caso de
incapacidad desde que ésta haya cesado y lo mismo si se trata de violencia. Pero se ha
entendido que la regla para la incapacidad no se aplica a las denominadas incapacidades
especiales, porque aquí el beneficiado con ellas no es el incapaz, sino terceras personas de
forma que allí rige la regla general que cuenta el plazo desde la celebración del contrato nulo.
Esta prescripción no se suspende sino en los supuestos del art. 1692. Por ello se ha resuelto que
“si bien el artículo 2524 del CC habla de prescripciones de corto tiempo a que están sujetas las
acciones especiales que nacen de ciertos actos o contratos, y siendo la acción rescisoria una
acción ordinaria, como la de nulidad, podría estimarse que dicha acción no se encuentra
comprendida en el precepto de aquel artículo; sin embargo, es preciso considerar otros
elementos: el sistema de la le, que sólo admite la suspensión en la prescripción de largo tiempo;
la clasificación que él mismo hace en prescripción extintiva de largo tiempo y de corto tiempo,
y el plazo señalado a la rescisión en el art. 1691, muy distinto del de 3 y 5 años,
respectivamente del art. 2515 e idéntico al de la acción de reforma de testamento (art. 1216), del
pacto de retroventa (art. 1885); del pacto comisorio (art. 1880), del saneamiento por evicción
(art. 1856), de la lesión enorme (art. 1896), etc. Todo esto pone de manifiesto que el cuadrienio
de la acción rescisoria (art. 1691) no se suspende en favor de ninguna persona, sino en los casos
expresamente previstos por la ley, como son los del inciso 2 del artículo 1692, para herederos
menores de edad”. Por lo demás sería absurdo que a pesar de existir regla especial para la
suspensión en el art. 1691 todavía guardarán aplicación además, las normas de suspensión de la
prescripción de largo tiempo.
En todo caso el inicio del plazo es variable. Por regla general será desde el día de la celebración
del contrato; pero en caso de violencia será desde el día en que ésta haya cesado y en caso de
incapacidad, desde que ella haya cesado.
327
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
328
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
redhibitoria. Rioseco Enríquez, tampoco acepta que las partes puedan ampliar los plazos de
prescripción.
i- Prescripción y caducidad:
Prescripción extintiva y caducidad guardan semejanza en cuanto en ambas se produce la
pérdida de un derecho como consecuencia de la inactividad de su titular durante un determinado
plazo. Pero claramente se trata de 2 instituciones diferentes. Pedro Lira expresa que la
caducidad abarca todos aquellos plazos legales por cuyo transcurso se produce la extinción de
un derecho, de una manera diversa y más enérgica que si estuvieran sometidos a prescripción
común.
La caducidad de un derecho -dice Weisz- significa que el legislador ha señalado un término
fatal, sin atender a lo que haga el obligado; la existencia del derecho está limitada desde un
principio a un plazo prescrito de antemano.
Una sentencia ha dicho que la caducidad es la pérdida de la facultad de hacer valer un derecho
como consecuencia de la expiración de un plazo fatal. Comentando esta sentencia, Emilio
Rioseco expresa que lo que da fisonomía a la caducidad es la circunstancia de tratarse de un
plazo fatal, generalmente breve, dentro del cual si el derecho no se ejerce se extingue ipso jure.
➢ Caducidad en el Código Civil:
La caducidad no está especialmente regulada y desde luego no figura en la enumeración del
art. 1567 CC. Sin embargo, el CC contempla casos de acciones que caducan (caducan no
prescriben), como ocurre, por ejemplo, con los plazos para impugnar la paternidad (arts. 212,
214, 216, 217, 218).
Para evitar confusiones es bueno agregar que el CC emplea en varias disposiciones
expresiones como “caducidad2, “caducan”, etc., expresiones que tienen una connotación
diferente a la que ahora nos interesa. Ejemplo: en los testamentos privilegiados (arts. 1044,
1046, 1053, etc.).
➢ Diferencias entre prescripción y caducidad:
Las principales diferencias que señala la doctrina son las siguientes:
a.- La prescripción debe ser alegada (art. 2493 CC). La caducidad, en cambio, opera por el
solo vencimiento del plazo. Esta diferencia es la de mayor importancia. En relación con este
aspecto, es importante recordar que se ha sostenido que hace excepción a la regla de que la
prescripción debe ser alegada, el art. 442 del CPC al establecer que el tribunal denegará la
ejecución si el título presentado tiene más de 3 años. Por ello, se dice que no se trataría de un
caso de prescripción sino de un caso de caducidad.
b.- Los plazos de caducidad son fijos e invariables. No operan a su respecto los institutos de la
interrupción y suspensión de la prescripción.
c.- La prescripción, según hemos visto, no extingue el derecho personal o crédito. Únicamente
pone fin a la acción para demandarlo. Ello es así porque en conformidad al art. 1470 N°2 las
329
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
LA NOVACIÓN:
a- Ideas generales:
Es otro modo de extinguir las obligaciones, está expresamente señalado en el art. 1567 N°2 del
CC y tratado en el Título XV del CC, arts. 1628 al 1651.
El art. 1628 define la novación como “la substitución de una nueva obligación a otra anterior,
la cual queda por tanto extinguida”.
b- La novación es una figura hibrida de contrato y convención:
Ello es así porque produce el doble efecto de generar una obligación nueva (contrato) y de
extinguir una obligación anterior (convención extintora de derechos y obligaciones).
c- Requisitos de la novación:
Los requisitos de la novación son los siguientes:
1.- Una obligación anterior, que es la que se va a extinguir.
2.- Una obligación nueva que va a reemplazar a la anterior.
3.- Diferencia esencial entre ambas obligaciones.
4.- Capacidad de las partes para novar.
5.- Intención de novar (animus novandi).
Analicemos cada uno de ellos:
1.- UNA OBLIGACIÓN ANTERIOR QUE SE EXTINGUE.
Es un requisito obvio, desde que trata justamente de extinguir esa obligación.
Esta obligación puede ser civil o natural, pero tiene que cumplir 2 requisitos:
1°- Debe ser válida
2°- No puede ser condicional suspensiva
La primera de estas exigencias la establece el art. 1630: “Para que sea válida la novación es
necesario que tanto la obligación primitiva como el contrato de novación sean válidos a lo
menos naturalmente”.
Y la segunda está en el art. 1633: “Si la antigua obligación es pura y la nueva pende de una
condición suspensiva, o sí, por el contrario, la antigua pende de una condición suspensiva y la
330
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
nueva es pura, no hay novación, mientras está pendiente la condición; y si la condición llega a
fallar, o si antes de su cumplimiento se extingue la obligación antigua, no habrá novación. /
Con todo, si las partes, al celebrar el segundo contrato, convienen en que el primero quede
desde luego abolido, sin aguardar el cumplimiento de la condición pendiente, se estará a la
voluntad de las partes”.
2.- UNA OBLIGACIÓN NUEVA QUE VA A REEMPLAZAR A LA ANTERIOR.
Así lo dice el art. 1628: “…es la substitución de una nueva obligación a otra anterior…”.
Esta nueva obligación también puede ser civil o natural y no puede estar sujeta a una condición
suspensiva (arts. 1630 y 1633). Sin embargo, respecto de la condición, pueden las partes
convenir que el primer contrato quede desde luego abolido, sin guardar el cumplimiento de la
condición pendiente (art. 1633 inc. 2 CC).
3.- DIFERENCIA ESENCIAL ENTRE AMBAS OBLIGACIONES.
Debe existir una diferencia esencial entre ambas obligaciones, lo que va a ocurrir en los
siguientes casos:
a. Cambio de deudor o acreedor
b. Cambio de objeto de la prestación
c. Cambio de la causa
Art. 1631 CC = “La novación puede efectuarse de tres modos:
1°. Substituyéndose una nueva obligación a otra, sin que intervenga nuevo acreedor o deudor;
2°. Contrayendo el deudor una nueva obligación respecto de un tercero, y declarándose en
consecuencia libre de la obligación primitiva el primer acreedor;
3°. Substituyéndose un nuevo deudor al antiguo, que en consecuencia queda libre.
Esta tercera especie de novación puede efectuarse sin el consentimiento del primer deudor.
Cuando se efectúa con su consentimiento, el segundo deudor se llama delegado del primero”.
El mismo CC se ha encargado de precisar, en los arts. 1646, 1647, primera parte, 1648, 1649,
1650, una serie de casos en que por no haber diferencias esenciales, no hay novación.
Veámoslos en las siguientes flechas:
➢ No hay novación si la nueva obligación consiste simplemente en añadir o quitar una
especie, género o cantidad a la primera.
Dice el art. 1646: “Cuando la segunda obligación consiste simplemente en añadir o quitar
una especie, género o cantidad a la primera, los codeudores subsidiarios y solidarios podrán
ser obligados hasta concurrencia de aquello en que ambas obligaciones convienen”. Con
ello, esta disposición está demostrando que no hay novación, pues de haberla los codeudores
subsidiarios y solidarios habrían quedado liberados, pues la obligación se encontraría
extinguida.
331
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ No hay novación si la nueva obligación se limita a imponer una pena o a establecer otra
para el caso de incumplimiento.
Dice el art. 1647, en su primera parte, que: “Si la nueva obligación se limita a imponer una
pena para en caso de no cumplirse la primera, y son exigibles juntamente la primera
obligación y la pena, los privilegios, fianzas, prendas e hipotecas, subsistirán hasta
concurrencia de la deuda principal sin la pena”. La norma agrega: “Más si en el caso de
infracción es solamente exigible la pena, se entenderá novación desde que el acreedor exige
sólo la pena, y quedarán por el mismo hecho extinguidos los privilegios, prendas e hipotecas
de la obligación primitiva, y exonerados los que solidaria o subsidiariamente accedieron a la
obligación primitiva, y no a la estipulación penal”.
Del mismo modo, si la primera obligación no está caucionada con prenda, hipoteca o fianza y
la nueva sí, no hay novación. Y recíprocamente, si la primera obligación estaba caucionada y
la segunda no, tampoco hay novación. Y por ello se ha fallado que la renuncia del acreedor a
la hipoteca no constituye novación.
➢ No hay novación si sólo se cambia el lugar del pago.
El art. 1648 establece que: “La simple mutación de lugar para el pago dejará subsistentes los
privilegios, prendas e hipotecas de la obligación y la responsabilidad de los codeudores
solidarios y subsidiarios, pero sin nuevo gravamen”.
➢ No hay novación por la sola ampliación del plazo.
Así lo consigna el art. 1649: “La mera ampliación del plazo de una deuda no constituye
novación, pero pone fin a la responsabilidad de los fiadores y extingue las prendas e
hipotecas constituidas sobre otros bienes que los del deudor; salvo que los fiadores o los
dueños de las cosas empeñadas o hipotecadas accedan expresamente a la ampliación”. De
esta forma lo ha resuelto la jurisprudencia.
➢ La mera reducción del plazo no constituye novación.
Así señala el art. 1650: “Tampoco la mera reducción del plazo constituye novación; pero no
podrá reconvenirse a los codeudores solidarios o subsidiarios sino cuando expire el plazo
primitivamente estipulado”.
Fuera de estos casos que están contemplados expresamente en el CC hay otros, establecidos en
otros cuerpos legales o que son aceptados por la doctrina y la jurisprudencia:
➢ No produce novación el giro, aceptación o transferencia de una letra de cambio.
Así lo establece el art. 12 de la ley 18.092: “El giro aceptación o transferencia de una letra
no extinguen, salvo pacto expreso, las relaciones jurídicas que les dieron origen, no producen
novación”.
332
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
333
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
De esta disposición se desprende que no es necesario que este ánimo se manifieste en forma
expresa ya que basta con que “aparezca indudablemente, que su intención ha sido novar…”. La
excepción a esta regla la señala el art. 1635, para la novación por cambio de deudor, pues según
esta norma: “La substitución de un nuevo deudor a otro no produce novación, si el acreedor no
expresa su voluntad de dar por libre al primitivo deudor…”. La forma de expresar esta
voluntad no requiere términos sacramentales, bastando con que de las declaraciones de las
partes quede de manifiesto la intención del acreedor de dar por libre al primitivo deudor.
d- Clases de novación:
Novación objetiva y subjetiva. Del art. 1631 se desprende que la novación puede ser de 2
clases:
1.- Novación objetiva (N°1)
2.- Novación subjetiva (N°s 2 Y 3)
d.1- Novación objetiva:
Está contemplada en el art. 1631 N°1, y puede darse en dos casos:
a- Cuando se cambia la cosa debida
b- Cuando se cambia la causa de la obligación
Así, por ejemplo, si debo $1.000.000, y acordamos reemplazar esa obligación por la de dar mi
automóvil, existe novación por cambio de objeto; en cambio, si debo $1.000.000, a título de
saldo de precio y reemplazamos esta obligación por la de pagar $1.000.000, a título de mutuo,
hay novación objetiva por cambio de causa. Justamente este último ejemplo era el que colocaba
Bello.
Pudiera aparecer en un primer análisis, que esta segunda forma de novación seria inocua, pues
si ya se debía $1.000.000, y se seguirá debiendo la misma suma, no se divisa la utilidad del
cambio. Pero, no es así, pues al producirse la novación y extinguirse con ella la primera
obligación, ya no se podrá pedir, en el ejemplo propuesto, resolución o cumplimiento del
contrato de compraventa por no pago del precio, pues la obligación de pagar el precio se
encuentra extinguida por la novación.
d.2- Novación subjetiva:
La novación subjetiva puede ser de 2 tipos:
a- Por cambio de acreedor (art. 1631 N°2)
b- Por cambio de deudor (art. 1631 N°3)
d.2.1- Novación subjetiva por cambio de acreedor:
Está consagrada esta forma de novación en el art. 1631 N°2: “Contrayendo el deudor una nueva
obligación respecto de un tercero, y declarándole en consecuencia libre de la obligación
primitiva el primer deudor”. Ejemplo: A debe a B la suma de $1.000.000; y las partes acuerdan
que en vez de pagarlos a B los pague a C.
334
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Se requiere que las 3 partes presten su consentimiento. El deudor, porque está contrayendo una
nueva obligación en favor del nuevo acreedor; el primer acreedor porque tiene que dar por libre
al deudor; y el nuevo acreedor, en razón que nadie puede adquirir derechos en contra de su
voluntad.
No tiene mayor utilidad esta forma de novación. Lo que con ella se persigue se puede obtener
en forma más simple, mediante una cesión de créditos, o con un pago por subrogación, que no
requieren de la voluntad del deudor.
d.2.2- Novación subjetiva por cambio de deudor:
Esta forma de novación la contempla el art. 1631 N°3: “Substituyéndose un nuevo deudor al
antiguo, que en consecuencia queda libre”. Tiene bastante utilidad práctica. Ejemplo: una
persona pide un préstamo para comprar una casa, que queda garantizado con hipoteca.
Posteriormente este deudor vende la misma casa a un tercero que se hace cargo de la deuda.
Para que se perfeccione se requiere: el consentimiento del acreedor, dejando libre al primitivo
deudor, pues se le va a cambiar su deudor por otro, hecho que no es intrascendente; y el
consentimiento del nuevo deudor, pues el pasará a quedar obligado.
Si el acreedor no expresa su voluntad de dejar libre al primitivo deudor, “se entenderá que el
tercero es solamente diputado por el deudor para hacer el pago, o que dicho tercero se obliga
con él solidaria o subsidiariamente, según aparezca deducirse del tenor del espíritu del acto”
(art. 1635 CC).
¿Es necesario que el antiguo deudor manifieste también su voluntad? El art. 1631 CC nos dice
que “esta tercera especie de novación puede efectuarse sin el consentimiento del primer
deudor”. Ello se explica porque esta forma de novación sólo favorece al deudor, pues lo libera
de la obligación. Por lo demás, no se ve que razón podría haber para exigir su consentimiento
desde el momento que el CC acepta que se pueda pagar sin la voluntad del deudor (art. 1572
CC).
Si el deudor antiguo presta su consentimiento, el segundo deudor se llamará delegado del
primero (art. 1631 inc. final CC).
De lo que se viene diciendo resulta que pueden darse 2 modalidades en la novación por cambio
de deudor:
a.- Que el deudor primitivo acepte
b.- Que el deudor primitivo no acepte
En el primer caso se habla de delegación (art. 1631 inc. final); en el segundo, se habla de
expromisión.
Tanto la delegación como la expromisión pueden ser o no novatorias, dependiendo ello de que
quede o no libre el primitivo deudor.
335
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En la delegación para que haya novación, tiene el acreedor que consentir en dejar libre al
primitivo deudor, artículo 1635 (delegación perfecta). Si el acreedor no consiente en dejar libre
al primitivo deudor, se produce la delegación imperfecta o acumulativa, que no produce
novación.
En el caso de la expromisión, para que produzca novación tiene también el acreedor que
consentir en dejar libre al primitivo deudor (art. 1635); en caso contrario, se produce la llamada
“ad promissión” o “expromisión acumulativa”, que no produce novación.
➢ Efectos de la novación por cambio de deudor, si el nuevo deudor es insolvente:
Si se ha producido novación, y el nuevo deudor resulta insolvente, no podrá el acreedor
dirigirse en contra del primitivo deudor, porque consintió en dejarlo libre.
Esta regla tiene 3 excepciones:
1- Que en el contrato de novación el acreedor se haya reservado este derecho
2- Que la insolvencia del nuevo deudor haya sido anterior y pública
3- Que la insolvencia del nuevo deudor, aunque no sea pública, haya sido conocida del
deudor primitivo (art. 1637 CC).
En el caso en que el acreedor se haya reservado el derecho de perseguir al primitivo deudor
para el caso de insolvencia del nuevo, se ha entendido que al dejar libre al deudor, lo ha hecho
en forma condicional. Es importante señalar que esta reserva sólo puede hacerse al momento
de novar, no con posterioridad.
En estos casos de excepción, se plantea la duda sobre si la acción que tendría el acreedor seria
la misma que tenía en contra del primer deudor o una nueva, generada por la novación. Lo
que se decida es importante en el caso en que la primera gozara de privilegios, hipotecas o
cauciones.
Se ha entendido que en este caso la acción del acreedor es la misma que tenía contra el deudor
primitivo, lo que se infiere de la frase “se haya reservado”, que emplea el art. 1637.
e- Efectos de la novación:
El efecto propio de la novación es doble:
a.- Extinguir la obligación novada
b.- Generar una nueva obligación
La novación extingue la deuda primitiva con sus privilegios, garantías y accesorios. Luego:
1.- Se extinguen los intereses de la obligación primitiva si no se expresa lo contrario. Así lo dice
el art. 1640.
2.- La novación libera a los codeudores solidarios o subsidiarios de la obligación primitiva, a
menos que accedan a la nueva obligación (arts. 1519 y 1645).
336
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.- Si el deudor estaba constituido en mora, cesa la mora y todas sus consecuencias
(indemnización de perjuicios). No lo dice expresamente la ley, pero no se pueden entender las
cosas de otra manera.
4.- Los privilegios de la deuda primitiva no pasan a la nueva. Así lo señala el art. 1641: “Sea
que la novación opere por la substitución de un nuevo deudor o sin ella, los privilegios de la
primera deuda se extinguen por la novación”. El art. 1641 no hace ninguna referencia a una
posible reserva, como lo hace respecto de las cauciones. La explicación radica en que sólo la ley
crea los privilegios, no la voluntad de las partes, que sería lo que ocurriría de aceptarse la
reserva en esta materia.
5.- Las prendas e hipotecas de la obligación primitiva no pasan a la obligación nueva, a menos
que el acreedor y el deudor convengan expresamente en la reserva. El art. 1642 expresa:
“Aunque la novación se opere sin la substitución de un nuevo deudor, las prendas e hipotecas
de la obligación primitiva no pasan a la obligación posterior, a menos que el acreedor y el
deudor convengan expresamente en la reserva”.
f- Límites a la reserva de prendas e hipotecas:
a.- La reserva no puede afectar a las garantías constituidas por terceros, a menos que accedan
expresamente a la segunda obligación. Dice el art. 1642 inc. 2: “Pero la reserva de las prendas
e hipotecas de la obligación primitiva no vale cuando las cosas empeñadas o hipotecadas
pertenecen a terceros, que no acceden expresamente a la segunda obligación”.
b.- “Tampoco vale la reserva en lo que la segunda obligación tenga de más que la primera. Si,
por ejemplo, la primera deuda no producía intereses, y la segunda los produjere, la hipoteca de
la primera no se extenderá a los intereses” (art. 1642 inc. final). Los autores llaman la atención
que en razón de la reserva se mantengan las prendas e hipotecas (que son accesorias), no
obstante extinguirse la obligación principal.
c.- “Si la novación opera por la substitución de un nuevo deudor, la reserva no puede tener
efecto sobre los bienes del nuevo deudor, ni aun con su consentimiento” (art. 1643 inc. 1).
d.- “Si la novación se opera entre el acreedor y uno de sus deudores solidarios, la reserva no
puede tener efecto sino relativamente a éste. Las prendas e hipotecas constituidas por sus
codeudores solidarios se extinguen, a pesar de toda estipulación contraria; salvo que éstos
accedan expresamente a la segunda obligación” (art. 1643 inc. 2).
g- Las partes pueden convenir garantías para la nueva obligación:
Así lo establece el art. 1644: “En los casos y cuantía en que no pueda tener efecto la reserva,
podrán renovarse las prendas e hipotecas; pero con las mismas formalidades que si se
constituyesen por primera vez, y su fecha será la que corresponda a la renovación”.
Esta norma a René Ramos Pazos le parece absolutamente de más, ya que es evidente que las
partes en virtud del principio de la autonomía de la voluntad pueden establecer estas nuevas
cauciones.
337
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
LA COMPENSACIÓN:
a- Ideas generales:
El art. 1567 señala en su numerando 5 a la compensación como modo de extinguir las
obligaciones. Enseguida, trata de esta materia en el Título XVII del Libro IV, arts. 1655 al 1664
del CC.
b- Concepto de compensación:
No la define el CC. Únicamente expresa que “cuando dos personas son deudoras una de otra,
se opera entre ellas una compensación que extingue ambas deudas del modo y en los casos que
van a explicarse” (art. 1655 CC).
Se puede definir como un “modo de extinguir las obligaciones que opera por el solo ministerio
de la ley, cuando dos personas son personal y recíprocamente deudoras y acreedoras de
obligaciones de igual naturaleza, liquidas y actualmente exigibles, en cuya virtud se extinguen
ambas hasta el monto de la de menor valor”.
c- La compensación importa un doble pago:
De esta característica surgen algunas consecuencias importantes:
1.- Si el deudor solidario ha extinguido la deuda por compensación queda subrogado en la
acción del acreedor con todos sus privilegios y seguridades, pero limitada respecto de cada uno
de los codeudores a la parte o cuota que tenga este codeudor en la deuda.
2.- Si hay pluralidad de deudas, para saber cuál se extingue se aplican las reglas de la
impugnación del pago (art. 1663).
d- Clases de compensación:
La compensación puede ser:
d.1- LEGAL
La compensación legal la establece la ley y corresponde a la definición que acabamos de dar.
d.2- CONVENCIONAL
La compensación convencional o voluntaria se produce por un acuerdo entre las partes. No
opera de pleno derecho. Se va a realizar cuando ambas partes son recíprocamente deudoras y
acreedoras, pero no se produce la compensación legal, por faltar alguno de sus requisitos. La
definición que dimos se aplica exclusivamente a la compensación legal.
Los efectos de esta compensación son los mismos que veremos para la compensación legal.
d.3- JUDICIAL
La compensación judicial se va a producir cuando una de las partes demande a la otra, que
reconviene cobrando también su crédito. El tribunal al fallar la causa acogerá la compensación
338
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
339
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Excepciones a esta regla. La regla que estamos estudiando -que se trate de deudores principales
y personales- tiene 2 excepciones:
a.- El caso del mandatario que, según el art. 1658 CC, puede oponer al acreedor mandante no
sólo los créditos de éste, sino sus propios créditos contra el mismo acreedor, prestando caución
de que el mandante dará por firme la compensación. Pero no puede compensar con lo que el
mismo mandatario debe a un tercero lo que éste debe al mandante, sino con voluntad del
mandante. La última parte de la disposición demuestra que el mandatario no se puede
aprovechar de su condición de mandatario, para extinguir una obligación propia, con un crédito
de su mandante en contra del mismo acreedor, a menos que su mandatario lo autorice.
b.- La segunda excepción la establece el art. 1659. Es el caso del deudor que acepta la cesión
que de su crédito hizo su acreedor a un tercero. Si el cesionario lo demanda, no le puede oponer
el crédito que él tenía en contra del cedente. Hasta aquí estamos dentro de la regla general. Pero
la disposición agrega en seguida que si no aceptó la cesión, puede oponer al cesionario todos los
créditos que antes de notificársele la cesión haya adquirido contra el cedente, aun cuando no
hubieren llegado a ser exigibles sino después de la notificación.
3.- QUE LAS DEUDAS SEAN LIQUIDAS (art. 1656 N°2 CC).
La deuda va a ser liquida cuando sea cierta y determinada. No es cierta, y por ello no puede
compensarse, una deuda que está en litigio.
Recordemos que según el art. 438 inc.2 del CPC, se entenderá cantidad liquida no sólo la que
actualmente tenga esta calidad, sino también la que pueda liquidarse mediante simples
operaciones aritméticas con sólo los dados que el mismo título ejecutivo suministre.
4.- QUE AMBAS DEUDAS SENA ACTUALMENTE EXIGIBLES (arts. 1656 N°3 CC).
Por no reunir este requisito, no pueden compensarse las obligaciones naturales ni las
obligaciones condicionales o a plazos suspensivos.
5.- AMBAS DEUDAS DEBEN SER PAGADERAS EN EL MISMO LUGAR.
Este requisito lo señala el art. 1664: “Cuando ambas deudas no son pagaderas en un mismo
lugar, ninguna de las partes puede oponer la compensación, a menos que una y otra deuda
sean en dinero, y que el que opone la compensación tome en cuenta los costos de la remesa”.
340
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
341
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La renuncia, como toda renuncia, sólo va a afectar al renunciante. Por ello si renunció a la
compensación, y su crédito estaba garantizado con prenda, hipoteca o fianza, éstas se extinguen.
Así resulta de aplicar el art. 1660 a contrario sensu.
i- Compensación en el caso de pluralidad de obligaciones:
Esta materia la trata el art. 1663: “Cuando hay muchas deudas compensables, deben seguirse
para la compensación las mismas reglas que para la imputación del pago”. Ello explica porque
como lo hemos venido diciendo, en definitiva la compensación implica un doble pago.
LA REMISIÓN:
a- Ideas generales:
El art. 1567 en su numeral 4 señala a la remisión como un modo de extinguir las obligaciones.
El CC trata de esta materia en el Título XVI del Libro IV, arts. 1652 al 1654.
b- Concepto de remisión:
Según Guillermo Ospina, la remisión “es un modo de extinguir las obligaciones, que consiste en
el perdón que de la deuda le hace el acreedor al deudor”.
c- Clases de remisión:
Se pueden hacer varias clasificaciones:
a- Remisión por acto entre vivos y testamentaria
b- Remisión expresa y tácita
c- Remisión total y parcial
342
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
343
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
344
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La responsabilidad civil “Es la obligación que tiene toda persona de reparar los daños que se han
causado como consecuencia del incumplimiento de una obligación o por la comisión de algún
otro hecho ilícito”.
Nota: Un mismo hecho puede generar tanto responsabilidad civil como penal u otras
responsabilidades más.
Nota: Existe la teoría monista que dice que la responsabilidad civil es una sola y la dualista que
dice que son dos sistemas.
Nota: La responsabilidad penal proviene de la comisión de un delito o cuasidelito penal, es decir,
de toda acción u omisión voluntaria o culpable penada por la ley (arts. 1 y 2 Código Penal). La
responsabilidad penal es ajena a la idea de daño, la ley sanciona delitos y cuasidelitos penales, que
pueden no causar daño como, por ejemplo, la conducción de un vehículo en estado de ebriedad; el
portar un arma de fuego sin estar autorizado, etc.
345
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL:
Es aquella en que incurre una parte si con dolo o culpa causa a la otra un daño injusto en el
desarrollo de la formación del contrato o en el periodo previo de las tratativas preliminares. Estas
últimas son los debates e intercambios de ideas entre las futuras partes acerca del contenido del
contrato proyectado y de la conveniencia reciproca de darle vida.
La etapa de las tratativas preliminares puede más o menos breve o larga, y dura hasta el día en que
se formula la oferta de contratar hecha en los términos que la ley exige. Goldenberg distingue las
mismas 2 etapas:
a.- Una primera que corresponde al periodo de los tratos preliminares, que es momento de las
exploraciones, acuerdos parciales, disidencias, tanteos y reservas, que permite a cada parte
examinar las proposiciones y exigencias de la otra, enderezadas a la armonización de opiniones con
miras a generar una vinculación jurídica.
b.- Una segunda que comienza con la oferta, que a diferencia de las meras propuestas para negociar
constituye un acto jurídico que exterioriza ya en forma concreta la voluntad del solicitante, que una
vez integrada con la del promisorio, va a formar el contenido de la declaración de voluntad común.
Goldenberg explica que la responsabilidad en que puede incurrirse en la etapa de tratativas
preliminares no tiene el mismo alcance ni fundamento que la que surge con posterioridad a la
formulación de la oferta. Y por ello distingue entre la “culpa precontractual” y la “culpa in
contrahendo”. La primera dice relación con la ruptura unilateral en la etapa de las tratativas; y la
segunda, con la ruptura en la segunda etapa.
Durante el periodo precontractual puede ocurrir que una de las partes falte a la buena fe y lealtad
que debe presidir la vida de los negocios, sea negando información, sea interrumpiendo
abusivamente las conversaciones. Si con ello se causan perjuicios, donde lo más probable es que por
la complejidad del asunto en discusión, se haya incurrido en gastos importantes, se debe indemnizar
y será el juez, en cada caso, quien deberá ponderar las circunstancias específicas y determinar
cuándo ha habido realmente ruptura de las tratativas. Es lo que constituye la responsabilidad
precontractual. Como observa Ramón Dominguez, no es que quien inicie tratos contractuales haya
de quedar ligado desde entonces y no pueda desistir. El desistimiento es un derecho que le cabe,
como manifestación de la libertad contractual, que contiene, lógicamente, la de no contratar. Pero
como ocurre con todo derecho que no sea absoluto, su ejercicio no ha ser de ser abusivo o dañoso.
Nota: El CC no reglamenta en forma especial este tipo de responsabilidad, vacío que suple en
algunos aspectos el Código de Comercio en sus artículos 98 y 100. Según el primero, si el
destinatario de la oferta da extemporáneamente su aceptación, el proponente será obligado, bajo
responsabilidad de daños y perjuicios, a dar pronto aviso de su retractación. El segundo agrega
que la retractación tempestiva impone al proponente la obligación de indemnizar los gastos que la
persona a quien fue encaminada la propuesta hubiere hecho, y los daños y perjuicios que hubiere
sufrido.
346
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
RESPONSABILIDAD POSCONTRACTUAL:
En ciertos casos una de las partes de un contrato puede responder a la otra con posterioridad a su
extinción. En principio, podría parecer que terminado el contracto ya no habría ningún tipo de
vinculación ni obligación entre las partes; pero existen situaciones donde no obstante la finalización
del contrato, siguen vigentes ciertas obligaciones.
Ej: En el contrato de franquicia, donde el franquiciante, es decir, el dador de la franquicia
(McDonald’s), le revele al franquiciado los secretos de su negocio, es decir, como se hace para
desarrollar y realizar ese tipo específico de comercialización. Luego de finalizada dicha relación
contractual, quien recibió la información debe mantener la confidencialidad, puesto que si bien
después de terminado el contrato cesaría la relación entre las partes, continúan existiendo ciertas
obligaciones dado que justamente en virtud de dicha vinculación, una de las partes (el
franquiciado) pudo llegar a conocer ciertos secretos exclusivos del franquiciante, que no debe
revelar.
347
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL:
Es la obligación que tiene toda persona de reparar los daños que se han causado como consecuencia
del incumplimiento de una obligación.
Nota: Este tipo de responsabilidad ya la analizamos a propósito de la sección de obligaciones de
este apunte.
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL:
Es la obligación que tiene toda persona de reparar los daños que se han causado como consecuencia
de la comisión de un hecho ilícito distinto al incumplimiento de una obligación.
RESPONSABILIDAD LEGAL:
El que incumple una obligación legal incurre en responsabilidad. Pablo Rodríguez Grez enfatiza
que las obligaciones legales pueden nacer directamente de la ley con independencia de la conducta
o de los actos que ejecuta el sujeto que soporta el deber de conducta, o como consecuencia de que el
sujeto describa la hipótesis contenida en la ley. Pone de ejemplo en el primer caso el art. 2125 inc. 2
CC, y como ejemplo del segundo el art. 2125 inc. 1. La responsabilidad que se genera en ambos
incisos tiene su origen en la ley. En el caso del inciso 1, la ley ha establecido una forma especial de
reparación, que consiste en tener al silencio como aceptación; y en el inciso 2, el incumplimiento de
la obligación que allí se consigna genera la obligación de indemnizar perjuicios, obligación que
tiene su fuente directamente en la ley.
- Deben considerarse obligaciones legales las que nacen de la costumbre, por cuanto está
sola tiene fuerza jurídica cuando la ley se remite a ella (Derecho Civil) o en silencio de la
ley (Derecho Comercial).
RESPONSABILIDAD CUASICONTRACTUAL:
En Chile el art. 1437 CC contempla, entre las fuentes de las obligaciones, a los cuasicontratos. El
CC no los define, pero señala sus elementos en los arts. 1437 y 2284 CC. Estas disposiciones llevan
a conceptualizarlos como “el hecho voluntario, licito y no convencional, que genera obligaciones”.
Para Stitchkin las obligaciones derivadas de los cuasicontratos son legales. Según Pablo Rodríguez
Grez en los cuasicontratos la obligación nace precisamente por el hecho de desarrollarse una
348
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
349
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
350
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
351
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.- El art. 2327 CC dispone que “el daño causado por un animal fiero, de que no se reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si
alegare que no le fue posible evitar el daño, no será oído”. En esta hipótesis lo que interesa es
la mantención de un animal fiero, creando una situación de riesgo de la que no se obtiene
beneficio alguno (no reporta utilidad para la guarda o servicio del predio). Pero si el animal
fiero reporta beneficio para los efectos indicados, la responsabilidad se transformará en
subjetiva, y sólo se responderá si el daño causado por el animal tiene como antecedente la culpa
del tenedor.
La doctrina concluye que ambas teorías (subjetiva y objetiva) presentan ventajas y desventajas. Sin
duda la objetiva facilita a las victimas el pago de las indemnizaciones por los perjuicios sufridos y
tiene un innegable fondo de justicia, pues, si el hombre con su actividad puede obtener un provecho
o beneficio, justo es que repare los daños que así causa. Pero por otra parte la responsabilidad
subjetiva no puede ser desechada. Por el contrario, hay conveniencia en conservarla como principio
general de responsabilidad, porque a diferencia de la responsabilidad objetiva, descansa en un valor
humano, el cual es la conducta del agente, y para una sociedad como la nuestra, que atribuye la
debida importancia a los valores espirituales, ésta es una razón digna de considerarse.
Nuestro Código Civil, dada la época de su promulgación (14 de diciembre de 1885), sigue la teoría
subjetiva o clásica. Así aparece de manifiesto al relacionar los artículos 2314 y 2284. Sin embargo,
existen en nuestro ordenamiento positivo diferentes leyes inspiradas en la teoría del riesgo creado
(Ejemplos: La ley del tránsito, N° 18.290 que hace solidariamente responsable al propietario, de
los daños que se causen con su vehículo / La ley 16.744 sobre accidentes laborales / Etc.).
352
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: Como es lógico, si es que no se cumplen estos cuatro requisitos, no cabe indemnización.
Art. 465 CC = “Los actos y contratos del demente, posteriores al decreto de interdicción, serán
nulos; aunque se alegue haberse ejecutado o celebrado en un intervalo lúcido.
Y por el contrario, los actos y contratos ejecutados o celebrados sin previa interdicción, serán
válidos; a menos de probarse que el que los ejecutó o celebró estaba entonces demente”.
Pablo Rodríguez Grez estima que el art. 465 CC es una disposición más procesal que civil, por
lo que le parece perfectamente aplicable el art. 2319. No desconoce que la norma está
concebida para los actos o contratos, pero como “donde existe la misma razón debe existir la
misma disposición”, no ve inconvenientes en aceptar la aplicación del art. 465 CC eximiendo
con ello al representante del demente del peso de la prueba cuando existe decreto de
interdicción, además así se evita que un litigante incurra en gastos innecesarios.
353
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 2319 CC = “No son capaces de delito o cuasidelito los menores de 7 años ni los dementes;
pero serán responsables de los daños causados por ellos las personas a cuyo cargo estén, si
pudiere imputárseles negligencia.
Queda a la prudencia del juez determinar si el menor de 16 años ha cometido el delito o
cuasidelito sin discernimiento; y en este caso se seguirá la regla del inciso anterior”.
El CC no resuelve lo que ocurre con aquellas personas que actúan en estado de inconsciencia
por otras razones (drogados, hipnotizados, sonámbulos). Solo se refiere al caso de ebrio,
estableciendo en el art. 2318 CC que es responsable del daño causado por su delito o
cuasidelito. Esta disposición si bien sólo está referida al ebrio, se inspira en un principio más
general, por lo que es perfectamente aplicable al drogado y a todos aquellos que caen en estado
de inconsciencia por su propia decisión. Cuando el estado de inconsciencia no es la
consecuencia de un acto voluntario del autor, sino que proviene de un tercero, opera una causa
de inimputabilidad, porque el autor del daño se encuentra en la misma situación que un demente
o un infante respecto del ilícito civil; la indemnización en este caso o mejor dicho la acción
indemnizatoria, debe ser dirigida en contra de la persona que colocó al autor del daño en la
situación de inconsciencia.
354
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
355
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
B. IMPUTABILIDAD.
No basta con causar daño a otro para que se genere la obligación de indemnizar. Es necesario
que el acto o hecho que produce el daño sea el resultado de una conducta dolosa o culpable del
actor. Así resulta de la relación de los arts. 2314 con el art. 2284 incisos 3 y4. El primer artículo
expresa que el que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es obligado a
la indemnización. Luego se responde por haber incurrido en delito o cuasidelito, y en
conformidad al art. 2284 CC, en el primer caso hay intención de dañar (dolo) y en el cuasidelito
hay negligencia (culpa). Estas exigencias es la consecuencia de seguirse en Chile la teoría
subjetiva o clásica en materia de responsabilidad.
EL DOLO
a- Concepto de dolo (art. 44 inc. final CC): “El dolo es la intención positiva de inferir injuria
a la persona o propiedad de otro”.
Dicho de otro modo, el dolo consiste en que el autor del hecho ilícito, causa un daño en forma
deliberada.
El dolo puede ser positivo o negativo. El positivo consiste en la ejecución de un hecho; el
negativo consiste en una omisión o abstención, por ejemplo, el que pudiendo salvar a alguien
que se está ahogando nada hace justamente para que se ahogue. Si no actúa por temor
evidentemente no hay dolo.
El dolo puede ser directo o eventual, creación este último del derecho penal. Se actúa con dolo
directo cuando se causa un mal con la clara intención, es decir, con intención positiva de
causarlo. Por otro lado está el dolo eventual, es decir, aquel que realiza una acción u omisión,
sin ánimo de causar daño, pero representándose la posibilidad de que su actuar puede causarlo.
356
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
¿El dolo eventual es suficiente para que el acto sea imputable al autor? Según Alessandri, este
dice que no, ya que si el autor del hecho u omisión no quiso el daño, si el móvil de su conducta
no fue causarlo sino otro diverso, aunque haya podido preverlo o haya obrado a sabiendas de
que su acción u omisión debería originar daño, no hay dolo. No basta la conciencia de que se
pueda causar daño, es menester la intención de dañar, así lo sustenta el art. 2284 CC.
Pablo Rodríguez Grez da una opinión distinta a la de Alessandri, ya que sustenta que el dolo en
cuanto a intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro, se satisface
siempre que el autor de la acción u omisión se encuentre en la situación de:
- Prever racionalmente el resultado dañoso, por lo menos como probable.
- Aceptar este resultado y asumir que el daño obedece a esa y no a otra acción
complementaria o conjunta.
- Estar en situación de optar por una conducta opuesta que excluya el daño.
LA CULPA
a- Concepto de culpa: El CC no la define, pero por disposiciones como el art. 44, 2319 y 2329
se hace sinónimo “culpa” con “descuido” o “negligencia”.
b- Apreciación de la culpa:
La culpa se aprecia en abstracto, esto es, comparándola con un modelo ideal que según
Alessandri debe ser un hombre prudente colocado en su misma situación, en donde el juez
deberá comparar la conducta del agente con la que habría observado un hombre prudente de
idéntica profesión u oficio colocado en el mismo lugar, tiempo y demás circunstancias externas
de aquel.
c- Culpa contra la legalidad:
Es aquella que surge del solo incumplimiento de una norma legal o reglamentaria, como es el
caso de la persona que provoca un accidente por infringir las normas del tránsito. En estos casos
basta con probar la violación de la norma para tener por acreditada la culpa, puesto que esta
consiste precisamente en no haber respetado la norma en cuestión.
357
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Enrique Barros precisa que si bien la regla general es que la infracción de una norma legal
permite dar por acreditada la culpa, ello no significa a contrario sensu que el cumplimiento de
todas las normas legales acredite que se ha actuado con la diligencia debida, pero constituye un
valioso indicio de ello.
d- Prueba de la culpabilidad:
Quien demanda indemnización por responsabilidad extracontractual tiene que probar el dolo
(art. 1459 CC) o la culpa del autor de los daños. Respecto de la culpa en sede extracontractual,
es al revés de lo que ocurre en sede contractual, ya que en sede extracontractual la culpa no se
presume, por lo que debe probarse. Ello, por aplicación de los dispuesto en el art. 1698 CC.
Justamente es este problema probatorio el mayor inconveniente que presenta el sistema de
responsabilidad subjetiva, pues la prueba en muchos casos no es fácil, lo que conduce a que la
víctima no pueda obtener la indemnización por el daño sufrido. Como una manera de paliar este
grave inconveniente se establecen presunciones de culpabilidad. Es lo que hace nuestro CC en
los artículos 2320 a 2323 y 2326 a 2329.
e- Culpa “contractual” y “extracontractual”:
En materia contractual la culpa se gradúa o existe una graduación donde se aplican en conjunto
el art. 44 CC con el art. 1547 CC, mientras que en materia extracontractual la culpa no se
gradúa, y ello se explica porque en materia contractual tiene lógica aplicar la graduación, ya que
las partes están unidas por un vínculo jurídico que impone al deudor un deber de cuidado
distinto según el tipo de contrato que se trate.
¿De qué culpa se responde en materia extracontractual? Pablo Rodríguez Grez afirma que se
responde del cuidado que dispone la ley en cada caso, como sucede, por ejemplo, tratándose de
la culpa contra la legalidad y de una diligencia general o deber de cuidado y prudencia impuesta
por los estándares habituales existentes en la sociedad. Explica que si la culpa extracontractual
expresa el deber social de comportarse sin causar daño a nadie, ello implica, desde luego, que
corresponde a la ley, en algunos casos determinar este deber de cuidado. Otros autores señalan
que si se pudiera asociarla culpa extracontractual a un grado de culpa, esta sería la culpa leve,
ya que esta es la regla general, porque el art. 44 CC señala que toda vez que la ley o el CC use
las palabras “culpa”, “descuido” o “negligencia” sin colocarle apellido, se debe entender culpa
leve y en materia extracontractual hay un artículo, el cual es el art. 2323 CC que para referirse a
la culpa menciona al buen padre de familia, y esa expresión de acuerdo al art. 44 CC debe
entenderse culpa leve, además de que el CC respecto de esta materia habla también de “cuidado
ordinario”, y por ordinario se debe entender cuidado general y la regla general es la culpa leve.
PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD
358
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
359
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
quiere decir que no empleó la debida vigilancia. Por eso, señala la doctrina que no estamos
estrictamente ante un caso de responsabilidad por hecho ajeno, sino por un hecho propio, a
saber, la falta de cuidado o vigilancia.
Cabe precisar que esta responsabilidad no se circunscribe a los hechos que enumera el art. 2320,
que debemos considerarlos como menciones a vía ejemplar. El art. 2320 consagra un principio
general, que debemos aplicar en cualquier caso similar.
360
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
361
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
conformidad a este artículo “los padres son siempre responsables de los delitos o cuasidelitos
cometidos por sus hijos menores, y que conocidamente provengan de la mala educación, o de
los hábitos viciosos que les han dejado adquirir”. Cabe agregar que si bien se puede demandar
a ambos, no se pueden acumular las indemnizaciones.
El inc. 2º del art. 2320 establece que “...el padre, y a falta de éste la madre, es responsable del
hecho de los hijos menores que habiten en la misma casa”. Debemos relacionar esta disposición
con los artículos 222 y siguientes, referidos al cuidado personal y la educación de los hijos.
Al efecto, se observa una incongruencia en las normas del Código Civil. Por una parte, el art.
2320 impone responsabilidad, en primer lugar, al padre, y sólo a la madre “a falta” del primero.
En cambio, en las normas relativas al cuidado personal de los hijos, se declara que el mismo
corresponde “de consuno a los padres”, consagrándose el principio de corresponsabilidad (art.
224). ¿Cómo armonizar esta incongruencia? Hay dos conclusiones: o estimar que el art. 2320 es
una norma especial que modifica la regla general del 224 CC, o hacer prevalecer este último
precepto, que constituye una manifestación del principio de igualdad parental. Una razón que
podría llevarnos a optar por la segunda fórmula, dice relación a que el actual tenor del art. 224
CC se estableció por la Ley Nº 20.680, del año 2013, mientras que el art. 2320 es originario del
Código Civil. ¿Olvidó el legislador de ese año modificar la regla del art. 2320? En la “Historia
de la ley”, consta que el profesor Mauricio Tapia aludió a esta discordancia. Sin embargo, no
fue resuelta en la Ley Nº 20.680. Siendo la cuestión dudosa, nos parece más razonable que
prevalezca el art. 224 CC, y, por ende, creemos que la víctima del daño causado por el hijo
menor, podría demandar a los dos padres. Creemos que esta conclusión es también más
armónica con el “espíritu general de la legislación” (art. 24 CC).
Cabe preguntarse también qué ocurre si el hijo menor de edad estuviere casado. En tal caso,
queda emancipado de sus padres por el solo ministerio de la ley (art. 270 N°3 CC). Sin
embargo, el art. 2320 hace responsable a los padres por los actos del hijo menor, sin precisar si
está o no emancipado. Así las cosas, creemos que la emancipación no exonera de
responsabilidad a los padres.
De cualquier manera, dos requisitos deben concurrir para hacer efectiva la responsabilidad de
los padres:
i.- Que el hijo sea menor de edad;
ii.- Que habite la misma casa que el padre o madre.
No obstante que la anterior es una presunción simplemente legal, el art. 2321 establece una
presunción de derecho, bastando en este caso que sean menores, siendo indiferente que habiten
en la casa de sus padres. El hecho debe provenir de la mala educación dada al hijo o de hábitos
viciosos que le dejaron adquirir sus padres. Pero además, el hecho debe provenir
“conocidamente” de estas causas. Por lo tanto, corresponderá a la víctima probar que el hijo
recibió una mala educación o que los padres lo dejaron adquirir hábitos viciosos.
362
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Señala el inc. 3º del art. 2320 que “...el tutor o curador es responsable de la conducta del pupilo
que vive bajo su dependencia y cuidado”.
Para que el guardador sea responsable, deben cumplirse los siguientes requisitos:
i.- Que el pupilo viva bajo la dependencia o cuidado del guardador: en consecuencia, esta
responsabilidad no afectará a los guardadores a quienes solamente incumbe la gestión de los
bienes del pupilo, como los curadores de bienes. De acuerdo a lo dispuesto en el artículo 428
del Código Civil, la responsabilidad recae sobre los tutores o curadores generales, salvo que el
pupilo esté bajo el cuidado de otra persona. La guarda general confiere al guardador la
representación del pupilo, la administración de su patrimonio y el cuidado de su persona (art.
340).
ii.- Que el pupilo sea capaz extracontractualmente: si el pupilo es incapaz, no será responsable
el guardador, sino probándosele culpa.
En todo caso, como también estamos ante una presunción simplemente legal, el guardador
podrá eximirse de responsabilidad probando que no pudo impedir el hecho, pese a que ejercitó
la autoridad derivada de su cargo y empleó el cuidado a que estaba obligado.
Establece el inc. 4º del art. 2320 que “...los jefes de colegios y escuelas responden del hecho de
los discípulos, mientras están bajo su cuidado”.
En este caso, habrá responsabilidad para el jefe de colegio o de escuela, cuando el discípulo esté
bajo su cuidado: mientras el discípulo permanezca en el establecimiento, durante los viajes de
estudio o visitas que efectúe bajo la dirección de los aludidos jefes, etc.
Como en los dos casos anteriores, puede destruirse la presunción, probando al jefe de colegio o
escuela que no le fue posible evitar el hecho ilícito y que empleó toda la diligencia o cuidado
necesarios.
La expresión “colegios y escuelas” no debe interpretarse como relativa sólo a la enseñanza
primaria y secundaria. Bien podría ocurrir que se aplique a los directivos de instituciones de
educación superior, es decir, centros de formación técnica, institutos profesionales y
universidades.
Cabe señalar que habrá responsabilidad para el jefe escolar, aun cuando el discípulo sea mayor
de edad, pues el artículo sólo alude a los “discípulos”, sin agregar que deben ser menores de
edad.
La víctima también dispondrá de acción en contra de los empleadores de los jefes de colegio o
escuela o en contra de las personas jurídicas que deben ejercitar un deber de vigilancia sobre
dichos empleadores.
363
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Conforme al inc. 4º del art. 2320, responden también “...los artesanos y empresarios del hecho
de sus aprendices o dependientes, en el mismo caso (o sea, mientras estén bajo el cuidado de
los primeros)”.
Para que respondan los artesanos o empresarios, es necesario:
i.- Que los aprendices o dependientes estén bajo el cuidado del artesano o empresario, lo que
quiere decir que cumplan una actividad laboral bajo subordinación o dependencia;
ii.- Que se trate de hechos realizados por los aprendices o dependientes mientras están bajo el
cuidado del artesano o empresario, o sea, mientras cumplen con su jornada laboral, hecho que
deberá probar la víctima.
Como en los tres casos anteriores, cesa la responsabilidad del artesano o empresario,
acreditando que no pudo impedir el hecho ilícito, no obstante su cuidado y haber ejercitado su
autoridad.
Dispone el art. 2322 que “Los amos responderán de la conducta de sus criados o sirvientes, en
el ejercicio de sus respectivas funciones”. Se denomina amo a la persona que tiene a su servicio
empleados domésticos, criados o dependientes, o en lenguaje contemporáneo, trabajadores de
casa particular. El amo es responsable solamente en los actos ejecutados por el sirviente a
condición de que el hecho ilícito se verifique mientras desempeña sus labores o cumple sus
órdenes, o sea, cuando el criado actúa “en el ejercicio de sus respectivas funciones”.
No cabe al amo responsabilidad por los actos ajenos a las funciones del criado o que importan
un abuso de las mismas, como por ejemplo, si el chofer sustrae el automóvil de su patrón,
contraviniendo sus órdenes y atropella a un transeúnte.
El amo puede eximirse de responsabilidad probando:
i.- Que el criado ejecutó sus funciones de un modo impropio;
ii.- Que el amo no tenía medio de prever o impedir el ejercicio abusivo de sus funciones por
parte del sirviente; y
iii.- Que empleó la autoridad inherente a su condición y el cuidado de una persona prudente
para lograr que el sirviente ejerciera sus funciones con propiedad.
El dueño de un vehículo será solidariamente responsable con el conductor, por los daños que
ocasione. La responsabilidad del dueño del vehículo es sin perjuicio de la que quepa a otras
personas, en virtud del derecho común. En otras palabras, puede coexistir con la que establece
el art. 2320. La víctima, por tanto, podrá accionar, a su arbitrio, contra la persona que tenga al
conductor a su cuidado, o contra el dueño del vehículo.
364
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Sin embargo, el propietario del vehículo puede eximirse de responsabilidad, si acredita que le
fue tomado contra su voluntad o sin autorización expresa o tácita.
3. PRESUNCIONES POR HECHO DE LAS COSAS (arts. 2323; 2324; 2326; 2327 y
2328)
Se es responsable también del hecho de las cosas de que una persona es dueña o, no siéndolo,
que están a su servicio. El propietario o la persona que se sirve de la cosa, debe vigilarla y
mantenerla en el estado de que no cause daño. De tal forma, el daño que produzca la cosa
denotaría omisión o falta de cuidado y por ello la ley entra a presumir la culpabilidad de quien
tenía a su cargo la cosa.
A diferencia de lo que ocurre con la presunción general de culpabilidad por el hecho ajeno, de
una persona que se encuentra bajo vigilancia o cuidado (art. 2320 CC), tratándose de las cosas,
la ley se limita a señalar algunos casos en los cuales se presume de forma simplemente legal la
culpabilidad del que las tiene a su cuidado. Por tanto, sólo en ellos puede presumirse
culpabilidad y en cualquiera otro, deberá esta probarse por la víctima. Esto es sin perjuicio de
que en el caso del art. 2327 CC (del daño causado por un animal fiero, de que no reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio) se presume de derecho la culpabilidad.
Nota: La responsabilidad por el hecho de las cosas es taxativa.
➢ Casos en que se presume culpabilidad por hecho de las cosas:
Se contemplan en la ley tres casos:
1) Daño causado por la ruina de un edificio;
2) Daño causado por una cosa que cae o es arrojada de la parte superior de un edificio; y
3) Daño causado por un animal.
Veamos cada caso:
365
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ii.- El daño debe tener por origen la ruina del edificio, vale decir, su caída o destrucción, su
deterioro debe causar el daño;
iii.- Que el dueño haya dejado de hacer las reparaciones necesarias, o en general, faltado al
cuidado de un buen padre de familia.
La víctima del daño deberá probar que se cumplen estos tres requisitos.
Las normas del Código Civil acerca de la ruina de un edificio, deben complementase con las
contempladas en el párrafo 7º de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, artículos 148
a 157. En ellas, se establece que hecha la denuncia, la Dirección de Obras deberá proceder a
inspeccionar el inmueble y si correspondiere, con el mérito de dicho informe, disponer el
Alcalde la demolición de la construcción ruinosa.
Situación, cuando el edificio pertenece a una comunidad → Si el edificio pertenece en común
a varias personas, se dividirá entre ellas la indemnización, a prorrata de sus cuotas de dominio
(art. 2323, inc. 2 CC). Se trata por tanto de una obligación simplemente conjunta. Esta norma
constituye una excepción a la del art. 2317 CC, que establece un caso de solidaridad pasiva,
cuando el delito o cuasidelito ha sido cometido por varias personas.
Situación si la víctima es un vecino → De conformidad a los artículos 932 a 934, y
particularmente el inciso segundo del último, el vecino, para reclamar indemnización, deberá
haber interpuesto previamente la querella posesoria de denuncia de obra ruinosa. De lo
contrario, no tiene derecho a indemnización, porque se parte del supuesto que el daño se
produjo, en cierta forma, por su negligencia en acudir a la justicia para evitarlo.
En cierta medida, este caso es semejante al previsto en el art. 1547, inc. 2º, en materia de
responsabilidad contractual, cuando allí se alude al caso fortuito sobrevenido por culpa del
deudor.
El art. 932 CC otorga al vecino dos acciones, cuando tema que la ruina de un edificio le pueda
provocar perjuicio:
i.- Puede demandar para que el juez mande al dueño derribar el edificio, si estuviere tan
deteriorado que no admita reparación;
ii.- Puede demandar para el que el juez mande inmediatamente reparar el edificio, si no
estuviere tan deteriorado.
En uno u otro caso, si el querellado no cumple el fallo judicial, se derribará el edificio o se hará
la reparación a su costa.
Si el daño del edificio no fuere grave, bastará que el demandado rinda caución de resarcir todo
perjuicio que por el mal estado del edificio sobrevenga.
Exención de responsabilidad → El art. 2323 CC precisa que no hay responsabilidad, si se
configura el caso previsto en el art. 934 CC: si el edificio cae por caso fortuito (como avenida,
rayo o terremoto), no habrá lugar a la indemnización, salvo si se prueba por el afectado que el
caso fortuito, sin el mal estado del edificio, no lo hubiera derribado.
366
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 2328 CC = “El daño causado por una cosa que cae o se arroja de la parte superior de un
edificio, es imputable a todas las personas que habitan la misma parte del edificio, y la
indemnización se dividirá entre todas ellas; a menos que se pruebe que el hecho se debe a
culpa o mala intención de alguna persona exclusivamente, en cuyo caso será responsable ésta
sola.
Si hubiere alguna cosa que, de la parte superior de un edificio o de otro paraje elevado,
amenace caída y daño, podrá ser obligado a removerla el dueño del edificio o del sitio, o su
367
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
inquilino, o la persona a quien perteneciere la cosa o que se sirviere de ella; y cualquiera del
pueblo tendrá derecho para pedir la remoción”.
Se precisa que tratándose de cosas que se arrojan, en realidad no se responde por el hecho de las
cosas, sino por el hecho ajeno, puesto que siempre una persona debe arrojar la cosa en cuestión.
La responsabilidad recae sobre todas las personas que habiten la misma parte del edificio desde
la que cayó o se arrojó la cosa (podría tratarse, por ende, del dueño, o arrendatario, o
comodatario, o usufructuario, etc.). Los responsables dividirán entre sí la indemnización.
Nada impide sin embargo singularizar la responsabilidad en una o más personas determinadas,
si se acreditó que el hecho acaeció exclusivamente por dolo o culpa de las mismas. Cuando no
es posible probarlo, se genera, en opinión de Rodríguez Grez, un caso de responsabilidad
objetiva subsidiaria: obligación de reparar un daño sin atender ni a la causa física que lo
provoca ni al elemento subjetivo (dolo o culpa) de la responsabilidad. En este caso, el legislador
privilegia la situación de la víctima, que de otra manera se habría visto privada de toda
reparación posible. Esta responsabilidad objetiva, muy excepcionalmente, no exige ni siquiera
una vinculación material con el daño. Basta que la cosa haya caído o haya sido arrojada de una
parte del edificio para que la responsabilidad afecte a todos quienes moran o residen en él. Se
podría decir que el riesgo es inherente a los edificios en altura. La responsabilidad no tiene otro
fundamento que el interés social y el amparo a quienes sufren el daño. Por lo mismo, no se
aceptará probar por alguno de los moradores que él adoptó medidas de seguridad de tal
naturaleza que excluían absolutamente la posibilidad de ser autor del daño. Es este un caso
típico de responsabilidad objetiva.
El art. 2328 concede una acción popular, es decir, que cualquier persona puede interponer,
destinada a evitar la caída de la cosa.
Las normas del Código Civil acerca de esta materia, deben complementarse por las de la Ley Nº
19.537, sobre “Copropiedad Inmobiliaria”. Conforme a éstas normas, la víctima podrá accionar
también contra la administración del condominio, para obtener el resarcimiento del daño que se
le ha causado.
Art. 2326 CC = “El dueño de un animal es responsable de los daños causados por el mismo
animal, aun después que se haya soltado o extraviado; salvo que la soltura, extravío o daño no
pueda imputarse a culpa del dueño o del dependiente encargado de la guarda o servicio del
animal.
Lo que se dice del dueño se aplica a toda persona que se sirva de un animal ajeno; salva su
acción contra el dueño, si el daño ha sobrevenido por una calidad o vicio del animal, que el
dueño con mediano cuidado o prudencia debió conocer o prever, y de que no le dio
conocimiento”.
368
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El art. 2326 contiene dos reglas, la primera aplicable al dueño y la segunda a un mero tenedor:
i.- Responde el dueño del animal, aún por los daños ocasionados por éste después de haberse
soltado o extraviado. Con todo, su responsabilidad cesará, si acredita que adoptó todas las
providencias para impedir el daño.
ii.- La misma responsabilidad recae sobre el que se sirve de un animal ajeno. Pero tal persona
tiene derecho a repetir contra el dueño, si el daño fue producto de un vicio del animal que el
dueño, con mediano cuidado, debió conocer o prever. Pero si el dueño informó al usuario del
animal del vicio, éste no tendrá derecho a repetir contra el primero.
Art. 2327 CC = “El daño causado por un animal fiero, de que no se reporta utilidad para la
guarda o servicio de un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si alegare que no le
fue posible evitar el daño, no será oído”.
El art. 2327, por su parte, también contempla dos reglas, la primera referida a un animal fiero
que no reporta utilidad para un predio y la segunda relativa a dicho animal cuando sí reporta
utilidad:
i.- Establece que siempre se responderá por el daño causado por un animal fiero, siempre que de
éste no se reporte utilidad para la guarda o servicio de un predio: “El daño causado por un
animal fiero, de que no se reporta utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre
imputable al que lo tenga, y si alegare que no le fue posible evitar el daño, no será oído”. De
los daños responderá quien tenga el animal, sea o no su dueño y se sirva o no de él. La
disposición establece una presunción de derecho, pues no se admite probar que fue imposible
evitar el daño. Se trata, por ende, de un caso de responsabilidad objetiva. En efecto, como
señala Rodríguez Grez, en esta hipótesis, es la mantención de un animal fiero, creando una
situación de riesgo de la que no se obtiene beneficio alguno, la que justifica la responsabilidad
que se le impone el tenedor del animal.
ii.- Pero si el animal fiero reporta beneficio, la responsabilidad se transformará en subjetiva, y
sólo se responderá si el daño causado por el animal tiene como antecedente la culpa del tenedor.
De tal forma, dándose los supuestos del art. 2327 CC (que se trate de un animal fiero y que no
esté destinado a la guarda o servicio de un predio), la responsabilidad será objetiva.
Nota: Debemos tener presente aquí lo dispuesto en el artículo 608, que define qué se entiende
por animales bravíos o salvajes, domésticos y domesticados.
Nota: Las normas del Código Civil acerca de esta materia deben complementarse también con
lo dispuesto en la Ley N° 21.020, “Sobre Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de
Compañía”, publicada en el Diario Oficial de fecha 2 de agosto de 2017.
369
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
C. EXISTENCIA DE UN DAÑO.
1.- Concepto: “Es todo detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia que sufre un
individuo en su persona, bienes, libertad, honor, crédito, creencias, afectos, etc.”.
370
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
371
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5.2.- Momento al que debe estarse para la fijación del daño moral.
Se entiende que esta apreciación debe hacerse al momento en que se dicta la sentencia, porque
el juez al dictar su sentencia debe determinar si el hecho ilícito le ocasionó un daño moral a la
víctima, y en caso afirmativo, establecer su entidad y categoría, para finalizar fijando la suma de
dinero que en su concepto es capaz de satisfacer en ese momento a la víctima.
5.3.- Reajustes e intereses. Fechas desde y hasta las cuales se deben computar.
Como la indemnización debe ser integra, las sumas ordenadas pagar deben serlo reajustadas y
con intereses. Respecto de los reajustes, no es que de accederse a ellos cambie el monto del
daño, sino que es su valor el que ha variado como consecuencia de haberse modificado el poder
adquisitivo de la moneda; su depreciación produce ese aumento de valor, y como la victima
tiene derecho a la integra reparación, tales variaciones han debido considerarse si así se solicita
y en la medida en que se hayan establecido en el proceso.
En cuanto a la fecha desde la cual se debe calcular los reajustes, nuestros tribunales han tenido
pronunciamientos muy diversos, pero a juicio de la mayoría el reajuste debe operar a partir del
momento en que éstos se determinaron y hasta que la indemnización se pague.
Respecto de los intereses, René Ramos Pazos es de opinión que éstos sólo pueden ordenarse si
son demandados; que su cálculo debe hacerse a partir desde que quede ejecutoriada la sentencia
que ordena su pago; y que los intereses a pagar son los corrientes para operaciones reajustables.
372
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
D. NEXO CAUSAL.
1.- Concepto de nexo causal: “Es un vínculo de causa y efecto que debe existir entre el hecho
ilícito doloso o culposo y el daño o perjuicio que se persigue reparar”.
373
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
374
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La situación es menos clara en los casos en que se sigue la doctrina de la responsabilidad objetiva,
como ocurre en los casos de la responsabilidad del Estado. En ellos la previsibilidad opera de
manera diferente, ya que el acto será previsible si es de tal naturaleza que normalmente es idóneo
para producir el daño de que se queja la víctima. Por el contrario no cabe imputar objetivamente un
daño a la conducta del demandado cuando la producción de tal daño habría sido descartada como
muy improbable según el curso normal de las cosas.
2- Titulares de la acción:
En principio esta acción solo compete a quien ha sufrido o teme un daño y solamente a él; sin
interés no hay acción.
Ahora como el daño puede ser “contingente” o “producido”, es necesario formular algunas
precisiones:
a)- Si el daño es contingente:
nota: El daño contingente es una posibilidad cierta de daño.
a.1)- Daño contingente a persona determinada → La acción compete sólo a esas personas (Ej:
art. 932 CC sobre querella de obra que amenaza ruina).
a.2)- Daño contingente a persona indeterminada → Según el art. 2333 CC por lo general es
acción popular (Ejemplos: Art. 948 relativo a la acción municipal o popular a favor de lugares
de uso público / Art. 2328 inc.2 respecto de la cosa que este en la parte superior de un edificio
u otro paraje elevado que amenace caída y daño).
375
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b)- Si el daño se ha producido: En este caso la acción compete solamente a quien lo sufrió, a
menos que lo haga en su nombre o como heredero, legatario o cesionario suyo.
La victima puede ser una o varias personas. Si la víctima es una eso no genera problemas,
cuando las víctimas son varias, todos tienen derecho a que se les indemnicen los perjuicios que
se le han causado, por consiguiente habrá tantas indemnizaciones distintas como personas
damnificadas.
En el caso de pluralidad de víctimas estas pueden ser afectadas de distinta manera, sea porque
cada una ejerce, con relación a la cosa destruida, derechos diferentes, sea porque el daño
causado a una repercute en otra. Y debe además distinguirse según el daño recaiga en una cosa
o en una persona; y en este último caso si el daño en la persona es material o moral.
Nota: El daño en las cosas solo puede ser material, y el daño en las personas puede ser
material o moral.
376
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
377
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
378
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
379
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
380
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
381
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
382
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
383
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CONCEPTO DE CUASICONTRATO:
“Hecho voluntario, licito y no convencional que produce o genera derechos y obligaciones”.
384
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
PRINCIPALES CUASICONTRATOS:
El art. 2285 CC establece que hay 3 principales cuasicontratos:
- La agencia oficiosa
- El pago de lo no debido
- La comunidad
La disposición pone de manifiesto qué, además de los nombrados, existen otros cuasicontratos, es
decir, la disposición no es taxativa, entre otros cuasicontratos encontramos los siguientes:
- El art. 1437 CC califica como cuasicontrato la aceptación de una herencia o legado.
- El art. 2238 dispone que el depósito necesario de que se haga cargo un incapaz, que se
encuentre en su saña razón constituye un cuasicontrato que obliga al depositario sin
autorización de su representante legal.
- Etc.
385
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
386
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2.- Que el interesado no hubiere prohibido expresamente la gestión (art. 2291 CC).
La gestión de un negocio ajeno, contra la prohibición expresa del interesado, no constituye un
cuasicontrato de agencia oficiosa.
El gestor solo tiene derecho a reclamar aquello en que, gracias a su gestión, el interesado se haya
hecho más rico, con tal que esta utilidad exista al momento de demandarle.
El art. 2291 CC dispone: “El que administra un negocio ajeno contra la prohibición del interesado,
no tiene demanda contra él, sino en cuanto esa gestión le hubiere sido efectivamente útil, y existiere
la utilidad al tiempo de la demanda; por ejemplo, si de la gestión ha resultado la extinción de una
deuda, que sin ella hubiera debido pagar el interesado”.
387
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La intromisión en un patrimonio ajeno no es tolerada contra la expresa voluntad del dueño de ese
patrimonio. Pero como, con todo, de la gestión que contraviene su prohibición expresa puede
seguirse un beneficio para el interesado, la equidad requiere que este enriquecimiento no se
produzca a expensas del gestor.
Por este motivo, la ley otorga al gestor la acción de reembolso, aunque limitada a la utilidad
existente al tiempo de la demanda. Como ejemplo de gestión útil que autoriza el ejercicio de esta
acción, el art. 2291 CC señala “la extinción de una deuda, que sin ella hubiera debido pagar el
interesado”.
El art. 2291 CC concluye: “El juez, sin embargo, concederá en este caso al interesado el plazo que
pida para el pago de la demanda y que por las circunstancias del demandado parezca equitativo”
388
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
389
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
390
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b)- Inaplicabilidad de las reglas del pago de lo no debido en caso de nulidad o resolución:
Las reglas del pago de lo no debido son aplicables cada vez que exista un pago indebido, aunque
ello parezca paradojal.
En efecto, no son aplicables estas normas cuando la obligación existió en el momento del pago,
pero se anuló o resolvió el contrato de que. Anulado o resuelto el contrato, las prestaciones de las
partes resultarán indebidas y éstas tendrán derecho a ser restablecidas al estado en que se
encontraban como si el contrato no se hubiera celebrado.
Pero las acciones encaminadas a este propósito no se regirán por las normas del cuasicontrato de
pago de lo no debido sino por las que gobiernan la nulidad (art. 1687 CC) o la resolución (art. 1487
CC). En estas hipótesis, como se comprende, el error no puede ser condición de la repetición de lo
que, por efecto de la nulidad o resolución, resulta indebidamente pagado.
c)- Requisitos del pago de lo no debido:
1.- Inexistencia de la obligación:
Diversas situaciones pueden presentarse en que no existe la obligación:
a. Que la obligación no se haya contraído jamás (Ej: caso de un heredero que paga una
supuesta deuda de su causante, a quien creía obligado en virtud de un documento que
resulto ser falso).
b. Cuando la deuda existe realmente, pero el deudor paga equivocadamente a otra persona que
el verdadero acreedor.
El pago a quien no es el verdadero acreedor deja subsistente la obligación. El deudor podrá
verse en la necesidad de pagar de nuevo al acreedor verdadero, pero le asiste el derecho de
repetir contra el que recibió indebidamente el pago.
c. Si existe la deuda, pero se paga por otro que el verdadero deudor; en otros términos, una
persona paga una deuda ajena creyéndola suya.
Pero en este caso, la ley consigna una importante excepción, el art. 2295 inc. 2 CC dispone:
“Sin embargo cuando una persona a consecuencia de un error suyo ha pagado una deuda
ajena, no tendrá derecho de repetición contra el que ha consecuencia del pago ha
suprimido o cancelado un título necesario para el cobro de su crédito; pero podrá intentar
contra el deudor las acciones del acreedor”.
Aquel a quien se hace el pago es un verdadero acreedor; recibe el pago de lo que realmente
se le debe y juzgándolo ya innecesario, destruye su título a lo cancela. Destruido o
cancelado el título, si el verdadero deudor se resiste a pagar, le será imposible constreñirle
al pago, por este motivo, la ley decide que no está obligado a restituir. La pérdida debe
soportarla el que cometió el error de pagar una deuda de otro.
d. Sea porque al verificarse el pago, la obligación estaba sujeta, en cuanto a su existencia, a
una condición suspensiva pendiente.
Tal es la regla del art. 1485 inc. 2 CC “Todo lo que se hubiere pagado antes de efectuarse
la condición suspensiva, podrá repetirse mientras no se hubiere cumplido”.
Mientras pende la condición se ignora aún si la obligación llegará a formarse (no hay
obligación). Pero la facultad de repetir lo pagado sólo puede ejercitarse antes que la
condición se cumple. Cumplida la condición con posterioridad al pago, no puede repetirse
lo pagado porque la obligación se ha tornado cierta.
Una regla totalmente diversa rige para las obligaciones a plazo; lo pagado antes del plazo
no está sujeto a repetición porque realmente se debía (art. 1495 inc. 1 CC).
391
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
+ OBLIGACIONES NATURALES: Para que se considere indebido el pago es menester que no exista
siquiera una obligación natural.
Las obligaciones naturales, que no dan acción para demandar su cumplimiento, autorizan
para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas. El art. 2296 CC reitera lo antes
dicho por el art. 1470 CC: “No se podrá repetir lo que se ha pagado para cumplir una
obligación natural de las enumeradas en el artículo 1470”.
2.- Error en el pago:
Para que tenga lugar el pago de lo no debido no basta que no exista una obligación; es preciso,
además, que el pago se haya verificado por error. Este último requisito se encuentra formalmente
establecido en el art. 2295 CC.
Esta condición está sobradamente justificada. La acción de pago de lo no debido se justifica por una
razón de equidad; ésta no exige que la ley venga en ayuda del que a sabiendas ha pagado lo que no
debía.
Si el pago se hizo para extinguir una obligación existente, pero de que no era deudor el que lo pagó,
es necesario concluir que ha querido pagarla por cuenta del verdadero deudor.
Si la deuda no existía, el que pagó a sabiendas no ha podido tener otra intención que donar lo que
dio en pago.
El error que determina el pago puede ser de hecho o de derecho. Uno y otro justifican la repetición
de lo pagado.
A propósito del error de derecho el art. 2297 CC dice perentoriamente “Se podrá repetir aun lo que
se ha pagado por error de derecho, cuando el pago no tenía por fundamento ni aún una obligación
puramente natural”.
El error de derecho no justifica la repetición cuando el pago incide en una obligación natural, de
este modo, el que cumple una obligación natural en la equivocada creencia de que el acreedor podía
demandarle el cumplimiento, no puede repetir lo pagado.
392
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El art. 1397 CC dispone que hace donación “el que paga a sabiendas lo que en realidad no debe”.
Pero el ánimo de donar no se presume (art. 1393 CC) y debe probarse por quien pretende que hay
donación. El solo hecho de pagar lo que no se debe no supone el ánimo de donar.
El art. 2299 CC resume estas ideas “Del que da lo que no debe, no se presume que lo dona, a menos
de probarse que tuvo perfecto conocimiento de lo que hacía, tanto en el hecho como en el derecho”.
Probándose que el que pagó tuvo cabal conocimiento de no debía, el pago importa una donación,
naturalmente que esta prueba corresponde al demandado, quien con esta alegación pretende
excusarse de restituir. Esta prueba excluye la acción de pago de lo no debido.
El actor, por lo tanto, no está obligado a probar sino que ejecutó el pago y que era indebido, debe
suponerse ejecutado por error. Al demandado corresponde probar que no hubo tal error, sino cabal
conocimiento de las cosas por quien efectuó el pago.
Nota: “solvens” es quien realiza el pago, normalmente será el deudor, pero puede ser también un
tercero; mientras que el “accipiens” es quien recibe el pago, normalmente será el acreedor, pero
puede ser también un tercero.
393
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c. En caso de que haya vendido la especie dada en pago, es obligado como todo poseedor que
dolosamente ha dejado de poseer (art. 2302 inc. 2 CC).
3)- LA COMUNIDAD
a)- Concepto de comunidad:
Nuestro CC considera la comunidad como un cuasicontrato, una fuente de obligaciones y derechos
correlativos entre los comuneros.
El art. 2304 CC dice “La comunidad de una cosa universal o singular, entre dos o más personas sin
que ninguna de ellas haya contratado sociedad o celebrado otra convención relativa a la misma
cosa, es una especie de cuasicontrato”.
Para precisar los conceptos, conviene destacar que el cuasicontrato de comunidad supone
ciertamente una comunidad, pero no toda comunidad constituye un cuasicontrato.
No puede existir cuasicontrato de comunidad cuando se ha pactado una sociedad, en tal caso no hay
comunidad puesto que los bienes no pertenecen en común a los socios, sino a una entidad diversa,
dotada de personalidad jurídica. Pero el cuasicontrato requiere además, que no se haya celebrado
tampoco otra convención relativa a la misma cosa. De este modo, si los comuneros convienen la
forma como debe administrarse la cosa común, como deben distribuirse los frutos, la manera de
como concurrirán a los gastos, no dejarán de ser comuneros, pero no hay cuasicontrato de
comunidad.
El cuasicontrato de comunidad supone que los comuneros no hayan convenido la manera como
debe administrarse la cosa común, la ley en tal caso establece cómo debe realizarse esta
administración y cuáles serán los derechos y obligaciones de los partícipes.
394
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
395
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
396
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3. La determinación del giro que deba darse a los bienes comunes y del máximum de gastos
que pueden hacerse en la administración.
4. Las épocas en que el administrador o administradores deban rendir cuenta a los interesados
(art. 654 CPC).
397
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: la división del haber común se sujeta a las mismas reglas que la partición de la herencia
(art. 2313 CC).
398
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Mientras dure la comunidad, pues, tienen los comuneros derecho a pedir la división y en este
sentido, la acción de partición es imprescriptible. Así debe ser necesariamente. Si la acción de
partición se extinguiera por prescripción, los partícipes se verían forzados a permanecer
indivisos, contrariando el propósito del legislador, claramente manifestado en el art. 1317 CC,
en el sentido de que la división puede demandarse siempre.
La prescripción no puede servir para establecer un estado permanente de indivisión.
La acción de partición, pues, acompaña siempre a la comunidad, pero no podría sobrevivirla. La
comunidad puede tener fin porque un comunero o un extraño adquieren por prescripción el
dominio exclusivo.
La prescripción adquisitiva, pues, es un modo de poner fin a la comunidad; la acción de
partición se extinguirá por vía consecuencial.
Nota: es importante tener presente que igualmente es discutible que un comunero pueda
adquirir por prescripción el bien común.
399
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
400
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
401
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
solo por un periodo de tiempo determinado (esto se vincula con el carácter temporal que
tiene el vínculo jurídico en las obligaciones).
Nota: Se cita como excepción a la temporalidad por algunos autores al matrimonio.
4- Se manifiesta de manera muy potente el principio de la autonomía de la voluntad o también
conocida como autonomía privada.
5- Se pueden extinguir o disolver por la propia voluntad de los contratantes y también por
causas legales.
402
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
403
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- En lo relativo a la cesión del contrato: en los contratos bilaterales, puede ocurrir que una de
las partes ceda a un tercero el conjunto de sus créditos y obligaciones que emanan del
contrato. Para que ello ocurra, es necesario sin embargo que consienta el otro contratante,
pues de aceptarse la cesión sin que consienta en ella la otra de las partes del contrato,
estaríamos tolerando una novación por cambio de deudor, sin que el acreedor consienta en
ello, lo que vulnera lo dispuesto en el artículo 1635 del Código Civil. En cambio, en un
contrato unilateral, cuando la única parte que tiene derecho a recibir la prestación, transfiere
su derecho a otro, estaremos no ante la cesión del contrato, sino ante la cesión del crédito.
De esta clasificación legal surge una clasificación doctrinaria cuyo criterio de clasificación es
“atendiendo a como se generan las obligaciones”, en donde se puede distinguir entre:
1. Contratos sinalagmáticos perfectos: “Son aquellos en que todas las obligaciones surgen al
mismo instante, que es el del perfeccionamiento del contrato, donde ambas partes resultan
obligadas”. Los sinalagmáticos perfectos responden o son equivalentes al concepto de
contrato bilateral señalado más arriba.
2. Contratos sinalagmáticos imperfectos: “Son aquellos que nacen como contratos
unilaterales, pero a propósito de los cuales ulteriormente emerge obligación para la parte
que originalmente estaba dispensada”. Ejemplos: Depósito y Comodato, pues sólo generan
obligaciones para el depositario y el comodatario, pero que pueden, a posteriori, generar
obligaciones para el depositante y para el comodante, que consistirán en el reembolso de
los gastos de conservación de la cosa o en indemnizar los perjuicios ocasionados por la
mala calidad de la cosa (artículos 2235, 2191 y 2192).
Nota: El término “sinalagmático” es sinónimo de “bilateral”.
La terminología “sinalagmático o bilateral imperfecto” da la idea de que estamos frente a un
contrato bilateral, lo que es inexacto, ya que es el momento del nacimiento o formación del
contrato, el que hace que un contrato revista el carácter de unilateral o bilateral.
El contrato unilateral no pierde el calificativo por quedar después obligada la parte que no lo
estaba. Esa obligación deriva de la ley, no del contrato.
Al contrato sinalagmático imperfecto no se le aplican, en principio, los efectos o instituciones
particulares de los contratos bilaterales. Se ha pretendido que si seria aplicable la “excepción de
contrato no cumplido”, pero no es convincente si se tiene en cuenta que para garantizar el
cumplimiento de las nuevas obligaciones, el acreedor tiene el “derecho legal de retención” (art.
2193 y 2234 CC).
Si sería factible aplicar la “teoría de los riesgos” o la “cesión del contrato”.
Nota: Con respecto a esta clasificación doctrinal, se aplica el aforismo que dice que “los
contratos nacen, vivan y mueren de la misma forma”.
404
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
B. CONTRATOS ONEROSOS: “Son aquellos que tienen por objeto la utilidad de ambos
contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro”. Ejemplos: Compraventa /
Arrendamiento / Permuta / Mandato / Mutuo con interés / Contrato de trabajo.
La clasificación se basa en un criterio económico, a diferencia de la clasificación en unilaterales
y bilaterales, que se basa en un criterio técnico jurídico. Lo general es que los unilaterales sean
gratuitos, y los bilaterales sean onerosos, pero no es la regla absoluta:
- Ejemplos de contratos unilaterales onerosos:
1º En el mutuo: cuando se refiere a dinero, el mutuario debe devolver la suma recibida (el
capital), más los intereses devengados (Ley número 18.010 sobre operaciones de crédito de
dinero: la gratuidad no se presume en estas operaciones. A falta de estipulación, el
mutuario debe pagar los intereses). El contrato entonces es provechoso para ambas partes,
pero sigue siendo unilateral, pues el único que resulta obligado es el mutuario, a pagar las
sumas adeudadas. En cambio, si se estipula que la suma prestada no devengará intereses
405
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- En el silencio de las partes, el deudor responde de culpa leve en los contratos onerosos, en
los gratuitos responde de culpa levísima si solo él reporta utilidad, o de culpa grave si el
provecho es de la contraparte (art. 1547 inc. 1 CC).
- En los contratos gratuitos, la persona con quien se contrata es de relevante importancia: se
trata de contratos intuito personae. En consecuencia, el error en cuanto a la persona, vicia el
consentimiento (artículos 1455, 1681 y 1682). En los contratos onerosos, la identidad de la
persona con quien se contrata es normalmente indiferente, de manera que un error en tal
aspecto no tiene trascendencia jurídica, no vicia el consentimiento. Excepcionalmente, los
contratos onerosos son intuito personae, como por ejemplo tratándose de la transacción
(artículo 2456) o en el caso del mandato remunerado o de la sociedad de personas.
- Los contratos gratuitos imponen ciertos deberes a quienes reciben los beneficios: así se
aprecia en nuestro ordenamiento positivo, en las donaciones entre vivos, las que son
406
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
revocables por ingratitud del donatario (artículos 1428 y siguientes). Ello es una excepción
a la irrevocabilidad de las donaciones entre vivos. Por su parte, el donatario está obligado a
proporcionar alimentos al donante que le hizo una donación cuantiosa (artículo 321 número
5); el donante, por su parte, goza del beneficio de competencia, si el donatario le demanda
el cumplimiento de la gratuidad (artículos 1417, 1625 –que define el beneficio de
competencia- y 1626 número 5).
- La circunstancia de ser gratuito u oneroso el contrato determina las condiciones en que es
atacable por medio de la acción pauliana o revocatoria: En efecto, conforme al artículo
2468, para revocar los contratos gratuitos celebrados por el deudor en perjuicio de los
acreedores, basta la mala fe del primero; los contratos onerosos, en cambio, son revocables
en la medida que estén de mala fe el otorgante (el deudor) y el adquirente (el tercero que
contrató con el deudor), es decir, se requiere que ambos conozcan el mal estado de los
negocios del deudor.
- En la sociedad conyugal para determinar a que haber ingresan los bienes.
- Los contratos gratuitos no dan derecho a indemnización de perjuicios.
- En materia de contrato de arrendamiento, si el arrendador transfiere la cosa arrendada, el
adquirente a título gratuito está obligado a respetar el contrato de arrendamiento; en
cambio, si adquiere a título oneroso, no está obligado a respetar el arrendamiento
preexistente, salvo que este se hubiere celebrado por escritura pública (artículo 1962 CC).
- En el cuasicontrato de pago de lo no debido, tratándose de una especie o cuerpo cierto, si la
cosa ha pasado a poder de un tercero, quien pagó indebidamente podrá reivindicarla de
dicho tercero, si éste entró en posesión por título gratuito. No cabe reivindicarla si el tercero
adquirió por título oneroso y encontrándose de buena fe (artículo 2303). Nótese que título
“lucrativo” es sinónimo de gratuito (igual cosa en el artículo 1962).
- El legislador ha establecido diversas restricciones tratándose de ciertos contratos gratuitos:
así, exige la ley insinuación para donar, esto es, autorización judicial para donar (artículo
1401); respecto también a las donaciones hechas a legitimarios o a terceros, podrán resultar
inoponibles a los legitimarios, conforme al sistema de los acervos imaginarios, que incluyen
la acción de inoficiosa donación (artículos 1185 a 1187).
- Para determinar cuando el acreedor prendario no puede invocar la prenda tácita (artículo
2401): cuando el deudor vende la cosa dada en garantía o constituye a título oneroso un
derecho para el goce o tenencia de la cosa, y el comprador o el tercero en cuyo favor se
constituye el derecho, ofrece al acreedor pagar la obligación garantizada (art. 2404 CC).
- La obligación de garantía es característica de los contratos onerosos, imponiendo la
necesidad de sanear la evicción, pero en Chile solo respecto de algunos contratos.
- Solo los onerosos se subdividen en conmutativos y aleatorios.
407
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 1441 CC = “El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga
a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a
su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta de ganancia o pérdida, se llama
aleatorio”.
Al art. 1441 del CC se le hacen las siguientes críticas:
1- Adoptar como criterio la equivalencia de las prestaciones reciprocas es una base
doblemente falsa: Primero supone que el contrato oneroso es siempre bilateral, y en
segundo lugar “equivalencia” significa igualdad de dos o más cosas, y en el contrato
oneroso las utilidades que recibe cada parte no son iguales, pues siempre suponen algún
grado de incertidumbre que genera desigualdad. El legislador tolera esta desigualdad; solo
en ciertos casos reacciona mediante la institución de la lesión enorme.
2- Sugiere que sólo pueden tener carácter de conmutativo los contratos onerosos que
engendran obligaciones de dar o hacer, siendo que no hay motivo para excluir a las de no
hacer.
3- Incurre en una ambigüedad al decir que en el contrato aleatorio, la equivalencia consiste en
una incertidumbre.
Lo que fundamentalmente distingue a los contratos conmutativos de los aleatorios, es que en los
conmutativos, las partes pueden, durante las tratativas preliminares y al momento de la
conclusión del contrato, apreciar o valorar los resultados económicos del mismo. En los
aleatorios ningún calculo racional es factible respecto de las consecuencias económicas de la
operación. Es decir, en otras palabras, lo que distingue a uno de otro contrato, es la
previsibilidad económica del contrato.
Nota: No confundir el contrato aleatorio con el contrato que genera obligaciones
condicionales. En este último es incierta la existencia de las obligaciones, y no los resultados
económicos.
La mayoría de los contratos onerosos son conmutativos.
IMPORTANCIA DE ESTA CLASIFICACIÓN:
408
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
409
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• Hay casos en los cuales, no obstante extinguirse el contrato principal, subsisten contratos
accesorios, como ocurre, por ejemplo, en el caso de la reserva de las cauciones, al operar
una novación (artículos 1642 y 1643), o en el caso de la “cláusula de garantía general”, a la
que aludimos seguidamente.
• Por otra parte, excepcionalmente puede ocurrir que el contrato accesorio influya en el
contrato principal: así, por ejemplo, si la cosa dada en prenda era ajena al constituyente o si
el derecho que sobre ésta tenía se resuelve, el acreedor que no reciba otra garantía
equivalente podrá exigir el cumplimiento de la obligación (artículos 2406 en relación con el
2391); o si el inmueble hipotecado experimenta deterioros tales que deja de ser suficiente
para la seguridad de la deuda, podrá el acreedor hipotecario exigir otra garantía y de no
haberla, el pago inmediato de la deuda, si ella fuere líquida (artículo 2427). En ambos
casos, la extinción del contrato accesorio, repercute en el contrato principal, operando la
caducidad de los plazos convenidos para el cumplimiento de la obligación pactada en este
último contrato (artículo 1496).
410
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
cosa mueble, el contrato se perfecciona por el solo acuerdo de voluntades, es consensual, siendo
la entrega de la cosa vendida y el pago del precio actos posteriores, propios de la ejecución del
contrato. Su omisión no afecta la existencia del contrato, sin perjuicio de las acciones de las
partes para exigir, a su arbitrio, el cumplimiento de las obligaciones respectivas o la resolución
del contrato. En los contratos reales, en cambio, si no hay entrega, no hay contrato: la entrega es
un supuesto para que nazca el contrato, y no una obligación del contrato. En los contratos
reales, la entrega opera antes del contrato y como presupuesto fáctico del mismo.
En el contrato real, quien entrega la cosa, se torna acreedor de una obligación restitutoria, y
quien la recibe es el deudor. Por ejemplo, comodato, depósito, prenda civil, mutuo y anticresis.
En los tres primeros casos y en el último, quien recibe la cosa pasa a ser un mero tenedor y por
ende devolverá al acreedor la misma especie o cuerpo cierto. Tratándose del mutuo, el mutuario
adquiere el dominio de lo recibido, pasa a ser poseedor, quedando obligado a restituir otro tanto
del mismo género y calidad. En este punto, recordemos la figura del cuasiusufructo (art. 789),
que muchos asimilan al mutuo (arts. 2197 y 2198). Sin embargo, se aducen algunas diferencias
entre ambas instituciones:
El título constitutivo es diferente: el cuasiusufructo puede constituirse por ley, testamento o
contrato, mientras que el mutuo sólo por contrato;
Sólo el cuasiusufructuario tiene el deber de prestar caución y hacer inventario;
Sus causales de extinción son diferentes.
Recordemos que la expresión “tradición” que utiliza el art. 1443 no es del todo correcta,
excepto para el mutuo, siendo la correcta la expresión “entrega”, más genérica. En realidad,
mejor habría sido que el Código hubiere dicho: “entrega o tradición”.
Finalmente, cabe destacar que, en principio, los contratos reales son unilaterales.
Nota: Si bien el art. 1443 CC señala que en los contratos reales es necesaria la tradición, ello
es cierto sólo respecto del mutuo, que es título traslaticio de dominio, y en el cual se debe
restituir otro tanto del mismo género y calidad. En los demás contratos reales la entrega se
efectúa en mera tenencia.
C. CONTRATOS SOLEMNES: “Son aquellos que se perfeccionan por el cumplimiento de
las solemnidades exigidas por la ley”. Ejemplos: Compraventa de bienes inmuebles /
Promesa / Matrimonio / Acuerdo de unión civil / Hipoteca / Usufructo sobre inmuebles /
Arrendamiento de predios rústicos / Etc.
En nuestro CC el contrato consensual es la regla general, debido al dogma de la autonomía de la
voluntad. Pero el principio del consensualismo no sólo se ve afectado en los contratos solemnes
y reales, sino toda vez que se exige algún tipo de formalidad (habilitante, de prueba, de
publicidad, etc.) lo que ocurre con mucha frecuencia.
Las formalidades objetivas de los contratos solemnes varían según el contrato de que se trate:
411
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1)- Escritura del acto → ya sea escritura pública (Ejemplos: compraventa, permuta o donación
de bienes raíces, hipoteca, arrendamiento de predios rústicos, etc.) o escritura privada (Ej:
promesa).
2)- Autorización o aprobación judicial → Ejemplos: insinuación en la donación y aprobación
del contrato de transacción sobre alimentos futuros debidos por ley según los arts. 1401 y
2451.
3)- Presencia de testigos → Ej: Matrimonio
4)- Subinscripción en el Registro Civil → Ej: Capitulaciones matrimoniales.
Nota: La inscripción en el CBR, según algunos, es una solemnidad objetiva suplementaria en
ciertos casos. Sin embargo, en esos casos, la inscripción no es requisito de formación de los
contratos, sino que sirve para operar el cumplimiento de ellos, lo que viene a ser la tradición.
IMPORTANCIA DE ESTA CLASIFICACIÓN:
412
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
413
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Todo contrato se rige por las normas establecidas por el legislador para las obligaciones
(incluidas las normas que conciernen a los negocios jurídicos y a los contratos en general).
Frente a las controversias específicas que engendran los contratos, dichas normas suelen ser
insuficientes. Los contratos típicos se rigen, además, por las reglas particulares que configuran
la reglamentación legislativa de cada uno de ellos. En estas reglas particulares, si nada diverso
han previsto las partes, es habitual que el sentenciador encuentre la norma que, aplicada a los
hechos, le permitirá dirimir la controversia.
La dificultad se presenta en los contratos atípicos, si las partes no han sido previsoras,
estableciendo reglas de creación autónoma para las controversias que después acaezcan, pues la
ausencia de reglamentación legal particular conduce a un limbo. No hay norma, ni legal ni
contractual, que resuelva la dificultad ni que permita establecer el alcance de los derechos y
obligaciones de la partes.
De ahí que han surgido una seria de doctrinas que permiten solucionar este problema que, a
veces, puede ser muy agudo.
El criterio que se ha impuesto para superar este inconveniente es el de la asimilación del
contrato atípico al contrato o contratos típicos más parecidos, a fin de aplicarle al primero las
reglas legales de los últimos. Es lo que también se llama la absorción del contrato atípico por un
contrato reglado en la ley. Lo que ocurre en este caso, es que el contrato que han otorgado las
partes termina por ser típico, ya que a los efectos de la normativa aplicable, se gobierna por las
reglas que la ley ha previsto para el contrato reglado.
Esta asimilación o encasillamiento del contrato atípico en uno o más contratos típicos es una
operación que se reduce a calificarlo. La calificación de un contrato consiste en establecer su
naturaleza jurídica, encuadrándolo en alguno de los tipos definidos por la ley, sobre la base de
la esencia de las circunstancias que configuran el contrato, prescindiendo de la denominación
que las partes hayan empleado. La calificación de los contratos es una cuestión de derecho, de
manera que, a diferencia de las cuestiones de hecho, la Corte Suprema puede revisarla por la vía
del recurso de casación en el fondo. Al menos como regla general, la calificación de un contrato
presupone que sea interpretado, fijándose, en países como el nuestro, la intención de las partes
contratantes.
Puede no ser fácil, en todo caso, establecer cuál es el contrato reglado más semejante al atípico,
ya que es factible que el clausulado que se han dado los contratantes contenga obligaciones y
derechos que hagan al contrato semejante a más de un tipo contractual.
En este caso, una primera opción es buscar en el contrato atípico un elemento esencial, para
luego cotejar este elemento esencial con los contratos reglados más semejantes. Por ejemplo, si
el contrato es título traslaticio de dominio, si es de garantía o de prestación de servicios. Ello
permitirá atribuirle al contrato no reglamentado la normativa de los contratos que contengan
este elemento esencial. Es lo que a veces hace el propio legislador para diferenciar un contrato
de otro. Así, por ejemplo, si se celebra un contrato en el que parte del precio que se paga por
algo es dinero y el resto mediante la dación de una cosa, ello será una permuta si la cosa vale
más que el dinero; y venta en caso contrario (art. 1794 CC). De la misma forma, si se encarga a
un artífice la confección de una obra material entregándole los materiales, el contrato es de
414
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
415
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
416
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
directa incidencia en la pervivencia de las garantías constituidas por terceros, cuestión que
no acaecerá en la hipótesis de tácita reconducción. La confusión puede deberse a que el
mismo Código Civil, en el artículo 1956, tras aludir a las conductas que ponen de
manifiesto la intención de las partes “de perseverar en el arriendo”, agrega que en tal
hipótesis “se entenderá renovado el contrato bajo las mismas condiciones que antes”, frase
que parece indicar que se trata del mismo contrato. No es así, sin embargo. Como señala
Meza Barros, “La reconducción importa la celebración de un nuevo contrato de
arrendamiento, en las mismas condiciones que el anterior; se mantendrá idéntico el precio y
las demás modalidades del contrato, pero variará su duración. Cualquiera que haya sido la
duración del arriendo que terminó, el nuevo arrendamiento durará hasta tres meses si el bien
arrendado es urbano, y hasta que puedan recogerse los frutos pendientes y aprovecharse las
labores realizadas, si se trata de un predio rústico.” Refiriéndose acto seguido a la suerte de
las cauciones en caso de tácita reconducción, agrega: “Puesto que el contrato que liga en lo
sucesivo a las partes es un nuevo contrato, se extinguen las cauciones constituidas por
terceros para la seguridad de las obligaciones derivadas del primero. La renovación, en
otros términos, no afecta a los terceros; éstos no quedarán obligados sino a condición de
que accedan al nuevo contrato.” En efecto, como una consecuencia de tratarse de una nueva
relación contractual, advierte el artículo 1957 del Código Civil que, que habiendo operado
la tácita reconducción del contrato, se extinguirán las garantías constituidas por terceros (se
aplica el mismo principio consagrado en el artículo 1519, respecto a la solidaridad, y en los
artículos 1642, 1645 y 1649, a propósito de la novación). Por lo demás, ello igual podría
ocurrir, aunque se tratase de una renovación del contrato en lugar de la tácita reconducción,
habida cuenta de lo dispuesto en el citado artículo 1649 del Código Civil, a menos que los
terceros que habían constituido las cauciones, hubiesen consentido, de antemano o en el
momento en que se produce, en la renovación del mismo contrato. Por ende, la importancia
del distingo, estaría circunscrita a las garantías constituidas por uno de los contratantes (el
arrendatario, usualmente) y no por un tercero.
IMPORTANCIA DE ESTA CLASIFICACIÓN:
417
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
418
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
419
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
420
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En contra de las exigencias de la buena fe, atendiendo para estos efectos a parámetros
objetivos, causen en perjuicio del consumidor, un desequilibrio importante en los derechos y
obligaciones que para las partes se deriven del contrato. Para ello se atenderá a la finalidad del
contrato y a las disposiciones especiales o generales que lo rigen. Se presumirá que dichas
cláusulas se encuentran ajustadas a exigencias de la buena fe, si los contratos a que pertenecen
han sido revisados y autorizados por un órgano administrativo en ejecución de sus facultades
legales.
- Atendiendo a la finalidad del contrato.
A. CONTRATO PREPARATORIO: “Es aquel mediante el cual las partes estipulan que en
el futuro celebrarán otro contrato que por ahora ellas no pueden concluir o que esta sujeto a
incertidumbre, siendo dudosa su factibilidad”.
B. CONTRATO DEFINITIVO: “Es aquel que se celebra cumpliendo con la obligación (de
hacer) generada por el contrato preparatorio”.
421
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CATEGORIAS CONTRACTUALES:
1.- EL CONTRATO DIRIGIDO.
También se le conoce como contrato normado o dictado por el legislador. Usualmente, las normas
legales relativas a los contratos son supletorias de la voluntad de las partes, se aplican en el silencio
de los contratantes. Tratándose de los contratos dirigidos, por el contrario, las normas legales
asumen un carácter imperativo. Las partes no pueden alterarlas, sea en materia de contenidos o
efectos de la convención, sea en materia de personas con las cuales debe celebrarse el contrato.
En el Derecho nacional, respecto del contenido o los efectos de la convención, son contratos
dirigidos, por ejemplo:
- El contrato de trabajo;
- El contrato de matrimonio; y
- El contrato de arrendamiento de predios urbanos.
Respecto a las personas con las que se celebra el contrato, cabe señalar, por ejemplo:
- Art. 25 de la Ley de Sociedades Anónimas, que establece en favor de los accionistas el
derecho de compra preferente de las nuevas acciones que se emitan;
2.- EL CONTRATO FORZOSO.
El contrato forzoso “es aquel que el legislador obliga a celebrar o dar por celebrado”.
No estén en esta situación el contrato que hay que celebrar como consecuencia de un contrato
preparatorio libremente acordado, ni el contrato necesario por circunstancias excepcionales de
hecho (Ej: depósito necesario).
Clasificación del contrato forzoso:
a.- Contrato forzoso ortodoxo = Se forma en 2 etapas. En primer lugar, interviene un mandato de
autoridad que exige contratar, luego quien recibe el mandato, procede a celebrar el contrato
respectivo, pudiendo generalmente elegir a la contraparte y discutir con ella las cláusulas del
negocio, en esta segunda etapa, el contrato conserva la fisionomía de los contratos ordinarios.
b.- Contrato forzoso heterodoxo = Se caracteriza por la pérdida completa de la libertad contractual,
tanto el vínculo jurídico como las partes y el contenido negocial vienen determinados
heterónomamente por un acto único del poder público.
Ejemplos de contratos forzosos ortodoxos:
- La caución de conservación y restitución de la cosa fructuaria que debe rendir el
usufructuario (art. 775 CC).
- La caución que deben rendir tutores y curadores para el discernimiento de la guarda (art.
374 CC).
422
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- El art. 854 CC relativo a la medianería, que permite exigirle al vecino la venta del 50% de
los derechos cuotativos en la cerca o pared divisoria.
- El art. 669 CC relativo a la accesión de mueble a inmueble, por edificación o plantación en
terreno ajeno, autoriza al dueño del suelo para exigir al edificador o plantador que le
compre el terreno en el cual se realizaron las accesiones sin su conocimiento.
- Etc.
Ejemplos de contratos forzosos heterodoxos:
- En los contratos leyes, normalmente el legislador tiene por celebrado el contrato.
- Hipoteca legal en la partición judicial de bienes, según lo prevenido en el art. 662 CPC.
- Etc.
Dentro del carácter propiamente contractual de los contratos forzosos, el problema surge
especialmente a propósito del contrato forzoso heterodoxo, pues en él, la voluntad pierde su
autonomía.
La solución está en distinguir entre contrato como “acto de constitución de la relación jurídica” y el
contrato como “relación jurídica constituida”: El contrato es ambas cosas, pero hay que separarlas,
normalmente existe relación causal entre ambas, pero es un error pretender que el acto de
constitución sólo puede consistir en un acuerdo de voluntades. Un contrato puede quedar
configurado:
a. Por la voluntad con cooperación de las normas legales: Caso de los contratos nominados e
innominados en que existe real acuerdo de voluntad, de los contratos de adhesión y de los
contratos estandarizados.
b. Por la norma legal con cooperación de la voluntad: Caso de los contratos dirigidos y de los
contratos forzosos.
c. Por la norma legal sin la intervención de la voluntad: Caso de los contratos forzosos
heterodoxos.
Muchas veces el legislador prefiere situar una relación jurídica en el marco de las obligaciones
puramente legales. Por ejemplo, el contrato forzoso ortodoxo justifica su aplicación ya que en la
mayoría de los casos, los deudores de obligaciones contractuales las cumplen oportunamente, lo que
no ocurre con las obligaciones legales, y a diferencia del contrato, que involucra un gran poder de
precisión tanto respecto de las partes como del objeto, la ley, disponiendo un mandato, prohibición
o permisión genérica y abstracta, encuentra dificultades para conseguir determinar al acreedor o el
objeto.
La razón que justifica la aplicación de ambos contratos forzosos, es que las reglas técnicas del
contrato, en cuanto relación jurídica ya constituida, son de las más afinadas que existen en todo el
derecho. En ausencia de una elaboración refinada en materia de obligaciones legales, es inteligente
y útil que el legislador someta determinadas relaciones jurídicas a la técnica contractual.
3.- EL CONTRATO TIPO.
Es un acuerdo de voluntades en cuya virtud las partes predisponen las cláusulas de futuros contratos
o las condiciones generales de la contratación.
423
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Al celebrar el contrato tipo, se adopta por los contratantes un formulario o modelo, destinado a ser
reproducido sin alteraciones importantes en diversos casos posteriores que equivalen, cada uno, a un
contrato prerredactado.
Los contratos tipo son de gran utilidad, especialmente para numerosas figuras jurídicas
estandarizadas, pero la doctrina advierte también sus peligros: suelen ser, igual que acontece en los
contratos de adhesión, el instrumento que emplean las empresas para imponer cláusulas abusivas a
los consumidores. En lugar de fijar un modelo equitativo de contrato futuro, el contrato tipo con
frecuencia se celebra para beneficio exclusivo de quienes predisponen las condiciones de la
contratación.
Nota: Como se dijo, la Ley número 19.496 constituye un avance en la protección de los
consumidores.
➢ Clases de contratos tipo: Se distingue entre contratos tipo unilaterales y bilaterales.
El contrato tipo se denomina unilateral o “cartel”, cuando quienes concluyen el contrato tipo
destinado a fijar las condiciones generales del tráfico comercial son grupos económicos o
empresas cuyos intereses son convergentes. Sus autores no negocian en absoluto con sus futuros
clientes. Estos, los consumidores, no participan en el acto jurídico destinado a fijar la fórmula
tipo. Es la hipótesis del seguro, del transporte aéreo y marítimo, de los acuerdos entre
comerciantes o entre distribuidores para uniformar los precios de venta al público, etc. Para
Messineo, en este caso el contrato tipo es al mismo tiempo un contrato de adhesión.
Por el contrario, cuando las partes que participan en la conclusión del contrato tipo tienen
intereses divergentes, el contrato tipo se denomina bilateral: por ejemplo, convenciones
colectivas de trabajo acordadas por los representantes de los trabajadores y de los empleadores.
Los contratos individuales de trabajo que se celebren con posterioridad, deberán enmarcarse en
los acuerdos tipo previamente concretados.
➢ Diferencias entre el contrato tipo, el contrato colectivo y el contrato de adhesión:
Messineo señala las siguientes diferencias:
Mientras el contrato colectivo contiene cláusulas formuladas abstractamente, que deben
incluirse en los esquemas de los contratos individuales, pero no proporciona estos esquemas, el
contrato tipo es ya, él mismo, el esquema concreto del contrato, de manera que las partes no
tienen que agregar nada más que su firma.
Mientras el contrato colectivo concierne únicamente a la materia del trabajo (esto, válido
para el derecho italiano), el contrato tipo y el contrato de adhesión pueden operar en las
relaciones contractuales ordinarias entre individuos.
Por regla general, se recurre al contrato tipo, cuando los contratantes futuros forman parte,
ambos, de categorías contrapuestas y organizadas de interesados. Se recurre en cambio al
contrato de adhesión cuando, faltando la organización de una de las categorías de interesados, la
previa disposición no puede ser sino obra de una de las partes, componente de la única categoría
organizada.
424
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En el hecho, el esquema del contrato tipo puede ser el resultado de una elaboración de su
contenido desarrollada en paridad de condiciones por los representantes de las dos categorías de
los futuros contratantes interesados; en cambio, el esquema del contrato de adhesión es
elaborado siempre por la única parte que se ha denominado como económicamente más fuerte y
en el que, por lo tanto, existe disparidad de condiciones. Por lo tanto, cuando también el
contrato tipo es elaborado y su contenido es establecido de antemano por una sola de las partes
(como sería el que algunos llaman contrato tipo unilateral o cartel), coincide con el contrato de
adhesión.
Mientras no debe excluirse, en principio, que el contrato de adhesión se estipule verbalmente,
el contrato tipo presupone orgánicamente el uso del documento, es decir, del formulario.
4.- EL CONTRATO LEY.
El contrato ley “es aquel por el cual el Estado garantiza que en el futuro no modificará ni derogará
las franquicias contractualmente establecidas”.
La ley puede dictarse antes o después del contrato. En el primer caso, la ley autoriza de un modo
general la conclusión de determinado contrato, cuyos beneficios o efectos no serán susceptibles de
modificación ulterior; en el segundo caso, la administración celebra el convenio respectivo con el
beneficiado y después una ley lo aprueba.
Esta clase de contratos suele estar asociada a garantizar a los inversionistas nacionales o extranjeros
la estabilidad de ciertas normas que regulan una actividad económica, con el objeto de impedir un
cambio sustancial en las reglas, que afecte la expectativa de utilidades considerada por dichos
inversionistas.
Ejemplo de contrato ley: la Ley número 18.392, de 1985, que estableció por 25 años un régimen de
franquicias tributarias y aduaneras en favor de las empresas que se instalen físicamente en la 12ª
Región.
La Corte Suprema ha respaldado la plena eficacia de los contratos-leyes, admitiendo que ellos se
encuentran a medio camino entre los contratos de Derecho Privado y los de Derecho Público,
afirmando “que no puede el Estado unilateralmente desahuciarlos, porque se trata de convenciones
de carácter bilateral que producen beneficios y obligaciones para ambos contratantes y que deben
ser cumplidas de buena fe. Por lo tanto, la franquicia tributaria y demás beneficios que el Estado
otorga a particulares a cambio de las prestaciones que éstos han debido realizar en favor de aquél,
constituyen para los terceros un derecho adquirido que incorporan a su patrimonio y que no puede
ser desconocido por la decisión unilateral del estado contratante”.
El profesor Eduardo Novoa Monreal disiente de la conclusión de la Corte Suprema, acerca de la
validez de los contratos leyes. Sostiene que estos contratos importarían una inadmisible enajenación
de la soberanía nacional, pues no obstante que en Derecho Público sólo se puede hacer lo que la ley
expresamente permite, sin una autorización legal el Poder Legislativo se cercenaría a sí mismo la
facultad de modificar o derogar normas preexistentes. A su juicio, la Corte Suprema cometería un
error, al visualizar únicamente desde una perspectiva individualista un problema de interés general
425
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
de la Nación (como es establecer tributos), aplicando criterios de derecho privado donde habría
correspondido resolver en conformidad al derecho público.
5.- EL SUBCONTRATO.
El subcontrato “es un nuevo contrato derivado y dependiente de otro contrato previo de la misma
naturaleza”.
➢ Casos de subcontratos:
Se contempla el subcontrato en diversas materias:
- A propósito del subarrendamiento (arts. 1946, 1963, 1973 del CC. y art. 5º de la Ley
número 18.101);
- En la delegación del mandato (arts. 2135, 2136 y 2138);
- En el contrato de sociedad, cuando uno de los socios forma con su parte social otra
sociedad particular con un tercero (art. 2088); y
- En la subfianza (artículos 2335, 2º, 2360, 2366, 2380 y 2383), etc.
➢ Clases de subcontratos:
Se distingue entre subcontratación propia e impropia. Es propia, aquella en que existe identidad
esencial entre el contrato base y el subcontrato, como ocurre con el arrendamiento y el
subarrendamiento. Es impropia, cuando no la hay, como acontece por ejemplo entre el
arrendamiento y el comodato. En este último caso, el arrendatario subcontrata, cediendo en
comodato el bien que a su vez le habían cedido en arriendo.
426
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
427
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
● En la subfianza (artículos 2335, inciso 2º; 2360; 2366; 2380 y 2383), el acreedor, en
principio, carece de acción en contra del subfiador; pero podrá demandarlo, una vez que lo haya
hecho en contra del deudor principal y del fiador. En caso contrario, el subfiador podrá oponerle
al acreedor el beneficio de excusión, para exigirle al acreedor que se dirija contra el deudor
principal y después contra el fiador. El subfiador, carece de acción contra el acreedor, aunque
podrá oponerle las excepciones reales y las personales suyas, y la excepción de subrogación a
que alude el artículo 2355.
Nota: En definitiva, sea que se trate de interponer la acción directa por el primer contratante
en contra del tercer contratante, sea que éste intente demandar al primero, se requiere de texto
expreso de la ley, pues las relaciones jurídicas en las que actúan uno u otro son distintas,
operando por ende el principio del efecto relativo de los contratos.
➢ Diferencias entre el subcontrato y la cesión del contrato:
El subcontrato puede distinguirse de otras figuras afines, distinción que asume especial interés
respecto a la cesión del contrato. Esta última es el traspaso por uno de los contratantes a un
tercero de su posición jurídica completa, en un contrato determinado. El cedente traspasa al
cesionario todos sus derechos y obligaciones en el contrato respectivo. El cesionario pasa a
ocupar el lugar que tenía el cedente, desapareciendo éste del contrato. Por traspasarse todos los
derechos y obligaciones del cedente, se requiere el consentimiento del mismo, del cesionario y
usualmente de aquél que contrató con el cedente. En el subcontrato, en cambio, el primer
contratante no está involucrado directamente, siendo innecesaria su voluntad. El segundo
contratante o intermediario celebra el subcontrato con el tercer contratante empleando sólo una
parte de los derechos y obligaciones derivados del contrato base. El segundo contratante no
queda desvinculado, no desaparece de la relación jurídica, como ocurre con el cedente. El
segundo contratante conserva sus derechos y obligaciones emanados del contrato base, sin
perjuicio que encomiende al tercer contratante parte de su tarea económica o que asuma parte
de sus responsabilidades, para lo cual se crean mediante el subcontrato nuevos derechos y
obligaciones que vinculan a las partes del subcontrato, pero no al primer contratante.
Hay entre el contrato base y el subcontrato una relación de simultaneidad, compuesta de dos
unidades jurídicas que aunque dependientes, tienen existencia propia. Tratándose de la cesión
de contrato, la relación es sustitutiva, no existen simultáneamente dos entidades jurídicas con
existencia propia, sino que una sola, que después es reemplazada por otra.
En el subcontrato, estamos ante un derecho que se separa del derecho atribuido por el contrato-
padre y que éste lo deja coexistir (porque si este no coexistiera, caería también el subderecho),
pero lo limita; un derecho que, además, es de contenido formalmente idéntico al del derecho-
padre, si bien a menudo, de contenido económico más débil. No es exacto afirmar que el
derecho del contratante que participa en el primer contrato y luego da origen al segundo
(llamado intermediario) quede íntegro y completo. En efecto, el derecho adquirido por el
tercero participante en el segundo contrato, disminuye, en algún grado, el derecho del
intermediario, aunque formalmente, ante el causante, su derecho esté intacto.
428
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
6.- EL AUTOCONTRATO.
El autocontrato es un “acto jurídico que una persona celebra consigo misma, sin que sea menester la
concurrencia de otra, y en el cual ella actúa, a la vez, ya sea como parte directa y como
representante; ya sea como representante de ambas partes; ya sea como titular de 2 patrimonios
sometidos a regímenes jurídicos diferentes”.
En consecuencia hay 3 series de casos:
1)- El sujeto que interviene actúa tanto a nombre propio como a nombre ajeno → Ej: mandatario
que compra para si lo que el mandante le ha ordenado vender.
2)- Situaciones de doble representación → Ej: mandatario que lo es tanto del vendedor como del
comprador.
3)- Casos independientes de la representación → Ej: partición consigo mismo, hay 2 casos de
partición consigo mismo.
El 1ero: el heredero a quien se concedió la posesión provisoria de los bienes del desaparecido
únicamente tiene el usufructo legal de dichos bienes, de manera que no puede enajenarlos
libremente (está sujeto a las restricciones del art. 88). Ahora bien, si el heredero además era
comunero con el desaparecido en uno o más bienes (padre e hijo eran dueños en común de un
inmueble, por ejemplo), tendrá interés en que se precise de cuáles bienes comunes puede disponer
libremente. Para ello, debe efectuar una partición consigo mismo. En la práctica, sin embargo,
aquí no habrá autocontrato, sino que será necesario pedir que se nombre un curador, que
represente los intereses del presuntivamente muerto.
El 2do: en la sociedad conyugal se distinguen los bienes propios de cada uno de los cónyuges, los
bienes sociales y los bienes reservados de la mujer. Sólo estos últimos son administrados
libremente por la mujer. Si ella aporta a la sociedad conyugal un terreno en el cual es
copropietaria con un tercero, y después durante el matrimonio adquiere con dineros de su
patrimonio reservado la cuota del tercero, ella puede realizar consigo misma la partición destinada
a determinar qué parte del bien raíz integra su patrimonio reservado y qué parte integra su haber
propio, quedando sujeto a la administración del marido.
➢ Posturas sobre la naturaleza jurídica del autocontrato:
a. Es un acto jurídico unilateral: Es imposible pretender encuadrar al autocontrato dentro de
un concepto que como el de contrato, supone necesariamente un concurso de voluntades.
Es un acto hibrido, porque requiere una sola voluntad como el acto unilateral, pero pone 2
patrimonios en relación, como el contrato.
b. Es un contrato: Si un acto jurídico produce obligaciones contractuales, importa en realidad
un contrato, aunque sea de naturaleza especial. Esta tesis se basa en la idea de que en la
representación, el representante no manifiesta su propia voluntad, sino la del representado.
Pero esto tiene 2 inconvenientes:
a. No es aplicable a las situaciones de autocontratos ajenos a la representación.
b. Se basa en la idea de representación ficción, que ha sido superada por la de
representación modalidad.
429
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El autocontrato es siempre un contrato. por razones de orden práctico, es jurídicamente posible que
la personalidad de un individuo se desdoble, de modo tal que la voluntad del sujeto que autocontrata
simultáneamente se exterioriza a diversos títulos.
➢ Restricciones y prohibiciones al autocontrato:
La regla general es la validez del autocontrato. Sin embargo, en ciertos casos, la ley prohíbe
algunos autocontratos y sujeta otros al cumplimiento previo de exigencias o formalidades
habilitantes. Tales restricciones legales, en todo caso, no pueden aplicarse por analogía a
casos parecidos, debiendo interpretarse en sentido estricto. El fundamento de dichas
prohibiciones y restricciones suele ser la protección a los incapaces o el evitar que una
misma persona represente intereses incompatibles.
Ejemplos de casos en que la ley restringe el autocontrato: art. 2144: “No podrá el
mandatario por sí ni por interpuesta persona, comprar las cosas que el mandante le ha
ordenado vender, ni vender de lo suyo al mandante lo que éste le ha ordenado comprar, si
no fuere con aprobación expresa del mandante.”; artículo 2145: “Encargado de tomar
dinero prestado, podrá prestarlo él mismo al interés designado por el mandante, o a falta
de esta designación, al interés corriente; pero facultado para colocar dinero a interés, no
podrá tomarlo prestado para sí sin aprobación del mandante.”; ambos en el mandato;
artículo 412, inciso 1°, respecto de las guardas: “Por regla general, ningún acto o contrato
en que directa o indirectamente tenga interés el tutor o curador, o su cónyuge, o cualquiera
de sus ascendientes o descendientes, o de sus hermanos, o de sus consanguíneos o afines
hasta el cuarto grado inclusive, o alguno de sus socios de comercio, podrá ejecutarse o
celebrarse sino con autorización de los otros tutores o curadores generales, que no estén
implicados de la misma manera, o por el juez en subsidio.”.
Ejemplos de casos en que la ley prohíbe el autocontrato: art. 412, inciso 2°: “Pero ni aun
de este modo (o sea, en la forma señalada en el inciso 1º) podrá el tutor o curador comprar
bienes raíces del pupilo, o tomarlos en arriendo; y se extiende esta prohibición a su
cónyuge, y a sus ascendientes o descendientes.”; artículo 1796: “Es nulo el contrato de
compraventa entre cónyuges no separados judicialmente, y entre el padre o madre y el hijo
sujeto a patria potestad.”
De cualquier manera, la doctrina entiende que el autocontrato es excepcional. Ello, ante la
posibilidad de que el representante sacrifique el interés del representado, esto es, que ante el
conflicto u oposición de intereses, el que actúa (que representa al interés ajeno) lo resuelva en
beneficio propio.
En general, se entiende que el autocontrato será válido: i) cuando el representado haya autorizado
especialmente la conclusión del contrato; ii) si el representado ratifica el acto; y iii) cuando, aun sin
la autorización del representado, el contenido del contrato está determinado por la ley, de manera
que quede excluida la posibilidad del conflicto de intereses entre representante y representado.
430
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
431
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• Diferencias entre el contrato por persona a nombrar y el contrato por cuenta de quien
corresponda:
- En el primero, las partes son el contratante inmutable o definitivo y el contratante fungible.
Este último es parte desde la celebración del contrato y puede serlo definitivamente si no
nombra válida y oportunamente al reemplazante. En el contrato por cuenta de quien
corresponda, hay también un contratante inmutable, pero el otro, el llamado contratante
formal, no es parte. Las partes serán siempre el contratante conocido desde el comienzo y el
contratante sustancial o real, inicialmente desconocido.
- En el contrato por persona a nombrar, la designación del reemplazante (si acontece), es obra
de una de las partes, quien se reservó el derecho a nominarlo. En el contrato por cuenta de
quien corresponda, la individualización del contratante sustancial, que necesariamente se
producirá, no es obra de una de las partes, sino que el resultado de un suceso extrínseco, por
ejemplo, un acto de autoridad, en cuya virtud se determina a la persona que estaba en
blanco o permanecía incierta.
432
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
433
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
434
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
435
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- Etc.…
Algunos autores las clasifican en formalidades de publicidad esenciales (cuya omisión acarrea la
inoponibilidad) y de simple noticia (cuya omisión sólo da derecho al afectado a demandar
indemnización de perjuicios).
Existen formalidades de carácter fiscal, cuyo incumplimiento impide que el acto se haga valer en
sedes judicial y administrativa, por ejemplo, el art. 5 del DL 993 que establece disposiciones
especiales sobre arrendamiento de predios rústicos dispone: “El contrato de arrendamiento que
recaiga sobre la totalidad o parte de un predio rustico, sólo podrá pactarse por escritura pública o
privada, siendo necesario en este último caso, la presencia de dos testigos mayores de 18 años,
quienes individualizados, lo suscribirán en dicho carácter. El arrendador deberá declarar en la
misma escritura, sea pública o privada, si está efecto al impuesto de primera categoría sobre la
base de renta efectiva determinada por contabilidad completa, o sujeto al régimen de renta
presunta para efectos tributarios / La falta de esta declaración impide que el documento en que
conste el contrato, pueda hacerse valer ante autoridades judiciales y administrativas, y no tendrá
merito ejecutivo mientras no se acredite mediante escritura complementaria la constancia de la
declaración referida”.
b.3)- Formalidades de prueba = Se exigen para acreditar en juicio la celebración de un contrato.
Conforme al art. 1701 CC, todas las formalidades ad solemnitatem, al mismo tiempo que se exigen
en atención a la naturaleza de los actos jurídicos, juegan ad probationem, es decir, son también para
la demostración del acto.
Art. 1701 CC = “La falta de instrumento público no puede suplirse por otra prueba en los actos y
contratos en que la ley requiere esa solemnidad; y se mirarán como no ejecutados o celebrados aun
cuando en ellos se prometa reducirlos a instrumento público dentro de cierto plazo, bajo cláusula
penal: esta cláusula no tendrá efecto alguno.
Fuera de los casos indicados en este artículo, el instrumento defectuoso por incompetencia del
funcionario o por falta en la forma, valdrá como instrumento privado si estuviere firmado por las
partes”.
La formalidades de prueba, es la más amplia de las formas de prueba, pues cubre a la mayoría de los
contratos civiles, de acuerdo a los arts. 1708 y 1709 del CC deben extenderse por escrito todos los
contratos que contengan la entrega o promesa de una cosa que valga más de 2 UT. La omisión se
sanciona con la inadmisibilidad judicial de la prueba de testigos. Es cierto que el contrato podrá
probarse por otros medios legales distintos a la documental y a la testimonial, pero el riesgo de no
lograrlo es considerable. Para los contratantes cuidadosos la libertad de expresar el consentimiento
sin la forma documental es una libertad aparente. De hecho, la preconstitución de la prueba
mediante la escrituración del contrato actúa como un formulismo generalizado, pues nadie quiere
verse expuesto a la ineficacia del acto por falta de prueba. Según señala Portalis, “en todas las
naciones civilizadas, la escritura es la prueba natural de los contratos”.
Por último en el CC y en leyes especiales abundan otras formalidades de prueba, que también
consisten en la exigencia de la escrituración, pero prescritas bajo sanciones distintas a la
436
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
437
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En Chile no está consagrada positivamente. Las legislaciones que la consagran advierten que no es
absoluta, sino que tiene como limites la ley, el orden público y las buenas costumbres.
➢ La mayor ruptura o deterioro de la libertad contractual desde el punto de vista cuantitativo,
está configurado por el contrato dirigido. En él se pierde la libertad de configuración
interna.
➢ El mayor deterioro de la libertad contractual desde el punto de vista cualitativo es el
contrato forzoso. En él se pierde la libertad de conclusión. En el contrato forzoso
heterodoxo, se produce un quiebre total de la libertad contractual.
III)- PRINCIPIO DE LA FUERZA OBLIGATORIA DE LOS CONTRATOS
El principio de la fuerza obligatoria de los contratos se expresa en el aforismo “pacta sunt
servanda”: los pactos deben observarse, deben cumplirse estrictamente. Está consagrado
enfáticamente en el art. 1545 CC.
Art. 1545 CC = “Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede
ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales”.
Para subrayar la obligatoriedad del contrato se alude a la metáfora tradicional de compararlo con la
ley, aunque las diferencias entre aquél y ésta son numerosas. Entre las más importantes:
● El contrato reglamenta una situación jurídica particular y en principio sólo produce efectos entre
las partes. La ley en cambio contiene un mandato, prohibición o permiso de carácter general y
abstracto, que alcanza a todos cuantos se encuentren en los supuestos de hecho previstos en la
norma.
● El procedimiento de formación de las leyes, con participación de los poderes públicos, en nada se
parece a la formación de los contratos.
● El contrato a menudo tiene vida efímera, pues está destinado a extinguirse apenas se cumplan las
obligaciones por él generadas. La ley, de ordinario, permanece en el tiempo.
● Si una ley puede derogar expresa o tácitamente a otra ley, no siempre un contrato se deja sin
efecto mediante otra convención en sentido inverso, ya que existen contratos, como el de
matrimonio, en que es improcedente el mutuo disenso o resciliación; o en otros en que basta un acto
unilateral para ponerle término, como el desahucio en el contrato de arrendamiento, o la revocación
o renuncia en el mandato.
● La interpretación de las leyes no se efectúa de igual modo que la interpretación de los contratos.
A las primeras, se les aplican los arts. 19 a 24 del CC; a los segundos, los arts. 1560 a 1566 del CC.
a).- Fundamentos de la fuerza obligatoria de los contratos:
➢ Concepción voluntarista tradicional:
La fuerza obligatoria del contrato tiene su fundamento en el querer de las partes. Si las partes
aceptan libremente el contenido del contrato, si lo han querido en su conjunto y en cada una de
sus cláusulas, él es obligatorio.
438
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Concepción de Gounot:
El contrato no tiene su fuerza obligatoria en la voluntad individual, sino en el bien común del
cual es instrumento, y cuyas exigencias deberá, por consiguiente, respetar.
Los contratos libres son sancionados por el derecho, no porque emanen de voluntades
individuales que tendrían por ellas mismas un valor jurídico absoluto e incondicionado, sino
porque son efectivamente justas o legítimamente presumidas de tales.
➢ Ideas de Giorgi:
El fundamento del vínculo contractual está en el orden de las verdades necesarias. La fuerza
obligatoria de las convenciones es una idea uniforme, de todos los tiempos y de todos los
pueblos, atestiguada por el sentido común de todo el género humano.
➢ Hans Kelsen:
La fuerza obligatoria del contrato es delegada por la ley. La norma o el orden creado por
convención es una regla o un orden de un grado inferior respecto al orden que instituye la
convención como procedimiento de creación de normas jurídicas.
➢ Sincretismo de Ghestin:
La fuerza obligatoria del contrato encuentra su fundamento en el derecho objetivo y no en la
voluntad de las partes. De la primacía del derecho objetivo resulta que el contrato esencialmente
es un instrumento al servicio de aquel. Pero la voluntad conserva un rol importante, aunque
permaneciendo las iniciativas individuales subordinadas a lo esencial, que es la búsqueda de la
justicia.
La fuerza obligatoria del contrato es necesaria para la seguridad jurídica.
➢ Observación metodológica:
Conviene separar el contrato como “acto de constitución de la relación jurídica” (priman los
elementos subjetivos), del contrato como “relación jurídica constituida” (priman los elementos
objetivos).
Excepciones:
- Hay contratos sin voluntad en su génesis
- La causa, elemento de formación de los contratos, tiene una dimensión subjetiva (causa
ocasional) y una objetiva (causa final).
- A veces es indispensable emplear elementos subjetivos en el ámbito del contrato como
relación ya creada (Ej: la culpabilidad en el incumplimiento).
- La voluntad predomina en la formación, e incluso en todo el iter contractual si se desarrolla
pacíficamente. Pero si las partes entran en pugna y solicitan intervención del órgano
jurisdiccional, la determinación de los efectos del contrato se efectúa principalmente en
base a normas y elementos objetivos.
439
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
440
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
● También se infringe por el legislador el principio en estudio, cuando ordena la mantención de una
relación contractual que había expirado: caso más claro en las prórrogas automáticas de los
contratos de arrendamiento de inmuebles urbanos expirados, y que subsisten durante los plazos de
restitución indicados por la ley, como en el caso del art. 4, inciso 1º de la Ley Nº 18.101: “En los
contratos de plazo fijo que no excedan de un año, el arrendador sólo podrá solicitar judicialmente
la restitución del inmueble, y en tal evento, el arrendatario tendrá derecho a un plazo de 2 meses,
contado desde la notificación de la demanda”.
● A contrario sensu, en ocasiones el legislador faculta a una de las partes a poner término
anticipado al contrato, sin que con ello esté obligada a pagar el resto de su prestación, como ocurre
en el caso del artículo 5º de la Ley número 18.101, que se refiere a los contratos de arrendamiento
de predios urbanos pactados a plazo fijo superior a un año, cuando el inmueble se destina a la
habitación. En este caso, si se prohibió al arrendatario subarrendar, éste podrá poner término
anticipado al contrato sin la obligación de pagar la renta por el período que falte. También
constituye esta norma una vulneración al principio de la fuerza obligatoria del contrato.
3)- Leyes especiales que modifican contratos en curso: Se trata de leyes que se dictan con efecto
retroactivo y que vulneran no sólo la fuerza obligatoria, sino que también los derechos adquiridos
por la vía contractual.
c).- Fuerza obligatoria del contrato frente al juez:
También el juez está subordinado a la fuerza obligatoria de los contratos. Los tribunales no podrían
modificar los contratos, aún a pretexto del cambio de las circunstancias existentes al momento de la
celebración de la convención.
Si los contratos son intangibles para el legislador, lo son también para el juez, que no puede
modificarlos con el pretexto del cambio de las circunstancias existentes al momento de contratar.
El que concluye un contrato asume su riesgo. De este riesgo normal no puede dispensarse nadie sin
afectar la seguridad contractual. No puede admitirse la revisión judicial de los contratos como una
institución permanente del derecho positivo, pues la subsistencia jurídica de un contrato no puede
depender de que el obligado se encuentre económicamente en situación de cumplirlo. La revisión
judicial debe quedar limitada a los casos en que la ley lo ha admitido expresamente.
La jurisprudencia chilena reiteradamente ha establecido la intangibilidad de los contratos en curso,
desconociendo a los jueces la posibilidad de revisarlos o modificarlos. Infringe el art. 1545 el
tribunal que establece decisiones que suponen el desconocimiento de la ley del contrato.
Sin embargo, la aplicación inflexible del axioma “pacta sunt servanda” puede conducir a resultados
injustos para una de las partes contratantes.
Para evitar estos resultados injustos, se ha desarrollado la teoría de la imprevisión, que consiste en
el estudio de los supuestos bajo los cuales los jueces estarían autorizados para prescindir de la
aplicación del contrato al pie de la letra, y estudio de las soluciones posibles al desajuste producido,
que son fundamentalmente dos: Revisión judicial del contrato y Resolución por excesiva
onerosidad sobreviniente.
441
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Enriquecimiento sin causa: Para que proceda la acción, deben concurrir los
siguientes requisitos:
442
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Doctrina del abuso del derecho: Para que exista abuso del derecho deben darse 3
condiciones:
a. Que le hechor cause daño al ejercer un derecho subjetivo.
b. Que no se trate de uno de uno de aquellos derechos llamados absolutos.
c. Que el ejercicio del derecho sea abusivo. ¿Cuándo ocurre esto? Todos están de
acuerdo en que hay abuso cuando el derecho se ejerce con intención de causar
daño, con dolo. Pero ¿Qué pasa si no hay dolo? Dos posibilidades =
2. El abuso del derecho es una especie de acto ilícito, al cual corresponde aplicar las
reglas generales de la responsabilidad civil extracontractual, de la cual el abuso
del derecho es una manifestación concreta.
Critica → Esta tesis quedaría, en consecuencia, fuera de un tema contractual, como es
la teoría de la imprevisión.
443
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a. ¿La solución es moralmente justa? Es difícil negar que la revisión es justa frente a
cambios bruscos e imprevisibles. El principio moral del respeto a la palabra dada debe
conciliarse con el principio de la justicia conmutativa.
b. Siendo justa la solución ¿es económicamente útil?
b.1. Se sostiene que la revisión seria un factor de inestabilidad e inseguridad. Pero a
menudo sucede lo contrario: la intangibilidad del contrato produce la ruina de una de las
partes , lo que trae la inejecución del contrato. esto genera más inseguridad que una revisión
razonable que permita la ejecución.
b.2. El problema es otro: la revisión llama a la revisión. Se genera un riesgo de provocar
una reacción en cadena, que produzca un desequilibrio generalizado. Toda revisión impacta
a la economía.
Nota: La jurisprudencia chilena reiteradamente ha establecido la intangibilidad de los contratos en
curso, desconociendo a los jueces la posibilidad de que los revisen o modifiquen. El fundamento de
la jurisprudencia es el art. 1545. Con todo, en el último tiempo algunos fallos arbitrales han
admitido la posibilidad de revisar los contratos, fundándose en el art. 1546, relativo a la buena fe
objetiva.
La parte afectada por la imprevisión recurre a los tribunales demandando la resolución del
contrato por excesiva onerosidad sobreviniente. El juez pondera las circunstancias y, en su caso,
acoge la resolución. Pero el acreedor demandado puede enervar la acción, ofreciendo modificar
equitativamente el contrato.
Nota: Este mecanismo no existe en el derecho positivo chileno.
d).- La terminación del contrato o el agotamiento de su fuerza obligatoria:
d.1).- Terminación normal: Las obligaciones generadas por el contrato se cumplen totalmente a
través del pago o de los modos de extinguir las obligaciones equivalentes al pago. También por el
vencimiento del plazo o por desahucio de una de las partes.
d.2).- Terminación anormal o invalidación: Por la voluntad de las partes o por causas legales (art.
1545 inc. final CC):
1.- Resciliación = “Acuerdo de voluntades que tiene por objeto dejar sin efecto una obligación”.
Nota: respecto de la resciliación nos remitimos a lo visto a propósito de los modos de extinguir las
obligaciones.
2.- Causas legales = Las principales son:
a.- Nulidad absoluta y relativa
b.- Resolución
c.- Revocación
444
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
445
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
los derechos que origina. Ahora bien, es evidente que hay que decir otro tanto de las obligaciones
que de él nacen. Habría que sustituir la palabra estipulado por la palabra contratado.”
Por excepción, las obligaciones contractuales no se transmiten a los herederos:
a.- Caso de los contratos “intuito personae”
b.- Caso de los contratos en que se hubiera estipulado expresamente su terminación por el
fallecimiento de uno de los contratantes
c.- Caso de los herederos que aceptan la herencia con beneficio de inventario, en cuanto a las
obligaciones contractuales del causante que no alcanzan a ser satisfechas con el valor de los bienes
heredados
d.- Caso de las obligaciones contractuales que por disposición de la ley, no pasan a los herederos
a.2).- Situación de los terceros:
Siguiendo a Giovene, se dice que el concepto de tercero es negativo, dado por antítesis al de parte.
En general, se entiende por tercero toda persona, que no ha participado ni ha sido válidamente
representada en la generación del acto. Se trata de todos aquellos que aun habiendo participado
físicamente en el acto jurídico, sus voluntades no han sido determinantes para la generación del
mismo.
Respecto de los terceros, debemos distinguir: entre los terceros absolutos y los terceros relativos.
TERCEROS ABSOLUTOS: Son aquellos que fuera de no participar en el contrato ni personalmente
ni representados, no están ligados jurídicamente con las partes por vínculo alguno.
TERCEROS RELATIVOS: Son aquéllos que si bien no han generado con sus voluntades el acto
jurídico, están o estarán en relaciones jurídicas con las partes, sea por su propia voluntad o por
disposición de la ley. Dice Giovene que la idea jurídica de terceros relativos presupone, por una
parte, un acto al cual el tercero es extraño, y por otra parte, un nuevo acto o hecho jurídico en
general, en el que esta persona es parte con relación a uno de los sujetos del primer acto y en virtud
del cual, llega, necesariamente, a encontrarse en relación con el otro sujeto que intervino en el
primer acto, a consecuencia del contenido de las dos estipulaciones.
A su vez, entre los terceros relativos o interesados distinguimos dos categorías: los causahabientes a
título singular y, a juicio de una parte de la doctrina, los acreedores comunes del deudor, cuando
éste es una de las partes del contrato.
1. Situación de los causahabientes a titulo singular: reciben este nombre quienes suceden a una
persona por acto entre vivos o por causa de muerte, en un bien determinado y no en la
totalidad de su patrimonio ni en una cuota del mismo. Son causahabientes a título singular
por acto entre vivos, por ejemplo, el comprador, el donatario, el mutuario. Lo son mortis
causa, los legatarios. Como dicen Colin y Capitant, “El causahabiente a título particular
sucede a su autor en lo que respecta al derecho transmitido; en otros términos, este derecho
continúa sometido a todas las modalidades con que estaba gravado en el momento en que
fue enajenado.”
446
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
¿Qué ocurre con el principio del efecto relativo de los contratos respecto a estas personas?
¿Afectan a los causahabientes a título singular los contratos celebrados por el causante o
autor con otros sujetos? El problema, por cierto, se circunscribe exclusivamente a los
contratos celebrados por el causante sobre la cosa o derecho que específicamente se
transfiere o transmite al causahabiente singular, ANTES que éste pase a ocupar el lugar
jurídico de su autor. Según la mayoría de la doctrina, especialmente extranjera, la respuesta
es afirmativa, debiendo tenerse a los causahabientes singulares como partes en tales actos.
Pero los ejemplos de la doctrina, casi siempre dicen relación con la constitución de
DERECHOS REALES limitativos del dominio, por lo que la respuesta afirmativa es una
consecuencia del derecho de persecución o efecto erga omnes propio de los derechos reales.
Así ocurre cuando el causante, antes de transferir un inmueble, lo había hipotecado o
gravado con servidumbres, censo o usufructo (artículos 2428, inciso 1º; 825; 2033; 792,
todos del Código Civil).
La cuestión en análisis se torna problemática, cuando el causante había limitado sus poderes
sobre la cosa en el ámbito estrictamente de las OBLIGACIONES Y DERECHOS
PERSONALES y no en el de los derechos reales desmembrados del dominio. Por ejemplo,
si el causante se había obligado a no enajenar un bien ¿es oponible tal cláusula al
causahabiente singular o adquirente? A través de la doctrina de las obligaciones
ambulatorias o propter rem, se responde afirmativamente: son obligaciones ambulatorias
aquellas cuyo sujeto pasivo es variable, de tal modo que el rol del deudor lo asume quien se
encuentre en la posición jurídica del dueño de la cosa. Estas obligaciones se traspasan al
causahabiente singular junto con la transmisión del derecho de dominio sobre la cosa.
Ejemplo por acto entre vivos: obligación de pagar las expensas comunes, en el ámbito de la
Copropiedad Inmobiliaria. Esta obligación, que comprende los gastos de conservación y
mantención del inmueble y los gastos de administración del edificio, tiene carácter
ambulatorio, pues va aparejada a la calidad de actual dueño de cada unidad o departamento,
extendiéndose incluso a las expensas devengadas por los precedentes dueños. En materia de
obligaciones tributarias del causante, ellas pueden exigirse al comprador, cesionario o
adquirente de la industria, negocio o bien determinado. Incluso puede ocurrir que el
contrato completo que había celebrado el antecesor, se traspasa por mandato de la ley al
causahabiente singular: en los tres casos del art. 1962, obligación de respetar el contrato de
arrendamiento.
Vemos que los casos anteriores están previstos por la ley. ¿Qué ocurre en las hipótesis no
previstas por el legislador? Aunque el asunto es discutible, a falta de norma expresa
pareciera que las obligaciones contraídas por el causante no empecen al causahabiente
singular. Este, en virtud del efecto relativo de los contratos, podría sostener que la
obligación convenida en relación con el bien en que sucede, le es inoponible. Por su parte, a
quien contrató con el causante, sólo le quedaría la posibilidad de demandarlo por
incumplimiento de la obligación, pero no podría exigir el pago al causahabiente singular.
Así, por ejemplo, si el anterior propietario había prometido vender un inmueble, pero
después lo enajena a una persona distinta del promitente comprador, el adquirente no estará
obligado a respetar un contrato de promesa en el cual él no fue parte.
447
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2. Los acreedores de las partes: ajenos a la relación jurídica, están por su parte los acreedores
que no disponen de preferencias, vale decir los acreedores valistas o quirografarios. Se
sostenía por una parte de la doctrina que tales acreedores se equiparaban a las partes, que
tomaban el lugar de su deudor en los contratos celebrados por éste, pues dichos contratos
repercuten en el derecho de prenda general de los acreedores (art. 2465), para beneficiarlos
o perjudicarlos, según incrementen o disminuyan el patrimonio del deudor. Hoy, la doctrina
mayoritaria enfatiza que los acreedores son TERCEROS ABSOLUTOS en los contratos
que su deudor celebre con otras personas, pues estos contratos directamente no generan
derechos y obligaciones para los acreedores valistas. Lo anterior, sin perjuicio de que
indirectamente, los acreedores sean alcanzados por el efecto expansivo o absoluto de los
contratos. Asimismo, los acreedores podrán impugnar los contratos celebrados por el
deudor en perjuicio de los primeros, fundamentalmente por medio de la acción de
simulación y de la acción revocatoria o pauliana.
a.3).- El contrato en perjuicio de terceros y el contrato sobre el patrimonio del tercero:
Se entiende por contrato en perjuicio de terceros aquel que, de reflejo, produce perjuicio a los
terceros, aunque no haya sido destinado a tal fin; tales son, por ejemplo, los pactos que prohíben a
los productores hacerse competencia el uno al otro y que se resuelven en daño a los consumidores,
al impedir la rebaja del precio de los productos o servicios; o el contrato con un tercero a pesar de la
existencia de una cláusula de exclusividad que prohíba a uno de los contratantes tal estipulación; o
el compromiso de un empresario de no tomar el personal despedido por otro, etc. La sustancia del
contrato en perjuicio de terceros consistiría en una incompatibilidad entre los efectos del contrato y
los efectos que éste produce sobre los derechos del tercero, con perjuicio para éste. Para que exista
contrato en perjuicio de terceros, es preciso que se pueda establecer un nexo causal entre el contrato
y la consecuencia dañosa sufrida por el tercero, la que puede ser inmediata o mediata, según los
casos. Cabe indicar que cuando existan remedios que tutelan más inmediatamente al tercero, como
por ejemplo la acción pauliana o la acción de simulación, no cabe aludir a la categoría de contrato
en perjuicio de tercero. En cambio, de no existir tales remedios, bien se podría estimar que el
tercero afectado, podría pedir el resarcimiento del daño sufrido, en sede de responsabilidad
extracontractual.
La figura que la doctrina europea identifica directamente con el contrato sobre el patrimonio del
tercero, corresponde a la hipótesis de venta, permuta, prenda, comodato, arrendamiento, etc., de
cosa ajena. En este caso, no se trata propiamente de un contrato que perjudica al tercero, sino de un
contrato que presupone la calidad de ajeno del objeto sobre el que recae, respecto del sujeto que
dispone de él. En otras palabras, el contrato sobre el patrimonio del tercero se vincula al concepto
de falta de poder de disposición, de modo que falta la identidad entre el sujeto del contrato (por
ejemplo, quien vende) y el sujeto sobre el que deben verificarse los efectos del mismo (por ejemplo,
el dueño de la cosa). En rigor, dice Messineo, el contrato sobre el patrimonio del tercero (que
también llama contrato sobre cosa ajena), no perjudica nunca al tercero, por cuanto, si se trata por
ejemplo de una venta de cosa ajena, el acto en el cual no interviene el dueño no afecta su propiedad.
Con todo, no es menos cierto que al operar la prescripción adquisitiva, dicho contrato, a la postre, si
perjudicará al tercero. También debiéramos incluir en esta hipótesis de contrato sobre el patrimonio
del tercero, el caso del heredero aparente que enajena bienes hereditarios y el caso del poseedor
448
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
aparente de un crédito a quien el deudor paga de buena fe. En ambos casos, el verdadero heredero o
el verdadero acreedor podrán verse afectados: el primero, porque el adquirente de buena fe de los
bienes hereditarios, estará en condiciones de alegar posesión regular y por ende prescripción
adquisitiva ordinaria; el segundo, atendido lo dispuesto en el artículo 1578 del Código Civil, que
protege a quien de buena fe hizo el pago. También podríamos incluir aquí el caso del heredero
presuntivo, que, de buena fe, enajena bienes del que fue declarado muerto presunto, y después,
reaparece. No podrá éste impugnar los actos de enajenación, en el caso descrito (artículo 94 del
Código Civil).
De lo expuesto en este literal, puede afirmarse que el contrato en perjuicio de terceros será
usualmente ilícito, mientras que el contrato sobre el patrimonio de un tercero será lícito, pero
inoponible al propietario de la cosa a que éste se refiere.
a.4).- Excepciones al efecto relativo de los contratos:
a.4.1)- Contratos colectivos: “Son aquellos que crean obligaciones para personas que no
concurrieron a su celebración, que no consintieron, o que incluso se opusieron a la conclusión del
contrato”. Es una excepción al principio del efecto relativo de los contratos. Ejemplos: Contrato
colectivo de trabajo / Acuerdos de los acreedores, en los procedimientos concursales de la Ley N°
20.720, que acordados con el quórum exigido por la ley, serán obligatorios para todos los
acreedores / En general, los acuerdos adoptados por los propietarios de las unidades, en el marco
de la Ley número 19.537 de Copropiedad Inmobiliaria.
a.4.2).- Estipulación a favor de otro (art. 1449):
Art. 1449 CC = “Cualquiera puede estipular a favor de una tercera persona aunque no tenga
derecho para representarla; pero sólo esta tercera persona podrá demandar lo estipulado; y
mientras no intervenga su aceptación expresa o tácita, es revocable el contrato por la sola voluntad
de las partes que concurrieron a él.
Constituyen aceptación tácita los actos que sólo hubieran podido ejecutarse en virtud del
contrato”.
En la estipulación a favor de otro intervienen 3 personas:
1.- Estipulante
2.- Promitente
3.- El tercero que recibe el beneficio
Ejemplo estipulación en favor de otro: dos amigos celebran un contrato de sociedad para vender
globos de cumpleaños, y acuerdan que parte de las ganancias será para María, quien no participó
en este contrato y que no tiene conocimiento de que se está contratando para beneficiarla.
a.4.2.1).- Teorías sobre la naturaleza jurídica de la estipulación a favor de otro:
1.- TEORIA DE LA OFERTA: La estipulación en favor de un tercero se descompone en 2
convenciones:
449
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a.- 1er contrato = El promitente se obliga frente al estipulante, quien se transforma en acreedor
de la estipulación.
b.- 2do contrato = El estipulante ofrece su crédito al tercero, por cuya aceptación se forma este
segundo contrato, que sirve de título traslaticio.
Criticas:
- El crédito contra el promitente inicialmente ingresa al patrimonio del estipulante, por lo que
podría ser embargado por sus acreedores
- La cesión a título gratuito podría ser invalidado, a posteriori, a iniciativa de los herederos
del estipulante, por la acción de inoficiosa donación
- La oferta caduca por muerte o incapacidad del oferente. Si el estipulante muere antes de la
aceptación del tercero, no es posible consolidar la operación
2.- TEORIA DE LA GESTIÓN DE NEGOCIOS AJENOS: El estipulante obra como gestor de
los negocios del tercero, como agente oficioso. Por la aceptación del tercero, se transforma
retroactivamente la operación cuasicontractual en un contrato de mandato. El beneficiario es parte,
no tercero.
Critica: La teoría es ficticia porque =
- El estipulante actúa a nombre propio
- Faltan 2 elementos de la agencia oficiosa:
a. El interesado en la gestión debe cumplir las obligaciones contraídas por el agente si éste
ha administrado bien el negocio (art. 2290 CC) (El tercero en la estipulación puede
rechazarla).
b. El agente, después de iniciada la gestión, está obligado a proseguirla (art. 2289 CC) (El
estipulante puede revocar la estipulación de común acuerdo con el promitente, mientras
no acepte el tercero).
450
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
451
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
los herederos carecerían de la facultad de revocar, atendido a que “Desde el momento en que éste
(el estipulante) ha muerto sin haber revocado la atribución hecha en beneficio del tercero, ha
manifestado su intención definitiva de dejarle a éste el beneficio de la estipulación. No hay que
olvidar que la estipulación por otro se hace casi siempre para asegurar la suerte del tercero, y que
está determinada por un interés de afección que puede no encontrarse entre los herederos. Estos
últimos se sentirán frecuentemente inclinados a revocar la estipulación para aprovecharla
personalmente.”
a.4.2.2.2).- Efectos o relaciones entre prometiente y beneficiario: el prometiente se encuentra
directamente obligado frente al tercero beneficiario. Este, aunque no es parte en el contrato, es
acreedor del primero desde el momento en que se celebra la estipulación, sin necesidad de obtener
la intervención del estipulante. Como señalan Colin y Capitant, el tercero beneficiario adquiere, por
el solo hecho de la estipulación, en la que, sin embargo, no ha tomado parte alguna, un derecho de
crédito contra el promitente. Este derecho le pertenece personalmente, nace en su persona y no en la
del estipulante. Cabe admirarse, dicen Colin y Capitant, de ver que un derecho nazca antes de que el
tercero beneficiario haya manifestado su intención de aceptar el beneficio de la estipulación. Dicha
aceptación del beneficiario, no hace más que confirmar el derecho de crédito ya existente en su
provecho. No es ella la que crea el derecho, pues éste ya nació en el momento mismo de la
estipulación; el alcance de la aceptación es el de hacer en adelante imposible el ejercicio del poder
de revocación (del estipulante, en el Derecho francés, o del estipulante y prometiente, en el Derecho
chileno). Por lo demás, agregan estos autores, no hay por qué asombrarse de ver a una persona
convertirse en acreedora sin manifestación de voluntad por su parte: se puede comparar esta
situación a la del heredero que adquiere la herencia desde el mismo día del fallecimiento del
causante (igual que el legatario de una especie o cuerpo cierto), aunque desconozca su calidad de
heredero, y que no hace más que confirmar este derecho (que en este caso será el de herencia y el de
propiedad), por medio de su aceptación.
Ahora bien, para ejercer su acción contra el prometiente, deberá aceptar expresa o tácitamente. No
podrá ejercer sin embargo la acción resolutoria contra el prometiente, ya que esta acción incumbe
exclusivamente a las partes contratantes (art. 1489).
En caso de fallecimiento del tercero beneficiario antes de aceptar la estipulación, transmite a sus
herederos la facultad de aceptar, puesto que el crédito o derecho ya estaba en su patrimonio. Con
mayor razón acontecerá lo anterior, si fallece después de haber aceptado, caso en el cual transmite a
sus causahabientes el derecho a exigir el cumplimiento forzado de lo que debía el prometiente.
a.4.2.2.3).- Efectos o relaciones entre estipulante y tercero beneficiario: jurídicamente, son sujetos
extraños. No media entre ellos ninguna relación jurídica proveniente de la estipulación. El derecho
del tercero beneficiario nunca se radica en el patrimonio del estipulante. Los acreedores del
estipulante carecen por ende de derechos sobre el crédito derivado de la estipulación. Tampoco los
herederos del estipulante podrían poner en tela de juicio la estipulación en favor del tercero
entablando la acción de inoficiosa donación. Con todo, a pesar de lo señalado, es indudable que
entre estipulante y beneficiario existe una causa, remota si se quiere en relación a la estipulación
pero causa al fin y al cabo, que explica que el primero haya contratado con el prometiente. Así,
indican Colin y Capitant, la estipulación por otro puede estar inspirada, según los casos, ya en el
452
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
deseo de extinguir una obligación existente que tenía el estipulante para con el tercero beneficiario,
ya, lo que es más frecuente, en la intención de procurar un enriquecimiento al tercero beneficiario.
En el primer caso, el cumplimiento de la estipulación por el prometiente, hará desaparecer la
obligación que tenía el estipulante para con el tercero beneficiario; en el segundo caso, estaremos en
rigor ante una donación, que entra en la categoría de lo que algunos llaman donaciones “indirectas”,
pues la ley no exige el cumplimiento de las formalidades propias de este contrato. Sin embargo, no
siempre existirá tal donación del estipulante al tercero beneficiario, sino sólo en el caso de que el
primero hubiere pagado al prometiente una determinada suma de dinero, que a su vez origine la
obligación del promitente en favor del tercero beneficiario. En efecto, “Esta donación sólo puede
comprender las cantidades que hayan sido efectivamente pagadas por él al promitente para
conseguir que éste se obligue. Es la prestación hecha por el estipulante al promitente la que fija el
importe de la liberalidad del estipulante para con el tercero beneficiario.”
a.4.2.3).- Características de la estipulación en favor de otro:
1.- El tercero debe ser extraño a la relación jurídica entre el prometiente y el estipulante.
Por ello, es indispensable que el estipulante no tenga derecho para representar al tercero. Si el
estipulante fuere el mandatario o representante legal del tercero, éste sería parte en el contrato.
Tampoco podría considerarse al beneficiario como un extraño, cuando sea heredero del estipulante
(caso del seguro en que el beneficiario fuera la sucesión del estipulante; en cambio, si fuere una
persona que no tiene la calidad de continuador legal del causante, estaríamos ante estipulación en
favor de tercero).
2.- El estipulante debe obrar a nombre propio.
En efecto, en caso de actuar sin poder pero a nombre del tercero beneficiario, el estipulante será un
agente oficioso. No estipularía para otro, sino a nombre de otro.
Recordemos que en el caso de la agencia oficiosa, el tercero se convertirá en acreedor sólo desde el
momento en que ratifique, instante desde el cual se reputa que el acto jurídico fue ejecutado por él,
considerándose retroactivamente al estipulante como su mandatario.
3.- Sólo el tercero beneficiario puede demandar lo estipulado.
El tercero tiene un derecho exclusivo y directo.
4.- Las partes contratantes (prometiente y estipulante) pueden revocar (o mejor dicho resciliar) la
estipulación, mientras el tercero no acepte expresa o tácitamente.
En nuestro CC., la “revocación” es un acuerdo de los contratantes, a diferencia de los códigos
civiles peruano y francés, que consideran la revocación como un acto unilateral del estipulante.
* La promesa de hecho ajeno (art. 1450 CC):
Art. 1450 CC = “Siempre que uno de los contratantes se compromete a que por una tercera
persona, de quien no es legítimo representante, ha de darse, hacerse o no hacerse alguna cosa, esta
tercera persona no contraerá obligación alguna, sino en virtud de su ratificación; y si ella no
ratifica, el otro contratante tendrá acción de perjuicios contra el que hizo la promesa”.
453
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La doctrina nacional concluye que esta figura no es excepción al principio del efecto relativo de los
contratos, ya que no crea ningún derecho y menos una obligación a cargo de un tercero absoluto. El
único que resulta obligado es el prometiente, quien se compromete a obtener que otra persona
acepte efectuar una prestación en favor del acreedor. En verdad, como se precisa por la doctrina, lo
que el deudor promete es su hecho propio, a saber: lograr que otro consienta en dar, hacer o no
hacer algo en favor del acreedor.
Estamos entonces ante una obligación de hacer del prometiente, que consiste en que el tercero
ratifique. Mientras ello no acontezca, el tercero no contrae obligación alguna. Si el prometiente
fracasa en su intento, deberá indemnizar al acreedor los perjuicios que se deriven de su
incumplimiento. En este caso, al acreedor sólo le queda el camino de la ejecución forzada “por
equivalente” en contra del prometiente, es decir, exigirle la indemnización por los daños sufridos.
La alternativa de la ejecución forzada “por naturaleza” (o sea, pedir el cumplimiento de la
obligación misma y no una suma de dinero equivalente) es improcedente, pues el sistema jurídico es
impotente para obtener el asentimiento del tercero, si éste lo rehúsa.
A contrario sensu, si el tercero ratifica, y después no cumple la prestación prometida al acreedor,
tienen aplicación las reglas generales, sin que el acreedor pueda demandar al primitivo prometiente.
La doctrina se ha preguntado por la fuente de la obligación que asume un tercero. Para algunos, la
fuente sería un cuasicontrato de agencia oficiosa. El promitente actuaría como gestor de negocios
ajenos. Esta explicación tiene un inconveniente sin embargo, al tenor del art. 2290: la agencia
oficiosa crea obligaciones para el interesado (el tercero) “si el negocio ha sido bien administrado”.
Un criterio objetivo (la buena administración o utilidad para el interesado), determina que el
interesado deba cumplir las obligaciones contraídas por el gerente o gestor de negocios ajenos. En
cambio, en la promesa de hecho ajeno, todo depende de la voluntad del tercero, vale decir, es un
criterio puramente subjetivo. Para otros, la fuente sería la voluntad unilateral del deudor, en este
caso, del tercero, cuando ratifica. Hay sin embargo un argumento de texto contra esta hipótesis, en
el art. 1536, 2º, relativo a la promesa de hecho ajeno con cláusula penal, cuando alude al
“consentimiento”, vale decir, la promesa de hecho ajeno implicaría, para su eficacia, un acuerdo de
voluntades y no la mera voluntad aislada del deudor que acepta. López Santa María concluye
señalando que es más simple admitir que la fuente de la obligación del tercero es la ley (el art. 1450
del CC), evitando así los inconvenientes derivados de la práctica de explicar las instituciones
jurídicas mediante su absorción por otras.
b).- El efecto absoluto o expansivo de los contratos:
Al margen de la voluntad de las partes, a veces un contrato puede ser invocado por un tercero a su
favor o también oponerse a un tercero en su detrimento. En alguna medida, en cuanto el contrato es
un hecho que como tal existe para todos, en sus efectos reflejos puede alcanzar a terceros absolutos.
No hay propiamente en esta situación una excepción al principio del efecto relativo de los contratos.
En el caso del efecto expansivo, no surge un derecho u obligación directamente para el tercero, sino
que éste puede invocar un contrato ajeno o puede oponérsele. El contrato, como hecho, tiene
vigencia erga omnes.
454
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- Cesión de créditos nominativos: Según el art. 1901 CC, la cesión se perfecciona mediante
la entrega del título, pero la cesión en principio es inoponible al deudor seguido, quien es
un tercero en esta cesión. Para que la cesión le sea oponible se requiere que el cesionario
haya notificado la cesión al deudor, o haya sido aceptada por este.
455
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
456
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
457
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
deben tener los acreedores en el concurso. En este caso, el plazo cubierto por la acción revocatoria
es mayor: dentro de los dos años, inmediatamente anteriores al inicio del respectivo procedimiento
concursal de Reorganización o de Liquidación.
El artículo 290, por su parte, se refiere a la revocación de los actos ejecutados o de los contratos
celebrados por una Persona Deudora, con antelación a los Procedimientos Concursales de
Renegociación o de Liquidación de sus bienes. Tales actos jurídicos susceptibles de ser revocados,
son aquellos que se hubieren celebrado dentro del año inmediatamente anterior al inicio de los
mencionados procedimientos, o incluso dentro de los dos años anteriores, si lo hubiere celebrado a
título gratuito o con Personas Relacionadas a la Persona Deudora. El precepto, en sus tres primeros
incisos, establece una especie de “revocabilidad objetiva”, y en su inciso final, una “revocabilidad
subjetiva”, remitiéndose a la acción pauliana del Código Civil, que exige acreditar mala fe del
tercero que contrata con el deudor, si se trata de contratos celebrados a título oneroso.
El artículo 291, según se expresó, es una disposición común aplicable tanto a los actos y contratos
de las Empresas Deudoras como de las Personas Deudoras, señalando el plazo de prescripción de la
acción y el procedimiento aplicable a la acción revocatoria: la acción prescribirá en el plazo de un
año, contado desde la Resolución de Reorganización, de Liquidación o de Admisibilidad, según
corresponda, y se tramitará con arreglo al procedimiento sumario. Se entablará en interés de la masa
y se deducirá en contra del deudor y el contratante.
Nota: Se trata de una inoponibilidad de fondo.
458
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a- Simulación absoluta: En ella las partes aparentan celebrar un acto jurídico, pero en realidad
no quieren celebrar acto alguno; tras la apariencia de un acto, se esconde la no contratación. Detrás
de lo que se manifiesta no hay nada. Ej: el deudor perseguido por sus acreedores celebra contratos
simulados con el objeto de sacar temporalmente bienes de su patrimonio.
b- Simulación relativa: En esta simulación las partes celebran un contrato real, pero lo
disimulan bajo una apariencia distinta. A diferencia del caso anterior, en esta hipótesis, existe una
intención de contrato, pero la intención es la de celebrar un contrato distinto del que aparece
celebrado. Ej: una donación encubierta; se quiere donar, pero se celebra un contrato de
compraventa, esto se hace con el objeto de burlar la ley.
c- Simulación por interposición de personas: Se emplea con el objeto de ocultar las verdaderas
partes del contrato, habiendo intervenido una persona que no tiene ningún interés en él. Ej: el art.
1796 CC prohíbe el contrato de compraventa entre cónyuges no separados judicialmente, tampoco
permite la donación irrevocable entre ellos, y ellos para transferirse bienes simulan utilizando un
tercero como intermediario.
4- Clases de simulación:
1) Simulación licita: Es aquella que no tiene por objeto violar una obligación legal, ni una
incapacidad, ni perjudicar a terceros.
2) Simulación ilícita: Es aquella que tiene por objeto violar una obligación legal, una
incapacidad o perjudicar a terceros.
5- Prueba de la simulación:
459
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Ejemplo 1: Juan aparece vendiendo su casa a Pedro, pero Juan permanece viviendo en esa casa,
sigue pagando dividendos, las contribuciones, los gastos comunes, etc.
A partir de estos antecedentes se puede deducir que la voluntad real de las partes no fue la de
celebrar acto alguno, de manera que podríamos estar frente a un caso de simulación absoluta.
Ejemplo 2: Pedro aparece vendiendo a Juan una casa que vale $100.000.000, Juan vive en esa
casa, pero resulta que gana el mínimo, de manera que es de presumir que carece de los medios
para comprar una casa de ese valor.
En consecuencia, puede deducirse que la real intención de los contratantes fue celebrar una
donación.
Ejemplo 3: Juan aparece vendiendo a Pedro su vehículo, y a la semana Pedro vende el mismo
vehículo y por el mismo precio a María que es la cónyuge de Juan.
De estos antecedentes se puede deducir que las partes realmente interesadas en el acto son Juan y
María.
6- Efectos de la simulación:
460
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
461
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- En materia de contratos, en los arts. 1842 y 1859 (los pactos de irresponsabilidad en casos
de evicción o de vicios ocultos de la cosa vendida, son ineficaces si el vendedor sabía que
existía la causa de evicción o el vicio oculto).
- Acción pauliana (art. 2468 CC).
- El art. 2120 CC en materia de sociedad, que dice que no vale la renuncia que se hace de
mala fe o intempestivamente.
Nota: En materia de buena fe, la buena fe subjetiva es la regla general.
B. BUENA FE OBJETIVA
Art. 1546 CC = “Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la
naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella”.
➢ Concepto de buena fe objetiva: “Consiste en observar una conducta apropiada para cumplir
los acuerdos o contratos en la forma convenida”
La buena fe objetiva es lo que se conoce como “actuar de buena fe”.
En el ámbito contractual, no todo puede estar previsto por la ley. Sea por ausencia o
ambigüedad de la ley, sea por las peculiaridades especiales del caso, sea por la remisión del
propio legislador a estándares o criterios flexibles, con frecuencia la decisión de un litigio
contractual queda entregada al poder discrecional del sentenciador. En definitiva y en términos
prácticos, en estos casos el desenlace del litigio depende del juez y no de la ley, en sentido
estricto.
Pero el poder discrecional del juez está limitado, entre otros aspectos, por el establecimiento de
reglas legales flexibles, estándares, módulos o patrones de conducta.
Un “estándar” es una regla que en lugar de formular una solución rígida, recurre a un parámetro
flexible cuyo manejo y concreción, en cada caso, queda entregado al criterio, prudencia y
sabiduría del juez de la causa. Se trata de conceptos susceptibles de asumir un contenido
empíricamente variable pero que, no obstante, tienen una unidad de significado básica e
inamovible, que el sentenciador debe acatar. Uno de dichos estándares legales es la buena fe
objetivamente considerada. La misma naturaleza tienen otras nociones como “el buen padre de
familia”, “las buenas costumbres”, “el orden público”, “la información esencial”, etc.
El principio de la buena fe objetiva impone a los contratantes el deber de comportarse correcta y
lealmente en sus relaciones mutuas, desde el inicio de sus tratos preliminares hasta incluso
después de la terminación del contrato. La buena fe equivale a la obligación de cooperación, a
la lealtad a la palabra dada, y la exclusión del dolo y del uso abusivo de los derechos subjetivos.
A diferencia de la buena fe subjetiva, que se aplica “en concreto” por el sentenciador,
averiguando la convicción íntima y personal del sujeto implicado, la buena fe objetiva se
aprecia “in abstracto”, prescindiendo el juez de las creencias o intenciones psicológicas de los
contratantes, para puntualizar la conducta socialmente exigible de las partes, exclusivamente en
462
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
base a la equidad, a los usos y en general, al modelo del hombre razonable, o sea, a los
estándares legales.
La buena fe contractual corresponde a la moral del deber, cuyo objetivo, como señala Enrique
Barros, es hacer de cada persona un ciudadano cumplidor de los requerimientos básicos que
plantea la vida social. De lo que se trata es de excluir el abuso y la mala fe en las relaciones
contractuales. Se recoge aquí el creciente valor atribuido a la CONFIANZA en las relaciones
contractuales, como elemento básico de las mismas.
Dado que el estándar o regla de la buena fe objetiva tiene valor NORMATIVO, tanto porque
figura en el art. 1546 cuanto porque autoriza al tribunal para determinar los efectos jurídicos del
contrato en discusión, ampliando, precisando o restringiendo el tenor del acto jurídico, según las
circunstancias, su aplicación configura una cuestión de DERECHO. La decisión sería por tanto
susceptible de revisión por la Corte Suprema, por la vía de la casación en el fondo. Por ello, los
jueces, amparándose en la imprecisión de la buena fe, se ven impedidos de dictaminar de
manera arbitraria o inicua.
➢ Funciones de la buena fe contractual:
Se ha dicho que tres formas parecen reflejar de manera más idónea las funciones de la buena fe
en las relaciones contractuales:
1. Como un canon o criterio para la interpretación de los contratos: la interpretación ha de
hacerse de tal manera que el sentido que se atribuya a los contratos, sea el más apropiado
para llegar a un desenvolvimiento leal de las relaciones contractuales. La noción de lealtad,
dice Mereminskaya, se refiere al marco de expectativas que se establece en torno a una
relación contractual. Tal marco traza los límites de lo que razonablemente pueda esperar un
acreedor y de lo que es tolerable para un deudor, según la finalidad del contrato. Se dice que
aun cuando en las normas de interpretación de los contratos no exista una norma que se
refiera directamente a la buena fe, la aplicación de este principio en la interpretación de
aquellos deriva del propio tenor del artículo 1546. Es decir, la interpretación de un contrato
contraria a la buena fe, afecta los alcances de las obligaciones contractuales, y con ello,
viola el artículo 1546. Nuestros tribunales así lo han entendido, sosteniendo que “La buena
fe es un principio primario en la interpretación de los contratos.”
2. Como un canon o criterio para limitar el ejercicio abusivo de derechos subjetivos: cita
Mereminskaya a Fueyo, quien expresaba al respecto que de los contratos “nacen
obligaciones que admiten adecuación razonable por intervención de factores extraños al
tenor literal y rígido del contrato. En tal virtud, se debe todo lo explícitamente acordado que
luego, sin embargo, pasará por el tamiz de la buena fe y la lealtad que se deben los
contratantes.” Así, agrega Mereminskaya a modo de ejemplo, “el deudor no puede esperar
que se considere que ha entregado la mercadería a su debido tiempo si llega al
establecimiento del acreedor el día previsto, pero a las 12 de la noche. Tampoco actúa de
buena fe el acreedor si al determinar el medio de transporte a costo del deudor, envía las
mercaderías con un correo-express.” Aquí entonces, la buena fe opera restringiendo lo
pactado
463
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3. Como un criterio de conducta, conforme al cual deben ser cumplidas las obligaciones:
“en la buena fe puede basarse –refiere Mereminskaya- una ampliación del deber de
prestación, más allá de los términos resultantes del contexto del contrato o de la ley. Así, se
reconoce en la doctrina chilena que ‘se deberá lo que no figura explícitamente y que resulta
de aplicar los módulos buena fe y lealtad’. Esta ampliación de deberes la realizará el juez, a
través de una interpretación supletoria o integradora, mediante la que el juez añade, a lo
estipulado por las partes, aquello que resulta necesario, para alcanzar los fines del convenio.
Se afirma que esta interpretación supletoria del contrato, se sitúa en una zona gris,
intermedia entre la interpretación propiamente tal y la determinación de los términos
implícitos del contrato. Así, interpretar el contrato para dirigirlo a su ejecución leal, implica,
muchas veces, dar lugar a obligaciones que no se pactaron expresamente, pero que las
partes, sin embargo, asumieron implícitamente. Se sobrepasa de esta manera, la “literalidad
contractual”. Conforme a esta función, la buena fe opera ampliando lo estipulado por las
partes.
464
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
esperarse la conclusión del contrato, y una de las partes se vuelve atrás sin motivo
justificado, está obligada a responder a la otra, por su arbitrario proceder, de los gastos que
haya hecho y de las pérdidas patrimoniales que haya sufrido.” Agrega que ante el silencio
legal (en el Código Civil español), “…cabe perfectamente aplicar el principio de la buena fe
(…) al ser uno de los confortantes, no sólo del Derecho de obligaciones, sino de todo el
orden jurídico y que obliga a las partes a no faltar a ella o contradecirla en los tratos previos
a la perfección del contrato.”
Para Francisco Saavedra, a modo ejemplar, constituyen conductas que no infringen este
proceder de buena fe, o dicho en términos positivos, son conductas que están conformes al
principio de actuar de buena fe, las siguientes:
• Participar en las negociaciones estando debidamente facultado para ello (cuando quien
actúa, lo hace a nombre y en representación de otro).
• Que una de las partes no sea inducida a contratar mediante la entrega de informaciones
falsas, erróneas, simuladas o incompletas.
• Que para la seguridad de las negociaciones se respeten los acuerdos de confidencialidad
que se hubieren adoptado y se custodien diligentemente los documentos entregados.
• No haber ocultado hechos que podrían acarrear luego la nulidad o la ineficacia de lo
acordado.
• Que las negociaciones no se prolonguen deliberadamente para luego contratar con otro.
• Que no se realicen actos disfuncionales que entorpezcan o que encarezcan inútilmente las
negociaciones.
• Que una de las partes no se sustraiga o retire arbitraria o injustificadamente de las
negociaciones.
• Que no se revoquen propuestas que se había prometido que no serían retiradas, etc.
465
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Los artículos 1468 y 1683 del Código Civil, se vinculan con la mala fe al momento de
otorgar o celebrar un acto o contrato. Conforme al primero, “No podrá repetirse lo que se
haya dado o pagado por un objeto o causa ilícitas a sabiendas”. De esta manera, quien
contrató de mala fe, y ésta consistía en haber conocido la ilicitud del objeto o de la causa,
no podrá obtener que se le restituya su prestación, tras la declaración de nulidad del
contrato. Conforme al segundo, “La nulidad absoluta (…) puede alegarse por todo el que
tenga interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo
o debiendo saber el vicio que lo invalidaba”: así las cosas, se castiga la mala fe, impidiendo
que aquél que incurrió en ella, demande la nulidad del contrato.
466
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: Se critica al artículo 1546 del CC porque la buena fe de este artículo no cubre todo el iter
contractual, pero el CC no trata las etapas de celebración ni de preparación, ya que eso lo trata el
Código de Comercio.
467
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
contrato es una pura cuestión de hecho. Desde esa época, la jurisprudencia de la Corte de Casación
francesa no ha cambiado, desprendiéndose que los jueces de instancia son los únicos que tienen la
misión de interpretar las cláusulas litigiosas. Y de decir cuál es su sentido. En efecto, agregan los
autores franceses citados, por una parte, para hacer esta interpretación, hace falta, necesariamente,
conocer todos los hechos pertinentes al caso, investigar, no solamente en los términos mismos del
documento, sino en las circunstancias que le han acompañado cuál ha sido la voluntad de las partes;
de tal modo, la interpretación del documento se relaciona demasiado íntimamente con la
apreciación de los hechos para poder separarse de ellos. Y, por otra parte, la función superior de la
Corte de Casación, que es la de asegurar la unidad de la jurisprudencia, le concede facultades para
interpretar las leyes generales, pero no está “ley especial” de las dos partes que procede de una
convención y en cuya interpretación no hay evidentemente, que temer las divergencias de la
jurisprudencia. Nuestra Corte Suprema ha seguido un criterio similar. Al respecto, de un fallo de
fecha 5 de enero de 1981, se desprende que “Las leyes relativas a la interpretación de los contratos
son normas dadas a los jueces del mérito a fin de que escudriñen la verdadera intención de las partes
contratantes. La determinación de esa intención es una cuestión de hecho que generalmente escapa
al control de la Corte Suprema, y si ella se determina o establece sin incurrir en error de derecho, no
cabe el recurso de casación en el fondo.”
Así las cosas, se ha sostenido en Chile, que la Corte Suprema sólo interviene cuando se infringe una
ley vinculada al contrato de que se trate, lo que ocurrirá en los siguientes casos:
a) Cuando se atribuye a los contratos efectos diversos de los que prevé la ley.
b) Cuando se desnaturaliza el contrato al interpretarlo.
Ocurrirá lo anterior, por ejemplo, cuando habiendo celebrado las partes un contrato de compraventa,
el juez, al fallar, le atribuye a tal contrato los efectos de otro contrato: “sentados los hechos que el
juez deduce al efectuar la interpretación de un contrato, el examen de la naturaleza jurídica de esos
hechos y de los efectos del contrato que produce, son cuestiones de derecho susceptibles de ser
revisadas por el tribunal de casación, bajo cuya crítica cae toda desnaturalización jurídica del
contrato.” En otra sentencia, de fecha 4 de noviembre de 2009, la Corte Suprema reitera el
principio expuesto, señalando al efecto: “la jurisprudencia de este Tribunal de Casación ha sido
uniforme en sostener que la interpretación de los contratos constituye una actividad que queda
dentro de las facultades propias de los magistrados de la instancia y solamente procede que sea
revisada por la Corte Suprema en cuanto con su resultado se desnaturalice el contenido y alcance de
la convención, con lo que se incurriría así en una transgresión tanto a la ley del contrato –cuya regla
se contiene en el artículo 1545 del Código Civil-, como a las disposiciones pertinentes a la
interpretación de los mismos –previstas en los artículos 1560 y siguientes del citado cuerpo legal-.
Ello ocurrirá, ciertamente, cuando se alteren las consecuencias de las cláusulas pactadas respecto de
las que no existe controversia en la forma en que se consintieron, desnaturalizándolas y, en tales
circunstancias, se producirá como efecto que ‘el poder soberano o de los jueces del pleito para
establecer los hechos de la causa, no puede extenderse a su apreciación jurídica y a la determinación
de la ley que les sea aplicables; y por consiguiente la ilegal apreciación de las cláusulas del contrato
y las erróneas consecuencias que de esta ilegal apreciación deduzcan los jueces del pleito deben ser
sometidas a la censura de la Corte Suprema por medio del recurso de casación por violación del
468
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
artículo 1545, o sea por violación de la ley del contrato. (Luis Claro Solar, “Derecho Civil Chileno
y Comparado”, página 474).”
En tales casos, la Corte Suprema puede hacer respetar el principio de que el contrato es ley para las
partes.
En este contexto, la jurisprudencia ha dejado en claro que existen dos fases:
a) La interpretación de las cláusulas de un contrato y la determinación de la intención que movió a
las partes a celebrarlo es una cuestión de hecho. Los jueces la deducen del mérito de la propia
convención, de los antecedentes reunidos en el proceso y de la ley. Por lo tanto, escapa de la
censura del tribunal de casación.
b) Sentados los hechos que el juez deduce al efectuar la interpretación de un contrato, el examen de
la naturaleza jurídica de esos hechos y de los efectos que el contrato produce, son cuestiones de
derecho susceptibles de ser revisadas por el tribunal de casación, bajo cuya crítica cae toda
desnaturalización jurídica del contrato.
3- Métodos de interpretación:
a.- Método subjetivo =
Busca determinar cuál es la voluntad REAL de los contratantes. Se trata de indagar acerca del
verdadero pensamiento de los contratantes, el que debe primar sobre la voluntad declarada,
considerando que no pocas veces los contratantes expresan su voluntad en forma inadecuada.
Este es el sistema del CC chileno, siguiendo al CC. francés.
Este método es una consecuencia lógica de la doctrina clásica de la voluntad, que postula que
esta es, de algún modo, la causa eficiente de todo derecho (tanto en el plano del Derecho
objetivo, fruto de la voluntad nacional, cuanto en el plano de los derechos subjetivos, y en
especial los derechos personales, fruto de una supuesta voluntad soberana de los contratantes).
Es lógico por tanto que la teoría tradicional haya prescrito que en la interpretación de los
contratos, el intérprete debe precisar el sentido de las convenciones de acuerdo a las
INTENCIONES o voluntad psicológica de los contratantes.
b.- Método objetivo =
Plantea que no interesa la voluntad que tuvieron las partes al concluir el contrato, debiendo
fijarse el alcance de las cláusulas discutidas de acuerdo al sentido normal de la declaración, de
manera que los efectos jurídicos serán los que cualquier hombre razonable atribuiría a la
convención. En otras palabras, la declaración de voluntad tiene un valor en sí, con autonomía o
independencia de la intención de los contratantes. No debe indagarse entonces la intención de
los contratantes, sino un alcance que debe atribuirse a la declaración, atendiendo a la costumbre,
usos corrientes o prácticas usuales de los negocios. Lo anterior demuestra que el método
objetivo de interpretación está directamente vinculado con la buena fe objetiva.
Este método adoptó el CC. alemán de comienzos de siglo, apartándose del sistema francés.
469
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Resumiendo lo expuesto acerca de los métodos subjetivo y objetivo, podríamos concluir en los
siguientes términos:
* Al contratar: ha de primar la intención de los contratantes, recurriendo entonces al método
subjetivo de interpretación, y operando la buena fe subjetiva;
* Al ejecutar el contrato: en el silencio de las partes o cuando no es posible deducir la intención
de los contratantes, ha de primar la buena fe objetiva, ajustándose la conducta de las partes a los
parámetros legales.
4- Objetivo fundamental: intención de los contratantes:
Dispone el artículo 1560 del Código Civil: “Conocida claramente la intención de los
contratantes, debe estarse a ella más que a lo literal de las palabras”.
Esta norma, señala Alessandri, es diametralmente opuesta a las que el CC. da para la
interpretación de la ley, en especial el art. 19. Agrega que esta diferencia se debe a que el CC.
presume que el legislador es culto, conoce el lenguaje, procurando emplear cada palabra en su
sentido natural y obvio; en cambio, los contratantes usualmente no tienen un conocimiento
cabal y completo del lenguaje y por tanto pueden dar a las palabras un sentido distinto al natural
y obvio que les da el Diccionario de la RAE e incluso la sociedad en general. De tal forma, más
importante que aquello que los contratos digan, es aquello que las partes quisieron estipular.
Pero si la voluntad de las partes se conoce claramente, si no hay ambigüedad en ninguna de las
expresiones del contrato, no hay necesidad de indagar más. Bastará la simple lectura del
contrato para interpretar la verdadera intención de las partes. La Corte Suprema, en esta línea,
ha señalado que si el tenor literal del contrato no merece dudas, más que interpretarlo, lo que
debe hacerse es aplicarlo.
Pero puede ocurrir que las cláusulas del contrato sean ambiguas y que las partes discrepen
acerca del sentido que debe dárseles. Interpretará entonces el juez, de conformidad con las
reglas que establecen los arts. 1561 y siguientes.
En relación al art. 1560, un fallo de la Corte Suprema de junio del año 1978, señala que las
partes pueden discrepar sobre la CALIFICACION o INTERPRETACION del contrato. En el
primer caso será necesario determinar qué convención se ha generado, si una compraventa, una
dación en pago, una transacción, etc., y los efectos consiguientes. En el segundo caso, en el de
la interpretación, habrá que determinar cuál ha sido la intención, voluntad o propósito de las
partes para actuar en un sentido o en otro, conforme a las cláusulas que establecieron en su
convención. Este concepto de interpretación se adecua más a la conducta de las partes que al
contrato mismo. La interpretación del contrato es la actividad encaminada a descubrir la común
intención de las partes que las ha determinado a celebrar el contrato. Para este efecto, se
indagan o escrutan las declaraciones de voluntad y, eventualmente, el comportamiento de los
contratantes, la aplicación práctica que hayan hecho de las cláusulas estipuladas, etc.
470
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
471
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El alcance de los casos de interpretación legal es muy variado. Sin embargo, todos estos tienen
en común la siguiente: la solución dada por el legislador se reputa corresponder a la voluntad
virtual del o de los emitentes de la declaración.
→ En primer lugar, están los casos más simples, en que el legislador fija el sentido que deberá
atribuirse a una determinada cláusula dudosa si las partes la introducen en algún acto o contrato
sin explicar su extensión. Ejemplos en el CC: arts. 567 a 575; 1242 a 1244; 1823, 1829, 1874,
1879 en materia de compraventa; 1956 en materia de arrendamiento, etc.
→ Seguidamente se encuentran los caso en que las partes, al celebrar un contrato, no se
pronuncian sobre un aspecto particular de la convención. Hay silencio relativo de los partícipes,
pues existe una declaración, pero resulta incompleta para sacar todas las consecuencias de
derecho que la especie exige. La ley suple este silencio dando la solución que -según muchos
autores- corresponde a la voluntad que las partes habrían tenido si hubiesen previsto la
interrogante resuelta por el legislador. La aceleración de la vida moderna lleva a menudo a los
particulares a celebrar convenciones breves y concisas donde el cuidado de los detalles se deja
en las disposiciones supletorias de la ley. Si las partes no reglamentan sino lo que es esencial en
el contrato, la función supletoria de la ley alcanza toda su amplitud. Como ello es habitual, se
explica ampliamente que el CC contenga varias centenas de disposiciones que no tienen otra
finalidad que la de determinar los puntos no previstos por los contratantes. En efecto, los
artículos 1793 y sgts del CC se ocupan de reglamentar los contratos más usuales en la vida
jurídica: compraventa, arrendamiento, sociedad, comodato, etc. Excepción hecha de algunas
disposiciones de orden público, de carácter imperativo, que las partes no pueden derogar, ellas
son libre para dejar de lado tales textos del CC, dando a sus convenciones la reglamentación
que consideran la más adecuada a sus fines prácticos. Pero en el silencio de las partes, toda esas
disposiciones entran plenamente en vigor, siendo consideradas como casos de interpretación
legal de la voluntad de las partes.
→ Finalmente, y siempre según la doctrina clásica, existe un tercer orden de casos, en que la
voluntad de las partes es interpretada por el legislador. Es la hipótesis más osada, puesto que no
hay únicamente un silencio relativo, sino que un silencio absoluto de los contratantes. En
ausencia de toda declaración y vista la necesidad de precisar los efectos jurídicos de una
situación determinada -como la muerte de una persona o la condición de los bienes conyugales-,
la ley interpreta una voluntad que no se manifestó jamás, estableciendo el estatuto jurídico que
parece adaptarse mejor a tal situación. Tradicionalmente se han explicado así las normas sobre
sucesión intestada, y el régimen legal matrimonial entre los cónyuges que no celebraron
capitulaciones matrimoniales.
5.3.- Reglas de interpretación relativas a los elementos intrínsecos del contrato:
Interpretar a partir de elementos intrínsecos significa interpretar el texto del contrato por si
mismo, considerando sólo los elementos que se encuentran, de una u otra manera, en la misma
declaración contractual.
472
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
473
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
474
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CARACTERISTICAS:
1- Es unilateral o bilateral, según el contrato prometido
2- Gratuito u oneroso según el contrato prometido
3- Conmutativo
4- Principal
5- Solemne
6- Preparatorio
7- Esencialmente sujeto a modalidad (plazo o condición)
8- De derecho estricto. La regla general es no aceptar la promesa de celebrar un contrato y
reconocerla sólo como excepción, cuando reúne los requisitos del art. 1554 CC.
475
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2. La circunstancia de haber suprimido del texto definitivo del art. 1554 la frase contenida en
el proyecto de 1853, indicaría que la intención del legislador no fue excluir la promesa de
celebrar contratos consensuales.
3. El propio tenor literal del artículo demostraría que la promesa puede tener por finalidad la
celebración de toda clase de contratos, pues señala “la promesa de celebrar un contrato”,
cualquiera que fuere éste.
Además, es de común ocurrencia la promesa de compraventa de cosa mueble, contrato consensual.
Por tanto el art. 1554 CC se refiere a todo tipo de contratos. Así también ha concluido la
jurisprudencia.
Lo anterior, sin perjuicio de que la ley puede disponer que respecto de un determinado contrato, no
se admita el contrato de promesa, como ocurre, por ejemplo, tratándose del acuerdo de unión civil
(art. 3 LAUC).
476
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
477
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
478
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Combinaciones:
Plazo suspensivo + Plazo extintivo → Ej: El contrato prometido se
celebrará entre el 1 de enero y el 1 de febrero.
Plazo suspensivo + Condición suspensiva → Ej: El contrato se celebrará en
90 días si me dan el crédito.
Plazo suspensivo + Condición resolutoria → Ej: El contrato se celebrará
en 1 mes y si una parte se niega, la otra podrá dar por resuelto el contrato.
Condición suspensiva + Condición resolutoria → Ej: El contrato se
celebrará una vez que el promitente comprador obtenga un préstamo, pero si en el
intertanto se protesta un documento mercantil no habrá lugar al contrato.
Condición suspensiva + Plazo extintivo → Ej: El contrato deberá tener
lugar dentro de 30 días siguientes a la recepción definitiva del inmueble.
d. Que en la promesa se especifique de tal manera el contrato prometido, que sólo falten
para que sea perfecto, la tradición de la cosa, o las solemnidades que las leyes
prescriban (art. 1554 N°4 CC).
d.1. Alcance de la expresión “especificar”
conforme al diccionario de la RAE, especificar significa “explicar, declarar con
individualidad una cosa”. Lo que exige la ley entonces, es que el contrato prometido se
determine e individualice en forma que no haya duda o confusión acerca de su naturaleza al
proceder a su celebración. De lo que se trata es de impedir que el contrato prometido pueda
confundirse con otro distinto al que pretenden las partes.
Así, por ejemplo, si se pretende celebrar una compraventa de un inmueble, debe manifestarse
en la promesa quienes serán las partes en el futuro contrato, cuál será el predio, que deslindes
tiene, cuál será el precio, como se pagará, etc.
d.2. Validez de la promesa unilateral de celebrar un contrato bilateral
Ej: A y B celebran una promesa de compraventa donde A se obliga a vender y B se reserva
la facultad de comprar.
Se ha discutido en la doctrina si en la especificación del contrato prometido debe incluirse el
consentimiento reciproco de obligarse, propio del contrato prometido. El tema se planteó a
propósito de las promesas de venta unilaterales, sobre las que ha resuelto la Corte Suprema
que serían nulas, exigiéndose que la promesa, al igual que el contrato de venta prometido,
sea bilateral. El fundamento reside en que no se acepta en nuestra legislación la venta
unilateral, y en que “especificar” significa señalar todos los elementos del contrato, y siendo
en la compraventa uno de los elementos constitutivos la reciprocidad de las obligaciones de
las partes, no estaría especificado aquel contrato en que sólo se hubieran señalado las
obligaciones de una de las partes. Faltaría en definitiva el acuerdo mutuo acerca de los
elementos esenciales del contrato de compraventa , la cosa y el precio. Se agrega a los
479
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
fundamentos anteriores que tal figura seria nula de acuerdo al art. 1478 CC, puesto que
estaríamos ante una condición potestativa que consistiría en la mera voluntad de la persona
que se obliga, se trataría de una condición meramente potestativa suspensiva del deudor.
Para la mayoría de los autores, sin embargo, no hay inconveniente legal para que de acuerdo
con el principio de la autonomía de la voluntad, el contrato de promesa pueda ser unilateral,
aunque el contrato prometido pueda calificarse de bilateral, señalan los siguientes
argumentos:
1. Singularizando adecuadamente el contrato prometido, se cumpliría con el requisito de
especificación (por ello en la compraventa, por ejemplo, bastaría señalar las partes, la
cosa y el precio, aunque no haya acuerdo de voluntades todavía). Lo importante es que
no existan dudas acerca del tipo de contrato prometido.
2. El exigir a las partes que de antemano se obliguen en la promesa a cumplir las
prestaciones propias del contrato prometido sería una inconsecuencia, considerando que
este último aun no nace a la vida jurídica.
3. Ninguna disposición legal exige que en el contrato de promesa ambas partes se
obliguen recíprocamente. Si la ley hubiera pretendido exigir en el contrato de promesa
que las partes asumieren recíprocamente las obligaciones propias del contrato
prometido lo habría declarado expresamente, tal como lo hace en los esponsales (art. 98
CC).
Nota: No es lo mismo la promesa unilateral de contrato bilateral con el contrato de opción, ya que
en el primer caso solo una de las partes resulta obligada y el contrato definitivo aún no existe y en
el contrato de opción el contrato definitivo si existe, pero en virtud de una cláusula especial, se
otorga al destinatario de la opción la ventaja de celebrar el contrato por la simple aceptación, sin
necesidad de compeler al otro.
480
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Siendo la obligación que emana del contrato de promesa una obligación de hacer tiene carácter
indivisible. Por tanto, si los deudores son varios, cada uno de ellos puede ser obligado a satisfacer la
obligación en el todo, en la medida que ello fuere posible (lo será si se prometió vender bienes
muebles que están en poder del demandado, pero no lo será si lo que se prometió vender fuere un
inmueble, pues en tal caso todos los propietarios tendrán que suscribir la escritura de compraventa).
Desde el punto de vista de los acreedores, todos ellos y no solo alguno de ellos, deben solicitar el
cumplimiento del contrato de promesa.
Por otra parte, suele también ocurrir que al celebrarse un contrato de promesa, las partes estipulen el
pago de una pena por aquél que no cumpla lo prometido. De esta forma, ante el incumplimiento de
una de las partes, se podrá demandar el cumplimiento forzado del contrato, la resolución de la
promesa o simplemente la multa convenida.
Nota: En los efectos se aplica el principio de buena fe en materia de contratos del artículo 1546,
transversal a todo el iter contractual.
Nota: Todo lo anterior en lo relativo a los efectos y a la aplicación del artículo 1489 hay que ver si
la promesa es o no bilateral, si el bilateral se aplica la condición resolutoria tácita propia de todos
los contratos bilaterales.
481
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
482
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CONCEPTO:
El art. 2116 inc. 1 CC dispone que “El mandato es un contrato en que una persona confía la
gestión de uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la
primera”.
La definición sugiere las siguientes observaciones:
1- Cabe destacar, la importancia que tiene la expresión “confía” que pone de manifiesto, su
carácter de contrato intuito personae.
2- Aquello que una parte confía es la gestión de uno o más negocios a otra.
3- Quien gestiona los negocios, se hace cargo de ellos, es decir, debe asumir su conducción y
por ende responder ante quien se los confió.
4- Quien gestiona los negocios, aunque se hace cargo de ellos, lo hace sin embargo “por
cuenta y riesgo” de quien se los confió, lo que implica que las consecuencias positivas y
negativas de lo obrado, repercuten en el patrimonio del mandante y no del mandatario.
483
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a.3.- La actuación del mandatario por cuenta y riesgo del mandante = El mandatario gestiona el
negocio encomendado como algo ajeno, de manera que serán para el mandante los beneficios que la
gestión reporte y soportará las pérdidas, como si tal gestión la realizara personalmente.
Esto es evidente cuando el mandatario representa al mandante. El acto ejecutado por el mandatario
compromete sólo el patrimonio del mandante. La gestión del mandatario convierte al mandante en
acreedor o deudor; personalmente aquel no se obliga para con terceros ni los obliga para con él.
Pero aunque el mandatario obre en nombre propio y no invista la representación del mandante, en
definitiva será este quien reciba los beneficios y sufra las pérdidas y, en suma, no obstante, obrará
por cuenta y riesgo del mandante.
b.- DE LA NATURALEZA
b.1.- La remuneración = El mandato es oneroso por naturaleza. Si no se estipula remuneración
debe pagarse lo usual (art. 2158 N°3 CC).
b.2.- La representación = La representación no es de la esencia del mandato, ya que en el
desempeño de su cometido, el mandatario puede obrar a su propio nombre y, en tal evento, no
representa al mandante. El mandato confiere al mandatario la facultad de representar al mandante;
se le entiende facultado para obligarse directamente, y como dicha facultad no requiere de una
especial mención, ha de concluirse que la representación es de la naturaleza del mandato.
Si el mandatario obra a su propio nombre, se obliga él y no obliga al mandante. Pero como pese a
las apariencias el mandatario actúa por cuenta ajena, sus relaciones con el mandante se rigen por las
reglas del mandato. Para los terceros el mandatario es el titular de los derechos y obligaciones
emergentes del acto realizado; frente al mandante, continua siendo mandatario.
CARACTERISTICAS:
1- Bilateral, ya que genera derechos y obligaciones para ambas partes. Aunque el mandato sea
gratuito (aunque el mandatario no reciba remuneración), el mandante igualmente contrae la
obligación de proveer los medios necesarios para la ejecución del mandato (art. 2158 N°1
CC). Si el mandante no cumple esta obligación el mandatario puede desistirse de su encargo
(art. 2159 CC).
2- Es generalmente oneroso. El mandato puede ser gratuito o remunerado (art. 2117 inc. 1
CC). El contrato de mandato es oneroso por naturaleza. Si no se estipuló remuneración,
debe pagarse la “usual” (art. 2158 N°3 CC). En otras palabras, debe pactarse expresamente
la gratuidad.
La remuneración del mandatario, denominada “honorarios” se determina: a) Por las partes,
antes o después de celebrar el contrato; b) En silencio de las partes por la ley; c) Por la
costumbre; d) Por el juez (aplicando la equidad natural).
Al ser remunerado el mandato, se agrava la responsabilidad del mandatario, ya que
responde siempre de culpa leve, ya que si el mandato fuere gratuito este respondería solo
hasta la culpa grave.
3- Generalmente conmutativo, ya que normalmente el beneficio se mira como equivalente.
Existe una relación entre la remuneración, la actividad desplegada por el mandatario para la
ejecución del encargo y la utilidad que el mandante obtiene de la gestión realizada.
484
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 2124 CC = “El contrato de mandato se reputa perfecto por la aceptación del
mandatario, la aceptación puede ser expresa o tácita.
Aceptación tácita es todo acto en ejecución del mandato.
Aceptado el mandato, podrá el mandatario retractarse, mientras el mandante se halle
todavía en aptitud de ejecutar el negocio por si mismo, o de cometerlo a diversa persona.
De otra manera se hará responsable en los términos del artículo 2167”.
485
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
➢ Mandato Solemne:
Excepcionalmente, el mandato es solemne, por expresa disposición de la ley. Tal ocurre con:
a. El mandato judicial (art. 6 CPC).
b. El mandato para contraer matrimonio (art. 103 CC y art. 15 Ley de Registro Civil).
c. El mandato conferido por el cónyuge no propietario para enajenar o gravar bienes
afectados como familiares (art. 142 CC).
d. El mandato para reconocer un hijo (arts. 190 y 187 CC).
e. Etc.
486
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b. El art. 2123 CC, que señala la regla del consensualismo, señala entre sus excepciones el
caso en que el mandato requiera escritura pública.
Hoy en día parece que no cabe la menor duda de que no es necesaria la celebración del mandato
solemne para realizar un acto solemne. El mandante que encomienda la compra o venta de
algún bien, no manifiesta de manera alguna el consentimiento necesario para que se perfeccione
esa compraventa. El mandatario que en cumplimiento del encargo celebra el contrato,
manifiesta su propio consentimiento y no el del mandante.
Esta es la solución doctrinaria ampliamente aceptada. Sin embargo, esta solución en la práctica
bancaria no es aceptada.
6- Intuito personae, es decir es celebrado en consideración a las personas que lo convienen.
Esto pone de evidencia y resalta su cualidad de ser un contrato de confianza. Como es
evidente, no a cualquiera le conferimos un mandato. Y no aceptamos ser mandatarios de
cualquiera. La confianza recíproca resulta esencial en este contrato.
Lo anterior queda de manifiesto en varias materias: a) Regula la ley lo concerniente a la
delegación del mandato; b) Posibilita la ley que el contrato pueda expirar por la revocación
hecha por el mandante; c) Puede terminar el contrato por renuncia del mandatario; d) La
muerte del mandatario siempre pondrá término al mandato, y la muerte del mandante por
regla general también.
487
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 2120 CC = “Si el negocio interesa juntamente al que hace el encargo y al que lo acepta, o a
cualquiera de estos dos, o a ambos y a un tercero, o a un tercero exclusivamente, habrá verdadero
mandato; si el mandante obra sin autorización del tercero, se producirá entre estos dos el
cuasicontrato de la agencia oficiosa”.
Usualmente, el mandato se celebra en exclusivo interés del mandante.
Habrá verdadero mandato:
a. Si el negocio es de mutuo interés del mandante y del mandatario
b. Si el negocio es de interés del mandante y de un tercero.
c. Si el negocio interesa solo al mandante.
d. Si el negocio es de interés de un tercero exclusivamente.
En este último caso, agrega el art. 2120 CC que si el mandante obra sin autorización del tercero, se
producirá entre ambos el cuasicontrato de agencia oficiosa. Ej: A y B son copropietarios de un
inmueble, y B celebra un mandato con C para vender este inmueble, como B no cuenta con la
autorización de A, entre A y B existirá un cuasicontrato de agencia oficiosa, y entre B y C se
regirán por el respectivo contrato de mandato. Lo mismo pasaría en el caso de que B celebre un
mandato con C para que este último gestione negocios de exclusivo interés de A.
Pero no existe mandato, si el negocio solo interesa al mandatario. Se trata en este caso de un mero
consejo, que no produce obligación alguna. Con todo, si tal consejo se diere maliciosamente, es
decir, de mala fe, obligará a la indemnización de perjuicios. En este caso estaremos ante la comisión
de un delito civil, pues hubo dolo de por medio, según queda de manifiesto en la ley con la
expresión “maliciosamente”.
4).- Que el mandatario y mandante sean capaces.
4.1).- Capacidad del mandante: No ha señalado la ley normas especiales que regulen la capacidad
del mandante, por lo tanto se aplican las reglas generales, lo cual nos lleva a decir que el mandante
requiere una doble capacidad:
a.- Capacidad para celebrar el contrato de mandato.
b.- Capacidad para ejecutar por sí mismo el acto o contrato que encomienda.
Si el mandante no está autorizado para ejecutar por sí mismo el contrato que encomienda, el
mandato es nulo por objeto ilícito. Por ejemplo, tal sería el caso del marido que celebra un mandato
con un tercero para que este compre el inmueble de su cónyuge, sabiendo que la ley prohíbe la
compraventa entre cónyuges no separados judicialmente.
4.2).- Capacidad del mandatario: Hay una regla especial en el art. 2128 CC que nos dice que si el
mandatario es un menor adulto, sus actos no lo obligan frente a mandante y terceros, sino en
conformidad a las reglas generales (de acuerdo al art. 1688 CC), pero si obligan al mandante y
terceros.
Art. 1688 CC = “Si se declara nulo el contrato celebrado con una persona incapaz sin los
requisitos que la ley exige, el que contrató con ella no puede pedir restitución o reembolso de lo
488
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
que gastó o pagó en virtud del contrato, sino en cuanto probare haberse hecho más rica con ello la
persona incapaz.
Se entenderá haberse hecho más rica, en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de
ellas, le hubieren sido necesarias; o en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de
ellas, que no le hubieren sido necesarias, subsistan y se quisiere retenerlas”.
Nota: Se discute en la doctrina si es que puede o no ser mandatario un disipador interdicto, ya que
a pesar de que el artículo 2128 solo habla del menor adulto, hay otras disposiciones en el CC que
permiten actuar de mandatarios a los incapaces, como el artículo 1581 relativo al pago que dice
que “puede ser diputado para el cobro y recibir válidamente el pago, cualquiera persona a quien el
acreedor cometa este encargo, aunque al tiempo de conferírsele no tenga la administración de sus
bienes ni sea capaz de tenerla”.
CLASES DE MANDATO:
- Atendiendo a la naturaleza del negocio encomendado.
A)- MANDATO CIVIL: “Es aquel cuyo objeto es el encargo de uno o más negocios de
naturaleza civil”.
B)- MANDATO JUDICIAL: “Es un contrato por el cual una persona encomienda a otra que la
represente ante los tribunales de justicia, en todas aquellas actuaciones, trámites o diligencias
necesarias que importe el juicio o el asunto no contencioso, y lo hace a nombre y riesgo del
mandante, recibiendo por ello, generalmente el pago de honorarios”.
C)- MANDATO COMERCIAL (art. 233 CCo): “El mandato comercial es un contrato por el
cual una persona encarga la ejecución de uno o más negocios lícitos de comercio a otra que se
obliga a administrarlos gratuitamente o mediante una retribución y a dar cuenta de su
desempeñó”.
- Atendiendo a la extensión del encargo (art. 2130 CC).
A)- MANDATO GENERAL: “Es aquel que se otorga al mandatario para todos los negocios
del mandante, aunque se indiquen algunas excepciones determinadas”.
Nota: Los abogados suelen denominar como “mandato general” aquel que alude a numerosos
negocios jurídicos y que contiene numerosas facultades, en realidad, un mandato así conferido
se encuadra en los que llamamos “simplemente especial”. El mandato general no contiene
enumeración de negocios jurídicos ni de facultades, y por eso mismo es general.
B)- MANDATO ESPECIAL: “Es aquel que comprende uno o más negocios especialmente
determinados”.
Nota: Como en el mandato pueden indicarse todos los negocios que una persona puede
ejecutar, es posible que en la práctica que el poder especial llegue a ser más amplio que uno
general. Cabe señalar que según la parte final del art. 2132, se requiere poder especial para la
ejecución de todos los actos que salgan de los límites del giro ordinario de los negocios del
mandante.
489
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El mandato especial admite una subclasificación, en dos categorías, las cuales son el “mandato
simplemente especial” y el “mandato especialísimo”. El primero opera, por ejemplo, cuando se
confiere mandato para que el mandatario pueda administrar todos los inmuebles que
pertenezcan al mandante, sin que ellos sean singularizados; el segundo, por ejemplo, cuando en
el mismo caso, el mandato recae en un determinado inmueble.
Esta clasificación entre mandato general y especial es importante para saber qué tipos de
negocios puede ejecutar legítimamente el mandatario.
- Atendiendo a las facultades conferidas al mandatario.
A)- MANDATO DEFINIDO: “Es aquel en el cual se precisa cuáles son las facultades o
atribuciones del mandatario”. Ej: Un mandato para vender un determinado bien del mandante.
B)- MANDATO INDEFINIDO: “Es aquel concebido en términos generales y en el cual no se
precisan las facultades o atribuciones del mandatario”. Ej: Se confiere mandato para que el
mandatario administre un negocio del mandante, pero sin indicarle con que facultades cuenta.
Nota: De lo expuesto se puede afirmar que el mandato especial podrá ser definido o indefinido
(por ejemplo, será especial pero indefinido, si confiero mandato a Juan para que se haga cargo
de todos los asuntos vinculados con mi inmueble ubicado en Viña del Mar; y será especial y
definido, cuando confiero mandato a Juan, para que venda el inmueble de mi propiedad
ubicado en Viña del Mar). El mandato general, en cambio, es siempre indefinido.
El mandato concebido en términos generales o indefinidos plantea el problema de saber cuáles
son las atribuciones que este mandato confiere al mandatario. Se aplican a este respecto, los
artículos 2132 y 2133 del CC.
Art. 2132 CC = “El mandato no confiere naturalmente al mandatario más que el poder de
efectuar los actos de administración; como son pagar las deudas y cobrar los créditos del
mandante, perteneciendo unos y otros al giro administrativo ordinario; perseguir en juicio a
los deudores, intentar las acciones posesorias e interrumpir las prescripciones, en lo tocante a
dicho giro; contratar las reparaciones de las cosas que administra; y comprar los materiales
necesarios para el cultivo o beneficio de las tierras, minas, fábricas, u otros objetos de
industria que se le hayan encomendado.
Para todos los actos que salgan de estos límites, necesitará de poder especial”.
Solamente queda el mandatario investido de la facultad de ejecutar actos de administración,
aunque el mandato le autorice para obrar del modo que más conveniente le parezca o le otorgue
la libre administración del negocio o negocios que se le han encomendado.
Art. 2133 CC = “Cuando se da al mandatario la facultad de obrar del modo que más
conveniente le parezca, no por eso se entenderá autorizado para alterar la substancia del
mandato, ni para los actos que exigen poderes o cláusulas especiales.
Por la cláusula de libre administración se entenderá solamente que el mandatario tiene la
facultad de ejecutar aquellos actos que las leyes designan como autorizados por dicha
cláusula”.
490
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En suma, por generales que sean los términos del mandato, y aunque se empleen términos
enfáticos que sugieran una gran amplitud de poderes, no se confiere al mandatario sino la
facultad para ejecutar actos de administración.
¿Qué es un acto de administración? La ley no ha definido el concepto de acto de
administración. Puede deducirse sin embargo, del tenor del art. 391 CC.
Art. 391 CC = “El tutor o curador administra los bienes del pupilo, y es obligado a la
conservación de estos bienes y a su reparación y cultivo. Su responsabilidad se extiende hasta
la culpa leve inclusiva”.
De la anterior disposición, se desprende que administrar es adoptar las medidas de carácter
material o jurídico tendientes a conservar los bienes, o incrementarlos y obtener las ventajas que
pueden procurar.
El art. 2132 CC expresa que el mandato confiere naturalmente al mandatario el poder de
ejecutar actos de administración “como son pagar las deudas y cobrar los créditos del
mandante, perteneciendo unos y otros al giro administrativo ordinario; perseguir en juicio a
los deudores, intentar las acciones posesorias e interrumpir las prescripciones, en lo tocante a
dicho giro; contratar las reparaciones de las cosas que administra; y comprar los materiales
necesarios para el cultivo o beneficio de las tierras, minas, fábricas, u otros objetos de
industria que se le hayan encomendado”.
De este modo, la administración comprende la ejecución de actos de conservación, esto es,
encaminados a impedir la pérdida o menoscabo de los bienes. Los actos conservatorios pueden
ser materiales o jurídicos. Es un acto material de conservación efectuar las reparaciones que
requiera el edificio que se administra; es un acto conservatorio jurídico la interposición de una
querella posesoria.
Pero la acción de administrar no comprende sólo la ejecución de actos puramente
conservatorios; abarca, asimismo, la ejecución de actos que tiendan a obtener de los bienes
administrados el provecho o rendimiento que están ordinariamente a brindar. Así, por ejemplo,
la administración de una casa permitirá al mandatario darla en arrendamiento; la administración
de un fundo facultará al mandatario para vender las cosechas.
Vemos que no existe un límite muy definido entre los actos de administración y los actos de
disposición, caracterizándose estos últimos por modificar la composición del patrimonio. En
ocasiones, un acto que parece ser dispositivo será sin embargo de administración. Por ejemplo,
si se venden los frutos de un bien, como la cosecha de un fundo; o quien administra una
cafetería podrá vender los productos que allí se expenden, pero no podrá vender los bienes
muebles con loa que está equipado el establecimiento. Los primeros actos, aunque sean de
disposición, se encuentran dentro del giro de la administración, no así los segundos. Lo
determinante, en definitiva, es averiguar si el acto pertenece al giro ordinario del negocio que se
administra. Si pertenece, el acto será de administración, aunque implique disponer de bienes.
491
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
492
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1.2- Situaciones en las cuales no es posible ceñirse a los términos del mandato, es decir, cuando
el mandatario debe obrar de otro modo.
Pueden presentarse 4 situaciones:
1)- Puede acaecer que los medios por los cuales el mandante ha deseado que se lleve a efecto el
mandato no puedan emplearse. En tal caso, el mandatario podrá utilizar otros medios equivalentes,
si la necesidad obligare a ello, pero siempre que se obtuviere completamente de este modo el objeto
del mandato (de acuerdo al art. 2134 CC el objeto del mandato es la finalidad para la cual se
otorgó).
Ej: Se instruyó al mandatario para viajar por vía terrestre a Mendoza a celebrar un contrato de
compraventa en cierta fecha, y el paso Los Libertadores se encuentra cerrado por las intensas
nevadas, optando el mandatario abordar un avión, pues el no presentarse en dicha ciudad en tal
fecha, obligará al mandante a pagar una pena muy superior al mayor costo que implica el viaje en
avión.
Nota: Es importante consignar, en todo caso, que solo los actos que el mandatario ejecute dentro
de los límites del mandato, obligan al mandante, sin perjuicio de la ratificación expresa o tácita de
este (art. 2160 CC).
2)- Si el mandatario se halla en la imposibilidad de cumplir el mandato con arreglo a las
instrucciones del mandante, no está obligado a constituirse en agente oficioso, vale decir, no está
obligado a realizar el encargo de una manera equivalente, como si no hubiere mandato. Pero debe
tomar las providencias conservativas que las circunstancias exijan (art. 2150 inc. 1 CC).
Ej: Se encomienda al mandatario la venta de divisas, pero por un acto de autoridad, se dispone que
por 60 días, quedan suspendidas las operaciones de compra y venta de dólares de los Estados
Unidos; en el intertanto, el mandatario debería tomar un depósito en dólares, para ganar algún
interés.
El art. 2150 inc. 2 CC dispone que si no fuere posible dejar de obrar sin comprometer gravemente al
mandante, el mandatario tomará el partido que más se acerque a sus instrucciones y que más
convenga al negocio. Es decir, no le bastará en tal caso, con adoptar providencias conservativas;
deberá el mandatario cumplir el encargo.
Compete al mandatario probar las circunstancias constitutivas de fuerza mayor o caso fortuito, que
le imposibiliten para llevar a efecto las órdenes del mandante (art. 2150 inc. 3 CC).
3)- El art. 2149 CC dispone que el mandatario debe abstenerse de cumplir el mandato cuya
ejecución seria manifiestamente perniciosa al mandante. En consecuencia, no puede el mandatario,
a pretexto de ceñirse estrictamente a los términos del mandato, cumplir un encargo manifiestamente
perjudicial para su mandante.
4)- El art. 2148 CC consagra una regla justa, la cual dice que las facultades concedidas al
mandatario se interpretarán con alguna más latitud, cuando no está en situación de poder consultar
al mandante.
493
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
494
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
estaremos ante un dolo común, siendo solidaria la responsabilidad de aquellos. En nuestro CC, el
fundamento de esta responsabilidad estaría en el art. 2317 inc. 2 CC que dice que “todo fraude o
dolo cometido por 2 o más personas produce la acción solidaria del precedente inciso”.
1.4- Restricciones impuestas a los mandatarios en la ejecución del mandato.
El legislador estableció una serie de restricciones, con el fin de evitar en lo posible que el
mandatario ejecute actos que salgan de la orbita de atribuciones que le ha señalado el mandante o
que supongan un conflicto con los intereses del mandante.
Cabe señalar que en los manuales, los autores suelen aludir a “prohibiciones” impuestas al
mandatario, lo que no es correcto, ya que no se trata de conductas que el mandatario no pueda
ejecutar bajo todo respecto. Se trata más bien de normas imperativas de requisito. Operan para los
contratos de compraventa y de mutuo, y otras tienen aplicación general. Tales son:
→ En el contrato de compraventa:
Art. 2144 CC = “No podrá el mandatario por si ni por interpuesta persona, comprar las cosas que
el mandante le ha ordenado vender, ni vender de los suyo al mandante lo que éste le ha ordenado
comprar, si no fuere con aprobación expresa del mandante”.
Las prohibiciones no son absolutas, porque el mandante puede autorizar dichos actos. Lo anterior
implica que la facultad para “autocontratar”, requiere de expresa autorización.
En cuanto a la sanción por la contravención del art. 2144 CC, señala Stitchkin que se admite
generalmente que la compraventa realizada en contravención del art. 2144 es nula relativamente,
pues no se trata de un acto prohibido por las leyes, sino permitido bajo ciertas condiciones que se
exigen en consideración de la calidad de la persona que lo ejecuta (art. 1682 CC). Por consiguiente,
sólo pueden alegarla el mandante y sus herederos o cesionarios (art. 1684 CC) y se sanea por la
ratificación expresa o tácita y por la prescripción de 4 años, que se cuentan desde la ejecución del
acto y no se suspende.
→ En el contrato de mutuo:
Art. 2145 CC = “Encargado de tomar dinero prestado, podrá prestarlo él mismo al interés
designado por el mandante, o a falta de esta designación, al interés corriente; pero facultado para
colocar dinero a interés no podrá tomarlo prestado para si sin aprobación del mandante”.
La expresión “aprobación” en lugar de “autorización” sugiere que el mandatario podría celebrar el
contrato de mutuo consigo mismo, actuando en las calidades de mutuante y mutuario, y después
obtener la venia del mandante. Si el mandatario tomare el dinero para si en calidad de mutuario sin
haber obtenido la aprobación, el acto seria inoponible al mandante, según Stitchkin. Otros en
cambio, estiman que el acto adolecería de nulidad relativa, por las razones señaladas para el caso
anterior.
→ En general en cualquier contrato:
Art. 2147 CC = “En general, podrá el mandatario aprovecharse de las circunstancias para
realizar su encargo con mayor beneficio o menor gravamen que los designados por el mandante;
495
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
con tal que bajo otros respectos no se aparte de los términos del mandato. Se le prohíbe apropiarse
lo que exceda al beneficio o minore el gravamen designado en el mandato.
Por el contrario, si negociare con menos beneficio o más gravamen que los designados en el
mandato, le será imputable la diferencia”.
1.5- Responsabilidad del mandatario (art. 2129 CC).
Art. 2129 CC = “El mandatario responde hasta de la culpa leve en el cumplimiento de su encargo.
Esta responsabilidad recae más estrictamente sobre el mandatario remunerado.
Por el contrario, si el mandatario ha manifestado repugnancia al encargo, y se ha visto en cierto
modo forzado a aceptarlo, cediendo a las instancias del mandante, será menos estricta la
responsabilidad que sobre él recaiga”.
La responsabilidad del mandatario implica en términos generales que debe abstenerse de ejecutar
actos que vayan en perjuicio del mandante, y será dicha responsabilidad mayor o menor según la
naturaleza del mandato.
Se ha debatido en la doctrina acerca de si el mandatario remunerado responde de culpa levísima y el
mandatario forzado a ejecutar el encargo sólo de culpa grave. En definitiva, como dice Meza
Barros, es el juez quien decide y la disposición es una simple recomendación para que se muestre
más severo o más benévolo, según las circunstancias indicadas. Pero, en cualquier caso, siempre
dentro del rango de la culpa leve.
1.6- Responsabilidad del mandatario por la insolvencia de los deudores.
Art. 2152 CC = “El mandatario puede por un pacto especial tomar sobre su responsabilidad la
solvencia de los deudores y todas las incertidumbres y embarazos del cobro. Constitúyese entonces
principal deudor para con el mandante, y son de su cuenta hasta los casos fortuitos y la fuerza
mayor”.
No es responsable el mandatario, por regla general, del incumplimiento por los terceros de las
obligaciones contraídas para con el mandante por su intermedio; en otros términos, no responde de
la insolvencia de los deudores.
Es natural que así sea; el mandatario es un simple intermediario y los actos que ejecuta generan
obligaciones entre el mandante y terceros.
Sin embargo, en virtud de una expresa estipulación, puede el mandatario tomar sobre su
responsabilidad la solvencia de los deudores y todas las incertidumbres y embarazos del cobro.
En verdad, en tal caso no existe verdadero mandato, puesto que el mandatario no actúa por cuenta y
riesgo del mandante.
El art. 2152 CC previene que, como consecuencia de este pacto especial, el mandatario se
constituye principal deudor para con el mandante, y son de su cuenta hasta los casos fortuitos y la
fuerza mayor.
496
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1.7- Suerte de las especies metálicas que el mandatario tiene por cuenta del mandante.
A su vez, la regla general de que las cosas perecen para su dueño, sufre una aparente excepción en
materia de mandato, cuando se trata de especies metálicas, pues según el art. 2153 CC, tales
especies que el mandatario tenga en su poder por cuenta del mandante, perecen para el mandatario
aun por fuerza mayor o caso fortuito, sin perjuicio de la excepción indicada en la norma. El
mandatario es en verdad depositario de los dineros del mandante; como se trata de un depósito
irregular, se hace dueño de las especies, con cargo de restituir otro tanto (art. 2221 CC). Quiere
decir entonces que el mandato operó como título traslaticio de dominio. Por eso decimos que la
excepción es más bien aparente, pues la cosa está pereciendo para su dueño, y entonces opera la
regla general.
Nota: En los 2 casos anteriores nos encontramos ante figuras excepcionales, en las cuales el
mandatario responderá, aunque el incumplimiento se deba al caso fortuito o la fuerza mayor.
2.- Obligación de rendir cuenta al mandante.
Art. 2155 CC = “El mandatario es obligado a dar cuenta de su administración.
Las partidas importantes de su cuenta serán documentadas si el mandante no le hubiere relevado
de esta obligación.
La relevación de rendir cuentas no exonera al mandatario de los cargos que contra él justifique el
mandante”.
2.1- Justificación de la obligación.
Desde el momento en que el mandatario actúa por cuenta y riesgo del mandante, es lógico que la ley
haya dispuesto la obligación de informar al mandante de la gestión encomendada.
Nota: La misma obligación tienen los albaceas, guardadores y secuestres.
2.2- Forma de rendir cuenta.
El legislador propende a que la cuenta sea documentada, cuestión obligatoria en las partidas
importantes.
El mandante, sin embargo, puede relevar al mandatario de la obligación de rendir cuenta. En efecto,
en términos generales, puede el mandante exonerar al mandatario de la obligación de rendir cuentas,
pero tal circunstancias no lo libera de los cargos que el primero pueda justificar contra el
mandatario. No implica por ende irresponsabilidad del último frente al mandante.
El mandante puede exigir la rendición de cuentas en cualquier momento. De no rendirse la cuenta
mandatario, el mandante podrá demandarlo para que lo haga, tramitándose el juicio de conformidad
a las reglas del juicio sumario, especialmente con arreglo a las normas del juicio de cuentas.
Nota: En conclusión la forma de realizar la rendición de cuentas puede ser judicial o extrajudicial.
497
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
498
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
mandatario respecto de terceros, el traspaso de todos los bienes adquiridos para el mandante en el
desempeño de su cometido y de todas las deudas contraídas a favor de los terceros.
Así el mandatario que ha comprado a su propio nombre las cosas que el mandante le ha encargado
comprar para él, deberá traspasarlas al mandante, y esto, naturalmente, en el acto de rendición de
cuentas; y si ha dado en préstamo, a su propio nombre, dineros del mandante, debe traspasarle los
créditos.
El traspaso de las cosas adquiridas para el mandante es, pues, uno de los puntos esenciales de la
rendición de cuentas. Dicho traspaso constituye el cumplimiento efectivo y final de la obligación
compleja que contrae el mandatario de ejecutar el negocio por cuenta y riesgo del mandante y
jurídicamente representa el pago de lo que el mandatario debe al mandante, la prestación de lo que
se debe.
Distinguimos al efecto:
1- Traspaso de los derechos personales = Si el mandatario ha contratado a su propio nombre,
terminada su misión deberá traspasar al mandante los créditos adquiridos contra los terceros.
Esta cesión de créditos, si bien se ejecuta en cumplimiento de obligaciones contraídas por el
mandatario a favor del mandante, está sujeta a las reglas del derecho común, y por lo tanto,
será necesaria la entrega del título y la notificación al deudor en los casos en que por regla
general se requiera. Perfeccionada la cesión, podrá el mandante dirigirse contra los terceros y
al hacerlo no invocará su calidad de mandante, que a los terceros es inoponible, sino la de
cesionario.
2- Traspaso de los derechos reales = Lo que se dice de los créditos, es igualmente aplicable a los
demás derechos que el mandatario haya adquirido para su mandante, en virtud de actos,
contratos y convenciones ejecutados o celebrados en su propio nombre. Por lo tanto, el
mandatario deberá hacer tradición al mandante, de las cosas adquiridas para éste. El título
traslaticio de dominio necesario para la validez de la tradición, según el art. 675, será el
mismo contrato de mandato.
3- Traspaso de las deudas = El mandante debe cumplir las obligaciones contraídas por el
mandatario a su propio nombre, en la medida que dichas obligaciones se enmarquen en el
cometido encargo. Por eso el mandante, junto con recibir los créditos y derechos reales, debe
hacerse cargo de las deudas. Con todo, el traspaso de las deudas al mandante no libera al
mandatario frente a los terceros que contrataron con él (y que ignoraban la existencia del
mandante) según las reglas generales (de lo contrario, operaria una novación por cambio de
deudor, sin que el acreedor consienta en ello, lo que contraviene el art. 1635 CC). De tal
forma, si el mandatario fuere demandado por el tercero, no podrá excepcionarse alegando que
el deudor es el mandante. Este, a su vez, en el supuesto de haber aceptado el traspaso de las
deudas, estará obligado frente a los terceros con el carácter de codeudor solidario o
subsidiario, según decida el tribunal interpretando la naturaleza o espíritu del convenio. Por lo
tanto, los terceros podrán dirigirse contra el mandatario o contra el mandante, para exigir el
cumplimiento de la obligación. Podríamos afirmar que después del traspaso de las deudas al
mandante, tanto este como el mandatario están “obligados a la deuda”, pero en la
“contribución a la deuda”, el mandante ha de reembolsar al mandatario, si este hubiere
pagado.
499
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
500
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
501
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c. Efectos entre el mandatario y los terceros con quienes contrata, cuando el mandatario se
excede en sus atribuciones.
¿Qué ocurre a su vez con la responsabilidad del mandatario frente a los terceros con quienes
contrató extralimitándose en su mandato? De acuerdo al art. 2154 CC no es responsable en
principio, a menos que se encuentre en una de las siguientes situaciones:
c.1-Cuando el mandatario no ha dado a los terceros suficiente conocimiento de sus
poderes= La falta de diligencia es imputable al mandatario, protegiendo la ley a los
terceros de buena fe que han contratado con el mandatario, creyendo que sus poderes eran
más amplios que los que en definitiva tenía.
Ej: Se otorgó una contraescritura mediante la cual se le restaron facultades al
mandatario y no informó de ello a los terceros ni se practicó anotación al margen de la
primera escritura, dando cuenta de la modificación del mandato.
Stitchkin señala que la responsabilidad del mandatario ante los terceros, es de carácter
extracontractual, y emana de la culpa o del dolo, es decir, se trata de un cuasidelito o de un
delito civil. Ello, porque entre el mandatario que actúa en representación del mandante y
los terceros que contratan con él, no hay vinculo jurídico, éste, nace entre mandante y
dichos terceros. La importancia de esta conclusión reside en la prueba, si los terceros
pretenden que el mandatario es responsable por no haberles dicho suficiente conocimiento
de sus poderes, deberán probar esta circunstancia y a falta de esta prueba el mandatario
será absuelto. En efecto, no olvidemos que la culpa o el dolo, en materia extracontractual,
debe ser probada por quien la alega, en este caso, el tercero que contrató con el
mandatario.
502
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2- Cuando debe salirse de los límites del mandato por una necesidad imperiosa.
→ EJECUCIÓN PARCIAL DEL MANDATO (ART. 2161 CC):
Art. 2161 CC = “Cuando por los términos del mandato o por la naturaleza del negocio apareciere
que no debió ejecutarse parcialmente, la ejecución parcial no obligará al mandante sino en cuanto
le aprovechare.
El mandatario responderá de la inejecución del resto en conformidad al artículo 2167”.
El mandatario debe ejecutar íntegramente el encargo. La ejecución parcial del mandato no obliga al
mandante, sino en cuanto del cumplimiento del encargo reportare beneficio. Además, el mandatario
deberá indemnizar al mandante los perjuicios que la ejecución parcial le irrogare. Así por ejemplo,
cuando una inmobiliaria encargo al mandatario comprar simultáneamente varios inmuebles
contiguos, necesarios, atendida la sumatoria de sus superficies, para llevar adelante un proyecto
inmobiliario.
De la inejecución del resto, responderá el mandatario ante el mandante, por los perjuicios que al
último le ocasionare incumplimiento parcial. Se responde igual que en el caso de renuncia del
mandatario del art. 2167 CC.
2.- Obligación de proveer al mandatario de lo necesario para la ejecución del mandato (art.
2158 N°1).
De este modo si el mandante encarga al mandatario comprar un bien determinado, es lógico que le
proporcione el dinero necesario para pagar el precio, así como también de ciertos documentos,
como la copia del propio contrato de mandato, otorgado por escritura pública, que deberá exhibir el
mandatario a los terceros.
De acuerdo a la regla general del art. 2159 CC el mandatario podrá desistirse del encargo sin
responsabilidad ante el mandante, en caso que no se le provea de los recursos necesarios para
ejecutar el mandato. Ninguna obligación tiene el mandatario en orden a empeñar recursos propios
en la ejecución del cometido.
Nota: La obligación de cumplir las obligaciones contraídas por el mandatario, y la de proveer al
mandatario de lo necesario para la ejecución del mandato, son las únicas obligaciones del
mandante que nunca pueden faltar.
3.- Obligación de pagar al mandatario la remuneración estipulada o usual (art. 2158 N°3).
Tiene el mandante la obligación de pagar al mandatario la remuneración estipulada o usual. En
consecuencia, el mandante debe pagar la remuneración acordada, antes o después del contrato; a
falta de estipulación, la remuneración será la usual, esto es, la que se acostumbra a pagar por la
clase de servicios de que se trate.
En caso de desacuerdo de las partes, la remuneración será fijada por el juez.
503
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4.- Obligación de reembolsar al mandatario los gastos razonables causados por la ejecución
del mandato (art. 2158 N°2).
El mandante no esta obligado a reembolsar al mandatario cualquier gasto, sino los “razonables”, es
decir, aquellos en que incurra un hombre medio, un buen padre de familia; en otras palabras, quien
debe responder de culpa leve.
5.- Obligación de pagar al mandatario las anticipaciones de dinero, más los intereses
corrientes devengados que hubiere aportado este al ejecutar su cometido (art. 2158 N°4).
Esto, porque no resulta razonable que el mandatario soporte gastos por él financiados, pero que
resultaron imprescindibles para llevar a cabo el cometido encargado por el mandante.
Stitchkin refiere que las anticipaciones de dinero que el mandatario hace durante el desempeño de
su cometido, importan un contrato de mutuo ejecutado bajo la forma de un acto jurídico consigo
mismo (art. 2145 CC). En consecuencia, terminado el mandato puede exigir el reembolso de las
sumas prestadas o anticipadas al mandante aún sin el conocimiento de éste. Tal como dispone el art.
2158 CC, el mandante, además de restituir las anticipaciones, es decir, el capital que invirtió, debe
los intereses corrientes. Agrega Stitchkin que la ley impone al mandante esta obligación de pagar
los intereses corrientes en parte para premiar el celo del mandatario y en parte para sancionar la
negligencia del mandante que no lo ha provisto de lo necesario para la ejecución del mandato.
Recuérdese que el mandatario habría podido desistirse legítimamente de llevar adelante el negocio,
y si no lo hace y anticipa sus propios dineros para llevarlo a buen término, su celo e interés deben
ser premiados. Los intereses se deben desde el día que se anticiparon dineros.
6.- Obligación de indemnizar al mandatario de las pérdidas que haya sufrido sin culpa y por
causa del mandato (art. 2158 N°5).
Esta última obligación es una consecuencia natural de la propia definición de mandato, en aquella
parte que expresa que el mandatario se hace cargo de uno o más negocios de su mandante por
cuenta y riesgo de éste. Ello implica que no sólo las consecuencias jurídicas y económicas del
negocio deben recaer en definitiva sobre el mandante, sino también que el mandatario no debe sufrir
ningún perjuicio derivado de la gestión, salvo que provenga de su propia culpa. Se ha concluido que
la responsabilidad del mandante es contractual y que toca al mandatario probar la existencia del
daño, su falta de culpa y la relación de causalidad que debe existir entre el daño experimentado y su
actividad como mandatario. Destaca también nuestra doctrina que aunque la responsabilidad del
mandante se califique de contractual, tiene interés porque este no puede eludir el cumplimiento de
la obligación indemnizatoria alegando que no hubo culpa de su parte. De ahí que sostenga Stitchkin
que la culpa como elemento de la responsabilidad contractual, tiene interés cuando se infringe una
obligación que emana del contrato, y en este caso el mandante no ha faltado a ninguna. Si el
mandante debe reparar los perjuicios es porque la ley lo obliga a ello. Por eso a Orrego le parece
más acertado decir que la responsabilidad del mandante es simplemente legal, fundada en el
principio de que quien se aprovecha de la actividad ajena debe soportar también los riesgos que
entraña emplear el trabajo de otra persona en provecho propio.
Se puede concluir, entonces, que la eventual responsabilidad contractual del mandante es de
naturaleza objetiva, es decir, sin culpa, y fundada en la teoría del riesgo creado.
504
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Pero si el mandante logra probar que los perjuicios sufridos por el mandatario se deben a su propio
actuar negligente, nada deberá el primero al segundo por este concepto. Se aplicará aquí el aforismo
“nadie será oído cuando pretenda aprovecharse de su propia torpeza”.
→ INCUMPLIMIENTO DEL MANDANTE (art. 2159 CC):
Art. 2159 CC = “El mandante que no cumple por su parte aquello a que es obligado, autoriza al
mandatario para desistir de su encargo”.
La infracción del mandante de las obligaciones que le impone el mandato autoriza al mandatario
para excusarse del desempeño del cargo.
→ DERECHO LEGAL DE RETENCIÓN DEL MANDATARIO (art. 2162 CC):
Art. 2162 CC = “Podrá el mandatario retener los efectos que se le hayan entregado por cuenta del
mandante para la seguridad de las prestaciones a que éste fuere obligado por su parte”.
Para garantizar al mandatario sus créditos por el concepto de gastos, anticipos, pérdidas y
honorarios, la ley le otorga el derecho legal de retención.
505
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
506
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
507
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
508
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
509
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
510
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CARACTERISTICAS:
1- Bilateral, puesto que las partes contratantes se obligan recíprocamente.
Señala la definición legal las principales obligaciones que las partes contraen, el vendedor a
dar la cosa vendida y el comprador a pagar el precio. Tales son obligaciones esenciales que
el contrato genera para las partes y sin ellas el contrato no produce efectos civiles o
degenera en otro contrato diferente, de acorde al artículo 1444 CC.
2- Oneroso, ya que cada parte reporta en el contrato utilidad de la obligación que para con ella
se contrae y se grava con la que toma a su cargo.
3- Es generalmente conmutativo, ya que por regla general, las prestaciones a que se obligan
vendedor y comprador quedan perfectamente determinadas, sin que haya incertidumbre o
queden entregadas a contingencias. Cada parte sabe, con certeza, lo que obtendrá del
contrato. Dichas prestaciones “se miran” como equivalentes. Excepcionalmente, el contrato
de compraventa puede ser aleatorio, como en el caso de la compraventa de cosas que no
existen pero que se espera que existan, cuando expresamente se pacte el carácter aleatorio
del contrato, según dispone el art. 1813 CC, o sea, cuando aparezca que se compró la
suerte; en consecuencia, la conmutatividad no es de la esencia de la compraventa, sino sólo
su característica general. Lo aleatorio es excepcional en la compraventa.
4- Principal, porque subsiste por si mismo, sin necesidad de otra convención.
5- Generalmente consensual, ya que salvas las excepciones legales, el contrato de
compraventa es consensual y se perfecciona por el solo consentimiento de las partes.
511
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c- Finalmente, el consentimiento debe recaer sobre la venta misma, esto es, será preciso que
una de las partes quiera vender y la otra comprar.
Faltará el consentimiento al respecto cuando las partes sean víctimas de un error sobre la especie
de acto o contrato que se celebra, como si una de las partes entiende vender y la otra entiende
que se le hace una donación (error en el negocio; art. 1453).
512
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
513
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
514
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
515
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 1804 CC = “Si los contratantes no hubieren fijado plazo dentro del cual puedan retractarse,
perdiendo las arras, no habrá lugar a la retractación después de los 2 meses subsiguientes a la
convención, ni después de otorgada escritura pública de la venta o de principiada la entrega”.
> Las arras en señal de quedar convenidos o como parte del precio:
Esta clase de arras constituyen un testimonio de la celebración definitiva del contrato; en otras
palabras, constituyen un medio de prueba de su celebración.
Las partes carecen de la facultad de retractarse porque el contrato de compraventa ha quedado
perfecto, a menos que requiera el otorgamiento de escritura pública.
Art. 1805 inc.1 CC = “Si expresamente se dieren arras como parte del precio, o como señal de
quedar convenidos los contratantes, quedará perfecta la venta, sin perjuicio de lo prevenido en el
artículo 1801 inciso 2”.
Para que las arras se entiendan dadas en señal de quedar convenidos o como parte del precio es
necesaria la concurrencia copulativa de 2 circunstancias:
1- Que las partes la convengan expresamente
2- Que este convenio conste por escrito
Si así no fuere, se entienden las arras dadas en garantía y facultadas las partes para retractarse.
Art. 1805 inc. 2 CC = “No constando alguna de estas expresiones por escrito, se presumirá de
derecho que los contratantes se reservan la facultad de retractarse según los 2 artículos
precedentes”.
Las arras en garantía, pues, constituyen la regla general; para que pueda atribuírseles otro carácter
es necesario un pacto expreso y escrito.
Nota: Las arras también se reglamentan en el Código de Comercio, pero sus normas son inversas a
las del Código Civil: es decir, por regla general, en materia comercial las arras se dan como parte
del precio, y solamente por excepción dan a las partes el derecho de retractarse. Dispone el art.
107 del Código de Comercio: “La dación de arras no importa reserva del derecho de arrepentirse
del contrato ya perfecto, a menos que se hubiere estipulado lo contrario”. Por su parte, establece el
art. 108 del mismo Código: “La oferta de abandonar las arras o de devolverlas dobladas no
exonera a los contratantes de la obligación de cumplir el contrato perfecto o de pagar daños y
perjuicios”.
→ GASTOS DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA:
Supone el legislador que los gastos que demande el contrato de compraventa han sido tomados en
cuenta en el precio y establece que son de cargo del vendedor, salvo estipulación en contrario.
Art. 1806 CC = “Los impuestos fiscales o municipales, las costas de la escritura y de cualesquiera
otras solemnidades de la venta, serán de cargo del vendedor a menos de pactarse otra cosa”.
Los impuestos a que la disposición se refiere son obviamente los que graven la compraventa.
516
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
517
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
518
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
b.- Si la cosa existe sólo parcialmente, el contrato es viable. Pero como no existe íntegramente la
cosa vendida y el comprador no podrá obtener probablemente una satisfacción total, la ley le otorga
un derecho opcional, donde podrá el comprador a su arbitrio desistir del contrato, o darlo por
subsistente, abonando el precio a justa tasación (art. 1814 inc. 2 CC). Estos derechos competen sólo
al comprador si la cosa faltaba en una parte importante o digna de consideración.
La buena o mala fe del comprador y vendedor, entendiendo por tal su conocimiento o ignorancia de
la inexistencia de la cosa, no influye en la validez del contrato.
Pero tiene considerable importancia para otros efectos. Si el vendedor supo que la cosa no existía en
todo o parte debe reparar los perjuicios al comprador que lo ignoraba (art. 1814 inc. 3 CC).
> Venta de cosa futura o que se espera que exista:
Cosa futura es aquella que no existe al tiempo del contrato, pero se supone que existirá a posteriori.
La compraventa, en tal caso, se entiende celebrada bajo condición suspensiva de que la cosa llegue
a existir; fallida la condición, o sea, si la cosa no llega a existir, la compraventa no se habrá
perfeccionado.
Art. 1813 CC = “La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha
bajo la condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del contrato
aparezca que se compró la suerte”.
Esta especie de compraventa es muy común en la vida de los negocios. A compra a B mil quintales
de trigo de la próxima cosecha de su fundo; la compraventa existirá a condición de que se coseche
trigo y no habrá venta si el fundo nada produce.
> Venta de la suerte:
La compraventa de cosa futura es condicional. Suele, sin embargo, adoptar un carácter diverso.
El art. 1813 CC dispone que no se reputará condicional el contrato, subordinado a la condición de
que la cosa llegue a existir, cuando se estipule lo contrario o por la naturaleza del contrato aparezca
que se compró la suerte.
Lo vendido, en tal caso, no es la cosa que se espera que exista, sino la suerte o esperanza. No obsta
para que la venta sea perfecta, que la cosa no llegue a existir, la no existencia de la cosa no influye
en la validez del contrato, sino en el provecho que las partes reportarán de él, de modo que si no
llega a existir el comprador experimentará sencillamente una pérdida.
Por ejemplo, si un pescador vende por determinado precio los peces que saque en su red, el
comprador debe pagar el precio convenido, aunque no saque ninguno; lo vendido no fueron los
peces mismos, sino el azar de la pesca.
La venta de la suerte no es condicional, sino que pura y simple. El contrato en esta hipótesis es
eminentemente aleatorio.
519
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
520
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El comprador en tal caso, tiene el derecho a demandar el cumplimiento del contrato o su resolución,
con indemnización de perjuicios.
c.- Si entregada la cosa al comprador, el dueño de ella la reivindica, el vendedor está obligado a
sanear la evicción, esto es, a defenderle en el juicio y a indemnizarle en caso de producirse una
privación total o parcial de la cosa vendida.
No tiene el comprador este derecho si compró a sabiendas de ser ajena la cosa (art. 1852 inc. 3 CC).
> Venta de cosa ajena ratificada por el dueño.
El vendedor no puede transferir un dominio de que carece. Pero si el dueño de la cosa vendida
ratifica el contrato, adquirirá el comprador el dominio retroactivamente.
Art. 1818 CC = “La venta de cosa ajena, ratificada después por el dueño, confiere al comprador
los derechos de tal desde la fecha de la venta”.
> Adquisición ulterior del dominio por el vendedor.
Art. 1819 CC = “Vendida y entregada a otro una cosa ajena, si el vendedor adquiere después el
dominio de ella, se mirará al comprador como verdadero dueño desde la fecha de la tradición.
Por consiguiente, si el vendedor la vendiere a otra persona después de adquirido el dominio,
subsistirá el dominio de ella en el primer comprador”.
En la hipótesis, la tradición había operado sin intervención de la voluntad del primitivo dueño, y por
ende se trató de venta de cosa ajena. En este caso, si quien vendió llega a ser dueño después de
celebrar el contrato de venta, la ley entiende que la tradición hecha en favor del primer comprador,
surtió todos sus efectos, desde la fecha en que ella se efectuó, y no desde la fecha en que el
vendedor llegó a ser dueño.
De ahí que la última parte del precepto contenga una advertencia al vendedor: no debe intentar
vender la cosa nuevamente a otra persona, pues el primer comprador ya se hizo dueño de la misma.
El art. 1819 constituye una aplicación del art. 682, ubicado en el título de la tradición, que dispone:
“Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a su nombre, no se
adquieren por la tradición otros derechos que los transmisibles del mismo tradente sobre la cosa
entregada. / Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste transferido
desde el momento de la tradición”.
C.- EL PRECIO.
c.1- El precio es requisito esencial en la compraventa:
Tampoco se concibe el contrato de compraventa sin un precio, que es el dinero que el comprador da
por la cosa vendida.
Si falta el precio, carece de objeto la obligación del comprador; no puede existir su obligación y,
como consecuencia, carecería de causa la obligación del vendedor.
521
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
522
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
también con relación a la cosa de la cual es su equivalente. Esto quiere decir que entre el precio y el
valor de la cosa haya cierta proporción; de lo contrario, no existe en realidad. Cuando la
desproporción es muy considerable, cuando la equivalencia del precio y de la cosa vendida no
existe ni en la intención de las partes, siquiera, el precio es irrisorio. En una palabra, no hay precio,
como ocurriría si vendiera mi casa en un peso. Es indiscutible que aquí no hay venta porque el
precio no existe, ya que no es presumible que las partes hayan mirado como equivalente dos cosas
que ni se aproximan lejanamente. El precio irrisorio se llama también ilusorio y como tal no puede
dar vida un contrato que tiene como base la equivalencia, si no es real, al menos aparente de las
prestaciones. Pothier enseñaba que si el precio no tenía ninguna proporción con la cosa vendida, no
había venta porque ese no era precio (…) El precio es el valor en que las partes estiman la cosa
vendida, decía, y no es de presumir que tengan la intención de estimar esa cosa en un valor muy
lejano del que en realidad tiene”.
¿Qué criterio objetivo podríamos emplear para concluir que el precio en una compraventa no es
irrisorio? La pregunta es relevante, porque la doctrina alude también al precio vil, en oposición al
precio justo. En efecto, si bien el precio debe ser real o serio, no es menester que sea justo; precio
justo es el que equivale al valor de la cosa, en oposición a precio vil, que no refleja tal equivalencia.
La vileza del precio no obsta, por regla general, a la validez del contrato de compraventa. Sólo
excepcionalmente, en la compraventa de inmuebles, la ley exige una justicia relativa en el precio,
operando la lesión enorme cuando existe una desproporción grave en las prestaciones, es decir, en el
precio y en el valor del inmueble.
Ahora bien, tratándose de la compraventa de bienes muebles, aun siendo vil el precio, no viciaría el
acto jurídico. Lo que quiere decir que el precio irrisorio no debe confundirse con el precio vil.
¿Dónde podríamos trazar, con cierta objetividad, la línea que separa el precio justo, el precio vil y el
precio irrisorio? Como criterio general, y aunque resulte necesario analizar este tópico en cada caso,
parece razonable lo siguiente:
● El precio justo será aquél que no es inferior a la mitad del valor real o comercial de la cosa. Por
cierto, estamos aplicando aquí el criterio del Código Civil en materia de lesión enorme. Tampoco
será justo el precio, cuando excede del doble del valor real o comercial de la cosa. Obsérvese que el
concepto de precio justo opera tanto si se paga menos, como también si se paga más, de la mitad o
del doble, respectivamente, del valor de la cosa. En cambio, los conceptos de precio vil y de precio
irrisorio, sólo operan cuando se paga menos de cierta cantidad, que intentaremos precisar
seguidamente.
● El precio vil será entonces aquél en que se paga menos de la mitad del valor real o comercial de la
cosa. Según el Diccionario de la Lengua, “vil”, en una de sus acepciones, es lo “bajo, despreciable”.
Dicho precio vil viciará el contrato sólo si se trata de la venta voluntaria de inmuebles. En cambio,
si estamos ante la venta forzada de inmuebles o ante la venta de bienes muebles, a pesar de que lo
que se paga es una suma bastante inferior al verdadero valor de la cosa, el contrato será válido.
Alessandri, citando a Planiol, señala respecto del precio vil lo siguiente: “Hay además otro precio
que, sin ser el verdadero, es decir el real, es sin embargo susceptible de dar origen al contrato de
venta. Es el precio vil. Se llama precio vil según Planiol el precio serio que es de tal inferioridad al
valor real de la cosa que el vendedor sufre una pérdida que no es proporcionada con los riesgos
523
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ordinarios de los negocios. Esta pérdida que sufre el vendedor se llama lesión y proviene de no ser
justo el precio. Según nuestro Código Civil, precio vil es el no justo, o sea aquel que, según el
artículo 1889, constituye lesión enorme. El precio vil es un precio serio, un precio que forma el
contrato de venta, aun cuando causa perjuicio al vendedor. Por esta razón la venta, en caso de tener
un precio vil, existe”.
● Sin duda, las mayores dificultades surgen cuando se trata de precisar o cuantificar el precio
irrisorio. Pero también aquí podríamos proponer como criterio general, el siguiente: si el precio vil
es aquél inferior a la mitad del justo precio, el precio irrisorio bien podría ser aquél que es menor a
la mitad del precio vil. O en otras palabras: precio irrisorio podría ser aquél que no supera la cuarta
parte del valor real o comercial de la cosa.
Insistimos que lo expuesto previamente no debe entenderse como algo rígido ni exacto, sino como
un criterio general; como un punto de partida que el juez podría tener, para analizar el caso con sus
propios méritos. Por cierto, la trascendencia que tiene precisar qué se puede entender por precio
irrisorio, dice relación con la compraventa de bienes muebles, inatacable a través de la acción
rescisoria por lesión enorme.
En este contexto, la sanción de nulidad por un precio irrisorio es una consecuencia del principio
general que rige en nuestro Derecho Civil, a saber, el principio de no dañar a otro, expresado desde
la época del Derecho romano bajo la fórmula alterum non laedere. Si este deber de omisión
genérico se quebranta y causamos daño a un tercero y si dicho daño es imputable a nuestra culpa o
dolo, debemos responder. En efecto, en tal caso, la sanción que se nos aplicará lleva envuelta la idea
de reparación, expresada en el principio de que todo acto ejecutado por una persona, con o sin la
intención de producir efectos jurídicos, que causa daño a otro, crea para su autor la obligación de
repararlo (art. 2314 del Código Civil). Pues bien, en la celebración de un contrato nulo, hay un
ilícito civil de quienes lo celebran dolosa o culpablemente, causando daño a su contraparte. La
primera vía para reparar tal ilicitud, será que el acto írrito sea declarado inválido. Luego, la parte
afectada podría accionar reclamando para que se le indemnicen los perjuicios derivados de tal hecho
ilícito. Todo esto, porque a fin de cuentas, el Derecho Civil es uno sólo, y los principios que
informan la responsabilidad contractual y extracontractual, en lo sustantivo, son los mismos. Por lo
demás, declarado nulo un contrato, mal podría alegarse que el sistema que lo rige sea uno de
responsabilidad contractual, pues para todos los efectos legales, tras esa declaración el acto se
entenderá no haber existido jamás.
Pero el contrato, en el caso que describimos, no sólo adolece de nulidad por carecer de causa para
una de las partes y de objeto para la otra parte, sino que también POR CARECER DE
CONSENTIMIENTO O VOLUNTAD. En efecto, de conformidad a lo previsto en el citado inciso 1° del
artículo 1801 del Código Civil, “La venta se reputa perfecta desde que las partes han convenido en
la cosa y en el precio”. Pues bien, como se ha razonado, al no existir en realidad precio por ser éste
irrisorio, mal puede entenderse que existió consentimiento o voluntad de las partes. Y habiéndose
omitido este requisito de todo acto o contrato, debe operar lo dispuesto en el artículo 1682 del
mismo cuerpo legal, y declarar por ende que el instrumento impugnado es nulo de nulidad absoluta.
Sobre el particular, se expresa en un fallo de septiembre de 1958, de la Corte de Santiago, que si los
antecedentes del proceso prueban que el precio fijado en la escritura de compraventa fue simulado,
524
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
debe concluirse que no ha habido precio real ni ha sido pagado y, consecuentemente, el mencionado
contrato es nulo, sin que sea bastante para sanear el vicio de nulidad la escritura de ratificación
otorgada por el vendedor, en la cual declara haber recibido el precio total (la interpretación que
fluye de esta sentencia, prueba también, en relación al art. 1700, que las partes pueden impugnar la
veracidad de las declaraciones que ellas mismas hubieren hecho en el instrumento público, ya que
se les permite probar mediante otra plena prueba, que las declaraciones no fueron sinceras).
En síntesis, podríamos expresar que se pueden presentar cuatro hipótesis respecto del precio de la
compraventa:
● Precio “justo”.
● Precio “vil”.
● Precio “irrisorio”.
● Precio “simulado”.
En la primera, el contrato es válido, sea que se vendan muebles o inmuebles. En la segunda, el
contrato es válido en la venta de muebles, pero será nulo en la de inmuebles. En las últimas dos, el
contrato es nulo, cualquiera sea la cosa que se vende.
c.2.3- Debe ser determinado o determinable:
El precio es determinado, cuando se le conoce con toda precisión, cuando se sabe exactamente a
cuánto asciende. Así, por ejemplo, las partes estipulan que el precio asciende a cincuenta millones
de pesos.
El precio es determinable, cuando no se indica exactamente su monto, pero se dan las bases para
llegar a conocerlo, en el propio contrato: art. 1808, incisos 1º y 2º: “El precio de la venta debe ser
determinado por los contratantes. / Podrá hacerse esta determinación por cualesquiera medios o
indicaciones que lo fijen”.
Así, por ejemplo, al celebrar la compraventa de 10.000 acciones de cierta sociedad anónima,
convienen las partes que el precio, se pagará en el plazo de 6 meses, y que ascenderá su monto al
equivalente a esas 10.000 acciones, según el valor que el día de pago, hayan tenido en la Bolsa de
Comercio de Santiago. O cuando se vende un terreno en el cual se desarrollará por el comprador un
proyecto inmobiliario y además de la suma pagada al vendedor al tiempo de la venta, se conviene
que recibirá el 10% de cada una de las ventas que lleve a cabo el comprador.
Como señalan en un voto disidente los Ministros Riesco y Saavedra, de la Corte de Santiago de 21
de junio de 1894, “Cuando la ley exige como solemnidad la escritura pública para determinadas
ventas, deben constar en el instrumento todas las circunstancias que constituyen el contrato, pues la
falta de ese instrumento no puede suplirse por otra prueba en los contratos en que la ley requiere
dicha solemnidad; de los artículos 1808 y 1809 se deduce que el precio determinable debe constar
de la misma escritura pública para la perfección de la venta; que de otro modo no se llenarían los
fines de la ley y se autorizaría en forma indirecta la renuncia de derechos que la ley no permite
renunciar en el contrato mismo, como sucedería con la lesión enorme en los casos en que proceda y
525
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
que es irrenunciable según el art. 1892, puesto que no constando de la escritura el verdadero precio
y no pudiendo suplirse por otro medio esta omisión, no existiría base para el ejercicio de la acción”.
A juicio de Alessandri, esta es la verdadera doctrina sobre la materia.
De cualquier manera, el precio “determinable”, cuando se trata de la venta de un bien inmueble,
debe encuadrarse en los límites de la lesión enorme. Pero se visualiza una dificultad: si la
determinación se produce cuando ya han transcurrido más de cuatro años contados desde la
celebración de la compraventa, y en tal momento se observa que en definitiva hay lesión enorme, la
parte afectada por la misma ya carecería de acción para demandar la rescisión del contrato.
Sea determinado o determinable, el precio no puede quedar al arbitrio de uno solo de los
contratantes, porque es de la esencia de la compraventa que las partes sepan, desde el momento de
celebrar el contrato, a qué se obligan. Sabemos que la venta se reputa perfecta, por regla general,
desde que las partes se han puesto de acuerdo en la cosa y en el precio. Si se deja la determinación
del precio al arbitrio de uno de los contratantes, quiere decir que las partes no se han puesto de
acuerdo en el mismo, y por tanto no puede haber compraventa.
Pero no es un obstáculo para que exista compraventa, la circunstancia que la determinación del
precio quede al arbitrio de un tercero, cuando las partes así lo han convenido.
Dispone el art. 1809: “Podrá asimismo dejarse el precio al arbitrio de un tercero; y si el tercero no
lo determinare, podrá hacerlo por él cualquiera otra persona en que se convinieren los
contratantes; en caso de no convenirse, no habrá venta. / No podrá dejarse el precio al arbitrio de
uno de los contratantes”.
En este caso, la venta es condicional, sujeta a la condición de que el tercero determine el precio. Si
el tercero no hiciere tal determinación, podrá hacerla otra persona designada por las partes; si no se
designa, no habrá en definitiva compraventa. Como indica Alessandri, si el tercero fija el precio, la
condición se cumple y el contrato se reputa perfecto desde el día en que se celebró y no desde el día
en que aquél se fijó, porque esa fijación era una condición suspensiva que, una vez cumplida,
produce efecto retroactivo. En cambio, si el tercero no fija el precio, no hay venta por falta de
precio. Se extingue todo derecho y toda expectativa y se considera como si las partes no hubieran
contratado jamás.
De tal forma, pueden darse las siguientes hipótesis:
1.- El precio puede ser determinado por las partes.
La forma normal de determinar el precio es el acuerdo de las partes (art. 1808 inc. 1 CC).
Esta determinación se hará regularmente en el contrato, pero no hay inconveniente para hacer la
determinación a posteriori, sobre las bases señaladas en el contrato. gozan las partes de amplia
libertad para determinar la manera de como se ha de fijar el precio (art. 1808 inc. 2 CC).
Por su parte, y como aplicación de la regla antedicha, en las ventas de cosas fungibles que se
venden al precio corriente de plaza, se entenderá, según el art. 1808, inc. 3º, el precio corriente al
tiempo de la entrega, a menos de expresarse otra cosa en el contrato.
526
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En este caso, el precio no se ha determinado en el contrato, pero se ha fijado una base para su
determinación. Para que se aplique la norma, deben concurrir los siguientes requisitos:
1. Debe tratarse de venta de cosas fungibles;
2. Dichas cosas deben venderse expresamente al precio de plaza.
El Código de Comercio, en su art. 139, establece una excepción a la regla general acerca del
acuerdo en el precio, al establecer que se presumirá, verificada la entrega de la cosa, que las partes
aceptan el precio corriente que la cosa tenga en el día y lugar en que se hubiere celebrado el
contrato; de haber distintos precios en el mismo día y lugar, el comprador deberá pagar el precio
medio. De tal forma, la compraventa será válida, no obstante no haber convenido las partes en el
precio, siempre y cuando se entregue la cosa vendida.
2.- El precio puede ser determinado por un tercero que las partes designan de común acuerdo.
3.- Nunca podrá dejarse la determinación del precio al arbitrio de una de las partes.
527
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
528
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La venta es hecha “en bloque” cuando no es necesario pesar, contar o medir para llegar a
determinar, sea la cosa vendida, sea el precio de la venta. La venta será a “peso, cuenta o medida”
cada vez que sea necesario pesar, contar o medir para determinar la cosa o el precio.
Pero los efectos de la venta son diversos según que la operación de pesar, contar o medir vaya
encaminada a determinar el precio total o la cosa que se vende:
a. Imagínese que se venden ciertas cosas determinadas, pero que para establecer su precio total
sea necesario pesarlas, contarlas o medirlas.
Ej: Juan vende a Pedro el trigo que tiene en su bodega, a razón de $1.000 el quintal.
La venta se encuentra perfecta; las partes han convenido en la cosa y en la manera de fijar el
precio que consistirá en pesar, contar o medir las cosas vendidas.
Art. 1821 inc. 1 CC = “Si se vende una cosa de las que suelen venderse a peso, cuenta o
medida, pero señalada de modo que no pueda confundirse con otra porción de la misma cosa,
como todo el trigo contenido en cierto granero, la pérdida, deterioro o mejora pertenecerá al
comprador, aunque dicha cosa no se haya pesado, contado ni medido; con tal que se haya
ajustado el precio”.
b. Supóngase ahora, que se vende una cosa que es preciso contar, pesar o medir para
determinarla.
Ej: Juan le vende a Pedro 100 de las 500 toneladas de trigo que tiene en la bodega, al precio
de $1.000 la tonelada.
Se conoce el precio que es de $100.000; la operación de pesaje va encaminada a determinar la
cosa vendida. Puesto que la venta no recae sobre todo el trigo en la bodega, dicha operación
es indispensable para saber que parte del trigo es la vendida.
La venta se encuentra igualmente perfecta; pero los riesgos serán de cargo del comprador
desde que las cosas hayan sido pesadas, contadas o medidas.
Art. 1821 inc. 2 CC = “Si de las cosas que suelen venderse a peso, cuenta o medida, sólo se
vende una parte indeterminada , como diez fanegas de trigo de las contenidas en cierto
granero, la pérdida, deterioro o mejora no pertenecerá al comprador, sino después de
haberse ajustado el precio y de haberse pesado, contado o medido dicha parte”.
La operación de peso, cuenta o medida determina solamente de cargo de quien son los
riesgos; pero el contrato se encuentra perfecto.
Esta conclusión es indudable en merito de lo que dispone el art. 1822 CC.
Art. 1822 CC = “Si avenidos vendedor y comprador en el precio, señalaren día para el peso,
cuenta o medida, y el uno o el otro no compareciere en él, será éste obligado a resarcir al
otro los perjuicios que de su negligencia resultaren; y el vendedor o comprador que no faltó
a la cita podrá, si le conviene, desistir del contrato”.
Las partes disponen de estas acciones porque el contrato tiene existencia jurídica. Tales
acciones, en suma, se reducen a pedir el cumplimiento del contrato o su resolución, con
indemnización de perjuicios.
529
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
530
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
531
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
532
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 1826 inc. 1 CC = “El vendedor es obligado a entregar la cosa vendida inmediatamente
después del contrato o a la época prefijada en él”.
La época de la entrega, que no es resultado de una expresa estipulación, puede resultar de las
circunstancias del contrato, así el plazo para la entrega es tácito.
a.1.5- Derecho de retención del vendedor.
El vendedor tiene derecho a retener la cosa vendida en ciertas circunstancias, es decir, no está
obligado a entregar la cosa y carece el comprador del derecho de reclamarla:
1)- En primer término, no esta obligado el vendedor a entregar la cosa cuando el comprador no ha
pagado o no esta dispuesto a pagar el precio.
Art. 1826 inc. 3 CC = “Todo lo cual se entiende si el comprador ha pagado o está pronto a pagar
el precio integro o ha estipulado pagar a plazo”.
Para que el vendedor goce de este derecho legal de retención es necesario:
a. Que la cosa no haya sido entregada.
Para que sea posible al vendedor retener la cosa es obviamente indispensable que la tenga aún en
su poder.
b. Que el comprador no haya pagado el precio.
Como el derecho de retención es una garantía para el vendedor, encaminada a asegurar el pago del
precio, no se justifica que el vendedor resista la entrega, si este ha sido pagado.
Sin embargo, aunque el comprador no haya pagado el precio, no puede el vendedor retener la cosa
vendida si aquel esta pronto a pagarlo. El pago que el comprador ha hecho o está pronto a
verificar debe ser integro para que pueda reclamar la entrega de cosa. Si no ha pagado o está llano
a pagar el precio en su totalidad, podrá el vendedor retener la cosa vendida.
c. Que no se haya fijado plazo para el pago.
Si se convino un plazo para el pago del precio, las partes han postergado voluntariamente el
cumplimiento de la obligación del comprador; la falta de pago no autoriza al vendedor para
retener la cosa.
2)- Aunque se haya convenido un plazo para el pago del precio, puede el vendedor retener la cosa,
cuando se vea en peligro de perderlo como consecuencia de una disminución considerable de la
fortuna del comprador.
Art. 1826 inc. 4 CC = “Pero si después del contrato hubiere menguado considerablemente la
fortuna del comprador, de modo que el vendedor se halle en peligro inminente de perder el precio,
no se podrá exigir la entrega aunque se haya estipulado plazo para el pago del precio, sino
pagando, o asegurando el pago”.
Como la facultad de retener la cosa tiene por finalidad asegurar el pago del precio, cesa esta
facultad cuando el comprador la cauciona de alguna manera eficaz.
533
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
534
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: Concordante con esta regla y para evitar posibles dificultades, el artículo 1829 expresa: “La
venta de una vaca, yegua u otra hembra comprende naturalmente la del hijo que lleva en el vientre
o que amamanta; pero no la del que puede pacer y alimentarse por si solo”.
b.- Igualmente pertenecen al comprador los frutos, tanto naturales como civiles, que la cosa vendida
produzca después de celebrado el contrato.
El art. 1816 CC modifica, en verdad, las reglas de los arts. 646 y 648, que disponen que los frutos
naturales y civiles de una cosa pertenecen a su dueño. El comprador no hace suyos los frutos desde
que, en virtud de la tradición, se convierte en propietario, sino desde la celebración del contrato.
La regla del art. 1816 CC tiene 3 excepciones:
- Cuando las partes han señalado un plazo para la entrega porque los frutos pertenecen al
vendedor, en tal caso, hasta el vencimiento del plazo.
- Cuando la cosa debe entregarse cumplida una condición, porque los frutos pertenecerán
igualmente al vendedor hasta que la condición prevista se cumpla.
- Cuando las partes han estipulado cláusulas especiales, en cuyo caso los frutos pertenecerán
a comprador o vendedor, según lo estipulado en el contrato.
a.1.10- Accesorios de la cosa vendida.
No establece el CC una disposición de carácter general que disponga que la cosa vendida debe
entregarse con sus accesorios. Solamente el art. 1830 CC dispone: “En la venta de una finca se
comprenden naturalmente todos los accesorios, que según los artículos 570 y siguientes se reputan
inmuebles”.
Pero la regla es igualmente aplicable a la venta de cosas muebles.
a.1.11- Riesgos de la cosa vendida.
De acuerdo con la regla del art. 1550 CC, el riesgo de la especie o cuerpo cierto cuya entrega se
debe es de cargo del acreedor. El art. 1820 CC aplica esta norma al contrato de compraventa y pone
los riesgos a cargo del comprador.
Art. 1820 CC = “La pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto que se vende,
pertenece al comprador, desde el momento de perfeccionarse el contrato, aunque no se haya
entregado la cosa; salvo que se venda bajo condición suspensiva, y que se cumpla la condición,
pues entonces, pereciendo totalmente la especie mientras pende la condición la perdida será del
vendedor, y la mejora o deterioro pertenecerá al comprador”.
Por consiguiente, la pérdida de la cosa vendida proveniente de un caso fortuito o fuerza mayor,
extingue la obligación del vendedor de entregarlo; pero el comprador en cambio deberá pagar el
precio.
Si la cosa se ha deteriorado o perecido parcialmente, debe el comprador igualmente soportar el
deterioro porque habrá de recibirla en el estado en que se encuentre.
535
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Como justa compensación, pertenecen al comprador, sin costo alguno, las mejoras de la cosa y,
como se dijo, sus frutos.
La regla es aplicable a la venta de cosas genéricas que se hace en bloque o que deben ser pesadas,
contadas o medidas para determinar el precio total.
La norma tiene excepciones:
1.- En la compraventa subordinada a una condición suspensiva.
La pérdida fortuita de la cosa debe soportarla el vendedor, cuando esta sobreviene pendiente la
condición.
Junto con extinguirse la obligación del vendedor de entregar la cosa, se extingue la del comprador
de pagar el precio. Soporta el vendedor el riesgo porque sufre la pérdida de la cosa, sin recibir
ninguna compensación.
La pérdida fortuita parcial o deterioro pertenece al comprador porque debe recibir la cosa en el
estado de deterioro en que se encuentre, sin derecho a que se le rebaje el precio.
Es necesario que la condición se cumpla. Si falla la condición, no hay ni ha habido contrato y la
pérdida o deterioro pertenecerán al dueño de la cosa, el frustrado vendedor.
2.- En la venta a peso, cuenta o medida en que los operaciones de pesar, contar o medir tienen por
objeto determinar la cosa vendida.
La pérdida, deterioro o mejora pertenecen al comprador solo desde que tales operaciones se
verifiquen.
3.- En la compraventa al gusto.
Los riesgos son del comprador desde que ha expresado que la cosa le agrada y mientras tanto
corresponden al vendedor.
a.1.12- La entrega en la venta de predios rústicos.
Un predio rustico dice el art. 1831 CC puede venderse con relación a su cabida o como especie o
cuerpo cierto. Esto significa que la venta puede verificarse tomando en consideración la cabida del
predio o desentendiéndose de ella.
Se comprende que si se vende un predio con relación a su cabida o superficie, pueden surgir
dificultades con motivo de que la cabida real sea mayor o menor que la expresada en el contrato y
que tales dificultades no pueden plantearse si la venta se hace sin tomar en cuenta la superficie o
cabida del predio.
Importa precisar, por tanto, cuando se entiende vendido un predio con relación a la cabida y cuando
como especie o cuerpo cierto.
Art. 1831 inc. 2 CC = “Se vende con relación a su cabida, siempre que ésta se expresa de cualquier
modo en el contrato, salvo que las partes declaren que no entienden hacer diferencia en el precio,
aunque la cabida real resulte mayor o menor que la cabida que reza el contrato”.
536
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Pero no es exacto que la venta sea hecha en relación a la cabida cada vez que se exprese en el
contrato; si la cabida se indica como un dato meramente ilustrativo, la cosa debe entenderse vendida
como cuerpo cierto.
En líneas generales, la venta se entiende efectuada con relación a la cabida siempre que:
1- La cabida se exprese en el contrato
2- El precio se fije con relación a ella
3- Las partes no renuncien a las acciones resultantes de que la cabida real sea diversa de la que
reza el contrato
Art. 1831 inc. 3 y 4 CC = “Es indiferente que se fije directamente un precio total, o que éste se
deduzca de la cabida o número de medidas que se expresa, y del precio de cada medida.
Es asimismo indiferente que se exprese una cabida total o las cabidas de las varias porciones de
diferentes calidades y precios que contenga el predio, con tal que de estos datos resulte el precio
total y la cabida total”.
En cambio un predio se entiende vendido como cuerpo cierto cada vez que:
1- La cabida no se exprese en el contrato
2- Las partes mencionen la cabida, pero expresa o tácitamente declaren que es un dato puramente
ilustrativo y que no hacen cuestión por los defectos de ella
→ EFECTOS DE LA VENTA CON RELACIÓN A LA CABIDA.
En la venta hecha con relación a la cabida podrá plantearse una de estas 2 cuestiones: que la cabida
real del predio sea “mayor” o “menor” que la cabida declarada en el contrato.
a.- Si la cabida real (esto es, la superficie que realmente mide el predio) es mayor que la expresada
en el contrato, podrá ser “poco” o “mucho” mayor. Naturalmente las consecuencias son diferentes.
Pero el legislador ha debido señalar una pauta exacta.
Considera que la cabida real es “mucho mayor” cuando el precio del sobrante excede de la decima
parte del precio de la verdadera cabida. Ej: Se venden 1.000 m2 en $100 a razón de $1 el m2; la
cabida real del predio resulta ser de 1.050 m2. El precio del exceso es de $5 y el precio de la cabida
real es de $105, el sobrante no alcanza a la decima parte.
En este caso, el vendedor tendrá derecho a que se le aumente proporcionalmente el precio.
En el mismo ejemplo propuesto: Supóngase que la cabida real es de 1.200 m2; el precio del exceso
seria de $20 y el precio de la cabida real de $120, el exceso es superior a la decima parte.
En esta última hipótesis, queda al arbitrio del comprador desistir del contrato o aumentar el precio
de manera proporcional, si desiste, se le resarcirán los perjuicios según las reglas generales (art.
1832 CC).
b.- Si la cabida real es menor que la declarada en el contrato, del mismo modo, podrá ser “poco” o
“mucho” menor.
537
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Considera el legislador que la cabida real es mucho menor cuando el precio de la cabida que falta
excede de la decima parte del precio de la cabida declarada. Ej: Se venden 1.000 m2 en $1.000, esto
es a razón de $1 el m2; el predio tiene en verdad, una superficie de 950 m2. El precio de la cabida
que falta es de $50, inferior a la decima parte del valor de la cabida declarada.
En tal caso, si la cabida real es menor que la cabida declarada, deberá el vendedor completarla; y si
esto no le fuere posible, o no se le exigiere, deberá sufrir una disminución proporcional del precio.
Supóngase, en el ejemplo propuesto: Supóngase que la cabida real es de 800 m2; el precio de la
cabida que falta es de $200, superior a la decima parte del precio de la cabida declarada que es de
$1.000.
Entonces si el precio de la cabida que falte alcanza a más de una decima parte del precio de la
cabida completa, podrá el comprador, a su arbitrio, o aceptar la disminución del precio o desistir del
contrato.
→ EFECTOS DE LA VENTA DE UN PREDIO COMO CUERPO CIERTO.
La compraventa de un predio rustico como cuerpo cierto no plantea ningún problema de cabida;
justamente para zanjar toda dificultad al respecto los contratantes realizan la venta ad-corpus.
Art. 1833 inc. 1 CC = “Si el predio se vende como un cuerpo cierto, no habrá derecho por parte
del comprador ni del vendedor para pedir rebaja o aumento del precio, sea cual fuere la cabida del
predio”.
Pero aunque no pueda suscitarse cuestión por la superficie del predio, el vendedor debe entregar
todo lo que se comprenda en sus deslindes.
Art. 1833 inc. 2 CC = “Sin embargo, si se vende con señalamiento de linderos, estará obligado el
vendedor a entregar todo lo comprendido en ellos; y si no pudiere o no se le exigiere, se observará
lo prevenido en el inciso 2 del artículo precedente”.
Nota: No se concibe una venta sin señalamiento de linderos. No podría inscribirse porque el
reglamento del CBR dispone que la inscripción mencione “el nombre y linderos del fundo”.
Por lo tanto será menester averiguar si la parte que falta dentro de los linderos excede o no la
decima parte de lo que en ellos se comprende. Si no excede, el comprador podrá reclamarla o pedir
una rebaja del precio; si excediere, podrá pedir la rebaja proporcional del precio o desistir del
contrato con indemnización de perjuicios.
* Aplicación de los artículos 1832 y 1833 a cualquier conjunto de mercaderías.
El art. 1835 CC dispone que las reglas de los artículos 1832 y 1833 se aplican a cualquier todo o
conjunto de efectos o mercaderías.
Ej: Si se vende un rebaño de 100 animales, a razón de $10 cada uno y faltan algunos, el comprador
podrá pedir que se le entreguen los que faltan, que se rebaje el precio o desistir del contrato, según
los varios casos.
538
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
* Prescripción.
Las acciones que otorgan los artículos 1832 y 1833 prescriben en corto tiempo. El art. 1834 CC
dispone que “las acciones dadas en los 2 artículos precedentes expiran al cabo de un año, contado
desde la entrega”.
Las acciones de que se trata son:
1- La acción del vendedor para exigir un aumento del precio cuando la cabida real es mayor que
la declarada.
2- La acción del comprador para pedir la rebaja del precio cuando la cabida declarada es menor
que la cabida real.
3- La acción del comprador para exigir la entrega de la cabida que falta en el mismo caso.
4- La acción del comprador para desistir del contrato.
* Acción rescisoria por lesión enorme.
Las acciones especiales otorgadas a comprador y vendedor no les privan de la acción rescisoria por
lesión enorme, cuando las diferencias de cabida sean de tal importancia que constituyan una lesión
de esta índole.
a.1.13- Consecuencia de la falta de entrega de la cosa vendida.
El incumplimiento de la obligación del vendedor de entregar la cosa produce las consecuencias que
prevé la regla general del art. 1489 CC, el derecho alternativo para el comprador de pedir el
cumplimiento o la resolución del contrato, con indemnización de perjuicios.
Art. 1826 inc. 2 CC = “Si el vendedor por hecho o culpa suya ha retardado la entrega, podrá el
comprador a su arbitrio perseverar en el contrato o desistir de él, y en ambos casos con derecho
para ser indemnizado de los perjuicios según las reglas generales”.
Condiciones en que el comprador puede optar por el ejercicio de estos derechos:
1- Que el vendedor retarde la entrega por su hecho o culpa o más exactamente, que se encuentre
en mora de cumplir.
2- Que el comprador haya pagado o esté pronto a pagar el precio o haya estipulado pagarlo a
plazo.
A.2- Obligación de saneamiento.
Art. 1824 CC = “Las obligaciones del vendedor se reducen en general a dos: la entrega o
tradición, y el saneamiento de la cosa vendida.
La tradición se sujetará a las reglas dadas en el título VI del Libro II”.
El art. 1824 CC señala como segunda obligación del vendedor, el saneamiento de la cosa vendida.
No basta que el vendedor entregue la cosa vendida, es preciso que la entregue en condiciones tales
que el comprador pueda gozar de ella tranquila y útilmente.
539
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
No logrará el comprador una posesión tranquila o pacifica de la cosa vendida cuando se vea turbado
en dicha posesión a consecuencia de los derechos que terceros hagan valer con relación a ella.
No obtendrá una posesión útil si la cosa adolece de defectos que la hacen inadecuada para el objeto
que tuvo en vista al comprarla.
En uno y otro caso el comprador quedaría defraudado en sus justas expectativas, si no dispusiera de
recursos para exigir del vendedor que le ampare en la posesión y subsane los vicios o defectos de la
cosa. Este recurso es la “acción de saneamiento”.
En virtud del contrato de compraventa, en efecto, el vendedor se obliga a garantizar al comprador la
posesión tranquila y útil de la cosa que vende. Se obliga, en otros términos, al saneamiento.
El art. 1837 CC señala este doble objetivo de la obligación de saneamiento.
Art. 1837 CC = “La obligación de saneamiento comprende dos objetos: amparar al comprador en
el dominio y posesión pacifica de la cosa vendida, y responder de los defectos ocultos de ésta,
llamados vicios redhibitorios”.
* Características de la obligación de saneamiento =
1.- De la naturaleza del contrato de compraventa: Le pertenece sin necesidad de estipulación, pero
puede ser modificada, y aun eliminada, sin que por ello el contrato deje de existir o degenere en otro
distinto.
2.- Es de carácter condicional: Se hace exigible a condición de que ocurran ciertos hechos que
pueden suceder o no.
Mientras tanto, la obligación permanece en un estado latente; se concreta y torna exigible si el
comprador es turbado en la posesión de la cosa (saneamiento de la evicción) o si el comprador no
logra un adecuado provecho de la cosa por los defectos de que adolece (saneamiento de los vicios
redhibitorios).
3.- De garantía: En virtud del contrato el vendedor se obliga a garantizar al comprador la posesión
tranquila y útil de la cosa que vende.
A.2.1- Saneamiento de la evicción.
a.2.1.1- Objeto de la obligación de saneamiento de la evicción.
La obligación de sanear la evicción tiene por objeto, amparar al comprador en el dominio y
posesión pacifica de la cosa vendida.
Este amparo del comprador se traduce en su defensa cada vez que sea victima de la agresión de
terceros que pretendan derechos sobre la cosa, que embaracen su goce y turben su posesión. Si
fracasa en su empresa y sobreviene la evicción, o sea, es privado el comprador de todo o parte de la
cosa comprada, esta obligado el vendedor a indemnizarle.
Por tanto, la obligación de saneamiento de la evicción persigue 2 fines o se desarrolla en 2 etapas:
1- Defender al comprador contra los terceros que reclaman derechos sobre la cosa
540
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
541
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
De este modo la evicción “es la privación que experimenta el comprador de todo o parte de la cosa
comprada, en virtud de una sentencia judicial, por causa anterior a la venta”.
a.2.1.5- Elementos de la evicción.
1.- Que el comprador sea privado de todo o parte de la cosa vendida (privación total o parcial).
La que constituye esencialmente la evicción es la privación que experimenta el comprador de todo o
parte de la cosa.
La evicción puede ser, por tanto, “total” o “parcial”. Cualquiera que sea la magnitud de la turbación
que sufra el comprador tiene derecho al saneamiento.
Ejemplo de evicción total: Cuando siendo ajena la cosa vendida, el dueño la reivindica.
Ejemplo de evicción parcial: Si un tercero reclama sobre la cosa vendida un derecho de usufructo
o servidumbre.
2.- Que esta privación tenga lugar por una sentencia judicial (necesidad de una sentencia judicial).
Puesto que la evicción es una derrota judicial del comprador, supone un proceso y una sentencia que
desposea a este total o parcialmente de la cosa.
Se siguen de lo dicho diversas consecuencias que importa destacar:
a. Los reclamos extrajudiciales que terceros formulen al comprador, pretendiendo derechos
sobre la cosa, no hacen exigible la obligación de saneamiento.
Dichos reclamos podrán inspirar al comprador un justo temor de verse privado de todo o
parte de la cosa; pero este temor sólo autoriza para suspender el pago del precio, en los
términos que señala el art. 1872 CC.
b. El abandono voluntario que haga el comprador al tercero, de todo o parte de la cosa, no
obliga al vendedor al saneamiento.
Sin embargo, puede darse el caso de que se produzca la evicción sin una sentencia judicial,
como claramente resulta de lo dispuesto en el art. 1856 CC. La citada disposición establece
que el plazo de prescripción de la acción de saneamiento se contará desde la fecha de la
sentencia, o si esta no hubiere llegado a pronunciarse, desde que se restituye la cosa.
Pero el caso previsto es aquel que el vendedor, citado al juicio, acepta la demanda y se allana
a la evicción y el comprador, reconociendo igualmente la justicia de las pretensiones del
tercero, restituye la cosa.
El vendedor, en suma, acepta dar por evicto al comprador, sin necesidad de fallo judicial.
c. Solamente está obligado el vendedor al saneamiento de las turbaciones de derecho de que el
comprador sea víctima, esto es, aquellas que provengan de derechos que terceros pretendan
sobre la cosa.
Las turbaciones de derecho se traducen en el ejercicio de una acción en contra del
comprador.
No debe el vendedor ninguna garantía en razón de las turbaciones de hecho que sufra el
comprador, aunque importen un despojo; no está obligado a defenderle y menos a
542
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
indemnizarle porque tales turbaciones no provienen de una insuficiencia del derecho del
vendedor sobre la cosa vendida.
El comprador, por tanto, debe repeler por si solo las agresiones que consistan en vías de
hecho.
3.- Que la privación provenga de una causa anterior a la compraventa (la evicción debe tener una
causa anterior a la venta).
El art. 1839 CC exige categóricamente, que la causa de la evicción sea anterior a la celebración del
contrato de compraventa. El art. 1843 CC insiste en que el comprador debe citar de evicción al
vendedor, cuando se le demanda la cosa por causa anterior a la venta.
Las evicciones motivadas por causas posteriores a la venta las soporta exclusivamente el
comprador. El vendedor es por completo extraño a la evicción. Las partes, sin embargo, pueden
convenir otra cosa.
a.2.1.6- Citación de evicción.
Para que el vendedor acuda en defensa del comprador y quede obligado a indemnizarle, es
necesario que tenga noticia del juicio que amenaza con privarle total o parcialmente de la cosa.
Art. 1843 inc. 1 CC = “El comprador a quien se demanda la cosa vendida, por causa anterior a la
venta, deberá citar al vendedor para que comparezca a defenderla”.
La falta de citación exonera totalmente de responsabilidad al vendedor, ya que si el comprador
omitiere citarle, y fuere evicta la cosa, el vendedor no será obligado al saneamiento (art. 1843 inc. 3
CC).
→ FORMA Y OPORTUNIDAD DE LA CITACIÓN (ARTS. 584, 585, 586 DEL CPC).
- La citación debe solicitarse por el comprador y para que el juez la ordene deberán
acompañarse antecedentes que hagan aceptable la solicitud.
- La citación debe hacerse antes de la contestación de la demanda.
- Decretada la citación, el juicio se paraliza por el plazo de 10 días, si el citado reside en el
departamento en que se sigue el juicio; si reside en otro departamento o fuera del territorio
nacional, el plazo de 10 días se aumentará como el emplazamiento para contestar
demandas.
- Vencidos estos plazos sin que el demandado haya hecho practicar la citación, podrá pedir el
demandante que se declare caducado el derecho de aquel para exigirla, o que se le autorice
para llevarla a efecto, a costa del demandado.
- Practicada la citación, las personas citadas de evicción dispondrán del término de
emplazamiento que corresponda para comparecer al juicio, suspendiéndose entre tanto el
procedimiento.
→ LA CITACIÓN DE EVICCIÓN PROCEDE EN TODA CLASE DE JUICIOS.
La citación de evicción tiene cabida en todo juicio y no solamente en el juicio ordinario.
543
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
544
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
545
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Debe el vendedor restituir el precio aunque la cosa haya disminuido de valor, a “excepción” si el
menor valor de la cosa proviene de deterioros de que el comprador se ha aprovechado, ahí debe
hacerse la correspondiente rebaja de precio.
> Pago de las costas del contrato → La indemnización comprende, asimismo, las costas legales del
contrato de venta que hubieren sido satisfechas por el comprador.
> Pago de los frutos → Debe el vendedor indemnizar al comprador del valor de los frutos, que el
comprador hubiere sido obligado a restituir al dueño; sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 1845
CC, es decir, no debe el vendedor los frutos posteriores a la fecha en que el vendedor se allanó a la
evicción y percibidos durante la secuela del juicio que el comprador se empeñó en seguir adelante.
> Pago de las costas del juicio → La indemnización comprende también, las costas que el
comprador hubiere sufrido a consecuencia y por efecto de la demanda.
No se incluyen las costas en que el comprador haya incurrido defendiéndose, después que el
vendedor se allanó al saneamiento.
> Pago del aumento de valor de la cosa → Comprende la indemnización, por último, el aumento de
valor que la cosa evicta haya tomado en poder del comprador, aún por causas naturales o por el
mero transcurso del tiempo.
El aumento de valor de las cosas puede provenir:
1. De causas naturales o del simple transcurso del tiempo.
Para determinar en que términos debe pagar el vendedor los aumentos de valor de la cosa que
provienen de causas naturales o del transcurso del tiempo, es preciso distinguir si ha tenido buena
o mala fe.
- Si el vendedor está de buena fe, el aumento de valor debido a causas naturales o al tiempo,
no se abonará en lo que excediere a la cuarta parte del precio de la venta. Ej: Suponiendo
que el precio de la venta haya sido de $1.000, el vendedor sólo estará obligado a pagar el
aumento de valor hasta $250.
- Si el vendedor esta de mala fe, debe abonar el total del aumento de valor de la cosa.
546
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
547
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El art. 1839 CC declara que el vendedor es obligado a sanear las evicciones con causa anterior a la
venta, salvo en cuanto se estipule lo contrario.
Art. 1842 CC = “Es nulo todo pacto que exima al vendedor del saneamiento de evicción, siempre
que en ese pacto haya habido mala fe de parte suya”.
Hay mala fe cuando el vendedor conocía la causa de la evicción y, sin darla a conocer al comprador,
estipuló su irresponsabilidad.
A contrario sensu, es válido el pacto y la consiguiente renuncia, si el vendedor estaba de buena fe.
Pero la renuncia no produce sino limitados efectos, puesto que no exonera por completo al vendedor
de la obligación de saneamiento; la extinción es solo parcial porque el vendedor debe siempre
restituir el precio recibido, y estará obligado a restituir el precio integro, aunque se haya deteriorado
la cosa o disminuido de cualquier modo su valor, aún por hecho o negligencia del comprador, salvo
en cuanto éste haya sacado provecho del deterioro (art. 1852 CC).
Solamente en 2 casos la renuncia extingue por completo la obligación del vendedor:
- Si el que compró lo hizo a sabiendas de ser ajena la cosa.
- Si expresamente tomó sobre si el peligro de la evicción, especificándolo.
b.- Prescripción de la acción de saneamiento = La obligación de saneamiento, en cuanto se traduce
en defender al comprador, es imprescriptible. En cualquier tiempo en que el comprador sea
demandado por terceros que aleguen derechos sobre la cosa vendida, puede citar de evicción al
vendedor para que le defienda. La obligación solo se hace exigible cuando el comprador es
demandado.
En cambio, es prescriptible la obligación de saneamiento en cuanto se convierte en la de indemnizar
al comprador, una vez producida la evicción o para emplear los términos del art. 1840 CC “desde
que a la obligación de amparar al comprador en la posesión, sucede la de indemnizarle en dinero”.
El art, 1856 CC establece en su inciso 1: “La acción de saneamiento por evicción prescribe en 4
años; más por lo tocante a la sola restitución del precio, prescribe según las reglas generales”.
En consecuencia, prescribe en 5 años la acción para reclamar la restitución del precio y en 4 años
las acciones encaminadas a reclamar todas las restantes indemnizaciones. Se contará el tiempo
desde la fecha de la sentencia de evicción; o si ésta no hubiere llegado a pronunciarse, desde la
restitución de la cosa.
c.- Casos en que se extingue por disposición de la ley = En determinadas circunstancias la ley
declara al vendedor parcial o totalmente liberado de la obligación de saneamiento de la evicción.
Se extingue la obligación parcialmente en los siguientes casos:
1.- En las ventas forzadas la indemnización se limita a la devolución del precio.
Art. 1851 CC = “En las ventas forzadas hechas por autoridad de la justicia, el vendedor no es
obligado, por causa de la evicción que sufriere la cosa vendida, sino a restituir el precio que haya
producido la venta”.
548
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2.- En caso de que el vendedor se allane al saneamiento y el comprador prosiga por si solo el juicio,
la indemnización no comprende las costas del pleito en que hubiere incurrido defendiéndose, ni los
frutos percibidos durante dicha defensa y satisfechos al dueño (art. 1845 CC).
La obligación de saneamiento se extingue por completo en los siguientes casos:
1.- En caso de que citado de evicción el vendedor no comparece, pero el comprador no opone en el
juicio alguna excepción suya y por ello fuere evicta la cosa (art. 1843 inc. 3 CC).
2.- Si el comprador y el que demanda la cosa como suya se someten a juicio de árbitros, sin
consentimiento del vendedor, y los árbitros fallaren contra el comprador (art. 1846 N°1 CC).
3.- Si el comprador perdió la posesión por su culpa, y de ello se siguió la evicción (art. 1846 N°2
CC).
A.2.2- Saneamiento de los vicios redhibitorios.
a.2.2.1- Objeto de la obligación de saneamiento de los vicios redhibitorios.
La obligación de saneamiento pone al vendedor en la necesidad de amparar al comprador en el
dominio y posesión de la cosa y de responder de los defectos ocultos de ésta, llamados vicios
redhibitorios (art. 1837 CC).
Debe el vendedor procurar al comprador la posesión útil de la cosa vendida y entregarla, por tanto,
en estado de servir para los fines que determinaron su adquisición.
Si la cosa adolece de vicios o defectos que la hacen inútil o aminoran su utilidad, habrá violado el
vendedor su obligación. El comprador podrá representarle este incumplimiento, en términos que
dependen de la magnitud de los vicios de la cosa y de la medida en que la hagan inapta para
proporcionar las ventajas que perseguía el comprador.
Dispone el comprador de la “acción redhibitoria” para pedir que se declare la resolución de la venta
o que se rebaje proporcionalmente el precio por los vicios ocultos de la cosa vendida, raíz o mueble,
llamados redhibitorios (art. 1857 CC).
a.2.2.2- Concepto de “vicios redhibitorios”.
“Vicios o defectos que, existiendo al tiempo de la venta y no siendo conocidos por el comprador,
hacen que la cosa sea impropia para su uso natural, o que sólo sirva imperfectamente”.
El CC no ha definido lo que se entiende por vicios redhibitorios, pero el art. 1858 CC ha señalado
sus características.
Nota: No obstante, las partes pueden atribuir el carácter de redhibitorios a vicios que no reúnan
estos requisitos, es decir, las partes pueden por el contrato hacer redhibitorios los vicios que
naturalmente no lo son (art. 1863 CC).
Las características de los vicios redhibitorios son las siguientes:
1.- El vicio debe existir al tiempo de la venta (art. 1858 N°1 CC).
549
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
550
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
551
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1.- Renuncia del saneamiento de los vicios redhibitorios = La obligación de saneamiento de los
vicios redhibitorios es de la naturaleza del contrato de compraventa, por lo tanto puede suprimirse o
renunciarse, sin que por ello el contrato deje de existir o degenere en otro diverso.
La renuncia solo produce efectos si el vendedor está de buena fe. Se entiende que esta de mala fe
cuando conocía la existencia de los vicios y no los dio a conocer al vendedor.
Art. 1859 CC = “Si se ha estipulado que el vendedor no estuviese obligado al saneamiento por los
vicios ocultos de la cosa, estará sin embargo obligado a sanear aquellos de que tuvo conocimiento
y de que no dio noticia al comprador”.
2.- Ventas forzadas = En principio, el vendedor no está obligado al saneamiento de los vicios
redhibitorios en las ventas forzadas. Pero la circunstancia de tratarse de una venta forzada no
exonera al vendedor de la obligación de dar a conocer al comprador la existencia de los vicios si,
por su parte, no los ignoraba.
Art. 1865 CC = “La acción redhibitoria no tiene lugar en las ventas forzadas hechas por autoridad
de la justicia. Pero si el vendedor, no pudiendo o no debiendo ignorar los vicios de la cosa vendida,
no los hubiere declarado a petición del comprador, habrá lugar a la acción redhibitoria y a la
indemnización de perjuicios”.
3.- Prescripción de las acciones que originan los vicios redhibitorios = La ley ha señalado plazos
de prescripción diversos para la acción redhibitoria propiamente tal y para la acción encaminada a
pedir la rebaja del precio o quanti minoris, y estos plazos varían según sea raíz o mueble la cosa
vendida.
Art. 1866 CC = “La acción redhibitoria durará 6 meses respecto de las cosas muebles y 1 año
respecto de los bienes raíces, en todos los casos en que las leyes especiales o las estipulaciones de
los contratantes no hubieren ampliado o restringido este plazo. El tiempo se contará desde la
entrega real”.
Art. 1869 CC = “La acción para pedir la rebaja del precio, sea en el caso del artículo 1858, o en el
del artículo 1868, prescribe en 1 año para los bienes muebles y en 18 meses para los bienes
raíces”.
La acción redhibitoria, pues, prescribe en 6 meses y 1 año; la acción quanti minoris en 1 año y 18
meses.
Como es mayor el plazo de prescripción de la acción quanti minoris, subsiste esta acción después de
prescrita la acción redhibitoria.
Es necesario tener presente:
1. El plazo de la prescripción se cuenta desde la entrega real de la cosa; sólo entonces el
comprador podrá percatarse de la existencia de los vicios.
2. Que las partes pueden restringir y aún ampliar el plazo de prescripción de la acción
redhibitoria.
3. Que la acción de indemnización de perjuicios prescribe según las reglas generales.
552
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La regla que fija en 1 año el plazo de prescripción de la acción para la rebaja del precio, tratándose
de bienes muebles, tiene la excepción del art. 1870 CC.
Art. 1870 CC = “Si la compra se ha hecho para remitir la cosa a lugar distante, la acción de
rebaja del precio prescribirá en 1 año contado desde la entrega al consignatario, con más el
término de emplazamiento, que corresponda a la distancia.
Pero será necesario que el comprador en el tiempo intermedio entre la venta y la remesa haya
podido ignorar el vicio de la cosa, sin negligencia de su parte”.
B.- OBLIGACIONES DEL COMPRADOR
La compraventa como contrato bilateral que es, genera también obligaciones para el comprador.
La obligación fundamental del comprador es pagar el precio. Pero, como lógica contrapartida de la
obligación del vendedor de entregar la cosa, tiene igualmente el comprador la obligación de
recibirla.
B.1- Obligación de recibir la cosa comprada.
b.1.1- En que consiste esta obligación.
La obligación del comprador de recibir la cosa comprada consiste en hacerse cargo de la misma,
tomando posesión de ella.
La manera de cumplirse, prácticamente esta obligación variará según la naturaleza de la cosa. La
recepción de la cosa puede ser simbólica del mismo modo que puede serlo la entrega.
b.1.2- Mora en recibir la cosa comprada.
A la obligación de recibir la cosa, el CC solo dedica la disposición del art. 1827 CC que aborda las
consecuencias de la mora del comprador.
Art. 1827 CC = “Si el comprador se constituye en mora de recibir, abonará al vendedor el alquiler
de los almacenes, graneros o vasijas en que se contenga lo vendido, y el vendedor quedará
descargado del cuidado ordinario de conservar la cosa, y sólo será ya responsable del dolo o de la
culpa grave”.
2 efectos produce la mora del comprador en recibir la cosa:
1.- Debe abonar al vendedor los perjuicios que sean consecuencia de la mora.
Nota: La enumeración del art. 1827 CC no es taxativa; se comprenderá, además de los gastos de
alquiler de almacenes, graneros o vasijas, los de los cuidadores o guardianes, etc.
2.- El vendedor queda descargado del cuidado ordinario de la cosa y sólo responde de los daños que
sufra por su culpa grave o dolo.
Nota: No excluye el art. 1827 CC los derechos del vendedor para pedir el cumplimiento o la
resolución del contrato, con indemnización de perjuicios. Tales derechos resultan, en todo caso, de
la aplicación del art. 1489 CC.
553
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
554
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
555
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Por regla general, cumplida la condición, no se deben los frutos percibidos en el tiempo
intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o los contratantes, según los varios casos,
hayan dispuesto lo contrario (art. 1488 CC). Cuando la resolución tiene lugar por falta de
pago del precio, la regla general se altera y el comprador debe restituir los frutos en la forma
indicada.
3. En caso de haberse dado arras, el vendedor tiene derecho para retener las arras o exigirlas
dobladas.
4. Tiene el vendedor derecho para que el comprador le indemnice los deterioros que haya
experimentado la cosa.
Para estos efectos se considerará al comprador como poseedor de mala fe, a menos que se
pruebe haber sufrido en su fortuna, y sin culpa de su parte, menoscabos tan grandes que le
hayan hecho imposible cumplir lo pactado.
5. El vendedor tiene derecho de demandar la indemnización de los perjuicios que el
incumplimiento del contrato le haya ocasionado.
Por su parte, el vendedor debe realizar ciertas prestaciones en favor del comprador:
1. El comprador tiene derecho para que se le restituya la parte que hubiere pagado del precio.
2. Tiene el comprador derecho para que se le abonen las mejoras reputándosele, para estos
efectos, como poseedor de mala fe.
Debe el vendedor, por tanto, abonarle las mejoras necesarias; no tiene derecho ni a las
mejoras útiles ni voluptuarias y podrá llevarse sólo los materiales de dichas mejoras, siempre
que pueda separarlos sin detrimento y que el vendedor rehúse pagarle el precio el precio que
tendrían una vez separadas (arts. 908, 909, 910 y 912 CC).
Sin embargo, el comprador será reputado de buena fe si probare que su fortuna, sin culpa
suya, ha sufrido menoscabos tan considerables que le hicieron imposible cumplir el contrato.
b.- Efectos respecto de terceros =
La resolución del contrato no afecta a terceros de buena fe. El art. 1876 CC aplica al contrato de
compraventa los principios generales de los arts. 1490 y 1491 del CC.
En consecuencia, si la cosa vendida, es mueble, los terceros deben estar de mala fe, o sea, conocer
el hecho de que el comprador adeuda parte del precio. Si la cosa es inmueble, será necesario que en
el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública, conste la existencia de dicho saldo de
precio.
* DECLARACIÓN EN LA ESCRITURA DE VENTA DE HABERSE PAGADO EL PRECIO:
La declaración que las partes hagan en la escritura de compraventa de haberse pagado el precio
tiene considerable importancia, en relación con el ejercicio de la acción resolutoria por falta de pago
del precio.
Art. 1876 inc. 2 CC = “Si en la escritura de venta se expresa haberse pagado el precio, no se
admitirá prueba alguna en contrario sino la de nulidad o falsificación de la escritura, y solo en
virtud de esta prueba habrá acción contra terceros poseedores”.
556
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
557
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 1887 CC = “Pueden agregarse al contrato de venta cualesquiera otros pactos accesorios
lícitos; y se regirán por las reglas generales de los contratos”.
1.- PACTO COMISORIO (arts. 1877 y sgts CC:
El pacto comisorio es la condición resolutoria de no cumplirse lo pactado, expresamente estipulado.
Puede ser simple o con cláusula de resolución ipso facto, que también se denomina calificado.
El pacto comisorio simple es aquel en que se estipula, lisa y llanamente, que se resolverá el contrato
si no se cumple lo pactado.
No difiere en sus efectos de la condición resolutoria tácita. El contrato no se resuelve de pleno
derecho. El comprador y el vendedor tienen el derecho alternativo de pedir el cumplimiento o la
resolución del contrato. el pacto comisorio calificado es aquel en que se estipula que el
incumplimiento resolverá ipso facto, en el acto o sin más trámite, el contrato de compraventa.
Tampoco resuelve el contrato de pleno derecho, el acreedor podrá aun pedir el cumplimiento. El
deudor podrá enervar la acción resolutoria, pagando dentro de las 24 horas subsiguientes a la
notificación judicial de la demanda.
2.- PACTO DE RETROVENTA:
2.1- Concepto: “Estipulación en virtud de la cual el vendedor se reserva la facultad de recobrar la
cosa vendida, pagando al comprador la suma de dinero convenida o, a falta de acuerdo,
reembolsarle el precio que pago por ella”.
Art. 1881 CC = “Por el pacto de retroventa el vendedor se reserva la facultad de recobrar la cosa
vendida, reembolsando al comprador la cantidad determinada que se estipulare, o en defecto de
esta estipulación lo que le haya costado la compra”.
Ejemplo: Cristóbal vende a Juan un predio en $5.000.000 y se reserva el derecho de recuperarlo,
reembolsando dicha suma, en el plazo de 2 años (esto es un pacto de retroventa).
2.2- Naturaleza jurídica:
El pacto de retroventa importa una condición resolutoria del contrato de compraventa. El contrato
está expuesto a desaparecer por el hecho futuro e incierto consistente en que el vendedor haga valer
su opción de recobrar la cosa vendida. Se trata de una condición resolutoria meramente potestativa,
porque depende de la sola voluntad del vendedor.
En el derecho romano, el pacto de retroventa era un contrato de compraventa totalmente distinto e
independiente del anterior contrato, celebrado en sentido inverso. En las legislaciones modernas no
se ha seguido la doctrina romana, no se trata de un contrato enteramente distinto del anterior,
aunque opere una nueva transferencia de dominio.
2.3- Ventajas e inconvenientes del pacto de retroventa:
Se trata de un pacto que presta servicios muy útiles en el campo de los negocios, tanto para
vendedor como comprador:
558
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1.- Es útil para el vendedor, porque mediante tal pacto puede obtener dinero de una cosa sin los
trámites de una hipoteca o prenda.
2.- Es útil para el comprador, porque mediante la prenda o hipoteca no puede quedarse con la cosa
sino después de una acción judicial de desposeimiento, mientras que en virtud de este pacto, puede
quedarse con la cosa sin trámite alguno, si el vendedor no le reembolsa el precio.
Pero el pacto también presenta inconvenientes:
1.- Sirve para ocultar prestamos usurarios o para disfrazar figuras jurídicas que la ley no admite,
como la prenda pretoria, en la que el acreedor prendario puede quedarse con la cosa prendada por el
solo hecho de no pagarle el deudor, sin mediar acción judicial alguna (art. 2397 CC).
2.- El vendedor, puesto que vende, se desprende del dominio y para recuperar la cosa, usualmente
deberá pagar una suma mayor que aquella que recibió de su comprador.
2.4- Requisitos del pacto de retroventa:
Para que el pacto de retroventa produzca sus efectos, es necesario que concurran los siguientes 3
requisitos:
a.- Facultad concedida al vendedor de recobrar la cosa.
Que el vendedor se reserve la facultad de recobrar la cosa vendida es esencial.
La estipulación de la reserva debe hacerse en el mismo contrato de compraventa; no puede pactarse
después de su celebración. La estipulación posterior seria una promesa de compraventa.
b.- Obligación del vendedor de reembolsar al comprador.
El vendedor debe reembolsar al comprador el precio que se estipulare y, a falta de estipulación, el
mismo precio de la venta.
c.- Un plazo concedido al vendedor para ejercitar su derecho.
El tiempo en que se podrá intentar la acción de retroventa no podrá pasar de 4 años, contados desde
la fecha del contrato (art. 1885 CC).
Las partes pueden, pues, señalar un plazo que no exceda de 4 años.
2.5- Condiciones para ejercitar el derecho que emana del pacto de retroventa:
Para el ejercicio de los derechos que el pacto de retroventa genera para el vendedor y para que se
opere la resolución del contrato de compraventa, es preciso que concurran las siguientes
condiciones:
a.- Que el vendedor haga valer judicialmente su derecho.
Si las partes avienen a ejecutar la retroventa, el vendedor reembolsa el precio y el comprador
restituye la cosa, no pueden suscitarse dificultades. Pero si el comprador se resiste, es indispensable
que el vendedor ejercite su derecho acudiendo a la justicia.
559
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El art. 1855 CC emplea la expresión “intentar la acción” que indica la necesidad de que el derecho
del vendedor se ejercite judicialmente.
No es suficiente, por lo tanto, una manifestación extrajudicial de la voluntad del vendedor de
ejercitar su derecho.
b.- Que en el acto de ejercerlo ponga el precio a disposición del comprador.
En el acto de hacer valer su derecho, el vendedor debe pagar el precio. El término “reembolsando”
indica claramente la idea de simultaneidad entre el ejercicio del derecho y el pago.
Nota: Las disposiciones del CC no exigen, tratándose de la retroventa convencional, que el
vendedor consigne el precio de la cosa para llevar a efecto el pacto; basta que se ofrezca la
devolución del precio convenido.
c.- Que el derecho se haga valer en tiempo oportuno.
El vendedor deberá invocar el pacto de retroventa en tiempo oportuno, esto es, dentro del plazo
convenido, que no será superior a 4 años. Expirando este plazo el derecho del vendedor se extingue.
d.- Que se de él correspondiente aviso al comprador.
Para ejercitar su derecho, el vendedor debe avisar al comprador con la debida anticipación. El
comprador goza de la cosa y es lógico que anticipadamente se le avise que debe restituirla.
Art. 1885 inc. 2 primera parte CC = “Pero en todo caso tendrá derecho el comprador a que se le
de noticia anticipada, que no bajará de 6 meses para los bienes raíces ni 15 días para las cosas
muebles”.
Esta regla no tiene lugar cuando la cosa produce frutos, de tiempo a tiempo, mediante trabajos e
inversiones preliminares; justo es que la restitución no pueda reclamarse del comprador sino
después de obtenidos los frutos de su esfuerzo.
Art. 1885 inc. 2 segunda parte CC = “Si la cosa fuere fructífera, y no diere frutos sino de tiempo en
tiempo y a consecuencia de trabajos e inversiones preparatorias, no podrá exigirse la restitución
demandada sino después de la próxima percepción de frutos”.
2.6- Efectos del pacto de retroventa:
Los efectos del pacto de retroventa serán diversos, según que el vendedor haya o no ejercitado
oportunamente su derecho.
Si el vendedor no ejercitó su derecho en el plazo convenido o legal, fallará la condición resolutoria
del contrato de venta, caducarán los derechos del vendedor y los del comprador se consolidarán
definitivamente.
Si el vendedor ejercita su acción en la oportunidad debida, se habrá cumplido la condición
resolutoria, se resolverá el contrato de venta y las cosas volverán al mismo estado en que se
encontrarían si no se hubiera contratado.
560
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Como en el caso de toda condición resolutoria cumplida, será necesario examinar los efectos entre
las partes y con relación a los terceros:
a.- Efectos entre las partes =
1.- El comprador está obligado a restituir la cosa con sus accesiones naturales (art. 1883 inc. 1 CC).
Nota: La expresión “accesiones naturales” debe entenderse como el aumento de la superficie de un
inmueble, a consecuencias de accesiones de suelo como, por ejemplo, el aluvión.
2.- El comprador debe indemnizar al vendedor los deterioros imputables a hecho o culpa suya (art.
1883 inc. 2 CC).
3.- El vendedor deberá indemnizar al comprador por las mejoras necesarias, pero no por las útiles y
menos por las voluptuarias, a menos que se hubieren hecho con el consentimiento del vendedor (art.
1883 inc. 3 CC).
b.- Efectos contra terceros =
Respecto de los terceros se siguen las reglas generales. La resolución del contrato de compraventa
les afectará a condición de que estén de mala fe.
Art. 1882 CC = “El pacto de retroventa en sus efectos contra terceros se sujetará a lo dispuesto en
los artículos 1490 y 1491”.
* EL DERECHO QUE NACE DEL PACTO DE RETROVENTA ES INTRANSFERIBLE.
El derecho que nace para el vendedor del pacto de retroventa es intransferible. El art. 1884 CC
prohíbe la cesión.
El derecho del vendedor podría, sin embargo, transmitirse por causa de muerte.
3.- PACTO DE RETRACTO:
3.1- Concepto: “Se llama pacto de retracto o adictio in diem aquella estipulación en virtud de la
cual las partes convienen que se resolverá el contrato de compraventa, si dentro de un plazo, que no
podrá exceder de 1 año, se presenta un nuevo comprador formulando una oferta más favorable que
la del comprador primitivo, a menos que éste o el tercero a quien hubiere enajenado la cosa, igualen
la oferta del nuevo comprador”.
Art. 1886 CC = “Si se pacta que presentándose dentro de cierto tiempo (que no podrá pasar de un
año), persona que mejore la compra se resuelva el contrato, se cumplirá lo pactado; a menos que el
comprador o la persona a quien éste hubiere enajenado la cosa, se allane a mejorar en los mismos
términos la compra.
La disposición del artículo 1882 se aplica al presente contrato.
Resuelto el contrato, tendrán lugar las prestaciones mutuas, como en el caso del pacto de
retroventa”.
561
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
562
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Como consecuencia, no tiene cabida en las ventas comerciales; el art. 126 CCo dispone que
no hay rescisión por causa de lesión enorme en los contratos mercantiles.
b. No habrá tampoco lugar a la acción rescisoria en las ventas que se hubieren hecho por el
ministerio de la justicia (art. 1891 CC).
Las ventas judiciales forzadas o voluntarias, no son rescindibles por causa de lesión. La
venta se hace en pública subasta, cumpliéndose diversos requisitos de publicidad, y el precio,
si no guarda relación con el verdadero valor de la cosa, es el único en que ha podido
venderse.
c. Tampoco hay lesión enorme en la venta o permuta de concesiones mineras o de una
cuota de la concesión o de una parte material de ella (art. 170 Código de Minería).
2.- Que la lesión sea enorme, en los términos que señala la ley.
Debe haber una desproporción grande entre las prestaciones de comprador y vendedor; la ley
reputa legitima una diferencia moderada.
Pueden sufrir lesión enorme tanto el vendedor como el comprador. El art. 1889 CC precisa
cuando hay lesión enorme para uno y otro.
Sufre lesión enorme el vendedor cuando recibe un precio inferior a la mitad del precio justo de
la cosa. Ej: Si el justo precio de la cosa es de $1.000, sufrirá el vendedor lesión enorme si
recibe $450.
Por su parte, el comprador sufrirá lesión enorme cuando paga un precio superior al doble del
justo precio de la cosa. Ej: Sufrirá lesión enorme el comprador si paga $2.100 por la cosa cuyo
justo precio es de $1.000.
Para determinar el justo precio debe atenderse al tiempo de la celebración de la venta, el justo
precio se refiere al valor comercial de la cosa al tiempo del contrato de compraventa.
Incumbe la prueba de la lesión a aquel de los contratantes que deduce la acción rescisoria
correspondiente.
3.- Que la cosa no haya perecido en poder del comprador.
Para que proceda la rescisión por lesión enorme es preciso que la cosa no haya perecido en
poder del comprador (art. 1893 CC).
Esto se explica porque rescindido el contrato deberá restituirse la cosa. Esta restitución se torna
imposible cuando la cosa ha perecido.
4.- Que el comprador no haya enajenado la cosa.
Ninguno de los contratantes podrá pedir la rescisión de la venta, si el comprador hubiere
enajenado la cosa (art. 1893 inc. 2 CC).
563
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La rescisión de la venta por lesión enorme difiere sustancialmente, de la rescisión del mismo
contrato por otras causas; por regla general la nulidad judicialmente declarada da acción contra
terceros.
Sin embargo, en caso de que el comprador haya enajenado la cosa por más dinero del que había
pagado por ella, podrá el primer vendedor reclamar el exceso, pero sólo hasta concurrencia del
justo valor de la cosa, con deducción de una decima parte (art. 1893 inc. 2 CC).
Ejemplo: A vende a B, vende en $20.000.000, y el justo precio es de $80.000.000. Por su parte
B vende en $90.000.000. En este caso A recibirá de B $52.000.000, que es la diferencia entre
ambas ventas, hasta la concurrencia del justo precio, con la deducción indicada en la ley. La
decima parte no se calcula sobre la cantidad que se debe pagar sino sobre el justo precio,
deduciendo de él esa decima parte. De ahí que se deduzcan $8.000.000, pues corresponden a la
decima parte de $80.000.000.
5.- Que la acción correspondiente se entable en tiempo oportuno.
La acción rescisoria por lesión enorme expira en 4 años, contados desde la fecha del contrato.
Como prescripción de corto tiempo, con arreglo al art. 2524 CC, la prescripción no se suspende,
pero si se interrumpe como toda prescripción.
* IRRENUNCIABILIDAD DE LA ACCIÓN RESCISORIA.
La ley proclama que la acción rescisoria es irrenunciable. En la doctrina chilena, todos están de
acuerdo en que la renuncia de la acción rescisoria por lesión enorme hecha en el mismo contrato
de compraventa, adolece de nulidad; pero se discute sobre la validez de la renuncia hecha en
acto posterior. Alessandri cree que ella es eficaz, pero Alessandri Rodríguez piensa lo contrario,
pues el art. 1892 CC no distingue entre la renuncia formulada en el contrato y la renuncia
manifestada en otro acto posterior o separado. Por tanto, el interprete no puede distinguir donde
la ley no lo hace.
3- Efectos de la rescisión por lesión enorme:
El objeto de la acción rescisoria es invalidar la compraventa. Sus efectos son los propios de la
nulidad; en suma, el vendedor recobrará la cosa y el comprador el precio pagado por ella.
Pero la rescisión por lesión enorme tiene una interesante modalidad. La rescisión se funda en la
gran desproporción entre las prestaciones de comprador y vendedor. El restablecimiento del
equilibrio de tales prestaciones desagravia a las partes, y de este modo, desaparecen sus motivos
de queja.
Si la víctima de la lesión ha sido el vendedor, podrá el comprador hacer subsistir el contrato
aumentando el precio.
Si al contrario, la víctima, ha sido el comprador, puede hacer lo mismo el vendedor restituyendo
parte del precio excesivo.
564
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Los efectos de la rescisión serán diversos, pues, según que el demandado opte por evitar que el
contrato se rescinda o por aceptar la rescisión:
a.- Efectos si el demandado opta por evitar la rescisión.
El comprador y el vendedor, víctimas de lesión enorme, tienen derecho para pedir la rescisión
del contrato.
Pronunciada la rescisión, nace para los contratantes el derecho de enervar el fallo, aumentando
el precio el comprador o restituyendo parte del mismo el vendedor.
Art. 1890 CC = “El comprador contra quien se pronuncia la rescisión, podrá a su arbitrio
consentir en ella, o completar el justo precio con deducción de una decima parte; y el vendedor
en el mismo caso, podrá a su arbitrio consentir en la rescisión, o restituir el exceso del precio
recibido sobre el justo precio recibido sobre el justo precio aumentado en una decima parte.
No se deberán intereses o frutos sino desde la fecha de la demanda, ni podrá pedirse cosa
alguna en razón de las expensas que haya ocasionado el contrato”.
Ejemplo: De este modo si el justo precio es $1.000 y el vendedor ha recibido $400, el
comprador debe completar $900, que es el justo precio menos la decima parte.
Ejemplo: Si el justo precio es $1.000 y el comprador ha pagado $2.500, no debe el vendedor
restituir $1.500; como el justo precio debe aumentarse en una décima parte y así aumentado
asciende a $1.100, debe restituir como exceso solo $1.400.
→ frutos y expensas = El comprador o el vendedor debe abonar frutos e intereses, pero sólo
desde la fecha de la demanda. Esto es por el tiempo comprendido entre el contrato y la
iniciación del juicio. No podrá pedirse cosa alguna en razón de las expensas que haya
ocasionado el contrato.
b.- Efectos si el demandado consiente en la rescisión.
La rescisión de la venta, en principio, da derecho a las partes a ser restituidas al mismo estado
en que se hallarían si no hubieran celebrado el contrato nulo, con algunas importantes
limitaciones:
1. El vendedor debe restituir la cosa y el comprador el precio, con intereses y frutos, pero
solo desde la demanda.
2. Las partes no están obligadas a pagar las expensas del contrato.
3. El vendedor no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya sufrido la
cosa; excepto en cuanto el comprador se hubiere aprovechado de ellos.
4. La rescisión de la venta por lesión enorme no afecta a los terceros adquirentes. Si la cosa
se ha enajenado por el comprador, no hay derecho para pedir la rescisión del contrato.
5. La rescisión no afecta tampoco a terceros en cuyo favor el comprador hubiere constituido
un derecho real sobre la cosa.
565
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CAPITULO 4: LA PERMUTA
CONCEPTO (ART. 1897 CC):
“La permutación o cambio es un contrato en que las partes se obligan mutuamente a dar una
especie o cuerpo cierto por otro”.
La definición legal no es exacta. No sólo es permuta el contrato en que se cambia una cosa por otra;
también es permuta cuando se cambia una cosa y dinero por otra, si la cosa vale más que el dinero
(art. 1794 CC).
El trueque de cosas genéricas no es permuta; constituye un contrato innominado.
CARACTERISTICAS:
1.- Bilateral
2.- Oneroso
3.- Generalmente conmutativo
4.- Principal
5.- Generalmente consensual, ya que de acuerdo con el art. 1898 CC, el cambio se reputa perfecto
por el mero consentimiento. Por excepción la permuta es solemne cuando una de las cosas que se
cambian o ambas sean bienes raíces o derechos de sucesión hereditaria. En tal caso, para la
perfección del contrato ante la ley, será necesaria escritura pública.
566
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CLASES DE ARRENDAMIENTO:
Se desprende del concepto legal que el contrato de arrendamiento puede ser de 3 clases:
a.- Arrendamiento de cosa
b.- Arrendamiento para la confección de una obra material
c.- Arrendamiento de servicios
567
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.- Conmutativo, porque las prestaciones de las partes se miran como equivalentes. Lo que una
parte se obliga a entregar o hacer en favor de la otra parte, se mira como equivalente a lo que ésta a
su vez se obliga a pagar por el goce temporal de la cosa arrendada o por el servicio u obra que se
realizará en su favor.
4.- Es principal, porque subsiste por si solo, sin necesidad de otra convención; tampoco es un
contrato destinado a garantizar el cumplimiento de otra convención.
5.- Por regla general, es consensual, ya que lo normal es que el arrendamiento se entienda perfecto,
por el solo acuerdo de las voluntades, incluso cuando recae en inmuebles, rigiendo por ende las
normas del Código de Comercio, relativas a la formación del consentimiento. Con todo, el
arrendamiento de predios rústicos, es solemne, debiendo constar por escritura pública o privada, y
en el segundo caso, con la presencia de 2 testigos, conforme al art. 5 del DL N°993 de 1975.
Además, dados los términos de los incisos 2 y 3 del artículo citado, el contrato será inoponible y
carecerá de merito ejecutivo, si se omitiere la declaración concerniente al régimen tributario al que
se encuentre afecto el arrendador.
Nota: Rigen también las limitaciones a la prueba de testigos, contempladas en los artículos 1708 y
siguientes del CC, lo que pone en evidencia la conveniencia de pactar el contrato por escrito, aún
en aquellos casos en que la ley no lo exija.
6.- Es un título de mera tenencia, ya que quien recibe una cosa en arrendamiento, sólo tiene sobre
ella la calidad de mero tenedor, y por ende reconoce dominio ajeno, sin que en principio, pueda
llagar a adquirir por prescripción.
Nota: Recordar el art. 2510 regla 3 del CC.
7.- Es un contrato de duración limitada y por regla general de tracto sucesivo, ya que cumplido su
plazo de vigencia, normalmente se renuevan sus efectos, conforme a lo estipulado por los
contratantes, salvo que medie voluntad en contrario, expresada con la antelación pactada en el
contrato y comunicada a la contraparte en la forma prevista en la convención.
8.- Se trata de un contrato de administración y no de disposición, sin embargo, si dentro del giro
ordinario de la cosa dada en arrendamiento está la disposición de bienes, como por ejemplo
tratándose de un predio agrícola, el arrendatario podrá ejecutar actos de disposición, en ese caso,
relativos a los frutos cosechados.
9.- Tratándose de los contratos de arrendamiento de inmuebles urbanos, el contrato es dirigido,
porque cuando se pactan mes a mes o por plazo indefinido o a plazo fijo que no exceda de un año,
el legislador, imperativamente, dispone que el arrendatario gozará de un plazo adicional para la
restitución del inmueble, después que el arrendador le notifica el desahucio (arts. 3 y 4 ley 18.101);
si se trata de un contrato que recae en una vivienda y ha sido pactado a plazo fijo superior a un año,
el legislador desconoce la “ley del contrato”, pues faculta al arrendatario para poner término
anticipado al contrato sin la obligación de pagar la renta por el periodo que falte, derecho que puede
ejercer si el arrendador le prohibió subarrendar (art. 5 ley 18.101), y además son irrenunciables los
derechos que la ley 18.101 confiere a los arrendatarios (art. 19 ley 18.101).
568
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
10.- Es puro y simple por regla general, ya que usualmente, el arrendamiento comienza a producir
todos sus efectos inmediatamente después de celebrado, aunque nada obsta a estipular un plazo o
una condición, a que esté supeditado el ejercicio o el nacimiento de los derechos y las obligaciones
emanadas del contrato.
11.- Es un contrato típico, pues la ley lo regula exhaustivamente, tanto en el CC como en
disposiciones especiales.
569
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
570
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Igual que acontece en la compraventa, el precio a pagar en el arrendamiento ha de ser real o serio y
también determinado. Si fuera fingido o simulado o irrisorio, el contrato degeneraría en un contrato
gratuito, específicamente en un comodato.
571
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
572
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
573
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El art. 1926 del Código Civil establece a su vez los efectos de la mora del arrendador, en la entrega
de la cosa:
i.- El arrendador, por hecho o culpa suya o de sus agentes o dependientes, se constituye en mora de
entregar: el arrendatario tendrá derecho a indemnización de perjuicios moratoria.
ii.- A consecuencia del retardo, disminuye notablemente para el arrendatario la utilidad del contrato,
sea por deterioro de la cosa o por haber cesado las circunstancias que lo motivaron: el arrendatario
tendrá derecho para pedir la resolución del contrato y a ser indemnizado, salvo si el retardo no fuere
culpable, es decir, si proviene de fuerza mayor o caso fortuito.
A propósito de la facultad del arrendatario para desistir del contrato, precisamos que en verdad, la
expresión debe entenderse referida a pedir la resolución del contrato. Lo anterior, en la medida que
el mismo no haya producido sus efectos, porque si los alcanzó a producir, entonces no cabe hablar
de resolución, sino de terminación del contrato.
a.1.2- Lugar de la entrega.
La cosa se entregará en el lugar acordado por las partes. A falta de estipulación, se seguirán las
reglas generales del pago, establecidas en los artículos 1587 a 1589 del CC:
i.- Si se trata de un cuerpo cierto, la entrega se hará en el lugar en que dicho cuerpo cierto existía al
tiempo de constituirse la obligación;
ii.- Si se trata de una cosa genérica (pero siempre que sea no consumible), la cosa se entregará en el
domicilio del arrendador.
a.1.3- Estado en que debe entregarse la cosa.
a.- La cosa ha de entregarse completa = Si se trata de un inmueble rústico, deberá tener la cabida
que indique el contrato, y en caso contrario, se aplicará el artículo 1978 del CC, que se remite a su
vez a los artículos 1831 a 1836 del mismo Código, en la compraventa. Por ende, si la cabida del
predio rústico fuere distinta a la expresada en el contrato de arrendamiento, el arrendatario tendrá
derecho a una disminución de la renta o incluso a la resolución del contrato, que en el
arrendamiento toma el nombre de “terminación”, si la superficie real fuere menor que la declarada,
o eventualmente deberá pagar una renta mayor o podrá pedir la resolución o término del contrato, si
la superficie real fuere mayor que la declarada.
b.- La cosa debe entregarse en buen estado = Salvo si el mal estado de la misma fuere conocido por
el arrendatario, al contratar. Por ende, son de cargo del arrendador las reparaciones de todo género
que sea menester efectuar antes de que el arrendatario entre a gozar de la cosa.
a.1.4- Forma de efectuar la entrega de la cosa.
Según el art. 1920 del Código Civil, la entrega de la cosa que se da en arriendo podrá hacerse bajo
cualquiera de las formas de tradición reconocidas por la ley. El artículo, como advierte Alessandri,
no es del todo exacto. En efecto, no cabe duda que se aplica a las cosas muebles, y en ese caso, nos
remitimos al art. 684 del Código Civil. Sin embargo, si la cosa es inmueble es imposible aplicar el
artículo 1920 en los términos en que está redactado, porque entonces habría que inscribir el título, lo
574
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
575
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
576
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ii.- Cuando las reparaciones proceden de causa que ya existía al tiempo del contrato, y aun cuando
no era conocida por el arrendador, era tal (la causa) que el arrendador tenía antecedentes para
temerla o debiese por su profesión conocerla; y
iii.- Cuando las reparaciones embarazan el goce de la cosa demasiado tiempo, de manera que no
pueda subsistir el arrendamiento sin grave molestia o perjuicio del arrendatario.
2.- Abstenerse de turbar en cualquiera otra forma al arrendatario.
Art. 1929 CC = “Si fuera de los casos previstos en el artículo precedente, el arrendatario es
turbado en su goce por el arrendador o por cualquiera persona a quien éste pueda vedarlo, tendrá
derecho a indemnización de perjuicios”.
Se trata de vías de hecho en que incurre el arrendador o un tercero, sobre el cual el arrendador posee
el ascendiente suficiente, como para haberle impedido realizar la conducta que perturba al
arrendatario en el goce del bien.
Si se trata de terceros sobre los cuales el arrendador nada puede hacer, o que ningún vínculo tienen
con él, será el arrendatario quien asumirá su propia defensa (art. 1930, inc. 1º del CC). Se trata de la
misma solución consagrada a propósito de la compraventa, cuando el comprador sufre una
turbación de hecho, caso en el cual no se activa la obligación de saneamiento de evicción que pesa
sobre el vendedor. Dicha obligación se activará, cuando se trate de turbaciones de derecho.
3.- Amparar al arrendatario en las turbaciones de derecho.
Los 4 últimos incisos del art. 1930 CC, consagran la obligación de saneamiento de la evicción que
pesa sobre el arrendador, cuando el arrendatario es turbado o molestado en su goce por terceros que
justifican algún derecho sobre la cosa, y la causa de este derecho es anterior al contrato de
arrendamiento.
Al efecto, distingue el CC 2 situaciones:
a. Si la privación que sufre el arrendatario en el goce de la cosa es de escasa magnitud, y puede
continuar obteniendo el beneficio que perseguía al contratar: tendrá derecho a exigir una
rebaja en la renta del arriendo, por el tiempo que reste al contrato.
b. Si la privación que sufre el arrendatario es de tal magnitud, que es de presumir que de haber
faltado esa parte no habría contratado: podrá exigir que cese el contrato.
En cuanto a la indemnización a que tiene derecho el arrendatario en los casos anteriores,
distinguimos también:
i.- Si la causa del derecho alegado y justificado por el tercero fue conocida del arrendador, pero no
del arrendatario: deberá el arrendador indemnizar todos los perjuicios ocasionados al arrendatario;
ii.- Si la causa del derecho alegado y justificado por el tercero debió ser conocida del arrendador,
pero no lo fue del arrendatario: deberá el arrendador indemnizar todos los perjuicios ocasionados al
arrendatario;
577
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iii.- Si la causa del derecho alegado y justificado por el tercero fue conocida por ambas partes,
pero se estipuló que el arrendador respondería por ella: deberá el arrendador indemnizar todos los
perjuicios ocasionados al arrendatario, o según lo que se haya estipulado por las partes;
iv.- Si la causa del derecho alegado y justificado por el tercero no fue ni debía ser conocida por el
arrendador: éste sólo responderá del daño emergente producido al arrendatario, no del lucro
cesante.
Nota: El conocimiento de la causa, al que se refiere la ley, ha de existir al tiempo del contrato.
Cabe consignar que los terceros que pretendan derechos sobre la cosa, deben demandar al
arrendador, no al arrendatario, pues el primero es el dueño de la cosa, y por ende el legitimo
contradictor con el tercero que reclama derechos sobre la cosa. De todas formas, el arrendatario
debe comunicar al arrendador la molestia o turbación que reciba de los terceros, a consecuencia de
los derechos que alegan. De no hacerlo, podrá verse en la obligación de indemnizar los perjuicios
que se le ocasionen al arrendador (art. 1931 CC).
A.4- Obligación de sanear los vicios redhibitorios de la cosa.
Puede ocurrir que la cosa arrendada esté en mal estado, o su calidad sea insuficiente, de manera que
el arrendatario no puede destinarla al uso para que fue arrendada (art. 1932 CC). Se trata de vicios
redhibitorios. En este caso, el arrendatario tiene derecho a la terminación del contrato. podrá
impetrar o ejercitar este derecho el arrendatario:
i.- Cuando el arrendador conocía el mal estado o calidad de la cosa al tiempo del contrato
ii.- Cuando el arrendador no conocía el mal estado o calidad de la cosa al tiempo del contrato;
iii.- Y aún en el caso de haber empezado a existir el vicio de la cosa después del contrato, pero sin
culpa del arrendatario. En este punto, se diferencian el arrendamiento y la compraventa, pues en
ésta, el art. 1858 CC exige que los vicios redhibitorios hayan existido “al tiempo de la venta”. Por
ende, en el arrendamiento los vicios (que en rigor no podríamos calificar entonces de redhibitorios)
pueden ser sobrevinientes, nacer después de celebrado el contrato, mientras que en la compraventa
han de ser coetáneos al contrato, pues cualquier defecto que nazca con posterioridad, y en la medida
que no haya existido en germen al momento de la compraventa, deberá ser soportado por el
comprador, sin ulterior responsabilidad del vendedor.
Cabe destacar que resulta indiferente el motivo o causa del mal estado de la cosa. En cualquier
circunstancia, el arrendatario podrá pedir que se declare la terminación del contrato o eventualmente
su resolución, si no alcanzó a producir efectos.
Puede ocurrir también que el impedimento para el goce de la cosa sólo sea parcial, o que la cosa se
destruya en parte. En estos casos, el juez decidirá, de no haber acuerdo entre las partes, entre:
i.- Acoger la demanda de terminación de contrato; o
ii.- Conceder una rebaja del precio o renta.
578
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Puede ocurrir que se deseche la demanda del arrendatario destinada a obtener la terminación del
contrato, y después, deduzca una nueva, para conseguir la rebaja de la renta.
En cuanto a la indemnización a que tiene derecho el arrendatario, distinguimos (art. 1933 CC):
i.- Si el vicio de la cosa tuvo una causa anterior al contrato: tendrá derecho el arrendatario para que
se le indemnice el daño emergente;
ii.- Si el vicio era conocido del arrendador al tiempo del contrato: tendrá derecho el arrendatario
para que se le indemnice el daño emergente y el lucro cesante;
iii.- Si el vicio era tal que el arrendador debió por los antecedentes previos preverlo o por su
profesión conocerlo: tendrá derecho el arrendatario para que se le indemnice el daño emergente y el
lucro cesante.
Sin embargo, carecerá el arrendatario del derecho a ser indemnizado, en los siguientes casos (art.
1934 CC):
1. Si contrató a sabiendas del vicio redhibitorio que afectaba a la cosa y no se obligó el
arrendador a sanearlo.
2. Si el vicio era tal, que el arrendatario no pudo, sin grave negligencia de su parte ignorarlo;
3. Si renunció expresamente a la acción de saneamiento por el mismo vicio, designándolo.
A.5- Obligación de reembolsarle al arrendatario, las sumas que este destinó a reparaciones de
la cosa arrendada, cuando dicho gasto era de cargo del arrendador.
El arrendador, por regla general, debe responder por todas las reparaciones necesarias que requiera
la cosa arrendada, salvo cuando se trata de las locativas, y aun tratándose de éstas últimas
responderá el arrendador, en los casos excepcionales señalados por la ley. Por ende, si dichas
reparaciones fueron realizadas por el arrendatario, tendrá derecho a reclamar del arrendador que
éste le reembolse las sumas invertidas con tal fin. Excluimos de este derecho, por cierto, las
inversiones efectuadas para realizar reparaciones útiles y voluptuarias, pues serán de cargo del
arrendatario, a menos que el arrendador también las asumiera como suyas, en el contrato.
A.6- Obligación de restituir al arrendatario la suma recibida por concepto de garantía, si
procede.
Aunque la ley nada dice al respecto, se ha impuesto como costumbre, que el arrendatario entregue
al arrendador al momento de celebrar el contrato, una garantía, usualmente ascendiente a una renta
de arrendamiento, aunque nada impide que pueda pactarse una suma superior. Podría estimarse que
se trata en realidad de una prenda en dinero, entregada por el constituyente (el arrendatario o un
tercero) al acreedor prendario (el arrendador) para asegurar el crédito que el último pueda invocar
contra el primero, al término del contrato.
Para conocer la suerte final de esta garantía, debemos distinguir, según si la cosa arrendada, al
momento de ser restituido al arrendador, presenta o no deterioros imputables al arrendatario:
579
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
580
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
581
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Por cierto, la renta debe pagarse por todo el período de vigencia del contrato, siendo de cargo del
arrendatario probar que éste expiró anticipadamente, por haberlo acordado así las partes. Al efecto,
hay que advertir que el simple abandono de la cosa arrendada hecho por el arrendatario, no supone
el término del contrato, subsistiendo por ende la obligación del primero, de pagar la renta hasta la
efectiva expiración de aquél.
La renta puede ser pagada:
i.- Al arrendador, lo que acontecerá por regla general;
ii.- A todo aquél que lo haya sucedido en su crédito, por causa de muerte (heredero o legatario) o
por acto entre vivos (cesionario);
iii.- A la persona designada por el juez (un interventor, por ejemplo) o la ley (el representante legal),
con facultades de percibir por el arrendador;
iv.- A la persona diputada por el arrendador para el cobro de la renta, es decir, un mandatario
(usualmente, el corredor de propiedades a quien el arrendador encomendó la administración de la
cosa arrendada);
v.- A quien está en posesión del crédito, aunque después aparezca que el crédito no le pertenecía,
pero siempre y cuando el arrendatario haya pagado de buena fe (por ejemplo, un heredero putativo o
aparente ha cobrado las rentas correspondientes a los últimos meses de arrendamiento, y después se
presentan los verdaderos herederos, reclamándolas).
Nota: Las hipótesis anteriormente indicadas, son aquellas señaladas en el art. 1576 del Código
Civil, precepto que encabeza las normas relativas al párrafo 3º del Título XIV del Libro IV del
Código Civil, concernientes “A quien debe hacerse el pago”.
b.1.2- Discrepancia de las partes acerca del monto de la renta o de la efectividad de su pago.
Conforme al art. 1943 del Código Civil, si una vez entregada la cosa al arrendatario, hubiere disputa
acerca del precio o renta:
i.- Se estará primero a lo que una de las partes pueda probar, conforme a las reglas generales
(aplicando por ende las limitaciones a la prueba de testigos);
ii.- Si ninguna de las partes acreditare sus pretensiones, se estará al justo precio de peritos,
dividiendo los costos de esta operación entre los contratantes, en partes iguales.
Sin embargo, tratándose del arrendamiento de predios urbanos, cuando el contrato no consta por
escrito, “se presumirá que la renta será la que declare el arrendatario” (art. 20 de la Ley Nº 18.101).
Podrían discrepar también las partes, acerca de haberse realizado o no efectivamente el pago de la
renta, caso en el cual, debemos aplicar la regla general del onus probandi en el Código Civil, es
decir, el artículo 1698, siendo del arrendatario la carga de la prueba. Por cierto, el modo natural de
probar el pago de la renta, sería exhibiendo el recibo o comprobante otorgado por el arrendador o
quien lo represente o la copia de la colilla de depósito efectuada en la cuenta corriente del
arrendador (depósito que, por sí solo, no prueba en verdad el pago de la renta, pues podría
582
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
583
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
584
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
reconvención de pago: “En lo no previsto en este Título, se aplicarán las disposiciones comunes
que rigen los contratos, en especial las contenidas en el Título XXVI, Libro IV, del Código Civil. /
No obstante, la mora en el pago de la renta dará derecho al arrendador, después de dos
reconvenciones, entre las cuales medien, a lo menos, treinta días, para hacer cesar inmediatamente
el arriendo, si el arrendatario no presta seguridad competente que se verificará el pago dentro de
un plazo razonable que no bajará de treinta días. / Cuando se ejercite ante la justicia ordinaria la
acción aludida en el inciso precedente, la segunda de las reconvenciones se practicará en la
audiencia de la contestación de la demanda, la que se celebrará el 31º día hábil siguiente a la
última notificación”.
B.2- Obligación de usar la cosa según los términos o espíritu del contrato.
Se consagra la obligación en el art. 1938 CC. Las reglas son las siguientes:
i.- El arrendatario es obligado a usar de la cosa según los términos o espíritu del contrato, y no
podrá en consecuencia hacerla servir a otros objetos que los convenidos;
ii.- A falta de convención expresa, los usos permitidos serán aquellos a que la cosa es naturalmente
destinada, o que deban presumirse de las circunstancias del contrato o de la costumbre del país
(aplicación del principio general consagrado en el artículo 1546 del CC). Ej: el arriendo de un
caballo para dar un paseo, debe usarse para tal fin y no otro, como tirar de un carruaje. En
términos actuales, por ejemplo, si arriendo un automóvil por un mes, no podría destinarlo, a falta
de pacto, para taxi o colectivo.
El art. 1973 del Código Civil constituye una aplicación del art. 1938, estableciendo que “El
arrendador tendrá derecho para expeler al inquilino que empleare la casa o edificio en un objeto
ilícito, o que teniendo facultad de subarrendar, subarriende a personas de notoria mala conducta,
que, en este caso, podrán ser igualmente expelidas”.
En el mismo sentido, el art. 8º del Decreto Ley Nº 993, dispone que “El arrendatario estará siempre
obligado a dar cumplimiento a todas las disposiciones contractuales, legales y reglamentarias sobre
protección y conservación de los recursos naturales, con respecto a los existentes dentro del predio
objeto del contrato y de todos aquellos que sirvan para su explotación”.
En el caso que el arrendatario infrinja la obligación, podrá el arrendador reclamar la terminación
del arriendo con indemnización de perjuicios (recordemos que la resolución toma el nombre de
“terminación”, en el contrato de arrendamiento), o limitarse a esta indemnización, dejando
subsistente el contrato (art. 1938, inc. 2º).
En relación a los arrendatarios de “unidades” regidas por la Ley Nº 19.537, sobre Copropiedad
Inmobiliaria (es decir, departamentos o casas acogidos al citado régimen inmobiliario), cabe tener
presente que de conformidad al art. 32 de esa normativa, los copropietarios, arrendatarios u
ocupantes a cualquier título de las unidades del condominio, deberán ejercer sus derechos sin
restringir ni perturbar el legítimo ejercicio de los derechos de los demás ocupantes del condominio.
Las unidades se usarán en forma ordenada y tranquila y no podrán hacerse servir para otros
objetivos que los establecidos en el reglamento de copropiedad o, en el silencio de éste, a aquellos
585
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
que el condominio esté destinado según los planos aprobados por la Dirección de Obras
Municipales.
Tampoco se podrá ejecutar acto alguno que perturbe la tranquilidad de los copropietarios o
comprometa la seguridad, salubridad y habitabilidad del condominio o de sus unidades, ni provocar
ruidos en las horas que ordinariamente se destinan al descanso, ni almacenar en las unidades
materias que puedan dañar las otras unidades del condominio o los bienes comunes.
La infracción a lo señalado anteriormente será sancionada con multa de una a tres unidades
tributarias mensuales, pudiendo el tribunal elevar al doble su monto en caso de reincidencia. Se
entenderá que hay reincidencia cuando se cometa la misma infracción, aún si ésta afectare a
personas diversas, dentro de los 6 meses siguientes a la fecha de la resolución del juez de policía
local que condene al pago de la primera multa. Podrán denunciar estas infracciones, el Comité de
administración, el administrador o cualquier persona afectada, dentro de los tres meses siguientes a
su ocurrencia. Lo anterior, sin perjuicio de las indemnizaciones que en derecho correspondan. La
administración del condominio podrá, a través de circulares, avisos u otros medios, dar a conocer a
la comunidad los reclamos correspondientes.
Serán responsables solidariamente, del pago de las multas e indemnizaciones por infracción a las
obligaciones precedentemente indicadas, el infractor (podría tratarse del arrendatario) y el
propietario de la respectiva unidad, sin perjuicio del derecho de éste último de repetir contra el
infractor.
B.3- Obligación de cuidar la cosa como un buen padre de familia.
b.3.1- El arrendatario responde hasta de la culpa leve.
Art. 1939 CC = “El arrendatario empleará en la conservación de la cosa el cuidado de un buen
padre de familia.
Faltando a esta obligación, responderá de los perjuicios; y aun tendrá derecho el arrendador para
poner fin al arrendamiento, en el caso de un grave y culpable deterioro”.
Conforme al art. 44 del CC, el que debe administrar un negocio como un buen padre de familia es
responsable de culpa leve, entendida como “la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres
emplean ordinariamente en sus negocios propios”.
Que el arrendatario responda hasta de culpa leve guarda perfecta coherencia con lo dispuesto en el
art. 1547, inc. 1º del CC, que atribuye tal grado de culpa a las partes de un contrato oneroso, cual es
el arrendamiento, pues se pacta para beneficio recíproco de los contratantes.
Nota: Los artículos 1971 a 1973 y 1979 y 1980, todos del Código Civil, constituyen una aplicación
de la obligación, en relación a los inquilinos de una casa, almacén u otro edificio y los
arrendatarios o “colonos” de predios rústicos.
El arrendatario no sólo responde por sus hechos propios, sino también por los hechos culpables de
los miembros de su familia, huéspedes y dependientes (art. 1941 CC) y de sus subarrendatarios (art.
1947 CC).
586
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
587
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
588
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
B.6- Obligación de indemnizar por los daños que se causen en la cosa o por su destrucción.
Podría ocurrir que el arrendatario ocasione daños en la cosa que recibió en arrendamiento o
derechamente la destruya. Si tales daños o tal destrucción, conforme a las reglas generales, se deben
a la culpa o al dolo del arrendatario, deberá indemnizar al arrendador. Si el daño o la destrucción de
la cosa, se producen por caso fortuito o fuerza mayor, el arrendatario no será responsable.
El arrendatario también deberá responder por los daños que se causen en la cosa arrendada por sus
huéspedes, por sus dependientes o por sus subarrendatarios (art. 1947, inc. 4º).
Respecto de la destrucción de la cosa, operarán aquí las reglas generales de los arts. 1671, 1672,
1679 y 1547, inc. 2º del Código Civil.
Conforme al art. 1671, “Siempre que la cosa perece en poder del deudor, se presume que ha sido
por hecho o por culpa suya”.
Dispone por su parte el art. 1672: “Si el cuerpo cierto perece por culpa o durante la mora del
deudor, la obligación del deudor subsiste, pero varía de objeto; el deudor es obligado al precio de
la cosa y a indemnizar al acreedor. / Sin embargo, si el deudor está en mora y el cuerpo cierto que
se debe perece por caso fortuito que habría sobrevenido igualmente a dicho cuerpo en poder del
acreedor, sólo se deberá la indemnización de los perjuicios de la mora. Pero si el caso fortuito
pudo no haber sucedido igualmente en poder del acreedor, se debe el precio de la cosa y los
perjuicios de la mora”.
El art. 1679 señala que “En el hecho o culpa del deudor se comprende el hecho o culpa de las
personas por quienes fuere responsable”.
Establece el art. 1547, inc. 2º: “que se haya constituido en mora (siendo el caso fortuito de aquellos
que no hubieran dañado a la cosa debida, si hubiese sido entregada al acreedor), o que el caso
fortuito haya sobrevenido por su culpa”.
B.7- Obligación de restituir la cosa arrendada al final del arrendamiento.
Se trata de una obligación de la esencia del contrato de arrendamiento, porque es un contrato de
duración limitada.
b.7.1- Regulación en el Código Civil.
Dispone el art. 1947, inc. 1º, que el arrendatario es obligado a restituir al fin del arrendamiento.
La cosa debe restituirse en el estado en que le fue entregada al arrendatario, pero tomando en
consideración el deterioro ocasionado por el uso y goce legítimos (art. 1947, inc. 2º).
Si no consta el estado en que se encontraba la cosa el tiempo en que fue entregada al arrendatario,
se entenderá que éste la recibió “en regular estado de servicio”, a menos que el arrendatario pruebe
lo contrario (art. 1947, inc. 3º).
Si el arrendatario, voluntariamente, restituye la cosa antes del último día fijado para el contrato, será
obligado a pagar la renta de todos los días que falten hasta completar el plazo convenido (art. 1955
CC). Se trata de una aplicación del art. 1545 CC (ley del contrato), y del art. 1497 CC (obligaciones
589
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a plazo), pues estamos ante un plazo que cedía también en interés del arrendador, acreedor de la
renta. Excepcionalmente, no estará obligado el arrendatario a pagar las rentas futuras, cuando se
trate de un inmueble urbano, destinado a la vivienda, arrendado a plazo fijo superior a un año, y se
hubiere impuesto al arrendatario prohibición de subarrendar (art. 5º de la Ley Nº 18.101).
Si se trata de un inmueble, deberá restituirse desocupado, poniéndolo a disposición del arrendador y
entregándole las llaves del mismo (art. 1948 CC).
b.7.2- Regulación en la ley 18.101.
El principio en virtud del cual el arrendatario ha de restituir inmediatamente de concluido el
contrato, se altera en la Ley Nº 18.101. Distinguimos al efecto entre contratos pactados mes a mes y
de duración indefinida; los pactados a plazo fijo que no exceden de un año; y los pactados a plazo
fijo superior a un año, cuando el inmueble se destina a la habitación:
i.- El art. 3º alude a los contratos pactados mes a mes y de duración indefinida: en ellos, el
arrendador sólo podrá ponerles término mediante desahucio judicial o mediante desahucio
practicado a través de una notificación personal efectuada por un notario.
En estos casos, la ley faculta al arrendador para poner término al contrato mediante un acto jurídico
unilateral, como es el desahucio, lo que rompe el principio de que en el Derecho, las cosas se
deshacen de la misma forma como se hicieron, lo que se justifica, pues de otra forma la suerte del
contrato quedaría entregada al arrendatario, quien está protegido en todo caso por la ley. Pero el
contrato no se entiende terminado con la sola expresión de voluntad del arrendador. En efecto, el
plazo de desahucio será de 2 meses, contado desde la notificación del desahucio judicial o
practicado a través de un notario, y se aumentará en 1 mes por cada año completo que el
arrendatario hubiere ocupado el inmueble, sin que los 2 meses más el aumento, excedan de 6 meses.
Si el arrendatario restituye antes de la expiración del plazo máximo de 6 meses, estará obligado a
pagar la renta sólo hasta el día de la restitución (los plazos antes citados, fueron rebajados por la
Ley Nº 19.866, al modificar el inc. 2º del art. 3º de la Ley Nº 18.101).
ii.- El art. 4º de esta ley, se refiere a los contratos de plazo fijo que no exceden de 1 año. Establece
el precepto que en tales contratos, el arrendador sólo podrá solicitar judicialmente la restitución del
inmueble, y en tal evento, el arrendatario tendrá derecho a un plazo de 2 meses, contado desde la
notificación de la demanda. Como destaca Jorge López Santa María, se trata de un caso en el cual el
propio legislador, con una ley permanente, vulnera el principio de la fuerza obligatoria del contrato,
pues mantiene la vigencia del mismo, más allá del plazo estipulado por las partes. En palabras del
profesor Jorge López Santa María, “Mas no sólo el legislador transgrede la fuerza obligatoria de un
contrato al interpretar legalmente una cláusula (art. 1879), o al pasar por sobre lo acordado por las
partes en virtud del acaecimiento de un suceso imprevisto (art. 2180), otro tanto ocurre, y con un
impacto mayor, cuando ordena la mantención de una relación contractual que había expirado a la
luz del título convencional. El caso más claro es el de las prórrogas automáticas de los contratos de
arrendamiento de inmuebles urbanos expirados, los que subsisten durante los plazos de restitución
indicados por la ley (…) Entre las numerosas normas sobre prórroga por el legislador de
arrendamientos convencionalmente expirados, hoy destaca el art. 4-1 de la Ley Nº 18.101”. El
citado art. 4º, entonces, altera el principio del art. 1545 del Código Civil. Dispone a su vez el inc. 2º
del art. 4º de la Ley Nº 18.101, que el arrendatario podrá restituir el inmueble antes de expirar “el
590
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
plazo de restitución” (entiéndase el de dos meses), y sólo estará obligado a pagar la renta de
arrendamiento hasta el día en que aquélla se efectúe. El plazo citado también fue rebajado por la
Ley Nº 19.866, al modificar el art. 4º de la Ley Nº 18.101. Cabe consignar, en todo caso, que
tratándose de los referidos contratos a plazo fijo no superior a un año, se mantiene inalterable la
norma en cuanto sólo faculta para solicitar judicialmente la restitución, sin que pueda recurrirse a un
ministro de fe en una gestión extrajudicial. Algunos, equivocadamente a juicio de Orrego, han
planteado que en virtud del inc. 2° del art. 4° citado, el arrendatario podría restituir el inmueble
antes de que expire el plazo pactado en el contrato o que el arrendador podría demandar el término
del contrato antes de que expire el plazo convenido. Así se ha reconocido en fallos recientes de la
Corte Suprema. En efecto, se deduce de estas sentencias, que la frase empleada por el legislador en
el inc. 2° del art. 4 “plazo de restitución”, se referiría no sólo al plazo de dos meses que tiene el
arrendatario para restituir el inmueble contado desde que se le notifique la demanda, sino que
también comprendería el plazo originalmente convenido para la duración del contrato. Estas
sentencias, además, se han fundado en la aplicación del artículo 1976 del Código Civil, que
dispone: “El desahucio en los casos en que tenga lugar, deberá darse con anticipación de un período
entero de los designados por la convención o la ley para el pago de la renta”. De esta manera, para
esta doctrina emanada de algunos fallos de la Corte Suprema, cualquiera de las partes podría
demandar el término del contrato, sin respetar el plazo pactado para la vigencia del mismo, y si el
demandado fuere el arrendatario, tendrá el plazo de dos meses contado desde la notificación de la
demanda, para restituir el inmueble. Discrepa Orrego de esta doctrina, pues no sólo, en nuestra
opinión, interpreta de manera equivocada el citado art. 4, sino que, además, afecta gravemente los
intereses de las partes, y en particular del arrendatario.
iii.- El art. 5º de la ley, se refiere a los contratos pactados a plazo fijo superior a un año, cuando el
inmueble se destina a la habitación. En este caso, si se prohibió al arrendatario subarrendar, éste
podrá poner término anticipado al contrato sin la obligación de pagar la renta por el período que
falte. También constituye esta norma una vulneración al principio de la fuerza obligatoria del
contrato. Ahora bien, dado que el precepto se refiere al inmueble que se destina a la habitación,
debemos colegir que aquél destinado por ejemplo a oficina o establecimiento comercial, no queda
comprendido dentro de la excepción. Por ende, el arrendatario de un inmueble que no está destinado
a la habitación y que pretenda poner término al contrato antes de la expiración del plazo convenido,
deberá pagar toda la renta originalmente pactada, por todo el plazo estipulado, respetándose en este
caso la “ley del contrato” consagrada en el artículo 1545 del Código Civil.
iv.- El art. 6º de la ley, alude a la restitución del inmueble, cuando fue abandonado por el
arrendatario: un problema recurrente antes de la modificación introducida por la Ley Nº 19.866, era
el consistente en obtener la restitución del inmueble, ante el abandono del mismo hecho por el
arrendatario, muchas veces en forma subrepticia. Especialmente difícil era la situación, cuando no
obstante el abandono, podía apreciarse, examinando el inmueble desde el exterior, que aún se
encontraban en él bienes pertenecientes al arrendatario. En el caso planteado, no podía el arrendador
ingresar de buenas a primeras en el predio, pues estaba vigente el contrato, exponiéndose incluso a
eventuales acciones penales. Para remediar esta situación, se agregó un inciso, el segundo, al art. 6º
de la ley, disponiendo al efecto:
591
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1) que ante el abandono del inmueble por el arrendatario sin restituírselo al arrendador, éste podrá
solicitar al juez competente que se lo entregue, sin forma de juicio;
2) el juez competente así lo autorizará, previa certificación del abandono hecha por un receptor
judicial o por un notario (el precepto dice “por un ministro de fe”, de manera que incluimos a los
dos funcionarios);
3) el ministro de fe levantará acta del estado en que se encuentra el bien raíz al momento de su
entrega al arrendador, remitiendo copia de dicha acta al tribunal.
b.7.3- Mora del arrendatario en la obligación de restitución.
El arrendatario de un inmueble no está en mora por la sola llegada del plazo pactado para el pago de
la renta (art. 1977 CC), tampoco lo estará el arrendatario de cualquier clase de bien, en lo que a la
restitución de la cosa se refiere, sino una vez requerido por el arrendador, aún cuando haya
precedido desahucio (art. 1949 CC). Dicho de otro modo, no aplicamos el art. 1551 N°1, sino que el
art. 1551 N°3, siendo necesaria la interpelación judicial al arrendatario para constituirlo en mora.
Si requerido por el arrendador, el arrendatario no restituye la cosa arrendada, será condenado al
pleno resarcimiento de todos los perjuicios de la mora, y a los demás que competa como injusto
detentador (entre ellos, podría ser condenado al pago o devolución de los frutos naturales o civiles
de la cosa, que el arrendador hubiera podido percibir con mediana inteligencia y cuidado teniendo la
cosa en su poder).
B.8- Obligación de facilitar o permitir al administrador de un edificio o conjunto habitacional
acogido a la ley 19.537 sobre Copropiedad Inmobiliaria, el acceso al inmueble.
Dispone el art. 36 de la Ley Nº 19.537 sobre Copropiedad Inmobiliaria, que si se viere
comprometida la seguridad o conservación de un condominio sea respecto de sus bienes comunes o
de sus unidades, por efecto de filtraciones, inundaciones, emanaciones de gas u otros desperfectos,
para cuya reparación fuere necesario ingresar a una unidad, no encontrándose el propietario,
arrendatario u ocupante que facilite o permita el acceso, el administrador del condominio podrá
ingresar forzadamente a ella, debiendo hacerlo acompañado de un miembro del Comité de
Administración, quien levantará acta detallada de la diligencia, incorporando la misma al libro de
actas del Comité de Administración y dejando copia de ella en el interior de la unidad. Los gastos
que se originen serán de cargo del o de los responsables del desperfecto producido.
C.- DERECHOS DEL ARRENDADOR.
C.1- Derecho a recibir integra y oportunamente la renta pactada.
Es el principal de los derechos del arrendador, corresponde al móvil que lo llevó a celebrar el
contrato. Como todo acreedor, y por aplicación de las normas del pago, el arrendador tiene derecho
a recibir un pago íntegro y oportuno, conforme a los términos de la convención (art. 1569 del
Código Civil).
Respondiendo a este legítimo y esencial derecho del arrendador, el art. 21 de la Ley Nº 18.101,
establece dos reglas fundamentales, aplicables no sólo a los arrendamientos de predios urbanos, sino
que a todo contrato de arriendo:
592
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
i.- En caso de mora, los pagos o devoluciones que deban hacerse entre las partes de todo contrato de
arriendo, regido o no por esta ley, se efectuarán reajustados en la misma proporción en que hubiere
variado el valor de la unidad de fomento entre la fecha en que debieron realizarse y aquella en que
efectivamente se hagan;
ii.- Cuando se deban intereses, se calcularán sobre la suma primitivamente adeudada, más el
reajuste de que trata el inciso anterior.
Como se observa, no es necesario pactar el reajuste, siendo un elemento de la naturaleza del
contrato (para excluirlo, se requiere por ende de una estipulación expresa, la que en todo caso sólo
podría referirse a las sumas que cobre el arrendador, no el arrendatario, pues éste no puede
renunciar a los derechos que le confiere la ley, según lo prescrito en el art. 19 de la Ley Nº 18.101),
mientras que sí deben estipular las partes un eventual pago de intereses, siendo un elemento
accidental del contrato.
Cabe consignar que si el bien arrendado fuere vendido, y ante una eventual discrepancia que
pudiere surgir entre el vendedor (antiguo arrendador) y el comprador, acerca de las rentas de
arrendamiento, en el supuesto que el contrato se mantenga vigente, el art. 1816, inc. 2º del Código
Civil, establece que pertenecen al comprador los frutos NATURALES producidos por las cosa,
pendientes al momento de celebrar el contrato, y todos los frutos NATURALES o CIVILES que
produzca la cosa vendida, después de celebrado el contrato. En consecuencia, los frutos civiles
pendientes a la celebración del contrato (por ejemplo, rentas de arrendamiento del bien vendido),
pertenecen al vendedor. En cambio, como se concluye en un fallo de junio de 1902 de la Corte de
Talca, las rentas de arrendamiento devengadas después de perfeccionarse la compraventa,
pertenecen al comprador, aunque el contrato no se haya inscrito a favor de éste. En efecto, el art.
1816 no toma en cuenta la fecha de la inscripción o transferencia del dominio, sino la venta, es
decir, la fecha de otorgamiento de la escritura pública. Tampoco desvirtúa la conclusión el art. 648,
que dispone que los frutos civiles pertenecen al dueño de la cosa, por cuanto este artículo consigna
una disposición general, que puede sufrir modificaciones en casos especiales, como sucede cuando
se trata de una venta, respecto de la cual prevalece la norma especial del art. 1816 CC.
C.2- Derecho a exigir al arrendatario que efectúe las reparaciones locativas; salvo, en aquellos
casos en los cuales sean de cargo del arrendador.
C.3- Derecho a exigir al arrendatario que le indemnice por los daños ocasionados a la cosa
arrendada, salvo si estos se producen por caso fortuito o fuerza mayor.
C.4- Derecho a obtener del arrendatario la pertinente indemnización, por los daños causados
en la cosa y por su destrucción, si fuere culpable o dolosa.
C.5- Derecho a exigir al arrendatario que le restituya la cosa arrendada, al expirar el
contrato, y si se trata de un predio urbano con sus servicios básicos y gastos comunes al día.
C.6- Derecho a pedir al tribunal que lo autorice para retener bienes del arrendatario cuando
este le adeude rentas o indemnizaciones.
C.7- Derecho de pedir el término anticipado del contrato, si el arrendatario no cumple sus
obligaciones.
593
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Por cierto, la primera de las obligaciones cuyo incumplimiento podría llevar al arrendador a pedir el
término anticipado del contrato, será la falta de pago de la renta pactada. ¿Qué ocurre con otros
incumplimientos, que no tengan la gravedad del mencionado? En los contratos bilaterales, sabemos
que va envuelta la condición resolutoria de no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado,
caso en el cual, el contratante diligente, o sea aquél que ha cumplido o está llano a cumplir, podrá
pedir, entre las dos opciones que le confiere el art. 1489 del Código Civil, la resolución del contrato
(que en el arrendamiento se llama “término del contrato”), con indemnización de perjuicios.
Nuestros tribunales y la doctrina nacional mayoritaria, han asentado el principio de que basta
cualquier incumplimiento, por insignificante que fuere, para pedir la resolución del contrato, salvo
en aquellos casos en que la ley señale otra cosa.
Precisamente tal ocurre con el contrato de arrendamiento, según se desprende de los artículos 1939,
1972 y 1979, todos del Código Civil. En efecto, el art. 1939, tras advertir que el arrendatario
empleará en la conservación de la cosa el cuidado de un buen padre de familia, o sea, tras dejar en
claro que responderá de culpa leve, señala que de faltar a esta obligación responderá de los
perjuicios y aún tendrá derecho el arrendador para poner fin al arrendamiento, en caso de un grave y
culpable deterioro. Obsérvese que la ley no faculta al arrendador entonces para pedir el término del
contrato ante cualquier deterioro que experimente la cosa, sino que en la medida en que este,
además de culpable, sea “grave”. Por su parte, el art. 1972, dentro de las “Reglas particulares
relativas al arrendamiento de casas, almacenes u otros edificios” (aplicables en subsidio de las
reglas especiales de la Ley Nº 18.101), dispone que “El inquilino es además obligado a mantener
las paredes, pavimentos y demás partes interiores del edificio medianamente aseadas; a mantener
limpios los pozos, acequias y cañerías, y a deshollinar las chimeneas. La negligencia grave bajo
cualquiera de estos aspectos dará derecho al arrendador para indemnización de perjuicios, y aun
para hacer cesar inmediatamente el arriendo en casos graves”. A su vez, el art. 1979, dentro de las
“Reglas particulares relativas al arrendamiento de predios rústicos” (aplicables en subsidio de las
normas especiales del Decreto Ley Nº 993), consigna que “El colono o arrendatario es obligado a
gozar del fundo como buen padre de familia; y si así no lo hiciere, tendrá derecho el arrendador
para atajar el mal uso o la deterioración del fundo, exigiendo al efecto fianza u otra seguridad
competente, y aun para hacer cesar inmediatamente el arriendo, en casos graves”.
C.8- Derecho a inspeccionar la cosa arrendada, durante la vigencia del contrato, en los
términos a propósito de las obligaciones del arrendatario.
C.9- Derecho a destinar la suma percibida por concepto de garantía, a cubrir los gastos
efectuados por las reparaciones que deben ejecutarse en el mueble o inmueble arrendado,
cuando se trate de deterioros de los cuales el arrendatario era responsable, así como también
al pago de servicios básicos y de los gastos comunes que no hubieren sido satisfechos por el
arrendatario.
D.- DERECHOS DEL ARRENDATARIO.
D.1- Derecho de usar y gozar de la cosa arrendada.
El arrendatario, según lo expresamos, debe usar la cosa conforme a los términos estipulados en el
contrato, y a falta de pacto, conforme a su destino natural. En lo que respecta a los frutos, podrá
apropiarse de los frutos naturales que produzca la cosa arrendada, y eventualmente de frutos civiles,
594
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
595
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
contrato en que, no obstante lo expuesto, la costumbre tiene mayor cabida, según se aprecia en las
siguientes disposiciones del Código Civil:
i.- Art. 1938, al disponer que “El arrendatario es obligado a usar de la cosa según los términos o
espíritu del contrato; y no podrá en consecuencia hacerla servir a otros objetos que los convenidos;
o, a falta de convención expresa, aquellos a que la cosa es naturalmente destinada, o que deban
presumirse de las circunstancias del contrato o de la costumbre del país.”
ii.- Art. 1940, conforme al cual “El arrendatario es obligado a las reparaciones locativas. Se
entienden por reparaciones locativas las que según la costumbre del país son de cargo de los
arrendatarios, y en general, las de aquellas especies de deterioro que ordinariamente se producen
por culpa del arrendatario o de sus dependientes, como descalabros de paredes o cercas, albañales
y acequias, rotura de cristales, etc.”
iii.- Art. 1951, al disponer que “Si no se ha fijado tiempo para la duración del arriendo, o si el
tiempo no es determinado por el servicio especial a que se destina la cosa arrendada o por la
costumbre, ninguna de las dos partes podrá hacerlo cesar sino desahuciando a la otra, esto es,
noticiándoselo anticipadamente”.
iv.- Art. 1986, al establecer que “Si nada se ha estipulado sobre el tiempo del pago, se observará la
costumbre del departamento”
596
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
No es el CC, sino el CPC, el que reglamenta este derecho, en sus artículos 545 a 548, asimilando los
bienes retenidos a los bienes hipotecados o prendados. Conforme al art. 546 del CPC, si el derecho
legal de retención se ejerce sobre bienes muebles, se asimila a la prenda para los efectos de la
preferencia. Y si recae sobre inmuebles, se asimila al crédito del acreedor hipotecario, siempre que
el derecho de retención haya sido declarado judicialmente e inscrito en el competente registro.
3.- Casos en que procede el derecho de retención, tratándose del arrendamiento:
El derecho puede impetrarse por el arrendador o por el arrendatario, en los siguientes casos:
a.- Caso en que lo invoca el arrendador (art. 1942 inc. 2 CC).
El arrendador puede invocarlo para asegurar el pago de la renta y de las indemnizaciones a que
tenga derecho, reteniendo todos los frutos de la cosa arrendada y los objetos con que el arrendatario
haya amoblado, guarnecido o provisto la cosa arrendada.
Para ejercer el derecho, las cosas han de pertenecer al arrendatario, presumiendo la ley tal dominio,
sin perjuicio de admitir prueba en contrario.
Para que el arrendador pueda ejercer el derecho de retención, debe previamente ser autorizado por
el tribunal.
b.- Caso en que lo invoca el arrendatario (art. 1937 CC).
Puede invocarlo, cuando el arrendador adeuda indemnizaciones por las mejoras efectuadas por el
arrendatario, y que deben reembolsarse por el arrendador. Son tales todas aquellas que no tengan
carácter de locativas. Igual que en el caso del arrendador, el arrendatario debe solicitar la respectiva
autorización judicial.
Nota: Cabe advertir, sin embargo, que nuestra jurisprudencia ha precisado que el arrendatario
carece de la facultad para hacer suyos los frutos que la cosa retenida produzca, porque con arreglo
a los artículos 646 y 648 del Código Civil, aquellos pertenecen al dueño de la cosa, calidad que
ostenta el arrendador.
Sin embargo, no podrá ejercitarse el derecho, cuando estemos ante la extinción involuntaria del
derecho del arrendador sobre la cosa arrendada.
4.- Oportunidad para hacer valer el derecho legal de retención:
Como presupuesto básico, cabe afirmar que resulta necesario que el arrendador o el arrendatario
detente en su poder la cosa arrendada. Sólo puede “retener” quien todavía tiene la cosa ajena en su
poder. Como indica la citada sentencia de la Corte de Temuco de octubre de 1936, “tal derecho civil
o legal de retención es un principio de seguridad de hecho y supone necesariamente la conservación
de la cosa sobre la cual va a recaer, de tal modo que la declaración del derecho viene a ser
simplemente una consagración legal de la tenencia actual y preexistente (...) Dentro del
procedimiento especialísimo establecido por la ley para la tramitación del juicio sobre terminación
inmediata del arrendamiento de casas, almacenes u otros edificios, por falta de pago de la renta, el
arrendatario moroso no tiene otra oportunidad para hacer valer el derecho de retención por
indemnizaciones debidas, que aquella que le ofrece el comparendo a que las partes son convocadas
597
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a fin de practicar la segunda de las reconvenciones a que se refiere el artículo 1977 del Código
Civil, ya que es en esa audiencia en donde los interesados deben exponer lo conveniente a su
derecho (...) En consecuencia, es extemporánea y debe ser rechazada in limine la reclamación del
derecho de retención hecha valer por el arrendatario una vez ejecutoriada la sentencia que puso
término al juicio y decretado el lanzamiento de aquél”.
El art. 9 de la Ley Nº 18.101, establece que el demandado, al contestar la demanda, podrá hacer
valer el derecho de retención, resolviendo el tribunal en la sentencia definitiva, si ha lugar o no a la
retención solicitada.
598
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iii.- Cuando su terminación está indicada por la costumbre del país (por ejemplo, la costumbre
establece que el arriendo de ciertas maquinarias agrícolas, se hace por el período de cosecha).
En los 3 casos anteriores, no será necesario desahucio, para poner término al contrato. Este expira,
con la llegada del plazo (artículo 1954 del CC): se trata sencillamente del cumplimiento del plazo
extintivo (lo anterior, sin perjuicio de las excepciones mencionadas a propósito del arrendamiento
de predios urbanos, contenidas en la Ley Nº 18.101).
2.2- Expiración indeterminada: lo será, cuando el contrato no tiene plazo estipulado por los
contratantes, ni puede deducirse del servicio al que la cosa se destina, ni por la costumbre del país.
En este caso, el contrato puede terminar en cualquier momento, por desahucio del arrendador o del
arrendatario (art. 1951 del CC). Hemos señalado que el desahucio es un acto jurídico unilateral.
Alessandri lo define como “la noticia anticipada que una de las partes da a la otra de su deseo de
poner término al contrato”. El desahucio no puede además revocarse por la sola voluntad del
desahuciante, sino sólo con el consentimiento del desahuciado (art. 1952 del CC). El desahucio
puede ser extrajudicial o judicial, pero como es lógico, por regla general sólo el último será
verdaderamente eficaz, en caso de oposición del arrendatario. El desahucio judicial es el que se hace
por medio de una notificación judicial, en que se hace saber a una de las partes la intención del otro
contratante, de poner término al contrato. La notificación debe hacerse previo decreto judicial que
así lo autorice (art. 588 del CPC). El desahucio extrajudicial, es aquél que se realiza a través de un
notario, en el caso de un contrato de arrendamiento de inmuebles, pactado mes a mes y de duración
indefinida. En este caso, el desahucio tendrá la misma eficacia que el desahucio judicial.
No obstante haberse cumplido el plazo expreso o tácito del contrato o haberse efectuado el
desahucio, puede ocurrir que el contrato continúe vigente por un cierto término, operando entonces
una “tácita reconducción” (art. 1956 del CC). Tal ocurre cuando se cumplan los siguientes
requisitos copulativos:
i.- Se trata de un bien raíz que permanece en poder del arrendatario;
ii.- El arrendatario, con el beneplácito del arrendador, ha pagado la renta de cualquier espacio de
tiempo subsiguiente a la terminación, o ambas partes han manifestado por cualquier otro hecho
igualmente inequívoco su intención de perseverar en el contrato.
Cumpliendo con los 2 requisitos enunciados, se entenderá renovado el contrato, pero por el
siguiente plazo:
i.- Por 3 meses, si se trata de predios urbanos;
ii.- Por el tiempo necesario para utilizar las labores principiadas y coger los frutos pendientes en los
predios rústicos (plazo tácito, por ende).
En todo caso, advierte el art. 1957 del CC que, renovado el contrato, se extinguirán las garantías
constituidas por terceros (se aplica el mismo principio consagrado en el art. 1519, respecto a la
solidaridad, y en el art. 1649, a propósito de la novación).
599
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.- Expiración del arrendamiento por la extinción del derecho del arrendador sobre la cosa
arrendada =
De 4 maneras puede extinguirse el derecho del arrendador sobre la cosa arrendada:
3.1- Extinción del derecho del arrendador sobre la cosa, por causas ajenas a su voluntad: en
realidad, es la ley la que pone término al contrato. El art. 1958 del Código Civil señala algunos
ejemplos: si el arrendador era usufructuario o propietario fiduciario de la cosa, expira el
arrendamiento por la llegada del día en que debe cesar el usufructo o pasar la propiedad al
fideicomisario, aun cuando el plazo del arrendamiento fuere superior; tratándose del usufructo, se
remite el art. 1958 al art. 794 del Código Civil, que ratifica que aun cuando el usufructuario tenga la
facultad de dar el usufructo en arriendo o cederlo a cualquier título, todos los contratos que al efecto
haya celebrado se resolverán al fin del usufructo; con todo, el propietario concederá al arrendatario
el tiempo que necesite para la próxima percepción de frutos, y por ese tiempo, quedará substituido
al usufructuario en el contrato (se trata de una norma similar a la que se establece en el artículo
1885, a propósito del pacto de retroventa).
¿Debe indemnizar el arrendador al arrendatario, cuando el contrato expira antes del plazo
convenido, pero por causas ajenas a la voluntad del primero? El art. 1959 del Código Civil distingue
al efecto 2 situaciones, que se basan en la buena o mala fe con que contrató el arrendador:
i.- Si el arrendador era usufructuario o propietario fiduciario o contrató teniendo sobre la cosa un
derecho sujeto a condición resolutoria (debiera tratarse de una condición resolutoria ordinaria, por
ejemplo, porque pactó con su vendedor un pacto de retroventa, y no tácita, ya que ésta quedaría
comprendida en el caso siguiente, cuando el arrendamiento concluye por culpa del arrendador), no
habrá lugar, por regla general, a indemnización de perjuicios por la cesación del arriendo en virtud
de la resolución del derecho;
ii.- Pero si encontrándose en alguna de las situaciones mencionadas, hubiere arrendado como
propietario absoluto (ocultando entonces su calidad de usufructuario, o de propietario fiduciario o
sujeto a condición resolutoria), será obligado a indemnizar al arrendatario, salvo que éste haya
contratado a sabiendas de que el arrendador no era propietario absoluto.
3.2- Extinción del derecho del arrendador sobre la cosa arrendada por hecho o culpa suya: puede
ocurrir que el arrendador pierda su derecho porque vende o dona la cosa arrendada; o porque se
resuelve la compraventa que sirvió de título para adquirir el dominio, por no haberse pagado el
precio de la misma; etc. En los casos anteriores el arrendador pierde el derecho que tenia sobre la
cosa, por una causa imputable a su persona. Para determinar si el arrendador debe indemnizar al
arrendatario, debemos distinguir si la persona a quien se traspasan los derechos que el arrendador
tenia sobre la cosa, esta o no obligado a respetar el contrato de arrendamiento. En el primer caso, el
arrendatario no tiene derecho a reclamar indemnización alguna, pues la circunstancia de haber un
nuevo dueño no lo afecta, ya que el arrendamiento subsiste. En el segundo caso, si tiene derecho a
ser indemnizado, pues a consecuencia de haber pasado el dominio a otras manos, el arrendamiento
se extinguió. El art. 1962 CC establece los casos en que el contrato de arrendamiento es oponible al
nuevo dueño de la cosa arrendada:
1°- Aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador por un título lucrativo (gratuito).
600
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2°- Aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador por un título oneroso, siempre y cuando el
contrato de arrendamiento se hubiere celebrado por escritura pública, y exceptuándose a los
acreedores hipotecarios.
3°- Los acreedores hipotecarios, siempre y cuando el arrendamiento se hubiere otorgado por
escritura pública; y dicha escritura se hubiere inscrito en el Registro del CBR antes de la inscripción
hipotecaria (el arrendamiento, igual que la hipoteca, se inscribirá en el Registro de Hipotecas y
Gravámenes).
Por lo tanto, si la hipoteca se inscribió antes que el contrato de arrendamiento, el último será
inoponible al acreedor hipotecario. Por ende, si el acreedor hipotecario demanda al arrendador y se
adjudica el inmueble con cargo a su crédito, tiene derecho a pedir al tribunal que ordene al CBR que
cancele la inscripción correspondiente al arrendamiento, pues fue posterior a la inscripción
hipotecaria.
3.3- Extinción del derecho del arrendador sobre la cosa arrendada por actos de terceros: conforme al
art. 1965 del Código Civil, “Si por el acreedor o acreedores del arrendador se trabare ejecución y
embargo en la cosa arrendada, subsistirá el arriendo, y se substituirán el acreedor o acreedores en
los derechos y obligaciones del arrendador. / Si se adjudicare la cosa al acreedor o acreedores,
tendrá lugar lo dispuesto en el artículo 1962”.
El solo embargo del inmueble arrendado no pone fin al contrato de arrendamiento. Como indica
Carlos Ducci, “el contrato subsiste, pero cambia una de las partes, ya que el arrendador pasan a
serlo el acreedor o acreedores que adquieren sus derechos y asumen sus obligaciones”. Agrega
Ducci que “Lo anterior lo corrobora el artículo 454 del CPC, que dispone que el embargo no
alterará la situación de un tercero que se oponga a la entrega del bien porque lo goza a otro título
que el de dueño”.
Será con la venta forzada de la cosa arrendada, que expire el contrato de arrendamiento, salvo que
éste sea oponible al adquirente, conforme al art. 1962.
Por su parte, el art. 1968 del CC se pone en el caso inverso, es decir, el insolvente es el arrendatario,
y dispone al efecto que “La insolvencia declarada del arrendatario no pone necesariamente fin al
arriendo. / El acreedor o acreedores podrán substituirse al arrendatario, prestando fianza a
satisfacción del arrendador” (podría suceder que el arrendatario desarrolle una industria o
comercio en un local arrendado, y genere ingresos que a su vez permitirían a los acreedores
obtener el pago de sus acreencias, de manera que a ellos les interesa que subsista el
arrendamiento). / No siendo así, el arrendador tendrá derecho para dar por concluido el
arrendamiento; y le competerá acción de perjuicios contra el arrendatario según las reglas
generales”
Los artículos 1965 y 1968, corresponden a dos casos, de los pocos que establece la ley, en que se
autoriza –específicamente en el art. 2466- para el ejercicio de la acción oblicua o subrogatoria,
estudiada entre los derechos auxiliares de los acreedores.
601
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.4- Extinción del derecho del arrendador sobre la cosa arrendada por disposición de la ley: ocurrirá
lo anterior, cuando en virtud de una ley, la cosa arrendada fuere expropiada por causa de utilidad
pública. El art. 1960 del Código Civil precisa tres situaciones particulares:
3.4.1. Se dará al arrendatario el tiempo preciso para utilizar las labores principiadas, (o sea, para
obtener beneficio de ellas) y coger los frutos pendientes;
3.4.2. El Estado o la corporación expropiadora deberán indemnizar al arrendatario, siempre y
cuando nos encontremos ante alguna de las siguientes hipótesis:
i.- Si la causa de expropiación fuere de tanta urgencia que no permita otorgar al arrendatario el
tiempo preciso para utilizar las labores principiadas y coger los frutos pendientes;
ii.- Si el arrendamiento se estipuló por cierto número de años, todavía pendientes a la fecha de la
expropiación, y así contare por escritura pública.
iii.- Si la expropiación afectare sólo a una parte de la cosa arrendada, el arrendatario podrá exigir
que cese el arrendamiento, cuando sea de presumir que sin la parte expropiada, no habría
contratado.
En relación a esta tercera situación, Carlos Ducci refiere que “Esta disposición, redactada pensando
esencialmente en la expropiación de predios rústicos, deja en claro que el acto expropiatorio pone
fin al contrato de arrendamiento del bien expropiado. Lo anterior lo expresa directamente el inciso
2º del artículo 20 del Decreto Ley número 2.186, de 1978, que contiene la Ley Orgánica de
Procedimiento de Expropiaciones. Dicha disposición señala los efectos de la radicación del dominio
del bien expropiado en el patrimonio del expropiante y expresa que se extinguirán de pleno derecho,
entre otros, los arrendamientos, comodatos y demás contratos que constituyan títulos de mera
tenencia que afectaren al bien expropiado”.
También expirará el contrato en virtud de la ley, en los casos siguientes:
i.- Tratándose de los arrendamientos celebrados por los tutores o curadores: el artículo 1969 se
remite al artículo 407, que establece al efecto que el arrendamiento no podrá exceder de 5 años si el
predio es urbano y de 8 si es rústico, y en todo caso no podrá extenderse más allá del momento en
que el pupilo cumpla 18 años. Se trata de una hipótesis de inoponibilidad.
ii.- Tratándose de los arrendamientos celebrados por el padre o la madre como administradores de
los bienes del hijo: está subordinado a las mismas normas que rigen para los guardadores (artículo
255 en relación con el artículo 407): los predios rústicos no pueden arrendarse por más de 8 años ni
los urbanos por más de 5 años; y en ningún caso, por un plazo mayor que aquél que falte para que el
hijo llegue a la mayor edad. La infracción de esta norma no origina la nulidad del contrato, sino la
inoponibilidad ante el hijo.
iii.- Tratándose de los arrendamientos celebrados por el marido, como administrador de los bienes
sociales y de los bienes propios de su mujer, casada en sociedad conyugal: rigen los artículos 1749,
1756 y 1761. Las reglas son similares a las enunciadas a propósito de los dos casos anteriores.
602
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4.- Expiración del contrato por la sentencia del juez en los casos en que la ley ha previsto =
Conforme a las reglas generales, el contrato de arrendamiento podrá expirar por declararse su
nulidad, o por resolución, siempre y cuando no hubiera empezado a cumplirse, pues en caso
contrario, debemos hablar de término del contrato.
Carlos Ducci, sistematizando este punto, señala los siguientes casos en que las partes pueden
demandar la terminación del contrato de arrendamiento:
1)- Casos en que el arrendatario puede demandar la terminación:
i.- Imposibilidad del arrendador de entregar la cosa arrendada o la mora en entregarla que
disminuyere notablemente para el arrendatario el valor del contrato (artículos 1925 y 1926 del
Código Civil);
ii.- Las reparaciones sobre una parte tan grande de la cosa arrendada, que el resto no aparezca
suficiente para el objeto con que se tomó en arriendo (art. 1928 del Código Civil);
iii.- Si el arrendatario, a consecuencia de los derechos que ha justificado un tercero, se hallare
privado de tanta parte de la cosa arrendada, que sea de presumir que sin esa parte no habría
contratado (art. 1930 del Código Civil);
iv.- Si el mal estado o calidad de la cosa le impiden hacer de ella el uso para que ha sido arrendada
(art. 1932 del Código Civil).
Se enmarcan estas hipótesis en las primeras cuatro obligaciones del arrendador.
2)- Casos en que el arrendador puede demandar el término del contrato:
i.- Cuando el arrendatario no hubiere dado a la cosa el uso convenido o el que corresponda a la
naturaleza de la cosa arrendada (art. 1938 CC);
ii.- El grave deterioro del bien arrendado, cuando es imputable al arrendatario (art. 1939 CC);
iii.- Cuando la cosa arrendada necesita reparaciones que en todo o parte impidan su goce (art. 1966
CC);
iv.- Ante la insolvencia declarada del arrendatario (art. 1968 CC);
v.- Por negligencia grave del arrendatario en la mantención del inmueble (art. 1972 CC);
vi.- Por emplear el arrendatario la casa o edificio a un objeto ilícito (art. 1973 CC);
vii.- Por subarrendar la cosa a persona de notoria mala conducta (art. 1973 CC);
viii.- Por la mora en el pago de la renta (art. 1977 CC).
603
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
604
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
dominio, la cosa (la materia proporcionada, en este caso) perece para su dueño. Si la pérdida o
destrucción es imputable al artífice, él será obviamente responsable.
Puede ocurrir que ambas partes suministren materiales, caso en el cual será arrendamiento si la
materia principal es aportada por el que encarga la obra, y compraventa a la inversa (artículo 1996,
inciso 4º).
Hemos señalado que si el que encargó la obra suministra la materia al artífice, la pérdida de la
misma será asumida por el primero. En tal caso, el artífice sólo podrá reclamar el precio o salario,
en los casos siguientes (art. 2000 del Código Civil):
i.- Si la obra ha sido reconocida y aprobada por quien encargó la obra;
ii.- Si quien encargó la obra está en mora de reconocerla y aprobarla;
iii.- Si la cosa perece por vicio de la materia suministrada por el que encargó la obra. Con todo, el
artífice no podrá reclamar el precio:
i) Cuando por su oficio, haya debido conocer el vicio que afecta la materia (por ejemplo, cuando
siendo un ebanista experto, se le entregó un trozo de pino oregón que ostensiblemente está horadado
por termitas);
ii) Cuando conociendo el vicio, no haya dado aviso oportuno a quien le encargó la obra.
605
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
A la inversa, si quien fallece fuere el que encargó la obra, el contrato subsiste, debiendo asumir la
posición jurídica del arrendatario sus herederos, conforme a las reglas generales.
606
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iv.- Sin perjuicio de lo establecido en la regla tercera del art. 2003 del Código Civil (el art. 18,
erróneamente, alude al “número” tres del artículo), los constructores serán responsables por las
fallas, errores o defectos en la construcción, incluyendo las obras ejecutadas por subcontratistas y el
uso de materiales o insumos defectuosos, sin perjuicio de las acciones legales que puedan interponer
a su vez en contra de los proveedores, fabricantes y subcontratistas.
v.- Las personas jurídicas serán solidariamente responsables con el profesional competente que
actúe por ellas como proyectista o constructor respecto de los señalados daños y perjuicios.
vi.- El propietario primer vendedor estará obligado a incluir en la escritura pública de compraventa,
una nómina que contenga la individualización de los proyectistas y constructores a quienes pueda
asistir responsabilidad de acuerdo al citado art. 18º. Tratándose de personas jurídicas, deberá
individualizarse a sus representantes legales.
vii.- Las condiciones ofrecidas en la publicidad, se entenderán incorporadas al contrato de
compraventa.
viii.- Los planos y especificaciones técnicas definitivos, se mantendrán en un archivo de la
Dirección de Obras Municipales, a disposición de los interesados.
ix.- La responsabilidad civil a que se refiere el art. 18º, tratándose de personas jurídicas que se
hayan disuelto, se hará efectiva respecto de quienes eran sus representantes legales a la fecha de
celebración del contrato.
x.- Las acciones para hacer efectivas las responsabilidades a que se refiere el artículo 18º,
prescribirán en cinco años, contados desde la fecha de la recepción definitiva de la obra por parte de
la Dirección de Obras Municipales (para tales efectos, el citado organismo emite un “Certificado de
Recepción Final”).
607
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
608
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
precio (art. 1998), se estará a lo que éste establezca, y de fallecer antes de hacerlo, no habrá contrato
(si murió antes de prestarse el servicio) o se regulará por peritos (si murió después de prestarse el
servicio); quien encargó el servicio podrá hacerlo cesar (art. 1999); y si quien encargó el servicio no
estuviere conforme con lo realizado por el prestador del mismo, se estará a lo dispuesto en el art.
2002 del Código Civil.
609
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
610
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a que se trate de un acto mixto: mercantil para el proveedor y civil para el consumidor. Lo mismo
ocurre con las sociedades profesionales: el art. 2° de la ley les hace inaplicable su normativa, al no
ejecutar dichas sociedades actos mercantiles.
CAPITULO 6: HIPOTECA
CONCEPTO DE HIPOTECA (ART. 2407 CC):
“La hipoteca es un derecho de prenda, constituido sobre inmuebles que no dejan por eso de
permanecer en poder del deudor”.
La definición legal sugiere las siguientes observaciones:
1. Este concepto alude a la hipoteca como derecho real, pero no como contrato.
2. El concepto asimila a la hipoteca con el derecho de prenda. Esta asimilación al derecho de
prenda es equivoca, pues el derecho de hipoteca tiene su propia fisionomía. Pero la
asimilación tiene una explicación histórica, pues el derecho romano sólo aludía a la prenda,
garantía que podía recaer tanto en muebles como inmuebles.
3. El concepto habla de “deudor”, siendo que más bien se debe hablar de “constituyente”, ya
que no siempre es el deudor quien asegura su obligación con la hipoteca.
4. El concepto no menciona los derechos que tiene el acreedor hipotecario.
5. Es cierto que la hipoteca se constituye sobre inmuebles, esa es la regla general, pero hay
excepciones.
Esta definición que nos da el CC de hipoteca ha sido criticada por nuestra doctrina, porque no
proporciona una idea cabal de la garantía.
Al respecto Somarriva define a la hipoteca como: “Es el derecho real que recae sobre un inmueble
que permaneciendo en poder del constituyente , da derecho al acreedor para perseguirlo de
manos de quien se encuentre y de pagarse preferentemente del producto de la subasta”.
611
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Se define la hipoteca como derecho real y no como contrato, porque si bien por lo general tiene
ambas características, no siempre acontece así, ya que puede existir como derecho sin que haya
contrato, como ocurre en el caso de hipoteca legal que contempla el CPC.
Además, es más correcto señalar que el inmueble permanece en poder del “constituyente” antes que
en poder del “deudor”, pues puede ocurrir que la garantía emane de un tercero.
La palabra “hipoteca”, se forma por las expresiones “hipo”, que significa “debajo de” y “teca”, que
significa “lugar en que se guarda algo”. Alude a un inmueble que queda sometido al ejercicio de
ciertas facultades del acreedor, a consecuencia del préstamo que éste le hizo al deudor. A un
inmueble colocado debajo de un gravamen.
La hipoteca, además, con seguridad, es una de las instituciones que aparece con mayor frecuencia a
lo largo de todo el CC, y en las más diversas materias, sea aludiéndose en forma directa, o bajo la
forma genérica de “gravar”.
REGULACIÓN:
El Código Civil regula la hipoteca en los artículos 2407 a 2434 del Libro IV.
IMPORTANCIA:
De todas las cauciones, tanto reales como personales, ninguna ofrece mayor seguridad al acreedor
que la hipoteca, siendo la principal fuente de crédito. Ello, porque los bienes raíces tienen un valor
estable, más o menos elevado, resultando posible obtener créditos más cuantiosos.
También la hipoteca presenta ventajas para el deudor, porque no obstante la constitución del
gravamen, no se ve desposeído del inmueble, pudiendo valerse de él para obtener utilidades.
En verdad, no se concibe todo el sistema bancario sin la existencia de la hipoteca, garantía
fundamental exigida tanto a las personas naturales o jurídicas, en sus operaciones comerciales o
cuando pretenden adquirir inmuebles.
Para que conserve su eficacia, la hipoteca debe gozar de la publicidad general, lo que se consigue
mediante la inscripción en el Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes
Raíces.
612
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
613
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
614
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En virtud del principio de la indivisibilidad de la hipoteca que consagran los arts. 1526 N° 1 y 2408,
puede decirse que cada parte del inmueble hipotecado garantiza la totalidad del crédito, y que a su
vez cada parte del crédito está caucionado con la totalidad del bien hipotecado. La indivisibilidad
entonces, puede mirarse a través del inmueble dado en garantía o desde el punto de vista del crédito
garantizado:
7.1.- Con relación al inmueble = el principio de la indivisibilidad recibe diversas manifestaciones:
● Si son varios los inmuebles hipotecados, el acreedor a su arbitrio podrá perseguirlos a todos ellos
o al que elija. Dispone al efecto el art. 1365, inc. 1º: “Si varios inmuebles de la sucesión están
sujetos a una hipoteca, el acreedor hipotecario tendrá acción solidaria contra cada uno de dichos
inmuebles, sin perjuicio del recurso del heredero a quien pertenezca el inmueble contra sus
coherederos por la cuota que a ellos toque de la deuda”. Existe una impropiedad en la expresión
acción solidaria, pues es una acción indivisible.
● De acuerdo con el art. 1526 N° 1, idea que repite el art. 2408, la acción hipotecaria se dirige
contra el que posea en todo o en parte el inmueble hipotecado. De manera que si en la sucesión del
deudor uno de los herederos se adjudica el inmueble gravado, contra él se dirige la acción, y si el
bien se divide en lotes, distribuyéndose entre los herederos, el acreedor puede ejercitar su acción por
el total en cada uno de los lotes.
7.2.- Desde el punto de vista del crédito = se desprende del art. 1526, Nº 1, que:
• Si queda una parte insoluta del crédito, por pequeña que sea, subsiste la totalidad de la garantía
hipotecaria;
• Además, si hay varios acreedores hipotecarios y el deudor le paga su cuota a uno de ellos, no
puede solicitarle la cancelación proporcional del gravamen; y
• Si fallece el acreedor dejando varios herederos, cada uno de ellos puede perseguir el total de la
finca hipotecada, por su parte o cuota en el crédito.
Nota: El carácter indivisible que tiene la hipoteca es de su naturaleza y no de la esencia. Por ello, y
por estar establecido en beneficio del acreedor, éste puede renunciarlo.
CLASES DE HIPOTECAS:
1- Atendiendo a su origen.
a. Convencional
b. Legal
c. Judicial
2- Atendiendo a los bienes a los que afecta.
a. Especial: Cuando grava uno o más predios determinados
b. General: Cuando se extiende a todos los inmuebles del deudor
3- Atendiendo a si está o no sometida a publicidad.
a. Publica
b. Oculta
615
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
616
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ello referirse a que la obligación de rendirla puede emanar de las fuentes indicadas; pero la
fianza en sí misma es siempre un contrato. Lo mismo ocurre con la hipoteca: en algunos casos,
el contrato hipotecario debe celebrarse cumpliendo una obligación contraída en un contrato
previo; en otros, cumpliendo con lo que ordena un precepto legal y en otros con lo que ordena
una sentencia. Pero en las tres hipótesis, siempre deberá celebrarse el contrato hipotecario. Son
estos casos:
1)- Emana la hipoteca del acuerdo de voluntades.
- En el caso del contrato de promesa de constituir hipoteca.
2)- Emana de la ley la obligación de constituir hipoteca.
- Muerte presunta (art. 89 CC).
- En las guardas (arts. 374 y 375 CC).
- Usufructo (art. 775 CC).
3)- Emana de una resolución judicial la obligación de constituir hipoteca.
- Fideicomiso (art. 775 CC).
- Albaceas fiduciarios (art. 1315 CC).
Respecto a estas hipotecas judiciales cabe observar que el juez no puede ordenar su constitución
a su simple arbitrio, sino que es necesario que un texto legal lo autorice: de ahí que la fuente
remota de la hipoteca ordenada por el juez viene a ser la ley.
En todo caso, la diferencia que se aprecia entre las hipotecas legales y las judiciales, estriba en
que, en las primeras, el juez debe ordenarlas, mientras que en las segundas, el juez puede
ordenarlas.
Resumiendo:
l. No hay en nuestro Derecho, hipotecas ocultas, porque para su existencia todas deben
inscribirse en el Conservador de Bienes Raíces;
2.Tampoco existen hipotecas generales, en cuanto a los bienes raíces hipotecados, sino
únicamente especiales, que se refieren a bienes raíces determinados;
3. No hay en el Código Civil hipotecas legales ni judiciales, en el sentido que se produzcan por
el sólo ministerio de la ley (los casos excepcionales, se contemplan en otros cuerpos legales) o
por la sola sentencia, pues siempre se requerirá celebrar acto seguido el contrato hipotecario;
4. Puede hablarse en el Código Civil de hipotecas legales, judiciales y convencionales
atendiendo al origen de donde emana la obligación de constituirla, bajo el entendido que
siempre debe celebrarse el contrato hipotecario;
617
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5. La hipoteca es un derecho real, y como tal, para su tradición es necesario que concurra un
título de donde emane la obligación de constituirla. Este título es el contrato hipotecario, salvo
en los casos de hipoteca legal que acepta nuestra legislación, en los que el título es la ley.
618
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
EL CONTRATO HIPOTECARIO:
a- Concepto de contrato hipotecario: “Es aquel contrato en que el deudor o un tercero se
obliga con respecto al acreedor a darle o transferirle el derecho de hipoteca sobre un
inmueble de su propiedad y a conservar éste en condiciones idóneas para asegurar el pago
de los créditos garantizados”.
El derecho real de hipoteca necesita para nacer, como todo derecho real, que opere un modo de
adquirir el dominio. Originariamente, en la constitución de la hipoteca existe tradición de la misma.
Con posterioridad, también pueden actuar otros modos: la prescripción en caso que el gravamen se
haya constituido sobre cosa ajena, pues entonces la tradición no sirve al acreedor para adquirir el
derecho, sino como título para llegar a adquirirlo por prescripción, o la sucesión por causa de
muerte, mediante la cual el heredero o legatario adquiere el derecho de hipoteca conjuntamente con
el crédito.
Ahora bien, si en la generación del derecho de hipoteca siempre existe tradición, tendrá también que
existir un título que la anteceda (art. 675 CC), es decir, un contrato que coloque a una persona en la
obligación de transferir el derecho de hipoteca. Este título, no es otro que el contrato hipotecario.
619
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
620
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ii) Será oneroso = si el acreedor, a cambio de la constitución de la hipoteca, ofrece al deudor una
rebaja en los intereses, una prórroga en el plazo de servicio de la deuda, etc.
2)- La hipoteca se constituye por un tercero garante: también distinguimos:
● La hipoteca se constituye a cambio de una remuneración o pago ofrecido por el acreedor: será
oneroso el contrato, y además bilateral;
● La hipoteca se constituye a cambio de una remuneración o pago ofrecido por el deudor principal:
el contrato de hipoteca será unilateral, porque el que se obliga a pagar es un tercero ajeno al contrato
de hipoteca, el deudor principal; pero también podríamos aceptar –siguiendo a López Santa María-
que en este caso, el contrato es oneroso, en cuanto efectivamente reporta utilidad para ambos
contratantes. Con todo, para Somarriva, aún en este caso el contrato sigue siendo gratuito, pues para
ser oneroso, las partes deben gravarse recíprocamente, y no un tercero (la discrepancia entre los dos
autores citados, se resume en lo siguiente: para concluir si estamos o no ante un contrato oneroso,
basta, para López Santa María, que el contrato reporte utilidad para ambas partes, aunque dicho
beneficio lo obtenga uno de los contratantes de un tercero ajeno al contrato; en cambio, para
Somarriva, además, es necesario que las dos partes se graven recíprocamente, según se desprende
del art. 1440 del Código Civil).
● La hipoteca se constituye sin que medie pago alguno, ni del acreedor ni del deudor principal: el
contrato será gratuito.
Nota: Cabe advertir, en todo caso, que para los efectos prácticos, es decir para ver la procedencia
de la acción pauliana, el art. 2468 equipara la hipoteca a los actos onerosos (lo mismo ocurre con
la prenda).
5.- Es un contrato solemne, ya que debe otorgarse por escritura pública y debe además ser inscrita
en el Registro Conservatorio (arts. 2409 y 2410 CC).
ELEMENTOS DE LA HIPOTECA:
A.- CAPACIDAD.
Se exige al constituyente capacidad para enajenar; ello, porque la hipoteca es un principio de
enajenación y en algunos casos un acto de enajenación (art. 2414 CC).
La capacidad de enajenar se exige en el deudor o tercero que constituye la hipoteca, pero no en el
acreedor, a quien para aceptarla le es suficiente la capacidad de obligarse, o sea, la capacidad de
ejercicio.
Cabe destacar, además, que la capacidad para enajenar es diversa de la necesaria para obligarse;
puede ocurrir entonces que sea válida la obligación principal y nula la hipoteca, porque el
constituyente era capaz de obligarse, pero no de enajenar (por ejemplo, porque el inmueble estaba
embargado).
Existen algunos casos en los que se contemplan reglas especiales, cuando se trata de hipoteca de
bienes raíces de algunos incapaces, o existiendo sociedad conyugal o de la afectación de inmuebles
621
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
como bienes familiares. En todos estos casos, la ley exige cumplir en forma previa con formalidades
habilitantes:
● Hipoteca sobre inmuebles de la sociedad conyugal: art. 1749 (autorización de la mujer o de la
justicia en subsidio);
● Hipoteca sobre inmuebles de hijos no emancipados: art. 254 (autorización judicial);
● Hipoteca sobre inmuebles de un pupilo: art. 393 (autorización judicial);
● Hipoteca sobre inmuebles pertenecientes a la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal:
art. 1754 (autorización de la mujer, sin posibilidad de obtener autorización judicial supletoria ante la
negativa de la mujer).
● Hipoteca sobre inmuebles sociales o del marido, cuando la mujer o un tercero asume la
administración extraordinaria de la sociedad conyugal: art. 1759 (autorización judicial);
● Hipoteca sobre un inmueble afectado como bien familiar: art. 142 (autorización del cónyuge no
propietario).
● Hipoteca sobre un inmueble perteneciente a una persona declara presuntivamente muerta: art. 88
del Código Civil (autorización judicial).
En los casos anteriores, la sanción para el caso de omitirse estas formalidades, es la nulidad relativa,
pues aquellas se exigen en atención al estado o calidad de las personas a quienes se refieren dichas
normas.
B.- FORMALIDADES DEL CONTRATO DE HIPOTECA.
La hipoteca debe perfeccionarse por escritura pública (art. 2409 CC).
Los autores se han planteado qué rol jurídico juega en la hipoteca la inscripción en el Registro
Conservatorio: ¿es una solemnidad del acto hipotecario o la forma de efectuar la tradición del
derecho real de hipoteca? La inscripción diría relación con los efectos del contrato hipotecario
(obligación del constituyente de transferir al acreedor el derecho real de hipoteca), y no a su
perfeccionamiento, para lo cual basta con la escritura pública.
→ Contratos de hipoteca celebrados en el extranjero:
Estos requieren, conforme a los artículos 2411 del CC y 345 y sgts del CPC:
1. Escritura pública
2. Legalización del instrumento (arts. 62 y 64 del reglamento del CBR).
3. El contrato debe inscribirse en el Registro respectivo del CBR.
→ Contenido de la inscripción en el Registro de Hipotecas y Gravámenes (art. 2432 CC) (El art.
81 del reglamento del CBR reproduce los requisitos, y el art. 82 señala que de faltar alguna de las
designaciones en términos absolutos, deberá otorgarse nueva escritura pública complementaria):
1° Individualización del acreedor, del deudor y/o del tercero garante hipotecario.
622
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
623
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
624
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
625
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
perjuicio de los acreedores), de manera que a través de ella buscará dejar sin efecto tal renuncia. En
efecto, el art. 803, después de aludir en su inc. 1° al derecho que tienen los acreedores del
usufructuario (y entre ellos por ende el acreedor hipotecario) para pedir que se embargue el
usufructo y se les pague con él (con los frutos que produzca o con el producto de la venta forzada
del usufructo), agrega en su inc. 2°: “Podrán por consiguiente oponerse a toda cesión o renuncia del
usufructo hecha en fraude de sus derechos”.
En cuanto a la consolidación del usufructo con el nudo propietario, entendemos que el pleno
propietario tendrá que soportar la hipoteca. Más, ¿sobre qué la soporta? ¿Sobre toda su propiedad, o
sólo sobre el usufructo? Pareciera que sobre toda la propiedad, pues el usufructo ya se extinguió. El
fundamento sería el art. 2421 del Código Civil, que dispone: “La hipoteca se extiende a todos los
aumentos y mejoras que reciba la cosa hipotecada”. La “cosa hipotecada” era el derecho de
usufructo, que al consolidarse con la nuda propiedad, se transformó en propiedad plena. Ergo, la
hipoteca se habría extendido a ésta. Por ende, el acreedor hipotecario podría demandar al
propietario pleno, invocando la existencia de la hipoteca que ahora se cierne sobre la propiedad
plena del demandado. Y si éste se ve en la necesidad de pagar lo adeudado para evitar el remate de
la finca, parece razonable que después pueda repetir en contra de quien fue usufructuario, pues él es
en verdad el deudor. Operaría un pago con subrogación. Con mayor razón subsistirá la hipoteca y
sobre toda la propiedad, si fuere el usufructuario el que adquiere la nuda propiedad,
transformándose en propietario pleno.
Nada dice Fernando Alessandri acerca del tercer caso que señala Somarriva, esto es, cuando el
usufructo se extingue por sentencia judicial en el caso del art. 809. Somarriva tampoco proporciona
fundamentos para este tercer caso. Dicho precepto dispone: “El usufructo termina, en fin, por
sentencia de juez que a instancia del propietario lo declara extinguido, por haber faltado el
usufructuario a sus obligaciones en materia grave, o por haber causado daños o deterioros
considerables a la cosa fructuaria. / El juez, según la gravedad del caso, podrá ordenar, o que cese
absolutamente el usufructo, o que vuelva al propietario la cosa fructuaria, con cargo de pagar al
fructuario una pensión anual determinada, hasta la terminación del usufructo”. Entendemos que la
hipoteca subsistiría, no obstante que se extinga el usufructo, porque esto último acaece por voluntad
del constituyente del gravamen, al incumplir en materia grave sus obligaciones o causar daños a la
cosa fructuaria. La cuestión nos parece dudosa. El usufructo está sujeto a extinguirse en este caso
por abuso en el que incurre el usufructuario en el goce de la cosa. Es una contingencia que debe
soportar el acreedor hipotecario (quien se presume conoce el art. 809), desde el momento en que
acepta el gravamen sobre un derecho real susceptible de extinguirse por la causal indicada, a
diferencia de lo que ocurre con el propietario pleno, quien en caso de ocasionar daños al inmueble
hipotecado, podrá incluso ser demandado por el acreedor hipotecario para el inmediato pago de lo
que debe, subsistiendo por cierto la hipoteca.
De cualquier forma, considerando las vicisitudes que puede afrontar un usufructo, lo aconsejable
sería hipotecar simultáneamente, si se puede, la nuda propiedad y el derecho de usufructo, pues en
tal caso, extinguido el usufructo, subsistirá la hipoteca, ahora gravando la propiedad plena.
Al igual que lo dijimos a propósito de la propiedad fiduciaria, puede ocurrir que el constituyente
del usufructo prohíba gravarlo. Es cierto que el art. 793, inc. 3º, alude a la prohibición de arrendar y
ceder (enajenar) el usufructo, pero creemos que la prohibición sería eficaz, entendiendo que dentro
626
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
627
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
constituyente de la hipoteca enajenara el bien raíz hipotecado, es evidente que el acreedor tendría
acción de daños y perjuicios”.
En realidad, en la primera hipótesis planteada por Fernando Alessandri -negativa del constituyente a
inscribir la hipoteca-, no es necesario que el acreedor demande al constituyente para obtener dicha
inscripción conservatoria. Simplemente, debe requerir directamente la inscripción al Conservador
de Bienes Raíces.
Recordemos que este precepto sirve de fundamento para estimar que el contrato hipotecario se
perfecciona por el sólo otorgamiento de la escritura pública, ya que la inscripción no es solemnidad
del contrato, sino únicamente la tradición del derecho de hipoteca. En efecto, al hipotecarse los
bienes futuros, aún no existe la hipoteca como derecho real, ya que para ello es necesario la
inscripción, pero sí existe como contrato, y de él nace al acreedor el derecho de hacer inscribir los
bienes a medida que el deudor los adquiera.
A propósito de esta hipótesis, es útil traer nuevamente a colación el caso contemplado en el art. 16
de la Ley N° 19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria, que regula la hipoteca de departamentos de
un edificio en actual construcción. Este precepto permite hipotecar los departamentos o inmuebles
(“unidades”, las llama la ley) que serán acogidos a la citada Ley, aunque el condominio sólo esté en
etapa de proyecto o en construcción.
En efecto, dispone el art. 16 de la ley citada que se podrá constituir hipoteca sobre una unidad de
un condominio en etapa de proyecto o en construcción, para lo cual se archivará provisionalmente
un plano en el Conservador de Bienes Raíces, en el que estén singularizadas las respectivas
unidades, de acuerdo con el permiso de construcción otorgado por la Dirección de Obras
Municipales (este plano debe estar visado por la Dirección de Obras Municipales). Esta hipoteca
gravará la cuota que corresponda a dicha unidad en el terreno desde la fecha de la inscripción de la
hipoteca y se radicará exclusivamente en dicha unidad y en los derechos que le correspondan a ésta
en los bienes comunes, sin necesidad de nueva escritura ni inscripción, desde la fecha del
certificado a que se refiere el art. 10º inciso 2º (el certificado que acoja condominio a la Ley de
Copropiedad Inmobiliaria), procediéndose al archivo definitivo del plano del condominio. De esta
manera, distinguimos dos etapas: i) en la primera etapa, que opera desde la fecha de la inscripción
de la hipoteca, ésta gravará “la cuota que corresponda a dicha unidad en el terreno”; ii) en la
segunda etapa, la hipoteca, una vez otorgado el certificado que acoja condominio a la Ley de
Copropiedad Inmobiliaria, la hipoteca “se radicará exclusivamente en dicha unidad y en los
derechos que le correspondan a ésta en los bienes de dominio común”. Por cierto, para que opere la
segunda etapa, no se requiere “de nueva escritura ni inscripción”.
La fórmula anterior puede resultar muy útil, cuando en el terreno ya se han levantado edificios o
casas y vendido departamentos o unidades, pues si así ocurriere, no será posible hipotecar el
inmueble como un todo, pues sobre él, hay otros propietarios que tendrían que consentir en el
gravamen. En efecto, cada comprador de un departamento o casa del condominio, adquiere también
una cuota en los bienes comunes, y entre éstos, está el terreno respectivo.
Se trata de un caso de hipoteca sobre “bienes futuros”, pero en rigor distinto al caso a que alude el
art. 2419 del Código Civil. En efecto, en el caso del Código Civil, la futureidad está dada por la
adquisición del dominio: quien hipoteca, aún no es dueño del inmueble. Sería un caso en el cual,
628
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
indudablemente, la hipoteca sobre cosa ajena es válida, aunque sus efectos quedan supeditados a
que en futuro el constituyente efectivamente adquiera el dominio del predio que hipoteca. Mientras
ello no ocurra, no podrá inscribirse la hipoteca. En cambio, conforme a lo dispuesto en la Ley N°
19.537, quien hipoteca es dueño, sólo que de todo el terreno en el cual, en el futuro, se emplazará la
unidad respectiva, que todavía no existe. Pero aun así, la hipoteca se entiende constituida desde ya y
se procede a su inscripción.
El caso también es interesante, en cuanto se reconoce expresamente la figura de la “radicación” de
la hipoteca, que consiste en circunscribir una hipoteca que grava a un predio en mayor extensión, a
una parte del mismo, materialmente determinada. Aunque en las normas de la hipoteca del Código
Civil no se contempla tal figura, vemos que el legislador nacional sí la ha reconocido en el art. 16 de
la Ley N° 19.537.
6°- Hipoteca de cuota (art. 2417 CC).
No sólo puede hipotecar el que sea dueño absoluto del inmueble, sino también el que tenga una
cuota de él, el que sea comunero en su dominio. Si el legislador permite que el comunero hipoteque
su cuota, es porque considera que sobre ella tiene el derecho de dominio, como se desprende del art.
1812 del Código Civil, que lo autoriza para vender la cuota, y del art. 892 del Código Civil que lo
faculta para reivindicarla.
Para estudiar los efectos que produce la hipoteca de cuota es necesario hacer un triple distingo,
según que los bienes hipotecados se adjudiquen al comunero hipotecante, a los otros comuneros o
se transfieran a terceros extraños a la comunidad.
Si los bienes inmuebles cuya cuota se hipoteca se adjudican al comunero que los hipotecó, subsiste
la hipoteca, sin necesidad de requisitos adicionales, por aplicación del efecto declarativo de las
particiones y adjudicaciones (arts. 1344 y 718 del Código Civil), en virtud del cual se presume que
el comunero a quien se adjudican bienes, ha sido dueño absoluto de ellos desde que se formó la
comunidad y siendo así, ha tenido perfecto derecho para hipotecar.
No existe uniformidad de opinión entre los autores con respecto a la extensión que tiene la hipoteca
de cuota una vez que al comunero hipotecante se le adjudican los bienes hipotecados. Algunos
estiman que la hipoteca afectaría al total del inmueble (se podría fundar esta conclusión en el art.
2421). Otros en cambio piensan que ella sólo afecta a la cuota que tenía el comunero al momento de
hipotecar, salvo que haya hipotecado la totalidad del inmueble (de acuerdo al art. 2416 del Código
Civil), caso en el cual el gravamen subsistiría por el total. Somarriva, en principio, adhería a la
segunda opinión. Sin embargo, después mudó de criterio, señalando: “¿Cuál es la extensión de la
hipoteca con respecto a los inmuebles adjudicados al comunero que hipotecó su cuota?
¿Comprenderá la totalidad de los inmuebles o sólo la cuota que en ellos puede pertenecerle? Se ha
sostenido lo segundo, idea que también fue compartida por nosotros en otra oportunidad [alude aquí
a su obra Tratado de las cauciones]. Sin embargo, ahora creemos que no es ésta la solución dada por
el art. 2417. En efecto, este precepto nos dice que la hipoteca afectará los bienes que se adjudiquen
al comunero, con lo cual está indicando que la hipoteca se radica en la totalidad del inmueble. Si el
pensamiento del legislador hubiera sido que la hipoteca afectara a la cuota en los inmuebles, otra
habría sido la redacción del artículo; habría dicho, por ejemplo: ‘… pero verificada la división la
hipoteca afectará solamente su parte en los bienes que en razón de dicha cuota se adjudiquen”.
629
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Concordamos con esta posición, y creemos que su fundamento también es el tenor del art. 2421, ya
citado, bajo el entendido que la palabra “aumentos” empleada en este precepto comprende no sólo
aumentos físicos (por ejemplo por operar una hipótesis de accesión de inmueble a inmueble) sino
también jurídicos (por ejemplo, al adjudicarse al comunero el inmueble en su integridad).
En cambio, si el inmueble hipotecado es adjudicado a otro comunero, en principio caduca el
gravamen. La razón es la misma que dábamos para el caso de adjudicarse el inmueble a quien había
hipotecado su cuota: si el inmueble se adjudica a otro comunero, quiere decir que aquél que
hipotecó su cuota jamás tuvo derecho alguno sobre el inmueble, y por ende, mal podría haberlo
gravado. Estamos aplicando nuevamente el efecto declarativo de la adjudicación. Debemos
prevenir, con todo, que la hipoteca podrá subsistir aunque los bienes se adjudiquen a otros
comuneros, siempre que se reúnan los siguientes requisitos:
● Que consienta el adjudicatario;
● Que dicho consentimiento conste por escritura pública;
● Que de dicha escritura pública se tome nota al margen de la inscripción hipotecaria (art. 2417,
inc. 2° del Código Civil)
Puede acontecer por otro lado que el inmueble cuya cuota se hipoteca no se adjudique a ninguno de
los comuneros sino que pase a poder de un tercero. En este evento, la doctrina y la jurisprudencia,
estiman que la hipoteca subsiste y no caduca porque con respecto al tercero no se presenta la causal
de caducidad que opera respecto a los comuneros y además porque la hipoteca es un gravamen real
que sigue al inmueble.
En la práctica, la hipoteca de cuota suele rechazarse por los acreedores como garantía idónea,
quienes exigen que la constituyan todos los comuneros. Al hipotecarse el cien por ciento de los
derechos de dominio que se tengan sobre el inmueble, no hay riesgo de caducidad al operar la
partición.
7°- Hipoteca sobre bienes respecto de los cuales se tiene un derecho eventual, limitado o
rescindible o sujeto a condición resolutoria.
Dispone el art. 2416 del Código Civil: “El que sólo tiene sobre la cosa que se hipoteca un derecho
eventual, limitado o rescindible, no se entiende hipotecarla sino con las condiciones y limitaciones
a que está sujeto el derecho; aunque así no lo exprese. / Si el derecho está sujeto a una condición
resolutoria, tendrá lugar lo dispuesto en el artículo 1491”.
Lo normal es que la persona que hipoteca tenga sobre los bienes un derecho puro y simple; pero en
conformidad con el art. 2416 del Código Civil puede también hipotecarlos aun cuando sobre ellos
tenga un derecho eventual, limitado o rescindible o sujeto a una condición resolutoria, eso sí que
entendiéndose hipotecados con esa limitación, aunque no se exprese. Ello, porque nadie puede
transferir más derechos de los que se tiene o en otras condiciones que en las que lo tiene.
630
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
631
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Dicho lo anterior, un ejemplo de hipoteca que constituye un sujeto que tiene un derecho eventual
sobre un inmueble, podría ser el de un heredero exclusivo del causante, o de un legatario de un
inmueble, y en ambos casos, celebrando el contrato hipotecario antes de que acepten sus respectivas
asignaciones. Nótese que en ninguna de estas hipótesis, estaríamos ante una hipoteca de “cosa
futura” ni de “cosa ajena”. Ello, porque aceptada la herencia o aceptado el legado, deberá
entenderse que el constituyente era dueño del inmueble al momento de constituir la hipoteca.
Sin embargo, si tal heredero o tal legatario repudiare su asignación, la hipoteca será efectivamente
“de cosa ajena”. Según veremos en el numeral que sigue, para algunos será nula, para otros válida.
En la práctica, además, resulta evidente que el Conservador de Bienes Raíces competente no
inscribirá el contrato hipotecario, mientras no medie aceptación y se inscriba el inmueble a nombre
del heredero o del legatario. Tampoco se nos escapa que el art. 688 podría constituir un obstáculo
para que pueda operar el caso que hemos planteado.
● Quien hipoteca tiene un derecho limitado.
Este es el caso de aquél que hipoteca un derecho de usufructo que recae sobre un inmueble. La
hipoteca se extinguirá al expirar el plazo de duración del usufructo.
También podría ocurrir que la hipoteca la constituye el propietario fiduciario, a quien el
constituyente del fideicomiso le había prohibido gravar el inmueble (art. 751,inc. 2°). En tal caso, el
fideicomisario podría demandar para que se declare extinguida la hipoteca, por ser inoponible al
primero. Parece razonable estimar que el primero tendrá acción una vez que se cumpla la condición
y adquiera el dominio del inmueble.
● Quien hipoteca tiene un derecho rescindible.
En el contexto del art. 2416, creemos que la expresión “rescindible” se refiere a la nulidad, no sólo
relativa, sino que también -y con mayor razón- absoluta.
Así, por ejemplo, si el contrato de compraventa que le sirvió al constituyente para adquirir el
dominio se declarase nulo, la sentencia afectará también a la tradición y a los actos jurídicos
posteriores –entre ellos la hipoteca-, celebrados por el comprador. Se extinguirá el dominio del
constituyente y se extinguirá también la hipoteca constituida por éste (siempre que el acreedor
hipotecario sea emplazado en el respectivo juicio de nulidad).
Con todo, en un caso la nulidad del contrato no afectará la hipoteca, que seguirá en pie: se trata de
la hipótesis prevista en el art. 1895 del Código Civil, cuando la nulidad de la compraventa se
declara por lesión enorme.
Otro caso, citado por la doctrina, es el de un legatario que hipoteca el inmueble, y con posterioridad
el testamento se declara nulo. La pérdida del dominio del legatario, hará caer también la hipoteca
constituida por éste.
632
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
633
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Se hace cargo seguidamente Fernando Alessandri del reproche que se formula a quienes rechazan
la hipoteca sobre cosa ajena, en cuanto el Código, sin embargo, admite la venta sobre cosa ajena:
“De lo expuesto anteriormente se desprende que no puede hipotecarse la cosa ajena. Nuestra
legislación permite, sin embargo, la venta de cosa ajena. La diferencia que se hace entre ambos
casos es perfectamente lógica y se ha transmitido desde los tiempos del derecho romano. El contrato
de venta en nuestro Código, como en el derecho romano, es solamente generador de obligaciones,
pero no concede ningún derecho real sobre la cosa al comprador, pues para ello se necesita de la
tradición. No sucede lo mismo con la hipoteca, en donde el constituyente concede desde luego un
derecho real sobre la cosa dada en garantía, lo cual no se concebiría si aquel no fuere propietario de
la cosa”.
La afirmación de Alessandri, en orden a que “el constituyente concede desde luego un derecho
real”, se explica porque para este autor, según vimos, el contrato de hipoteca sólo queda perfecto
con su inscripción. En cambio, quienes sustentan la tesis opuesta, esto es, que el contrato de
hipoteca queda perfeccionado con la sola escritura pública, destacan que dicho contrato opera en
similares términos al contrato de compraventa. Para los últimos, entonces, la consecuencia natural
debiera ser que la hipoteca sobre cosa ajena es válida.
Fernando Alessandri concluye: “Las cuestiones a que da origen esta materia tienen más importancia
teórica que práctica, porque es muy difícil que se presenten casos en que se dé en hipoteca una cosa
ajena. La hipoteca de cosa ajena produce nulidad absoluta, porque la ley exige que se sea dueño de
la cosa para poder hipotecar. En otros términos, puede decirse, que el legislador prohíbe el acto por
el cual se hipoteca una cosa ajena y según el art. 10 del C.C. los actos que prohíbe la ley son nulos y
de ningún valor. De aquí resulta que una hipoteca de esta clase continúa siendo nula aun cuando el
que la constituyó adquiera el dominio del bien hipotecado. La misma solución habría que dar al
caso de que el propietario del bien hipotecado ratificara la hipoteca, porque siendo nulo
absolutamente el contrato en que aquélla se constituyó, no puede ratificarse por un acto posterior”.
En un caso, sin embargo, admite Fernando Alessandri que es válida la hipoteca sobre cosa ajena, y
es aquél contemplado en el art. 2419: “Si se concede una hipoteca sobre una cosa ajena para el caso
de que se llegue a ser propietario ¿qué efecto produciría esta convención? Desde luego cabe
observar que no valdría como hipoteca, pero este contrato quedaría comprendido en la disposición
del art. 2419 del C.C. que se refiere a la hipoteca de bienes futuros”. Pero la hipoteca de cosa ajena
–agrega el autor citado- no debe confundirse con el caso del art. 2419, porque en el segundo, el
acreedor tiene conocimiento de que el inmueble no pertenece aún al constituyente: “La primera
situación contemplada, es decir, aquella en que una persona hipoteca una cosa ajena sin establecer
que la hipoteca se entenderá válida para el caso de que el constituyente adquiera el dominio de la
cosa, no puede equipararse al caso en que se hipoteque sujeto a esta condición. En el primer caso,
las dos partes o por lo menos el acreedor, contratan en la creencia de que el constituyente de la
hipoteca es el verdadero dueño de la cosa, de modo que el acreedor cree adquirir desde ese
momento un derecho real sobre la cosa. En la segunda situación contemplada, es decir, cuando se
hipoteca un bien futuro, el acreedor no contrata en esta inteligencia: él sabe que solamente desde
que el constituyente adquiere el dominio de la cosa podrá adquirir el derecho de hipoteca. Puede
decirse que la hipoteca de un bien futuro es una promesa de hipoteca. Si se interpretaran estos
preceptos en el sentido de que la hipoteca de cosa ajena debe siempre entenderse como la hipoteca
634
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
de un bien futuro se crearía una situación muy desfavorable al acreedor, porque éste no podría pedir
la nulidad de la hipoteca y el pago inmediato de lo que se le adeudara. La hipoteca de un bien
futuro no es nula, pues confiere al acreedor el derecho de hacer inscribirla cuando el constituyente
adquiera el dominio de la cosa. En el caso contemplado, el acreedor no podría pedir la nulidad de la
hipoteca, porque el art. 2419 le concedía el derecho de hacer inscribir su hipoteca. Por estas razones
creemos que las dos situaciones contempladas no pueden asimilarse”.
Rodríguez Grez formula sus planteamientos sobre la base de que el acreedor hipotecario no tiene
posesión sobre su derecho de hipoteca y por lo tanto nunca podría ganar por prescripción tal
derecho, lo que pone de manifiesto la inutilidad de una hipoteca constituida por quien no sea dueño
de la finca. Señala los siguientes argumentos:
a) La sola circunstancia de ser la hipoteca un derecho real no implica que sobre él pueda haber
posesión. En efecto, hay casos en los que se excluye la posesión, como ocurre tratándose de las
servidumbres discontinuas e inaparentes.
b) Es cierto que el Mensaje señala que el que no es poseedor del dominio puede ser poseedor de
otro derecho real, como la hipoteca (literal XXIV). Pero esta declaración -además de ser errónea-
está antecedida por un párrafo que dice: “Toda posesión es esencialmente caracterizada por la
realidad o la apariencia del dominio; no es poseedor de una finca sino el que la tiene como suya, sea
que se halle materialmente en su poder, o en poder de otro que le reconoce como dueño de ella”.
Agrega Rodríguez Grez que en esta parte del Mensaje, Bello reconoce que la posesión tiene una
apariencia, una realidad física que trasunta socialmente. Sin embargo, el acreedor hipotecario está
distante de la cosa, no tiene con ella relación alguna y su contacto opera una vez que la obligación
que garantiza se hace exigible y no se cumple por el principal obligado. Sólo entonces puede
perseguirla, realizarla a través del juez competente y pagarse con la preferencia respectiva.
c) Se desprende de los arts. 2414 y 2418 del Código Civil que la hipoteca sobre cosa ajena es
absolutamente nula, porque es un requisito de la esencia del contrato hipotecario que la cosa sea de
dominio del constituyente. Fluye lo anterior de los arts. citados: del 2414, pues alude a “sus bienes”;
del 2418, que dispone en su inciso 1º: “La hipoteca no podrá tener lugar sino sobre bienes raíces
que se posean en propiedad o usufructo…”
d) Es cierto que la venta de cosa ajena es válida, pero al respecto existe norma expresa que así lo
declara (art. 1815 del Código Civil), mientras que respecto de la hipoteca no existe una norma
similar. Además, la constitución de una hipoteca sobre cosa ajena sólo puede ser consecuencia de
un error del Conservador de Bienes Raíces.
e) Le parece a este autor una extrema injusticia e inmoralidad imponerle a un propietario una
hipoteca por el solo transcurso del tiempo. Agrega Rodríguez Grez que no faltará quien se pregunte
qué sucede cuando han transcurrido más de diez años y no se ha demandado la nulidad absoluta. En
tal caso, como el acreedor no ha adquirido posesión del derecho real de hipoteca, no estará en
situación de prescribir en su favor, de modo que será indiferente que el contrato no pueda anularse,
porque, en cuanto al derecho hipotecario, éste no existe. La inscripción que se hubiere practicado es
de papel y no tiene consecuencias para el verdadero dueño.
635
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
636
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
637
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
la hipoteca con cláusula de garantía general, refutan lo anterior señalando que el art. 2432 del CC
debe interpretarse racionalmente, en el sentido que debe cumplirse con las exigencias indicadas
cuando el contrato que se garantiza se haya celebrado antes o coetáneamente con la hipoteca, pero
no cuando aquél sea un contrato futuro. En otras palabras, y aplicando las reglas de interpretación
del art. 22 del CC, debe concluirse que la exigencia del art. 2432 N° 2 se refiere únicamente a los
casos en que sea posible cumplirla, o sea, cuando la hipoteca se otorgue simultáneamente o con
posterioridad al contrato principal.
EFECTOS DE LA HIPOTECA:
A.- EXTENSIÓN DE LA GARANTIA (art. 2420 a 2423 CC).
La hipoteca comprende:
1°- El bien raíz hipotecado; o sea, el inmueble por naturaleza, sobre el cual se constituye la
garantía.
En la práctica, el derecho real de hipoteca termina ejercitándose sobre una suma de dinero,
correspondiente al producto de la subasta del inmueble.
2°- Los inmuebles por destinación o por adherencia (arts. 570 y 2420 CC).
Es indiferente que los bienes muebles que se reputan inmuebles por destinación hayan existido al
momento de constituirse la hipoteca o que pasen a tener dicho carácter con posterioridad. En ambos
casos, los afecta el gravamen. Naturalmente que es necesario que los inmuebles por destinación
pertenezcan al dueño del inmueble gravado (por ejemplo, no se ven afectados con el gravamen los
animales de propiedad del arrendatario del fundo hipotecado).
Los bienes muebles que están destinados permanentemente al uso, cultivo o beneficio del inmueble
pasan a tener el carácter de inmuebles por destinación por la voluntad del dueño que los destina al
fin indicado. Por ello, esa misma voluntad puede quitarles tal carácter, enajenándolos a terceros, y
desde ese momento deja de afectarlos la hipoteca.
Cabe dejar en claro que la hipoteca se extiende a los inmuebles por destinación aunque ninguna
referencia a ellos se haga en el contrato de hipoteca y aunque la inscripción, por la misma razón, no
aluda a ellos.
En cuanto a los inmuebles por adherencia (art. 568 del Código Civil), también quedan
comprendidos en la hipoteca, como una consecuencia de que lo accesorio sigue la suerte de lo
principal, e indiferentemente de que existan o no al momento de constituirse la hipoteca. Con todo,
si el dueño del suelo enajena separadamente los inmuebles por adherencia, éstos, en conformidad al
art. 571 del CC, pasan a ser muebles por anticipación y dejan de estar afectos a la hipoteca. Pero,
para ello, no basta con que se vendan, sino que es necesario que pasen a pertenecer a terceros, es
decir, que se haga tradición de los mismos.
3°- Los aumentos o mejoras que experimente y reciba el inmueble hipotecado (art. 2421 CC).
Quedan comprendidos los aumentos o mejoras que se produzcan por la mano del hombre -por
ejemplo el edificio que se construye en el terreno hipotecado-, o por la naturaleza -como los
638
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
terrenos que se adquieren por accesión, aluvión, avulsión, etc. También se beneficia el acreedor
hipotecario con la extinción de los derechos reales que gravaren el fundo hipotecado. Por eso, si se
hipoteca la nuda propiedad y después se consolida el dominio, la hipoteca afecta a la propiedad
plena y no únicamente la nuda propiedad. En síntesis, se puede tratar de un aumento material o de
un aumento jurídico.
4°- Las rentas de arrendamiento que devengue el inmueble (art. 2422 CC).
Lo anterior no significa que por el solo hecho de constituirse la hipoteca, tenga el acreedor la
facultad de percibir las rentas. Este derecho lo tendrá cuando ejercite su acción hipotecaria,
mediante el embargo del inmueble hipotecado y sus frutos.
5°- Las servidumbres activas de que gozare el predio hipotecado.
Beneficiará a la hipoteca, toda servidumbre activa que pueda constituirse sobre el predio, en
particular, para los efectos de su tasación.
6°- Las indemnizaciones debidas por los aseguradores (art. 2422 CC).
En armonía con lo anterior, el art. 565 Código de Comercio dispone: “Ejercicio de derechos de
terceros sobre la indemnización. La cosa que es materia del seguro será subrogada por la cantidad
asegurada para el efecto de ejercitar sobre ésta los privilegios e hipotecas constituidos sobre
aquélla. / Para ello, los respectivos acreedores deberán notificar al asegurador de la existencia de
sus privilegios o hipotecas. / Las mismas reglas se aplicarán cuando la cosa asegurada haya sido
objeto de medida precautoria, embargo, o esté afecta a derecho legal de retención”.
El fundamento de estas disposiciones descansa en que el legislador establece en ellas una
subrogación real en la cual el monto del seguro pasa a reemplazar al bien hipotecado.
Aparentemente podría verse una inconsecuencia jurídica en esta subrogación, porque la hipoteca se
ejercerá sobre un bien mueble, -el dinero-, en circunstancia que es de la esencia de este gravamen
que recaiga sobre bienes raíces. Pero la inconsecuencia es sólo aparente, porque el acreedor
hipotecario no ejercita sobre el monto del seguro ni el derecho de venta ni el derecho de
persecución, sino únicamente el de preferencia. Por lo demás, el derecho de hipoteca se ejerce
finalmente, como derecho de preferencia, sobre el precio, es decir, como derecho sobre un bien
mueble.
7°- La indemnización o precio que se pagare al dueño del inmueble hipotecado en caso de
expropiación.
En este caso, el acreedor hipotecario hace valer sus derechos sobre el precio de la expropiación, a la
que no obsta la existencia del gravamen en estudio. También aquí estamos ante una verdadera
subrogación real, en la cual el precio de la expropiación reemplaza al inmueble hipotecado.
639
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
640
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Por lo demás, el art. 9 de la Ley N° 14.908, sobre “Abandono de Familia y Pago de Pensiones
Alimenticias”, establece que el juez que esté conociendo del correspondiente juicio de alimentos
“podrá fijar o aprobar que la pensión alimenticia se impute total o parcialmente a un derecho de
usufructo, uso o habitación sobre los bienes del alimentante, quien no podrá enajenarlos ni gravarlos
sin autorización del juez. Si se tratare de un bien raíz, la resolución judicial servirá de título para
inscribir los derechos reales y la prohibición de enajenar o gravar en los registros correspondientes”
(inciso 2º). Agrega la disposición que “La constitución de los mencionados derechos reales no
perjudicará a los acreedores del alimentante cuyos créditos tengan una causa anterior a su
inscripción” (inc. 3º). Por lo tanto, si la hipoteca se encontraba inscrita, no le será oponible el
derecho real constituido en favor del alimentario.
b.1.2.- Respecto de las facultades de uso y goce.
También se encuentran limitadas las facultades de uso y goce del predio hipotecado. Para evitar que
el propietario ejerza tales facultades arbitraria o abusivamente en perjuicio del acreedor, el art. 2427
del Código Civil confiere al último ciertas facultades.
Para que reciba aplicación esta disposición, es necesario en primer término que la finca se pierda o
deteriore. Como la ley no distingue con respecto a la causa de la pérdida o deterioro, concluyen los
autores que se comprenden las pérdidas o deterioros que se originen por actos materiales o por actos
jurídicos (por ejemplo, si se tala un bosque y revende la madera, si se demuele una edificación y se
venden los materiales, si se destruye un edificio por un incendio, inundación o terremoto, etc.).
A su vez, es indiferente que la pérdida o deterioro se deba a un caso fortuito o a un hecho culpable o
doloso del propietario. Así lo reconoce la doctrina y lo deja entrever el art. 2427 del Código Civil,
ya que tal norma no distingue, a diferencia, de lo que hace el art 1496, N° 2, del Código Civil. Se
trata por ende de un caso excepcional, en que la ley pone de cargo del deudor, el caso fortuito o la
fuerza mayor. Este mismo principio rige en la fianza: art. 2349 del Código Civil. Si el fiador cae en
insolvencia, el acreedor puede exigir un nuevo fiador.
También se aplica el art. 2427 del Código Civil, sea que la pérdida o deterioro lo haya sufrido el
inmueble encontrándose en manos del deudor o en manos de un tercero. Sin embargo, no obstante
la amplitud de la disposición, hay casos en que no recibe aplicación:
● Por ejemplo, si el deterioro existe al momento en que se constituye la hipoteca, porque si el
acreedor aceptó la garantía en estas condiciones es lógico que no pueda después deducir reclamo.
Además, las expresiones “perdiere o deteriorare”, indican el futuro hipotético.
● Tampoco el acreedor podría reclamar los derechos que le confiere la norma citada, si explícita o
implícitamente se ha previsto en el contrato el deterioro o pérdida. Explícitamente si el acreedor
renuncia a los derechos que le confiere el art. 2427 del Código Civil. Implícitamente si se hipoteca
una cuota que se tenga en el inmueble y ésta caduca por no adjudicarse al comunero el bien
hipotecado o si con conocimiento del acreedor se da en garantía un bien sobre el cual el
constituyente tiene un derecho eventual, condicional, limitado o rescindible, que después se
extingue. Lo mismo ocurre, si se hipoteca un predio forestal, y el acreedor hipotecario está en
conocimiento del programa de explotación del bosque.
641
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Como es lógico, no basta cualquier deterioro de la finca hipotecada, sino que debe ser de tal
magnitud que ella no sea suficiente garantía para la seguridad de la deuda.
Determinar esta circunstancia es un hecho que queda entregado al criterio del Tribunal. De manera
entonces que nada podría objetar el acreedor si a pesar de su deterioro, su derecho está
suficientemente garantizado. Carecería de interés para ello y sin interés no hay acción.
Son 3 los derechos que otorga al acreedor el art. 2427 del CC:
1° Puede exigir que se mejore la hipoteca, que se le dé un suplemento de hipoteca: en otras
palabras, que se le otorgue una nueva hipoteca.
2° Alternativamente, puede exigir que se le otorgue una seguridad equivalente, como una prenda o
una fianza. La redacción del art. 2427 del Código Civil no deja dudas en cuanto a que es al acreedor
a quien corresponde la elección entre el suplemento de la hipoteca o la constitución de otra garantía.
En cuanto a la equivalencia de la nueva garantía, en desacuerdo de las partes será apreciada por el
juez.
3°. A falta de cauciones, es decir en subsidio de los dos derechos anteriores, tiene el acreedor una
tercera vía, que a su vez admite dos posibilidades atendiendo a las características de la obligación
principal:
i) El acreedor está facultado para exigir el pago inmediato de la deuda, siempre que esta sea líquida
y aun cuando haya plazo pendiente para su pago: el menoscabo de las cauciones produce la
caducidad del plazo.
ii) Si la deuda que garantiza la hipoteca es ilíquida, indeterminada o condicional, y el deudor no se
allana a mejorar la hipoteca o a dar otra garantía equivalente, al acreedor le sería imposible solicitar
el pago de la deuda. Por eso, el art. 2427 del Código Civil lo autoriza para implorar las providencias
conservativas que el caso admita. Estas medidas podrán consistir en la prohibición de celebrar actos
o contratos con respecto al inmueble; nombramiento de un interventor, retención de las rentas de
arrendamiento que produzca el inmueble, etc.
B.2.- Situación del propietario después que el acreedor ejercita la acción hipotecaria.
Se ejerce la acción embargando el inmueble. Desde ese momento cesa la facultad del propietario de
disponer del inmueble.
Si el bien hipotecado se encuentra en manos de un tercer poseedor, para proceder en su contra debe
el acreedor notificarlo a objeto de que abandone la finca o pague la deuda, y si pasados 10 días no
asume ninguna de estas actitudes, se le desposee del inmueble.
642
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
643
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Cabe indicar, sin embargo, que el adquirente, para quedar obligado sólo “propter rem” (es decir,
sólo con el inmueble adquirido) debe ser un adquirente a título singular: por compra, donación o
legado, por ejemplo.
En efecto, en caso de fallecimiento del deudor hipotecario, debemos distinguir:
i) Si el inmueble se adquiere a título de herencia, el heredero, al igual que el causante, es un deudor
personal, pues se confunden los patrimonios de ambos. Por lo demás, no debemos olvidar lo
dispuesto en el art. 1097 del Código Civil, en cuanto a que los herederos “representan la persona del
testador (o en general, del causante) para sucederle en todos sus derechos y obligaciones
transmisibles”. Por lo tanto, contra dicho heredero no debe interponerse la acción des
desposeimiento, sino que la acción hipotecaria, en los mismos términos que habría ocurrido de estar
vivo el deudor.
En algunos casos sin embargo, el heredero no será deudor personal, sino sólo tercer poseedor,
obligándose exclusivamente propter rem . Son tales:
i.- El asignatario que hereda con beneficio de inventario (arts. 1247 - 1259 del Código Civil);
ii.- El heredero que paga su cuota en las deudas hereditarias y en la partición se le adjudica el
inmueble, sólo puede ser perseguido como tercer poseedor. En efecto, de conformidad al art. 1354
del Código Civil las deudas de la herencia se dividen entre los herederos a prorrata de sus cuotas.
Por ello, en el heredero adjudicatario se reúnen dos calidades: la de deudor personal por la parte de
la deuda que corresponde a su cuota hereditaria y la de tercer poseedor por el resto.
ii) En cuanto al legatario del bien hipotecado, de acuerdo con el art. 1366 del Código Civil, puede
encontrarse en dos situaciones, según que el testador haya querido o no gravarlo expresamente con
la deuda:
● En el primer caso, es evidente que no puede considerársele como tercero poseedor, desde el
momento que está obligado personalmente a la deuda;
● En cambio, en el segundo sí, y procedería con ello iniciarle juicio de desposeimiento
a.2) En segundo lugar , el caso de quien es “garante hipotecario ” más no “deudor hipotecario”: es
decir, quien constituye hipoteca sobre un bien propio para caucionar deudas ajenas: art. 2414, inc.
2°: “Pueden obligarse hipotecariamente los bienes propios para la seguridad de una obligación
ajena; pero no habrá acción personal contra el dueño si éste no se ha sometido expresamente a ella”;
y art. 2430 del Código Civil. Dispone este último precepto: “El que hipoteca un inmueble suyo por
una deuda ajena, no se entenderá obligado personalmente, si no se hubiere estipulado. / Sea que se
haya obligado personalmente o no, se le aplicará la disposición del artículo precedente. / la fianza se
llama hipotecaria cuando el fiador se obliga con hipoteca. / la fianza hipotecaria está sujeta en
cuanto a la acción personal a las reglas de la simple fianza”.
Se trata de un tercero que sólo tiene una obligación real, y no personal, y por ende, el acreedor no
puede ejercer en su contra el derecho de prenda general. Se obligará personalmente sin embargo,
en el caso del fiador hipotecario: art. 2430, inc. 3º del Código Civil.
644
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Como lo expresa el inc. 2º del art. 2430, el garante hipotecario, tiene los mismos derechos que el
tercero que adquiere el inmueble hipotecado.
b) Acción de desposeimiento.
El legislador no establece una forma especial para deducir la acción hipotecaria contra el deudor
personal . Se tramitará entonces de acuerdo a las reglas generales del juicio ordinario si se carece de
título ejecutivo o si se tiene, de acuerdo a las normas del último, procediéndose al embargo del
inmueble y posterior subasta, previa tasación y publicaciones de rigor. No acontece lo mismo con la
acción hipotecaria que se dirige contra el tercer poseedor , pues el CPC reglamenta expresamente el
procedimiento a que está sujeta (arts. 758 a 763 CPC).
De manera entonces que el derecho de persecución de que goza el acreedor, la acción hipotecaria
contra terceros poseedores y la acción de desposeimiento son términos que corresponden a una
misma idea.
En términos generales, el procedimiento a que se sujeta la acción de desposeimiento, es el siguiente:
se notifica al tercer poseedor para que dentro del plazo de 10 días pague la deuda o abandone la
finca. Si opta por lo primero, termina el juicio. Si abandona la finca, se procede a su realización
para hacer pago al acreedor. Si no asume ni una ni otra actitud, se inicia en su contra la acción de
desposeimiento “propiamente tal”, a objeto de desposeerlo de la finca y proceder después a
realizarla y obtener así el pago del crédito.
Distinguimos entonces:
● El tercer poseedor paga la deuda.
En conformidad al art. 2429 del Código Civil, se subroga en los derechos del acreedor en los
mismos términos que el fiador. Es un ca so de subrogación legal, que para algunos queda
comprendido en el art. 1610 N° 2 del Código Civil y para otros en el N° 3 del mismo precepto.
Cabe indicar que si el tercer poseedor ha adquirido el inmueble hipotecado pagando el precio
reconociendo la hipoteca, como usualmente ocurre, no podrá deducir acción alguna contra el deudor
personal, quien a su vez fue su vendedor.
El art. 1366 del Código Civil se refiere al mismo caso, tratándose del legatario:
i.- Si la obligación era del testador, el legatario tiene derecho a dirigirse en contra de los herederos
(a menos que el testador lo hubiere gravado con el pago).
ii.- Si la obligación no era del testador, el legatario no puede dirigirse contra los herederos, sino
contra el deudor personal, respecto del cual el testador era garante.
● El tercer poseedor abandona la finca hipotecada (art. 2426 CC).
El abandono de la finca no supone un título de adjudicación o traslaticio de dominio para el
acreedor. En otras palabras, por el solo abandono éste no se hace dueño de la finca. El abandono no
tiene otro objeto que el de poner el inmueble a disposición del tribunal para que se proceda a su
realización. Además, si el art. 2426 del Código Civil autoriza al tercer poseedor para recobrar la
finca abandonada pagando la deuda, es porque no obstante el abandono, continúa siendo de su
645
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
propiedad. De igual forma, se refuerza la conclusión anterior, si tenemos presente que si el producto
de la subasta supera el monto de la deuda y las costas, la diferencia pertenece al tercer poseedor.
El abandono de la finca debe hacerse ante el tribunal que conoce de la acción de desposeimiento.
Efectuado el abandono, se procede a la realización de la finca en la misma forma que si el tercero
poseedor hubiere sido desposeído de ella.
Abandonada la finca por el tercer poseedor, en conformidad con el inciso final del art. 2429 del
Código Civil, puede repetir contra el deudor para que lo indemnice plenamente, incluso de las
mejoras que hubiere hecho en el inmueble. Adviértase sí que a diferencia del caso en que el tercer
poseedor paga la deuda, en el abandono no se subroga en los derechos del acreedor; y mal podría
subrogarse ya que la subrogación supone que ha habido pago de la deuda, y en el abandono no hay
pago alguno. La acción de indemnización es entonces una acción personal.
● El tercer poseedor no paga la deuda ni abandona la finca.
Se inicia en su contra el juicio de desposeimiento. Tal acción se someterá a las reglas del juicio
ordinario o a las del juicio ejecutivo, según fuere la calidad del título en que se funda,
procediéndose contra el poseedor en los mismos términos en que podría hacerse contra el deudor
personal.
c) Carece el tercer poseedor del beneficio de excusión.
Esto es de acuerdo a lo dispuesto por el art. 2429, inc. 1º CC. Lo anterior rige, tanto en el caso del
deudor que hipoteca o del tercero garante (art. 2430, inc. 2º CC).
d) En dos casos cesa el derecho de persecución:
Contra el tercero que adquiere la finca hipotecada en pública subasta, ordenada por el juez (art.
2428 del Código Civil , “purga de la hipoteca”);
Contra el adquirente del inmueble a consecuencia de una expropiación por causa de utilidad
pública; en este caso, el acreedor puede hacer valer su derecho sobre el precio o monto pagado por
la expropiación.
3.- Derecho de venta.
Este derecho no se encuentra establecido en el título “De la Hipoteca”, sino que lo consagra el art.
2397 del Código Civil, aplicable a la hipoteca en virtud del art. 2424 del Código Civil. El art. 2397
del Código Civil no da una regla de procedimiento, sino que se limita a establecer una norma de
carácter sustantivo: otorga al acreedor el derecho a sacar a remate el bien hipotecado o de
adjudicársele a falta de posturas admisibles. Para el ejercicio de este derecho queda sujeto al Código
de Procedimiento Civil, normas del juicio ejecutivo. Se embargará y rematará el inmueble en
pública subasta, previa tasación, usualmente el avalúo fiscal vigente, o si es objetada por el
ejecutado, el avalúo que efectúe un perito. La subasta deberá realizarse también previa publicación
en periódicos y en las oportunidades y plazos mínimos de antelación que establece el Código de
Procedimiento Civil.
646
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
647
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> La preferencia puede oponerse a terceros, lo que constituye una consecuencia lógica de la calidad
de derecho real de la hipoteca.
> La preferencia es de 3era clase.
b) Extensión de la preferencia: nos remitimos a lo ya expuesto, a propósito de la extensión del
derecho de hipoteca.
c) Pluralidad de hipotecas: nada obsta a que sobre un mismo inmueble, existan varias hipotecas,
constituidas en favor de diversos acreedores. Regulan lo anterior los arts. 2415, 2477 y 2412 del
Código Civil y art. 24 del Reglamento del Conservador de Bienes Raíces.
El art. 2415, en cuanto deja en claro que el dueño del inmueble hipotecado, puede constituir nuevas
hipotecas, no pudiendo prohibírselo el acreedor.
El art. 2477, inc. 3º, dispone que “Las hipotecas de una misma fecha que gravan una misma finca
preferirán unas a otras en el orden de su inscripción”.
El art. 2412, en cuanto deja en claro que la fecha de la hipoteca será “la fecha de la inscripción”:
“Si la constitución de la hipoteca adolece de nulidad relativa, y después se valida por el lapso de
tiempo o la ratificación, la fecha de la hipoteca será siempre la fecha de la inscripción”.
El art. 24 del Reglamento del Conservador de Bienes Raíces, que, al aludir a las menciones que
debe contener la anotación en el Repertorio, indica entre ellas la hora, día y mes de la presentación
hecha por el interesado.
d) Posposición de la hipoteca: es el acto por el cual el acreedor hipotecario consiente en que
prefiera a su hipoteca otra, constituida con posterioridad. La preferencia de que goza el acreedor
hipotecario es perfectamente renunciable, porque es un derecho establecido en su solo interés y en
parte alguna el legislador prohíbe su renuncia. Naturalmente que esta facultad debe entenderse sin
perjuicio del derecho que le asistiría a los acreedores del acreedor hipotecario para dejar sin efecto
la renuncia, mediante el ejercicio de la acción pauliana, en caso que ella se hubiere hecho en fraude
de sus derechos.
e) Ampliación de la hipoteca: en virtud de esta figura, sin constituir una nueva hipoteca, se
modifica la que esté vigente, de manera que pase a caucionar otras obligaciones, no previstas al
momento de celebrarse el contrato. Ampliada que sea la hipoteca, se pedirá al Conservador de
Bienes Raíces competente que practique una nota al margen de la inscripción hipotecaria.
648
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Pago de la deuda;
Prescripción; y
No empecer el título al ejecutado.
La oposición se tramitará como incidente.
c) Las apelaciones de las resoluciones que se dicten en contra del demandado, se concederán en el
solo efecto devolutivo.
d ) Ordenado el remate, se anunciará por 4 avisos publicados en días distintos, debiendo mediar 20
días entre el primero y la subasta. Las publicaciones se efectuarán en un periódico de la comuna en
que se siguiere el juicio, y si allí no lo hubiere, en uno de la capital de la provincia (en el juicio
ejecutivo común, además deben efectuarse las publicaciones en un periódico correspondiente al
lugar en que se ubica el inmueble). Cuando haya de procederse a nuevo remate, el número de avisos
y el plazo que debe mediar entre la primera publicación y la subasta, se reduce a la mitad.
e) En las enajenaciones que se efectúen en estos juicios, no tendrá aplicación lo dispuesto en los
números 3 y 4 del art. 1464 del Código Civil: no se requiere pedir autorización previa para subastar,
lo que sí debe hacerse en el juicio ejecutivo común.
f) El procedimiento reseñado se seguirá tanto en el caso de cobro al deudor personal, como en el
caso del art. 1377 del CC y 758 del CPC.
EXTINCIÓN DE LA HIPOTECA:
La hipoteca se puede extinguir por vía principal, cuando ella se extingue independientemente de la
obligación garantizada; o por vía accesoria, cuando la extinción se produce por haber corrido igual
suerte la obligación principal (art. 2434 CC).
A.- EXTINCIÓN POR VÍA ACCESORIA.
La extinción de la obligación principal sólo acarrea la extinción de la hipoteca cuando ella es total y
definitiva. Total, porque en virtud del principio de la indivisibilidad, no obstante quedar insoluta
una ínfima parte de la deuda, la hipoteca subsiste en su integridad; y definitiva, porque si la
extinción de la obligación queda sin efecto, revive la hipoteca.
Algunos modos de extinguir obligaciones presentan particularidades respecto de la hipoteca.
- El pago: por regla general, hecho el pago se extingue la hipoteca. Pero si el pago lo hace un
tercero que se subroga en los derechos del acreedor, la hipoteca subsiste garantizando el crédito en
manos del tercero.
- La dación en pago: si extingue la obligación principal, también acarrea consigo la extinción de la
hipoteca. Puede acontecer que con posterioridad a la dación en pago, el acreedor sea evicto en la
cosa recibida en pago. ¿Revive en este caso la hipoteca? Una parte de la doctrina estima que no,
pues considera la hipoteca como definitivamente extinguida, fundándose en el art. 2382 del Código
Civil, que da esta solución para la fianza, y en que se ve en la dación en pago una novación por
cambio de objeto, que extingue la obligación primitiva garantizada con hipoteca. Para otra parte de
649
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
la doctrina, que ve en la dación en pago una simple modalidad de pago y no una novación por
cambio de objeto, la hipoteca debe entenderse que no se extinguió, pues la obligación principal
tampoco corrió la misma suerte.
- La novación: extingue la obligación primitiva con todos sus accesorios, entre los cuales se
encontraba la hipoteca; pero nada impide que las partes hagan reserva de las hipotecas, de acuerdo a
los arts. 1642 a 1644 del Código Civil.
- Confusión: art. 2406 del Código Civil. Se aplica también a la hipoteca este modo de extinguir. Se
producirá la confusión, por ejemplo, si al fallecer el acreedor, le sucede, como su único heredero, su
hijo, quien era el deudor de la obligación garantizada con la hipoteca. En principio, no se concibe la
hipoteca sobre un inmueble propio. Con todo, en un caso acontece tal cosa: art. 1610 del N° 2, el
subrogado, en virtud de la subrogación, adquiere el derecho de hipoteca, que se pondrá de
manifiesto cuando otros acreedores hipotecarios invoquen sus derechos sobre el inmueble.
Fundamental será aquí el grado de cada hipoteca.
B.- EXTINCIÓN POR VÍA PRINCIPAL.
En este caso, la obligación principal continúa vigente, extinguiéndose sólo la hipoteca.
Las causales son las siguientes:
a) Cuando el derecho del constituyente de la hipoteca se extingue por resolución (arts. 2434, inc.
2° y 2416 CC).
Opera aquí el principio general del art. 1491 del Código Civil. La hipoteca se extinguirá, salvo que
el acreedor pueda alegar que desconocía la condición resolutoria, es decir que se encontraba de
buena fe, lo que no podrá invocarse si la condición resolutoria constaba en el título respectivo,
inscrito u otorgado por escritura pública (usualmente, ello constara en la escritura de compraventa
respectiva; de ahí la importancia de los informes de títulos hasta 10 años y de cerciorarse que los
saldos de precios estén pagados).
b) Vencimiento del plazo por el cual se constituyó la hipoteca (art. 2434 inc. 3° del Código Civil).
Un ejemplo es la hipoteca constituida por una sociedad anónima, para garantizar deudas ajenas,
caso en el cual, además de obtener la respectiva autorización de la junta extraordinaria de
accionistas (art. 57 de la Ley de Sociedades Anónimas), debe limitarse la vigencia de la hipoteca, de
manera que caucione obligaciones con un vencimiento máximo, indicado en el contrato hipotecario.
c) La prórroga del plazo que el acreedor concede al deudor, para el pago de la obligación,
extingue la hipoteca constituida por un tercero, salvo que dicho garante concurra en la
prórroga, aceptándola (art. 1649 del Código Civil).
d) Expropiación por causa de utilidad pública.
Expropiado el inmueble, se extingue también la hipoteca, sin perjuicio del derecho del acreedor
hipotecario sobre el precio de la expropiación.
650
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
651
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
652
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
PRENDAS ESPECIALES:
La prenda definida en el art. 2384 es la prenda civil. Pero en nuestra legislación existen otras
prendas que se acostumbra denominar especiales, en contraposición a la regulada en el CC, que es
de derecho común. En realidad, las prendas especiales han tomado tanta importancia que han
relegado a segundo término a la prenda civil o clásica.
Las prendas especiales son las siguientes:
a) Prenda mercantil, regida por los arts. 813 a 819 del Código de Comercio;
b) Prenda sobre warrants o especies depositadas en los almacenes generales de depósito;
c) Prenda sin desplazamiento, de que trata la Ley Nº 20.190; y
d) Prenda de valores mobiliarios o acciones a favor de Bancos, a la que se refiere la Ley Nº 4.287.
En general, las prendas especiales son prendas sin desplazamiento, es decir, la cosa prendada no se
desplaza al acreedor, permaneciendo en poder del deudor o constituyente.
CARACTERISTICAS DE LA PRENDA:
1.- Es un contrato. Exige por lo tanto un acuerdo de voluntades entre el que constituye la prenda y el
acreedor, requisito que recalca el art. 2392 CC. No es indispensable, sin embargo, que el acuerdo de
voluntades se produzca entre deudor y acreedor, porque puede ocurrir que la prenda no se
constituya por el deudor, sino por un tercero (art. 2388 CC). Cuando la constituye el deudor,
hablamos de “deudor prendario”. Si la constituye un tercero, hablamos de “garante prendario”.
Nota: Entre la prenda que otorga un tercero y la fianza, existe gran similitud, pero también difieren
en un aspecto esencial: el fiador responde con todos sus bienes, se obliga personalmente; en
cambio, el tercero que constituye la prenda sólo compromete la cosa que afecta al cumplimiento de
la obligación. En el primer caso, se contrae una obligación personal; en el segundo caso, una
obligación real.
2.- Es un contrato unilateral, ya que sólo resulta obligada una de las partes contratantes. En efecto,
en la prenda civil y en las demás en que se entrega al acreedor el bien dado en garantía (prenda
mercantil o prenda sobre acciones, por ejemplo), únicamente se obliga el acreedor, a restituir el
objeto recibido. De tal forma, en este caso, el acreedor del contrato principal pasa a ser deudor en el
contrato de prenda. Sin embargo, la parte que no contrae obligaciones por el solo contrato, puede
resultar obligada por hechos posteriores. Así, el deudor podrá resultar obligado a indemnizar al
acreedor prendario los perjuicios o a pagar los gastos que la tenencia de la cosa le hubiere
ocasionado. Por eso, bien puede decirse que la prenda es también un “contrato sinalagmático
imperfecto”.
Nota: Distinta es la situación en las prendas sin desplazamiento, en las que el deudor contrae la
obligación de gozar de la cosa de manera que no perjudique ni menoscabe el derecho del acreedor
prendario. Dicho en otras palabras, ha de usar la cosa conforme a su naturaleza, sin destruirla o
dañarla, de manera que permita eventualmente, tras su venta forzada, que el acreedor se pague con
el precio. Lo anterior es lógico porque el deudor conserva la tenencia de la cosa.
653
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.- Es un contrato oneroso o gratuito. Se acostumbra calificar la prenda entre los contratos onerosos,
porque reporta utilidad para ambas partes. El acreedor obtiene una seguridad para su crédito y el
deudor recibe un préstamo que sin otorgar la garantía no habría conseguido. Sin embargo, puede
ocurrir que el contrato de prenda no tenga el carácter de oneroso: tal ocurrirá cuando el deudor
constituye la prenda con posterioridad al nacimiento de la obligación principal; o cuando la garantía
la otorga un tercero a quien el contrato no le reporta utilidad.
En todo caso, en relación a las consecuencias jurídicas de calificar al contrato como oneroso o
gratuito, el artículo 2394 establece que el acreedor prendario responderá como “buen padre de
familia”, es decir, de culpa leve; y el artículo 2468 equipara la prenda a los contratos onerosos para
el efecto de la acción pauliana, exigiendo por lo tanto, para que dicha acción proceda, mala fe tanto
en el deudor como en el tercero, es decir, el acreedor.
4.- Es un contrato solemne. En cuanto a la manera como se perfecciona, la prenda jamás tiene el
carácter de contrato consensual. Será un contrato real, como acontece en la prenda civil, o será un
contrato solemne, como usualmente ocurre tratándose de las prendas especiales o en las prendas sin
desplazamiento.
5.- Es un contrato accesorio, ya que para subsistir, requiere de la existencia de un contrato principal
(art. 2385 CC). De su carácter accesorio, surgen importantes consecuencias:
- Para calificar la prenda de civil o mercantil, hay que atender a la naturaleza de la obligación que se
está garantizando;
- La nulidad de la obligación garantizada trae consigo la nulidad de la prenda, pero no a la inversa;
- Las acciones del acreedor prendario prescriben en el mismo tiempo que las acciones que emanan
de la obligación garantizada. Sin embargo, son acciones distintas las que emanan de la prenda y las
que derivan del contrato principal.
6.- Es un derecho real. El artículo 577 lo incluye entre los derechos reales. Tiene este carácter,
porque el acreedor prendario ejerce su derecho sobre el bien dado en garantía sin respecto a
determinada persona y está facultado para perseguirlo en manos de quien se encuentre. La eficacia
de la prenda emana, entonces, no del contrato sino de su carácter de derecho real. Sin embargo,
ambas características son inseparables porque al mismo tiempo que se perfecciona el contrato de
prenda, ya sea por la entrega de la cosa o por el cumplimiento de las solemnidades, nace también el
derecho real.
7.- Es un derecho mueble. De acuerdo con el artículo 580, la prenda es un derecho mueble, porque
siempre recae sobre bienes de esta naturaleza.
8.- Es un derecho que da origen a un privilegio. El artículo 2474 Nº 3 incluye el crédito del acreedor
prendario dentro de los créditos que gozan de una preferencia de segunda clase.
9.- Constituye un principio de enajenación. La constitución de todo derecho real entraña un
principio de enajenación. El dominio se compone de la suma de los derechos reales que se
encuentran en estado latente en manos del propietario. Al desprenderse de cualquiera de ellos limita
su dominio y hay un principio de enajenación. En la prenda lo anterior aparece con toda nitidez:
654
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
tratándose de las prendas con desplazamiento el que la constituye se ve privado de dos de los
atributos del dominio, como son las facultades de uso y goce, ya que por encontrarse la cosa en
manos del acreedor se hace imposible su ejercicio; en las prendas sin desplazamiento, la limitación
del dominio también es ostensible, porque su ejercicio queda sujeto a trabas tanto en la facultad de
usar y gozar como en la de disponer, pues el deudor debe conservar la cosa en términos tales de
continuar sirviendo de garantía. De la circunstancia de ser la prenda un principio de enajenación se
desprende que la capacidad necesaria para constituirla es la de disposición y que en la constitución
en prenda de un bien embargado habría, a juicio de algunos, objeto ilícito (punto en verdad
discutible, pues la ley se refiere a la “enajenación”, y por el contrato de prenda no la hay).
10.- Es un título de mera tenencia. Cualquiera que sea la prenda, el acreedor es propietario y
poseedor de su derecho real de prenda, pero con respecto a la cosa dada en garantía, cuando debe
ser entregada al acreedor, éste sólo es mero tenedor de dicha cosa, conservando el constituyente la
posesión y el dominio. Precisamente el artículo 714 enumera al acreedor prendario entre los meros
tenedores y el artículo 2395 insiste sobre esta característica, al equiparar al acreedor prendario con
el depositario. El acreedor prendario, sólo podría adquirir el dominio de la cosa, en el caso previsto
en el artículo 2510, regla 3ª, si se cumplen las dos circunstancias allí contempladas.
Excepcionalmente, en la prenda de dinero, el acreedor no sólo es mero tenedor del dinero sino que
se hace dueño de él, con la obligación de restituir igual cantidad a la recibida, una vez cumplida la
obligación principal (situación similar a la del depósito irregular).
11.- Es indivisible. Se consagra tal característica en los artículos 1526, 2396 y 2405. Estas 3
disposiciones, consagran los distintos aspectos que presenta el principio de la indivisibilidad:
El artículo 1526, dentro de los casos de indivisibilidad de pago, se refiere al aspecto objetivo de
la indivisibilidad, al establecer en su Nº 1 que la acción prendaria se dirige contra aquél que posea
en todo o en parte la cosa empeñada;
En el artículo 2396, el legislador contempla otro aspecto de la indivisibilidad, aquél en virtud del
cual el deudor, para reclamar la restitución de la prenda, debe pagar íntegramente lo adeudado, y
mientras quede una fracción de ella, por pequeña que sea, el acreedor retiene la prenda, que en su
totalidad le sirve de garantía para el pago del saldo;
Finalmente, el artículo 2405 se refiere a un tercer aspecto de la indivisibilidad: se pone en el caso
de que uno de los herederos del deudor haya pagado su parte de la deuda, y aun cuando la prenda
sea de una cosa divisible, el precepto citado le niega el derecho a pedir la restitución de la parte de
la prenda que a él le corresponda, mientras los otros herederos por su parte no hayan pagado su
cuota en la deuda.
También contempla el caso inverso, es decir, que fallezca el acreedor, prohibiendo la ley a uno de
sus herederos que recibe su parte en el crédito remitir la prenda, aun parcialmente, mientras los
demás herederos del acreedor no hayan sido pagados. Como vemos, el carácter indivisible de la
prenda es completamente independiente de que la cosa dada en garantía sea susceptible o no de
división. Tan indivisible es la prenda que recae sobre una especie o cuerpo cierto como la
constituida sobre una cantidad de un género determinado, aun cuando ella admita división.
Asimismo, este carácter es independiente del que pueda tener la obligación principal. En
655
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
consecuencia, la obligación que se garantiza podrá ser divisible o indivisible de acuerdo con sus
caracteres propios. Si fuera divisible, el acreedor, ejercitando la acción personal, podrá cobrar a
cada uno de los deudores o herederos del deudor su parte en la deuda, lo que no impedirá que
retenga la garantía mientras los otros deudores o herederos no pagaren su parte, porque en este caso
estaría haciendo uso de la acción real prendaria, y ella es indivisible. La indivisibilidad, con todo,
no es de la esencia sino de la naturaleza de la prenda. Por ello, y por estar establecida en beneficio
del acreedor, éste puede renunciarla.
ELEMENTOS DE LA PRENDA:
Los elementos constitutivos de la prenda pueden estudiarse desde 4 puntos de vista:
A.- OBLIGACIONES SUSCEPTIBLES DE SER GARANTIZADAS CON PRENDA.
En la prenda civil o clásica, existe gran libertad acerca de las obligaciones que pueden ser
caucionadas con prenda. En cambio, algunas prendas especiales, sobre todo las sin desplazamiento,
sólo sirven para garantizar determinadas obligaciones.
También otra materia que tiene una solución disímil en las distintas prendas, es la relacionada con la
validez de la cláusula de garantía general prendaria: mientras en algunas prendas es válida, en otras
no es lícito estipularla y por ende la prenda ha de ser específica.
a.1.- Obligaciones susceptibles de ser garantizadas con prenda civil.
En general, cualesquiera clases de obligaciones pueden garantizarse con prenda civil. Es indiferente
su origen: pueden caucionarse con prenda civil las obligaciones que emanan de un contrato, de un
cuasicontrato e incluso de un delito o cuasidelito civiles o de la ley. Asimismo, pueden caucionarse
obligaciones de dar, hacer o no hacer. Con respecto a las últimas, no se garantiza la ejecución de la
obligación, sino el pago de la indemnización de perjuicios por el incumplimiento del deber de
abstención. Puede otorgarse esta garantía para obligaciones principales o accesorias, como en el
caso de la fianza prendaria. En fin, pueden caucionarse con prenda obligaciones líquidas o ilíquidas,
puras y simples o sujetas a modalidades.
La prenda puede ir anexa a una obligación civil o a una obligación natural. Respecto a la prenda
que se constituye para garantizar obligaciones naturales, pueden presentarse distintos casos:
el propio deudor constituye la prenda para caucionar una obligación civil que después degenera
en natural (por ejemplo, porque prescribieron las acciones conferidas por la ley para pedir su
cumplimiento forzado), la prenda pasa también a tener el mismo carácter;
si es un tercero el que ha otorgado la prenda mientras la obligación era civil y después degenera
en natural, se sigue la misma regla anterior, degenerando la prenda en natural;
si el tercero constituyó la prenda cuando la obligación caucionada ya tenía el carácter de natural,
y con conocimiento de ello, la obligación accesoria es civil (art. 1472 CC). Por ejemplo, caucionar
obligaciones emanadas de un contrato celebrado por un menor adulto.
656
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
657
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
658
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
solemnidad, y de acuerdo al artículo 2123 puede otorgarse verbalmente y aún por la aquiescencia
tácita del mandante. Con todo, para otorgar la prenda no basta el mandato general, porque ella
entraña un acto de disposición, y las facultades del mandatario general son de mera administración.
Tampoco sería suficiente para celebrar la prenda el mandato que una persona tuviera para vender,
aplicando por analogía el artículo 2143, que excluye en tal caso la posibilidad de hipotecar. Lo
anterior se refiere al mandato para constituir la prenda, porque la facultad de recibirla por parte del
acreedor, no hay duda que está incluida dentro de los poderes del mandatario general.
C.- BIENES SUSCEPTIBLES DE DARSE EN PRENDA.
c.1.- Cosas corporales muebles.
Exigencia común a todas las prendas es que ellas deben recaer sobre bienes muebles.
En la prenda civil, se desprende de las normas del Código Civil que un bien, para que pueda darse
en prenda, además de mueble debe ser susceptible de ser entregado y encontrarse dentro del
comercio.
La regla general es que sobre cualquier bien mueble, sea corporal o incorporal, puede radicarse una
prenda. Con todo, en el caso de las naves, deben tener un tonelaje de registro no mayor a 50
toneladas. Las de un tonelaje superior, pueden hipotecarse.
También el dinero es susceptible de darse en prenda. En la práctica e impropiamente se la
denomina fianza en efectivo. No hay fianza sin embargo, sino prenda, ya que se entrega al acreedor
una cosa mueble para la seguridad de su crédito. Pero en esta prenda, el acreedor no es mero
tenedor sino dueño del bien dado en garantía, sin perjuicio que una vez cumplida la obligación deba
restituir una suma igual a la recibida. El contrato de prenda, en este caso, opera como un título
traslaticio de dominio. Tal conclusión se ve corroborada por el artículo 2395 en relación el artículo
2221. La prenda de dinero y el depósito irregular son instituciones muy semejantes, y a ellas
tenemos que agregar el cuasiusufructo y el mutuo de dinero. Un ejemplo de una prenda de dinero,
encontramos en la garantía, usualmente equivalente a una renta mensual, que suele exigirse al
arrendatario, para responder por los daños de la cosa arrendada, una vez expirado el contrato.
c.2.- Cosas incorporales muebles.
Sobre las cosas incorporales también puede radicarse una prenda. Tratándose de los derechos
personales el legislador la reglamenta expresamente en el artículo 2389. Con respecto a estos
derechos, se presenta la cuestión de saber si es posible dar en prenda un crédito no escriturado.
Algunos estiman que no es posible, pues no habría forma de cumplir con el requisito de la entrega,
que es necesaria para perfeccionar el contrato. Sin embargo, puede responderse que el legislador, al
establecer la exigencia de la entrega, sólo se refiere a los créditos escriturados y no a los que no
consten por escrito. Acontecería en este caso lo mismo que ocurre en la cesión de créditos, donde
también es necesario, para que se perfeccione entre cedente y cesionario, la entrega del título. Sin
embargo, recordemos que la doctrina ha concluido que los créditos no escriturados pueden cederse,
porque de lo contrario tales créditos quedarían fuera del comercio. Por eso, se concluye que la
cesión de estos créditos puede hacerse por una escritura pública suscrita por el cedente y por el
cesionario. Ahora bien, si es posible la cesión de créditos no escriturados ¿qué razón habría para no
659
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
permitir que ellos se den en prenda? Además, debemos considerar que la constitución de la prenda
es un acto de menor trascendencia jurídica que la cesión, pues mientras la primera es un principio
de enajenación, la segunda es derechamente una enajenación.
La posibilidad de dar en prenda un derecho real es una cuestión que ofrece más dificultades.
Desde ya, debemos descartar los derechos inmuebles, tales como la servidumbre, el derecho de
habitación y el de censo. Tampoco puede radicarse la prenda sobre la hipoteca o sobre la prenda
misma, sin perjuicio que pueda otorgarse esta garantía sobre un crédito hipotecario o prendario.
Con respecto al derecho de herencia y al derecho de usufructo, siempre que recaigan sobre
muebles, en teoría no se ve inconveniente para que puedan gravarse con prenda. No obstante,
nuestro legislador no ha contemplado el caso, pues no consigna en el título de la prenda
disposiciones análogas a los artículos 2417 y 2418 ubicados en la hipoteca, que expresamente se
refieren a la hipoteca de cuota y a la hipoteca sobre el derecho de usufructo.
Por otra parte, no puede darse en prenda un bien a dos acreedores distintos. Se opone a ello la
circunstancia de que el contrato se perfeccione por la entrega real del bien prendado. Esta exigencia
se podría cumplir sólo con respecto al primer acreedor. Refuerza esta conclusión el hecho de que el
legislador, al reglamentar el privilegio del acreedor prendario, no se ha puesto en el caso de que
sobre una misma cosa pesen gravámenes a favor de diferentes acreedores. De haber sido posible, no
hay duda que se habría dado una solución al conflicto, tal como lo hace el art. 2477 para la hipoteca.
La Corte Suprema también ha resuelto la cuestión en el mismo sentido.
c.3.- Imposibilidad de constituir prenda civil sobre bienes futuros.
No basta que la cosa prendada sea mueble, sino que además ha de ser susceptible de entregarse,
dada la calidad de contrato real de la prenda. Por esta razón, los bienes futuros no pueden ser objeto
de prenda civil. La Corte de Valparaíso así lo subrayó, al resolver que no es posible constituir esta
garantía sobre una póliza de seguro antes de producirse el siniestro. Lo que no impide naturalmente
que una vez producido, ella recaiga sobre el crédito que el asegurado tenga contra la compañía
aseguradora. Con el mismo criterio, la Corte de Santiago resolvió que no era válida la prenda que
recaía sobre sumas indeterminadas de dinero, porque esa indeterminación hacía imposible la
entrega.
Distinta es la solución, tratándose de la prenda sin desplazamiento de la Ley número 20.190. Su
artículo 5 dispone que podrá constituirse prenda sobre todo tipo de cosas muebles, sean corporales o
incorporales, presentes o futuras. Respecto de las cosas futuras, la ley altera el principio que opera
en el Código Civil, que excluye la prenda sobre esta clase de bienes, habida cuenta que es necesario
que se produzca la entrega de la cosa, para que el contrato de prenda civil se perfeccione. En
cambio, tratándose de una prenda sin desplazamiento, obviamente no se produce tal hecho, pues no
estamos ante un contrato real, sino solemne.
c.4.- Imposibilidad de constituir prenda sobre cosas embargadas.
En la prenda, se requiere que los bienes sobre los cuales la primera recae estén en el comercio. Por
ello, se ha señalado que deben quedar excluidos los bienes inembargables, así como también los
embargados. Se fundamenta lo anterior en lo dispuesto en el artículo 1464, al establecer que hay
660
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
661
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Otro efecto interesante de la prenda de cosa ajena es que el acreedor puede llegar a adquirir el
derecho real de prenda por prescripción. No ha podido adquirirlo por tradición, porque el que
constituyó la prenda no era dueño del bien empeñado y nadie puede transferir más derechos de los
que tiene. Pero si bien la tradición no habilita al acreedor para adquirir el derecho real de prenda, en
cambio le sirve de título para poseer y llegar a adquirir por prescripción, de acuerdo al art. 683. Este
artículo es aplicable en este caso, porque el legislador, en el art. 670, 2º, después de definir la
tradición, agrega que lo que se dice del dominio, se extiende a todos los otros derechos reales.
Además, no hay duda que el derecho real de prenda puede adquirirse por prescripción, porque el
inciso 2º del art. 2498 señala que se ganan por este modo, de la misma manera que el dominio, los
otros derechos reales que no están especialmente exceptuados, excepción que en ninguna parte se
consigna con respecto a la prenda.
En cuanto al tiempo y requisitos necesarios para adquirir por prescripción, rigen las mismas reglas
generales que en el dominio (art. 2512): será de 2 años si el acreedor puede invocar la prescripción
ordinaria y de 10 años en caso contrario.
En lo que respecta a la prenda sin desplazamiento de la Ley número 20.190, el artículo 13 ratifica
también que la prenda constituida sobre cosa ajena es válida.
c.6.- Principio de especialidad de la prenda.
Los bienes que se dan en prenda deben ser determinados y estar singularizados. Una persona no
podría constituir prenda, por ejemplo, sobre todos sus bienes, en forma genérica. Esto es lo que se
llama el principio de la especialidad de la prenda. Este principio, imperativo en las prendas con
desplazamiento por la necesidad de entregar al acreedor los bienes gravados, ha sido respetado en
aquellos contratos en que la especie dada en garantía permanece en poder del que la constituye.
Sin embargo, el principio de la especialidad de la prenda tiene algunas excepciones en la prenda sin
desplazamiento de la Ley Nº 20.190: prenda sobre universalidades de hecho o “rotativa”, art. 11º de
la ley.
D.- FORMALIDADES O REQUISITOS EXTERNOS DE LA PRENDA.
d.1.- Formalidades o requisitos externos de la prenda civil.
La prenda civil es un contrato real, que se perfecciona con la entrega de la cosa empeñada al
acreedor.
El requisito de la entrega plantea la cuestión de saber si basta con que ella sea simbólica o si es
necesario que se haga real y efectivamente. Algunos fallos establecen como suficiente la entrega
ficta, aplicando el art. 684. Pero la jurisprudencia mayoritaria y la doctrina, consideran que la
entrega debe ser real y efectiva, argumentándose:
El legislador contempla en la prenda algunas obligaciones para el acreedor, tales como conservar
y restituir la cosa, que presuponen su tenencia material;
La entrega material es lo que viene a darle publicidad al gravamen, sobre todo en nuestro CC,
porque en él la constitución de la prenda no está sujeta a ninguna formalidad. Si el deudor, no
obstante la prenda, pudiera conservar la cosa, los terceros podrían ser inducidos a error sobre la
662
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
solidez de su patrimonio, ya que entenderían que el bien continúa exento de gravámenes, por
permanecer en manos del deudor o constituyente.
Confirma lo anterior la creación de las prendas sin desplazamiento, que nacieron por las
dificultades que presenta la prenda civil, evitando que el deudor o el tercero garante se desprendan
de sus medios de trabajo o de producción para obtener créditos.
Tratándose de la prenda que recae sobre cosas corporales, se reputa perfecta tanto entre las partes
como respecto a terceros, por el solo hecho de la entrega. No obstante, en cuanta a su prueba, rigen
las reglas generales y en consecuencia las normas limitativas de la prueba de testigos (arts. 1708 y
siguientes).
En esta materia, cabe preguntarse si puede entregarse la prenda a una persona distinta del acreedor.
El Código francés, al igual que nuestro Código de Comercio (art. 817), autorizan expresamente para
que la entrega de la prenda se haga a un tercero elegido de común acuerdo por las partes. El CC
nada dispone al respecto, pero la doctrina y la jurisprudencia estiman que es posible la misma figura
en la prenda civil. Lo que quiere el legislador es que la cosa empeñada salga de manos del deudor,
para darle publicidad al gravamen, finalidad que se consigue al entregar la cosa a un tercero.
d.2.- Papel que desempeña la entrega con relación a la cosa y respecto al derecho real de
prenda.
La entrega de la cosa prendada juega un doble papel: el de simple entrega con relación a la cosa,
pasando el acreedor a ser mero tenedor de la misma; y el de tradición con respecto al derecho real
de prenda. Por eso, el acreedor llega a ser poseedor y propietario de su derecho.
d.3.- Forma como se perfecciona la prenda de créditos.
Según el art. 2389, se puede dar en prenda un crédito entregando el título al acreedor, notificando al
deudor y prohibiéndole que lo pague en otras manos. Dos requisitos deben cumplirse entonces para
que se perfeccione la prenda entre el acreedor y el deudor:
Entrega del título al acreedor prendario;
Notificación al deudor del crédito, prohibiéndole que le pague a su acreedor.
Cabe precisar que la notificación al deudor del crédito, a diferencia de lo que acontece en la cesión
de créditos, es indispensable para que la prenda se perfeccione aún entre las partes que celebran el
contrato. La cesión de un crédito en cambio, perfecta entre las partes por la entrega del título,
requiere de la notificación o aceptación del deudor para que se perfeccione respecto del deudor
cedido y los terceros.
d.4.- Constitución de las prendas especiales.
Lo que caracteriza a las prendas especiales, es que a diferencia de lo que ocurre en la prenda civil,
en las primeras no hay desplazamiento de la cosa. Por lo tanto, la prenda deja de ser un contrato real
y se transforma en un contrato solemne.
Las formalidades de las distintas prendas especiales son las siguientes:
663
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
664
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
i) las firmas de los concurrentes deberán ser autorizadas por un Notario Público; y
ii) el instrumento deberá protocolizarse en el registro del mismo Notario que autorice las
firmas.
En este segundo caso, respecto de terceros, la fecha del contrato será la de su protocolización.
Se trata, por ende, en cualesquiera de los dos casos reseñados, de un contrato solemne. Estamos
ante una solemnidad propiamente tal, de aquellas exigidas por la ley en atención a la especie o
naturaleza del contrato, cuya omisión trae como consecuencia que éste no produzca ningún efecto
civil (artículo 1443 del Código Civil). Así las cosas, o habrá una hipótesis de inexistencia jurídica, o
de nulidad absoluta, para quienes no admiten la primera en nuestro sistema jurídico. Personalmente,
creemos que se trata de un caso de inexistencia jurídica, por omisión de una solemnidad
propiamente tal exigida precisamente por vía de existencia, es decir, “pasando a ser la solemnidad el
único medio a través del cual el autor o las partes que celebran el acto pueden manifestar su
voluntad.” Por el contrario, para quienes estimen que se trataría de un caso de nulidad absoluta,
dicho vicio quedaría saneado transcurridos que sean diez años, desde la fecha del contrato, al
prescribir la acción para demandarla (artículo 1683 del Código Civil).
Dispone también el artículo 2 que la modificación del contrato o el alzamiento de la prenda,
deberán asimismo efectuarse por algunos de los medios antes consignados para su celebración.
La sola celebración del contrato de prenda no otorga al acreedor prendario el derecho real de
prenda, siendo necesario que se inscriba el contrato en el Registro de Prendas sin Desplazamiento
(artículo 25), a cargo del Servicio de Registro Civil e Identificación. Esta inscripción también
resulta necesaria para hacer oponible el contrato a terceros. En todo caso, la Ley no dispuso de un
plazo fatal para practicar esta inscripción.
d.4.4) Prenda mercantil.
Se perfecciona entre las partes por la entrega de la cosa prendada, entrega que no sólo se puede
hacer al acreedor, sino también a un tercero elegido de común acuerdo por los contratantes (art. 817
del Código de Comercio). Entre las partes, se siguen entonces las mismas reglas del Código Civil.
No acontece lo mismo frente a los terceros, ya que para invocar ante otros acreedores el crédito
preferente que confiere la prenda, es necesario:
1º Que el contrato de prenda sea otorgado por escritura pública o privada, y en el último caso,
protocolizada, previa certificación en la misma de la fecha de esa diligencia, puesta por el Notario
respectivo;
2º Que la escritura o documento contenga la declaración de la suma de la deuda y la especie y
naturaleza de las cosas empeñadas, o que lleve anexa una descripción de su calidad, peso y medida.
(artículos 814 y 815 del Código de Comercio).
Cuando la prenda mercantil recae sobre un crédito, debemos distinguir entre los créditos
nominativos, a la orden y al portador:
665
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1º créditos nominativos: rige la existencia del “conste” (vale decir, el señalamiento de la suma de la
deuda que la prenda está garantizando) y también la notificación al deudor a que se refiere el art.
2389 del CC (art. 816 del Código de Comercio);
2º créditos a la orden: requieren para prendarse el endoso en garantía, sin necesidad de notificar al
deudor;
3º créditos al portador: debe entregarse el título, pero no se requiere la notificación al deudor.
666
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El acreedor puede estar obligado a restituir, no obstante no haberse cumplido con la obligación
caucionada;
El acreedor puede retener el bien prendado, no obstante haberse pagado íntegramente el crédito
caucionado.
Dichas excepciones, en uno u otro sentido, son las siguientes:
i) Solicitud del deudor para sustituir la cosa prendada.
El artículo 2396, inciso 2º, establece este derecho para el deudor. Si bien es cierto que el derecho de
retención se ejerce sobre la cosa que se ha dado en garantía, la disposición citada autoriza al deudor
para sustituir la prenda cuando de ello no se siguiere perjuicio al acreedor. La norma dice que el
deudor “será oído” en esta pretensión. Por lo tanto, no se trata de un derecho absoluto, que opere
automáticamente a solo pedimento del deudor. Pero es evidente que si el cambio de la cosa
prendada no perjudica al acreedor, el juez accederá a la petición.
El precepto es interesante en dos aspectos:
porque va contra el principio de que el contrato es ley para las partes, principio que de aplicarse
rigurosamente dejaría al deudor sin el derecho en cuestión;
porque hasta cierto punto, está inspirado en la doctrina de la relatividad de los derechos, que
repudia el ejercicio abusivo de los mismos, abuso que existiría de parte del acreedor si se le
permitiera, a todo evento, negarse a la sustitución de la prenda, aun cuando de ello no se le siguiera
perjuicio alguno.
ii) Pérdida del derecho de retención por el uso de la cosa prendada por el acreedor.
La retención no autoriza al acreedor, por regla general, para servirse de la cosa prendada. Lo
anterior es tan evidente, que el artículo 2396, inciso 3º, dispone que si el acreedor abusa de la cosa
prendada pierde su derecho. Se ha estimado que el mero uso, cuando el acreedor no esté facultado
para ello, constituye un “abuso”, para estos efectos. Si estuviere autorizado para usar la cosa
prendada, habría “abuso” si le da un uso que no corresponda a su naturaleza o destino.
Excepcionalmente, el acreedor puede usar de la cosa prendada:
cuando el deudor lo autoriza;
tratándose de una prenda de dinero, porque en ella, el acreedor pasa a ser dueño del dinero dado
en garantía;
si la cosa empeñada fuere fructífera, el acreedor podrá apropiarse de los frutos para imputarlos al
pago de la deuda, dando cuenta de ellos y restituyendo los que sobraren (artículo 2403).
iii) Caso de la prenda tácita.
Está contemplado en el artículo 2401. Por regla general, extinguida la deuda, el deudor puede
solicitar la restitución del bien empeñado. Pero el artículo citado autoriza al acreedor para retener la
cosa prendada a pesar de haberse extinguido la obligación principal, cuando existan otras
667
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
obligaciones entre acreedor y deudor y ellas reúnan los requisitos establecidos en dicho precepto. Se
produce entonces lo que los autores denominan “la prenda tácita”. El legislador la establece
interpretando la voluntad del acreedor. Si éste ha exigido al deudor una garantía para otorgarle
crédito, es lógico presumir que de sobrevenir otra obligación entre ellos, si el acreedor es titular de
un nuevo crédito en contra del deudor, acontece lo anterior en razón de la garantía ya otorgada.
Por esta razón, no se aplica la prenda tácita cuando la garantía se ha dado por un tercero; además,
en tal caso no sería justo que éste permaneciera ligado por las nuevas obligaciones contraídas por el
deudor.
Asimismo, para que se aplique la prenda tácita es necesario que el segundo crédito tenga por origen
un contrato celebrado entre el acreedor y el deudor. Por lo tanto, no cabría aplicar el art. 2401 si el
nuevo crédito se hubiere adquirido por cesión, subrogación o tuviere su origen en la responsabilidad
extracontractual del deudor.
Además de los supuestos enunciados, deben cumplirse con los siguientes requisitos, contemplados
en el art. 2401:
Que el nuevo crédito sea cierto y líquido, es decir, que además de existir, sepamos a cuánto
asciende el crédito y que no esté sujeto a plazo o condición;
Que las nuevas obligaciones se hayan contraído después de la obligación para la cual se
constituyó la prenda.
Que las nuevas obligaciones se hayan hecho exigibles antes del pago de la obligación anterior, es
decir, de la obligación que motivó la constitución de la prenda. ¿Qué debe entenderse por el “pago
de la obligación anterior”? Según algunos, el legislador ha querido referirse a la fecha en que de
acuerdo con el contrato debió efectuarse el pago. Pero en la opinión mayoritaria de la doctrina, el
artículo se refiere al momento en que éste efectivamente se realiza, puesto que “pago” es la
prestación de lo que se debe, y si el legislador hubiere querido referirse al momento en que de
acuerdo al contrato debía efectuarse el pago, habría empleado la expresión “exigibilidad”.
En ciertos casos sin embargo, y no obstante cumplirse los requisitos anteriores, el acreedor no puede
ampararse en el art. 2401 para negarse a restituir la cosa prendada. Son tales:
cuando la tenencia de la cosa sale del poder del acreedor y llega a manos del deudor, quien puede
retenerla pagando la obligación garantizada con la prenda (art. 2393, inciso 3º);
cuando el deudor vende la cosa dada en garantía o constituye a título oneroso un derecho para el
goce o tenencia de la cosa, y el comprador o el tercero en cuyo favor se constituye el derecho,
ofrece al acreedor pagar la obligación garantizada (art. 2404).
a.2.- Derecho de persecución o reivindicación.
La prenda es un derecho real y como tal susceptible de ser amparado por la acción reivindicatoria
(arts. 891 y 2393). En este caso, no se persigue recuperar el dominio del bien empeñado, sino la
posesión del derecho de prenda, porque sólo mediante la tenencia de la cosa el acreedor puede
ejercitarlo. El acreedor está facultado para recobrar la cosa de manos de cualquier persona , sin
668
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
exceptuar al propio deudor. Pero éste puede enervar tal acción, si paga la deuda al acreedor. En este
caso, según vimos, no opera la prenda tácita.
a.3.- Derecho de venta.
a.3.1.- Como se efectúa la venta.
El derecho de venta o de realización de que está investido el acreedor prendario, se contempla en el
artículo 2397.
La facultad que tiene la acreedor de hacer vender la cosa empeñada no impide que también pueda
ejercitar el derecho de prenda general persiguiendo los otros bienes del deudor, como por lo demás
lo deja en claro la parte final del art. 2397. Lo anterior, salvo si la prenda fue constituida por un
tercero, pues en tal caso, no podrán perseguirse los demás bienes de este tercero, que sólo contrajo
una obligación real.
El derecho de venta que tiene el acreedor es de la esencia de la prenda y no puede renunciarse
(artículo 2397, inciso 1º). Pero el hecho de que esta facultad sea irrenunciable no significa que el
acreedor esté obligado a ejercitarla, porque puede conformarse con retener la cosa empeñada (lo que
no significa que se transforme en dueño, artículo 2397 inciso 2º) y el deudor no lo podría compeler
a que iniciara el procedimiento de realización.
La realización se efectúa mediante el remate de la prenda, facultando el artículo 2398 al acreedor y
al deudor para concurrir a la subasta.
Nota: Somarriva apunta que la autorización al deudor para participar en la subasta contraría lo
dispuesto en el artículo 1816, cuando dispone que la compra de cosa propia no vale, pues tal
ocurrirá si el deudor era dueño de la cosa prendada y se la adjudica en la subasta. A nuestro
juicio, lo que aquí acontece es simplemente que el deudor paga la obligación, e impide la venta
forzada.
El procedimiento de realización de la prenda está regulado por el DL Nº 776 de 1925, aplicable en
todo caso sólo a la prenda civil y a la prenda mercantil.
El deudor también está facultado para detener el procedimiento de realización, pagando antes del
remate la suma adeudada, los intereses si corresponde su pago y las costas (artículo 2399).
El artículo 2402 reglamenta la imputación del producto de la subasta, cuando no alcanza a cubrir la
totalidad de lo adeudado:
primero, debe imputarse a los intereses y costas;
después, al capital; y
si fueren varias las obligaciones caucionadas con la prenda, hay que atenerse a las normas
generales relativas a la imputación del pago (artículos 1595 a 1597).
El artículo 2397 otorga al acreedor dos derechos:
1º Uno principal, el derecho de hacer vender la prenda en remate;
669
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
670
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
671
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
672
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
673
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
c.4.- Derecho a vender la cosa prendada o a constituir en favor de terceros derechos al goce o
tenencia de la cosa.
El artículo 2404 establece estas facultades. Para que operen, tanto el tercero que compre la cosa
como aquél a quien se confiera un título oneroso para el goce o tenencia de la cosa pignorada,
tendrán que pagar la obligación que originó la constitución de la prenda. Es importante consignar
que en éstos casos, el acreedor no podrá negarse a restituir alegando la existencia de una “prenda
tácita” en los términos del artículo 2401. Así las cosas, si el deudor quiere eludir que opere tal
hipótesis, debiera vender la cosa o ceder su uso y goce a un tercero a título oneroso.
c.5.- Derecho a concurrir a la subasta de la cosa empeñada (art. 2398 CC).
El artículo 2398 confiere al deudor este derecho, originándose la posibilidad de que el propio dueño
de la cosa prendada se adjudique la misma en la subasta, lo que constituye una excepción a la
prohibición de comprar una cosa propia, en opinión de algunos (artículo 1816, inciso 1º).
c.6.- Derecho a impedir el remate, pagando íntegramente la deuda.
El artículo 2399 otorga al deudor la posibilidad de impedir la subasta, pagando la totalidad de la
deuda y las costas generadas hasta ese momento.
D.- OBLIGACIONES DEL DEUDOR.
La prenda es un contrato unilateral, porque de él sólo nacen obligaciones para una de las partes. En
las prendas que se perfeccionan con la entrega de la cosa, se obliga el acreedor. Por el contrario, en
las prendas sin desplazamiento, el obligado es el deudor.
En la prenda civil, el deudor, por el solo contrato, no contrae obligación alguna. Sin embargo, por
hecho posteriores, puede resultar obligado a indemnizar al acreedor (artículo 2396). Para hacer
efectiva esta obligación, el acreedor goza de la acción prendaria contraria y del derecho legal de
retención.
En las prendas sin desplazamiento, el deudor contrae numerosas obligaciones pues a él corresponde
cuidar y conservar la cosa (lo que corresponde al acreedor en las prendas civiles). El deudor
responde de culpa leve, y deberá permitir al acreedor que inspeccione el estado de la cosa prendada.
674
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Por acto entre vivos el cambio de titular de un derecho se efectúa cuando un tercero paga el crédito
y se subroga en los derechos del acreedor, caso en el cual pasa al nuevo acreedor el crédito con sus
privilegios, prendas e hipotecas (artículo 1612).
Otra forma de traspasar por acto entre vivos el derecho de prenda, es la cesión del crédito prendario
(artículo 1906).
Tratándose de las prendas especiales, la transferencia operará en algunos casos por cesión del
crédito, como en la prenda sin desplazamiento de la Ley Nº 20.190, y en otros casos mediante
endoso, como en la prenda de Warrants.
EXTINCIÓN DE LA PRENDA:
La prenda, como consecuencia de su carácter accesorio, se extingue conjuntamente con la
obligación principal. Pero como al mismo tiempo la prenda es una obligación distinta de la
obligación principal, puede también extinguirse independientemente de la obligación garantizada.
Cabe señalar que el artículo 2406, que indica las causales de extinción del derecho de prenda, es
incompleto, porque no se refiere a los modos de extinguir por vía consecuencial ni enumera todos
los modos de extinguir por vía principal.
A.- CAUSALES DE EXTINCIÓN POR VÍA ACCESORIA O CONSECUENCIAL.
La obligación principal puede extinguirse por cualquiera de los medios contemplados en el artículo
1567 y con ello, igual suerte corre la prenda, dado que por su carácter accesorio necesita ir anexa a
otra obligación cuyo cumplimiento garantice.
De los modos de extinguir, presentan algunas peculiaridades en relación a la prenda la novación, el
pago y la nulidad.
En cuanto al pago: el pago de la obligación principal acarrea la extinción de la prenda, salvo que
lo haga un tercero y se subrogue en los derechos del acreedor, porque entonces subsiste la prenda,
garantizando ahora la obligación de la cual es titular el nuevo acreedor (artículo 1612);
Respecto a la novación: extinguida por novación la obligación cuyo cumplimiento garantiza la
prenda, ésta también se extingue, conforme al artículo 1642. Pero esta misma disposición autoriza a
las partes para hacer reserva de las prendas, de manera que esta garantía continúe en pleno vigor
asegurando la nueva obligación. En este caso, si bien conserva la prenda su carácter accesorio,
presenta la particularidad de que se independiza de la obligación que garantizó en un comienzo y
accede ahora a otra obligación. La reserva tiene sin embargo ciertas limitaciones:
1º Si la cosa empeñada pertenece a terceros, éstos deben consentir en la reserva;
2º No vale la reserva en lo que la segunda obligación exceda a la primera;
3º No es posible hacer la reserva en los bienes del nuevo deudor ni aún con su consentimiento;
4º Tratándose de codeudores solidarios, la reserva sólo puede afectar a los codeudores que han
consentido en la misma (arts. 1642 y 1643).
675
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Además, cabe agregar que si bien la mera ampliación del plazo de la obligación no constituye
novación, en conformidad al artículo 1649 se extingue la prenda que haya constituido un tercero.
En lo que respecta a la nulidad de la obligación principal, declarada que sea extinguirá tanto la
obligación principal como la obligación accesoria. Podría ocurrir sin embargo que la prenda se
hubiera constituido por un tercero para asegurar la obligación de un menor adulto. En este caso, a
pesar de la declaración de nulidad, subsiste la prenda, porque ella está garantizando una obligación
natural, siendo la prenda una obligación civil perfecta.
B.- CAUSALES DE EXTINCIÓN DIRECTA O PRINCIPAL.
Las menciona el artículo 2406 CC:
1.- Destrucción complete de la cosa empeñada.
La destrucción íntegra de la cosa extinguirá el contrato, sea aquella imputable al acreedor o sea que
derive de un caso fortuito. En el primer caso, el dueño de la cosa tendrá por cierto derecho a exigir
la pertinente indemnización.
Si la destrucción sólo fuere parcial, subsistirá la prenda en lo que resta de la cosa. En caso que la
cosa prendada esté asegurada, el acreedor prendario puede hacer efectivos sus derechos en la suma
que pague la compañía aseguradora.
2.- Cuando el acreedor pasa a ser dueño de la cosa empeñada por cualquier título.
Como es obvio, es inconcebible una prenda sobre una cosa propia. Se extingue la prenda por
confusión.
3.- Por resolución del derecho de dominio del constituyente.
En este caso, la prenda se extingue esté de buena o mala fe el acreedor: nos encontramos ante una
excepción a los efectos de la condición resolutoria cumplida ante terceros (artículo 1490). Para que
el problema que trata el art. 1490 se plantee es necesario que la cosa mueble “se enajene”. En este
artículo, la palabra “enajenación” debemos entenderla sólo en su acepción restringida de
transferencia total o parcial del dominio, y no en su sentido amplio de constitución de cualquier
derecho real sobre la cosa.
En efecto, el art. 1490 es inaplicable a la prenda: arts. 2406 y 2396. La prenda se extingue si se
resuelve el derecho del constituyente de la misma, esté o no de buena fe el acreedor prendario, sin
perjuicio de otros derechos que éste puede ejercer, conforme lo establecen las dos disposiciones
citadas y el artículo 2391, (fundamentalmente, pedir primero que se reemplace la prenda o en su
defecto, el pago anticipado de la obligación).
4.- Por “abuso” de la prenda por parte del acreedor (art. 2396 CC).
Constituye “abuso” cualquier uso que le dé a la cosa prendada el acreedor, si no medió autorización
del deudor; o si habiéndose autorizado el uso, se da a la cosa un uso que excede o no corresponde al
autorizado.
676
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5.- Cuando se da en prenda una cosa ajena, y el verdadero dueño la reclama (art. 2390 CC).
Art. 2390 CC = “Si la prenda no pertenece al que la constituye, sino a un tercero que no ha
consentido en el empeño, subsiste sin embargo el contrato, mientras no la reclama su dueño; a
menos que el acreedor sepa haber sido hurtada, o tomada por fuerza, o perdida, en cuyo caso se
aplicará a la prenda lo prevenido en el artículo 2183”.
CAPITULO 8: FIANZA
CONCEPTO DE FIANZA (ART. 2335 CC):
El artículo 2335 define la fianza como una obligación accesoria, en virtud de la cual una o más
personas responden de una obligación ajena, comprometiéndose para con el acreedor a
cumplirla en todo o parte, si el deudor principal no la cumple.
Agrega el precepto que la fianza puede constituirse, no sólo a favor del deudor principal, sino de
otro fiador.
Numerosos autores han criticado esta definición, señalando que la fianza, antes que una
“obligación accesoria”, es un contrato accesorio, cuyas partes son el acreedor y el fiador (y no el
deudor de la obligación principal, por ende). Aún más, debemos agregar que la fianza siempre es un
contrato, a pesar de que el artículo 2336 diga que sólo la fianza convencional se constituya por
contrato. En verdad, tanto la fianza legal como la judicial (y por cierto la convencional) se
constituyen por contrato, sin perjuicio que el origen de la obligación de procurarse un fiador sea la
convención, la ley o una resolución judicial.
Nota: Vodanovic, explicando por qué el art. 2335 no define la fianza como contrato, sino que como
obligación, advierte que hay casos en los cuáles efectivamente no habría, propiamente, un contrato.
Así, el art. 374 establece que el guardador debe proceder al “otorgamiento de la fianza o caución”,
necesaria para que pueda asumir su cargo. Ahora bien, dicha fianza debe otorgarse por escritura
pública y ser aprobada por el tribunal. Es decir, la fianza no deriva aquí de un contrato entre el
fiador y el tribunal. Otro caso se presenta en la llamada fianza de rato, esto es, cuando se admite la
comparecencia al juicio a una persona que obra sin poder, en beneficio de otra, y ofrece garantía
de que el interesado aprobará lo que el primero realice en su nombre (art. 6, Código de
Procedimiento Civil). Se habla de fianza, porque esta es, generalmente, la garantía que se ofrece. Y
de rato, en cuanto a la confirmación o aprobación del interesado. Tampoco hay aquí, propiamente,
un contrato entre el tercero y el tribunal.
El concepto legal subraya cual es el efecto propio del contrato: la necesidad en que se pone el
fiador de cumplir con una obligación principal total o parcialmente, en subsidio del deudor
principal.
Se regula la fianza en el Título XXXVI del Libro IV, arts. 2335 a 2383. Un total de 49 preceptos
contiene este título, que a su vez se divide en cinco párrafos:
i.- De la constitución y requisitos de la fianza (arts. 2335 a 2352).
ii.- De los efectos de la fianza entre el acreedor y el fiador (arts. 2353 a 2368).
Iii.- De los efectos de la fianza entre el fiador y el deudor (arts. 2369 a 2377).
677
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iv.- De los efectos de la fianza entre los cofiadores (arts. 2378 a 2380).
v.- De la extinción de la fianza (arts. 2381 a 2383).
678
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
fiador ni un enriquecimiento para el acreedor o el deudor. Por ello, es correcto afirmar que la fianza
pertenece, dentro de la categoría de los contratos gratuitos, a los llamados “desinteresados”.
Pero no obstante tratarse de un contrato gratuito, el artículo 2351 establece que el fiador responde
de culpa leve y no sólo de culpa lata, como sería normal considerando que el contrato no le reporta
beneficio alguno.
4.- Es un contrato accesorio. La finalidad de la fianza es procurar al acreedor una garantía, lo que
obviamente supone la existencia de una obligación principal. Así, la suerte de la fianza estará
absolutamente vinculada a la suerte de la obligación principal.
Pueden señalarse las siguientes consecuencias de la accesoriedad de la fianza:
i.- Extinguida la obligación principal, se extingue también la fianza.
Así, si la obligación principal fuere nula, también lo será la obligación accesoria.
Excepcionalmente, no ocurrirá lo anterior cuando la obligación principal es nula por incapacidad
relativa del deudor principal, porque el fiador no puede oponer al acreedor las excepciones
personales de que goza el deudor principal, entre las que se encuentra la incapacidad de obligarse.
ii.- El fiador tiene la facultad para oponer al acreedor todas las excepciones que deriven de la
obligación principal (artículo 2354): en otras palabras, lo que puede oponer el fiador al acreedor son
las excepciones reales, pero no las personales del deudor.
iii.- La obligación del fiador no puede ser más gravosa que la obligación principal (artículo 2344):
lo que sí puede ocurrir es que el fiador se obligue por menos, no sólo respecto a la cuantía de la
obligación, sino también en cuanto al tiempo, lugar, modalidades de pago, cláusula penal, etc.:
1º En cuanto al tiempo: el fiador se obligaría en términos menos gravosos que el deudor principal,
cuando dicha obligación sea pura y simple, mientras que la obligación del fiador estuviere sujeta a
un plazo; también puede ocurrir que ambas obligaciones sean puras y simples o estén sujetas a
idéntico plazo; lo que no podría ocurrir, es que la obligación del deudor principal estuviere sujeta a
un plazo para su exigibilidad y la del fiador fuere pura y simple.
2º En cuanto al lugar: infringiría el artículo 2344 aquella estipulación en virtud de la cual el fiador
esté obligado a pagar en el domicilio del acreedor, mientras que el deudor principal sólo esté
obligado a pagar en su propio domicilio. Tal hipótesis, supondría una obligación más gravosa para
el fiador.
3º En cuanto a la condición: sería más gravosa para el fiador la obligación, si la obligación del
deudor principal está sujeta a una condición suspensiva, mientras que la obligación del fiador es
pura y simple y por ende su cumplimiento se puede exigir de inmediato por el acreedor.
4º En cuanto a la forma de pago: la obligación del fiador sería más gravosa si está obligado a pagar
en dinero efectivo o con un determinado tipo de moneda, mientras que el deudor principal no tiene
dicha limitación.
679
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5º En cuanto a la pena: en dos casos sería más gravosa la obligación del fiador:
5.1. Si el fiador se sujeta a una pena para el cumplimiento de su obligación, pero dicha pena no
afecta al deudor principal;
5.2. Cuando ambos deudores, principal y fiador, se sujetan a una pena, pero la del fiador es más
grave.
En todos los casos en que la obligación del fiador sea más gravosa que la obligación principal, la
sanción correspondiente será la reducción de la fianza a los mismos términos que la obligación
principal.
Nada impide, en todo caso, que el fiador se obligue en términos más eficaces que el deudor
principal, cuando se constituye por ejemplo una fianza hipotecaria (o sea, una fianza y una
hipoteca), aunque la obligación principal no la tenga.
5.- Es un contrato patrimonial. Se consagra este carácter, en el artículo 2352, al decir que los
derechos y las obligaciones de los fiadores son transmisibles a sus herederos.
6.- No es un contrato condicional. Podría creerse que la fianza es condicional, y que la condición
consiste en que el deudor no cumpla con lo pactado. Sin embargo, el fiador contrae su obligación
directa e inmediatamente, de manera que nos encontramos ante un contrato puro y simple. Con
todo, nada impide estipular una modalidad, como un plazo o una condición que afecten la
exigibilidad, nacimiento o extinción de la fianza, pues todos los actos patrimoniales aceptan
modalidades (artículo 2340). Además, cada vez que la obligación principal esté sujeta a
modalidades, la fianza también lo estará.
LA SUBFIANZA:
El inciso 2º del artículo 2335 permite afianzar al que a su vez constituyó una fianza. Se trata de un
subcontrato, y como tal, el subfiador se somete a las mismas reglas que el fiador.
La particularidad de este subcontrato, que lo distingue de los demás que pertenecen a igual
categoría contractual, es que extinguida la fianza por confusión de las calidades de deudor y fiador,
persistirá sin embargo la subfianza (art. 2383), lo que se justifica porque la subfianza beneficia al
acreedor, y el crédito aún no se ha extinguido, sin perjuicio que ahora, en lugar de tres personas
obligadas (deudor, fiador y subfiador), sólo hay dos (deudor y subfiador, que ahora tiene la calidad
de fiador).
CLASES DE FIANZA:
a.- Fianza convencional / Fianza legal / Fianza judicial.
Esta clasificación no está referida al origen de la obligación del fiador, ya que ella siempre es
convencional, sino más bien al origen de la obligación del deudor principal de rendir fianza.
La fianza legal, es aquella impuesta por el legislador, como por ejemplo en los casos siguientes:
i.- El caso de los poseedores provisorios, en el marco de la muerte presunta (artículo 89);
680
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ii.- El caso de los guardadores, que deben rendir fianza, previa al discernimiento de la guarda
(artículo 374);
iii.- El caso de los usufructuarios que deben rendir caución para tener la cosa fructuaria (art 775).
La fianza judicial es decretada por el juez, pero éste sólo puede ordenar su constitución cuando una
norma legal lo permita; por ejemplo:
i.- Tratándose del fiduciario, a quien el juez ordena prestar caución de conservación y restitución,
cuando el fideicomisario impetró una medida conservativa (artículo 755);
ii.- Tratándose del dueño de una obra ruinosa, cuando se le ordena rendir caución de resarcir todo
perjuicio que sobrevenga por el mal estado del edificio, y siempre que el daño que se teme no fuere
grave, pues en caso contrario se ordenará la demolición, no bastando con la caución (artículo 932);
iii.- Tratándose de aquellos que deban pagar especies legadas, el albacea podrá exigirles que rindan
caución (artículo 1292);
iv.- Tratándose de la fianza que eventualmente se le puede exigir al albacea fiduciario (artículo
1315).
En todo caso, las fianzas legales y judiciales se rigen por las mismas reglas de la fianza
convencional, con las siguientes diferencias:
i.- Las fianzas legales y judiciales pueden sustituirse por una caución real, lo que no es posible en la
fianza convencional, pues en el último caso rige la ley del contrato, que impide sustituir la garantía
sin la anuencia del acreedor (artículo 2337);
ii.- Tratándose de la fianza judicial, no se puede oponer el beneficio de excusión (artículo 2358 Nº
4).
b.- Fianza personal / Fianza hipotecaria o prendaria.
Mediante la fianza personal, el fiador obliga todos sus bienes al cumplimiento de la obligación
principal. En la fianza hipotecaria o prendaria, además de obligar todos sus bienes al cumplimiento
de la obligación principal, el fiador constituye una hipoteca o una prenda en favor del acreedor,
casos en los cuales se constituirá simultáneamente una garantía personal y otra real, por la misma
persona. El artículo 2344 deja en claro que si bien el fiador no puede obligarse en términos más
gravosos que el principal deudor, sí puede obligarse de un modo más eficaz, por ejemplo con una
hipoteca.
En la fianza personal, llamada también simple, el acreedor goza de dos acciones personales:
i.- La primera acción, en contra del deudor principal;
ii.- La segunda acción, en contra del fiador.
En el caso de las fianzas prendarias e hipotecarias, se agrega una tercera acción, de carácter real y
además preferente, cuales son precisamente la acción prendaria o hipotecaria. Si el acreedor ejerce
una de estas acciones reales, se producen las siguientes consecuencias:
681
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
682
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
683
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
indirectas, de manera que al finalizar el régimen, se alegue por el deudor ser un cónyuge “pobre” y
por tanto sustraerse al pago del crédito de participación en los gananciales.
C.- OBJETO DE LA FIANZA.
El objeto de la obligación del fiador consiste siempre en pagar una cantidad de dinero (artículo
2343, inciso 4º). Por lo tanto, si la obligación del que garantiza el pago de una deuda consiste en
entregar una especie o cuerpo cierto, u otras cosas fungibles que no sean dinero, estaremos ante un
contrato innominado, más no ante una fianza.
Cuando se afianza una obligación de dar, el fiador responderá pagando la suma de dinero a que
asciende la obligación principal, o una menor si la fianza se hubiere limitado (pero no se obligará a
una suma mayor, según se indicó). Cuando se afianzan obligaciones de hacer o de no hacer, el
fiador se obliga al pago de la indemnización de perjuicios que resulte de la infracción de la
obligación.
D.- CAUSA DE LA FIANZA.
La causa de la fianza no debemos buscarla en el vínculo jurídico que liga al acreedor con el fiador,
porque la obligación asumida por éste, es ante el primero abstracta o carente de causa. En efecto, la
causa debemos buscarla en las relaciones existentes entre el fiador y el deudor principal. En otras
palabras, responder a la siguiente interrogante: ¿qué motiva el otorgamiento de la fianza por el
deudor? Distinguimos al efecto entre la fianza gratuita y aquella otorgada mediando un pago o
retribución.
En la fianza gratuita, la causa de la obligación del fiador es la pura liberalidad.
En la fianza remunerada, la causa se encuentra en el pago que se ofrece al fiador.
Ahora bien, podría ocurrir que no sea el deudor principal sino el propio acreedor quien ofrezca
pagar una remuneración a una persona, para que ésta constituya la fianza. Pero en tal caso, si bien
no estaríamos ante un acto abstracto, tampoco se trata de una fianza, sino de un contrato
innominado que se asemeja al seguro.
E.- EXISTENCIA DE UNA OBLIGACIÓN PRINCIPAL.
La fianza requiere para su validez, de la existencia de una obligación principal, cuyo cumplimiento
garantiza. Lo anterior es una consecuencia lógica del carácter accesorio que tiene el contrato de
fianza. En general, todas las obligaciones son susceptibles de afianzarse, cualquiera sea su fuente.
De esta manera:
i.- La obligación afianzada puede ser civil o natural (art. 2338), pero en el segundo caso, el fiador
no gozará del beneficio de excusión ni tampoco del beneficio de reembolso (artículo 2358).
ii.- La obligación principal puede ser pura y simple o sujeta a modalidades, caso en el cual la
modalidad se comunicará a la fianza, aplicándose el principio de accesoriedad.
iii.- La obligación principal puede ser presente o futura (artículo 2339). Si la obligación es futura, se
otorga al fiador la facultad de retractarse hasta que llegue a existir la obligación principal, pero con
684
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
una limitación: el fiador queda responsable frente al acreedor y frente a los terceros, en la medida
que estos estén de buena fe (como en el caso del mandato, artículo 2173). Por lo tanto, si el fiador
que se retracta no quiere incurrir en responsabilidad por el hecho de la retractación, debe notificar
su decisión de retractarse publicando avisos y notificando al acreedor.
iv.- La obligación principal puede ser de personas naturales o jurídicas (art. 2346).
v.- La obligación principal puede pesar sobre una herencia yacente (art. 2346).
685
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iii.- Que no deje bienes suficientes para hacer frente a sus compromisos. A diferencia de lo que
ocurre en el art. 2350, el art. 2348 no hace distingos entre bienes muebles e inmuebles.
D.- El deudor cuyo fiador se ha tornado insolvente.
A diferencia del segundo caso, en el cual es el deudor el que decae en sus facultades económicas,
en este cuarto caso la situación económica desmedrada es la del fiador.
La insolvencia es una situación de hecho, en virtud de la cual el activo de una persona no es
suficiente, para satisfacer las obligaciones que pesan en su pasivo. Si tal fuere el caso, la fianza sería
una caución ineficaz, carecerá de utilidad para el acreedor.
Cabe advertir que para que opere este cuarto caso, contemplado en el art. 2349, es necesario que la
fianza se haya constituido en virtud de algunos de los tres primeros casos, previstos en el art. 2348.
En efecto, como se ha precisado, el acreedor no tendrá derecho a exigir un nuevo fiador, aún en el
caso de que el actual fiador se tornare insolvente, si el deudor, sin haber estado obligado a ello, por
no encontrarse en los casos del art. 2348, buenamente hubiere otorgado la fianza. Esta solución,
además de ser lógica, se ve corroborada por la ubicación del art. 2349. De igual forma, es evidente
que tampoco se aplica el art. 2349, si el fiador se hubiere obligado contra la voluntad del deudor.
Somarriva señala que los derechos que el art. 2348 concede al acreedor, para solicitar del deudor
que constituya un fiador, en el segundo y en el tercer caso, representan el ejercicio de derechos
auxiliares, y su petición debe tramitarse de acuerdo con las reglas del juicio ordinario.
686
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
será más engorrosa, pues deberá obtener autorización del juez que decretó dicho embargo o el
consentimiento del otro acreedor (art. 1464), hecho este último muy improbable;
v.- Los bienes raíces litigiosos: Somarriva, siguiendo a Pescio y a autores franceses, incluye aquí no
sólo aquellos inmuebles cuya propiedad se litiga, se haya o no dictado prohibición de enajenar, sino
que también aquellos que, no siendo objeto de ningún juicio, presentan sin embargo, en sus títulos
de dominio, vicios o reparos; es decir, inmuebles que potencialmente podrían ser objeto de un
litigio. La misma opinión sostiene Meza Barros: “Para estos efectos deben considerarse litigiosos
no sólo los bienes que son actualmente materia de un litigio, sino también, aquellos cuyos títulos
adolezcan de defectos que hagan prever un litigio”. Vodanovic adhiere igualmente a esta
conclusión, afirmando, a propósito de su fundamento: “El fundamento para considerar también
litigiosos los inmuebles cuyos títulos de dominio son susceptibles de dichos vicios o reparos estriba
en que se busca establecer de modo cierto los bienes del fiador con que el acreedor puede contar
para satisfacer su crédito, y esa certeza falta no sólo cuando el litigio ya está iniciado, sino también
cuando lo más probable es que se incoe”.
Excepcionalmente, se tomarán en cuenta los bienes muebles del fiador:
i.- Fianza mercantil; y
ii.- Cuando la deuda afianzada es módica.
C.- Debe estar domiciliado dentro de la jurisdicción de la respectiva Corte de Apelaciones.
687
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
688
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
689
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> Cuando el fiador se hubiere obligado a pagar sólo la parte de la deuda que el acreedor no pudiere
obtener del deudor principal (artículo 2365, inciso 2º). Se trata de una responsabilidad residual.
Para que opere la excepción, se requiere una estipulación expresa e inequívoca.
Si el fiador contrae su obligación en los términos indicados, no será responsable de la insolvencia
del deudor, concurriendo dos circunstancias:
i.- Que el acreedor haya tenido medios suficientes para hacerse pagar: cabe señalar que el deudor
podría tener bienes insuficientes para obtener el acreedor un pago total, pero que permiten un pago
parcial, caso en el cual quedará subsistente la responsabilidad del fiador por el remanente;
ii.- Que el acreedor haya sido negligente en servirse de los medios que tenía para hacerse pagar: la
negligencia ha de corresponder a la de aquél que incurre en culpa leve (artículo 44, considerando
que no se agrega ninguna otra calificación a la culpa o negligencia del acreedor).
¿Quién debe probar la negligencia del acreedor? La respuesta no es simple. Somarriva, citando a
Pescio, señala que los autores no han reparado en la dificultad que se presenta en este punto, ya que
puede concluirse que el onus probando recae tanto en el fiador como en el acreedor. En efecto, si el
fiador pretende que su obligación se ha extinguido porque el acreedor fue negligente, a él
corresponde probar dicha negligencia, conforme al art. 1698. Pero bien podría entenderse que debe
aplicarse la regla del art. 1547, inc. 3°, según la cual la prueba de la diligencia o cuidado
corresponde al que ha debido emplearla, en este caso, al acreedor. Concluye Somarriva afirmando:
“Como puede verse la cuestión es dudosa y cualquiera opinión que se adopte al respecto tiene
asidero legal”.
> Cuando las partes así lo hubieren estipulado.
4).- Requisitos necesarios para que el fiador goce del beneficio de excusión:
De conformidad al artículo 2358, para que el fiador pueda oponer el beneficio de excusión, deben
concurrir los siguientes requisitos:
4.1).- El fiador no debe estar privado del beneficio de excusión.
4.2).- Que el beneficio de excusión se oponga en tiempo oportuno.
Establece el artículo 2358 Nº 5, que el beneficio de excusión debe oponerse luego que sea
requerido el fiador. Esta norma fue complementada por el artículo 303 del Código de Procedimiento
Civil, que considera al beneficio como una excepción dilatoria. Por lo tanto, en términos generales,
deberá oponerse en las siguientes oportunidades procesales:
i.- Si se trata de un juicio ordinario: dentro del término de emplazamiento;
ii.- Si se trata de un juicio ejecutivo: conjuntamente con las excepciones perentorias, en el plazo
para oponerse a la ejecución, de 4 u 8 días, según corresponda.
Excepcionalmente, el beneficio de excusión puede oponerse con posterioridad, cuando el deudor, al
tiempo del requerimiento hecho al fiador no tenga bienes y después los adquiera. En este caso, la
solicitud del fiador en la que alega la excusión se tramitará como incidente, y de acuerdo al Código
690
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
de Procedimiento Civil, deberá promoverlo tan pronto como tenga conocimiento de que el deudor
adquirió bienes, so pena de rechazarse de plano el incidente, si en el expediente hay antecedentes
que prueben que el fiador sabía de la existencia de bienes en poder del deudor.
Somarriva expresa que, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 2363, el fiador sólo puede oponer el
beneficio de excusión por una sola vez. Con todo, lo que sí puede hacerse nuevamente es la
indicación de bienes del deudor principal, cuando éste los hubiere adquirido después que el fiador
opuso el beneficio. Del tenor del artículo, pareciera que el fiador sólo puede señalar una vez más
bienes del deudor principal.
4.3).- Que el fiador indique al acreedor los bienes del deudor principal (artículo 2358 Nº6).
Como dice Somarriva, esta exigencia es de toda lógica, porque si pudiese alegarse la excusión sin
señalar los bienes del deudor principal, significaría una burla al acreedor y un mero expediente
dilatorio empleado por el fiador.
Toda clase de bienes pueden señalarse por el fiador, muebles o inmuebles, corporales o
incorporales, pero siempre y cuando se los indique con precisión.
Con todo, el artículo 2359 establece qué bienes no pueden señalarse por el fiador:
i.- Los que estén fuera del territorio nacional;
ii.- Los embargados o litigiosos (artículo 1464 números 3 y 4);
iii.- Los créditos de dudoso o difícil cobro;
iv.- Los bienes cuyo dominio esté sujeto a condición resolutoria; y
v.- Los bienes hipotecados a favor de deudas preferentes, en la parte que pareciere necesaria para el
pago completo de éstas.
A los anteriores, la doctrina francesa y nacional, agrega otros:
vi.- Los bienes retenidos por orden judicial (aunque en realidad quedarían comprendidos dentro de
los embargados o litigiosos, dado el sentido amplio que la jurisprudencia ha atribuido a la voz
embargo);
vii.- Los bienes inembargables: porque no se podrían perseguir por el acreedor;
viii.- Los bienes que el deudor posea en comunidad con otras personas: la doctrina los equipara a
los bienes litigiosos, por las dificultades que podrían presentarse al acreedor con motivo de la
indivisión.
La prueba de que nos encontramos en alguno de los casos anteriores, recae en el acreedor, pues la
regla general es que los bienes puedan ser excutidos.
4.4).- Que el fiador anticipe al acreedor los gastos de la excusión, si así se lo pide el acreedor.
El inciso primero del artículo 2361 confiere este derecho al acreedor. Se dice que en rigor, no
estamos ante un requisito, pues sólo operará en la medida en que el acreedor lo exija. Por ello, el
691
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
fiador no está obligado a proporcionar de inmediato los fondos, so pena de que se rechace su
excepción.
Si acreedor y fiador no se ponen de acuerdo acerca de la cuantía de la anticipación, ésta será fijada
por el juez, nombrando además a la persona en cuyo poder se consignará; dicha persona puede ser
el propio acreedor.
Eventualmente, el propio fiador podría estar interesado en hacer la excusión (o sea, dirigirse contra
el deudor principal).Para ello, deberá proponer hacerlo en un “plazo razonable”. Como la ley no
indica que se entiende por tal, queda a la prudencia del juez fijarlo. En todo caso, no basta con la
sola petición para que el fiador goce del derecho, porque el juez podría rechazar la solicitud,
considerando que el artículo 2361 dice que para estos efectos, el fiador “será oído”.
La razón de porqué se concede al acreedor el derecho de exigir al fiador que le anticipe los gastos
de la excusión es fácil de comprender: estando obligado el fiador a efectuar este desembolso, no
recurrirá al beneficio de excusión son el solo propósito de dilatar el procedimiento.
5).- Casos en que pueden ser excutidos bienes de varias personas:
La regla general, es que el fiador sólo puede señalar para la excusión, bienes de una sola persona.
Pero esta regla tiene dos excepciones:
i.- Tratándose del subfiador demandado por el acreedor, pues goza del beneficio de excusión tanto
respecto del fiador como respecto del deudor principal (artículo 2366). En este caso, el acreedor
tendrá que demandar primero al deudor principal, enseguida al fiador y por último al subfiador;
ii.- Si hay varios codeudores solidarios, pero sólo uno ha dado fianza, demandado el fiador de ese
codeudor, tiene derecho para que sean excutidos no sólo los bienes del deudor afianzado, sino
también los bienes de los otros codeudores (artículo 2362). Somarriva critica la norma, señalando
que nuestro Código Civil ha sido inconsecuente con respecto al principio establecido en el artículo
2372, porque en este artículo, que alude a la acción de reembolso de que goza el fiador que ha
pagado, sólo se concede la acción contra el deudor solidario afianzado, y no contra los deudores
solidarios no afianzados. Habría entonces disparidad de criterio para resolver dos casos que
debieran tener idéntica solución. Meza Barros también resalta la notoria antinomia entre los arts.
2362 y 2373.
6).- Efectos del beneficio de excusión:
Son los siguientes:
i.- Dado que se trata de una excepción dilatoria, retarda la persecución al fiador.
ii.- Puede originar una disminución o incluso una extinción en la responsabilidad del fiador: en
efecto, conforme al artículo 2365, si una vez opuesto el beneficio de excusión, el acreedor es
negligente en la persecución del deudor principal y éste cae luego en insolvencia, el fiador sólo
responderá en lo que exceda al valor de los bienes señalados cuando opuso la excusión; aún más, si
los bienes señalados eran suficientes para que el acreedor se hubiere pagado su crédito, el fiador
ninguna responsabilidad tendrá.
692
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
693
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ii.- Que no se trate de fiadores solidarios: el artículo 2367 deja en claro que el fiador solidario
carece del beneficio de división; como codeudor solidario, está obligado al pago de toda la
obligación (artículo 1511, inciso 2º).
iii.- Que se trate de fiadores de una misma deuda y de un mismo deudor: artículo 2368. No es
obstáculo para que se invoque el beneficio de división, la circunstancia de que los fiadores se
hubieren obligado separadamente; lo que importa es que sean fiadores de una misma obligación.
3).- Efectos del beneficio de división:
i.- Principio general: la deuda se divide entre los fiadores por partes iguales (artículo 2367, inciso
1º). Nuestra doctrina, conforme a los términos de este precepto legal, destaca que la división de la
deuda entre los cofiadores se produce de pleno derecho. En efecto, la norma citada expresa que “…
se entenderá dividida la deuda…”. Esto tiene una importante consecuencia procesal: si el acreedor
demanda a los cofiadores exigiéndoles a cada uno el pago total de la deuda, es decir sin dividir su
monto entre todos ellos, el beneficio de división deberá oponerse por los demandados como una
excepción perentoria (a diferencia del beneficio de excusión, que se opone, según vimos, como
excepción dilatoria), para que el juez rechace la demanda dados los términos en que se ha
planteado.
ii.- Casos excepcionales:
1º Cuando un fiador inequívocamente ha limitado su responsabilidad a una suma o cuota
determinada, caso en el cual los fiadores que no hubieren limitado su responsabilidad, soportarán
eventualmente una cuota mayor en la deuda, a la que habrían soportado de no existir la limitación a
favor del primer fiador (art. 2367, inciso 3);
2º Cuando alguno de los fiadores fuere insolvente, pues en tal caso, su insolvencia gravará a los
demás fiadores, es decir, éstos deberán pagar la parte que el primero no puede solucionar por su
insolvencia (art. 2367, inciso 2). Así, por ejemplo, si fueren tres los cofiadores, de una deuda de
noventa millones, y uno de ellos fuere insolvente, cada uno de los dos cofiadores solventes deberá
responder por cuarenta y cinco millones (treinta por su cuota y quince por la mitad de la cuota del
insolvente). Meza Barros, critica esta solución, señalando que por ser la obligación de los fiadores
simplemente conjunta, no debió gravárseles con la insolvencia de uno o de algunos de ellos (se
aparte aquí el Código de lo que establece para los herederos y legatarios, en cuanto estos no
responden por las cuotas de los insolventes, arts. 1355 y 1363).
En todo caso, no se entenderá que un fiador es insolvente, cuando su subfiador no lo fuere. En tal
caso, el subfiador, de ser insolvente el fiador por quien se obligó, “es responsable de las
obligaciones de éste para con los otros fiadores” (art. 2380).
a.2.3.- Excepción de subrogación.
1).- Concepto: Consiste en la facultad del fiador, para exigir que se rebaje de la demanda del
acreedor todo lo que el fiador podría haber obtenido del deudor principal o de los otros fiadores por
medio de la subrogación legal o que se declare extinguida la fianza en todo o en parte, cuando el
acreedor ha puesto al fiador en el caso de no poder subrogarse en sus acciones contra el deudor
694
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
principal o los otros fiadores, o cuando el acreedor por hecho o culpa suya, ha perdido las acciones
en que el fiador tenía derecho de subrogarse (artículos 2355 y 2381 Nº 2).
Como expresa Meza Barros, el fiador que se obliga, tiene en cuenta que, si fuere constreñido a
pagar, podrá repetir contra el deudor, subrogándose en el crédito (art. 1610, N° 3). Pero, para que el
fiador pueda subrogarse eficazmente, es necesario que el acreedor conserve sus acciones, que
después se radicarán en el fiador. En cambio, si el acreedor pierde sus acciones, pone al fiador en la
imposibilidad de subrogarse en ellas; lo deja indefenso para obtener el reembolso de lo que pagó.
2).- Fundamento de la excepción:
No hay un solo criterio en la doctrina, para determinar de donde emana la obligación del acreedor
de conservar las acciones que tenga contra el deudor, y de las que espera subrogarse el fiador.
Para algunos, el acto en virtud del cual el acreedor imposibilita al fiador subrogarse de las acciones
del primero, constituye un delito o al menos un cuasidelito civil. Sin embargo, no parece razonable
tal postura, pues se olvida que hay un vínculo jurídico, el contrato entre acreedor y fiador, de
manera que mal podría aludirse a la responsabilidad extracontractual.
Con todo, es cierto que la obligación del acreedor de conservar las acciones tampoco podría tener
por fuente el propio contrato de fianza, porque de dicho contrato sólo nacen obligaciones para el
fiador.
A juicio de Somarriva, cuando el acreedor no conserva las acciones la fianza se transforma en un
contrato sinalagmático imperfecto, porque la obligación del acreedor no emana del contrato, sino de
un hecho posterior a su nacimiento, al que la ley le atribuye el carácter de generador de
obligaciones.
Podríamos señalar también que se trata de una aplicación del principio general consagrado en el
artículo 1546 del Código Civil, que exige a las partes ejecutar el contrato de buena fe.
Adicionalmente, podría fundarse en la teoría del abuso del derecho, en el que incurriría el acreedor
que no conservó sus acciones contra el deudor principal.
3).- Quienes pueden invocar la excepción de subrogación:
Pueden invocarla todos los fiadores, tanto si la fianza es gratuita o remunerada, civil o mercantil,
legal, convencional o judicial. Se estima incluso que podría invocarla el fiador solidario, porque a
pesar de tal calidad, no pierde el carácter de fiador y se rige por las reglas de la fianza. Por el
contrario, la doctrina mayoritaria niega esta excepción al que sólo es codeudor solidario, porque
ellos son deudores directos.
A los anteriores, Somarriva agrega también al tercero garante hipotecario, porque si bien no es
fiador, su situación presenta muchas similitudes con la del fiador, ya que ninguno es deudor directo.
Aún más, tal opinión podría sustentarse en el tenor del art. 2429, inciso 2º, al disponer que el tercero
que paga, se subroga al acreedor en los mismos términos que el fiador.
695
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
696
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
acreedor pierde la acción prendaria sobre dichas acciones y coloca al fiador en la imposibilidad de
subrogarse en ella, por lo que consecuentemente, la fianza se extingue respecto del valor de la parte
alzada de la prenda”.
7).- Peso de la prueba:
Mediante la excepción de subrogación, el fiador pretenderá que su obligación se extinga total o
parcialmente. Por ende, aplicando la regla general del onus probandi en el CC, del art. 1698,
corresponderá al fiador acreditar que concurren los requisitos pertinentes para que se acoja la
excepción.
a.2.4.- Excepciones reales o personales.
Dispone el art. 2354 CC: “El fiador puede oponer al acreedor cualesquiera excepciones reales,
como las de dolo, violencia o cosa juzgada; pero no las personales del deudor, como su
incapacidad de obligarse, cesión de bienes, o el derecho que tenga de no ser privado de lo
necesario para subsistir. / Son excepciones reales las inherentes a la obligación principal”.
El fiador, entonces, puede oponer al acreedor tanto las excepciones reales que emanan de la
obligación, como las excepciones personales suyas. No podrá oponer, en cambio, las personales
ajenas.
Son excepciones reales o comunes las inherentes a la obligación, es decir las que resultan de su
naturaleza; ellas dicen relación exclusivamente con el vínculo jurídico mismo, con prescindencia
absoluta de las personas que lo han contraído. Se dicen reales, porque guardan relación con la cosa,
en este caso, la obligación; y se llaman comunes, porque pueden ser opuestas por cualquier persona,
por cualquier deudor solidario y por el fiador.
Son excepciones personales las que competen a uno o más deudores en atención a ciertas y
determinadas circunstancias o la situación especial en que estos se hallan. Como no dicen relación
con la obligación misma sino con ciertas circunstancias personales, sólo puede oponerlas la persona
a quien favorecen.
Como se puede observar, la situación del fiador es semejante, en esta materia, a la del codeudor
solidario (art. 1520).
Presentan características especiales los vicios del consentimiento, la compensación y la
prescripción:
i.- Excepciones de dolo y violencia: el art. 2354 incluye entre las excepciones reales al dolo y la
violencia (o fuerza, en la terminología usual) de que haya sido víctima el deudor. En realidad, se
trata de situaciones que, por regla general, permiten oponer excepciones personales, alegando la
nulidad relativa. Se diferencian en esto entonces la solidaridad y la fianza, porque en la primera se
trata de excepciones personales que sólo puede invocar el deudor víctima del dolo o de la fuerza,
mientras que en la fianza, se trata de excepciones reales que puede oponer cualquier fiador. Meza
Barros justifica esta diferencia entre una y otra institución, atendiendo al carácter accesorio de la
fianza: anulada la obligación principal, se extingue la fianza. Pero en realidad, este argumento
parece discutible, si consideramos que la obligación solidaria también es accesoria. Quizá la
697
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
diferencia podría justificarse en el carácter subsidiario que tiene la obligación del fiador, que no está
presente en la solidaridad.
ii.- Excepción de compensación: La regla en virtud de la cual las excepciones personales sólo
pueden ser opuestas por aquellos a quienes amparan, no es absoluta; hay ciertas excepciones
personales que, no obstante su carácter, pueden ser opuestas por los demás deudores, que también
se aprovechan de ellas. Estas son las llamadas excepciones mixtas y son dos: la remisión parcial de
la deuda y la compensación.
La compensación de la deuda es una excepción personal, que también puede ser invocada por los
otros codeudores, fiador incluido, cuando el acreedor -no obstante la compensación parcial o total-
demande a otro de los deudores subsidiarios o solidarios el total de la obligación. Una vez
producida la compensación respecto de uno, extingue la obligación respecto de todos y se convierte
en una excepción real o común que a todos los deudores aprovecha. Pero hay una diferencia entre la
solidaridad y la fianza: en la primera, la compensación puede alegarse cuando uno de los
codeudores hizo valer la compensación y el acreedor, no obstante lo anterior, demanda a otro de los
codeudores como si la compensación no hubiere operado. En la fianza, también puede operar
cuando el deudor principal opuso al acreedor la compensación y el acreedor demanda después al
fiador como si tal compensación no hubiere operado, y además, y aquí está la diferencia, cuando el
acreedor demanda al fiador antes que al deudor principal. Es decir, el fiador puede oponer al
acreedor, por vía de compensación, lo que éste deba al deudor principal (lo anterior se deduce de
interpretar, a contrario sensu, el art. 1657, inciso 2º).
iii.- Excepción de prescripción: el fiador puede oponer al acreedor la prescripción, a pesar de haber
renunciado a la misma el deudor principal (lo que sólo podrá hacerse una vez cumplida, como se
recordará): art. 2496. Estamos ante una aplicación del principio según el cual la renuncia de un
derecho es de efectos relativos y sólo afecta a quien la hace. En cuanto al plazo de prescripción de
la obligación subsidiaria del fiador, debemos atender al plazo en que prescriba la obligación
principal (art. 2516). Prescritas ambas obligaciones, la principal y la accesoria, pasarán a tener la
calidad de obligaciones naturales. Por lo tanto, si el fiador paga, y no alega por ende la prescripción,
no podrá accionar en contra del deudor principal. Pero distinta será la situación cuando la fianza se
constituye cuando la obligación principal ya tenía el carácter de natural, pues en tal caso la fianza
será una obligación civil, de manera que el fiador requerido por el acreedor deberá pagar, aunque al
igual que en la hipótesis anterior, no podrá entablar acción de reembolso contra el naturalmente
obligado.
Además, Meza Barros agrega la excepción de cosa juzgada, que compete tanto al que ha
intervenido en el juicio, como a todos aquellos a quienes, según la ley, aprovecha el fallo (art. 177
del Código de Procedimiento Civil). El fiador, por lo tanto, puede aprovecharse de la cosa juzgada
que emana del fallo que absuelve al deudor principal. Sin embargo, habría que formular una
prevención a esta idea: no se cumpliría el requisito de la “identidad legal de persona”. Así, por
ejemplo, si el deudor principal fuere absuelto porque la obligación que contrajo era natural, el
acreedor tiene acción contra el fiador. Este no podrá ampararse en la sentencia que favoreció al
deudor principal.
698
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
699
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
realice las gestiones necesarias ante el acreedor, para que éste libere al fiador de la fianza; quien
releva entonces es el acreedor, no el deudor principal, porque el segundo no es parte en el contrato
de fianza, y ésta no podría alzarse sin el consentimiento del acreedor;
ii.- Que el deudor principal le caucione las resultas de la fianza: vale decir, que se constituya una
garantía por el deudor principal a favor del fiador, para el caso que el último pague al acreedor y
exija el reembolso al deudor principal; las cauciones pueden ser reales o personales; si la garantía
dada por el deudor principal fuere una fianza, la doctrina habla de “contrafianza”; y
iii.- Que el deudor principal le consigne medios de pago: es decir, que el deudor principal le
consigne judicialmente el dinero necesario para pagar al acreedor.
El fiador podrá pedir a su arbitrio cualquiera de las tres cosas, si se dan los supuestos del artículo
2369 CC.
b.1.2.- Casos en que el fiador puede ejercitar los derechos precedentemente indicados.
Están señalados en el propio art. 2369:
i.- Cuando el deudor principal disipa o aventura temerariamente sus bienes: se justifica lo anterior,
porque la conducta del deudor principal puede provocar que quede sujeto a un procedimiento
concursal de liquidación o su insolvencia;
ii.- Cuando el deudor principal se obligó a obtener el relevo de la fianza en cierto plazo y éste se ha
cumplido: estamos sencillamente ante una aplicación del art. 1545;
iii.- Cuando se ha cumplido la condición o vencido el plazo que haga exigible la obligación
principal: en tales casos, existe un peligro concreto de que el acreedor demande al fiador.
iv.- Cuando hubieren transcurrido más de 5 años desde el otorgamiento de la fianza (y no desde que
nazca la obligación principal); con todo, carecerá el fiador del derecho:
- cuando la obligación principal se haya contraído por un tiempo más largo;
- cuando la fianza se hubiere dado para una obligación de duración indeterminada (por ejemplo, la
de los guardadores o usufructuarios).
v.- Cuando exista temor fundado de que el deudor se fugue y no deje bienes raíces suficientes para
el pago de la deuda: cabe destacar que la ley alude a los bienes raíces; por lo tanto, si el deudor
principal hubiere dejado bienes muebles suficientes, el fiador igual podrá hacer uso de los derechos
conferidos por el art. 2369 CC.
b.1.3.- Obligación de dar aviso del pago.
Tanto el fiador como el deudor principal, deben dar aviso al otro del pago que pretenden efectuar.
De no darse este aviso recíproco, se aplicará lo dispuesto en los artículos 2376 y 2377. Revisemos
la situación, según si paga el deudor principal o el fiador, sin noticiar al otro:
i.- Pago efectuado por el deudor principal: en este caso, si el fiador, ignorando que el deudor
principal había pagado, paga a su vez nuevamente al acreedor, tendrá derecho para exigir al deudor
700
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
principal que le reembolse lo pagado. En verdad, el mismo objetivo obtendría el fiador ejerciendo la
acción de reembolso del art. 2370. El deudor principal, por su parte, podrá repetir en contra del
acreedor, pues el último incurrió en un caso de pago de lo no debido, al recibir dos veces lo que se
le adeudaba (una vez del deudor principal y otra del fiador); en estricto rigor, quien pagó lo no
debido fue el fiador y no el deudor principal, pero como se observa, la ley permite al fiador dirigirse
contra el propio deudor principal. En todo caso, no parece haber inconveniente para que el fiador se
dirija contra el acreedor, por el pago de lo no debido (lo que se justificará, si el deudor principal
fuere insolvente);
ii.- Pago efectuado por el fiador: el deudor principal podrá oponerle todas las excepciones de que
podría haberse servido ante el acreedor. A su vez, si el deudor principal pagare de nuevo (ignorando
que el fiador ya había pagado), el fiador no tendrá acción alguna contra aquél, sin perjuicio de
dirigirse contra el acreedor por el pago de lo no debido. Como vemos, en este caso el legislador
priva al fiador tanto de la acción subrogatoria como de la acción personal de reembolso que nace de
la fianza. Igual que en el caso anterior, la ley obliga a accionar por el pago de lo no debido a quién
pagó primero (el fiador), pero sin avisar al que pagó después (el deudor principal).
B.2.- Efectos entre el fiador y el deudor principal, después de efectuado el pago por el
primero.
Después de efectuado el pago, el fiador tiene derecho a dirigirse contra el deudor principal, pues es
éste quien en definitiva debe cargar con la extinción de la obligación. Dos acciones confiere la ley
al fiador: la acción de reembolso y la acción subrogatoria en los derechos del acreedor.
Eventualmente, podrá interponer una tercera acción, cuando la fianza se hubiere otorgado por
encargo de un tercero, pues entonces el fiador podrá dirigirse contra su mandante.
Estudiaremos por separado estas tres acciones:
b.2.1.- Acción de reembolso.
1).- Concepto: Podemos definirla como aquella acción que la ley confiere al fiador, para obtener
del deudor principal el reembolso de todo lo pagado por el primero al acreedor, gastos incluidos, a
consecuencia de su calidad de fiador de una obligación contraída por el segundo.
Se trata de una acción personal, que emana del contrato de fianza. La consagra el art. 2370. El
fundamento de esta acción debemos buscarlo en el mandato (actio mandati contraria) o
cuasicontrato de agencia oficiosa (actio negotiorum gestorum contraria), que vincula al fiador con
el deudor, según si la fianza fue o no conocida por éste. Si la fianza se otorgó a solicitud del
deudor, el fundamento de la acción de reembolso será el mandato. Si la fianza se constituyó
ignorándolo el deudor y sin mediar oposición previa, el fundamento de la acción de reembolso será
el cuasi contrato de agencia oficiosa.
2).- Cosas que comprende la acción de reembolso:
i.- El capital de la deuda;
ii.- Los intereses de este capital; los intereses que el fiador puede cobrar son los intereses corrientes,
y ellos corren de pleno derecho desde el momento del pago.
701
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iii.- Los gastos en que hubiere incurrido el fiador a consecuencia de la fianza; estos gastos serán
aquellos que el fiador ha debido pagarle al acreedor en conformidad al art. 2347, y los que se
originen en la demanda interpuesta por el fiador contra el deudor; pero dos limitaciones establece el
art. 2370 acerca del reembolso de los gastos:
1° no podrá pedirse el reembolso de gastos “inconsiderados” (o sea, exagerados, desproporcionados,
cuestión que determinará el juez en caso de conflicto); y
2° no podrá pedirse el reembolso de gastos sufridos por el fiador antes de notificar al deudor
principal la demanda intentada contra el fiador (porque el legislador presume que el deudor
principal, de haber tenido conocimiento de la demanda en contra del fiador, habría pagado al
acreedor, ahorrando al fiador los gastos pertinentes);
iv.- Los perjuicios de cualquiera otra naturaleza que el contrato hubiere provocado al fiador (se trata
de otros perjuicios, distintos de los “intereses”, que como sabemos, son los perjuicios propios de
una obligación de dinero; así, Somarriva proporciona el ejemplo siguiente: el fiador, para hacer
honor a su palabra y pagar la deuda, se ve en la necesidad de vender un inmueble a un precio muy
inferior al que tiene en el mercado, caso en el cual podría cobrar al deudor principal no sólo los
intereses de lo pagado, sino también la diferencia entre el valor real del inmueble y el obtenido en la
venta apresurada).
Como puede observarse, el objetivo de la acción de reembolso es asegurar que el fiador resulte
íntegramente resarcido de los gastos y perjuicios en que hubiere incurrido.
Claro está que si el fiador paga más de lo debido, no podría cobrar al deudor principal lo pagado en
exceso, porque ninguna responsabilidad le asiste al último por la torpeza o error del fiador; éste
podrá sin embargo repetir contra el acreedor, para que le restituya la parte indebidamente percibida.
3).- Requisitos para que el fiador pueda entablar la acción de reembolso:
Cuatro requisitos, deberá reunir el fiador:
i.- El fiador debe haber pagado al acreedor.
Pero, no obstante referirse al pago el art. 2370, debe entenderse que también goza de la acción de
reembolso el fiador que ha extinguido la obligación por un medio equivalente al pago, como por
ejemplo la dación en pago, compensación o novación. Lo anterior resulta justo, porque los medios
descritos significaron un sacrificio económico para el fiador. Por ende, no habrá derecho a
reembolso alguno si la obligación se ha extinguido por algún medio que no implique un
empobrecimiento para el fiador, como por ejemplo la prescripción, remisión, pérdida de la cosa
debida, etc.
Considerando lo anterior, es de toda lógica que el art. 2374 no conceda acción de reembolso, al
fiador que obtuvo del acreedor la condonación de la obligación: “El fiador a quien el acreedor ha
condonado la deuda en todo o parte, no podrá repetir contra el deudor por la cantidad condonada, a
menos que el acreedor le haya cedido su acción al efecto”.
Si hubo remisión total o parcial de la obligación, nada debe reembolsarse, pues no hubo pago por
parte del fiador.
702
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
703
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iii.- Hay un fiador y varios deudores principales, pero sólo uno de ellos fue afianzado: el fiador sólo
podrá demandar a aquél de los deudores que afianzó, careciendo de acción de reembolso contra los
otros (artículo 2372); sin embargo, el artículo agrega la frase “… y no tendrá contra los otros sino
las acciones que le correspondan como subrogado en las del deudor a quien ha afianzado”. Por
ende, si bien carece de acción de reembolso “contra los otros” a quien no afianzó, sí dispondrá de la
acción subrogatoria “contra los otros”, aunque no los haya afianzado. En efecto, como dice Meza
Barros refiriéndose a este caso, “Privado de la acción de reembolso, tiene a salvo el fiador, en
cambio, la acción subrogatoria, y por su intermedio puede cobrar a cada uno de los restantes
codeudores su cuota, como si el pago lo hubiera efectuado el deudor afianzado”.
iv.- Hay un fiador y varios deudores principales a los cuales afianzó, y se trata de una obligación
solidaria: el fiador podrá demandar por el total, a cualquiera de los deudores principales.
v.- Hay un fiador y varios deudores, pero sólo afianzó a uno de ellos y se trata de una obligación
solidaria: el fiador sólo podrá repetir por el todo, contra el codeudor afianzado.
b.2.2.- Acción subrogatoria.
1).- Concepto: Está contemplada en el art. 1610 N° 3, que como se recordará, trata de los casos de
pago con subrogación legal.
Se entiende por tal aquella acción que confiere la ley al fiador que paga, de manera que pase a
ocupar la posición jurídica del acreedor y pueda por ende impetrar ante el deudor principal, los
mismos derechos que podría haber invocado el acreedor.
2).- Requisitos que deben cumplirse para que el fiador goce de acción subrogatoria:
Para que el fiador pueda subrogarse en los derechos del acreedor, es necesario que se cumpla con
los siguientes requisitos:
i.- Que el fiador haya pagado al acreedor.
Igual como indicamos respecto de la acción de reembolso, también se entiende cumplido el
requisito cuando el fiador hubiere extinguido la obligación por otro medio que le signifique un
sacrificio pecuniario.
ii.- Que el pago haya sido útil.
Se entenderá por tal, aquél que extinguió total o parcialmente la obligación principal.
iii.- Que el legislador no haya privado al fiador de la acción.
Excepcionalmente, el fiador no puede invocar la acción subrogatoria:
1° Cuando la obligación afianzada fuere natural;
2° Cuando el fiador paga pero no da el aviso pertinente al deudor principal y éste paga nuevamente
al acreedor (art. 2377).
704
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Si el pago efectuado por el fiador fuere parcial, la subrogación también lo será, gozando el acreedor
de preferencia para obtener el pago del saldo insoluto, conforme al art. 1612. Por ende, podría
ocurrir que el fiador no alcance a pagarse, si el deudor principal fuere insolvente y sólo pagare al
acreedor el saldo de la deuda.
4).- Contra quien puede dirigirse la acción subrogatoria:
Podrá el fiador demandar, conforme al art. 1612:
i.- Al deudor principal;
ii.- A los codeudores solidarios; distinguimos al efecto:
1° si afianzó a todos los codeudores solidarios: no cabe duda que puede entablar la acción por el
total contra cada uno de ellos (persiste aquí, entonces, la solidaridad);
2° si sólo afianzó a uno de los codeudores solidarios: podrá demandarle el total a éste, y a los demás
sólo podrá exigirles su parte o cuota en la deuda (art. 2372, en relación al art. 1522); y
iii.- A los cofiadores.
5).- Momento desde el cual comienza a contarse el plazo de prescripción de la acción subrogatoria:
Algunas sentencias, han concluido que el plazo comienza a correr desde que el fiador haya hecho el
pago, fundamentándose los fallos en la circunstancia que con anterioridad a dicho pago, el fiador no
tenía el carácter de acreedor.
Somarriva critica estas sentencias. Puntualiza que el crédito no sufre variación de ninguna especie
por la subrogación que opera. Por ende, respecto a la prescripción del crédito, la subrogación no
tiene influencia y continúa corriendo a pesar de ella. Así las cosas, para Somarriva la prescripción
de la acción subrogatoria se empieza a contar no desde que el fiador hace el pago, sino desde que el
crédito se hizo exigible, aun cuando esto haya acontecido mientras pertenecía al acreedor. Por lo
demás, sería injusto que al fiador que pagó y se subrogó le corra plazo de prescripción antes del
vencimiento del plazo para el pago de la deuda, en circunstancias que no puede aún demandar al
deudor principal. La misma opinión plantea Vodanovic.
705
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
706
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
quedará subrogado en los derechos del acreedor, para exigir de los otros cofiadores que se le
reembolse el exceso de lo pagado.
C.2.- Requisitos para que el cofiador se subrogue en los derechos del acreedor.
Deben cumplirse los siguientes requisitos:
i.- Que existan varios fiadores de una misma deuda y deudor;
ii.- Que el fiador haya pagado más de lo que le correspondía en la deuda (lo mismo vale tratándose
de otros medios de extinguir obligaciones, que suponen un sacrificio pecuniario para el cofiador,
como la compensación, novación, etc.);
iii.- Que el pago haya sido útil, es decir, que haya extinguido total o parcialmente la obligación.
Sobre el particular, Somarriva dice que la obligación principal ha de haberse extinguido, sin
distinguir si la extinción fue total o parcial, agregando que de subsistir, el acreedor podría perseguir
a los otros fiadores. Pareciera entonces que a juicio de Somarriva, la extinción de la obligación ha
de ser total, conclusión que no compartimos, pues el pago hecho por el cofiador podría ser excesivo,
aún, cuando la obligación principal no se hubiere extinguido en su totalidad; nada justifica estimar
que el cofiador sólo podrá accionar contra los restantes cofiadores una vez extinguida en su
integridad la obligación principal. Con todo, si el pago fuere parcial, no debemos olvidar que el
acreedor tiene preferencia para pagarse del saldo, conforme lo dispuesto en el art. 1612.
C.3.- Objeto de la acción subrogatoria concedida al cofiador.
El cofiador que paga más de la cuota que le correspondía, sólo puede demandar de los restantes
cofiadores la parte o cuota que a éstos corresponda en el exceso pagado, y no en su totalidad.
Cabe advertir si, que el cofiador no podría entablar la acción subrogatoria contra aquellos cofiadores
a quienes el acreedor hubiere liberado de su obligación, porque si el acreedor no podía demandarlos,
mal podría hacerlo el cofiador, pues está subrogándose en las acciones que tenía el acreedor.
Pero en el caso anterior, el cofiador podría invocar ante el acreedor el derecho que le concede el art.
2355, es decir, la excepción de subrogación.
C.4.- Otras acciones que eventualmente podría interponer el cofiador.
Nada dice la ley acerca de la posibilidad de interponer por el cofiador que paga en exceso, otras
acciones contra los restantes cofiadores.
Somarriva señala que nada impediría deducir la acción in rem verso, que evita que los otros fiadores
se beneficien indebidamente al extinguirse la deuda a la cual ellos también estaban obligados.
Esta acción in rem verso, se ha definido como la “acción mediante la cual el demandante reclama
indemnización por un perjuicio sufrido, en razón de que éste, a pesar de no haber sido ocasionado
por el hecho o la negligencia del demandado, ha procurado empero a este último un
enriquecimiento no legitimado por ningún acto jurídico”.
707
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
EXTINCIÓN DE LA FIANZA:
La fianza puede extinguirse por vía directa o principal y por vía consecuencial.
En el primer caso, se extinguirá la fianza, pero subsistirá la obligación principal. En el segundo
caso, la fianza se extinguirá a consecuencia de haberse extinguido la obligación principal.
En uno y otro caso, la extinción de la fianza puede ser total o parcial.
Los arts. 2381 a 2383 se refieren a la extinción de la fianza.
El primero, después de asentar el principio de que la fianza se extingue por los mismos medios que
las otras obligaciones, alude a tres situaciones:
i.- El relevo de la fianza;
ii.- Cuando se interpone la excepción de subrogación; y
iii.- Cuando se extingue la obligación principal total o parcialmente.
Analicemos a continuación las peculiaridades que pueden observarse en los distintos modos de
extinguir las obligaciones:
a) El pago.
Si la obligación principal se extingue por el pago, también se extingue la fianza, pero siempre que el
pago sea hecho por el deudor principal, pues si paga el un tercero, éste, como sabemos, se subroga
en los derechos del acreedor, incluyendo entre ellos su derecho a dirigirse contra el fiador.
Si quien paga es el fiador, se extinguirá obviamente la fianza, pero dicho fiador podrá accionar
contra el deudor principal, según lo estudiamos.
b) La dación en pago.
Establece el art. 2382 que al operar entre deudor principal y acreedor una dación en pago, en virtud
de la cual el primero entrega al segundo un objeto distinto al primitivamente adeudado, la fianza se
extinguirá irrevocablemente.
Algunos sostienen que este precepto demostraría que la dación en pago supone una novación por
cambio de objeto, en la cual la segunda obligación tiene una existencia efímera. Y puesto que al
708
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
haber novación se extinguió la obligación primitiva, igual suerte corrieron las obligaciones
accesorias, entre ellas la fianza. Vodanovic adhiere a esta tesis.
Sin embargo, Somarriva previene que Bello no fundamentó la norma en la aludida y supuesta
novación, sino en las ideas de Pothier, según se desprende de una nota marginal del principal
redactor de nuestro Código, quien señala aludiendo al citado autor francés: “el fiador no debe sufrir
perjuicios del arreglo por el cual el acreedor ha tomado en pago dicha heredad; pues el acreedor por
este arreglo ha quitado el medio al fiador de poder, al pagar al acreedor mientras que el deudor era
solvente, de repetir de ese deudor la suma de lo que se había hecho responsable”. Como se observa,
Pothier se funda en la equidad y no en la novación.
En términos análogos a los de Pothier –señala Vodanovic, citando a su vez a Barros Errázuriz-, “se
dice que la razón de la norma que consagra el efecto extintivo de la fianza producido por la dación
en pago descansa en la consideración de que ‘el fiador, creyéndose libre de su obligación por causa
de esa dación en pago, no ha podido tomar las precauciones necesarias para evitar los efectos que
contra él podría generar la insolvencia del deudor; y además, porque nadie debe sufrir perjuicio por
el hecho de otro”.
No obstante lo cual, según se refirió, Vodanovic concluye que, “Sin perjuicio de reconocer valor a
todas las explicaciones reseñadas, como la de Pothier, basada en la equidad, a nosotros nos satisface
más, por su lógica jurídica, la fundada en la novación”.
c) La novación.
El objeto propio de la novación es extinguir la obligación conjuntamente con sus accesorios y
garantías, y entre ellas, la fianza (art. 1645).
Con todo, la fianza subsistirá, si el fiador accede a la nueva obligación.
Cabe recordar también que la simple ampliación del plazo, si bien no constituye novación, pone fin
a la responsabilidad de los fiadores (art. 1649).
d) La compensación.
Si se extingue la obligación principal por compensación, la fianza corre igual suerte.
Recordemos que excepcionalmente, el fiador puede oponer en compensación al acreedor lo que
éste deba al deudor principal (art. 1657, inc. 2º, argumento a contrario sensu). Es decir, a una
excepción personal, se le da en la fianza el tratamiento de excepción real, favoreciendo al fiador.
e) La remisión.
Si el acreedor remite o condona la obligación principal, también se extinguirá la fianza. Lo
accesorio -la fianza-, seguirá la suerte de lo principal.
El relevo de la fianza (art. 2381, Nº 1), esto es la liberación de la fianza hecha voluntariamente por
el acreedor, es una verdadera remisión, aunque no constituye donación, según lo dispuesto en el art.
1397, a menos que el deudor principal esté insolvente. Relevado el fiador de su obligación
accesoria, continuará vigente la obligación del deudor principal, salvo en el caso señalado en el art.
709
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
1397. De ser el deudor principal insolvente, habrá entonces donación, siendo necesario que esta sea
insinuada.
Como lo indicamos a propósito de la acción de reembolso, podría ocurrir también que el acreedor
condone total o parcialmente la deuda al fiador. En tal caso, el fiador no puede repetir en contra del
deudor principal por la cantidad condonada, “a menos que el acreedor le haya cedido su acción al
efecto” (art. 2374).
¿Cuál es el alcance de esta última frase “a menos que el acreedor le haya cedido su acción al
efecto”? En realidad, si opera una cesión, -más bien del crédito y por consiguiente de la acción-, no
habría remisión alguna. Simplemente, el acreedor, será ahora quien hasta este momento detentaba la
calidad de fiador. La fianza, como es obvio, se extinguirá, si la cesión comprende la totalidad del
crédito.
f) La confusión.
Si se confunden las calidades de acreedor y deudor principal, se extinguirá la fianza. Pero en los
siguientes casos, se extinguirá solo la fianza, subsistiendo la obligación principal:
i.- Cuando se confunden las calidades de acreedor y fiador; en este caso, el fiador pasará a ser nuevo
acreedor;
ii.- Cuando se confunden las calidades de deudor principal y fiador, caso en el cual la obligación
principal subsiste pero carente de garantía, salvo que hubiere subfiador (art. 2383), caso en el cual
excepcionalmente el subcontrato subsistirá, no obstante haberse extinguido el contrato base (la
fianza).
Nota: En cuanto a los restantes modos de extinguir las obligaciones, operan los principios
generales relativos a la extinción de las obligaciones.
710
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
e. Las cosas se reciben para ser consumidas, material o jurídicamente. En consecuencia, el mutuo
sólo puede recaer sobre cosas muebles.
f. El mutuario recibe estas cosas “con cargo de restituir otras tantas”. No devuelve entonces las
mismas cosas, porque las consumirá, sino “otras tantas”, es decir, en el mismo número, o peso o
volumen.
g. Las cosas que se restituyen han de serlo “del mismo género y calidad”. Deben devolverse cosas
que presenten características comunes a las que se entregaron, dotadas de propiedades similares y
de un valor semejante.
Cabe precisar, sin embargo, en relación a la definición transcrita, que el mutuo recae usualmente
sobre cosas consumibles antes que sobre cosas fungibles. De ahí que se hable de un “préstamo de
consumo”. El Código también incurre en esta imprecisión en otras materias, como acontece al
definir el usufructo (art. 764). En verdad, podríamos concluir que las cosas objeto de un contrato de
mutuo, ordinariamente han de ser, al mismo tiempo, consumibles y también fungibles. Con todo,
podría ocurrir que pueda recaer el mutuo sobre cosas fungibles pero objetivamente no consumibles,
cuando por ejemplo se prestan doscientas sillas a un establecimiento educacional, obligándose el
mutuario a restituir otras sillas, iguales, pero nuevas. No se trata en este caso de un comodato o de
un arrendamiento, pues entonces habría que restituir las mismas sillas. Desde este punto de vista,
admitimos que la definición de Bello acierta, pues las cosas objeto de un mutuo nunca pueden dejar
de ser fungibles, pues si no lo fueran, no existirían otras tantas que restituir. A la inversa, bien
podría ocurrir, como en el ejemplo propuesto, que las cosas objeto del mutuo no sean consumibles.
REGULACIÓN:
Se regula el contrato de mutuo en el Título XXXI del Libro IV del CC., arts. 2196 a 2209.
Asimismo, cuando recae en una suma de dinero, se reglamenta en la Ley Nº 18.010.
711
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Puede ser un contrato real o consensual (art. 1 de la Ley N° 18.010). En el primer caso, la tradición,
al igual que en el mutuo civil, no constituye pago. En el segundo caso, sí, pues el mutuante
previamente se obliga a transferirle al mutuario una determinada suma de dinero.
Respecto de la prueba de la existencia del contrato y de la obligación del mutuario, rigen en el
mutuo, a diferencia del comodato y del depósito necesario, las reglas generales que excluyen la
prueba de testigos, si la cosa que se entrega vale más de dos unidades tributarias mensuales (arts.
1709 y 1710 del CC.).
Con todo, lo anterior opera tratándose de un contrato de mutuo civil, pero no mercantil, pues
respecto a este no se contempla una restricción semejante. En efecto, el art. 128 del Código de
Comercio dispone que: “La prueba de testigos es admisible en negocios mercantiles, cualquiera
que sea la cantidad que importe la obligación que se trate de probar, salvo los casos en que la ley
exija escritura pública”.
Pero, para encontrarnos ante un mutuo regido por el Código de Comercio, debe ser este de
naturaleza mercantil para ambas partes contratantes. De esta manera, si estamos ante un “acto
mixto”, mercantil para el acreedor y civil para el deudor, regirán las normas aplicables al último y,
por ende, la prueba de testigos estará excluida.
Lo mismo cabe señalar en lo que concierne al plazo de prescripción de la acción del acreedor: si se
trata de un mutuo civil, regirán las reglas del CC. y, por tanto, la acción ordinaria prescribirá en
cinco años, contados desde que la obligación se hizo exigible (art. 2515 del CC.).
En cambio, si se trata de un mutuo mercantil, la acción prescribirá en el plazo de cuatro años,
conforme a lo dispuesto en el art. 822 del Código de Comercio, que dispone: “Las acciones que
procedan de las obligaciones de que trata el presente Libro y que no tengan señalado un plazo
especial de prescripción, durarán cuatro años. / Las prescripciones establecidas en este Código
corren contra toda clase de personas”.
La entrega de la cosa, al igual que en el comodato, puede ser también ficta o simbólica.
Como han concluido de manera consistente nuestros tribunales, si se establece como hecho de la
causa que no se entregó por el mutuante la cantidad de las cosas que fueron objeto del contrato, este
carece de causa, sólo tiene la apariencia de tal. Es un contrato fingido, simulado y está sancionado
por el art. 471, Nº 2 del Código Penal. De esta manera, no habiéndose acreditado la entrega de la
cantidad de dinero que se demanda, carece de causa la obligación de restituirla.
Ahora bien, ¿puede desvirtuarse por el mutuario la declaración que ha formulado en el contrato, en
orden a haber recibido en mutuo una suma de dinero? Se desprende de diversas sentencias que
dicha declaración no impide probar que la entrega no acaeció, entendiéndose que la carga probatoria
la tiene el mutuario, presumiéndose que sí hubo tradición. Con todo, no será admisible la prueba de
testigos, considerando lo establecido en el art. 1709, inc. 2º del CC.: “No será admisible la prueba
de testigos en cuanto adicione o altere de modo alguno lo que se exprese en el acto o contrato”.
712
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
713
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
714
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
mutuario no se hará, por tanto, dueño de la cosa dada en mutuo. Además, el dueño podrá interponer
la acción reivindicatoria, pues para él, el mutuo le es inoponible (art. 2202, inc. 1º). La
reivindicación de las especies será posible “mientras conste su identidad”, es decir, mientras no se
hayan confundido con otras cosas de la misma especie o se hayan consumido. Si desaparece la
identidad, cabe distinguir según si quien recibió las cosas estaba de buena fe o de mala fe (art. 2202,
inc. 2º):
i) El mutuario recibió de buena fe: será obligado al pago sólo después de expirar el término previsto
en el art. 2200, esto es, transcurridos diez días posteriores a la entrega; además, sólo deberá pagar
los intereses estipulados (por ende, si nada se estipuló, no se pagarán);
ii) El mutuario recibió de mala fe: será obligado al pago inmediato; y con el máximo de intereses
que la ley permite estipular (es decir, debe pagar intereses correspondientes a la tasa máxima
convencional, y no los intereses corrientes).
Entendemos que estará de buena fe el mutuario, cuando desconocía la circunstancia de ser ajenas al
mutuante las cosas entregadas, y de mala fe si sabía que las cosas no le pertenecían al mutuante.
Puesto que la buena fe se presume (art. 707 del CC.), será el reivindicante quien deberá probar la
mala fe del mutuario, conforme a las reglas generales.
B.- Mutuario.
Es aquel que recibe el préstamo y, por eso, se le denomina también prestatario. Es el deudor del
contrato, cuando estamos ante un contrato real (mutuo del CC. y eventualmente mutuo de la Ley N°
18.010) o acreedor y deudor al mismo tiempo, si el contrato fuere consensual (eventualmente,
mutuo de la Ley N° 18.010).
La ley sólo le exige que sea capaz de obligarse, conforme a las reglas generales. Si no lo es, el
contrato será nulo.
Respecto del menor adulto, titular de peculio profesional o industrial, se ha entendido, conforme al
tenor del art. 260 del CC., que para tomar dinero a interés, requiere autorización escrita del padre o
madre titulares de la patria potestad o del curador adjunto, en su caso. De no ser así, obligará al
aludido patrimonio especial sólo hasta concurrencia del beneficio que haya reportado del contrato.
A contrario sensu, si toma dinero en préstamo, estipulándose que el capital no devengará intereses,
el menor que fuere titular de un peculio profesional o industrial, podría actuar por sí solo.
C.- Intervención de mandatarios.
Para que un mandatario pueda celebrar un contrato de mutuo, usualmente se exige que en su
mandato consten las facultades de “contratar préstamos” o “contratar empréstitos de toda clase” y
“suscribir pagarés” o “suscribir los instrumentos que den cuenta del contrato de mutuo”, todo lo
anterior, para que pueda actuar como mutuario. A su vez, para que pueda dar en mutuo dinero u
otros bienes fungibles de su mandante, suelen emplearse las fórmulas “otorgar préstamos” o “dar en
mutuo dinero u otros bienes fungibles del mandante”. Eventualmente, el mandato podría restringir
las facultades del mandatario, en cuanto se le faculta para celebrar contratos de mutuo, en calidad de
mutuario o de mutuante, sólo con determinadas personas jurídicas o naturales y hasta por ciertos
montos y por determinados plazos. Puede ocurrir también que el mandato se haya conferido a dos o
715
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
más apoderados (situación usual en sociedades), caso en el cual debe revisarse si los apoderados
pueden actuar de manera individual o conjuntamente dos o más de ellos.
El CC., con todo, en las normas del mandato, establece una serie de restricciones a los mandatarios,
que dicen relación con la celebración de contratos de mutuo, que devengan intereses. Por ende,
regirán siempre cuando se trata de un mutuo de dinero (a menos que se pactare lo contrario) y
cuando se estipulare que la cantidad prestada devengará intereses, si se trata de un mutuo de cosas
fungibles que no sean dinero. Disponen estas normas:
● Encargado el mandatario de tomar dinero prestado (vale decir, recibirlo en calidad de mutuario),
podrá prestarlo él mismo (actuando entonces el mandatario por sí, como mutuante, y en
representación de su mandante, como mutuario), al interés designado por el mandante (art. 2145,
primera parte).
● En el caso anterior, si el mandante no designó el interés, podrá autocontratar el mandatario al
interés corriente (art. 2145, segunda parte).
● Si el mandatario ha sido facultado para dar en préstamo una suma de dinero a interés, no podrá
tomarlo para sí (es decir, autocontratar), sin aprobación del mandante. La expresión “aprobación”
(en lugar de “autorización”) sugiere que el mandatario podría celebrar el contrato de mutuo consigo
mismo, actuando en las dos calidades de mutuante y mutuario, y después obtener la venia del
mandante (art. 2145, última parte). Si el mandatario tomare el dinero para sí en calidad de mutuario
sin haber obtenido la aprobación, el acto sería inoponible al mandante, según Stitchkin. Otros, en
cambio, estiman que el acto adolecería de nulidad relativa, pues no se trata de un acto prohibido por
la ley, sino que permitido bajo ciertas condiciones exigidas en consideración de la calidad de la
persona que lo ejecuta (art. 1682). Por consiguiente, sólo puede alegarla el mandante y sus
herederos o cesionarios (art. 1684) y se sanea por la ratificación expresa o tácita y por la
prescripción de cuatro años, que se cuenta en todo caso desde la ejecución del acto y no se
suspende.
● Si el mandatario tuviere en su poder dineros de su mandante (por cualquier causa), no podrá
prestarlos, sino con su expresa autorización (art. 2146, inc. 1°).
● En el caso anterior, habiendo sido autorizado a colocarlos o prestarlos a un cierto interés, y en
definitiva los coloca a un interés mayor que aquel designado por el mandante, el exceso deberá
abonárselo íntegramente, salvo que se le haya autorizado para apropiarse el exceso (art.2146, inc.
2°).
CLASES DE MUTUO:
A.- Mutuo de cosa consumible y fungible que no sea dinero.
a.1.- Aspectos generales.
Se le aplican las normas del CC. El único obligado es el mutuario, quien debe restituir igual
cantidad de las cosas, del mismo género y calidad (arts. 2196, 2198 y 2205).
Si no es posible restituir cosas de la misma naturaleza, el mutuario restituirá lo que valgan en el
tiempo y lugar en que haya debido hacerse el pago (art. 2198).
716
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Este contrato es por naturaleza gratuito. Para pagar intereses, sea en dinero o en otras cosas
fungibles, deberá mediar pacto expreso de las partes (art. 2205). Con todo, si el deudor pagare
intereses no estipulados, el acreedor podrá retenerlos. Dispone al efecto el art. 2208: “Si se han
pagado intereses, aunque no estipulados, no podrán repetirse ni imputarse al capital”, lo que ha
hecho decir a algunos que estaríamos ante un caso de obligación natural, distinto de aquellos
señalados en el art. 1470.
¿Por qué el art. 2208 permite al mutuante retener intereses pagados por el mutuario sin que este
hubiere tenido la obligación de enterarlos? Una explicación podría ser que si se pagan, ello
probablemente obedecerá a un acuerdo de las partes, en tal sentido, después de celebrado el
contrato. También podría explicarse la norma en la justicia o conmutatividad del contrato: lo
razonable es que un contrato sea oneroso, que reporte utilidad para ambas partes y lo excepcional es
que sea gratuito. Por ende, los intereses pagados, aunque no pactados, representan una legítima
ganancia para el prestamista o mutuante, que en condiciones normales, obtendría en esta clase de
contratos.
Leopoldo Urrutia consigna que, en la regla del art. 2208, “Hay una presunción de derecho de que se
han estipulado intereses. Es una regla contraria a la del art. 2297, por la cual se puede repetir lo que
se ha pagado por error de derecho”.
En cuanto al monto de los intereses, habría que distinguir entre los llamados intereses “por el uso” y
los intereses “penales”. Los primeros, se devengan durante la vigencia del crédito. Los segundos,
por la mora del deudor. Respecto de los intereses “por el uso”, dispone el art. 2206 del CC.: “El
interés convencional no tiene más límites que los que fueren designados por ley especial; salvo que,
no limitándolo la ley, exceda en una mitad al que se probare haber sido interés corriente al tiempo
de la convención, en cuyo caso será reducido por el juez a dicho interés corriente”. De esta manera,
si los intereses fueren excesivos, se reducirán al interés corriente. La norma guarda armonía con las
disposiciones de la Ley N° 18.010. A su vez, el art. 1544 del CC. se refiere a los intereses penales,
específicamente a la que se ha llamado “cláusula penal enorme”. Esta disposición, que establece la
sanción que opera por haber pactado intereses penales excesivos, contempla una fórmula distinta a
la del art. 2206 y, a diferencia de este, no guarda congruencia con lo dispuesto en la Ley N° 18.010.
Cabe consignar que estando en mora el deudor, de conformidad con lo previsto en el art. 1559, regla
3ª del CC., los intereses “atrasados”, es decir los penales, no producirán interés. La solución, es otra
en las operaciones de crédito de dinero (art. 9° de la Ley N° 18.010). De esta manera, si se trata de
un mutuo regido por el CC., al cual se le aplica el art. 1559, regla 3ª, no operará el anatocismo, por
el solo ministerio de la ley. Ello, en el silencio de las partes. Pero considerando que el art. 1559,
regla 3ª, sólo se refiere a los intereses penales, se pregunta la doctrina si los contratantes pueden o
no pactar anatocismo. Abeliuk contesta afirmativamente, expresando que habiéndose derogado en el
año 1981 el art. 2210 del CC. (que impedía el anatocismo), no hay en el Código precepto alguno
que prohíba en la actualidad el anatocismo. Así, en virtud del principio de la libertad contractual,
sería lícito pactar intereses de intereses.
a.2.- Época de la restitución.
Puede ser fijada por las partes o en el silencio de ellas, por la ley. En el primer caso, habrá que
atender al contrato. En el segundo caso, la ley suple la voluntad de las partes, estableciendo que sólo
717
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
se puede exigir la restitución al cabo de diez días, contados desde la entrega (art. 2200). Podríamos
afirmar que se trata de un plazo dentro del cual el mutuario puede consumir las cosas. Por cierto,
dado que se trata de un término legal o no convencional, transcurrido el mismo el mutuario no
estará en mora. Sólo lo estará, una vez que el mutuante lo haya reconvenido judicialmente (art.
1551, N° 3). Así lo señala también Leopoldo Urrutia: “Después de estos diez días, el deudor no está
retardado ni menos constituido en mora, sino precede requerimiento”.
El art. 2201 establece una curiosa regla, relativa a la restitución de lo que se debe: “Si se hubiere
pactado que el mutuario pague cuando le sea posible, podrá el juez, atendidas las circunstancias,
fijar un término”.
Aunque la cláusula no es usual precisamente, de estipularse, no debemos creer que el cumplimiento
del deudor será a su entera voluntad y cuando le plazca. Si así fuere, estaríamos ante una cláusula
que adolecería de nulidad, pues se trataría de una condición meramente potestativa suspensiva del
deudor, que la ley proscribe (art. 1478, inc. 1º). Si transcurre un plazo razonable para pagar y ello
no ocurre, el acreedor podrá solicitar al juez que fije un plazo al deudor para hacerlo (estamos ante
uno de los excepcionales casos en que la ley faculta al juez para fijar un plazo).
a.3.- Lugar en que se debe restituir.
El mutuario debe pagar lo que debe en el lugar convenido en la convención (art. 1587). A falta de
estipulación, pagará en su domicilio, pues lo que debe es una obligación de género (art.1588, inc.
2°).
a.4.- Forma de hacer la restitución.
Se deberá restituir igual cantidad de cosas del mismo género y calidad, sin atender al precio de ellas
al tiempo de la restitución, el cual puede haber variado.
Si no se puede llevar a cabo la restitución en los términos señalados, el acreedor podrá exigir al
mutuario que pague lo que valgan las cosas en el tiempo y lugar en que ha debido hacerse el pago.
El mutuario deberá restituir la cantidad de cosas fungibles y consumibles adeudadas de una sola
vez, sin que pueda forzar al acreedor a que reciba por partes lo que se le deba (art. 1591), a menos
que las partes hubieren estipulado que el servicio de la deuda se hará en un cierto número de cuotas,
que suelen pactarse con periodicidad mensual, trimestral, etc.
Si se hubieren estipulado intereses y el mutuante declara haber recibido íntegramente una cantidad
idéntica a lo que dio en mutuo, se presumirán también pagados los primeros. Señala al efecto el art.
2209: “Si se han estipulado intereses y el mutuante ha dado carta de pago por el capital, sin
reservar expresamente los intereses, se presumirán pagados”. Pero no cualquiera declaración será
idónea para los efectos indicados, sino sólo aquella que conste en una “carta de pago”, es decir, en
un recibo otorgado por el acreedor, dando cuenta de haber recibido todo lo que se le adeudaba.
718
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
719
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
720
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
cualquier otra institución colocadora de fondos por medio de operaciones de crédito de dinero de
manera masiva, o si se trata de una operación de esa índole en que intervenga alguna de estas
entidades. En el primer caso, las partes contratantes podrán convenir libremente cualquier forma de
reajuste. En el segundo caso, el reajuste deberá convenirse de conformidad a lo que hubiere
autorizado el Banco Central, conforme a lo previsto en el art. 35, N° 9 de la Ley N° 18.840, Ley
Orgánica Constitucional del Banco central de Chile, publicada en el Diario Oficial de fecha 10 de
octubre de 1989.
No debemos confundir la reajustabilidad con los intereses. La reajustabilidad es la forma utilizada
para que la moneda no se desvalorice o deprecie, por inflación u otra causa. Cuando se reajusta un
capital, el acreedor no obtiene una ganancia, sino que se evita que sufra una pérdida. Reajustar no es
más que actualizar el valor del dinero al tiempo presente. El interés es el valor que se paga por el
uso del dinero; es la ganancia legítima que obtiene el acreedor por prestar una suma de dinero.
3.- Es un contrato que puede ser real o consensual = Dispone el art. 1 de la Ley N° 18.010 que son
operaciones de crédito de dinero aquellas por las cuales una de las partes “entrega” (en cuyo caso el
contrato será real) “o se obliga a entregar” (en cuyo caso el contrato será consensual) una cantidad
de dinero.
4.- Es un contrato que puede ser unilateral o bilateral = Si el contrato es real, será al mismo tiempo
unilateral, pues sólo se obligará el mutuario. Si el contrato es consensual, será al mismo tiempo
bilateral, pues ambas partes resultarán obligadas.
b.4.- Los intereses en las operaciones de crédito de dinero.
b.4.1.- Concepto:
Desde un punto de vista doctrinario, es el precio por el uso del dinero. El Diccionario de la Lengua
Española lo define como “Provecho, utilidad, ganancia” y de manera más precisa para nuestros
efectos, como el “Lucro producido por el capital”. Desde un punto de vista jurídico, es el beneficio
o utilidad del mutuante, como precio por el préstamo que otorga al mutuario. Constituye por tanto
un fruto civil.
Conforme al art. 647, inc. 2° del CC., los intereses podrían encontrarse en dos estados:
“pendientes”, mientras se deben, y “percibidos”, desde que se cobran. En realidad, mejor sería
señalar que están “pendientes” mientras no se han hecho exigibles, “devengados” desde que sí lo
están pero aún no se pagan y “percibidos” desde que se han pagado (y no sólo desde que se cobran).
Así, suponiendo que estamos a 1 de agosto, si mi deudor me ha pagado intereses correspondientes a
los meses de enero a mayo, están “percibidos”; si me debe en la actualidad los intereses
correspondientes a los meses de junio y julio, están “devengados”; y los intereses correspondientes
a los meses de agosto en adelante, están “pendientes” (lo anterior, sin perjuicio de que se pacte una
cláusula de caducidad del plazo o “de aceleración”, en cuyo caso todas las cuotas quedarán
“devengadas” si el acreedor ejerce la facultad que le confiere dicha cláusula).
Los intereses se devengan día por día, según expresa el art. 790 del CC., en las normas del
usufructo: “Los frutos civiles pertenecen al usufructuario día por día”. Lo mismo señala el art. 11,
721
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
inc. 2° de la Ley N° 18.010, agregando el inc. 3° que “Para los efectos de esta ley, los plazos de
meses son de 30 días, y los de años, de 360 días”.
En las operaciones de crédito de dinero no reajustables, distingue la ley entre “interés” y “tasa de
interés”. Constituye interés toda suma que recibe o tiene derecho a recibir el acreedor, a cualquier
título, por sobre el capital (art. 2, inc. 1º de la Ley N° 18.010). Agrega la ley que se entiende por
tasa de interés de una operación de crédito de dinero no reajustable, la relación entre el interés
calculado en la forma definida en este inc. y el capital (inc. 1º citado).
En las operaciones de crédito de dinero reajustables, se formula el mismo distingo anterior,
señalándose que constituye interés toda suma que recibe o tiene derecho a recibir el acreedor por
sobre el capital reajustado (art. 2, inc. 2º de la Ley Nº 18.010). A su vez, se reitera que se entiende
por tasa de interés de una operación de crédito de dinero reajustable, la relación entre el interés
calculado en la forma definida en este inc. y el capital (inc. 1º citado).
Los intereses, entonces, vienen a ser el resultado de aplicar al capital, la tasa de interés respectiva.
Tienen importancia también los intereses para admitir o no el pago anticipado de la suma prestada.
En teoría, si se deben intereses, no se admitiría el pago anticipado del capital, privando al acreedor
de su derecho a percibir los intereses. Sin embargo, veremos que la Ley N° 18.010 sí lo permite en
ciertas circunstancias, aunque facultando en tal caso al acreedor para percibir parte de los intereses
futuros, considerados el tiempo en que el deudor soluciona su obligación.
b.4.2.- Clases de tasas de interés:
La Ley Nº 18.010 establece dos clases de tasas de interés: la tasa de interés corriente y la tasa de
interés convencional. Aunque usualmente se alude a intereses corrientes y convencionales, en rigor,
lo que se clasifica de esta manera son las tasas aplicables al capital.
● La tasa de interés corriente:
Artículo 6º ley 18.010 = “Tasa de interés corriente es el promedio ponderado por montos de las
tasas cobradas por los bancos establecidos en Chile, en las operaciones que realicen en el país,
con exclusión de las comprendidas en el artículo 5º. Corresponde a la Comisión para el Mercado
Financiero determinar las tasas de interés corriente, pudiendo distinguir entre operaciones en
moneda nacional, reajustables o no reajustables, en una o más monedas extranjeras o expresadas
en dichas monedas o reajustables según el valor de ellas, como asimismo, por el monto de los
créditos, no pudiendo establecerse más de dos límites para este efecto, o según los plazos a que se
hayan pactado tales operaciones. Cada vez que la Comisión para el Mercado Financiero, en virtud
de lo señalado en este inciso, establezca límites nuevos o modifique los existentes deberá, mediante
resolución fundada, caracterizar los segmentos de crédito considerados, especificando el volumen,
tasas de interés corrientes y tasas de interés habituales de operaciones efectivas y sustitutas, entre
otros aspectos relevantes. Al crear o modificar un límite, la Comisión podrá usar como referencia
para establecer la tasa de interés corriente de cada segmento nuevo o modificado, la tasa de una o
un conjunto de operaciones financieras que, combinadas, logren un perfil de pagos similar al que
tendrían las operaciones del segmento nuevo o modificado. En caso de usar tal referencia, deberá
hacerlo por un plazo máximo de doce meses prorrogable por una sola vez.
722
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Los promedios se establecerán en relación con las operaciones efectuadas durante cada mes
calendario y las tasas resultantes se publicarán en la página web de la Comisión para el Mercado
Financiero y en el Diario Oficial durante la primera quincena del mes siguiente, para tener
vigencia hasta el día anterior a la próxima publicación.
Para determinar el promedio que corresponda, la Comisión podrá omitir las operaciones sujetas a
refinanciamientos o subsidios u otras que, por su naturaleza, distorsionen la tasa del mercado.
No podrá estipularse un interés que exceda el producto del capital respectivo y la cifra mayor
entre: 1) 1,5 veces la tasa de interés corriente que rija al momento de la convención, según
determine la Comisión para cada tipo de operación de crédito de dinero, y 2) la tasa de interés
corriente que rija al momento de la convención incrementada en 2 puntos porcentuales anuales, ya
sea que se pacte tasa fija o variable. Este límite de interés se denomina interés máximo
convencional.
No se podrá cobrar intereses por sobre aquella parte de la deuda que ya esté pagada”.
● La tasa de interés convencional:
Es aquella estipulada por las partes. Estas pueden estipular la cantidad de interés sobre el capital,
sea este reajustado o no. Esta facultad se encuentra limitada por la ley sin embargo (salvo en los
cuatro casos señalados en el art. 5), disponiéndose que no podrá estipularse una tasa de interés que
exceda el producto del capital respectivo y la cifra mayor entre:
i) 1,5 veces la tasa de interés corriente que rija al momento de la convención, según determine la
Comisión para cada tipo de operación de crédito de dinero, y,
ii) La tasa de interés corriente que rija al momento de la convención incrementada en dos puntos
porcentuales anuales, ya sea que se pacte tasa fija o variable.
Este límite de interés se denomina interés máximo convencional.
Como puede observarse, el interés máximo convencional para operaciones de crédito de dinero, no
difiere de lo preceptuado en el art. 2206 del CC., aplicable al interés máximo convencional
tratándose de mutuos que no consisten en dinero, pues en este último precepto, el interés pactado no
puede exceder en una mitad, al interés corriente vigente al tiempo de la convención.
Nótese que la ley admite dos posibilidades para calcular el interés máximo convencional. La
primera corresponde a la que tradicionalmente ha regido en el país: 1,5 veces la tasa de interés
corriente (se multiplica el interés corriente anual por 1.5); la segunda establece que dicho interés
máximo convencional corresponderá a la tasa de interés corriente incrementada en 2 puntos
porcentuales anuales. El art. 6°, al referirse a estas dos posibilidades, lo hace aludiendo a la “cifra
mayor” que resulte de aplicar una u otra alternativa. En la práctica, continuará rigiendo en la
mayoría de los casos la primera fórmula y excepcionalmente la segunda, en aquellos períodos en
que la tasa de interés corriente fuere muy baja. Visualicemos 2 ejemplos, aplicando la primera
alternativa, es decir, 1,5 del interés corriente: i) si se trata de una operación reajustable en moneda
nacional cuyo capital asciende a 2.000 unidades de fomento, pagadera a 18 meses, siendo el
interés corriente anual del 3.99%, el interés máximo convencional anual será del 5.99% (el 50% de
723
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.99 es 1.995%; luego, sumando 1.995 a 3.99=5.99%); ii) si se trata de una operación no
reajustable en moneda nacional a 90 días o más, cuyo capital fuere de 6.000 unidades de fomento,
a pagar en 24 meses, siendo el interés corriente anual del 5.56%, el interés máximo convencional
anual será del 8.34% (el 50% de 5.56% es 2.78%; luego, sumando 2.78% a 5.56%= 8.34%).
Nótese que, en el primer ejemplo, el aumento anual llega exactamente a los 2 puntos porcentuales
(de 3.99% a 5.99%).
En cambio, en el segundo caso, el aumento anual llega a 2.78% (de 5.56% a 8.34%). No debe
creerse, por ende, que la segunda alternativa que establece el inc. final del art. 6° -dos puntos
porcentuales anuales-, opere como un límite que debe siempre prevalecer por sobre la primera regla,
pues si así fuere, el interés máximo convencional, en el segundo ejemplo, debiera ser de 7.56%
(5.56% más 2%). Los dos puntos porcentuales anuales no operan entonces como un máximo, sino
como un mínimo que podrían convenir las partes, en aquellos períodos de intereses corrientes muy
bajos. Así, por ejemplo, si el interés corriente fuere, en el segundo ejemplo, de un 1.5%, aplicando
la primera alternativa, el interés máximo convencional ascendería a 2.25% (1.5% + 0.75%=2.25%).
Sin embargo, como la norma autoriza, en la segunda alternativa, adicionar hasta 2 puntos
porcentuales anuales, dicho interés máximo convencional podría elevarse hasta 3.5% (1.5% +
2%=3.5%).
De vulnerarse el límite legal, se tendrá por no escrito todo pacto de intereses que exceda el máximo
convencional, y en tal caso los intereses se reducirán automáticamente al interés corriente que rija al
tiempo de la convención o al momento en que se devenguen los respectivos intereses, en el caso de
las operaciones a que se refiere el inc. 1º del art. 6º ter, es decir aquellas que corresponden a tarjetas
de crédito (art. 8 de la Ley Nº 18.010), sin perjuicio del delito de usura sancionado en el art. 472 del
Código Penal. Agrega el art. 8º que en todo caso, cuando corresponda devolver intereses en virtud
de lo dispuesto en la Ley 18.010, las cantidades percibidas en exceso deberán reajustarse “en la
forma señalada en el artículo 3º, inciso primero” (en realidad, dicho artículo. tiene un solo inciso y
tampoco señala “la forma” en que ha de operar el reajuste).
En lo que concierne a los intereses penales, el art. 1544 del CC., en las normas “De las
obligaciones con cláusula penal”, trata de la llamada por la doctrina “cláusula penal enorme”,
cuando la pena consiste en una suma de dinero. Dispone este precepto que, tratándose de un mutuo,
se podrá rebajar la pena “en lo que exceda al máximum del interés que es permitido estipular”. La
norma, como vemos, no es del todo concordante con la del art. 8° de la Ley N° 18.010. En efecto,
en el caso del art. 1544, el interés excesivo estipulado debe rebajarse al máximo convencional; en
cambio, en el caso del art. 8° de la Ley N° 18.010, la sanción consiste en rebajar el interés pactado,
si resultare excesivo, al interés corriente. ¿Cómo resolver esta incongruencia? Habría que
distinguir: si se trata de un mutuo de dinero, regido por ende por la Ley N° 18.010, no cabe duda de
que debemos aplicar lo previsto en el art. 8° de este cuerpo legal: el interés quedará reducido al
corriente. Lo mismo ocurrirá si se trata de obligaciones de dinero constituidas por saldos de precio
de compraventa de bienes muebles o inmuebles, conforme lo dispone el art. 26° de la Ley N°
18.010, que aplica lo dispuesto en el art. 8° del mismo cuerpo legal, a dicha hipótesis. ¿Qué ocurre
si se trata de cualquiera otra obligación? Tal sería el caso, por ejemplo, de un mutuo que recae en
cosas fungibles que no sean dinero, y que se rige por ende por el CC. En estos casos, se ha estimado
que la sanción, para el evento de haber estipulado que la suma de dinero representativa de la pena
724
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
devengará un interés que excede al máximo convencional, consistirá en rebajar dicho interés, pero
no al interés corriente, sino que al referido máximo convencional. Obsérvese que la solución difiere
de aquella prevista en el art. 2206 del CC., respecto de los intereses “por el uso”, o sea, aquellos que
no tienen la connotación de intereses penales, pues como se dijo, si los primeros resultaren
excesivos, se reducen al interés corriente, no al máximo convencional. Así lo expresa René Abeliuk,
después de aludir a los arts. 2206 y 1544: “O sea, que el solo Código hace una distinción
fundamental siempre referida al mutuo, entre el interés por el uso y el penal. Ambos están sujetos al
mismo límite: 50% por encima del corriente, pero la sanción es diferente; en los primeros, en caso
de exceso, se rebajan al corriente, y en la cláusula penal al máximo que la ley permite estipular. Esta
diferenciación se justifica habitualmente diciendo que el deudor puede librarse por su propia
voluntad de pagar intereses penales, pero no de los otros. Le basta para lo primero con cumplir
oportunamente la obligación”.
El interés máximo convencional al que alude el art. 6º, podríamos calificarlo como “general”, pues
los arts. 6º bis y 6º ter establecen intereses máximos convencionales “especiales”, para las
siguientes operaciones:
i) Operaciones de crédito de dinero denominadas en moneda nacional no reajustable, por montos
iguales o inferiores a 200 Unidades de Fomento, por plazos mayores o iguales a 90 días, y que no
correspondan a aquellas exceptuadas por el art. 5º: no podrá estipularse un interés cuya tasa exceda
a la tasa de interés corriente que rija al momento de la convención para las operaciones de crédito
de dinero denominadas en moneda nacional no reajustable por montos mayores a 200 e inferiores a
5.000 Unidades de Fomento y por plazos mayores o iguales a 90 días, incrementada en un término
aditivo cuyo valor será de 14 puntos porcentuales sobre base anual, en las operaciones superiores a
50 Unidades de Fomento, y de 21 puntos porcentuales sobre base anual, en aquellas operaciones por
montos iguales o inferiores a 50 Unidades de Fomento (art. 6 bis, inc. 1º).
Se denomina segmento a cada agrupación de operaciones originada en la distinción por monto
establecida en el inc. 1º del art. 6 bis. La Comisión para el Mercado Financiero deberá determinar y
publicar la tasa de interés corriente de cada uno de los segmentos señalados y del conjunto de ellos
(art. 6 bis, inc. 2º).
La Comisión deberá publicar trimestralmente la tasa de interés promedio ponderado por montos, de
aquellas operaciones comprendidas en este caso, cuyo mecanismo de pago consista en la deducción
de las respectivas cuotas o del capital, más los reajustes e intereses que correspondan en su caso,
directamente de la remuneración del deudor o de la pensión que este tenga derecho a percibir, ya
sea en virtud de descuento legal o convencional (art. 6 bis inc. 3º).
ii) En las operaciones de crédito de dinero cuyo mecanismo de pago consista en la deducción de las
respectivas cuotas o del capital, más los reajustes e intereses que correspondan en su caso,
directamente de la pensión que tenga derecho a percibir el deudor, el interés máximo convencional
que podrá estipularse será la tasa de interés corriente para operaciones en moneda nacional no
reajustable por montos mayores a 200 e inferiores a 5.000 Unidades de Fomento y por plazos
iguales o mayores a 90 días, incrementada en 7 puntos porcentuales sobre base anual. Deberán
sujetarse a lo dispuesto en esta norma, aquellas operaciones cuyo pago sea realizado mediante
deducciones efectuadas al amparo de lo prescrito en la Ley N° 18.833 (que establece el estatuto
725
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
general para las cajas de compensación de asignación familiar) y aquellas cuyo origen sea
meramente convencional, ya sea:
● Por existir entre la entidad pagadora de pensión y la entidad otorgante del crédito un convenio
para efectuar las referidas deducciones y siempre que el descuento haya sido autorizado por el
pensionado; y
● Por ser la misma entidad pagadora de la pensión la que actúa en calidad de acreedor en la
respectiva operación de crédito de dinero (art. 6 bis, inc. final).
iii) La tasa máxima convencional a aplicar a los créditos que se originen en la utilización de tarjetas
de crédito mediante una línea de crédito previamente pactada se establecerá en función del monto
máximo autorizado para dichas operaciones en la convención que les dio origen y del tiempo que se
hubiere pactado en ella para hacer uso de la línea rotativa o refundida, según sea el caso, y
corresponderá a aquella vigente al momento a partir del cual se devenguen los respectivos intereses.
Para efectos de determinar la tasa máxima convencional a aplicar en estos créditos, se entenderá que
las modificaciones en el tiempo pactado o en el cupo autorizado para la respectiva línea de crédito
que se realicen a la convención que da origen al crédito, o las renovaciones que se hicieren a esta,
constituyen una nueva convención.
Las reglas anteriores se aplicarán igualmente a las líneas de crédito que acceden a una cuenta
corriente bancaria (art. 6 ter).
b.4.3.- El anatocismo:
El anatocismo o cobro de intereses sobre intereses, se permite expresamente en la Ley Nº18.010. Su
art. 9 autoriza capitalizar los intereses, siempre que se trate de períodos no inferiores a 30 días. Así,
por ejemplo, si la tasa de interés es de un 3% mensual y se adeudan $ 100.000, a 30 días, al
vencimiento y en caso de no pagarse ni el capital ni los intereses, se deberán $103.000, por
concepto de capital, calculándose ahora la tasa sobre el capital así incrementado.
Aún más, la ley capitaliza los intereses impagos en el silencio de las partes, pues el último inc. del
art. 9 establece que los intereses correspondientes a una operación vencida que no hubiesen sido
pagados se incorporarán a ella, a menos que se establezca expresamente lo contrario.
b.4.4.- Síntesis de las reglas acerca del interés:
● Sólo pueden pactarse en dinero (en materia civil, en cambio, pueden pagarse en dinero o en
especie);
● Se devengan día a día.
● Pueden pagarse intereses sobre intereses.
● Se presumen por la ley. Si nada se pacta, se entenderá que rigen los intereses corrientes.
● El interés corriente, determinado por la Comisión para el Mercado Financiero, puede
diferenciarse entre operaciones en moneda nacional (reajustables o no reajustables), en moneda
extranjera y según el monto de los créditos.
726
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
● El interés máximo convencional también se diferencia entre uno “general” y tres “especiales”.
b.5.- Presunciones de pago en las operaciones de crédito de dinero.
Se encuentran establecidas en los arts. 17 y 18 de la Ley Nº 18.010.
● Art. 17 ley 18.010: si el acreedor otorga recibo del capital, se presumen pagados los intereses y
reajustes, en su caso. La norma es similar a las del art. 1595, inc. 2º y 2209 del CC.
● Art. 18 ley 18.010: el recibo por los intereses correspondientes a los tres últimos períodos
consecutivos de pago, hace presumir que los intereses correspondientes a los períodos anteriores,
han sido pagados. Igual presunción opera respecto del capital, cuando este se debe pagar en
cuotas. La norma es similar a la del art. 1570 del CC.
b.6.- Restitución en las operaciones de crédito de dinero sin plazo.
Dispone al efecto el art. 13 de la Ley Nº 18.010, que en las operaciones de crédito de dinero sin
plazo sólo podrá exigirse el pago después de diez días contados desde la entrega. Esta regla no será
aplicable a los documentos u obligaciones a la vista o que de cualquiera otra manera expresan ser
pagaderos a su presentación.
b.7.- Pago anticipado de la suma prestada.
Permite la ley al deudor de una operación de crédito de dinero, pagar antes del vencimiento del
plazo estipulado, aun contra la voluntad del acreedor, y siempre que se trate de una obligación
cuyo capital no supere el equivalente a 5.000 unidades de fomento, en los siguientes casos:
● Si se trata de operaciones no reajustables: deberá pagar el capital y los intereses estipulados, que
correrían hasta la fecha del pago efectivo, más la comisión de prepago. Dicha comisión, a falta de
acuerdo, no podrá exceder el valor de un mes de intereses calculados sobre el capital que se
prepaga. No se podrá convenir una comisión que exceda el valor de dos meses de intereses
calculados sobre dicho capital;
● Si se trata de operaciones reajustables: deberá pagar el capital y los intereses estipulados, que
correrían hasta la fecha del pago efectivo, más la comisión de prepago. Dicha comisión, a falta de
acuerdo, no podrá exceder el valor de un mes y medio de intereses calculados sobre el capital que se
prepaga. No se podrá convenir una comisión que exceda el valor de tres meses de intereses
calculados sobre dicho capital.
● En cualquiera de los dos casos anteriores, será necesario que el pago anticipado no sea inferior al
20% del saldo de la obligación, pues en caso contrario, se requerirá del consentimiento del acreedor.
La ley impide, en todo caso, que el deudor renuncie a la facultad de pagar anticipadamente lo
adeudado (art. 10 de la Ley Nº 18.010, precepto que modifica al art. 2204 del CC., que impide pagar
anticipadamente, cuando se pactaron intereses).
Fuera de los casos señalados, será necesario contar con el consentimiento del acreedor, para
proceder a un pago anticipado de la obligación. Por ende, así ocurrirá:
● Si se trata de obligaciones superiores a 5.000 unidades de fomento;
727
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
728
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
convenidas. En tal caso, entonces, se justifica que el acreedor pueda exigir el pago íntegro de todo
lo que se le debe.
Regula la materia el art. 30, aplicable a las operaciones de crédito de dinero o a las operaciones de
dinero a que se refiere el art. 26 (saldos de precio en contratos de compraventa), y siempre que
reúnan los siguientes requisitos copulativos:
● Tengan vencimiento en dos o más cuotas; y
● Contengan cláusula de aceleración.
Dichas operaciones deberán liquidarse al momento del pago voluntario o forzado o de su
reprogramación con o sin efecto novatorio, conforme a las siguientes reglas:
● Las obligaciones no reajustables considerarán el capital inicial o el remanente al cual se añadirán
los intereses corrientes o convencionales según sea el caso y las costas hasta el instante del pago o
de la reprogramación.
● Las obligaciones reajustables considerarán el capital al momento de contraer la obligación y este
o su remanente se pagará debidamente actualizado según la reajustabilidad pactada en su
equivalente en moneda corriente al instante del pago o reprogramación, más los intereses y costas a
que se refiere el caso anterior.
● En caso de prepago, este se ajustará a lo previsto en el art. 10.
● En ciertas operaciones de crédito de dinero, se establece una limitación a la facultad de los
contratantes para pactar una “cláusula de aceleración”, para el caso de que el deudor no pagare una
o más cuotas; dicha limitación consiste en que el acreedor no podrá en caso alguno hacer exigible la
obligación en forma anticipada, sino una vez cumplidos sesenta días corridos desde que el deudor
incurra en mora o simple retardo en el pago. Esta limitación regirá en las siguientes operaciones de
crédito de dinero:
i) aquellas cuyo capital sea igual o inferior a 200 Unidades de Fomento.
ii) aquellas que cuenten con garantía hipotecaria de vivienda cuyo capital sea igual o inferior a
2.000 Unidades de Fomento.
Todo pacto en contravención a esta disposición se tendrá por no escrito. A su vez, concordante con
lo anterior, los derechos que en el art. 30 se establecen en favor del deudor, son irrenunciables.
Cabe indicar que hay opiniones divergentes acerca del cómputo del plazo de prescripción de la
acción ejecutiva, cuando en el documento que da cuenta del mutuo, las partes han estipulado una
cláusula de aceleración. La jurisprudencia mayoritaria distingue según si la cláusula está redactada
en términos imperativos para las partes o facultativos para el acreedor. En el primer caso, el plazo
de la prescripción de la acción ejecutiva se contará desde que el deudor incurre en mora de una
cualquiera de las cuotas en que se divide el servicio de la obligación. Por ende, es el vencimiento de
la primera cuota impaga, el que marca el inicio del cómputo de la prescripción para todas las demás
cuotas, aun aquellas que no han vencido todavía, pues ya se hicieron exigibles por efecto de la
aludida cláusula. En el segundo caso, la aceleración de las cuotas aún no vencidas, se producirá sólo
729
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
una vez que el acreedor ejerza la facultad que le confiere la cláusula en cuestión, lo que acaecerá, en
opinión de la mayoría, en el momento en que presenta su demanda. De esta manera, a partir de la
fecha de ingreso de la demanda, deberá computarse el plazo de prescripción de la acción ejecutiva,
respecto de las cuotas que no se encontraban vencidas a la misma data. Empero, dentro de las
opiniones minoritarias, cabe visualizar dos posiciones, una favorable al deudor y otra que beneficia
al acreedor. En efecto, una corriente jurisprudencial minoritaria sostiene que, de existir cláusula de
aceleración, el cómputo del plazo de prescripción de la acción ejecutiva siempre ha de iniciarse
desde el momento en que el deudor deja de pagar una cualquiera de las cuotas de la obligación, sin
que corresponda entrar a distinguir si la cláusula en cuestión se redactó en términos imperativos o
facultativos. O dicho de otro modo: para esta corriente, la cláusula siempre sería imperativa. Esta
opinión, evidentemente, es pro-deudor. Otra corriente ha postulado que el plazo de prescripción de
la acción ejecutiva sólo debe contarse desde que se produzca el vencimiento de la última de las
cuotas en que se haya dividido el servicio de la deuda. Este planteamiento es notoriamente
favorable al acreedor
730
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
mora de una cuota y, por ende, comienza a correr el plazo de prescripción de la acción del acreedor
para reclamar el pago. A su vez, si la cláusula se redacta en términos facultativos (ante el no pago
de una o más de las cuotas, el acreedor quedará facultado para exigir el pago íntegro de la
obligación), el contrato debiéramos entenderlo extinguido al manifestar el mutuante su voluntad de
acelerar la deuda, lo que ocurrirá en el momento en que interpone su demanda, momento a partir del
cual se iniciará el cómputo de la prescripción de la acción para cobrar lo que se le adeuda.
Advertimos, con todo, que una línea jurisprudencial concluye que siempre se entenderá extinguido
el contrato y acelerada toda la deuda, con el incumplimiento de la obligación de pagar una cuota,
cualesquiera que sean los términos en que se redacta la cláusula. Esta doctrina, sin duda, es
desfavorable al acreedor, pues el plazo de prescripción de la acción para cobrar todas las cuotas -
ahora aceleradas-, comienza en el momento en que no se pagó una de ellas.
e) Por ejercer el mutuario el derecho que se le confiere en el artículo 2203 del Código Civil.
Conforme se expuso, el mutuario tendrá derecho a solicitar que se declare el término el contrato, si
la cosa prestada contiene vicios de tal magnitud, que de haberlos conocido, el mutuario no habría
contratado.
f) Por remisión de la deuda.
El acreedor o mutuante podrá condonar la deuda de manera expresa o tácita, conforme a las reglas
previstas en los arts. 1652 a 1654 del CC.
g) Por compensación.
A diferencia de lo que ocurre tratándose del comodato y del depósito, es perfectamente posible que
el mutuo se extinga en virtud de la compensación, cuando las partes fueren, recíproca y
personalmente, deudoras una de la otra. En tal caso, las deudas se extinguirán recíprocamente hasta
la concurrencia de sus valores, cumpliéndose los presupuestos exigidos por la ley.
h) Por confusión.
Si se reúnen en un mismo individuo las calidades de mutuante y mutuario, se extinguirá el contrato
de mutuo y la obligación de él emanada.
Así, por ejemplo, el padre le presta a su hijo una suma de dinero. Si al fallecimiento del primero, el
segundo fuere su único heredero, se extinguirá el mutuo y la obligación respectiva. Si existieren
más herederos, la obligación derivada del mutuo sólo se extinguirá parcialmente, teniendo derecho
los restantes herederos a cobrar su parte en el crédito.
i) Por la declaración de nulidad del contrato.
Declarada la nulidad del contrato de mutuo, el mutuario debe restituir lo que hubiere recibido del
mutuante, y este, a su vez, debe restituir al primero lo que hubiere recibido por concepto de
intereses (art. 1687 del CC.).
En opinión de Orrego, si el mutuario fuere un incapaz, no regirá, por regla general, lo previsto en el
inc. 1° del art. 1688, en cuanto a que el que contrató con el incapaz, “no puede pedir restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato, sino en cuanto probare haberse hecho más
731
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
rica con ello la persona incapaz”. Ello, porque la entrega de las cosas fungibles hecha por el
mutuante al mutuario, no supone, tratándose del mutuo regido por el CC., un “pago” o un “gasto”.
Por ende, declarada la nulidad, el mutuante estará en condiciones de exigir, al representante legal
del incapaz, la restitución de lo que se hubiere dado al incapaz. En cambio, tratándose del mutuo de
dinero, cuando el contrato fuere consensual, sí habrá “pago” del mutuante y, en tal caso, podrá
operar el art. 1688 CC.
732
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
733
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Pero esta regla de responsabilidad puede alterarse, conforme lo dispone el art. 2179, en los
siguientes casos:
1º Cuando el comodato fuere en pro de ambas partes: se responde de culpa leve por el comodatario
(por ejemplo, cuando se presta un perro de caza con la obligación de amaestrarlo; o cuando se
presta una parcela de agrado con la obligación de efectuar ciertas innovaciones técnicas en el
manejo de los frutales, de manera que éstos proporcionen en el futuro un mayor rendimiento).
2º Cuando el comodato sólo fuere en pro del comodante: en este caso, el comodatario sólo responde
de la culpa lata o grave (por ejemplo, si el mandante presta al mandatario un automóvil para cumplir
la gestión encomendada).
a.1.2.- Deterioros de la cosa.
Por regla general, el comodatario es responsable de la pérdida o deterioro de la cosa, que
provengan de su culpa, aún levísima.
En el evento que a consecuencia del deterioro la cosa ya no sea susceptible de emplearse en su uso
ordinario, el comodante puede exigir al comodatario el pago del precio de la cosa que tenía, antes
del deterioro, abandonando la cosa al comodatario (art. 2178, inciso 2º). Como vemos, se trata de
una hipótesis de venta forzada.
El comodatario no responderá del deterioro proveniente:
1º De la naturaleza de la cosa;
2º Del uso legítimo de la cosa;
3º De un caso fortuito, salvo tratándose de las excepciones consignadas en el art. 2178, inciso 3º:
3.1. Cuando el comodatario empleó la cosa en un uso indebido o está en mora de restituir
(contraexcepción: cuando se prueba que el deterioro o pérdida por el caso fortuito, habría
sobrevenido igualmente sin el uso indebido o la mora). Art. 2178 Nº 1.
3.2. Cuando el caso fortuito sobrevino por culpa del comodatario, aunque sea levísima: art.2178 Nº
2
3.3. Cuando en lugar de salvar la cosa dada en comodato, el comodatario prefirió salvar una suya:
en otras palabras, la ley excluye la posibilidad de alegar por el comodatario el “estado de necesidad”
como causal eximente de responsabilidad: art. 2178 Nº 3.
3.4. Cuando el comodatario expresamente se hizo responsable del caso fortuito.
En realidad, estos casos excepcionales son aplicación de principios generales, consignados en el
art. 1547, 2º y en las normas acerca de la pérdida de la cosa que se debe: arts. 1672 a 1674.
734
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
a.2.- Obligación de usar la cosa en los términos convenidos o de acuerdo a su uso ordinario.
a.2.1.- Uso licito.
El comodatario debe dar a la cosa el uso estipulado expresa o tácitamente. A falta de estipulación,
el comodatario debe dar a la cosa el uso que ordinariamente le corresponda, de acuerdo con su
naturaleza: art. 2177.
a.2.2.- Sanción por la infracción de esta obligación.
Podrá el comodante exigir:
La indemnización de todo perjuicio; e incluso
La restitución inmediata de la cosa dada en comodato, aunque se hubiere estipulado plazo para la
restitución: en efecto, se configurará una hipótesis de caducidad del plazo de la obligación.
a.3.- Obligación de restituir la cosa dada en comodato.
a.3.1.- Oportunidad de la restitución.
El art. 2180 establece la regla, señalando que el comodatario debe restituir la cosa:
En el tiempo convenido, es decir en el plazo estipulado; o
A falta de convención, después del uso para que fue prestada.
a.3.2.- Casos en los cuales el comodante puede exigir la restitución antes del tiempo estipulado.
Son tales:
Por la muerte del comodatario, por regla general. Sin embargo, cuando la cosa se prestó para un
servicio particular que no puede diferirse o suspenderse, los herederos del comodatario no estarán
obligados a restituir la cosa prestada sino una vez realizado el servicio (art. 2180, 2º Nº 1);
Si sobreviene al comodante una necesidad imprevista y urgente de la cosa (art. 2180, 2º Nº 2); no
cualquier necesidad autoriza entonces al comodante para pedir la restitución anticipada: debe
tratarse de una necesidad que razonablemente las partes no previeron al contratar y además exigir
que el comodante recupere la cosa sin dilación (este caso, además, es interesante, pues constituye
una hipótesis en la que el propio legislador, vulnera la “ley del contrato”, ya que el comodante
puede exigir la restitución anticipada de la cosa);
Si ha terminado o no tiene lugar el servicio para el cual se prestó la cosa (art. 2180, inciso 2º Nº
3). Por ejemplo: se prestaron algunos textos para el estudio del examen de grado, y éste se rindió
satisfactoriamente por el comodatario.
Si el comodatario hace un uso indebido de la cosa: art. 2177, 2º. Esta norma es una de aquellas
citadas por quienes sostienen que la condición resolutoria tácita también opera en los contratos
unilaterales, al menos cuando la ley así lo establece.
735
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
736
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
737
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En todo caso, cesará este derecho de retención, cuando el comodante caucione el pago de las
indemnizaciones que adeude al comodatario.
D.- CASO EN QUE SEAN VARIOS LOS COMODATARIOS (ART. 2189 CC).
Los comodatarios son solidariamente responsables de las indemnizaciones que se deban al
comodante por los daños causados a la cosa o de la obligación de pagar su valor (se trata de uno de
los casos excepcionales de solidaridad legal pasiva).
A su vez, la obligación principal, la de restituir, es indivisible (art. 1526 Nº 2), y puede reclamarse
del comodatario que tenga la cosa en su poder.
EL COMODATO PRECARIO:
Por regla general, el comodante no puede pedir la restitución de la cosa, antes que expire el plazo
convenido o antes que termine el uso para el cual se prestó la cosa.
Cuando el comodante puede en cualquier tiempo pedir la restitución de la cosa, el comodato recibe
la denominación de comodato precario: art. 2194.
También estamos ante un comodato precario en la hipótesis del art. 2195, 1º: cuando no se presta la
cosa para un servicio particular ni se fija un plazo para su restitución. Puesto que la cosa no se ha
738
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
prestado para un servicio particular, no tiene aplicación el art. 2180, que establece que la cosa debe
restituirse “después del uso para que ha sido prestada”.
Sintetizando, el comodato tendrá el carácter de precario:
cuando se estipula que el comodante podrá pedir la restitución en cualquier tiempo;
cuando no se presta la cosa para un servicio particular;
cuando no se fija un plazo para su restitución.
• EL PRECARIO:
En las tres hipótesis de comodato precario, hay contrato de comodato, con la salvedad que el
comodante puede pedir en cualquier tiempo la restitución de la cosa.
Distinta es la hipótesis de precario, establecida en el art. 2195, 2º. En ella, nos encontramos
sencillamente ante un individuo que tiene la tenencia de una cosa ajena, sin mediar título, sin
haber celebrado ningún contrato, de comodato o cualquiera otro, que lo faculte para retener la
cosa. Como se indica en una sentencia de la Corte Pedro Aguirre Cerda, de 27 de noviembre de
1986, el comodato o préstamo de uso es un contrato, o sea, un acuerdo de voluntades que liga
jurídicamente a las partes, en la forma establecida en el art. 1438 del CC. En cambio, lo que
para la ley constituye también precario, conforme al art. 2195, inciso 2º del mismo Código, es
una simple situación de hecho, con absoluta ausencia de todo vínculo jurídico entre dueño y
tenedor de la cosa, una tenencia meramente sufrida, permitida, tolerada o ignorada, sin
fundamento, apoyo o título jurídicamente relevante. En esta última hipótesis se trata entonces
de una situación radicalmente opuesta al comodato, desde el momento que supone, como
requisito esencial, la ausencia de contrato.
Tres requisitos deben cumplirse en el caso de alegarse precario:
tenencia de una cosa ajena;
ausencia de contrato previo;
que dicha tenencia se tenga por ignorancia o mera tolerancia del dueño.
El dueño de la cosa deberá acreditar su dominio, y que el demandado detenta la cosa. El juicio
de precario se tramita de acuerdo a las normas del juicio sumario (art. 680 Nº 6 del CPC).
739
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La expresión “depósito”, como previene la ley en el inciso 2º del art. 2211, sirve también para
designar la cosa misma depositada
740
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
741
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
si el depositario hubiere enajenado la cosa, sólo tendrá acción el depositante contra el depositario,
hasta el monto en que por el depósito se hubiere hecho más rico el depositario (norma similar a la
del artículo 1688);
el depositante puede interponer las acciones correspondientes contra los terceros que hubieren
adquirido del depositario o que tuvieren la cosa en su poder.
742
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2º Si tiene interés personal en el depósito, sea porque se le permita usar de las cosas depositadas en
ciertos casos, sea que estemos ante un depósito remunerado;
3º Si se estipula por las partes que el depositario responderá de culpa leve o aún levísima.
Las partes, en todo caso, no podrán estipular que el depositario queda exonerado de toda culpa, pues
la culpa grave equivale al dolo en materia civil (art. 44), y por ende estaríamos ante una
condonación del dolo futuro y por tanto ante objeto ilícito (art. 1465).
El depositario no tiene derecho a usar la cosa dada en depósito, sin el consentimiento del
depositante: art. 2220, inciso 1º. El permiso del depositante puede ser expreso o presunto,
calificando el juez las circunstancias que justifican la presunción (atendiendo por ejemplo a las
relaciones de confianza y amistad entre las partes, o a la circunstancia de tratarse de cosas que no se
deterioran sensiblemente con el uso).
Debe respetar el depositario los sellos y cerraduras: art. 2223. El art. 2224 alude a la fractura o
rotura de sellos o cerraduras, distinguiéndose si hubo o no culpa del depositario:
1º Hubo culpa del depositario: se estará a lo que declare el depositante, en cuanto al número y
calidad de las especies depositadas;
2º No hubo culpa del depositario: habrá que probar, de acuerdo a las reglas generales, en caso de
controversia.
En todo caso, la ley presume culpa del depositario, si ha mediado fractura o forzamiento (se trata de
una presunción simplemente legal).
Deber del depositario, de guardar el secreto de un depósito de confianza: art. 2225. Será tal, aquél
en el cual el depositante instruye al depositario para no revelar a terceros el contenido del depósito o
incluso la circunstancia de haberse celebrado el contrato.
a.2.- Obligación de restituir el depósito.
Se trata de la obligación fundamental del depositario. El art. 2215 señala que la restitución debe
efectuarse “en especie a voluntad del depositante”.
Cómo debe hacerse la restitución:
1º La cosa debe restituirse en especie, en su idéntica individualidad, aunque el depósito recaiga en
cosas genéricas o fungibles: art. 2228. La excepción la constituye el depósito de dinero (art. 2221),
siempre y cuando no se haga en arca cerrada cuya llave conserve el depositante o con otras
precauciones que imposibiliten tomarlo sin fractura.
2º La cosa debe restituirse con sus accesorios, incluyendo los frutos que hubiere producido (art.
2229).
3º El depositario no responde, si la cosa se pierde por caso fortuito (regla general). Con todo, debe
restituirse al depositante:
- el precio de la cosa depositada, si lo recibe;
743
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- que los herederos le cedan las acciones que les competan en virtud de la enajenación.
5º Serán de cargo del depositante los gastos de transporte necesarios para la restitución: art. 2232 (el
art. 1571 establece que por regla general, los gastos del pago corresponden al deudor).
Cuándo debe efectuarse la restitución: arts. 2215 y 2216, 2º.
La restitución debe efectuarse ante el requerimiento del depositante (“a voluntad del depositante”).
Si se estipuló plazo para la restitución, ello no impide al depositante para exigir la restitución antes
de la expiración del plazo en cuestión. El plazo sólo obliga al depositario. Éste no puede renunciar
al plazo. Sin embargo, en dos casos el depositario puede exigir al depositante que retire la cosa:
1º Cuando peligre el depósito en poder del depositario;
2º Cuando el depósito cause perjuicio al depositario (art. 2227).
El depositario no puede alegar compensación: al igual que ocurre con el contrato de comodato, el
depositario no puede negarse a restituir la cosa, alegando que el depositante le adeuda una
obligación (artículo 1662), a menos que el crédito del depositario se hubiere originado por la
tenencia de la cosa.
El depósito irregular.
Se encuentra establecido en el art. 2221. Es aquél en el cual el depositario, en lugar de la misma
cosa que ha recibido, se obliga a restituir otras del mismo género y calidad. En este caso, el
depositario no es deudor de una especie o cuerpo cierto, sino de una cosa genérica. Y al igual que
acontece en el mutuo, el depositario irregular se hace dueño de la cosa dada en depósito: estamos
ante un título traslaticio de dominio y ante un contrato real en el cual hay tradición.
Este es el caso de los depósitos de dinero hechos en Bancos, forma mucho más usual que el
depósito ordinario.
744
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
745
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Art. 2235 CC = “El depositante debe indemnizar al depositario de las expensas que haya hecho
para la conservación de la cosa, y que probablemente hubiera hecho él mismo, teniéndola en su
poder; como también de los perjuicios que sin culpa suya le haya ocasionado el depósito”.
Para garantía de las indemnizaciones que se le deban por los gastos de conservación efectuados y
por los perjuicios sufridos, el depositario goza del derecho legal de retención.
Ningún otro crédito del depositario justifica la retención. Puede hacer valer este derecho “sólo en
razón de las expensas y perjuicios de que habla el siguiente artículo” (art. 2234 CC).
3)- EL SECUESTRO:
3.1)- Concepto de secuestro:
Es una especie de depósito en poder de un tercero de una cosa que dos o más personas disputan,
mientras se resuelve definitivamente acerca de sus respectivos derechos. Se trata, por consiguiente,
de una medida conservativa o de precaución: art. 2249.
746
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
747
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
secuestre, por su parte, debe restituir al adjudicatario favorecido por la sentencia ejecutoriada: art.
2257.
748
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
749
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CARACTERISTICAS DE LA TRANSACCIÓN:
1.- Contrato consensual: para perfeccionarse no requiere solemnidad alguna, sino que el solo
acuerdo de voluntades
2.- Contrato bilateral: por cuanto impone obligaciones a ambas partes, como efecto de la
reciprocidad de las concesiones.
3.- Contrato oneroso: pues grava a ambas partes, la una en beneficio de la otra
4.- Puede o no ser título traslaticio de dominio: Art. 703, último inciso.
Si la transacción se limita a reconocer o declarar derechos preexistentes, no forma nuevo título, pero
en cuanto transfiere la propiedad de un objeto no disputado, constituye un título nuevo.
5.- El contrato será conmutativo o aleatorio, dependiendo de la prestación a que se obliguen los
contratantes.
6.- Contrato intuito personae: por ende, puede anularse por error en la persona, a pesar de ser
onerosos, lo que constituye una excepción a la regla general del Art. 1455.
750
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
De ahí que la ley disponga que no puede transigir sino la persona capaz de disponer de los objetos
comprendidos en la transacción (2447). En el mismo sentido el Art. 400.
En cuanto al mandatario, sea judicial o no, requiere poder especial para transigir, debiendo
especificarse en el poder extrajudicial los bienes, derechos y acciones sobre que se quiera transigir
(2448; 2132 y 2141 del Código Civil y Art. 8 Código de Procedimiento Civil). No es necesaria tal
singularización en el poder judicial, pues los derechos y acciones han quedado suficientemente
explicitados en los principales escritos del juicio.
OBJETO DE LA TRANSACCIÓN:
Si el Art. 2447 establece que para transigir debe poseerse la capacidad de disponer de los bienes
comprendidos en la transacción, deducimos que pueden ser objeto del contrato todos los bienes
susceptibles de disponerse, vale decir, aquellos bienes comerciables (aunque la transacción podría
recaer sobre derechos que no son enajenables, pero si comerciables, como el de alimentos). Sin
perjuicio de las reglas generales sobre la materia, expresamente la ley ha establecido ciertas
prohibiciones o derechos que no pueden ser objeto de transacción.
1. No se puede transigir sobre las acciones penales que nacen de un delito: Art. 2449. Expresamente
permite la ley, en cambio, transigir sobre la acción civil proveniente de un delito, cuya finalidad es
obtener una indemnización de perjuicios; lo anterior está en consonancia con el principio general
del Art. 12 del Código Civil y en que tratándose de la acción penal, toda la sociedad tiene interés en
la imposición de la pena al delincuente.
2. No se puede transigir sobre los alimentos futuros de las personas a quienes se deben por ley: Art.
2451. A diferencia de la norma anterior referida a la acción penal, esta no establece una prohibición
absoluta: la transacción es posible, aprobada que sea por la justicia. Lo dicho guarda perfecta
concordancia con los Art. 334 y 335 del Código Civil. De lo expuesto y de lo que establece el Art.
336, se desprende que pueden ser objeto valido de una transacción las pensiones alimenticias
atrasadas. Asimismo, pueden ser transigidas las pensiones alimenticias hechas voluntariamente por
testamento o por donación entre vivos, acerca de las cuales deberá estarse a la voluntad del testador
o donante, en cuanto hayan podido disponer libremente de lo suyo ( artículos 2451 y 337)
3. No se puede transigir sobre el estado civil: Art. 2450. Ello porque las disposiciones que lo reglan,
son de orden público. Se previene por los autores que son susceptibles de transacción las
consecuencias pecuniarias de un determinado estado civil
4. No se puede transigir sobre los derechos ajenos o inexistentes: Art. 2452. Cabe precisar, en lo
tocante a los derechos ajenos, que la transacción no es “nula”, sino inoponible al titular de los
derechos.
751
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2. Art. 2457, a propósito del error. Repite la disposición general del Art. 1453;
3. Art. 2458, en relación al error de cálculo (da derecho a rectificación);
4. Art. 2456, en cuanto al error en la persona. Se repite la regla general consignada en el Art. 1455;
5. Art. 2454, ante un título nulo. Precisemos que para estos efectos el título es el acto del que nace
el derecho objeto de la transacción, y no el instrumento o documento material en el cual conste. En
realidad, en este caso estaríamos ante un caso de error, al creer las partes que el derecho era válido.
Ejemplo: un heredero que transige con un legatario, en circunstancia que el testamento es nulo.
Excepcionalmente, la transacción será válida, cuando las partes tratan expresamente sobre la
nulidad del título.
6. Art. 2453, cuando el título es falsificado. Aquí, la expresión título alude al documento o
instrumento en el que consta el derecho objeto de la transacción.
7. Art. 2455, respecto del proceso terminado por sentencia firme o ejecutoriada que produce cosa
juzgada. El derecho no puede estar en discusión o ser dudoso desde el momento que un tribunal se
pronunció sobre el mismo y no es posible interponer recurso alguno en contra de ese fallo; la
transacción será válida en todo caso, si las partes conocían el fallo y no obstante ello, transigen.
8. Art. 2459, respecto del descubrimiento de documentos que demuestran que una de las partes no
tenía derecho alguno sobre el objeto sobre el cual se ha transigido.
Se requiere para que la transacción sea nula:
Que se descubran o aparezcan después de la transacción documentos que demuestran que una de
las partes no tenía ningún derecho
Que tales documentos no hayan sido conocidos de la parte cuyos derechos favorecen
Con todo, si la transacción ha recaído sobre toda la controversia entre las partes y no sobre un
objeto en particular, habiendo varios objetos de controversia entre ellas, el descubrimiento posterior
de los títulos no ocasiona nulidad, salvo que la parte contraria los hubiere ocultado dolosamente o
los hubiera extraviado
EFECTOS DE LA TRANSACCIÓN:
a) Principio general: como todo contrato, produce efecto solo entre las partes, Art. 2461
Dos consecuencias desprende el Código Civil expresamente de este principio:
1. Si son muchos los interesados en el negocio sobre el cual se transige, la transacción consentida
por el uno de ellos no perjudica ni aprovecha a los otros; esta norma tiene especial importancia en el
caso de la solidaridad, y para determinar su alcance, hay que hacer algunas distinciones:
1° Efectos de la transacción consentida por un codeudor solidario, sin que haya novación: por regla
general, cuando una obligación solidaria se extingue por uno de los codeudores, se extingue
también respecto de los demás; tal constante, que se da respecto a cualquier medio de extinguir las
obligaciones, se altera en la transacción, por tratarse de un contrato intuito personae. Por ello, si la
752
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
transacción es consentida por uno de los codeudores solidarios, no se extiende a los otros, a menos
que dicha transacción envuelva una novación de la obligación solidaria;
2° Efectos de la transacción consentida por un codeudor solidario cuando aquélla envuelve
novación: si la transacción con uno de los codeudores envuelve una novación, los otros codeudores
se liberan de la obligación (lo que guarda perfecta concordancia con los artículos 1519 y 1645).
2. Si se transige con el poseedor aparente de un derecho, “no puede alegarse esta transacción contra
la persona a quien verdaderamente compete el derecho”, Art. 2456 inciso 3.
b) Relatividad de los efectos de la transacción en cuanto al objeto: se limitan a los derechos
sobre que se ha transigido, contemplando el CC dos consecuencias:
1. Art. 2462, norma interpretativa que restringe la extensión de la transacción
2. Art. 2464, cuando se adquiere el objeto posteriormente por un nuevo título
c) La transacción produce el efecto de cosa juzgada: Art. 2460. Por ello se dice que es un
equivalente jurisdiccional, sustituye a la sentencia judicial.
Dos diferencias fundamentales observamos sin embargo:
1. La transacción como contrato debe atacarse por vía de nulidad. La sentencia no, obviamente, sino
a través de recursos
2. La sentencia siempre es un título ejecutivo. La transacción, en cambio, lo será dependiendo del
instrumento en el que conste
d) La transacción en relación a la cláusula penal (artículo 2463). A diferencia de la regla general
del Art. 1537, no se requiere estipulación expresa para demandar tanto la pena como el
cumplimiento de la transacción. La transacción es un caso excepcional que permite demandar
ambos conceptos.
753
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
754
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.- En el derecho de familia hay un claro predominio del interés social sobre el individual. El
interés individual es sustituido por un interés superior, que es el de la familia. Ese es el que se
aspira a tutelar.
De las características recién señaladas derivan importantes consecuencias:
a.- Las normas reguladoras del derecho de familia son de orden público, y como tales imperativas,
inderogables. Es la ley únicamente y no la voluntad de las partes, la que regula el contenido,
extensión y eficacia de las relaciones familiares. Cierto es que la voluntad de los individuos juega,
pero solo en el inicio, pues posteriormente es la ley la que regula íntegramente esos actos. El mejor
ejemplo es el matrimonio. Si las partes no consienten, no hay matrimonio. Pero lo que de allí se
deriva lo establece la ley, no las partes. Y en cualquier otro acto de familia ocurre lo mismo.
Piénsese en el reconocimiento de un hijo, en la adopción, etc.
b.- El principio de la autonomía de la voluntad no juega en el derecho de familia. Buen ejemplo es
el art. 149 CC, que sanciona con nulidad cualquiera estipulación que contravenga las disposiciones
del párrafo sobre bienes familiares.
c.- En los derechos patrimoniales prima el principio de la igualdad de las partes. En cambio en
derecho de familia, hay casos en que no es así. Existen relaciones de superioridad y recíprocamente
de dependencia, llamados derechos de potestad. Y ello explica institutos tan importantes como el de
la autoridad paterna o de la patria potestad. Y explica también que en el régimen de sociedad
conyugal sea el marido el que administre no solo los bienes sociales sino también los propios de su
mujer.
d.- Exceptuados los derechos de potestad, a que nos referíamos recién, los demás derechos
familiares son recíprocos, por ejemplo la obligación de los cónyuges de guardarse fe, de socorrerse
y de ayudarse mutuamente en todas las circunstancias de la vida, de respetarse y protegerse (art. 131
CC). Así también en los derechos de alimento y sucesorios.
e.- Las relaciones de estado familiar son , en buena medida, derechos y deberes, por ejemplo, la
patria potestad confiere al padre o a la madre una serie de derechos que también son deberes
(administrar los bienes del hijo, representarlo, etc.); en el régimen de sociedad conyugal, la
administración de los bienes sociales y de los de la mujer es un derecho y un deber del marido; etc.
f.- Los derechos de familia son en si y por regla general inalienables, intransmisibles, irrenunciables
e imprescriptibles, por ejemplo, el derecho de alimentos (art. 334 CC).
g.- Los actos de derecho de familia no están sujetos a modalidades. En algunos casos lo dice
claramente la ley, como ocurre en el art. 102 CC al definir el matrimonio; en el art. 189 CC al tratar
el reconocimiento de un hijo, o en el pacto del art. 1723 CC.
h.- La mayor parte de los actos del derecho de familia son solemnes, al revés de lo que ocurre en el
derecho patrimonial, en que la tendencia es el consensualismo. Ejemplos de esto es el matrimonio
(art. 102 CC); en el reconocimiento de un hijo (art. 187 CC); en el pacto del art. 1723 CC; en las
capitulaciones matrimoniales (art. 1716 CC).
755
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
756
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
detentadores de esas calidades, un trato jurídico igualitario. Es decir, ambos cónyuges o ambos
padres que no estén casados , debe tener iguales derechos, deberes y obligaciones, tanto entre
ellos, como también respecto de sus hijos menores de edad. Los hijos, por su parte, sean ellos
de filiación matrimonial o no matrimonial, han de tener unos mismos derechos, deberes y
obligaciones, tanto entre ellos, como para con sus padres.
Hay por supuesto excepciones, pero tienen un fundamento legítimo, como ocurre en la sucesión
entre hermanos, al conferirse mayores derechos a los hermanos de doble conjunción o carnales
por sobre los de simple conjunción, es decir, paternos o maternos (art. 990 CC).
EL PARENTESCO:
1.- Concepto de parentesco: “El parentesco es la relación de familia que existe entre dos
personas”.
2.- Clasificación del parentesco:
Esta relación se establece atendiendo a 3 vínculos diferentes:
a.- Vinculo de sangre = que da origen al parentesco por consanguinidad.
Son parientes consanguíneos los que tienen la misma sangre, y esto ocurre entre dos personas que
descienden una de la otra o de un mismo progenitor, en cualquiera de sus grados (art. 28 CC).
b.- El matrimonio = da origen al parentesco por afinidad.
Nace del matrimonio, y es el que existe entre una persona que está o ha estado casada y los
consanguíneos de su marido o mujer (art. 31 CC).
Cabe consignar que este parentesco por afinidad no desaparece con la muerte de uno de los que le
dieron origen por medio del matrimonio o con la sentencia de divorcio, como lo da a entender el art.
31 CC, al aludir a persona “que está o ha estado casada”. Por lo tanto, el viudo o viuda o los
divorciados, siguen siendo parientes por afinidad, con los consanguíneos del cónyuge fallecido o del
cónyuge de quien se ha divorciado.
También debe precisarse que no existe parentesco por afinidad entre los consanguíneos de una de
dos personas que se han casado y los consanguíneos del otro. Así, por ejemplo, los consuegros o los
concuñados no son parientes entre sí.
c.- El acuerdo de unión civil = el art. 1 LAUC establece que los convivientes civiles serán
considerados parientes para los efectos previstos en el art. 42 CC. En realidad el pacto no origina
entre ellos parentesco alguno.
A su vez, este acuerdo también origina parentesco por afinidad entre uno de los convivientes civiles
y los consanguíneos del otro de los convivientes civiles (art. 4 LAUC). Sin embargo al terminarse el
acuerdo de unión civil dicho parentesco desaparece.
3.- Los cónyuges no son parientes por afinidad:
Aun cuando el CC no resolvió el tema expresamente la doctrina ha concluido que los cónyuges no
son parientes afines entre sí. En efecto, no quedan comprendidos en el art. 31 CC ni tampoco es
757
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
posible computar el grado de parentesco en que estarían si se aceptara la hipótesis de que fueren
parientes.
4.- Los convivientes civiles no son parientes por afinidad:
Como se expresó, a pesar de lo establecido en el art. 1 LAUC, los convivientes civiles no son en
verdad parientes entre sí, no hay entre ellos parentesco por afinidad. El parentesco que esta ley les
atribuye tiene alcances muy limitados, ya que es solo para ser oídos en ciertas gestiones judiciales.
5.- El cómputo del parentesco:
El parentesco por consanguinidad se computa por “la línea” y “el grado”.
La línea es la serie de parientes que descienden los unos de los otros o de un autor común. La línea
puede ser ascendente o descendente.
Atendiendo a la línea, el parentesco puede ser de línea recta o de línea colateral. Son parientes en
línea recta los que descienden unos de otros. Son parientes en línea colateral los que sin descender
unos de otros, tienen un ascendiente común (art. 27 CC).
La línea puede ser ascendente o descendiente, según sea el caso, es decir, desde el pariente en que
nos situamos para el cómputo.
El grado equivale al número de generaciones que separan a dos parientes (art. 27 CC): así, el padre
es pariente de primer grado en la línea recta del hijo y el abuelo de segundo grado en la línea recta
del nieto.
En el parentesco colateral, es necesario encontrar al ascendiente común y subir hasta él para bajar
después hasta el otro pariente. Así, por ejemplo, dos hermanos son parientes en segundo grado, dos
primos hermanos lo son en cuarto grado (de conformidad al art. 992 regla 2, la línea colateral no se
extiende, para los efectos sucesorios y jurídicos en generala, más allá del sexto grado). A su vez
también debemos tener presente que en la línea colateral, nunca el parentesco será de primer grado;
el más cercano, lo será en segundo grado.
El parentesco en la línea colateral, puede ser de simple o de doble conjunción. Es de simple
conjunción, cuando el parentesco es sólo de parte de padre o madre; es de doble conjunción, cuando
los colaterales son parientes a la vez en la línea paterna y materna, o sea, cuando proceden de un
mismo padre y de una misma madre (art. 41 CC).
Al parentesco por afinidad, se le aplican las mismas reglas. Así, por ejemplo, el yerno tiene con sus
suegros el mismo grado que con sus padres. En otras palabras, se ocupa ficticiamente el mismo
lugar de la persona con la cual se contrajo matrimonio (art. 31 inc. 2 CC).
6.- Importancia del parentesco:
El parentesco es sin duda la vinculación más importante que establece el derecho privado. Sus
efectos son tan amplios que abarcan toda la vida del individuo. En orden de importancia, lo es más
el parentesco por consanguinidad que el de afinidad.
758
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CAPITULO 2: LA FILIACIÓN
CONCEPTO DE FILIACIÓN:
“Es el vínculo jurídico que une a un hijo con su padre o con su madre y que consiste en la
relación de parentesco establecida por la ley entre un ascendiente y su inmediato descendiente, o
sea, su descendiente en primer grado”.
Somarriva dice que “es la relación de descendencia entre dos personas, una de las cuales es padre
o madre de la otra o dicho en otros términos es la relación que existe entre padre e hijo”.
El fundamento de toda filiación es el vínculo de sangre existente entre el padre y el hijo,
proveniente de las relaciones sexuales, licitas o ilícitas, de los padres. Hace excepción a esta regla,
la llamada filiación adoptiva y, en el caso del hijo concebido mediante la aplicación de técnicas de
reproducción asistida, si se emplearon óvulos o espermatozoides de terceros.
Al legislador preocupan 2 aspectos de la filiación, su establecimiento con la mayor certidumbre, y la
regulación de sus efectos, o sea los derechos y obligaciones existentes entre padres e hijos.
759
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2.- Trato igualitario a todos los hijos. La ley 19.585 iguala los derechos de todos los hijos.
3.- Prioridad del interés del hijo. La Declaración de los Derechos del Niño, proclamada por
Naciones Unidas en 1959 señala que “El interés superior del niño debe ser principio rector de
quienes tienen la responsabilidad en su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe en
primer término a sus padres”.
La ley N°19.585 elimino la distinción entre filiación legitima, natural e ilegítima. No pudo, sin
embargo, prescindir de un hecho que es más fuerte que su intención de igualar a todos los hijos: que
hay hijos que nacen en el matrimonio de sus padres y otros que son fruto de relaciones
extramatrimoniales.
No es cierto entonces que haya igualado a todos los hijos, porque ellos es contrario a la realidad. La
nueva normativa sólo ha conferido a todos los hijos los mismos derechos. Peñailillo dice que
establece la igualdad de efectos, es decir, de derechos y cargas, entre todos los hijos, con
prescindencia del origen de la filiación, y esa idea igualitaria se expande hacia los padres
(manifestándose destacadamente en el acceso al cuidado personal y a la patria potestad).
CLASES DE FILIACIÓN:
1.- Por naturaleza: Esta clase de filiación, como el nombre lo indica, es la que existe entre un hijo
y sus progenitores, cuando ha sido concebido naturalmente. Puede ser matrimonial o no
matrimonial (art. 179 inc. 1 CC). La matrimonial comprende los hijos concebidos o nacidos dentro
del matrimonio de sus padres y aquellos cuyos padres contraen matrimonio después de su
nacimiento, siempre y cuando su paternidad y maternidad esté determinada o se determine
conforme a la ley. En cambio, en la filiación no matrimonial no existe matrimonio entre los padres,
pero la maternidad y/o paternidad ha(n) sido determinada(s) según la ley.
2.- Por adopción: Es aquella filiación creada por sentencia judicial entre personas que no
necesariamente son parientes. El adoptado será hijo matrimonial de los adoptantes o hijo no
matrimonial, si el adoptante es persona singular.
3.- Por técnicas de reproducción humana asistida: La filiación en este caso, es consecuencia de
la aplicación de dichas técnicas. Si las personas que se someten a ellas están casadas entre sí, la
filiación será matrimonial; en caso contrario será no matrimonial.
FILIACIÓN MATRIMONIAL:
Nota: tener presente los arts. 184, 185 y 187 del CC.
El vínculo es bilateral, lo que implica relación filiativa con ambos padres.
Son hijos de filiación matrimonial:
1.- Los concebidos durante el matrimonio de sus padres;
2.- Los nacidos durante el matrimonio de sus padres, y
3.- Los nacidos antes del matrimonio de sus padres:
3.1.- Cuando la paternidad y maternidad hayan estado determinadas legalmente de antemano;
760
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3.2.- Cuando padre y madre, en el acto del matrimonio o durante la vigencia de él, reconocen la
filiación, y
3.3.- Cuando existiendo matrimonio entre los padres, la filiación se determina por sentencia dictada
en juicio de filiación.
En consecuencia la filiación matrimonial puede ser de origen o adquirida.
A.- FILIACIÓN MATRIMONIAL DE ORIGEN O PROPIAMENTE TAL.
La filiación es matrimonial o propiamente tal cuando existe matrimonio entre los padres al tiempo
de la concepción o del nacimiento del hijo (art. 180 inc. 1 CC).
Basta con nacer inmediatamente después de celebrado el matrimonio para acceder a este tipo de
filiación. No obstante, si el marido ignoraba el estado de preñez de la mujer, en el momento del
matrimonio, y la criatura naciera antes de los 180 días de celebrado este, el art. 184 inc.2 CC le
otorga una acción para desconocer la paternidad.
Es filiación matrimonial de origen, igualmente, aquella en que el hijo nace dentro de los 300 días
siguientes a la disolución del matrimonio o a la separación judicial de los cónyuges (art. 184 inc. 1
CC).
Requisitos de la filiación matrimonial de origen:
1)- Que la mujer casada dé a luz a un hijo y que la maternidad respecto de él esté determinada. El
art. 183 CC dispone: “La maternidad queda determinada legalmente por el parto, cuando el
nacimiento y las identidades del hijo y de la mujer que lo ha dado a luz constan en las partidas del
Registro Civil. / En los demás casos la maternidad se determina por reconocimiento o sentencia
firme en juicio de filiación, según lo disponen los artículos siguientes”.
2)- Que la concepción o el nacimiento se produzca en el matrimonio. Es aplicable el art. 76 CC, que
trae una presunción de derecho en relación con la fecha de la concepción y la del nacimiento.
Cumpliéndose las exigencias anteriores, rige la presunción legal de paternidad del marido de la
madre, quedando, así, determinada la filiación matrimonial.
B.- FILIACIÓN MATRIMONIAL ADQUIRIDA.
Se presenta en los siguientes casos:
1. Cuando el hijo tiene determinada legalmente la filiación no matrimonial -no importando de
qué manera se haya establecido- respecto de ambos padres y estos contraen posteriormente
matrimonio entre sí.
En este supuesto, el matrimonio convierte la filiación no matrimonial en matrimonial,
conforme al art. 185 CC.
2. Hijos reconocidos en el acto del matrimonio. El legislador incurre en una imprecisión al
señalar esta posibilidad de determinación de la filiación matrimonial en le art. 187 CC,
dentro del título “De la determinación de la filiación no matrimonial”. Por su parte, los
761
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
FILIACIÓN NO MATRIMONIAL:
Es aquella que no puede subsumirse en alguno de los casos anteriores, conforme a los dispuesto en
el art. 180 inc. final CC.
Art. 180 inc. final CC = “En los demás casos, la filiación es no matrimonial”.
Entonces, existirá filiación no matrimonial cuando los padres no hayan contraído matrimonio entre
sí y la filiación del hijo se encuentre determinada legalmente respecto de su padre, de su madre, o
de ambos, pues ha obtenido, ya sea de uno o de ambos progenitores: un reconocimiento; una
sentencia firme el juicio de filiación; se ha constatado oficialmente su filiación respecto de la madre
por el hecho del parto, o se ha determinado la paternidad aplicando la presunción legal del art. 184
CC, en el caso de los convivientes civiles heterosexuales.
Puesto que no existe matrimonio entre los padres, el vinculo del hijo, por regla general, es unilateral
y autónomo respecto de cada uno de los progenitores en relación con el cual su filiación está
determinada. Por excepción, será bilateral, si existe acuerdo de unión civil y los convivientes civiles
son de diferente sexo.
762
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El tenor literal es claro: no cabe que se someta(n) a dichas técnicas una persona sola o dos del
mismo sexo; debe tratarse de un hombre y una mujer, siendo indiferente si están -o no- unidos en
matrimonio. Tampoco cabe ejercer acciones que intenten desvirtuar la filiación determinada de esta
manera. Se impide que, si hubo un aportante de gametos extraño, impugne la filiación del hijo y
reclame el vínculo parental. Asimismo, se evita que aquel miembro de la pareja que no aportó sus
gametos, pero sí se sometió a la técnica, desconozca su paternidad o maternidad.
De acuerdo con la historia de la norma, ella fue el resultado del interés de los legisladores de
precaver posibles acciones de impugnación y de reclamación de estado civil que podrían perturbar
gravemente a la pareja en conjunto o a un miembro de ella y, en todo caso, al hijo.
DETERMINACIÓN DE LA FILIACIÓN:
La filiación puede ser determinada respecto de ambos padres, respecto de uno solo -por lo general,
será de la madre-, también puede no estar determinada ni respecto del padre ni de la madre.
Conforme al art. 181 CC: “La filiación produce efectos civiles cuando queda lealmente
determinada…”. Por tanto, que una persona no tenga una filiación determinada significa que no
podrá hacer valer los derechos correspondientes a su calidad de hijo.
En lo tocante a la determinación de la filiación, el CC distingue:
1).- Determinación de la maternidad;
2).- Determinación de la filiación matrimonial, y
3).- Determinación de la filiación no matrimonial.
763
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Presupone 2 elementos:
1- Que la mujer haya dado a luz a un hijo, y
2- Que la criatura que pasa por su hijo sea producto de dicho parto.
Art. 183 inc. 1 CC = “La maternidad queda determinada legalmente por el parto, cuando el
nacimiento y las identidades del hijo y de la mujer que lo ha dado a luz constan en las partidas del
Registro Civil”.
De manera que en este caso la maternidad queda determinada sin necesidad de una manifestación de
voluntad de la madre. Naturalmente que si la maternidad así establecida no corresponde a la
realidad, podrá ser impugnada.
El art. 183 inc. 2 CC señala que “En los demás casos la maternidad se determinara por
reconocimiento o sentencia firme en juicio de filiación, según lo disponen los artículos siguientes”.
Ello quiere decir, que si la maternidad no queda determinada en la forma que venimos estudiando,
sea porque la declaración del requirente no coincide con el comprobante de parto, sea porque no
constan en la inscripción las identidades del hijo y de la madre, sea porque no existe comprobante
del parto, la determinación sólo podrá hacerse por reconocimiento de la madre o por sentencia firme
en juicio de filiación.
B.- DETERMINACIÓN DE LA PATERNIDAD Y MATERNIDAD POR
RECONOCIMIENTO.
El art. 187 CC señala “El reconocimiento del hijo tendrá lugar mediante una declaración
formulada con ese determinado objeto por el padre, la madre o ambos”. Es entonces, la declaración
de voluntad del progenitor -padre o madre- o de ambos con el fin de reconocer a un hijo. La
expresión utilizada por el legislador “con ese determinado objeto” exige que la manifestación tenga
esa finalidad, no puede ser circunstancial.
b.1.- Sujeto pasivo del reconocimiento.
El reconocido puede ser menor o mayor de edad -incluso puede haber fallecido, art. 193 CC-,
siempre que no tenga una filiación determinada legalmente (art. 189 CC).
Conforme al art. 74 inc. 1 CC, puede ser reconocida una criatura aun antes de que nazca, es decir,
antes de que tenga existencia legal. Este reconocimiento seria un acto condicional, estaría sujeto al
hecho incierto que la criatura nazca y viva, aunque sea un instante, separada completamente de su
madre.
b.2.- Sujeto activo del reconocimiento.
La capacidad para reconocer voluntariamente a un hijo se adquiere con la pubertad. Puede
reconocer un hijo un menor adulto, sin que precise autorización de su representante legal (art. 262
CC).
Si una menor de 12 años da a luz un hijo, probablemente quedará determinada la maternidad por el
hecho del parto, si no, ella podrá reconocerlo al llegar a la edad púber. Si un varón menor de 14
años es padre de un hijo, podrá quedar determinada la paternidad por reconocimiento cuando
764
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
alcance los 14 años. En uno y otro caso, en subsidio, puede quedar determinada la filiación por
sentencia judicial.
Si una mujer demente o una mujer que no puede darse a entender claramente da a luz un hijo,
también, con gran probabilidad, quedará determinada la filiación por el hecho del parto. De no ser
así, tendrá que ser por sentencia judicial, pues una y otra son absolutamente incapaces y, por tanto,
el legislador considera que carecen de voluntad. El representante legal no puede actuar en este
ámbito, ya que el reconocimiento es un acto personalísimo en que no cabe la representación legal.
Si se trata de un varón absolutamente incapaz, la única posibilidad de determinar su paternidad será
a través de una sentencia judicial.
b.3.- Características del reconocimiento.
1.- Unilateral y declarativo, ya que basta la declaración del voluntad del reconociente, padre o
madre. No requiere la aceptación del reconocido.
Nota: Lo anterior, sin perjuicio del derecho del hijo para repudiar tal reconocimiento, en los plazos
y cumpliendo las exigencias que contempla el artículo 191 CC.
2.- Solemne, dado que la voluntad del reconociente debe manifestarse de alguna de las formas
establecidas en los arts. 187, 188 y 199 bis CC.
3.- Irrevocable, como la mayoría de los actos de familia. Posee esta característica incluso aquel que
conste en un testamento que luego fuese revocado (art. 189 inc. 2 CC).
4.- No susceptible de modalidades, característica igualmente común a los demás actos de familia
(art. 189 CC).
b.4.- Formas de reconocimiento.
Hay 3 formas de reconocimiento:
1).- Expreso espontáneo.
El reconocimiento será expreso espontáneo en los casos del art. 187 CC.
Esta clase de reconocimiento será siempre solemne, siendo diversas, ya que las declaraciones
pueden formularse:
- Ante el Oficial del Registro Civil, al momento de inscribirse el nacimiento del hijo o en el
acto del matrimonio de los padres;
- En acta extendida en cualquier tiempo, ante cualquier Oficial del Registro Civil;
- En escritura pública, y
- En un acto testamentario.
Hay una declaración emitida con el objeto de reconocer al hijo, formulada por el padre y/o la madre
en los 3 primeros casos, solo por uno de ellos, en el cuarto. En aquellos, es posible efectuarlo
mediante mandatario especialmente facultado en escritura pública, no así en el último, pues el
testamento es indelegable (art. 190 CC).
765
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: nótese que se trata de un mandato especial y solemne, lo cual constituye una excepción a las
reglas generales.
2).- Tácito o presunto.
Esta forma de reconocimiento está consagrada en el art. 188 CC.
Consiste en “el hecho de consignarse el nombre del padre o de la madre, a petición de cualquiera
de ellos, al momento de practicarse la inscripción del nacimiento”. La ley lo estima “suficiente
reconocimiento de filiación”.
3).- Judicial.
Art. 199 bis CC = “Entablada la acción de reclamación de filiación, si la persona demandada no
comparece a la audiencia preparatoria o si negare o manifestare dudas sobre su paternidad o
maternidad, el juez ordenará de inmediato, práctica de la prueba pericial biológica, lo que se
notificará personalmente o por cualquier medio que garantice la debida información del
demandado.
El reconocimiento judicial de la paternidad o maternidad se reducirá a acta que se subinscribirá al
margen de la inscripción de nacimiento del hijo o hija, para lo cual el tribunal remitirá al Registro
Civil copia autentica”.
Podemos apreciar de la lectura de la norma que el demandado puede asumir diversas conductas. Si
reconociese al hijo antes de saber el resultado de las pruebas periciales biológicas, y aun después de
efectuadas, siempre que lo hiciese con antelación a la dictación de la sentencia, estamos frente a un
reconocimiento que no podríamos calificar de forzado, sino voluntario, aunque inducido. En tal
caso no habrá sentencia y se levantará acta, cuya copia autorizada deberá subinscribirse al margen
de la inscripción de nacimiento.
Si habrá sentencia, cuando no hubiese reconocimiento por parte del demandado y fuese necesario
continuar el juicio. Si la sentencia acogiese la acción de reclamación de la filiación, deberá,
asimismo, subinscribirse al margen de la inscripción de nacimiento.
Cabe preguntarse en que casos hay determinación de la filiación en contra de la oposición del padre
o madre y la respuesta importa por las consecuencias que acarrea y que serán analizadas con
posterioridad. No estaríamos frente a este supuesto si, dada la actitud del progenitor, se levantara un
acta de su reconocimiento; si lo estaríamos cuando el demandado no reconociese al hijo y hubiese
sentencia determinando la filiación respecto de él.
Todo reconocimiento que se efectué con posterioridad a la inscripción del nacimiento, en cualquiera
de las instrumentos que reconoce la ley como aptos para este efecto, deberá subinscribirse al
margen de la inscripción de nacimiento. Dicha formalidad -la subinscripción- será de publicidad,
debido a que, sin ella, el acto no es oponible a terceros, si bien produce efecto entre las partes.
b.5.- Limites al reconocimiento (art. 189 CC).
El art. 189 inc. 1 establece que “no surtirá efectos el reconocimiento de un hijo que tenga
legalmente determinada una filiación distinta, sin perjuicio del derecho de ejercer las acciones a
766
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
que se refiere el artículo 208”. Esta última frase significa que quien pretende ser el padre o madre
deberán ejercer simultáneamente las acciones de impugnación de la filiación existente y de
reclamación de la nueva filiación.
El art. 189 inc. 2 y 3 señalan: “El reconocimiento es irrevocable, aunque se contenga en un
testamento revocado por otro acto testamentario posterior, y no susceptible de modalidades. / El
reconocimiento no perjudicará los derechos de terceros de buena fe que hayan sido adquiridos con
anterioridad a la subinscripción de éste al margen de la inscripción de nacimiento del hijo”.
La subinscripción no constituye solemnidad del reconocimiento, sino una medida de publicidad
para que el acto sea oponible a terceros de tal forma que mientras no se cumpla con ella no podrá
hacerse valer en juicio (art. 8 ley 4.808). El art. 189 inc. final CC confirma el carácter de requisito
de oponibilidad al establecer que “el reconocimiento no perjudicará los derechos de terceros de
buena fe que hayan sido adquiridos con anterioridad a la subinscripción de éste al margen de la
inscripción de nacimiento del hijo”.
C.- REPUDIACIÓN DEL RECONOCIMIENTO.
Consiste en la no aceptación del hecho del reconocimiento. Puede repudiar aquel hijo cuya filiación
se determinó espontánea y voluntariamente por el progenitor. En cambio, no puede hacerlo aquel
hijo cuya filiación ha quedado determinada por haber ejercido una acción de reclamación porque
sería ir contra sus actos propios.
El legislador, en esta materia, como en otras, no llevó a ultranza uno de los principios subyacentes
de la ley 19.585, el cual es la prevalencia de la verdad biológica. El reconocido puede, por regla
general, repudiar el reconocimiento y sin expresión de causa. La razón legal radica en que el
reconociente pudo haber tenido en vista exclusivamente las ventajas personales, pecuniarias o de
otra índole que a él le reportaría el reconocimiento. Puede haber actuado por su interés y no por el
del reconocido.
c.1.- Sujeto activo de la repudiación y plazos para repudiar.
1.- Si se ha reconocido un hijo vivo, mayor de edad al tiempo del reconocimiento y capaz, podrá
repudiar dentro del plazo de 1 año contado desde que conoció el reconocimiento (art. 191 CC).
2.- Si el reconocido es mayor de edad, al tiempo del reconocimiento, pero es incapaz, debemos
distinguir, según si se trata de un interdicto por demencia o sordomudez o de un interdicto por
disipación:
i).- En el primer caso, cuando el reconocido es un incapaz absoluto, puede repudiar por él, su
curador siempre que cuente con autorización judicial (art. 191 inc. 2 CC).
ii).- En el segundo, es decir, si el reconocido es un disipador bajo interdicción de administrar lo
suyo, no necesitará autorización de su curador ni de la justicia para repudiar (art. 191 inc. 3 CC).
3.- Si el reconocido fuese menor de edad, al tiempo del reconocimiento, sólo el podrá repudiar en el
plazo de 1 año contado desde que, habiendo alcanzado la mayoría de edad, supo del reconocimiento
(art. 191 inc. 1 CC).
767
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
4.- Si el hijo que se reconoce está muerto, sus herederos pueden repudiar dentro del plazo de 1 año
contado desde el reconocimiento (art. 193 inc. 1 CC).
5.- Si el hijo fuese menor de edad y falleciese antes de la mayoría de edad, sus herederos podrán
repudiar dentro del plazo de 1 año contado desde su muerte (art. 193 inc. 1 CC).
6.- Si el reconocido fuese mayor de edad y falleciese antes del término del plazo que tiene para
repudiar, sus herederos podrán hacerlo dentro del plazo que le restaba al reconocido (art. 193 inc. 2
CC).
c.2.- Características del repudio.
1.- Unilateral, ya que basta la sola voluntad del repudiante.
Es necesario tener presente lo ya dicho, que podrá repudiarse el reconocimiento expreso espontáneo
o el tácito, pero no el inducido ni el forzado porque en estos casos la filiación ha quedado
determinada como consecuencia del accionar del reconocido y no por iniciativa del reconociente.
¿Es posible repudiar otra forma de determinación de la filiación, esto es, por el hecho del parto,
respecto de la madre; por presunción de paternidad, en relación con el marido o el conviviente civil
varón de la madre? Dado el tenor de la ley, la respuesta tendría que ser negativa, pues se admite el
repudio del reconocimiento y estas dos formas de determinación de la filiación no se subsumen en
él.
2.- Solemne, siendo su formalidad ad solemnitatem, la escritura pública. Para que sea oponible a
terceros deberá subinscribirse.
3.- Irrevocable, ya que el art. 191 CC declara la irrevocabilidad de la repudiación, aunque es claro
que si ella hubiese adolecido de algún vicio de la voluntad, seria rescindible, de acuerdo con las
reglas generales.
c.3.- La repudiación puede hacerse a través de mandatario.
Aun cuando la ley no contempla esta situación, no vemos inconveniente en que pueda actuarse de
este modo, pues tampoco la ley lo ha prohibido. Creemos eso sí, que el mandato debe cumplir las
mismas exigencias que el art. 190 CC contempla para el que se da para reconocer a un hijo, esto es,
otorgarse por escritura pública y contener facultades especiales para repudiar.
c.4.- Limites al repudio.
El art. 192 CC establece en qué casos no se puede repudiar: cuando el hijo, en su mayoría de edad,
ha aceptado ya sea de manera expresa o tácita, el reconocimiento; ello seria ir contra sus actos
propios. A continuación, en los incisos 2 y 3, explicita cuando ha habido aceptación expresa y
cuando tácita.
La aceptación es expresa cuando se toma el título de hijo en instrumento público o privado o en acto
de tramitación judicial, y es tácita cuando se realiza un acto que supone necesariamente la calidad
de hijo y que no se hubiere podido ejecutar sino en ese carácter.
768
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
769
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
770
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
771
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Para que la posesión notoria acredite el estado civil de hijo de determinada persona, debe haber
durado, a lo menos 5 años continuos y comprobarse los elementos que la configuran “por un
conjunto de testimonios y antecedentes o circunstancias fidedignos que la establezcan de un modo
irrefragable” (art. 200 inc. 1 CC).
Dado el tenor de la norma, la sola prueba testimonial es insuficiente, mostrando el legislador,
nuevamente su desconfianza acerca de este medio probatorio.
De acuerdo con la historia fidedigna del establecimiento de la ley, la preponderancia otorgada a la
posesión notoria por sobre la realidad biológica, obedece al deseo de preferir a quienes han criado,
educado y tratado como hijo a quien no lo es biológicamente.
No obstante, puesto que esta ficción, en un caso concreto, puede perjudicar los intereses del hijo, el
inciso 2 del art. 201 CC faculta al juez -si se acreditan “graves razones que demuestren la
inconveniencia para el hijo”- para hacer primar las pruebas periciales biológicas por sobre la
posesión notoria.
Queda entregada, entonces, a la facultad discrecional del juez, la ponderación entre posesión notoria
y prueba pericial biológica cuando entre una y otra haya contradicción. Es él quien habrá de
calificar y fundamentar la gravedad de las razones.
g.2.3.- Respecto de las presunciones judiciales.
Mencionamos que según el art. 198 inc. 2, las presunciones deben cumplir con los requisitos del art.
1712 CC. Indicamos también, que el legislador se refiere a las presunciones judiciales, aquellas que
puede hacer el juez en el proceso.
El art. 210 CC, acerca de una situación de hecho, dispone que, comprobada, servirá de base para
una presunción judicial de paternidad. Ella es el concubinato de la madre con el supuesto padre en
la época de la concepción del hijo. La norma agrega que la excepción que podría oponer el
demandado, probando que la madre cohabitó con otro durante ese periodo, no bastará para desechar
la demanda, pero hará necesario el emplazamiento previo del tercero en cuestión, para que el juez
pueda dictar sentencia (art. 210 inc. 2 CC).
No quedaron plasmadas las razones habidas para dicho emplazamiento, como tampoco se
explicitaron sus consecuencias. Sin embargo, no cabría que el juez, en la sentencia, determinase la
filiación respecto de este tercero, puesto que su emplazamiento recién se habría realizado en el
término probatorio y no al inicio del juicio.
Es evidente, por tanto, en materia de la determinación de la filiación, la importancia de las
presunciones de una y otra clase -legal y judicial-.
ACCIONES DE FILIACIÓN:
La ley admite una amplia investigación de la paternidad o maternidad y la regula en el Título VIII
del Libro I del CC “De las acciones de filiación”.
772
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Las acciones de filiación son aquellas que tiene por objeto obtener de los tribunales un
pronunciamiento relativo a la filiación, ya declarándola -la sentencia que acoge una demanda de
reclamación no es constitutiva, sino declarativa-, ya negando la que estaba establecida formalmente.
1.- Principios subyacentes.
1° Amplia libertad en relación con la investigación de la paternidad y maternidad basada en el
derecho a la identidad personal (art. 195 CC).
2° Protección de la privacidad de los intervinientes. Para ello, se prescribe que los juicios de
filiación serán secretos hasta la sentencia de término.
3° Las acciones de filiación no son constitutivas de derechos, sino declarativas de un derecho
preexistente, por ende, se retrotraen al momento de la concepción del hijo.
4° Los titulares de las acciones son padre, madre e hijo y sus herederos, en ciertos casos.
5° El juez debe decretar medidas de protección al hijo durante la tramitación del juicio.
6° Se acepta cualquier medio probatorio, otorgándose especial relevancia a las pruebas biológicas,
dado su grado de certeza.
2.- Características.
1.- Son de orden público, característica que deriva de estar insertas en el derecho de familia. Por
ello están fuera del comercio humano, son indisponibles.
2.- Son irrenunciables.
3.- Sus titulares son padre, madre e hijo y, excepcionalmente, sus herederos.
3.- Clases de acciones.
a.- De reclamación.
b.- De impugnación.
c.- De desconocimiento de la paternidad, y
d.- De nulidad.
El tribunal competente, para conocer acerca de las acciones de filiación, es el de familia,
tramitándose según las reglas del procedimiento de familia fijadas en la Ley de Tribunales de
Familia (ley 19.968) y, en lo no regulado por la ley, por las normas comunes a todo procedimiento.
Veamos estas acciones:
A.- ACCIÓN DE RECLAMACIÓN.
Mediante ella se demanda que se reconozca la calidad de hijo respecto de determinada persona.
Es necesario tener presente lo ya expresado: si el hijo no tuviese determinada la filiación respecto
de uno o de ambos progenitores, el padre y/o la madre, en su caso, no precisara(n) entablar esta
773
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
acción, le(s) bastaría reconocer al hijo, conforme al art. 187 CC. En cambio, si no es el progenitor,
sino el hijo quien requiere que la filiación se determine porque el padre y/o la madre no lo han
reconocido voluntariamente, deberá interponerla.
El derecho de reclamar la filiación no prescribe ni cabe su renuncia, mas los efectos patrimoniales
quedan sometidos a las reglas generales de prescripción y renuncia (art. 195 inc. 2 CC).
La acción de reclamación corresponde al hijo, al padre o a la madre (arts. 204 y 205 CC). Además, a
los herederos del hijo que hubiese fallecido siendo incapaz, dentro del plazo de 3 años contados
desde la muerte y a los herederos del hijo que hubiese fallecido entes de transcurrir 3 años de
alcanzada la plena capacidad, en cuyo caso, los herederos contarán con el residuo de este lapso para
accionar, y si se tratase de herederos incapaces, el plazo o el residuo comenzará a correr desde que
hayan alcanzado la plena capacidad (art. 207 CC).
El art. 206 CC da un plazo de prescripción particular para el hijo póstumo y el hijo cuyo padre
fallece dentro de los 180 días siguientes al parto, señalando “Si el hijo es póstumo, o si alguno de
los padres fallece dentro de los 180 días siguientes al parto, la acción podrá dirigirse en contra de
los herederos del padre o de la madre fallecidos, dentro del plazo de 3 años, contados desde su
muerte o, si el hijo es incapaz, desde que éste haya alcanzado la plena capacidad”.
Por tanto, mientras en relación con la acción entablada en contra de los herederos del padre o madre
fallecidos por el representante legal del hijo, el lapso se computa desde la muerte del progenitor; si
la ejerce el hijo, el plazo comienza a correr cuando este alcanza la plena capacidad.
a.1.- Acción de reclamación de filiación matrimonial.
Puesto que la determinación de la filiación afectará a ambos progenitores, si es el hijo el
demandante, deberá dirigirse conjuntamente en contra de ambos padres -art. 204 inc. 2 CC-, y si la
acción fuese ejercida por uno de los padres, el otro progenitor deberá necesariamente intervenir en
el juicio so pena de nulidad (art. 204 inc. final CC). A pesar del tenor de la norma, bien podría el
otro progenitor no comparecer, pero ha de ser emplazado y notificado de todas las resoluciones que
recaigan en el juicio.
Existe inaplicabilidad de la presunción legal de paternidad del marido de la mujer que ha dado a luz
pasados 300 días de decretada la separación judicial. Si el marido no compareciere a reconocer el
hijo, aunque fuese su padre biológico, cabria entablar una acción de reclamación y se establecería la
filiación matrimonial por sentencia judicial (art. 37 LMC y art. 184 CC).
a.2.- Acción de reclamación de filiación no matrimonial.
Si se trata de filiación no matrimonial, la acción la puede ejercer el hijo -o su representante legal si
el hijo fuese incapaz- contra el padre y/o madre, y, el padre o la madre cuando el hijo tuviese
determinada otra filiación, debiendo, en este caso, ejercer conjuntamente las acciones de
impugnación -de la filiación que el hijo ya tiene determinada- y de reclamación de filiación (arts.
205 y 208 CC). Las partes en este juicio serán no solo el hijo, sino también aquel y/o aquella
respecto del y/o de la cual se está impugnando la filiación del hijo.
774
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
775
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
776
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
777
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
No obstante, no podrán ejercer la acción, si el marido hubiese reconocido al hijo como suyo en
testamento o en otro instrumento público (art. 213 inc. 2 CC).
3). El hijo y su representante legal (art. 214 CC).
Puede impugnar la paternidad, el representante legal del hijo incapaz en el solo interés de este,
dentro del año siguiente a su nacimiento o el hijo por sí, dentro de 1 año de alcanzada la plena
capacidad.
La acción se entablará en contra del marido y la ejercerá, en el primer caso previsto, el representante
legal del hijo, que será, por regla general, la madre. La expresión utilizada por el legislador “en el
solo interés de este” no puede ignorarse al conocer una impugnación entablada por el representante
legal, pues, si se da lugar a la demanda, el hijo quedaría sin filiación determinada en relación con el
padre. Por otra parte, habría que proporcionarle un curador para la litis, conforme al art. 19 de la ley
19.968, ya que podrían existir intereses incompatibles entre la madre y el hijo.
4). El padre biológico (art. 208 CC).
Si su hijo tiene determinada la filiación respecto de otro, puede impugnar dicha paternidad; para
ello deberá ejercer conjuntamente la acción de reclamación de filiación.
778
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Si el hijo fuese incapaz, podrá impugnar la paternidad su representante legal, en interés de este.
El legislador agrega “conforme a las reglas previstas en el artículo 214”. Esta remisión hace surgir
dudas acerca de desde cuando se computa el plazo que tiene el representante legal para impugnar,
pues, en dicha disposición, el término es de 1 año contado desde el nacimiento y bien podría
acontecer que el reconocimiento fuese posterior a este. Tendríamos que entender, en este caso, que
el plazo comienza a correr desde el reconocimiento.
3). Los herederos del hijo (art. 216 inc. 3 CC).
Si el hijo falleciese, desconociendo el reconocimiento o antes de cumplido el término para
impugnarlo, podrán ejercer la acción sus herederos por el plazo completo, en el primer caso, o por
el residuo, en el segundo.
4). Todo aquel que acredite un interés actual en la impugnación (art. 216 inc. final CC).
Cuenta con el plazo de 1 año desde que tuvo interés y pudo hacer valer su derecho. La
jurisprudencia mayoritaria, tal como en otras materias, ha fallado que dicho interés debe ser
patrimonial, no siendo suficiente el interés moral. Ramos opina de la misma manera. María Soledad
Quintana Villar discrepa, ya que le parece que en este ámbito -el del derecho de familia-, no puede
circunscribirse el interés a lo meramente pecuniario.
5). El padre biológico (art. 208 CC).
Tal como en la filiación matrimonial, puede impugnar la filiación ya determinada respecto de otro,
siempre que ejerza conjuntamente la acción de reclamación.
6). ¿Y el reconociente?
Si bien el art. 189 inc. 2 CC no le permite impugnar la paternidad determinada por reconocimiento,
expresando la irrevocabilidad de este, podría ejercer la acción de nulidad por vicio de la voluntad,
aplicando las reglas generales, en el plazo de 1 año contado desde el reconocimiento, pero si el vicio
fuese la fuerza, el cómputo comenzaría a correr cuando esta cesase (art. 202 CC).
Es pertinente señalar acerca de aquella especial manera de determinar la paternidad consignada en
el art. 184 inc. 3 CC en relación con el hijo que nace pasados los 300 días de decretada la
separación judicial. Aunque el legislador incorrectamente declara que seria aplicable la presunción
de paternidad, no es sino un reconocimiento y, como tal, irrevocable, es decir, no cabría
impugnarlo; empero, de darse los supuestos, podría entablarse la acción de nulidad.
b.3.- Impugnación de la maternidad.
Se puede impugnar la maternidad, desvirtuando alguno de los 2 hechos en que esta se basa, el hecho
del parto y la identidad del hijo procedente de dicho parto (art. 217 inc. 1 CC).
Tendrá que probarse o falso parto o suplantación del verdadero hijo por el pretendido. En estos
tiempos, con las pruebas periciales de carácter biológico, ello no tendría que presentar mayor
dificultad.
779
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
780
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
tenor se desprende que solo podrá impugnar una filiación así determinada, un tercero que no haya
intervenido en el juicio y siempre que entable conjuntamente la acción de reclamación de filiación.
El art. 208 inc. 1 CC alude justamente a esta situación y a todas aquellas en que la filiación ya
estuviese determinada: “Si estuviese determinada la filiación de una persona y quisiere reclamarse
otra distinta, deberán ejercerse simultáneamente las acciones de impugnación de la filiación
existente y de reclamación de la nueva filiación”.
En ningún caso cabe impugnar la filiación cuando el hijo hubiese sido concebido gracias a la
aplicación de técnicas de reproducción humana asistida (art. 182 inc. 2 CC).
b.5.- Interposición conjunta de las acciones de impugnación y reclamación.
El art. 208 CC ordena la interposición conjunta de ambas acciones, cuando la filiación ya estuviese
determinada y fuese incompatible, en cuyo caso, no rigen los plazos de impugnación recién
señalados.
Legitimados activos son todos aquellos que podrían entablar una u otra acción.
¿Puede el juez aceptar una y desechar otra?¿Podría acoger la de impugnación y no la de
reclamación? A causa del principio del interés superior del niño, manifestado en numerosas normas
en las cuales en pro de este se sacrifican otros intereses, incluso el de la verdadera verdad biológica,
nos parece que ello no seria posible. También, teniendo en consideración el derecho a su identidad.
* Sentencia que dé lugar a la acción de reclamación o de impugnación (art. 221 CC):
El fallo que acoja la acción de reclamación o de impugnación debe “subinscribirse al margen de la
inscripción de nacimiento del hijo y no perjudicará los derechos de terceros de buena fe que hayan
sido adquiridos con anterioridad a la subinscripción”.
La subinscripción de la sentencia constituye una formalidad de publicidad, pues de no efectuarse, la
sanción será la inoponibilidad a terceros.
C.- ACCIÓN DE DESCONOCIMIENTO DE LA PATERNIDAD EN LA FILIACIÓN
MATRIMONIAL (art. 184 CC).
Esta orientada a que el tribunal declare que la presunción de paternidad no es aplicable. Procederá
cuando el hijo, nacido dentro del matrimonio, no quede amparado por la presunción legal de
paternidad del art. 184 CC, facultando al marido de la madre para desconocer la paternidad.
En le caso de los convivientes civiles heterosexuales, ¿procedería esta acción de darse los
supuestos? No está claro, pues el art. 21 de la ley 20.830 se remite al art. 184 CC para efectos de la
presunción de paternidad, disposición que no fue modificada y que le otorga legitimación activa
solo al marido.
¿Cuáles son los requisitos establecidos para el ejercicio de esta acción?
1°- Nacimiento del hijo antes de los 180 días siguientes de celebrado el matrimonio.
2°- Desconocimiento del marido de la preñez de la madre, al tiempo de casarse.
781
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
3°- Que no haya reconocido al hijo después de nacer por hechos positivos y públicos, dado que sería
atentar contra un acto propio. El onus probandi recae sobre el hijo, por no estar amparado por la
presunción de paternidad. ¿Y que deberá probar el hijo? Que el marido conocía el estado de
gravidez de su madre.
A la acción de desconocimiento le son aplicables las mismas reglas de procedimiento que las
procedentes para la acción de impugnación.
Es de destacar que, siendo esta una acción cuyo objeto es simplemente que el tribunal constate los
supuestos ya mencionados, le queda a salvo, al marido, la posibilidad de entablar la acción de
impugnación de paternidad.
D.- ACCIÓN DE NULIDAD DEL RECONOCIMIENTO.
Esta acción está dirigida a que el tribunal declare inválido el reconocimiento, en virtud de la
omisión de ciertos requisitos prescritos por la ley para su existencia y validez y, por consiguiente, se
retrotraigan las cosas al estado anterior a la celebración del acto en cuestión.
El art. 202 CC, en otra manifestación de preferir la protección del interés del hijo por sobre la
verdad biológica, otorga plazos breves para impetrar la acción por vicios de la voluntad; así, si hubo
dolo, el lapso será de 1 año contado desde la fecha del reconocimiento, y si se ejerció fuerza,
también, será de 1 año, pero ahora el plazo se cuenta desde que la fuerza haya cesado.
En los demás casos en que sea procedente impetrar la acción de nulidad, como, por ejemplo, por
ausencia de formalidades o por adolecer el reconociente de incapacidad para reconocer, serian
aplicables las reglas generales.
¿Quiénes sin titulares de la acción de nulidad de reconocimiento? No hay norma especial, son
aplicables, asimismo, las reglas generales, a saber, el art. 1684 CC que otorga acción para demandar
la declaración de nulidad relativa a todos aquellos en cuyo beneficio la han establecido las leyes o
sus herederos o cesionarios.
A la pregunta, ¿a quienes beneficia, en este caso, la declaración de nulidad?, considera Corral, que
son sujetos activos de la acción el que reconoció con la voluntad viciada ya sea por error, fuerza o
dolo, y todo aquel que sea titular de la acción de impugnación de dicho reconocimiento.
782
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: Los derechos de alimentos derivados de la filiación se analizarán más adelante al tratar
específicamente dicha materia, y los derechos hereditarios se estudiarán en derecho sucesorio,
por lo que por el momento nos ocuparemos sólo de las 2 primeras materias enunciadas.
1.- LA AUTORIDAD PATERNA.
1.1.- Deberes de los hijos para con sus padres.
Los hijos deben ser leales con sus padres. Este deber de lealtad de los hijos para con los padres, s,
tiene su consagración legal en los artículos 222, inciso 2° y 223 del Código Civil. El primero, en
cuanto consagra el “deber de respeto”; el segundo, en cuanto consagra el “deber de cuidado” o
“deber de socorro”. Ambos son los componentes de lo que hemos denominado deber de lealtad
filial.
Se trata de un deber jurídico, y no sólo de una obligación, porque su contenido no es puramente
patrimonial, sino que al mismo tiempo envuelve aspectos éticos y patrimoniales. Pero, ciertamente
que no se trata sólo de deberes morales, pues es la ley la que los consagra y su eventual
incumplimiento acarrea graves consecuencias jurídicas para el infractor, como son la indignidad
para suceder o el desheredamiento o el ser condenado al pago de una pensión de alimentos.
1.1.1.- Deber de respeto y obediencia (art. 222 inc. 2 CC).
Art. 222 CC = “La preocupación fundamental de los padres es el interés superior del hijo, para lo
cual procurarán su mayor realización espiritual y material posible, y lo guiarán en el ejercicio de
los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana de modo conforme a la evolución de
sus facultades.
Los hijos deben respeto y obediencia a sus padres”.
En cuanto al deber de obediencia se trata de un deber que expirará en el momento en que se
produzca la emancipación del hijo. Solo los hijos menores deben obediencia a sus padres. En
cambio, el deber de respeto es permanente. No se extingue cuando el hijo alcance la mayoría de
edad o se emancipe por otra causa.
Ahora bien, de las acepciones que tiene la palabra “respeto” en el Diccionario de la Lengua, nos
parece que la que corresponde aplicar para los efectos del art. 222, es la segunda entrada:
“Miramiento, consideración, deferencia”. A su vez, por “miramiento”, entiende el Diccionario el
“respeto, atención y circunspección que se observan al ejecutar una acción o se guardan a una
persona”; por “consideración”, “urbanidad, respeto”; y por “deferencia”, “muestra de respeto o de
cortesía”.
De esta manera, el Juez de la causa debiera contrastar las conductas denunciadas por el progenitor
en un juicio por desheredamiento, con aquella caracterizada por el “respeto” hacia el causante, es
decir, determinando si las conductas que se le imputan al hijo desheredado, carecieron de
miramientos, de consideración y de deferencia para con el progenitor; si tales conductas supusieron
desatención, falta de atención y de circunspección en el trato al padre; si carecieron de la urbanidad
y de la cortesía que se espera en la relación entre un padre y su hijo.
783
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
784
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
este mismo artículo ha zanjado una vieja discusión y aclarado que “Sólo constituyen injuria atroz
las conductas descritas en el artículo 968” (inciso 2° del artículo 324).
Nótese también, que el deber de cuidado no está circunscrito a los padres que se encuentren “en su
ancianidad” o “en el estado de demencia”, sino que también debe cumplirse “en todas las
circunstancias de la vida en que necesitaren sus auxilios”. Así, un padre demandado, en condiciones
normales, debiera esperar que sus hijos le apoyen en tal situación, que de suyo puede generar
angustia y sufrimiento para quien afronta una causa judicial. Si, por el contrario, uno de sus hijos
actúa dando apoyo a quien demanda al padre o a la madre, es razonable colegir que tal conducta
pueda ocasionar un profundo daño moral en el progenitor. Es decir, que tal conducta sea
constitutiva de “injuria grave” en los términos de la regla 1ª del artículo 1208 del Código Civil.
1.2.- Deberes de los padres para con sus hijos.
Se trata de verdaderos deberes-derechos, pues imponen deberes u obligaciones y confieren
facultades a los padres ante y sobre sus hijos, respectivamente.
Advierte la ley que los derechos concedidos a los padres en los artículos que se mencionan a
continuación, no podrán reclamarse (o ejercerse) sobre el hijo que hayan abandonado (artículo 238).
En la misma privación de derechos incurrirán los padres que por su inhabilidad moral hayan dado
motivo a la providencia de separar a los hijos de su lado, salvo si tal providencia haya sido revocada
(artículo 239).
Tales deberes-derechos se traducen en cuatro acciones: criar, corregir, educar y establecer a los
hijos. Los tres primeros son de carácter imperativo, y por ende, propiamente deberes, mientras que
el último, es facultativo.
1.2.1.- Deber de crianza.
1.2.1.1.- Principio general:
El artículo 222, inciso 1º, dispone que la preocupación fundamental de los padres es el interés
superior del hijo, para lo cual procurarán su mayor realización espiritual y material posible, y lo
guiarán en el ejercicio de los derechos esenciales que emanen de la naturaleza humana de modo
conforme a la evolución de sus facultades. Como ha señalado la Corte Suprema, es un “principio
que si bien tiene un contenido indeterminado, puede afirmarse que alude al pleno respeto de los
derechos esenciales del niño, niña o adolescente, buscándose a través del mismo, asegurar el
ejercicio y protección de los derechos fundamentales de los menores y posibilitar la mayor
satisfacción de todos los aspectos de su vida, orientados al desarrollo de su personalidad”.
El artículo 224, inciso 1º, señala por su parte que toca de consuno a los padres, o al padre o madre
sobreviviente, el cuidado personal de los hijos. Agrega el precepto que este cuidado se basará en el
principio de corresponsabilidad, en virtud del cual ambos padres, vivan juntos o separados,
participarán en forma activa, equitativa y permanente en la crianza y educación de sus hijos. El
citado principio pone de manifiesto que ambos padres están llamados por la ley, y además en
condiciones de igualdad, a cumplir con el deber-derecho de crianza de sus hijos. El precepto citado
guarda concordancia con el artículo 18 de la “Convención sobre los Derechos del Niño”, que
785
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
establece en su inciso 1º: “Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el
reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta
a la crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres, o en su caso, a los representantes
legales la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación
fundamental será el interés superior del niño”. Este principio también emana, en el caso de la
filiación matrimonial, del artículo 17, número 4, de la “Convención Americana sobre Derechos
Humanos” o “Pacto de San José de Costa Rica”, que dispone: “Protección a la familia (…) 4. Los
Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y la
adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matrimonio, durante el
matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de disolución, se adoptarán disposiciones
que aseguren la protección necesaria a los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de
ellos.” También cabe tener presente el artículo 16, número 1, letra d), de la “Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer”, que señala: “1. Los Estados
Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en
todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares y, en particular,
asegurarán, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres: (…) d) Los mismos derechos y
responsabilidades como progenitores, cualquiera que sea su estado civil, en materias relacionadas
con sus hijos; en todos los casos, los intereses de los hijos serán la consideración primordial”.
El principio de corresponsabilidad ha de ejercerse por los padres en forma activa, equitativa y
permanente. Por ende, los progenitores deben ejecutar todas las conductas necesarias para asegurar,
en la medida de sus posibilidades, el bienestar físico y espiritual de sus hijos; al actuar de este
modo, ninguno de los padres puede imponer su parecer por sobre el del otro, pues lo equitativo
supone igualdad entre ambos en la adopción de las decisiones que conciernan al hijo común; y todo
ello de manera sostenida en el tiempo.
La infracción a este deber de cuidado del hijo por parte del padre o madre o ambos, puede generar
para ellos responsabilidad civil ante terceros que puedan experimentar daños a consecuencia de
hechos ilícitos ejecutados por el menor (arts. 2320 y 2321 CC).
1.2.1.2.- Casos especiales:
El legislador se ha preocupado de regular en esta materia algunas circunstancias que implican
alteración de una situación normal. Tales son:
1º Situación del hijo que goza de filiación no matrimonial: el cuidado personal del hijo no
concebido ni nacido durante el matrimonio, reconocido por uno de los padres, corresponde al padre
o madre que lo haya reconocido (art. 224, inciso 2º).
2º Situación del hijo que tiene filiación indeterminada: si el hijo no ha sido reconocido por ninguno
de sus padres, la persona que tendrá su cuidado será determinada por el juez (artículo 224, inciso
2º).
3º Situación del hijo, cuando sus padres viven separados:
● Determinación del cuidado personal de común acuerdo por los padres: mediante escritura pública
o acta extendida ante cualquier oficial del Registro Civil, subinscrita al margen de la inscripción de
786
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
nacimiento del hijo dentro de los 30 días siguientes a su otorgamiento, ambos padres, actuando de
común acuerdo, podrán determinar que el cuidado personal de uno o más hijos corresponda: i) al
padre; ii) a la madre; o iii) a ambos en forma compartida. Este acuerdo podrá revocarse o
modificarse cumpliendo las mismas solemnidades (artículo 225, inciso 1º). Se trata en este caso de
una atribución convencional del cuidado personal del hijo.
El acuerdo acerca del cuidado personal del hijo debe establecer también la frecuencia y libertad con
que el padre o madre que no tenga el cuidado personal, mantendrá una relación directa y regular con
los hijos.
Agrega la ley que el cuidado personal compartido es un régimen de vida que procura estimular la
corresponsabilidad de ambos padres que viven separados, en la crianza y educación de los hijos
comunes, mediante un sistema de residencia que asegure su adecuada estabilidad y continuidad
(artículo 225, inciso 2º).
La ley no indicó qué sanción opera en caso de no efectuar la subinscripción en el referido plazo de
30 días. Podría estimarse que mientras no se realice, el acuerdo entre los padres será inoponible a
terceros, considerando que el último inciso del artículo 225 establece que mientras una
subinscripción relativa al cuidado personal (de un hijo) no sea cancelada por otra posterior, todo
nuevo acuerdo o resolución será inoponible a terceros.
En todo caso, no creemos que la sanción pudiere ser la nulidad, pues estamos ante una norma
imperativa de requisito, cuya infracción no tiene asignada una sanción general por la ley.
● A falta de acuerdo de los padres: los hijos continuarán bajo el cuidado personal del padre o madre
con quien estén conviviendo (artículo 225, inciso 3º). Se trata aquí, entonces, de una atribución
legal del cuidado personal del hijo.
● Resolución judicial que atribuye el cuidado personal del hijo a uno de los padres: cuando las
circunstancias lo requieran y el interés superior del hijo lo haga conveniente, el juez podrá atribuir
el cuidado personal del hijo al otro de los padres o radicarlo en uno solo de ellos, si por acuerdo
existiere alguna forma de ejercicio compartido (artículo 225, inciso 4º). Nótese que el juez no puede
disponer que el cuidado personal del hijo sea compartido. Debe atribuirlo a uno u otro de los padres,
pero no a ambos. El cuidado compartido, entonces, sólo puede establecerse por acuerdo de los
padres, y si existía, el juez puede dejarlo sin efecto.
En ningún caso el juez podrá fundar exclusivamente su decisión en la capacidad económica de los
padres. Por ende, tal capacidad económica sí puede ser considerada por el juez, pero junto con otros
factores que justifiquen su decisión de alterar la situación hasta ese momento vigente (artículo 225,
inciso 5º).
Cuando el juez atribuya el cuidado personal del hijo a uno de los padres, deberá establecer, de oficio
o a petición de parte, en la misma resolución, la frecuencia y libertad con que el otro padre o madre
que no tiene el cuidado personal mantendrá una relación directa y regular con los hijos,
considerando su interés superior, siempre que se cumplan los criterios dispuestos en el artículo 229,
a los que haremos referencia más adelante (artículo 225, inciso 6º).
787
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Estamos aquí ante una atribución judicial del cuidado personal del hijo. Para que ésta opere,
estableciendo el régimen y ejercicio del cuidado personal por uno de los padres, el juez deberá
considerar y ponderar conjuntamente los siguientes criterios y circunstancias:
i) La vinculación afectiva entre el hijo y sus padres, y demás personas de su entorno familiar.
ii) La aptitud de los padres para garantizar el bienestar del hijo y la posibilidad de procurarle un
entorno adecuado, según su edad.
iii) La contribución a la mantención del hijo mientras estuvo bajo el cuidado personal del otro
padre, pudiendo hacerlo.
iv) La actitud de cada uno de los padres para cooperar con el otro, a fin de asegurar la máxima
estabilidad al hijo y garantizar la relación directa y regular, para lo cual considerará especialmente
lo dispuesto en el inciso 5º del artículo 229 (dispone este inciso que el padre o madre que ejerza el
cuidado personal del hijo no obstaculizará el régimen de relación directa y regular que se establezca
a favor del otro padre).
v) La dedicación efectiva que cada uno de los padres procuraba al hijo antes de la separación y,
especialmente, la que pueda seguir desarrollando de acuerdo con sus posibilidades.
vi) La opinión expresada por el hijo.
vii) El resultado de los informes periciales que se haya ordenado practicar.
viii) Los acuerdos de los padres antes y durante el respectivo juicio.
ix) El domicilio de los padres.
x) Cualquier otro antecedente que sea relevante atendido el interés superior del hijo (artículo 225-2).
● Situación del hijo, en caso de inhabilidad física o moral de ambos padres: podrá el juez, en este
caso, confiar el cuidado personal de los hijos a otra persona o personas competentes. Al hacerlo, el
juez velará primordialmente por el interés superior del niño conforme a los criterios establecidos en
el artículo 225-2.
En la elección de estas personas, se preferirá a los consanguíneos más próximos, y sobre todo, a los
ascendientes, al cónyuge o al conviviente civil del padre o madre, según corresponda (art. 226).
Como se ve, en lo posible el juez deberá elegir a uno o más de los abuelos del menor.
1.2.1.3.- Procedimiento:
En las materias a que se refieren los casos precedentemente indicados, el juez oirá a los hijos y a los
parientes.
Las resoluciones que se dicten, una vez ejecutoriadas, se subinscribirán en la forma y plazo que
establece el artículo 225 CC.
El juez podrá apremiar en la forma establecida en el artículo 543 del CPC (la referencia debe
entenderse hecha al inciso 1º de este precepto), a quien fuere condenado por resolución judicial que
788
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
cause ejecutoria, a hacer entrega del hijo y no lo hiciere o se negare a hacerlo en el plazo que se
hubiere determinado para estos efectos. En igual apremio incurrirá el que retuviere especies del hijo
y se negare a hacer entrega de ellas a requerimiento del juez (art. 227 CC).
1.2.1.4.- Situación del padre o madre que no tiene el cuidado personal del hijo: relación directa y
regular:
El padre o madre que no tenga el cuidado personal del hijo no será privado del derecho ni quedará
exento del deber, que consiste en mantener con él una relación directa y regular (llamada también
“derecho-deber de comunicación”), la que ejercerá con la frecuencia y libertad acordada con quien
lo tiene a su cuidado según las convenciones que se hubieren estipulado en el acuerdo al que se
refiere el inciso 1º del artículo 225, o, en su defecto, con las que el juez estimare conveniente para el
hijo (artículo 229, inciso 1º). Este derecho-deber se encuentra consagrado también en la
“Convención sobre los Derechos del Niño”, en la que se dispone: “Los Estados Partes respetarán el
derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y
contacto directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior
del niño” (artículo 9, N° 3).
Se entiende por relación directa y regular aquella que propende a que el vínculo familiar entre el
padre o madre que no ejerce el cuidado personal y su hijo se mantenga a través de un contacto
periódico y estable (artículo 229, inciso 2º).
789
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
iv) Cualquier otro elemento de relevancia en consideración al interés superior del hijo (artículo 229,
inciso 3º).
Sea que el régimen de relación directa y regular haya sido decretado judicialmente o convenido en
el acuerdo relativo al cuidado personal del menor, el juez deberá asegurar la mayor participación y
corresponsabilidad de éstos en la vida del hijo, estableciendo las condiciones que fomenten una
relación sana y cercana (artículo 229, inciso 4º).
El padre o madre que ejerza el cuidado personal del hijo no obstaculizará el régimen de relación
directa y regular que se establezca a favor del otro padre (artículo 229, inciso 5º).
El ejercicio de este derecho podrá suspenderse o restringirse, cuando manifiestamente perjudique el
bienestar del hijo, lo que declarará el tribunal fundadamente (artículo 229, inciso 6º).
1.2.1.5.- Relación directa y regular del hijo con sus abuelos:
Dispone la ley que el hijo también tiene derecho a mantener una relación directa y regular con sus
abuelos. A falta de acuerdo entre los padres o el padre o madre u otra persona que tenga el cuidado
personal y los abuelos, el juez fijará la modalidad de esta relación atendido el interés del hijo, en
conformidad a los criterios del artículo 229 (artículo 229-2).
Aunque el precepto alude a “los abuelos”, pensamos que no debe interpretarse en forma restrictiva,
sino de manera extensiva, de manera que, eventualmente, a falta de los abuelos, bien podría tratarse
de bisabuelos del menor aquellos que reclamen mantener con éste una relación directa y regular.
Por lo demás, el vínculo entre nietos o bisnietos y sus abuelos y bisabuelos, además de resultar
normalmente muy beneficioso para los primeros, es la natural contrapartida a la obligación
alimentaria recíproca que se consagra en los artículos 232 y 321 del Código Civil, en cuanto dicen
que los primeros pueden deber alimentos a sus “ascendientes” y los segundos a sus “descendientes”,
sin limitar el grado de parentesco. Lo mismo ocurre en el artículo 111, al tratar del asenso que
deben otorgar los “ascendientes” del menor que pretenda contraer matrimonio.
De cualquier manera, mejor habría sido que el artículo 229-2 hubiera aludido efectivamente a “los
abuelos u otros ascendientes”.
Cabe señalar también que de la redacción del precepto, podría desprenderse que estamos ante un
derecho que sólo compete invocar al menor, pero no a sus abuelos u otros ascendientes. Es el menor
“quien tiene derecho a mantener una relación directa y regular con sus abuelos” y no al revés. En
cambio, si observamos el artículo 229, que consagra la relación directa y regular entre padres e
hijos, dispone que “El padre o madre que no tenga el cuidado personal del hijo tendrá el derecho y
el deber de mantener con él una relación directa y regular…”. De esta manera, si se trata de la
relación directa y regular entre padres e hijos, los primeros tienen derecho para que se regule,
mientras que si se trata de la relación directa y regular entre los abuelos y sus nietos, sólo éstos
podrían ejercer el derecho para que se regule. Los abuelos, de esta manera, carecerían de
legitimación activa para demandar dicha regulación. Aunque el tenor literal de la ley parece abonar
tal interpretación, no nos parece razonable. Creemos que los abuelos sí podrían demandar, en el
evento de no lograr un acuerdo con el padre o madre que tenga el cuidado personal del menor.
Basamos esta opinión en dos argumentos:
790
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
● El precepto ha de interpretarse en función del principio del interés superior del menor.
● Por lo demás, la historia fidedigna de la ley es también funcional a esta opinión.
1.2.1.6.- Gastos de educación, crianza y establecimiento de los hijos:
En cuanto al deber de crianza, en primer lugar, distinguimos según si existe o no matrimonio, y de
haberlo, si hay o no régimen de sociedad conyugal y en este último caso si se trata de expensas
ordinarias o extraordinarias:
1º Si existe matrimonio y hay sociedad conyugal, distinguimos a su vez:
1.1. Gastos correspondientes a las expensas ordinarias: serán de cargo de la sociedad conyugal,
conforme al artículo 230 del Código Civil. En armonía con el precepto anteriormente citado, el
artículo 1740 N° 5 del Código Civil establece que la sociedad conyugal es obligada al pago del
mantenimiento de los descendientes comunes. Dichos gastos pesan sobre el pasivo definitivo de la
sociedad conyugal. A su vez, el artículo 1744 del Código Civil reitera que las expensas de
educación de un descendiente y las que se hicieren para establecerle y casarle, se imputarán, por
regla general, a los gananciales.
1.2. Gastos correspondientes a las expensas extraordinarias: serán también de cargo de la sociedad
conyugal, en las condiciones señaladas; sin embargo, si el hijo tuviere bienes propios, estas
expensas extraordinarias se imputarán a dichos bienes en cuanto cupieren en ellos y en cuanto le
hubieren sido efectivamente útiles; a menos que conste de un modo auténtico que el marido, o la
mujer, o ambos de consuno, quisieron hacerlas de lo suyo (artículo 1744 del Código Civil).
2º Si no existe matrimonio o habiéndolo no hay sociedad conyugal sino alguno de los regímenes
alternativos, los padres contribuirán en proporción a sus respectivas facultades económicas (art.
230, inciso 1º del Código Civil).
En caso de fallecimiento del padre o madre, los gastos corresponden al sobreviviente (artículo 230,
inciso 2º del Código Civil).
El artículo 231 ratifica que si el hijo tuviere bienes propios, los gastos de su establecimiento, y en
caso necesario, los de su crianza y educación, podrán sacarse de ellos, conservándose íntegros los
capitales en cuanto sea posible.
Puede ocurrir que el padre, la madre o ambos, así como también el hijo, carezcan de los medios
para afrontar los gastos indicados. En tal caso, dispone el artículo 232 las siguientes reglas:
1º La obligación de alimentar al hijo que carece de bienes, puede pasar a los abuelos;
2º Ello acontecerá, en dos casos:
2.1. Por la falta de ambos padres;
2.2. Por la insuficiencia de ambos padres.
3º En caso de insuficiencia de uno de los padres, la obligación pasará en primer lugar a los abuelos
de la línea del padre o madre que no provee, y en subsidio de éstos, a los abuelos de la otra línea.
791
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En caso de desacuerdo entre los obligados a la contribución de los gastos de crianza, educación y
establecimiento del hijo, el juez determinará dicha contribución, de acuerdo a las facultades
económicas de los obligados. El juez podrá de tiempo en tiempo modificarla, según las
circunstancias que sobrevengan (artículo 233).
1.2.1.7.- Eventual responsabilidad penal:
Conforme a los artículos 346 y 347 del Código Penal, si los padres abandonaren en un lugar no
solitario al hijo menor de siete años, serán castigados con presidio menor en su grado máximo,
cuando el que lo abandona reside a menos de cinco kilómetros de un pueblo o lugar en que hubiere
casa de expósitos (hogar de niños abandonados), y presidio menor en su grado medio en los demás
casos.
El artículo 348 agrega que si a consecuencia del abandono resultaren lesiones graves o la muerte del
niño, se impondrá al que lo efectuare la pena de presidio mayor en su grado mínimo, cuando fuere
uno de los padres.
De acuerdo a los artículos 349, 350 y 351, los padres serán castigados con la pena de presidio
mayor en su grado mínimo, si abandonaren al hijo menor de 10 años en un lugar solitario. Si del
abandono en un lugar solitario resultaren lesiones graves o la muerte del niño, se impondrá a los
padres la pena de presidio mayor en su grado medio.
1.2.2.- Derecho-deber de corregir al hijo.
Establece el artículo 234 que los padres tienen la facultad de corregir a los hijos, cuidando que ello
no menoscabe su salud ni su desarrollo personal. Esta facultad excluye toda forma de maltrato físico
y sicológico y deberá, en todo caso, ejercerse en conformidad a la ley y a la Convención sobre los
Derechos del Niño.
Si se produjese tal menoscabo o se temiese fundadamente que ocurra, el juez, a petición de
cualquiera persona o de oficio, podrá decretar una o más de las medidas cautelares especiales del
artículo 71 de la Ley N° 19.968, con sujeción al procedimiento previsto en el Párrafo primero del
Título IV de la misma ley, sin perjuicio de las sanciones que correspondiere aplicar por la infracción
(art. 234, inciso 2º).
Cuando sea necesario para el bienestar del hijo, los padres podrán solicitar al tribunal que determine
sobre la vida futura de aquel por el tiempo que estime más conveniente, el cual no podrá exceder del
plazo que le falte para cumplir 18 años de edad (art. 234, inciso 3º). Se trata por cierto de una
medida extrema, cuando los padres se ven sobrepasados por el hijo, siendo incapaces de impedir
que incurra en conductas reñidas con la moral y las buenas costumbres.
Las resoluciones del juez no podrán ser modificadas por la sola voluntad de los padres (art. 234,
inciso 4º). En consecuencia, éstos deberán recurrir al mismo juez para que modifique o deje sin
efecto lo resuelto.
Todo lo dicho respecto al deber de corrección del hijo, se extiende, en caso de ausencia, inhabilidad
o muerte de ambos padres, a cualquiera otra persona a quien corresponda el cuidado personal del
792
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
hijo (art. 235). Entendemos que se trata de aquellas personas a quienes se haya conferido la guarda
del menor o al menos el cuidado del menor, por resolución judicial.
1.2.3.- Derecho y deber de educar a los hijos.
De conformidad al artículo 236, los padres tendrán el derecho y el deber de educar a sus hijos,
orientándolos hacia su pleno desarrollo en las distintas etapas de su vida (art. 236 CC).
Tal derecho cesará respecto de los hijos cuyo cuidado haya sido confiado a otra persona, la cual
ejercerá con anuencia del tutor o curador, si ella misma no lo fuere (art. 237 CC).
1.3.- Situación del hijo abandonado y alimentado y criado por otros.
Se pone la ley en el caso del hijo abandonado por sus padres y que hubiere sido alimentado y criado
por otra persona. Si los padres del menor quisieren sacarle del poder del tercero, deberán ser
autorizados por el juez para hacerlo, previo pago de los costos de la crianza y educación, tasados
por el juez (art. 240, inciso 1º).
La ley no es proclive a favorecer en este caso a los padres, considerando su repudiable conducta
previa. Por eso, dispone que el juez sólo concederá la autorización, si estima, por razones graves,
que es de conveniencia para el hijo (art. 240, inciso 2º).
Recordemos que de conformidad al último inciso del art. 324, quedarán privado del derecho a pedir
alimentos al hijo el padre o la madre que le haya abandonado en su infancia, cuando la filiación
haya sido establecida por medio de sentencia judicial contra su oposición.
El artículo 47 de la Ley N° 16.618, Ley de Menores, dispone que “El solo hecho de colocar al
menor en casa de terceros no constituye abandono para los efectos del artículo 240 del Código
Civil. En este caso, queda a la discreción del juez el subordinar o no la entrega del menor a la
prestación que ordena dicho artículo, decisión que adoptará en resolución fundada”.
1.4.- La situación del hijo ausente de su casa y que se halla en urgente necesidad.
Se ocupa también el legislador del caso del hijo menor de edad ausente de su casa y que se halla en
urgente necesidad, no pudiendo ser asistido en dicha contingencia por el padre o madre que tiene su
cuidado personal.
En esta hipótesis, se presumirá la autorización del padre o de la madre que tenga el cuidado
personal del menor, para las suministraciones que se hagan, por cualquier persona, en razón de
alimentos, habida consideración de su posición social (artículo 241, inciso 1º).
El que haga las suministraciones deberá dar noticia de ellas al padre o madre lo más pronto que
fuera posible. Toda omisión voluntaria en este punto hará cesar la responsabilidad del padre o
madre (art. 241, inciso 2º).
Lo dicho del padre o madre se extiende en su caso a la persona a quien, por muerte o inhabilidad de
los padres, toque la sustentación del hijo (art. 241, inciso 3º).
793
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
794
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
● Por el padre;
● Por la madre; o
● Por ambos, conjuntamente (artículo 244, inciso 1º).
a.2) No existe acuerdo entre los padres.
Toca al padre y a la madre en conjunto el ejercicio de la patria potestad (art. 244, inciso 2º).
Con todo, los padres podrán actuar indistintamente (es decir, separadamente) en los actos de mera
conservación (se entiende por actos de mera conservación aquellos destinados a evitar la pérdida,
menoscabo o disminución del valor de los bienes del menor. Los actos conservativos pueden ser
materiales o jurídicos. Es un acto conservativo material, por ejemplo, ejecutar mejoras necesarias en
una vivienda; es un acto conservativo jurídico, por ejemplo, interponer una querella posesoria). Los
artículos 391 (en las normas de las guardas) y 2132 (en las normas del mandato) se refieren a actos
conservativos. Respecto del resto de los actos (aquellos destinados a incrementar el patrimonio del
menor o aquellos mediante los cuales se enajenen bienes del menor y por tanto provoquen una
disminución de su patrimonio), se requerirá actuación conjunta. En caso de desacuerdo de los
padres, o cuando uno de ellos esté ausente o impedido o se negare injustificadamente, se requerirá
autorización judicial (artículo 244, inciso 3º).
Nota: Una excepción al sistema general sobre los actos que pueden realizar por separado los
padres no existiendo acuerdo, encontramos en la Ley número 20.679, publicada en el Diario
Oficial de fecha 1 de julio de 2013, que modificó la Ley General de Bancos y al Decreto Ley N°
2.079, del Ministerio de Hacienda, del año 1978, en lo que concierne a la apertura de una cuenta
de ahorro a favor del hijo. Para tal efecto, se agregó a la Ley General de Bancos (Decreto con
Fuerza de Ley número 3 del Ministerio de Hacienda, del año 1997) el siguiente artículo 156 bis:
“Las cuentas de ahorros para menores de edad, ofrecidas por los bancos regidos por esta ley,
podrán ser abiertas por el padre o la madre, con independencia de quien tenga la patria potestad
del menor de edad”. En el mismo sentido, se agregó al artículo 35 del Decreto Ley número 2.079,
un inciso final del siguiente tenor: “Con independencia de quien tenga la patria potestad, la madre
también podrá abrir cuentas de ahorro a favor de su hijo menor de edad”.
Las hipótesis anteriores pueden variar, por resolución judicial. En efecto, cuando el interés del hijo
lo haga indispensable, a petición de uno de los padres, el juez podrá confiar el ejercicio de la patria
potestad al padre o madre que carecía de él, o radicarlo en uno solo de los padres, si la ejercieren
conjuntamente. Ejecutoriada la resolución, se subinscribirá dentro del mismo plazo de 30 días,
precedentemente indicado (art. 244, inciso 4º).
En defecto del padre o madre que tuviere la patria potestad, los derechos y deberes corresponderán
al otro de los padres (art. 244, inciso 5º).
b).- Los padres viven separados:
En este caso, la patria potestad será ejercida por aquel que tenga a su cargo el cuidado personal del
hijo, o por ambos, de conformidad al artículo 225.
795
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Sin embargo, por acuerdo de los padres o por resolución judicial, fundada en el interés del hijo:
i) Podrá atribuirse la patria potestad al otro padre; o
ii) Podrá radicarse la patria potestad en uno de los padres si la ejercían conjuntamente.
Además, basándose también en el interés del hijo, los padres podrán ejercer la patria potestad de
manera conjunta.
Se aplicará al acuerdo o a la sentencia judicial, la exigencia de subinscribir en el mencionado plazo
de 30 días (art. 245, inciso 2º).
En el ejercicio de la patria potestad conjunta, se aplicará lo establecido en el inciso 3º del artículo
244 (actuación indistinta para los actos de mera conservación y actuación conjunta para el “resto de
los actos”).
2.4.- Efecto de las subinscripciones.
Mientras una subinscripción relativa al ejercicio de la patria potestad no sea cancelada por otra
posterior, todo nuevo acuerdo o resolución será inoponible a terceros (art. 246).
2.5.- Casos en los cuales los padres carecen de la patria potestad.
Se nombrará tutor o curador al hijo y por ende éste quedará sustraído de la patria potestad, en los
siguientes casos (art. 248):
a) Cuando la paternidad y la maternidad hayan sido determinadas judicialmente contra la oposición
del padre y de la madre (art. 203).
b) Cuando la filiación del hijo no esté determinada legalmente ni respecto del padre ni respecto de
la madre. La determinación legal de la paternidad o la maternidad, pone fin a la guarda en que se
hallare el hijo menor de edad y da al padre o a la madre, según corresponda, la patria potestad sobre
sus bienes (art. 249).
c) En general, respecto del hijo cuyos padres no tengan derecho a ejercer la patria potestad (tal
ocurriría, si ambos padres se encuentran moralmente inhabilitados).
2.6.- Duración y efectos de la patria potestad.
Comienza la patria potestad al nacer el hijo (sin perjuicio de que permite cautelar los derechos
deferidos al hijo que está por nacer) y termina con su emancipación.
La patria potestad se ejerce sobre los bienes del hijo. Para ello, se otorga al padre o a la madre o a
los dos de consuno, las siguientes facultades:
un derecho legal de goce sobre los bienes del hijo (que en el antiguo artículo 243 se denominaba
“usufructo”);
un derecho para administrar los bienes del hijo; y
la representación judicial y extrajudicial del hijo.
796
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2.7.- Del derecho legal de goce sobre los bienes del o los hijos.
2.7.1.- Concepto.
De conformidad al artículo 250, la patria potestad confiere el derecho legal de goce sobre todos los
bienes del hijo, salvo los exceptuados por la ley.
El derecho legal de goce es un derecho personalísimo que consiste en la facultad de usar los bienes
del hijo y percibir sus frutos, con cargo de conservar la forma y sustancia de dichos bienes y de
restituirlos, si no son fungibles; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o
de pagar su valor, si son fungibles (art. 252).
Nota: Puede apreciarse que la definición corresponde a la de usufructo, consagrada en el artículo
764.
Dos son en consecuencia las facultades que confiere este derecho legal de goce: usar la cosa y
percibir los frutos que ésta produzca.
Sobre el particular, pueden presentarse las siguientes situaciones:
● Que el padre o madre que ejerza la patria potestad se haga dueño de los frutos;
● Si la patria potestad se ejerciere por la madre y ésta estuviere casada en sociedad conyugal, se
considerará separada parcialmente de bienes respecto de su ejercicio y de lo que en él obtenga. Esta
separación se regirá por las normas del artículo 150 (art. 252, inciso 3º). Se trata, como vemos, de
una nueva hipótesis de separación legal parcial de bienes, que debemos sumar a las contempladas
en los artículos 150, 166, 167 y 1724.
● Si la patria potestad se ejerce conjuntamente por ambos padres, pueden darse dos situaciones:
1º Si nada se acuerda respecto de la distribución de los frutos, el derecho legal de goce se dividirá
entre ellos por iguales partes; y
2º Puede acordarse una distribución distinta. La oportunidad para estipularlo debiera ser aquella en
que se otorgue la escritura pública o el acta extendida ante el Oficial del Registro Civil, conforme al
artículo 244 (sin perjuicio de la posibilidad de modificar el acuerdo, conforme lo permite el artículo
245).
Previene el último inciso del artículo 252 que el derecho legal de goce recibe también la
denominación de usufructo legal del padre o madre sobre los bienes del hijo. Agrega el precepto
que en cuanto convenga a su naturaleza, este derecho legal de goce se regirá supletoriamente por las
normas del Título IX del Libro II, que regulan precisamente el usufructo, artículos 764 a 810. El
último artículo alude precisamente al “usufructo legal” del padre o madre sobre ciertos bienes del
hijo.
Deja en claro la ley que el que ejerza el derecho legal de goce sobre los bienes del hijo tendrá su
administración, y el que se encuentre privado de ésta quedará también privado de aquél (art. 253,
inciso 1º).
797
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2.7.2.- Bienes exceptuados del derecho legal de goce del padre o madre.
> Los bienes que conforman el peculio profesional o industrial del hijo (art. 250 N°1).
Son tales todos los bienes adquiridos por el hijo en el ejercicio de todo empleo, oficio, profesión o
industria.
El trabajo de los menores de edad se encuentra regulado en el Código del Trabajo.
Establece el artículo 251 que el hijo se mirará como mayor de edad para la administración y goce de
su peculio profesional o industrial, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 254.
Este último precepto dispone por su parte que no se podrán enajenar ni gravar en caso alguno los
bienes raíces del hijo, aun pertenecientes a su peculio profesional o industrial, ni sus derechos
hereditarios, sin autorización del juez con conocimiento de causa.
Debe tenerse presente que el peculio profesional o industrial sólo corresponde al menor adulto, pues
el impúber, siendo absolutamente incapaz, no puede ejecutar ninguna actividad remunerada. En
todo caso, dispone el artículo 439 que el menor que está bajo curaduría tendrá las mismas facultades
administrativas que el hijo sujeto a patria potestad, respecto de los bienes adquiridos por él en el
ejercicio de un empleo, oficio, profesión o industria. Ambos puede ser titulares, por ende, de
peculio profesional o industrial.
A diferencia de lo que acontece con el patrimonio reservado de la mujer casada en sociedad
conyugal, la ley no exige que la actividad productiva realizada por el menor sea separada de la de su
padre o madre que ejerza la patria potestad.
> Los bienes adquiridos por el hijo a título de donación, herencia o legado, cuando el donante o el
testador ha estipulado que no tenga el goce o la administración quien ejerza la patria potestad; ha
impuesto la condición de obtener la emancipación, o ha dispuesto expresamente que tenga el goce
de estos bienes el hijo (art. 250 N°2).
La cláusula en que se ha dispuesto que no tenga el goce o la administración quien ejerza la patria
potestad, o en que se dispone que tenga el goce de los bienes donados, dejados en herencia o legado
el hijo, debe ser expresa.
En lo que dice relación con la condición de obtener la emancipación, el legislador ha dado la
solución indicada, porque la emancipación del hijo no depende de la voluntad del donante o
testador, ya que para que ella se produzca se requiere causa legal o decreto judicial. Por ello es que
interpretando la voluntad del donante o testador, y para darle cumplimiento -ya que no puede
hacerse en la forma establecida- el legislador se encarga de cumplirla que más se acerca al deseo de
quien hace la liberalidad, privando al titular de la patria potestad del derecho de goce de los bienes
del hijo adquiridos por éste por donación, herencia o legado con la citada condición.
798
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
> Las herencias o legados que hayan pasado al hijo por incapacidad, indignidad o
desheredamiento del padre o madre que tiene la patria potestad (art. 250 N°3).
En este caso, también corresponderá a la madre la titularidad del derecho legal de goce, en defecto
del padre a quien hubiere correspondido ejercer tal derecho, o a la inversa, corresponderá al padre,
en defecto de la madre a quien hubiere correspondido ejercer tal derecho.
La ley no incluye en el Nº 3 del artículo 250 la repudiación de la asignación por causa de muerte
que pudiere haber hecho el padre o la madre. Operando la repudiación, la asignación pasará al hijo
en virtud del derecho de representación, pero en este caso no se priva al padre o madre del ejercicio
del derecho legal de goce sobre los bienes que componen dicha asignación. Se justifica la solución
anterior, pues en este caso no existen las razones que tuvo el legislador en las otras hipótesis
(incapacidad, indignidad o desheredamiento del padre o madre), para privar al padre o madre de tal
derecho. En efecto, el fundamento de la ley para privar al padre o madre a quien correspondería
ejercer el derecho legal de goce de dicha facultad en los casos de los números 2 y 3 del artículo 250,
reside en que no puede permitirse que el padre o madre se beneficie a través del mencionado
derecho legal de goce, de una herencia o legado que no ha podido recibir directamente, por las
causas señaladas.
Nota: En los tres casos contemplados en el artículo 250, el derecho legal de goce y la
administración corresponderá al hijo o al otro padre, en conformidad con los artículos 251 y 253.
Corresponderá al hijo, en el caso del número uno (art. 251); y al otro padre, en los casos
contemplados en los números dos y tres del artículo 250. Si ambos padres estuvieren impedidos de
ejercer el derecho legal de goce, la propiedad plena pertenecerá al hijo y se le dará un curador
para la administración.
2.7.3.- Bienes comprendidos en el derecho legal de goce del padre o madre.
Son todos aquellos bienes que no están comprendidos en los casos excepcionales establecidos en el
artículo 250. Tales son:
1º Los bienes adquiridos por el hijo a título oneroso, salvo si la adquisición se realizó con el
producto de su empleo, oficio, profesión o industria.
2º Los bienes adquiridos a título gratuito por el hijo, salvo si el donante o testador hubiere privado
al padre o madre que ejercía la patria potestad, del goce de tales bienes (caso en el cual, se privará
también al padre o madre de la administración, conforme a una opinión; o no se privará al padre o
madre de la administración, conforme a otra opinión).
3º Los bienes adquiridos a título gratuito por el hijo, salvo si el donante o testador hubiere privado
al padre o madre que ejercía la patria potestad, de la administración de tales bienes (caso en el cual
también se privará al padre o madre que ejercía la patria potestad del derecho legal de goce).
4º Los bienes adquiridos por el hijo por repudiación que haga el padre o la madre a la respectiva
asignación.
5º Los dineros ganados por el hijo en juegos de azar.
6º El tesoro descubierto por el hijo.
799
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
7º Las minas que el hijo adquiera a cualquier título. Como se dijo, la ley establece en este caso una
regla especial en el artículo 250, último inciso, limitativa del derecho legal de goce, cuyo
fundamento reside en que la explotación produce un menoscabo o agotamiento progresivo del
yacimiento minero.
2.7.4.- Características del derecho legal de goce.
A pesar de que el inciso final del artículo 252 señala que el derecho legal de goce recibe también la
denominación de “usufructo legal del padre o madre sobre los bienes del hijo”, no se trata de
derechos por completo asimilables. El derecho legal de goce posee características que lo diferencian
del usufructo propiamente tal. Son ellas:
1º Es un derecho personalísimo (art. 252, inciso 1º).
En consecuencia, el padre o madre que lo ejerza carece de la facultad de transferirlo (y menos de
transmitirlo, por cierto). Lo anterior, sin perjuicio del acuerdo en virtud del cual los padres
convengan atribuir la patria potestad (y con ella el derecho legal de goce) al padre o madre que no la
ejercía.
El usufructo, en cambio, puede transferirse a cualquier título o arrendarse, salvo prohibición del
constituyente (art. 793).
2º El padre o madre no está obligado a rendir fianza o caución de conservación o restitución (art.
252, inciso 2º).
El usufructuario, en cambio, debe rendir fianza o caución, salvo que el constituyente o propietario
lo exonere de tal obligación (art. 775).
3º El padre o madre no está obligado a confeccionar inventario solemne, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 124 (art. 252, inciso 2º).
El usufructuario, en cambio, debe confeccionar inventario solemne, salvo que el constituyente o
propietario lo exonere de tal obligación (art. 775).
Con todo, previene la ley que el padre o madre que no realice inventario solemne, deberá llevar una
descripción circunstanciada de los bienes, desde que entre a gozar de ellos.
La referencia al artículo 124, dice relación al impedimento impediente para contraer matrimonio de
“segundas nupcias”, que impone al viudo o viuda, al divorciado y al que anuló su matrimonio, que
tiene hijos de precedente matrimonio, la obligación de confeccionar inventario solemne de los
bienes que pertenecen a sus hijos, si aquél o aquella pretendiese contraer matrimonio nuevamente.
4º El derecho legal de goce o “usufructo legal” es inembargable (art. 2466, inciso final). El
usufructo propiamente tal es embargable.
5º Su duración está limitada por la ley: no puede extenderse más allá del momento en que se
emancipa el hijo. El usufructo propiamente tal puede durar toda la vida del usufructuario.
6º Tiene una causal propia de extinción: la referida emancipación, que pone fin al derecho legal de
goce, a consecuencia de poner fin a la patria potestad.
800
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Las demás causales de extinción son las de todo usufructo, atendido a que el inciso final del artículo
252 dispone que en cuanto convenga a su naturaleza, el derecho legal de goce se regirá
supletoriamente por las normas del usufructo (arts. 804 a 809, en lo tocante a las causales de
extinción).
2.8.- De la administración de los bienes del hijo.
2.8.1.- Bienes en que se ejerce la administración.
De conformidad al artículo 253, el que ejerza el derecho legal de goce sobre los bienes del hijo
tendrá también su administración.
Por regla general, entonces, corresponde al padre o madre la administración de todos los bienes del
hijo, en los mismos casos en que le corresponde el derecho legal de goce sobre dichos bienes.
En consecuencia, carece el padre o madre de la administración de los bienes que a su vez están
sustraídos del derecho legal de goce. Excepcionalmente, podría sostenerse, aunque en verdad resulta
muy discutible conforme a lo que ya se expuso, que si el donante o testador dispuso expresamente
que tenga el goce de los bienes el hijo, la administración siempre correspondería al padre o madre
titular de la patria potestad, disociada en este caso del derecho legal de goce.
La posibilidad de tener sólo la administración, y no el derecho legal de goce, en todo caso, se
confirma por el artículo 256. En cambio, no es posible estar privado de la administración y tener el
derecho legal de goce. Vale decir:
1° Se puede tener el derecho legal de goce y la administración;
2° Se puede tener sólo la administración y no el derecho legal de goce (punto discutido por otros,
sin embargo); y
3° No se puede tener sólo el derecho legal de goce, lo que resulta lógico, pues el derecho legal de
goce es un beneficio que la ley confiere como contrapartida a la carga que supone asumir la
administración. Por ende, quien esté privado de la administración, carecerá también del derecho
legal de goce. Si se aceptare lo contrario, no tendríamos la carga pero sí el beneficio, lo que resulta
inadmisible.
2.8.2.- Facultades de administración.
Distinguimos, según el acto jurídico de que se trate:
1º Enajenación de bienes raíces.
De conformidad al artículo 254, no se podrá enajenar ni gravar en caso alguno los bienes raíces del
hijo, aun pertenecientes a su peculio profesional o industrial, sin autorización del juez de familia
con conocimiento de causa.
No exige la ley que la venta se efectúe en pública subasta (como si lo hace, por ejemplo, en el
artículo 88, respecto de los bienes del presuntivamente muerto, para enajenar sus inmuebles durante
la vigencia del período de posesión provisoria; y en el artículo 394, respecto de los guardadores).
801
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Aun cuando el artículo 254 no exige acreditar la necesidad o la utilidad manifiesta de la enajenación
(como sí ocurre en los artículos 88 y 393), en el hecho deberá probarse, pues el juez debe proceder
con conocimiento de causa, de manera que no dará su autorización si no se le justifica la utilidad o
necesidad de la operación. En la práctica, se acompaña un proyecto de escritura de compraventa,
destacándose la conveniencia del precio. El juez, al autorizar la enajenación, fijará el precio
mínimo, la forma de pago (usualmente de contado) y el plazo dentro del cual ha de celebrarse la
compraventa. Una copia de la resolución, debidamente autorizada, suele insertarse al final de la
escritura de compraventa, para acreditar que se dio cumplimiento a la formalidad habilitante.
Lo dicho respecto de la enajenación, se entiende también para constituir gravámenes sobre el
inmueble del hijo, como por ejemplo una hipoteca, servidumbre, censo, etc.
2º Cesión de los derechos hereditarios del hijo.
Exige la ley, igual que en el caso de los inmuebles, autorización judicial. Es interesante señalar que
carece de importancia la naturaleza de los bienes que integran la herencia. Dicho de otro modo,
aunque ésta sólo comprenda bienes muebles, siempre será necesario obtener la autorización judicial
para ceder el derecho real de herencia (lo que demuestra, una vez más, que este derecho tiene un
carácter “sui géneris”, que no puede concebirse como mueble o inmueble, sino que posee una
naturaleza singular, se trata de una “universalidad jurídica”).
3º Enajenación de bienes muebles.
El padre o madre que ejerce la patria potestad, no tiene limitaciones para disponer de los bienes
muebles del hijo o constituir gravámenes sobre los mismos.
Cabe consignar que la ley es más estricta con el guardador, pues en el artículo 393 dispone que para
enajenar o gravar “los muebles preciosos o que tengan valor de afección”, se necesita obtener
autorización judicial, debiendo efectuarse la enajenación por pública subasta, igual que acontece
con los inmuebles del pupilo.
4º Donación de los bienes del hijo.
El padre o madre que ejerza la patria potestad sólo podrá donar los bienes del hijo, conforme a las
limitaciones impuestas a los guardadores (art. 255).
El artículo 402 rige la materia. Desde luego, prohíbe la ley la donación de los bienes inmuebles, aun
con autorización judicial. Si se donan, habrá nulidad absoluta, pues se infringirá una norma
prohibitiva (art. 402, inciso 1º). En cuando a los bienes muebles y los dineros del hijo, pueden
donarse cumpliendo con los siguientes requisitos:
● Autorización judicial;
● Dicha autorización deberá concederse por razones graves (como la de socorrer a un consanguíneo
necesitado o contribuir a un objeto de beneficencia, por ejemplo);
802
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
● Que la donación sea proporcionada a los bienes del hijo y no menoscabe sus capitales productivos
(art. 402, inciso 2º, norma imperativa de requisito).
5º Arrendamiento de los bienes del hijo.
Está subordinado a las mismas normas que rigen para los guardadores (artículo 255 en relación con
el artículo 407): los predios rústicos no pueden arrendarse por más de 8 años ni los urbanos por más
de 5 años; y en ningún caso, por un plazo mayor que aquél que falte para que el hijo llegue a la
mayor edad.
La infracción de esta norma no origina la nulidad del contrato, sino la inoponibilidad ante el hijo.
De lo expuesto, deducimos que no hay restricciones para arrendar los bienes muebles del hijo.
6º Aceptación y repudiación de herencias deferidas al hijo.
También se remite el artículo 255 a las normas establecidas para los guardadores, específicamente
al artículo 397. En consecuencia, el padre o madre que ejerza la patria potestad deberá:
● Para aceptar las herencias deferidas al hijo: hacerlo con beneficio de inventario (el mismo
principio está contenido en los artículos 1225 y 1250).
● Para repudiar las herencias deferidas al hijo: requiere autorización judicial.
7º Nombramiento del partidor y realización de la partición.
De conformidad a lo dispuesto en el artículo 1326, inciso 1º, si alguno de los coasignatarios fuere
incapaz, el nombramiento del partidor, que no haya sido hecho por el juez, debe ser aprobado por
éste.
En lo que respecta a realizar la partición, en ciertos casos, exige la ley autorización judicial para
proceder a la partición de bienes. Dispone al efecto el artículo 1322, inciso 1º: “Los tutores y
curadores, y en general los que administran bienes ajenos por disposición de la ley, no podrán
proceder a la partición de las herencias o de los bienes raíces en que tengan parte sus pupilos, sin
autorización judicial”. El precepto, como puede observarse, no está circunscrito a los guardadores,
pues alude a todos aquellos que administran bienes ajenos, por disposición de la ley. Por tanto,
quedan comprendidos en esta hipótesis, por ejemplo, el padre o madre titulares de la patria potestad.
Con todo, cabe señalar que Somarriva concluye que el artículo 1322 no es aplicable, cuando se trata
de una partición realizada de común acuerdo, caso en el cual debe aplicarse sólo el artículo 1325.
En efecto, para este autor, el padre o madre deberá obtener autorización judicial para “provocar” la
partición (o sea, para iniciar una partición ante un juez partidor), pero no para realizar una partición
de común acuerdo. En el primer caso, operará el artículo 1322, y en el segundo caso, el artículo
1325. Lo mismo debiera entenderse respecto de los guardadores.
A su vez, exige la ley la aprobación judicial de una partición, sea que ésta fuere hecha por el
testador, por los herederos o por el partidor, en los casos del art. 1342:
cuando en la partición de la masa de bienes o de una porción de la masa, tengan interés personas
ausentes que no hayan nombrado apoderados;
803
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
cuando en la partición de la masa de bienes o de una porción de la masa, tengan interés personas
bajo tutela o curaduría.
En los dos casos anteriores, no se entenderá hecha por completo la partición hasta no obtenerse la
aprobación judicial.
Cabe recalcar que la sola circunstancia que entre los coasignatarios haya incapaces NO hace
necesaria la aprobación judicial de la partición (aunque sí será necesaria la autorización judicial,
según vimos, salvo si se adhiera a la tesis de Somarriva). Por lo tanto, si son partícipes menores que
actúan representados por sus padres, no será necesaria la aprobación judicial, a menos que dichos
menores estuvieren sujetos a tutela o curatela.
2.8.3.- Responsabilidad que impone al padre o a la madre la administración de los bienes del
hijo.
Dispone el artículo 256 que el padre o madre es responsable, en la administración de los bienes del
hijo, hasta de la culpa leve.
Sobre el particular, debemos distinguir si el padre o madre tienen tanto el derecho legal de goce
como la administración, o sólo la administración:
● Si tienen la administración, pero no el goce: la responsabilidad del padre o madre para con el hijo
se extiende a la propiedad y a los frutos;
● Si tienen ambas facultades sobre los bienes del hijo: la responsabilidad se limita exclusivamente a
la propiedad. Lo anterior se explica, porque en este caso el padre o madre se hará dueño de los
frutos que produzcan los bienes del hijo.
Conforme a lo dispuesto en el artículo 2481 Nº 4, el crédito en favor del hijo derivado de esta
administración, tiene un privilegio de cuarta clase, que abarca todos los bienes del padre o madre.
2.8.4.- Término de la administración.
Termina por las siguientes causales:
1) Emancipación del hijo: dado que pone fin a la patria potestad, y siendo la administración una
consecuencia de dicha patria potestad, termina con ella (artículo 269).
2) Suspensión de la patria potestad: establece el artículo 257, inciso 2º, que se perderá también la
administración si se suspende la patria potestad, en conformidad con el artículo 267.
3) Pérdida de la administración: habrá derecho para quitar al padre o madre, o a ambos, la
administración de los bienes del hijo, cuando se haya hecho culpable de dolo, o de grave
negligencia habitual (artículo 257, inciso 1º). Las circunstancias anteriores deberán establecerse por
sentencia judicial, la que deberá subinscribirse al margen de la inscripción de nacimiento del hijo.
Privado uno de los padres de la administración de los bienes, la tendrá el otro; si ninguno de ellos la
tuviese, la propiedad plena pertenecerá al hijo, y se le dará un curador para la administración
(artículo 258).
804
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El hijo menor adulto, en cambio, es relativamente incapaz y sí puede ser titular de peculio
profesional o industrial, pudiendo actuar de tres formas en consecuencia:
● Representado por su padre o madre que lo tenga bajo su patria potestad, o por el curador adjunto,
en su caso (artículos 43, 260, 1447 y 1682);
● Personalmente, pero autorizado por su padre o madre que lo tenga bajo su patria potestad, o por el
curador adjunto, en su caso (artículos 43 y 260);
● Personalmente, sin requerir por regla general de autorización de terceros, cuando actúa en
ejercicio de su patrimonio profesional o industrial (artículos 251 y 254), o para ciertos actos
jurídicos, como el otorgamiento de testamento, reconocimiento de un hijo, etc.
2.9.2.- Casos en los que el hijo menor adulto puede actuar válidamente por si solo.
1) Cuando se trata de actos realizados dentro de su peculio profesional o industrial: la ley considera
al hijo como mayor de edad y por ende como plenamente capaz.
Con todo, hay dos contra-excepciones, contempladas en el artículo 260, inciso 2º, que por ende nos
devuelven a la regla general:
● No podrá enajenar o gravar los bienes raíces pertenecientes a su peculio profesional o industrial
(y con mayor razón los que no pertenezcan a dicho peculio), sin autorización judicial (art. 254).
● No podrá tomar dinero a interés ni comprar al fiado (excepto en el giro ordinario de dicho
peculio) sin autorización escrita del padre o madre que lo tenga bajo su patria potestad, o del
805
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
curador adjunto, en su caso. Y si lo hiciere, no será obligado por estos contratos, sino hasta
concurrencia del beneficio que haya reportado de ellos.
En todo caso, los actos y contratos del hijo, en ejercicio de su patrimonio profesional o industrial, le
obligarán exclusivamente en dichos peculios. Dicho de otro modo, estamos ante una hipótesis de
responsabilidad limitada o “patrimonio fraccionado”, al decir de algunos.
2) Otorgamiento de testamento.
Dispone el artículo 262 que el menor adulto no necesita de la autorización de sus padres para
disponer de sus bienes por acto testamentario que haya de tener efecto después de su muerte.
Sin embargo, en el caso del artículo 203 (cuando se trata de restablecer al padre o madre los
derechos de los que la ley los ha privado por haber operado un reconocimiento forzado de la
filiación), el testador ha de ser mayor de edad.
3) Reconocimiento de hijos.
De conformidad al artículo 262, el menor adulto tampoco requiere de autorización alguna para
reconocer hijos. El reconocimiento puede abarcar tanto la filiación matrimonial como la no
matrimonial.
Recordemos que en el ámbito de la filiación matrimonial, ésta queda determinada, entre otras
hipótesis, por el matrimonio de los padres, tratándose del hijo nacido antes de celebrar dicho
contrato. Ahora bien, recordemos también que para contraer matrimonio, el menor adulto debe
contar con el asenso de las personas indicadas en los artículos 107 y siguientes (aunque aún sin
dicho asenso, el matrimonio y la subsecuente determinación de la filiación matrimonial serán
perfectamente válidos).
4) Demandar el divorcio o la nulidad de matrimonio.
El artículo 58 de la Ley de Matrimonio Civil, dispone que el cónyuge menor de edad es hábil para
ejercer por sí mismo la acción de divorcio, sin perjuicio de su derecho a actuar por intermedio de
representantes. La misma regla se establece en el artículo 46 de la Ley de Matrimonio Civil,
respecto a la nulidad del matrimonio.
5) Para actuar como mandatario: artículo 2128 del Código Civil.
6) Para actuar como depositario, en el caso del depósito necesario: artículo 2238 del Código Civil.
7) Para hacer pedimentos o manifestaciones.
Conforme al artículo 24 del Código de Minería, los menores adultos podrán hacer pedimentos o
manifestaciones sin necesidad del consentimiento o autorización de su representante legal.
8) Para adquirir la posesión de bienes muebles.
De conformidad al artículo 723 del Código Civil, los menores adultos e incluso los impúberes
propiamente tales, pueden adquirir la posesión de cosas muebles.
806
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
807
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
808
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
809
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
810
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
del delito, el juez estime que no existe riesgo para el interés del hijo, o de asumir el otro padre la
patria potestad (artículo 271 número 3);
4) En caso de inhabilidad física o moral del padre o madre, si no le corresponde al otro ejercer la
patria potestad (artículo 271 número 4); y
5) Por la circunstancia de apremiarse al alimentante por dos veces, en la forma señalada en la Ley
sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias, cuando el demandante de alimentos
es el hijo (artículos 14, 16 y 19 de la Ley N° 14.908). Esta circunstancia, previene el artículo 19 de
la Ley N° 14.908, será especialmente considerada por el juez para resolver la emancipación judicial
por abandono del hijo a que se refiere el artículo 271, número 2, del Código Civil.
Conforme al artículo 8 de la Ley N° 19.968, corresponderá decretar la pérdida de la patria potestad
al juez de familia.
La resolución judicial que decrete la emancipación deberá subinscribirse al margen de la inscripción
de nacimiento del hijo.
2.11.4.- Efectos de la emancipación.
1) Toda emancipación, una vez efectuada, es irrevocable (artículo 272, inc. 1º).
Excepcionalmente, podrá revocarse la emancipación en los siguientes casos:
● La emancipación por muerte presunta;
● la emancipación por sentencia judicial fundada en la inhabilidad moral del padre o madre.
En los casos anteriores, la emancipación podrá dejarse sin efecto por el juez, cumpliéndose los
siguientes requisitos:
1º Que solicite la revocación el respectivo padre o madre;
2º Que se acredite fehacientemente la existencia de dicho padre o madre o que ha cesado la
inhabilidad, según el caso;
3º Que conste que la recuperación de la patria potestad conviene a los intereses del hijo.
La resolución judicial que dé lugar a la revocación sólo producirá efectos desde que se subinscriba
al margen de la inscripción de nacimiento del hijo.
Previene la ley que la revocación de la emancipación procederá por una sola vez.
2) La emancipación no confiere capacidad al menor. Por ello, el hijo menor que se emancipa queda
sujeto a guarda (artículo 273). Excepcionalmente, la emancipación coincide con la obtención de la
plena capacidad, cuando el hijo cumple 18 años.
3) Las causales de emancipación son de orden público y de derecho estricto.
Los particulares no pueden, por ende, modificar dichas causales o crear otras no contempladas en la
ley. A su vez, el menor tampoco podría invocar otras circunstancias, para provocar su
emancipación.
811
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Nota: Lo anterior explica, por ejemplo, que en el caso en que se deje al menor una donación,
herencia o legado bajo la condición de que éste obtenga la emancipación, se entenderá cumplida
dicha condición privando al padre o a la madre del derecho legal de goce, según ya se estudió
(artículo 250 Nº 2).
812
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
art. 331, al que seguidamente aludiremos, y que no distingue según se trate de alimentos provisorios
o definitivos, aplicándose por tanto a los dos.
Se refieren también a los alimentos provisorios los arts. 54-2 y 109 de la Ley Nº 19.968, sobre
Tribunales de Familia.
Alimentos definitivos.
Los alimentos definitivos se deben, dice la ley, “desde la fecha de la primera demanda” y se
entienden concedidos por toda la vida del alimentario, continuando las circunstancias que
legitimaron la demanda (arts. 331 y 332 del Código Civil).
3.- Requisitos del derecho de alimentos:
a.- Estado de necesidad en el alimentario (art. 330 CC).
b.- Que el alimentante tenga los medios necesarios para otorgarlos.
Según el art. 3 inc. 1 de la ley 14.908 se presume que el padre o madre tiene los medios para otorgar
los alimentos que demanda el hijo menor (presunción simplemente legal).
c.- Fuente legal que los establezca.
Son fuentes normativas de derecho de alimentos el art. 321 CC y el art. 1 inc. final de la ley 14.908.
4.- Casos del art. 321 CC:
Artículo 321 CC = “Se deben alimentos:
1º. Al cónyuge;
2º. A los descendientes;
3º. A los ascendientes;
4º. A los hermanos, y
5º. Al que hizo una donación cuantiosa, si no hubiere sido rescindida o revocada.
La acción del donante se dirigirá contra el donatario.
No se deben alimentos a las personas aquí designadas, en los casos en que una ley expresa se los
niegue”.
5.- Orden de procedencia para demandar alimentos:
Art. 326 CC = “El que para pedir alimentos reúna varios títulos de los enumerados en el artículo
321, sólo podrá hacer uso de uno de ellos, en el siguiente orden:
1º. El que tenga según el número 5º.
2º. El que tenga según el número 1º.
3º. El que tenga según el número 2º.
813
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
814
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
CAPITULO 4: EL MATRIMONIO
1.- Concepto y reglamentación:
Esta reglado en parte por el CC y en parte por la ley de matrimonio civil
Art. 102 CC = “El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen
actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse
mutuamente”
2.- Características:
• Es un contrato, la doctrina más conservadora dice que el matrimonio es mucho mas que un
contrato, tiene efectos sociales etc. Lo tienden a calificar más como una institución.
Otros autores dicen que el matrimonio es un acto de autoridad, porque la sola voluntad de casarse
no basta, sino que debe haber una autorización del estado, a través de un funcionario competente.
• Es un contrato solemne, debe tener testigos.
• Esta limitado el concepto de partes, solo una persona por cada parte y además de sexo
diverso.
• El matrimonio es un acto puro y simple.
• Es indisoluble (sin perjuicio de la existencia del divorcio).
• Dura para toda la vida, ¿por qué se mantiene? Es para hacerlo con la convicción de toda la
vida.
• El matrimonio es permanente, quiere decir, que mientras el matrimonio dura el estado civil
es de “casado”.
• El matrimonio tiene fines predeterminados por ley (procrear, vivir juntos y auxiliarse
mutuamente)
815
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• Matrimonio religioso
La nueva ley de matrimonio civil en el artículo 20 reconoce el efecto civil del matrimonio religioso,
para que el matrimonio religioso tenga efectos civiles tiene que cumplir con los siguientes
requisitos:
1. Se debe celebrar ante entidad religiosa pero que tenga personalidad jurídica de derecho
público.
2. Se deben respetar las condiciones de validez y existencia.
3. Debe ser celebrado ante una autoridad eclesiástica que se tenga la investidura necesaria para
autorizar el matrimonio.
4. De todo lo obrado se levanta un acta, y los contrayentes deben ratificar este matrimonio
ante el oficial del registro civil, teniendo para ellos un plazo fatal de 8 días (nada dice así que días
corridos)
816
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
817
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5.- Divorcio.
La ley de matrimonio civil lo establece, pero en la ley antigua también había divorcio pero el
vínculo matrimonial no quedaba disuelto, era solo para no vivir con ella (como la separación
judicial).
La nueva ley incorpora un divorcio vincular, disuelve el vínculo matrimonial y los conyugues
quedan con un estado civil nuevo que es el de divorciados.
No tiene concepto en la ley pero es “la sentencia judicial que disuelve un matrimonio válidamente
celebrado, dejando a los contrayentes en estado civil de divorciado” es decir se pueden volver a
casar. Se divide el divorcio en dos clases:
1. Divorcio culpable o divorcio sanción.
2. Divorcio por cese de convivencia o divorcio remedio.
DIVORCIO SANCIÓN o CULPABLE: este divorcio tiene la particularidad es que acá hay una
causal de divorcio (genérica) que implica que alguno de los cónyuges a cometió atentado grave a
los deberes esenciales del matrimonio o a los deberes esenciales para con los hijos, y que ello ha
provocado que la vida en común se ha hecho intolerable.
Elemento objetivo: trasgresión a los deberes del matrimonio o para con los hijos
Elemento subjetivo: demostrar que esa trasgresión que la vida en común se ha hecho intolerable.
Pero luego el artículo 54 de la LMC, da ejemplos específicos, no son causales taxativas solo
ejemplares.
- atentado grave a la vida o a la entidad física a conyugue o a los hijos.
- Infracción grave y reiterada a los deberes de convivencia o fidelidad.
- Conducta homosexual
Características propias que tiene el divorcio culpable:
- Solamente lo puede demandar aquel de los conyugues que ha sido victima.
- En el divorcio culpable, el conyugue infractor queda calificado como conyugue culpable;
Ser conyugue culpable significa que corre el riesgo de perder total o parcialmente la compensación
económica (lo pondera el juez)
DIVORCIO POR CESE DE LA CONVIVENCIA O REMEDIO: en este divorcio se exige que para
pedir el divorcio debe pasar un cierto lapsus parra cesar la convivencia. Este se subdivide en dos
categorías:
- Divorcio bilateral o de común acuerdo: es decir ambos conyugues solicitan el divorcio sin
que nadie se oponga.
818
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Requisitos:
Acreditar cese de convivencia de a los menos 1 año. Se debe distinguir cuando se celebró, con la
antigua ley (nov 2004) el cese se puede demostrar por cualquier medio de prueba menos la
confesión; y con la ley nueva el cese de debe probar por medios que franquea la ley.
Acompañar un acuerdo que sea completo y que el tribunal califique como suficiente (normalmente
que proteja al interés superior del niño y al conyugue más débil) ¿qué ocurre si no hay acuerdo o no
es completo? Todo se ve en el mismo juicio pero no entorpece el divorcio.
- Divorcio unilateral: acá lo solicita uno de los conyugues, aunque el otro no quiere.
Requisitos:
Acreditar cese de convivencia de a lo menos 3 años. Y este cese de demuestra del mismo caso del
anterior.
Lo único que puedo haber el conyugue es demostrar que no han pasado 3 años, la ley permite
enervar la acción si demuestra que el conyugue demandante no ha dado cumplimiento a pagar de
alimentos (estando condenado)
Efectos del divorcio:
• Este tipo lo puede pedir cualquier conyugue.
• Disuelve el vínculo matrimonial, sin efecto retroactivo.
• Dado que el vínculo se encuentra disuelto, los conyugues se pueden volver a casar. La
mujer sin embargo debe esperar un tiempo antes de volver a casar (Si la mujer esta embaraza al
momento del divorcio, debe esperar al parto. Si la mujer no presenta señales de preñez tiene que
esperar 270 días, y se puede descontar todo el tiempo en que ella prueba que no haya tenido
relaciones sexuales con su exmarido) todo esto por los conflictos de paternidad.
• El divorcio permite compensación económica, si se cumple los requisitos. Pero advirtiendo
que el cónyuge culpable en el divorcio culpable puede perder la compensación.
6.- Separación.
La separación no es una forma de disolver el matrimonio propiamente tal, la separación implica el
cese de la convivencia y aquellos deberes que tiene la convivencia como el deber de fidelidad o
cohabitación. Hay dos clases de separación:
- Separación de hecho
- Separación judicial
SEPARACIÓN DE HECHO: se presenta cuando la pareja sea de común acuerdo o porque uno lo
decide, dejan de compartir la vida en común.
Esta institución no tiene ningún formalismo, pero generara una serie de situaciones que requieren de
regulación externa.
819
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La ley señala que cuando una pareja se separa de hecho deben elaborar un instrumentos donde
tomen algunos acuerdo (no es obligación, en la medida de lo posible) se podrá calificar de completo
si se cumplen los mínimos que establece la LMC ¿cuáles son los mínimos? El acuerdo debe
contener los siguientes temas:
- relativo a alimentos entre conyugues.
- Debe referirse al régimen matrimonial
- Si es que existen hijos: si los hay el acuerdo debe regular los alimentos para los hijos, quien
tendrá el cuidado personal y relación directa y regular.
Este acuerdo no tiene formalidad especial, y la ley dice que dará fecha cierta para el cese de
convivencia, pero para este último debe realizarse de las siguientes formas: escritura pública, acta
extendida ante notario, acta extendida ante oficial del registro civil, transacción aprobada
judicialmente.
¿De qué otra forma toma fecha cierta el cese?
- por el acuerdo completo.
- A través de la notificación de demanda sobre cualquier materia de aquellas que supone que
el matrimonio se encuentra separado (alimentos, cuidado personal, relación directa o regular etc.)
- El ultimo es un trámite que se efectúa en dos etapas: la primera etapa declara el cese de
convivencia 1. Escritura pública 2. Acta extendida ante notario 3, acta extendida ante oficial del
registro civil o 4. Declaración hecha ante tribunal de familia. La segunda etapa es que este
instrumento se le notifique al otro cónyuge, y desde la fecha de la notificación tenemos cese.
820
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
821
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• Las capitulaciones pueden ser de dos clases, y tienen que ver en el momento que se otorgan;
si se otorgan antes de la celebración del matrimonio y si se otorgan en el acto del matrimonio
En cuanto al contenido; antes de la celebración del matrimonio pueden tener por objeto contenido
cualquiera de carácter patrimonial (que bienes quedan fuera de la SC, bienes que se donan por causa
del matrimonio) y si se otorgan en el acto del matrimonio esas tienen solo una finalidad y sirven
solo para elegir un régimen matrimonial.
En cuanto a los solemnidades antes de la celebración del matrimonio tienen dos solemnidades 1. Se
debe otorgar por escritura pública y 2. Una vez que se celebre el matrimonio se debe sub inscribir al
margen de la inscripción y si se otorgan en el acto del matrimonio estás también son solemnes, pero
estamos ante oficial del registro civil y se debe sub inscribir al margen de la inscripción matrimonial
en 30 días.
Posibilidad que tengas los esposos de modificar el contenido; antes de la celebración del
matrimonio los esposos los pueden modificar a voluntad pero cuando se celebra el matrimonio no se
pueden modificar (se podría modificar el régimen patrimonial) y si se otorgan en el acto del
matrimonio, estas se pueden modificar después porque el único contenido que tienen es el régimen
patrimonial.
• Para otorgar capitulaciones se debe tener las mismas capacidades para contraer matrimonio,
pero si uno de los esposo no ha cumplido los 18 años, debe hacer capitulaciones por la persona
autorizado por las personas autorizada de dar el ascenso. Pero el menor de 18, además necesitara
autorización judicial cuando las capitulaciones tengan algunos de los siguientes contenidos:
Se trata de una mujer que quiere renunciar a los gananciales
Quiere enajenar bienes raíces en las capitulaciones
Cualquiera de ambos quiere en las capitulaciones constituir gravámenes en los bienes raíces.
PACTOS MATRIMONIALES: también son convenciones matrimoniales, y se celebran durante el
matrimonio, se puede acordar lo que quieran pero tienen ciertos límites:
1. no pueden pactar sociedad conyugal (debe partir con el matrimonio)
2. no pueden retomar un régimen que ya hubiese abandonado.
3. Con los pactos no se pueden modificar las capitulaciones matrimoniales ya acordadas.
4. Los pactos también son solemnes, y las solemnidades son: 1. Escritura pública y 2. La
subinscripción de dicha escritura al margen de la inscripción matrimonial (plazo 30 días desde la
fecha de la escritura)
5. Los conyugues deben ser mayores de edad.
Art. 1723. Durante el matrimonio los cónyuges mayores de edad podrán substituir el régimen de
sociedad de bienes por el de participación en los gananciales o por el de separación total. También
podrán substituir la separación total por el régimen de participación en los gananciales.
822
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El pacto que los cónyuges celebren en conformidad a este artículo deberá otorgarse por escritura
pública y no surtirá efectos entre las partes ni respecto de terceros, sino desde que esa escritura se
subinscriba al margen de la respectiva inscripción matrimonial. Esta subinscripción sólo podrá
practicarse dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la escritura en que se pacte la
separación. El pacto que en ella conste no perjudicará, en caso alguno, los derechos válidamente
adquiridos por terceros respecto del marido o de la mujer y, una vez celebrado, no podrá dejarse sin
efecto por el mutuo consentimiento de los cónyuges.
En la escritura pública de separación total de bienes, o en la que se pacte participación en los
gananciales, según sea el caso, podrán los cónyuges liquidar la sociedad conyugal o proceder a
determinar el crédito de participación o celebrar otros pactos lícitos, o una y otra cosa; pero todo
ello no producirá efecto alguno entre las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción
a que se refiere el inciso anterior.
Tratándose de matrimonios celebrados en país extranjero y que no se hallen inscritos en Chile, será
menester proceder previamente a su inscripción en el Registro de la Primera Sección de la comuna
de Santiago, para lo cual se exhibirá al oficial civil que corresponda el certificado de matrimonio
debidamente legalizado.
Los pactos a que se refiere este artículo y el y el inciso 2° del artículo 1715, no son susceptibles de
condición, plazo o modo alguno.
9.- Regímenes matrimoniales.
Concepto doctrinal: Estatuto jurídico que regula las relaciones patrimoniales de los conyugues entre
sí y de esto respecto de terceros. En chile son:
- Sociedad Conyugal
- Separación total de bienes
- Régimen de participación en los gananciales
SOCIEDAD CONYUGAL: no tiene definición legal pero si se puede elaborar tomando el art. 135
CC que dispone que el régimen matrimonial que surge entre los cónyuges por el solo hecho del
matrimonio y a falta de pacto en contrario.
Características de la SC:
- régimen supletorio, es decir el que opera si los contrayentes no dicen nada.
- Régimen de inicio, es decir el matrimonio debe comenzar en SC, no puede elegirse con
posterioridad (la única excepción es el matrimonio celebrado en el extranjero)
- Se trata de un régimen en donde la administración la toma el marido, es jefe de la sociedad
conyugal y de los bienes de la mujer
- La sociedad conyugal es un régimen en el cual se formara un patrimonio social, compuesto
por activo y pasivo, pero no está compuesto por todo los bienes, sino que se restringe a ciertos
bienes
823
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
824
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Haber absoluto: (1725 Nº 5) bienes adquirido a títulos oneroso adquiridos durante la sociedad
(bienes adquiridos; los bienes aportados son los que se tenían antes de la SC) las excepciones son:
• 1728 conocido como el caso de la heredad, el marido tiene un terreno antes del matrimonio,
durante la sociedad conyugal el marido se compra el terreno de al lado con la idea de formar un solo
terreno. ¿a quién le pertenece? La ley dice que se formara una comunidad sobre esa heredad entre la
SC y el propietario de la primera parte.
• 1729 conocida como el caso de la comunidad; antes del matrimonio uno de los conyugues
era comunidad con otra persona. Se contrae matrimonio en SC y ese conyugue adquiere a título
oneroso el resto de la cuota ¿qué pasa con el bien? Se va a mantener la comunidad pero será la SC
por un lado y por otro el conyugue comunero inicial.
• 1736 todos los casos que están descritos en este artículo tienen la misma lógica, que se
adquiere un bien pero el título de la adquisición es anterior a la sociedad conyugal. Ej: yo adquiero
el bien hoy, pero previo a la CV había un contrato de promesa celebrado cuando estaba soltero (la
ley lo mira como un bien aportado)
Cuando se adquiere un bien por prescripción durante el matrimonio, pero la posesión comenzó
desde que era soltera, la ley dice que el bien se adquirió al momento que se inició la posesión.
• Subrogación real (la subrogación es una institución que se presenta toda vez que una
persona o cosa pasa a ocupar el lugar jurídico que tenía otra cosa o persona) tenemos dos tipos de
subrogación personal, en que una persona pasa a ocupar el lugar jurídico de otro Eje. Solidaridad
pasiva; y la subrogación real se da cuando un bien o cosa pasa a ocupar el lugar jurídico de otra
cosa. Ej. Acción reivindicatoria que se destruía y habría que cumplir con su equivalente en dinero.
Se suele decir que este es el caso más importante y es una verdadera excepción al artículo 1725. Ej.
Imaginemos que Sergio estando soltero se compra un departamento soltero, luego Sergio se casa en
SC y quiere vender su departamento para comprar una casa más grande. El código contempla con
una serie de requisitos la casa nueva ocupe el lugar que tena el depto. en el haber propio. (de
inmuebles a inmuebles, hay otra de inmuebles a valores) Requisitos para que opere:
- Animo de subrogar: Significa que en todo escritura pública que acá intervengan se debe
declarar expresamente la intención de que opere la subrogación real. (en la misma EP) en el ejemplo
de Sergio vende su departamento y compra la casa, en ambas escrituras debe estar el ánimo.
En el caso de tener dinero antes del matrimonio, deberá declarar en las capitulaciones matrimoniales
y que se reserva una cantidad de dinero para posteriormente comprar una casa en esa EP también
debe expresarlo.
- Debe existir una cierta proporcionalidad entre lo que se tenía y lo que se adquiere. (porque
no hay subrogación cuando la diferencia de valor entre el inmueble antiguo y el nuevo la diferencia
supera la mitad del valor del bien que se adquiere $100 la casa nueva vale 140, la mitad del valor es
70 y no es mayor que 40)
825
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Haber relativo: los bienes ingresan de manera temporal, se podrá pedir recompensan.
Haber relativo 1725 Nº 3: caso de los dineros, donde el código señala que van a entrar en el haber
relativo los dineros aportados al matrimonio y también el dinero que se adquiera durante el
matrimonio pero que no corresponda ni a remuneraciones ni a frutos. Ej: dinero que se recibe por
herencia.
Haber relativo 1725 Nº 4: Los bienes muebles, van a haber relativo los bienes muebles aportados y
también van los que se adquieran durante el matrimonio a menos que se adquieran a título oneroso
(haber absoluto Nº 5).
¿qué queda entonces activo en el haber propio?
1. Los inmuebles aportados.
2. Los inmuebles que se adquieren a título gratuito.
3. Los inmuebles que hayan sido debidamente subrogados.
4. Los aumentos que estos inmuebles reciban por accesión (aluvión, avulsión)
5. Los bienes muebles que hayan sido expresamente excluidos por capitulaciones
matrimoniales.
PASIVO SOCIEDAD CONYUGAL: Art. 1740 CC = “La sociedad es obligada al pago:
1o. De todas las pensiones e intereses que corran sea contra la sociedad, sea contra cualquiera de
los cónyuges y que se devenguen durante la sociedad; (pasivo definitivo)
2o. De las deudas y obligaciones contraídas durante el matrimonio por el marido, o la mujer con
autorización del marido, o de la justicia en subsidio, y que no fueren personales de aquél o ésta,
como lo serían las que se contrajesen para el establecimiento de los hijos de un matrimonio
anterior.
La sociedad, por consiguiente, es obligada, con la misma limitación, al lasto de toda fianza,
hipoteca o prenda constituida por el marido; (pasivo definitivo)
3o. De las deudas personales de cada uno de los cónyuges, quedando el deudor obligado a
compensar a la sociedad lo que ésta invierta en ello; (da derecho a recompensa-pasivo temporal)
4o. De todas las cargas y reparaciones usufructuarias
de los bienes sociales o de cada cónyuge.
5o. Del mantenimiento de los cónyuges; del mantenimiento, educación y establecimiento de los
descendientes comunes; y de toda otra carga de familia. (pasivo definitivo)
Se mirarán como carga de familia los alimentos que uno de los cónyuges esté por ley obligado a
dar a sus descendientes o ascendientes, aunque no lo sean de ambos cónyuges; pero podrá el juez
moderar este gasto si le pareciere excesivo, imputando el exceso al haber del cónyuge.
826
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Si la mujer se reserva en las capitulaciones matrimoniales el derecho de que se le entregue por una
vez o periódicamente una cantidad de dinero de que pueda disponer a su arbitrio, será de cargo de
la sociedad este pago, siempre que en las capitulaciones matrimoniales no se haya impuesto
expresamente al marido”.
Al igual que el activo, la doctrina divide en dos el pasivo en definitivo y temporal:
Pasivo Definitivo: aquellas deudas que son pagadas por la sociedad conyugal sin derecho a
recompensa
Pasivo Temporal: está compuesto por aquellas deudas que son pagadas por la sociedad conyugal,
pero luego la sociedad conyugal recupera lo que ha pagado y lo recupera a través de recompensas.
Ej. El conyugue que paga alimentos a hijo que no vive con ellos., también deudas contraídas en
sentencia de indemnización de perjuicios.
La SC tiene la obligación a la deuda, pero no la contribución a la deuda, es decir, luego de pagarlas
y cuando se liquide la SC se debe devolver el dinero.
ADMINISTRACIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL:
Dentro de las características de la sociedad conyugal, señalamos que como regla general era
administrada por el marido, es calificado como jefe de la sociedad, esa administración se llama
ordinaria y hay otra administración extraordinaria.
Administración ordinaria:
• esta le corresponde al marido en calidad de jefe de la sociedad conyugal.
• El marido administra por el solo ministerio de la ley.
• El marido administra no solamente el patrimonio de la sociedad, sino que toma también la
administración de los bienes de la mujer.
• El marido como jefe de la sociedad no es remunerado, no tiene que rendir caución y así
mismo, tampoco tiene que elaborar inventario de bienes.
• El marido para administrar los bienes sociales y los bienes de la mujer, tiene una amplia
libertad pero no absoluta. Necesita en algunos casos que necesita autorización de la conyugue.
Reglas particulares de la administración ordinaria:
- administración de los bienes sociales
- administración ordinaria de los bienes de la mujer.
¿Como administra el marido los bienes sociales? Las limitaciones que tiene pueden ser de dos
clases: 1. Limitaciones convencionales (que son toda limitación que se impuso en las capitulaciones
matrimoniales); y 2. Están las limitaciones legales, todas estas tiene como elementos común que se
trata de actos en que el marido requiere la autorización de la mujer y estos actos son: Art. 1749
CC =
827
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
828
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
autorización ídem. La única a diferencia es que si la mujer se niega a dar autorización tratándose de
bienes de la mujer no hay nada que hacer.
Podría la mujer, tomar la administración de los bienes en la administración ordinaria: No como
regla general, pero podría en los siguientes casos:
1. Cuando el marido confiere mandato a la mujer.
2. Caso contemplado en el art. 138 CC que consiste en que el marido se ve afectado por un
impedimento que no es de larga ni indefinida duración (debe ser con autorización judicial)
La ley dice que se miran como celebrados por el marido (en los 2 primeros, es decir obliga a la SC)
3. Art. 138 BIS; negativa injustificada del marido de vender un bien propio de la mujer, la
mujer puede pedir autorización al juez para que pueda ejecutar el acto. Si la mujer es autorizada
para actuar se mirara como celebrado por la mujer (no obliga a la SC, sino a su patrimonio propio)
Administración extraordinaria:
• le corresponde a un curador, puede ser la mujer o un tercero.
• Como regla general la curaduría se le ofrece a la mujer.
Excepcionalmente no le corresponde a la mujer en los siguientes casos:
Marido menor de edad: la ley busca con preferencia a un ascendiente de él.
Marido interdicto por disipación: la ley señala que la curaduría no la puede tomar la mujer, porque
el legislador es de la idea que la mujer hacía caso en todo al marido.
• La administración extraordinaria es porque el marino no puede tomar la administración
• El curador es remunerado por su administración, salvo a la mujer, el curador debe rendir
caución excepto la mujer y el curador debe efectuar inventario de los bienes salvo la mujer.
Reglas particulares de la administración extraordinaria:
Curador mujer / o Curador tercero
La mujer tomara la administración del patrimonio del marido y ese lo administrara según la regla de
la curaduría que corresponda. Del patrimonio social se someterá las reglas que describe el articulo
1759 CC (juez). Sobre el patrimonio propio administrará con total libertad. Él toma la
administración del patrimonio del marido, del patrimonio social y del patrimonio de la mujer y los
administrará según la regla de la curaduría respectiva.
DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL:
Art. 1764 CC = La sociedad conyugal se disuelve:
1o. Por la disolución del matrimonio; (vía consecuencial – muerte real, presunta, divorcio y nulidad)
829
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
2o. Por la presunción de muerte de uno de los cónyuges, según lo prevenido en el título Del
principio y fin de las personas; (posesión provisoria- vía principal)
3o. Por la sentencia de separación judicial o de separación total de bienes: si la separación es
parcial, continuará la sociedad sobre los bienes no comprendidos en ella; (vía principal)
4º Por la declaración de nulidad del matrimonio;
5o. Por el pacto de participación en los gananciales o de separación total de bienes, según el Título
XXII-A del Libro Cuarto y el artículo 1723. (vía principal)
Para efectos didácticos la doctrina las divide en dos categorías; por vía principal y por vía
consecuencial, las que son por vía principal comprenderán a aquellas que disuelven la sociedad
conyugal pero que mantienen el matrimonio. En cambio por vía consecuencial se disuelve el
matrimonio y como consecuencia de ello se disuelve la sociedad conyugal.
Efectos de la disolución de la sociedad conyugal:
1. Sobre los bienes sociales se forma una comunidad
2. La mujer recupera la administración de su patrimonio
3. Dejan de aplicarse los artículos 1725 y 1740, lo que quiere decir que no subirán los haberes
ni los pasivos de la sociedad conyugal.
4. Se debe proceder tan pronto como sea posible a la liquidación (se hará a través de la
partición)
LIQUIDACIÓN:
La liquidación supone la liquidación de una comunidad al liquidarse la sociedad conyugal se
aplican las reglas de la partición de bines, se podrá hacer de común acuerdo y en caso contrario e
deberá resolver judicialmente a través de arbitraje forzoso.
Lo primero que se debe hacer es un inventario y una tasación, con esto se conformara lo que se
denomina el acervo bruto;
Inventario: Se va a inventariar todo el patrimonio que queda una vez disuelta de la sociedad
conyugal y esto se llama acervo común o bruto. La ley no señala nada en principio si debe hacerse
simple o solemne, pero sin embargo, señala la ley si entre los comuneros haya alguno que no tenga
la libre administración de sus bienes, el inventario tiene que ser solemne.
Si uno de los comuneros intenta ocupar bienes con el fin de que no aparezcan dentro del inventario
y es descubierto, la ley señala que tendrá dos sanciones: 1. Va a perder la parte que le
correspondería en dicho bien; y 2. Deberá restituir el valor del bien doblado.
Tasación: determina el valor de todo el patrimonio y esto lo hacen los comuneros de común
acuerdo, si no hay acuerdo lo hará el juez partidor.
830
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En la segunda etapa tenemos la determinación de los bienes sociales, con lo cual se elaborara el
acervo ilíquido, hemos dicho que en el inventario tenemos todos los bienes mezclados, la idea es ir
separando los bienes que pertenecen a otras personas y finalmente dejar aislados los que pertenecen
a la SC.
La tercera etapa es el pago de las recompensas, con lo cual una vez que los paguemos llegaremos al
acervo líquido, las recompensas que son estos créditos que se deben entre si los conyugues.
Quien se paga primero en las recompensas es la mujer, y lo hará persiguiendo los bienes sociales e
incluso la ley señala un orden (dinero de la sociedad, bienes muebles, bienes inmuebles, siguen los
bienes del marido).
Pagadas las recompensas llegamos al acervo liquido o partible y es la parte que son los gananciales
y se dividirán entre los conyugues. La ley señala que los gananciales se deben dividir como regla
general en partes iguales, excepcionalmente se dividirán de otra forma cuando:
- Cuando la mujer hubiese renunciado a los gananciales.
- Cuando en capitulaciones se hubiese pactado una forma distinta de división.
- Cuando corresponde aplicar la sanción del que oculta bienes del inventario.
- Cuando la mujer muere la facultad que ella tenía para renunciar a los gananciales pasa a sus
herederos, ¿qué pasa con la parte del heredero que renuncia? La ley dice que aumenta la porción del
marido.
¿qué sucede con el pasivo de la sociedad conyugal? El legislador parte de una regla lógica y dice
que las reglas deben ser enfrentada por partes iguales, la misma proporción que se divide el activo
se debe dividir el pasivo, sin embargo, la ley le da a la mujer un derecho que se llama beneficio de
emolumentos, y consiste en que si en la distribución del activo a la mujer le toco 30 millones y el
pasivo de la SC es 100 (partes igual 50 y 50); la ley dice que a raves de este beneficio pagara pasivo
solo hasta lo que recibí de activo. (la ley asume que la mala administración es del marido).
831
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
• Toda limitación, toda prohibición que la ley le imponga a los conyugues, se aplica también
a los convivientes civiles. Ej: prohibición, prescripción entre convivientes.
• Permite la ley expresamente que se pueda celebrar el acuerdo a través de mandatario.
• El acuerdo de unión civil no es susceptible de promesa.
Requisitos:
- Existencia: debe celebrarse entre personas naturales sin importar el sexo.
- El acuerdo de unión civil debe celebrarse ante oficial del registro civil.
- Validez: consentimiento libre y espontaneo.
- Error solo en la persona física, no civil o social.
- Capacidad, los que no cumplieren 18 años de edad
- Los que no tengan la libre administración de los bienes, con excepción del disipador
interdicto.
- Los que ya se encuentren en otro acuerdo de unión civil
- No pueden celebrar el acuerdo entre si ciertos parientes (los mismos parientes que tampoco
se pueden casar entre sí)
-
Efectos del acuerdo de unión civil.
Entre los convivientes:
- deber de ayuda mutua
- deber de solventar los gastos de la vida en común
efectos patrimoniales:
- Régimen son: separación total de bienes o
- Régimen de comunidad (se forma sobre todos los bienes que se adquieran a título oneroso)
Efecto de la titularidad de la acción indemnizatoria por los daños sufridos por el otro conviviente.
- el conviviente tiene acción para reclamar indemnizaciones por los daños sufridos por el
otro.
- En materia hereditaria el conviviente civil sobreviviente al final tendrá los mismo derechos
hereditarios que le conyugue sobreviviente.
Nota: Las tres últimas causales generan derecho a compensación económica, con las mismas
reglas que existe el matrimonio.
832
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Concepto doctrinario de Sucesión por Causa de Muerte: Es un modo de adquirir el dominio del
patrimonio de una persona difunta, es decir, el conjunto de sus derechos y obligaciones
transmisibles o una cuota de dicho patrimonio, o de una especie o cuerpo cierto, o de un género.
Existen derechos que no son transmisibles, como los derechos de usufructo, uso y habitación, o el
derecho de alimentos y por otro lado no son transmisibles ciertas obligaciones, como las de Hacer.
833
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Los Asignatarios:
En la Sucesión por causa de muerte se habla de Causante y Asignatarios.
Causante es la persona que fallece y que transmite un patrimonio, una cuota de éste, o una especie
o cuerpo cierto determinado o un género indeterminado.
Asignatario es la persona que recibe del causante el total de su patrimonio, una cuota de éste, o
especies o cuerpos ciertos determinados o géneros indeterminados.
¿Cómo pueden ser los asignatarios?
Los asignatarios pueden ser a Título Universal o herederos y Título Singular o legatarios.
834
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
835
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
836
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
837
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
LA POSESIÓN DE LA HERENCIA
¿Explique las clases de Posesión?
La posesión de la Herencia puede ser:
• Legal
• Real
• Efectiva
Posesión Legal:
Se encuentra establecida en el artículo 722 del Código Civil.
→ Se caracteriza porque la otorga el legislador presumiendo la concurrencia de los elementos
que conforman la posesión, corpus y animus.
→ En la realidad, podrían faltarle al heredero ambos elementos, pero igual la ley los presumirá.
Incluso, hay posesión legal de la herencia, aunque el heredero ignore su calidad de tal.
→ Es la que adquieren los herederos por el sólo fallecimiento del causante y que no permite
adquirir por prescripción, sirve para darle continuidad a la tenencia del patrimonio, para que no
quede sin titular, queda en los herederos aunque ellos no lo sepan.
→ Cabe tener presente que la posesión legal del heredero no es la misma posesión del
causante.
→ El heredero adquiere su propia posesión al momento de morir el causante. Así queda de
manifiesto con el tenor del art. 722 (...se adquiere...) en relación al art. 717.
→ Se comprende entonces que el legislador la otorgue de pleno derecho al heredero, pues de
no haberlo establecido, existiría una laguna de posesiones, entre la del causante y la de aquél que la
adquiriera realmente.
Posesión Real:
→ Equivale a la posesión definida por el art. 700.
→ Vale decir, requiere del corpus y el animus, pudiendo estar radicada tanto en el verdadero
heredero como en el falso.
→ Podría ocurrir entonces que mientras el verdadero heredero tiene la posesión legal -que
nunca puede ostentar el falso heredero-, la posesión real o material está en manos del heredero
putativo, pudiendo éste llegar a adquirir el dominio del derecho real de herencia en virtud de la
prescripción.
838
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Posesión Efectiva:
→ Es aquella que se otorga por sentencia judicial o por resolución administrativa, a quien tiene
la apariencia de heredero. Inicialmente, en nuestra legislación esta institución fue de carácter
procesal y hoy en día, puede ser tanto de carácter procesal como de carácter administrativo,
dependiendo si se pide en el registro civil o ante el tribunal.
→ Es ante el registro civil si la sucesión es intestada y es ante el tribunal cuando es testada,
tiene que ver si hay testamento o no.
→ Cabe consignar que el decreto o resolución de posesión efectiva no confiere de un modo
incontrovertible y definitivo la calidad de heredero.
Ello, porque:
1º De conformidad a lo dispuesto en el art. 877 del CPC, por el cual queda en claro que la ley sólo
exige un testamento en apariencia válido. Y si dicho testamento fuere en realidad válido sólo en
apariencia, indudablemente que el decreto de posesión efectiva no otorgará la calidad de heredero
indiscutible.
2º El falso heredero que logró obtener en su favor el decreto de posesión efectiva de la herencia,
adquiere el dominio de la misma por prescripción de 5 años. Ello prueba que no le basta con el solo
decreto judicial o resolución administrativa, para ostentar tal calidad.
→ La importancia de la posesión efectiva, es que concede la calidad de heredero putativo, que
permite acortar el plazo de prescripción a 5 años contados desde la posesión efectiva o de la
inscripción hereditaria cuando existen inmuebles, lo que quiere decir, que sirve para mantener la
historia de la propiedad raíz e indirectamente facilita el pago de impuestos. (La importancia es
cuando hay inmuebles).
LA APERTURA DE LA SUCESIÓN
(concepto, donde y cuando se produce)
Es el hecho jurídico que se produce al momento de fallecer el causante y que habilita a los
herederos para tomar posesión de los bienes hereditarios.
839
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
- La ley del lugar en que se abre la sucesión rige el acto, salvas las excepciones legales.
LA DELACIÓN
“Es el actual llamamiento que hace la ley a los asignatarios para aceptar o repudiar su
asignación”.
840
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
ASIGNACIONES:
Art. 953 CC: “Se llaman asignaciones por causa de muerte las que hace la ley, o el
testamento de una persona difunta, para suceder en sus bienes.
Con la palabra asignaciones se significan en este Libro las asignaciones por causa de
muerte, ya las haga el hombre o la ley.
Asignatario es la persona a quien se hace la asignación”.
Características de las herencias y de los herederos v/s características de los legados y de los
legatarios:
1.- Las asignaciones universales se denominan herencias y los asignatarios se denominan herederos.
Las asignaciones a título singular se denominan legados y los asignatarios se denominan legatarios.
2.- Las herencias tienen su origen en el testamento y en la ley, por lo que hay herederos testados y
herederos intestados.
Los legados sólo tienen su origen en el testamento.
3.- Los herederos representan a la persona del causante, es decir, son sus continuadores.
Los legatarios no son los continuadores de la personas del causante, no lo suceden ni lo representan
4.- Los herederos son responsables de las deudas del causante (tanto de las deudas hereditarias
como testamentarias).
Los legatarios tienen responsabilidad subsidiaria, sólo en caso de que los herederos no puedan
responder y sólo hasta el monto de la especie legada (no todos los legatarios responden sino que hay
un orden de prelación que establece la ley).
5.- Los herederos adquieren por SPCM y por ningún otro modo de adquirir. (Por tradición
adquieren los cesionarios y por prescripción los poseedores de la herencia).
Los legatarios pueden adquirir por SPCM (si el legado es de especie o cuerpo cierto) o por tradición
(si el legado es de género).
6.- Los herederos tienen la posesión legal de la herencia, los legatarios no.
7.- Los herederos en caso de haber inmuebles deben realizar las inscripciones hereditarias del art.
688.
Los legatarios no necesitan practicar esas inscripciones (cambia el tipo de inscripción. De
requerirse, para ellos son las inscripciones normales).
841
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
842
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Derecho de Representación
Sólo opera en la sucesión intestada.
A diferencia de la transmisión, es una ficción jurídica, algo que no ocurriría si no existiese esta
institución.
Derecho de Acrecimiento
Sólo en la sucesión testada.
Es ajena a las reglas generales.
Requiere una declaración expresa de voluntad. Aunque esa voluntad es presunta ya que no la
manifiesta el testador.
Derecho de Substitución
Sólo opera en la sucesión testada
Requiere voluntad expresa del testador
Dice relación con la transmisibilidad del derecho de opción que adquieren los asignatarios con la
Delación de la herencia, para aceptar o repudiar.
Al fallecer una persona, los herederos continúan su personalidad, teniendo la opción de
aceptar o repudiar lo que les es transmitido, sea por testamento o por el ministerio de la ley, por esta
misma continuidad, si repudian o aceptan, los efectos se retrotraen al momento de producirse o
deferirse la asignación.
Lo importante que hay que entender es que la facultad para aceptar o repudiar se transmite a
los herederos
A la ley le interesa la continuidad de las relaciones jurídicas, que los derechos y
obligaciones no queden en suspenso.
Esta no es ninguna excepción a las reglas generales pues esta opción ya se ha incorporado a
su patrimonio, aun cuando no la había ejercido.
Este derecho está regulado en el Art. 957.
“Art. 957 CC: Si el heredero o legatario cuyos derechos a la sucesión no han prescrito,
fallece antes de haber aceptado o repudiado la herencia o legado que se le ha deferido,
transmite a sus herederos el derecho de aceptar o repudiar dicha herencia o legado,
aun cuando fallezca sin saber que se le ha deferido.
No se puede ejercer este derecho sin aceptar la herencia de la persona que lo
transmite”.
El derecho de transmisión juega tanto en las herencias testadas como intestadas, el Art. 957 está en
el título de las reglas generales.
843
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
En este derecho interviene, en primer lugar, el primer causante, luego el transmitente o transmisor,
que es el heredero o legatario del causante, y; el adquirente del derecho de transmisión llamado
transmitido, quien debe ser necesariamente heredero del transmitido o transmisor.
Características:
1.- Opera en toda sucesión
2.- Lo que se transmite es la facultad para aceptar o repudiar una herencia o un legado.
3.- Es lo que se denomina una sucesión indirecta porque se está heredando a una persona sin ser
realmente su sucesor.
4.- El derecho sólo opera cuando se ha aceptado la herencia del transmitente o transmisor.
5.- Los derechos a la sucesión no deben haber prescrito. Si alguien adquirió la herencia o legado por
prescripción el derecho de transmisión ya no opera.
6.- El transmitido debe ser heredero del transmitente, porque es en la herencia donde le nace este
derecho.
7.- El transmitente puede ser heredero o legatario del primer causante.
Requisitos de la Representación:
* Opera solo en la Sucesión Intestada.
La representación está definida en las reglas de la sucesión intestada y de ahí obtenemos que se
aplica sólo a ésta. Por ello, únicamente puede sucederse por representación en las herencias, pues en
los legados se supone que existe un testamento.
Se dan dos excepciones a esta regla general:
“Art. 1064. Lo que se deje indeterminadamente a los parientes, se entenderá dejado a los
consanguíneos del grado más próximo, según el orden de la sucesión abintestato, teniendo lugar el
derecho de representación en conformidad a las reglas legales; salvo que a la fecha del testamento
haya habido uno solo en ese grado, pues entonces se entenderán llamados al mismo tiempo los del
grado inmediato”
“Art. 1183. Los legitimarios concurren y son excluidos y representados según el orden y reglas de
la sucesión intestada”
* Solo opera en la línea descendente.
“Art. 986. Hay siempre lugar a la representación en la descendencia del difunto y en la
descendencia de sus hermanos./ Fuera de estas descendencias no hay lugar a la representación.".
* Solo opera en algunos ordenes sucesorios
844
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
“Descendencia del difunto y en la descendencia de sus hermanos”. Esta regla tiene esta redacción
después de la ley 19.585.
* Debe faltar el representado.
No significa solo que esté muerto, sino que puede faltar por otras razones, por ser indigno o
incapaz, o por haber sido desheredado.
La idea es que cuando falta un asignatario y la ley lo permite, los descendientes pueden ocupar el
lugar de la persona que falta.
Se finge que la persona no está faltando ya que sus descendientes pasan a ocupar su lugar.
¿Cuando se entiende que falta?
Cuando ha repudiado su asignación.
Cuando ha sido desheredado.
Cuando es incapaz para suceder (aquí se comprende el hecho de que hubiese fallecido).
Cuando es indigno para suceder.
845
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
La idea que surge es que este derecho solo se va a producir cuando hay 2 o más asignatarios
llamados a la herencia y falta uno de ellos. Lo normal es que si falta un asignatario se beneficien los
demás asignatarios o los herederos abintestato. Lo normal es que no se produzca el acrecimiento por
lo que es una institución excepcional, que para que opere debe cumplir una serie de requisitos.
Requisitos
a) Que se trate de una sucesión testamentaria.
b) Que haya dos o más asignatarios. No importa el tipo, herederos o legatarios, pero no puede ser
mixto.
c) Que falte uno de los asignatarios.
d) Que los asignatarios sean llamados a un mismo objeto (asignación)..
e) Que no haya respecto de ellos designación de cuota o parte.
f) Que el testador no haya designado un sustituto.
g) Que el testador no haya prohibido el acrecimiento.
Características:
a) Es un Derecho Accesorio.
“Art. 1152. La porción que acrece lleva todos sus gravámenes consigo, excepto los que suponen
una calidad o aptitud personal del coasignatario que falta”
b) Es un Derecho Renunciable.
“Art. 1151. El coasignatario podrá conservar su propia porción y repudiar la que se le defiere por
acrecimiento; pero no podrá repudiar la primera y aceptar la segunda”
c) Es transferible por acto entre vivos.
“Art. 1910 inciso 3º. Cediéndose una cuota hereditaria se entenderá cederse al mismo tiempo las
cuotas hereditarias que por el derecho de acrecer sobrevengan a ella, salvo que se haya estipulado
otra cosa”
d) Pueden tener derecho al acrecimiento los herederos, legatarios y los cesionarios de ellos.
e) El asignatario del acrecimiento debe aceptar su asignación original.
f) La porción que se recibe por acrecimiento también debe ser aceptada o repudiada por el
asignatario.
- El acrecimiento no opera de manera automática.
846
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
DERECHO DE SUSTITICIÓN
A diferencia del acrecimiento, en el derecho de sustitución, el testador nombra a otro
asignatario para que ocupe el lugar del asignatario que falta.
La sustitución supone que el testador designa a un reemplazante para el caso que falte algún
asignatario conjunto. "Dejo mi casa a Pedro y Juan pero si Pedro falta sus derechos pasarán a
Mario".
Si hay sustitución no puede haber acrecimiento (son derechos excluyentes y entre ambos
prima el de sustitución).
Esta sustitución puede ser vulgar o fideicomisaria:
La vulgar la define el Art. 1156.
“Art. 1156. La sustitución es vulgar o fideicomisaria.
La sustitución vulgar es aquella en que se nombra un asignatario para que ocupe el
lugar de otro que no acepte, o que, antes de deferírsele la asignación, llegue a faltar
por fallecimiento, o por otra causa que extinga su derecho eventual.
No se entiende faltar el asignatario que una vez aceptó, salvo que se invalide la
aceptación”
La sustitución fideicomisaria es un fideicomiso vulgar y silvestre. "Dejo mi casa a Pedro y pasará a
María si ella se recibe de abogado". Art. 1164. Esta se regla por lo dispuesto en el titulo de la
propiedad fiduciaria.
“Art. 1164. Sustitución fideicomisaria es aquella en que se llama a un
fideicomisario, que en el evento de una condición se hace dueño absoluto de lo que
otra persona poseía en propiedad fiduciaria.
La sustitución fideicomisaria se regla por lo dispuesto en el título De la propiedad
fiduciaria”
Si el asignatario falta por cualquiera de las razones dichas, la sustitución se llama sustitución vulgar.
Si la substitución opera porque el testador ha contemplado una condición para ello, la substitución
se llama fideicomisaria porque en ese caso se ha formado un fideicomiso (asignación condicional).
Requisitos para que opere el D° de Sustitución:
→ Que se trate de una sucesión testada.
Es lógico que sea así pues de lo contrario no hay forma de designar al reemplazante.
→ La sustitución debe ser expresa.
No hay sustitución presunta o tácita. Art. 1156 "se nombra".
→ Debe faltar el asignatario que va a ser sustituido.
Debe faltar antes que el causante fallezca, pues de lo contrario operará el derecho de transmisión.
847
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Es posible que un asignatario sea sustituido por varios y también es posible que varios
asignatarios puedan ser sustituidos por uno solo.
El sustituto puede ser asignatario o no serlo.
La sustitución puede ser de varios grados
“Art. 1158. La sustitución puede ser de varios grados, como cuando se nombra un
sustituto al asignatario directo, y otro al primer sustituto”
"Dejo mi casa a Pedro y si él falta a Mario y si él falta a Diego".
Se puede sustituir uno a muchos o muchos a uno.
ORDENES DE SUCESIÓN:
Es el tema más importante para el grado, el más preguntado.
Conjunto de parientes llamadas a suceder, que excluyen o son excluidos por otro
conjunto de parientes de la sucesión.
Reglas generales:
1.- Se aplican cuando no exista testamento (90% de los casos en Chile) o para distribuir la herencia
entre los legitimarios.
Recordar que a los legitimarios se les aplican las reglas de la sucesión intestada.
2.- Para dividir la herencia no tiene importancia ni la edad, ni el sexo ni la primogenitura de los
herederos.
3.- Son todos parientes (excepto el fisco) y siempre parientes por consanguinidad, nunca afines.
4.- La ley no instituye legados, de manera que todo lo que proviene de los órdenes de sucesión es a
título de herencia.
La ley de filiación de 1998 simplificó mucho los órdenes de sucesión.
Antes los hijos no eran todos iguales.
Además había que distinguir qué calidad jurídica tenía el causante. Los órdenes provenientes del
hijo legítimo eran distintos a los del hijo natural y a los del hijo ilegítimo. Se hablaba de órdenes de
sucesión, regulares e irregulares, hoy son todos iguales y corresponden a lo que antes eran los
órdenes regulares.
848
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
849
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Tb opera la regla de que los de doble conjunción llevan el doble que los de simple conjunción.
Características:
- No hay derecho de representación.
- No hay asignatarios forzosos.
Importante:
Si el causante sólo deja hijos, la herencia se divide por partes iguales, pero si hay cónyuge
sobreviviente, según el inciso 2° del art. 988 del Código, se visualizan tres reglas:
Primera Regla:
Si hay dos o más hijos, el viudo o viuda recibirá por regla general, el doble de lo que por legítima
rigorosa o efectiva le corresponda a cada hijo.
Segunda Regla:
Si hay sólo un hijo, la cuota del cónyuge sobreviviente será igual a legítima rigorosa o efectiva de
ese hijo.
Tercera Regla:
En ningún caso la porción que corresponda al cónyuge sobreviviente bajará de la cuarta parte de la
herencia, o de la cuarta parte de la mitad legitimaria en su caso, este último caso si el causante
hubiera dispuesto de la cuarta de libre disposición y de la cuarta de mejoras.
Aplicación:
Cuando hay dos o más hijos, personalmente representados y conyuje sobreviviente, pueden
presentarse las siguientes situaciones:
Si hay dos hijos y cónyuge sobreviviente, dividimos la herencia en cuatro partes, 1/4 para
cada hijo y 2/4 para el cónyuge sobreviviente, aplicamos la primera regla pues el viudo o viuda,
lleva el 50% de la herencia.
Si hay tres hijos y cónyuge sobreviviente, dividimos la herencia en cinco partes, 1/5 para
cada hijo y 2/5 para el cónyuge sobreviviente, aplicamos la primera regla, pues el viudo o viuda
lleva el 40% de la herencia.
Si hay cuatro hijos y cónyuge sobreviviente, dividimos la herencia en seis partes, 1/6 para
cada hijo y 2/6 para el viudo o viuda, aplicamos la primera regla, pues el cónyuge sobreviviente
lleva un 33,33% de la herencia.
Si hay cinco hijos y cónyuge sobreviviente, dividimos la herencia en siete partes, 1/7 para
cada hijo y 2/7 para el viudo o viuda, aplicamos todavía la primera regla, pues el cónyuge
sobreviviente lleva un 28,58% aproximadamente.
850
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Si hay seis hijos y cónyuge sobreviviente, dividimos la herencia en ocho partes, 1/8 para
cada hijo y 2/8 para el viudo o viuda, aún nos mantenemos en la primera regla, pues dos octavos
corresponden exactamente al mínimo previsto por la ley para el cónyuge sobreviviente, esto es, un
25%.
Si hay 7 hijos o más debemos aplicar la tercera regla, pues de aplicar la primera, habría que
dividir la herencia en nueve partes, lo que arrojaría para el viudo o viuda un porcentaje inferior al
25%, pues dos novenos están por debajo del porcentaje expresado.
LOS ACERVOS:
Se entiende por tal la masa hereditaria dejada por el causante.
Cinco clases de acervos se distinguen en el ámbito de la sucesión por causa de muerte:
1º El acervo común o bruto.
2º El acervo ilíquido.
3º El acervo líquido.
4º El primer acervo imaginario.
5º El segundo acervo imaginario.
Acervo líquido o partible: inc. final del art. 959 del CC.
Es el acervo ilíquido al cual se le han deducido las bajas generales. Se le llama también acervo
partible, porque es esta masa de bienes la que se divide entre los herederos.
851
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
El objeto de estos acervos es amparar el derecho de los asignatarios forzosos, o, lo que es lo mismo,
defender la mitad legitimaria y la cuarta de mejoras, de las donaciones que en vida haya hecho el
causante.
Incapacidades
Los que no tienen existencia al momento de la apertura de la sucesión
Aquellas entidades que carecen de personalidad jurídica
Aquellas personas condenadas por crímenes de dañado ayuntamiento
El eclesiástico confesor
852
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios: Art. 968 a 972.
→ El que ha cometido el crimen de homicidio en la persona del difunto, o ha intervenido en
este crimen por obra o consejo, o la dejó perecer pudiendo salvarla;
→ El que cometió atentado grave contra la vida, el honor o los bienes de la persona de cuya
sucesión se trata, o de su cónyuge, o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes, con tal que
dicho atentado se pruebe por sentencia ejecutoriada;
→ El consanguíneo dentro del sexto grado inclusive, que en el estado de demencia o
destitución de la persona de cuya sucesión se trata, no la socorrió pudiendo;
→ El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria del difunto, o le impidió
testar;
→ El que dolosamente ha detenido u ocultado un testamento del difunto, presumiéndose dolo
por el mero hecho de la detención u ocultación”
→ Es indigno de suceder el que siendo mayor de edad, no hubiere acusado a la justicia el
homicidio cometido en la persona del difunto, tan presto como le hubiere sido posible.
→ Es indigno de suceder el impúber, demente o sordomudo, el ascendiente o descendiente
que, siendo llamado a sucederle abintestato, no pidió que se le nombrara un tutor o curador, y
permaneció en esta omisión un año entero: a menos que aparezca haberle sido imposible hacerlo por
sí o por procurador.
→ Los que nombrados por el testador para ser guardador o curador, se excusaren sin causa
legítima
→ El que se comprometa a hacer pasar bienes del causante a un incapaz para suceder.
→ El menor que se casare sin el consentimiento de quien debe dar el ascenso.
→ El que se casa teniendo impedimento de segundas nupcias
→ El cónyuge que hubiere dado motivo a la separación judicial por su culpa
853
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
→ Los padres del causante cuya paternidad o maternidad ha sido determinada por la justicia.
→ El Albacea doloso.
Características:
Es un AJ unilateral.
Es un acto personalísimo, lo que significa que no es susceptible de delegación por mandato.
Es un acto individual. El testamento mancomunado no es válido en Chile
Es siempre un acto solemne aun cuando pueda ser más solemne o menos solemne.
Es un acto por causa de muerte. Por regla general no produce efectos en vida.
Eventualmente los podría producir como en el caso del reconocimiento de un hijo siempre y cuando
se haga en testamento abierto, que produce efectos de inmediato.
Ningún acto de disposición produce efectos de inmediato, sólo eventualmente las declaraciones.
Tiene como principal finalidad que el testador pueda disponer de bienes, pero no es la única
finalidad.
854
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
del testador de que sus restos sean cremados, que su velatorio se realice en tal o cual iglesia, etc,
siempre y cuando sean disposiciones permitidas.
Es un acto esencialmente revocable, lo que es excepcional porque la regla general es que los
actos unilaterales no sean revocables.
Se puede revocar por el propio testador mientras viva.
Sólo lo puede hacer a través de otro testamento.
Respecto a la revocación cobra valor la distinción entre disposiciones y declaraciones:
Las disposiciones son revocables todas.
Las declaraciones por regla general también se pueden revocar (cambiar al partidor de
la herencia, al albacea…)
No se pueden revocar las declaraciones hechas en testamento abierto y que confieran
derechos permanentes a las personas, como el reconocimiento de un hijo. Estas no pueden revocarse
en un nuevo testamento.
Requisitos Internos
Los requisitos internos son iguales, cualquiera sea el tipo de testamento de que estemos hablando.
Capacidad para testar:
La regla general es la plena capacidad para testar según lo indica el inciso final del Art. 1005. Esta
misma norma se encarga de señalar quienes son inhábiles. Cabe destacar que la capacidad para
testar debe concurrir al momento de otorgarse el testamento. Art. 1006.
“Art. 1005. No son hábiles para testar:
1. Derogado;
2. El impúber;
3. El que se hallare bajo interdicción por causa de demencia;
4. El que actualmente no estuviere en su sano juicio por ebriedad u otra causa;
5. Todo el que de palabra o por escrito no pudiere expresar su voluntad claramente.
Las personas no comprendidas en esta enumeración son hábiles para testar”
Voluntad exenta de vicios:
Al igual que en todo acto jurídico los vicios que pueden afectar la voluntad son el error, la fuerza y
el dolo. El código en el título III del libro III solo regula en forma especial a la fuerza y por tanto en
el caso del error y el dolo se aplican las reglas generales. Trata sobre la fuerza el art. 1007:
“Art. 1007. El testamento en que de cualquier modo haya intervenido la fuerza, es nulo en todas
sus partes”
En el caso del dolo, aun cuando se siguen las reglas generales, no debe concurrir el requisito de ser
obra de una de las partes pues, como hemos visto, el testamento es un acto jurídico unilateral.
En cuanto al error el código lo trata en el título IV de este libro, a propósito de las asignaciones
testamentarias.
855
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Requisitos externos:
Los requisitos internos definen la clasificación del testamento.
Al comentar la definición del art.999 dijimos que la gran clasificación emana de las solemnidades
de que esté revestido: De esta forma pueden ser Solemne y Menos solemne.
Así, el testamento, que siempre será solemne, puede ser, de acuerdo al art.1008
Clasificación:
Se hace sobre la base de las solemnidades o requisitos externos a que se encuentra sometido
Testamentos otorgados en Chile y testamentos otorgados en el extranjero.
Si es otorgado en el extranjero hay que distinguir entre:
Los otorgados según la ley chilena y los otorgados según la ley extranjera.
856
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
que es el funcionario donde se ocurre normalmente para el otorgamiento. El notario debe ser
competente en cuanto a la materia y en cuanto al territorio.
Otro funcionario competente es el juez de letras del territorio jurisdiccional del lugar del
otorgamiento.
857
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
858
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
859
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
el motivo por el cual no firmó: si porque no supo o porque no pudo, no siendo necesario expresar la
causa por la cual no supo o no pudo hacerlo.
¿Quiénes firman?
- El testador: si no puede firmar se debe señalar. Nadie puede firmar por él.
- El funcionario.
- Los testigos. Si alguno no puede o no sabe, firma por él otro testigo. No puede ocurrir que ningún
testigo no sepa leer y escribir, la ley exige que 2 de 3 o 3 de 5 sepan leer y escribir. (¿Sirve la huella
digital?: No) ¿?
No tienen tanta relevancia para el grado quienes pueden ser testigos y quienes no.
860
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Su Otorgamiento:
Las etapas de que consta son:
Escrituración y forma del texto.
Introducción del texto en un sobre cerrado.
Redacción y firma de la carátula del testamento
861
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
→ El legislador no quiere que la redacción del testamento se realice por etapas, velando así por
que la voluntad del testador se manifieste libre y espontáneamente y no se vea influenciada en
manera alguna.
→ Según el art.1009, es competente para conocer de esta materia el juez del último domicilio
del testador, pero si el testamento se ha otorgado ante notario que no sea el del último domicilio del
causante, podrá ser abierto ante el juez con competencia en el territorio jurisdiccional a que
pertenecía dicho notario, por delegación del juez del último domicilio (art.868 CPC).
→ En conformidad al art.869 CPC "puede pedir la apertura, publicación y protocolización de
un testamento cualquier persona capaz de parecer por sí misma en juicio", debiendo en conformidad
al art.1010 el juez, antes de abrir el testamento, cerciorarse de la muerte del testador, salvo en los
casos de presunción de fallecimiento.
→ Con este objeto el interesado le exhibirá la partida de defunción del testador (art.305 inc.
final), pudiendo también el juez cerciorarse de la muerte del testador por declaración de testigos
(art.309).
En cuanto al procedimiento mismo de apertura del testamento:
El juez citará al notario y testigos que concurrieron a su otorgamiento, los cuales depondrán sobre
dos hechos (art.1025 inc.2):
✓ Deben reconocer su firma y la del testador.
✓ Reconocerán si el testamento está tal cual fue otorgado, esto es, si está cerrado, sellado o
marcado como el acto de la entrega.
862
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
⬧ Si falta alguno de los testigos por cualquier motivo, los otros abonarán las firmas de los
ausentes.
⬧ Si falta el notario que intervino en su otorgamiento, será reemplazado para la diligencia de la
apertura, por el notario que ha sucedido al que otorgó el testamento.
⬧ En caso necesario y siempre que el juez lo estime conveniente, podrán ser abonadas las firmas
del notario y testigo por la declaración jurada de otras personas fidedignas. (art.1025 inc. final en
relación con el art.1020 inc.4).
863
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
Las personas cuya presencia sea necesaria serán unas mismas del principio al fin.
El acto será continuo e ininterrumpido, salvo los breves intervalos que algún accidente
requiere.
Los testamentos privilegiados pueden impugnarse de la misma forma que los solemnes.
Los testamentos privilegiados que no hayan sido autorizados por notario, valdrán como
instrumento público una vez protocolizados, previo decreto del juez competente.
El testamento privilegiado que revocare un testamento solemne, no surtirá efecto alguno si
caduca, en cuyo caso, subsistirá el testamento solemne, temporalmente revocado. Esto revela la
calidad de precario de este testamento en comparación al solemne.
Estos testamentos caducan sin necesidad de haberlos revocado, si desaparece el peligro que habilitó
para otorgarlo, ya que el testador tuvo tiempo suficiente para otorgar testamento solemne.
TESTAMENTO VERBAL:
Es aquél otorgado por una persona en caso de peligro inminente para su vida, que parezca no haber
modo o tiempo de otorgar testamento solemne, ante la presencia de 3 testigos y efectuando de viva
voz sus declaraciones y disposiciones testamentarias.
Para tener valor, debe ponerse por escrito dentro de los 30 días siguientes al de la muerte, con las
formalidades que establece la ley: Examen de testigos, resolución judicial, protocolización.
La solicitud debe ser formulada ante el juez del último domicilio del causante. El juez va a citar a
los testigos y a todos aquellos que pudieren tener interés en la sucesión. La resolución del juez, que
recaiga en esta solicitud va a ser en definitiva lo que va a constituir el testamento y finalmente, al
igual que lo que ocurre con el testamento cerrado, la resolución debe protocolizarse.
TESTAMENTO MILITAR:
Es aquel que se otorga en tiempo de guerra por los militares y demás individuos empleados en un
cuerpo de tropa de la República y voluntarios, rehenes y prisioneros que pertenezcan a dicho
cuerpo".
Art. 1041. “En tiempo de guerra, el testamento de los militares y de los demás individuos
empleados en un cuerpo de tropas de la República, y asimismo el de los voluntarios, rehenes y
prisioneros que pertenecieren a dicho cuerpo, y el de las personas que van acompañando y
sirviendo a cualquiera de los antedichos, podrá ser recibido por un capitán o por un oficial de
grado superior al de capitán o por un intendente de ejército, comisario o auditor de guerra.
Si el que desea testar estuviere enfermo o herido, podrá ser recibido su testamento por el capellán,
médico o cirujano que le asista; y si se hallare en un destacamento, por el oficial que lo mande,
aunque sea de grado inferior al de capitán”
El fundamento de este testamento privilegiado estriba en el hecho que en condiciones de guerra se
hace imposible observar todas las solemnidades exigidas por la ley.
TESTAMENTO MARÍTIMO:
Arts.1048 a 1055. Estos artículos dan respecto de este testamento normas muy semejantes a las del
militar. Podemos definirlo como “aquel que se otorga en alta mar en un buque de guerra chileno o
en un buque mercante que navega bajo bandera chilena”.
Tiene los mismos fundamentos que el testamento militar, pero puede tener una mayor aplicación
práctica, pues la ley permite otorgarlo en época de paz.
864
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
EL DESHEREDAMIENTO
Esta institución está definida en el Art. 1207.
“Art. 1207. Desheredamiento es una disposición testamentaria en que se ordena
que un legitimario sea privado del todo o parte de su legítima.
No valdrá el desheredamiento que no se conformare a las reglas que en este título
se expresan”
Características:
Sólo puede hacerse por testamento, lo que significa que es siempre solemne.
Sólo puede desheredarse a los legitimarios. Porque son los únicos que tienen una asignación
forzosa, a los demás el testador simplemente puede no dejarles nada.
Debe ser causado (justificado por alguna de las causales que establece la ley).
Las causales están taxativamente enumeradas en la ley (art. 1208)
La ley exige que la causal que se invoca sea fehacientemente acreditada en el testamento.
Se debe acreditar por documentos fehacientes, por ejemplo el acta de matrimonio del menor donde
conste que se casó sin el asenso, sentencia penal que establezca el intento de homicidio, etc.
Puede ser total o parcial. Si nada se dice, se entiende que es total.
Si el desheredamiento es total, el desheredado pierde todo: las legítimas, las mejoras,
incluso lo que pudiera corresponderle como cuarta de libre disposición.
(ojo que el desheredado puede ser representado porque la sanción es personal, recae sólo sobre él)
Por ser una disposición testamentaria, es revocable.
Si en un nuevo testamento no se reitera el desheredamiento hecho en uno anterior, se
entiende que el desheredamiento fue revocado.
Causales:
“Art. 1208 CC: Un descendiente no puede ser desheredado sino por alguna de las causas
siguientes:
1) Por haber cometido injuria grave contra el testador en su persona, honor o bienes, o en la
persona, honor o bienes de su cónyuge, o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes;
2) Por no haberle socorrido en el estado de demencia o destitución, pudiendo;
3) Por haberse valido de fuerza o dolo para impedirle testar;
4) Por haberse casado sin el consentimiento de un ascendiente, estando obligado a obtenerlo;
5) Por haber cometido un delito que merezca pena aflictiva; o por haberse abandonado a los
vicios o ejercido granjerías infames; a menos que se pruebe que el testador no cuidó de la educación
del desheredado.
Los ascendientes y el cónyuge podrán ser desheredados por cualquiera de las tres primeras causas”.
Esta disposición hace una distinción respecto de aquellas causales en que se puede desheredar a un
descendiente y las que se refieren al desheredamiento de un cónyuge o un ascendiente.
865
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
LAS LEGÍTIMAS
Las legítimas son una asignación forzosa. (1167). La más frecuente.
Como es una asignación forzosa, el testador debe respetarla en el testamento y si no lo hace, el
afectado puede demandar la reforma del testamento mediante la acción respectiva.
Art. 1181 CC: “Legítima es aquella cuota de los bienes de un difunto que la ley
asigna a ciertas personas llamadas legitimarios.
Los legitimarios son por consiguiente herederos”.
Los legitimarios son asignatarios forzosos, pero son un tipo dentro del género de los asignatarios
forzosos.
¿Quiénes son los legitimarios?
→ Los hijos, personalmente o representados por su descendencia.
→ Los ascendientes
→ El cónyuge sobreviviente
El cónyuge puede perder su derecho cuando ha dado lugar a la separación judicial por su culpa.
Los padres pueden perderlo cuando no han reconocido voluntariamente al hijo.
866
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
5.- Se rigen por las reglas de la sucesión intestada (en términos de cómo se distribuyen, como
excluyen los legitimarios unos a otros y el derecho de representación).
Art. 1183. Los legitimarios concurren y son excluidos y representados según el orden y reglas de la
sucesión intestada.
6-. Los legitimarios son herederos (la ley no instituye legados, sólo herencias).
7.- Por testamento el testador puede designar bienes que formen parte de la legítima pero no los
puede tasar (para evitar que se evadan las legítimas).
LAS MEJORAS
No hay definición legal.
Es aquella parte de la herencia que el testador se ve obligado a efectuar y que
distribuye libremente entre las personas que taxativamente señala la ley.
La ley señala quien debe llevarlas pero el testador decide cuánto.
Estas son siempre una disposición testamentaria.
¿Quiénes son los asignatarios de mejoras?
Pueden beneficiarse los indicados en el Art. 1195 y 1163.
→ Los descendientes.
→ Los ascendientes.
→ El cónyuge sobreviviente.
Los mejoreros pueden ser asignatarios de mejoras aunque no sean legitimarios, porque para serlo no
importan el grado ni los órdenes de sucesión.
Características:
Constituyen una asignación forzosa.
Sólo operan cuando existe testamento. No se presumen
Los asignatarios pueden ser herederos o legatarios.
No se pueden sujetar a modalidades, salvo 2 excepciones:
- La de los bancos (ídem legítimas)
- Puede sujetarse a condición cuando el favorecido sea otro asignatario de mejoras:
Le dejo a mi hija María mi departamento en Pedro de Valdivia pero si ella no se casa antes de los
25 años, le dejo el departamento a mi hijo Juan…
Si no se dispone de la mejora, se aumenta con ello a la mitad legitimaria formando la
legítima efectiva (no queda de libre disposición).
La doctrina moderna en Chile la considera una asignación semi-forzosa (el código la
considera forzosa).
867
MANUAL DERECHO CIVIL
Cristóbal Ariel Poblete Araos
Actualizado a 07-08-2021
C_r_i_s_s_tobal
¿Cuáles son los casos en que un legitimario puede verse privado de su legítima?
1.- Por desheredamiento, que es una facultad que le corresponde al testador.
2.- Cuando el legitimario es indigno. La indignidad la pueden alegar tanto el testador como los
demás herederos.
3.- Cuando el legitimario sea incapaz (teórico porque en la práctica es muy difícil).
4.- El cónyuge culpable
5.- El padre o madre que no reconocen voluntariamente al hijo.
6.- El hijo que se casa sin el asenso de los padres (pierde por ley la mitad de la legítima cuando el
testador no los deshereda).
868
MANUAL DERECHO CIVIL