Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aunque tener los niveles de serotonina bajos se vinculó anteriormente con agresiones,
se trata del primer estudio que muestra cómo esta sustancia ayuda a regular el
comportamiento en el cerebro, además de mostrar por qué algunos individuos pueden
ser más proclives a la agresión.
Los investigadores que llevaron a cabo este estudio, publicado en la revista Biological
Psychiatry, esperan que sus hallazgos ayuden en la búsqueda de nuevos tratamientos
para trastornos psiquiátricos en los que la violencia y la agresión son síntomas comunes.
Los investigadores escanearon luego los cerebros de los voluntarios usando imágenes
por resonancia magnética funcional, mientras observaban que sus rostros reflejaban
enfado, tristeza y expresiones neutrales.
El equipo pudo medir cómo reaccionaban y se comunicaban entre ellas las diferentes
regiones del cerebro cuando los voluntarios mostraban rostros de enfado, en oposición a
las caras tristes o neutrales.
Los resultados mostraron que unos índices bajos de serotonina hacían que las
comunicaciones entre regiones específicas del sistema límbico del cerebro -una
estructura llamada amígdala- y los lóbulos frontales fueran más débiles que cuando los
niveles de serotonina eran normales.
"Aunque estos resultados se dieron en voluntarios sanos, también son relevantes para
una amplia gama de trastornos psiquiátricos", dijo Luca Passamonti, que trabajó en la
investigación con colegas de la Unidad de Ciencias Cognitivas y del Cerebro del
Consejo de Investigación Médica de Cambridge.
Por ejemplo, dijo Passamonti, los pacientes con la condición denominada "trastorno
explosivo intermitente" suelen tener brotes intensos e incontrolables de violencia que
podrían dispararse por señales como una expresión facial de ira.
Fuente: Reuters
VOLVER