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Importanci

Número Sede Tipo


a
Suprema Corte de
249/2005 ALTA DEFINITIVA
Justicia
Fecha Ficha Procedimiento
30/11/200 Sin PROCESO DE
5 datos INCONSTITUCIONALIDAD
Materias
DERECHO TRIBUTARIO
DERECHO CONSTITUCIONAL
Firmantes
Nombre Cargo
Dr. Daniel Iberico Presidente de la Suprema
GUTIERREZ PROTO Corte de Justicia
Dr. Roberto Jose PARGA Ministro de la Suprema Corte
LISTA de Justicia
Dr. Leslie Alberto VAN Ministro de la Suprema Corte
ROMPAEY SERVILLO de Justicia
Dr. Hipolito Nelson Ministro de la Suprema Corte
RODRIGUEZ CAORSI de Justicia
Dr. Pablo Roberto TROISE Ministro de la Suprema Corte
ROSSI de Justicia
Dra. Martha Beatriz CHAO Secretaria Letrada de la
FERNANDEZ Suprema Corte de Justicia
Redactores
Nombre Cargo
Dr. Leslie Alberto VAN Ministro de la Suprema
ROMPAEY SERVILLO Corte de Justicia
Descriptores
INCONSTITUCIONALIDAD - Via de Accion - Inadmisibilidad - IMPUESTO A LAS RETRIBUCIONES PERSONALES - Modificacion -
INCONSTITUCIONALIDAD - Solicitud - Norma Derogada - Improcedencia - U.T.E. - PODER LEGISLATIVO - M.E.F. - LEGITIMACION
PASIVA - Falta - PRINCIPIO DE IGUALDAD - Discriminacion perversa - Inexistencia - Categorias Licitas - Conceptualizaciones - IMPUESTO -
Alcance - INCONSTITUCIONALIDAD LEY No. 17.296 ART. 587, LEY No. 17.453 ART. 3, LEY No. 17.502 ART. 5
Resumen
Sin Datos

Texto de la Sentencia

Montevideo, treinta de noviembre de dos mil cinco.


VISTOS:
Para sentencia definitiva estos autos caratulados: "RAMOS BARAÑANO, SUSANA Y
OTRO C/ ESTADO - P. EJECUTIVO - M. DE ECONOMIA Y FINANZAS; P.
LEGISLATIVO Y ADMINISTRACION NACIONAL DE USINAS Y
TRANSMISIONES ELECTRICAS - ACCION DE INCONSTITUCIO-NALIDAD
ART. 587 DE LA LEY No. 17.296 - ART. 3 DE LA LEY No. 17.453; ART. 5 DE LA
LEY No. 17.502", FICHA 1-197/2002.
RESULTANDO:
1 A fs. 33 se promovió por vía de acción la declaración de inconstitucionalidad del art.
587 de la Ley No. 17.296 del 21 de febrero del 2001, del art. 3o. de la Ley No. 17.453
del 28 de febrero del 2002 y del art. 5o. de la Ley No. 17.502 del 29 de mayo del 2002,
por considerarlos violatorios del principio de igualdad de las personas ante la Ley (art. 8
C.N.).
Al fundar su legitimación activa las promotoras señalaron que son funcionarias de
U.T.E. y perciben del referido ente una retribución mensual bajo la forma de salario
superior a los veintinueve salarios mínimos nacionales, tal como surge de los recibos de
sueldo que acompañan. Retribuciones que están gravadas por el I.R.P., establecido en el
art. 587 de la Ley No. 17.296, y su adicional en el art. 3 de la Ley No. 17.453, así como
recientemente por las nuevas tasas fijadas por el art. 5o. de la Ley No. 17.502, normas
que vulneran el derecho a un tratamiento igualitario consagrado en el art. 8 de la
Constitución de la República, por lo que, de acuerdo a lo establecido en el art. 509 nal. 1
del C.G.P. y art. 309 de la Constitución, tienen un interés directo, personal y legítimo
que es lesionado en forma particular, y actual por las normas mencionadas.
Con relación a la legitimación pasiva, indicaron que en el caso, de acuerdo a lo
dispuesto por el art. 1 del Decreto No. 116/001 del 30/3/2001, la oficina recaudadora del
impuesto previsto por el artículo 3 y el artículo 5 antes mencionados, es la D.G.I. que es
órgano desconcentrado del Ministerio de Economía y Finanzas, siendo agente de
retención el organismo que abona la retribución gravada de acuerdo a dicha norma que
en este caso es U.T.E., por lo que las partes interesadas son el M.E.F., U.T.E., así como
el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo, puesto que éste ha sido quien ha dictado las
normas cuya constitucionalidad se cuestiona en el presente accionamiento.
El art. 587 crea un nuevo tributo (impuesto) a los funcionarios públicos que cumplen
con los requisitos establecidos en el mismo. De esa manera el art. 587 viola el art. 8 de
la Constitución que reconoce el derecho a la igualdad. El derecho o principio de
igualdad implica que todas las personas deberán ser juzgadas por aplicación de las
mismas Leyes y por medio de los mismos jueces, sin atención a calidades o
circunstancias especiales, y que los hombres deben recibir igual protección de parte de
las Leyes.
El principio de igualdad no excluye la posibilidad de que se dicten Leyes para grupos o
clases de personas. Pero dichos grupos o clases de personas deben ser constituidos en
función de las diferencias que los mismos tienen con el resto de los habitantes o
personas. Es decir, que a igualdad de condiciones se debe aplicar igualdad de
tratamientos, sin establecer privilegios ni cargas individuales, injustas y no razonables
en tanto los hombres deben ser tratados de igual manera por el derecho respecto de lo
que es esencialmente igual en ellos, y ser tratados desigualmente en lo que tiene que ver
a las desigualdades que la justicia exige tomar en consideración. El principio de
igualdad es totalmente aplicable al derecho tributario, puesto que involucra el concepto
de igualdad ante las cargas públicas o fiscales, identificándolo con el principio de
capacidad contributiva.
El art. 3o. antes descripto crea un adicional (impuesto) al I.R.P., estableciendo una
diferencia en cuanto al monto de las retribuciones y a las alícuotas aplicables
dependiendo si el funcionario es del sector público o si es del sector privado. La
diferencia es en perjuicio de los funcionarios públicos puesto que les aplica una alícuota
mayor para los mismos, sobre una retribución menor que para los trabajadores del sector
privado, artículo que también viola el art. 8 de la Constitución por no contemplar el
principio de igualdad. Fundamentos que resultan extensibles al art. 5 de la Ley No.
17.502, puesto que establece tasas diferenciales dependiendo de la calidad de la
retribución, si es para públicos o privados, gravando con una alícuota mayor a los
funcionarios públicos, sin razón jurídica ni racional.
El art. 587 se refiere exclusivamente (crea) a una clase o grupo especial de personas:
aquéllas que prestan servicios a entidades públicas. Dicha distinción las coloca en
condiciones desiguales respecto de otras personas que están en situaciones exactamente
iguales y no están alcanzadas por la Ley, lo que significa que las retribuciones de igual
cuantía derivadas de iguales servicios no realizados a favor de personas de derecho
público no resultarían alcanzadas por el nuevo impuesto, y sí lo estarían las derivadas de
servicios del mismo tipo brindados a tal tipo de personas. Los funcionarios públicos que
están en esas condiciones pagarán el impuesto, mientras que los funcionarios privados,
en iguales condiciones no pagarán el impuesto.
No existe razón alguna que permita sostener que ante idéntica remuneración, la
capacidad contributiva de quien presta servicios a entidades de derecho público, sea
mayor que la de aquéllos que prestan servicios a entidades de derecho privado, por lo
que se produce una discriminación que viola el principio de igualdad
constitucionalmente protegido.
El art. 587 de la Ley No. 17.296 es violatorio del art. 8 de la Constitución, puesto que
grava retribuciones personales percibidas por funcionarios públicos y personal
contratado por el Estado y no las percibidas por empleados que realizan similares
actividades pero para personas de derecho privado, siendo que el mero hecho de trabajar
como dependiente del Estado no es índice de capacidad contributiva mayor que trabajar
como dependiente de una persona de derecho privado.
El art. 3 de la Ley No. 17.453 establece diferencias para las retribuciones percibidas por
funcionarios públicos y privados. En primer lugar en cuanto al monto de las mismas,
gravando las retribuciones superiores a 20 salarios mínimos si son del sector público y
superiores a 25 salarios mínimos si son del sector privado, lo que significa que las
retribuciones de funcionarios privados entre los 20 a 25 salarios mínimos nacionales no
están gravadas con este adicional, generando así una desigualdad violatoria de la
Constitución, sólo por el hecho de ser o no funcionario del Estado.
El referido art. 3 establece otra diferencia en cuanto a las alícuotas aplicables del
impuesto. Es del 4% si son funcionarios públicos y es del 3% si son funcionarios
privados. Esta diferencia también viola el principio de igualdad desarrollado, puesto que
el sólo hecho de ser funcionario público no significa que tenga mayor capacidad
contributiva, no existiendo razones jurídicas ni racionales para la discriminación.
Se genera una desigualdad de trato por el impuesto a igualdad de condiciones objetivas
frente a un mismo hecho generador: ingresos iguales, derivados de iguales actividades
se gravan con alícuotas diferentes. Ninguna norma constitucional, así como tampoco
ningún principio racional, habilita o aconseja que dos prestadores de servicios
personales subordinados o no a favor de entidades públicas sean objeto de una carga
fiscal mayor que el resto de las personas, por parte de un impuesto a los ingresos
personales. La misma desigualdad está establecida en el art. 5 de la Ley No. 17.502,
puesto que también grava con un porcentaje mayor a las retribuciones de las funciones
públicas que a las retribuciones de los funcionarios privados, desigualdad que llega
hasta un 4%.
2 A fs. 47 - 56, 67 - 79 y 84 - 86 vto. respectivamente, los representantes del Poder
Legislativo, del Ministerio de Economía y Finanzas y de la Administración Nacional de
Usinas y Transmisiones Eléctricas evacuaron el correspondiente traslado que les fuera
conferido, abogando por el rechazo de la pretensión de inconstitucionalidad promovida.
3 A fs. 262 - 264 el Sr. Fiscal de Corte, evacuando la vista que le fuera conferida -por
las razones allí expuestas- se pronunció por el rechazo de la acción promovida.
CONSIDERANDO:
1 Esta Corporación en sentencia No. 192/05 del 30/9/05, resolvió -por mayoría-
desestimar un planteo de inconstitucionalidad similar al formulado en autos; y entiende
la Corte que las mismas razones sustanciales desarrolladas en la referida sentencia
resultan trasladables al subexamine, en razón de lo cual se rechazará el planteo de
inconstitucio-nalidad formulado.
2 Sin perjuicio de ello, cabe precisar que el planteamiento formulado en autos no es
idéntico al que fuera resuelto por la sentencia No. 192/05 pues en el subexamine no sólo
se cuestionó la regularidad constitucional del art. 587 de la Ley No. 17.296 sino que
además se pretende la inconstitucionalidad del art. 1 de la Ley No. 17.453 y del art. 5 de
la Ley No. 17.502.
3 Ahora bien, en el caso de autos, la acción de inconstitucionalidad impetrada contra el
art. 587 de la Ley No. 17.296 y contra el art. 1o. de la Ley No. 17.453 se promovió el
14/6/2002 cuando las referidas disposiciones legales ya habían sido indiscutiblemente
derogadas por el art. 5 de la Ley No. 17.502 del 29/5/2002; circunstancia ésta que
determina la inadmisibilidad de la declaración de inconstitucionalidad de las referidas
disposiciones derogadas, pues ésta sólo puede prosperar contra disposiciones
normativas vigentes (Cfme. sent. de la S.C.J. No. 74/05, entre otras).
4 Así las cosas, la Corte examinará exclusivamente el mérito del planteo referido a la
invocada violación del principio de igualdad por parte del art. 5 de la Ley No. 17.502
del 29/5/2002. Y corresponde tener en cuenta que a juicio de los Dres. Gutiérrez y
Troise la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas carece de
legitimación pasiva, pues su calidad de agente de retención del impuesto creado -y no
beneficiaria de la norma- impide que pudiera resultar afectada por una declaración de
inconstitucionalidad de conformidad con lo resuelto en sent. No. 167/95.
5 El art. 5 de la Ley No. 17.502 dispone: "Créase un impuesto que gravará las
retribuciones y prestaciones nominales, en efectivo o en especie, derivadas de servicios
personales prestados al Estado, Gobiernos Departamentales, Entes Autónomos,
Servicios Descentralizados y demás personas públicas estatales o no estatales,
cualquiera que sea la naturaleza jurídica de la relación. Serán contribuyentes las
personas que perciban las retribuciones y las prestaciones mencionadas en el inciso
anterior, siempre que las mismas superen los veintinueve salarios mínimos nacionales
mensuales. Serán sujetos pasivos en calidad de responsables los empleadores indicados
en el inciso precedente. El impuesto se liquidará mensualmente y la tasa aplicable será
del 3% (tres por ciento)".
6 Ahora bien, tal como se anunciara precedentemente, por las mismas razones
desarrolladas en la sentencia No. 192/05 la Corporación considera que la disposición
impugnada no vulnera el principio de orden superior invocado como impugnado.
7 En efecto, como se expresara en la referida sentencia No. 192/05: "... no obstante ser
cierto que la norma... establece una distinción entre personas, creando una categoría de
sujetos a los que impone el tributo, la mencionada categoría no conforma una "clase
sospechosa" derivada de una "discriminación perversa", ni manifiesta un propósito
"hostil", o "arbitrario" hacia el grupo creado, que importe ausencia de razonabilidad en
la discriminación (V. Sent. No. 312/04).
Con relación al alcance del principio de igualdad consagrado constitucionalmente, esta
Corporación ha señalado que: "... no impide que se legisle para clases o grupos de
personas, siempre que éstos se constituyan justa y racionalmente. Tal como explica
Recasens Siches,... los hombres deben ser tratados igualmente por el Derecho respecto
de aquello que es esencialmente igual en todos ellos, a saber: en la dignidad personal y
en los corolarios de ésta, es decir, en los derechos fundamentales o esenciales que todo
ser humano debe tener. Y resulta que, en cambio, deben ser tratados desigualmente en
lo que atañe a las desigualdades que la justicia exige tomar en consideración ("Filosofía
del Derecho", pág. 590). De ahí, como lo recuerda el ilustrado constitucionalista
nacional Justino Jiménez de Aréchaga, la jurisprudencia norteamericana haya
sustentado que... ningún acto legislativo es válido si afecta claramente el principio de la
igualdad de derechos garantizados por la Declaración de Derechos, pero que el mismo
no se opone a que se legisle para grupos o clases de personas, a condición de que...
todos los comprendidos en el grupo sean igualmente alcanzados por la norma y que la
determinación de la clase sea razonable, no injusta, o caprichosa, o arbitraria, sino
fundada en una real distinción (La Constitución Nacional, Cámara de Senadores, t. 1,
pág. 367) (Cfe. Sent. No. 323/94)" (Sent. No. 720/96).
La pauta que debe manejar el juzgador de la constitucionalidad debe ser la de la "...
razonabilidad de los motivos invocados por el legislador, es decir, el de que las
clasificaciones legales no creen "clases sospechosas", motivantes de una
"discriminación perversa" y por ello mismo, contraria a la normativa superior (Cf.
Eduard S. Corwin, La Constitución de los Estados Unidos y su significado actual, pág.
630). No debe existir un propósito arbitrario, hostil, y que determine la formación de
grupos o clases sin un sentido de razonabilidad, en ese supuesto permitido por la misma
desigualdad en que se encuentran, pues de otra forma, al mantenérsela y no ser
corregida, se transformaría en un ataque al propio principio de igualdad consagrado
constitucionalmente" (Sent. No. 312/04).
Ciertamente, si se atiende exclusivamente a su capacidad contributiva la situación del
actor puede ser idéntica a la de quien recibe los mismos ingresos de la actividad privada
-lo que puede hacer opinable la opción legislativa en cuanto a su corrección o
conveniencia- empero, ello resulta completamente ajeno al objeto del proceso de
inconstitucionalidad.
Sin embargo, si se considera su situación en un contexto más amplio, resulta sin dudas
más favorable pues se encuentra amparado por un estatuto especial que le ha permitido
evitar la incertidumbre de conservación del empleo en tiempos de crisis, siendo en tal
sentido su esfuerzo menor al que han tenido que soportar los trabajadores privados en
procura de salir de dicha situación.
De modo que no resulta irracional la imposición a quienes perciben altos sueldos del
Estado y que, por ello, resultan amparados en la seguridad de su remuneración de que,
en época de crisis, pérdida de empleos en el sector privado y deterioro de las cuentas
fiscales, contribuyan en medida algo mayor al interés general, soportando el gravamen
que supone el tributo impugnado.
Todo lo que conduce, en consecuencia, a postular la solución desestimatoria del
accionamiento de inconstitucionalidad promovido...".
Por lo expuesto, la Suprema Corte de Justicia, por unanimidad,
FALLA:
DECLARANDO INADMISIBLE LA PRETENSION DE
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTS. 587 DE LA LEY No. 17.296 Y 3 DE
LA LEY No. 17.453; Y DESESTIMANDO EL ACCIONAMIENTO PROMOVIDO
CONTRA EL ART. 5 DE LA LEY No. 17.502, CON COSTAS DE PRECEPTO.
OPORTUNAMENTE, ARCHIVESE.

Importanci
mero Sede Tipo
a
Suprema Corte de
251/2005 ALTA DEFINITIVA
Justicia
Fecha Ficha Procedimiento
30/11/200 1- PROCESO DE
5 353/2002 INCONSTITUCIONALIDAD
Materias
DERECHO TRIBUTARIO
Materias
DERECHO CONSTITUCIONAL
Firmantes
Nombre Cargo
Dr. Daniel Iberico Presidente de la Suprema
GUTIERREZ PROTO Corte de Justicia
Dr. Roberto Jose PARGA Ministro de la Suprema Corte
LISTA de Justicia
Dr. Leslie Alberto VAN Ministro de la Suprema Corte
ROMPAEY SERVILLO de Justicia
Dr. Hipolito Nelson Ministro de la Suprema Corte
RODRIGUEZ CAORSI de Justicia
Dr. Pablo Roberto TROISE Ministro de la Suprema Corte
ROSSI de Justicia
Dra. Martha Beatriz CHAO Secretaria Letrada de la
FERNANDEZ Suprema Corte de Justicia
Redactores
Nombre Cargo
Dr. Leslie Alberto VAN Ministro de la Suprema
ROMPAEY SERVILLO Corte de Justicia
Descriptores
INCONSTITUCIONALIDAD - Via de Accion - Inadmisibilidad - INCONSTITUCIONALIDAD LEY No. 17.296 - IMPUESTO A LAS
RETRIBUCIONES PERSONALES - Modificacion - Cargas publicas - Principio de Igualdad - Vulneracion - INCONSTITUCIONALIDAD - Solicitud
- Norma derogada - Improcedencia - ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD - Legitimacion Pasiva - Falta - PRINCIPIO DE IGUALDAD -
Discriminacion perversa - Inexistencia - Categorias licitas - Conceptualizaciones - ART. 587, LEY No. 17.453 ART. 3 Y LEY No. 17.502 ART. 5 -
PODER LEGISLATIVO - U.T.E. - M.E.F.
Resumen
Sin Datos

Texto de la Sentencia

Montevideo, treinta de noviembre de dos mil cinco.


VISTOS:
Para sentencia definitiva estos autos caratulados: "SUAREZ, DINORAH Y OTROS C/
MINISTERIO DE ECONOMIA Y FINANZAS; PODER LEGISLATIVO Y
ADMINISTRACION NACIONAL DE USINAS Y TRANSMISIONES ELECTRICAS
- ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD - ART. 587 DE LA LEY No. 17.296 -
ART. 3 DE LA LEY No. 17.453; ART. 5 DE LA LEY No. 17.502" - FICHA 1 -
353/2002.
RESULTANDO:
1 A fs. 67 se promovió por vía de acción la declaración de inconstitucionalidad del art.
587 de la Ley No. 17.296 del 21 de febrero de 2001, del art. 3o. de la Ley No. 17.453
del 28 de febrero de 2002, y del art. 5o. de la Ley No. 17.502 del 29 de mayo de 2002
por considerarlos violatorios del principio de igualdad de las personas ante la Ley (art. 8
C.N.).
Al fundar su legitimación activa las promotoras señalaron que son funcionarias de
U.T.E. y perciben del referido ente una retribución mensual bajo la forma de salario
superior a los veintinueve salarios mínimos nacionales, tal como surge de los recibos de
sueldo que acompañan. Retribuciones que están gravadas por el I.R.P., establecido en el
art. 587 de la Ley No. 17.296, y su adicional en el art. 3o. de la Ley No. 17.453, así
como recientemente por las nuevas tasas fijadas por el art. 5 de la Ley No. 17.502,
normas que vulneran el derecho a un tratamiento igualitario consagrado en el art. 8 de la
Constitución de la República, por lo que, de acuerdo a lo establecido en el art. 509 nal. 1
del C.G.P. y art. 309 de la Constitución, tienen un interés directo, personal y legítimo
que es lesionado en forma particular, y actual por las normas mencionadas.
Con relación a la legitimación pasiva, indicaron que en el caso, de acuerdo a lo
dispuesto por el art. 1 del Decreto No. 116/001 de 30/3/2001, la oficina recaudadora del
impuesto previsto por el artículo 3 y el artículo 5 antes mencionados, es la D.G.I. que es
órgano desconcentrado del Ministerio de Economía y Finanzas, siendo agente de
retención el organismo que abona la retribución gravada de acuerdo a dicha norma que
en este caso es U.T.E., por lo que las partes interesadas son el M.E.F., U.T.E., así como
el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo puesto que éste ha sido quien ha dictado las
normas cuya constitucionalidad se cuestiona en el presente accionamiento.
El art. 587 crea un nuevo tributo (impuesto), a los funcionarios públicos que cumplen
con los requisitos establecidos en el mismo. De esa manera el art. 587 viola el art. 8 de
la Constitución que reconoce el derecho a la igualdad. El derecho o principio de
igualdad implica que todas las personas deberán ser juzgadas por aplicación de las
mismas Leyes y por medio de los mismos jueces, sin atención a calidades o
circunstancias especiales, y que los hombres deben recibir igual protección de parte de
las Leyes.
El principio de igualdad no excluye la posibilidad de que se dicten Leyes para grupos o
clases de personas. Pero dichos grupos o clases de personas deben ser constituidos en
función de las diferencias que los mismos tienen con el resto de los habitantes o
personas. Es decir, que a igualdad de condiciones se debe aplicar igualdad de
tratamientos, sin establecer privilegios ni cargas individuales, injustas y no razonables
en tanto los hombres deben ser tratados de igual manera por el derecho respecto de lo
que es esencialmente igual en ello, y ser tratados desigualmente en lo que tiene que ver
a las desigualdades que la justicia exige tomar en consideración. El principio de
igualdad es totalmente aplicable al derecho tributario, puesto que involucra el concepto
de igualdad ante las cargas públicas o fiscales, identificándolo con el principio de
capacidad contributiva.
El art. 3 antes descripto crea un adicional (impuesto) al I.R.P., estableciendo una
diferencia en cuanto al monto de las retribuciones y a las alícuotas aplicables
dependiendo si el funcionario es del sector público o si es del sector privado. La
diferencia es en perjuicio de los funcionarios públicos puesto que les aplica una alícuota
mayor para los mismos, sobre una retribución menor que para los trabajadores del sector
privado, artículo que también viola el art. 8 de la Constitución por no contemplar el
principio de igualdad. Fundamentos que resultan extensibles al art. 5 de la Ley No.
17.502, puesto que establece tasas diferenciales dependiendo de la calidad de la
retribución, si es para públicos o privados, gravando con una alícuota mayor a los
funcionarios públicos, sin razón jurídica ni racional.
El art. 587 se refiere exclusivamente (crea) a una clase o grupo especial de personas:
aquéllas que prestan servicios a entidades públicas. Dicha distinción las coloca en
condiciones desiguales respecto de otras personas que están en situaciones exactamente
iguales y no están alcanzadas por la Ley, lo que significa que las retribuciones de igual
cuantía derivadas de iguales servicios no realizados a favor de personas de derecho
público no resultarían alcanzadas por el nuevo impuesto, y sí lo estarían las derivadas de
servicios del mismo tipo brindados a tal tipo de personas. Los funcionarios públicos que
están en esas condiciones pagarán el impuesto, mientras que los funcionarios privados,
en iguales condiciones no pagarán el impuesto.
No existe razón alguna que permita sostener que ante idéntica remuneración, la
capacidad contributiva de quien presta servicios a entidades de derecho público, sea
mayor que la de aquéllos que prestan servicios a entidades de derecho privado, por lo
que se produce una discriminación que viola el principio de igualdad
constitucionalmente protegido.
El art. 587 de la Ley No. 17.296 es violatorio del art. 8 de la Constitución, puesto que
grava retribuciones personales percibidas por funcionarios públicos y personal
contratado por el Estado, y no las percibidas por empleados que realizan similares
actividades pero para personas de derecho privado, siendo que el mero hecho de trabajar
como dependiente del Estado no es índice de capacidad contributiva mayor que trabajar
como dependiente de una persona de derecho privado.
El art. 3 de la Ley No. 17.453 establece diferencias para las retribuciones percibidas por
funcionarios públicos y privados. En primer lugar en cuanto al monto de las mismas,
gravando las retribuciones superiores a 20 salarios mínimos si son del sector público y
superiores a 25 salarios mínimos si son del sector privado, lo que significa que las
retribuciones de funcionarios privados entre los 20 a 25 salarios mínimos nacionales no
están gravadas con este adicional generando así una desigualdad, violatoria de la
Constitución, sólo por el hecho de ser o no funcionario del Estado.
El referido art. 3 establece otra diferencia en cuanto a las alícuotas aplicables del
impuesto. Es del 4% si son funcionarios públicos y es del 3% si son funcionarios
privados. Esta diferencia también viola el principio de igualdad desarrollado, puesto que
el sólo hecho de ser funcionario público no significa que tenga mayor capacidad
contributiva, no existiendo razones jurídicas ni racionales para la discriminación.
Se genera una desigualdad de trato por el impuesto a igualdad de condiciones objetivas
frente a un mismo hecho generador: ingresos iguales, derivados de iguales actividades
se gravan con alícuotas diferentes. Ninguna norma constitucional, así como tampoco
ningún principio racional, habilita o aconseja que dos prestadores de servicios
personales subordinados o no a favor de entidades públicas sean objeto de una carga
fiscal mayor que el resto de las personas, por parte de un impuesto a los ingresos
personales. La misma desigualdad está establecida en el art. 5 de la Ley No. 17.502,
puesto que también grava con un porcentaje mayor a las retribuciones de las funciones
públicas que a las retribuciones de los funcionarios privados, desigualdad que llega
hasta un 4%.
2 A fs. 83 - 85 vto., 89 - 94 y 108 - 120 vto. respectivamente, los representantes de la
Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas, del Poder Legislativo y
del Ministerio de Economía y Finanzas evacuaron el correspondiente traslado que les
fuera conferido, abogando por el rechazo de la pretensión de inconstitucionalidad
promovida.
3 A f. 294 el Sr. Fiscal de Corte, evacuando la vista que la fuera conferida, se remitió a
lo expresado en el dictamen obrante a fs. 131 - 132 vto. y por las razones allí expuestas,
se pronunció por el rechazo de la acción promovida.
CONSIDERANDO:
1 Esta Corporación en Sentencia No. 192/05 del 30/9/05, resolvió -por mayoría-
desestimar un planteo de inconstitucionalidad similar al formulado en autos; y entiende
la Corte que las mismas razones sustanciales desarrolladas en la referida sentencia
resultan trasladables al subexamine, en razón de lo cual se rechazará el planteo de
inconstitucionalidad formulado.
2 Sin perjuicio de ello, cabe precisar que el planteamaiento formulado en autos no es
idéntico al que fuera resuelto por la Sentencia No. 192/05 pues en el subexamine no
sólo se cuestionó la regularidad constitucional del art. 587 de la Ley No. 17.296 sino
que además se pretende la inconstitucionalidad del art. 1 de la Ley No. 17.453 y del art.
5 de la Ley No. 17.502.
3 Ahora bien, en el caso de autos, la acción de inconstitucionalidad impetrada contra el
art. 587 de la Ley No. 17.296 y contra el art. 1 de la Ley No. 17.453 se promovió el
11/10/2002 cuando las referidas disposiciones legales ya habían sido indiscutiblemente
derogadas por el art. 5 de la Ley No. 17.502 del 29/5/2002; circunstancia ésta que
determina la inadmisibilidad de la declaración de inconstitucionalidad pretendida de las
referidas disposiciones derogadas, pues ésta sólo puede prosperar contra disposiciones
normativas vigentes (Cfme. Sent. de la S.C.J. No. 74/05, entre otras).
4 Así las cosas, la Corte examinará exclusivamente el mérito del planteo referido a la
invocada violación del principio de igualdad por parte del art. 5 de la Ley No. 17.502
del 29/5/2002. Y corresponde tener en cuenta que a juicio de los Dres. Gutiérrez y
Troise la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas carece de
legitimación pasiva, pues su calidad de agente de retención del impuesto creado -y no
beneficiaria de la norma- impide que pudiera resultar afectada por una declaración de
inconstitucionalidad de conformidad con lo resuelto en Sent. No. 167/95.
5 El art. 5 de la Ley No. 17.502 dispone: "Créase un impuesto que gravará las
retribuciones y prestaciones nominales, en efectivo o en especie, derivadas de servicios
personales prestados al Estado, Gobiernos Departamentales, Entes Autónomos,
Servicios Descentralizados y demás personas públicas estatales o no estatales,
cualquiera que sea la naturaleza jurídica de la relación. Serán contribuyentes las
personas que perciban las retribuciones y las prestaciones mencionadas en el inciso
anterior, siempre que las mismas superen los veintinueve salarios mínimos nacionales
mensuales. Serán sujetos pasivos en calidad de responsables los empleadores indicados
en el inciso precedente. El impuesto se liquidará mensualmente y la tasa aplicable será
del 3% (tres por ciento)".
6 Ahora bien, tal como se anunciara precedentemente, por las mismas razones
desarrolladas en la Sentencia No. 192/05 la Corporación considera que la disposición
impugnada no vulnera el principio de orden superior invocado como impugnado.
7 En efecto, tal como se expresara en la referida sentencia No. 192/05: "... no obstante
ser cierto que la norma... establece una distinción entre personas, creando una categoría
de sujetos a los que impone el tributo, la mencionada categoría no conforma una "clase
sospechosa" derivada de una "discri-minación perversa", ni manifiesta un propósito
"hostil", o "arbitrario" hacia el grupo creado que importe ausencia de razonabilidad en
la discriminación (V. Sent. No. 312/04).
Con relación al alcance del principio de igualdad consagrado constitucionalmente, esta
Corporación ha señalado que: "... no impide que se legisle para clases o grupos de
personas, siempre que éstos se constituyan justa y racionalmente. Tal como explica
Recasens Siches,... los hombres deben ser tratados igualmente por el Derecho respecto
de aquello que es esencialmente igual en todos ellos, a saber: en la dignidad personal y
en los corolarios de ésta, es decir, en los derechos fundamentales o esenciales que todo
ser humano debe tener. Y resulta que, en cambio, deben ser tratados desigualmente en
lo que atañe a las desigualdades que la justicia exige tomar en consideración ("Filosofía
del Derecho", pág. 590). De ahí, como lo recuerda el ilustrado constitucionalista
nacional Justino Jiménez de Aréchaga, la jurisprudencia norteamericana haya
sustentado que... ningún acto legislativo es válido si afecta claramente el principio de la
igualdad de derechos garantizados por la Declaración de Derechos, pero que el mismo
no se opone a que se legisle para grupos o clases de personas, a condición de que...
todos los comprendidos en el grupo sean igualmente alcanzados por la norma y que la
determinación de la clase sea razonable, no injusta, o caprichosa, o arbitraria, sino
fundada en una real distinción ("La Constitución Nacional", Cámara de Senadores, t. 1,
pág. 367) (Cfe. Sent. No. 323/94)" (Sent. No. 720/96).
La pauta que debe manejar el juzgador de la constitucionalidad debe ser la de la "...
razonabilidad de los motivos invocados por el legislador, es decir, el de que las
clasificaciones legales no creen "clases sospechosas", motivantes de una
"discriminación perversa" y por ello mismo, contraria a la normativa superior (Cf.
Eduard S. Corwin, La Constitución de los Estados Unidos y su significado actual, pág.
630). No debe existir un propósito arbitrario, hostil y que determine la formación de
grupos o clases sin un sentido de razonabilidad, en ese supuesto permitido por la misma
desigualdad en que se encuentran, pues de otra forma, al mantenérsela y no ser
corregida, se transformaría en un ataque al propio principio de igualdad consagrado
constitucionalmente" (Sent. No. 312/04).
Ciertamente, si se atiende exclusivamente a su capacidad contributiva la situación del
actor puede ser idéntica a la de quien recibe los mismos ingresos de la actividad privada
-lo que puede hacer opinable la opción legislativa en cuanto a su corrección o
conveniencia- empero, ello resulta completamente ajeno al objeto del proceso de
inconstitucionalidad.
Sin embargo, si se considera su situación en un contexto más amplio, resulta sin dudas
más favorable pues... se encuentra amparado por un estatuto especial que le ha
permitido evitar la incertidumbre de conservación del empleo en tiempos de crisis,
siendo en tal sentido su esfuerzo menor al que han tenido que soportar los trabajadores
privados en procura de salir de dicha situación.
De modo que no resulta irracional la imposición a quienes perciben altos sueldos del
Estado y que, por ello, resultan amparados en la seguridad de su remuneración de que,
en época de crisis, pérdida de empleos en el sector privado y deterioro de las cuentas
fiscales, contribuyan en medida algo mayor al interés general, soportando el gravamen
que supone el tributo impugnado.
Todo lo que conduce, en consecuencia, a postular la solución desestimatoria del
accionamiento de inconstitucionalidad promovido...".
Por lo expuesto, la Suprema Corte de Justicia, por unanimidad,
FALLA:
DECLARANDO INADMISIBLE LA PRETENSION DE
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTS. 587 DE LA LEY NO. 17.296 Y 3 DE
LA LEY NO. 17.453; Y DESESTIMANDO EL ACCIONAMIENTO PROMOVIDO
CONTRA EL ART. 5 DE LA LEY NO. 17.502, CON COSTAS DE PRECEPTO.
OPORTUNAMENTE, ARCHIVESE.
Importanci
Número Sede Tipo
a
Suprema Corte de
192/2005 ALTA DEFINITIVA
Justicia
Fecha Ficha Procedimiento
30/09/200 Sin PROCESO DE
5 datos INCONSTITUCIONALIDAD
Materias
DERECHO TRIBUTARIO
DERECHO CONSTITUCIONAL
Firmantes
Nombre Cargo
Dr. Daniel Iberico Presidente de la Suprema
GUTIERREZ PROTO Corte de Justicia
Dr. Roberto Jose PARGA Ministro de la Suprema Corte
LISTA de Justicia
Materias
Dr. Leslie Alberto VAN Ministro de la Suprema Corte
ROMPAEY SERVILLO de Justicia
Dr. Hipolito Nelson Ministro de la Suprema Corte
RODRIGUEZ CAORSI de Justicia
Dr. Pablo Roberto TROISE Ministro de la Suprema Corte
ROSSI de Justicia
Dra. Martha Beatriz CHAO Secretaria Letrada de la
FERNANDEZ Suprema Corte de Justicia
Redactores
Nombre Cargo
Dr. Roberto Jose PARGA Ministro de la Suprema Corte de
LISTA Justicia
Discordes
Nombre Cargo
Dr. Hipolito Nelson Ministro de la Suprema
RODRIGUEZ CAORSI Corte de Justicia
Descriptores
INCONSTITUCIONALIDAD - Via de Accion - Desestimacion - INCONSTITUCIONALIDAD LEY No. 17.296 ART. 587 - IMPUESTO A LAS
RETRIBUCIONES PERSONALES - Modificacion - Cargas publicas - Principio de Igualdad - Vulneracion - DECLARAQCION DE
INCONSTITUCIONALIDAD - Norma impugnada - Efecto retroactivo - Conceptualizaciones - PRINCIPIO DE IGUALDAD - Discriminacion
perversa - Inexistencia - Categorias licitas - Conceptualizaciones - LEYES - Regularidad constitucional - Presuncion - Inexistencia (D) - IMPUESTOS
- Porcentaje - Monto imposible - Capacidad contributiva (D) - PRINCIPIO DE IGUALDAD - Discriminacion perversa - Configuracion (D) -
PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LAS CARGAS PUBLICAS - Violacion - Configuracion (D) - INCONSTITUCIONALIDAD - Solicitud - Norma
derogada - Improcedencia - ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD - Interes directo - Alcance
Resumen
Sin Datos

Texto de la Sentencia

Montevideo, treinta de setiembre de dos mil cinco.


VISTOS:
Para sentencia definitiva estos autos caratulados "PESCE ALONSO, ERNESTO LUIS
C/ ESTADO -PODER EJECUTIVO - MINISTERIO DE ECONOMIA Y FINANZAS-
Y OTRO - ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD ART. 587 DE LA LEY No.
17.296", Fa. 1-362/2001.
RESULTANDO:
1o.) A fs. 9 se promueve por vía de acción la declaración de inconstitucionalidad del art.
587 de la Ley No. 17.296 del 21 de febrero de 2001 por entenderlo violatorio del art. 8
de la Constitución, que consagra el principio de igualdad de las personas ante la Ley,
del que se desprende el de igualdad ante las cargas públicas, expresando en síntesis:
- La disposición cuestionada se encuentra incluida en la Ley que aprobó el Presupuesto
Nacional de Gastos para el período 2000-2004, y si bien del texto surgiría que el
artículo ha creado un nuevo tributo (impuesto), su hecho generador coincide con el
previsto por el Decreto-Ley No. 15.294 de junio de 1982 para el Impuesto a las
Retribuciones Personales, por lo que en realidad estamos ante una modificación parcial
a este último que alcanza a la tasa aplicable a determinadas retribuciones y prestaciones.
- Con relación a la legitimación activa, de acuerdo a lo que surge de la constancia
emitida por A.N.C.A.P. el compareciente es Ingeniero Civil, funcionario de la
A.N.C.A.P., y desempeña el cargo de Gerente de la División Medio Ambiente,
Seguridad Industrial y Gestión de Calidad, percibe una retribución bajo la forma de
salario superior a los veintinueve salarios mínimos nacionales, retribución que está
gravada por el I.R.P. con la tasa suplementaria establecida por el art. 587 de la Ley No.
17.296, cuya inconstitucionalidad se promueve, conforme se acredita con los tres
últimos recibos de sueldo que adjunta.
- La norma vulnera el derecho a la igualdad preceptuado por el art. 8 de la Carga
Magna, en forma particular, actual y definida, ya que desde la entrada en vigencia de la
norma referida, las retribuciones que le corresponden en virtud de la relación funcional
que lo une con la A.N.C.A.P. están alcanzadas por las disposiciones de la misma,
habiéndose procedido a aplicar sobre su salario los descuentos que
inconstitucionalmente prevé la Ley premencionada.
- Con relación a la legitimación pasiva en el caso, de acuerdo a lo dispuesto por el art. 1
del Decreto No. 116/001 del 30/3/2001, la oficina recaudadora del impuesto es la D.G.I.
que es órgano desconcentrado del M.E.F., siendo agente de retención el organismo que
abona la retribución gravada de acuerdo a dicha norma (art. 6 del Decreto No. 116/001),
que en este caso es la A.N.C.A.P., revistiendo ambas la calidad de partes interesadas a
los efectos de lo dispuesto por el art. 517.1 del C.G.P.
- El art. 587 de la Ley No. 17.296 viola el art. 8 de la Constitución de la República, que
reconoce el derecho a la igualdad. Desde el punto de vista tributario los criterios
generales en materia de igualdad son de plena aplicación, siendo que involucran el
concepto de igualdad ante las cargas públicas o fiscales, que a su vez se identifica con el
principio de capacidad contributiva.
- En primer lugar, ya que se considere que el art. 587 de la Ley No. 17.296 constituye
una modificación parcial al Impuesto a las Retribuciones Personales, o que crea un
nuevo tributo, es indudable que la norma crea una clase o grupo con aquellas personas
que prestan servicios personales a entidades de derecho público. En lo que hace al
segundo, citando la posición de Andrés Blanco, para el caso que la norma sea una
modificación parcial al I.R.P., "mientras los demás contribuyentes del impuesto que
perciban retribuciones gravadas equivalentes a más de veintinueve salarios mínimos
nacionales abonarán el impuesto a la alícuota del 6%, los prestadores de servicios
personales a favor de entes de Derecho Público en la misma situación abonarán el
impuesto a la alícuota del 9%, produciéndose una "desigualdad de trato por el impuesto
a igualdad de condiciones objetivas frente a un mismo hecho generador; ingresos
iguales derivados de iguales actividades se gravan a alícuotas diferentes", agregando
luego que "el análisis no se altera si, a diferencia de lo sostenido por nosotros, se afirma
que efectivamente la Ley de Presupuesto ha creado un nuevo impuesto a las
retribuciones personales" que se estaría en presencia de un tributo "que afectaría sólo a
los prestadores de servicios personales a favor de personas de Derecho Público y no a
los restantes; se trataría desigualmente, situaciones objetivamente iguales; pues las
retribuciones de igual cuantía derivadas de iguales servicios no realizados a favor de
personas de Derecho Público, no resultarían alcanzados por el supuesto nuevo impuesto,
y sí lo estarían las derivadas de servicios del mismo tipo brindados a tal tipo de personas
...".
- En otras palabras, no existe razón alguna que permita sostener que ante una idéntica
remuneración, la capacidad contributiva de quien presta servicios a entidades de
Derecho Público, sea mayor que la de aquéllos que prestan servicios a entidades de
derecho privado, se ha producido una discriminación que viola el principio de igualdad
constitucionalmente protegido.
- Finalmente, siguiendo a Andrés Blanco puede afirmarse que ninguna norma
constitucional, así como tampoco ningún principio racional, habilita o aconseja que los
prestadores de servicios personales subordinados o no, a favor de entidades públicas,
sean objeto de una carga fiscal mayor que el resto de las personas por parte de un
impuesto a los ingresos personales, lo cual resulta palmario si se tiene en cuenta que las
retribuciones que se pagan a funcionarios públicos especialmente en A.N.C.A.P., que
ganan más de veintinueve salarios mínimos, son muy menores que las que pagan a las
entidades privadas para funciones o tareas similares.
- Ofrece la probanza que relaciona a fs. 15 vto. y solicita que se declare la
inconstitucionalidad del art. 587 de la Ley No. 17.296 de 21 de febrero de 2001, por
violar el principio de igualdad ante las cargas públicas resultante del art. 8 de la
Constitución de la República.
2o.) Que por S. No. 1259 de 10/12/2001 se dio ingreso a la pretensión de
inconstitucionalidad, confiriéndose traslado (f. 18).
3o.) Evacuando el traslado conferido la demandada Ministerio de Economía y Finanzas
por los motivos que expone solicita que se desestime la acción de inconstitucionalidad
impetrada (fs. 23 y ss.).
4o.) Que oportunamente se oyó al Sr. Fiscal de Corte quien evacuando el traslado
conferido, informó que procede el rechazo del accionamiento planteado (fs. 91 y ss.).
5o.) Que con fecha 21 de febrero de 2003 se procedió a acumular los autos Fa. 13 al
31/02 y 61, 64, 68, 127, 156, 235/02.
6o.) Por auto No. 1437, de 13 de diciembre de 2004, se confirió traslado a las partes y al
Sr. Fiscal de Corte quien lo evacuó a fs. 1.273 expresando que la Ley No. 17.502 de
29/05/02 en su art. 8 deroga el impuesto creado en la norma que fue atacada por lo que
corresponde la clausura del presente trámite.
7o.) Los accionantes evacuaron el traslado a partir de fs. 1304 hasta fs. 1345 expresando
que la derogación de una norma anterior no implica su anulación, por lo que los efectos
producidos por ella durante su vigencia permanecen inalterados.
8o.) Que previo pasaje a estu-dio, se acordó sentencia en forma legal (fs. 1347 y ss.).
CONSIDERANDO:
I) Que la Suprema Corte de Justicia, por mayoría, desestimará el accionamiento de
inconstitucionalidad promovido en tanto no se advierte que la norma tildada de
inconstitucional resulte violatoria del principio de igualdad de las personas ante la Ley
contenido en el art. 8 de la Carta Magna, ni tampoco el que se deriva del mismo, de
igualdad ante las cargas públicas.
II) Con carácter previo al desarrollo de los fundamentos de la solución anunciada,
corresponde indicar que no se comparte la posición enunciada por el Sr. Fiscal de Corte
que postula la clausura de las actuaciones al haberse dictado en el decurso de las
mismas, la Ley No. 17.502 del 29/5/2002 que en su art. 8 deroga el impuesto creado por
la norma que fue atacada por inconstitucional -art. 587 de la Ley 17.296-, fundándose
en que la declaración de inconstitucionalidad presupone la existencia de una norma
legal vigente y de los institutos jurídicos por ella creados, extremo que entiende ha
dejado de operarse en el subexamine.
Por el contrario, si bien es cierto que la Corte no puede declarar la inconstitucionalidad
de una Ley derogada como se expresara en S. No. 74/05 (e/o), en este aspecto la
unanimidad de los integrantes del Cuerpo entienden que, partiendo de la base de que el
accionamiento se inició con fecha 30 de noviembre de 2001 contra el art. 587 de la Ley
No. 17.296 de 21 de febrero de 2001, la disposición impugnada le era aplicable al
accionante y pudo haberle causado perjuicios durante el período de su vigencia. En
función de lo cual al momento de promover la declaración de inaplicabilidad normativa
pretendida no caben dudas de que le asistía legitimación en tanto se encontraba en una
situación de lesión en su interés directo, personal y legítimo, acorde a los
requerimientos exigidos por el legislador para su promoción (art. 508 del C.G.P.), y le
fue aplicable hasta el 29 de mayo de 2002, cuando se operara su derogación por el art. 8
de Ley No. 17.502. Y no obstante ser cierto que la lesión del interés del promotor debe
ser actual, esa actualidad debe entenderse referida al tiempo en que se dedujo la acción
pretendida.
Debe considerarse especialmente el efecto retroactivo del fallo que declara la
inconstitucionalidad de una Ley y que, conforme fuera expresado en anteriores
pronunciamientos: "El hecho de que se trate de normas aplicadas en el pasado es
irrelevante, atento a que -como ha declarado la Corte (Sent. No. 264/98)- el efecto de la
sentencia declarativa de inconstitucionalidad se extiende retroactivamente hasta la fecha
de vigencia de la norma incons-titucional" (Cf. Sents. Nos. 253/01 y 165/01).
La posición contraria sitúa a la parte que considera lesionado su interés durante el
período de vigencia de la Ley, en clara situación de indefensión, al cercenarle la
posibilidad de que se declare la inconstitucionalidad de la norma cuestionada, lo que
tiene como corolario la imposibilidad de reparar el perjuicio que hubiera ocasionado
durante su aplicación.
La circunstancia de que la norma haya sido derogada no implica que la acción de
inconstitucionalidad carezca actualmente de objeto, pues la demanda se promovió antes
de dicha derogación. Por tanto, considerando el efecto retroactivo de la sentencia de
inconstitucionalidad hacia la fecha de dicho acto procesal, hay que concluir que el
demandante podría hacer valer un eventual pronunciamiento favorable a efectos de
obtener la restitución de las sumas que le han sido descontadas de su salario por
concepto del impuesto que cuestiona.
III) En cuanto al mérito del accionamiento de inconstitucionalidad ejercitado, la
Corporación en mayoría considera que la disposición impugnada no vulnera el principio
de orden superior invocado.
La norma cuestionada establece: "Créase un impuesto que gravará las retribuciones y
prestaciones nominales, en efectivo o en especie, derivadas de servicios personales
prestados al Estado, Gobiernos Departamentales, Entes Autónomos, Servicios
Descentralizados y demás personas públicas estatales o no estatales, cualquiera que sea
la naturaleza jurídica de la relación. Serán contribuyentes las personas que perciban las
retribuciones y las prestaciones mencionadas en el inciso anterior, siempre que las
mismas superen los veintinueve salarios mínimos nacionales mensuales. Serán sujetos
pasivos en calidad de responsables los empleadores indicados en el inciso precedente.
El impuesto se liquidará mensualmente y la tasa aplicable será del 3% (tres por ciento)".
El accionante postula que la referida disposición discrimina la situación de quienes
prestan servicios en una entidad de Derecho Público y de Derecho Privado, y, no
obstante ser cierto que la norma, al gravar de tal modo a quienes desempeñan funciones
en la actividad pública establece una distinción entre personas, creando una categoría de
sujetos a los que impone el tributo, la mencionada categoría no conforma una "clase
sospechosa" derivada de una "discriminación perversa", ni manifiesta un propósito
"hostil", o "arbitrario" hacia el grupo creado, que importe ausencia de razonabilidad en
la discriminación (V. S. No. 312/04).
Con relación al alcance del principio de igualdad consagrado constitucionalmente, esta
Corporación ha señalado que: "... no impide que se legisle para clases o grupos de
personas, siempre que éstos se constituyan justa y racionalmente. Tal como explica
Recasens Siches,... los hombres deben ser tratados igualmente por el Derecho respecto
de aquello que es esencialmente igual en todos ellos, a saber: en la dignidad personal y
en los corolarios de ésta, es decir, en los derechos fundamentales o esenciales que todo
ser humano debe tener. Y resulta que, en cambio, deben ser tratados desigualmente en
lo que atañe a las desigualdades que la justicia exige tomar en consideración ("Filosofía
del Derecho", pág. 590). De ahí, como lo recuerda el ilustrado constitucionalista
nacional Justino Jiménez de Aréchaga, la jurisprudencia norteamericana haya
sustentado que... ningún acto legislativo es válido si afecta claramente el principio de la
igualdad de derechos garantizados por la Declaración de Derechos, pero que el mismo
no se opone a que se legisle para grupos o clases de personas, a condición de que...todos
los comprendidos en el grupo sean igualmente alcanzados por la norma y que la
determinación de la clase sea razonable, no injusta, o caprichosa, o arbitraria, sino
fundada en una real distinción (La Constitución Nacional, Cámara de Senadores, t. 1,
pág. 367) (Cfe. Sent. No. 323/94)" (Sent. No. 720/96).
La pauta que debe manejar el juzgador de la constitucionalidad debe ser la de la "...
razonabilidad de los motivos invocados por el legislador, es decir, el de que las
clasificaciones legales no creen "clases sospechosas", motivantes de una
"discriminación perversa" y por ello mismo, contraria a la normativa superior (Cf.
Eduard S. Corwin, La Constitución de los Estados Unidos y su significado actual, pág.
630). No debe existir un propósito arbitrario, hostil y que determine la formación de
grupos o clases sin un sentido de razonabilidad, en ese supuesto permitido por la misma
desigualdad en que se encuentran, pues de otra forma, al mantenérsela y no ser
corregida, se transformaría en un ataque al propio principio de igualdad consagrado
constitucionalmente" (Sent. No. 312/04).
Ciertamente, si se atiende exclusivamente a su capacidad contributiva la situación del
actor puede ser idéntica a la de quien recibe los mismos ingresos de la actividad privada
-lo que puede hacer opinable la opción legislativa en cuanto a su corrección o
conveniencia- empero, ello resulta completamente ajeno al objeto del proceso de
inconstitucionalidad.
Sin embargo, si se consi-dera su situación en un contexto más amplio, resulta sin dudas
más favorable pues -como alega la parte demandada (fs. 25 - 26)- se encuentra
amparado por un estatuto especial que le ha permitido evitar la incertidumbre de
conservación del empleo en tiempos de crisis, siendo en tal sentido su esfuerzo menor al
que han tenido que soportar los trabajadores privados en procura de salir de dicha
situación.
De modo que no resulta irracional la imposición a quienes perciben altos sueldos del
Estado y que, por ello, resultan amparados en la seguridad de su remuneración de que,
en época de crisis, pérdida de empleos en el sector privado y deterioro de las cuentas
fiscales, contribuyan en medida algo mayor al interés general, soportando el gravamen
que supone el tributo impugnado.
Todo lo que conduce, en consecuencia a postular la solución desestimatoria del
accionamiento de inconstitucionalidad promovido.
IV) Las costas, de precepto para el accionante perdidoso (art. 523 del C.G.P.).
Por estos fundamentos, la Suprema Corte de Justicia, por mayoría,
FALLA:
DESESTIMASE LA INCONSTITUCIONALIDAD PROMOVIDA POR VIA DE
ACCION, CON COSTAS.
Y, OPORTUNAMENTE, ARCHIVESE.

Dr. Hipólito Rodríguez Caorsi, DISCORDE. En cuanto entiendo que debe declararse
inconstitucional para el caso concreto el art. 587 de la Ley No. 17.296.
Considero que la norma impugnada establece un tratamiento desigualitario ante las
cargas públicas entre todos los que se encuentran en las mismas condiciones, esto es,
entre todo el grupo o clase de personas que desarrollan la misma actividad y perciben
los mismos ingresos, al efectuar una diferenciación sin fundamento alguno, lo que la
convierte en arbitraria.
En mi opinión, en el caso de autos, contrariamente a lo ordenado por la Carta, se ha
constituido una clase o grupo de personas en forma injusta e irracional puesto que no
existe fundamento alguno que habilite en esta hipótesis a discriminar entre aquellas
personas que presten servicios personales al Estado frente a aquéllas que desarrollan
igual actividad con igual remuneración en el ámbito privado.
Como señaló Andrés Blanco: "... la Ley establece un distingo claro en la situación frente
al impuesto de un grupo de sujetos (los prestadores de servicios personales a favor de
entes de Derecho Público) respecto de los restantes. En efecto, mientras los restantes
contribuyentes del impuesto que perciban retribuciones gravadas equivalentes a más de
veintinueve salarios mínimos nacionales abonarán el impuesto a la alícuota del 6%, los
prestadores de servicios personales a favor de Entes de Derecho Público en la misma
situación abonarán el impuesto a la alícuota del 9%. En segundo lugar, también existe
desigualdad de trato por el impuesto a igualdad de condiciones objetivas: frente a un
mismo hecho generador, ingresos iguales derivados de iguales actividades se gravan a
alícuotas diferentes. En tercer lugar, finalmente, creemos que puede afirmarse que
ninguna norma constitucional, así como tampoco ningún principio racional, habilitan o
aconsejan que los prestadores de servicios personales subordinados o no, a favor de
entidades públicas, sean objeto de una carga fiscal mayor que el resto de las personas
por parte de un impuesto a los ingresos personales..." (autor cit. "Principales Normas
Tributarias incluidas en el proyecto de Ley y en la Ley de presupuesto del período
2000-2004", en Rev. Tributaria, t. 28, págs. 54-55).
Discrepo con los argumentos desarrollados por la contraparte (Ministerio de Economía)
al evacuar el traslado (fs. 23 y ss.) puesto que a efectos de valorar la igualdad ante las
cargas públicas se deberá estar a criterios objetivos como son la igualdad de prestación
y de remuneración, tal como lo invoca el accionante.
Por otra parte como resulta ser admitido aun por la parte demandada, los trabajadores
dependientes de Entes Públicos perciben remuneraciones inferiores a las de los
dependientes de entidades privadas. Lo que nos lleva a cuestionarnos si resulta justo y
racional gravar con más impuestos a quienes cobran menos y si no nos encontramos
finalmente frente a una encubierta reducción salarial.
Enseña Valdés Costa refiriéndose al presupuesto de hecho que: "el hecho elegido por el
legislador no es un hecho cualquiera de la vida, sino que está caracterizado por su
naturaleza económica reveladora de capacidad contributiva, por lo menos, de la
posibilidad material de contribuir a los gastos públicos. Si bien, el legislador tiene
facultades discrecionales para elegir y valorar esos hechos, según los criterios políticos
dominantes en cada tiempo y lugar, está implícita la idea de que esta discrecionalidad se
encuentra limitada por los principios jurídicos constitucionales, dentro de los cuales
debe necesariamente actuar el legislador en un Estado de Derecho, entre ellos,
principalmente, el de la igualdad ante la Ley" (Autor cit. "Curso de Derecho
Tributario", 3a. Ed., pág. 114).
La Ley hace una clara diferencia en el tratamiento de quienes realizan las mismas tareas
y perciben la misma remuneración y allí es donde hay que centrarse a efectos de
constatar si se ha infringido el principio de igualdad ante las cargas públicas.
La expuesta alteración del referido principio se traduce en una lesión al principio de
igualdad consagrado por el art. 8 de la Constitución Nacional.
Por lo que en definitiva concluyo que se ha logrado desvirtuar la presunción de
regularidad constitucional respecto de las Leyes, lo que lleva en consecuencia a declarar
inconstitucional para el caso concreto la norma cuestionada por el período de su
vigencia.

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