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Texto de la Sentencia
Importanci
mero Sede Tipo
a
Suprema Corte de
251/2005 ALTA DEFINITIVA
Justicia
Fecha Ficha Procedimiento
30/11/200 1- PROCESO DE
5 353/2002 INCONSTITUCIONALIDAD
Materias
DERECHO TRIBUTARIO
Materias
DERECHO CONSTITUCIONAL
Firmantes
Nombre Cargo
Dr. Daniel Iberico Presidente de la Suprema
GUTIERREZ PROTO Corte de Justicia
Dr. Roberto Jose PARGA Ministro de la Suprema Corte
LISTA de Justicia
Dr. Leslie Alberto VAN Ministro de la Suprema Corte
ROMPAEY SERVILLO de Justicia
Dr. Hipolito Nelson Ministro de la Suprema Corte
RODRIGUEZ CAORSI de Justicia
Dr. Pablo Roberto TROISE Ministro de la Suprema Corte
ROSSI de Justicia
Dra. Martha Beatriz CHAO Secretaria Letrada de la
FERNANDEZ Suprema Corte de Justicia
Redactores
Nombre Cargo
Dr. Leslie Alberto VAN Ministro de la Suprema
ROMPAEY SERVILLO Corte de Justicia
Descriptores
INCONSTITUCIONALIDAD - Via de Accion - Inadmisibilidad - INCONSTITUCIONALIDAD LEY No. 17.296 - IMPUESTO A LAS
RETRIBUCIONES PERSONALES - Modificacion - Cargas publicas - Principio de Igualdad - Vulneracion - INCONSTITUCIONALIDAD - Solicitud
- Norma derogada - Improcedencia - ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD - Legitimacion Pasiva - Falta - PRINCIPIO DE IGUALDAD -
Discriminacion perversa - Inexistencia - Categorias licitas - Conceptualizaciones - ART. 587, LEY No. 17.453 ART. 3 Y LEY No. 17.502 ART. 5 -
PODER LEGISLATIVO - U.T.E. - M.E.F.
Resumen
Sin Datos
Texto de la Sentencia
Texto de la Sentencia
Dr. Hipólito Rodríguez Caorsi, DISCORDE. En cuanto entiendo que debe declararse
inconstitucional para el caso concreto el art. 587 de la Ley No. 17.296.
Considero que la norma impugnada establece un tratamiento desigualitario ante las
cargas públicas entre todos los que se encuentran en las mismas condiciones, esto es,
entre todo el grupo o clase de personas que desarrollan la misma actividad y perciben
los mismos ingresos, al efectuar una diferenciación sin fundamento alguno, lo que la
convierte en arbitraria.
En mi opinión, en el caso de autos, contrariamente a lo ordenado por la Carta, se ha
constituido una clase o grupo de personas en forma injusta e irracional puesto que no
existe fundamento alguno que habilite en esta hipótesis a discriminar entre aquellas
personas que presten servicios personales al Estado frente a aquéllas que desarrollan
igual actividad con igual remuneración en el ámbito privado.
Como señaló Andrés Blanco: "... la Ley establece un distingo claro en la situación frente
al impuesto de un grupo de sujetos (los prestadores de servicios personales a favor de
entes de Derecho Público) respecto de los restantes. En efecto, mientras los restantes
contribuyentes del impuesto que perciban retribuciones gravadas equivalentes a más de
veintinueve salarios mínimos nacionales abonarán el impuesto a la alícuota del 6%, los
prestadores de servicios personales a favor de Entes de Derecho Público en la misma
situación abonarán el impuesto a la alícuota del 9%. En segundo lugar, también existe
desigualdad de trato por el impuesto a igualdad de condiciones objetivas: frente a un
mismo hecho generador, ingresos iguales derivados de iguales actividades se gravan a
alícuotas diferentes. En tercer lugar, finalmente, creemos que puede afirmarse que
ninguna norma constitucional, así como tampoco ningún principio racional, habilitan o
aconsejan que los prestadores de servicios personales subordinados o no, a favor de
entidades públicas, sean objeto de una carga fiscal mayor que el resto de las personas
por parte de un impuesto a los ingresos personales..." (autor cit. "Principales Normas
Tributarias incluidas en el proyecto de Ley y en la Ley de presupuesto del período
2000-2004", en Rev. Tributaria, t. 28, págs. 54-55).
Discrepo con los argumentos desarrollados por la contraparte (Ministerio de Economía)
al evacuar el traslado (fs. 23 y ss.) puesto que a efectos de valorar la igualdad ante las
cargas públicas se deberá estar a criterios objetivos como son la igualdad de prestación
y de remuneración, tal como lo invoca el accionante.
Por otra parte como resulta ser admitido aun por la parte demandada, los trabajadores
dependientes de Entes Públicos perciben remuneraciones inferiores a las de los
dependientes de entidades privadas. Lo que nos lleva a cuestionarnos si resulta justo y
racional gravar con más impuestos a quienes cobran menos y si no nos encontramos
finalmente frente a una encubierta reducción salarial.
Enseña Valdés Costa refiriéndose al presupuesto de hecho que: "el hecho elegido por el
legislador no es un hecho cualquiera de la vida, sino que está caracterizado por su
naturaleza económica reveladora de capacidad contributiva, por lo menos, de la
posibilidad material de contribuir a los gastos públicos. Si bien, el legislador tiene
facultades discrecionales para elegir y valorar esos hechos, según los criterios políticos
dominantes en cada tiempo y lugar, está implícita la idea de que esta discrecionalidad se
encuentra limitada por los principios jurídicos constitucionales, dentro de los cuales
debe necesariamente actuar el legislador en un Estado de Derecho, entre ellos,
principalmente, el de la igualdad ante la Ley" (Autor cit. "Curso de Derecho
Tributario", 3a. Ed., pág. 114).
La Ley hace una clara diferencia en el tratamiento de quienes realizan las mismas tareas
y perciben la misma remuneración y allí es donde hay que centrarse a efectos de
constatar si se ha infringido el principio de igualdad ante las cargas públicas.
La expuesta alteración del referido principio se traduce en una lesión al principio de
igualdad consagrado por el art. 8 de la Constitución Nacional.
Por lo que en definitiva concluyo que se ha logrado desvirtuar la presunción de
regularidad constitucional respecto de las Leyes, lo que lleva en consecuencia a declarar
inconstitucional para el caso concreto la norma cuestionada por el período de su
vigencia.