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“Texto Paralelo No.

1”

TEMA 1
FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS
TEMA 2
CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN
DESARROLLADA POR LA CIENCIA SOCIAL
TEMA 3
ACCIÓN, ESTRUCTURA Y SENTIDO EN LA
INVESTIGACIÓN DIAGNÓSTICA

09 DE AGOSTO DE 2019

HENRY GAMALIEL CHEN XOL


UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
TÉCNICO EN TRABAJO SOCIAL

“Texto Paralelo No.1”

TEMA

 FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS
 CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN DESARROLLADA POR LA
CIENCIA SOCIAL
 ACCIÓN, ESTRUCTURA Y SENTIDO EN LA INVESTIGACIÓN
DIAGNÓSTICA

HENRY GAMALIEL CHEN XOL


CARNET 2266119

SAN JUAN CHAMELCO, ALTA VERAPAZ, AGOSTO 2019


CAMPUS REGIONAL SAN PEDRO CLAVER S.J. DE LA VERAPAZ
TEMA 1
FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS
En busca de un sustento epistemológico

Cuando nos vemos obligados a explicar o explicitar las razones últimas o los
motivos más profundos de nuestras acciones y comportamientos tenemos que
remitirnos necesariamente a aquella concepción general básica que constituye la
fundamentación filosófica de los mismos. Sin esta fundamentación filosófica, no
podrá comprenderse la razón de nuestros actos, su esencia, su significado, su
justificación, su “por qué” y su “para qué”; es decir, el sentido y la prospección de
nuestra conducta.

En este contexto, es válida la pregunta si existe una o varias filosofías de sustento


del Trabajo Social.

La profesión del trabajo social tiene una filosofía que “está basada en un auténtico
sistema de valores y los cuales están implícitos en los principios de la profesión
que los sostienen y determinan la elección del hombre frente alternativas de
conducta”. Tanto los valores como los principios son cambiantes y “relevan la
conciencia social de la época, el estado de la ciencia de la tecnología en cuanto
influyen en el concepto que el hombre tiene de sí mismo, de su naturaleza y de su
destino”. El concepto del hombre en las distintas épocas está influido por los
valores vigentes en el momento y determina en nuestro caso el avance de la
profesión, las instituciones de bienestar social que existen, los programas y en
general las formas de enfrentar los problemas. Como ejemplo podemos citar que
el humanismo permite percibir al hombre como elemento central de sus ideas,
produjo una concepción antropocéntrica del mundo; “el hombre es la medida de
todas las cosas”. Se produce entonces la defensa de la dignidad y la integridad
humana: el hombre es un fin en sí mismo, tiene un valor intrínseco independiente
de su condición racial, religiosa, política, de clase, ideológica, social y económica
y tiene derecho a una vida digna. Se da la afirmación de los valores humanos: el
hombre es un ser potencialmente creador, tiene capacidad para dominar el mundo
que lo rodea y puede desarrollar sus potencialidades. Esto influye en las
manifestaciones del bienestar social en la siguiente forma. El beneficiario es el
centro de la atención profesional, toda persona tiene un valor intrínseco
independiente de su condición. Tiene derecho a su libertad, al respeto a su
dignidad, a la aceptación, a la autodeterminación, al no juzgamiento por el TS y a
mejores condiciones se vida. El beneficiario tiene potencialidades y puede
desarrollarse: la conducta profesional debe orientarse en el sentido de propiciar
este desarrollo y promoción del beneficiario. Los valores se centran en el respeto
a la persona humana. Son valores la bondad, la libertad, la honradez, la dignidad.
De estos valores se derivan los principios del trabajo social de libre determinación,
individualización, aceptación y respeto, secreto profesional y no enjuiciar de la
profesión y que son una guía para la vida profesional”. Los objetivos de la
profesión se derivan de esos principios y “representan un bien deseado, lo que se
quiere conseguir”. El Trabajo Social, pues, viene a representar un esfuerzo de
solución y prevención con otros profesionales a los problemas sociales que
afectan al individuo.

Fuente: http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/docente/pd-000032.pdf

Además, es lógico preguntarse si esta base filosófica se ha mantenido constante a


través de la historia del Trabajo Social. Creemos que la respuesta a ambas
interrogantes es categóricamente no.

Enfrentar el desafío de oponer explicaciones racionales fundamentales que


lleguen hasta las determinaciones esenciales y causales de los fenómenos,
proponer intervenciones calculadas para modificar la realidad social, es una tarea
difícil. El diagnóstico es concebido como uno de los instrumentos fundamentales
para dar cuenta de los acontecimientos sociales y para orientar intervenciones que
culminarían en la ejecución de acciones tendientes a cambiar inercias
reproductoras de problemas, o dirigidas a alterar la convergencia de factores que
pudieran pronosticar la ocurrencia de hechos perjudiciales, tanto a nivel micro
como medio o macro social; pero, es precisamente en el diagnóstico, en donde se
manifiestan una serie de dificultades que la ciencia social no puede renunciar a
trabajar por su superación.

El diagnóstico tiene como propósito reflejar la situación para que luego se


proceda a realizar una acción o tratamiento que ya se preveía realizar o que a
partir de los resultados del diagnóstico se decide llevar a cabo.

Fuente: https://concepto.de/diagnostico/

Entre los que pueden citarse los referidos a pre nociones del lenguaje común, las
que no manifiestan solamente la preferencia por las mismas y/o el
desconocimiento de conceptos y categorías científicas que las reemplacen, sino
que muchas veces manifiestan fundamentalmente la permanencia de
representaciones de la problemática social, en términos de naturalización o
fatalidad.

Por otro lado, existe la dificultad de trascender formas incompletas o tergiversadas


de lo que constituye una elaboración diagnóstica como, por ejemplo, el relato
anecdótico o el simple inventario de datos.

Por otro lado, incursionando la dimensión de las razones últimas o lo que es


equivalente, las determinaciones originarias, aparece como dificultad –o desafío-
responder a la pregunta sobre la relación del diagnóstico y el modo o los modos
de razonamiento que la elaboración diagnóstica implica: ¿es el razonamiento
hipotético-deductivo el predominante en la realización de diagnósticos? Si esto
fuera así ¿implica ello que el diagnóstico es una expresión del método hipotético
deductivo? Y en cuanto a la relación entre el diagnóstico social y el método de
ascenso de lo abstracto a lo concreto, o con las categorías del materialismo
dialéctico, ¿podemos proponer una respuesta coherente y operativa?

Finalmente, también es importante plantearse interrogantes y respuestas, sobre la


frontera entre la determinación estructural socio económica y la determinación
estructural individual en la ocurrencia de un fenómeno, como así también entre las
propias categorías de determinación y libertad de los grupos sociales y de las
personas en su individualidad. A modo de hipótesis, se entiende que estas
determinaciones originarias operan como base en el modo de elaboración de
diagnósticos, muchas veces de manera no consciente, en especial cuando la
preparación para su elaboración se realiza concibiéndolo como un proceso casi
mecánico de etapas o actividades articuladas. En este marco, la reflexión y el
debate tomando como ejes los aspectos enunciados y el análisis de elaboraciones
diagnósticas, se constituyen en un recurso necesario para avanzar en la dirección
de mejorar esa herramienta de incuestionable utilidad para la intervención social,
como lo es el diagnóstico social.

La economía del país atraviesa por una desaceleración significativa, que tiene
múltiples causas y puede agudizarse si se continúa con esta tendencia. Factores
externos, así como el clima de ingobernabilidad que se vive en ciertas regiones
del país por la ausencia o inacción del Estado, así como la debilidad institucional
que históricamente nos ha caracterizado, incrementan el riesgo de terminar en
una severa crisis económica en el mediano plazo. Hoy más que nunca es
necesario construir un Estado funcional, eficiente, libre de corrupción y con un
servicio civil profesional, que pueda darle certeza jurídica a los inversionistas y
que tenga la capacidad de formular y ejecutar políticas públicas exitosas.

Guatemala tiene una gran brecha de riqueza. El 10 por ciento de la población más
adinerada gana la mitad de todos los ingresos, mientras que el 20 por ciento más
adinerado gana dos tercios del total de ingresos. Mientras tanto, alrededor del 80
por ciento de la población vive en medio de la pobreza. La gran mayoría de estas
personas viven con menos de $2 al día.

Fuente: https://www.anywhere.com/es/guatemala/travel-guide/gobierno-y-economia
Se debe potenciar el valor del diagnóstico como instrumento para conocer la
particularidad de la realidad social en el marco del conocimiento científico para
orientar los objetivos y modalidades de la acción profesional. Es necesario superar
las dificultades en el proceso de elaboración del diagnóstico y en su resultado;
precisar la especificidad del diagnóstico como modalidad del conocimiento
científico; utilizar instrumentalmente el conocimiento teórico y los conceptos en la
realización del diagnóstico; trascender la particularidad del dato empírico a través
del pensamiento relacional y la construcción de significados.

Razonamiento, método hipotético deductivo y elaboración diagnóstica

El diagnóstico, en su forma más instrumental, es un conjunto de descripciones que


permiten construir significados respecto de los fenómenos sociales (en el caso de
las disciplinas de la ciencia social).

Esos significados que construimos pueden alcanzarse porque existe previamente


una teoría o un conjunto de teorías que proponen una explicación universal
respecto de problemáticas determinadas.

En este sentido, el diagnóstico social no descubre nada, sino que da cuenta de la


existencia de hechos particulares y – en todo caso- posibilita conocer el singular
modo de cómo se entrelazan los hechos específicos para reproducir en infinitas
variedades, la esencia de un mismo tipo de fenómeno ya explicado por la teoría.

Un conjunto de elaboraciones teóricas, por ejemplo, da cuenta de las


determinaciones estructurales de la pobreza y aún de los factores que
coyunturalmente hacen que ella se manifieste en personas, familias y pueblos
enteros. No necesitamos indagar más sobre los por qués de la pobreza, ni sobre
las maneras de evitar o corregir la misma; pero sí necesitamos conocer cómo se
conjugan en la realidad empírica los factores estructurales y contingentes que
intervienen en su manifestación y cuáles son sus dimensiones cuantitativas, a fin
de poner en práctica acciones que estén orientadas a revertir la situación. Ese
papel lo desempeña el diagnóstico.
 La población de Guatemala es la más numerosa entre los países del istmo
centroamericano.

La población guatemalteca se caracteriza por su extraordinaria juventud: cuatro de


cada diez personas son menores de 15 años y seis no tienen aun 20 años. La
elevada mortalidad -tanto general como infantil y materna- y la alta fecundidad son
rasgos acentuados entre los grupos indígenas y rurales. Estos subconjuntos de la
población nacional requieren un trato preferente de la política pública para
enfrentar con éxito los desafíos inherentes al desarrollo. Una proporción
importante de las muertes, especialmente de los niños, se origina en trastornos de
salud evitables, asociados a las deficiencias alimentarias y a las inadecuadas
condiciones sanitarias. A su vez, la alta fecundidad parece responder al efecto
combinado de patrones culturales tradicionales y de las limitaciones de acceso a
la información y a medios adecuados que promuevan un manejo responsable de
la sexualidad y la reproducción.

Fuente: https://www.prensalibre.com/economia/estos-sectores-de-la-economia-
guatemalteca-creceran-en-2018/

En esta tarea la lógica de razonamiento es deductiva, teniendo como punto de


partida, como gran premisa, la articulación de hipótesis que constituye la trama de
teorías o de ensayos teóricos. El diagnóstico opera como el caso que confirma,
que ratifica y que convalida las proposiciones de la teoría. Por lo tanto, desde el
punto de vista lógico, el diagnóstico tiene forma de tautología. Sin embargo; el
detalle analítico de los diagnósticos elaborados puede ofrecer particularidades que
no se encuentran dentro de la teoría. En la elaboración mecánica de un
diagnóstico estas particularidades pueden ignorarse, pueden colocarse
forzadamente en categorías que no les corresponden o pueden aparecer como
residuos carentes de significado, que podrían denominarse un inventario estéril de
datos; pero, si en el quehacer profesional se incorpora la actitud y vigilancia
científica, estos aspectos del diagnóstico pueden operar como disparadores
heurísticos capaces de abrirnos un horizonte de conocimientos nuevos que,
adecuadamente sistematizados, permitan nuevas elaboraciones teóricas y, por lo
tanto, un mayor conocimiento científico de la realidad social.

La construcción social del conocimiento

Tomar parte en un proceso de investigación significa generar nuevos


conocimientos y habilidades, cambiando las actitudes y mejorando la práctica. Por
consiguiente, es útil reflexionar sobre la naturaleza de los procesos de generación
de conocimiento. El conocimiento existe en diferentes formas, que son igualmente
valiosas y legítimas. Una combinación local, el conocimiento autóctono y el
conocimiento científico son importantes para mejorar las decisiones sobre el
manejo de recursos naturales sea en el ámbito local o en niveles más altos, como
una cuenca.

Es también importante estar consciente que la información y el conocimiento no


están libres de juicios de valor, y saber que la elección selectiva de la información
o del conocimiento puede dar poder a algunas personas y, por otro lado, desplazar
a otras. En otras palabras, el conocimiento siempre se construye socialmente y
con frecuencia es disputado (Long y Long, 1992).

El conocimiento y la información generada por las actividades de investigación que


son construidos por el contexto socioeconómico y político en el cual tiene lugar la
investigación (cultura local y sociedad, fuentes del recurso y derechos); por la
naturaleza de las preguntas de investigación formuladas y por los métodos de
investigación usados; por las actitudes y las capacidades de los investigadores; y
por la capacidad de investigación y las experiencias de la comunidad (McAllister,
1999; McAllister y Vernooy, 1999). Un mejor conocimiento acerca de estos
diferentes factores sociales, que pueden influir en el proceso de investigación,
puede ayudar a los investigadores a que conozcan más a fondo los resultados de
sus actividades.

El diagnostico permite a la comunidad integrar a grupos responsables para


realizar dicho diagnostico tomando en cuenta que deben realizar un plan de
trabajo , convocar a reuniones para tratar asuntos de la comunidad, llevando a
cabo la realización de talleres para mejorar la información que se da para que el
diagnostico efectivo y eficaz.”

La construcción social hace referencia a que los fenómenos sociales ocurren en


el ámbito de una sociedad determinada y son aceptados como naturales a ella;
pero sin embargo son producto de esa cultura, como invención de la misma, que
lleva a quienes la integran a tener una mirada de la realidad similar a quienes
comparten esa cultura que aparece como incuestionable, aunque éticamente no
habría inconvenientes de que no fuera así. Tanto es así que esas interpretaciones
de la realidad van cambiando y eso permite que las ideas, creencias y las
instituciones que de ella se derivan puedan también ir modificándose.

Fuente: https://deconceptos.com/ciencias-sociales/construccion-social
TEMA 2
CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN
DESARROLLADA POR LA CIENCIA SOCIAL
Si bien el desarrollo de la ciencia se ha nutrido por diversas concepciones de la
realidad, la Ciencia Social ha recibido una influencia determinante del positivismo.

Esta corriente definió las características que tendría el proceso de conocimiento


científico y con ello, la investigación social. Además, estableció una separación
entre ciencia y técnica, definitiva para una ubicación secundaria de disciplinas
como el Trabajo Social.

Según Comte y sus seguidores, por la evidencia de los postulados, las


demostraciones y las pruebas experimentales, la ciencia es capaz de conseguir
leyes dotadas de validez absoluta; mientras que la técnica se reduce a aplicar los
dictámenes inequívocos de la investigación científica. Los problemas particulares
presentados por la práctica sólo serán susceptibles de solución y transformación,
si la técnica se atiene incondicionalmente a aplicar directrices de los postulados
teóricos.

Las ciencias sociales guatemaltecas y particularmente la sociología han venido


experimentado cambios significativos en los últimos veinte años. Sin duda han
sido afectadas por el período de cambio político que viene desarrollándose en el
país desde principios de la década del ochenta y que ha sido denominado como
transición a la democracia. Sin embargo, la preocupación por el estudio de tales
transformaciones en su seno, todavía ocupa un lugar marginal, especialmente en
el plano teórico. Es notable la falta de una evaluación crítica y pormenorizada de
los desarrollos más recientes en la interpretación social guatemalteca.

Fuente: https://www.fmmeducacion.com.ar/el-positivismo-y-las-ciencias-sociales/
Partiendo de este planteamiento, tenemos entonces por una parte, que el
positivismo enfoca la producción de conocimiento científico como un proceso
rígido y abstracto; mediante la investigación, se persigue la acumulación de
conocimiento científico por la obtención del mismo conocimiento mismo, con miras
a lograr generalizaciones que orienten el desarrollo de teorías apoyadas en
principios y leyes. No interesa tanto la aplicación de éstas o sus consecuentes
prácticas, por cuanto la práctica es importante en la medida en que sirve como
prueba experimental de postulados teóricos. El método científico opera dentro de
marcos rígidos, cuyos pasos deben seguirse sistemática y escolarmente; estos
pasos están preestablecidos de antemano y no permiten cambios sustanciales en
los mismos, aun cuando la problemática particular con la cual se entre en contacto
cuestione la validez de alguna de las operaciones. Lo fundamental es la
rigurosidad con que se aplique el método, sin preocupar si éste se adapta a las
exigencias que la realidad misma hace del proceso de conocimiento científico.

Asimismo, los resultados obtenidos a través de la investigación, tienen carácter de


absolutos, incuestionables, hasta tanto no sean adecuadamente refutados
teóricamente. De todo lo anterior se desprende entonces, que la investigación
social es concebida como un proceso aislado de la realidad, mediante el cual si
bien se pretende conocer facetas de ésta, su estudio se realiza por partes y en
abstracto.

El positivismo afirma que en la realidad existe un orden único que tiende al


progreso indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre responde a ese orden
natural que hay que descubrir, conocer y aceptar. Así, el ser humano no es el
constructor de la realidad social, propone una suerte de inmovilismo social, de
orden social descartando la problematización.

El análisis sobre la construcción del conocimiento social supone una aproximación


compleja a los factores de su ocurrencia histórica y presente, y una difícil precisión
de los elementos fundamentales para su interpretación. Respecto al modelo a
emplear, la tendencia contemporánea parece dirigirse a considerar que resulta
inevitable el pluralismo cognitivo y metodológico para ordenar y estructurar el
quehacer sociológico, dada su heterogeneidad y complejidad social. Aunque esto
no significa cuestionar la existencia de un núcleo teórico y metodológico mínimo.
Sin duda, una estrategia propia para el análisis de acuerdo a la investigación de
tesis que se presenta debe atender al estudio interno y externo de los eventos
científicos considerados en su contexto particular, tomando en consideración que
no existe siempre una relación directa y unívoca entre teoría y realidad social. En
esta perspectiva, se debe considerar tanto los factores contextuales de ocurrencia
histórica, como los que se relacionan con los científicos sociales dentro de su
grupo social, en sus diversos ambientes.

Fuente: https://www.monografias.com/docs/El-positivismo-y-las-ciencias-sociales-
PKYYMSFYBZ

Dos ramas o campos especializados dentro de la sociología están directamente


relacionados con la problemática del desarrollo del conocimiento social: la
sociología del conocimiento y la sociología de la sociología.

La sociología del conocimiento surge y se desarrolla al ritmo que lo hace la misma


sociología. Se constituye paulatinamente como un campo especializado, cuyo
objeto de estudio es la ciencia como fenómeno social, indagando las variables que
favorecen/dificultan la construcción y emergencia del conocimiento. Se trata
entonces, de un tipo de conocimiento especial.

La sociología de la sociología es un campo más reciente que se ha constituido


dentro de la sociología, ocupado de analizar el quehacer sociológico (una
búsqueda de autonocimiento) indagando el contexto social en el que se genera la
producción sustantiva sociológica. Las preocupaciones de la sociología de la
sociología se han enfocado en la reconstrucción de la manera cómo a partir de la
sociología se estudia y concibe la sociedad, y el papel que esta especialidad
puede desempeñar en la depuración del quehacer sociológico y la
fundamentación de la disciplina. Esta última dimensión (epistemológica) aborda
las distintas concepciones que existen sobre el objeto de la sociología, los
modelos que utiliza, las variables privilegiadas, las metodologías que se siguen y
las problemáticas seleccionadas.
Fuente: http://polidoc.usac.edu.gt/digital/cedec2889.pdf

Esta concepción ya de por sí limita las posibilidades del Servicio Social de


aprovechar positivamente todos los elementos que podría aportarle la
investigación, en vista de que su campo de acción está ligado a los problemas de
la realidad concreta que enfrenta diariamente el hombre. Aun cuando efectúa
algunos intentos de incorporar la investigación científica a su quehacer, se ve
limitada en varios aspectos que analizaremos en el aparte siguiente.
Pero lo problemas que plantea el positivismo no terminan aquí. Al apoyarse en la
dicotomía ciencia-técnica, varias disciplinas quedan relegadas al nivel de técnicas,
negándoles toda posibilidad de llegar a realizar aportes al conocimiento científico;
la técnica será efectiva en la medida que se mantenga subordinada a la ciencia.
De allí que disciplinas como el Servicio Social debieron cumplir la función de
técnica social.

Estas disciplinas debieron tomar todo el cuerpo teórico construido por las “ciencias
sociales” (por ejemplo, sociología, psicología, etc.) y aplicarlo en la solución de
problemas concretos.

En momento alguno se procuraba que estas disciplinas “técnicas” recuperaran su


quehacer y elaboraran conocimiento científico a partir de él. Esta dicotomía

ciencia-técnica es explicable si la analizamos partiendo de las relaciones sociales


que se establecen en el modo de producción capitalista. En nuestro sistema, la
estructura de clases se fundamenta en la dominación de unos grupos por otros.
Aquella clase que domina al resto adquiere por ello, el derecho a imponer al resto
su forma de vivir, de pensar, de trabajo; pero fundamentalmente, se otorga el
derecho de pensar, mientras que aquellos que se encuentran en una situación
subordinada, deben ejecutar sus esquemas. Surge así, la división entre el trabajo
intelectual y manual. Todo ello se reproduce en la ciencia y, por tanto, en la
Ciencia Social.

Unas disciplinas serán las que producirán el conocimiento teórico y otras deberán
aplicar ese conocimiento, a situaciones particulares. El positivismo con el tiempo,
fue sufriendo modificaciones, surgiendo de su interior varias corrientes como el
neopositivismo y el relativismo, corriente esta última de gran vigencia
especialmente en la sociología norteamericana. Si bien cada una de ellas
introduce algunos nuevos elementos, en fundamental mantienen los mismos
principios. En síntesis, los fenómenos se continúan concibiendo como aislados y
unilaterales, como estáticos y acabados, negándose la existencia de
contradicciones internas. Esto ha conllevado a una división entre la teoría y la
práctica, división que se hace patente a través de todo el proceso de investigación.

En los últimos años, especialmente entre los cientistas sociales latinoamericanos,


se ha generado un movimiento que cuestiona esta concepción de ciencia y, por
ende, de investigación, movimiento que ha tocado el Trabajo Social.

Dicho movimiento postula una ciencia unitaria, donde teoría y práctica están
íntimamente relacionadas, en donde la realidad concreta sea punto de partida del
conocimiento científico y no el conocimiento abstracto; en donde no exista una
separación entre ciencia y técnica.
El principio positivo resulta de la influencia de las generaciones humanas
precedentes sobre las siguientes. Siendo la acumulación de estas influencias lo que
constituye el desarrollo social, objeto de nuestro estudio. A primera vista este
estudio puede parecer una prolongación de la historia del hombre, pero a medida
que observamos cómo evoluciona la sociedad va adquiriendo su específico carácter
científico.

El objeto de su método no es la sociedad, la vida colectiva de los seres humanos,


sino su cultura. Así, los orígenes del funcionalismo tiene muchos elementos de las
teorías organicistas de la sociedad, es decir, el funcionalismo concibe las
estructuras de una sociedad de manera análoga al funcionalismo físico y
psicológico de un cuerpo biológico. El funcionalismo universal sugiere que todas las
acciones y estructuras sociales y culturales revelan funciones positivas.

Fuente: https://www.celag.org/escenarios-politicos-guatemala-inconclusa/
TEMA 3
ACCIÓN, ESTRUCTURA Y SENTIDO EN LA
INVESTIGACIÓN DIAGNÓSTICA
La relación entre la estructura y la acción social ha dado lugar a un largo debate en
las ciencias sociales como problema entre sí, en el Trabajo Social en términos
particulares, agregándosele a este campo disciplinar específico la indudable
necesidad de intentar resolverlo en su práctica profesional concreta. En general, se
puede decir que con la afirmación de algunas tendencias en las ciencias sociales,
como el estructuralismo o funcionalismo, por un lado, y la filosofía de la acción, por el
otro, el desarrollo de la teoría social, más que constituirse en una solución, logró
disolverlo como problema en muchos casos.

Entendemos que esta problemática, la relación entre estructura y acción social, es


una cuestión central a desentrañar en la elaboración de investigaciones diagnósticas
concebidas como momento de la intervención social.

La investigación diagnóstica y el análisis de la situación

La investigación diagnóstica supone análisis de situaciones. El análisis de la


situación es un momento complejo que nos desafía a conocer lo que está
sucediendo en una determinada representación de la realidad que denominamos
situación, incluyendo lo que está sucediendo a quienes están actuando sobre y
dentro de los límites de esa realidad.

La situación de Guatemala se puede definir como una “sin salida” pues, a


diferencia de otros países dominados por la derecha, en el país mesoamericano
no existe una oposición progresista o de izquierda consolidada que pueda disputar
en las elecciones del 2019 con posibilidades de triunfo.

La resolución temporal de la crisis terminó empeorando la situación general del


país: el presidente Jimmy Morales se convirtió en el ejecutor de la misma política
neoliberal de las élites tradicionales, que mantienen a Guatemala como uno de los
países más pobres de Latinoamérica, con altos índices de violaciones a los
derechos humanos, y una total dependencia a las políticas migratorias y de
seguridad de los EE.UU. Una Guatemala inconclusa[ii], como la llamaría Jacobo
Arbenz.
La violencia y la corrupción son las marcas que distinguen la situación política
guatemalteca, en cuyo espeso desconcierto institucional actúan 25 facciones
políticas con reconocimiento legal para participar en elecciones, y otras diez están
en ciernes. Un panorama de atomización que muestra a una derecha
fragmentada en función de intereses personalistas o de pequeños grupos de
poder en determinados territorios, aunque se unifiquen en periodos electorales
alrededor de candidatos que les prometan satisfacer sus reclamos clientelares.

Fuente: https://www.celag.org/escenarios-politicos-guatemala-inconclusa/

La investigación diagnóstica como momento privilegiado de articulación entre


conocimiento e intervención contiene en su definición las complejas relaciones entre
sujetos (actores), prácticas (acción) y escenario (estructura).

La investigación diagnóstica es un tipo de estudio cuya principal finalidad es


analizar una situación determinada de forma exhaustiva.

Este tipo de investigación busca identificar qué factores intervienen en un


escenario dado, cuáles son sus características y cuáles sus implicaciones, para
poder generar una idea global del contexto del objeto de estudio, y así permitir
tomar decisiones en función de esa información recopilada y analizada.

Las características más relevantes de una investigación diagnóstica

Plantea un problema

Como todo proceso investigativo, la investigación diagnóstica surge como


respuesta a un problema o situación que amerita una solución.

Este problema debe ser relevante; se espera que, luego de identificar las
características del escenario y determinar las acciones a seguir para hallar la
resolución a dicho problema, sean muchas personas las que resulten
beneficiadas.

Una vez hecha la investigación diagnóstica el resultado determinará si,


efectivamente, existe el problema planteado, cuáles son los factores que
intervienen y en qué medida hay actores perjudicados, entre otros aspectos.

Estudia las características de un escenario

El objetivo principal de la investigación diagnóstica es analizar una situación


específica basándose en la observación del escenario y de todo su contexto.

Para poder estudiar una situación en profundidad, es necesario identificar todas


sus características, detallarlas y descubrir sus implicaciones.

Entonces, parte fundamental de una investigación diagnóstica es observar el


problema de estudio como un fenómeno complejo.

La investigación diagnóstica identifica las características específicas tanto de la


situación a estudiar como de todo su contexto, las clasifica según sus
implicaciones y las examina con detalle.

Se basa sobre un campo delimitado

Una investigación diagnóstica debe abarcar un ámbito específico. Su alcance


debe permitir que sea posible conocer a cabalidad todos los aspectos que tienen
que ver con ese escenario escogido.

Si el campo elegido es muy amplio, será difícil ahondar en el tema y llegar a


conocer todas las implicaciones que existen.

Es importante recordar que lo más relevante en una investigación diagnóstica es


la oportunidad que brinda para comprender una situación y sus factores
participantes.

Por esta razón, el investigador debe ser cuidadoso al escoger el tema alrededor
del cual se desarrollará su investigación: la delimitación del mismo es fundamental
para poder obtener un buen resultado.

Identifica los factores que intervienen

Al llevar a cabo una investigación diagnóstica, es muy importante reconocer los


elementos protagonistas, que tienen incidencia en la problemática.
Dado que la investigación diagnóstica busca estudiar una situación y su contexto
de manera exhaustiva, se hace necesario conocer todos los factores que
intervienen en ésta.

Y esto incluye tanto los elementos protagonistas como aquellos que tienen menor
incidencia, pero que aun así son parte importante de la circunstancia que es
objeto de estudio.

Toma en cuenta sujetos, contextos y acciones

En una investigación diagnóstica, dado que se trata de una exploración profunda,


deben tomarse en cuenta no sólo los sujetos que forman parte del problema a
estudiar, sino también sus acciones y sus contextos.

Las problemáticas en general son complejas y admiten la participación de distintos


factores. Es errado basar una investigación diagnóstica en la observación de un
solo elemento.

Las situaciones son el producto de distintos componentes, y las investigaciones


diagnósticas buscan analizar todos los factores participantes, sean sujetos,
contextos o acciones.

Analiza situaciones

La investigación diagnóstica tiene como finalidad reconocer una situación


determinada y comprender todos los aspectos que tienen que ver con dicha
situación.

Luego de la identificación de los factores protagonistas, la investigación


diagnóstica se centra en analizar la relación que existe entre estos componentes,
cuáles son los alcances de la situación, quiénes participan y otros elementos
fundamentales.

Es el análisis de estos factores el verdadero objetivo de una investigación


diagnóstica.

Busca generar cambios

La persona que dirige una investigación diagnóstica debe perseguir, en última


instancia, intervenir de manera positiva en el contexto que forma parte de su
objeto de estudio.

La intención de una investigación diagnóstica es resolver una situación


problemática existente en un determinado contexto.
La función de los investigadores es participar de manera activa en la identificación
del problema, y sentar las bases sobre las cuales ellos mismos, u otros actores,
puedan tomar decisiones relacionadas con los datos y conclusiones obtenidos de
la investigación.

Ayuda a tomar decisiones

Antes de tomar decisiones con relación a una situación determinada, es necesario


conocer todas sus implicaciones.

La investigación diagnóstica permite generar un análisis completo sobre un


problema y su contexto, y da pie a la toma de decisiones.

Por esta razón, la investigación diagnóstica se considera el punto de partida para


la aplicación de soluciones.

Es fundamental que se comprenda muy bien el objeto de estudio para poder luego
ejercer las acciones pertinentes.

Una investigación diagnóstica ofrece la posibilidad de entender la situación de la


manera más completa posible, y favorece la toma de decisiones asertivas.

Ayuda a detectar problemas

Es posible que, en medio de una investigación diagnóstica, se identifiquen


situaciones conflictivas que en principio no eran evidentes.

Puede ser que, incluso, estos problemas que surjan en medio de la investigación
resulten parte fundamental del conflicto de fondo.

Dado que la investigación diagnóstica busca adentrarse sobre todos los aspectos
y peculiaridades de una situación particular, permite que la problemática y su
contexto se vayan caracterizando en la medida en que se profundiza el estudio.

Una mirada profunda y objetiva a una situación problemática, permite descubrir


las dificultades que subyacen, que pueden llegar a ser tan importantes, o incluso
más relevantes, que el problema original considerado en la investigación.

Prioriza problemas

Una vez identificados los aspectos más relevantes del objeto de estudio, las
dificultades que se presentan y los problemas fundamentales que necesitan
resolverse, la investigación diagnóstica permite categorizar estas oportunidades y
ordenarlas según su importancia.
Al conocer los problemas que existen en un contexto determinado, y estudiarlos
de manera objetiva, racional, empírica y profunda, es posible identificar la
relevancia de cada factor y reconocer cuáles de éstos necesitan respuestas más
rápidas, o tratamientos particulares con actores que puedan participar de forma
eficiente.

Fuente: https://www.lifeder.com/investigacion-diagnostica/

El análisis situacional implica un conjunto de procesos específicos (Rovere: 1993),


los cuales se articulan en la totalidad del proceso de investigación diagnóstica.

1. Identificación de la problemática que emerge de la realidad y que constituye el


objeto global de transformación del proceso de intervención.
2. Delimitación del campo que contiene esa problemática.
3. Ubicación de las manifestaciones y/o características de esa problemática en
el punto de partida, de sus rasgos o indicadores y de toda información
cualicuantitativa que se posea sobre ella.
4. Identificación de los actores sociales relevantes que concurren a ella: nos
referimos a personas o fuerzas sociales que puedan intencionalmente
permitir o impedir que se alcancen los objetivos.
5. Análisis de la problemática desde el código operativo de los otros actores:
posición del actor, recursos de poder que controla, valores, intencionalidad,
experiencia.
6. Observación de la correlación de fuerzas de cada uno de los actores
identificados.
7. Análisis sincrónico de cómo es que la situación llegó hasta el punto que se
examina y qué dinámica puede seguir. Es decir, interpretar el movimiento de
la situación y su desarrollo tendencial.

La investigación diagnóstica es un tipo específico de investigación empírica que nos


permite comprender los hechos sociales “situados” o “contextuados”, brindándonos
un doble resultado. Por un lado una cosmovisión orgánica y dinámica de los
problemas sociales y las determinaciones de éstos, precisando la magnitud cuali–
cuantativa de los mismos, desde los cuales se pretende generar un proceso de
intervención profesional. Por otro lado, la investigación diagnóstica nos brinda una
delimitación de los espacios estratégicos para la acción. Esto supone el análisis de
la acción de los actores sociales involucra- dos, históricamente contextuados.

En este sentido, la investigación diagnóstica que supone la evaluación situacional,


nos permitirá:

 Priorizar problemas
 Identificar actores y fuerzas sociales
 Detectar contingencias y condiciones a tener en cuenta
 Realizar un análisis situacional, coyuntural, tendencial.

Desde esta perspectiva de investigación diagnóstica, se entiende por problema


social a una brecha entre una realidad o un aspecto de la realidad observada y un
valor o un deseo de cómo debe ser esa realidad para un determinado
“observador” sea éste individual o colectivo. En este sentido, los problemas para
ser considerados problemas sociales, exigen ser problematizados por los sujetos
sociales. Como consecuencia, se afirma la condición para aceptar el concepto de
problema no radica exclusiva- mente en la existencia de determinantes
estructurales, sino también y necesariamente en la intervención de elementos
subjetivos.

Una vez que el problema ha sido identificado y delimitado, necesitamos una


definición precisa y operativa del mismo. Enfrentar esto supone una clara
referencia espacio–temporal y la precisión de para quién es un problema. Aquí se
nos presenta nuevamente el problema de la concepción que se utiliza en el
proceso de investigación diagnóstica, de la dimensión estructural y las relaciones
(de sobredeterminanción y subdeterminación) que se establecen con las prácticas
sociales.
Seguridad, educación y salud deben ser las prioridades de Jimmy Morales
Políticas públicas integrales, reorientación de recursos y ampliación de
presupuestos son algunas de las propuestas de analistas para lo que queda del
primer año de gobierno.

Seguridad

Zoel Franco

Lo más urgente en términos de seguridad para el analista del Instituto de Estudios


Comparados en Ciencias Penales de Guatemala es definir una política de
prevención de violencia integral. Según Zoel Franco, se debe buscar una visión
que sea de carácter educativo, de formación, que en su momento plantearon
personas como Manuel Colom Argueta hace décadas.

“Lo que le hace falta al presidente Morales es meterle financiamiento al tema de


formación y educación ciudadana para romper con ese estereotipo: dejar de
formar consumistas y empezar a formar ciudadanos”. Bajo este esquema habría
que abandonar la idea de sacar más policías, y mucho menos soldados. Para
Franco, es un sinsentido que una Policía Nacional Civil y un Ejército tan débiles
deban pelear contra estructuras criminales que han nacido de sus propios senos.
Por más trillado que suene, advierte el analista, hay que civilizar a la población.
“La cercanía con Estados Unidos facilita el acceso a armas y es impresionante. Es
más fácil conseguir una pistola que un libro”. Y en esta formación se pueden
tomar ejemplos regionales como Nicaragua, que tiene una policía comunitaria
efectiva, porque es muy cercana a los vecinos que protege. “Si hay
responsabilidad política por parte de los mandatarios, la inversión en seguridad se
dará por sí sola”.

Educación

Bienvenido Argueta

En pleno julio ya nos encontramos a las puertas de cierre escolar, señala Argueta,
por lo que el Gobierno ya debe pensar en el próximo año. Para el analista, el tema
de educación debe enfocarse en resolver, primero, cómo aumentar la cobertura a
nivel nacional, “porque la caída de la primaria fue estrepitosa con la administración
de Cynthia del Águila (ministra de Educación del Partido Patriota) y no creo que el
gobierno actual la recupere tan fácil. Fue un esfuerzo que llevó prácticamente 18
años”.

En cuanto a la calidad, para Argueta el Currículo Nacional Base ya no funciona, y


no podrá funcionar. “Desafortunadamente, la reforma curricular fue un fracaso”. Y
finalmente, se debe ver cómo mejorar la formación docente, ya que se desconoce
cómo se encuentra el proceso.

Si la cartera de Educación carece de presupuesto, al menos debe llegar a


acuerdos básicos, apunta Argueta, porque de lo contrario la continuidad de
quienes tienen acceso a la educación se podría ver interrumpida. “Se habla del
desastre de salud, pero nadie se da cuenta del abandono de las escuelas. Si no
se hace un esfuerzo por el país, en siete años vamos a tener mínimo un 30 por
ciento de analfabetismo”. El sector requiere de dos elementos: recursos
financieros, pero a la vez toma de decisiones, objetivos y metas claras y
concretas.

El tema de la violencia afecta al sistema de salud debido a que las heridas de


arma de fuego y punzo cortantes absorben gran cantidad de insumos.

Salud

Adrián Chávez

El sector de salud ha sido uno de los temas más mencionados en el año en


términos de crisis, desde debacles como falta de insumos hasta problemáticas en
la adquisición de medicamentos. Para Adrián Chávez, analista del Instituto de
Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), la punta de
lanza está en la gestión de la ampliación presupuestaria necesaria y a la vez
reorientar los insumos con los que ya cuenta el Ministerio para abastecer de
nuevo el área de salud.

Por otro lado, también se debe definir con el sindicato nacional de trabajadores
una ruta de diálogo para poder negociar nuevamente el pacto colectivo. Esto para
evitar “futuros focos de conflictividad”. De esta manera se podría detener esa
crisis que tanto se menciona.

En cuanto a la violencia, esta también afecta al sistema de salud. Los hospitales


públicos fueron pensados bajo un perfil para atender enfermedades infecciosas y
carenciales, como la desnutrición. Hoy ese perfil ha cambiado. “Seguimos
luchando contra las enfermedades de antaño, pero sumamos enfermedades
crónicas degenerativas y las llamadas lesiones externas representadas por los
accidentes de tránsito y heridas por armas de fuego y punzo cortantes, las cuales
son de las principales causas de lesiones que hoy absorben una gran cantidad de
recursos en la red hospitalaria”.

Fuente: https://www.prensalibre.com/guatemala/politica/las-prioridades-de-jimmy-
morales/

La teoría de la estructuración: conceptos generales


Son diversas las definiciones conceptuales que es preciso realizar para lograr una
explicitación clara de la teoría de la estructuración de Anthony Giddens. La
principal dificultad de la tarea reside en el contenido relacional de los conceptos
involucrados. Así, si bien es posible tratar por separado y aprehender el contenido
relacional de los conceptos obliga a tener en cuenta, al mismo tiempo, a otros
elementos del corpus teórico, a fin de deslindar el lugar de cada uno de ellos en la
teoría de la estructuración.

Es preciso aclarar que se tratará de establecer sólo el contenido y el lugar que


ocupan algunos de los conceptos que son claves para comprender el tratamiento
de la problemática relación entre acción y estructura; también se hará referencia
sólo a algunas de las derivaciones que se pueden establecer, las que son muchas y
han abierto interesantes polémicas en la ciencia social.

La acción de Giddens, se define como la argumentación se centra en que los


agentes sociales son conocedores de las condiciones de la reproducción social con
la que día a día se entretejen sus actividades, las cuales tienen el carácter de
recursivas, ya que continuamente los agentes reproducen las condiciones que las
hacen posibles. Este “conocer” de los agentes involucra dos componentes de la
conducta humana.

1. La “capacidad”, con lo cual se quiere significar que en la acción humana


existe la posibilidad de que el agente actúe de otra manera, con lo cual se
vincula lógicamente al concepto de poder.
2. La “cognoscibilidad” de los agentes; es decir, todas aquellas cosas que
conocen acerca de la sociedad y las condiciones de su actividad dentro de
ella.

En su “modelo de estratificación” de la acción, se pueden distinguir tres elementos:

1. Racionalización de la acción.
2. Registro reflexivo de la acción.
3. La motivación de la acción.

Con las dos primeras nociones se refiere al carácter intencional del comportamiento
cotidiano de los agentes, carácter entendido como proceso. Respecto a la
motivación de la acción, es entendida también como un término procesal, y refiere
a las necesidades que impulsan la acción. En sus palabras, razones denotan los
fundamentos de la acción, motivos denotan los deseos que la mueven. Por lo
tanto, los motivos sólo en circunstancias excepcionales, en situaciones de
quiebre de rutina, alcanzan dominio directo sobre la acción, la cual en general
permanece dominada por el momento racional y reflexivo de la actividad. Estamos,
entonces, en presencia de una definición de acción en Giddens ligada
principalmente con la capacidad que tienen los sujetos para hacer las cosas.
Si por un lado, Giddens plantea que se da un monitoreo reflexivo de la acción y
una racionalización de la acción, como etapas de la misma que marcan el carácter
intencional de la acción, no se limita la acción a los motivos conscientes, sino que
también se le da lugar a los impulsos inconscientes; pero, la conceptualización de
la cognoscibilidad de los actores sociales va más allá de la distinción entre lo que
es consciente o inconsciente, ya que los agentes son capaces de conocer el medio
social en dos sentidos o niveles, que Giddens de- fine como conciencia discursiva
y con- ciencia práctica. La conciencia discursiva, abarca todo lo verbal; involucra
todo lo que los actores son capaces de decir sobre su actividad; pero lo que son
capaces de decir sobre su actividad no es todo lo que saben sobre su medio y su
actividad; hay una conciencia práctica de los actores, que involucra todo el
conocimiento sobre cómo pro- ceder en los distintos contextos de la vida social y
que no es capaz de formular discursivamente.

Giddens rompe así con la idea de la congnoscibilidad limitada a lo consciente, a la


capacidad de dar cuenta y agrega a lo que los actores son capaces de decir sobre
su actividad, todo aquello que si bien no puede ser expresado, forma parte de la
práctica como habili- dad para llevarla adelante.

Aquí es importante la precisión de Giddens sobre la rutinización. La vida social se


fundamenta en la posibilidad de las rutinas cotidianas, las cuales constituyen la
mayor parte de las actividades de los agentes. La rutina es el fundamento material
de lo que denomino la naturaleza recursiva de la vida social. La rutina, a través de
la conciencia práctica, se interpone así entre el in- consciente del individuo y su
flexibilidad en la acción.

La cognoscibilidad de los agentes, noción fundamental en la teoría de la


estructuración, se desarrolla enmarcada, por un lado, las condiciones no
reconocidas de la acción y, por otro, las con- secuencias no deseadas que
involucra la misma. En el proceso general de reproducción de las instituciones, las
consecuencias no intencionadas de la acción se encuentran sistemáticamente
involucradas en el proceso de reproducción social, transformándose en condiciones
de acción.

Las actividades se desarrollan en el contexto de instituciones, entendidas éstas


como prácticas sedimentadas en un largo período de tiempo. Las instituciones
principalmente actúan de una manera conservadora, reproductoras del statu– quo.

La capacidad de los agentes para actuar de otra manera se vincula lógicamente con
el poder si se define a éste como la capacidad de lograr resultados. Utiliza la
noción de recursos como medios a través de los cuales el poder se emplea
cotidianamente. Un agente deja de ser tal si pierde la aptitud de “producir una
diferencia”, o sea, de ejercer alguna clase de poder. Estos recursos se encuentran
constituidos por estructuras de dominación; si bien son utilizados en la acción social
cotidiana, rutinaria, en donde se emplea poder, son al mismo tiempo elementos
estructurales de los sistemas sociales, reconstituidos en la interacción social.
Surge de aquí la noción de dialéctica de control en los sistemas sociales: El poder
en sistemas sociales que disfrutan de cierta continuidad en tiempo y en espacio
presupone relaciones regularizadas de autonomía y dependencia entre actores o
colectividades en contexto de interacción social; pero, todas las formas de
dependencia ofrecen recursos en virtud de los cuales los subordinados pueden
influir sobre las actividades de sus superiores.

La estructura es entendida como el con- junto de reglas y recursos que


recursivamente intervienen en la reproducción de sistemas sociales. Se debe
entender en esta definición que una estructura existe sólo como huellas mnémicas,
es decir, tiene sólo una existencia virtual, es tanto el medio como resultado de
prácticas sociales que ella organiza recurrentemente. La estructura sólo existe
como propiedades estructurales. Las reglas involucran elementos normativos y
códigos de significación.

Por su parte, los recursos también son de dos tipos diferentes: por un lado, hay
recursos de autoridad de los cuales surgen en la coordinación de la actividad de los
agentes; también hay recursos de asignación, que provienen del control sobre
productos materiales o sobre aspectos del mundo material.

Reglas y recursos no deben ser interpretados como elementos aislados el uno del
otro: las reglas están implicadas en conflictos y la posibilidad de transformación de
las reglas, de elaborar interpretaciones alternativas, se dan las re- glas, de elaborar
interpretaciones alternativas, se dan siempre en la vida social, lo cual implica la
utilización de distintos recursos a fin de facilitar el ejercicio del poder. Es de notar
esta definición de estructura como reglas y recursos se aleja considerablemente de la
conceptualización habitual de estructura.

Un sistema social es definido como patrones reproducidos de relaciones sociales: el


diseño de relaciones sociales por un tiempo y un espacio, entendido como prácticas
reproducidas. En esta conceptualización, los sistemas sociales no son en sí mismo
estructuras, sino que ellos tienen estructuras o exhiben pro- piedades estructurales.
Las estructuras son, en un sentido lógico, propiedades de los sistemas sociales o de
las colectividades, no de las actividades situadas de los sujetos. Los sistemas
sociales sólo existen en y a través de la estructuración, como resultado de las
acciones contingentes de una multiplicidad de actores; la estructuración debe
entenderse como las “condiciones que gobiernan la continuidad o transformación de
estructuras y, por lo tanto, la reproducción de sistemas”
Las reglas y recursos que se aplican a la producción y reproducción de una acción
social son, al mismo tiempo, los medios para la reproducción sistémica, lo que define
la dualidad de la estructura. Las reglas y recursos se dan como fuera del tiempo y el
espacio; son las que permiten o producen sistemas sociales, como conjuntos de
relaciones entre actores o colectividades situadas, reproducidas por un tiempo y un
espacio. En esta conceptualización, las instituciones constituyen a los sistemas
sociales, se pueden considerar como prácticas regulares estructuradas, extendidas
considerablemente en el espacio durante un tiempo muy largo.

Estructura social jerárquica predomina en Guatemala

Guatemala tiene una estructura social muy jerárquica –con una reducida élite
social y una clase media incipiente, ambas de carácter urbano–, así como una
baja movilidad educativa y ocupacional, que determinan las oportunidades de
desarrollo de los diferentes grupos sociales.
En el artículo “Estratificación y movilidad social en Guatemala”, Guillermo Díaz,
doctor en sociología e investigador del Instituto de Investigaciones Económicas
(IDIES) de la Universidad Rafael Landívar, señala que la estructura social del país
se erige sobre una amplia base constituida por la clase trabajadora y está aún
lejos de tener una clase media amplia que caracteriza a las sociedades más
avanzadas.

El trabajo de Díaz, forma parte junto a otros nueve artículos que tratan distintas
realidades económicas y sociales de la región, elaborados por destacados
expertos, que integran la edición 107 de la Revista CEPAL (Comisión Económica
para América Latina y el Caribe), principal publicación académica de este
organismo regional de las Naciones Unidas.

“Se trata de un esfuerzo por dibujar la pirámide social guatemalteca donde, más
que clases, se esbozan estratos sobre la base de datos de ocupación laboral. El
análisis estadístico de la información proveniente de una encuesta sobre las
condiciones de vida aporta antecedentes acerca del tema de la movilidad social, a
fin de ilustrar la movilidad educacional y ocupacional en el país”, se lee en
resumen introductorio del documento.

Jerarquización social

En su trabajo, Díaz estima que a élite social del país, conformada por la clase
dominante, es reducida y constituye solo un 5% de la población. La fracción de
clase “patrones”, que comprende a quienes emplean a uno o más trabajadores, es
mayoritaria en la clase dominante, representando un 3.1% del total de la
población.
La fracción de clase “directivos”, integrada por administradores, gerentes y
personal directivo en empresas privadas e instituciones públicas, representa un
1.8% de la sociedad guatemalteca, mientras que la clase media es incipiente en el
país y representa solo un 9.2%, lo que indica que casi 1 de cada 10
guatemaltecos es miembro de esta clase social, la que se compone prácticamente
en igual proporción de profesionales universitarios, tanto independientes como
asalariados, técnicos y personal de oficina con educación media.

La clase trabajadora, llamada clase baja en el enfoque funcionalista, constituye la


amplia base de la pirámide social guatemalteca, que comprende poco más de
cuatro quintas partes de la población, es decir el 85.9%.

La fracción de clase “trabajadores calificados” es minoritaria en la conformación


de la clase trabajadora y representa la cuarta parte de ella, lo que equivale al
19.3% de la población. Este bloque social está integrado en su mayoría por
artesanos y obreros con algún grado de calificación.

La fracción de clase “trabajadores no calificados” corresponde a la gran mayoría


de la población un (66.5%) y representa a seis de cada 10 guatemaltecos. “Al
respecto, conviene indicar que la mitad de la población del país vive en
condiciones de pobreza, según datos de la Encuesta Nacional de Vida 2006, del
Instituto Nacional de Estadística”, se explica en el documento.

Relación entre educación y ocupación 

Otro hallazgo de Días es que en Guatemala la educación de los hijos está


determinada en un considerable porcentaje por la educación de los padres,
existiendo baja movilidad educativa.

Los hombres presentan mayor movilidad educativa que las mujeres. De igual
manera, la movilidad educativa del grupo étnico no indígena es mayor que la del
indígena.

La probabilidad de un hijo hombre de padres sin educación de realizar estudios


universitarios es baja. Un hijo hombre de padres con educación primaria tiene
ocho veces más probabilidades de estudiar en la universidad que un hijo de
padres sin educación.

La movilidad ocupacional en Guatemala es escasa. Las mujeres tienen mayor


movilidad ocupacional que los hombres, lo mismo puede decirse del grupo étnico
indígena con respecto al no indígena, así como de las personas menores de 41
años en relación con las mayores de esa edad.
El análisis de incidencia indica que la educación y la ocupación de los padres
tienen un efecto relevante en la educación de los hijos, lo que evidencia la
herencia de capital cultural de padres a hijos. El efecto de la educación en la
ocupación es mayor en el caso del hijo que en el del padre, lo que revela un
importante cambio con respecto a la función de la educación en la determinación
de oportunidades de trabajo.

Fuente: https://www.prensalibre.com/economia/estructura-social-movilidad-
educativa-ocupacional-cepal-guatemala_0_750525238-html/

Queremos subrayar la potencialidad de estas precisiones conceptuales para la


investigación diagnóstica. En este sentido, puntualizamos los siguientes aspectos
teórico–metodológicos, considerados ejes del proceso de investigación diagnóstica:

 La identificación de los actores centrales involucrados en la situación


analizad.
 La definición de la capacidad y congnoscibilidad de los mismos.
 La especificación de la/s racionalidad/es de la/s acción/es que realiza/n,
el/los registro/s reflexivos y la/s motivaciones que las impulsan.
 La identificación y comprensión de los procesos de rutinización y los
espacios posibles de quiebre de los mismos.
 Con relación al aspecto anterior, las relaciones de poder que se establecen.
 La delimitación de las reglas y recursos que “estructuran” las prácticas de los
actores sociales y la identificación de los conflictos que se engendran y
expresan con relación a ellas.
 La delimitación de cómo participan las instituciones involucradas en los
procesos de estructuración social.
 La precisión de cómo se relacionan estas instituciones con la rutinización,
con los procesos de quiebre y con los cambios sociales.
 La identificación de espacios institucionales de quiebre con lo instituido.

La investigación diagnóstica en Trabajo Social


La construcción de problemas a partir de la demanda de intervención profesional.
Para abordar este tema es necesario, considerar algunas ideas importantes como
las siguientes:

 Los profesionales del campo de las Ciencias Sociales, coinciden en nombrar


determinados hechos de la vida social como procesos dinámicos (proceso
grupal, proceso de intervención, proceso de enseñanza aprendizaje); sin
embargo, con mucha frecuencia los diagnósticos que pretenden dar cuenta
de dichos procesos son estáticos.
 Es frecuente observar en la confección de diagnósticos sociales, que aquello
que es enunciado como problema objeto de intervención, es apenas una
mera lectura de lo real, donde se toman como datos objetos preconstruidos.
 Por último, desde las instituciones en que están insertos los trabajadores y
trabajadoras sociales, hallándose presionados por un parte, por las
demandas de los sujetos, por otro lado por la exigencia de la pronta
resolución de problemas de la población definidos institucional y oficialmente
como urgentes.
 Y si coincidimos en la familiaridad con el universo social constituye el
obstáculo epistemológico por excelencia, porque produce continua- mente
concepciones o sistematizaciones ficticias al mismo tiempo que las
condiciones de credibilidad (Bourdieu, 1994), se encontrará otra
preocupación para esta elaboración como idea central.

Con relación a estos ejes analíticos, se formula el siguiente sistema de problemas


en relación con la cuestión diagnóstica.

1. ¿Cuáles serían los procedimientos más adecuados para imponer cada acto
científico –en particular desde el diseño hasta la implementación de políticas
sociales- una vigilancia epistemológica que permita conquistar el hecho
contra la ilusión del saber inmediato?

 Investigar
 Analizar la situación
 Saber la realidad Social.

2. ¿Cuál sería el orden epistemológico de razones o la jerarquía epistemológica


de los actos científicos en este caso? ¿No se reduce en los diagnósticos
habituales, el acto científico a una simple comprobación, olvidando la
jerarquía epistemológica de los actos científicos que subordinan a la
ruptura? ¿Qué oculta y/o invisibiliza la afirmación vertida en un informe
social?
3. ¿Cómo conciliar la urgencia de intervenir, con el diseño de diagnósticos
sociales que permitan considerar las necesidades y problemas en el marco
de problemáticas teóricas superando la simple lectura de lo real, rompiendo
con las relaciones aparentes para hacer surgir nuevos sistemas de
relaciones entre los elementos.

Poniendo en práctica cada diseño, y explicando las ventajas que nos pueden
generar en algún futuro, siempre y cuando tengamos claro cuál es la realidad
social del área donde se realizara el diagnostico.

4. Si las rupturas epistemológicas son a menudo rupturas sociales, rupturas


con las creencias y sistemas de valores, ¿qué rupturas pueden visualizar- se
hoy en el campo de las ciencias sociales y, en particular, sobre las
concepciones de la pobreza y los servicios asistenciales, en el marco de la
pérdida de certidumbre res- pecto del rol del estado?

La exclusión social es la falta de participación de segmentos de la población en la


vida social, económica y cultural de sus respectivas sociedades debido a la
carencia de derechos, recursos y capacidades básicas (acceso a la legalidad, al
mercado laboral, a la educación, a las tecnologías de la información, a los
sistemas de salud y protección social) factores que hacen posible una
participación social plena.

5. En los modelos de planificación participativa, en los que se incorpora


activamente a la población en la definición de problemas y construcción de
alternativas: ¿Cómo revalorizar la palabra de los sujetos (en el sentido del
poder de la nominación) tomando en cuenta que toda demanda es a la vez
un objeto pre construido en y por la lengua común?

Y si coincidimos en la familiaridad con el universo social constituye el obstáculo


epistemológico por excelencia, porque produce continua- mente concepciones
o sistematizaciones ficticias al mismo tiempo que las condiciones de
credibilidad (Bourdieu, 1994), se encontrará otra preocupación para esta
elaboración como idea central.

6. ¿Cómo convertir problemas aparentemente intrascendentes (para los


decisores políticos) en objetos de investigación e intervención que permitan
a su vez modificar las prácticas y concepciones de los sujetos involucrados?

Desde las instituciones en que están insertos los trabajadores y trabajadoras


sociales, hallándose presionados por un parte, por las demandas de los sujetos,
por otro lado por la exigencia de la pronta resolución de problemas de la población
definidos institucional y oficialmente como urgentes.

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