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El pontificado de Pablo VI enfrenta el postconcilio, los temas discutidos y los teólogos fueron importantes para

suministrar en el CVII las herramientas conceptuales, desde el intento de recoger los destello de la filosofía
existencialista y que la Iglesia asimiló como un personalismo, como acentuar la personalidad de cada persona,
que es concreta que tiene aspectos que no pueden abstraerse en cuatro ideas, los teólogos asesores se fueron
decantando, así tenemos la amistad entre Ratzinger como los suizos compañeros en Thüringer y que se han
declarado no católicos. Hubo una tendencia crítica del magisterio anterior que había que romper para abrirse a
la novedad. Pablo VI en la Humanae Vitae destaca la necesaria vinculación entre la entrega mutua de los
esposos y la abertura a la vida, esto generó polémica. La Celibatus Sacerdotalis del 67 la calidad del patrimonio
del celibato y su conveniencia con el sacerdocio católico. También profundizó en el tema eucarístico, por el
tema de la transubstanciación y la transignificación que decía que la eucaristía es un mero simbolismo. Esto
sirvió de orientación al concilio, así como la Ecclesiam Suam.

Le sucede al Papa, Juan Pablo I. era patriarca de Venecia, uno de los más conocidos de la Iglesia en Italia, los
papas eran italianos porque la presencia en la curia era italiana porque era Italia la que surtía de personal a la
Curia. El papa Juan Pablo I, estaba hablando de que pretendía una continuidad de lo que empujó el Papa Juan
XXIII y Pablo VI con el Concilio. El Papa Juan Pablo I situó un compromiso para aplicar el afán de renovación
en la tradición, pero el papa Juan Pablo I duró 33 días, esto dio lugar a especulaciones, pero nada de eso quita la
realidad de que cuando Dios llama nos llama y se acaba. Ya el conclave de la elección del Papa Juan Pablo II
fue muy breve y volvió los ojos al personaje que procedía de Polonia de Cracovia, trabajaba en una fábrica,
sobrevivió a la presión soviética, como seminarista y como sacerdote, como obispo llevó una tarea de mantener
la fe, de alimentarla y en el CVII participó activamente, sobre todo en la Gaudium et Spes, contribuyeron al
planteamiento de la Iglesia en el mundo moderno, la modernidad y la fidelidad a la doctrina de la fe es lo que
determinó su elección de forma rápida. El gobierno de Papa Juan Pablo II fue un refrescar la doctrina de la
Iglesia y sus luces sobre los problemas siempre presentes bajo el enfoque de la fe. Al poco tiempo sufrió el
atentado de un turco que le pegó un par de tiros en la plaza de san pedro y la puesta en práctica de una serie de
peregrinaciones, mas de un centenar de viajes que hicieron una presencia pontificadora viva y animadora, se
volvió peregrino el Papa.

El papa Juan Pablo II visitó una serie de países, y su presencia se ganaba el corazón de la gente, algo muy
propio de un buen pastor. El bagaje doctrinal de sus encíclicas es inmenso. Empezó con encíclicas que son una
meditación de fe. Dives in misericordia, Redemptoris Hominis, son una meditación que impacta por lo que tiene
de poco práctico. De esas dos primeras encíclicas viene en seguida la Laborem Exercens donde se centra en la
doctrina social de la Iglesia, con una actualización que toma en cuenta la globalización, es mas bien una mirada
a lo que significa el trabajo en la personalidad de cada persona de como el trabajo hace al hombre, de alguna
forma también lo decía Marx, pero el papa le da a eso una riqueza de contenido teológico, a partir de la
creación, de cómo el hombre es el señor del mundo, de tal manera de que el trabajo es una realización de la
persona en términos de la familia humana, esto viene a ser clave para construir la sociedad, puesto que la
sociedad es un esfuerzo de vivir como familia. Es un hito de la doctrina básicamente antropológica, la encíclica
Dominus et Vivificante. En la Redemptoris Mater se recoge todo sobre la mariología, va desglosando como la
Iheotokos es efectivamente la que tiene su misión histórica y su personalidad centrada en la maternidad, todos
los títulos dependen su realidad respecto de Jesús. La Sollicitudo Rei Socialis le da una dimensión de buscar la
justicia social, que debe ir acompañada de un espíritu de caridad como será el acento mas propio del papa
Benedicto. Y la Centesimus Annus es el complemento de la doctrina social. En el terreno de la vida de la Iglesia
está la Redemptoris Missio donde se habla de la participación de los miembros de la Iglesia en la mision de
Cristo. La Evangelium Vitae es un canto a la vida como el regalo mas grande que Dios nos ha dado y expone un
doctrina más clara respecto al aborto, etc. En Juan Pablo II está la secuencia de Pablo VI y Juan XXIII, la
secuencia de Juan XXIII se cumple cuando logra los tres objetivos. El CIC es un esfuerzo del papa para que se
terminara analizando la eclesiología del CVII, no viene a ser tan definitorio como quería Juan XXIII pero el
antijuridicismo como una tendencia del pastoralismo ha ido desvalorizando el papel de la ley en la Iglesia, se la
ve como una cuestión que petrifica, cosifica, ata las manos a la hora del trabajo pastoral eficiente. La
contraposición entre carisma y ley es algo artificial, no podemos de decir que la ley de moisés es una traición al
espíritu de Dios. El servicio del CIC corre pareja con lo que significó el cuadrar el CEC, que había quedado así
desde Pio VI, estos hitos son cumplimiento de una necesidad pastoral de primera clase. Ut Unum Sint, enfrenta
la cosa ecuménica, pone de relieve el progreso para el movimiento ecuménico. Se han ido quitando barreras, ha
habido un bajar los brazos para no insultarse que es un empeño de ser fieles a la oración del señor. Advierte los
resbaladeros a la hora del ecumenismo, pero no tiene un posición de primera importante porque los hermanos
separados son anticatólicos y otros son simbólicos, no es un tema que nos inquiete, pero es una hermosa
encíclica.
La Veritatis Splendor es una búsqueda y la consideración de los fundamentos de la teología moral. Ahí el papa
en la Veritatis Splendor habla de cómo la conciencia es el último juez, pero está sujeto a la ley de Dios, la que
lo escucha y lo aplica a la circunstancia completa. El papa pone en su sitio la base de la renovación de la
teología moral que se volvió como contraria al pensamiento pontificio y buscando escapismo en el campo de la
moral sexual. Hace lucir el esplendor de la verdad, de una forma mas amplia. Viene la Fides et Ratio del 98, el
Papa propone la bella metáfora de que la fe y la razón son las dos alas de hombre en camino a Dios. Pone el
estatuto de lo que es la razón y de lo que busca la fe, la razón sin la fe no encuentra todas las respuestas y la fe
necesita a la razón para hacerse humana y no caer en un fideísmo. En este tiempo hubo el pensamiento débil
como una señal de reconocimiento de lo que realmente somos, nuestra razón es una cosa limitada y que siempre
andamos topándonos con oscuridades, la humildad del pensamiento débil que tiene que renunciar a comprender
determinada cantidad de cosas que se nos escapan, dejar todo al rumbo del sentimiento o del irracionalismo.
Fides et Ratio subraya el estatuto de que somos seres inteligentes y de que se acierta cuando se abre a Dios. Por
último, la Ecclesia de Eucharistia es una expresión de fe maravillosa. Se estaba viendo como el que era un
hombre joven se encorvaba y le falta las fuerzas para expresarse con firmeza. Muere el 2005 y le sucede
Benedicto XVI.

Otras Exhortaciones Apostólicas de Juan Pablo II


Catechesis Tradendae 79
Familiaris Consortio del 89
Redemptionis Donum del 84
Christifideles Laici del 88
Pastores Dabo Vobis, 92
Vita Cnnsecrata, 96
El papa fue promoviendo los sínodos particulares por continente,
Ecclesia in America del 99 se sirvió del celam de Aparecida, fue una puesta universal de lo que significó
aparecida para américa latina. El magisterio de Juan Pablo II fue espectacular.

El papa Benedicto XVI fue un teólogo del CVII, arzobispo de Munich, cuando fue elegido prefecto de la
congregación para la doctrina de la fe, le fueron tachando de el canciller de hierro, el Bismarck de la
modernidad, el mandón de la doctrina de la fe, los teólogos conocieron toda una puesta a punto de lo que sería
el estatuto de los teólogos, el papa Benedicto tuvo esta prensa contraria todo el rato, como que fuera un déspota.
La personalidad era maravillosa, dulce, comprensivo, paciente, con una inteligencia excepcional y que trataba a
cada gente con una normalidad encantadora.

La calidad teológica del Papa advirtió desde el primer momento. Su encíclica inicial fue Deus Caritas est, fue al
nudo de la cuestión, Dios es amor, es el motivo de la encíclica, que tiene el mérito de rescatar el termino de
caridad. La caridad es el valor mas alto que podamos mencionar y es el alma de la vida cristiana, porque el
espíritu que tenemos es el espíritu de amor, la exaltación de la caridad de Dios es un llamado profundo a la
fraternidad. Es un amor fraterno de raíz de tipo masónico, de una fraternidad abstracta a nivel de sentimiento
que no tiene fundamento y ni es moldeable según las circunstancia. Marca el sello de un pontificado que nos
abre a Dios. Luego le sigue la Spe Salvi, la esperanza como el ánimo vital, mucho se han dicho que muchas
veces esta preocupación por lo inmediato, por las necesidades de la vida, llevan a oscurecer la mirada hacia la
eternidad, y en la esperanza es la de eternidad la que cuenta, aspiramos a desembocar al amor de Dios, a la
gloria de Dios, estamos salvados en la esperanza. La del 2009 Caritas in Veritate, es una secuencia de la
teología mas profunda el empate entre caridad y verdad, tenemos que hacer la verdad en caridad. No hay
caridad sin verdad porque es un sentimentalismo oportunista, el sentimiento no es el fundamento del amor, debe
ser ganado por el bien y el bien es el brillo de la verdad. Hay una vinculación inseparable, una verdad sin amor
es la del fanático que esta convencido de algo e indudablemente va a perder de vista el vinculo que tiene el
hermano con su padre y se vuelve un déspota del propio pensamiento como el que es verdad. La primera fue el
aspecto de la verdad misma, el papa magistralmente baraja en la encíclica y lo aplica a la vida moral, viene a ser
la critica mas profunda al laicismo, una luz de orden religioso es superficial, no hay que contaminar al estado
con la fe. La fe y la visión clara de Dios, es condición indispensable para que una sociedad pueda ser justa, la
fuerza incisiva de la caridad y verdad es la clave de toda la doctrina social de la Iglesia, se destacó por sus
alocuciones, el papa tenía en las audiencias de los jueves un repaso a la patrística que es maravillo, así es como
este hombre tuvo la sencillez y la valentía de denunciar la agresividad de una cierta ramificación del
mahometismo, del islamismo. En él se dan las exhortaciones apostólicas Verbum Domini, Sacramentum
Caritatis y la Iglesia de medio oriente y África, sorprendió cuando en el 2015 renunció a la sede apostólica, en
los escritos estaba la idea de que a este carácter vitalicio de los obispo en el CVII se le puso un tope, desde ahí
los obispos presentan la renuncia cuando tienen 75 se evita una prolongada vejez pero disminuye la capacidad a
partir de una cierta edad, ya no se está en condiciones de servir bien, el romano pontífice es un obispo que tiene
que hacerse a un lado porque ya no le dan las fuerzas, no bajo la presión de una circunstancia especial, unos
dicen que es la ola que fue el escandalo de los abusos de menores por parte del clero en contra de toda castidad
y respeto a menores de edad, eso que arrancó en EEUU, eso que después ha ido como una denuncia que han
acogido los enemigos de la iglesia y que denota una debilidad en la dirección de muchas diócesis, no fueron
estos problemas los que llevaron a la dimisión del papa, sino su conciencia de que no estaba en condiciones de
llevar la carga del gobierno de la Iglesia. Eso es lo que en definitiva fue la razón de su paso a la calidad de en
mérito. La despedida fue un discurso en San Pedro a los seminaristas romanos, de lo que significo el falso
concilio, de los medios de comunicación y la interpretación de ruptura de lo que se quiera dar al concilio.

La sorpresa fue la elección del papa Francisco, por el salto de salir de Italia a Polonia, ya se paso a traerlo a un
país lejano. El país lejano fue la expresión de Juan Pablo, Francisco dijo que han ido a buscar al papa a Buenos
Aires. Sencillo, directo, el párroco que entra en una nueva parroquia, después de un gran teólogo viene un gran
pastor. Simplifica aspectos externos para hacerlo más accesible, va a vivir a Santa Marta. En definitiva, lo que
ya conocemos de Francisco es su lenguaje coloquial que nos va moviendo al estilo de un párroco que empieza
la misa con los concejos y amonestaciones y las cosas tan vivas de la vida da su gente, La primera fue una
exhortación apostólica, escrita a dos manos es la Envangelii Gaudium, 2013. Después viene la Amoris laetitia
sobre la familia, después la Gaudete et exsultate 2018, luego la Chritus vivit y la Querida Amazonía después del
sínodo de la amazonia. Entre las encíclicas la primera fue la Lumen fidei luego la Laudato Si, esta es mas
original que es una apertura a la problemática que no está ausente, que es el cuidado de la casa común, es el
deterioro con el abuso de la naturaleza que en lugar de administrarla la estamos estropeando. La Fratelli Tutti
que habla de la fraternidad universal y necesitamos fomentarla, se empata con Pablo VI habla del mundo como
unidad, Juan Pablo II la necesidad de reconocer al hermano, En Francisco se nutre de los procesos del dialogo
entre las culturas, Juan Pablo II ha iniciado un repaso de la historia, un reconocimiento de los abusos por parte
de la Iglesia y el Papa Francisco ha sabido pedir la reconciliación a base de un repaso de los hechos históricos
que es fruto del carácter de la Iglesia que es Santa pero constituida de pecadores, Francisco es una luz una voz
de ánimo y una esperanza de que los problemas vayan encontrando algún tipo de solución.

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