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Título: Sobre la triple filiación. A propósito de un precedente administrativo


Autor: Solari, Néstor E.
Publicado en: DFyP 2015 (octubre), 07/10/2015, 3
Cita Online: AR/DOC/3209/2015
Sumario: I. Introducción. — II. Desarrollo. . — III. A modo de cierre
Estamos ante una regresión de derechos, pues, en el orden interno ahora queda vedada expresamente tal
posibilidad de que una persona tenga tres vínculos en la relación paterno filial —art. 558 Código Civil y
Comercial de la Nación—. Lo que significa que no será posible que, por vía administrativa, se obtenga el
debido reconocimiento. Necesariamente, deberá recurrirse a la vía judicial para, eventualmente, obtenerse
una autorización para tales reconocimientos, previa declaración de inconstitucionalidad del último
párrafo del art. 558 del Código Civil y Comercial. El desarrollo de las técnicas de reproducción humana
asistida y sus múltiples manifestaciones y variantes legales, llevará a que más temprano la justicia y más
tarde el legislador armonicen las situaciones derivadas de dichos avances y realidades sociales.
I. Introducción.
El régimen de la filiación ha sufrido profundos impactos en los últimos años, tanto desde lo sociológico,
como desde la ciencia médica y del derecho, produciendo transformaciones estructurales en la materia. El nuevo
régimen del Código Civil y Comercial recepciona muchos de esos avances acaecidos en los últimos años.
En particular, asume trascendencia todo lo vinculado, directa e indirectamente, con el uso de las técnicas de
reproducción humana asistida, consecuencia de los avances médicos en la materia, que no pueden ser ajenos al
derecho.
Uno de dichos aspectos lo constituye la posibilidad de que el vínculo filial pueda ser establecido respecto de
tres progenitores, al momento de efectuarse la inscripción en el correspondiente registro civil.
De modo que lo que está en juego es el emplazamiento en el estado de familia. Siguiendo autorizada
doctrina, se dijo que el acto jurídico de emplazamiento en el estado de familia es el acto formal que tiene por fin
fundar una familia o establecer la posición de las personas dentro de la familia (1). De ahí que la inscripción de
dichos progenitores lograría emplazarlos en el correspondiente estado de familia. El interrogante sería
determinar si es posible que dicho emplazamiento pueda fundarse en una triple filiación. Analizaremos tal
situación en el presente trabajo.
II. Desarrollo.
Históricamente el vínculo filial ha sido ideado por las legislaciones sobre la base del binomio padre-madre.
Ante la falta de reconocimiento por parte de uno de ellos, la posibilidad jurídica era que la persona sea inscripta
con un progenitor o ninguno de ellos, en situaciones en las cuales no puede determinarse quiénes son sus
progenitores.
En el año 2010, con la sanción de la ley 26.618, de Matrimonio entre personas del mismo sexo, se produjo la
ruptura de la heterosexualidad del referido binomio, pudiendo ser inscripto un hijo con dos madres o, en su
caso, con dos padres.
Ese mismo esquema se mantiene en el nuevo Código Civil y Comercial, pues el binomio del vínculo filial
puede corresponder a progenitores de distinto o del mismo sexo.
Desde lo legislativo, a pesar de haberse contemplarse la filiación por técnicas de reproducción humana
asistida (arts. 560 a 564 CCyC), sin embargo, no se permite una situación —excepcional, por cierto- en la cual
se pretenda la inscripción con tres vínculos filiales.
En las técnicas de reproducción humana asistida, la voluntad procreacional para lograr el emplazamiento en
el vínculo filial, corresponderá a quienes recurren al uso de dichas técnicas y no al aportante de los gametos,
como principio general. Ello es así y seguirá siéndolo al recurrirse al uso de dichas técnicas. Sin embargo, habrá
que preguntarse cuál es —o podría ser- el impedimento legal para si los que hubieren intervenido en acto
procreacional —las tres partes- acuerdan desde el origen la inscripción y el correspondiente emplazamiento de
todos ellos.
No creo que puedan invocarse razones válidas para invocar un interés general o una norma de orden público
para prohibir tal posibilidad. Por el contrario, en tales hipótesis, visto desde el punto de vista de los derechos del
niño y el principio general del interés superior como guía y eje en todas las decisiones que lo involucran, tal
situación significaría un "plus" a su favor, porque reflejaría, además, su verdadera identidad biológica. Súmese a
ello, la voluntad unánime de las partes que intervinieron en la misma.

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A propósito de esta temática, en nuestro derecho (en vigencia del derogado Código Civil) se ha planteado,
recientemente, un precedente en el ámbito administrativo, en donde se ordenó la inscripción de un niño con tres
filiaciones. En tal sentido, la Dirección del Registro de las Personas de la Provincia de Buenos Aires, mediante
disposición Nº 2062, del 22 de abril de 2015, autorizó labrar el acta de reconocimiento paterno solicitado.
En efecto, a principios de 2014, en la ciudad de Mar del Plata, ante el nacimiento de un hijo matrimonial
—constituida por dos mujeres-, se presentaron dichas cónyuges y el padre biológico para inscribir a dicho niño
como hijo de los tres progenitores. En tal sentido, se pretendió inscribir a dicho hijo con sus dos mamás
—cónyuges- y su padre biológico (2).
La disposición Nº 2062, del Registro Provincial de las Personas —antes referida-, entre otros argumentos,
invoca lo preceptuado en el Decreto Nº 300/05, reglamentario de la ley 13.298 (de Protección y Promoción de
los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, de la Provincia de Buenos Aires), que en su art. 6 dice "Las
acciones u omisiones por parte del Estado, a través de sus instituciones así como por parte de la familia y de la
comunidad, que interfieran, obstaculicen el disfrute o ejercicio de uno o más derechos, o el acceso a una
igualdad de oportunidades para que niñas, niños y adolescentes logren su desarrollo integral y pleno, serán
entendidas como amenaza a sus derechos". Continúa señalando: "Las acciones u omisiones provenientes del
Estado, a través de sus instituciones así como parte de la familia y de la comunidad que nieguen, impidan el
disfrute o ejercicio de algún derecho a niñas, niños y adolescentes, pudiendo a la vez, implicar una amenaza a
otros derechos, serán entendidas como violación o vulneración a sus derechos".
Sobre tales postulados, la referida disposición Nº 2062 entiende que la medida tiende a impedir desgastes
jurisdiccionales, lo cual podría comportar un acto de omisión o bien de evidente negligencia del poder
Administrador.
De ahí que se haya resuelto —con buen criterio- que entorpecer o dilatar administrativamente, en el caso en
cuestión, la inscripción del reconocimiento paterno pretendido, iría contra principios de raigambre
constitucional, convencional, legal y muy especialmente de los estándares internacionales fijados por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
En tal entendimiento, se hizo lugar a la solicitud de reconocimiento paterno solicitada por el padre
biológico, respecto del niño inscripto previamente por sus madres (3).
De esta manera se obtuvo el emplazamiento en el vínculo filial por parte de los tres peticionantes —las
madres y el padre biológico-.
En primer lugar, teniendo en cuenta que la disposición ha sido dictada en vigencia del Código Civil,
debemos preguntarnos si, en atención a las normas antes vigentes, la vía administrativa podía tener facultades
para tal decisión.
Estimo que la disposición ha sido acorde a derecho, porque en ninguna norma del Código Civil se prohibía
la posibilidad de que el vínculo filial pudiera ser inscripto por tres progenitores (4). De ahí que no resultaba
necesario recurrir a la vía judicial para así obtenerlo. Con buen criterio, el órgano administrativo dio
cumplimiento a disposiciones de manda constitucional, en la situación bajo análisis.
A pesar de que el Código Civil y Comercial incorpora una nueva clase de filiación —la derivada de la
reproducción humana asistida (conf. art. 558 CCyC)-, estableció una disposición que no contenía la legislación
derogada, en el régimen filiatorio.
En efecto, el nuevo sistema establece en la última parte del art. 558 CCyC: "Ninguna persona puede tener
más de dos vínculos filiales, cualquiera sea la naturaleza de la filiación". El precepto es poco feliz, teniendo en
cuenta el desarrollo y los avances logrados en materia de técnicas de reproducción humana asistida.
Hemos sostenido la posibilidad de que una persona tenga tres vínculos en la relación paterno filial, en forma
excepcional. Por tanto, a mi entender, debió contemplarse esa hipótesis en circunstancias específicas. O, al
menos, haber dejado abierta tal posibilidad sin consagrarse la expresa prohibición que contiene la norma en
cuestión (5).
De esta manera, surge expresamente la prohibición de más de dos vínculos filiales, en el nuevo régimen
legal, a diferencia del anterior —Código Civil- que no contenía semejante veda.
Por aplicación de ello, a partir de la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial no será posible el
dictado de un acto administrativo semejante al que tuvo lugar en el mes de abril del 2015 —en vigencia del
derogado Código Civil-, pues existe una ley que expresamente lo impide.
Desde esta perspectiva, nos parece que estamos ante una regresión de derechos, pues, en el orden interno
ahora queda vedada expresamente tal posibilidad. Lo que significa que en situaciones como las comentadas no

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será posible que, por vía administrativa, se obtenga el debido reconocimiento. Necesariamente, deberá recurrirse
a la vía judicial para, eventualmente, obtenerse una autorización para tales reconocimientos, previa declaración
de inconstitucionalidad del último párrafo del art. 558 del Código Civil y Comercial.
El desarrollo de las técnicas de reproducción humana asistida y sus múltiples manifestaciones y variantes
legales, llevará a que más temprano la justicia y más tarde el legislador armonicen las situaciones derivadas de
dichos avances y realidades sociales.
III. A modo de cierre
En términos generales, la nueva legislación de fondo —Código Civil y Comercial- ha marcado un indudable
avance respecto del régimen del Código Civil de Vélez Sársfield y sus modificaciones posteriores. Cuestión que
nos parece indiscutible en el estado actual de la sociedad y de las costumbres. Los avances significativos
permiten destacar la importancia de haber logrado un nuevo Código de fondo, después de varios intentos
legislativos previos, en los últimos veinte años.
Ahora bien, debemos señalar que no obstante ello, el eje seguirá siendo la Constitución Nacional la que, en
definitiva, se imponga ante situaciones concretas y sin perjuicio de las normas generales que han sido
consagradas en el nuevo Código Civil y Comercial, en el entendimiento de que la aplicación y efectivización de
derechos no puede quedar cristalizada en una disposición que, a la luz de los criterios actuales, parece
cuestionable y reprochable. Tal lo consagrado en el último párrafo del art. 558 del CCyC (6).
Sugerimos que en situaciones similares a la que se ha planteado, en aplicación del nuevo régimen del código
de fondo, y dada su imposibilidad de hacer lugar al reconocimiento ante la prohibición expresa, los operadores
del derecho recurran a la declaración de inconstitucionalidad del precepto en crisis.
(1) DíAZ DE GUIJARRO, Enrique: "El acto jurídico de emplazamiento en el estado de familia", en J.A.
1955-IV-sección doctrina, p. 12; del mismo autor: "El acto jurídico familiar y otros estudios", págs. 26 y 27, Ed.
Perrot, 1960. Señala que de esta manera se logra la estructura jurídica pública del estado de familia, con lo cual
se satisface, incluso, primordiales exigencias de la vida social, como son las relativas a la determinación,
organización y prueba del estado de las personas, cuya repercusión general y cuyos múltiples efectos obligan al
poder estatal a regularlo y a ejercer una participación activa y esencial en su establecimiento.
(2) En el caso, se recurrió a una inseminación artificial asistida por parte del matrimonio y que un amigo
aportó sus gametos con la voluntad o intención de ser también padre y estar presente en la vida de su hijo, que
los tres deseaban tener. En la respectiva presentación los cónyuges —constituida por dos mujeres- manifestaron
que al momento de plasmar su voluntad procreacional, desearon que su hijo tuviera su identidad respetada,
mediante el vínculo con quien fuera su padre biológico. Asimismo, el padre biológico —quien aportó los
gametos- suscribe conjuntamente con las madres la presentación y solicita expresa y libremente reconocer ser el
padre biológico del niño en cuestión.
(3) En dicho marco, se ordenó asentar en el acta de nacimiento correspondiente al niño, el reconocimiento
paterno solicitado, procediendo a rectificar el apellido del niño atendiendo lo peticionado por sus madres y por
el padre.
(4) En tal sentido, según el dictamen del Asesor General de Gobierno "la legislación civil no establece un
numerus clausus respecto de la cantidad de integrantes de un vínculo filial, aunque da por sentado su
conformación por solo dos personas, pero de un análisis armónico de la normativa integral no surge
expresamente la prohibición de una triple filiación como en el supuesto tratado, resultando por tanto de
aplicación el artículo 19 de la Constitución Nacional y 26 de la Constitución Provincial".
(5) SOLARI, Néstor E.: "Derecho de las Familias", p. 332, Ed. La Ley, 2015.
(6) Agréguese que en el recinto de ambas Cámaras, el Código Civil y Comercial ha sido aprobado a libro
cerrado, habiendo sido deseable que en dicho ámbito se hubieren debatido las normas específicamente, tal como
lo requiere un código de la trascendencia e importancia como lo es el Civil y Comercial. Tal vez, en dicho
escenario, esta disposición no hubiere pasado el test de razonabilidad.

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