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EL COVID-19

La nueva neumonía por coronavirus (COVID-19) cuya aparición de origino por primera vez desde Wuhan,
se ha extendido por toda China e incluso a otros países del mundo. Los casos confirmados de COVID-19
han aumentado a un número muy superior al del SARS en 2003, y su mortalidad no es insignificante. Al
darse cuenta de su capacidad de transmisión "humano a humano", la Organización Mundial de la Salud
lo identificó como una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional el 31 de enero de
2020. Estos hechos son suficientes para ilustrar la gravedad y complejidad del brote.

En diciembre de 2019, decenas de casos de neumonía con causas desconocidas que se presentan con
fiebre, fatiga, tos y dificultades respiratorias como los principales síntomas ocurrieron en Wuhan en un
corto período de tiempo. Los gobiernos y departamentos de salud chinos en todos los niveles otorgaron
gran importancia a la enfermedad e inmediatamente adoptaron medidas para su control y la atención
médica, y ordenaron a las instituciones de investigación que iniciaran investigaciones, tratamientos e
investigaciones colaborativas. El patógeno de la enfermedad se identificó rápidamente como un nuevo
coronavirus, que posteriormente fue confirmado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La
OMS nombró al virus 2019-nCoV mientras que el Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV) lo
acuñó SARS-Cov-2; y la neumonía causada por la infección viral fue llamada nueva neumonía por
coronavirus (COVID-19) por la OMS.

Los coronavirus son miembros de la subfamilia Orthocoronavirinae dentro de la familia Coronaviridae


(orden Nidovirales) (11). Esta subfamilia comprende cuatro géneros: Alphacoronavirus, Betacoronavirus,
Gammacoronavirus y Deltacoronavirus de acuerdo a su estructura genética. Los alfacoronavirus y
betacoronavirus infectan solo a mamíferos y normalmente son responsables de infecciones respiratorias
en humanos y gastroenteritis en animales. Hasta la aparición del SARS-CoV-2, se habían descrito seis
coronavirus en seres humanos (HCoV-NL63, HCoV-229E, HCoV-OC43 y HKU1) que son responsables de
un número importante de las infecciones leves del tracto respiratorio superior en personas adultas
inmunocompetentes, Aún no está claro su origen, pero los estudios filogenéticos revisados hasta la
fecha de este informe apuntan a que muy probablemente el virus provenga de murciélagos y que de allí
haya pasado al ser humano a través de mutaciones o recombinaciones sufridas en un hospedador
intermediario, probablemente algún animal vivo del mercado de Wuhan (donde aparte de pescado y
marisco se vendían otros animales vivos). Se planteó que este animal pudiera ser el pangolín bien de
forma directa o indirecta, a través de otra especie, sin que se haya llegado a una conclusión definitiva La
tasa estimada de mutación del virus es similar a otros virus del orden de los Nidovirales, pero menor que
otros ARN virus ya que poseen un mecanismo intrínseco de corrección para corregir errores de
replicación del que otros ARN virus carecen. Por ello, el SARS-CoV-2 evoluciona más lentamente que
otros virus ARN conocidos como el de la gripe o el VIH. Su tasa de evolución se sitúa aproximadamente
en dos cambios de nucleótidos cada mes. Por este motivo existe una gran homología entre los genomas
completos de SARS-CoV-2, por lo que no se espera una evolución similar al virus de la gripe. Sin
embargo, se han detectado varias mutaciones respecto a la considerada secuencia de referencia.
EDUCACIÓN A DISTANCIA

Ante el caos de incertidumbres que trajo el confinamiento por la pandemia de covid-19, surgió una
certeza la gran mayoría de los docentes lograron la proeza de dar continuidad a sus tareas de
enseñanza. Para ello, recurrieron a los recursos y herramientas a su alcance, adaptándolas a sus
estrategias de enseñanza y a las necesidades de sus estudiantes. Todo sobre la marcha y en forma
emergente. Es por eso que, para comprender los efectos de la pandemia sobre el que hacer docente. En
la esfera de la educación, esta emergencia ha dado lugar al cierre masivo de las actividades
presenciales de instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación
del virus y mitigar su impacto. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura “a mediados de mayo de 2020 más de 1.200 millones de estudiantes de
todos los niveles de enseñanza, en todo el mundo, habían dejado de tener clases presenciales en la
escuela. De ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe” (UNESCO).

La suspensión obligatoria de las clases en todos los niveles educativos, con el confinamiento en casa de
estudiantes y profesores, ha creado una red de efectos múltiples del proceso educativo. Que intentan
proporcionar a profesores y estudiantes con la infraestructura informática y tecnológica que les permita
continuar con sus actividades académicas a distancia. Esta situación obligada para transitar de la
educación presencial y escolarizada a modalidades no presenciales, mediadas por las tecnologías del
aprendizaje y el conocimiento, e implementación de la enseñanza, y la nueva cultura y práctica
docentes. Los docentes dejaron el salón de clase tradicional, al que han estado acostumbrados por
décadas, para utilizar herramientas tecnológicas que existen para interactuar a distancia entre ellos
mismos y sus estudiantes, al tiempo que tienen que atender las presiones personales del confinamiento
y sus implicaciones económicas, de salud y afectivas. Por su parte, “los estudiantes, que se encuentran
súbitamente en su casa, comparten, si es que los hay, los dispositivos digitales y la red de internet que
usa toda la familia, y tienen la necesidad de continuar sus actividades de aprendizaje de las diversas
asignaturas, a través de tareas, conferencias virtuales y una serie de deberes que se superponen.
Además, tienen que lidiar con los posibles efectos de la pandemia en la salud, las emociones, actividades
físicas y las propias de la juventud” (The Chronicle of Higher Education, 2020)
BIBLIOGRAFIA

 Sadoff J, Gars ML, Shukarev G, Heerwegh D, Truyers C, Groot AM, 2020, de, et al. Safety and
immunogenicity of the Ad26.COV, COVID-19 vaccine candidate: interim results of a phase 1/2a,
double-blind, randomized, placebo-controlled trial. medRxiv [online]. Disponible en:
|https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.09.23.20199604v1|

 Alicia, B. Y Claudia, U. , 2020. Cuán preparados estaban los países para la continuidad educativa
en línea: exacerbación de las brechas digitales. [online] Unesdoc.unesco.org.Disponible en: |
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000374075?
locale=es&msclkid=869dc0e8ac8311ec8bcb21c30a0c5f84|

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