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El Sombrerón
Se le conoce como Tzipitío, Tzipe, Sombrerón o Duende. La palabra tzi viene del quiché y se
traduce como perro. Aunque podría provenir del náhuatl tzitzimitle, que significa demonio. El
Tzitzimite es “un hombrecito muy pequeño, vestido de negro, con un gran cinturón muy brillante.
Tiene un sombrero negro, pequeño también, y unas botas con tacones que hacen ruidito”. A este
personaje le gusta “subirse a los caballos y hacerles nudos en la cola y en las
crines. Estos nudos, que son así de menuditos, ‘cuesta un bigote’
deshacerlos’”.
Al Tzizimite también le agrada perseguir y molestar a las mujeres de pelo
largo y ojos grandes. Cuando le gusta alguna muchacha, no la deja ni a sol ni
a sombra: se le aparece en las noches cuando está dormida, y después de
haberle enredado el pelo, le baila y le canta con su guitarra. De acuerdo con
la idea popular, el Tzizimite tiene la altura de un dedo de la mano y cabe
escondido en la almohada. Es un espíritu juguetón y doméstico. Su sombrero
es tan grande que tiene que arrastrarlo, recorriendo a la hora del crepúsculo
ciudades y campos. Cuando encuentra a la mujer de sus amores, amarra sus
mulas al primer poste que encuentra, descuelga su guitarra que lleva al
hombro y empieza a cantar y bailar.
La Llorona
La Llorona, a quien describen como una mujer vestida de blanco, se aparece, por lo regular, en
lugares con alguna afluencia de agua como ríos, lagos o lagunas. Las personas
narran que era una mujer que sufrió un delirio mental y ahogó a sus hijos. Como
castigo de Dios, vaga por la eternidad buscándolos, y hay más de alguien que
escucha su terrorífico grito “¡Ay mis hijos!”. En la actualidad, dicha narración se
ha ido transformando y adaptando como un tipo de denuncia hacia el maltrato
que reciben las mujeres. Según narraciones de habitantes de Amatitlán, La
Llorona era una mujer que era víctima constante de violencia por parte de su
esposo, hasta que llegó el día en que los golpes fueron tan severos que acabaron
con la vida de la pobre mujer. El marido, para ocultar su crimen, la lanzó al Lago
de Amatitlán, y luego huye con sus hijos hacia la capital. El alma de la pobre
madre no descansa en paz, por lo que siempre se le escucha gritando
desconsolada en búsqueda de sus hijos.
La Siguanaba
El nombre de Siguanaba se deriva de tziguán, que significa barranco en quiché. La
Siguanaba se hace seguir por los hombres y luego de una larga persecución, los
pierde en algún barranco. No muestra la cara, pero lo hace cuando ya se ha
“ganado” —arrebatado el alma— al hombre quien se perturba al ver que es de
caballo. Cuentan en la colonia El Incienso, zona 3 capitalina, que Juan, un albañil
que emigró del Quiché, cada vez que recibía el pago de la semana, se lo gastaba en
licor. Un día, rumbo a su casa, ubicada cerca del tanque que abastecía de agua a la
referida colonia, iba caminando rápidamente bajo los efectos del alcohol. Un
vecino interrumpe su andar y le pregunta: “Vos, Juan, ¿a dónde vas con tanta
prisa?”, a lo que él responde apenas articulando palabras: “Mirá, esa hermosa
mujer me está llamando, voy a ver para qué me quiere. ¡Está rechula!”. El vecino se quedó
pensando que Juan estaba viendo visiones. Al otro día, encontraron al pobre Juan ahogado en un
lugar que los lugareños llaman “la presa”. Esta es la leyenda de la mujer que llama a los hombres
borrachos y mujeriegos para “ganárselos” y perderlos por los barrancos.
4. El Wiin
Sobre leyendas relacionadas con el diablo, en el municipio de El
Asintal, Retalhuleu, cuentan que hay hombres que invocan al diablo
en rituales llevados a cabo en el cementerio de la localidad, que
consisten en oraciones y danzas, en las que giran el cuerpo hacia
delante y hacia atrás. Cuando el diablo aparece, le puede conceder a
la persona el don de la transformación, para que le permita robar
animales de patio, objetos de valor o molestar a las mujeres,
especialmente, a las solteras o a las casadas que se quedan solas
porque el esposo emigró hacia Estados Unidos. A ese hombre se le
conoce como El Wiin. Algunos lugareños lo han visto transformado en
forma de perro, sentado en medio de la carretera. Se le reconoce por
sus ojos que no son de humano ni de animal, sino dos bolas de fuego
que atemorizan a quien lo ve.
5. El Cadejo
Es el espíritu que cuida el paso tambaleante de los borrachos. Guardián de los hijos de Baco, “es
un animal en forma de perro negro, lanudo, con casquitos de cabra y ojos de fuego. Su tarea es
perseguir y cuidar que no les pase nada a los ‘bolos’ que se quedan tirados en
las calles. Sigue a los que están en peligro y los deja cuando este ya ha
pasado”. Pero si bien El Cadejo es un espíritu protector, debe tenerse cuidado
con él, pues al beber demasiado y con frecuencia, “lo puede ‘trabar’, pues si se
lo encuentra a uno tirado y le lame la boca, ya lo ‘jodió’ para siempre, pues
entonces uno jamás se compone. El Cadejo acostumbra a seguir por nueve
días al hombre que le ha lamido la boca y no lo deja en paz. No es un espíritu
perjudicial. No ataca, sino solo en casos extremos, por lo que no es motivo de
pánico encontrarse con él. Hay plegarias específicas para atraer la gracia
protectora de El Cadejo. En Petén aparece como cadejo blanco, que cuida a las
mujeres. Por esa zona El Cadejo “es un chucho blanco, lanudo y grande, que
acompaña a las mujeres cuando van a acarrear agua”.
COSTUMBRES DE GUATEMALA
1. Los barriletes de Sumpango Sacatepéquez
En Sumpango (o Santiago) Sacatepéquez, durante el Día de los Muertos (1 de Noviembre)
existe la tradición de elaborar enormes barriletes de papel, hechos a mano, los cuales
simbolizan un puente o punto de unión de nuestro mundo con
el inframundo. Representan también una puerta de entrada a
los espíritus, que pueden a través de ellos volver a sus
antiguos hogares y con sus familias.
Al día siguiente, en primer lugar estos barriletes o cometas se
elevan para finalmente prenderlas, representando el humo
una guía para que los espíritus regresen al más allá. También
se dice que estas tradiciones ahuyentan a los malos espíritus.
Se trata además de una celebración que ha sido reconocida
como patrimonio cultural de Guatemala.
TRADICIONES DE GUATEMALA
Semana Santa
Comenzamos este listado de tradiciones y costumbres de
Guatemala con una de las tradiciones religiosas de Guatemala
más esperada por todos: Semana Santa o Semana Mayor.
Esta tradición guatemalteca es celebrada por la iglesia católica
durante 7 días, este periodo inicia con el Domingo de Ramos y
finaliza con el Domingo de Resurrección.
Durante este periodo de celebraciones se hace memoria de la
crucifixión de Cristo y su resurrección al tercer día.
2. Alfombras decorativas
Seguimos con las tradiciones religiosas de Guatemala y esta vez
es el turno de las alfombras de Semana Santa.
Las alfombras son elaboradas para el paso de las procesiones
durante la Semana Mayor. Estas consisten en alfombras de
aserrín con representaciones de figuras folclóricas y religiosas en
ellas. Algunas personas utilizan también rosas, hojas de palma y
otros materiales orgánicos para darles más belleza.
Se cree que esta costumbre fue traída por los conquistadores
europeos y adoptada por los primeros creyentes católicos en Guatemala.
3. Sábado de gloria
Una de las tradiciones de Semana Santa en Guatemala ocurría el día
sábado de dicha semana. Este día es conocido como sábado de gloria y
en él se acostumbraba a pegarles a los niños antes de las 10 horas.
Esto se hacía con el objetivo de hacerlos crecer pero por razones
obvias esta tradición cayo en el olvido y ya no se practica en
Guatemala.
4. Procesiones
Las procesiones son tradiciones religiosas muy populares en
Semana Santa en Guatemala y consisten en un desfile de
personas que realizan un recorrido de un lugar a otro como
muestra de su creencia y fe religiosa.
Se cree que la primera procesión en Guatemala data del 10 de
marzo de 1543 y está tomo lugar en la antigua Ciudad de
Santiago de los Caballeros, conocida hoy en día como Antigua
Guatemala.
Esta tradición es una de las más famosas en toda Guatemala y año tras año miles de turistas
abarrotan las ancestrales calles de Antigua Guatemala para ser
testigos de esta tradición religiosa.
5. Miércoles de ceniza
Otra tradición religiosa de Guatemala es el miércoles de cenizas,
este día marca el inicio de la Cuaresma en Guatemala y durante
todo el día se lleva acabo la llamada misa de imposición de
ceniza.
En dicha misa el sacerdote y otras personas delegadas dibujan
una cruz de cenia en la frente de los fieles católicos que asisten
sin falta.
Tayuyos
Este platillo guatemalteco es una de las mejores comidas típicas de
San Marcos. Comúnmente se preparan en forma de unos tamales
miniaturas, sin embargo son más fáciles de preparar. Una comida
para poder disfrutar en casa con tu familia
Plátanos en Mole
Este platillo es parte de la gastronomía del país Es una de las recetas más antiguas del
país, y que comúnmente se prepara en los hogares para comer en familia.
Salpicón de Res
Este platillo es una ensalada refrescante que contiene carne de res y menta fresca. Esta
comida generalmente se sirve como acompañante para tostadas con arroz blanco.
Tamalitos de Cambray
Salpicón
El Salpicón guatemalteco es una refrescante ensalada de carne de res y menta
de Guatemala. Esta comida típica de guatemala es un acompañamiento
perfecto para tostadas o arroz blanco.
RUIDOS EN LA COMUNICACIÓN
BARRERAS EN LA COMUNICACIÓN