Está en la página 1de 5

LEYENDAS DE GUATEMALA.

¿Qué ES UNA LEYENDA?


Una leyenda es una narración sobre hechos sobrenaturales, naturales o una mezcla de ambos
que se transmite de generación en generación, de forma oral o escrita.
El primer libro escrito sobre las Leyendas de Guatemala, fue escrito por Miguel Angel Asturias.
Las leyendas de origen mágico o mitológico surgen como medio natural para expresar temores
y encontrar respuestas a incógnitas que el hombre en un estado precultural es incapaz de
comprender.
Las leyendas poseen la cualidad de trascender los límites de la geografía, la cultura y la lengua.
Desde tiempos inmemoriales de antepasados mayas, este género funde un hecho de una realidad
histórica con una interpretación fantástica.

1. EL SOMBRERON.
Se le conoce como Tzipitío, Tzipe, Sombrerón o Duende. La palabra tzi viene del
quiché y se traduce como perro. Aunque podría provenir del náhuatl tzitzimitle, que
significa demonio. El Tzitzimite es “un hombrecito muy pequeño, vestido de negro, con
un gran cinturón muy brillante. Tiene un sombrero negro, pequeño también, y unas botas
con tacones que hacen ruidito”. A este personaje le gusta “subirse a los caballos y
hacerles nudos en la cola y en las crines. Estos nudos, que son así de menuditos, ‘cuesta
un bigote’ deshacerlos’”.
Al Tzizimite también le agrada perseguir y molestar a las mujeres de pelo largo y
ojos grandes. Cuando le gusta alguna muchacha, no la deja ni a sol ni a sombra: se le
aparece en las noches cuando está dormida, y después de haberle enredado el pelo, le
baila y le canta con su guitarra. De acuerdo con la idea popular, el Tzizimite tiene la
altura de un dedo de la mano y cabe escondido en la almohada. Es un espíritu juguetón y
doméstico. Su sombrero es tan grande que tiene que arrastrarlo, recorriendo a la hora del
crepúsculo ciudades y campos. Cuando encuentra a la mujer de sus amores, amarra sus
mulas al primer poste que encuentra, descuelga su guitarra que lleva al hombro y empieza
a cantar y bailar.
2. LA LLORONA.
La Llorona, a quien describen como una mujer vestida de blanco, se aparece, por lo
regular, en lugares con alguna afluencia de agua como ríos, lagos o lagunas. Las personas
narran que era una mujer que sufrió un delirio mental y ahogó a sus hijos. Como castigo
de Dios, vaga por la eternidad buscándolos, y hay más de alguien que escucha su
terrorífico grito “¡Ay mis hijos!”. En la actualidad, dicha narración se ha ido
transformando y adaptando como un tipo de denuncia hacia el maltrato que reciben las
mujeres. Según narraciones de habitantes de Amatitlán, La Llorona era una mujer que era
víctima constante de violencia por parte de su esposo, hasta que llegó el día en que los
golpes fueron tan severos que acabaron con la vida de la pobre mujer. El marido, para
ocultar su crimen, la lanzó al Lago de Amatitlán, y luego huye con sus hijos hacia la
capital. El alma de la pobre madre no descansa en paz, por lo que siempre se le escucha
gritando desconsolada en  búsqueda de sus hijos.

3. EL WIIN.
Sobre leyendas relacionadas con el diablo, en el municipio de El Asintal,
Retalhuleu, cuentan que hay hombres que invocan al diablo en rituales llevados a cabo en
el cementerio de la localidad, que consisten en oraciones y danzas, en las que giran el
cuerpo hacia delante y hacia atrás. Cuando el diablo aparece, le puede conceder a la
persona el don de la transformación, para que le permita robar animales de patio, objetos
de valor o molestar a las mujeres, especialmente, a las solteras o a las casadas que se
quedan solas porque el esposo emigró hacia Estados Unidos. A ese hombre se le conoce
como El Wiin. Algunos lugareños lo han visto transformado en forma de perro, sentado
en medio de la carretera. Se le reconoce por sus ojos que no son de humano ni de animal,
sino dos bolas de fuego que atemorizan a quien lo ve.

4. LA TATUANA.
Es una de las más bellas leyendas del folclore narrativo de América. Según
versiones del folclor histórico, La Tatuana era una mujer real que vivió en época colonial
y en la década de 1830, durante el gobierno de Rafael Carrera, según la obra Leyendas
populares de aparecidos y ánimas en pena de Guatemala, de Celso Lara (2002). Era una
bruja condenada por la Inquisición a ser quemada viva en la Plaza Mayor de Santiago de
Guatemala, que fue arrestada por orden del Capitán General y encerrada en una bartolina.
“La Tatuana pidió una gracia: que le fuera entregado un pedacito de carbón. Así lo
hicieron los soldados. Al tener en sus manos el trozo de carbón, dibujó en la pared un
barquito, se subió en él y voló por entre los barrotes. Al entrar los guardias para llevarla a
la hoguera, lo único que encontraron fue un terrible hedor a azufre. Se la ‘había ganado’
el diablo”, se expone la obra. Era una bruja que dominaba todas las artes de la magia
negra y era amiga del demonio. En el siglo XIX la leyenda tenía plena vigencia. El
historiador Antonio Batres Jáuregui hizo mofa de ella diciendo que era uno de esos
espantos que no solo quitaba el sueño a los niños sino también a los adultos.
5. EL DUEÑO DEL CERRO.
Es una de las manifestaciones sobrenaturales más importantes en Mesoamérica,
con fusión de elementos de la cosmovisión indígena autóctona y de la cultura hispánica.
En Guatemala, los indígenas mayas de las tierras altas creen, según la tradición oral, en la
existencia de un Dueño o Guardián del Cerro. Entre las comunidades mayas se encuentra
ampliamente difundido el concepto de que hay un espíritu en cada elemento de la
naturaleza; así, hay un espíritu o dueño del maíz, de los diferentes cuerpos de agua o de
los animales. También, las colinas, los cerros, montañas o volcanes tienen su espíritu,
siendo el “dueño” de cada uno de esos espacios, un personaje que no pertenece al mundo
de los hombres, pero mantiene contactos de diversa índole con él. Sus características
varían en cada región, pero, en general, es hombre, habla el idioma local, no tiene
aspecto definido, pero tiene apariencia de ladino rubio y de ojos azules, con vestuario
elegante,  aunque también puede aparecer en forma de culebra gigante o con cuernos.

También podría gustarte