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2012 ■ 4
AÑO XXVIII
SECCIONES ANÁLISIS
01 Editorial Revista de pensamiento
Editorial
LUIS FERREIRO, DIRECTOR DE ACONTECIMIENTO
n los últimos meses ha saltado a primer plano de la opinión pública el escándalo de los desahucios. Han tenido que
E producirse varios suicidios para que la tragedia de los desahuciados nos haya hecho ver una situación social into-
lerable, provocada por una crisis que, además de su crudeza, ha creado condiciones en las que unas leyes injustas
han producido sus peores efectos.
Se cuentan 50.000 expropiaciones de viviendas en los nueve primeros meses de 2012, que se suman a cifras simi-
lares en los tres años anteriores. Esto debería ser la gota que colme el vaso de la paciencia de una sociedad harta de so-
portar la perversión del mercado inmobiliario y financiero español y de las políticas que han tratado de paliar sus crisis
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EDITORIAL
particulares —que están en el origen de la crisis de to- que poseen todos los españoles (CE, A. 47), aunque
dos—, y de salvar a los culpables y no a las víctimas. para ello tenga que enfrentarse a cualesquiera intere-
A la vista de esto, leer la constitución española suena ses que se opongan a ello, por legítimos que sean,
a sarcasmo cuando proclama «el derecho a la propiedad aplicando toda su autoridad y recurriendo si es nece-
privada» (A. 33.1), o que «todos los españoles tienen de- sario al principio de que «toda la riqueza del país en
recho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada» (A. sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está
47). Siempre se ha asegurado que el régimen capitalista subordinada al interés general» (CE, A. 128.1).
consagra la propiedad privada como uno de sus funda- 2. Si el gobierno tolera que haya españoles sin techo in-
mentos, sin embargo, asistimos al espectáculo singular curre en dejación de su responsabilidad. En este sen-
del gran capital financiero impulsando la expropiación de tido, los recursos del llamado «banco malo» deben po-
la propiedad privada… de los débiles, los pequeños, los nerse a disposición de las administraciones responsa-
insolventes, claro está. bles de garantizar viviendas dignas, y de ningún modo
La realidad es que todos gobiernos, en lugar de ase- facilitar que se conviertan en bienes que continúen las
gurar que la vivienda sea un bien que satisfaga una nece- prácticas habituales del mercado inmobiliario. Que evi-
sidad humana primaria e indispensable, han dejado que te pérdidas a las instituciones financieras es acepta-
se desarrolle un mercado en el que la vivienda es un bien ble, pero no lo es que el objetivo sea asegurarles las
de inversión y lo han dejado a merced de la actividad es- ganancias extraordinarias que provocaron la crisis. Es
peculativa, dando lugar a la afluencia de oleadas de dine- exigible que el gobierno dé un destino social a esas vi-
ro caliente y de dinero negro, puesto que además ha si- viendas y las dedique a cubrir las necesidades de las
do un gigantesco foco de fraude fiscal. familias.
Ante la gravedad de los hechos, ante la injusticia que 3. El poder legislativo debe atender la demanda social
la crisis no ha hecho más que desenmascarar, es preciso creciente de legalizar la obligación de la dación en
exigir a las autoridades un cambio de rumbo decidido, pago para cancelar las deudas. Un mínimo de justicia
que vaya más allá de las tímidas medidas paliativas apro- exige eliminar el abuso legal de que el deudor insol-
badas, que no hacen más que poner un parche sin curar vente pierda la vivienda y siga endeudado. Si la vivien-
la herida. Nos atrevemos aquí a sugerir algunas líneas da es la garantía para asegurar la devolución de un
que rectifiquen lo que está torcido: préstamo, una vez ejecutada esa garantía la deuda
1. El Estado debe asumir la obligación de amparar el «de- debe cancelarse con la entrega del bien para cuya po-
recho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada» sesión se recibió el préstamo.
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2 ACONTECIMIENTO 105
PENSAMIENTO
El 19 de abril de 1976, en la sección «Cartas con respuesta» del periódico Informaciones, publicaba José Ji-
ménez Lozano el artículo que hoy, casi cuarenta años más tarde, presentamos a los lectores de Acontecimiento,
por su interés y por la hondura de la reflexión que presenta. Pocos meses antes de la fecha de aparición del artí-
culo, se había abierto un debate en torno al tema de hacia dónde iba la sociedad española de entonces, en pleno
proceso de transición política.
Como nuestros lectores sabrán, José Jiménez Lozano es escritor y periodista. Tras una carrera literaria muy
extensa y rica, recibió el Premio Cervantes de Literatura en Lengua Castellana en el año 2002. Muchos otros pre-
mios ornan su haber literario (el Castilla y León de las Letras —1988—, el Premio Nacional de las Letras Españo-
las —1992—, el Premio Nacional de Periodismo «Miguel Delibes» —2000—, o la Medalla de Oro al Mérito en las
Bellas Artes, entre otros). Jiménez Lozano es uno de los impulsores de Las Edades del Hombre y una de las fi-
guras más eruditas del pensamiento español actual.
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PENSAMIENTO
día hacer su propia historia de modo muy distinto: LO QUE ESTÁ EN CUESTIÓN ES EL HOMBRE INDIVIDUAL
asumiendo los viejos ideales griegos, esclareciendo la
inteligencia, transformando las fórmulas políticas, en- ¿Hacia dónde va nuestra sociedad? La respuesta exi-
terrando las religiones, echando mano de las técnicas. gible es múltiple, evidentemente, y dependería de un
Y el progresismo decimonónico pensaba que no pa- análisis conjunto de las previsiones que puedan ha-
saría aquella generación sin haber entrado en la Tie- cerse en los distintos planos de la existencia: desde el
rra Prometida de una Humanidad nueva. El marxis- político o el económico al de los hábitos y costum-
mo explicará después que con la transformación de bres tan sofisticadas y antinaturales que ha llegado a
las estructuras y de las relaciones de producción y la adquirir el bípedo humano. Y, sin embargo, éste sólo
desaparición del trabajo constrictivo y de la explota- sería un análisis de expertos, y un experto no puede
ción del hombre por el hombre, la historia pasaría del enfrentarse a problemas que no son en absoluto téc-
reino de la necesidad al de la libertad. El Nuevo nicos ni objetivos ni pueden reducirse a ese ámbito:
Mundo parecía estar ahí realmente. Pero el Nuevo los problemas específicos del ser hombre.Y lo que es-
Mundo han sido Auschwitz y Gulag, el industrialis- tá en cuestión precisamente es el hombre y es la his-
mo y la estupidez consumista, el triunfo del darwi- toria, y nadie puede tener la pretensión de ser un ex-
nismo social. ¿Quién puede mantener ya ilusiones? perto en este orden de cosas. Cada cual, por el
Con frecuencia incluso, ya resulta bastante difícil contrario, tiene derecho a decir lo que entiende y
mantener encendida la simple candelilla de la espe- siente acerca de su destino en cuanto hombre, y lo
ranza sobre la especie. Pero de todas formas, sea cual- que teme o espera de la historia, aunque esto no sig-
quiera que sea la realidad con la que hayamos de en- nifica, claro está, que no haya unas cuantas verifica-
frentarnos, lo que habrá que hacer es conservar la ciones que parecen obvias e innegables, y, entre to-
cabeza fría, incluso para expresar nuestra desesperan- das, ésta: el modo de ser hombre que se delinea en el
za, si es el caso, con el menor «pathos» posible. Co- Renacimiento, y del que precisamente habla Mon-
mo Montaigne, que escribió sus «Essais» en un casti- taigne, está clausurando su ciclo o lo ha clausurado
llo a cuyas ventanas ni siquiera podía asomarse, ya. El hombre, como ser singular, con su visión y su
porque un venablo podía volarle la cabeza. aprensión singulares del mundo, con su palabra dis-
tinta de cualquiera otra y por eso enriquecedora, su
rostro único y su importancia decisiva, porque siem-
pre es un ejemplar único e irrepetible, ha dejado de
ser estimado como un ideal y un arqueti-
po de vida, y ha desaparecido
o está en trance
de hacerlo.
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PENSAMIENTO
La libertad, como cumplimiento de la individualidad ahora, sólo quedan las ortodoxias grandes o peque-
personal, sólo provoca odios y celos ardentísimos por ñas, y éstas no son trascendidas por nada: son un Mo-
parte de los Estados y de las masas o de las pequeñas loch seguro. Porque, además, se ha producido una
repugnantes ideologías tiránicas que tratan de secues- ruptura total con el pasado, y la nueva instalación del
trar nuestras conciencias para liberarnos y salvarnos. hombre en el mundo no puede ser inter pelada por
Ser un individuo y cumplirse en la libertad no sólo ese pasado, por el modo de ser hombre en ese pasa-
se ha convertido en un imposible práctico, sino en un do, como individuo y capital más preciado y único.
intolerable desafío a los valores de nuestra sociedad, No se guarda memoria de él, y, además, es definido
en un arcaísmo ridículo o incluso subversivo, y esto como inválido.
no sólo en el ámbito de la política o de la organiza- Pero tiene razón el profesor Chaunu: «No hay
ción social y de las costumbres, regidas ahora por el progreso sin memoria y no se puede ir hacia adelan-
«marketing» y los «mass-media», sino en el ámbito te sin conservar lo adquirido. Hay dos libertades que
mismo de la creación artística, en el que, en otras priman sobre todas las otras. La libertad de hacer que
épocas oscuras de la historia, se había refugiado. La nos viene de nuestros antepasados campesinos (y)…
novela o la pintura han sido puestas en crisis, en efec- otra libertad aún más profunda: la libertad de vivir.Y
to, no por las razones académicas y pedantes —irri- tengo la amargura de comprobar que esta libertad de
soriamente superficiales— que se aducen ordinaria- vivir, la de nacer, hemos dejado que se degrade»,
mente, sino porque la vida de un hombre y su mientras la siembra de la muerte se ha hecho una ac-
aventura ya no tienen interés para unos hombres cu- titud banal. Esta Humanidad ha perdido, ciertamen-
ya individualidad es vacilante o ha sido aplastada, y te, el horror a la sangre y el gusto por la vida. Into-
porque el rostro o el cuerpo humano individuales o xicada por ideologías que vienen a mezclarse con la
sus gestos y actitudes valen ya menos que la geome- eterna fascinación del poder y del dinero, parece in-
tría o el color o las palabras y elementos estructura- capaz de otra cosa que de muerte, y, si hoy hubiera
les y más primarios aún del lenguaje. que señalar, como en la más brutal Edad Media, una
En tiempo de Pascal, parecía seguro que sólo un «composición» penal por la muerte de un hombre, su
bárbaro sería capaz de eliminar a un ser humano fría- valor tendría que fijarse muy por lo bajo, porque es
mente, y entonces se traía a colación la parábola del preciso repetirlo: ¿qué es ahora el hombre? El len-
mandarín chino, que podría matarse apretando un guaje tecnológico, tras una «limpieza» de «gentes in-
simple botón en Occidente para significar que en to- deseables» o una «massacre», habla tranquilamente de
do caso sólo así de lejano y desindividualizado era «contaje» y «resultados». El hombre es sólo una for-
posible el asesinato. Pero, ahora, las víctimas ya no ma vacía, impersonal, extraña y ajena a nuestro pro-
tienen rostro propio: son «los otros» que hay que sa- pio yo, como las representaciones humanas del arte
crificar simplemente a la verdad oficial y a la salva- romano, que son incapaces de decirnos nada, porque
ción común. Y hasta el inquisidor quemaba creyen- carecen de individualidad. En el orden mismo del
do firmemente en la felicidad personal ultraterrena amor humano, el enamoramiento y la lujuria están
del quemado —lo que era una apuesta atroz e infa- bien muertos; sólo Eros reina y Eros es ciego, sólo se
me, sin duda alguna—, pero ahora ese mismo sacri- alimenta de carne impersonal, con tal de que sea su-
ficio del individuo será llevado a cabo por los nuevos culenta, y no mira a los ojos ni sabe lo que son los
inquisidores en nombre de una política, un plan eco- tormentos del corazón, ni los tormentos del deseo de
nómico o una moral de objetivos, o en aras del sen- un ser concreto.
tido de la historia. El inquisidor transformaba a Dios Tal me parece, en sustancia, el fondo de la cuestión
en un Moloch y aplastaba su sentido mismo sacrifi- si trato de responder a esa pregunta de hacia dónde
cándolo a la ortodoxia, pero, al fin y al cabo, cabía la va nuestra sociedad: hacia la desaparición del hombre
esperanza de que fuera interpelado por aquella reali- como individuo y de su expresión en la libertad. Pe-
dad trascendente y acabara en la incertidumbre y en ro nos resulta impensable ciertamente que ese hom-
la conversión, en la lucidez de sus propios crímenes; bre pueda morir de modo definitivo o que no poda-
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mos evitar su muerte. Después de todo, quizá surjan, logró hacerlo el experimento republicano del 31, pe-
ahora también como en la Edad Media, «monaste- se a su radicalismo ideológico. Esa «morada vital» o
rios» o grupos de hombres que puedan acumular la «vividura» siguieron siendo las del Barroco en nues-
vieja memoria histórica, trazar sugestivas iluminacio- tro pueblo: una vividura anclada en lo religioso-po-
nes de los mitos que siempre han ayudado a los hom- lítico, en la incapacidad para el pensar y el senti-
bres a serlo y tratar de vivir ellos mismos su indivi- miento civiles, en un cierto misoneísmo y xenofobia
dualidad y su libertad, exigiendo defensas contra la y en una conciencia de singularidad exultante de
banalidad y la idiocia, la tiranía y la barbarie. Aquí y pueblo elegido, y, a la vez, en un complejo de impo-
ahora, una tarea como esta parece la más desespera- tencia o incluso de nihilismo. Perviven los estereoti-
damente urgente. pos seculares de vida hispana y pueden hallarse ante
nuestros mismos ojos, a poco que se indague bajo sus
disfraces modernos: la «rodomontade», que más que
¿Y NUESTRA SOCIEDAD ESPAÑOLA?
fanfarronería es osadía alucinada; el mesianismo, la
Nuestra sociedad española, claro está, es una parcela repugnancia al trabajo sistemático, la actitud pícara o
de esa sociedad occidental a la que se la plantea el re- anárquica, la desconfianza hacia la inteligencia o su
to que he descrito, pero, desde luego, es muy singu- desprecio, la incapacidad para la solidaridad por en-
lar por muchos conceptos, y, sobre todo, estamos in- cima del propio corral y cotarro ideológico, familiar
mersos en ella y es la nuestra, y la sonoridad de esa o de intereses, la religiosidad nacionalizada y sociali-
pregunta, ¿hacia dónde va nuestra sociedad?, es ver- zada, mientras todo un cúmulo de actitudes vitales y
daderamente dramática, un verdadero forcejeo entre valores religiosos y tradicionales han caído o están
muchas aprensiones y algunas esperanzas. ¿Qué espa- cayendo ante el soplo de la modernidad, y, al coinci-
ñol no se pregunta, en este momento, hacia dónde dir la impetuosa entrada de ésta en nuestro suelo con
vamos? Y no sólo porque en estos instantes precisos la desaparición de un régimen autoritario y paterna-
estemos embarcados en un proceso político difícil, si- lista, encarnación de muchas de esas actitudes secula-
tuados en el centro de una crisis socio-económica res, se da la angustiosa sensación entre real y onírica
grave o en un cambio radical de costumbres, sino de que el suelo falta bajo los pies.Y es que al español
porque la realidad de España y de la cultura españo- le faltan incluso los esquemas mentales con los que
la hace mucho tiempo que se nos ha hecho proble- entender la modernidad y, desde luego, le falta una
mática y porque, a nivel mismo de la cotidianidad, cultura moderna y una sensibilidad moderna. Con-
todo un sistema de valores de la vividura de la ma- trariamente a otras sociedades europeas, además, lo
yoría de los españoles se está viniendo abajo o ya lo que falla entre nosotros no es el pueblo, sino las éli-
ha hecho en medio de un «crac» específicamente tes dirigentes, que sólo son dirigentes porque se en-
ruidoso. cuentran en esa posición político-social de dirigen-
No podía ser menos. La civilización española se tes, pero no por su conciencia histórica de tales, por
ancla de modo monolítico a finales del xv y en el su preparación para asumir esas responsabilidades ni
xvi, y se consolida inmediatamente en los años que por su cultura. También en este caso sigue funcio-
siguen, y, pese a todo, ha recibido luego pocos sobre- nando en la realidad el viejo valor barroco: «Suerte
saltos: la Ilustración no llegó más que a una reducida Dios te dé, que de saber no has de menester.» «Lo
«élite», y los cambios políticos del xix —la Revolu- que hay que trabajar en este puñetero país para llevar
ción del 68 y la Restauración canovista, encarnación adelante un buen pensamiento», decía don Antonio
de los valores burgueses de la oligarquía—, si real- Machado Álvarez, el padre de los Machado, y de la
mente significaron alguna transformación en la «mo- cerrilidad de las propias élites dirigentes en el plano
rada vital» o «vividura» de los españoles, distaron mu- de la educación y de la inteligencia puede hacerse,
cho de metamorfosearla radicalmente. Ni siquiera desde luego, una siniestra antología: desde los ilustres
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«catetos» que impidieron el estudio del francés en el samiento civil y no sacral, son tan procesionales y
bachillerato, presionando sobre un Gobierno de Da- verbeneras como nuestra vieja religiosidad. Los par-
to, o los que toreó un poco chulescamente, pero con tidos políticos han venido a sustituir un poco o un
efectividad, el conde de Romanones cuando entre él mucho a los frailes, como antes ocurriera ya con los
y Castillejo estaban tratando de levantar la Junta de diputados de la Restauración, a los que Costa llamó
Ampliación de Estudios, hasta el bochorno diario de «frailes de levita», porque este pueblo barroco no
la estatal televisión española, que parece una exhibi- puede pasarse sin frailes ni ermitas, pendones y es-
ción de ignorancia y zafiedad intelectuales precisa- tandartes multicolores de cofradías en pugna, con su
mente cuando aborda problemas culturales. Y esto, verdad absoluta cada una.
para no mentar ligerezas aún más imperdonables en Y sin embargo, en la más honda de las tradiciones
instancias culturales más específicas y altas, o un ha- y de las vividuras hispanas, no habría que hurgar de-
blar por hablar de las cuestiones más serias con total masiado para hallar defensas frente al embate de este
ausencia de saber y la mayor alegría, y el mayor éxi- tiempo nuestro contra el individuo y la libertad, y, sin
to también. ir más allá, pienso en el popular «nadie es más que
Aquí llega la modernidad forzando el salto prác- nadie», que Juan de la Cruz andaba rezongando por
ticamente desde aquella fatídica fecha en que Felipe Segovia y que se unía a la crítica de las «autoridades
II prohíbe a los españoles salir fuera de su país en postizas» de Teresa de Jesús o a la feroz crítica del
busca de saberes y entrar a maestros forasteros. No maestro fray Luis de León contra el mal pastor que
ha habido, aquí, Renacimiento ni Ilustración, Ra- aborrega a sus ovejas. Quizá todavía la civilización
cionalismo, idealismo, positivismo o existencialismo, del dinero y el consumo o la banalidad de los «mass-
salvo en minorías aisladas y aplastadas con frecuen- media» populares no han asesinado del todo este sen-
cia, sin calado alguno en la vividura y en los esque- timiento. Pero también pienso que un pueblo sin éli-
mas mentales de una cierta mayoría influyente y de- tes conscientes de su papel ético y cultural, con élites
terminante socialmente, de las élites de que arriba fascinadas por todo lo epidérmico y superficial del
hacía mención, y no ha habido tampoco experien- mundo entero y jugando al péndulo de las ideas
cia colectiva de las formas de vida y del modo de ser «snobs» en las que ellas no arriesgan nada, pero un
hombres a que todos esos movimientos de ideas han pueblo quizá todo, tardará mucho tiempo en encon-
dado lugar: no ha habido verdadera experiencia de trar o en recobrar su conciencia de identidad pro-
la libertad política jamás, ni tampoco puede hablar- funda y será zarandeado por mil solicitaciones. Y
se, aquí, de una burguesía en sentido cultural.Y, aho- pienso igualmente que en nuestra sociedad española,
ra, el mundo moderno irrumpe entre nosotros en el sin una cultura viva y fehaciente, sólida y hecha car-
preciso instante en que en él están en crisis y cues- ne del cuerpo social y sin memoria histórica o rene-
tión el hombre como individuo, la libertad, la ex- gando alegremente de ella, reviviendo en fin su vie-
presión de la individualidad en todos los aspectos. ja secular actitud de «pose» de «estar» en vez de «ser»
Como no hemos tenido experiencia de todo ello, —los españoles han «estado» erasmistas o liberales,
quedamos fácilmente fascinados; con la misma faci- católicos o ateos, pero difícilmente «son» esas cosas, y
lidad con que en una cultura que ha vivido de es- de ahí su extraordinario movimiento pendular de
paldas a la modernidad, como la nuestra, se recibe extremo a extremo—, el reto que se abate sobre la
cualquier subproducto con tal de que venga envuel- pervivencia del hombre como individuo, de la liber-
to en el celofán de una etiqueta «snob» o ultimísi- tad y del pensamiento personal, va a ser mucho más
ma. De las seguridades de Trento pasamos a las se- largo y dramático. Y si nos mostramos muy cons-
guridades ateas del momento, sin haber pasado por cientes y lúcidos de todo lo apuntado podríamos es-
ninguna duda metódica, y las mismas convicciones perar que las cosas fueran de otro modo y rebajar un
políticas, dada nuestra incapacidad para un solo pen- poco el tono de las sombras de este instante.
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PENSAMIENTO
Carlos Díaz
Prof. de Filosofía de la Univesidad Complutense
DE LA JUSTICIA A LA TEODICEA
i lo justo fuese «la libertad en igualdad»1, tal tad traducida en una acción caritativa de la compa-
1. N. R.: El autor se refiere al artículo «Del Estado de bienestar a la sociedad del bien ser», de Luis Ferreiro, Acontecimien-
to, N. 104, 2012/3, pp. 39-44.
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PENSAMIENTO
timo arrastre del féretro de la humanidad al corra- más las cosas precisamente por dejarlas como están.
lón de muertos. Por el contrario, el sentimiento de injusticia se basa
A la meta ideal del bien no se llega tapándose los en la combinación de «debería ser de otra manera»,
ojos con la venda de la justicia, ni ignorando la on- «es culpa de alguien que no sea de otra manera» y
tología de lo real como punto de partida, sino con los «puede lograrse que sea de otra manera»2. A lo que
ojos de la lucidez bien abiertos, es decir, profundi- hemos de añadir: «si los otros no pueden hacerlo,
zando en la virtud de la epimeleia de uno mismo y de ¿por qué no lo intento yo?». Y «si yo no lo intento,
los demás, mismos que uno, esa ética del nosotros ¿que clase de hombre soy?».
que no elimina a la ontología del yo, sino que la re- Ulpiano: justitia est constans et perpetua voluntas ius
convierte desde su ab-negación, ese interés del des-in- suum quique tribuendi. «La justicia no es un dato de la
ter-es, esa civilidad de gozar salvándose todos, esa ge- experiencia; no está encarnada en ninguna parte, ni
nerosidad del género, del género humano, claro está, formulada en lugar alguno, sino que se sitúa más allá
no de cualquier degeneración solipsista del género. de toda encarnación y de cualquier discurso, como
En resumen, la de la benevolencia y de la gratuidad, un ideal. No hay una dignidad humana definida,
eso sí, siempre dando el salto del concepto a la expe- constituida por cualidades netas y precisas, porque el
riencia. Y así, si no hay más remedio, ser temido co- hombre no tiene una dignidad de la misma manera
mo punto de partida, ser amado como meta. que tiene un corazón o dos pulmones. Tampoco hay
Y una última precisión muy necesaria: desde esta una dignidad humana concebible de manera definiti-
perspectiva y sólo desde ella, cabría plantear un orden va. Cualquier concepto de justicia no dejará de ser el
ético-religioso capaz de dar perfección de plenitud al concepto de cierta justicia, realizada en tal momento
orden ontológico de las cosas. Porque la igualdad es del tiempo y en tal lugar del espacio. Hay que ir más
una suerte de categoría necesaria de la razón prácti- lejos del concepto, o, mejor dicho, hay que superar lo
ca, que se encuentra en todas las sociedades. Además, que en el concepto es representable, para que, pro-
como enseñara Husserl, el último paso de este cami- fundizando más, logremos alcanzar hasta la misma ley
no infinito, que como tal nunca se da en la ontolo- de la construcción del concepto. Si queremos com-
gía, consistiría en la apertura a calzón caído a la teo- prender la justicia, no será separando de lo dado nin-
dicea, es decir, ante la justificación de Dios ante los gún ideal que estaría contenido en ello. La justicia no
hombres y de los hombres ante Dios, a ser posible sin es, pues, un resultado; es un esfuerzo, una invención
tanto Schritt zurück heideggeriano, que ni afirma ni progresiva. Nuestro yo es un yo militante; es esfuerzo,
niega, sino todo lo contrario, llevado por un vago no puede afirmarse más que como acto de opción, y
respeto que parece impotencia y que enreda mucho un acto de opción constantemente renovado»3.
2. Cfr. Elster, J.: Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos básicos de las ciencias sociales. Ed. Gedisa, Barcelona, 2007,
pp. 70.
3. Madinier, Gabriel: Conciencia y amor. Ensayo sobre el «nosotros». Fundación Emmanuel Mounier, Madrid, 2012.
ACONTECIMIENTO 105 9
PENSAMIENTO
¿PERDONAR LO IMPERDONABLE?
(Notas a la sombra de Auschwitz)
1. Reyes Mate propone distinguir incluso entre memoria (mnemne) y rememoración (anamnesis), la primera especializada
en el pasado recordado y la segunda en el pasado olvidado: Memoria de Auschwitz. Actualidad moral y política. Madrid:
Editorial Trotta, 2003, p. 153.
2. Imre Kertész: Kaddish por el hijo no nacido. Barcelona: Acantilado, 2001, p. 37.
3. Jean Amery: Más allá de la culpa y la expiación.Valencia: Pre-textos, 2001. Citado por Reyes Mate: «En torno a una justi-
cia anamnética» In José M. Mardones y Reyes Mate (eds.): La ética ante las víctimas. Barcelona: Anthropos, 2003. Pág.
101.
4. Reyes Mate: Memoria de Auschwitz. Op. Cit., p. 257.
5. Reyes Mate: Memoria de Auschwitz. Op. Cit., p. 183.
10 ACONTECIMIENTO 105
PENSAMIENTO
Ana C. Martín
ejercido el perdón supone la invitación a ver las co- considerar y reivindicar como un elemento incómo-
sas de otra forma y a verse de otra forma. El perdón do, escandaloso, pero esencial en nuestra reflexión
abre un porvenir, un camino libre: «El infierno, sería moral acerca del Holocausto.
el pasado definitivamente impuesto, el pasado cerra-
do, mientras que en el perdón esta irreversibilidad es-
III. PERDONAR LO IMPERDONABLE
tá presente, y por ello no es un olvido, pero en ese
pasado no deja de haber algo que se abre hacia un El perdón cobra su sentido más auténtico precisa-
nuevo mundo»6. Ese era uno de los propósitos res- mente cuando se pregunta si es posible perdonar lo
tauradores del año del Jubileo establecido (y nunca imperdonable. Lévinas insiste en que el perdón sólo
cumplido) en la Ley de Moisés (Levítico, 25): «El ju- puede ser respuesta al arrepentimiento del culpable y
bileo era como un gran borrador que, en plazos fi- a su petición expresa de perdón pero en el judaísmo
jos, regulaba una vuelta a la igualdad para todos, pa- y en el cristianismo existe otra figura del perdón ra-
ra que cada generación (49 años) gozara de iguales dicalmente excéntrica, como don gratuito que se
oportunidades socio-económicas»7. El Jubileo supo- ofrece incluso allá donde no ha habido una expre-
nía una vuelta del calendario de los hombres y las so- sión previa de arrepentimiento. El movimiento del
ciedades a un «año cero» en el que los esclavos eran perdón está tensado entre esas dos lógicas, heterogé-
puestos en libertad, la tierra volvía a sus propietarios neas entre sí pero a la vez indisociables. Por una par-
originales, las deudas eran abolidas y la ley de la deu- te el perdón sólo puede concederse de forma condi-
da quebrada. Este sentido es el que merece la pena cional, donde hay reconocimiento de falta,
6. Stanislas Breton: «La otra cara del mundo». In Olivier Abel (ed.): El perdón. Quebrar la deuda y el olvido. Madrid: Edicio-
nes Cátedra, 1992, p. 108.
7. John Paul Lederach: El abecé de la paz y los conflictos. Madrid: Los libros de la Catarata, 2000, p. 28. Cfr. José Grau: «El
Jubileo, máxima expresión de libertad y justicia». En VV. AA: Ser evangélico hoy. Terrassa: Clie, 1988. Christopher J. H.
Wright: Viviendo como pueblo de Dios. La relevancia de la ética del Antiguo Testamento. Barcelona: Publicaciones Andamio,
1996.
ACONTECIMIENTO 105 11
PENSAMIENTO
arrepentimiento, confesión y petición de perdón. Por era imperdonable. Arrojado al mar y rescatado por un
otra parte, no hay perdón radical salvo en la forma de gran pez, Jonás obedeció finalmente a Dios, predicó
don gratuito, incondicional, unilateral, sin círculo de en Nínive y tal como «temía» aquellas gentes se arre-
reciprocidad8. Puestos a perdonar, mejor hacerlo sin pintieron y Dios les perdonó. Jonás tuvo que apren-
reservas ni condiciones, en su sentido más excesivo, der que Dios es santo y es justo pero es sobre todo
más desmesurado, no en vano la palabra «perdón» misericordioso y perdona lo imperdonable. La litur-
procede del latín per-donare: dar a alguien su deuda, gia judía obliga a leer el libro de Jonás en el día del
dar totalmente, dar de más, anular todas las deudas. Kippur, día de la expiación, para aprender a perdonar
Mencionaremos a dos pensadores que hacen del lo imperdonable. «Cuando los hombres son capaces
perdón un factor crucial en su reflexión sobre el Ho- de producir asirios, romanos, cruzados, inquisidores,
locausto: Armand Abecassis y Jacques Ellul, uno ju- Fernando e Isabel, ‘la muy católica’, cosacos y nazis,
dío y el otro protestante, ambos franceses, ambos la historia sólo se puede renovar si las víctimas judías,
comprometidos con la causa de la persona. Los dos o más exactamente, los descendientes de estas vícti-
nos introducen en la «economía del don» reivindi- mas, les otorgan su perdón, injusto, escandaloso e in-
cando a pesar de todo la centralidad del perdón para admisible. A lo impensable y a lo indecible de la ca-
romper la tiranía del tiempo, para «quebrar la deuda tástrofe y de la Shoah, hay que responder con la
y el olvido». categoría divina, indecible e impensable, del per-
Armand Abecassis eleva el listón al extremo cuan- dón»10. Si negamos el perdón, detenemos la historia
do afirma que lo más propio del perdón es perdonar porque el perdón es la condición fundamental de la
lo imperdonable9. Es preciso acordarse de la falta ya historia.
que si olvidamos no podemos perdonar realmente, Jacques Ellul afirma que en sentido estricto sólo
pero se trata de acordarse de la falta para perdonarla cabe el perdón radical a la luz de la teología de la
y trascenderla. Abecassis señala que el crimen como cruz, porque sólo puedo perdonar gratuitamente an-
tal es inexcusable e imperdonable pero, a la vez, ad- te Aquel que gratuitamente me perdona, experimen-
vierte que una comunidad no puede construirse so- tando primero la gracia desmedida del perdón. Paul
bre el principio de lo imperdonable porque sin per- Ricœur lo llama la «ley de la superabundancia»11:
dón no puede continuar la historia. Se perdona y, «cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia»
además, se perdona por nada. (Rom.5, 20). Por esto en última instancia el perdón
Esa fue la lección que Dios enseñó a Jonás, tal co- es un asunto entre quien perdona y él mismo, no ne-
mo leemos en el Antiguo Testamento. Nínive, la ca- cesita de la confesión del otro. Puede perdonar quien
pital asiria, hizo desaparecer en 722 a.C. a las diez tri- vive gratuitamente en y bajo el perdón de Dios en
bus del reino del norte, cinco sextas partes del pueblo Jesucristo. «Sólo puede perdonar (…) el que ha sido
hebreo. Sin embargo, Dios envió a Jonás a predicar anteriormente perdonado, que vive por haber sido
arrepentimiento a aquella ciudad, paradigma del mal perdonado, que sabe, a partir del perdón recibido, el
y la violencia absoluta. El profeta se rebeló a aquella sentido que puede tener un verdadero perdón. Este
orden divina y huyó a Tarsis, en dirección opuesta a perdón de los demás sólo puede ser la continuación,
Nínive, porque estaba convencido de que el mal que la consecuencia del perdón que he recibido. En Jesu-
aquella ciudad había cometido contra sus hermanos cristo, recibo un perdón gratuito, un perdón que no
8. Jacques Derrida: «Confesar-Lo imposible. ‘Retornos’, arrepentimiento y reconciliación». En Reyes Mate (ed.): La filoso-
fía después del Holocausto. Barcelona: Riopiedras Ediciones, 2002, p. 173.
9. Cfr. Armand Abecassis: «El acto de memoria». In Olivier Abel (ed.): El perdón. Quebrar la deuda y el olvido. Op. Cit., pp.
133-148.
10. Armand Abecassis: Op. Cit., pp. 146.
11..Cfr. Paul Ricœur: Amor y Justicia. Madrid: Caparrós, 1993.
12 ACONTECIMIENTO 105
PENSAMIENTO
me ha costado nada, un perdón al que no tenía de- enojó y entregó al siervo antes perdonado a los ver-
recho»12. Toda mi culpa ha sido asumida por Jesucris- dugos (Mateo 18, 23-35). Esta es la conclusión de Je-
to, que vino a la cruz para nuestra justicia: «Al que no sús: «Así también mi Padre celestial hará con vos-
cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató otros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
como pecador, para que en él recibiéramos la justicia hermano sus ofensas» (v.35). Se impone, pues, un
de Dios» (2ª Corintios 5,21-NVI). principio radical: «Cuando encontramos al Dios de
Una parábola de Jesús ilustra este principio de vi- Jesucristo, lo encontramos en su perdón (imagen
vir bajo el perdón para aprender a perdonar: Un concreta de su amor) (…) en el espejo del perdón
siervo debía a su rey una cuantiosa suma de dinero descubro la envergadura del daño que he hecho a
pero éste, movido a misericordia por sus súplicas, Dios y al prójimo. Este daño queda, a partir de ese
decidió perdonarle; el hombre, apenas salió de pala- momento, cubierto. Si lo he recibido gratuitamente,
cio tropezó con un consiervo que le adeudaba una a partir de entonces, tengo que conceder yo tam-
pequeña cantidad y desatendiendo sus ruegos, quien bién, gratuitamente y sin cálculo, el perdón a aquel13.
había sido perdonado generosamente echó en la cár- Nuestra parte es no olvidar que hemos sido perdo-
cel de forma implacable a su consiervo hasta que pa- nados y ejercer también la desmesura del perdón
gase la deuda; al enterarse el rey de lo sucedido se «hasta setenta veces siete» (Mateo 18,22).
12. Jacques Ellul: «Pues todo es gracia». In Olivier Abel (ed.): El perdón. Quebrar la deuda y el olvido. Op. Cit., pp. 120.
13. Jacques Ellul: Op. Cit., pp. 121.
ACONTECIMIENTO 105 13
EDUCACIÓN
José M. Linares
Licenciado en Filosofía Ilustración: Ana C. Martín
CAFÉS LITERARIOS
a importancia que ejercieron los cafés en el analizando, dando razonamientos sobre los aconteci-
14 ACONTECIMIENTO 105
EDUCACIÓN
Eran espacios de socialización y, con la construc- ña. En estas Misiones fueron dos tertulianos los prin-
ción de casinos, se posibilitó que las tertulias en las cipales actores, Alejandro Casona y Eduardo Vicente.
provincias fueran fijas. Con el ministerio de Fernández de los Ríos, el de Ins-
Citaremos algunos de los cafés más emblemáticos trucción Pública, Lorca y Ugarte montaron La Barra-
como fue el Café Pombo, a donde Ramón Gómez ca para llevar a los pueblos la cultura que hasta enton-
de la Serna asistía asiduamente, cerca de la Puerta del ces sólo era accesible en Madrid o Barcelona. Hay que
Sol; Antonio Machado en el Café Español y en el recordar que muchos tertulianos, el 14 de abril de
Café de las Salesas; el Café de Fornos, el del Gato 1931, se convirtieron en padres de la patria en el Se-
Negro, Café Levante; Café Colonial; Ortega y Gas- nado o en el Congreso, como fue el caso de Azaña.
set en La Granja del Henar, por el Café Marfil pasó La sombra de los cafés literarios se extendió en el
Jacinto Benavente, el Café del Prado donde acudía pueblo y así nacieron en los Ateneos libertarios, en
Marcelino Menéndez Pelayo, en el Café Español los las Casas del Pueblo, con tertulias, conferencias, co-
hermanos Machado y así multitud de lugares. loquios, etc.
Además de estos Cafés estaban los denominados Este modo de proceder, de diálogo, de intercam-
Cafés de barrio, como el Café de San Millán, fre- biar información, conocimiento…. amistad, se vio
cuentado por las clases populares, comerciantes am- que era el camino para difundir las ideas de libertad,
bulantes, mozos de mulas, arrieros, y por gente de de igualdad, de fraternidad y propiciar un mundo
clase media; los Cafés Negresco y Granja del Henar mejor, un mundo sin repre-
eran considerados de barrio por su lejanía del centro sión; y en esa búsqueda
pese a estar en la calle Alcalá; el Café del Norte, en- de la libertad de ex-
tre la Red de San Luis y la calle Hortaleza; el Café presión, durante la
Oriente, después llamado Café Social de dictadura del gene-
Oriente, entre las calles de Atocha y Drumen; ral Franco, se rea-
el Café Bilbao, entre Carranza y la Glorie- lizaron centros
ta de Bilbao; el Café Europeo y en- culturales que
frente el Café Comercial, donde se evolucionaron
reunían las jóvenes promesas, en la hacia cineforum,
calle Fuencarral, en el barrio de Sa- teatro leído, poesía
lamanca el Café Jorgen Juan; el Ca- dialogada…. todo
fé Roma y la Cervecería el Águila. ello para difundir
El ambiente cafeteril fue una de las ideas de socialización,
estrategias de Las Misiones Pedagógicas, de tolerancia, de igual-
inspiradas por la Institución Libre de dad, de honradez… del al-
Enseñanza, cuyo deseo era lle- zarse contra los regímenes
var la cultura a la calle, a los dictatoriales.
pueblos y ciudades de Espa-
ACONTECIMIENTO 105 15
EDUCACIÓN
También se vio favorecida la impresión escrita, no personal, ya que se puede vivir en el anonimato, que
había tertulia que en algún momento no sacara a la luz por tener tiene sus ventajas y sus inconvenientes…
una revista propia de los tertulianos; durante los años tan influyentes son que valdría lo que decía Valle-In-
veinte y primeros de los treinta se registró un auge de clán al inicio de esta reflexión. La dinámica que está
las revistas literarias y artísticas, donde los consagrados imponiendo la tecnología hace que los aconteci-
y las jóvenes promesas encontraron una tribuna don- mientos pasen tan deprisa que no nos da tiempo a
de darse a conocer y donde exponer sus opiniones e adaptarnos a los cambios, tan rápidos nos parecen,
ideas. Citaremos algunas como El Nuevo Mercurio, He- que nos pasan por encima y se desvanecen tan verti-
lios, Renacimiento, Germinal, Prometeo. La revista España ginosamente y se vuelve obsoleto nuestro conoci-
nació en 1914 fundada por Ortega y Gasset, que des- miento de un día para otro, no se detiene el tiempo,
de hacía 4 años era catedrático de Metafísica de la como cuando se iba al Café a inspirarse, a dialogar, a
Universidad de Madrid, sustituyendo a Nicolás Sal- intercambiar información, hay tanta información
merón. Llevó a sus hojas importantes hombres de lo que las preguntas que se hacia Kant no nos sirven,
que él denominó la España Real, destacando Rami- hoy hay que preguntarse ¿qué quiero saber?, ¿qué
ro de Maeztu, Ramón Pérez de Ayala, Eugenio quiero hacer?, ¿qué puedo esperar? Porque el cono-
d’Ors, Manuel Azaña, Martínez Sierra, Benavente o cimiento para existir, por lo menos aparente-
Valle-Inclán. Es el antecedente de la mente, está ahí, en
Revista de Occidente, que fundaría el Internet.
propio Ortega en 1923.
La Revista Pluma estuvo idea-
da por Manuel Azaña y se editó
por primera vez en el mes de ju-
nio de 1920 con treinta y ocho
números, importante cifra para la
época. La redacción de la revista se
hacía en la calle Hermosilla, nº 24,
en el domicilio de Azaña. A pesar de
la prosa eficaz de D. Manuel su
triunfo como literato se le negó en
rotundo. Su obra más importante fue
el monográfico de 1923 sobre Valle-In-
clán. La revista Buen Humor donde Gu-
tiérrez fue el preludio del humor del absur-
do.
Después de este repaso histórico, hoy en día
con los nuevos medios de comunicación social, han
cambiado los habitos de dialogo, Internet con sus
foros de discusión, las video conferencias, los twen-
tis y demás sitios de amistades, los blogs, etc. hacen
que las tertulias sean planetarias, no están sometidas
al lugar, aunque se pierde cercanía y conocimiento
16 ACONTECIMIENTO 105
RELIGIÓN
Pedro Zabala
Ilustración: Ana C. Martín
Instituto E. Mounier. La Rioja
a especie humana se caracteriza por su capaci- ria. No el mal físico, del daño causado por la finitud
ACONTECIMIENTO 105 17
RELIGIÓN
Pero no se trata siempre de violaciones graves de que no te extingas en mí. Pero no puedo garantizar-
derechos humanos. Hay otros atropellos menores, te nada. Sólo una cosa se me hace cada vez más cla-
cotidianos, que pasan casi desapercibidos. Cada vez ra: que Tú no puedes ayudarnos, sino que nosotros
que en nuestros encuentros con otras personas no debemos ayudarte a Tí. Y así es, como en definitiva,
respetamos su dignidad, las cosificamos, las converti- nos ayudamos a nosotros mismos. Es de lo único que
mos en medios para conseguir nuestros mezquinos se trata: salvar una parte de Ti en nosotros y quizá así
intereses egoístas. Encerrados en nuestro ego absor- podamos colaborar a que resucites en los corazones
bente somos, a menudo, incapaces de mirar al otro atormentados y desgarrados de otros hombres».
como otro tú, digno del mismo respeto que recla- Ciertamente, como dice Jesús Bonet, «intuimos
mamos para nosotros. Lo peor es cuando ese prima- que el misterio del sufrimiento y de sus víctimas, in-
do del egoísmo se convierte en estructura social, en separable del misterio del bien y del misterio de
sistema económico-político, donde todo vale para Dios, no va a permitirnos una respuesta final que no
conseguir el máximo beneficio individual. Sistema sea un acto de confianza (o de desconfianza) —un
que, como estamos viendo, conduce a la mayoría de acto de fe, en el fondo— que muchas personas que
la humanidad a la miseria, al hambre, a la pérdida de sólo buscan en la razón instrumental, quizá no van a
morada, al desarraigo… compartir, por lo que optarán —con toda legitimi-
La pregunta surge sola: si existe Dios, ¿cómo pue- dad, por su supuesto— por la duda escéptica o por el
de consentir esas cosas? O es tan impasible —vive tan agnosticismo».
alejado de nosotros que el sufrimiento de los huma- Los creyentes sabemos que necesitamos ser libera-
nos no le turba— o tan impotente que no puede re- dos, hemos hecho una apuesta de confianza. Apuesta
mediarlo —¡en cuyo caso qué diantre de dios es!—. que entraña un compromiso de vida, pues como di-
La respuesta teórica de su respeto absoluto a la liber- ce Josep María Coll: «Bíblicamente sólo puede ha-
tad del ser humano puede satisfacer a la fría razón, blarse de Dios en relación con promesa, futuro e His-
pero deja inquieto al corazón. toria. Según esto, la pregunta sobre si Dios existe se
Rozamos la cuestión clave del misterio de la exis- convierte en si existe para nosotros una promesa (y
tencia y de la divinidad. La respuesta de aquella filó- no se trata sólo de sueños humanos) y si Él, que la
sofa y mística judía holandesa Etty Hillesum que hace, cumple su palabra. En este contexto, ‘creer’ sig-
murió gaseada en un campo de concentración nazi, nifica haber ganado la promesa nuestra confianza,
nos puede dar una pequeña luz paradójica: «Quiero meternos en ella y arriesgarnos con ella en nuestra
ayudarte, Dios mío, para que no me abandones, para vida, ser cambiados por ella interna y externamente».
18 ACONTECIMIENTO 105
CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JACQUES ELLUL TESTIMONIO
Carlos Díaz
Prof. de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid Ilustración: Ana C. Martín
JACQUES ELLUL:
UN PENSADOR ANARCO-CRISTIANO
Trazo biográfico mínimo
1. Aunque sus biógrafos le presentan como «jurista, historiador, sociólogo y teólogo protestante», él no se reconocía en
nada de eso: «Personalmente no soy sabio, ni exégeta, ni hermeneuta, ni teólogo» (Ellul, J.: La razón de ser. Meditación
sobre el Eclesiastés. Ed. Herder, Barcelona, 1989). ¿No sería mejor llamarle meditador del Eclesiastés?
2. Cfr. el libro publicado por Patrick Troude-Chastenet Sur Jacques Ellul, un penseur de notre temps. Ed. L’esprit du temps,
1994. Recoge el Coloquio internacional «Technique et société dans l’œuvre de Jacques Ellul». Institut d’études
politiques, Bordeaux, 1993.
3. Cfr. Chastenet, P: Entretiens avec Jacques Ellul. La Table Ronde, París, 1994; Vanderburg, W: Ellul par lui même. La Table
Ronde, París, 2008.
ACONTECIMIENTO 105 19
TESTIMONIO
UN PERSONALISMO TEMPRANO (1935) que, como no podía ser de otro modo dada la
juventud de sus autores, tenía el carácter de mero tes-
La cosa comenzó en su etapa universitaria —junto timonio genealógico7 y trataba de demostrar en 83
con su inseparable Charbonneau— con la adhesión puntos la impotencia de la política frente a la supre-
a los grupos Esprit —en 1936 tan sólo se formaron 32 macía de la técnica y del Estado, tanto en los regí-
grupos; en el de París estaba Merleau-Ponty— de menes capitalistas, como en los fascistas o en los co-
Gasconia y a L’Ordre Nouveau4, otro colectivo perso- munistas, frente a los cuales postulaba una revolución
nalista de comienzos de los años treinta contra el des- federalista de corte proudhoniano en el terreno po-
orden establecido5. Los personalistas gascones de los gru- lítico («la salvación exige la disminución del poder
pos Esprit encarnaron la fracción más individualista, efectivo de los Estados») y en el económico («hasta
libertaria, federalista y ecologista de L’Ordre Nouveau, hoy la economía dirigida no se preocupaba de lo que
lo que hizo de ellos unos marginales en el seno de constituye la condición misma de la economía, la
una corriente ella misma minoritaria y en creciente técnica»), pero eso no bastaba ya: «el problema no só-
desacuerdo con Mounier, a quien Ellul, con su fortí- lo se plantea en el plano político-económico, sino en
simo carácter desde la infancia hasta la muerte, cali- el de la civilización misma, a saber, en el de la ética,
fica de autoritario, demasiado poco crítico respecto a las costumbres y las formas de pensar, en la vida co-
los fenómenos de mutación de la sociedad (el peso tidiana de cada uno de nosotros». Para eso debe el
creciente del Estado y de la técnica) y al mismo hombre liberarse del «pecado social», que le lleva a
tiempo demasiado espiritualista e indiferente a toda renunciar a su vocación de libertad y a configurarse
necesidad de revolución, pese a su diálogo con el según la presión social. Y todo esto viviéndolo de
marxismo6. A cuatro manos y en aquel contexto los verdad, pues durante los años treinta organizaron va-
dos compañeros, Charbonneau y Ellul, decidieron rios campos en los Pirineos (donde nació Esprit), so-
editar policopiados algunos ejemplares de su propio bre todo con pequeños grupos electivos de estudian-
Manifiesto y difundirlo entre los pequeños grupos tes protestantes, para experimentar física y
personalistas de Burdeos y del Suroeste de Francia concretamente, en contacto con la naturaleza, su mo-
bajo el título Directives pour un manifeste personnaliste delo de sociedad pluralista8.
4. Fundado en mayo de 1933 por Denis de Rougemont y animado por Alexandre Marc y Arnaud Dandieu, que sostu-
vieron una relación de amor-odio con la revista Esprit de Mounier fundada un año antes. Cfr. Winock, M: ‘Esprit’. Des
intellectuels dans la cité 1930-1950. Éditions du Seuil, Paris, 1996.
6. Cfr. Mounier, E: Comunismo, anarquía personalismo. Obras Completas en cuatro volúmenes, vol. I. Ed. Sígueme, Salamanca,
1992.
7. Algunas noticias las proporciona el propio Ellul en Engagement et dégagement. Réforme (revista formada y dirigida preci-
samente por Jean Bosch), 21 de enero 1939; en Engagement et dégagement (Sacrifice et lucidité: Jean Paul Sartre et Emmanuel
Mounier, Réforme, 21 enero, 1950; en MM. Cassou, Vercors, Mounier, Strachy et Zilliacus: c’est n’est pas le communisme qui a
change, c’est vous, Réforme, 25 de marzo 1950, o en Pourquoi je me suis séparé de Mounier, Réforme 15 abril 1950. En este
último artículo afirma Ellul que el movimiento Esprit se ha degradado de 1937 a 1939 debido a su «filosofía tomista»:
«Mounier no podía, escribe Ellul, renunciar a esa idea de un hombre que decide casi libremente, demiurgo y en todo
momento capaz de dominar los poderes». Dicho con Henri Marrou: un desacuerdo teológico (déviation eschatologique)
separaba a los discípulos de Karl Barth, creador de una corriente neocalvinista en el protestantismo, que hacía que los
intelectuales protestantes —entonces más separados del catolicismo que hoy— viesen en el «optimismo» católico los
malos efectos de la influencia tomista.
7. Texto de quince páginas reproducido y anotado en Revue Française d’Histoire des Idées Politiques nº 9, primer semestre
de 1999, pp. 159-177.
8. Cfr. el número 1 de los Cahiers Jacques Ellul editados bajo el título Dossier pour les années personalistes por la Association
Internationale Jacques Ellul, Burdeos, 2003 (21, rue Brun 33800 Bordeaux).También puede consultarse al Groupe Paris-
20 ACONTECIMIENTO 105
TESTIMONIO
En esa línea, nunca abandonada, en Le personna- anarquistas de Barcelona. Los contactos en ese tiem-
lisme, révolution inmediate (1935)9, Ellul se esfuerza por po con los anarquistas españoles me atrajeron hacia el
precisar la noción de institución, así como por definir anarquismo. Pero había un obstáculo insuperable: yo
los contornos de una revolución auténtica contraria a era cristiano. Fue un obstáculo que tuve que afrontar
los movimientos de masa, asunto sobre el que volve- durante toda mi vida. Por ejemplo, en 1964 me atra-
rá siempre, por ejemplo en La subversion du christia- jo un movimiento muy cercano al anarquismo, el si-
nisme (1984): «Si el cristianismo es honorado en el tuacionismo. Tuve excelentes contactos con Guy De-
mundo es porque ya no es cristianismo», o en L’illu- bord y un día le pregunté si podría unirme a su
sion politique (1950), o en su artículo publicado tras la movimiento para trabajar con él. Él me respondió
victoria de las izquierdas Rien d’important: ¿Frente Na- con franqueza que tenía que consultárselo a sus ca-
cional, Frente popular?10. No hay en ello ningún dilema, maradas, siendo el resultado que, en la medida en que
pues ni uno ni otro pueden cambiar gran cosa. Ni en yo era cristiano, no podía pertenecer a su movimien-
la derecha ni en la izquierda encontraremos lo esen- to. Por mi parte, yo no podía renunciar a mi fe. Era
cial». Fórmulas netamente mounierianas11. En 1936 posible, se me decía, concebir un moderado socialis-
vuelve sobre la cuestión desde otra perspectiva, pero mo cristiano, pero más lejos no se podía ir. Desde
con el mismo enfoque en su Fatalité du monde mo- ambos lados la incompatibilidad parecía absoluta. Y,
derne: «Nuestra sociedad tal vez no sea mejor ni peor sin embargo, cuanto más estudiaba y más seriamente
que las precedentes, pero ahora posee medios de ac- comprendía la Biblia, tanto más clara me resultaba la
ción hasta hoy nunca conocidos, pues obedece a fuer- imposibilidad de otorgar obediencia al Estado y la
zas separadas de todo control y a medios de acción subsiguiente posibilidad de una cierta orientación
que le imponen formas sociales, políticas, económi- anárquica en la Biblia. Tal era mi punto de vista, aun-
cas, intelectuales muy precisas pero sin condición hu- que la teología con la que me formé, la de Karl Barth
mana». Todo Mounier está presente en esta frase. (como es sabido, anarquista antes de ser socialista, fa-
vorable al comunismo después, del que por último se
arrepintió), aceptaba la validez de la autoridad políti-
COMUNISMO , ANARQUISMO , CRISTIANISMO
ca. Durante los últimos años he compartido otros es-
Su temprana inclinación hacia el marxismo no impi- tudios en la misma dirección, especialmente en USA,
dió a nuestro autor leer ni simpatizar con Pedro José por ejemplo Murray Bookchin y Vernard Eller12.
Proudhon, autor grandemente influyente entre so- Tampoco debo olvidar al pionero Henri Barbusse, el
cialistas y anarquistas franceses durante los siglos xix cual, no siendo estrictamente anarquista, vio en Jesús
y xx, habiéndole desagradado no sólo el mal trato no solamente a un socialista, sino a un anarquista, y a
personal de Marx a Proudhon durante la I Internacio- este propósito quiero añadir que veo por mi parte al
nal de Trabajadores, sino sobre todo «lo que me llevó a anarquismo como la más seria y completa forma de
detestar a los comunistas fue su conducta durante la socialismo, y no sólo he llegado a ello emocional-
guerra civil española y su horrible asesinato de los mente, sino también intelectualmente. En mi opi-
ACONTECIMIENTO 105 21
TESTIMONIO
nión, aunque la Biblia proclama la salvación univer- y dificultando bastante cualquier pretendido anarco-
sal de todos por la gracia de Dios, también pide nues- franciscanismo.
tra responsabilidad. Después de la conversión nos De todos modos, no fue únicamente la relación
comportamos con un estilo de vida y una actitud de con Cristo lo que llevó a Ellul al anarquismo, tam-
servicio que Dios requiere de nosotros. Nuestra ad- bién las cuestiones terrenas de la democracia directa,
hesión a la fe cristiana no busca tener privilegios en por ejemplo la tan central en el movimiento liberta-
relación con otros pueblos, sino despertar en nos- rio como la relativa al voto en las urnas: «¿Debe votar,
otros un plus de responsabilidad, una nueva actividad. debe participar en las elecciones de la democracia
Y en esto no hay ningún espíritu proselitista cuando burguesa el anarquista? Por mi parte, como muchos
se reconoce al mismo tiempo que la cristiandad, y es- otros anarquistas, pienso que no.Votar es participar en
pecialmente los ‘dignatarios’ de las Iglesias jerárquicas la organización de la democracia falsa que ha sido es-
autoritarias, tan lastrados por sus miedos, miran con tablecida a la fuerza por la clase media»14. No votar,
recelo los planteamientos horizontales, que ven in- sin embargo, no va a ser en el caso de nuestro autor
compatibles con el dogma y con la distribución del cruzarse de brazos, sino comprometerse en una abs-
poder intraeclesial»13, ninguneando además al laicado tención extraparlamentaria muy activa y difícil.
13. «Mi suegra, que fue frontalmente no cristiana, me decía que, cuando yo trataba de explicarle el verdadero mensaje del
Evangelio, era el único que decía esas cosas, que solamente me las oía a mí, y que lo que ella oía en las iglesias era
exactamente lo contrario» (Anarchy and Christianity cit, p. 9).
14. Anarchy and Christianity, cit, pp. 15. De este modo se cierra el camino a posiciones anarcosindicalistas como la de Ángel
Pestaña, fundador en España del Partido Sindicalista, que llegó a tener presencia y participación parlamentaria.
22 ACONTECIMIENTO 105
TESTIMONIO
ACONTECIMIENTO 105 23
TESTIMONIO
tor francés Leon Bloy aquello de «Al final de la vida, toria de la humanidad también ha conocido: la mez-
sólo hay un tristeza: la de no ser santo», mientras nos- cla de trigo y de cizaña que es la vida terrenal, la
otros nos sorprendemos ante tu gesto, atrapados por existencia humana.
la mediocridad de nuestras vidas y por la contumaz Solo que entonces, ¿nos consuela aceptar que justa-
crisis económica que ya, más que económica sola- mente es así de darviniana y de fatalista la existencia
mente o propiamente, parece se ha hecho cósmica, humana? ¿O será más bien que mis conceptos de
epidérmica, consubstancial, consuetudinaria. darvinismo social y de fatalismo están viciados por
Por lo demás tu gesto, descomunal, al alcance de una determinada concepción moral? Aunque cierta-
muy pocos —y sin embargo todos los católicos esta- mente, desde esta misma «regla de tres», cabría que
mos llamados a la santidad, a defender con la propia acusáramos al darvinismo social y a ese fatalismo a
vida la fe recibida en el bautismo—, también me ha- que me he referido de venir a ser a esta controversia
ce caer en la siguiente reflexión, que me llena de al- similares conceptos éticos o morales viciados…
guna zozobra y de no poca perplejidad: si no existe Fenomenológicamente hablando, casi todo es intencio-
ese Dios capaz de ofrecer una última palabra de jus- nalidad en la existencia humana, en la humana exis-
ticia a todas las víctimas de la historia, a todas las in- tencia. Pero me quedo con la intuición, aún entre
númeras víctimas inocentes que la historia de la hu- atea y agnóstica pero «sedienta de eternidad y de in-
manidad ha conocido —esto ya comenzaron a finito» (Unamuno dixit) de los filósofos de la Escue-
intuirlo, desde posiciones ateas o agnósticas, los filó- la de Frankfurt: «¿Quién se encargará escatológica-
sofos de la Escuela de Frankfurt—, tu gesto heroico mente de otorgar la justicia a todas las víctimas de la
y santo tendrá el mismo final (el pudridero, en mo- historia, a todos los inocentes que han sido, a todas
do alguno el camposanto, la gloria, el triunfo sobre el las anafrank que por la historia han pasado, a todas las
mal, sobre la muerte aniquiladora) que cualquiera de que, como la joven católica española Bárbara Castro
los gestos perversos, asesinos y genocidas que la his- García…?
24 ACONTECIMIENTO 105
José María Vegas
CFM, Rusia
«ПЕРВЫЙ СНЕГ»
(PERVYI SNEG)
La «primera nieve»
a expresión «pervyi sneg» en ruso es una ex- cuánto. Además, entre el invierno y el verano está, es
ACONTECIMIENTO 105 25
RINCÓN BIBLIOGRÁFICO
América Latina. Orto acaba de publicar en tres ¿Cómo dar noticia de tres el ámbito científico y tecnológi-
Globalidad e Integración volúmenes con un total de ca- volúmenes con 416 comunica- co; 4. Relaciones culturales de
si dos mil páginas. La obra, ciones que se mueven entre América Latina con el resto del
Antonio Colomer Viadel. Ed. del
que como cabe suponer ha los riesgos mutiladores de la mundo; 5. Lengua, lingüística,
Orto, tres volúmenes, Madrid,
necesitado de un ingente tra- globalidad y la esperanza sim- literatura, arte y cultura: pasa-
2012, 1901 pp.
bajo de preparación, coordina- biótica y la sinergia de la acción do y presente; 6. Historia, so-
ción y dirección, tuvo su inicio concertada? De cualquier mo- ciedad y ambiente: del espacio
Queremos felicitar al Dr. en el XIV Congreso de la Fe- do, puede orientar la división americano al espacio mundial.
Antonio Colomer Viadel, cate- deración Internacional de Es- en seis grandes áreas temáti- No hubiera sido posible es-
drático de derecho Constitu- tudios de América Latina y el cas en torno al eje principal ta gran obra, desde luego, sin
cional de la Universidad Poli- Caribe (FIEALC) celebrado en que da título al libro (América el aliento del maestro infatiga-
técnica de Valencia, por su Atenas en octubre de 2009, Latina. Globalidad e Integra- ble y tesonero Antonio Colo-
condición de profesor emérito en cuya Asamblea de Clausu- ción), y que son los siguientes: mer, siempre alentado por el
de la misma, que a buen se- ra se encargó la dirección de 1. Relaciones políticas de espíritu de «La raza cósmica»
guro no será para él esa espe- la obra y la preparación del XV América Latina con el resto del de José Vasconcelos y el re-
cie de «limbo académico» que Congreso en la Universidad mundo. Desarrollo del pensa- cuerdo de nuestro también
para algunos suele ser, y nada Politécnica de Valencia al Dr. miento político desde la anti- estímulo y guía común, José
mejor para justificar esta afir- Antonio Colomer. Bajo su ma- güedad hasta nuestros días; 2. Luis Rubio Cordón. Muchas
mación que la presentación de gistral dirección ambas, Con- Globalización y desarrollo eco- gracias, amigo Antonio, por tu
la presente monumental obra greso y obra, han aparecido nómico: de América Latina y el magisterio fecundo. Por mu-
América Latina. Globalidad e en el tiempo debido y confor- Caribe a la economía mundial; chos años.
Integración, que Ediciones del me a plan. 3. Desarrollo y renovación en Carlos Díaz
Vivir con sentido. «autoayuda», sino un filósofo Ética y fenomenología poco como en los poemas me-
Vivir con salud serio y profundo de la vida, en religiosa en la poética de soamericanos nauhátl. De es-
la que queda abierta la puerta Blas de Otero te manera, y para caracterizar
Federico Velázquez de Castro. a la autotrascendencia, por la posición sinérgica de Blas
Editorial Zumaya. Granada, 2012, Antonio Gil de Zúñiga y Muñoz.
decirlo con Viktor Frankl. Doc- de Otero, Antonio Gil de Zúñi-
118 pp. Universidad Carlos III de Madrid.
tor en ciencias químicas y es- ga resignifica el título de la
ADG-N Libros. Valencia, 2011,
pecialista en ciencias ambien- obra de Bloch ateísmo en el
303 pp.
He aquí un manual perfecto tales, es también terapeuta, cristianismo: ateísmo y cristia-
de sabiduría entre estoica y epi- educador para la salud y peda- nismo se implican en una obra
cúrea. Su autor, también amigo gogo pues, como decíamos, La presente obra se lee de- que ya no será cristiana ni co-
muy estimado, encarna un sen- de un maestro como él hay liciosamente y se entiende munista (comunista, en todo
tido clásico de la sabiduría de la que esperar coherencia e irra- desde la profundidad, caracte- caso, no marxista, pues nues-
vida y así lo expresa con una diación. rísticas ambas del doctor y ca- tro poeta se adhirió al comu-
prosa pulcra, cristalina, que flu- Vivir con sentido no puede tedrático Antonio Gil de Zúñi- nismo y no al marxismo «por
ye con la paz misma que brota darse sin una vida salutífera, ga, que aúna rigor y estilo a lo el humanismo heroico de to-
de sus páginas. Fondo y conte- como tampoco a la inversa largo de trescientas páginas. dos para uno y uno para to-
nido, incluso el color de la por- podría vivirse la vida con salud Como la poesía de J. M. Val- dos»), sino ante todo humana,
tada de este texto hermosa y si no se vive con sentido. To- verde y D. Alonso, en cierto humanista, de un creyente in-
cuidadosamente editado se dos los clásicos vienen a modo como la de M. de Una- creyente. Por eso reacciona
complementan en perfecta e nuestro auxilio y quedarían muno, también la de Blas de excepcionalmente el mesura-
inmutada armonía. plasmados con la gran máxi- Otero le parece buscar a Dios do Zúñiga contra cualquier ma-
Federico Velázquez de ma de nuestros sabios. Mens desde el ansia de trascenden- nipulación al respecto denos-
Castro es hoy un clásico en sana in corpore sano. Un pre- cia, sin mediación de verdades tando de «la mezquindad del
eudaimonia existencial, en sa- cioso epílogo sobre la bondad establecidas ni canónicas deri- planteamiento» (p. 260) unila-
biduría práctica, algo a lo que como virtud resume esta es- vadas de sistemas de creen- teralizador de quienes reducen
llegó después de un fuerte pecial agatología aretológica cias o religiones, razón por la a Blas de Otero a un pensador
compromiso militante y revo- de nuestro maestro Federico cual metafísica y religiosidad marxista.
lucionario hace ya varias déca- Velázquez de Castro. Muchas se interpenetran aquí intrínse- Con o sin Dios, Blas de
das. No es, en modo alguno, gracias. camente, es decir, con canto y Otero fue creyente profundo
un advenedizo de libros de Carlos Díaz llanto como telón de fondo, un por cuanto que profundamen-
26 ACONTECIMIENTO 105
RINCÓN BIBLIOGRÁFICO
te anhelante. De este modo muerte, desde dentro, ve./ pe- eta ante el trágico destino hu- cincuenta y uno». Y así invaria-
es estudiado sin violencia el ro la muerte, desde dentro, mano de llevar sobre sus ble e íntegramente hasta el día
poeta vasco desde la fenome- mata’. Quiere que Dios le sal- hombros tanto dolor gratuito: de su muerte fáctica, el 29 de
nología de la religión, como lo ve de la muerte más terrible, «Mira, Señor, que tanto llanto junio de 1979. Ética y fenome-
hace muy bien —mérito éste que es la que lleva al vacío y a arriba,/ en pleamar, oleando a nología religiosa en la poética
nada pequeño— nuestro au- la nada; la desaparición de la deriva,/ amenaza cubrirnos de Blas de Otero, treinta y cin-
tor, que señala cuatro inquietu- Blas de Otero no a los ojos de con la Nada» (p. 255). «Me co años después, viene a rei-
des existenciales del poeta: a) sus amigos y conocidos, sino duele tanto el dolor, que a ve- vindicar que la lectura de Blas
Necesidad de Dios para anclar a los ojos de Dios, de manera ces/ pego saltos en mitad de de Otero le sigue haciendo
la finitud del ser humano; b) que no pueda verlo, aunque la calle, y no he de callar por mucha falta a España, ese país
profunda sed; c) terrible bata- sea por un momento. Ante más que con el dedo/ me per- que tanto le hizo sufrir, donde
lla existencial; d) imprescindi- esa horrorosa posibilidad, el signen la frente, y los labios, y de muchos puede predicarse
ble relación soteriológica, es grito del poeta no puede ser el verso» (p. 272). en plena crisis posmoderna lo
decir, ontológica, existencial menos contundente: ‘Salva, Frente a la Nada anonada- que él de alguno: «Se durmió
en cuanto que salvación de la ¡oh Yavé!, mi muerte de la dora (y el autor del presente li- en la cocina como un trapo./
nada y de la muerte: «No es la muerte/… Que pueda verte./ bro ha tenido muy en cuenta a No le alcanzaba el jornal ni pa-
muerte física lo que preocupa Te toque, ¡oh Luz huidiza, con Heidegger) la paz: «Yo doy to- ra morirse» (p. 273). Mil gra-
al poeta; él es consciente de las manos’» (p. 254). Y esta re- dos mis versos por un hom- cias, pues, a don Antonio Gil
esa irrefutable realidad, pues lación soteriológica de ningún bre/ en paz. Aquí tenéis, en de Zúñiga.
la muerte anida en las entra- modo resulta pensable sin el carne y hueso,/ mi última vo- Carlos Díaz
ñas del ser humano: ‘Pero la entrañable sufrimiento del po- luntad. Bilbao, a once/ de abril,
ACONTECIMIENTO 105 27
RINCÓN BIBLIOGRÁFICO
ble, dotada de interioridad y didos como dimensiones de su fortaleza interior y su digni- ra ello realiza determinadas es-
conciencia que se implica, una única realidad que trocea- dad (71). El encuentro de uno trategias como la expropiación
configura y recrea las relacio- mos y separamos mental- mismo es resultado de la re- de la interioridad que sucede a
nes en las que vive. Que las mente, pero que se dan como flexión y por eso pide como través del control del lenguaje.
relaciones sean tan decisivas un fenómeno único. Una con- condiciones silencio, soledad También mediante estrategias
en la persona es lo que con- secuencia de este modo de y calma (71). Sin estas tres de dependencia como la políti-
duce a Martínez Reguera a ver las cosas es que el futuro condiciones perdemos origi- ca de la subvención que reduce
analizar críticamente el modo no es sólo lo que vendrá des- nalidad y nos volvemos repeti- toda relación a donativo y enci-
de relación social dominante pués, sino lo que apunta y tivos (72). ma culpabiliza al que lo recibe.
en nuestra sociedad. cualifica, el presente, el ahora. La alternativa pasa por en-
Una de las relaciones que El poder y su origen contrar otro tipo de relaciones
Las dimensiones de la persona configuran la persona es lo Una vez indicadas las dimen- que no sean las de dominio. Y
Las relaciones fundamentales que en el libro se llama la na- siones de la persona el autor esto se alcanza disgregando
que envuelven la relación de da aunque el autor reconoce aborda la realidad que más el poder en vez de concentrar-
la persona son a juicio del au- que con este nombre se de- amenaza a la persona: el Po- lo, repartirlo en vez de acumu-
tor de la obra: la relación con signa la muerte. La muerte in- der. Por ser realidad tan im- larlo.
el mundo, con el tiempo, con troduce la conciencia de la fi- portante conviene remontarse Para ello es conveniente
los otros, con la nada (la muer- nitud de nuestra condición; de a su origen. superar algunas falsas alterna-
te) y consigo mismo. Estas re- la transitoriedad de la vida. Pe- El origen del poder se en- tivas que se nos presentan.
laciones son desarrolladas en ro por lo mismo también sa- cuentra en lo que Martínez Por ejemplo la de la división
respectivos capítulos del libro. bemos que cualquier hege- Reguera llama la acometivi- entre lo global y lo particular,
La relación con el mundo monía humana es fugaz, que dad frente a la vida. Se trata lo general y lo concreto. Hay
es fundamental pues todo lo ningún Poder por más que as- del dinamismo por el cual una quienes piensan que antes
que ocurre en nuestro exterior pire a ello es absoluto ni uni- persona se impone en su me- que ayudar a las personas hay
y en nuestra percepción sen- versal ni inmutable ni durade- dio y se desarrolla. Esa aco- que cambiar los sistemas de
sible tiene su reflejo en la in- ro. Y saber todo eso con tanta metividad incluye fuerza y organización social. Martínez
terioridad. Tiene razón el autor certeza no es poco (52). fuerza física que permanece Reguera indica que hay que
cuando señala que el espacio La relación con los otros es como realidad humana mien- hacer las dos cosas. Y que
específicamente humano es fundamental pues no existe el tras no rebase la dimensión además la transformación so-
el de la proximidad (40). En la robinsón metafísico. Procede- personal. En este nivel una cial no es posible sin el com-
distancia la realidad personal mos de otros, nos realizamos persona más fuerte se podrá promiso personal. ¿Cómo se
se desdibuja y pierde, sólo en entre otros y nos prolonga- imponer sobre otra, pero si no podría cambiar la realidad sin
proximidad nos mostramos mos en otros. En donde no desborda la dimensión perso- conocerla, sin implicarse en
humanos tal cual somos (41). haya esa constante referencia nal la capacidad de dominio ella? (109).
La paradoja de nuestro mundo se descompone la persona será siempre limitada. El peli- El camino de un nuevo fu-
es que en lo que se refiere a (58). La relación con los otros gro para las relaciones perso- turo comienza por nuestro
espacio físico y distancia física está en el origen de la identi- nales comienza cuando la ca- cambio como personas vivien-
hemos logrado mayor proxi- dad, que siempre es mayor pacidad de muchos se do relaciones de gratuidad
midad, en lo que se refiere a que los rasgos de la persona, acumula en una única perso- que derriben el poder del di-
espacio personal y distancia su conducta y su expresivi- na. Ese es el origen del «Po- nero; desarrollando la peculia-
personal, pudiéramos estar dad. La persona es más gran- der». Lo que caracteriza al Po- ridad propia; reforzando la
cada vez más distantes unos de que sus actos y que los fe- der es la acumulación de la conciencia y redefiniendo la
de otros (44). nómenos que la expresan. acometividad de muchos en idea de autoridad.
En cuanto al tiempo el También la dependencia, la unos pocos. Y esto suele traer En definitiva un libro que
tiempo humano es instante y autonomía, la autoestima se como consecuencia la desper- ayuda a pensarnos como per-
tránsito, o sea, instante de re- desarrollan a partir de las rela- sonalización y las relaciones sonas y buscar caminos que
laciones y flujo de relaciones ciones con los otros. Y estas de dominio en el que «el aco- promuevan la realidad perso-
(46). Se trata de un instante realidades es preciso enten- pio de unos suele redundar en nal en una sociedad que des-
en tránsito que —como bien derlas en interrelación. La au- mengua de otros». personaliza. Como nota crítica
señalaron Husserl y Berg- tonomía, por ejemplo, no se El surgimiento del Poder indicaría solamente que he
son— no desaparece inmedia- contrapone a la dependencia nos pone ante el dilema de la echado de menos desarrollar
tamente sino que permanece sino que crece a partir de ella. historia que es el siguiente: o el también como dinamismo de
en duración, en continuo. Por La última relación que se Poder somete las conciencias, la persona la capacidad de en-
eso una imagen acertada del indica es la del ser humano o las conciencias reducen el tregarse, de dar la propia vida.
tiempo es la de un continuo, consigo mismo. Aquí en el ha- Poder a poder distributivo y pa- Es lo que configura el ámbito
en el que las tres fases tem- llazgo de sí mismo, es en don- ritario, a plétora personal (83). del «amor» y lo que hace po-
porales —pasado, presente y de finalmente la persona al- El Poder persigue perpetuar- sible la relación de gratuidad.
futuro— acontecen simultá- canza su plenitud. En él se manteniendo las relaciones
neamente. Pueden ser enten- descubre su propia hondura, de domino y subordinación. Pa- Ricardo de Luis Carballada
28 ACONTECIMIENTO 105
RINCÓN BIBLIOGRÁFICO
La nueva órbita de la no, que parece más global a a la acción y de una acción que necesarios para tejer una so-
participación Social los que no estábamos en cri- se repliegue para reconsiderar ciedad participativa, cooperati-
sis hace unos años pero que el futuro. Porque en el mundo va y transformadora.
Luis Aranguren Gonzalo. Platafor-
no les resulta nueva a los que en el que vivimos tendremos La participación es un fin
ma 2015 y más. Ediciones IEPALA,
no han dejado de estar en ella necesidad de adoptar nuevas en si mismo, es mirar al otro y
2010. 75 páginas.
nunca), nuestras democracias reglas de comportamiento po- abrirse a un espacio de mayor
Luis Aranguren, que escri- se revelan como poco demo- lítico y económico, no van a humanización. Es pasar de la
be en este número de la re- cráticas. En ellas la pérdida de valer las tenidas hasta ahora, o queja, la apatía y la frustración
vista sobre el asociacionismo, lo que habíamos considerado seguiremos hacia peor. El di- a la esperanza en que las co-
ha escrito un precioso libro nuestros derechos ya institu- rector general del FMI decía sas pueden cambiar. Es entrar
dentro de las publicaciones cionalizados se van viendo que: «Esta crisis es un fracaso en una acción colectiva y por
que lleva a cabo la Plataforma caer según avanza el robo y la de supervisión, un fracaso de lo tanto educativa, donde se
2015 y más. El libro forma par- injusticia, y los grandes latroci- la creencia de que el mercado tejen redes de colaboración
te de una colección de 7 títu- nios deben pagarlos los que puede regularse solo; hay que que nos llevarán a mejores re-
los que quieren ayudar a cam- están en peor situación. Ante cambiar el funcionamiento del sultados. Además, política-
biar para que nos podamos todo ello, la persona en el pri- sistema… La lección es que mente es necesaria para que
acercar al 2015 con posibilida- mer mundo se mete cada vez para que el mercado funcione nuestras voces tengan reso-
des de mejora. más en su caparazón sin dar- bien se necesita de más Esta- nancia y se vea claramente
La Plataforma 2015 y más se cuenta de que lo que la si- do y de más poder político». que la sociedad sale de la cul-
está integrada por distintas tuación de nuestro mundo No sabemos qué es más peli- tura del miedo para asomarse
ONGD que luchan para que se aconseja es todo lo contrario. groso, si dejar a los mercados a la de la exigencia de la digni-
cumplan los Objetivos de Salir y asociarse para reclamar sin que Estado ninguno los re- dad de la persona.
Desarrollo del Milenio, objeti- lo que debe ser. gule o dar más poder a Esta- Un precioso libro que es-
vos que pretenden erradicar la Este libro es una guía para dos y políticos que puedan go- peramos que ayude a ver
pobreza, acabar con el ham- esa participación social nece- bernar a pueblos sin que la cuan necesaria es, cada vez
bre y promover la educación saria, guía para ser leída y dis- «participación inteligente» de más, la cada vez menos, por
infantil. Parece que estamos cutida, como pide su autor, esos pueblos les ponga coto a desgracia, participación social
en los principios del milenio para poder llevar a cabo una sus acciones. responsable.
en mal momento para propo- «participación inteligente». La Luis Aranguren termina su Julia Pérez
nernos estas cosas. Padece- profundidad de la crisis necesi- libro ofreciéndonos los pasos
mos una crisis «global» (bue- ta de esa inteligencia que lleve
Lucha santa. Experiencia evangelizar y para compartir la sin descuidar la importancia más compañeros: «Diamanti-
religiosa de los curas lucha por la dignidad de estos de unos hechos que tienen su no tenía una gran sensibilidad,
obreros de la Sierra Sur de hombres y mujeres, condena- consistencia histórica, ha teni- espiritualidad y respeto, repre-
Sevilla dos a explotación y margina- do la sensibilidad de ahondar sentaba personalmente este
ción seculares, vistos ya en el en lo específico del trasfondo movimiento de compromiso
Manuel Flores Sánchez siglo XVIII por Olavide como los religioso que motivó a estos sacerdotal. Tenía una gran
PPC. Madrid, 2011. 269 páginas. seres más desgraciados de sacerdotes, sin el cual no se sensibilidad espiritual y litúrgi-
Europa. El autor nos informa explica un compromiso que ca. Era un hombre de fe».
Al reseñar este libro del de las vidas de cada uno de respondía a una vocación pro- Es posible que en la expe-
profesor Flores, de la U. Pablo los miembros del grupo: Dia- fética desarrollada a la luz de riencia histórica hubiera erro-
de Olavide, de Sevilla, recor- mantino García, Enrique Prie- la fe, interpretación que desde res, pero en conjunto mereció
damos a Diamantino García, el go, Esteban Tabares, Miguel ciertos puntos de vistas ecle- la pena y debe ser recordada y
cura de los Corrales, y nos ve- Pérez y Juan Heredia. Descri- siales no se pudo o no se qui- propuesta como fuente de
mos tentados de escribir so- be la situación de postración y so comprender. En este senti- inspiración para el compromi-
bre él, olvidando el libro, a par- marginación de la población do, conviene leer los capítulos so de una Iglesia que, si quie-
tir del conocimiento personal de la comarca de la Sierra Sur 4 al 8, en los que se recogen re ser fiel a su misión, no
que tuvimos de él, ese hom- y cómo en ella los curas obre- multitud de testimonios per- debe limitarse a los caminos
bre sencillo y fuerte, rebelde y ros tomaron el conflicto social sonales de los curas y de trillados y debe sentir un enor-
santo, que descubrimos en- como lugar privilegiado para la otras personas que tuvieron me agradecimiento a aquellos
trañablemente cercano a todo evangelización encarnada en relación directa con ellos. En que, más allá de su limitacio-
aquel que se le acercaba. la lucha por la tierra y la digni- este sentido, transcribo las si- nes, tuvieron el coraje de em-
El libro que comentamos dad (capítulos 1-3). guientes palabras del Carde- prender una lucha por el Rei-
hace justicia a Diamantino y a Con frecuencia, estas his- nal Carlos Amigo, referidas a no de Dios y su justicia, con la
sus compañeros de la Misión torias son leídas bajo la lupa Diamantino, que puedo ratifi- pura intención de seguir a
del Sur, que se hicieron jorna- de un reduccionismo sociolo- car personalmente, y que pue- Cristo.
leros con los jornaleros, para gista, sin embargo, el autor, den ser extensivas a los de- Luis Ferreiro
ACONTECIMIENTO 105 29
Cartas de los lectores
Banco malo e hiriente
s tan malo, que su presidenta, señora Romana, «no toca/tocará estar pagando, sin contrapartida alguna, podía
cabo de leer un artículo sobre el fraude fiscal escri- y dada la nula autonomía del poder judicial los políticos
30 ACONTECIMIENTO 105
Congreso internacional
BIOÉTICA Y HERMENÉUTICA
LA ÉTICA DELIBERATIVA
DE PAUL RICOEUR (1913-2005)
OBJETIVOS
ACONTECIMIENTO 105 31
d ad
ve
No
La Filosofía Primera
Ediciones Diálogo Filosófico
n to
Edita: Diálogo Filosófico, Colmenar Viejo (Madrid), 742 pp. (313 páginas en descue
25% de ri p to re s
papel y 429 en CD), 37 euros (IVA incluido), 25 % de descuento para los s u s c
p a ra n to
de Aco
n te c im ie
suscriptores de Diálogo Filosófico.
Autores: Ildefonso Murillo (ed.), Paul Valadier (Instituto Superior de Filosofía de París),
Alejandro Llano (Universidad de Navarra), Jesús Conill (Universidad de Valencia),
Ana María Andaluz Romanillos (Universidad Pontificia de Salamanca), Eudaldo Forment
(Universidad de Barcelona), Ignacio Verdú (Universidad Pontificia Comillas, Madrid),
Alfonso López Quintás (Universidad Complutense de Madrid), Agustín Domingo Moratalla
(Universidad de Valencia), José Luis Caballero Bono (Universidad Pontificia
de Salamanca), Harald Schöndorf (Escuela Superior de Filosofía de Múnich),
Juana Sánchez-Gey Venegas (Universidad Autónoma de Madrid), Félix García Moriyón
(Universidad Autónoma de Madrid), Francisco Javier Herrero Hernández
(Universidad Pontificia de Salamanca), Erwin Schadel (Universidad de Bamberg),
Mariano Álvarez Gómez (Universidad de Salamanca), Mauricio Beuchot
(Universidad Autónoma de México), Modesto Berciano (Universidad de Oviedo) y otros.
Pedidos:
32 ACONTECIMIENTO 105
Análisis
Metamorfosis
del asociacionismo
en la era
virtual
@
ACONTECIMIENTO 105 33
105 Análisis
LUIS FERREIRO
PRESENTACIÓN Director de Acontecimiento
esde el comienzo de la madurez del pensa- tualidad, cuando parece que los cambios pueden ser
34
Análisis 105
LUIS FERREIRO
Director de Acontecimiento
1. DEL SER COMUNITARIO Todo eso puede tener un coste humano, por ejem-
plo, en profundidad o calidad de la comunicación,
La experiencia fundamental de la persona, afirma aunque no sea un coste inexorable. Posiblemente
Mounier, «no consiste en la separación sino en la co- esos costes sean el efecto de un cambio al que aún
municación»1. Ser es ser con otros, no existe el ser no nos hemos adaptado. Vemos a personas que pa-
en solitario. Aunque lo imaginemos, el ser aislado no recen gobernadas por los medios que emplean, que
es más que una abstracción, cuya búsqueda sería se comportan con los ausentes como presentes, y
contradictoria, puesto que conocerlo sería el encuen- con los presentes como ausentes, que parecen inca-
tro que desmentiría su soledad. paces de comunicar si no es con el medio y no direc-
Más aún, el ser personal sólo es por, con y ante tamente, cara a cara. Se han enredado en la red y tal
otros seres personales, como recuerda Mounier con vez sean víctimas de una enfermedad infantil de la
los términos alemanes Mitsein (ser con, literalmente comunicación, que probablemente sea superada.
con-ser), Zusein (ser hacia), o en latín adsum, que «se Entre las formas de ser colectivas la asociación ha
usa para decir (a otros): `heme aquí´ (ante vosotros, a sido hasta hace poco el paradigma, sobre todo para
vuestra disposición)». quienes aspiraban a la fraternidad humana que pro-
Desde estas premisas, que suponen la sociabilidad clamaba la revolución francesa, para los que querían
intrínseca del ser humano, buscamos un significado a articular una sociedad autónoma capaz de autogober-
los cambios externos en las formas colectivas de las narse, o para aquellos que la querían fuerte frente a
relaciones sociales. Si, como dice Aristóteles, el ser la coacción estatal.
se dice de muchas maneras, siendo el ser «ser con», Quienes así piensan, ven ahora una evolución hacia
también el ser colectivo se dirá de muchas maneras, una laxa sociedad red, una especie de decadencia que
que tendrán su razón de ser, aunque no siempre re- va desde la asociación vertebrada y perseverante al re-
presenten la plenitud del ser comunitario. tículo amorfo y discontinuo. En cambio, para los de-
fensores de las redes sociales, ya no hay vuelta atrás:
la red permite compromisos limitados y múltiples, que
2. JERARQUÍAS Y REDES: ENTRE LA TÉCNICA Y LA ÉTICA flexibilizan la acción colectiva y que sustituyen la épica
de la asociación, troquelada por la rigidez ideológica y
Actualmente, vivimos, pensamos y nos relacionamos a abocada al heroísmo y la autoinmolación, por la lírica de
la sombra del paradigma Internet, bajo el cual en los úl- la red, que admite una flexibilidad adaptativa y un com-
timos veinte años la vida ha sufrido convulsiones inima- ponente lúdico, y que es compatible con la felicidad.
ginables en el plazo de una generación, especialmente Dejando aparte las consecuencias personales de
en los modos de vinculación y comunicación entre las ambas formas de vinculación y las preferencias que
personas. Todo ha sido alterado, desde la correspon- tengamos por ellas, vivimos una evolución de la organi-
dencia íntima hasta el poder. En la vida social, el espacio zación social, marcada por la economía y la tecnología,
y el tiempo ya no son lo que eran, se han transformado que se esquematiza en los siguientes gráficos2, ideados
y nos condicionan de otra manera, las relaciones huma- para representar flujos materiales (mercancías, electri-
nas siguen inmersas en ellos, pero se han vuelto instan- cidad, información, etc.), pero que también pueden re-
táneas, de largo alcance y se multiplican sin límite. presentar relaciones sociales.
1. Todas las referencias a E. Mounier son del capítulo 2 de El personalismo (O. C. vol. III, págs. 473-484).
2. Cf. David de Ugarte. El poder de las redes. Colección Biblioteca de la Indias. www.lasindias.org.
35
105 Análisis
Supongamos que representan la red ferroviaria o la tura de funcionamiento colectivo. Por tanto, esta evo-
red eléctrica de un país. En la red centralizada todos lución se impone con la fuerza de otros desarrollos in-
los flujos pasan por un centro único del cual son de- evitables como la industrialización en el siglo XIX. Pode-
pendientes todos los demás. En la red descentraliza- mos tomarla como un dato objetivo de la realidad, in-
da hay varios nodos estratégicos, de los cuales de- dependiente de nuestra voluntad, con la que hay que
penden las comunicaciones de un sector o la energía contar como punto de partida para la acción social.
disponible. En la red distribuida todos los nodos son Pero, además, podría ser una evolución deseable
iguales, no hay nodos privilegiados y las relaciones por ser compatible con criterios antropológicos, éti-
son de interdependencia. En caso de guerra o acci- cos y políticos preferentes a nuestros ojos. La com-
dente la primera red es muy vulnerable, bastaría un paración de estas redes con las formas de gobierno
bombardeo que inutilice el centro para provocar el co- explicadas por Aristóteles tiene el interés de introdu-
lapso del sistema entero. En el segundo, la destruc- cir lo que sí depende de nuestra voluntad y, por tan-
ción de un nodo dejaría a una región en el caos, pero to, tiene significación ética. Para Aristóteles el gobier-
el resto del país podría funcionar con normalidad. En no puede ser de uno (red centralizada), para el bien de
el tercero, los efectos del bombardeo sólo afectarían todos (monarquía) o de sí mismo (tiranía); de unos po-
a un nodo y la normalidad se mantendría en el resto. cos (red descentralizada), que si son los mejores (aris-
Este ejemplo muestra que existen factores objeti- tocracia) actuarán para bien de todos, si son los peo-
vos que recomiendan la organización en red, tales res (oligarquía) lo harán para sí mismos; y de todos
como la disminución de la vulnerabilidad del conjunto (red distribuida), que actuando rectamente beneficia-
o el aumento de la eficacia en la actividad a la que se rá a todos (democracia), y si todos están dominados
dedica la organización3. Otras virtudes comprobables por los vicios causarán los peores males (anarquía)4.
son el aumento de la productividad, la multiplicación Por tanto, la estructura social en sí misma, por
de las iniciativas, la facilidad para lograr sinergias, etc. muy eficiente que sea, no garantiza un orden social
Estas características proporcionan razones técnicas justo y benéfico. La organización formal posibilita una
para aceptar que la red distribuida es la mejor estruc- mejor circulación de la comunicación pero no deter-
3. A pesar de las ventajas evidentes, habría que considerar los inconvenientes. Como ejemplo señalaremos que en los procesos de
toma de decisión en una red se requiere tiempo, lo cual no es grave si se dispone de él, incluso las decisiones pueden ser más refle-
xionadas y dialogadas. Sin embargo, hay ocasiones en las que una sociedad ha de reaccionar con rapidez y debe tomar decisiones
sobre la marcha, en esos casos se necesita una jerarquía que asuma la responsabilidad de decidir por todos, pese al riesgo de equivo-
carse. Un principio de autoridad y de disciplina social complementaria puede integrarse con la red distribuida. En este sentido, Aristó-
teles prefería una constitución mixta, que aquí sería equivalente a la superposición de una red distribuida con una descentralizada.
4 A) Usamos aquí democracia y anarquía donde Aristóteles dice república y democracia para designar el buen y el mal gobierno de
todos, respectivamente. B) En España la democracia se ideó como una descentralización que, sin embargo, ha sido incompleta. El
Estado de las autonomías es una red descentralizada que ha bloqueado el paso a una red distribuida, con el desarrollo de centros
36
Análisis 105
regionales en los que se han instalado oligarquías políticas, algunas de ellas con pretensiones hegemónicas que hacen valer median-
te el chantaje del separatismo.
5. David de Ugarte, o.c.
37
105 Análisis
ceptor en una interacción, en la que se da iniciativa y pan en ella en la reciprocidad de conciencias, donde
creatividad por parte de todos los participantes y diá- el centro de atención del yo es el tú y la relación es
logo y reelaboración comunitaria de las ideas (la blo- constituyente de la persona, a la que hace prójimo. Se
gosfera o república de los blogs). trata de una comunicación de espíritus en la que flo-
Ese contexto de interacción explica los movimien- rece un ámbito de comunión, en el que la palabra ex-
tos sociales en red con repercusiones políticas como plica poco y el silencio comprende mucho.
la caída de los regímenes de Túnez y Egipto. Cabe ob- Desde la comunión se abarca y se enriquece al
servar que este tipo de movimientos hasta ahora ha resto de las relaciones humanas, pero desde estas
dado lugar a un ciberactivismo eficaz para demoler je- otras no se llega a la comunión sin un salto en actitud
rarquías, pero no para sustituirlas por formas más de- espiritual. La comunión humana total es una utopía,
mocráticas. Así, en Egipto la eficacia de la red activó un imposible, dada la finitud del hombre, pero las li-
un amplio movimiento de reacción, sin embargo, el va- mitaciones son indefinidamente superables tendien-
cio jerárquico que dejó el régimen derrotado lo ocupó do a la constitución de un todo humano.
una red centralizada, los Hermanos Musulmanes, que En la sociedad de la comunicación ocurre que se
se ha mostrado más capacitada para ocupar el poder. multiplican las comunicaciones más contingentes, las
cuales velan u ocultan la comunicación verdadera, e
incluso, a fuerza de una proliferación de medios de
4. SÓLO LA VOLUNTAD DE COMUNIÓN REALIZA (in)comunicación, se reprime el anhelo más auténtico
UN «NOSOTROS» de la comunicación del ser en sí mismo. Es al descu-
brimiento de ese anhelo a donde hay que enfocar la
En la pirámide anterior quedaba el vértice sin nombre. luz, pues está ahí aunque estemos ciegos a él.
Ahí es donde situamos lo que para nosotros es la cla- El anhelo de comunicación es una constante en
ve: la voluntad de comunión, que no nace de la iner- nuestras vidas, algo que alienta desde lo más profun-
cia de la acción, por rápidamente cambiante que sea, do de la persona y que se convierte en una frustración
ni de la proximidad de los sujetos. No basta la coexis- permanente que, a fuerza de la costumbre del fracaso,
tencia ni la interacción para formar un nosotros. Aun- ya ni siquiera nos lo confesamos a nosotros mismos.
que todas las formas del ser en común sean necesa- Sin embargo, tan hondo y humano anhelo no por in-
rias, ninguna de ellas es suficiente, hay una exigencia consciente es menos indomable. De múltiples formas
que no puede venir de abajo, que sólo nace de lo más se despierta y busca de mil maneras su objeto de de-
alto: ser persona, lo cual significa radicalmente ser en seo, unas veces de forma atolondrada cual sonámbu-
comunión con los otros, realizarse como yo a la vez lo en la noche, otras de forma desesperada a sabien-
que como tú. Y esto, siendo nuestro más alto destino das de que sólo se colma en raras y efímeras circuns-
no es enteramente espontáneo, quizás porque no so- tancias, otras, de manera esperanzada y lúcida, sabrá
mos lo suficientemente sencillos. Por tanto, es nece- seguir una sombra que le hace señas desde lejos, una
saria una ascética que desemboque en la comunidad. luz deslucida tras la bruma de una promesa, incierta y
Podemos hacer una clasificación dicotómica y su- precaria, de un tú que se le insinúa, de un ser que res-
maria de la comunicación humana según el tipo de fines plandece como un quien único que colma el deseo.
que se dan en ella. Por un lado tendríamos la comuni- El deseo del otro6, la sed del tú, es el fondo inson-
cación cuyo centro de atención no son las personas de dable que nos mueve a vincularnos con los demás y
la relación, sino que es externo a la relación en sí, pue- que da forma a la diversidad de agrupaciones huma-
de responder a un interés, una necesidad, un entreteni- nas. Es origen del impulso que hace de nosotros se-
miento, a la búsqueda de información, etc., son nece- res sociales y nos lleva a construir la ciudad, pero
sarias y legítimas, pero no bastan a la persona. también de la fuerza del eros que lleva a dos seres a
Por otro lado, tenemos la comunicación que es un ser en una sola carne, y de la confiada oblación que
fin en sí misma, que sitúa a las personas que partici- sustenta la amistad y la fraternidad.
6. Ricardo de Luis Carballa, «El deseo del otro. De la posesión a la generosidad», Acontecimiento, 95, 2/2010, págs. 35-38.
38
Análisis 105
EL PAPA ROBOT,
O ¿PUEDE AMAR UNA MÁQUINA?
A
las 22.45, una patrulla del Departamento de
Policía de Los Ángeles se dirige al lugar del
delito. Se trata de un robo con violencia, posi-
blemente con heridos, pero los agentes no parecen
tener prisa. Deciden hacer una parada en su café fa-
vorito a reponer fuerzas; el turno de noche se puede
hacer muy largo. Cuando por fin llegan al lugar de au-
tos, en una zona degradada de la ciudad, aparcan con
calma el coche patrulla junto a un cruce. Sólo enton-
ces encienden las luces de emergencia. No es nece-
sario usar la sirena. Tampoco hace falta salir del co-
© INGRAM
che. Al fin y al cabo, todavía falta media hora para el
crimen. Los patrulleros matan el tiempo discutiendo
las causas del pésimo arranque de temporada de los
Lakers. A la hora señalada, salen del vehículo y echan
un vistazo por el lugar del delito. Es una zona de po-
cos metros cuadrados en una calle con comercios de
24 horas. Todo está tranquilo. Regresan al coche y
continúan la charla: que si Kobe no pasa la pelota, que
si Gasol está mayor… Por fin, desde la central les lla-
man para atender un aviso urgente. El conductor, un
agente joven, activa la sirena y sale derrapando, exci-
tado ante la perspectiva de un poco de movimiento.
Siente que han estado perdiendo el tiempo. Su com-
pañero, más veterano, no comparte su opinión. Sabe
que es muy probable que hayan evitado un delito.
1. Cap. XIII, pár. 6. Citado por Emmanuel Mounier: «Juicio a la máquina», en El pequeño miedo del siglo XX, en Obras completas, tomo
III, pág. 385.
39
105 Análisis
PredPol, un programa informático, había predicho la menos no lo hacen los dueños del mercado: los algo-
hora y el lugar exacto. El agente no tiene ni la menor ritmos. La mayor parte de las transacciones financie-
idea de cómo funciona, pero sabe que funciona. El ras internacionales se realiza por medio de bots. Los
número de delitos ha descendido. Tal vez el novato algoritmos exploran incansablemente los mercados a
prefiera más acción, pero él ya ha visto suficiente en la caza de nuevas oportunidades de negocio. Incluso
su carrera y no desdeña el patrullaje predictivo a par- leen las noticias. Agencias como Dow Jones o
tir de los datos procesados por una empresa privada, Bloomberg ofrecen servicios de noticias escritos ex-
de acuerdo con sus propios algoritmos. No estamos presamente para los algoritmos. Se trata de procesos
en 2054 (Minority Report). Estamos en 2012. Es real2. automatizados tan veloces que, en caso de error, no
En ese mismo momento son las 14.45 en Shenz- hay espacio para la intervención humana. Los huma-
hen. Un bloguero disidente está redactando un post nos se han convertido en simples espectadores3.
acerca de la detención de un corrupto alto funcionario ¿Terminator?
local del partido. Antes de publicarlo, lo repasa una y
mil veces. En apariencia es un texto anodino sobre al- Un algoritmo no es más que un «conjunto ordena-
guien que se ha tomado unas vacaciones por consejo do y finito de operaciones que permite hallar la solu-
médico. Sin embargo, los lectores a los que va dirigido ción de un problema» (DRAE). En cuanto tal, es un
saben exactamente de qué está hablando. Y es justo concepto puramente formal que no tiene nada que
esa certeza lo que desasosiega al disidente, un joven ver con máquinas u ordenadores. En 1936, antes de
estudiante de ingeniería. Sabe perfectamente que los que existieran los ordenadores, el genial matemático
algoritmos que emplea la poderosa censura estatal blo- y filósofo británico Alan Turing (cuyo centenario cele-
quearían cualquier texto en el que aparecieran las pala- bramos en 2012) describió una máquina ideal extre-
bras «detención», «corrupto» o el nombre del funcio- madamente simple que era capaz de implementar
nario; eso es lo primero que se aprende. Lo malo es cualquier problema matemático que se pudiera repre-
que los filtros automáticos son cada vez más sofistica- sentar con un algoritmo. Lo que hoy conocemos
dos, de manera que un incremento repentino y locali- como «máquina de Turing» es simplemente un mo-
zado de un eufemismo aparentemente inocente, como delo computacional en forma de un dispositivo hipo-
«vacaciones», puede atraer la atención de los bots (ro- tético que manipula símbolos sobre una tira de cinta
bots informáticos) del gobierno. El sistema podría con- de acuerdo con una serie de reglas dadas. Esa mani-
traatacar inundando la red de mensajes similares para pulación puede hacerse por medio de un procesador
que los filtros anti spam entren en acción y bloqueen informático, como sucede en la actualidad, pero tam-
su blog. También existen otras posibilidades más in- bién la puede realizar una persona que se limite a se-
quietantes, relacionadas con la localización de los emi- guir las instrucciones, incluso con desgana. No se re-
sores de los mensajes sospechosos. Incapaz de deci- quiere electricidad ni cables ni procesadores. Los mis-
dirse, el bloguero guarda el post como borrador e in- mos cálculos se podrían hacer, como subraya el
tenta concentrarse en el estudio. No estamos en 1984. propio Turing, con un artilugio enteramente mecáni-
Es 2012. co, a base de ruedas y tarjetas, como la ‘máquina ana-
Mientras tanto, en Londres son las 6.45 de la ma- lítica’ que diseñó Charles Babbage ya en 1816 (otros
ñana. Mordisqueando un sándwich del día anterior, se remontan a Leibniz). La única diferencia con un or-
solo en la planta 18 de una torre acristalada de Canary denador electrónico sería la velocidad de procesa-
Wharf, un joven matemático español comprueba por miento, una diferencia superficial (aunque de tremen-
enésima vez el modelo de valoración que ha emplea- das implicaciones prácticas).
do para elaborar la sofisticada herramienta informáti- En realidad no hace falta ni siquiera una máquina
ca responsable de que cobre un salario que multiplica de ningún tipo para implementar un algoritmo; basta
varias veces lo que ganaba en España en la facultad. con analizar en detalle el proceso de que se trate y
Es un quant (analista cuantitativo) y se dedica a ges- descomponerlo en pasos precisos, susceptibles de
tión de riesgos, arbitraje estadístico, trading algorítmi- ser organizados mediante instrucciones tan detalla-
co y otras tareas igualmente abstrusas. Falta más de das que hasta un idiota las podría seguir. Eso es lo
una hora para que abra el mercado financiero de la que hizo Frederick W. Taylor (1856-1916), el padre de
City, pero en realidad el mercado nunca duerme. Al la gestión científica de la industria moderna. Cronó-
2. [http://www.predpol.com/].
3. Christopher Steiner: How Algorithms Came to Rule Our World, 2012.
40
Análisis 105
metro en mano, este ingeniero registró minuciosa- Mounier entiende la técnica desde el concepto de
mente cada una de las tareas que realizaban los obre- mediación; es una mediación entre otras. Vale la pena
ros y las máquinas de una factoría metalúrgica: citarle por extenso:
Al descomponer cada tarea en una secuencia de pequeños Sinceramente, hay que superar estas consideraciones aún
pasos discretos y luego ensayar formas distintas de realizar superficiales, y llegar hasta el fondo para juzgar la función
cada una, Taylor creó un conjunto de instrucciones precisas cultural de la técnica. Por la técnica, el hombre objetiva su
—un «algoritmo», podríamos decir hoy— de cómo debía tra- actividad y se objetiva a sí mismo, lo mismo que sucede con
bajar cada obrero. Los empleados… se quejaron del nuevo y el Derecho, con el Estado, con las instituciones, con el co-
estricto régimen, alegando que los convertía en poco más nocimiento científico y con el lenguaje. Tales mediaciones
que autómatas, pero la productividad de la fábrica se dispa- son los medios de existencia necesarios para un espíritu que
ró. vive en medio del mundo. Donde hay mediación, la aliena-
Más de cien años después de la invención de la máqui- ción acecha. Y acecha tanto al cristiano en su Iglesia como
na de vapor, la Revolución Industrial al fin había encontrado al intelectual con sus documentos; tanto al obrero en su fá-
su filosofía y su filósofo. La rigurosa coreografía industrial de brica como al consumidor de confort. Hay sociedades en las
Taylor —su «sistema», como le gustaba llamarlo— fue que la técnica petrificará como las hay en que el derecho, la
aceptada por fabricantes de todo el país y, con el tiempo, de teología o el poder han inmovilizado. Vigilar la propensión a
todo el mundo. Buscando la máxima velocidad, la máxima la alienación no implica rechazar la mediación. O hay que re-
eficiencia y el máximo rendimiento, los dueños de las fábri- nunciar a la condición humana, al lenguaje, al movimiento, y
cas utilizaron los análisis de tiempos y movimientos para or- convertirse en el molusco incrustado en la roca. Es muy fácil
ganizar el trabajo y configurar las tareas de sus trabajadores. gritar en nombre de la persona humana contra todas las for-
…Una vez que su sistema se aplicase a todos los actos de mas de despersonalización. Pero el hombre no se forma ni
trabajo manual, Taylor aseguró a sus seguidores que daría en la subjetividad pura, ni en la pura objetividad. Lo imper-
lugar a una reestructuración no sólo de la industria, sino de sonal le es indispensable a la vez como soporte de sus co-
la sociedad, creando una utopía de eficiencia perfecta. «En municaciones con el exterior y para reforzar su propia esta-
el pasado, el hombre ha sido lo primero», declaró: «En el fu- bilidad amenazada de sutileza subjetiva6.
turo, el sistema tiene que ser lo primero»4.
No hay atajos, por tanto. Debemos afrontar el pro-
Con el avance de las tecnologías, los algoritmos greso tecnológico y deslindar sus ventajas y sus in-
han salido de las fábricas y se han convertido en el convenientes. Ir más allá de los algoritmos y exigir
alma de los ordenadores, cuya presencia en nuestra responsabilidad a todos los actores implicados.
vida haríamos mal en minusvalorar. Entonces, ¿los al-
goritmos son malos? ¿Hay que luchar contra Internet, No es natural que el hombre vuele; si volara, ¿sería menos
los ordenadores, las máquinas…? ¿Es el fin de la hu- hombre?… el descrédito sistemático que conceden a lo ar-
manidad? Por supuesto que no. Los reproches contra tificial parte de una visión radicalmente falsa del hombre
la tecnología, habituales en medios humanistas, se mismo. Se podría decir, forzando un poco las palabras, que
entienden mejor como frutos de la ignorancia o, tal la naturaleza del hombre es el artificio 7..
vez, del desengaño debido a haber puesto demasia-
das esperanzas en la técnica. Mounier, con su lucidez En la película Blade Runner, que transcurre en un
habitual, ya lo dijo a finales de los años cuarenta: Los Ángeles futuro relativamente cercano (2019), se
emplea a replicantes, unos robots de apariencia muy
Del proceso total se separa un elemento netamente técnico, humana y vida breve, para ejecutar las tareas más
moralmente neutro o ambivalente… y se dice con despar- peligrosas o penosas. Una de las protagonistas, Ra-
pajo que no aporta respuesta alguna inmediata a los proble- chel, cree que es una persona, pero en realidad es
mas últimos del hombre. Pero la estupidez radica en quienes una replicante. Uno de los policías encargados de
piden a la máquina que sustituya a la virtud 5. perseguir y eliminar a los replicantes, en diálogo con
4. Nicholas Carr: «Is Google Making Us Stupid? What the Internet is doing to our brains», The Atlantic, 2008: [http://www.theatlan-
tic.com/magazine/archive/2008/07/is-google-making-us-stupid/306868/].
5. O. c., pág. 387.
6. Id., pág. 410.
7. Emmanuel Mounier: «Para un tiempo de Apocalipsis», en El pequeño miedo del siglo xx, en Obras completas, tomo III, pág. 374.
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105 Análisis
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Análisis 105
¿ASOCIACIOQUÉ?
NAUFRAGIO Y MUTACIÓN
1. ARANGUREN GONZALO, L. A., La nueva órbita de la participación social, Plataforma 2015 y más, Madrid, 2011.
43
105 Análisis
Transición Partidos
Cambio político Democracia frente a dictadura
política Sindicatos
Reivindicación Asociaciones de vecinos
Justicia social
Años 80 Barriocentrismo Asociaciones de consumidores
Calidad de vida
Cultura de la queja Asociaciones culturales
tinidad a la legalización, tanto en partidos como en sin- cias que satisfagan a las gentes que se aproximan a
dicatos, concentra las idas y venidas de este tipo de un nuevo milenio.
participación que incluso recurría a movimientos de La primera década del siglo XXI nace con la ilusión
Iglesia y a comunidades parroquiales como las asocia- por otro mundo posible y en la era de la globalización
ciones oficiales a las que se pertenecía a la espera de los movimientos altermundistas, con esa nueva mira-
tiempos mejores. Los años 80 llevan al poder a la iz- da glocal, se hacen un hueco en la esfera pública. Es
quierda a los ayuntamientos antes que a la Moncloa, y el comienzo de la era internet que asocia y vincula por
eso favorece el proceso de cambio de buena parte de skype allende fronteras. El voluntariado sigue empu-
los barrios más deteriorados de las grandes urbes, de jando pero cada vez más en la dirección de prestación
la mano de las asociaciones de vecinos que en buena de servicios. Las ONG se despolitizan y se convierten
parte eran prolongación o antesala de aquellos parti- en expertas en gestión de lo social, mientras que en
dos en el poder; en paralelo nace la cultura de la que- paralelo van surgiendo decenas de pequeños grupos
ja y la reivindicación no ya de la justicia social sino de alternativos, domésticos, desde cooperativas de con-
una mayor calidad de vida; aparece el ciudadano con- sumo responsable, cultivo de huertas ecológicas u
sumidor en la nueva cultura de la satisfacción. okupas con actividades culturales; la desinstituciona-
Los años 90 se enmarcan en la explosión de la so- lización del asociacionismo va de la mano de la bús-
lidaridad como fenómeno mediático a partir de las queda de nuevos modos de vida. Las políticas de la
grandes catástrofes ¿naturales? como el huracán vida y de realización de la propia existencia personal
Mitch en Centroamérica. El voluntariado surge con se hermanan con las políticas emancipatorias y de
fuerza como nueva forma de asociacionismo y de par- transformación de la sociedad.
ticipación en la vida social a través de las ONG. Parti- En la década que estamos viviendo actualmente
dos políticos, sindicatos y congregaciones religiosas renace la indignación, que era un músculo moral ya
montan cada cual su ONG para, entre otras cosas, casi oxidado por falta de uso. Y despertamos viendo
captar a sus voluntarios que han de ser los futuribles cómo nos habían sustraído derechos y libertades.
militantes, convertidos y pilares de organizaciones Asambleas de barrio que recuerdan a las otrora reu-
que empiezan a notar su falta de base social. Pero la niones de asociaciones de vecinos conviven con las
jugada no sale; no puede salir. Las viejas instituciones redes sociales como rebelión individual y colectiva
políticas, sindicales y eclesiales carecen de energía y ante la precarización de nuestra sociedad; son moto-
de ofertas viables para ofrecer vínculos y pertenen- res de nuevas formas de vinculación asociativa. Una
44
Análisis 105
vinculación que, paradójicamente y como en los años en su base social. Tan sólo se sostienen organizacio-
de la transición política, busca la democracia, pero no nes con solera como Cáritas, Manos Unidas o Unicef
ya la de hace 35 años, porque aquella, tan lejos y tan gracias a su amplia base de colaboradores y socios
cerca, ya quedó obsoleta. La actual democracia, se- que aportan sus cuotas. Pero ojo, hablamos de
cuestrada por el poder financiero, precisa no de un la- desarrollo sostenible de las organizaciones y sólo nos
vado de cara sino de una reconstrucción a fondo. Y fijamos si cuadran las cuentas. Y la sostenibilidad
para eso se vinculan no pocos ciudadanos en la ac- principal no es la económica sino la que hace refe-
tualidad. rencia a una base social significativa.
Asistimos a un formidable proceso de in-dividuali-
zación a todos los niveles. Ramoneda habla del ciu-
2. FACTORES DE UNA MUTACIÓN dadano nif (competidor, contribuyente, consumidor).
Un tipo de individuo que ya a finales del siglo pasado
No solo hay un proceso evolutivo en las claves que comenzaba asociarse para defenderse de los enfer-
acompañan al asociacionismo en España. Hay una mos de sida que Cáritas había metido en un piso de
mutación antropológica y sociológica de primera mag- su edificio o para protestar por abrir una vivienda para
nitud. Señalo tan solo algunos de los factores más re- inmigrantes o para personas sin hogar. Los excluidos
levantes que inciden en este cambio estructural. molestan y no hay como asociarse para defenderse
Las mediaciones culturales del siglo XX se han ago- de ellos. La cultura de la satisfacción va asociada al
tado. El asociacionismo estable, que construye com- flotador de la supervivencia, que es el nuevo nombre
promisos a largo plazo y se rige por una pertenencia de cierto tipo de participación social de nuestros días.
sólida militante, carece de seguidores. Ya el volunta- Incluso hay una ONG que, ¡todo por España!, atiende
riado de comienzos de siglo apuntaba a la poliperte- preferentemente a desamparados nacionales; los
nencia de una persona a organizaciones identitarias otros siempre serán de segunda categoría en medio
distintas y hasta divergentes. Algo nos decía que no del desamparo generalizado. En el fondo falta fondo,
son los documentos de identidad los que convocan y el individualismo, aunque se disfrace con el más fie-
sino sentirse como en casa, arraigado, relacionado y ro de los gritos de defensa identitaria del tipo que
sostenido. Y las viejas organizaciones ya no gozan de sea, yace en un océano líquido, como la cultura en la
la credibilidad y el sentido de otros momentos. Las que vivimos y el suelo que pisamos.
agrupaciones comunitarias, preferentemente religio- La vivencia del tiempo también afecta al tipo de vín-
sas, de vida y acción en común han perdido su sitio y culo que creamos. La cultura actual crea proyectos sin
no atraen; al mismo tiempo, los nuevos voluntariados futuro. A diferencia de los avances científico-técnicos,
encuentran en la reflexión sobre su hacer un depósi- en el resto de dimensiones culturales donde se me-
to de sentido que precisan compartir en espacios aún cen las mediaciones asociativas, vivimos en la esca-
no diseñados en el marco de organizaciones hechas sez innovadora. El tiempo se rige por la ley del pre-
sólo para la acción, incluidas las religiosas. Son sólo sente siempre continuo, sin memoria, sin futuro. «La
dos ejemplos; caminamos entre paradojas. era está pariendo un corazón», canta Silvio Rodríguez,
La composición de las sociedades ha variado con- pero hay que ver lo que cuesta dar tiempo al tiempo
siderablemente en estas últimas décadas. El mapa para ir creando realidades nuevas que den respuesta
demográfico y social ha cambiado; nuestros barrios a las necesidades de nuestro tiempo. Las nuevas tec-
son polifónicos a todos los niveles y las bases socia- nologías nos han aprisionado en la aceleración históri-
les que sostenían las organizaciones tradicionales se ca que, paradójicamente, no nos permite a veces ni
han ido evaporando, automarginando o recluyendo en pensar, ni comunicarnos ni vincularnos. En el turboca-
el sillón de sus casas. Ha habido una burbuja asociati- pitalismo no hay posibilidad de arraigo, sólo de pasar
va, que como toda burbuja, esconde grandes menti- corriendo. La participación social se convierte en un ir
ras. La burbuja de las ONG de los años 90, a golpe de y venir efímero. Las personas, como los mercados, se
subvención económica, ha hecho crecer un asocia- invisibilizan o acaso se transforman en pulsaciones de
cionismo de servicios que ha ocupado un espacio pro- «me gusta» o «soy seguidor de» para mayor gloria de
pio en las políticas sociales diseñadas por el poder po- la perversión de las redes sociales. Insisto en lo de
lítico de turno. Y mientras crecía el número de orga- perversión, la cara criticable de una realidad que igual-
nizaciones se extraviaba por el camino una base mente ha revolucionado para bien los modos de aso-
social que no se correspondía con ese aumento. Flo- ciarnos en la era digital, y que como tal se acometen
recen organizaciones pero no hay un sustento fiable en otros estudios de este número.
45
105 Análisis
3. NUEVAS FORMAS DE ASOCIACIONISMO men marcado por la lógica del terror para los que se
asocian y buscan otro orden de cosas. Para orden, el
España forma parte de los países sub-emergentes o que se ha impuesto por la fuerza de las armas de des-
en vías de subdesarrollo. Este es nuestro drama. La trucción masiva: la mentira como forma de alimentar
crisis como forma de gobierno, o la crisis como golpe a la ciudadanía, el miedo como ideología que domes-
de estado que ha encumbrado al poder financiero tica e imposibilita el pensamiento propio y la capaci-
como único poder político, ha revelado nuevos modos dad crítica; el populismo como urdimbre de un nuevo
de participación social y de asociacionismo, teniendo totalitarismo al compás de la consigna «no hay alter-
en cuenta las claves culturales ya citadas, pero agre- nativa»; la carga policial como forma de coaccionar a
gadas a un contexto económico excluyente y un pai- la gente corriente; el economicismo, en fin, como la
saje político decadente. única manera de hacer política.
Si nos asomamos a la realidad de este último año, Sin duda, el nuevo asociacionismo, en un contexto
nos encontramos con un asociacionismo de preca- como el actual, adopta de un modo mayoritario la ex-
rios. Los nuevos pobres van a los comedores sociales presión de movilización, de protesta callejera, de ocu-
y los nuevos precarios se asocian y defienden los de- pación de los espacios públicos. Este tipo de vínculo
rechos que se les ha arrebatado a golpe de decreta- que se teje en la calle, se aleja de las dinámicas de
zo, cada viernes tras el consejo de ministros semanal. pertenencia tradicional bajo la forma de inscripción,
En pleno proceso de descomposición del Estado y pertenencia formal y asistencia a reuniones en un lo-
cuando los bancos y mercaderes gobiernan al dictado cal, y se deslocaliza en cada protesta en la calle y en
de «no se puede hacer de otra manera», la precarie- la red virtual; se constituye como un nosotros inclusi-
dad en su máxima expresión conduce a otro tipo de vo donde los afectados son muchos, no son los míos.
asociacionismo que tiene en el colectivo de desahu- La calle aparece como nuevo espacio moral en de-
ciados (cerca de 400.000 en cuatro años) un expo- fensa de demandas justas. El nuevo vínculo que nos
nente dramático. une hace posible un escenario en el que todos nos
Figuras de otras épocas, como sindicatos o cole- podamos mirar a la cara y decirnos: «esto es cosa de
gios profesionales, agrupan y movilizan de nuevo a todos», porque de todos depende que seamos reco-
profesionales de la salud, profesores, funcionarios y nocidos en nuestra dignidad pisoteada. El nuevo aso-
estudiantes. La marea blanca junto con la marea ver- ciacionismo sin nombre sabe del reconocimiento mu-
de y otras tantas mareas conforman una marea de- tuo en la herida abierta, y anhela la reconstrucción de
mocrática que alza su voz, que presenta su queja, en una casa que nos han echado abajo y que necesita del
unión con otras tantas plataformas, redes y agrupa- concurso de todos para edificarla con nuevos mim-
ciones de afectados, no como solidaridad cerrada (de- bres y hacer que sea una casa habitable. Por eso este
fensa de lo propio) sino como grito de que lo que es asociacionismo es vocacionalmente político y abre
de todos —el estado del bienestar— nos lo han roba- surco incidiendo en las políticas públicas.
do. Cierto que no volveremos a ese estado de cosas, Ahora bien, la tarea es tan difícil de abordar que re-
pero no menos cierto que la defensa de los derechos quiere personas sólidas en tiempos líquidos, como
de todos se impone en este desorden tan cruelmen- reza el título de un libro de nuestros días. El vínculo
te establecido. Cierto que la marea no provoca tsuna- social precisa algo más que el conectamos o el link de
mi, pero está presente. Al menos la marea desatasca la red. El asociacionismo que pasa hoy necesaria-
un problema conceptual: no hablemos sobre qué es o mente por la movilización como forma de acción, re-
no es la justicia; nos sentimos indignados y concerni- quiere de la necesaria mística que bebe del aconteci-
dos ante la experiencia de la injusticia y por eso nos miento y del pensamiento que se teje en la historia,
vinculamos y movilizamos. en la lectura, el estudio, el debate y la creación de opi-
Al tiempo, no podemos olvidar que los poderes nión crítica. Un asociacionismo de dependientes que
mediáticos y políticos no cesan de criminalizar a los preguntan lo que hay que hacer es el peor de los re-
nuevos sujetos asociativos. Los profesores, médicos medios. Un asociacionismo de personas autónomas
y funcionarios son unos vagos; los desahuciados, e interdependientes que saben dónde van, con ellas
aprovechados que no quieren pagar, los que se mani- se puede ir. Esas son las que reclama nuestro tiempo
fiestan, unos vandálicos. Caminamos hacia un régi- con urgencia.
46
Análisis 105
CIBERESPACIO PÚBLICO:
UN NUEVO ESCENARIO DE
PARTICIPACIÓN
DR. VÍCTOR MANUEL PÉREZ MARTÍNEZ1
Vicedecano de Alumnos de la Facultad de Comunicación
de la Universidad San Jorge, Zaragoza
«U
topía y realidad en Internet» fue uno de
los primeros artículos publicados sobre la
Red en Acontecimiento (invierno de
1996). Era un momento en el cual Tim Berners-Lee,
con su proyecto de la Web, estaba comenzando a es-
tar presente en Internet. Hacemos referencia a ese
artículo del profesor José Luis Briz porque en su re-
flexión inicial fue visionario ante el inminente avance
tecnológico que tendrían las comunicaciones; pero
también porque, en algunos casos, sigue siendo una
reflexión de preocupante actualidad. Refiriéndose a
Internet planteaba: «Aún para muchos es ciencia-fic-
ción. Aún hay quien dice ‘yo soy de letras’ ante este
asunto. Pero del mismo irremediable modo en que
los chips entraron hace ya tiempo en casa, una se-
ILUSTRACIÓN DE ANA C. MARTÍN APARTIR DE IMAGEN © 123RFT
gunda revolución electrónica está penetrando en la
sociedad, y la va a transformar más de lo que sospe-
chamos».
Esa transformación social es real y no se visualiza un
punto final ante el desarrollo tecnológico; un proceso
enmarcado en una constante actualización e incorpora-
ción de aplicaciones o en el diseño de nuevos compo-
nentes. Contexto impulsado por la industria de las tele-
comunicaciones y de la concepción de la información o
de los contenidos como un bien de consumo.
Otro vértice del debate es la visión más humana
de los modelos de comunicación identificados en los
cibermedios y su alcance en la sociedad; ¿es una
transformación de la sociedad en red más justa, par-
ticipativa o democrática? En cualquier caso estamos
en la concepción de lo «ciber»; un prefijo con el cual
la Real Academia Española permite acortar el adjetivo
cibernético para poder hacer referencia a los «térmi-
nos relacionados con el mundo de las computadoras
u ordenadores y de la realidad virtual»: ciberespacio,
ciberparticipación, ciberactivismo o cibersociedad.
1. Investigador principal del Cyberspace Working Group-GIEC, reconocido como grupo de investigación por el Gobierno de Aragón,
vmperez@usj.es.
47
105 Análisis
2. Recomiendo una relectura pausada de: Toffler, Alvin (1980). La tercera ola (A. Martín Trad.). Colombia: Plaza & Janés.
3. Algunos puntos sobre una visión ética de la comunicación digital se pueden identificar en el mensaje de Benedicto XVI con motivo
de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2011: Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital.
48
Análisis 105
dle, Linux, WordPress), análisis sobre el avance y uso des novedosas gracias a los equipos portátiles (telé-
de las redes sociales (Facebook, Twitter, MySpace, fonos móviles, TabletPC, iPhone, ordenadores portá-
Flickr, Skype, Tuenti), el desarrollo de la Web (Web tiles) con posibilidades de conexión en locales o pun-
1.0, Web 2.0, Web 3.0) y la cada vez más presente tos Wifi de acceso público en las principales ciuda-
Web Semántica. La influencia de una normativa pro- des. El presente y el futuro es la tecnología móvil; un
pia para la defensa del derecho intelectual (Creative reto por los servicios que mejoran el uso de la tecno-
Commons), el desarrollo de los sistemas de gestión logía, reducen costes y la masifica. Es el contexto de
de contenidos cada vez más intuitivos, gratuitos y ac- la era digital, de la interconexión y de la Mobile So-
cesibles a los usuarios con conocimientos básicos en ciety.
informática (Blogs, Foros, Wiki, Joomla!, Drupal, Mo-
odle). Aún más, la visión de la Web Sciencie.
La Red es un concepto que trasciende a la propia LAS REDES SOCIALES
tecnología porque se basa en la interconexión de dis-
positivos usados por personas. Los límites de su uso En la vorágine tecnológica las redes sociales son un
están en los individuos que conectados al ciberespa- enclave cada vez más estudiado y analizado del cibe-
cio deciden cómo debe ser su actuación. El avance no respacio. No es de extrañar considerando el impacto
tiene previsión de detenerse porque el modelo actual que ha tenido su aparente estructura horizontal en la
económico se basa en la información y la posibilidad interactividad y articulación de proyectos que van
de interactuar en un contexto global, en cualquier lu- desde la política a la movilización social; desde un es-
gar y a cualquier hora. Además del acceso a través de pacio para el posicionamiento de marcas a la simple
líneas fijas, la conexión inalámbrica (telefonía celular o ventana para la desacreditación de terceros o el cues-
móvil, Bluetooth, Wifi, UMTS, EDGE) impone realida- tionamiento de temas pocos trascendentes para la
49
105 Análisis
vida social, pero obviamente de cierto interés para pú- Inicialmente fueron los blogs; las personas se conocí-
blicos muy concretos. Es decir, como la plaza de una an sin pretenderlo. Llegaba la era de los weblogs y
gran ciudad, de todo es posible encontrar en la plaza con la guerra de Irak los blogs de guerra (warblog) sur-
pública de las redes sociales. Sin embargo, no des- gieron como fuentes de información; periodistas, ciu-
acredita la potencialidad que en casos concretos tie- dadanos anónimos o soldados se convirtieron en
ne su capacidad de autorregulación y de articulación fuentes alternativas a los medios tradicionales.
en función de objetivos concretos. Es una «tecnología del yo» donde no hay dueños
Es conveniente comentar que el concepto de red de medios ni editoriales; un «global publisher»: «una
social no es patrimonio de Internet. Cuando Barnes voz personal que puede hablarle a todo el mundo»4.
en 1954 estudió la interacción de los habitantes de la Dyson hacía referencia al poder de la participación:
ciudad noruega de Bremnes los resultados le permi- «Es posible que cuando la gente se involucre, descu-
tieron concluir que las relaciones e interacciones se bra que el verdadero activismo empieza en casa, en el
pueden denominar network. Entre sus contribuciones colegio, en las comunidades y en los vecindarios».
está la comprensión del sistema de interacción bidi- Las nuevas aplicaciones como los gestores de con-
mensional y multidimensional. Idea presente en la te- tenidos han aportado recursos a las redes sociales. En
oría de los seis grados de Frigyes Karinthy. En el ci- CiberP@ís se recogían las siguientes definiciones de
berespacio encontramos una nueva dimensión basa- las primeras redes sociales: Facebook: Sitios donde
da en la interacción y la conectividad ampliándose se encuentran antiguos alumnos; Flickr: se cuelgan
exponencialmente gracias a las tecnologías o aplica- las fotos preferidas; MySpace o Meetup: «clubes vir-
ciones que impulsan las redes sociales. tuales para compartir gusto o buscar ligues»; Craigs-
Se establecen contactos y redes. Las redes huma- list: buscar trabajos. Por otra parte Twitter es «breve,
nas utilizan la tecnología de la Red para interactuar. sencillo y rápido, Twitter aporta una instantaneidad fá-
Sin embargo, al igual que las relaciones e interaccio- cil a las redes sociales flexibles y a las más densas»5.
nes en otros contextos y con otros canales, el cibe- Las conexiones wireless de Internet (Wi-fi) pueden
respacio tiene sus propias características e influye en otorgar a los espacios físicos de las ciudades una nue-
los procesos, las relaciones y las interacciones. En va plataforma tecnológica para la participación y la ar-
este entramado de interconexiones el debate sobre el ticulación de ciudadanos con intereses comunes. La
espacio público y la comunicación política puede asu- agenda de contactos se ha transformado en emails,
mir matices: la participación ciudadana, la democracia nick o direcciones de amigos seguidores a cuentas de
y la vida política asume nuevas dimensiones. La cons- Facebook, Linkendin, Twitter o más reciente Google+
trucción del entorno público en la dimensión digital de con el concepto de «círculos de amigos».
la Red abre un abanico de opciones cada vez más im-
portante que trasciende del ciberespacio al espacio
público. UN ESPACIO PÚBLICO POR CONSTRUIR
Las redes sociales utilizan la tecnología que está a
su alcance para organizarse. Aplicaciones pensadas «Complejidad, interdependencia, imprevisión», son
desde sus inicios para el trabajo en red. Los primeros elementos que distinguen a la sociedad de la informa-
Network Working Group representan la concepción ción6 que pueden aplicarse a las redes sociales del ci-
con la cual se desarrolló Arpanet y posteriormente In- berespacio. Los digital natives y digital inmigrants7 se
ternet. Es entendible entonces el por qué las redes relacionan e interactúan en red por objetivos muy di-
sociales ven en el entorno digital un amplio campo de versos; un escenario novedoso para la vida social. El
posibilidades de interacción. Lejanas están las defini- uso de las redes sociales en la comunicación política
ciones de Internet como un cableado de máquinas in- es cada vez más usual. Por otra parte, las redes socia-
terconectadas; ahora, la Red tiende a ser universal. les son utilizadas por grupos y asociaciones de ciuda-
4. Orihuela, J. L. (2006). La revolución de los Blogs. Madrid: La esfera de los libros, p. 39.
5. Pisani, F. (2007, Abril 27). «Web 2.0: Twitter o la tendencia haiku». Ciberp@ís [en línea]. Disponible en: http://www.elpais.com/articu-
lo/semana/Web/Twitter/tendencia/haiku/ elpeputec/20070419elpciblse_2/Tes
6. Cebrián, J. L. (1998). La red. Madrid: Taurus, p. 177.
7. Prensky, M. (2004). The Emerging Online Life of the Digital Native: What they do differently because of technology, and how they
do it. Sitio Web Oficial de Marc Prensky [en línea]. Disponible en:
http://www.marcprensky.com/writing/Prensky-The_Emerging_online_life_of_the_digital_native-03.pdf.
50
Análisis 105
danos que asumen un liderazgo en movimientos con- diatizado por la tecnología. Desde otra perspectiva
cretos. Se coincide en la capacidad de movilización Bauman hace referencia a una sociedad en donde se
que las redes sociales tuvieron en las revueltas de Tú- establece una «red de interdependencia» que hace al
nez y Egipto al constituirse en canales de información ser humano «objetivamente responsable» de los pro-
libre de la censura oficial. Otra experiencia fue el Mo- blemas de los demás10.
vimiento 15-M (http://es-es.facebook.com/Mov15M) o Las redes sociales se suelen relacionar con la de-
¡Democracia real, ya! (http://www.facebook.com/de- mocracia. Existe consenso en que una estructura es
mocraciarealya) para articular intereses entre sus se- democrática si sus valores y sus modelos de organi-
guidores. Pero, encontraremos en las redes sociales zación actúan como tal. Ahora bien, aunque la Red
diferentes causas; desde una red como Anonymus promueve la participación activa, la interacción y la
(http://twitter.com/anonops) o grupos comprometidos comunicación horizontal, no puede garantizarse la
con intereses políticos o problemas concretos. En el efectividad democrática porque estará sujeta a los
ciberespacio encontramos una nueva dimensión de la objetivos y normas de quienes la configuran. Por eso
sociedad organizada. El ciberactivismo está en auge y hay quienes visualizan en Internet una alternativa
dos estrategias destacan: el apoyo a actividades de para retornar a los modelos de democracia directa y
comunicación política desde los partidos políticos y la quienes se limitan a valorar la Red como simplemen-
creación de debates sociales8. te un nuevo instrumento, en el cuál, son otros los fac-
Las redes sociales se basan en la Web y se utilizan tores que la definen como una opción para fortalecer
para relacionarse, intercambiar o compartir conteni- la democracia; es democrática si sus usuarios son de-
dos, articular acciones concretas y no dejar de estar mocráticos.
conectados con otros. Son un espacio en los cuales En el ciberespacio se requieren condiciones pre-
se construye una identidad, se interactúa, hay quie- vias para garantizar la construcción de lo público. Es
nes se ajustan a los intereses y se confía en los inte- indispensable que los ciudadanos utilicen equipos y
grantes de la red. Probablemente sean estos canales programas informáticos compatibles con la Red, tener
los adecuados para incentivar el acercamiento de los una conexión accesible en costos y al mismo tiempo
ciudadanos al debate libre, respetuoso; de opinión y que satisfaga las demandas técnicas de los usuarios y
de participación en un contexto aparente de pluralidad sitios Web facilitando el intercambio de ideas sobre
y libertad. Si entendemos la participación política temas de interés para el ciudadano. Al margen de es-
como el conjunto de acciones que tienen el objetivo tos requerimientos técnicos, se desea una ciudadanía
de intervenir en el debate público de la sociedad, las formada en el uso de las tecnologías de la informa-
redes sociales se han convertido en una de las vías de ción, una brecha tecnológica cada vez menor y una ne-
participación que contribuyen a la organización, plani- cesidad de defender la comunicación; pero también,
ficación y potenciación de la movilización política de la defensa de los derechos de los ciudadanos en el ci-
un porcentaje importante de ciudadanos. Sin embar- berespacio por parte de los gobiernos y de las estruc-
go, Tim Berners-Lee (2010) es crítico al respecto y turas políticas de los Estados. No olvidemos que en el
promueve que la Web debe ser la red social global9. ciberespacio el mercado influye en las pautas de cre-
La sociedad interactúa en las redes sociales en te- cimiento. Son indispensables grandes inversiones en
mas locales que tienen una repercusión mundial. Sin actualizaciones de equipos y programas informáticos;
embargo, las posturas teóricas sobre lo deseable en incluso, en la creación de nuevas infraestructuras para
estos procesos están abiertas porque es un escena- un acceso rápido y confiable. Las redes sociales ne-
rio impredecible. Por una parte, se plantean interac- cesitan el soporte de una infraestructura accesible y
ciones sin la necesidad de la presencia física de las democrática. La visión de una Internet democrática, y
personas y al mismo tiempo se cuestiona su nivel de por ende de redes sociales, pasa por entender que
profundidad, calidad e importancia en el diálogo me- debe ser más universal.
8. Caldevilla Domínguez, D. (2009). «Democracia 2.0: La política se introduce en las redes sociales». Pensar la Publicidad, 2, 31-48.
9. Tim Berners-Lee plantea: «The Web is also vital to democracy, a communications channel that makes possible a continuous world-
wide conversation». Artículo complete en: Berners-Lee, T. (2010, Noviembre 22). Long Live the Web: A Call for Continued Open
Standards and Neutrality. Scientific American Magazine [en línea]. Disponible en:
http://www.scientificamerican.comarticle.cfm?id=long-live-the-web.
10. Bauman, Z. (2007). Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores. Paidós. Barcelona, 2007.
51
105 Análisis
I
ngenuos. Así habrían descrito a esos pocos visio-
ALFONSO CORRAL GARCÍA
Investigador y profesor de Humanismo Cívico narios tunecinos que hubieran observado en la in-
en la Universidad San Jorge, Zaragoza molación de Mohamed Bouazizi aquel 17 de di-
ciembre de 2010, el principal desencadenante de uno
Ilustraciónes: Ana C. Martín de los acontecimientos de nuestro tiempo presente.
Una Primavera Árabe equiparada al Mayo del 68 o la
caída del muro de Berlín. Aunque los más nostálgicos
rememoran los ideales de la Revolución Francesa.
Sea prematuro o no, la reflexión y la distancia que po-
sibilitan los dos años transcurridos sí permiten abra-
zar su holocausto como el ingrediente secreto para el
caldo que se venía cocinando en el mundo árabe.
Ese día, en la adormecida ciudad de Sidi Bouzid,
este joven vendedor ambulante de 27 años decidió
rociarse de gasolina y convertirse en llama de la re-
volución. Poco tiempo antes, su carreta había sido
confiscada por una policía corrupta que también le
abofeteó y escupió. Su infracción fue no poseer la au-
torización oficial. Su trabajo bastaba para obtener lo
mínimo para alimentar a su madre y hermanos, por-
que Bouazizi dejó sus estudios a la muerte de su pa-
dre. Un simple chantaje habría bastado, pero siempre
estuvo en contra de los tejemanejes. Semejante hu-
millación le arrebató su dignidad, su humanidad. No
hubo vuelta atrás.
Quemarse públicamente a lo bonzo frente a las de-
pendencias gubernamentales no fue una elección ba-
ladí. Más todavía cuando este tipo de suicidio choca
tan directamente con las tradiciones magrebíes e is-
lámicas. Bouazizi trataba de mejorar la vida de sus ve-
cinos y demás seres queridos. Supo que su acto ten-
dría repercusión, aunque seguramente sería el gran
sorprendido por todo el efecto creado. Su pueblo se
manifestaba mientras permanecía moribundo en el
hospital. Aguantó 18 días. Se había convertido en
mártir en la revolución.
A lo largo de estas primeras y agónicas jornadas se
sumaron otros municipios cercanos. Internet y las re-
des sociales cumplieron su papel como elemento car-
dinal en la planificación de acciones y la movilización
52
Análisis 105
1. Reuters (2010): «Los antidisturbios dispersan la primera protesta de licenciados sin empleo», en La Vanguardia, 28 de diciembre, p. 8.
53
105 Análisis
54
Análisis 105
Pronto se cumplirá el segundo aniversario de la in- Corán o el velo estaba equivocado. Huelga decir que
molación de Bouazizi y, sin darnos cuenta, un nuevo sólo son los pilares recurrentes cuando el mundo ci-
mundo árabe ha entrado en nuestras vidas. Parece vilizado se refiere a su vecino araboislámico. Demos
que fuera ayer cuando las imágenes de la muerte de otro paso. Hablemos de cultura, juventud, cambio,
Gadafi llegaron hasta nuestras pantallas desde YouTu- música, educación, mujer, literatura, cine, etc. Obvie-
be. Los humanos somos seres temporales, históri- mos de una vez camellos, barbas, velos y petrodóla-
cos, biográficos y, por ello, merece la pena revisar res.
cuál es el estado actual de lo social, de lo virtual y de Hay mucho más allá de ese homus islamicus ame-
las primaveras árabes. El mejor reflejo es esa plaza de nazante, retrógrado y violento de la profesora Martin
Tahrir, espejo de los «indignados» del «movimiento Muñoz. No es otro que el perpetuado discurso orien-
15M» o los neoyorkinos del Ocuppy Wall Street, para talista que enarbola el fundamentalismo, la barbarie,
determinar que las acampadas serían su medio para el terrorismo, el machismo o el salvajismo como es-
manifestarse. pada del islam. Es el momento de acabar con viejos
La realidad es que por primera vez han sido los ára- prejuicios, clichés y estereotipos. Los árabes han de-
bes quienes han aleccionado a la humanidad. No será mostrado estar mucho más próximos de lo que jamás
la última, pero en este camino en donde viejas barre- hubiéramos pensado. Es el momento de hacer auto-
ras tendrán que caer será complicado derribar esas lo- crítica. Debemos cuestionarnos por qué hemos man-
sas humeantes de islamofobia. Por fin se puede dis- tenido y apoyado esas dictaduras silenciosas durante
cutir sobre democracia e islam. También sabemos tanto tiempo. Sí, nosotros los defensores de las li-
qué es eso de islamismo o que la determinación y el bertades y los derechos humanos.
diálogo han ganado al terrorismo de Al Qaeda y Bin Demos la bienvenida a las nuevas generaciones
Laden. Sin embargo, el que contemplase la revolu- que no han vivido las convulsiones del pasado como
ción como el final de la inmigración, el terrorismo, el esperanza prometedora para el futuro. Ese joven que
55
105 Análisis
grita degagé o la universitaria que libremente cambia democracia ha de fortalecerse. Mientras tanto el blo-
su perfil en Facebook para aparecer velada cuando el guero, el ciberactivista seguirá ahí, en su sombra, de-
sátrapa abandona su país. Éste es el nuevo conglo- nunciando los retrocesos que encorseten sus dere-
merado árabe cuyo cambio se encuentra en la acti- chos como ciudadano universal. Ese es el logro, su vic-
tud, en las mentes y en las tecnologías. El mismo que toria. No se han diluido. No van a permitir una vuelta al
ha conseguido que «#Egypt» fuese el hashtag más antiguo régimen. Hoy siguen en Twitter al presidente
popular en Twitter durante 2011. Bien es cierto que egipcio, Mohamed Mursi, y vuelven a Tahrir cuando
las redes sociales y los nuevos soportes 3.0 no han creen oportuno, como en la actualidad con el borrador
creado las revueltas o el malestar, pero sin ellas los lo- de la nueva Constitución. Sobreviven gracias a la pre-
gros hubieran sido hipotéticamente imposibles. Por lo sión generada sobre los medios de comunicación occi-
tanto, sólo son el mejor de los medios para la articu- dentales. Son los garantes democráticos, los guardia-
lación, canalización y comunicación de iniciativas por nes de esa encomiable odisea que lleva por nombre
su inmediatez, sorpresa y rápido encadenamiento. dignidad. Son los héroes de la retaguardia que toda
En este preciso momento lo importante no es el gran batalla necesita. Queda mucho por hacer y, en lu-
partido político en el poder, lo fundamental es que la gares como Siria, por llegar.
56
Análisis 105
INTERNET Y LA DIFUSIÓN
DE CONOCIMIENTO LIBRE
1. Jimmy Wales, Free Knowledge requires Free Software and Free File Formats, en http://jimmywales.com/. Traducido en
http://www.openerpspain.com.
57
105 Análisis
les formas en que el conocimiento libre se genera y como fueron escritas por sus programadores, esto
difunde en Internet. Comenzamos por el software en es, antes de que se tradujeran al lenguaje de la má-
el que se desarrollaron los primeros proyectos coo- quina. El código fuente permite entender cómo fun-
perativos libres, dado que el modelo del software li- ciona lógicamente el programa y modificarlo, lo cual
bre ha servido de inspiración para otras formas de co- es una tarea titánica si sólo se dispone del código má-
nocimiento libre. quina o compilado.
Que el software sea libre no es sinónimo de gratis.
Por otra parte, muchos programas gratuitos no son li-
EL SOFTWARE LIBRE bres si no se aseguran las cuatro libertades anterio-
res. Y también hay empresas que cobran por distri-
La Free Software Foundation (FSF, Fundación para el buir copias del software libre, por ejemplo las que
software libre) es la mayor iniciativa a nivel mundial venden discos de instalación de GNU/Linux. Ahora
para la promoción del software libre. Fue creada en bien, ese software puede obtenerse normalmente de
1985 por Richard Stallman, entre otros. Entre sus ob- forma gratuita por vías alternativas.
jetivos fundacionales está impulsar el sistema opera- En el informe de 2012 de valoración del software
tivo libre GNU, que junto al núcleo Linux, que comen- libre, elaborado por Portal Programas3 a partir de las
zó a desarrollar Linus Torvalds en 1991, es la base de respuestas de más de 5000 usuarios, se constata que
las distribuciones GNU/Linux actuales. el 89% utiliza con regularidad software libre, espe-
En la década de 1980, las grandes empresas infor- cialmente aplicaciones muy populares como Firefox y
máticas comenzaron a vender sus computadoras con OpenOffice. Además, un 84% de los usuarios confía
sistemas operativos privativos, con licencias cerradas en las aplicaciones libres como una opción fiable para
que impedían (como lo siguen haciendo en la actuali- cubrir sus necesidades informáticas. De entre los que
dad los sistemas operativos propietarios) que el usua- desconfían (4,1%), la mayoría es por no haberlo pro-
rio pudiera conocer cómo funciona el software que bado (2,3%), aunque en algunos casos la desconfian-
controla la máquina por la que ha pagado, eliminando za se debe a la sospecha de que los programadores
toda posibilidad de modificar o reparar sus progra- han podido introducir código dañino (1,8%).
mas. Richard Stallman entiende que esto es un abu- Un ámbito donde debiera usarse principalmente
so, por lo que lucha para promover la idea de softwa- software libre es la educación, en todos los niveles.
re libre y copyleft. En primer lugar porque generalmente supone un aho-
La FSF elabora las licencias GNU GPL (General Pu- rro económico importante, aunque no es la razón prin-
blic License) que protegen la libertad del software. cipal, porque las grandes compañías de software sue-
Esta libertad consta de cuatro aspectos fundamenta- len estar dispuestas a ofrecer grandes rebajas, o
les2: incluso licencias gratuitas, a las instituciones educati-
vas. Las universidades públicas españolas, por ejem-
• La libertad de ejecutar el programa para cualquier plo, han firmado convenios con empresas como Ado-
propósito (libertad 0). be y Microsoft para que los estudiantes aprendan con
• La libertad de estudiar cómo funciona el progra- sus productos. Pero entonces, esos estudiantes, a la
ma, y modificarlo para que se comporte como el vez que aprenden se hacen dependientes de softwa-
usuario quiera (libertad 1). re propietario que cuando salgan de la universidad
• La libertad de redistribuir copias (libertad 2). sólo podrán adquirir pagando carísimas licencias a las
• La libertad de distribuir copias de las versiones empresas que antes se lo regalaban. Por tanto, la
modificadas a terceros (libertad 3). Esto permite principal razón para usar software libre en la educa-
ofrecer a toda la comunidad la oportunidad de be- ción es la libertad de los estudiantes, que sus conoci-
neficiarse de las modificaciones. mientos y su uso de las tecnologías no sean depen-
dientes de ninguna empresa para poder llevarse a
Para las libertades 1 y 3 se requiere que el usuario cabo.
pueda acceder al código fuente del programa. El có- También la administración pública debería usar
digo fuente es el conjunto de ficheros que contienen software libre. Cada año salen decenas de millones
las instrucciones que conforman el programa tal de euros de los presupuestos de las administraciones
58
Análisis 105
públicas españolas para pagar licencias de programas riales de 2.100 cursos oficiales. Muchas universida-
para los que existen alternativas libres de igual o me- des de todo el mundo se han unido a la iniciativa y,
jor calidad, como paquetes de ofimática o sistemas con calidad variable, es posible encontrar en Internet
operativos. Y allí donde no existan alternativas libres, materiales docentes de cualquier materia. En España,
dada la estructura de las administraciones (ministe- más de 30 instituciones de educación superior, públi-
rios, autonomías, ayuntamientos, universidades, etc.) cas y privadas, ofrecen portales OCW. El Open Cour-
es posible establecer sinergias para el desarrollo de seware Consortium coordina y promueve a nivel
software que se ajuste a las necesidades de las ad- mundial iniciativas OCW en todos los niveles educa-
ministraciones. Y, por supuesto, de los administrados. tivos.
Resulta vergonzoso que tantos organismos ofrezcan
a los ciudadanos impresos oficiales que requieren de
software propietario para ser leídos y cumplimenta- CIENCIA ABIERTA
dos. En muchos casos, las administraciones realizan
esfuerzos por adoptar el software libre, no siempre Recientemente ha tenido un gran impacto en las re-
con éxito. Recientemente, la multinacional Microsoft des sociales la iniciativa «The Cost of Knowledge»,
ha ganado una reclamación de 12 millones de euros a también conocida como la «primavera académica».
la Junta de Andalucía por utilizar sus programas sin li- Comenzó cuando el 21 de enero de 2012, el mate-
cencia durante cinco años. Programas que no habría mático Timothy Gowers (Universidad de Cambridge)
hecho falta utilizar de haberse adoptado realmente publicó en su blog una propuesta de boicot a Elsevier,
Guadalinex, una distribución de GNU/Linux financiada una de las mayores editoriales de revistas científicas
por la misma Junta de Andalucía. del mundo. Gowers se negaba a enviar más artículos
a revistas publicadas por Elsevier y a participar en pro-
cesos de selección de artículos. Proponía que otros
LIBROS Y MÚSICA COPYLEFT científicos hicieran lo mismo. La propuesta se exten-
dió rápidamente por las redes sociales y a día de hoy
La idea de conocimiento libre se extiende mucho más «The Cost of Knowledge» recoge más de 13.000 fir-
allá del software, y se puede aplicar a numerosos ti- mas de científicos de todo el mundo. El boicot apun-
pos de contenidos digitales. Así ocurre en el caso de ta hacia el modelo de negocio de Elsevier, que no di-
los libros y la música. Numerosos autores liberan sus fiere mucho de otras editoriales científicas, que se
creaciones bajo licencias copyleft, que confieren a los basa en altísimos costes de suscripción para poder
consumidores muchos derechos tradicionalmente acceder a sus contenidos. En la mayoría de los casos,
restringidos por los derechos de autor. Esto no signi- los artículos que se publican en estas revistas son re-
fica que el autor renuncie a todos los derechos, de he- sultados de proyectos de investigación financiados
cho las licencias copyleft como Creative Commons con fondos públicos. Los autores no cobran por es-
protegen a los autores del plagio, dado que cualquier cribir sus artículos, como tampoco cobran los reviso-
persona que difunda o modifique una obra copyleft res que los evalúan y deciden sobre su publicación. A
está obligada a citar al autor y la procedencia original. cambio, las editoriales expropian a los autores todos
En muchos casos, los contenidos copyleft son li- los derechos sobre sus artículos, que ni siquiera pue-
bros cuyos derechos de autor han prescrito (como los den distribuir libremente a sus colegas, quienes solo
ofrecidos por el Proyecto Gutenberg), o piezas musi- podrán acceder a los artículos si la biblioteca de su
cales clásicas que son interpretadas por orquestas universidad paga altísimos costes de suscripción. De
que las liberan bajo estas licencias. Pero también se este modo, el conocimiento generado por proyectos
desarrollan nuevos contenidos copyleft. La fundación de investigación pagados por todos los ciudadanos
Wikimedia reúne numerosos contenidos de este tipo. queda en manos de multinacionales.
No solo la mencionada Wikipedia, sino que ofrece En abril de 2012, la Universidad de Harvard escri-
también bibliotecas digitales (Wikisource), libros de bía a sus investigadores un comunicado donde infor-
texto (Wikibooks), canales de noticias (Wikinews), maba de que no se podía sostener el coste de las ta-
etc. sas de suscripción, que habían llegado a 3,75 millo-
Muchas instituciones educativas están liberando nes de dólares anuales, tras crecer un 145% en los
sus materiales docentes a través de portales OCW últimos 6 años. En este comunicado sugería a sus in-
(OpenCourseWare). La iniciativa la empezó el Institu- vestigadores que optaran por revistas científicas de
to Tecnológico de Massachusetts (MIT). Su portal acceso abierto, o en su defecto con precios razona-
OCW da actualmente acceso libre a todos los mate- bles.
59
105 Análisis
Los defensores de la ciencia abierta abogan por pueda parecer lo contrario la piratería no reduce con-
que tanto los datos científicos como las publicaciones siderablemente su beneficio, ya que el usuario que pi-
sean de libre acceso a todos los ciudadanos. Se trata ratea el software en su casa se verá obligado a ad-
de exportar el modelo del software libre a la investi- quirirlo en su empresa (donde las inspecciones son
gación científica. Existen multitud de redes sociales más severas), dado que no conoce alternativas libres.
que trabajan en esta dirección.
60
Análisis 105
C
iertamente el mundo ha cambiado y sigue cam-
biando mucho. Y uno de los fenómenos al que
más debemos dicho cambio es el de los avan-
ces tecnológicos, que está haciendo «posible» casi
todo. Quienes contamos cierta edad no podíamos
pensar que algunas imágenes o ideas de lo que cinco
lustros atrás era mera ciencia ficción pudiesen ser
hoy reales, y que fuéramos además a presenciarlas y
a hacerlas nuestras de manera tan cotidiana. Me re-
fiero a realidades bien presentes en nuestro mundo,
como la de tener delante una pantalla en la que apa-
rece el rostro de un conocido que me habla desde «el
otro lado del charco», y que se me hace presente,
además, de manera simultánea; o a ver por la calle
gente que telefonea a través de un trasto muy pe-
queño con el que puede fotografiar, consultar su
cuenta bancaria o comprar un billete de autobús; pero
también a posibilidades como intervenir quirúrgica- riedad, la cuestión de una vida más soportable y hu-
mente en las entrañas físicas de alguien de manera manizada comienza a tambalearse en muchos casos.
teledirigida, hacer gestiones bancarias desde el cuar- Si observamos nuestro mundo desde un mirador
to de estar de la propia casa de uno, o seguir la últi- alejado y con un catalejo potente, vemos que el des-
ma conferencia de un gran pope de la cultura desde equilibrio entre los logros tecnológicos y los logros
mi ordenador, y hacerlo en presente, o como se dice morales se abre ante nosotros como aquel abismo
ahora, en tiempo real... que separaba el cielo del infierno en la parábola del
Las facilidades que las nuevas tecnologías aportan pobre Lázaro y el rico Epulón (Lc 16, 19-31). Con este
a nuestro mundo son enormes, y hasta podemos de- estado de cosas, ¿cómo osamos hablar de progreso?
cir que nos hacen la vida más fácil, en un buen nú- Pero el de progreso es un concepto que a casi todos
mero de aspectos: menos pesada, más «vividera». encanta, y se dice con una palabra que se cae coti-
Pero a nadie se le escapa que toda esta retahíla de dianamente de la boca de muchas personas que ha-
bondades acarrea también su contrapartida, y que bitan nuestro mundo, como si nada de lo acontecido
esta última se anuncia tan compleja y tan difícil, que en el terrible siglo que nos ha precedido hubiese te-
desde que empezamos a considerarla con cierta se- nido lugar. Pese a que la rueda del progreso, que tan-
61
105 Análisis
to ilusionó a los hombres y mujeres de las Luces —y La fascinación que la sofisticación de las nuevas
por ello llegaron a entronizar a la diosa Razón—, se tecnologías va generando en las personas que a ellas
dio de bruces con el muro de los dos grandes totali- se acercan es enorme, y difícilmente nos podemos
tarismos que coronaron el siglo pasado, seguimos sustraer a un atractivo semejante. No hay más que
hoy a su merced, presos de una inercia poderosa, ver el fenómeno de las colas que se forman ante las
merced ante todo a que es imposible negar la evi- tiendas cuando se presenta una versión más moder-
dencia de los avances tecnológicos. Y es que la tec- na de iPad, o el protagonismo que tienen los nuevos
nología, capaz ya de hacer casi todo, es la que ha ve- aparatos en cualquier reunión familiar o de amigos,
nido a suplir un descalabro moral tan infame, que no donde todos se muestran encantados la última adqui-
deja de socavar aún más las distancias entre las per- sición y se cuentan lo que acaban descubriendo en
sonas, una distancia claramente marcada por las es- estos cachivaches luminosos y parlanchines. La lla-
candalosas diferencias económicas. mada es permanente. Los hombres y mujeres de hoy
Las nuevas tecnologías están muy ligadas a la exis- estamos solicitados sin tregua alguna por este tipo de
tencia de Internet porque hacen accesible la red de llamadas, y para muchos resulta ya difícil sustraerse a
redes a más personas cada vez; y a nadie se le esca- ellas. Es el continuo «divertissement», que tanto ho-
pa que aunque en Internet esté presente todo, el ac- rrorizaba a Pascal, servido ahora en bandeja de oro y
ceso a sus contenidos y su potencial comunicativo no diamantes. Porque si al sabio autor de los Pensa-
son aspectos de la tecnología que acrecienten dife- mientos le resultaba escandaloso que ya fuera difícil
rencias; bien al contrario, ya que se trata de una reali- en su siglo que alguien tuviese la capacidad de que-
dad nueva que tiende a allanar la distancia entre las darse solo (solo a solas consigo mismo) una tarde en-
personas, al lograr relacionarlas de manera fácil y sin tera en su cuarto sin sufrir grandes zozobras, ¡qué
grandes costes de dinero, y hasta haciendo desapa- pensaría hoy de esta necesidad imperiosa que se
recer, en cierto modo, las mayores distancias físicas. está creando en tantas personas, al necesitar estar
Internet es potencialmente capaz de unir y capaz de permanentemente «conectados» con alguien, que,
crear nuevas relaciones entre personas, y da pie a co- además, no está presente!
lectivos bien diversos que pueden colaborar a la me- La primera perversión, puede que la más sibilina,
jora de las relaciones humanas y a hacer la vida más que suponemos vería el gran Pascal es la del tremen-
fácil, favoreciendo a su vez la reflexión y el trabajo; do individualismo que el fenómeno descrito genera.
gracias a la red se pueden poner buenas bases para Se está volviendo estampa cotidiana ver a grupos de
que los nuevos modos de comunicación sean verda- jóvenes —y no tan jóvenes— que se han dado cita
deramente humanos, por más que el riesgo de rela- para pasar la tarde juntos, y sorprendentemente les
ciones menos humanas y hasta perversas no deje de podemos observar sin prestarse apenas atención
estar presente. unos a otros. Resulta que cada cual está pendiente
Pero a pesar de esta capacidad democrática de la del aparatito que tiene entre sus manos, y con el que
red, las relaciones humanas que en ella se establecen está comunicando con alguna persona —probable-
y el mismo fenómeno tecnológico que en torno a la mente otro joven— que a su vez está haciendo lo
red se genera a ritmo trepidante están produciendo mismo en una reunión similar donde tampoco se con-
actitudes y problemas no exentos de ciertas perver- versa ni se cuenta ya ninguna historia… No deja de
siones, relacionados todos ellos con el mundo de la ser curioso y sorprendente. Pero tampoco es nada
ética, que no es sino el mundo de las reflexiones en raro que personas que están cerca de forma física se
torno al hacer de las personas. Lo que muestra una envíen mensajitos y opten por ello en lugar de hablar
vez más que si la tecnología se desliga del aspecto o esperar la ocasión para conversar de tú a tú. Resul-
moral, puede convertirse en algo muy distinto de ta paradójico pensar que no se preste atención algu-
aquello para lo que fue concebida. Por eso, en el cam- na al rostro que se tiene al lado, y se esté, en cambio,
po de la ciencia y de la tecnología no se debe dar un comunicando con alguien distante, a quien quizás se
paso sin plantearse una pregunta por la ética de tal va a ver un poco más tarde. El fenómeno de las nue-
proceso o tal investigación; pregunta que tendría que vas tecnologías genera una inercia prodigiosa, hasta
ser de este tenor: ¿debemos hacer todo lo que está el punto de que cuando se entra en ese mundo, to-
en nuestras manos; debemos llevar a cabo cuanto dos parecen seguir la misma norma, probablemente
sospechamos o sabemos que podríamos hacer? Y la por la fascinación que ejercen esas solicitaciones a
referencia será siempre la de la realidad de las perso- modo de señales luminosas o pequeñas notas musi-
nas y la misma estructura moral del ser humano. cales; semejante hechizo es algo que los nuevos
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Análisis 105
usuarios de tan sofisticadas tecnologías controlan ges vivió en la corte del rey Candaule... El anillo, en la
muy mal, o no controlan en absoluto. red, traslada a la espinosa cuestión del anonimato.
¿Qué lectura podemos hacer de este fenómeno? ¿Qué le pasaría a alguien que se encontrase con el
¿A qué podrá deberse?¿Acaso a la presión que hoy anillo de Giges? ¿Qué le sucedería al portador de la
ejerce sobre las personas la inmediatez? ¿A la nece- joya real al comprobar que el anillo tiene el poder de
sidad de comunicar algo sin mediación alguna, ni si- hacerle invisible? La respuesta estará en función de la
quiera del orden temporal? ¿A la inquietud perma- calidad moral de quien haya descubierto prodigio tal,
nente en la que estamos instalados, muchas veces dependerá en buen grado de su «catadura moral»,
por mera inercia? La paciencia, que todo lo alcanza, como diríamos con lenguaje de andar por casa… Si
como decía la gran Santa Teresa, parece no alcanzar en la vida moral de quien lleva el anillo y se ha perca-
gran cosa en nuestros días… Y sin embargo, la santa tado de su hechizo no hay cierta solidez, muy proba-
tiene razón. Todos lo sabemos. blemente sucederá lo esperado por parte de un apro-
La persona se halla así reclamada permanente- vechado: que acabará haciendo de su capa un sayo y
mente por otros, que la requieren desde cualquier rin- sacando partido de la situación que le brinda poder
cón real o virtual; y responde a tales solicitaciones circular de aquí para allá sin ser visto. ¿No es esto
con prisa, con ansiedad incluso… Como si a falta de algo parecido a lo que ocurre de hecho y cotidiana-
poder vivir un presente real, material, «de carne y mente en la red de redes? El anonimato permite en-
hueso», tuviera que acogerse a un presente menos gañar en provecho propio, cuando no manipular o fin-
real, menos vivo, menos encarnado, menos presen- gir, fomentar la vanidad o cometer inmoralidades de
te… ¿Qué está generando en el hombre la presencia todo tipo por toda suerte de apetencias y sinrazones
de lo que conocemos como lo virtual? Porque tam- (también de razones, por qué no). Y mucha firmeza
bién lo virtual está presente, y con qué fuerza; y lan- tiene que tener el andamiaje moral de las personas
za llamadas, demandando atención ya, aquí y ahora; para que no se tambalee ante los encantos del anillo
o, mejor dicho, aquí desde allí, pero en un ahora que mágico del antiguo rey de Lidia. ¿Navegar por la red
se torna más inmediato que el presente que se vive puede considerarse similar a llevar el anillo del perso-
con quien está realmente presente. Como si ya no se naje del mito platónico? Es una pregunta que deberían
soportase ese presente presente, presente al cuadra- hacerse ciertos internautas. Y a todos los usuarios de
do; como si no se soportase ya la misma carnalidad. la red correspondería pensar en las consecuencias,
Por eso podríamos hablar de nuevos «platonismos» porque la invisibilidad que proporciona el anillo, en
en la era presente, platonismos que tal vez sean fru- muchos de los caminos de la red de redes, no es he-
tos de ciertas maneras de entender el progreso, por- chicería o un truco de magia.
que suenan a otros que también en determinadas ac- Hay quienes plantean desde hace algún tiempo la
titudes consideradas progresistas podemos hallar. posibilidad de ciertas regulaciones en Internet, pero
Qué decir, si no, del platonismo reinante en el femi- no dejarían de ser normativas tal vez necesarias en el
nismo más radical: el que proclama (y llega a creerse) campo de la legislación, que sólo de soslayo tocarían
que el sexo es algo que el sujeto elige, porque lo su- las verdaderas cuestiones morales, porque éstas ra-
pone de naturaleza cultural… Como si la persona no dican en la estructura misma del hombre como ser
fuera un ser marcado desde su primer instante de moral que es por esencia. Se está trabajando así en
vida por su naturaleza, que es sexuada… ciertos códigos de comportamiento en la red, como
Pero Platón está presente por muchas otras razo- el llamando «netiqueta» y otros, y son muchas las
nes en pensares de este tipo. Porque otra cuestión cuestiones que se van hilvanando en este sentido.
ética de capital importancia en este mundo de la red También se habla de la consideración de posibles
y de las modernas formas de asociarse, ligado a las «delitos virtuales» amparados en este anonimato o
nuevas tecnologías, es la suplantación de la identidad, no visibilidad que conceden en muchos casos estos
un asunto al que Internet se presta con demasiadas paseos o navegaciones por los extensos océanos de
facilidades. Y enseguida pensamos en aquel relato Internet. Sin embargo, el campo de lo moral, aunque
que Platón incluye en su libro de la República, tan pe- extensísimo, tiene sus raíces reales en el corazón del
dagógico en tantos terrenos y también en el que nos hombre, y sólo desde una verdadera autenticidad de
ocupa. Se trata de la historia del anillo de Giges, un vida puede salir a la luz y dar frutos que hagan ganar
rey de la antigüedad del que cuenta la leyenda que en humanidad. Regular puede ser conveniente, pero
poseía un anillo capaz de hacer invisible a quien lo lle- lo esencial es una toma de conciencia que sólo de
vaba puesto, tal vez por las historias que el propio Gi- esa autenticidad personal puede venir. Entre tanto, se
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105 Análisis
sortean los obstáculos como se puede, tratando de cantando desde antiguo. Y a fuerza de no cultivarla
evitar que internet sea un río revuelto donde ganen llegan a desconocer la mirada a su propio interior, tan
sólo unos pocos pescadores. necesaria para saberse persona, pero también la tan
La mentira, que es el problema de las identidades humana apertura hacia un auténtico encuentro con
suplantadas, pero también de los engaños, las de- los otros, que es lo que nos hace crecer y nos ense-
cepciones, las falsas promesas, la manipulación, el ña la profunda dinámica del amor; por no hablar del
brillo y el maquillaje que desfigura la claridad de los ejercicio de trascender los propios límites, que nos
rostros… no deja de ser mentira porque suceda en un alienta en la búsqueda entusiasmada de la fuente de
mundo virtual. Sus consecuencias sí que son reales, toda Vida…
y pueden ser más graves que la mentira con el rostro Fortalecer la propia vida moral es la misión ética
descubierto. El juego de lo real y lo virtual deja de ser por excelencia de cada ser humano, de cada persona.
un juego cuando no hay instrucciones, o cuando las Como escribe Aranguren en Ética, «la tarea moral
dictan siempre los mismos; y las normas también se consiste en llegar a ser lo que se puede ser con lo
vuelven tornadizas o se llegan a enmascarar cuando que se es»1; es, así, tarea y misión cotidiana que cada
se dan en un mundo donde no se logran ver los fus- cual tiene que llevar a cabo desde la realidad de su
tes de nada. El individualismo, por su parte, está ha- propia persona. Sin una solidez moral, las nuevas tec-
ciendo estragos en detrimento de la verdad y el valor nologías y los paseos interminables por la red, aun-
de la persona. Puede que el individualismo y la men- que se hagan con la frescura del noble senderista,
tira sean los problemas éticos más graves de la red son más arriesgados y hasta más peligrosos. Pero la
de redes. Pero no podemos dejar de apuntar hacia las cuestión es otra. Internet ha tomado dimensiones de
patologías que anuncian las nombradas fascinaciones gigante y es una realidad casi tan inmensa como la
y la tremenda inmediatez (que es mucho más grave misma realidad; es ésta, sin embargo, la realidad de
que la falta de paciencia): enfermedades de un futuro verdad, la Realidad con mayúsculas, el punto de refe-
que ya está aquí, porque las adhesiones se tornan rencia del que no debemos separarnos. Porque la rea-
adicciones, y ya no resultan raros los casos de perso- lidad tiene hilo directo con la Verdad, pero también
nas adictas que sufren internamente porque no so- con el Bien y con la Belleza. El viejo Platón aparece de
portan que transcurra un corto lapso de tiempo sin re- nuevo. Y es que la ética no es sino esa búsqueda apa-
cibir alguna señal por la pantallita del aparato de ma- sionada de la vida buena, contando, desde luego, con
rras… los otros, por cuya vida buena también hemos de ve-
Y es así como por vía de despersonalización aca- lar.
ban muchos seres humanos por no creer en su pro- Es enorme el reto que tenemos los personalistas
pio valor absoluto ni en la singularidad que somos en estas cuestiones de la ética en la red y ante los
cada uno. Y acaban por no entender la maravilla que problemas que generan las nuevas tecnologías. Esto
es el ser humano, porque olvidan que tienen aden- es sólo el inicio de una reflexión que se presenta in-
tros, y tampoco leen a los poetas que la han venido mensa…
1. José Luis López Aranguren, Ética, Alianza Universidad, Madrid, 1995, p. 292.
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