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«El acontecimiento será nuestro maestro interior».

Emmanuel Mounier (-)


Revista de pensamiento personalista y comunitario  Órgano de expresión del Instituto E. Mounier
      ⁄   www.mounier.org

EDITORIAL

La acción, testimonio del ser

D
ecían los escolásticos que el del hastío, y otras palabras se volve- sado en su intento… El acto
obrar sigue al ser, es decir, que rán contra nosotros: «por sus actos esencial recibe aquí un nombre:
si actuamos somos y si no los conoceréis». Nuestro humanismo sacrificio… es un don de sí mismo al
actuamos, pudiendo hacerlo, estamos se hará desencarnado y estéril, pues, Ser al que pretendemos apelar».
muertos o camino de estarlo. Podre- como escribía Saint-Exupery, «un Ser Siguiendo a Blondel, podemos
mos saciarnos de palabras, pero si no pertenece al reino del lenguaje, decir que la acción se origina en la
no hay obras que las acompañen sino al de los actos. Nuestro humanis- voluntad a causa del abismo que hay
sólo dejaremos el sabor de la nada y mo ha descuidado los actos, ha fraca-
Continúa en la página siguiente

SECCIONES ANÁLISIS
01 Editorial
■ POLÍTICA
03 Hacia una buena sociedad: una sociedad El compromiso
de personas, por Carlos Díaz
08 Desde Noruega, por Esperanza Díaz
09 Figura y fondo, por Pedro Zabala
de la acción
■ PENSAMIENTO
10 Las necesidades del alma, según Simone 28 PRESENTACIÓN
Weil, por Carmen Herrando
15 Verdad, tolerancia y diálogo,
por Teófilo González Vila 29 Persona y acción
■ RELIGIÓN Ricardo de Luis Carballada
19 CELAM V, Aparecida 2007: Una iglesia en 35 Exigencias de la acción
misión permanente, por José Antonio Luis Ferreiro
Fernández
22 Rincón bibliográfico 41 Tentaciones de la acción
Luis Aranguren Gonzalo
46 Contemplación y acción
Alfonso Álvarez Bolado
50 El escultismo como forma de compromiso
Jaume Pastor
52 La indignación como raíz del compromiso
Francisco Anguita
54 La política local como servicio a la comunidad
Antonio Ruiz
60 Emmanuel Mounier, hombre de fe, de pensamiento
y de acción
André A. Devaux

EDITA: Instituto Emmanuel Mounier


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2 EDITORIAL ACONTECIMIENTO 85

entre lo que queremos ser y lo que hará en mi lugar lo que yo deje de sea, aun a costa de grandes sacrifi-
somos, de ahí que la medida de hacer. Millones de granos se pierden cios, pues si, como dijo Goethe, «en el
nuestra acción resulte de nuestra en cada hora del reloj de arena del principio fue la acción», ésta se pierde
estatura moral y de la grandeza de tiempo de la acción. sin el impulso del sujeto apasionado,
nuestro querer. Importa tener una idea objetiva de pues «nada grande se ha hecho sin
Por un extremo, la acción se apoya nuestra capacidad, saber que no es una gran pasión» (Hegel). Pero yendo
en el ser. Si estoy satisfecho con lo tan grande como cree el gigante de más allá y, sobre todo, mirando al próji-
que soy nada intentaré fuera de lo nuestros sueños, ni tan pequeña como mo y sabiendo que nos hacemos con
común y rutinario, y nada podrán cree el enano de nuestros temores y, él, añadiremos, con Carlos Díaz, que
esperar de mí los demás, ningún sobre todo, importa descubrir que «no puede haber gran acción/pasión
riesgo ni esfuerzo. Por el contrario, nuestras capacidades aisladas son que no entrañe una gran compasión».
desde el orgullo del ser miraré a los ridículas y despreciables, pero unidas Por tanto, como la acción se muestra
demás de la forma más exigente: sinérgicamente poseen un poder actuando, concluimos con un llama-
serán ellos los que tendrán que transformador irresistible, aunque miento: muestra eficazmente tu
cambiar. nuestra mentalidad, excesivamente compasión, compártela con nosotros
Si, por el contrario, me siento individualista, nos impide siquiera para apasionarnos juntos en la acción
inferior o impotente, tampoco me imaginarlo. común por una cultura y una política
pondré en marcha, porque creeré que Por el otro extremo, la acción que dignifique a la humanidad.
todo es inútil y vano y, en consecuen- apunta a lo que queremos ser. La
cia, el pequeño acto, el minúsculo fuerza del querer se nutre del anhelo
granito de arena que puedo aportar, del ser, de la visión utópica de lo que Luis Ferreiro
Director de Acontecimiento
se perderá irremisiblemente, nadie todavía no es pero merece la pena que

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ACONTECIMIENTO 85 POLÍTICA 3

Hacia una buena sociedad:


una sociedad de personas

Carlos Díaz da que se transmiten de generación en jerárquico, basado en las redes de tra-
Miembro del Instituto E. Mounier generación día a día. Se compone de bajo, y no directivo.
muchos de esos ratos que pasamos Las políticas públicas y los conve-
juntos después de comer, de conversa- nios que tratan de organizar el mu-

B
uena sociedad es aquella en la que ciones en bares, en desplazamientos, tualismo como si fuera un mero inter-
las personas se tratan mutuamen- en el trabajo y en los medios de co- cambio tienden a socavar su funda-
te como fines en sí mismas y no municación, charlando sobre cuestio- mento moral. Ejemplo de esas
como meros instrumentos; como to- nes con repercusiones morales, etc. políticas públicas desnaturalizadas
talidades personales y no como frag- Estos dos rasgos las distinguen de los son los «bancos de tiempo», en los
mentos; como miembros de una co- grupos de interés o lobbies, que care- que las horas empleadas en el cuidado
munidad, unidos por lazos de afecto y cen de lazos de afecto y de cultura de niños, por ejemplo, son contabili-
compromiso mutuo, y no sólo como compartida. zadas, de manera que las mismas pue-
empleados, comerciantes, consumi- No hay que pensar ingenuamente dan ser recuperadas a cambio de otros
dores o, incluso, conciudadanos. Ali- que las comunidades hayan de ser ne- servicios. Hay una enorme posibili-
menta las relaciones Yo-Tú, aunque cesariamente lugares de amor frater- dad de desarrollo: no sólo las perso-
reconoce el inevitable papel de las re- no; en realidad, pueden ser opresivas, nas (jubilados, etc), sino también las
laciones Yo-cosas (Yo-Ello). Se requie- intolerantes. A pesar de todo, quienes comunidades más prósperas tendrán
re de cada persona una revitalización gozan del calor de las comunidades ahora ocasión de preocuparse del des-
del interés por la vida pública, de ma- viven más tiempo y con menos enfer- tino de otras menos prósperas. En el
nera que esa amplia mayoría de ciu- medades psicosomáticas y problemas extremo, se trataría de promover un
dadanos se presenta como algo ajeno mentales; con sus ansias de sociabili- fondo común universal de tal modo
y muy distante (en el mejor de los ca- dad bien saciadas, resultan mucho que no resultase demasiado utópico
sos, como mera adscripción a un par- menos propensos a unirse a pandillas esperar que la gente estuviera dispues-
tido) sean recuperados. Reciprocidad: violentas, sectas seudo-religiosas o ta a hacer por cualquiera tanto como
cada miembro de la comunidad debe grupos paramilitares. El aislamiento por su propia comunidad.
algo a los demás y a la inversa. social llega a ser peligroso para la sa- Todo tiene sus límites. Como míni-
lud mental, pues el % de los neo- mo el Estado debe hacerse cargo. Na-
yorquinos que viven solos en aparta- die puede verse privado completa-
El mutualismo comunitario, socio mentos de rascacielos presentan pro- mente de la asistencia, ni abandonado
preterido blemas psiquiátricos leves, y el % en la calle incluso cuando se niegue a
El mutualismo es una forma de rela- graves; los ancianos que viven solos, trabajar, asistir a clases de formación,
ción en que las gentes se ayudan unos que carecen de amigos, o que tienen o desempeñar servicios comunitarios
a otros: patrullas de vigilancia vecinal, malas relaciones con sus hijos, son un compensatorios. Si alguien abusa del
cooperativas de consumo y produc- % más propensos a desarrollar de- sistema, una buena sociedad conside-
ción, sociedades de ahorro comunita- mencia senil que aquellos cuyas rela- rará esto como el precio insignificante
rio, gestoras de inquilinos, guarderías, ciones sociales son más satisfactorias. que hay que pagar para no negar a na-
suministro de cuidados de enfermos, Ahora bien, esto no debería consi- die su condición de ser humano. Por
etc, siempre que no tengan ánimo de derarse un intento de reemplazar al otro lado, también hay que limitar el
lucro. Los grupos de apoyo mutuo Estado; por el contrario, precisamente poder de las comunidades si éstas
(falsamente denominados de «auto- en la medida en que las comunidades oprimen a individuos o minorías: por
ayuda») pueden tener un papel decisi- contribuyan a reducir la carga que so- ejemplo, cuando las comunidades de
vo en la lucha contra el cáncer, las en- porta el Estado, estarán contribuyen- inmigrantes proponen acordar un
fermedades contagiosas, el alcoholis- do a preservarlo. En la relación comu- matrimonio entre personas con una
mo (Alcohólicos Anónimos), la nidad-Estado, éste último debe ser un gran diferencia de edad, donde el con-
obesidad, alimentan las relaciones ba- posibilitador y un catalizador de sentimiento mutuo es muy dudoso, o
sadas en fines (Yo-Tú), mientras que aquélla, en lugar de ser él mismo cuando se acepta la mutilación sexual
el mercado en medios (Yo-cosas). Las quien dirija y financie los programas femenina, o el trabajo infantil, o las
comunidades proporcionan lazos de sociales, razón por la cual su estilo de relaciones mafiosas intraclánicas, etc.
afecto y una cultura moral comparti- gestión habrá de ser horizontal y no Sobre las cuestiones que conciernen a
4 POLÍTICA ACONTECIMIENTO 85

una sociedad basada en el conoci-


miento y en el aumento de la justicia
social.

¿Quién le pone el cascabel al gato?


Afortunadamente, al menos algunas
grandes empresas, pongamos por
caso Bimbo, han hecho una meritoria
labor negándose a participar en la co-
rrupción generalizada de sus países, y
es algo que debería resaltarse y agra-
decerse, por lo que tiene de casi heroi-
co en determinados contextos: «Esta-
mos convencidos del cáncer que re-
presenta la corrupción, por lo cual no
otorgamos dádivas a cambio de luga-
res en las tiendas de autoservicio;
tampoco sobornamos a los agentes de
tránsito, ni pagamos por acelerar los
trámites de permisos en agencias gu-
bernamentales». Esto es arriesgar mu-
los derechos humanos básicos, la últi- tes, nadie iría a quedar excluido. Los cho en esa sociedad.
ma palabra no deberá tenerla ninguna ingresos de trabajo han de ser sufi- Asimismo, el código ético empresa-
comunidad. cientes para que nadie permanezca en rial de Bimbo (por continuar con esta
la pobreza. En caso de desempleo los empresa, probablemente la más
afectados, necesitando alimentarse importante de alimentación de toda
Los otros compañeros: Estado y para poder sobrevivir, han de recibir Latinoamérica) recoge principios
mercado un subsidio. Las medidas de perfec- verdaderamente loables, tales como:
La buena sociedad debería equilibrar, cionamiento laboral y puesta al día . Producir bienes y servicios que
a falta de comunismo más verdadero, para los trabajadores, los programas satisfagan necesidades de la sociedad.
tres elementos: Estado, Mercado y Co- de formación permanente, etc. . Profesar un absoluto respeto por
munidad. La relación Estado-ciuda- Lo que pueda asumir el barrio no todas las personas. . Aplicar la justi-
dano también tiende a ser instrumen- tiene por qué asumirlo el Estado. cia sin excepciones, haciendo de ella
tal. Un Estado corrupto o despótico, Cuando el Estado se convierte en la una inalterable norma de vida. .
lo mismo que un mercado sin control, fuente principal o única de los servi- Promover y propiciar el desarrollo
puede deteriorar gravemente las rela- cios comunitarios minusvalora, des- personal. . Reconocer y revalorizar el
ciones «Yo-Tú» hasta convertirlas en moraliza y burocratiza relaciones que valor del trabajo. . Promover un
relaciones «Yo-cosas». Los Estados están en el núcleo de la vida de la co- clima de solidaridad, con énfasis en el
han de servir para igualar, y no para munidad. Cuando, en el otro extremo, ámbito interno, como prolongación
desigualar permitiendo a las empresas los privatiza en manos de entidades de la relación humana que nos obliga
beneficiarse de la legislación neolibe- privadas con ánimo de lucro, los ex- como hijos de un mismo Creador. .
ral. Los trabajadores deben contar con pone a su desaparición, deja a los po- Asegurar que en toda actuación se
una red de seguridad que proteja sus bres sin sus servicios y les priva de los promueva el bien común. Por lo
seguros médicos básicos y sus pensio- servicios que no pueden pagar. En re- demás, Bimbo está en contra de cierto
nes de jubilación y de subsistencia. De sumen: existe una profunda conexión capitalismo salvaje, hoy desgraciada-
otro lado, la gente debe poder estar se- entre los procesos de fortalecimiento mente tan frecuente: «Si los empresa-
gura de que, incluso si esa red se redu- de la sociedad, de la empresa y del Es- rios del mundo globalizado no nos
jera a niveles inferiores a los existen- tado, cuando lo que todos buscan es percatamos de que tenemos una
ACONTECIMIENTO 85 POLÍTICA 5

SALARIO
responsabilidad social que va al parejo
EMPLEADOS
de la económica, pondremos a la
humanidad en un riesgo de gran
magnitud». Perfecto: los principios
están claros. Sin embargo, ¿cómo se
distribuye la plusvalía en Bimbo? «Y
aquí, sinceramente, la respuesta resul-
ta insuficiente: los obreros ganan para
vivir el día, pero no para ahorrar. El
obrero difícilmente puede solventar
sus gastos, lo que hace sumamente
difícil el ahorro». Ahora bien, ¿el
problema es que no tiene dinero
porque gasta lo mucho que recibe, o
porque recibe tan poco que no puede
ahorrar nada o casi nada? Más bien, el
simple trabajador se encuentra en la
segunda parte de la alternativa: gana
muy poco. Pero si la empresa prospe-
ra y el trabajador no lo hace, ¿de qué social, es decir, sin una ciudadanía de ventajas aumenta las desigualdades
sirven los principios? Los ricos segui- bien preparada y sin un Estado que entre ellas y los pobres, es que está
rán siendo ricos y los pobres seguirán —carente de corrupción— la impulse usado inhumanamente (capital social
siendo pobres, aunque menos pobres y haga crecer. No negamos que en una incivil).
que otros más pobres; no es poco, república bananera puedan florecer Las redes sociales humanas pueden
pero ¿era esto lo que cabía esperar de algunas empresas particulares, pero ser informales (por ejemplo, las comi-
las mejores empresas en el interior del siempre lo harán en medio de la tem- das en familia, los juegos espontáneos,
capitalismo? ¿Realmente pueden las pestad y exponiéndose una y otra vez las fiestas, la frecuentación de los ba-
empresas, al menos las grandes, pagar a la zozobra, quedando amenazado su res —donde España se lleva la palma
salarios más elevados a los trabajado- futuro a largo plazo en la vida comu- de Europa: nueve bares por cada cien
res, sin que por eso se resienta su nitaria y asociativa, permitiendo al personas—), o formales, conforme a
capacidad inversora? Si se demuestra propio tiempo crear prosperidad. unos requisitos de filiación, cuotas,
que sí, hay que hacerlo ya; si se Cuando algunos clubes cívicos o gru- etc. Entre ambas hay una gran varie-
demuestra que no, ninguna economía pos de una localidad ponen, por dad, según la cantidad de horas que se
capitalista tendrá futuro. Y, en el caso ejemplo, en acción las energías locales dedican, la estabilidad y responsabili-
de que esa pregunta se respondiese para construir unas instalaciones de- dad en ellas, etc. También se dividen
afirmativamente, es decir, en el portivas o un hospital, proporcionan en densas o fuertes, según la frecuencia
supuesto de que los obreros pudieran al mismo tiempo a sus afiliados amis- y la proximidad del contacto (menos
convertirse en accionistas gracias a tades y relaciones que constituyen una vinculantes en cuanto a la menor du-
salarios mayores, ¿estarían los obreros compensación inmediata. Nuestra fa- ración de la afiliación, y a medida que
—ya convertidos en nuevos socios— milia extensa, nuestros compañeros los participantes se relacionan con la
dispuestos a comportarse a su vez de curso, las asociaciones cívicas o/y asociación como «clientes», con un
altruistamente en cuanto que accio- religiosas a las que pertenecemos, el interés a menudo pasajero y limitado
nistas, pagando a su vez más a los chat de internet en el que participa- por los asuntos y temas en que se cen-
demás obreros todavía no accionistas? mos, la red de conocidos anotados en tra la asociación) y tenues o blandas o
nuestra agenda, hasta los viajeros con casi invisibles (por ejemplo, el gesto
que nos encontramos habitualmente, de saludo a la persona aumenta la
El capital social forman parte de nuestro capital civil, probabilidad de que nos ayuden si nos
El capital empresarial de un país no social o capital humano. Si el capital sentimos mal de repente; incluso la
puede funcionar bien sin un capital humano de personas que ya disfrutan posibilidad de conseguir un empleo
6 POLÍTICA ACONTECIMIENTO 85

Cuando el Estado realiza el principio


de subsidiaridad, la sociedad civil
crece: Gran Bretaña
cios empresari

SOCIEDAD
neffi ale De dos maneras pueden reconstruirse
Be s los viejos lazos y producirse nuevos:
gracias a los individuos carismáticos,
o/y gracias a las instituciones. Las sub-
venciones estatales, lejos de fomentar
la picaresca o la corrupción entre los
subvencionados, han contribuido
considerablemente a su buen funcio-
namiento y perfeccionamiento. En In-
glaterra un tercio de los ciudadanos
realiza actualmente algún trabajo vo-
luntario cada año. En las calles princi-
pales de las ciudades británicas peque-
ñas y medianas suelen verse tiendas de
caridad llevadas por voluntarios que
venden artículos para Oxfam (Comité
de Oxford contra el hambre), Dr. Bar-
bado’s (para asilos infantiles), o para
otras instituciones benéficas. En Gran
Bretaña, el desarrollo (Estado de bien-
aumenta si viene de alguien con quien vitalmente, sino porque nos irá mejor estar, suburbanización, participación
no tenemos mucho trato, pues es pro- si cumplimos los compromisos y re- laboral de la mujer, crisis de la estruc-
bable que nuestro amigo íntimo co- sultamos fiables (desde esa perspecti- tura familiar con mayor número de
nozca a las mismas personas que co- va suele hablarse de la «rentabilidad hogares unipersonales), no ha mer-
nocemos nosotros). Asimismo, pue- de la ética»). Y, aunque en ambos ca- mado sensiblemente hasta hoy las re-
den ser altruistas o vueltas hacia sos portarse bien termina siendo una des de interacción social. Y, aunque
dentro. De suyo ambas no tienen por actividad «rentable», de todas formas, los ciudadanos británicos ven por tér-
que contraponerse: una unión de cré- si aplicamos al microcosmos las reglas mino medio más de dos horas diarias
dito laboral para construir casas con del macrocosmos, o a la inversa, des- de televisión, consiguen no obstante
beneficios económicos puede ser si- truiremos ambos: terminaríamos tra- seguir manteniendo los mismos nive-
multáneamente altruista de forma in- tando con criterios mercantiles a los les de sociabilidad y compromiso co-
directa si, por ejemplo, permite el flo- amigos, y al mercado como a los ami- munitario respecto del pasado: la tele-
recimiento de una comunidad nueva gos, algo que hoy por hoy parece in- visión simplemente ha ocupado el lu-
de inmigrantes pobres. En este caso, conducente. Las redes densas de inter- gar que antes se reservaba a la radio.
aunque «vueltas hacia dentro», tien- acción social refuerzan la reciproci- Por otra parte, la participación social
den puentes hacia las personas des- dad: en este momento hago esto por ti es directamente proporcional al nivel
iguales. En otros casos se ha visto sin esperar nada a cambio de inme- de estudios: el paso de la educación
cómo la violencia entre hindúes y diato, pues más adelante correspon- secundaria a una postsecundaria con-
musulmanes en la India se reduce no- derás a mi buena voluntad, o si no lo lleva el doble de participación social
tablemente en comunidades con aso- hará otro; la interacción social anima que el de una titulación primaria a
ciaciones cívicas que tienden puentes a la gente a actuar de forma confiada otra secundaria. A medida que la po-
entre ellos. En el grupo pequeño pri- en ocasiones que, de no ser así, no lo blación adquiere una formación su-
ma el altruismo, el gusto de atender a haría. perior se compromete más en los
los cercanos, pero la ética del mercado asuntos comunitarios. Además, las
nos lleva a favorecer a los demás no personas pertenecientes a la clase me-
tanto porque tendamos a hacerlo así dia están afiliadas a grupos organiza-
ACONTECIMIENTO 85 POLÍTICA 7

dos dos veces más que las de la clase tad de empresa y logro personal. En por su ausencia. Una mayoría cada
obrera. La distancia entre los «conec- estas condiciones hay tres niveles: Hay vez más numerosa condena tajante-
tados» y los «no conectados», en In- un primer nivel de vecindad inmedia- mente el comportamiento incívico de
glaterra como en los países de su en- ta con abundantes relaciones inter- la organización social, habiendo au-
torno, lejos de disminuir, aumenta. personales y una gran cantidad de mentado de manera continua la cen-
Los dos grupos que han quedado fue- confianza, intercambios, reciprocidad sura moral del fraude electoral, la es-
ra de la sociedad cívica y están cada y cooperación; en resumen, mucho tafa a la seguridad social y la evasión
vez más al margen de ella son la clase capital social, pero autocentrado, li- de impuestos. Se trata de un signo cla-
obrera y los jóvenes; por supuesto, to- mitado en el tiempo y en el espacio y ro de aspiración a niveles superiores
talmente fuera quedan los desestruc- excesivamente fragmentado… Un se- de moralidad cívica, en contradicción
turados sociales (marginales, inmi- gundo nivel: los barrios más extensos y total con la pequeña o grande inmo-
grantes, etc). anónimos donde se llevan a cabo las ralidad de todos los días, un capital
actividades sociales diarias; un entor- social rico pero aletargado, imposible
no desarticulado y desregulado que de explotar por falta de instituciones
Francia fomenta la existencia general de indi- públicas abiertas y adecuadas. Aquí
Francia es hoy el menos religioso de viduos con mentalidad de «ahora me reside precisamente el problema cen-
todos los países católicos y uno de los toca a mí», abundando las corrupte- tral del «eslabón perdido»: las redes de
menos religiosos de toda Europa, con las: se utilizan tráficos de influencia confianza mutua y elevada sociabili-
la minoría más numerosa de ateos para favores ilegales, las colas se sal- dad en el plano local, que no pueden
convencidos y una mayoría que decla- tan, se engaña siempre que sea posi- conectarse entre sí ni con otras redes
ra no haber asistido nunca o casi nun- ble, se aparca en lugares prohibidos, institucionales porque falta una me-
ca a un oficio religioso. Dos de cada etc. Un tercer nivel en el que los dere- diación efectiva entre el plano local y
tres franceses rechazan la idea de que chos humanos y la solidaridad reci- el plano superior de la sociedad fran-
pueda existir una directriz clara para ben, una aprobación sin parangón. cesa, un fallo común de las estructuras
saber qué es bueno y qué es malo, y Como en las demás democracias de capital social dedicadas a tender
casi todos están de acuerdo en que el postindustriales, las subvenciones es- puentes y de las instituciones políti-
sentido de la vida está en sacarle el tatales, lejos de fomentar la picaresca cas, las cuales padecen un enorme
máximo partido. Los mismos jóvenes entre los subvencionados, han contri- descrédito en la Francia de hoy: una
protestatarios del  postulan ahora buido considerablemente a su buen prueba más de que el capital social y el
meros cambios moderados y gradua- funcionamiento y perfeccionamiento. capital estatal no pueden caminar di-
les hacia el hedonismo liberal: liber- Allí, pues, la corrupción suele brillar vorciados.
8 POLÍTICA ACONTECIMIENTO 85

Desde Noruega
Guerra en Noruega

Esperanza Díaz de comunicación. Pues bien, ya en los


Médica primeros días de batallas entre los sol-
edi@broadpark.no dados noruegos y los afganos, la televi-
sión y la opinión pública, siempre dis-
puesta esta última a seguir las órdenes

H
ace dos días murió un soldado dictadas por una pantalla cada vez
noruego en el norte de Afganis- más plana, se preguntaban cómo ha-
tán. En los días anteriores había bría afectado a las tropas noruegas el
habido batallas entre un supuesto haber tirado balas de verdad contra
grupo talibán que se estaba afincando cuerpos mortales. Si tendrían un equi-
en la zona defendida por la OTAN y po de psicólogos para sostenerlos en
los ejércitos unidos de Afganistán, momentos difíciles. Si de verdad ha-
Alemania y Noruega. brían matado a alguien. En entrevistas
Noruega es parte de la OTAN y telefónicas al responsable del grupo de
como tal está obligada a contribuir soldados en Afganistán oíamos que
con efectivos en zonas conflictivas. «era natural que uno se defendiese
Durante meses ha habido un debate cuando le agredían y que, desgraciada-
en la nación sobre si las tropas de la mente, habían tenido que utilizar dife-
OTAN (ya sea en Afganistán, Irak, rentes explosivos y armas para respon-
Haití o donde sea) contribuyen en der al enemigo de manera que, aunque es que ésta, como tantas otras, es una
algo positivo o si son meros parches a no estaba confirmado, suponían que prueba más de la inmadurez de una
una herida abierta o aún peor, cual ci- habría bajas en el bando contrario». sociedad que ha llegado al límite de la
rugía avanzada en un paciente que Peor fue cuando, el día de la muerte abundancia. En la que no se asume
muere de desnutrición. La opinión de del soldado de  años noruego, la so- ninguna pérdida, ningún deber, sino
nuestro gobierno socialista ha sido la ciedad se vistió de luto por una pérdi- sólo derechos (o casi). Una sociedad
de que debemos contribuir a la OTAN da que casi parecía inconcebible. en la que las bajas colaterales se con-
con recursos no sólo económicos sino No defiendo la guerra, y lo siento sienten, siempre y cuando no las co-
también humanos si queremos poder por el soldado noruego tanto como nozcamos personalmente.
ser, en caso necesario, beneficiarios de por los afganos muertos en el campo Gandhi, que no estaba precisamen-
la ayuda de la OTAN un día. Sin em- de batalla. Nadie merece ser asesinado. te a favor de la violencia, en las dos ve-
bargo, no han colocado a los militares Y si lo mereciese, no creo que otro hu- ces en su vida en que se vio en la ne-
enviados en los lugares «mas conflicti- mano deba tener el poder de hacerlo. cesidad de tomar partido acerca de
vos». De esta manera han intentado Pero no comprendo la situación actual. una guerra entre los suyos, eligió ir al
«nadar y guardar la ropa» al mismo Si uno se enrola en el ejército, ¿no debe frente como ayuda sanitaria. Le criti-
tiempo, y han conseguido poner de su asumir como más que probable que un caron por eso, y él repitió hasta el can-
parte a la mayoría de la población. día tendrá que disparar y matar a al- sancio que, si la opción por la no-vio-
Aunque mi intención en estas co- guien? Si un país tiene un ejército y lencia se basaba en la cobardía, prefe-
lumnas no es la de hacer un análisis gasta millones en defensa, ¿de verdad ría la violencia. La situación aquí es
sobre si es o no adecuado tomar parte que espera no tener bajas de guerra, ya otra, pero las dos reflejan la necesidad
en guerras ajenas, sí me gustaría co- sea esta ofensiva o defensiva? de asumir las consecuencias de nues-
mentar lo que yo veo como «incohe- Mi parecer, y repito hasta cansar al tras decisiones hasta el final, aunque
rencia general» en esta situación. Inco- paciente lector que creo mucho más nos cueste. Y si no estamos dispuestos
herencia grandemente avalada, si no en la solución de los conflictos por a asumir las consecuencias, debería-
directamente creada, por los medios medios no bélicos que por la guerra, mos cambiar nuestras decisiones.
ACONTECIMIENTO 85 POLÍTICA 9

Figura y fondo

Pedro Zabala

L
a psicología de la percepción pone
de manifiesto algo que los artistas
plásticos sabían desde siempre:
cuando captamos una escena o un pai-
saje, lo hacemos distinguiendo clara-
mente un elemento o varios del con-
junto sobre el que focalizamos nuestra
atención y el resto que sirve de acom-
pañamiento o fondo qué resalta la fi-
gura o figuras centrales. Si cambiamos
la perspectiva, focalizando un elemen-
to distinto, nuestra configuración de la
realidad se verá alterada, a veces pro-
fundamente. Sobre esta base están
programados juegos psicológicos que
sorprenden mucho a quienes no están
acostumbrados conscientemente a es-
tos cambios de distinción entre la figu-
ra y el fondo.
Ha habido recientemente dos acon-
tecimientos de índole diversa que nos avión que al final habían sido libera- de los principios y en el de los com-
muestran cómo lo coyuntural y episó- dos. Y ha quedado como fondo, la tra- promisos, en orden a la reducción de
dico se ha convertido en figura central gedia de la pobreza y el hambre del las diferencias sociales, de la pobreza,
mientras que lo sustantivo y más per- Chad, la suerte de esos niños —vendi- en Iberoamérica, que era el objetivo
manente se ha desplazado a la condi- dos (?)— por sus familias, las perver- previsto de esa Conferencia interna-
ción de fondo, según mi entender. Los sión de esa ONG y el descrédito del cional?
medios de comunicación, basados en resto, contaminados ante la opinión Cuando exigimos el derecho de in-
la inmediatez y en la espectacularidad pública por esa presunta felonía. formación, estamos pidiendo tam-
han efectuado este desplazamiento El segundo caso es el de la clausura bién, no sólo que no nos las oculten,
que quizá corresponde mejor a la del reciente encuentro de Presidentes sino que lo verdaderamente principal
mentalidad de muchas gentes, acos- y jefes de gobierno iberoamericanos, sea destacado como figura y lo acceso-
tumbradas a la recepción pasiva y acrí- celebrado recientemente en Chile. rio, sirva de fondo que coloree y mati-
tica de los mensajes. Aquí la figura focalizada ha sido el in- ce aquello. Podrá argüirse que los me-
El primero es el delito descubierto cidente provocado por la intemperan- dios deben ofrecer inmediatamente lo
en el Chad del intento de secuestro, cia verbal del presidente de Venezuela que llama más la atención a la masa y
por una ONG, de  niños. Muchos que motivó las reacciones de los jefes no lo que a minorías ilustradas les
de ellos no huérfanos, para llevarlos a de Estado y gobierno españoles. Sobre pueda parecer importante. Incitar a
Francia, para ser adoptados. Las figu- esto hemos sido informados cumpli- pensar puede resultar poco vendible.
ras claves que se han destacado han damente, con comentarios abundan- Además, y como en los dos casos cita-
sido la del vuelo presidencial de Sar- tes, mayoritariamente en la misma di- dos ha ocurrido, con este tratamiento
kozy para traerse a unos periodistas rección. La cuestión de fondo, a mi se da más carnaza a la monótona y
franceses y a las azafatas españolas. La juicio, tal como debía haber sido tra- cansina disputa con que los dos parti-
otra, la imagen de la vicepresidenta tado así en los medios de comunica- dos mayoritarios siguen aburriendo a
del gobierno español esperando la lle- ción, era: ¿Se ha adoptado en dicha la ciudadanía.
gada en Madrid de los tripulantes del reunión algún acuerdo, en el terreno
10 PENSAMIENTO ACONTECIMIENTO 85

Las necesidades del alma,


según Simone Weil

Carmen Herrando visión de lo que tendría que ser la deberes, entre los que se encuentran
Dra. Filosofía nueva Francia tras la experiencia te- ciertos deberes hacia sí mismo. Los
rrible de la guerra. Simone Weil, que demás hombres, considerados desde
se sentía en Londres como una deser- el punto de vista del primero, sólo tie-
n , Simone Weil se encontraba

E
tora, ante la imposibilidad de volver a nen derechos. Él, a su vez, tiene dere-
en Londres, adonde había llegado Francia, acepta este trabajo de poner chos cuando es considerado desde el
a finales del año anterior, proce- por escrito su pensamiento sobre es- punto de vista de los demás, quienes
dente de Nueva York, para trabajar en tas cuestiones, y lo emprende con la se reconocen obligados hacia él».
los servicios de Francia Libre, la resis- misma atención y con la misma sed de Una lúcida, y puede que desconcer-
tencia francesa, que se preparaba para verdad con que lo afrontaba todo en tante, visión de las cosas, si considera-
constituir un gobierno democrático la vida. Fue así como nació L’Enraci- mos las nociones de derecho y obliga-
en Francia cuando acabase aquella nement (el arraigo, o, como ha sido ción, tal como son tomadas en cuenta
guerra espantosa. El proyecto de fun- publicado en español, Echar raíces), hoy, cuando se subraya con preemi-
dación de un grupo de enfermeras un libro que Simone Weil escribió en nencia la primera y se deja la segunda
que actuarían en el frente de guerra el despacho que el Consejo General de para la llamada «letra pequeña». Si-
socorriendo a caídos de ambos ban- la Resistencia habilitó para ella en mone Weil va a dar la vuelta a estas
dos, que Simone Weil ya había conce- Londres, y que quedaría inacabado, a nociones, con una claridad que im-
bido en Francia, antes de partir hacia pesar de que fue redactado casi sin in- pacta, y más si no se pierde de vista el
los Estados Unidos, y que había ex- terrupción, con gran urgencia, por la contexto en el que reflexionaba sobre
puesto ante diversas personalidades cantidad de ideas que se amontona- estos temas, teniendo presente la res-
influyentes para que pudiese ser lleva- ban en los adentros de su autora, con- ponsabilidad de colaborar en la re-
do a cabo, no pasó de ser un proyecto, vencida como estaba de que debía po- construcción de las democracias eu-
y Simone se encontraba algo desespe- nerlas por escrito. Aunque es posible ropeas.
rada, constatando que bien poco po- también que esta prisa quisiera res- En la argumentación de Simone
día hacer ella —y menos aún le deja- ponder a algún barrunto de la autora, Weil, la noción de obligación se pre-
ban hacer— por su patria y por aque- a quien le quedaban sólo unos meses senta como contraria a las nociones
lla Europa desolada. de vida. de constreñimiento, imposición o suje-
En Londres, el Consejo Nacional de L’Enracinement lleva como subtítu- ción, con las que se confunde muy a
la Resistencia encomienda a Simone lo «Preludio para una declaración de menudo cuando se deja de considerar
Weil la puesta por escrito de sus refle- los deberes hacia el ser humano». Y su el matiz de fuerza exterior que estas
xiones sobre la futura reconstrucción primera parte trata de las necesidades nociones encierran, frente al matiz de
de Francia, pues aunque ella pretendía del alma. «La noción de obligación interioridad que conlleva la noción de
combatir en la guerra, y hasta exigía —escribe Simone Weil en esta prime- obligación. Si designan aquéllas una
que la lanzasen a terreno francés en ra parte del libro— está por encima necesidad natural o de hecho, la obli-
un paracaídas para poder servir en su de la de derecho, la cual le está subor- gación se refiere claramente a una ne-
patria, sus compañeros no eran ajenos dinada y es relativa a ella. Un derecho cesidad de derecho, moral o política; y
al riesgo de semejante misión, ni a los no es eficaz por sí mismo, sino sólo referida a esta idea de derecho, por
problemas de salud de Simone, y ha- por la obligación a la que correspon- encima de ella si se consideran jerár-
bría sido una locura enviarla a Francia de; el cumplimiento efectivo de un quicamente las dos, es como aparece
en aquellas condiciones. Pero en la re- derecho proviene, no de quien lo po- la noción de obligación en las páginas
sistencia sabían de la inteligencia y del see, sino de los demás hombres, que se de L’Enracinement.
espíritu lúcido de esta mujer —que reconocen obligados en algo hacia él El concepto de derecho viene a de-
cumplía  años a primeros de febre- [el portador del derecho]».1 Sigue di- signar el conjunto de ventajas y garan-
ro—, y por eso la contratan como re- ciendo Simone Weil: «Un hombre, tías que el individuo puede exigir a la
dactora, para que deje por escrito su considerado en sí mismo, sólo tiene sociedad a la que pertenece. Se trata

1. Estas son las primeras palabras de L’Enracinement. Véase Simone Weil, L’Enracinement, en Oeuvres, Coll. Quarto, Gallimard, Paris, 1999, p.
1027. Hay edición en castellano: Echar raíces, Trotta, Madrid, 1996.
ACONTECIMIENTO 85 PENSAMIENTO 11

de una noción heredada, en buena


parte, de la filosofía de la Ilustración,
donde está muy presente la idea de es-
forzarse por construir una sociedad
en la que cada persona pueda reivin-
dicar lo que le corresponde como in-
dividuo y como ciudadano. De ahí, la
idea de derecho que aparece como
fundamento en la Declaración de los
derechos del hombre y del ciudadano,
de . Pero, como se ha indicado,
L’Enracinement se acompaña de un
subtítulo: «Preludio para una declara-
ción de los deberes hacia el ser huma-
no». Y, con esto, Simone Weil da un
vuelco a la visión anterior —donde
prevalecía el derecho sobre el deber—,
para subrayar la importancia de la
obligación, al ponerla precisamente
como fundamento de su concepción
del tema que nos ocupa. La primera culo.2 Por eso piensa Simone Weil que frente a mí. Ahí está lo central del
razón que la autora da sobre esta con- es absurdo erigir el concepto de dere- pensamiento de la autora.
cepción suya del deber y de la obliga- cho como si se tratase una noción ab- Simone Weil destaca, pues, esta
ción no es espiritual o política, sino soluta, pues absoluto sería si contu- confusión en el lenguaje sobre dere-
meramente conceptual, como se ha viese en sí su propia razón de ser; pero chos y obligaciones, y se detiene en la
podido detectar ya en las primeras pa- el concepto de derecho no deja de es- noción de obligación como vínculo
labras de L’Enracinement citadas más tar en función del de obligación, ya fundamental que sólo a los seres hu-
arriba: «La noción de obligación está que existe con relación a él y de él de- manos puede ligar, hasta el punto de
por encima de la de derecho, la cual le pende. El concepto de obligación, sin afirmar que «el objeto de la obliga-
está subordinada y es relativa a ella». embargo, sí es un concepto absoluto, ción, en el dominio de lo humano, es
Para que yo tenga derechos, viene a en el sentido de que para darse no ne- siempre el ser humano como tal».3
decir la autora, es preciso que alguien cesita más que de sí mismo: cuando Pero la autora va más allá, porque en-
me los reconozca, que es lo mismo me reconozco obligado hacia un ser cuentra en la noción de obligación un
que afirmar que es preciso que alguien humano, lo estoy, incluso si no siento fondo de eternidad que sólo en el des-
reconozca que tiene obligaciones para que dicho ser humano tenga obliga- tino eterno del ser humano puede te-
conmigo. Vistas así las cosas, resulta ciones hacia mí, y hasta cuando él no ner su anclaje; sólo el hombre tiene un
que el concepto de derecho queda, en sea consciente de tener derecho algu- destino eterno, dirá Simone Weil, algo
cierto modo, vacío, o, cuando menos, no. Porque la obligación existe incluso que ni siquiera las colectividades pue-
desprovisto de autonomía conceptual, en la soledad del sujeto, mientras que den tener, y por eso no existen obliga-
porque su sentido y su realidad de- se precisan al menos dos sujetos para ciones directas de carácter eterno ha-
penden del concepto de obligación; de poder hablar de derechos. En cual- cia los grupos humanos. «Sólo es eter-
la misma manera que no se entiende quier caso, el derecho que reivindico no el deber hacia el ser humano como
el concepto de tangente si no es en re- envuelve siempre esta condición nece- ta», escribe.4 E insiste en el carácter in-
lación con los de circunferencia o cír- saria de que el otro se sepa obligado condicionado de la obligación, así

2. Véase la edición de Les Besoins de l’âme de Martín Steffens, Folioplus philosophie, Paris, 2007, pp. 65-66.
3. Ibíd., p. 10
4. Ibíd., p. 9.
12 PENSAMIENTO ACONTECIMIENTO 85

como en el hecho de que ésta está fun- estas carencias en una especie de vida los Derechos del Hombre. El derecho,
dada sobre algo que no pertenece a vegetativa. Y como el orden social y el al ser condicionado y relativo, no pue-
nuestro mundo. Por su destino eter- orden espiritual piden, según la auto- de ser el punto de partida. Sólo la
no, cada hombre tiene una obligación ra, ser analizados conjuntamente, obligación es incondicionada. Los
esencial hacia los demás hombres: les sólo un régimen que contemple las hombres de  no reconocían la ne-
debe respeto. Y este respeto se expresa, necesidades del alma puede convenir cesidad de tal dominio por falta de vi-
ante todo, en la primera obligación verdaderamente a los seres humanos. sión —viene a decir la autora—, y por
hacia el ser humano que desde siem- Este es el núcleo de la reflexión de eso cayeron en una contradicción al
pre ha asumido la humanidad: ya en L’Enracinement y en él reposa lo prin- erigir el derecho como algo absoluto.
el antiguo Egipto se creía que un alma cipal del pensamiento político de Si- La obligación, sin embargo, «respon-
no podía quedar justificada después mone Weil. de al destino eterno del ser humano»,7
de la muerte si no había podido decir Pero, ¿por qué necesidades del es su verdadera manifestación en
al final: «A nadie he dejado sufrir el alma? Porque es esencial para Simone nuestro mundo. Y partiendo de la pri-
hambre». Así, «es una obligación eter- Weil el hondo amor al bien que alber- mordial necesidad de saciar el ham-
na hacia el ser humano no dejar pasar gamos las personas en nuestros aden- bre, llega Weil a enumerar las necesi-
hambre a un semejante cuando se tie- tros, y este profundo amor al bien, dades del alma como hambre misma
ne la ocasión de socorrerlo».5 Llega- que nos es connatural, no es otra cosa de orden, de libertad, de obediencia, de
dos a este punto, no es posible pasar que nuestra alma, en su esencia más responsabilidad, de igualdad, de jerar-
por alto la realidad de la humanidad verdadera; y no deja de ser un miste- quía, de honor, de castigo, de libertad
hoy, cuando la palabra «solidaridad» rio y un milagro, porque supone tam- de opinión, de seguridad, de riesgo y de
parece caerse de la boca de tantas per- bién la capacidad que toda persona verdad; a las que hay que añadir tanto
sonas y de muchos dirigentes políticos tiene para renunciar a sí misma en fa- la propiedad privada como la propie-
de los llamados países ricos, mientras vor de otro, para dejarle ser al otro, dad colectiva, situadas en el texto entre
se cuentan por millones los seres hu- para favorecer su propia vida. Hay en el riesgo y la verdad.
manos que pasan hambre; sabido es todo hombre un fondo sagrado que es El orden es la primera de las necesi-
que bastaría con los alimentos produ- preciso preservar y cultivar, y que está dades del alma, y Simone Weil lo en-
cidos en occidente para que todas las ligado de raíz a algo que está por enci- tiende como un tejido de relaciones
personas del mundo tuvieran comida. ma de este mundo. Este tesoro es lo sociales que permita realizar las obli-
¿Se ha olvidado la humanidad presen- más rico y dinámico de la persona, y gaciones primordiales antes que las
te de esta primera obligación hacia el es lo que lleva a ésta a renunciar a la más secundarias, de manera que nun-
ser humano? fuerza, aun cuando esta potestad la ca se anteponga una de éstas a las pri-
Esta obligación primordial es la haya adquirido, como se dice vulgar- meras y principales. Se trata de orga-
que sirve de modelo a Simone Weil mente, con todas las de la ley… En nizar las obligaciones, de ordenarlas
para enumerar la lista de obligaciones realidad, para la autora, se trata de por prioridades, favoreciendo las
hacia el ser humano, que se corres- imitar a Dios cuando, al crear, se reti- esenciales, por encima de todo.
ponde perfectamente con la lista de ra, y lo hace para que nosotros, criatu- La libertad es un alimento indis-
necesidades vitales del hombre, equi- ras suyas, podamos ser.6 Pero este ser pensable para el alma. Consiste en la
parables, por esenciales, a la necesi- nuestro no puede consistir sino en la posibilidad real de elegir, aunque es
dad de alimento, a la necesidad vital renuncia, a imitación del Creador, a sabido que donde hay vida en común
de no pasar hambre. Y la autora de ejercitar la fuerza, sin que esta contra- estas posibilidades quedarán limita-
l’Enracinement denomina a esas nece- dicción entre el ser y el no-ser sea nin- das por normas. Pero lo esencial es
sidades necesidades del alma. Si estas gún obstáculo; bien al contrario. que dichas normas emanen de una
necesidades no son satisfechas, el Ejercitando la atención es como lle- autoridad reconocida por todos como
hombre va cayendo en un estado más ga Simone Weil a desentrañar estas propia, y que sean estables y lo bas-
o menos parecido al de la muerte, necesidades del alma, y para ello le da tante generales, así como ajustadas en
como si se fuera introduciendo por la vuelta a la Declaración Universal de número, como para ser asimiladas por

5. Ibíd., p. 11.
6. Simone Weil se refiere de diversos modos, en su obra, a la descreación. Este es un concepto muy principal y original de su pensamiento, un
pensamiento, por cierto, que ella no sistematizó jamás.
7. Les besoins de l’âme, cit., p. 9.
ACONTECIMIENTO 85 PENSAMIENTO 13

Obediencia
Libe
r tad
pel que se atribuye al dinero en el lo-
gro de la igualdad, considerándolo
como un verdadero veneno.
La jerarquía es la siguiente necesi-
dad vital del alma humana. Cierta ve-
Orden neración, y hasta abnegación, hacia
los superiores jerárquicos, es lo que
entraña esta necesidad del alma; pero
los superiores han de ser considerados
en su aspecto simbólico, precisamente
por aquello que representan. La ver-
dadera jerarquía, dirá Simone Weil,
igualdad conlleva el efecto de situar moralmen-
te a cada cual en el lugar que ocupa.
El honor es otra de las necesidades
vitales del alma. Tiene que ver con la
consideración del ser humano dentro
de su entorno social; y únicamente el
crimen puede desplazar a una perso-
na de esa consideración social que
merece.
El castigo también constituye una
necesidad vital para el alma humana.
Entre los diversos castigos, el más in-
el pensamiento, de forma que éste las pensable, dice Simone Weil, son nece- dispensable al alma es el que corres-
haga suyas y no tenga que enfrentarse sidades vitales del alma humana. Es ponde a la comisión de un crimen.
a ellas más que de una vez por todas, y preciso que cada persona quede im- Quien comete un crimen se coloca
no cada vez que se vea en la obligación plicada en su quehacer cotidiano, de fuera de las obligaciones eternas que
de decidir. manera que no actúe porque sí, sino a ligan a los hombres, y sólo a través del
La obediencia es una «necesidad vi- sabiendas de por qué y para qué lo castigo, si verdaderamente consiente
tal del alma humana». Tiene dos ver- hace; y esto es esencial para el trabajo, en él, podrá ser reintegrado en esa red
tientes: obediencia a reglas estableci- y más cuanto más exento parezca es- de obligaciones de la que su acción
das y obediencia a seres humanos. Su- tar éste de verdadera responsabilidad. criminal le ha sacado. Se refiere aquí
pone el consentimiento, pero en También la igualdad es una necesi- la autora a la majestad de la ley, y con-
ningún caso se ha de dar éste por mie- dad vital del alma humana. Consiste dena las conspiraciones del poder
do al castigo o por las compensacio- en el reconocimiento público, general para lograr la impunidad, como uno
nes que pudieran sobrevenir; de ma- y efectivo, expresado a través de las de los problemas políticos más rele-
nera que cuando tenga que darse una instituciones y de las costumbres, por vantes y graves.
verdadera sumisión, ésta no entrañe el que se respeta igualmente a todos La libertad de opinión, sin límites ni
la mínima sospecha de servilismo. los seres humanos, precisamente por- cortapisas, sin reservas ni restriccio-
Piensa Simone Weil que quien está que el respeto al ser humano no tiene nes, es una necesidad absoluta para la
privado de obediencia está enfermo. Y grados, por mucho que existan inevi- inteligencia. «Cuando la inteligencia
que, por otra parte, cuando alguien tables diferencias de hecho entre las no está a gusto, toda el alma está en-
está de por vida al frente de una orga- personas. La autora se refiere con cau- ferma», escribe Simone Weil; y diserta
nización social (pone el ejemplo del tela a la igualdad de posibilidades en este punto sobre la inteligencia, los
rey de Inglaterra), ha de convertirse como debiendo estar sometida a un intelectuales o la propaganda. Sólo el
en algo así como un símbolo. equilibrio en el que queden compen- desarrollo de este capítulo de las nece-
La iniciativa y la responsabilidad, el sados movimientos ascendentes y des- sidades del alma daría para muchos
sentimiento de ser útil e incluso indis- cendentes. Y considera también el pa- comentarios… Sin libertad para pen-
14 PENSAMIENTO ACONTECIMIENTO 85

sar, no hay pensamiento, pero no es como perdida o aislada si no se rodea ne Weil fue una buscadora sistemática
menos cierto que si no existe pensa- de algunos objetos que son como una y casi obsesiva de la verdad: la persi-
miento alguno aún se restringe más la prolongación de los miembros del guió con toda su alma. Al considerar
libertad. cuerpo. Para Simone Weil es deseable la verdad como la más sagrada de las
La seguridad es una necesidad que las personas sean propietarias de necesidades del alma, Weil aboga por
esencial del alma humana. Significa su casa y de algo de tierra alrededor de la protección de las personas frente a
que, salvo por un concurso excepcio- ella. los atentados que se cometen contra la
nal de circunstancias, el alma no pue- La propiedad colectiva, como parti- verdad. Y subraya que sin personas
de quedar bajo el imperio del miedo, cipación en un sentimiento real de que aman realmente la verdad es im-
pues el miedo es una semi-parálisis pertenencia, se da donde hay una ver- posible que un pueblo llegue a satisfa-
del alma. dadera vida cívica. Y corresponde, no cer sus necesidades de verdad.
También el riesgo es una necesidad sólo al Estado, sino también a toda es- En este análisis de las necesidades
esencial del alma; su ausencia provoca pecie de colectividad, colaborar a la del alma, determina Simone Weil as-
una especie de anquilosamiento en el satisfacción de esta necesidad. La au- pectos relevantes de su concepción del
alma, casi tan intenso como la paráli- tora deja claro que no existe conexión hombre y de las sociedades, que de-
sis que produce el miedo. El riesgo es natural entre la propiedad y el dinero, ben servir de medida a cualquier or-
un incentivo necesario, y su carencia y que habría que borrar las confusio- den social. A los miembros de esas so-
enflaquece, tiende a eliminar el valor, nes que se establecen al respecto, por- ciedades, y a quienes en ellas detentan
dejando al hombre sin protección que el dinero acaba envenenándolo responsabilidades puntuales, corres-
contra el miedo, replegado sobre sí todo. ponde velar para hacer posibles estas
mismo. Por último, la necesidad más sagra- condiciones que la autora considera la
La propiedad privada es otra nece- da de todas las que tiene el alma hu- base de cualquier convivencia respe-
sidad vital del alma, pues queda ésta mana es la necesidad de verdad. Simo- tuosa con la esencia humana.
ACONTECIMIENTO 85 PENSAMIENTO 15

Verdad, tolerancia y diálogo 1

Teófilo González Vila, vestido ahora con el manto de la ma- res y superiores a cualquier Derecho
Instituto Mounier yoría parlamentaria, no se conforma Positivo, unas verdaderas exigencias
con lo suyo, no admite que haya asun- morales que no valen porque las acep-
to que se sustraiga a su voluntad, no temos sino que hemos de aceptarlas

L
a pretensión de imponer y realizar reconoce instancia alguna sobre él, porque valen, verdades y exigencias
por la fuerza desde el poder políti- quiere ser Dios. Ahora bien: el espacio —éstas, sí— cuya común profesión es
co una total verdad salvadora ha que objetivamente corresponde a «lo condición de la convivencia sociopolí-
dado lugar a horrendos totalitaris- del César» no se ensancha por el he- tica, fundamento del propio ordena-
mos. Esto ha hecho que al postmoder- cho de que éste revista la condición de miento jurídico y del control sobre el
no le resulte la verdad sospechosa y el democrático. El espacio del César de- Poder. Baste pensar en la verdad fun-
relativismo más absoluto aparezca mocrático no absorbe «lo de Dios». Es damental de la igual dignidad de to-
hoy, según dogma fundamental del más: el César democrático deja de ser- das las personas, verdad sin cuya co-
«pensamiento dominante», como lo para transmutarse en absoluto tota- mún aceptación pre-política, pre-jurí-
condición y exigencia de la conviven- litario tan pronto se pretende fuente y dica, preconstitucional, carecería de
cia democrática. De hecho, en nuestra fundamento de la moral (y aun de la sentido y, por supuesto, de soporte
presente situación, como Juan Pablo II moral que algunos llaman «pública» y auténtico y sólido la convivencia de-
constataba, «cuantos están convenci- reducen a Derecho positivo). La ten- mocrática.
dos de conocer la verdad y se adhieren tación de alzarse con la divina pose- Ciertamente, afirmar una verdad es
a ella con firmeza no son fiables desde sión absoluta de la ciencia del bien y afirmarla como absoluta, pero esto no
el punto de vista democrático, al no del mal, la tentación de ser como dios, es imponerla. Entre la pretensión de
aceptar que la verdad sea determinada ya susurrada por la vieja Serpiente, es imponer totalitariamente verdad al-
por la mayoría o que sea variable se- permanente en la Historia y en ella guna y la postmoderna relativista re-
gún los diversos equilibrios políti- caen una y otra vez quienes ocupan el nuncia a toda pretensión de verdad,
cos».2 «Si quieres salvar la convivencia Poder político. Provocaríamos la risa está la búsqueda y afirmación comu-
democrática, ni albergues tú ni a otros por anacrónicos si mostráramos al- nitaria dialogal de la verdad. Si al rela-
consientas la pretensión de hacer valer gún temor de que nuestro César vaya tivista le parece sin sentido la pro-
públicamente verdad alguna»: tal re- a erigirse estatuas ante las que tenga puesta de buscar una verdad (para él
zaría el categóricamente hipotético previsto imponernos la obligación de inexistente o inaccesible), al intole-
imperativo relativista. rendirle culto (¡todo se andará!, dirá rante integrista le parecerá que la ape-
El hecho es, sin embargo, que el re- alguien). De hecho, sin embargo, eso lación al diálogo y a la tolerancia no
lativismo constituye el mejor caldo de es lo que pretende cuando nos pide el sólo debilita la afirmación de la ver-
cultivo de nuevos totalitarismos. Ya culto de nuestro silencio absoluto, dad sino que es sencillamente incon-
—¡tan pronto, otra vez!— vuelven a nuestra reverente renuncia a criticar ciliable con ésta. ¿En qué sentido,
despuntar entre nosotros. Si no hay siquiera sus decisiones que, en cuanto pues, diálogo y tolerancia pueden y
un orden objetivo de verdades, de ver- adoptadas de acuerdo con procedi- deben relacionarse positivamente con
daderas exigencias morales, a las que mientos formalmente democráticos, la verdad? La verdad en sí, ciertamen-
ajustar la convivencia y el ordena- serían sólo por eso incuestionables y te, no depende de nuestro diálogo ni
miento jurídico, es el Poder el que dignas sin más de ser incensadas por puede sacrificarse su afirmación en
ocupa ese vacío, se autolegitima como todo el que haya sido bien educado aras de la tolerancia. Ahora bien, ¿po-
absoluto, se erige en fuente última de para la ciudadanía democrática… Lo dremos, sin diálogo ni tolerancia,
determinación de lo justo y de lo in- cierto es que una estable convivencia converger en el descubrimiento y afir-
justo, de lo bueno y de lo malo, de lo auténticamente humana no es posible mación común de esas verdades que
verdadero y de lo falso. Con lo cual se sino asentada en unas verdades fun- constituyen la plataforma donde se
auto-deifica. Por lo visto, el César, re- damentales, de índole moral, anterio- hace posible y se sustenta la conviven-

1. Ideas y expresiones recogidas en este escrito resultarán coincidentes con las que el mismo autor ha utilizado en el IX Congreso «Católicos y Vida
Pública» celebrado en Madrid del 16 al 18 de noviembre de 2007 y que está previsto que se incluyan en las Actas de dicho Congreso.
2. Centesimus annus, 4
16 PENSAMIENTO ACONTECIMIENTO 85

cia en una sociedad pluralista? ¿Qué mino, de modo positivo aun los inte- aceptación de «la» verdad de la que él,
verdades necesitamos, cómo hemos lectuales relativistas más estrictos aunque sea con fundamento, se consi-
de buscarlas, cómo podremos coinci- cuando no ofician como tales. Todos dere depositario. El mero intento de
dir en afirmarlas? de modo espontáneo apelamos a una imponer la verdad no sólo es inmoral
La verdad a la que aquí nos referi- instancia objetiva que damos por in- violación de la libertad del otro, sino
mos es la verdad del hombre, de la na- discutible a la hora, p.e., de defender contradictorio con la naturaleza mis-
turaleza humana o, si así quiere decir- el que consideramos en cada caso ma de la verdad.5 Para lograr la con-
se, de las constitutivas constantes nuestro derecho. Vivimos, actuamos y vergencia en la común afirmación de
estructurales o de la estructura ónti- reaccionamos todos sobre el supuesto, las verdades sobre las que ha de asen-
co-funcional de la realidad humana, en la segura «creencia» (en sentido or- tarse la convivencia en una sociedad
la verdad del bien-fin que correspon- teguiano) de que hay unas exigencias pluralista hemos de apelar a la razón
de a esa realidad y de las exigencias objetivas de cuya validez no se duda dialogal. No cabe otro camino que el
que deben ser satisfechas para el logro en estado de cordura. Ahora bien: de la búsqueda comunitaria dialogal.
de ese fin, exigencias que, por serlo de quienes reconocen o postulan la exis- El diálogo no es un mero recurso re-
una realidad racional, son morales y tencia de verdades y verdaderas exi- comendable, una valiosa ayuda mu-
revisten la condición de preceptos gencias morales objetivas, no pueden tua, sino una exigencia constitutiva
ante la humana libertad.3 Esas verda- dejar de enfrentarse a la segunda cues- del humano inteligir y vivir y, por lo
des y exigencias son las que han de tión: la de cómo determinar cuáles mismo, ineludible. El diálogo es una
guiar la vida de cada hombre y consti- sean esas verdades y cómo darles vi- exigencia intelectual y moral y, enten-
tuyen la base moral sobre la que ha de gencia social general suficientemente dido en su plenitud, compromete a la
construirse la comunidad humana. Y fuerte. ¿Quién nos dice cuáles son? persona entera.6 No podemos olvidar
son éstas precisamente las verdades En una sociedad pluralista, inte- que la misma comunicación lingüísti-
contra las que el relativismo-ambien- grada por creyentes de diversos credos ca plena no es posible sino en la onda
te ejerce de modo más directo e inten- e increyentes, la común afirmación de de una omnicomprensiva dialogal
so su corrosiva acción. esas verdades no puede consistir en la apertura mutua por el amor.7
Con respecto a esta clase de verda- común aceptación de ninguna revela- Pero, no podemos ignorarlo, a ve-
des, han de distinguirse dos cuestio- ción, de ninguna autoridad sociológi- ces se llama diálogo a lo que no lo es.
nes: una, la de si se dan; otra, la de camente particular.4 Es necesaria la El diálogo cuya necesidad afirmamos
cómo conocer cuáles son. A la prime- verdad. Pero nadie puede arrogarse no es el de quienes, al margen de cual-
ra cuestión contestan, en último tér- derecho y autoridad para imponer la quier cuestión por la verdad, recurren

3. Se trata del orden de verdades y exigencias que tradicionalmente se relacionan con el término y concepto de naturaleza y de ley natural, con funda-
mento último en Dios.
4. Sabido es que, para la Iglesia las verdades y exigencias de la ley natural están entre aquellas a las que puede acceder la razón humana con solas
sus fuerzas naturales. Ahora bien, la luz de la razón se ha hecho bastante mortecina con la caída, con el pecado. Por eso, sostiene asimismo la doctrina
de la Iglesia, tales verdades naturales han sido objeto también de la revelación positiva para que a su conocimiento lleguemos todos fácilmente y sin error
[Cf. Concilio Vaticano I, Constitución dogmática Dei filius DS 3004-3005; Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Dei Verbum, n.6: DS 4206]. Pero
esta revelación definitiva, al curar y llenar de sentido y de vida los empeños éticos de la humanidad, no entró en este campo como en una realidad extra-
ña (Cf. CVP, n. 46) (Instrucción Pastoral de la CEE, La verdad os hará libres, n. 40).
5. Y contradictorio con la naturaleza de Dios mismo, como decía Benedicto XVI en Ratisbona. La pretensión de imponer la verdad es un empeño imposi-
ble. La verdad sólo se impone por sí misma a quien como tal la capta, «no… de otro modo que por la fuerza de la verdad misma» (Concilio Vaticano II,
Dignitatis humanae, n. 1). Imponerla a otro sólo puede significar obligar al otro a confesar públicamente como verdad lo que el otro no percibe como tal.
Es, pues, una pretensión lógicamente contradictoria; políticamente antidemocrática, totalitaria; moralmente repugnante.
6. La necesidad del diálogo la encontramos también afirmada desde muy diversas consideraciones, incluidas las teológicas trinitarias, en el Magiste-
rio de la Iglesia. Aunque sea obligado mencionar la Ecclesiam suam, de Pablo VI, dedicada específicamente al diálogo, son, diríamos, constantes las
manifestaciones posteriores de Magisterio sobre la naturaleza y necesidad del diálogo.
7. Si el dia-logo es cosa del logos, el logos no es sólo puro argumentar verbalizado. El diálogo entendido como puro intercambio verbal de argumenta-
ciones no basta para alcanzar las profundidades de la verdad que puede alumbrar un ethos universal. La palabra humana no es puro verbo sino verbo
encarnado, comprometido que, en muchos casos, ha de manifestarse paradójicamente en la ausencia de toda locución verbal, en silencio y revestir otras
muy diversas formas. La verdadera comunicación humana, el diálogo humano ha de discurrir también por vía gestual y factual: guardar silencio, sonreír,
estrechar las manos, abrazar, perdonar, partir el pan, amar…
ACONTECIMIENTO 85 PENSAMIENTO 17

a él como mero procedimiento para


acordar unas normas cuya validez
procederá exclusivamente de nuestro
mismo acuerdo. No propugnamos ese
diálogo, digamos, tético con que nos
«ponemos» unas reglas, al margen de
toda verdad, sólo circunstancialmente
útiles aquí y ahora para salvar la con-
vivencia en aras de nuestros «intere-
ses». No. El diálogo que propugnamos
es el diálogo, digamos, heurístico me-
diante el cual comunitariamente in-
dagamos, buscamos, encontramos y
convergemos en afirmar una verdade-
ra verdad, cuya existencia damos por
supuesta anterior y superior a nuestro
itinerante encuentro dialogal, una
verdad que no lo es porque la afirme-
mos, sino que hemos de afirmar por-
que lo es.8
¿Y qué decir de la tolerancia? La
tolerancia en nuestro presente mo-
mento cultural aparece como valor
fundamental. «Tolera todo en todo
momento»: tal sería la formulación
más extendida del imperativo cate-
górico de lo políticamente correcto.
Pero esa tolerancia a la que tan alta
consideración se tributa hoy no es
sino la expresión social del relativis-
mo teórico y práctico hoy imperante.
Es la actitud de quien, en todo caso,
aun cuando profese algunas convic-
ciones, da por supuesto o acepta sin
más que debe renunciar a hacerlas nitaria de la verdad. La que propug- interpersonales y que podemos lla-
valer y aun a simplemente manifes- namos no es la tolerancia gnóstico- mar empática, aquella mediante la
tarlas en público. No es ésa, evidente- relativista, indiferentista, que dege- que inhibimos el movimiento de re-
mente, la tolerancia que podemos nera en autocontradictorio toleran- chazo que pueden suscitar irracio-
considerar necesaria precisamente tismo absoluto, sino la tolerancia que nalmente, en nuestra sensibilidad,
para la búsqueda y afirmación comu- se sitúa en el plano de las relaciones elementos los más heterogéneos de la

8. Utilizamos aquí siempre el término dialogal y evitamos el de «dialógico/a» para no entrar en la discusión, para la que no hay aquí lugar, sobre la ética
dialógica. Baste indicar que, según nuestro modesto parecer, la razón dialógica, entendida en su plenitud, no sólo no entra en contradicción con las exigen-
cias de la razón profética, sino que, cabe decir, las incluye. El diálogo humanamente pleno lleva consigo como condición de posibilidad la realización de
la justicia y la igualdad entre todos los interlocutores. Sobre estas cuestiones, v. Díaz Hernández., Carlos, De la razón dialógica a la razón profética (Pobre-
za de la razón y razón de la pobreza), Madrid, Editorial Madre Tierra, 1991 y González Vila, Teófilo, Inspiración cristiana del orden temporal, CEU Edicio-
nes, Madrid, 2007, pp. 145-147.
18 PENSAMIENTO ACONTECIMIENTO 85

personalidad del otro (antipatías), concretos condicionamientos de cada repensar el mundo y el hombre ut si
tolerancia, ésta, con la que desatasca- camino. Y en esta tarea a los creyentes Deus daretur. Al menos ha de recono-
mos los cauces de comunicación, tan en cuanto tales hay que reconocerles cerse la legitimidad y la necesidad de
frecuentemente obturados por com- el derecho a y hay que recordarles su que no sólo en el supermercado cul-
plejos prejuicios, nos abrimos al obligación de participar. Pueden y de- tural se hagan presentes las opciones
otro, lo acogemos, nos disponemos a ben aportar en el debate público, en el creyentes, sino la de que los creyentes
escucharle, es decir, hacemos posible proceso de formación de las decisio- como tales participen en los procesos
la comunicación dialogal, que de nes comunes la especial luz con que, mismos de formación de las decisio-
otro modo quedaría bloqueada, para desde su fe, perciben el alcance de las nes comunes políticas, normativas…9
juntos caminar hacia el hallazgo y exigencias morales a las que esas deci- Las convicciones religiosas son fácti-
afirmación de la verdad. Si el diálogo siones han de atenerse. Y han de em- camente particulares en nuestras so-
es camino ineludible para la conver- peñarse en la construcción de la ciu- ciedades pluralistas. De ahí no cabe
gencia comunitaria en la búsqueda y dad temporal en justicia y libertad concluir, como pretende cierto sofísti-
común afirmación de las verdades con la fuerza que proporciona la gra- co discurso laicista, que las conviccio-
donde asentar nuestra convivencia cia. Las cuestiones aquí apuntadas re- nes no-religiosas son, sólo por eso,
en una comunidad pluralista, la tole- visten hoy una dimensión literalmen- no-particulares, esto es, comunes, las
rancia, por su parte, es necesaria para te mundial. Si en Occidente los dos únicas, por tanto, legitimadas para
hacer posible, fluido y fecundo ese grandes «interlocutores» mutuos son participar en el proceso de formación
diálogo. la fe cristiana y la mera racionalidad de lo común y, en su caso, las únicas
Esta búsqueda y afirmación dialo- laicista-increyente, en un diálogo que legítimamente susceptibles de ser im-
gal de la verdad es tarea en la que cada debe contribuir a prevenir las «pato- puestas, en cuanto comunes, a todos.
persona, cada generación —desde la logías» que amenazan a una y otra, También las convicciones no-religio-
contingencia de su momento— ha de ambas tienen a la vez que escuchar a sas pueden ser, son, particulares (¿las
iniciarse e implicarse. Lo absoluto de las demás culturas, alguna con pujan- hay que no lo sean en una sociedad
la verdad ni se ve en modo alguno em- te y creciente presencia en Europa, pluralista?) Mi opción es particular, la
pañado por la inevitable contingencia culturas con las que la occidental y, tuya también. No pretendamos cada
y limitación de los caminos por los más concretamente, la europea tal vez uno silenciar las convicciones del
que la buscamos, ni nos libra de los no pueda conectar si no se decide a otro: dialoguemos.

9. Ratzinger, J., Habermas, J., Dialéctica de la secularización. Sobre la razón y la religión, Ednes. Encuentro, Madrid, 2006.
ACONTECIMIENTO 85 RELIGIÓN 19

V CELAM, Aparecida 2007:


Una Iglesia en misión permanente

José Antonio Fernández


Educador

L
a tardanza en publicar el docu-
mento conclusivo de la V Confe-
rencia General del Episcopado La-
tinoamericano, celebrada del  al 
de mayo en Aparecida (Brasil), espera-
mos que no sea un signo de las dificul-
tades para poner en marcha este nue-
vo amanecer de la Iglesia. Sorprende
en España el silencio mediático a la
que ha sido sometido este quinto en-
cuentro de los obispos latinoamerica-
nos, teniendo en cuenta las repercu-
siones que ocuparon la segunda Con-
ferencia General de Medellín (), la La misión permanente es la priori- misión, no hay vida cristiana, parece
tercera de Puebla () o incluso la dad, por eso las palabras del cardenal entreverse. Los cristianos habrán de
cuarta de Santo domingo (). Sería Claudio Hummes, prefecto de la Con- profundizar y de asumir un estilo de
interesante analizar los cambios eco- gregación del Clero y, hasta hace me- vida propio de los discípulos de Jesús.
nómicos, sociales, políticos y religiosos dio año, arzobispo de Sao Paulo, sue- El Documento Conclusivo que
que hacen intrascendente un encuen- nan así de contundentes: «la Iglesia consta de tres partes y una conclusión,
tro de estas características para la so- debe salir en nueva misión a recupe- tiene como hilo conductor la Vida en
ciedad española  años después. rar a sus bautizados. No podemos Cristo, así dice que «iluminados por
Sin embargo, para algunos analis- permitirnos el lujo de esperarles en las Cristo, el sufrimiento, la injusticia y la
tas, el V CELAM ha sido una ocasión parroquias. Debemos ir nosotros a re- cruz nos interpelan a vivir como Igle-
privilegiada para la renovación de la cuperarlos. Debemos llegar a los po- sia samaritana (cf. Lc. , -), re-
Iglesia en el continente de la esperan- bres de las periferias, que tienen nece- cordando que ‘la evangelización ha
za y presenta signos de una renova- sidad de nuestra solidaridad, de nues- ido unida siempre a la promoción hu-
ción de repercusiones impredecibles. tro calor. Debemos ayudarles en sus mana y a la auténtica liberación cris-
Así, para el teólogo P. José Comblin, se problemas cotidianos, pero también tiana’» (N.º ).
trata de un proyecto ambicioso que en la realización de sus sueños, por- La primera parte se titula La vida
pretende invertir de forma radical la que también los pobres tienen sue- de nuestros pueblos hoy, es un análisis
estructura eclesiástica hasta ahora en ños». Don Helder Cámara fue mode- de los grandes y desafiantes cambios
vigor. Pasar de una mentalidad cen- lo de obispo, sin saberlo, en esta reno- experimentados en los últimos años y
trada en la conservación de la fe a otra vación misionera. cómo esto nos debe interpelar como
dirigida al anuncio misionero de la Hablar de misión en Iberoamérica creyentes. La segunda, denominada
«Buena Nueva» sin duda va a llevar es algo innovador. Hoy día es un tér- La vida en Jesucristo en los discípulos
décadas de renovación eclesial. ¿Sola- mino que desde hace ya algunas déca- misioneros, pretende buscar la revitali-
mente para la Iglesia en Iberoaméri- das se había dejado de utilizar, de he- zación de la vida cristiana de los bau-
ca?, me temo que no. Esta nueva op- cho evoca a la herencia colonial con la tizados. La última, La vida de Jesucris-
ción preferencial por la misión no va a llegada de los conquistadores a Améri- to para nuestros pueblos, en la que se
ser exclusivo de un continente, esta ca. La misionología no forma parte de presenta la misión de los discípulos
vuelta a la figura del discípulo, del tes- la formación sacerdotal. Los misione- misioneros como un servicio a la vida
tigo que anuncia el Amor con la pala- ros son los evangelizadores de los in- plena. Aquí es donde se va desarrollar
bra y la acción no es una necesidad es- dios que se encuentran en zonas remo- la gran opción de Aparecida: convertir
pecífica del pueblo latinoamericano, tas y aisladas. ¿A qué viene ahora ha- a la Iglesia en una comunidad más
sino de la Iglesia universal. blar de misión?, se dirán algunos. Sin misionera.
20 RELIGIÓN ACONTECIMIENTO 85

Es de destacar que la Conferencia El Documento habla explícitamen- A pesar de la inmensa labor social que
utiliza el método ver, juzgar y actuar, el te de la Comunidades Eclesiales de desempeña la Iglesia en este Conti-
cual implica contemplar la realidad Base (N.º -) de sus luces, que nente, insisten los obispos en que «se
desde los ojos de la fe en Dios, juzgar- llevó a muchos a derramar su sangre requiere que las obras de misericordia
la según Jesucristo y actuar desde la como testimonio de entrega generosa, estén acompañadas por la búsqueda
Iglesia sacramento universal de salva- y de sus sombras, la ideologización de de una verdadera justicia social, que
ción (N.º ). También asume de for- algunos de sus miembros que les hizo vaya elevando el nivel de vida de los
ma central la opción preferencial por perder su sentido eclesial. Son un sig- ciudadanos, promoviéndolos como
los pobres y excluidos, en continuidad no de vitalidad en la Iglesia por lo que sujetos de su propio desarrollo» (N.º
con anteriores conferencias, y pone el cumplen un papel fundamental en la ).
énfasis en la situaciones de injusticia y opción preferencial por los pobres. Con esta última conferencia de
opresión que vive el pueblo iberoame- El capítulo , la misión de los discí- CELAM se ha producido un aconteci-
ricano, ya que «todo proceso evangeli- pulos al servicio de la vida plena y el , miento imprevisto y de consecuen-
zador implica la promoción humana y Reino de Dios y promoción de la digni- cias imprevisibles. Constituye para
la auténtica liberación sin la cual no es dad humana, comprenden los párra- hoy día un motivo de renovada espe-
posible un orden justo de la sociedad» fos en los que los obispos se manifies- ranza para un continente afligido por
(N.º ). No se trata de una fórmula tan de una manera más contundente. el dolor. No ha hecho falta que nadie
convencional, «sólo la cercanía que Así «la Iglesia necesita una fuerte con- nos mande callar para que se guarde
nos hace amigos nos permite apreciar moción que le impida instalarse en la un absoluto silencio sobre lo aconte-
profundamente los valores de los po- comodidad, el estancamiento y en la cido en Brasil, y es que no hay mayor
bres de hoy, sus legítimos anhelos y su tibieza, al margen del sufrimiento de silencio que el del que no sabe de qué
modo propio de vivir la fe (N.º )». los pobres del Continente» (N.º ). hablar.
22 ACONTECIMIENTO 85

Rincón bibliográfico
La piel de los tomates estos cuentos aparecen seño- frágiles, van cruzándose en La presión por no haberles ayuda-
José Jiménez Lozano, ras que miran el mundo con piel de los tomates. Y en la len- do, cuando hizo todo lo que
Ediciones Encuentro, Madrid, 2007. sencillez y sentido común, sa- gua española —y, si se quiere, pudo y le había ordenado Scott.
Resulta difícil decir algo, bios inquisidores, personas castellana— de mayor riqueza ¿Quién obtuvo el éxito? ¿solo
aunque sólo sean dos cosas, inocentes, de esas de las que léxica y de más anonadante los ganadores importan en la
sobre La piel de los tomates, decía Simone Weil que estaban poesía que hable hoy nadie por historia? Amundsen triunfó en
treinta y un cuentos de José Ji- más cerca de Platón de lo que estos pagos nuestros». la organización del viaje (escri-
ménez Lozano sobre temas nunca lo estuvo Aristóteles, A la lectura de La piel de los be Wilson en su diario unos
muy diversos, tras el comenta- reuniones de pájaros atentos y tomates se invita desde aquí al días antes de morir: «Nos ha
rio que escribió Gabriel Albiac sensatos, familias atormenta- lector de Acontecimiento, así vencido en la medida en que
en el diario La Razón, el pasa- das por situaciones que traen como a la de los muchos otros para él era una carrera. Noso-
do 22 de agosto, sobre estos estos tiempos bárbaros… Un relatos, novelas o ensayos de tros hemos hecho lo que venía-
cuentos y sobre su autor. No es elenco de situaciones y perso- José Jiménez Lozano. Es segu- mos a hacer y hemos cumplido
cuestión de repetir aquí las pa- najes muy diversos, cargados ro que en ellos hallará el lector con nuestros planes» (p. 802),
labras de Gabriel Albiac, pero de realidad y de riqueza, de un verdadero alimento para su pero no estuvo tres años en la
forzosamente hay que referirse una riqueza que nada tiene que vida interior, alimento que con Antár tida tomando muestras
a ellas porque quien esto escri- ver con lo que por tal se en- tanta escasez hallamos hoy, geológicas, topográficas, mete-
be quedó fascinada por su ver- tiende en este mundo… Pero cuando se nos hace especial- orológicas, zoológicas, botáni-
dad y su justeza. En un artículo no me resisto a volver a las pa- mente necesario. cas… ni consiguió conocer los
titulado «La santidad de lo be- labras de Albiac, porque no ha- CARMEN HERRANDO verdaderos límites de la resis-
llo», escribe Albiac sobre la pie- cerlo sería privar a los lectores tencia humana en circunstan-
dad y la melancolía que los li- de esta sencilla reseña de un cias adversas. Un noruego lo
bros de Jiménez Lozano des- comentario verdadero que res- El peor viaje del mundo, reconocía:
piertan en sus lectores. Y una ponde magníficamente tanto a A. Cherry-Garrard,
servidora no puede sino dar fe la realidad del libro como a la Ediciones B, Barcelona, 2007, 905 Acaso siga existiendo gente
de estas palabras. Pero Albiac que en nuestra España de hoy pp. que crea que explorar las regio-
dice más, dice que «sin esa representa su autor: «Hay mu- Os ruego encarecidamente nes polares desconocidas care-
pura piedad que cada palabra cho más de lo real de este te- que devoréis estas novecientas ce de importancia. Esto es una
pone en lo áspero, la melanco- rrible mundo —sigue escribien- páginas de verdadero humanis- muestra de ignorancia, por su-
lía jamás tocaría el primordial do Albiac—, de este terrible mo. Porque bajo el manto de puesto. No hace falta señalar
punto de lirismo que nos sacu- país que nos tocó vivir, en esas una expedición de tres años en aquí lo importante que es explo-
de en estos mínimos intersti- historias de viejucas de aldea, la Antártida (1910-1913) y el rar estas regiones meticulosa-
cios donde lo que se escribe o de atormentados inquisido- relato perfecto de todas sus mente. La historia del género
sugiere sólo, en fugaz elipsis, res sapientísimos, de teólogos peripecias en tan inhumano y humano es una pugna continua
aquello cuya inmensidad exige, barrocos a los cuales sus cer- místico lugar, encontramos por salir de la oscuridad hacia la
para no ser corrompida, el sa- tezas abandonan, de hombres afán de saber, voluntad, es- luz. Por consiguiente, no tiene
grario del silencio. Él [Jiménez anónimos en cuyas insignifican- fuerzo, razón, amistad, liber- sentido hablar de la utilidad del
Lozano] lo llama santidad. Yo tes tareas algo pervive del ful- tad, estoicismo, entrega, en- saber: todo hombre quiere sa-
poesía». Y es que es imposible gor que brillara en las estan- cuentros, humor, tragedia, can- ber, y cuando deja de hacerlo,
leer a Jiménez Lozano sin este cias de Aristóteles o Spinoza, ciones, plegarias, ciencia, deja de ser un hombre. (Nan-
aura de silencio que, si no se hay mucho más de esto real libertad, autoridad moral, vida sen, citado en la p. 618).
crea para emprender la lectura, nuestro, de esto que, más aún y, cómo no, muerte. Cuando en
surgirá enseguida en las es- que atormentarnos nos angus- el verano de 1911-1912 la ex- Si destaca algo en la narra-
tampas llenas de verdad de tia porque no damos con el pedición de Scott al polo sur ción es la ayuda mutua impe-
sus relatos y desde sus mis- nombre ni siquiera para llamar- llegó tres semanas después rante entre los expedicionarios.
mos personajes, tan reales, lo y entenderlo, hay más ver- que la de Amundsen también Para Cherry-Garrard eso permi-
tan palpables, que se los en- dad, en suma, en cada uno de se nos ocurren muchas refle- te pasar por alto todos los erro-
cuentra uno en los lugares si- los sucintos cuentos aquí reco- xiones sobre la victoria, la de- res cometidos y los momentos
lenciosos donde no llega a pe- gidos, de la que encontraremos rrota, el éxito y el fracaso. So- de desesperación, que los
netrar el estrépito de un mundo en casi nada —en nada— de lo bre todo si sabemos después hubo. También es encantadora
que corre como enloquecido pensado y escrito en esta po- que Scott, Bowers, Oates, la capacidad para apreciar la
hacia nadie sabe dónde. Silen- bre España descompuesta, Evans y Wilson murieron en el belleza de los paisajes antárti-
cio, y verdadera emoción. No cuyo aliento penetra hasta al regreso. Para el autor del libro cos («no creo que exista ningún
es sólo un comentario. Es una más tenue de todos esos casi toda su vida fue una lucha con- otro sitio en el mundo donde se
confidencia, un testimonio.En cristalinos personajes que, tan tra los remordimientos y la de- vean colores tan hermosos», p.
ACONTECIMIENTO 85 RINCÓN BIBLIOGRÁFICO 23

765) entre semejantes jorna- Pym de Poe veréis cómo en- vida la espiritualidad humana. see avena silvestre para sem-
das de trabajo y esfuerzo. Y, garza la realidad con la ficción La relación de Thoreau con brar, la siembra generalmente
cómo no, la amalgama de dia- cuando un aura mística rodea plantas y animales une el res- en tierra cultivada y relativa-
rios que forman el libro. Ga- a las palabras. peto con la búsqueda de una mente agotada. Y en cuanto al
rrard cita las reflexiones y FERNANDO PÉREZ DE BLAS trascendencia religiosa. Por su- del tumultuoso mundo en las
apuntes de un montón de com- puesto a su manera, no con grandes ciudades, tan escasa
pañeros, no solo las suyas o una religión institucional. Siem- es su iniciativa que jamás se
las de Scott. Impresiona lo tra- pre se consideró protestante, aventura en esta dirección, sino
bajado que está el texto, lo co- Los bosques de Maine como le dice al indio Joe Polis, que, como las alimañas, se reú-
herente que es y lo fiable. H. D. Thoreau, sin más concreciones. La reli- ne en callejones y tabernas,
El libro es un compendio de Ediciones de Baile del Sol, Teneri- giosidad litúrgica no fue lo siendo acaso su mayor logro el
estoicismo romántico. Sus pro- fe, 2007, 321 pp. suyo. Para él valía más el trato correr al lado de un carro de
tagonistas son verdaderos aris- Para los admiradores de H. directo con el mundo para en- bomberos y lanzar diatribas.
tócratas en el sentido etimoló- D. Thoreau que no tenemos el contrar la esencia profunda de Pero en comparación, el primero
gico de la palabra. Desde el inglés suficiente para leerlo en las cosas. es un tipo independiente y de
jefe hasta los militares, los su lengua original, es toda una Tampoco vive el texto de una éxito, que se gana la vida de
científicos, los marinos y la noticia la salida de este libro nostalgia de cualquier supuesta una forma que le gusta, sin mo-
gente como Garrard que con con una de sus obras póstu- Edad de Oro, simplemente se lestar a sus vecinos humanos.
poco más de veinte años pasó mas. Se trata de uno de sus li- cuestiona si el hombre mejora ¡Cuánto más respetable tam-
un invierno antártico en la Ba- bros de viajes, de los que toda- la naturaleza, la arrasa o es ca- bién es la vida del pionero o co-
rrera de hielo para llegar a los vía quedan al menos cuatro sin paz de adaptarse. Thoreau lonizador solitario en estos o
criaderos del pingüino empera- traducir. Relata sus tres visitas pone unas condiciones para vi- cualesquiera otros bosques
dor y conseguir huevos donde al estado de Maine, por enton- vir conforme al medio, adap- —afrontando dificultades rea-
conocer la embriología y evolu- ces prácticamente inexplorado. tándolo con sobriedad y pru- les, no de su invención, consi-
ción desde los reptiles a las Relata el curso de sus ríos y la- dencia. Así narra cómo cons- guiendo el sustento directamen-
aves. Este estoicismo propio gos, la vida de sus bosques y truir una cabaña o hacer un te de la naturaleza—, que la de
de los científicos en su sentido las costumbres de indios y pio- campamento, mezcla de como- las desvalidas multitudes de las
más pionero aparece en una neros occidentales. Como en didad austera, libertad y respe- ciudades, pendientes de gratifi-
carta que Scott escribe para un todos sus escritos se mezcla to a la vida imperante. car las necesidades artificiales
amigo poco antes de fallecer: biología, ecologismo, geogra- Si además tenemos en de la sociedad y cuyos indivi-
La de cosas que podría con- fía, antropología y un fino gusto cuenta la grandeza de su capa- duos son expulsados de sus
tarte sobre este viaje. Ha sido por la reflexión filosófica que a cidad literaria, este libro nos trabajos en épocas difíciles! (p.
muchísimo mejor que quedarse veces no se tiene en cuenta acerca a un hombre que siem- 268).
en casa holgazaneando, rodea- cuando se habla del brillante pre nos deja con sed de leer FERNANDO PÉREZ DE BLAS
do de comodidades. (p. 853). solitario de Concord. más. Esperemos, como digo,
Uno de los mitos sobre Tho- que cunda el ejemplo, aunque
Y en otro lugar: reau versa en su solipsismo. sean traducciones tan arraiga- El poder
Hemos corrido riesgos; sa- Desde luego es uno de los me- das como ésta, llena de expre- L. Tolstoi,
bíamos que los corríamos. Las jores escritores acerca de la siones canarias. L´Eixam, Valencia, 2005, 64 pp.
cosas se nos han puesto en soledad buscada, no la im- Acabo con una de sus múlti- Leer al ya clásico autor de
contra y, por lo tanto, no tene- puesta, pero la entiende en re- ples incursiones reflexivo-críti- Guerra y paz o Ana Karenina es
mos motivo para quejarnos. (p. lación directa con la libertad. Si cas sobre la civilización. ¿No siempre un placer. Su ágil plu-
900). la vida solitaria no se elige li- es al menos una llamada de ma, la sencillez y el gusto por
bremente, es vivir alienado. atención a tener en cuenta? los matices también están pre-
No digo más. Os ruego de Thoreau es todo un espíritu in- Que sirva de animación a la sentes en su obra ensayística.
nuevo que no temáis a este li- domable, un exabrupto a la so- lectura. Dice hablando de un er- En este caso se nos presentan
bro. Debería leerse en todas ciedad burguesa que empeza- mitaño cazador que vive en el dos breves escritos de su eta-
las escuelas, institutos y uni- ba a tomar cuerpo en los infan- bosque: pa madura, cuando más cerca-
versidades del mundo. Aquí tes USA. Quiso una cultura Llevaba un mes o más en no se sintió al anarquismo, sin
hay auténtica pasión intelec- estoica, basada en una vida se- soledad. ¡Cuánto más natural y obviar las raíces cristianas y su
tual y no en cualquier mamo- gún las necesidades y no dis- venturosa era su existencia que profundo pacifismo. En El po-
treto de moda. ¡Y solo por cin- puesta al simple consumismo. la del cazador en los bosques der analiza los entramados que
co euros! De verdad que mere- El libro está repleto de prin- de Concord, que regresa cada han llevado al hombre a subor-
ce la pena. Y si lo unís a la cipios ecologistas, pero no de noche a su casa y su molino! dinar las instituciones políticas
Narración de Ar thur Gordon ese blando naturalismo que ol- Pero aquél de la ciudad que po- a las propiamente sociales, a
24 RINCÓN BIBLIOGRÁFICO ACONTECIMIENTO 85

través de la implantación de un pues, unirse en la verdad. Por tión candente de la memoria go aprendió a escribir en sus
poder separado que acaba por eso es por lo que, cuanto más histórica vienen bien estas lec- noches entre tajo y tajo —fue
imponerse a la sociedad, que sinceramente buscan los hom- turas. Quizá, como dicen mu- siempre albañil hasta la ve-
presuntamente era el objeto de bres la verdad, más se aproxi- chos, no debiéramos remover jez— y llegó a expresarse muy
su amparo. Aunque el texto cae man a la unión. Pero, ¿cómo es en viejas heridas. Entonces, bien —con ayuda de secreta-
en aspectos ya tratados por posible que los hombres pue- ¿la historia debe abandonarse? ria, como reconoce— en este
clásicos, destacaríamos su crí- dan unirse en la verdad, o aun ¿la memoria no tiene ningún bello volumen.
tica al ejército, en cuanto insti- aproximarse a ella, cuando no valor para el futuro? ¿es la eco- No quiero decir que Cipriano
tución que bajo el pretexto de solamente no expresan la ver- nomía y el progreso la única fuera un dechado de virtudes.
salvaguardar la seguridad de la dad que conocen, sino que ade- esencia que moviliza al hom- Taciturno y serio, nunca dejó de
sociedad se utiliza como medio más la consideran inútil y fingen bre? Muy distinto es que los ser un hombre que anteponía
para mantener el status quo vi- reconocer como verdad aquello gobiernos decreten el rescate la verdad a cualquier interés.
gente, edificado sobre la pro- que saben que es mentira? De de cierta memoria y no toda. Llegó a teniente coronel duran-
piedad. Hoy día, sobre todo en esta manera, la situación social Porque da la sensación de que te la guerra sin quizá merecerlo
España con el abandono del de los hombres no puede mejo- al hablar de memoria histórica por su conocimiento militar
servicio militar, hemos olvidado rar, mientras estos se oculten a solo hacen referencia al bando —no obstante vencer sus tro-
el valor que las teorías tolstoia- sí mismos la verdad, mientras republicano en la guerra civil e pas a los italianos en Guadala-
nas sobre la insumisión tuvie- no reconozcan que su unión, y incluso no a todo el bando. jara— y se negó a ser coronel
ron. por consiguiente la felicidad, no ¿Quieren recordar, por poner en los días finales con la Junta
Pero a mi modo de entender es posible sino en la verdad, y un ejemplo, los crímenes per- de Defensa de Casado y com-
es el segundo texto, La hipo- mientras no coloquen por enci- petrados en ese bando? ¿Quie- pañía. Se codeó con ministros
cresía, el verdaderamente ac- ma de todo el reconocimiento ren hablar de la acción disgre- y altos mandos sin bajar nunca
tual y vigente, cuando vivimos de la verdad que les es revela- gadora y oportunista de mu- la cabeza y diciendo verdades.
en carne propia el escarneci- da. (p. 46). chos sectores del comunismo? Rectificó cuando debió hacerlo,
miento a la verdad y la defensa Por otra parte, ¿quieren hablar sobre todo al ver que la guerra
de un pluralismo sin límites Para terminar quisiéramos de memoria de otras épocas y se perdía con las milicias y se
que cae en el más burdo relati- recordar que el libro trae una siglos precedentes? Suena a necesitaba la disciplina militar,
vismo. Si analizamos nuestra introducción teórica y una epí- cierto revanchismo que no tie- que luego tampoco cuajó. Tam-
práctica cotidiana —ejercicio logo biográfico, siempre útiles ne nada que ver con una pre- bién se enfrentó a compañeros
no por difícil menos necesa- para comprender la grandiosa sunta ciencia histórica —cosa cuando lo creyó su deber.
rio— veremos que en muchas figura de Tolstoi, un maestro de también dudosa objetivamente. Siempre la «autodisciplina» y el
ocasiones caemos en lo que muchos sobre todo por su fuer- Este libro son unas memo- «deber», palabras tan kantia-
criticamos de palabra. Tolstoi, te sentido moral, religioso rias. Las de una persona. No nas que pueblan este libro.
aristócrata crítico con el siste- —aunque muy crítico con las van mucho más allá de eso. Como buen hombre de la calle
ma, vivió casi trágicamente esa Iglesias cristianas—, literario y Seguramente no les haga falta. intuyó que la libertad sin res-
dialéctica y de ahí nació su ra- testimonial. Leer este librito es Ni siquiera cubren toda su vida, ponsabilidad y sentido del de-
dical y progresivo alejamiento un inicio para su ingente y va- pues solo relatan la guerra y ber es caos y libertinaje.
de muchas instituciones de su liosa obra. Hacedlo, os lo reco- los primeros años de posgue- Por si fuera poco este pe-
tiempo e incluso del mundo li- miendo de corazón. Su encua- rra, hasta salir para Francia queño —en estatura— hombre
terario en el que su obra tanta dernación es de lujo y su precio una vez liberado de la cárcel. supo decir a su hijo cuando
impronta dejó. Podemos encon- barato. Cipriano Mera es un militante pensaba que moriría ejecutado:
trar en estas diez páginas es- FERNANDO PÉREZ DE BLAS de esos carismáticos. No por
casas todo un ataque a la fal- sus escritos. Además de este Deberás ayudar a tu madre y
sedad y a la mentira, junto a libro y de ciertos informes in- pensar en el futuro sin odio, por-
una defensa de la verdad como Guerra, exilio y cárcel de un ternos, cartas o pequeños dis- que este no conduce a ninguna
arma revolucionaria. Escuche- anarcosindicalista cursos, poco más salió de su parte. Tu padre, que es, como
mos, para llamar a la lectura, al Cipriano Mera, pluma —algunos artículos en sabes, víctima del odio por ha-
propio autor ruso: Varios editores, Madrid, 2006, 477 la vejez para Frente libertario ber consagrado su existencia al
pp. de París, cuando la CNT lo ha- establecimiento de la fraterni-
La desgracia de los hom- Varias coincidencias hacen bía expulsado por decir ciertas dad universal, te recomienda
bres proviene de su desunión, y de este libro una joya: en pri- verdades. Él mismo le cuenta a por y sobre todo no odiar a tus
su desunión proviene de que no mer lugar hacía muchos años su hijo en algunos textos no pu- semejantes. (p. 384).
siguen la verdad, que es única, que la edición original en Rue- blicados que se avergonzaba
sino la mentira, que es múltiple. do Ibérico estaba agotada y en de su analfabetismo completo Buen principio para recupe-
El único medio de unión es, segundo término con la cues- hasta los 26 años. Sin embar- rar de verdad la memoria histó-
ACONTECIMIENTO 85 RINCÓN BIBLIOGRÁFICO 25

rica, sin odios. Como buena fi- ciendo constantes referencias seguido en toda la obra, de ma- dan la lucha de Mounier contra
losofía moral se resume en es- a anécdotas de su vida, el au- nera que la presencia aristoté- el espiritualismo, y no es que
tas palabras de Cipriano, base tor va desgranando los posi- lica-tomista está explícita en al- en la obra de Bullón haya alu-
del anarquismo que nunca de- bles accesos que tiene el hom- gunos momentos de la argu- siones directas al pensador per-
berían olvidarse: bre a la trascendencia y como mentación, el autor parte de la sonalista.
sin quererlo, Alejandro nos va convicción de que se puede de- Además, esta obra quiere si-
Al anarquista revolucionario desvelando sus propias dudas, mostrar la existencia de Dios. tuarse lejos de todo casuismo
le debe preocupar una cosa, y demostraciones y conviccio- La honestidad y seriedad de y dogmatismo, que salta por
es que no se le confunda con el nes. Alejandro Llanos hace aconse- encima de las circunstancias
resto de los demás hombres; Como él mismo nos advierte jable su lectura pausada. históricas y puede convertir la
debe ser recto y moral. Su vida en el prólogo (p. 9), «es el libro JOSÉ A. FERNÁNDEZ moral social en un corpus de
privada no puede salirse de su más corto que he escrito. No respuestas estereotipadas y
ética filosófica, lo demás supo- lleva notas a pie de página ni escleróticas por ello insuficien-
ne mentirse y mentir, denegan- referencias eruditas. Pero es lo Testigos en el mundo. Fundamentos te. El autor confiesa que en la
do lo que dice querer en bien de más serio que ha salido de mi de moral social. obra «no existe intención algu-
sus semejantes. Querer repre- ordenador, porque trata de las José Bullón Hernández. na por presentar y resolver con
sentar dos clases de vida, una cuestiones que más honda- Facultad de Teología «San Dámaso». exactitud cada uno de los posi-
privada y otra pública, represen- mente me afectan». Madrid, 2007, 393 págs. bles e infinitos casos que for-
ta una falsedad en quien esto No se siente un privilegiado José Bullón es sacerdote y man parte de todo el cuerpo de
pudiera sostener o defenderlo. en estos temas ya que compar- catedrático de moral de la Fa- la justicia» (pág. 12), no sólo
Por mucha basura que se quiera te las mismas perplejidades cultad de Teología «San Dáma- porque ello resultaría ímprobo
emplear o verter sobre un hom- que cualquier persona puede so» de Madrid y ha sido rector e imposible, sino porque su-
bre o idea, si éste o ésta se tener si se pregunta por lo que del Seminario Diocesano de plantaría nuestra tarea perso-
conducen de una forma recta y está más allá de nuestro hori- Ávila. Autor de numerosos artí- nal: hacer nosotros mismos
limpia, no nos puede caber la zonte vital inmediato. Por eso culos sobre moral, en esta obra esos análisis y juicios.
menor duda que la limpieza en sus planteamientos parte nos ofrece una síntesis de los La estructura de la obra res-
constante hará desaparecer los de la necesidad de preguntarse fundamentos de la moral social ponde a estas dos inquietudes
montones de basura que sobre que todo ser humano tiene, y católica. En la introducción nos que se nos desvelan en la in-
la limpieza quieran verter. (p. comparte la solidaridad de la revela una de las inquietudes troducción: animar al compro-
450). condición humana de sentirse pastorales, que no por ello re- miso y evitar la casuística. En
uno más en este caminar que baja la calidad del escrito ni su la primera parte el autor pre-
¡Algo tendría este hombre es la vida, «arrieros somos y en carácter de tratado o manual tende convencer de que el cris-
que para la reedición de este li- el camino nos encontraremos». académico: que el cristiano sea tiano debe estar presente en el
bro se han unido las tres prin- El libro está dividido en tres consciente de su responsabili- mundo porque lo exige la fe y
cipales ramas actuales del capítulos en los que casi sin dad en el mundo. El mismo au- para ello analiza los fundamen-
anarcosindicalismo, la CNT, la quererlo el lector se encuentra tor afirma en la introducción: tos de la moral social que en-
CGT y Solidaridad Obrera! planteándose las grandes «me propongo ‘convencer’, a contramos en la Escritura y en
¡Cuánto se alegraría él de que cuestiones de nuestra existen- tantas y tantas personas dubi- la Doctrina Social de la Iglesia.
cundiera esta unidad por la que cia sin un aparente orden expo- tativas, de que el ser cristiano, En este punto destacan el tra-
ya luchó infructuosamente en sitivo, como la vida misma. El en su llamada y crecimiento, tamiento teológico de la socia-
vida! autor que no quiere ser monó- pasa necesariamente por la bilidad humana y la definición
FERNANDO PÉREZ DE BLAS tono, deja el monólogo por un aceptación y vivencia del men- de la Doctrina Social.
diálogo entre su conciencia y saje dentro de la dimensión so- En la segunda parte, el Prof.
su «superyo» que le va objetan- cial; no hay una conducta recta Bullón expone las líneas funda-
En busca de la trascendencia. do aquellas afirmaciones que si se la reduce a la sola con- mentales que orientan la vida
Encontrar a Dios en el mundo chirriarían con una mentalidad templación de la ‘verdad’ y del del cristiano en el mundo a tra-
actual. actual: cientificista, postmoder- ‘bien’, para guardarlos en el co- vés de los conceptos clásicos
Alejandro Llano, na y relativista. Con la apari- razón y adorarlos en la interiori- de la moral social (justicia, ca-
Ed. Ariel, Barcelona, 2007. ción de este «genio maligno» el dad; la ‘verdad’ y el ‘bien’ tie- ridad y bien común) añadiendo
Después de toda una vida caminar discursivo toma reco- nen que pasar por la vida y por otros valores más novedosos
dedicada al estudio filosófico, vecos inesperados y los cam- el mundo, tienen que hacerse como la solidaridad, la libertad
el profesor Alejandro Llano nos bios de orientación son cons- fuerza que, a través del testi- y la participación. En esta par-
sorprende con un libro breve, tantes. monio, trasforma este mundo te de la obra se sistematiza la
profundo y muy personal. De La erudición brilla por su au- en el que vivimos» (págs. 13- postura de la Iglesia ante algu-
una manera pedagógica, ha- sencia, aunque no se ha con- 14). Estas palabras nos recuer- nas realidades económicas (la
26 RINCÓN BIBLIOGRÁFICO ACONTECIMIENTO 85

relación economía/moral, los conferencias, conversaciones… Jesús de Nazaret. Primera Parte: ble «Jesús histórico»/»Cristo de
bienes y el trabajo). Destaca que Carlos nos ha brindado y Desde el Bautismo a la la fe» ha minado el cristianis-
aquí toda la consideración so- con las que hemos crecido en Transfiguración. mo, porque el creyente no pue-
bre la autonomía de la econo- nuestra militancia. Joseph Ratzinger de conformarse con seguir un
mía como ciencia. En un estilo desenfadado, a La esfera de los libros, Madrid, arquetipo existencial. Ahora
Finalmente hay que decir corazón abierto, con la libertad 2007, 447 págs. bien, esto no siginifica que los
que se echa de menos que tras que dan los años a Carlos nos Este libro merecería un es- Evangelios sean una biografía
el análisis de algunos aspectos sigue invitando al pensamiento tudio más detallado, aunque de Jesús. Son lo que son, un
de la moral económica, el autor y a la acción. En la estela de sólo fuese por la repercusión testimonio sobre una persona
no haya extendido su estudio una razón cálida, que se atreve que se le puede augurar. Deja- que se presentó ante el mundo
hasta la moral socio-política. a vislumbrar lo que se esconde mos esto para otra ocasión, con una pretensión divina. Ante
No obstante, el lector apreciará tras el velo del Templo, que no aquí nos ocupa una breve rese- el panorama exegético pasado,
la obra como una buena intro- rechaza por contrario a la razón ña. pero todavía presente, el teólo-
ducción a la moral social católi- el Cristianismo, el pensamien- Ya conocíamos la equilibra- go Ratzinger —quede claro que
ca, fundamentada y con amplia to del profesor y el corazón del da postura del Card. Ratzinger el libro no es un acto de ma-
bibliografía. hombre se posan, se mezclan, sobre los métodos exegéticos gisterio— propone una exége-
JOSÉ LUIS LORIENTE PARDILLO vuelven a dialogar una y otra (Escritura e Interpretación. Pa- sis integradora («canónica») en
vez y se nos ofrecen como com- labra, Madrid, 2005). Ahora, la que se acoja la fe junto con
pañía en nuestro camino. Benedicto XVI la ha aplicado los datos de la investigación
El don de la razón cordial. Crítica de JOSÉ LUIS LORIENTE para iluminar el rostro de Je- histórico-crítica. Con esta pro-
la razón utoprofética. sús. Si los siglos XIX y XX ca- puesta no se quiere violentar
Carlos Díaz. minaron a marchas forzadas los textos, sino ser fiel al Vati-
Editorial Clie, Barcelona, 2007, tras la imagen del Carpintero cano II que nos propone una in-
156 págs. de Nazaret con la escoba ar- terpretación de la Escritura en
Hace ya algún tiempo que queológica en una mano y la la Iglesia y según el espíritu
los amigos hemos perdido la sospecha eclesiológica en la con que fue escrita.
cuenta de los libros de Carlos mochila, hoy hay que superar el Esperamos que el tiempo
Díaz. Van ya más de 200 (?) y vacío dejado por este trata- permita al Papa concluir esta
por ello es imposible no repetir- miento cientifista de la Sagrada obra y presentarnos su segun-
se. En este nuevo ensayo se Escritura. do volumen. De momento tene-
nos oferta una síntesis, no de En esto creo que hasta sus mos en nuestras manos un es-
su pensamiento, sino de su más radicales detractores tar- bozo del rostro de Jesús desde
postura ante la vida. Reconoce- de o temprano han de darle la Nazaret al Tabor.
mos en ella muchas charlas, razón: la distinción irreconcilia- JOSÉ LUIS LORIENTE
ANÁLISIS

El
compromiso
de la
acción

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 27
PRESENTACIÓN

E
l tema monográfico que se trata a continuación, presentan tanto a quienes están convencidos de la
«el compromiso de la acción», recoge las aporta- necesidad de actuar, como a aquellos que son invitados
ciones presentadas en las XVII Aulas de Verano a la acción pero encuentran coartadas para la absten-
del Instituto Emmanuel Mounier, que tuvieron lugar ción. Se agrupan las tentaciones en dos bloques, las de
entre los días 25 y 29 de julio de 2007 en la ciudad de las personas y las de las organizaciones.
Burgos. Estas aportaciones se diferencian claramente Por último, en este apartado teórico, el P. Álvarez
entre ponencias más teóricas y testimonios de acciones Bolado disertó sobre contemplación y acción, exponien-
realizadas en ámbitos diversos, respondiendo a la do la unidad de ambas y el enriquecimiento de sentido
intención de unir reflexión y práctica, con la mirada que está unidad proporciona al creyente. Siendo un tema
puesta más lejos de los días del Aula, ya que lo que se de especial interés religioso, sin embargo, como alguien
buscaba era despertar el inconformismo de los partici- observó en el diálogo, la exposición que hizo de la
pantes para suscitar un impulso hacia una acción más contemplación y del discernimiento cuestionaba
poderosa, allí donde cada uno se sintiera llamado a también a quienes desde un punto de vista no creyente
comprometerse como persona. no pueden evitar la pregunta por el sentido de la acción.
En la primera parte, nos encontramos con varias A continuación, el lector encontrará los testimonios
reflexiones acerca de la acción, comenzado por situar el de compromisos realizados en diversos frentes de
lugar de la acción en el dinamismo de la persona y su acción humanizadora, tales como la educación, a cargo
significado ético. Ricardo de Luis Carballada, partiendo de Jaime Pastor, la lucha por los derechos humanos en
del pensamiento de Lévinas expone cómo la acción no Amnistía Internacional, representada por el largo y
sólo es indisociable de la persona, sino que no se da la continuado compromiso de Francisco Anguita. El último
persona más que en una situación ya comprometida, testimonio se refiere a la acción colectiva en el terreno
siendo la acción lo que la constituye como sujeto encar- de la política, especialmente la municipal, llevada a
nado y responsable. Frente a las ideas dominantes en cabo en el municipio de Santa Lucía, en la isla de Gran
occidente, «el sujeto antes que pensamiento, es un Canaria, desde los años setenta.
sujeto encarnado que padece y es vulnerable», y por Por último, hemos tenido el gusto de recibir un testi-
ello, llamado a la responsabilidad por el otro, de donde monio sobre Emmanuel Mounier, escrito por el profesor
nace el sentido del compromiso. André A. Devaux, que nos pareció el mejor cierre para este
A continuación, siguiendo a Mounier en el análisis de tema, por cuanto recoge a modo de síntesis cuanto se
las dimensiones de la acción, Luis Ferreiro, plantea las puede decir sobre este tema y, sobre todo, cómo se puede
exigencias que se le imponen a la acción para que sea vivir el compromiso, mostrado en la práctica de un hombre
lo más perfecta posible. Se explican esas dimensiones que, en tiempos difíciles, supo responder con todo su ser
de la acción (productiva, teórica, práctica y comunitaria) a las exigencias de la acción y, al mismo tiempo, aportar
y se analizan las dificultades que existen hoy para una luz que ilumina a quienes quieran mirarla.
mantener en toda su riqueza humana una acción digna Esperamos que la lectura de este tema monográfico,
de ser llamada personal. sea de provecho para el lector. Para nosotros, eso se dará
Mirando a las dificultades prácticas, Luis Aranguren si se siente invitado a una larga acción comprometida o
analiza las tentaciones de la acción, que siempre se ilumina un poco más la que ya realiza habitualmente. ❏

28 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
PERSONA Y
ACCIÓN
Por el bien y para el otro.
Emmanuel Lévinas y la pasiva acción del sujeto encarnado

❏ RICARDO DE LUIS CARBALLADA


OP

1. PERSONA Y ACCIÓN: UN TEMA RELEVANTE

Tengo que confesar que estoy suficientemente informa-


do. He visto y recorrido las calles de algunos países al
sur de nuestro hemisferio donde tantos seres humanos «Una cosa es conocer y otra es
viven en la miseria. Escucho a diario las cifras de los que saber. Saber es un conocimien-
mueren intentando alcanzar las costas del desarrollo
económico. Conozco la trastienda de nuestras ciudades to que me implica y afecta, que
donde se oculta la pobreza de los que viven hacinados;
de niños que fracasan en todas las escuelas por no
rompe la distancia y la indife-
tener nadie que los anime y estimule; de ancianos que rencia frente a lo que pasa por
giran alrededor de su soledad; de mujeres que portan
huellas invisibles de violencia cotidiana. Veo, escucho, mi pensamiento. La cuestión
conozco… Y sin embargo ese conocimiento cambia
muy poco mi modo de vivir. No me mueve a la acción.
de la acción es la pregunta por
¿Por qué la información y el conocimiento inciden tan este conocimiento que nos
poco en nuestra conducta diaria? La cuestión de la
acción se contiene en esta pregunta. ¿Qué impide y qué afecta e implica.»
impulsa nuestro compromiso?
En la Alemania de los años 60 los nietos de los
abuelos que vivieron el nacionalsocialismo, pregunta-
ban a sus abuelos el por qué de ese horror. Y les incre-
paban: «¿Pero es qué no conocíais lo que pasaba? ¿No
2. LA ACCIÓN Y EL PENSAMIENTO POSMODERNO

os dabais cuenta que vuestros vecinos desaparecían?».


Alguien respondió en una ocasión: «Lo conocíamos El problema de la acción es un tema presente en el
pero no lo sabíamos». Una cosa es conocer y otra cosa debate cultural de la posmodernidad. Cuando Maurice
es saber. Saber es un conocimiento que me implica y Blondel escribía La Acción (1893), se proponía salir al
afecta, que rompe la distancia y la indiferencia frente a paso de dos actitudes extendidas en su época y que
lo que pasa por mi pensamiento. La cuestión de la conducían a evitar el compromiso: el diletantismo y el
acción es la pregunta por este conocimiento que nos estetismo.1 Ambas son también rasgos de la cultura que
afecta e implica. nos rodea.

1. Cfr. M. Blondel, La acción, BAC, Madrid 1996, p. 22ss.

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 29
El diletantismo consiste en situarse en la duda una carrera sin fin en pos de sensaciones siempre nuevas.
permanente que procede de haber decretado la imposi- El resultado es la dispersión de la persona en una multipli-
bilidad de la verdad, pues «no existe una verdad que no cidad de experiencias que no logran la unificación del yo.
contenga algo de error».2 Puesto que verdad y error se
entremezclan, a lo que hay que aspirar no es a acoger la
verdad y rechazar el error. De lo que se trata es de 3. PERSONA Y ACCIÓN4
abarcarlo todo para no quedarse con nada. El diletante
quiere conocer y acoger en sí todos los sistemas, todas La reflexión puede partir de un dato que todos entreve-
las concepciones. Y por mantenerse abierto a todo mos con claridad. El ser humano es un ser que actúa, y
renuncia a comprometerse con algo. La consecuencia actuando configura su propia realidad. Dicho de otra
es la perdida de criterio y convicción. Para el diletante lo manera, el ser humano hace y haciendo se hace a sí
único seguro es el cambio mismo. La implicación entre
de opinión, la ambivalencia la realidad personal y acción
en la que todo, a la vez, es es un dato indiscutible. Pero
y no es. las dificultades comienzan
El retraimiento del «No querer es una forma de cuando comenzamos a
compromiso conlleva la querer, y como tal es una forma preguntarnos por el modo
retirada al reino del estetis- de relación que caracteriza a
mo, en el que domina la de comprometerse. No querer la implicación entre persona
sensación. Cuando desapa- y acción.
rece la verdad es imposible
nada es querer la nada, o lo que Un modo corriente de
el pensamiento. Y cuando es lo mismo, comprometerse entender la relación entre la
no hay pensamiento, persona y la acción es la del
solamente quedan las con el vacío.» principio y la consecuencia.
sensaciones. La cultura La persona constituye una
posmoderna da lugar a la realidad previa, dotada de
sociedad de la sensación, un dinamismo propio, que
en la que de lo que se trata se despliega y desarrolla en
es de experimentarlo todo, vivirlo todo y divertirse hasta una acción posterior. Pero este modo extendido de
morir. El estetismo de la sensación es «la agonía de la plantearse la cuestión da lugar a graves problemas. En
persona moral»3 porque no hay lugar para la distinción primer lugar, si la persona y la acción constituyen reali-
entre sentimientos nobles y perversos. Todo se nivela y dades separadas ¿cómo es posible que la acción pueda
se equilibra bajo el imperativo del sentir por sentir, de la hacer a esa persona? La persona se haría en un
emoción por la emoción. dinamismo independiente y previo a toda acción. Y ésta
La refutación del diletantismo es sencilla. Se realiza de no vendría más que a corroborar lo que ya se encuentra
un modo similar al de la del escepticismo. No querer es dado en la persona. En segundo lugar podemos plante-
una forma de querer, y como tal es una forma de compro- ar una cuestión todavía más previa. Si la persona y la
meterse. No querer nada es querer la nada, o lo que es lo acción se encuentran separados ¿qué es lo que justifi-
mismo, comprometerse con el vacío. En cuanto al estetis- ca y explica la acción? ¿Qué es lo que motiva e impul-
mo que desea experimentarlo todo y vivir todas las sensa- sa a la acción? ¿Por qué actuar e intervenir sobre lo que
ciones, Blondel apunta su inutilidad por ser un esfuerzo se encuentra a distancia y alejado?
vano. Una existencia particular no puede agotar todas las Un primer punto de partida en el que situamos esta
posibilidades de la realidad. El esteta se ve empujado a reflexión es que la acción no es un campo de aplicación

2. Ibidem, p. 23.
3. Ibidem p. 27.
4. Una introducción a esta cuestión es la obra de Karol Wojtyla, Persona y acción. BAC, Madrid 1982.

30 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
del pensamiento. La acción es el ámbito en el que la personal proceden del compromiso con unos valores.
persona se encuentra implicada y en el cual la persona Pues bien, el compromiso con los valores es lo que
se presenta a los demás. No hay persona sin acción y caracteriza a la acción. De este modo resulta que la
no podemos acceder a la persona al margen de la acción, al menos la acción humana y la del ser personal,
acción en la que se encuentra. no es cualquier actividad. No es cualquier movimiento
del sujeto. Es el movimiento y la actividad en la que
interviene su condición espiritual que se realiza en la
4. PERSONA Y ACCIÓN. UNA ACLARACIÓN CONCEPTUAL adhesión a valores.
Mounier señalaba que la acción no se reduce a
Entre los diferentes modos de caracterizar a la persona impulso vital, utilidad o mero devenir.6 La acción es algo
me parece la más completa la que presentó Emmanuel meramente humano que no se da en el reino animal.7 El
Mounier. Persona es una realidad espiritual, subsistente animal realiza actividades: chilla y emite señales,
e independiente por la adhesión a unos valores con los construye un nido, sale de caza… Pero estas activida-
que se compromete, que unifican su acción libre y des no son propiamente «acción», porque responden a
orientan su creatividad.5 un impulso vital establecido por su sistema biológico. La
En esta descripción del ser personal se encuentra acción, por el contrario, es una acción libre. Es una
contenida el hecho de la acción. La independencia y la actividad que se eleva por encima de la determinación
subsistencia como rasgos más específicos del ser biológica. A partir de aquí podemos establecer que la

5. «Una persona es un ser espiritual constituido como tal por una forma de subsistencia y de independencia en su ser; mantiene esta subsistencia median-
te su adhesión a una jerarquía de valores libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una constante conversión;
unifica así toda su actividad en la libertad y desarrolla, por añadidura, a impulsos de actos creadores, la singularidad de su vocación.» E. Mounier,
Manifiesto al servicio del personalismo, en Obras I.
6. E. Mounier, El Personalismo en Obras Completas III. Sígueme, Salamanca 1990, 521.
7. Cfr. Romano Guardini, Ética, BAC, Madrid 1999, 124.

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 31
acción es la realización del dinamismo espiritual de la Esta conclusión a la que Lévinas llega, marca una
persona en un movimiento, que más allá del impulso diferencia respecto a la tradición dominante en el
biológico, conduce a la persona a elevarse por encima pensamiento occidental. Aquí la vida subjetiva, la acción
de sus condiciones y de este modo ejerce la libertad. espiritual, se ha definido como pensamiento, como
conciencia, como comprensión del ser. Pero Lévinas
muestra que ni el pensamiento, ni la conciencia, ni la
5. LA ACCIÓN Y EL ORIGEN DEL SUJETO comprensión del ser, son lo originario en el sujeto. Antes
que con el pensamiento el yo se encuentra imbricado y
Si la persona solamente se da en la acción, esto quiere comprometido en un dinamismo ético que es el que
decir que nos encontramos comprometidos, antes de sustenta su irrepetibilidad y su unicidad. Somos sujetos
poder comenzar a pensar, cuando respondemos del
antes de comenzar a poder otro y no cuando pensamos
tomar distancia sobre el el mundo.
mundo. La acción es
anterior a la conciencia y a «La conclusión de su análisis
la autoconciencia. Estamos es que la vida subjetiva ni se 6. LA ENCARNACIÓN DEL
comprometidos antes de SUJETO Y LA TEMPORALIDAD
comenzar a decir yo. Para agota ni se reduce a pensa-
poder ver nuestra implica- La conclusión a la que
ción primordial vamos a
miento. La vida subjetiva remite Lévinas llega no es resultado
analizar el origen de nuestra a un dinamismo anterior y más de su herencia religiosa. Es
condición de sujetos, el resultado de un análisis
origen de la unicidad e originario que el del pensa- filosófico en el que muestra
irrepetibilidad que se en- que el compromiso con el
cuentra en la base del ser
miento: el de la responsabilidad bien es lo que constituye al
personal. Toda persona es y el compromiso con el bien.» sujeto.
única e irrepetible. Pero El sujeto que piensa es un
¿qué es lo que se encuen- sujeto autosuficiente y
tra en el o-rigen de su unici- distante de la realidad. Pero
dad? La respuesta que la tradición judeo-cristiana ha este sujeto es una ilusión y no el sujeto real, porque el
dado a esta cuestión es el deber o la responsabilidad. sujeto que piensa es un sujeto encarnado. Y por su
Somos portadores de un deber que nos hace únicos. Y encarnación se ve afectado y sometido a unas condi-
ese deber no procede de la reflexión ni del pensamien- ciones distintas a las del pensamiento. O dicho en sus
to, sino de un compromiso previo que no hemos elegi- propias palabras, la encarnación del sujeto es la inver-
do y que constituye y funda nuestra libertad. sión de las condiciones del pensamiento. El sujeto
Emmanuel Lévinas es el pensador que en los últimos encarnado no es independiente ni autosuficiente: vive
años ha presentado el análisis más preciso y profundo dependiente; no es autónomo: vive en relación con el
de la anterioridad del compromiso frente al pensamien- otro.
to. La pregunta de la que arranca la filosofía de Lévinas En sus obras de madurez Lévinas va a mostrar el
es la pregunta por el sujeto, por lo que se encuentra en significado de la encarnación del sujeto mediante un
el origen de la unicidad y la peculiaridad personal. Para análisis de la afección temporal. Ser encarnado es vivir
responder a esta pregunta realiza un análisis de la afectado por el tiempo. Y la temporalidad es lo que no
subjetividad que persigue alcanzar la condición última puedo dominar, es lo que me afecta y se escapa a mi
del sujeto. La conclusión de su análisis es que la vida poder. El transcurso del tiempo se caracteriza por el
subjetiva ni se agota ni se reduce a pensamiento. La paso de un pasado irrecuperable en el presente de la
vida subjetiva remite a un dinamismo anterior y más conciencia y que Lévinas llama diacronía. Cuando
originario que el del pensamiento: el de la responsabili- pienso, incluso cuando pretendo pensar el tiempo, hay
dad y el compromiso con el bien. una dimensión de ese tiempo que se escapa al pensa-

32 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
Lévinas se pregunta por el significado de esa dimen-
sión del sujeto encarnado. Dicho de otro modo. ¿Qué
significa para la subjetividad estar afectado por una
dimensión no abarcable por el pensamiento? En primer
lugar, que el sujeto se encuentra en una pasividad
anterior respecto a la actividad de la conciencia. Esta
pasividad no contradice el hecho de la primacía de la
acción mantenido al principio de la exposición. Para
Lévinas, precisamente la pasividad del sujeto es el
origen y la fuente del compromiso que se encuentra en
el origen de la acción.
El sujeto es pasivo porque el yo no lo puede todo. El
límite al poder del yo se encuentra en el hecho que la
realidad del tiempo diacrónico hace que el yo no pueda
dominar su origen. En palabras de Lévinas, la subjetivi-
dad tiene una constitución anárquica, esto es, sin princi-
Lévinas pio en la conciencia. Lo que traducido a un lenguaje
más comprensible quiere decir que el yo no es origen de
sí mismo. Venimos de un pasado que ya pasó de modo
irreversible y que permanece irrecuperable en el presen-
miento, que no se deja representar en la memoria, que te. Estamos envueltos en una existencia que nosotros,
pasa irreversiblemente. Ese intervalo de tiempo que en última instancia no hemos constituido. Aunque
transcurre sin poder ser recuperado en la conciencia, Lévinas no utilice esta categoría podríamos decir que
afecta al sujeto. Deja una huella. Y la deja en la corpo- nuestra existencia es un don que hemos recibido.
ralidad y no en el pensamiento. La huella que deja el
paso irrecuperable del tiempo es la del envejecimiento.
Envejecer es verse afectado en la corporalidad por un 8. LA RESPONSABILIDAD DEL SUJETO
tiempo irreversiblemente pasado y que no puede entrar
ni en la conciencia ni el pensamiento. La pasividad del sujeto encarnado representa una
La última dimensión del sujeto no es la del yo pienso, auténtica inversión respecto al sujeto del conocimiento.
no es la del «cogito», ni la del Dasein que comprende el Y esa inversión es para Lévinas precisamente el
ser. La última dimensión de la subjetividad es la del momento en el que surge el sujeto. El yo que conoce se
sujeto encarnado, que es afectado por un tiempo que encuentra siempre a distancia de su objeto de conoci-
no se recobra en la conciencia. Por un tiempo del que miento; y se impone y domina sobre ese objeto. En la
no hay recuerdo ni memoria, sino la huella del envejeci- pasividad del pasado diacrónico el yo no puede
miento. imponerse sobre ese pasado. Queda remitido a él sin
poder desprenderse. De este modo, el pasado diacróni-
co, actúa sobre el yo como una elección, de la que uno
7. EL SIGNIFICADO DE LA DIACRONÍA TEMPORAL no puede desprenderse y a la que no puede sobrepo-
nerse. En la pasividad del tiempo diacrónico el yo está
El análisis que Levinas realiza de la subjetividad encar- en acusativo. Está requerido por una palabra que le
nada es difícilmente cuestionable. Y expresado en un precede y a la que no puede dominar. Dicho de otro
lenguaje menos cifrado que el que utiliza en sus obras, modo, el don de la existencia conlleva una deuda que
parece hasta un hecho banal. Pero Lévinas no finaliza su nos pone en la responsabilidad ante el otro. He recibido
análisis en la constatación de la subjetividad encarnada el don de la existencia y desde ese momento soy
y su afección por el transcurrir del tiempo. responsable. Y lo soy ante el otro, en una responsabili-
dad que sólo a mi me corresponde y de la cuál nadie me
puede desprender.

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 33
Esa responsabilidad es precisamente el origen de la
unicidad del sujeto. Cada persona es única y esa unici-
dad consiste en ser portador de una responsabilidad de
la cual nadie le puede librar.

CONCLUSIÓN t ro

O
Al principio de la reflexión preguntábamos por qué no
nos acabamos de comprometer con lo que sucede a
nuestro alrededor. Una respuesta que podemos entre-
sacar del pensamiento de Lévinas es: porque en
Occidente el sujeto se ha entendido a sí mismo como
conciencia y saber. Pero el sujeto, antes que pensa-
miento, es un sujeto encarnado que padece y es vulne-
rable. Y en esa pasividad y vulnerabilidad irrumpe una
responsabilidad que nunca se agota. La responsabili-
dad por el otro. Vivir la propia existencia según la
responsabilidad recibida es lo que de verdad nos hace
humanos. ❏

34 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
EXIGENCIAS DE Desde estos casos límite, en los que parece estar

LA ACCIÓN ausente la intencionalidad, es fácil considerar que ésta


siempre existe en cualquier otro modo de actividad, por
poco que lo aparenten. La fórmula del acto de contri-
ción, en la que manifestamos haber pecado de pensa-
miento, palabra, obra y omisión, comprende todo tipo
de acción negativa realizada con intención. Esta fórmu-
la podríamos hacerla extensiva a las acciones positivas.
La acción, independientemente de su calificación
moral, abarca todos estos tipos de actos. La acción se
❏ LUIS FERREIRO traduce en obras de varias clases, en pensamientos, en
Presidente del Instituto E. Mounier discursos, en omisiones, es decir, la misma inacción es
una forma de actuar por defecto.
INTRODUCCIÓN: CENTRALIDAD DE LA ACCIÓN EN EL
PENSAMIENTO ACTUAL
EXIGENCIAS DE LA ACCIÓN
El pensamiento contemporáneo ha concedido una
importancia primordial a la acción, hasta el punto de Según E. Mounier,2 el personalismo exige a la acción
entender la existencia como acción. Maurice Blondel1 cuatro requerimientos: «Que modifique la realidad
vendrá a decir que la acción envuelve al ser, que éste es exterior, que nos forme, que nos acerque a los hombres,
consecuencia del devenir, que la acción humana es el o que enriquezca nuestro universo de valores». Estas
vínculo entre el pensamiento y el ser. Por tanto, el centro cuatro dimensiones se relacionan en un equilibrio inter-
de la filosofía es la acción humana. Aquí nos vamos a no que debe mantenerse en toda acción integra, sin
limitar a estudiar el desarrollo exterior de la acción y de embargo, reconoce Mounier, que las dosis de estos
las acciones humanas, los efectos directos e indirectos ingredientes es variable en las acciones concretas, de
sobre los hombres, las cosas y sobre nosotros mismos. manera que alguno de ellos se presenta de forma
Adoptamos un punto de vista ético, por lo cual tenemos dominante según el fin perseguido por la acción. No
presente constantemente al sujeto de la acción. Nuestro obstante, aunque con vistas a su exposición se
objetivo es esclarecer las condiciones necesarias para separen, cada una de estas dimensiones debe darse
ejercitar una acción más consciente y eficaz. implícitamente en la unidad de la acción.
En primer lugar, debemos afirmar que la persona vive
en una situación comprometida desde que nace hasta
que muere. En este contexto, su simple presencia ya es 1.1. La acción de producción
acción. No existe, propiamente, la inacción, la existen-
cia personal es acción de mayor o menor calidad, inten- Una primera dimensión es la que Mounier llama econó-
sidad o alcance, pero siempre está produciendo mica, que se refiere al hacer (poiein), o actuar sobre la
efectos, y eso aunque su existencia quede reducida a lo materia exterior para dominarla, organizarla y transfor-
que prefiero llamar actividad vegetativa, más bien que marla. El hombre se ve obligado a una lucha contra la
estado vegetativo. Los casos sonados de personas en materia exterior que le opone una resistencia que debe
coma profundo que han sacudido la conciencia de la vencer para apropiársela y acomodarla a sus necesida-
opinión pública, nos hablan de un poder propio que des. Esa actividad ineludible hace de él un artífice, que
ejercen sobre nosotros y de una acción ejercida desde crea una segunda naturaleza humanizada compuesta
la más profunda pasividad. por todos los artefactos que ha ido inventando y

1. Blondel, M. La acción (1893). Ensayo de una crítica de la vida y de una ciencia de la práctica. BAC. Madrid, 1996. Ver también: Isasi, J. M.; Domínguez,
X. M.; Vázquez, J. L. Blondel, Zubiri, Nédoncelle. Fundación E. Mounier. Madrid, 2003.
2. Mounier. E. El personalismo. OO. CC. III. Salamanca. Todas las referencias que siguen son del capítulo 6.

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 35
En esta clase de acción se encuentran en su salsa el
ingeniero, el economista, el informático, etc. Se trata de
domesticar determinismos que imponían limitaciones al
hombre y ponerlos al servicio de su libertad. Se trataría
de cambiar miserias por riquezas, impotencias por
poderes, esclavitudes por libertades… Esto es legítimo
y necesario, de hecho en el Génesis es un mandato
divino. Por eso, Lacroix, dialogando con el marxismo
reconoce la existencia de «una mística del trabajo, una
mística de la producción… una mística del dominio de
la naturaleza y de la conquista del mundo. Marx quiso
lograr que el trabajo deje de ser una obligación para
convertirse en una necesidad».3 Antes que Marx, San
Benito descubrió que la contemplación necesita ir
acompañada por el trabajo. El problema es que el traba-
jo puede adoptar formas alienadas y alienantes, y para
eso el marxismo no supo suplir adecuadamente la
contemplación. Tal vez fue ésta una de las causas de su
fracaso, aunque no la única.
La finalidad propia de esta clase de acción es la
eficacia, es decir, la consecución de los resultados
buscados, o aún más, la eficiencia, es decir, el logro de
los resultados buscados de la forma más rápida y
menos costosa posible. A esta perspectiva no hay nada
que reprocharle en sí misma. La acción ha de buscar el
éxito y, en principio es el éxito lo que la justifica. No es
posible una acción que no busque el éxito, aunque a
veces lo pueda hacer a través de un sinuoso recorrido
por una serie de fracasos, o el éxito buscado no lo
parezca. Sin embargo, hay que estar atentos a la
embriaguez del éxito, pues como dice Hans Jonas, «si
bien nada tiene tanto éxito como el éxito, nada nos
atenaza tanto como él».4
En este sentido, Mounier planteaba que la satisfac-
ción del hombre no se encuentra en fabricar y organizar
acumulando a lo largo de la historia. Es el territorio del de cualquier manera, la eficacia debe ser enriquecida
homo faber, rodeado de una variedad de instrumentos con unas condiciones compatibles con la dignidad de la
que potencian su capacidad. Esta dimensión de la persona, con un sentido más allá de la misma utilidad y
acción está dirigida hacia las cosas, pero también se con la fraternidad de los compañeros de acción.
dirige sobre el propio hombre: sobre su propio cuerpo, En los últimos siglos, este tipo de actividad ha produ-
que utiliza como instrumento en alguna de sus activida- cido las creaciones asombrosas de la ciencia y la tecno-
des, en cuanto forma parte de una fuerza productiva logía modernas que han abierto perspectivas casi
organizada, cuyo potencial de acción tiende a ser inimaginables a la humanidad para bien y para mal. En
óptimo. todo caso, el ascenso y la soberanía del homo faber,

3. Lacroix, J. Marxismo, existencialismo, personalismo. Barcelona, 1962, p. 40.


4. Jonas, H. El principio de responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Barcelona, 1995, p. 37.

36 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
recién alcanzada, debe ser sometida a una estrecha encima de cualquier otra, pervirtiendo su naturaleza
vigilancia. El homo faber tiene sus derechos, pero su al ponerla bajo el control de un orden inhumano.
poder absoluto no es legítimo. Vivimos ya en una época
en la que ejerce un poder sin contrapesos. Su poder de
fascinación paraliza cualquier iniciativa de control. La 1.2. Actividad teórica
esfera económica y tecno-científica es el lugar desde
donde se ejerce actualmente el poder. La eficacia La acción contemplativa es, dice Mounier, «esa parte de
demostrada le hado una legitimidad para actuar autóno- nuestra actividad que explora los valores y se enriquece
mamente, emancipándose de la ética y subordinando a con ellos extendiendo su reino sobre la humanidad».
la política. Basta comprobar cómo cualquier cosa que Mounier precisa que esa actividad no es «mera cuestión
pueda ser objeto de experimentación, investigación, de inteligencia, sino que atañe al hombre entero». Con
producción o comercio, supera todas las barreras de la esto quiere marcar las diferencias con el ideal contem-
prudencia e, incluso, de la dignidad humana para llevar- plativo griego que, viendo en la inteligencia la parte más
se a cabo. Un considerable y variado número de amena- noble del hombre, declaraba que la dedicación a la
zas para la humanidad se están gestando, además de teoría pura era la actividad más excelsa y, de paso, la
las que ya existen, que un día pueden desatar las separaba del trabajo manual, propio de las clases
peores pesadillas. inferiores y de los esclavos. A diferencia de ellos,
La subversión del tecnócrata y su dominio incontesta- nosotros sabemos que hay personas cuya inteligencia
ble había sido objeto de frecuentes advertencias por parte es muy lúcida pero son incapaces de una mínima sensi-
de numerosos pensadores y escritores del siglo XX. Para bilidad para realizar el bien, en cambio otras, más limita-
algunos eran nuevos bárbaros que amenazaban con la das intelectualmente, llegan a ser éticamente ejempla-
demolición de una verdadera cultura humana para implan- res porque han aprehendido valores eminentes y han
tar en su lugar un mundo funcionalmente organizado, en aplicado heroicamente su voluntad a realizarlos en su
el que cada persona, se limita a ejercer una función con la vida y a predicarlos a los demás. Y esto, se debe a que,
que se le identifica y a la que se le reduce, como expresó como dice Max Scheler, «antes que ens cogitans o ens
Chaplin en las imágenes de «Tiempos modernos». volens, es un ens amans», y el amor es también una
Siguiendo a Mounier, se requiere aquí la intervención forma de conocimiento, una forma de sentir (fühlen) que
de otra clase de acción, la praxis, que represente las va más allá del objeto.
exigencias de la persona y defienda los derechos de la La actividad contemplativa debe penetrar y transfigu-
ética en el terreno de la economía. Para él, la articula- rar toda la actividad humana a la luz de los valores
ción de la ética con la economía se elaboraría en el nivel descubiertos y vividos, ya que su finalidad, dice
político, en el que sería necesario resolver el conflicto Mounier, es la «perfección y universalidad», que
que surge, con frecuencia, entre los requisitos técnicos además, no están destinadas a cumplirse en una clase
de la eficacia y las exigencias de la persona. Esta de actividad específica, selecta y apartada. Más bien, se
dimensión productiva o económica de la acción, debido trata, en cuanto a la perfección, de una perfección
al protagonismo que ejerce en la vida social contempo- plasmada en la obra concreta y bien acabada que refle-
ránea, plantea un doble reto: ja los valores que la han inspirado.
Respecto a la universalidad del valor, como dice
a) Por un lado, debemos ser eficaces en lo que de Carlos Díaz: «la persona verdaderamente humana no
productiva tiene nuestra actividad. La actividad solamente se limita a querer ser mejor ella misma, sino
productiva nos obliga a aceptar la humildad de la que busca ayudar a que los demás también lo sean, y
rutina, la reducción temporal de la persona a en ese empeño no cesa… Así como se puede ser genio
mecanismo y automatismo con vistas a la eficacia, la estético sin compartir la genialidad, no se puede ser
disciplina que nos saca del ensimismamiento, todo persona moral sin intentar universalizar el bien. Un
ello es un correctivo de los narcisismos, especial- individualista ético aún no ha descubierto que la ética
mente necesario para los intelectuales. no es la estética, si le falta el impulso de universaliza-
b) Por otro lado, hay que combatir los excesos de una ción: ‘Sólo soy libre, decía Bakunin, cuando todos los
sociedad que ha primado este tipo de acción por hombres y mujeres que rodean son también libres. La

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 37
libertad de los demás me hace ser libre, la ajena escla- nos una fortaleza inexpugnable para el cultivo del
vitud me esclaviza a mí mismo.»5 espíritu.
Finalmente, hay que destacar que la acción contem- b) Desarrollar una ascética apropiada para nuestra
plativa es fundamentalmente desinteresada. En cierto época. Por un lado, liberando nuestras pasividades
modo, se basta a sí misma y no busca nada más allá de de las solicitaciones externas que, por ejemplo,
sí misma, no se realiza en función algo exterior a ella atraen nuestros sentidos como si éstos estuvieran
misma. En este sentido se aproxima a una actividad imantados, viviendo en una alegre austeridad frente
lúdica. Sin embargo, esto no quiere decir que esté al consumismo vigente. Por otro lado, fortaleciendo
exenta de una incidencia en la práctica. Mounier obser- nuestras disposiciones a la actividad, por ejemplo,
va dos tipos de influencia, una indirecta que proviene de venciendo nuestra resistencia a ciertas acciones por
su sobreabundancia, que puede comprobarse en la motivos psicológicos, de tiempo, condicionamientos
historia del pensamiento examinando las creaciones sociales, etc.
especulativas de los filósofos y científicos que, en su c) Cultivar el saber desinteresado, desarrollar el gusto
momento, fueron juegos del pensamiento perfectamen- por la cultura y el arte, conocer la historia, buscar el
te inútiles, pero que a la larga se han convertido en contacto con la naturaleza, dedicar tiempo a adquirir
piezas clave de del desarrollo de la técnica. Por otro conocimientos que puedan repercutir a favor de los
lado, la acción contemplativa puede apuntar de forma pobres.
directa a la práctica, como ocurre con la acción proféti- d) Por último, recordando a MacIntyre, «no estamos
ca que explora los valores con la vista puesta en la esperando a Godot, sino a otro, sin duda muy
acción práctica. La acción profética intenta practicar diferente, a San Benito», diremos que hoy son
una transfusión de valores a la vida política e invadir la necesarios alguna clase de cenobios donde se
acción contingente y temporal con la fuerza de lo desarrolle la actividad contemplativa y la vida en
absoluto y lo eterno. común, pero que, además, hagan de escuelas de
En nuestra época la verdadera contemplación sufre valores y de bases de las que salgan los predicado-
un retroceso como consecuencia, entre otras cosas, del res que sirvan al reino de los valores.
avance de la sociedad del espectáculo, en la que los
ojos y los oídos viven de alquiler en las moradas del
castillo exterior, pasando continuamente de una a otra, 1.3. La acción como obra o praxis
de olvido en olvido, sin encontrar reposo. Frente a la
contemplación, que es actividad, esfuerzo, interioridad, La acción es necesariamente reflexiva, se vuelve sobre
profundidad, autenticidad, autonomía, conversión… el el agente que actúa y tiene una repercusión sobre él.
espectáculo nos ofrece pasividad, facilidad, excitación, Por este lado, dice Mounier, la acción (prattein) apunta a
superficialidad, volubilidad, asimilación inconsciente de la formación del agente en sus habilidades, capacida-
valores transmitidos por otros, tal vez por una industria des, virtudes y en su unidad personal. Aquí, importa
o un poder, con frecuencia por medio de las técnicas de menos qué hace el agente y más cómo lo hace. Es el
envilecimiento, como las llamaba Gabriel Marcel. terreno de la acción ética, cuya finalidad y medida es la
Es en este terreno de la contemplación donde nos autenticidad. No basta que la acción sea eficaz, tendre-
jugamos el sentido de la acción. Es el campo de batalla mos que exigirle que el agente resulte ennoblecido.
decisivo para evitar la abolición del hombre. Nos urge Esta dimensión tiene la primacía en toda acción
ser rescatados del torbellino sin fin de las sensaciones dirigida a nosotros mismos, a las demás personas y a la
que arrasa el buen gusto y destruye la seriedad de la sociedad en general. La praxis es el intento de transfor-
vida. ¿Qué hacer y cómo hacerlo? mar las relaciones con los otros, procura la transforma-
ción de la sociedad, su humanización más profunda.
a) Es indispensable hacer el desierto en nuestra vida. Aquí, ya no nos encontramos con la resistencia pasiva
Sublevarnos contra la invasión del ruido. Construir- de la materia, que cede en cuanto descubrimos las

5. Díaz, C. Pedagogía de la ética social. Para una formación en valores. México, 2004, p. 130.

38 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
leyes más o menos determinadas que gobiernan su producción, que era asunto de los no ciudadanos y de
estado y sus transformaciones. Nos encontramos, los esclavos. El hombre libre tenía tiempo libre, lo cual le
ahora, con otros seres semejantes a nosotros, dotados permitía dedicarse a la gestión de los asuntos de la
de una libertad y, por tanto, origen de conductas inter- comunidad. La praxis era la acción más digna después
namente determinadas, más o menos intencionales y de la acción contemplativa. El mayor orgullo y el mayor
racionales, aunque es cierto que son susceptibles de deber del ateniense común era participar en el gobierno
influencias exteriores. La acción se complica en reaccio- de la ciudad.
nes, coacciones, interacciones… En nuestra época, el poder se genera en el reino de
La praxis es «la actitud del hombre concreto que la producción, tiene razón Nietzsche, la plebe que
reacciona a cada instante, con su ser total, pensando y desarrollaba acciones de esclavos se ha impuesto.
actuando», dice Lacroix, expresando así el deber ser de Como dice MacIntyre, los bárbaros llevan algún tiempo
la praxis. En primer lugar, se trata de un movimiento de gobernándonos. En este reino el tiempo no es más que
la totalidad de nuestro ser, en el que la inteligencia se la duración del proceso de la producción, se desconoce
concentra y la voluntad se vuelca en el objeto de la en él el tiempo libre como tiempo de libertad para la
acción. La praxis es la síntesis del querer y del saber contemplación gratuita, que se desprecia y se previene
que, para ser auténticos, se unifican en el amor. Es su existencia como si se tratara de un vicio, al que hay
verdad que existe la praxis del odio, pero para nosotros que aplicar el antídoto del ocio, y como una amenaza
está proscrita por el deber. En segundo lugar, es una contra el tiempo considerado como verdadero: el
reacción motivada por la conciencia de un estado de regulado por el nuevo imperativo categórico que
cosas deficiente a nuestro juicio, es decir, lleva implícita responde a la máxima «el tiempo es oro».
la aplicación de un pensamiento crítico. Por último, las Aquí, en el seno de una gran desorientación, se nos
exigencias que planteamos a la acción transformadora plantea el gran desafío de encontrar la praxis adecuada
responden a una orientación utópica que apuntan a un para nuestro tiempo:
perfeccionamiento de la situación en interés de las
personas implicadas directa o indirectamente. La utopía a) En primer lugar, es preciso analizar las fuentes de
sería aquí el diseño, a grandes y difusos rasgos, de la nuestra praxis cotidiana. Seguramente descubrire-
situación ideal, pero nunca un plano detallado y fijado mos en qué medida se origina en las costumbres, en
de antemano de los resultados a conseguir, puesto que el comportamiento admitido habitualmente como
ha de ser la acción, en su desarrollo, la que nos aclare correcto, o en la exhortación permanente a la que
los valores puestos en juego y nos vaya mostrando su somos sometidos por los medios de persuasión de
verdadera profundidad. masas. O nos encontraremos con nuestro conformis-
Por otro lado, la praxis, no es sólo una actividad mo y adaptación exigida por la coacción del ambien-
individual, ha de llevar consigo el germen de la camara- te. O encontraremos un déficit de reflexión personal o
dería, de la amistad y de la fraternidad. No es sólo de reacción ante situaciones adversas. O, sencillamen-
una exigencia necesaria para el logro de unos objetivos te, no disponemos de tiempo para encuentro en el
que requieren alguna forma de lucha, es también una que compartir la inquietud y proyectar acciones
consecuencia liberadora de la acción y de uno de los adecuadas.
fines contenidos en el bosquejo utópico que la orienta. b) En segundo lugar, a partir del análisis de la realidad,
En cuanto al diagnóstico de la praxis en nuestra es necesario desarrollar una praxis más difícil y
sociedad, hay que reconocer que no nos encontramos consciente. La situación de la inmensa mayoría de las
en un buen momento. La ruina de las utopías hace poco personas en esta sociedad es de encuadramiento
imperantes y la debilidad del sujeto no la han dejado dentro de instituciones sociales, laborales, profesio-
bien parada. A esto hay que añadir los efectos de la nales, culturales, etc. La praxis en la polis griega era
praxis de los agentes que, si no llegan a ser los del odio, privilegio del ciudadano libre, exento de actividades
no son de ninguna manera los del amor o, al menos, los productivas. Hoy esto no puede ni debe ser así, pero
de la justicia. la praxis, sin olvidar que debe realizarse en el interior
En la ciudad estado griega la praxis era la dedicación de las relaciones no voluntarias, no se debe agotar en
del hombre libre, exento de las obligaciones de la ellas. Hace falta una actividad libre, voluntaria, creati-

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 39
va, que se desarrolle fuera de la organización tecnifi- a) Todos los problemas actuales del hombre son de una
cada, resultado de la ingeniería social actual. A partir magnitud gigantesca y, como dice Mounier, «no es
de aquí, en el cultivo de las relaciones de gratuidad, a con los clamores de los solitarios sin esperanza
partir de la amistad, intentar crear una nueva cultura, como se despertará hoy una acción agotada de
de la cual saldrían pequeñas instituciones proféticas, desesperación». Las acciones fundamentales y
de finalidades variadas (centros culturales, escuelas, decisivas serán acciones concertadas entre muchas
empresas, cajas de ahorro, etc.), que serían los personas con un alto grado de coordinación y disci-
gérmenes de la ciudad personalista. Sin duda, será plina.
una tarea de siglos, por eso hay que comenzar ya. b) Una comunidad no es una organización, ni busca
primordialmente la eficacia, pero como ocurre con la
acción profética, las comunidades que, más allá de la
1.4. Dimensión colectiva de la acción comunidad de trabajo, de acción o de bienes,
apuntan a la comunión espiritual, denuncian la insufi-
Por último, hay una dimensión colectiva de la acción. ciencia y provisionalidad de las organizaciones que
Sabemos cada día más y construimos mejor, porque persiguen fines concretos y señalan que el sentido
nos levantamos sobre hombros de gigantes que nos ha último de toda acción colectiva es la fraternidad
precedido y porque nos aprovechamos del legado de universal, de la que es anticipación testimonial.
técnicas, prácticas y saberes acumulado por la humani-
dad a lo largo de los siglos. Vivimos, por otro lado, en
una sociedad compleja en la que es necesaria la división CONCLUSIONES
del trabajo, ya que en solitario no somos autosuficien-
tes. Ni siquiera una comunidad aislada es ya autosufi- En primer lugar, todos deberíamos realizarnos en todas
ciente, la tendencia de la historia es hacia una humani- las dimensiones de la acción, no obstante, las disposi-
dad en la que todos estaremos relacionados con todos. ciones de cada uno configurarán nuestra acción de una
En consecuencia, cualquier acción personal se nutre, manera propia. Unos desarrollarán una vocación de
en alguna medida, de la acción de los demás. La identi- ingenieros, otros tenderán a actividades de mayor
dad de nuestra acción tiene algo o mucho de alteridad. contenido social, otros al terreno del pensamiento
Y, además, nuestra acción personal o colectiva influye teórico, esto es legítimo, siempre que no caigamos en
necesariamente en los otros, normalmente sin que lo que Ortega llamaba «la barbarie de la especializa-
seamos conscientes. Aplicar el conocimiento apropiado ción». Para ello, en cierto modo, la acción de cada uno
a la dimensión colectiva de la acción, haciéndola más debe realizarse todas las dimensiones descritas y,
conscientemente intencional, puede dar frutos de efica- aunque la medida los ingredientes sea distinta para
cia, mejorar la praxis y potenciar la realización de cada uno, el resultado deberá ser equilibrado conscien-
valores. Además, hay virtualidades específicas de la temente.
acción colectiva que no están al alcance de la acción En segundo lugar, la acción se vuelve revolucionaria
individual, como en el ejemplo del obelisco de Proudhon. cuando marchamos a contracorriente de las tendencias
A pesar de que vivimos en un colectivismo de facto, la negativas que sigue el mundo actual, y cuando se
cultura dominante es cada vez más individualista. Lo cual plantea conscientemente una dirección alternativa
es compatible con una sociedad de masas donde las razonable. La deshumanización de la acción humana
relaciones humanas se vuelven abstractas y frías. Creo hoy, por la unilateralidad y el desequilibrio en el desarro-
que esta situación plantea desafíos claros a los hay que llo de las dimensiones estudiadas, plantea graves
responder ascendiendo en la escala que va de la masa a peligros para la humanidad. Por eso, creo que es im-
la comunidad, en grados de mayor riqueza humana: perativo que nuestra acción sea revolucionaria. ❏

40 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
TENTACIONES
DE LA ACCIÓN

❏ LUIS ARANGUREN GONZALO cio propio: «y serás Dios, serás como Dios, todo esto
Miembro del Instituto E. Mounier tendrás bajo tus pies». Es decir: serás aquello que no
eres, aquello que no responde a tu condición de
hombre que busca, duda, ama, siente, actúa. El poder
a acción es un principio estructurador del desarro- absoluto como endiosamiento, el prestigio social desde

L llo de la persona. Ahora bien, la acción asimismo


es un ancla insegura que nos remite a la condición
humana fronteriza que nos constituye. Somos realidades
la espectacularidad, la manipulación de la religión eran
algunas de las tentaciones que se le presentaban a
Jesús de Nazaret, el hombre de la acción compasiva
fronterizas, y desde aquí la acción tiene un margen de desde la pasión por Dios.
maniobra que se moldea como un imperativo categórico. Por tanto la reflexión sobre las tentaciones de la
Así lo formula Trías: «Obra de tal manera que la máxima acción nos ubica en la reflexión sobre la condición
que determina tu conducta y tu acción, se ajuste a tu humana, sobre nuestros acuerdos y desacuerdos con
propia condición de habitante de la frontera»1. Y la condi- esta condición que nos viene dada, con este traje
ción humana así expresada no es optativa, no es contex- muchas veces estrecho al que no encontramos la
tual, no es válida solo para ciertas culturas. Es condición medida ajustada.
que nos asiste por el hecho de ser seres humanos, reali- La tentación de la acción paradójicamente conduce
dades abiertas y a la vez limitadas. a un extravío personal, a una suerte de pérdida de senti-
Se nos invita a ser fronterizos, a abrazar con realismo do, pérdida de referentes, pérdida de brújulas orienta-
y profundidad esta nuestra condición humana. Ahora doras. Entre otras cosas esto sucede porque uno deja
bien, la frontera puede entenderse como límite, como de pisar tierra y se inventa una realidad que no existe y
imposibilidad, como tope, como estrecho margen de con la que coquetea creyéndose alguien que en verdad
maniobra o bien como campo de juego donde desarro- no es.
llamos nuestra existencia, como lugar antropológico Al hablar de tentaciones vamos a agrupar dos
donde inventamos formas de vida plena en lo personal grandes grupos: las tentaciones personales y las tenta-
y en lo comunitario. Habitar la frontera es desarrollar ciones organizativas: en rigor, las segundas siempre
mediante la acción la apropiación de aquellas posibili- obedecen a fuerzas individuales que provocan esas
dades más felicitantes y más justas. tentaciones grupales. Pero creo que cabe hacer esta
cierta distinción. La intención no es culpabilizar sino
identificar.
1. LAS TENTACIONES VAN A LA RAÍZ

Ciertamente, hablar de tentaciones es recordar a Jesús 2. TENTACIONES DE LA PERSONA


en el desierto. En el pasaje de las tentaciones de Jesús
lo que aparece continuamente es la tentación como • Activismo. A muchos de nosotros nos hizo mella
aquella forma de alterar la condición humana en benefi- aquello de Mounier: «no basta con comprender, hay

1. TRIAS, E., Etica y condición humana, Península, Barcelona, 2000, 47.

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 41
que actuar». Nos hartan los análisis de salón, las nado que, con la aprobación de los demás, decide cuál
estrategias del poder o de búsqueda de poder, los es la medida de las cosas, qué es lo que hay que hacer,
datos inamovibles, los diagnósticos, los foros de cómo y cuándo. Uno se siente mesías cuando los
discusión. Por eso nos convertimos en activistas. Y demás le reconocen un liderazgo básico y el sujeto en
no supimos releer lo que el mismo Mounier apunta 8 cuestión utiliza ese liderazgo para el engrandecimiento
líneas más abajo del texto anteriormente citado: personal. Normalmente quien así actúa es asimismo
«actuar no es lo mismo que agitarse. Es, a la vez, exigente consigo mismo, cree que puede con todo, y
hacerme a través de mis actos y moldear la realidad por eso mismo tiene muy poca conciencia de cuáles
de la historia. Es siempre, en el doble sentido de la son sus verdaderas competencias personales: para
expresión, hacer lo difícil»2. Por eso lo fácil es dejarse qué valgo, cuál es mi auténtico lugar en el mundo,
arrastrar por una acción no reflexionada, que no edifi- cuáles son mis límites, son algunas cuestiones básicas
ca ni identifica, sino que se desarrolla y se desparra- que este sujeto no se ha planteado con radicalidad
ma llegando a apagar aquello por lo que nació. desde un mínimo conocimiento de sí mismo.
El activismo es la ausencia de pensamiento y el
extravío en la acumulación de las muchas cosas que • Cansancio. En la acción todos nos forjamos alguna
quedan por hacer. Es la acción contemplada desde la que otra expectativa: temporal, de resultados, de
cantidad; la extensión sola nunca pudo exceder en crecimiento personal, de cambios, etc. Pero las
medianía —advierte Gracián—, y sentencia: «y es plaga expectativas se pelean de lleno con la realidad. El
de hombres universales por querer estar en todo, estar cansancio normalmente viene dado por la percepción
en nada» 3. de la lentitud del cambio y de los cambios a todos los
niveles. Y es cierto. En cualquier proyecto donde nos
• Pereza. Una tentación de la acción es decir que la hayamos embarcado cabe preguntarse: «¿y qué
acción no va conmigo. Pero ya Mounier nos recuerda hemos conseguido?» También es pertinente esta otra
que la abstención es ilusoria. La pereza de la acción pregunta: «¿Y qué querías conseguir en aquel
viene dada por la realidad de que vivimos bien. ¿Para momento?» Apuntamos a dianas que suelen ser
qué actuar? La cultura de la satisfacción ejerce un poco realistas; por utopistas no alcanzamos a
poder dominante que proclama que ya hemos llega- graduar esa misma utopía para que la saboreemos
do al mejor de los mundos posibles y que mejor es de a poco disfrutando de cada uno de los pequeños
que las cosas corran por su cauce: nuestra acción de pasos que podemos dar, uno detrás de otro.
buenos ciudadanos se limita a producir y a consumir.
En el fondo la pereza esconde una falsa neutralidad • Prestigio. Vivimos tiempos sombríos para la acción
que afila los dientes cuando lo mío creo que peligra. política pero no así para la acción social. El auge del
Es la abstención del dominante, la pereza del que voluntariado, de las organizaciones de solidaridad y
tiene buena parte de la sartén por el mango. Es la de cooperación internacional o de las organizaciones
abstención que proclama: «esto no va conmigo hasta de promoción de los derechos humanos han coloca-
que toca mi concepto de seguridad». do a la acción social en el terreno de la excelencia
Otra forma de pereza es la que proclama el pesimis- ciudadana. La solidaridad es el nuevo nombre de la
ta que afirma que nada se puede hacer y lo dice acción social, política, ecuménica, intercultural.
convencido desde la vivencia de un fatalismo histórico Ahora bien, a este carro se monta gente de todo
donde ya ha quedado fuera de lugar cualquier intento pelaje; aquí importa mencionar a esa gente sin escrúpu-
de cambiar las cosas. los que hace de la solidaridad y de la acción social un
magnífico pedestal para granjearse su propio prestigio
• Mesianismo. La acción puede desfigurar a la persona social, su escalada hacia puestos de poder. Ciertamen-
cuando ésta se convierte en una especie de guía ilumi- te, hay que afilar mucho nuestra capacidad de discernir

2. MOUNIER, E., Obras Completas (vol. I), Sígueme, Salamanca, 1992, 743.
3. GRACIAN, B., Oráculo manual y arte de la prudencia, Eride Madrid, 2000, 91.

42 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
para no meter a todos en el mismo saco de corruptos realidad y aún nos preguntamos cómo puede resultar
buscadores del prestigio y nada más. Ni todo es trigo así. El espejismo es la tentación de quien se enfrenta
limpio ni todo es basura solidaria. a la realidad con una ingenuidad enfermiza. Nuestra
trayectoria, como seres de acción históricos, no se
• Parcelación de la vida. Una de las tentaciones más corresponde a la línea recta, sino a una compleja red
frecuentes de la acción es disociarla de la vida de caminos que se entrecruzan, de posadas en las
convirtiéndola en un apéndice de quita y pon. Esta que hemos de reposar y encontrar nuevas energías,
situación se advierte en muchas ocasiones en el de encrucijadas ante las cuales las dudas nos parali-
voluntariado que se ofrece como contribución horaria zan, de imprevistos ante los que hemos de hacer
que parcela la vida en trabajo-ocio, y a su vez subdi- frente sin guión, ni hoja de ruta.
vide este último en ocio con divertimento y ocio • La fuerza del proyecto. En el ámbito de la acción
solidario. Esa parcelación nos coloca en una vida social, ya sea en contextos de exclusión o en los de la
artificial. Parcelar es propio de nuestra racionalidad cooperación internacional, ha desarrollado una enorme
calculadora. La acción desvinculada de la vida fuerza el proyecto de acción entendido en el mejor de
cotidiana nos convierte en seres extraviados de los casos como el referente microutópico en el que una
sentido, incapaces de aunar experiencias, de identifi- organización encarna sus pasiones utópicas: esa casa
car valores, de conformar una vida enteramente de acogida a enfermos de SIDA, ese local donde se
hecha y querida. hace todo tipo de acciones de promoción con
inmigrantes o con mujeres maltratadas o con chavales
que pertenecen a familias desestructuradas. Sin
3. TENTACIONES DE LAS ORGANIZACIONES embargo, con frecuencia las organizaciones se han
atado a esos proyectos cuando los mismos ya no
• Intelectualismo. Hay un intelectualismo que paraliza; tenían razón de ser, cuando ya se les había pasado la
ni hace ni deja hacer. Es el refugio de los que se hora, cuando ya podían pasar a manos de poderes
empantanan en el miedo y en la excesiva precaución. públicos, cuando ya esa no era la prioridad en ese terri-
Es la tentación de esperar porque nunca estamos torio. Es la tentación de eternizar un proyecto no
suficientemente preparados o formados; es la tenta- porque responda a una necesidad social sino porque
ción que prefiere perderse buscando causas perfec- responde a la necesidad de subsistencia de la ONG, de
tas y medios irrepochables —como expresaba los trabajadores o porque se sigue accediendo a
Mounier— antes que atreverse a hacer y, en su caso, subvenciones. Es entonces cuando las organizaciones
a equivocarse. transitan peligrosamente de embriones de movilización
En las organizaciones de voluntariado esa tentación social a estructuras de mantenimiento del desorden
se refleja en esa norma extendida que dice que antes establecido.
que actuar hay que prepararse, como si la misma acción
no fuera ya una escuela de formación en sí misma. El • Sospecha. Sospecha siempre frente a los demás:
curso formativo, la preparación, el taller, la escuela de frente a las Administraciones Públicas porque repre-
verano, de otoño y de invierno tienen sentido desde una sentan la fuerza coercitiva de leyes injustas o porque
lógica procesual global, educativa y participativa. De lo regulan en exceso. Sospecha frente a las empresas o
contrario es tan solo una especie de quitamiedos de las grandes fundaciones, frente a todas, porque
resultado más bien incierto. representan la ley del mercado capitalista y de un
sistema al que queremos combatir. Y también frente
• Espejismo. Algunos somos hijos de la certeza de a las organizaciones solidarias compañeras de
caminar por el camino que seguro nos conduce al camino, frente a las plataformas y redes porque no
resultado final exitoso. Avanzamos inexorablemente son tan buenas ni lo hacen tan bien como lo hacemos
hacia el socialismo, o hacia el Reinado de Dios en la nosotros. Uno de los puntos débiles de la sociedad
tierra o hacia la sociedad sin clases, o hacia el plane- civil organizada, en su conjunto, es la dispersión de
ta sostenible, o hacia el Gran Proyecto Ético energías, la dificultad de encontrar un «juntos» desde
Humano. Esa seguridad se aleja una y otra vez de la el que trabajar, el exceso de particularismo que final-

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 43
mente excluye opciones donde compartir espacios, Este prestar atención tiene que ver con la mirada,
programas, acciones. Esta sospecha se da en organi- pero en el fondo es la puesta en práctica de todos los
zaciones que finalmente son sectarias y se muestran sentidos bajo el paradigma de la ternura: sentir con
como tales, es decir, pregonando un cierto sentido de ternura la fuerza de la realidad para acometerla con
superioridad frente a las demás y adjudicándose la renovadas energías de amor, con la paz de llegar
bandera de la pureza ética. Es una suerte de mesia- hasta donde se puede sin que ello genere autocasti-
nismo organizado que conduce al aislamiento social go. La atención implica tocar y ser tocado por la
y que sobrevive al ritmo de llevarse mal con todos. realidad y eso relativiza muchas y nobles ideas,
muchos y magníficos planteamientos, muchos y
repetidos discursos. Esa capacidad de atención es la
4. FRENTE A LA TENTACIÓN, EL COMPROMISO DE LA que nos debe sacar de la atrofia mental y de la seque-
ACCIÓN dad de espíritu.
En nuestras organizaciones esta disposición ha de
Desde una mirada amorosa a lo que somos y podemos ser un referente formativo no escrito; es decir, se trata
propongo las siguientes claves para recuperar el de algo que no se puede planificar ni cuadrar en un taller
compromiso de la acción, en la conciencia de que con ni formular en una carpeta formativa: ha formar parte de
ello estamos ejercitando una forma constructiva de la identidad de una organización de acción solidaria.
combatir las tentaciones mencionadas.
• 4.3. Tratar adecuadamente. En la tradición oriental
• 4.1. Jugar limpio. Para jugar limpio no hay que budista encontramos la repetida invitación a realizar el
disfrazar la verdad de la realidad; sólo hace falta ser arte de no exagerar y que se traduce en dejar ser, en
honestos con ella. Y la realidad de nuestro mundo es especial a las personas. Tratar al otro adecuadamen-
dura, en ocasiones desoladora; y la de cada uno de te es realizar el movimiento de respeto que implica
nosotros es frágil. A ellas nos hemos de atener no cercanía para conocer con conocimiento de causa y
para conformarnos, sino para forzar en lo posible la distancia para no invadir. El trato adecuado se herma-
realización de otras formas de vida más humanas y na con la mirada adecuada, con la palabra adecuada,
justas, empezando por la de cada uno de nosotros. con el gesto adecuado, sin exageraciones, sin
Jugar limpio requiere fuertes dosis de humildad para menosprecio, sin generar tensión a cada paso.
situarnos siempre en el escalón adecuado, en el real, en el Trato adecuado no es «todo vale» para el otro sino
que nos permite dar el paso ajustado y no otro. Es la respuesta desde el respeto siempre y en cualquier
humildad de quien se ha hecho sabio en el tránsito del circunstancia. Este paso implica defender el diálogo no
hacer hacia el quehacer, como ejercicio de personalización sólo como «medio para» sino como forma de conocer y
cotidiana. El nuevo paso que requiere este proceso es aproximarme a la verdad del otro, a la visión que no
simplemente dejarse hacer por la misma acción; dejarse comparto…
moldear como ser humano por una acción humanizante. En el campo de las organizaciones de acción solida-
ria entiendo que nos encontramos ante un déficit de
• 4.2. Estar atentos… La atención es la tarea inmedia- trato adecuado de todos entre todos (voluntarios,
ta del que está comenzando de nuevo en el ejercicio contratados, directivos). Cuanto más verticales son las
del rescate de uno mismo. Si la tentación es un organizaciones más se manifiesta este déficit de arriba
perderse en lo que uno no es, la atención es una hacia abajo. Pero es un hecho que buena parte del
disposición que nos ayuda a sintonizarnos con cansancio y del abandono de la nueva militancia solida-
nosotros mismos y con lo que nos rodea. Y más allá ria no está originada en el exceso de la acción sino en
de una tarea esporádica la atención se convierte en el maltrato que reciben en la organización.
una actitud básica, un estado de serena atención que
contrasta con la del disperso, el distraído, el obstina- • 4.4. Ejercer la sabiduría de la frontera. Saber mover-
do. Prestar atención es despertar a la novedad de se en la frontera de las posibilidades: ése es nuestro
cada día; un despertar para detenerse sobre lo que gran reto. Y esa capacidad se muestra sobre manera
uno ve, oye, gusta, huele, toca. en la hora de las decisiones ante la acción. Importa

44 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
decidir hacer, pero también importa decidir acertada- campo educativo, en el Sur, en el Norte, entre campesi-
mente adecuando fines y medios. nos, en el barrio, en los mundos vitales y en los virtua-
Es importante elegir bien las metas que uno se les. Necesitamos contar y hacer accesible a otros esas
propone: que sean metas alcanzables. Tantos fracasos acciones que se han hecho experiencia porque alguien
y frustraciones se dan al hilo de decisiones equivocadas las ha reflexionado y las ha compartido formulándolas.
sobre metas que estaban fuera de nuestro alcance. Pero este inventario nace de una convicción: hay
Desde el punto de vista organizativo hemos de aprove- buenas noticias fuera de nuestro marco de actuación; la
char el margen de creación e innovación que nos permite acción solidaria muchas veces hay que buscarla con
el hecho de habitar en estructuras de acción. En este lupa, pero existe, y en contextos pesimistas y escépticos
sentido se hace imprescindible desarrollar la inteligencia como los que vivimos habitualmente hemos de ser los
social como aquella capacidad que se abre a metas primeros en alegrarnos del testimonio de acción de otros.
compartidas desde la interacción constructiva de los Necesitamos creer en nosotros mismos pero también es
miembros de la organización. De esta manera la gestión significativo creer en la acción que realizan los demás.
de la información, la detección de los problemas, la
acometida de retos o la resolución de problemas se • 4.6. Privilegiar el acontecimiento del encuentro. El
maneja metodológicamente de una forma responsable y acontecimiento será tu maestro interior, nos repite
creativa: poniendo en marcha la interacción de todos, una y otra vez Mounier. Y el profeta Pedro Casaldáli-
colaborando todos mediante la formación de grupos inter- ga comparte el acontecimiento de su vida felizmente
jerárquicos e intersectoriales. Esto que se da en el ámbito vivida:
de las empresas está por descubrir en las organizaciones
de solidaridad. Lo mismo se puede decir del ámbito de las Al final del camino me dirán:
redes y plataformas del tercer sector donde son contadas —¿Has vivido? ¿Has amado?
las ocasiones en las que se ha puesto de manifiesto esa Y yo, sin decir nada,
inteligencia social al servicio de causas comunes. abriré mi corazón lleno de nombres4
Pero más allá de una metodología el reto personal y
organizativo consiste en captar que en la frontera no hay No se nos pregunta por las muchas cosas que
cabida para purismos identitarios. Todo habitante de la hicimos, los proyectos que logramos, las organizacio-
frontera no es fundamentalmente ni español, ni latino, ni nes que fundamos, las tareas que emprendimos, los
católico, ni ilegal, ni voluntario, ni funcionario, ni político, lugares por los que pasamos. El acontecimiento no
sino que participa de multitud de dimensiones que le habita en la espectacularidad de la acción que directa o
constituyen de modo mestizo, que le va haciendo un ser indirectamente busca alguna que otra notoriedad.
más profundo y más ancho en la medida en que conec- Desde el personalismo comunitario también encontra-
ta y se engrandece con lo distinto, al ritmo del cotidiano mos claves para privilegiar el encuentro interpersonal
vivir con otros, con-viviendo y construyendo una como lugar imprescindible donde se válida la realización
morada común para ser habitada. personal.
En esta hora donde está en juego el tipo de sociedad
• 4.5. Pensar desde la acción. Nos sobran discursos y del futuro inmediato en un país donde el hecho migrato-
faltan brújulas para la acción desde la experiencia rio ha irrumpido con una fuerza incontrolable, no solo
reflexionada. hemos de preguntarnos por el tipo de estructuras, de
Ante tal estado de cosas, y desde la vertiente de la leyes, de recursos sociales que creamos, sino por el tipo
acción social que busca la transformación de nuestro de relaciones que tejemos, por nuestra capacidad para
mundo, propongo una acción reflexiva compartida: acoger al diferente con hospitalidad convirtiendo al
aquella que nace de pasar página de la queja y del análi- extraño en invitado, por nuestra capacidad para saludar
sis hipercrítico para abordar la recogida de buenas y asegurar la existencia del otro y la convivencia entre
prácticas de que otro mundo es posible. Ya sea en el todos. ❏

4. CASALDALIGA, P., El tiempo y la espera, Sal Terrae, Santander, 1986, 100.

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 45
CONTEMPLACIÓN
Y ACCIÓN

❏ ALFONSO ÁLVAREZ BOLADO S. J.


Profesor de Teología

1. PRESUPUESTOS

Partiremos del estudio de una serie de presupuestos. El


primero de ellos plantea que acción y contemplación
son una unidad. Sólo las podemos separar de modo
analítico para facilitar la comprensión de su esencia.
Esto, que es cierto en general, cobra una dimensión El arquetipo de esta sana dominación lo encontra-
específica para el cristiano. Dos textos del Evangelio mos en Jesucristo. El Nuevo Testamento en I Cor 15
pueden esclarecer lo que se requiere para una militancia (24-28) nos presenta a Jesús —el pionero y el que
cristiana, para ejercitar la fe de una manera «enteriza» en corona la empresa humana— diciendo que «ha someti-
palabras de San Juan de la Cruz. Veamos primero el do todas las cosas bajo sus pies». San Ignacio en el
encargo del Génesis. Principio y Fundamento de los Ejercicios Espirituales,
En el libro del Génesis 1 (26) se nos dice: «Dios creó sintetizando una larga tradición de espiritualidad cristia-
al ser humano a imagen suya diciéndole henchid la na, plantea también que «todas las cosas sobre la faz
Tierra y sometedla»; y en Gn 2 (15-17) se afirma que de la tierra han sido criadas para el hombre, y para que
«dejó al hombre en el jardín del Edén para que lo labra- le ayuden en la prosecución del fin para el que ha sido
se y lo cultivase». Y, para completar, rememoremos el creado».
salmo 8 (6-9): «apenas inferior a un dios le hiciste; señor La acción del hombre debe definirse en términos de
le hiciste de las obras de tus manos». una colaboración con este plan de Dios, que significa la
En estos textos vemos expresado cómo Dios crea al auténtica plenitud de la humanidad. Esto revela, al
hombre a su imagen en tanto creador (en sentido analó- menos implícitamente, que la acción humana se ve
gico), le invita a dar forma al mundo, lo crea señor. Y el irremisiblemente vinculada con la contemplación, y con
señor que lo es no trata las cosas de cualquiera manera, el discernimiento de los signos de los tiempos para
las trata señorialmente. El encargo de Dios es un encar- dirigir nuestra vida al fin para el que hemos sido
go creativo pleno en responsabilidad. Si miramos a «criados», como diría San Ignacio.
nuestro alrededor descubriremos una serie de realida- Una tercera nota se refiere al significado de la
des que, aun con base natural, son lo que son gracias al palabra cosa que se halla en el seno del mensaje bíbli-
trabajo dominador (dominus, señor) del ser humano. co sobre el ser humano y la acción. Solemos atribuir a
El principio y destino del ser humano es colaborar con la palabra «cosa» un sentido demasiado «cósico» (físico
Dios pero sin suplantarle. «No comerás del árbol de la o material). Pero esta cosa que nos ocupa proviene del
ciencia del bien y del mal». Este aviso nos alerta de que latín «cause» y significa «asunto», en referencia a las
no se debe hacer todo lo factible. La historia humana es causas o asuntos jurídicos. Las cosas son los asuntos
esplendorosa y al mismo tiempo está jalonada de horror. de la vida. Las cosas son el conjunto de los medios,
Entre lo factible debemos hallar lo mejor y ponerlo en intereses y fines. Así, cuando el Evangelio habla de
obra. Es decir, antes de actuar debemos discernir. someter todas las cosas a Dios, no se refiere en exclu-

46 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
siva a los seres materiales, sino a todos los asuntos del 2. ACCIÓN (… Y PASIÓN)
mundo, siendo el preeminente la salvación de la
Humanidad. Meditemos primero sobre los estímulos y límites a la
De una consideración sintética de los textos aludidos acción que provienen de la naturaleza humana. De la
se desprende que acción y contemplación pueden ser dimesión proyectiva e inacabada del ser humano se
separados por motivos epistemológicos en el seno del deriva que debemos realizar un cultivo incesante (hasta
ejercicio antropológico o del teológico, pero los dos, el agotamiento de la propia lucidez y libertad) de la
conjuntamente, constituyen la entereza del hombre y la formación de uno mismo. Necesitamos hacernos
mujer tal y como Dios los concibe, y en pos del fin para sujetos capaces de colaborar con el plan de Dios, y esto
el cual los concibe. durante toda la vida, desde la infancia hasta la vejez y la
Nuestra cultura tiende a considerar la contemplación muerte. Debemos trascender la mera gestión de nuestra
como un pegote, un añadido, un lujo opcional sólo para vida privada para colaborar con todos —jóvenes y
algunos. Esta constatación no la hacemos sólo los ancianos— en una acción conjunta que ha de llevar a un
creyentes. Personas agnósticas como Victoria Camps mundo semejante al Reino de Dios.
dicen que una de las carencias más llamativas de El evangelista Lucas (cap. 2 v. 40) nos dice que Jesús
nuestra cultura es la carencia de contemplación. Vivimos «crecía en estatura, sabiduría y gracia, delante de Dios
en una cultura que acepta de Fichte aquella palabra y de los hombres». Esto que suele aplicarse sólo a la
inicial: «en el principio era la acción». Este axioma ha vida oculta de Jesús, debemos extenderlo a toda la vida
llevado al activismo más que a la acción evaluada de Cristo como ejemplo de vida plena: crece hasta su
humanamente, a la acción responsable. En vez de esto muerte en estatura moral, aprende en Getsemaní y
triunfa lo factible, se premia lo factible, aunque el resul- aprende en la cruz. Cristo actúa creciéndose, haciéndo-
tado sea el desastre de la dignidad humana. se sujeto del plan de Dios hasta el momento final en el
Veamos por ejemplo el caso tan actual de la «guerra que afirma «todo está cumplido». Crece en todas las
preventiva». Más allá de partidismos políticos tal cosa dimensiones a las que accede la humanidad, no sólo su
es claramente cuestionable tanto desde una perspecti- exterior sino también su vocación interior, no sólo culti-
va ética como desde una perspectiva religiosa. Juan va su espiritualidad sino que al mismo tiempo cuida el
Pablo II excluyó que fuera admisible desde una concien- orbe que Ricoeur llama del prójimo. En esta área se
cia cristiana el que una potencia identifique lo factible incluyen las relaciones de amistad, las conyugales y las
con lo óptimo para la humanidad. El resultado de la paterno-filiales.
guerra de Irak quizá nos convenza de la plausibilidad de A este ámbito debe añadirse el de las relaciones
este aserto. La raíz del mal aquí ejemplificado es la sociales en pos del bien común de mi comunidad o
unilateralidad de la acción, la ausencia de control comunidades (ciudad, estado, uniones interestatales)
contemplativo de la misma (que no es lo mismo que hasta acabar en la frontera del mundo globalizado. La
mera reflexión y cálculo). acción humana hecha con entereza, extendida hasta
El gran modelo de la entereza del hombre es el Hijo este último rango, debe tener en cuenta dos cosas: el
del Hombre. Cristo es el modelo del activo contemplati- trágico abismo de la desigualdad (que no es sólo social
vo. Todos los pasajes de su vida nos remiten a este sino cultural) y la interdependencia.
equilibrio entre acción y contemplación. San Pedro dice Para explicar de modo intuitivo la realidad de la inter-
que, tras la dura jornada… pernoctans in oratione Dei dependencia recordemos la cita de Eddington. Él decía,
(pasaba la noche en oración con Dios). Jesús buscaba en los años veinte del siglo pasado, que cuando una
y hallaba en todas las cosas —en todos los asuntos— a niñita saca su muñeca de la cuna y la tira al suelo la
Dios: en los niños, en las mujeres y su amistad, en la estrella Sirio se bambolea. No tenemos instrumentos
educación de los apóstoles, en los debates teológicos, para medirlo pues la energía que ellos emiten es
en el trato con su parentela, en las relaciones con el superior al efecto a estudiar, pero es un hecho. Esto nos
poder. Tal es la senda que Él nos abre. sirve de metáfora de la acción: en el plano de las
relaciones humanas toda acción se dilata hasta el
universo. Esta consideración tiene especial gravedad
atendiendo al factor de injusticia que vivimos por la

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 47
ria, la huída ante aquellas presencias que no son
necesarias para la consecución de los intereses
egocéntricos. Rehuir el sufrimiento y la pasión supone
una degradación de la acción misma, una traición a
nuestra naturaleza, una deserción de nuestro destino
humano.
En esta línea insiste Jesús de Nazareth en que «cada
quien cargue con su cruz». Jesús no es un sugestiona-
do por la cruz, no tenía un amor especial por el sufri-
miento, la cruz es el precio necesario a pagar para reali-
zar la misión a cumplir: el servicio al Reino. La abnega-
ción tiene una importancia crucial en la espiritualidad
cristiana, no por inclinación masoquista alguna, sino
justificada en el celo por la verdad, la realidad y la liber-
tad de la acción. La libertad de la acción depende de la
renuncia: a caprichos, al ocio no recreativo, etc. Elegir a
qué se dice sí y a qué se renuncia pone en juego, de
nuevo, el difícil crisol del discernimiento.
desigualdad profunda y creciente que existe hoy entre
los pueblos.
Y por último, tras la esfera social viene la cultural. Lo 3. CONTEMPLACIÓN
que sucede en el área cultural tiene una repercusión
profunda en todas las demás esferas de lo humano. Es La finalidad de la acción y pasión es el definitivo cumpli-
en la cultura donde podemos rehabilitar los hábitos miento del plan de Dios. La realización histórica progre-
colectivos del corazón, el arte, la religión y la filosofía, siva de este plan se encarna en las diferentes situacio-
los medios técnicos entre los que destacan los medios nes personales y colectivas a lo largo de la vida.
de comunicación de masas, el uso y control del poder; Debemos reinterpretar nuestro modo de contribuir a ese
para el cristiano también la presencia activa en la plan divino en las diferentes coyunturas de nuestra
Iglesia, etc. Una vertiente de lo cultural es la resonancia existencia. Esta circunstancia en la que estamos no sólo
vocacional que tendrán para nosotros algunos de los se limita a factores íntimos o privados, sino que nos
ámbitos aquí involucrados, nos sentiremos llamados a impele a afrontar lo público. Un buen ejemplo es la
una implicación especial en uno o varios de ellos: ¿de polémica actual acerca de la implantación de la asigna-
qué me siento capaz?, ¿a qué me siento llamado? De tura «Educación para la ciudadanía». Puedo pensar en
nuevo nos asalta el tema del discernimiento como un sentido o en otro, pero no puedo abstenerme de
brújula de nuestra acción, ahora aplicado a la escucha acometer el problema social en cuestión.
de nuestra vocación. Todo ello presupone el discernimiento como clave
El segundo punto en el que debemos indagar es el hermenéutica a la hora de dirigirnos activamente en la
de la pasión vinculada inextricablemente a toda acción. vida. En el caso del cristiano la condición de posibilidad
La instintividad humana tiende a desconocer que tanto de ese discernimiento es la contemplación, la familiari-
la acción como el trabajo humanos por hacer del dad con Dios, con su presencia. Pero no es una presen-
mundo un correlato del Reino suponen sufrimiento y cia fácil ni barata, buscamos al «Deus absconditus», al
pasión. Y esto no en un sentido masoquista, sino Dios escondido, pero también al Dios que ve en lo
entendido como dimensiones connaturalmente asocia- escondido.
das a la acción. La madre no puede traer al mundo a su En la tradición cristiana se llamaba a Dios «Padre
hijo sin dolor, los padres pagan con preocupaciones su Celestial», en el sentido de que es lo superior no porque
educación, su guía y su acompañamiento hacia la se creyera que estaba físicamente en el cielo sentado en
madurez. Ignorar esta realidad provoca la dejación de un trono de estrellas. Dios no está al alcance de nuestra
las acciones debidas, el olvido de la creatividad solida- percepción, sólo llegamos a Él a través de las virtudes

48 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
teologales (fe, esperanza y caridad). Dios nos parece
escondido a pesar de que «no se encuentra lejos de Juan de la Cruz, San Francisco de Asís, San Ignacio de
cada uno de nosotros, pues en el vivimos, nos Loyola y otros muchos más.
movemos y existimos» (San Pablo). San Juan nos dice
en su primera carta (cap. 4, ver. 12) que «a Dios nadie le
ha visto». 4. DISCERNIMIENTO
El problema, pues, es el cultivo de la amistad de
alguien que es el misterio por antonomasia, y siéndolo Este tema, la consecución de una actitud de discerni-
no deja de ser el principio y la finalidad de nuestra miento en y sobre la propia vida, es inacabable. A modo
acción. Esta afinidad hay que cuidarla de continuo. San de conclusión daremos ahora unas breves notas que
Ignacio de Loyola recomendaba a los que querían ser nos ayuden a forjar en nosotros el hábito espiritual de la
contemplativos en la acción: curen primo Dei (cuidaos confrontación de nuestros propósitos y experiencias
ante todo de Dios). Cuidar no es en castellano exclusi- con la voluntad de Dios aquí y ahora.
vamente la custodia de un ser inferior, sino la preocupa- El discernimiento como actitud es consustancial a la
ción y la dedicación por lo valioso. En este sentido predicación de Jesús. Él reprendía a las gentes sencillas
Leonardo Boff habla hoy del cuidado del agua preocu- que sabían interpretar el clima, pero no lo que debían
pado por los graves problemas ecológicos que nos acometer como personas para su salvación. San Pablo
acechan. en su carta a los Romanos (cap.12 ver. 2) les dice «no os
San Ignacio nos habla de la «contemplación para acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos
alcanzar amor a fin de en todo amar y servir». Se trata por la renovación de vuestra mente, de forma que
de encontrar a Dios en todas las cosas, las ya referidas podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo bueno,
como la propia formación, mis amistades, mi familia, mi lo agradable, lo perfecto». Y en Filipenses (cap. 1 ver. 9-
responsabilidad política, pretendiendo que mi acción 19) se nos dice: «que vuestro amor crezca cada vez más
esté corregida y evaluada por el criterio máximo: la en conocimiento y toda experiencia con que podáis
presencia de Dios. aquilatar lo mejor». Tanto en uno como en otro caso el
Esta familiaridad con Dios ha de reunir acción y término griego central utilizado es «dokimatsein», que
contemplación de modo equilibrado. Esta acción que se significa distinguir, aquilatar, apreciar, discernir.
nos propone invita a todos los que quieran oír, cada uno Esta es la propuesta evangélica a todos los seres
desde su especial carisma. Se trata de edificar un hábito humanos: ganar ese amor que sabe discernir, que sabe
del corazón afín a esa presencia basado en la fe, la aquilatar lo mejor.
esperanza y el amor, como canal de una interacción En la espiritualidad cristiana esta actitud ha sido
constante con Dios, en la que intervienen la afectividad siempre central, pero en nuestro presente cultural escép-
y el conocimiento interno. Esto se expresa en espacios tico y relativista, se hallan mezcladas, cuando no iguala-
y tiempos dedicados a la meditación, la contemplación das, las opciones óptimas con las ambiguas e incluso
de la vida de Cristo, y otras formas de oración. En esta con las indeseables o las perversas. Esta realidad cultu-
senda nos auxilian con su experiencia y diversidad de ral provoca que sea aún más urgente para nuestras vidas
periplos espirituales los grandes contemplativos en la el discernimiento tanto personal como comunitario, con
acción, místicos como Santa Teresa de Jesús o San el fin de mantener la calidad de nuestro compromiso. ❏

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 49
EL ESCULTISMO
COMO FORMA DE
COMPROMISO

❏ JAUME PASTOR
Licenciado en Pedagogía. Educador Scout

E
l movimiento scout nace a principios del siglo XX El escultismo es un movimiento educativo. Tratamos
de mano de un general inglés que se preocupa de formar a la juventud de forma integral, queremos
por la marginación de los jóvenes de los barrios formar personas y ciudadanos que se impliquen en la
bajos de Londres. Su intención era darles una posibili- sociedad. Desde los años setenta se nos ubica dentro
dad de promoción y de participación en la sociedad a de lo que se llama pedagogía del ocio, pues considera-
través de una propuesta educativa. Aunque esta mos que el ocio es un espacio esencial para la defini-
iniciativa adolece de defectos como las ción de la personalidad. El trabajo es el factor princi-
resonancias militaristas propias de su pal de la forja de nuestro carácter y de nuestra perso-
fundador, o su carácter moral- nalidad, pero las sociedades en las que vivimos lo
mente conservador, también son cada día más del ocio. Además, investigaciones
atesora una metodología recientes aseguran que es en el ocio donde los
innovadora influenciada jóvenes ensayan conductas predelictivas, precisa-
por movimientos pedagó- mente por un mal aprovechamiento del mismo.
gicos como la Escuela En este ámbito es en el que nosotros queremos
Nueva. Hoy estamos a incidir. Esta es la motivación de nuestro compro-
punto de cumplir cien años miso.
y son casi treinta y cinco Un factor que nos anima es la relevancia y el
los millones de personas alcance, al menos a nivel numérico, de nuestra
dentro de este movimien- acción en la juventud de los barrios. En la FEV
to. Existen diversas somos unas cuatro mil quinientas personas
sensibilidades y tradicio- (3800 chavales y 700 educadores) organizados
nes: la anglosajona en setenta y un grupos. Este dato refuerza
(responsable de la nuestro compromiso en los momentos de
popularización de la crisis ante la proyección potencial de nuestro
estética «típica» del scout), trabajo.
la francesa (más democrática y Nosotros tenemos un programa educativo que
menos militar), etc. En concreto, la Federació d´Escoltis- hemos renovado este año. Este modelo tiene una carta
me Valenciá (FEV), que representa el movimiento scout de referencia y un modelo de persona. Nuestro modelo
católico en Valencia. Yo represento a la FEV y nuestra de persona plantea las siguientes características como
rama del escultismo está muy influenciada por la dimensiones esenciales:
corriente francesa que, a su vez, tiene su referente en el
pensamiento personalista francés de mediados del siglo • Confianza en el ser humano, esperanza, búsqueda
XX. de sentido, cultivo de la dimensión espiritual;

50 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
libre, no deja de tener referencias morales precisas
como la mencionada. Además, el correlato a esa ley es
la promesa de compromiso con ella que hacen todos los
scouts.
La promesa es la forma más precisa y estructurante
del compromiso en la vida scout. Cada chaval se
compromete libremente a cumplirla. Tiene una forma de
manifestación en cada fase del proceso scout (castores
—6 a 7 años—, lobatos —7 a 10—, exploradores —10
a 13—, pioneros —13 a 16—, compañeros de ruta —16
a 19—). Estos nombres jalonan una senda de creci-
miento personal a base de compromiso creciente, que
va desde el afán por ser alegres y deportistas de los
menores, hasta la redacción de una carta de principios
en los más mayores. Nuestro trabajo se desarrolla pues
• Experiencia de compromiso comunitario; con chicos y chicas que están dispuestos a comprome-
• Crítica, reflexión y creatividad; terse con valores, a hacer del mundo un lugar mejor, y
• Constante proceso de maduración; nuestra pedagogía encara el compromiso como el crisol
• Valentía, disciplina, carácter y fuerza para luchar por de toda forja personal. ❏
lo que se cree;
• Ciudadanía universal, identidad intercultural;
• Búsqueda de la paz;
• Austeridad, visión del mundo desde criterios de justi-
cia y sostenibilidad;
• Felicidad.
Este es el encuadre antropológico de nuestro modelo
educativo. Las áreas de desarrollo son cuatro: relación
con uno mismo, con los demás, con el entorno, y con la
espiritualidad. Además, presta atención prioritaria a la
vida en pequeños grupos, la atención a la diversidad, el
modelo de educador, el chico como protagonista de su
aprendizaje, etc. Un elemento fundamental es la referen-
cia a una ley y una promesa. Baden-Powell, el fundador
del movimiento scout, propuso su particular decálogo
de normas morales que deben regir la vida del
movimiento. Si bien muchos pensamos que el escultis-
mo es un método, una forma de educar en el tiempo

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 51
LA INDIGNACIÓN
COMO RAÍZ DEL
COMPROMISO
Un testimonio desde Amnistía Internacional
❏ FRANCISCO ANGUITA
Miembro de Amnistía Internacional
Profesor de Geología
(Univ. Complutense Madrid)

H
ace veinte años leí un anuncio en un periódico durante algún tiempo el ejército colombiano salía de
que me llegó muy dentro. El anuncio decía: patrulla con bombonas de ácido sulfúrico. Recuerdo la
«¡Pon tu indignación a trabajar!». Se trataba de foto de un niño peruano al cual su madre mandó a por
un anuncio de Amnistía Internacional, dentro de una azúcar y nunca regresó a casa pues fue secuestrado
campaña de reclutamiento de nuevos socios. Poco por infantes de marina.
después me reuní con ocho nuevos miembros que Aquellos años fueron muy duales, fueron una lucha
estábamos destinados a formar un grupo de nueva entre dos principios contradictorios. Por una parte me
creación para el estudio de los problemas con los sentía importante por estar conociendo el verdadero
derechos humanos en la zona andina. Después de una estado del mundo, pero por otra, ese descubrimiento
breve formación nos enfrentamos esos ocho valientes me hacía daño. Yo no quería hacerme insensible pero el
con una montaña de documentación. Muchas veces el reto era difícil. El activista consciente es semejante a la
afrontamiento de la realidad de la que hablaban esos enfermera que trabaja en una unidad de cuidados inten-
papeles me hizo inevitable el llanto. Yo me creía una sivos: debemos protegernos para no quebrarnos, pero
persona informada de cómo iba el mundo, pero los no tanto que no sintamos el dolor, pues si tal cosa
datos que en aquellos momentos me golpeaban me acontece no podremos ayudar a nadie.
demostraron que no era así. Con el tiempo me percaté En la actualidad imparto cursos para los nuevos
de que mi ignorancia provenía de cierta política de los activistas de Amnistía y suelo preguntarles si están
medios de comunicación: para ellos no es noticia la indignados, quizá porque como contaba antes esa fue
tortura y asesinato de agricultores en Colombia, o que la apelación que me movió a comprometerme. Les
desaparezcan niños en Perú. pregunto si son conscientes de la injusticia que impera
Estuve diez años en ese grupo y atesoro de aquella en el mundo y si desean tratar de arreglarla. Tras la
etapa vivencias duras pero impagables para mi respuesta frecuente pero vergonzosa de que sí lo
experiencia personal. Tuve ocasión de conocer enton- desean, nos ponemos en marcha con una formación
ces, y en trabajos posteriores, a personas que habían que debe capacitarles para el trabajo en Amnistía.
sufrido torturas, a otras obligadas a emigrar de su país Amnistía es una organización de denuncia social. La
por la persecución política, a un grupo representativo de gente que se aproxima a AI suele ser gente joven,
víctimas de violaciones graves de los derechos veinteañeros, estudiantes o profesionales recientes.
humanos. En concreto recuerdo a un maestro de Guinea Esta gente dura muy poco en la organización. Los que
Ecuatorial que había sido colgado por las muñecas sí duramos somos los que accedimos a ella a edades
durante varios días. Era un hombre grueso, por lo que más maduras. Quizá nuestra situación personal, familiar
me imaginé que al poco de empezar la tortura querría y profesional nos hacía más capaces de un compromi-
morirse. Recuerdo a un uruguayo que me contaba lo so durable, en general deseábamos devolver a la socie-
que se siente con la picana eléctrica. Recuerdo, aunque dad un poco de lo se nos había dado. Quizá falla el
no fue una experiencia personal, la noticia de que proceso de identificación con la organización, quizá

52 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
estos abandonos de militancia se deban a cambios en la cárcel, había oído cómo un grupo de desconocidos
la situación personal (laboral, familiar, etc.). Lo cierto es pedía en Madrid por su libertad. Esto es sólo un ejemplo
que España aún es un país con una baja conciencia exitoso y gratificante, pero en general nuestras interven-
asociativa. Puede que esto esté mejorando poco a poco ciones no reciben respuesta concreta, o al menos
últimamente, pero aún nos queda mucho camino por nosotros casi nunca llegamos a conocer el resultado de
recorrer. nuestras gestiones.
Me ha preocupado mucho el sufrimiento que los La regla de oro que cuento a los nuevos activistas de
activistas experimentamos por el trabajo en la misma AI para sobrevivir en la senda del compromiso que
organización, y no siempre por la labor que realizamos, pretende esta organización es: no separarse de las vícti-
sino por avatares de la gestión y de la colaboración con mas. Somos una organización muy burocrática y esta
otras personas. Yo alerto a los nuevos miembros con un burocracia nos tienta a olvidar a las víctimas. Yo
slogan provocativo: ¿Cómo sobrevivir en Amnistía Inter- recomiendo suscribirse a la Red de Acciones Urgentes
nacional? Vengo a contar a los voluntarios que la (una opción voluntaria dentro de AI). Se trata de un
mayoría de las personas que componen AI son perso- servicio de notificación de las violaciones de derechos
nas formidables… pero no todas. Hay dos perfiles de humanos en el mundo. Por estar en esta red se asume
militantes negativos en la la responsabilidad de
organización según yo lo redactar cartas de
veo. Uno es el del «aburri- protesta referidas a esos
do», el que piensa en hechos. A modo de voz
ocupar un rato a la de la conciencia la Red
semana en hacer una nos vacuna contra el
buena obra; y el otro es el olvido de las víctimas.
del «listillo», el que Haciendo un balance
pretende colgar la después de estos años…
medalla del prestigio de la ¿debemos decir que el
organización en su propio mundo ha mejorado? Los
currículo. informes de AI tienen
Una de las razones del cada día más páginas.
abandono de militantes Siendo optimistas esto
jóvenes pienso que es la imagen romántica de AI que puede deberse no sólo a un incremento de las violacio-
tienen. A veces creo que nos confunden con Green nes de derechos, sino a nuestra intolerancia con ellas, y
Peace. No tenemos lanchas rápidas y no nos colgamos a un mayor nivel de conciencia e información. Como
de los edificios. Nosotros nos manifestamos en ocasio- dato alentador tenemos la creación del Tribunal Penal
nes, pero la mayor parte del tiempo estamos escribien- Internacional, que quizá llegue a ser relevante jurídica-
do cartas de protesta, haciendo declaraciones a medios mente a lo largo del presente siglo.
de comunicación. Nuestro activismo no es físico y esto En cuanto al balance de mi compromiso personal
frustra a algunos jóvenes. Un ejemplo de nuestro modo tengo que decir que es una de las mejores decisiones
de acción y de nuestro tipo de eficacia lo tenemos en la que he tomado en mi vida. Pero como todas las cosas
campaña que hace unos cuatro años acometimos, que merecen la pena no ha sido gratis. Lo que me ha
pidiendo la liberación de un sacerdote argentino preso costado esta militancia se sustancia en tiempo dedica-
por una acusación, probablemente infundada, de robo do, cierto escepticismo sobre el futuro de la humanidad,
de armas. Nos concentramos delante de la embajada una conciencia crítica sobre los valores inhumanos
argentina una hora dando la lata con un megáfono, (codicia, violencia…) de nuestro mundo, etc. Hay
entregamos un comunicado y nos disolvimos. Pues motivos de esperanza pero sin triunfalismo. En Amnistía
bien, un año después escuché en una cadena de radio solemos decir que no hemos cambiado el mundo aún,
a este sacerdote diciendo que, hacía un año, él, aún en pero tampoco lo hemos dejado como estaba. ❏

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 53
LA POLÍTICA
LOCAL COMO
SERVICIO A LA
COMUNIDAD
❏ ANTONIO RUIZ Vista aérea de Vecindario

Concejal de Sta. Lucía de Tijarana


(Gran Canaria)

N
o son muchos los ayuntamientos gobernados los trabajadores se vayan instalando definitivamente en
desde el 79 hasta hoy por una misma fuerza la zona.
política. Uno de ellos es Santa Lucía, en el sur de El sistema más extendido de trabajo era el de la
Gran Canaria. Un mismo grupo político, a pesar de ir aparcería. El contrato de aparcería es aquel por el cual
cambiando de siglas, lleva más de 28 años en el gobier- el propietario de una finca rústica encarga a una perso-
no del Ayuntamiento. Fue una experiencia que se inició na física (aparcero) la explotación agrícola de dicha finca
a final de los años sesenta, cuando un grupo de jóvenes a cambio de un porcentaje en los resultados. Es un
disconformes con la realidad en la que vivían, optan por contrato semifeudal donde el riesgo en ningún caso es
no apearse de mundo, sino por cambiarlo. compartido por ambas partes, pues es el aparcero quien
carga con los gastos de posibles malos rendimientos. La
aparcería es así una eficiente actividad explotadora de
LA REALIDAD DE SANTA LUCÍA EN EL SIGLO xx los campesinos, intensificando, disciplinando y abara-
tando el trabajo.
En los inicios del desarrollo turístico la realidad del sur En la aparcería trabajaba toda la familia: mujer,
de Gran Canaria —del sur de Canarias, de cada isla, niños… Habitualmente trae anexo un derecho de
igual que otros muchos sures entonces, y otros muchos habitación que consiste en la cuartería —una construc-
sures en la actualidad— era una realidad de desigual-
dad, de injusticia y de miseria; de abusos laborales y de
mantenimiento de un sistema, más o menos encubierto
de esclavitud, con derecho de pernada incluido.
Santa Lucía creció muy despacio durante el S. XIX y
principios del XX. Con crisis graves de población
debidos a las enfermedades, sequías y hambrunas. A
partir de los años veinte, se produjo una primera oleada
de pobladores, provocada por los puestos de trabajo
creados por empresas extranjeras —particularmente
inglesas— que descubrieron un buen negocio en el
cultivo del tomate: colocar tomate fresco en el norte de
Europa en la época de invierno.
Pero es a partir de los años sesenta cuando el ritmo
de crecimiento sufre un alto incremento. Aparecen
nuevas técnicas de cultivos intensivos —invernade-
ros—, que además de necesitar puestos de trabajo,
hace que las temporadas —zafras—, se alarguen y que
El alcalde visita las cuarterías (1981)

54 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
• Pero hubo otros que desde un compromiso de
acción colectiva, preocupados no por su futuro, sino
por el de la comunidad donde vivían, por sus barrios,
por su municipio, por las islas, por Canarias…, y
también preocupados por África, por América, por el
mundo… —y esto es importante entenderlo para
comprender que todos los nacionalismos no caben
en el mismo saco—, se empeñaron en cambiar la
sociedad en la que vivían.

EL COMPROMISO COLECTIVO

Ese grupo de gente —mayormente joven—, con la


colaboración de militantes que venían con distintas
motivaciones (políticas, sindicales, religiosas…) se
El alcalde visita las chabolas (1981) empiezan a organizar. Y lo hacen en base a distintas
áreas de trabajo que se materializan en compromisos
concretos de actuación:
ción de cuartos adosados con cocina común, mucho
menos que lo que hoy se denomina infravivienda—, y • En ámbitos educativos y culturales: formación de
que se consiguió eliminar definitivamente en todo el teleclub, de grupos de teatro, de escuelas para
municipio a principios de los noventa. adultos, comisiones de fiestas…
Aparece en la misma época —años sesenta— el • En ámbitos sociales: lucha por las condiciones de
desarrollo de la industria turística —turismo intensivo—. una vivienda digna, de centros de salud…
Además de atraer nuevos trabajadores de otros lugares • En el ámbito sindical: fueron de mucha importancia
era una salida anhelada para ese trabajo agrícola que las luchas sindicales por unas condiciones dignas de
rozaba la esclavitud. Muchos hombres y mujeres van a trabajo…
trabajar a la hostelería, servicios, construcción… • Y en el ámbito político: para poder cambiar las condi-
ciones de vida de la población había que estar donde
se tomaban las decisiones. Y se empiezan a organi-
CÓMO HACER FRENTE A ESA REALIDAD zar para entrar a formar parte en los gobiernos de las
instituciones.
Se pueden distinguir varias maneras de reaccionar, Un eje que atravesaba todos esos ámbitos lo consti-
sabiendo que la realidad es mucho más compleja que tuyeron en ese momento las Asociaciones de Vecinos.
este análisis expositivo: Todas esas preocupaciones eran problemas de todos y
se manifestaban en las incipientes Asociaciones. Esto
• Hay quienes simplemente la aceptan. Sin grandes no sólo sucedió en Santa Lucía; las AA.VV. alimentaron
aspiraciones individuales, ni planteamientos colecti- la militancia política de muchas organizaciones políticas
vos, intentan sobrevivir. de este país durante la transición española.
• Hay quienes buscan una salida individual, más o
menos acertada: unos optan por irse fuera y emigran;
otros buscan los resquicios del sistema y se colocan: EL SALTO A LA POLÍTICA INSTITUCIONAL
hay quienes compraron tierras, hay quienes se hicie-
ron con locales o contratos en el sur —turismo—, y 1979. Toda esta realidad atraviesa los años setenta,
hay quienes se convirtieron en millonarios a raíz de primero con los estertores del franquismo y luego con la
aquellas oportunidades en el sector de la hostelería, transición política hasta llegar a 1979, cuando se convo-
del transporte, del comercio… can las primeras elecciones municipales. Los líderes de

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 55
tecas, Ateneo Cultural, Casa de la Cultura, Instituto de
EEMM, nuevos Centros Educativos…), parques públi-
cos, y el trabajo en el campo de la solidaridad (la lucha
por mejorar las condiciones de vida a nivel local no
puede obviar la lucha por mejorar las condiciones de
vida de los países empobrecidos).
En esta etapa se realizan varios actos de calado
político solidario vinculados a Chile, a Cuba y particu-
Asamblea de vecinos en Vecindario (1981) larmente al Sáhara, con quién se realiza el primer
hermanamiento del Estado español con la daira
saharaui de La Güera. Fue recurrida por el gobernador
todo este movimiento vecinal no pasaron desapercibidos civil, del PSOE, y anulado el acuerdo de hermanamien-
para los gobernantes de entonces, que utilizaron diversas to por el gobierno central; todo ello no supone sino una
argucias para incorporarlo en las listas electorales de la mayor dimensión política y se intensifican contactos, se
UCD de entonces. En este caso sin éxito alguno. visitan los campamentos y se realizan los actos previs-
Bajo la fórmula de una «Agrupación de Electores» se tos de hermanamiento. Se participa activamente en la
presentó la candidatura ASAMBLEA DE VECINOS —la campaña por el NO a la OTAN en el referéndum de
misma fórmula que de manera coordinada se presentó 1986, con una significativa respuesta de la población
también en otros municipios canarios—. Se configuró canaria en ese sentido (el «Poema de la maleta» de
por miembros designados por las distintas asambleas Pedro Lezcano, uno de los mayores poetas de Canarias
de cada barrio y fue encabezada por Carmelo Ramírez. del S. XX, quizás sea el mejor testimonio de ese momen-
El programa hacía referencia fundamentalmente a las to histórico).
condiciones básicas de vida de la población: sanea- A nivel político ASAMBLEA CANARIA con otras
mientos, alumbrado, sanidad, enseñanza, cultura… organizaciones de izquierda busca alternativas políticas
Contra todo pronóstico, y tras una intensa campaña más amplias y confluye con Izquierda Nacionalista
ganaron las elecciones: ASAMBLEA DE VECINOS 12, Canaria en AC-INC.
UCD 7, Independientes 2.
Asumen el poder y trabajan denodadamente, con
muy pocos recursos, por resolver los problemas
básicos: saneamientos, alumbrados, aceras y asfaltos,
lucha por el hospital, nuevos colegios, guarderías,
vivienda… Hay un intenso trabajo colectivo de partici-
pación en las AA.VV. El proyecto político va madurando
y conjuntamente con otras organizaciones de otros
municipios se crea un partido político: Asamblea
Canaria. Esto lleva tensiones internas, crisis y algunas
divisiones.

1983. ASAMBLEA CANARIA se presenta a las eleccio-


nes de 1983, tras un duro revés en las elecciones nacio-
nales celebradas un año antes. Pero obtiene el 76% de
los votos, que supone uno de los resultados más
apabullantes: ASAMBLEA CANARIA 19, CP 1 y PSOE 1.
El programa responde todavía a las necesidades de
una población con graves carencias: sanidad, educa-
ción, vivienda… pero se acentúan algunas nuevas
cuestiones como participación ciudadana (se crea el
Consejo Ciudadano), infraestructuras culturales (Biblio-
Campaña Electoral 1983

56 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
tivo). Al tiempo crece la red de entramado social con
otras asociaciones de finalidades más específicas:
APAs, asociaciones de enfermos o familiares, asociacio-
nes deportivas, juveniles, culturales…
Poco después de las elecciones, el ánimo de
confluencia organizativa lleva a crear ICAN (ACN más
otros grupos en los que destaca el sector más amplio de
Izquierda Unida en Canarias). Fue el periodo donde la
organización en Santa Lucía se sintió más cómoda e
ilusionada. Pero duró poco.
El año 1993 se funda Coalición Canaria: un amplio
sector de organizaciones de todo el espectro político
confluyen animados por obtener el poder del gobierno
de Canarias, y tras una moción de censura al PSOE se
Campaña Electoral 1983 entra en una historia de doce años llena de contradic-
ciones, avances y retrocesos. Con Coalición Canaria a
Canarias, económicamente, le ha ido bien; pero esa
riqueza se ha repartido mal, y a unos pocos les ha ido
1987. Con el nombre de AC-INC en las elecciones en bastante mejor que a la mayoría de los canarios. El
1987 se obtiene representación en las distintas institu- bloque más fuerte de CC, ATI, se ha afianzado fuerte-
ciones canarias: Parlamento Canario, Cabildo de Gran mente en el poder, y ahí siguen hasta hoy.
Canaria y varios ayuntamientos. En Santa Lucía se revali-
da la mayoría absoluta: AC-INC 16, PSOE 3, y CDS 2. 1995. En 1995, sin asumir por la organización local el
10 años antes de las famosas campañas por el 0’7, la nuevo nombre de Coalición Canaria y con diferencias
solidaridad ocupa el primer apartado del programa con los nuevos socios —CDS—, se presentan a las
electoral, y se crea un área y un presupuesto específico. elecciones como ICAN. Los excesos de confianza por
Hay un trabajo político por impulsar el municipalismo, los presagios electorales, problemas laborales con la
tanto en la FEMP como en la FECAM, donde Camilo policía local, dobletes en la cabeza de lista… baja el
Sánchez juega un papel muy importante. A nivel local se respaldo en las urnas, pero mantiene la mayoría absolu-
da un empuje a las políticas sociales (desarrollo de ta: ICAN 11, PP 7, PSOE 2, CDS 1.
programas) y culturales, y se empiezan a resolver
problemas crónicos como el del agua con la creación de
la Mancomunidad del Sureste (www.surestegc.com).

1991. Con la fusión definitiva de AC-INC en las siglas


ACN, en la elecciones de 1991, se incrementa el
porcentajes de votos, aunque se obtiene el mismo
número de concejales: ACN 16, PSOE 2, CDS 2 y PP 1.
En este tiempo el trabajo municipal sigue incidiendo
en las mejoras sociales (programas de atención a
menores, drogodependencias…) en proyectos amplios
de viviendas de autoconstrucción, en ampliación de
servicios municipales, en infraestructuras deportivas
(campo de césped, Centro de Windsurfing, Estadio de
atletismo), culturales,…
La participación en las AA.VV. se vuelve cada vez Presentación de ACN en la prensa. (1991)
más compleja (hay menos elementos aglutinadores que (Camilo, Antonio Guedes, Carmelo Ramírez y José Suarez)
reivindicar, y cuesta encontrar sentido al trabajo asocia-

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 57
Avenida de Canarias y Parque del Cruce (con la Asociación de vecinos al fondo) en la época actual

Forzado por la estrategia de CC, Carmelo Ramírez — adentro. Vecindario se abre hacia la autopista; nuevos
después de 16 años— renuncia a la alcaldía y pasa al accesos, centro de Investigación tecnológica, amplia-
Cabildo donde ejerce de vicepresidente, donde hace ción de la potabilizadora, más campos de césped artifi-
una buena gestión (Plan de Cooperación Institucional cial…
con los municipios, Políticas de solidaridad…). Camilo
Sánchez es designado nuevo alcalde. 1999. Camilo —a pesar de un cáncer detectado un par
Camilo, con fama de duro y poco sociable, particu- de años antes— encabeza la lista electoral, esta vez con
larmente para quienes no le habían tratado personal- el nombre de CC, y vuelve a conseguir una amplia
mente, resulta un alcalde sorprendente para la mayoría mayoría: con casi un 65% de los votos se obtienen 16
de los ciudadanos y para los mismos trabajadores concejales, PP 3, PSOE 1 y UP 1.
municipales. Se da un cambio importante en la imagen La nueva imagen de Santa Lucía se potencia: lanza-
municipal: se incrementan las políticas sociales y cultu- miento del PGOU, nuevas Oficinas Municipales, centros
rales, pero al tiempo se cambia el rumbo en la relación comerciales, los mejores cines de la isla, grandes
con los comerciantes, con los inversores, se inician parques infantiles…
amplias campañas de embellecimiento… En diciembre del 2000 fallece Camilo. El tiempo de la
«Por una ciudad bonita»: la imagen de Vecindario enfermedad fue complicado y su muerte, aunque
empieza a cambiar; no solo hacia fuera, también hacia esperada fue un golpe muy fuerte. Camilo no aceptaba
la muerte —aceptar la muerte era de alguna manera
renunciar a los compromisos que había asumido—.
Silverio Matos, que desde el 87 era concejal de Servi-
cios Sociales asume la alcaldía. Al inicio de esta nueva
etapa arrecia el problema de la inmigración.
El crecimiento que Santa Lucía experimenta hace
explotar el fenómeno de la inmigración que se había
iniciado unos años antes. Carmelo Ramírez, que sigue
muy vinculado a Santa Lucía y es vicepresidente del
Cabildo, es objeto de una sistemática y calculada
campaña haciéndolo responsable de la inmigración y
sus consecuencias. Es una campaña irracional, que
vincula inmigración y solidaridad, pero muy eficaz políti-
ca y electoralmente.
Esta campaña contra Carmelo afecta, lógicamente, a
toda la organización, y empiezan a aparecer voces
interiores de disconformidad y críticas con los plantea-
mientos de solidaridad.

2003. Con diferencias importantes con Coalición


Silverio Matos, el alcalde, en las movilizaciones vecinales contra la guerra (2003) Canaria se llega a las elecciones de 2003. Con muy

58 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
buenas previsiones, con una campaña muy agresiva del
Polideportivo (imagen actual)
PP centrada en el tema de la inmigración, se vuelve a
mantener la mayoría: CC 11, PP 6, PSOE 3 y UP 1.
Tras el «varapalo» electoral se centraron algunos to, la gestión eficaz (que es cada vez más un compo-
temas en los que incidir prioritariamente: afrontar la nente de la honradez), el empleo, la vivienda, la partici-
inmigración; acabar cuanto antes con la forma de hacer pación real de los ciudadanos en la política… Al final
política de Coalición Canaria, incidir en nuevas formas todos los problemas de los ciudadanos terminan siendo
de participación, sin olvidar la eficacia de la gestión problemas municipales porque como decía José Ángel
municipal. Cuerda —alcalde referente del municipalismo— «donde
acaban las competencias de los alcaldes empiezan sus
incumbencias».
Hasta aquí, consciente de que se ha ido mezclando
en el relato la acción de una organización política local,
con la tarea de gestión de un gobierno municipal, llega
esta historia. Sin duda es única. Sería muy distinta, y se
podrían hacer valiosas aportaciones en otras historias
de acción política hechas desde fuera del gobierno;
quizás tengan más mérito personal. Pero lo más proba-
ble es que no hayan podido cambiar las condiciones de
vida de la población. Pasar de la acción testimonial a la
acción de gobierno, a pesar de las contradicciones, a
pesar de tener que mancharse, como decía Mounier, es
un riesgo que merece la pena correr. ❏

Fiesta del Día del Vecino (2005)

Se rompe con Coalición Canaria, y se participa


activamente en la creación de Nueva Canarias —NC—,
con las crisis que todos estos movimientos suponen.

2007. A pesar de un trabajo duro, en ocasiones espec-


tacular, se llega a las elecciones con malas perspecti-
vas. Eso lleva a realizar una campaña electoral intensísi-
ma, en la que se cuenta con un equipo colaborador de
más de cuatrocientas personas. Nueva Canarias, contra
todo pronóstico, saca 17 concejales de 25; 5 PP, 2
PSOE y Fortaleza 1.
A este triunfo les aupó, sin duda, la historia. La
trayectoria desde el 79 es un aval de confianza y de
honradez. Son creíbles, y mayoritariamente los vecinos
apostaron por no correr riesgos de pactos extraños que
habían traído la corrupción a ayuntamientos vecinos.
Este triunfo es ahora una carga de responsabilidad,
porque supone no decepcionar a quienes les han
legado su confianza. Existen retos serios: el crecimien- Centro de atención a los enfermos de Alzheimer (imagen actual)

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 59
EMMANUEL ANDRÉ A. DEVAUX, profesor Emérito de Filosofía en la
Universidad de La Sorbonne (París IV), ha tenido la gentile-

MOUNIER, za de ofrecer a los lectores de Acontecimiento este texto


sobre Emmanuel Mounier, escrito poco después de la
muerte del filósofo, cuando el autor de estas letras era un

HOMBRE DE FE, joven profesor de filosofía en un instituto de Rouen, en la


década de los cincuenta.
Los más de cincuenta años transcurridos desde la redac-
DE PENSAMIENTO ción de este texto, lejos de sustraerle actualidad, le confie-
ren una viveza que los lectores encontrarán, seguramente,
preciosa, en este presente nuestro. Nuestro más cordial y
Y DE ACCIÓN amistoso agradecimiento para André Devaux.

N. de R. Texto traducido por Carmen Herrando

❏ ANDRÉ A. DEVAUX
Profesor Emérito de Filosofía de la Universidad
de la Sorbonne (París IV)

E
n este mundo difícil, precario y peligroso en el que hermosa y entregada por entero, se fue desplegando
nos ha tocado vivir, frente al creciente divorcio bajo el signo de este pensamiento de Pascal: «los
entre sabiduría y poder, un testimonio humano acontecimientos son maestros que Dios nos da con su
como el de Emmanuel Mounier refuerza, por su natural, propia mano». Y es que Mounier puso su vida, de una
el ánimo y reaviva la esperanza. Mounier ha emitido el vez para siempre, en las manos de Dios. Dócil a las más
diagnóstico más lúcido sobre nuestro siglo, al mostrar rudas exigencias de una vocación entendida como
que «el hombre del siglo XX se siente perdido, en los dos llamada directa de Dios, Mounier luchó sin tregua
sentidos de la palabra, en un universo que, a sus ojos, contra las tentaciones de su temperamento, que lo
deviene cada vez más aplastante, y al mismo tiempo, conducían, como reconoce él mismo, «hacia la vida
cada vez más insignificante». Este sentimiento se eremítica, la meditación y la vida privada». Y quiso estar
presenta como el efecto de una crisis de las creencias, «condenado al trabajo impuro y ruidoso» de un director
que es, a su vez, resultado del «hundimiento masivo y de revista, porque tenía la certeza interior de que ahí
casi contemporáneo de las dos grandes religiones del estaba el servicio que Dios esperaba de él. En unas
mundo moderno: el cristianismo y el racionalismo». Pero emocionantes notas íntimas dirigidas a Dios, confiesa:
para un hombre como Mounier no podía bastar con «mi decisión es el cumplimiento de lo que, a pesar mío,
discernir el mal y detallar sus causas, ya que la sabidu- y a veces por medio de pequeños gestos míos, Tú
ría a la que este filósofo nos convida es una sabiduría obras en mí, desde la mañana de mi primera
encarnada y militante. comunión». El ideal de vida de Mounier era el mismo
Emmanuel Mounier fue, ante todo, un moralista y un que tenía Malebranche: acostumbrarse a leer la mirada
educador, y estaba convencido de que la tarea más de Dios.
urgente era la de «desmitificar los problemas, exorcizar En este camino difícil, y reaccionando contra su incli-
las tonterías del miedo», ya se trate de la técnica, nación natural, ya en su juventud, Mounier tuvo un
pongamos por caso, o de las relaciones humanas. Toda encuentro decisivo, inolvidable, con Charles Péguy. A
la vida de Mounier 1, tan breve y tan plena, una vida Péguy consagró su primer libro, y de la misma manera

1. Emmanuel Mounier nació en Grenoble el 1 de abril de 1905. En 1928 obtuvo la agrégation en filosofía, y en 1932 fundó la revista Esprit. Murió el 22 de
marzo de 1950, consumido en el servicio a los demás. Fue profesor de filosofía en Neuilly, entre 1929 y 1930.
Sus obras se han reeditado recientemente, en bellos volúmenes encuadernados en tela azul, en las editions du Seuil; L’affrontement chrétien (El afron-
tamiento cristiano) acaba de aparecer en edición de bolsillo en la colección Livre de vie; Lucien Guissard ha consagrado un hermoso librito al funda-
dor del Personalismo, en la colección Classiques du XX siècle, en las Éditions Universitaires.
Gracias a Mme. Mounier y a Paul Fraisse, se ha fundado la Association des Amis d’E. Mounier, que publica un Boletín, y cada tres años otorga un pre-
mio para recompensar estudios consagrados a Mounier, tanto en Francia como en el extranjero, y concede una beca a estudiantes que emprenden
trabajos de este género. En la sede de esta Asociación, en Chatenay-Malabry, hay una biblioteca que pretende reunir los trabajos inéditos del filósofo,
así como artículos de prensa relacionados con su obra y con su tiempo.

60 ANÁLISIS ACONTECIMIENTO85✦2007
que Péguy creó los Cahiers de la Quinzaine para ilustrar mo es la filosofía más tradicional que existe, la que,
y defender los valores de la caridad, la verdad y la liber- proviniendo de Sócrates, impregnada por el cristianis-
tad, Emmanuel Mounier lanzaría, en 1932, Esprit, «revis- mo y orientada por el kantismo, constituye el eje central
ta internacional de inspiración personalista y comunita- del pensamiento occidental. A esta filosofía que es el
ria», para combatir todas las formas del «desorden espiritualismo en toda su fuerza y perpetua juventud,
establecido», y de manera particular la inaceptable Mounier, sencillamente, le confirió un grosor inédito
confusión entre espiritualismo y conservadurismo políti- hasta entonces, al oponer personalismo a individualis-
co y social, renunciando también él a la comodidad de mo —avidez de poseer— y a colectivismo —negación
una apacible carrera universitaria. Mounier se impuso a de la interioridad subjetiva—, como nadie lo había
sí mismo la tarea de «infundir lo espiritual más puro en hecho antes que él.
la política más combativa»2, haciendo de su revista un A los ojos de Mounier, la persona toda entera es
instrumento de investigación y colaboración intelectua- entregada y construida. Es (y está) entregada, como
les, pero también, sin que en esto hubiese fisuras, un estructura ontológica que es, como valor trascendente
medio de acción destinado a contar en la evolución de en el que cada sujeto humano está llamado a participar
las costumbres y las instituciones, con vistas a asegurar de manera original, realizando su propia vocación. La
un verdadero «re-nacimiento» cristiano y francés. Rebel- persona es «lo sagrado» de que hablaba Simone Weil al
de ante los escándalos de la injusticia, y todavía más proclamar que no hay persona si no es en relación con
ante el supremo escándalo que es la traición de los un impersonal que la trasciende. Mounier definía a la
valores espirituales por parte de quienes se proclaman persona, de manera explícita, como supra-consciente y
heraldos de esos mismos valores, al tiempo que los utili- supra-temporal 3. Desde este ángulo, la persona es
zan como detestable coartada en favor de sus privile- percibida como «una presencia en mí», como «un princi-
gios y de sus propios intereses, Mounier se comprome- pio espiritual de unidad». La persona está más allá de la
tió resueltamente a luchar por una comprensión cada personalidad, pues ésta no es más que obra mía. Pero
vez más intensa de las cosas y de los seres, al mismo la persona también es (y está) construida, querida,
tiempo que por la transformación de las estructuras conquistada, en el curso y al precio de una lucha dramá-
jurídicas, políticas, económicas y sociales, para que a tica contra toda forma de despersonalización y de
todo hombre se le pueda ofrecer una vida auténtica- alienación. Poder de ruptura tanto como de adhesión, la
mente humana, y no una «vida de perro». Cristiano de persona es en nosotros esta llamada que nos despierta
temple excepcionalmente vigoroso, Mounier es de los de todos los sueños del dogmatismo y del fanatismo. La
que piensan que mirar al cielo no significa, en modo persona se prueba en la tensión entre subjetividad y
alguno, desviarse de la tierra: entre humanismo y cristia- objetividad, por un poder de afrontamiento de lo real
nismo, existe un acuerdo fundamental. Y catolicismo no cósmico y humano. El personalismo hace del hombre la
es sino universalidad. razón de ser de todas las realidades infrapersonales, y,
Los temas de la persona, la libertad y el diálogo están si es cristiano, como sucede eminentemente en el caso
en el corazón de la doctrina de Mounier, y hacen de ésta de Mounier, ve en la humanización «un movimiento
un alimento vivificante para los hombres y las mujeres hacia un trans-personal», hacia la Persona Absoluta:
de hoy. Dios.

I. El nombre de Mounier ya no se puede separar del de II. Este movimiento ascensional no tendría sentido si las
personalismo. Sin embargo, Mounier no aceptaría que personas singulares no fuesen libres y creadoras,
se le encasillase como «jefe de sección del personalis- capaces, por lo tanto, de introducir en las estructuras
mo». Era consciente de que él no era el inventor de metafísicas que configuran el estatuto ontológico de la
ninguna filosofía nueva, pues, en el fondo, el personalis- persona «un principio de imprevisibilidad que disloca

2. Esta frase es de un amigo de Mounier, el padre Jules Monchanin.


3. Nota de la traductora: Eugenio d’Ors también se refirió por extenso a este «supra-consciente», y lo ponía en relación directa con el ángel que acom-
paña a cada persona.

ACONTECIMIENTO85✦2007 ANÁLISIS 61
cualquier voluntad de sistematización definitiva». La «respiración» de la libertad está hecha a base de
Mounier ha sido un apóstol de la libertad, convencido una pulsación existencial donde alternan compromiso y
de que «el hombre permanece en la aventura, y su liberación del mismo, indispensables por igual para el
naturaleza es el artificio»; pero, tan enemigo del fatalis- progreso humano. El pensamiento que no actúa y se
mo como del anarquismo, no ocultó las condiciones entretiene con juegos de dudas o diletantismos, traicio-
que limitan la libertad del hombre cuando éste se sitúa na su misión: el compromiso viene a sancionar la refle-
en lo concreto: condiciones superiores, ligadas a la xión, la termina. Pero la acción que no acepta el control
realidad objetiva de valores que imantan la acción del juicio y no practica de vez en cuando un distancia-
humana; condiciones miento crítico, el de la libera-
inferiores, constituidas por ción del compromiso —que
la realidad no menos se prepara para un compro-
acuciante de determinis- miso más lúcido—, es una
mos físicos, fisiológicos, «Pero la acción que no acepta acción indigna del hombre.
psicológicos o sociológi- el control del juicio y no practi- De esta complementariedad
cos, que acorralan la esencial entre compromiso y
existencia humana, sin ca de vez en cuando un distan- liberación del mismo, derivan
obligarla. El realismo perso- otras complementariedades
nalista preserva la idea de
ciamiento crítico, el de la libe- evocadas a menudo por
una libertad real pero relati- ración del compromiso —que Mounier: complementarie-
va, contra la exaltación de dad entre tradición y revolu-
una libertad total y perfec- se prepara para un compromi- ción, entre acción y contem-
tamente abstracta que hace plación, entre educación y
el existencialismo ateo; y
so más lúcido—, es una acción liberación. Porque la libertad
por ese camino concuerda indigna del hombre» siempre se aprende en el
con el marxismo, pero seno de una protesta reitera-
rompe con él para venir a da contra miedos y cobardí-
afirmar la primacía de los as que paralizan, contra la
valores espirituales que gratuidad que esteriliza,
regulan una libertad encarnada. contra el fanatismo que encarcela las conciencias en
Si Mounier, como muestra su Tratado del carácter, es monólogos que resultan, con facilidad, agresivos.
un psicólogo sagaz, todavía es más un ardiente
pedagogo. La tipología caracterológica adquiere para III. El remedio para este fanatismo homicida es la volun-
él, sobre todo, valor negativo: cada sujeto individual se tad de diálogo que Mounier mostró a lo largo de su vida,
asemeja a un tipo caracterológico —al «nervioso», al sin el menor atisbo de claudicación, a pesar de los
«sentimental», al «apasionado», etc. —sólo en la medida riesgos y peligros que conlleva. En sus relaciones con
en que carece de unas u otras disposiciones. Esto es lo los demás, da la impresión de que siempre le inspiró
mismo que afirmar —y muy afortunadamente— que la esta hermosa regla de Péguy: «El verdadero filósofo
persona desborda el «tipo», que éste no la designa más sabe muy bien que no está en absoluto instituido frente
que de manera aproximada. A cada persona correspon- a su adversario, sino a su lado y al de los demás, frente
de orientar sus esfuerzos para lograr un carácter queri- a una realidad siempre más grande y misteriosa».
do, más allá del carácter recibido; Mounier halla acentos Mounier se dibuja muy bien a sí mismo con estas
nietzscheanos para expresar que, «en buena medida, palabras que escribe a su amigo Jacques Lefrancq: «Me
cada cual tiene los acontecimientos que se merece». El gusta la unión entre afecto vivo y tranquila clarividen-
hombre no puede contentarse con el reposo en el «bien- cia», y esta unión poco habitual, este sereno equilibrio,
ser» (bien-être): aspira a «más-ser» (plus-être). son los que permiten el auténtico diálogo, el cual

4. J. Lacroix, Histoire et mystère, Casterman, 1962, p. 95.

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—como recientemente subrayaba Jean Lacroix— «no mejor equipada, en definitiva, para responder victoriosa-
elimina la lucha, pero le confiere otro sentido»4. Dialogar, mente a los retos del tiempo presente.
decía también Mounier en el último artículo que escribió A los teóricos ruidosos del nihilismo y del absurdo
para su revista (el número de marzo de 1950), es filosófico, dominados por un delirio de negación que no
«comunicar en y por el debate, recibir y dar, ajustarse, al es sino «crispación por el desconcierto y rabia por la
mismo tiempo que rectificar». Dialogar es preferir el impotencia», opuso Mounier, con tranquilidad, la
intercambio de palabras al intercambio de golpes, y esperanza cristiana, tal como Péguy la había cantado. Y
devolver a las palabras su pureza expresiva para hacer subrayó, con Teilhard de Chardin, que «la esperanza del
de ellas mediadoras y no provocadoras de litigios, tan más allá despierta de inmediato la voluntad de organizar
estigmatizados éstos por Saint-Exupéry. lo de aquí», al tiempo que recordaba con vigor que el
El esfuerzo de Mounier por un diálogo leal con el espíritu apocalíptico cristiano, lejos de temer el fin de los
adversario lo ejerció de manera particular con los tiempos, ve en este acabamiento temporal la ocasión
marxistas. Emmanuel Mounier siempre quiso «dirigirse, para el cumplimiento de lo humano, el paso a lo «trans-
con disposición fraterna, a los comunistas», sin humano». El sentido cristiano, según Mounier,
dejar de combatir, a cara descubierta, el lleva a un optimismo trágico: optimismo,
ateísmo y el materialismo marxistas, porque la palabra de Cristo es, en verdad,
partiendo de esta sencilla constatación: salvadora, pero trágico debido a que la
que en un mundo sometido a una quietud absoluta y la armonía perfecta no
extraordinaria aceleración científico- son de este mundo. El cristiano es un ser
técnica, la revolución no se puede lograr que está de paso, abocado a una esencial
«sin que la clase obrera sea la punta inquietud, pero también es un ser llamado
perforadora»; es esta misma clase obrera a encontrar su propia alegría en esta
la que hoy está mayoritariamente de misma inseguridad. Por este optimismo
acuerdo con el marxismo. Mounier alber- trágico, válido tanto para los individuos
gaba la esperanza de que surgiera un como para las naciones, si es cierto que
compañero (partenaire) en el partidario la historia del mundo traza una prodigio-
(partisan), y esta lección de hacer la sa «convergencia de todas las nacio-
síntesis entre la intransigencia de la nes, a través de sus mismos errores,
doctrina y la disponibilidad del corazón hacia un gran designio misterioso que
nos parece más oportuna que nunca. Si las atraviesa y empuja», pero sin
Mounier estimaba que la más elevada olvidar la permanente amenaza de la
tarea del hombre era la de conciliar y reconciliar, no conspiración de fuerzas demoníacas, Mounier pensaba
ignoraba que «una mano tendida y una mirada abierta que había que excluir tanto el «profetismo moroso como
requieren un hombre en pie». Mounier fue un «hombre el buen humor de sacristía». Porque la esperanza
en pie» que trabajó sin descanso «por la vida contra la cristiana es voluntad lúcida.
instalación, por la actitud vigilante contra los conformis-
mos, por la creación contra la repetición». La fuente de esta esperanza indefectible de Mounier
era una fe total en la presencia de Cristo en el corazón
Emmanuel Mounier quiso dialogar con los tres del mundo y en el corazón del hombre, una fe colmada
grandes exegetas de la cultura moderna: Nietzsche, de sana infancia espiritual, pero sometida también a la
Marx y Freud, tan sensible como era a las mutaciones de prueba, tal vez a la más cruel de todas: la prueba de la
la mentalidad contemporánea. Y lo hizo en nombre de un paternidad crucificada. La hija mayor de Emmanuel y de
cristianismo renovado, expuesto a los cuatro vientos, un Paulette se vio condenada a una «misteriosa noche del
cristianismo «de afrontamiento». Estaba convencido del espíritu» por culpa de una encefalitis que contrajo a los
carácter juvenil del cristianismo, del futuro que tenía por pocos meses de nacer y contra la que no pudo hacerse
delante, y distinguía claramente entre la idea «constanti- nada. Ante «esta carita distraída e incapaz de conocer»,
niana» de cristiandad, esclerosada, y un cristianismo ante «su hermosa mirada, abierta de la mañana a la
vivo, espiritual y misionero, en el que veía la doctrina noche a Dios sabe qué misterio», Mounier conoció el

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más áspero de los sufrimientos, al tiempo que vivía la de vivir bajo la mirada de Dios. Su filosofía del afronta-
más desconcertante experiencia de transfiguración. En miento espiritual nos ofrecía los medios más inteligentes
1940, hacía esta confidencia a su amigo Paul Fraisse: y eficaces para salir al encuentro de Marx, de Nietzsche
«algo nuevo, una ternura inmensa hacia una niña herida o de Freud, sin miedo y sin orgullo.
cuya imagen escondida sería nuestra más hermosa Era el tiempo en que el existencialismo nos interpela-
espera humana en un más allá del tiempo, aflora dulce- ba con toda su joven fuerza. Y Mounier nos invitaba a
mente en mí». buscar sus verdaderas raíces en el humus cristiano: en
Desde aquel momento, la meditación acerca de lo San Agustín, en Pascal, en Kierkegaard. Nos proponía
que Simone Weil llamaba «desgracia», confiriendo a superar las posturas sartrianas a través de un persona-
este término la plenitud de su terrible significado, no lismo más respetuoso con la totalidad de la realidad
dejaría de ahondarse y elevarse en Emmanuel Mounier, humana. Por este mismo movimiento, nos enseñaba a
hasta alcanzar este grado de entrega en el que puede subordinar lo político a lo que de más fundamental
decir: «¿Quién sabe si lo que se nos está pidiendo no es existe en el hombre.
guardar y adorar una hostia entre nosotros para no ¿Podíamos pedir mejor maestro para nuestros
olvidarnos de la presencia divina escondida en una alumnos deseosos de ajustar la teoría y la práctica?
pobre materia ciega? Misterio, pero que sólo puede Bergson elaboró la teoría de la duración, y Mounier nos
serlo de bondad, hay que osar decir: una gracia dijo de manera concreta cómo había que redimir el
demasiado pesada. Una hostia viva entre nosotros, tiempo viéndoselas de frente con los acontecimientos.
muda como la Hostia, radiante como ella». Estas Gabriel Marcel oponía el misterio del ser a las tenta-
palabras arrojadas a un diario no podemos leerlas sin ciones del tener, y Mounier nos indicaba el camino
estremecernos. Nos dicen de qué profundidad sobrena- práctico para una desalienación real. René Le Senne
tural se alimentaban el alma, el pensamiento y la acción, elaboró una caracterología, y Mounier escribió en sus
ésta igualmente generosa, de Mounier. Nos revelan de prisiones un Tratado del carácter. De manera que cada
qué fe intacta surgía el extraordinario resplandor de este mirada hacia Mounier viene a revelarnos qué es la
hombre ejemplar. Y nos confirman que dicho resplandor filosofía en acto, mucho más allá del discurso y de los
no ha terminado de conmover a muchos espíritus y discursos.
corazones jóvenes, abiertos al mundo, ardientes en el Mounier muestra también, hasta en la más insignifi-
vivir y resueltos a amar. cante de sus páginas, que el arte de pensar y el arte de
escribir pueden unirse. No sólo fue el ejemplo vivo de un
filósofo con estilo, sino que también nos enseñó a leer a
POST-SCRIPTUM Camus, Malraux o Bernanos, con la profundidad que
estos autores requieren. Creador, por todo el impulso
Para los jóvenes cristianos que cumplieron veinte años que le confería su ser entregado, supo hacerse leal
en 1940, Mounier aparece, al terminar la guerra, frente a intérprete y leal crítico.
un mundo por reconstruir, como el guía más seguro y el Sin habernos encontrado con él fuera de sus libros o
más fraterno. Igual que Bergson «engendró» a Péguy, de su revista [Esprit], tenemos el presentimiento de vivir
Péguy «engendró» para nosotros a este pensador en su amistad, en comunión de espíritu y de alma. Y me
militante, contemplativo activo, escritor comprometido, acordaré siempre del doloroso estupor que se apoderó
que vino a recordarnos que la verdad ha de buscarse en de mis alumnos del liceo de Rouen y de mí mismo
la tensión dialéctica de los contrarios: tradición y revolu- aquella triste mañana de 1950, cuando nos sorprendió
ción, fidelidad y apertura, lucidez y generosidad, perso- la noticia de la muerte de nuestro compañero de
na y comunidad, recogimiento y diálogo. Mounier nos camino. De repente, hizo más frío en el aula, como lo
ha curado para siempre de cualquier fanatismo. hizo en toda Francia. Al menos, habíamos tenido la rara
Por entonces ya se dejaban oír los turiferarios de los suerte de conocer y de querer juntos a uno de esos
maestros de la sospecha. Mounier les opuso las certe- seres fuertes y puros que nos permiten atisbar lo que
zas humildes que nacen de la experiencia de una vida sería un mundo que se decidiera, por fin, a encarnar el
difícil: las del amor, las del sufrimiento, las de la alegría cristianismo. ❏

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