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INICIO DEL CONSUMO DE ALCOHOL EN LOS ESTUDIANTES

ADOLESCENTES DE 1° A 5° DE SECUNDARIA EN LA REGIÓN DE LAMBAYEQUE

CAPÍTULO I

CONSTRUCCIÓN DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

1.1. Problematización del fenómeno de investigación

HAYQ UE AGREGAR LA PROBLMÁTICA DE ACUERDO A NUESTRO

CONTEXTO, LUEGO LOS DATOS ESTADÍSTICOS DEL MINSA YA LUEGO

VA LO DE ABAJO.

El problema de esta investigación es determinar la frecuencia con que los

estudiantes adolescentes del nivel secundario beben alcohol. Pretende conocer los

índices con que los adolescentes tienen contacto con el alcohol y en qué edad

aproximadamente inician esta conducta.

El alcohol es consumido mayormente por cultura popular y por costumbres

sociales, por lo que esta conducta está normalizada. Sin embargo, es preciso definir lo

que es y qué implicaciones o efectos provoca en el organismo de la persona que lo

consume.

En muchas naciones está prohibido el consumo de alcohol en menores de edad,

pero cada vez el inicio en esta conducta se da en adolescentes mucho más jóvenes. En el

Perú, la ley 28681 prohíbe la venta de alcohol en menores de edad, lo que supondría una

restricción al consumo de alcohol en menores de edad, pero como se ve en la realidad,

la edad promedio al inicio de esta conducta empieza cada vez más temprano.
El que los adolescentes consuman alcohol tiene un origen multifactorial, pero

que tiene un gran impacto social, y en la caso de los adolescentes además connotaciones

educativas, exigiendo un análisis minucioso desde diferentes perspectivas.

1.2. Diseño de investigación (YA ESTÁ MODIFICADO)

1.2.1. Objetivos de investigación

Objetivo General:

Determinar a qué edad empieza el consumo de alcohol en estudiantes

adolescentes de 1° a 5° de secundaria.

Objetivos Específicos:

 Determinar con qué frecuencia los estudiantes adolescentes

consumen alcohol.

 Qué efectos produce el consumo de alcohol a temprana edad.

1.2.2. Pregunta e hipótesis

La pregunta de investigación:

¿A qué edad consumen alcohol los estudiantes adolescentes de 1° a

5° de secundaria de la región de Lambayeque?

La hipótesis de investigación:

 El consumo de alcohol en nuestro medio en la Región de

Lambayeque empieza en los primeros grados de la educación

secundaria.

 La presión social Influye para que los adolescentes consuman

alcohol, e incluso otras prácticas con drogas ilegales.

 La estructura familiar influye en el consumo de alcohol.


CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1. Consumo de alcohol

Según la OMS, el consumo de bebidas alcohólicas en las reuniones sociales es frecuente

en muchos lugares del mundo, pero puede tener consecuencias sanitarias y sociales negativas

relacionadas con sus propiedades tóxicas y la dependencia que puede producir.

Además de las enfermedades crónicas que pueden contraer quienes beben grandes

cantidades de alcohol a lo largo de varios años, el consumo de alcohol también se asocia a un

aumento del riesgo de padecer afecciones agudas, tales como las lesiones, y en particular las

provocadas por accidentes de tránsito.

2.2. Bebidas alcohólicas

El alcohol se ha consumido por el humano desde épocas ancestrales, pero es

preciso definir qué es y qué implicaciones o efectos provoca en el organismo de la

persona que lo consume. En este primer apartado se conocerá la acción del alcohol en el

organismo una vez que se ingiere. Antes es necesario aclarar que los efectos del alcohol

en el organismo dependen de una serie de factores individuales y del medio ambiente, así

como de qué y cuánto se beba. La absorción del alcohol, o etanol, ocurre cuando, al entrar

la bebida al organismo por la boca y pasar al esófago, llega al estómago donde es diluido

por los jugos gástricos. La velocidad con la que el alcohol pasa del estómago al intestino

para mezclarse con la corriente sanguínea y producir sus efectos, está determinada por el

tipo de bebida y la cantidad de alcohol que ésta contenga (a mayor concentración de

alcohol, más rápida absorción). También va a influir la rapidez con la que se beba (a
mayor rapidez, más rápido se absorbe). Igualmente es importante la presencia de

alimentos en el estómago (la presencia de alimentos retrasa la absorción del alcohol). De

la misma forma, se ha encontrado que el peso corporal y el sexo influyen, ya que las

mujeres y las personas delgadas absorben el alcohol más rápidamente. Además, el estado

anímico, emocional y de salud en general va a influir, ya que el cansancio, la depresión y

la mala salud potencian la rapidez de la absorción. (CECA Q, 2002b). Comúnmente, se

suele considerar al alcohol como un estimulante, como una bebida que despierta y activa

a la persona, pero en realidad el alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central

(SNC). El alcohol llega al SNC a través de la sangre y los efectos comienzan a

manifestarse casi de inmediato, tanto los subjetivos (la forma en que el bebedor siente

que cambia su estado de ánimo y su percepción de las cosas), como los objetivos (la

conducta que exhibe). Cabe mencionar que en pequeñas cantidades las bebidas con

alcohol parece que estimulan, porque inhiben funciones cerebrales que se relacionan con

el aprendizaje, el juicio y el control. Provoca desorganización e interrupción en el

pensamiento y en la actividad motriz. Esa desinhibición inicial y la euforia que puede

presentarse con pocas cantidades, han hecho creer equivocadamente que las bebidas son

estimulantes (CECA Q, 2002b). Cuanto más alcohol se beba en poco tiempo, mayor será

su concentración en la sangre; por lo tanto, el cerebro recibe más alcohol y se

experimentan diversos cambios que pueden conducir a la embriaguez o intoxicación. La

cantidad de alcohol que transporta la sangre se conoce como nivel o concentración de

alcohol en la sangre (CAS), que se mide como cantidad de miligramos de etanol

contenida en mililitros de sangre; esto puede hacerse con muestras de aliento, de sangre o

de orina. Existe una estrecha relación entre la CAS y los cambios en las funciones del
SNC, y por lo tanto, en la conducta (CECA Q, 2002b). El etanol altera fundamentalmente

el sistema nervioso central (SNC) al modificar la “fluidez” biometabólica de las

membranas neuronales. Lo más significativo es que las membranas modifican su

permeabilidad en el sentido de alterar la “fluidez” y transformarse en más “rígidas”,

adquiriendo por lo tanto una nueva permeabilidad. Esta nueva situación que significa un

cambio en la composición lipídica de la membrana altera la actividad bioquímica

neuronal y, en consecuencia, la actividad de la sinapsis. Las membranas neuronales

sometidas de forma continua al consumo de alcohol no sólo son menos permeables, sino

que modifican su funcionalidad, incluso después de dejar este hábito no recuperan su

estado anterior (Martínez, 2002). Es importante enfatizar que el consumo de alcohol

acarrea consecuencias adversas, en un amplio rango de áreas del individuo. Estas

consecuencias van desde físicas, familiares y sociales. Hasta llegar al punto de poder

afirmar que virtualmente ninguna parte del organismo está libre de los efectos del

consumo excesivo de alcohol. Solo por mencionar algunos de los efectos, está el daño al

hígado, concretamente el hígado graso, hepatitis alcohólica y cirrosis.

2.3. Teorías psicológicas

Entre éstas podemos destacar las siguientes:

- Personalidad: actualmente ya no se aceptan las asunciones más psicoanalíticas

que asociaban el alcoholismo con conflictos infantiles, ni se admite la idea de que exista

un tipo de personalidad concreto asociada a los sujetos alcohólicos. Lo que sí se apoya es

la idea de que ciertas características de personalidad están relacionadas a un riesgo mayor

de alcoholismo: baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, impulsividad,


hiperactividad, depresión, búsqueda de sensaciones, gusto por el riego, inseguridad y baja

competencia personal (MSC, 1996; Secades, 2001).

- Formulaciones desde las teorías de aprendizaje: según Secades (2001), la

adquisición y mantenimiento del hábito de beber alcohol se regiría por las mismas leyes

que otras conductas. Desde el condicionamiento operante, la probabilidad de ocurrencia

de una conducta (beber alcohol) está determinada por sus consecuencias (ser aceptado por

el grupo de iguales, emborracharse, disminuir momentáneamente la tristeza, etc.). El

consumo de alcohol también reforzaría negativamente al sujeto, debido a que reduce o

elimina el estado físico y/o afectivo negativo provocado por la ausencia de éste. Desde la

teoría del aprendizaje social de Bandura y aplicada al alcohol por Nathan et al. (1970) se

explica la adquisición y mantenimiento del alcoholismo por modelado (imitación),

refuerzo social y anticipación de los efectos. Hay que tener en cuenta además, la gran

importancia que adquieren los factores cognitivos (pensamientos, creencias, expectativas,

ec.) ya que mediatizan el impacto que los eventos antecedentes y consecuentes tienen

sobre cada sujeto particular. Todos estos mecanismos de aprendizaje no serían

mutuamente excluyentes sino que coexistirían en los problemas de alcohol (Secades,

2001).

- Teoría de la reducción del estrés: las investigaciones en este marco presentan

resultados contradictorios. Unos estudios encuentran un aumento de emociones positivas

y otros de las negativas. Esto puede explicarse porque sobre los estados emocionales

están influyendo muchos elementos simultáneamente: dosis, tiempo transcurrido desde la

ingesta de alcohol, expectativas sobre efectos, estado de ánimo antes del consumo, etc.

(Secades, 2001).
- Trabajos sobre inmadurez cognitiva, de Elkind (1967): este autor fue el

primero en hablar de egocentrismo adolescente y de la fábula personal. Según Arnett

(1992) la fábula personal limitaría el uso de un razonamiento probabilístico que le

llevaría a un cálculo erróneo de los riesgos.

2.4. Factores sociales que influyen en el consumo de alcohol

a) Macrosituacionales: son los condicionantes geográficos, legales, económicos y sociales

y culturales. Entre ellos podemos destacar: actitudes sociales favorables al consumo, necesidades

agudas de ajuste (la desadaptación social facilita la huida de la realidad y búsqueda de estados

gratificantes inmediatos) y tensiones internas creadas por la sociedad (conducta de beber para

disminuir la tensión), insatisfacción o frustración causada por la carencia o insuficiencia de otras

formas de gratificación, etc. (Secades, 2001).

b) Microsituacionales: son las condiciones ambientales y psicosociales cercanas al

consumo. Haría referencia a todos los aspectos favorecedores del consumo de alcohol que se

puedan dar en los contextos familiares, escolares, de sus iguales y demás entornos cercanos en

los que se desenvuelve directamente el sujeto (Secades, 2001). Teoría biopsicosocial Aplicada al

alcoholismo por Erwing (1980) y Moss y Finney (1983). La principal característica de este

modelo es su carácter multifactorial e integrador. Sugiere que la etiología del consumo de

alcohol y de la posterior adicción se debe a la interacción de numerosos factores constitucionales

(genéticos y biológicos), factores sociales (actitudes, disponibilidad, presión, etc.) y factores

psicológicos (historia de aprendizaje, tolerancia a la frustración, creencias, etc.). Algunos

factores actuarían como protectores y otros aumentarían el riesgo de caer en el alcoholismo. Este

modelo considera que los elementos causantes del inicio a la conducta deben considerarse
independientemente a los que determinan su mantenimiento y desarrollo. El peso de cada factor

varía tanto intra como interindividualmente (Secades, 2001).

2.5. Adolescentes y alcohol: patrón de consumo juvenil

En los países occidentales, el consumo de alcohol está ampliamente extendido y es

aceptado culturalmente, siendo utilizado como vía de comunicación y de relación entre las

personas y como elementos socializadores incluso entre la juventud (Laespada y Salazar, 1999).

De hecho, según el Ministerio de Sanidad y Consumo (MSC en adelante) este consumo se ha

constituido como uno de los problemas más relevantes para la salud pública (MSC, 1996).

Si observamos datos internacionales, veremos que esta situación está ampliamente

generalizada. De hecho, en más de la mitad de los países participantes en el estudio Health

Behaviour in School-Aged Children en 1996 (HBSC en adelante), el consumo anual per cápita

sobrepasaba los 10 litros. Para los adolescentes que viven en estos países, el uso del alcohol se

convertiría en un fenómeno totalmente extendido y normalizado (Currie, Roberts, Morgan,

Smith, Settertobulte, Samdal y Rasmussen, 2004).

Sus características serían:

- Baja edad de inicio al consumo. Varios autores han comprobado además, que ésta cada

vez disminuye más. Un inicio temprano llevaría asociado un mayor riesgo de adicción y un

consumo problemático en edades posteriores. Los efectos a largo plazo, aparecerían antes cuanto

más temprano fuese el inicio del consumo abusivo.

- Aumento del consumo en el tiempo de ocio: fines de semana y festivos. Esto no

significa que se beba menos alcohol por no distribuirlo a lo largo de la semana, sino que se bebe

la misma cantidad o incluso mayor, pero en un menor espacio de tiempo.


- Beben en la calle, en los lugares de encuentro y diversión.

- Mayor consumo de cerveza y licores. Se rompe con la idea más tradicional de la cultura

del vino, pasando a convertirse en un consumo que va adquiriendo poco a poco características

propias y distintas a los estereotipos tradicionales del uso del alcohol.

- Consumo psicotrópico (contrario al alimentario). El alcohol pasa de ser un

acompañamiento de las comidas, a adquirir protagonismo en sí mismo como forma de disfrute.

- Beber como una forma de relajarse y para afrontar diversas circunstancias. - Atribuyen

propiedades psicoactivas a la bebida, buscan el efecto positivo y la diversión.

- Beben en compañía de su grupo de iguales por lo que el consumo puede caracterizarse

como social, es decir, como una forma de estabilizar las relaciones sociales, lograr el

reconocimiento social, ajustarse a las normas ocultas del grupo, aumentar las interacciones y

hacer que se perciban como más populares.

- Ingestión compulsiva y en busca de la embriaguez. Secades (2001) lo refleja muy bien

en estas palabras: la borrachera se convierte en un rito de transición casi obligatorio para los

adolescentes, es unipo de socialización obligatoria del que apenas existen alternativas de

resistencia. Las consecuencias inmediatas que les provoca el alcohol, son más relevantes para los

jóvenes que las consecuencias a medio o largo plazo

- Este patrón incrementa el riesgo de dependencia y alcoholismo clínico.

- Los problemas más característicos, sin embargo, no proceden de la dependencia crónica,

sino que se asocian a las ingestiones esporádicas: intoxicaciones agudas, accidentes de tráfico,

aumento de la agresividad y de las conductas antisociales, problemas con la policía, actividad


sexual de riesgo, aumento de probabilidad de acceder a otras drogas (teoría de la escalada o de la

puerta de Kandel) y una larga lista de efectos, tanto a corto como a largo plazo, que pueden

llegar a producir el consumo de alcohol en la juventud. Daños que en algunos casos son

involuntarios pero que en otros, son provocados de una manera intencionada.

FACTORES DE RIESGO:

A) FACTORES INDIVIDUALES

 Búsqueda de identidad del adolescente: La principal causa individual del

consumo de alcohol es la crisis de identidad reflejada en su ansiedad. Desde el

punto de vista psicológico se considera a la adolescencia como una situación

marginal en la cual ha de realizarse nuevas adaptaciones; aquellas que, dentro de

una sociedad dada, distinguen la conducta infantil del comportamiento adulto, es

decir el adolescente cursa por una etapa de abandonar el cuerpo y la identidad

infantil, a la vez que busca una identidad propia de la adultez.

 Curiosidad: La curiosidad es cualquier comportamiento inquisitivo natural que

engendra la exploración, la investigación, y el aprendizaje. Los adolescentes

pueden acudir al alcohol por curiosidad, por el afán de experimentar, de conocer

aquello de lo que se habla y que tan peligroso parece, siempre quiere llegar más

allá, rebasar la frontera, han oído que embriagarse es divertido y quieren

experimentarlo por sí mismos.


 Baja autoestima: La autoestima está vinculada a la auto eficacia, sentimiento de

ser competente y capaz. Entonces, es más probable que aquella persona que no se

sienta bien consigo misma o capaz de resolver sus problemas caiga en drogas o en

cualquier sustancia que lo deprime o estimule, como es el alcohol.

 Necesidad de ser aceptado en un grupo: por la necesidad de ser aceptado sobre

todo por la sociedad adulta, empieza a buscar la aceptación por amigos que ya

consumen alcohol y no ser marginado por no consumir; quiere identificarse y

compartir las aficiones de un grupo social y quiere que este grupo lo acepte como

miembro.

 Búsqueda de diversión: El adolescente busca en el alcohol la posibilidad de

desinhibirse, perder el autocontrol y estar más seguro, el beber le hace perder la

vergüenza, la timidez.

 Tratar de huir de los problemas: Existen adolescentes que beben para escapar

del estrés, la rutina y que atraviesan una serie de problemas que no saben cómo

sobrellevar y que, en lugar de buscar respuestas y soluciones constructivas frente

a los conflictos presentados, buscan refugiarse en el alcohol.

 Rebeldía contra las prohibiciones: Necesitan distanciarse de la relación de

dependencia que han tenido con sus padres para adentrarse en el mundo adulto y

encontrar su identidad personal lo cual puede incitar al consumo de alcohol como

una forma de romper las reglas.


 Dificultad para tomar decisiones: Si para un adulto es difícil elegir una buena

alternativa, más lo es para un adolescente que está en pleno proceso de

aprendizaje, donde las equivocaciones y pruebas son frecuentes en su desarrollo

hacia la adultez.

B) FACTORES FAMILIARES

 Experiencias infantiles: El consumo de alcohol en la familia es un factor que

influencia de manera negativa en la etapa infantil de una persona. Intervienen la

aceptación o el rechazo de beber alcohol por parte de los padres, quienes se

constituyen en modelos de conducta.

 Mala comunicación: Problemas en la comunicación, en especial escasa o nula

comunicación en el binomio de padres-hijos.

 Falta de afecto: El rechazo o la ausencia de lazos familiares no solo física sino

afectiva y moralmente, en donde el adolescente no tiene una identificación con

sus padres y carece de modelos de identidad, buscando un modelo sustituto.

 Clima familiar conflictivo: la dinámica de la familia también es factor de riesgo

en un menor de edad para beber. Cuando los padres responden bien a las

necesidades de su hijo, este está en mejores condiciones para regular sus

emociones y el comportamiento; por el contrario, los padres que están

deprimidos, antisociales o agresivos con formas de castigo violentos tanto físicos


como psicológicos hacia sus hijos, crean un ambiente familiar donde los

conflictos pueden obstaculizar la capacidad de su hijo para regular y controlar su

propio comportamiento.

 Consumo de alcohol intrafamiliar: El consumo de alcohol dentro de la familia

es siempre referencia para los/as adolescentes y afecta sobre todo en el adelanto

de la edad del consumo por parte de estos. Los jóvenes cuyas familias tienen ya

un historial de abuso de alcohol, están en mayor riesgo que otros para desarrollar

problemas relacionados con el alcohol.

 Falta de autoridad y permisividad: En familias con padres pasivos y madres

imposibilitadas de asumir papeles de autoridad, dejan al adolescente sin guía ni

control del comportamiento, esto también figura como causa predisponente para

el consumo de alcohol.

 Desintegración familiar: Ya sea por divorcio, separaciones, migración, crianza

por abuelos en edades que exigen necesidades de cariño, protección, dependencia

y orientación y que, al contrario, se produce una falta de supervisión de los

jóvenes por parte de los adultos. Las investigaciones más recientes sugieren que

hay menos probabilidades de que los jóvenes beban alcohol si los padres forman

parte de sus vidas.

C) FACTORES SOCIALES

 Amigos bebedores: La presión de los compañeros que consumen puede animar la

experimentación con el uso de alcohol o el simple factor de imitación sin


información verbal, deben ser considerados como factor influyente cuando existe

consumo de alcohol en un grupo. La experiencia inicial nace básicamente de la

necesidad de pertenecer a un grupo, de la búsqueda de modelos de reafirmación y

de la noción de pertenencia.

 Problemas académicos: Los estilos educativos del centro escolar se constituyen

en otro factor de riesgo, la ausencia de estímulos al desarrollo colectivo y de

oportunidades para que cada alumno pueda desarrollar su habilidad en la toma de

decisiones racionales de modo autónomo y responsable entre otros.

 Publicidad, medios de comunicación y distribución: Los medios de

comunicación ejercen una publicidad que no dan la debida importancia a los

efectos nocivos e intentan informar sólo parcialmente, estimulando e invitando de

manera casi inevitable al uso indebido de alcohol.

Bibliografía

Elizabeth Ávila Vélez, María Eugenia Lima Cobos. (2010). PREVALENCIA Y FACTORES QUE INFLUYEN EN
EL CONSUMO DE ALCOHOL. CUENCA.

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