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CASO: La situación de Soledad

Doña Soledad Marqués Sánchez (26 años), es la única hija de la relación de


convivencia sostenida entre doña Marta Sánchez y don Eduardo Márquez.

Su infancia se ve marcada por la separación de sus padres, hechos que


recuerda como negativos, en tanto, la descompenso emocionalmente.
Respecto a la relación establecida entre sus progenitores se presentaron
algunas discusiones entre sus padres las cuales eran normalizadas en el
sistema familiar.

Tras la separación de sus padres, doña Soledad continua viviendo con su


progenitora, no obstante, continúa manteniendo una relación cercana y
afectiva con su padre, quien constituye una de sus principales redes de
apoyo.

Respecto a la relación con su figura materna, esta se presentó como


conflictiva en tanto ella habría adoptado una actitud oposicionista
marcada principalmente en su etapa adolescente. Respecto al rol asumido
por su progenitora la recuerda como una figura de autoridad altamente
dominante, siendo la madre quien establecía las normas en el sistema
familiar las que se caracterizaban por ser rígidas.

A la edad de 17 años, mientras cursaba 3o año de enseñanza media,


conoce a don Joaquín Peralta (25 años, actualmente), con quien inicia una
relación de pololeo quedando embarazada al poco tiempo, dicha situación
generó un conflicto con sus adultos responsables, principalmente con su
madre, con quien vivía, no obstante, acaban por apoyarla contribuyendo
con la mantención de la niña en los primeros años.

Doña Soledad señala que en tres oportunidades intenta mantener una


relación de convivencia con el padre de su hija, relación que no resulta
viable por los problemas de convivencia presentados entre ambos, los que
se ven acentuado con la intervención de ambas familias de origen.

Hace aproximadamente dos años, la madre de doña Soledad se traslada a


vivir a Santiago quedando la referida en el hogar de su padre, con quien
conviven hasta hace aproximadamente 4 meses, ya que actualmente se
encuentra viviendo sola con su hija Daniela (8 años).

Respecto a la relación sostenida con el padre de su hija, esta se presenta


como altamente conflictiva, presentando dificultades tanto con él, como
con la abuela paterna de la niña (Raquel), quien constantemente se
entromete en la crianza de la niña, descalificándola frente a su hija.

En relación al rol asumido por el padre de su hija, lo describe como


periférico, en tanto, este no participa de la crianza de la niña ni de las
actividades cotidianas, conducta que según la madre se ha ido acentuando
con el tiempo.

Actualmente doña Soledad interpuso una demanda por alimentos en


contra de don Joaquín, planteando que en los últimos meses tampoco le
otorga apoyo económico, necesidad sentida en su grupo familiar ya que si
bien ella cuenta con trabajo estable, desempeñándose como cajera en un
supermercado, sus ingresos no son suficientes para cubrir las necesidades
del grupo familiar.

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