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FACULTA DE ARQUITECTURA

ESCUELA PROFESIONAL ARQUITECTURA

URBANISMO EN NORTEAMERICA (CASO USA)

AUTOR(ES):

Chero Chunga Marcia (0000-0002-1342-6524)


Navarro Castillo Olenka (0000-0002-0248-7620)
Vásquez Vílchez Anderson (

ASESOR:
Céspedes Bracamonte Juan Carlos (0000-0001-9821-061X)

LINEA DE INVESTIGACION
Urbanismo Sostenible

PIURA – PERU
2021
INDICE
I.-Introducción
II. Argumentación
2.1.- El Urbanismo en Estados Unidos
2.2.-Desarrollo urbano durante la primera época
2.2.1.-Boston
2.2.2 Siglo XII
2.2.3 Expansión siglo XIII
2.2.4 Factores determinantes del desarrollo urbano
Retícula americana
Transporte
Industria y urbanización
Ejemplos de ciudades
2.3.- Fracaso de las ciudades nuevas estadounidenses
causas
Problemas de planteamiento
Crecimiento urbano sin control
Nuevos enfoques
III conclusiones
Referencias
I. INTRODUCCION

El urbanismo son las formas en que los edificios y otras estructuras de las
poblaciones se organizan o se complementan dónde se distribuyen en
núcleos mayores como ciudades.
Estados Unidos es un Estado de Derecho democrático con muchos años a
cuestas y cuenta con una economía, un modelo urbano y una sociedad
muy viva.
Si bien es cierto EE. UU a lo largo de su evolución ha conseguido tener una
habilitación urbana muy ordenada su urbanismo es una disciplina compleja
que requiere de un trabajo exhaustivo en todas las escalas.
En la actualidad aparece una nueva arquitectura con elementos que
revolucionan el contexto arquitectónico. Esto se da a partir del siglo XVIIII,
se trata de dar un valor agregado, pero la novedad más importante que
aporta esta nueva arquitectura es la libertad casi ilimitada que a la vez
potencia su funcionalidad del urbanismo.
Al hablar de nueva arquitectura se toma una implementación en cuanto a
ciudades nuevas corriendo el riesgo de un fracaso por la falta de control
público sobre el desarrollo urbano en el sistema U.S.A.

Por esta razón nuestro objetivo general se basa en un Análisis y


descripción en relación a la evolución del urbanismo en USA. Y como
objetivos específicos queremos hacer un Análisis general del desarrollo
urbano en la primera época y un Estudio del fracaso que ha sufrido el
urbanismo en cuanto a ciudades nuevas.
Según (Univerisad autonoma de santo domingo, 2018) Lo más importante
es comprender la relación sobre los orígenes particulares de diversas
ciudades y su desarrollo durante el periodo considerado.
Por ende, hablaremos sobre el desarrollo urbano en sus primeras épocas
empezaremos con Boston y seguiremos hablando de otros factores
importantes durante este periodo.
Por otro lado, (Dobson, 2013) El fracaso de las nuevas ciudades
estadounidenses se debe, entre otras razones, a que el criterio más
utilizado para el crecimiento fue la urbanización de la periferia.
Es por ello que creemos conveniente hablar del impacto que ha tenido este
crecimiento en EE. UU., para analizar las deficiencias urbanas y tener
conocimiento de las principales sociedades afectadas por este cambio.

El motivo que nos llevaron a investigar la evolución del urbanismo en EE.


UU. Es porque queremos conocer a grandes rasgos la relación entre su
historia y desarrollo urbano.
Llegando a la interrogante ¿Estados Unidos es verdaderamente un ejemplo
a seguir en materia de urbanismo?
II. ARGUMENTACION

2.1.- El Urbanismo en Estados Unidos


 En Estados Unidos el urbanismo depende casi enteramente de cada Estado (si
bien, con todo, los Estados se copian entre sí a menudo, como sucede con
nuestras Comunidades Autónomas) pues no hay leyes federales en materia de
Urbanismo fuera de leyes sobre aguas, costas, recursos naturales o aspectos
políticos (p.ej. discriminación racial o libertad religiosa) sino que el sistema se
basa en leyes de cada Estado que amparan la ordenación urbanística y, sobre
todo, en la regulación que a su amparo dictan ciudades o condados, con el caso
extremo de Houston en donde, tras tres referendos en la materia, la gente se ha
negado a adoptar normas urbanísticas en la ciudad.

2.2.-Desarrollo urbano durante la primera época

La historia de los asentamientos permanentes en Nueva Inglaterra comienza en


otoño del año 1620 con la llegada de los padres peregrinos en el Mayflower. Con
sus primeras cabañas rudimentarias éstos fundan la colonia de Plymouth en
diciembre de aquel mismo año. A pesar de que no se ha conservado plano alguno
de Plymouth, John Reps pudo recoger las observaciones de un visitante de fines
de la década de 1620, a partir de las cuales dedujo que la esmerada regularidad
del plano de esta pequeña aldea reflejaba la rígida organización social y
económica del grupo de peregrinos.

Boston

Las obras de construcción de la nueva ciudad y el puerto de Boston se iniciaron


en otoño de 1630; el nombre se debía a la población de procedencia de la
mayoría de los colonos, en Lincolnshire, Inglaterra. La topografía de Boston, tanto
sus costas como la parte situada tierra adentro respecto al núcleo de 1630, ha
sido alterada en gran medida a lo largo de los años y es difícil establecer algún
tipo de semejanza con la línea riberana original. El plano de "Boston, su puerto y
alrededores" de 1755, que permite conocer el estado original, modificado tan sólo
en aspectos menores.
El emplazamiento peninsular de Boston convertía en efecto a la ciudad
virtualmente en una isla durante la pleamar, conectada a tierra firme tan sólo por
un estrecho istmo de tierra pantanosa. En 1775, asediada por los "rebeldes", la
calzada quedó cortada y el acceso a Boston tenía lugar a través de un puente
fuertemente defendido. Cierto es que las primeras parcelas de terreno para uso
residencial y fines portuarios se habrían ordenado con arreglo a un esquema en
planta basado en una retícula simple, deduciendo de este modo un "plano" de
usos del suelo. Pero a partir de ese momento, el desarrollo de Bastan durante la
primera época se basó en alineaciones de calles y en límites de propiedad
determinados por las inevitables variaciones topográficas tanto en extensión como
en altitud de la tierra disponible originalmente. De aquí el modelo viario no
planeado característico de un crecimiento orgánico que muestra el centro de
Bastan y que tan fascinante resulta para el turista de a pie con sus evocaciones
de la Europa medieval, por su diferencia con las por lo demás monótonas
retículas del urbanismo americano, pero que, para citar a John Reps "se ha
conservado con persistencia para atormentar al conductor moderno".

Siglo XII

La fundación y los primeros años de desarrollo de Boston coincidieron con la gran


inmigración de los puritanos. Tan sólo en el año 1630 llegaron a la Colonia de la
Bahía de Massachusetts más de un millar de colonos. El modo en que estas
sucesivas oleadas de inmigrantes puritanos se establecieron en Nueva Inglaterra
constituye un caso fascinante de repetición de la historia. Los anglosajones y
otros pueblos que colonizaron Inglaterra entre los siglos IV y X también
respetaron los derechos territoriales de los que habían llegado antes, y ante esta
situación optaban bien por reanudar su viaje o por crear nuevos asentamientos
con el exceso de población procedente de las aldeas existentes. Tanto en el Viejo
Mundo como en el Nuevo el efecto resultó ser el mismo: la expansión continúa del
área colonizada; pero mientras que en Inglaterra este proceso tuvo que basarse
tanto en la autoridad de la fuerza como en el respeto a los derechos de los
demás, en Nueva Inglaterra el imperio de la justicia prevaleció desde el principio.
Los asentamientos originales

no tenían ni los recursos ni, en muchos casos, la inclinación, para acoger a los
recién llegados, muchos de los cuales, con un fuerte espíritu de independencia,

decidieron hacer las cosas a su modo. Al igual que en las aldeas de principios del
siglo XVII en Inglaterra, de donde procedía la inmensa mayoría de colonos, la
agricultura fue la base de las comunidades de Nueva Inglaterra, a las que sólo su
cosecha las alejaba del hambre. Dado que estaban basadas en un mismo sistema
económico, la forma física de estas comunidades también seguía fielmente la de
las aldeas rurales inglesas contemporáneas. A cada colono se le asignaba un
solar donde poder levantar su casa, como uno más del número que abarcaba la
aldea, y una porción de los campos comunales circundantes, a menudo en forma
de granja estrecha y alargada.26 La extensión total del núcleo edificado, los
solares inmediatos destinados a viviendas y los campos comunales se
denominaron municipios o términos municipales (townships), vocablo que se
aplicó más tarde, por citar un ejemplo, a las unidades cuadradas de 6 millas de
lado que formaban las primeras siete hileras de municipios al oeste del río Ohío,
puestas a la venta en

1786. Al final de este azaroso siglo XVII, existía tan sólo una estrecha franja de
tierra colonizada, de unos 80 kilómetros de anchura, que bordeaba el perímetro
de las aguas navegables. Desde Maine hasta Carolina del Sur se extendía un
espacio de 400 kilómetros donde los indios vivían sin ser molestados.30 El futuro
de América del Norte como continente de habla inglesa, estaba, no obstante,
asegurado. A pesar de que los británicos fueron los últimos en llegar al Nuevo
Mundo, crearon desde el principio las bases de su supremacía final al apoyar el
movimiento de emigrantes, aceptados sin que importara su nacionalidad o el
capital que aportaban en comunidades basadas en la agricultura. Este hecho
establecía un marcado contraste con los puestos de explotación minera y de
comercio de pieles de España y Francia.

Expansión siglo XIII

desembarcados en Jamestown en 1619. Al comenzar la Revolución había


500.000 esclavos -el 20 por ciento de la población total, de los cuales las tres
cuartas partes se concentraban en el sur del país, donde su población ascendía
hasta alcanzar el 40 por ciento de la población de aquellas regiones. En 1756 el
número de negros que habitaban en Virginia se estima en 120.000 sobre una
población total de unos 293.000 habitantes y en los condados del litoral excedían
en número a los blancos en una proporción de dos a uno, como mínimo. Las
colonias de Nueva Inglaterra tenían también su población esclava: Massachusetts
contenía la mayor 5.250 sobre 224.000 habitantes en 17 46, pero Rhode lsland,
con 3.000 esclavos sobre 31.500 habitantes en 17 49 tenía, con diferencia, la
proporción más alta. Cuando estalló la Guerra Civil en 1861, disputada en gran
parte por la cuestión de fa esclavitud, había en el Sur 4 millones de esclavos
sobre una población total de 12 millones. A pesar de la inmensa y prolongada
significación social, la esclavitud y el problema resultante de los grupos étnicos
minoritarios tuvieron escasas consecuencias directas en el modelo de los
establecimientos urbanos de los nacientes Estados Unidos de América.

Factores determinantes del desarrollo urbano

Antes de describir la fundación, el trazado y el desarrollo urbano anterior a los


primeros años del siglo XIX de una serie de ciudades clave, debemos comentar
brevemente diversos factores determinantes que, junto con el periodo de
formación del siglo XVII, condicionaron la expansión urbana de los EE.UU. La
extensión de los territorios colonizados de los Estados Unidos en 1800 se muestra
en la figura 10.11. La población total ascendía a 4 millones de habitantes,
aproximadamente, de los cuales únicamente unos 170.000 estaban establecidos
al oeste de los Montes Alleghenies. El final de la Guerra de Independencia liberó
las restricciones que habían limitado la expansión más hacia el oeste y anunció el
comienzo del inexorable avance de la frontera occidental, avance que no
terminaría hasta 1906, año en que los Estados Unidos alcanzaron finalmente la
composición que hoy conocemos.

Retícula americana

Uno de los asuntos más controvertidos que tuvieron que resolverse en la


elaboración de los Estatutos de la Confederación fue la cuestión de los territorios
del Oeste aún por desarrollar. Siete estados abogaban por proyectar sus fronteras
hacia el oeste y sólo en 1802 pudo el Congreso hacerse con el completo dominio
de la situación. Se hizo necesaria una política territorial a nivel nacional y la Ley
del Suelo (Land Ordinance), de 1785, representaba el resultado del compromiso
entre el deseo del gobierno de reunir fondos públicos de la venta de tierras y las
crecientes presiones de los incontables miles de personas que querían tierras
suficientes, con preferencia en forma de concesión, para establecer sus granjas .

Transporte
Para los presuntos colonos indecisos que consideraban la posibilidad de dirigirse
hacia el oeste, la falta de facilidades en el transporte de los productos agrícolas
desde la región del Ohío hasta los mercados urbanos del Este había sido una
circunstancia disuasoria de primer orden. En sus comienzos, los Estados Unidos
fueron colonizados en base al transporte fluvial o marítimo. Estar alejado del mar
o

de los ríos navegables significaba un verdadero aislamiento. No existían


carreteras y el acarreo de mercancías se hacía mediante carretas tiradas por
caballos o a lomos de animales de carga, siendo ambos métodos ineficaces y
costosos. Duran gran parte del año el movimiento de personas sólo era posible a
caballo. Uno de los primerísimos incentivos políticos encaminados a brindar vías
de comunicación perfeccionadas fue consecuencia de la admisión de Ohío como
estado de la Unión en 1803. A causa de su relativo aislamiento detrás de las
montañas se temía que el nuevo territorio, todavía en proceso de organización, se
hubiese vuelto hacia el Oeste, buscando tratos con España con el fin de poder
utilizar las rutas comerciales del Mississippi. Para asegurarse el ingreso de Ohío
en la Unión, el gobierno prometió la relación de una nueva carretera de enlace
con la costa este a través de los Alleghenies.

Industria y urbanización
Antes de la Guerra de Independencia el gobierno británico trató de mantener la
actividad industrial en las colonias a unos niveles mínimos, en la confianza de
conservarlas como mercados para las industrias patrias en continua expansión.
En 1765 la legislación puso trabas a la salida de tecnología especializada de Gran
Bretaña. Esta ley se vio reforzada en 1774, cuando se prohibió la exportación de
maquinaria. Dichos factores, no obstante, tuvieron únicamente una influencia
parcial en el lento desarrollo de la ingeniería industrial americana anterior de
1860; hasta aquel año los intereses principales se centraban en la alimentación y
el vestido, y las demandas más apremiantes de tecnología industrial procedían
del sector del transporte: máquinas de vapor, locomotoras y raíles de ferrocarril.
La Revolución Industrial de los Estados Unidos siguió el ejemplo de la inglesa.
Los años que van de 1815 a 1830 se recuerdan a veces en Nueva Inglaterra
como "el período en que la atención se desplazó de los muelles a los saltos de
agua, del comercio con ultramar a las manufacturas locales". Haría falta todo un
siglo, es decir, hasta la Primera Guerra Mundial, para que la mano de obra
industrial superara a la agrícola, y no fue sino hasta el censo de 1920 cuando los
datos pusieron de manifiesto que algo más de la mitad de la población
norteamericana vivía en comunidades urbanas, si es que asentamientos con
poblaciones tan reducidas como 2.500 habitantes pueden ser consideradas como
tales. Las áreas urbanas consolidadas de los estados del Este, con sus
excelentes facilidades para el transporte fluvial y marítimo y la disponibilidad de
energía fueron los emplazamientos naturales de la industria de la primera mitad
del siglo XIX. A partir de 1820, aproximadamente, la industria siderúrgica fue
concentrándose en torno a Pittsburgh.
Ejemplos de ciudades
Nueva York: A diferencia de Filadelfia, su gran rival en el litoral este, Nueva York
se fundó sin plan preconcebido y únicamente después medio de crecimiento
orgánico comenzó a trazarse los primeros barrios en retícula. La fundación de la
ciudad por los holandeses en 1624 a principios del siglo XIX. Con el nombre de
Nueva Ámsterdam y el "negocio" inmobiliario gestiona por Peter Minuit no
precisan ningún comentario adicional, pues son harto conocidos. El asentamiento
original adoptó la forma de una pequeña aldea fortificada sita en el extremo
meridional de la isla de Manhattan entre el amplio Hudson y el río del Este (East
River). Cuando los británicos tomaron la ciudad en 1664, bautizándola con el
nombre de Nueva York" su población ascendía a unos 1.500 habitantes. La actual
Wall Street, que sigue la alineación del sistema defensivo de 1633, marca su
extensión original. En 1775 la ciudad llegaba hasta ambers Street, con una
población de 23.000 almas. Para 1767 la creciente demanda de suelo residencial
ya había ocasionado un cambio, al abandonarse la incontrolada y esporádica
urbanización a pequeña escala de calles singulares por el trazado de vastos
barrios nuevos, basados en la inevitable retícula. El plan de Ratzeo muestra la-
propuesta de desarrollo urbano de las propiedades de Delancey en la que
figuraba el primer espacio libre de carácter público proyectado en la ciudad, la
Great Square.

Chicago: Chicago, conocida coloquialmente como «la Segunda Ciudad» o «la


Ciudad de los Vientos», es la tercera ciudad con mayor número de habitantes en
Estados Unidos, detrás de Nueva York y Los Ángeles. Fort Dearborn se construyó
en 1803, en el lugar que hoy ocupa el centro urbano, con el fin de dominar el
porteo entre la cuenca Ohío Mississippi y los Grandes Lagos. Las primeras
propuestas para realizar un canal en ese lugar databan ya de 1673 y finalmente,
en 1826, el Congreso autorizó una ayuda federal al proyecto. En 1837, sólo cinco
años más tarde, la población se elevaba ya a 4.170 habitantes y Chicago había
obtenido sus fueros urbanos; tras superar la crisis de 1837, la población siguió
aumentando hasta alcanzar los 20.000 habitantes en las fechas en que se abrió el
canal al tráfico. Las dos primeras vías ferroviarias llegaron a la ciudad
procedentes del Este en 1852-

1853, y en pocos años éstas y otras ocho líneas más convirtieron a Chicago en
centro indiscutible del tráfico ferroviario en el Medio Oeste. La industria tuvo una
rápida expansión, estimulada por la Guerra Civil, hasta el punto que las cifras de
población para 1865 se situaban en torno a los 180.000 habitantes.

2.3.- Fracaso de las ciudades nuevas estadounidenses


A pesar del éxito rotundo que tuvieron en Gran Bretaña, Europa y otras partes del
mundo, las ciudades nuevas financiadas por la Administración Central no
cuajaron en Estados Unidos. La experiencia en Estados Unidos empezó en 1965,
cuando se añadió el Título X a la Ley Nacional de la Vivienda, mediante el que se
concedía seguro de hipoteca a promociones de grandes dimensiones. Aunque el
seguro que ofrecía el Título X se aplicó a las comunidades nuevas al año
siguiente, en 1967 un Comité de Ciudades Nuevas llegó a la conclusión de que el
seguro de hipoteca no era suficientemente atractivo como para atraer a la
inversión privada.

En 1968, el Congreso legisló conforme a las recomendaciones del Comité de


Ciudades Nuevas y se promulgó el Título IV de la Ley de Promociones Urbanas y
de Vivienda. Según ese título se permitía conceder avales por bonos, títulos sin
garantía o pagarés emitidos por promotores privados. También permitía privilegios
suplementarios a las administraciones locales o del Estado.

A finales de 1968 las autoridades del Congreso se reunieron con funcionarios


locales y de los estados para crear el Comité Nacional Rector del Crecimiento
Urbano. Las recomendaciones del Comité consiguieron que se promulgara el
Título VII de la Ley de Crecimiento Urbano y Promoción de Comunidades Nuevas
de 1970. Esta legislación fue el primer intento coherente en Estados Unidos para
definir una normativa sobre el control del crecimiento. El Título VII era el resultado
de una serie de compromisos durante el proceso legislativo.

Entre 1970 y 1975, el Departamento de Promoción Urbana y de Vivienda (PUV)


aprobó quince proyectos de ayuda: doce ciudades satélites, dos ciudades nuevas

dentro de otras existentes y una ciudad nueva independiente. En 1975 era


evidente que muchas de esas ciudades tenían problemas. El experimento de las
ciudades

nuevas en Estados Unidos terminó, a pesar de estar demostrado que sus efectos
fueron positivos.

Causas
Hay varias razones para explicar por qué las ciudades nuevas no arraigaron en el
suelo de Estados Unidos. La primera, y quizá la más importante, es que a
principios del decenio de 1960 la urbanización de la periferia de las ciudades se
había convertido de facto en el criterio de crecimiento en Estados Unidos. El
programa federal de autopistas había creado vías de velocidad rápida que
entraban y salían de los centros de las ciudades, lo que hacía posible que los
trabajadores vivieran a distancias considerables de sus puestos de trabajo.

Otras de las causas fue la falta de la unanimidad política sobre la necesidad de un


control serio del crecimiento, nos las dan las disposiciones legales que exigen que
el Presidente publique un informe bienal sobre el control del crecimiento y los
criterios urbanísticos. "El primer informe, publicado en 1972 por el gobierno de
Nixon , redefinió, sutil pero claramente, el propósito de dicho informe. Pasó de ser
un informe sobre crecimiento urbano, al que consideraba ' limitado', a ser un
informe sobre los criterios nacionales para el crecimiento, en el que incluía tanto
el crecimiento urbano como el rural... De esa forma se quitaba importancia a las
preocupaciones urbanas. Alcanzar el doble objetivo de un 'crecimiento equilibrado
y ordenado' se convirtió en el objetivo principal" (Wolman and Agnius, 1996, 31).

Crecimiento urbano sin control


La estructura de gobierno:
La urbanización de las periferias después de la II Guerra Mundial supuso la
proliferación de administraciones locales.

Con esto los gobiernos emprenden acciones legales para impedir la anexión de
ciudades y amenazan con retirar las aportaciones financieras al Consejo Regional
de urbanismo, a la alianza para el desarrollo económico de la región y a retirarse

de todas las iniciativas regionales. Aunque las aguas se han calmado, la batalla
en los tribunales continúa y la falta de confianza permanece, como una barrera a
la cooperación regional. Los detalles de esta historia no son tan importantes como
el caso general que ilustran. La cantidad de autoridades en las tomas de
decisiones,

la competencia con la periferia por la recaudación de impuestos, y el esfuerzo


titánico que se necesita para abordar los problemas regionales son el pan nuestro
de cada día en la mayoría de las ciudades de Estados Unidos.

Medio ambiente.
La urbanización de las periferias sin control ni guía en Estados Unidos también ha
tenido consecuencias importantes para el medio ambiente. La reconversión de
terrenos agrícolas y espacios libres es una consecuencia clara del crecimiento de
la periferia.

Mientras que el número de personas ha aumentado en Estados Unidos en 9,2


millones entre 1983 y 1987, el número de coches y camiones ha aumentado en
20,1 millones en todo el país, más 59 millones de personas, casi el 25°/o de la
población, viven en zonas donde el nivel de contaminación supera los límites
establecidos por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados
Unidos.

Concentración de la pobreza
La incapacidad para controlar el crecimiento y las consecuencias que ha tenido en
Estados Unidos ha creado un núcleo de miseria y sufrimiento en el corazón de las
ciudades. A la vez, ha producido islas de riqueza en los alrededores que no
aceptan ni a las personas ni los problemas del centro.

Nuevos enfoques:
A pesar de que es evidente que se necesita conjugar la capacidad de
administración con los distintos problemas a los que hay que atender, no parece
probable que vaya a ver ningún cambio de actitud hacia la formación de
estructuras de gobierno que incluyan a las ciudades y sus alrededores. La última
consolidación a gran escala entre una ciudad y sus alrededores se produjo hace
más de veinte años y se puede decir que desde entonces todas las iniciativas en
ese sentido han fracasado. Tampoco hay muchos motivos para pensar que las
leyes de anexión restrictivas vayan a ser liberalizadas considerablemente.

En este sentido, es importante recordar que el desplazamiento de población hacia


la periferia también ha supuesto un desplazamiento del poder legislativo dentro de
los estados y del Congreso. Las delegaciones de las áreas periféricas son
estructuras de poder perfectamente capaces de defender sus propios intereses.
Hasta que no se dé otro desplazamiento de población de grandes dimensiones,
es difícil apreciar la dirección de un posible cambio.

Aunque existan desafíos, resolver la administración de las regiones es clave para


abordar los problemas de los centros urbanos en Estados Unidos. Pero la
situación viciada en que se encuentran las administraciones locales y regionales
hace que sea difícil superar la inercia política, algo fundamental para resolver la
situación. El desafío de la administración regional es un desafío nacional; exige
una decisión nacional, capaz de dejar a un lado los intereses de las autoridades
locales o del estado, que a menudo son pueblerinos y a corto plazo.

III. CONCLUSIONES

 Este capítulo ha tratado de establecer los orígenes del asentamiento


urbano en los Estados unidos Se ha abordado, en efecto, el
resumen de la historia urbana de los EE.UU. de América anterior al
advenimiento de la producción en serie y de la industria organizada
en fábricas, sistemas que, aunque surgieron en pequeña escala
antes de la Guerra Civil, alcanzaron una pasmosa madurez como
consecuencia de ésta. Sin embargo, varias causas del malestar
urbano en América están profundamente arraigadas.

 Muchos de los errores del urbanismo americano pueden ser


achacados a la retícula, casi como si la historia se hubiera apiadado
por una vez- su ubicación proporciona actualmente un marco simple
y lógico para una renovación estructurada sobre nuevas bases que
constituye la envidia de muchos urbanistas europeos. La sustitución
de aquellos edificios de escala doméstica tuvo lugar en un vacío
urbanístico, en general, después de que él se desarrolló de las
técnicas de construcción en altura, la diversidad de estilos y la
aparición de las innovaciones que su surgieron, el transporte público

y privado empezaran a vencer la dominación.

 El fracaso de las nuevas ciudades estadounidenses se debe, entre


otras razones, a que el criterio más utilizado para el crecimiento fue
la urbanización de la periferia. Según el autor, esta experiencia
revela un problema aún más preocupante: la falta de control público
sobre el desarrollo urbano en el sistema U.S.A

Referencias
Dobson, D. (2013). El fracaso de las ciudades. Urbanismo 43, 8.

Mercado, F. G. (2012). El Urbanismo en Estados Unidos. Hay derecho por una conciencia civica, 3.

Univerisad autonoma de santo domingo . (2018). El desarrollo urbano en los EE. UU. de America .
Santo domingo : editorial .

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