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DESARROLLO
En el lenguaje común, la pelvis (del latín, cuenco) es la parte del tronco situada inferoposterior al abdomen y constituye
el área de transición entre el tronco y los miembros inferiores. La cavidad pélvica es la porción más inferior de la cavidad
abdominopélvica. Anatómicamente, la pelvis es el espacio o compartimento rodeado por la cintura pélvica (pelvis ósea),
parte del esqueleto apendicular del miembro inferior (fig. 6-1).
La pelvis se subdivide en pelvis mayor y pelvis menor. La pelvis mayor está rodeada por la cintura pélvica. Está ocupada
por las vísceras abdominales inferiores, a las que proporciona una protección similar a la que la caja torácica inferior da a
las vísceras abdominales superiores. La pelvis menor está rodeada por la porción inferior de la cintura, que proporciona
el marco esquelético de la cavidad pélvica y el periné, compartimentos del tronco separados por el diafragma pélvico
musculofascial.
La pelvis está cubierta o solapada por la pared anterolateral del abdomen anteriormente, la región glútea del miembro
inferior posterolateralmente, y el periné inferiormente. El término periné1 se refiere tanto al área del tronco situada entre
los muslos y los gluteos, que se extiende desde el pubis hasta el cóccix, como al compartimento aplanado que se sitúa
profundo (superior) a esta área e inferior al diafragma pélvico. El periné comprende el ano y los genitales externos: el
pene y el escroto en el varón, y la vulva en la mujer.
En los adultos, la pelvis ósea está formada por tres huesos (fig. 6-2 A):
Los huesos coxales derecho e izquierdo, que son dos huesos grandes, de forma irregular, cada uno de ellos formado por
la fusión de tres huesos: el ilion, el isquion y el pubis.
Las caras internas (mediales o pélvicas) de los huesos coxales limitan la pelvis, formando sus paredes laterales; estas caras
se estudiarán en detalle en este capítulo.
Sus caras externas, cuya función principal es proporcionar inserción para los músculos del miembro inferior, se estudian
en el capítulo 7. Como forman parte de la columna vertebral, el sacro y el cóccix se estudian con detalle en el capítulo 2.
En los lactantes y los niños, los huesos coxales constan de tres huesos separados que se unen mediante el cartílago
trirradiado en el acetábulo (fig. 6-2 B), la depresión en forma de copa que hay en la cara lateral del hueso coxal, que se
articula con la cabeza del fémur. Tras la pubertad, el ilion, el isquion y el pubis se fusionan para formar el hueso coxal. Los
dos huesos coxales se unen por medio de la sínfisis del pubis, anteriormente, y con el sacro a través de las articulaciones
sacroilíacas, posteriormente, para formar la cintura pélvica.
El ilion es la parte superior, aplanada y en forma de abanico, del hueso coxal (fig. 6-2 B y C). El ala del ilion corresponde al
país del abanico, y el cuerpo del ilion a su mango. En su cara externa, el cuerpo del ilion forma la parte superior del
acetábulo. La cresta ilíaca, el borde del abanico, presenta una curva que sigue el contorno del ala entre las espinas ilíacas
anterior superior y posterior superior. La porción anterior cóncava del ala forma la fosa ilíaca. Posteriormente, la cara
sacropelviana del ilion presenta una cara auricular y una tuberosidad ilíaca, para las articulaciones sinovial y sindesmótica
con el sacro, respectivamente.
El isquion tiene un cuerpo y una rama. El cuerpo del isquion forma la porción posterior del acetábulo, y la rama del isquion
for ma parte del foramen (agujero) obturado. La gran protuberancia posteroinferior del isquion es la tuberosidad
isquiática. La pequeña proyección puntiaguda posterior, cercana a la unión de la rama y el cuerpo, es la espina isquiática.
La concavidad situada entre la espina isquiática y la tuberosidad isquiática es la incisura isquiática menor. La concavidad
más grande, la incisura isquiática mayor, se sitúa superior a la espina isquiática y está formada en parte por el ilion.
El pubis es un hueso angulado que consta de una rama superior, la cual constituye la porción anterior del acetábulo, y una
rama inferior, incluida en el límite inferior del foramen obturado. En la parte anterior del cuerpo del pubis hay un
engrosamiento, la cresta del pubis, que termina lateralmente como un abultamiento, el tubérculo del pubis o espina
púbica. La parte lateral de la rama superior del pubis tiene una cresta oblicua, el pecten del pubis (cresta pectínea).
La pelvis ósea está dividida en pelvis mayor (falsa) y pelvis menor (verdadera) por el plano oblicuo de la apertura superior
de la pelvis o estrecho superior de la pelvis (figs. 6-1 A y 6-2 A). El reborde óseo que rodea y define esta apertura superior
es la línea terminal, formada por:
El promontorio y el ala del sacro (cara superior de su porción lateral, adyacente al cuerpo del sacro).
La línea terminal derecha e izquierda, que juntas forman una cresta oblicua continua consistente en:
• El pecten del pubis (línea pectínea) y la cresta del pubis, que forman el borde superior de la rama superior y del cuerpo
del pubis.
La cintura pélvica está formada por los dos huesos coxales que están unidos entre sí a nivel de la sínfisis del pubis y que,
junto al sacro, conforman la pelvis ósea.
El arco del pubis está formado por las ramas isquiopubianas (ramas inferiores del pubis y del isquion unidas). Estas ramas
se unen en la sínfisis del pubis, y sus bordes inferiores definen el ángulo subpubiano (fig. 6-3). La anchura del ángulo
subpubiano está determinada por la distancia entre las tuberosidades isquiáticas derecha e izquierda, que puede medirse
mediante un tacto vaginal.
El arco del pubis es el arco que está por debajo de la sínfisis púbica y que está formado por las ramas púbicas derecha e
izquierda. El ángulo subpubiano es el ángulo que se forma entre las ramas inferiores de los pubis derecho e izquierdo
(alrededor de 75º en el hombre y 90-100º en la mujer).
Superior a la apertura superior de la pelvis. Limitada por las alas de ambos iliones posterolateralmente y por la cara
anterosuperior de la vértebra S1 posteriormente. Ocupada por algunas vísceras abdominales, como el colon sigmoideo y
algunas asas del íleon.
Limitada por las caras pélvicas de los huesos coxales, el sacro y el cóccix.
Que incluye la cavidad pélvica verdadera y las porciones profundas del periné (compartimento perineal), concretamente
las fosas isquioanales (v. fig. 6-1 B).
PELVIS MAYOR O FALSA PELVIS. Se encuentra por encima de la línea innominada. Comprende la porción más baja de la
cavidad abdominal, situada entre las alas del ilion.
2. PELVIS MENOR O PELVIS VERDADERA O EXCAVACIÓN PÉLVICA. Se encuentra por debajo de la línea innominada. Sus
paredes son óseas y ligamentosas.
a. PARED POSTERIOR. Su límite posterior está formado por la cara anterior del sacro.
b. PARED LATERAL. Sus límites laterales lo forman las caras internas de los ísquiones y las escotaduras y ligamentos
sacrociáticos.
c. PARED ANTERIOR. Por delante limita con los agujeros obturados, los huesos púbicos, la sínfisis y las ramas ascendentes
de los ísquiones.
En obstetricia interesa conocer la pelvis menor, debido a que es la que determina la forma, amplitud y dirección que el
feto debe recorrer durante el parto. La pelvis menor se divide en tres planos o estrechos:[104]
3. Línea terminal.
4. Eje de la pelvis.
EJE PÉLVICO O CURVA DE CARUS. Es la línea que une los puntos centrales de los tres estrechos pélvicos. Reviste gran
importancia porque es el eje que determina la dirección que el feto debe seguir durante el parto. Como la pared posterior
de la pelvis menor, formada por el sacro (12 cm) es cóncava y tres veces más profundo que la pared anterior, representada
por la sínfisis del pubis (4cm), el eje pélvico es curvo y forma un arco abierto hacia delante, alrededor de la sínfisis, la cual
es conocida como la rodilla del parto
Eje de la abertura superior es una línea perpendicular al medio del plano de este orificio: es oblicuo de arriba hacia abajo
y de adelante hacia atrás y corresponde, en superficie, a una línea que une el ombligo con la punta del cóccix (eje umbilico-
coccígeo).
El eje de la abertura inferior, perpendicular al plano de este orificio, es, por el contrario, casi vertical. Estos ejes objetivan
el trayecto seguido por la cabeza fetal, que desciende en la cavidad pélvica durante el curso del parto.
5. Diámetros: transverso, oblícuo, conjugado anatómico, conjugado verdadero, conjugado diagonal, conjugado
recto, conjugado mediano, conjugado externo.
Los diámetros de la abertura superior (figs. 63-10 y 63-11) interesan directamente a los tocólogos, pues la cabeza fetal
debe atravesarla en el curso del parto.
– Diámetro conjugado anatómico: es anteroposterior, sacropúbico, se extiende desde el promontorio hasta el borde
superior de la sínfisis del pubis (aproximadamente, 11 cm).
– Diámetro conjugado verdadero [promontosubpúbico mínimo]: se extiende desde el promontorio hasta la cara posterior
de la sínfisis del pubis, a 1 cm por debajo de su borde superior (mide 10,5 cm). Según Dardenne, el valor promedio normal
de este diámetro es de 117 mm (serie de radiopelvimetrías). En series de partos distócicos, este diámetro es de 111 mm,
y en las series de cesáreas se comprobó un valor de 103 mm.
– Diámetro transverso máximo: tiene la mayor dimensión transversal de la pelvis, intercepta al precedente en la unión de
sus dos tercios anteriores con el tercio posterior (mide aproximadamente 13,5 cm).
– Diámetro transverso: es equidistante de la sínfisis y del promontorio, y también perpendicular al diámetro conjugado
(mide de 12,5 a 13 cm).
– Diámetros oblicuos: derecho e izquierdo, extendidos desde la eminencia iliopúbica hasta la articulación sacroilíaca del
lado opuesto (aproximadamente, 12,5 cm).
ESTRECHO SUPERIOR O ENTRADA PÉLVICA. Representa el límite superior de la pelvis menor. Limita hacia atrás con el
promontorio y con las alas del sacro; lateralmente con la línea innominada, o arqueada y adelante con las ramas
horizontales de los huesos púbicos, las eminencias iliopectínea y el borde superior de la sínfisis. El borde anterosuperior
del sacro, que corresponde al borde superior del cuerpo de la primera vértebra sacra se designa como promontorio, y
constituye un punto de referencia muy importante en obstetricia. El estrecho superior normalmente posee una forma
ovalada, con su diámetro mayor orientado en sentido transversal y presenta los siguientes diámetros:
3. ESTRECHO INFERIOR O SALIDA PÉLVICA. Limita hacia ambos lados con las tuberosidades isquiáticas; hacia delante con
el arco subpúbico y atrás con el sacro. Su forma es ovalada, con su eje mayor orientado en sentido anteroposterior, y
presenta tres diámetros.
El diámetro transverso mide 13 cm. El diámetro oblicuo se extiende oblicuamente desde la articulación sacroilíaca hacia
delante, por encima de la eminencia iliopúbica del lado opuesto y mide 12,5 cm. El conjugado anatómico es la distancia
desde el borde anterosuperior de la sínfisis del pubis hasta el promontorio. El conjugado verdadero (obstétrico, diámetro
anteroposterior mínimo de la pelvis menor) o conjugata vera es la distancia entre el borde posterosuperior de la sínfisis
del pubis y el promontorio.
Es la distancia fija más estrecha a través de la cual tendrá que pasar la cabeza del niño durante el parto vaginal. No puede
ser medido durante la exploración de la pelvis. El conjugado diagonal es la distancia entre el borde inferior de la sínfisis
del pubis y el promontorio. Se mide palpando el promontorio del sacro con la punta del dedo medio, utilizando la otra
mano para marcar el nivel del borde inferior de la sínfisis del pubis en la mano del examinador.
Al retirar la mano, se mide la distancia entre la punta del dedo índice (1,5 cm más corto que el dedo medio) y el nivel
marcado en la sínfisis del pubis para calcular el conjugado verdadero (obstétrico), que debería ser de 11 cm o mayor. El
conjugado recto es la distancia entre el vértice del cóccix y el borde inferior de la sínfisis del pubis. El conjugado mediano
es la distancia desde el límite entre la 3ª y la 4ª vértebra sacra a la sínfisis del pubis. El conjugado externo es la distancia
entre la apófisis espinosa de la última vértebra lumbar y el borde superior de la sínfisis del pubis. Se mide con el compás
pélvico.
La distancia interespinosa es la distancia entre las dos espinas ilíacas anteriores superiores. Es la parte más estrecha del
conducto de la pelvis (el paso a través de la abertura superior de la pelvis, la pelvis menor y la abertura inferior de la pelvis)
que tendrá que atravesar la cabeza del niño durante el parto, pero no es una distancia fija. La distancia intercrestal es la
distancia mayor entre las dos crestas ilíacas. La distancia intertrocantérica es la distancia entre los trocánteres mayores
de ambos fémures.
7. Inclinación de la pelvis.
La inclinación de la pelvis es un ángulo entre el plano que pasa por la abertura superior de la pelvis y el plano horizontal.
Mide 65º. Durante una exploración pelviana, si las espinas ciáticas están separadas como para permitir el paso de tres
dedos entre los lados de la vagina, se considera que el ángulo subpubiano es suficientemente ancho para permitir el paso
de una cabeza de tamaño medio de un feto a término.
7. Tipos de pelvis.
La pelvis puede clasificarse en cuatro grupos morfológicos generales: ginecoide, androide, antropoide y platipeloide (véase
fig. 8-14C). El tipo ginecoide se presenta en cerca del 41% de las mujeres; es la variante típica de la pelvis femenina, que
ya se ha descrito. El tipo androide se presenta en cerca del 33% de las mujeres caucásicas y el 16% de las mujeres
afroamericanas; se trata de la pelvis masculina o en forma de embudo, con una salida estrecha. El tipo antropoide está
presente en el 24% de las mujeres caucásicas y el 41% de las mujeres afroamericanas; es estrecha, alargada y de forma
ovalada. El tipo platipeloide, presente únicamente en un 2% de las mujeres, es una pelvis ancha y aplanada en su borde,
con el promontorio del sacro proyectado hacia adelante.
La pelvis del hombre presenta un mayor grosor del hueso y es más alta que en la mujer (ésta tiene una pelvis más ancha).
La pelvis femenina tiene fosas ilíacas más anchas, más abiertas, una pelvis menor que también es más ancha con un
diámetro transverso mayor, y una sínfisis del pubis más baja (figs. 7-5 y 7-6). La inclinación de la pelvis es más acentuada
en la mujer y la pelvis está más inclinada hacia delante que en el hombre.
b. Cavidad pélvica
b.1 Espacios:
- Fosa paravesical
- Fosa ovárica
- Fosa pararrectal
- fondo de saco
rectovesical.
Peritoneo y cavidad peritoneal de la pelvis
El peritoneo parietal que tapiza la cavidad abdominal se continúa inferiormente hacia el interior de la cavidad pélvica, sin
alcanzar el suelo de la pelvis. Se refleja sobre las vísceras pélvicas, permaneciendo separado del suelo pélvico por dichas
vísceras y la fascia pélvica circundante (tabla 6-3). Las vísceras pélvicas no están envueltas completamente por peritoneo,
situándose mayoritariamente inferiores a este.
Únicamente sus caras superiores y superolaterales están recubiertas de peritoneo. Sólo las tubas uterinas (salvo sus
orificios abdominales, que están abiertos) son intraperitoneales y están suspendidas por un mesenterio. Los ovarios,
aunque también están suspendidos en la cavidad peritoneal por un mesenterio, no están cubiertos por peritoneo; se
cubren con un epitelio especial, relativamente mate, de células cúbicas (epitelio germinal).
Una capa areolar laxa (adiposa) entre la fascia transversal (transversalis) y el peritoneo parietal de la porción inferior de
la pared anterolateral del abdomen permite a la vejiga urinaria expandirse entre esas capas cuando se llena de orina. La
región superior de la vejiga (1 en la tabla 6-3) es el único lugar donde el peritoneo parietal no está unido firmemente a las
estructuras subyacentes. Por ello, el nivel en que el peritoneo se refleja sobre la cara superior de la vejiga y crea la fosa
supravesical (2 en la tabla 6-3) es variable, ya que depende del grado de repleción vesical. El peritoneo crea diversos
pliegues y fosas, a medida que se refleja desde la pared abdominopélvica sobre las vísceras y fascias pélvicas (2-7 en la
tabla 6-3).
En las mujeres, cuando el peritoneo de la línea media o cercano a ella alcanza el borde posterior del techo de la vejiga, se
refleja sobre la cara anterior del útero en el istmo uterino (v. «Órganos genitales internos femeninos»); por tanto, no está
relacionado con la porción anterior del fórnix vaginal, que tiene una situación subperitoneal. El peritoneo pasa por encima
del fondo y desciende por toda la cara posterior del útero sobre la pared posterior de la vagina antes de reflejarse
superiormente sobre la pared anterior del recto inferior (ampolla rectal). El «fondo de saco» que se forma entre el útero
y el recto es el fondo de saco rectouterino (de Douglas) (6 en la tabla 6-3 C). A menudo se considera la parte media del
fondo de saco rectouterino como la prolongación más inferior de la cavidad peritoneal en el sexo femenino, pero sus
extensiones laterales a cada lado del recto, las fosas pararrectales, suelen ser más profundas.
Unas crestas parietales prominentes, los pliegues rectouterinos, formados por ligamentos fasciales subyacentes, definen
los límites laterales de las fosas pararrectales (tabla 6-3 A). A medida que el peritoneo pasa hacia arriba y sobre el útero
en el centro de la cavidad pélvica, se extiende un pliegue peritoneal doble, el ligamento ancho del útero, entre el útero y
la pared lateral de la pelvis de cada lado, formando una separación entre las fosas paravesicales y las fosas pararrectales
de cada lado. Las tubas uterinas, los ovarios, los ligamentos propios del ovario y los ligamentos redondos del útero están
englobados por los ligamentos anchos. Las divisiones del ligamento ancho relacionadas con estas estructuras se abordarán
más adelante en este capítulo, con el útero. Recuérdese que, en la mujer, la cavidad peritoneal pélvica se comunica con
el medio externo a través de las tubas uterinas, el útero y la vagina.
En los hombres, y en las mujeres sometidas a una histerectomía (extirpación del útero), el peritoneo central desciende
una corta distancia (hasta 2 cm) por la cara posterior (base) de la vejiga, y luego se refleja superiormente sobre la cara
anterior del recto inferior, formando el fondo de saco rectovesical. El fondo de saco rectouterino de las mujeres
normalmente es más profundo (se extiende más lejos caudalmente) que el de los hombres (7 en la tabla 6-3).
b.2 Contenido visceral y neurovascular.
Contenido visceral: Parte del ileon del intestino delgado, colon sigmoides, recto, vejiga, uréteres, uretra, utero, trompas
uterinas, ovarios, órganos reproductivos masculinos y femeninos.
Las vísceras pélvicas comprenden las porciones inferiores del sistema urinario y del tubo digestivo, y el sistema
reproductor. Aunque el colon sigmoideo y parte del intestino delgado se extienden por el interior de la cavidad pélvica,
son vísceras más abdominales que pélvicas. La vejiga y el recto —auténticas vísceras pélvicas— son continuaciones
inferiores de sistemas que se encuentran en el abdomen. A excepción de las características relacionadas con el hecho de
que la uretra masculina es compartida por las vías urinarias y reproductivas, y de las relaciones físicas con los respectivos
órganos reproductores, hay relativamente pocas diferencias entre los órganos digestivos y urinarios pélvicos masculinos
y femeninos.
Plexo coccígeo
Es el plexo nervioso formado por S5 y parte de S4 y el nervio coccígeo. Aporta la inervación para la piel que está sobre el
cóccix. Emite los nervios anococcígeos, ramos nerviosos finos que ingresan en el ligamento anococcígeo.
Este tronco está ubicado por delante del promontorio hasta la 1ª vértebra coccígea, apoyado sobre la concavidad sacra.
Tiene el aspecto de un nervio delgado con tres o cuatro ganglios, que se encuentran a la altura de las vértebras sacras
correspondientes. Presenta los siguientes ramos: comunicantes, que van a las cuatro raíces sacras (dos o tres ramos por
cada raíz); óseos, musculares y vasculares (para el sacro, músculo piriforme, arterias sacras), y ramos viscerales, que se
dirigen al plexo hipogástrico inferior a través de los nervios esplácnicos sacros.
Las fibras preganglionares se originan en los centros sacros. Salen de la médula acompañando a los ramos comunicantes
blancos, y se incorporan a las ramas anteriores de los nervios sacros S2, S3 y S4, formando los nervios erectores o
esplácnicos pélvicos, que se unen al plexo hipogástrico. Estos nervios actúan sobre los sistemas genital y urinario, y la
porción terminal del tubo digestivo.
Plexos prevertebrales
El conjunto de nervios vegetativos simpáticos y parasimpáticos, a veces con algunas fibras somáticas, se entremezclan
para dar origen a los nervios viscerales propiamente dichos que acompañan generalmente a las arterias viscerales. En la
pelvis encontramos el plexohipogástrico superior e inferior.
Las estructuras pélvicas están inervadas, fundamentalmente, por los nervios espinales sacros y coccígeos, y por la porción
pélvica del sistema nervioso autónomo. Los músculos piriforme y coccígeo forman un lecho para los plexos nerviosos sacro
y coccígeo (fig. 6-21). Los ramos anteriores de los nervios S2 y S3 emergen entre las digitaciones de estos músculos.
Plexo lumbar
El plexo lumbar se localiza en la parte posterior del abdomen (véase cap. 7). Dos ramos, el tronco lumbosacro y el nervio
obturador, tienen relaciones relevantes con la pared pélvica.
Tronco lumbosacro
Parte del ramo anterior del nervio L4 emerge del borde medial del músculo psoas y se une con el ramo anterior del nervio
L5 para formar el tronco lumbosacro (figs. 8-18 y 8-19). Este tronco entra en la pelvis al pasar por delante de la articulación
sacroilíaca, y unirse con el plexo sacro.
Nervio obturador
El nervio obturador es un ramo del plexo lumbar (L3-L4). Emerge del borde medial del músculo psoas en el abdomen y
acompaña el tronco lumbosacro inferiormente hacia la pelvis (véase fig. 8-18). Cruza la cara anterior de la articulación
sacroilíaca y discurre anteriormente sobre la pared pélvica lateral en el ángulo entre los vasos ilíacos internos y externos
(véase fig. 8-10). Al alcanzar el conducto obturador (porción superior del foramen obturador que no posee membrana
obturatriz), se divide en ramos anterior y posterior, que pasan a través del conducto y entran en la región aductora del
muslo.
.Ramos pélvicos
Los ramos sensitivos inervan el peritoneo parietal sobre la pared lateral de la pelvis.
Plexo sacro
La porción pélvica del tronco simpático se continúa superiormente, posterior a los vasos ilíacos comunes, con la porción
abdominal (véase fig. 8-18). Discurre inferiormente posterior al recto por delante del sacro, medial a los forámenes sacros
anteriores. El tronco simpático tiene cuatro o cinco ganglios segmentarios. Por debajo, ambos troncos convergen y se
unen por delante del cóccix.
Ramos
Los nervios esplácnicos pélvicos forman la porción parasimpática del sistema nervioso autónomo dentro de la pelvis. Las
fibras preganglionares emergen desde los nervios S2 a S4, y hacen sinapsis con los ganglios en el plexo hipogástrico inferior
o en las paredes de las vísceras.
Algunas de estas fibras parasimpáticas ascienden a través de los plexos hipogástricos, y de allí hacia el plexo mesentérico
inferior mediante el plexo aórtico. Desde ahí, las fibras se distribuyen junto con ramas de la arteria mesentérica inferior
para inervar el intestino grueso desde la flexura cólica izquierda hasta la mitad superior del canal anal.
El plexo hipogástrico superior se localiza por delante del promontorio del sacro (véase fig. 8-18). Este se forma como una
continuación del plexo aórtico a partir de ramos de los ganglios simpáticos lumbares tercero y cuarto. Contiene fibras
nerviosas parasimpáticas sacras y simpáticas, así como nervios aferentes viscerales. El plexo hipogástrico superior se
divide inferiormente para formar los nervios hipogástricos derecho e izquierdo.
Diafragma pélvico
El diafragma pélvico forma parte del piso de la cavidad pelviana. Está conformado por la fascia superior del diafragma
pélvico (arriba), los músculos elevador del ano y coccígeo (cubiertos por la fascia) en el medio y la fascia inferior del
diafragma pélvico (abajo) (cuadro 7-2).
El músculo elevador del ano es una masa muscular plana cuyas fibras están orientadas en dirección oblicua. Se extiende
desde la pared anterolateral de la pelvis (pubis, arco tendinoso del músculo elevador del ano, espina ciática) hasta la
región del ano. Está formado por tres porciones: el músculo pubococcígeo, el músculo puborrectal y el músculo
iliococcígeo (figs. 7-9 y 7-10). El músculo pubococcígeo se inserta en el pubis y se dirige hasta el cuerpo perineal, el esfínter
externo del ano y el ligamento anococcígeo. Está formado por los siguientes fascículos: músculo puboperineal,
puboprostático (en el hombre) y pubovaginal (en la mujer) y puboanal. El músculo puborrectal se inserta en el pubis y se
extiende hasta la porción posterior de la curvatura perineal del recto a la que rodea. El músculo iliococcígeo se inserta en
el arco tendinoso del músculo elevador del ano y se extiende hasta el cóccix y el ligamento anococcígeo.
Los bordes mediales de los músculos elevadores del ano delimitan el hiato urogenital, que en la mujer es atravesado por
la vagina y la uretra (punto débil del piso pélvico). El músculo elevador del ano está inervado por ramos del plexo sacro
(S3 y S4) y ramos del nervio pudendo (fig. 7-11).
El músculo coccígeo está ubicado por detrás y sobre el músculo elevador del ano. Es un músculo de forma triangular y
aplanado. Se inserta en la espina ciática, en la cara profunda del ligamento sacroespinoso, en la porción posterior de la
fascia pelviana parietal y en la fascia obturatriz. Desde allí se extiende en forma de abanico hasta la cara anterior del cóccix
y el sacro (fig. 7-12). Está inervado por un ramo del 4º nervio sacro
Suelo pélvico
El diafragma pélvico es una lámina muscular anclada que se compone de los músculos elevador del ano y coccígeo, así
como de las fascias que los cubren. Las fibras musculares en ambos lados cursan posteroinferiormente desde sus orígenes
hasta alcanzar la línea media, de esta manera originan un canal que se inclina en sentido anteroinferior.
El aumento de la presión intraabdominal, provocado por la contracción del diafragma y los músculos de la pared
abdominal anterolateral, puede contrarrestarse con la contracción de los músculos del suelo pélvico. Con esta acción, las
vísceras pélvicas tienen sostén y no “se caen” por la salida de la pelvis. La contracción de las fibras puborrectales ayuda
mucho a los esfínteres anales a la hora de mantener la continencia bajo estas condiciones al tirar de la unión anorrectal
hacia arriba y hacia abajo. No obstante, durante la defecación, el elevador del ano continúa sosteniendo las vísceras
pélvicas, pero las fibras puborrectales se relajan junto con los esfínteres anales.
El suelo pélvico de la mujer tiene una función importante durante la segunda etapa del trabajo de parto (fig. 8-17). En la
entrada de la pelvis, el diámetro mayor es transverso, por lo que el eje mayor de la cabeza del feto (anteroposterior) se
coloca de manera transversa. Cuando la cabeza alcanza el suelo pélvico, la forma acanalada del suelo suele hacer que la
cabeza rote de forma que el eje largo adquiere una orientación anteroposterior. La porción occipital de la cabeza ahora
se mueve anteroinferiormente a lo largo del canal hasta que se localiza por debajo del arco del pubis. A medida que la
cabeza del feto pasa a través de la porción inferior del canal de parto, el pequeño espacio existente en la porción anterior
del diafragma pélvico se agranda notablemente para que la cabeza logre deslizarse hacia el interior del periné. Una vez el
feto ha pasado a través del periné, los músculos elevadores del ano se retraen y recuperan su posición original.
PERINÉ
El periné hace referencia a un compartimento superficial del organismo (compartimento perineal) limitado por la apertura
inferior de la pelvis y separado de la cavidad pélvica por la fascia que cubre la cara inferior del diafragma pélvico, formado
por los músculos elevador del ano y coccígeo (fig. 6-49). En la posición anatómica, la superficie del periné (región perineal)
es la región estrecha entre las porciones proximales de los muslos. Sin embargo, cuando los miembros inferiores están en
abducción, el periné es un área romboidal que se extiende desde el monte del pubis anteriormente, las caras mediales
(internas) de los muslos lateralmente, y los pliegues glúteos y el extremo superior de la hendidura interglútea
posteriormente (fig. 6-50).
Las estructuras osteofibrosas que forman los límites del periné (compartimento perineal) (fig. 6-51 A y B) son:
La sínfisis del pubis, anteriormente. Las ramas isquiopubianas (las ramas púbicas inferiores y las ramas isquiáticas
combinadas), anterolateralmente. Las tuberosidades isquiáticas, lateralmente. Los ligamentos sacrotuberosos,
posterolateralmente. La parte más inferior del sacro y el cóccix, posteriormente.
Una línea transversal que une los extremos anteriores de las tuberosidades isquiáticas divide el periné romboidal en dos
triángulos, cuyos planos oblicuos se cruzan en la línea transversal (fig. 6-51 B y C). El triángulo anal se sitúa posterior a esta
línea y sus principales estructuras profundas y superficiales son el canal anal y su orificio, el ano, situadas centralmente y
rodeadas por grasa isquioanal. El triángulo urogenital es anterior a dicha línea. A diferencia del triángulo anal, que es
abierto, el triángulo urogenital está «cerrado» por la membrana perineal, una delgada lámina de fuerte fascia profunda
que se tensa entre los lados derecho e izquierdo del arco del pubis, cubriendo la porción anterior de la apertura inferior
de la pelvis (fig. 6-52 C).
Así, la membrana perineal llena el espacio anterior en el diafragma pélvico (el hiato urogenital, fig. 6-52 A), pero es
atravesada por la uretra, en ambos sexos, y por la vagina en la mujer. La membrana y las ramas isquiopubianas a las cuales
se fija proporcionan un cimiento para los cuerpos eréctiles de los genitales externos —el escroto y el pene en el hombre,
y la vulva en la mujer— que son las estructuras superficiales del triángulo (v. fig. 6-50).
El punto medio de la línea que une las tuberosidades isquiáticas es el punto central del periné. Aquí se localiza el cuerpo
perineal (tendón central del periné), que es una masa irregular de tamaño y consistencia variables que contiene fibras
colágenas y elásticas, y músculo esquelético y liso (fig. 6-52 E). El cuerpo perineal se sitúa profundo a la piel, cubierto por
una capa relativamente delgada de tejido subcutáneo, posterior al vestíbulo de la vagina o al bulbo del pene, y anterior al
ano y el canal anal. El cuerpo perineal es el lugar donde convergen y se entrelazan fibras de varios músculos:
Bulboesponjoso.
Esfínter externo del ano.
Músculos perineales transversos superficiales y profundos.
Haces de músculo liso y voluntario desde el esfínter externo de la uretra, el
elevador del ano y las capas musculares del recto.
Anteriormente, el cuerpo perineal se fusiona con el borde posterior de la membrana perineal, y superiormente con el
tabique rectovesical o rectovaginal
• Para cada músculo: describir e identificar
- Irrigación
- Drenaje venoso
- Drenaje linfático
- Inervación
- Función
c.1 Músculos perineales:
c.1.1 Diafragma Pélvico. Músculos de la región anal: M. esfínter externo del ano. M. elevador del ano, M. iliococcígeo y M.
coccígeo.
- Compartimento superficial del periné: M. transverso superficial del periné, M isquiocavernoso, M. bulboesponjoso.
- Compartimento profundo del periné: M. transverso profundo del periné, M. esfínter externo de la uretra, M. compresor
de la uretra, M. esfínter uretrovaginal.
c.2 Límites.
c.3 Contenido.
Los músculos del periné en el hombre se encuentran dispuestos en tres planos: 1) plano profundo (elevador del ano y el
coccígeo), 2) plano medio o urogenital (transverso profundo del periné y esfínter de la uretra) y 3) plano superficial
(esfínter externo del ano, transverso superficial del periné, isquiocavernoso y bulbocavernoso o bulboesponjoso).
A. PLANO PROFUNDO
Este músculo, junto al coccígeo forma el diafragma pélvico, está compuesto por tres fascículos o haces: 1) el haz
puborrectal, 2) el haz pubococcígeo y 3) el haz iliococcígeo. La disposición de las fibras adopta una dirección hacia inferior
y medial en dirección al conducto anal, formando un “embudo” con forma de “V”.
a. aNTERIOR. Se origina en: 1) cara posterior del pubis, 2) aponeurosis o fascia obturatriz y 3) cara interna o medial de la
espina ciática o isquiática.
La aponeurosis o fascia obturatriz presenta al nivel de la inserción de las fibras del elevador, un espesamiento denominado
arco tendinoso del músculo elevador del ano (extendida desde la extremidad interna de la inserción pubiana del elevador
a la cara interna de la espina ciática).
B. POSTERIOR. Este músculo termina insertándose en los bordes laterales de las dos últimas vértebras del cóccix y
principalmente en el rafe o ligamento anococcígeo (producido por el entrecruzamiento de las fibras pubococcígea del
elevador del ano). Fibras prerrectales que se entrecruzan. Algunas fibras que nacen directamente del pubis se extienden
hasta la cara anterior y superior del cóccix, donde se continúan con el ligamento sacrococcígeo anterior del mismo lado.
a. aNTERIOR. Se origina en el pubis (por encima, por dentro y por debajo de los haces más internos de la porción
pubococcígea). Algunas fibras nacen del ligamento pubovesical o puboprostático.
B. POSTERIOR. Después de cruzar la próstata (de la cual están separadas por la aponeurosis lateral o fascia prostática)
terminan insertandose en las paredes anterior y lateral del recto. Los dos músculos elevadores del ano, forman al nivel de
la línea media y por delante del recto, la hendidura urogenital.
3. HAz INTERMEDIO PUBOCOCCÍGEO. El haz pubococcígeo se origina lateral al origen del haz puborrectal, en la sínfisis del
pubis, sobrepasa al recto y se inserta a nivel del borde lateral del cóccix. Las fibras mediales forma el ligamento
anococcígeo.
6. ACCIÓN. La porción externa o esfinteriana, por su contracción, aproxima la pared posterior del recto a la anterior y junta
las paredes laterales, haciendo el papel de constrictor, por lo que se considera como auxiliar del esfínter externo. La
porción interna o elevadora lleva hacia delante y arriba al ano.
Coccígeo o Isquiococcígeo
Tiene la forma de una lámina triangular. Se encuentra en la cara interna del ligamento sacroespinoso y por detrás del
elevador del ano, junto a él, forma el diafragma pélvico.
1. INSERCIONES. Se origina mediante un ápice o vértice estrecho en 1) los bordes y cara interna o medial de la espina
ciática o isquiática 2) la pared más posterior de la aponeurosis obturadora y 3) la cara interna del ligamento sacrotuberoso.
La base termina insertándose en los bordes laterales de las vértebras sacras y coccígeas inferiores.
El borde anterior del músculo, colindando con el borde posterior del músculo elevador del ano, forma con éste un estrato
muscular continuo. El borde posterior se encuentra separado del borde inferior del piriforme por un intersticio que da
paso al pedículo vasculonervioso glúteo inferior.
4. ACCIÓN. Su acción se añade a la de los haces del elevador del ano que se insertan en el cóccix, evitando que éste se
dirija hacia atrás y fijándolo, en cambio, para formar un plano resistente de sostén a los órganos pélvicos. Es el homólogo
del abductor de la cola de algunos animales.
PLANO MEDIO
1. INSERCIONES. Se inicia en las tuberosidades isquiáticas (labio interno de la rama isquiopúbica), por detrás de la inserción
del músculo isquiocavernoso, y se dirige a la línea media, donde se une con el músculo homónimo del lado opuesto,
formando parte del núcleo fibroso central del periné o centro tendinoso del periné (masa fibromuscular en la que
convergen y se entrelazan entre sí las fibras tendinosas de la mayor parte de los músculos del plano superficial y medio
del periné). El borde posterior de este músculo se relaciona con las glándulas bulbouretrales de Cowper, y su borde interno
o medial con la porción intraaponeurótica de la uretra membranosa.
4. ACCIÓN. Contribuyen a formar el plano urogenital que sostiene la vejiga y la próstata. La contracción de estos músculos
tensa y eleva el centro tendinoso perineal, contribuyendo al acto de la defecación y de la micción. Además tienen por
efecto comprimir las venas de los cuerpos eréctiles que los atraviesan (es el principal agente de la erección).
5. MÚSCULO DE WILSON. En el mismo plano y ocupando el ángulo que forman las ramas isquiopúbicas, se ha descrito un
músculo denominado músculo de Wilson; se inserta por su base en el ligamento subpubiano y su vértice en la uretra.
También se describió un músculo similar al transverso profundo, localizado por encima del transverso superficial, o
músculo periuretral, que abarca a los lados y por delante a la uretra membranosa, y que se confundía con el músculo
transverso profundo; se le dio el nombre de músculo de Guthrie. Pero actualmente se consideran músculo transverso
profundo y músculo de Guthrie como el mismo músculo.
El esfínter estriado o externo de la uretra rodea a la porción membranosa de ésta y se extiende hacia arriba ocupando
parte de la celda prostática.
1. INSERCIONES. Las fibras profundas (anulares) rodean totalmente el conducto uretral, en tanto que las fibras periféricas
se insertan por delante en: 1) la parte anterior de la hoja inferior de la aponeurosis media o membrana perineal y 2) del
tejido que rodea al plexo prostático de Santorini.
Después de contornear las caras laterales de la uretra membranosa, termina por detrás del conducto uretral,
entrecruzándose con las del lado opuesto. Algunas de estas fibras se extienden hasta el núcleo fibroso central del periné
o centro tendinoso del periné. Los haces o fascículos inferiores se pierden alrededor de las glándulas bulbouretrales de
Cowper.
4. ACCIÓN. Por su contracción cierra la porción membranosa del conducto uretral. Como está constituido por fibras
estriadas, se contrae a voluntad, pudiendo de ésta manera retener la micción por un tiempo más o menos largo, cuando
se ha despertado el deseo de orinar por excitación del esfínter liso.
PLANO SUPERFICIAL
Este plano se divide en: 1) un grupo muscular posterior (esfínter externo del ano) y 2) un grupo muscular anterior
(transverso superficial del periné, isquiocavernoso y bulboesponjoso, envueltas en la fascia perineal profunda de
Gallauder).
Es un músculo inconstante. Se extiende de la tuberosidad del isquión a la línea media, es de forma triangular y de base
interna.
1. INSERCIONES. Se inserta en la cara interna de la tuberosidad isquiática o isquión. Se dirige transversalmente a la línea
media. Aquí se entrecruza con las fibras del lado opuesto, contribuyendo a la formación del centro tendinoso del periné.
4. ACCIÓN. Comprime la parte anterior del conducto anal (colaborando en el proceso de la defecación) y tensa el centro
tendinoso del periné. Isquiocavernoso Es un músculo de forma cóncava (concavidad orientada lateralmente), aplicado a
la superficie no adherente de la raíz del cuerpo cavernoso.
1. INSERCIONES. Se inserta por detrás, por intermedio de dos haces: 1) externo o lateral, en los dos labios de la rama
isquiopubiana y 2) interno o medial, en la cara interna del isquion. Las fibras internas terminan en el cuerpo cavernoso y
las externas se insertan en una lengüeta aponeurótica que va a confundirse con la envoltura fibrosa (túnica albugínea) del
cuerpo cavernoso al nivel de la terminación del músculo bulbocavernoso o bulboesponjoso.
De las fibras externas se desprende un haz muscular que llega al dorso del pene, donde se cruza con un haz del lado
opuesto. Esta cinta muscular recibe el nombre de músculo de Houston (Quiroz) o compresor venae dorsalis penis (pasa
por encima de la vena dorsal profunda del pene).[627] Para otros autores (Rouviere) el músculo de Houston es un fascículo
del bulboesponjoso, comprime la vena dorsal del pene contribuyendo también a mantener la erección evitando el retorno
venoso de sangre.[628]
2. IRRIGACIÓN. A cargo de la arteria pudenda interna, por medio de sus ramas profundas y dorsal del pene.
4. ACCIÓN. La contracción de éste músculo comprime la raíz de los cuerpos cavernosos y lleva hacia delante la sangre que
contienen, la que va a llenar la porción peniana, contribuyendo de ésta manera a la erección. La contracción del músculo
de Houston comprime la vena dorsal profunda, lo que contribuye a la congestión pasiva del pene y por consiguiente a la
erección.
Bulboesponjoso o Bulbocavernoso
Es un músculo yuxtamedial, se encuentra en el periné anterior, envaina al bulbo de la uretra y el cuerpo esponjoso. Se
extiende de la parte anterior del rafe anobulbar o núcleo fibroso del periné o centro tendinoso del periné a la sínfisis del
pubis.
1. INSERCIONES. Se inserta por detrás en el rafe anobulbar o núcleo fibroso del periné o centro tendinoso del periné.
Se dirige lateral, adelante y arriba rodeando el bulbo de la uretra, constituyendo la porción uretral del músculo y se divide
en dos planos.
A. SUPERFICIAL. Las fibras más anteriores son más largas, se disponen en un fascículo acintado que rodea oblicuamente
la porción esponjosa de la uretra, luego el cuerpo cavernoso y termina en la envoltura fibrosa del pene (músculo de
Houston, Rouviere). Se une en la línea media con su homólogo opuesto, llevando sus fibras hasta la cara dorsal del pene,
pasando por encima de la vena dorsal. Las fibras posteriores se fijan en la cara inferior del cuerpo esponjoso.
B. PROFUNDO. Las fibras del plano profundo se denominan músculo compresor del bulbo del pene o compresor
hemisférico del bulbo, se dirigen hacia delante y hacia arriba y se enrollan en la eminencia lateral hemisférica del bulbo.
4. ACCIÓN. Es compresor del bulbo, contribuye a la evacuación del contenido de la uretra bulbar, orina y semen, por lo
que se le dio el nombre de accelerator urinae et seminis. Es un músculo erector: sus fibras anteriores producen compresión
de la vena dorsal profunda del pene, impidiendo el drenaje venoso de los espacios cavernosos. Además, expulsando
durante su contracción la sangre del bulbo a la porción esponjosa del pene.
Se localiza alrededor de la porción anal (conducto anal) del recto, en una altura de dos y medio centímetros y constituido
por arcos musculares que circunscriben el conducto anal, reuniéndose por delante y por atrás en la línea media.
1. INSERCIONES. Se inserta por atrás en: 1) la punta o vértice del cóccix, 2) el rafe o ligamento anococcígeo y en la cara
profunda de la piel, y 3) por delante en el rafe anobulbar o núcleo fibroso central del periné o centro tendinoso del periné,
donde algunas de sus fibras se continúan con el bulbocavernoso o bulboesponjoso.