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Aisenson Castorina Elichiry - Aprendizaje Sujetos y Escenarios CAP IV (U3 TP5)
Aisenson Castorina Elichiry - Aprendizaje Sujetos y Escenarios CAP IV (U3 TP5)
ALICIA M . LENZI e s l i c e n c i a d a e n C i e n c i a s
de la Educación y doctoranda tesista
(UBA). Profesora titular (UNLP); adjunta
regular a cargo de cátedra (UBA). Miembro
de la Comisión de Maestría y Coordinadora
de área en la Maestría de Psicología
Educacional (UBA). Dirige proyectos de
investigación (UBACyT).
SILVIA SCHLEMENSON e s d o c t o r a e n
Psicología (UBA); profesora titular de
Psicopedagogía Clínica (UBA) y directora
del Programa de Asistencia
Psicopedagógica de niños con problemas
de aprendizaje (UBA). Coordina el área de
psicopedagogía clínica de la Maestría en
Psicología Educacional (UBA) y dirige el
proyecto de investigación "La restricción
de lá producción simbólica en niños".
Aprendizaje, sujetos y escenarios : investigaciones y prácticas en
psicología educacional / José Antonio Castorina...[etal.].;
Diana Aisenson, José A. Castorina, Nora Elichiry,
compilado por Diana Aisenson...[et.al.). - 1a ed. - Buenos Aires :
Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico, 2007.
Alicia Lenzi, Silvia Schlemenson (comps.)
272 p.; 22x15 cm. (Conjunciones dirigida por Marcela Pereira)
(SBN 978-987-538-204-6
Aprendizaje, sujetos
C D O 370.114
y escenarios
Colección Conjunciones
Directora: Marcela Pereira
D i a g r a m a c i ó n : Patricia L e g u i z a m ó n
C o r r e c c i ó n d e estilo: S u s a n a P a r d o
D i s e ñ o d e tapa: A n a l í a K a pian
Investigaciones y prácticas
en psicología educacional
I N V E S T I G A C I O N E S SOBRE R E L A C I O N E S
F A M I L I A - E S C U E L A EN
APRENDIZAJES C O T I D I A N O S 1
Maño A. Zimmerman 2
PRESENTACIÓN
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sión escolar y a la vez describir aquellos espacios de mediación entre el De este modo se pretenden analizar las continuidades y discontinuida-
contexto familiar y el escolar que puedan favorecer la apropiación de co- des entre la familia y la escuela a partir de los interrogantes surgidos en
nocimientos por parte de los sujetos educativos. torno a la problemática del boletín escolar.
El plan de investigaciones que proponemos intenta contribuir a los es-
tudios que plantean la posibilidad de tender puentes entre el hogar y la La investigación realizada sobre los "medios masivos* se enmarca en la
escuela (Lacasa, 2000; Engestrom, Y., 1984) a partir de la exploración de creciente demanda, al interior de la psicología educacional, de investiga-
los instrumentos que median en ambos escenarios la apropiación de co- ciones referidas a problemas reales; como es el de la integración de apren-
nocimientos culturaimente disponibles. dizajes producidos en diferentes contextos de actividad. En este sentido,
En este trabajo se presentan algunas de las investigaciones en curso. televisión y / o escuela es uno de los tópicos recurrentes de un debate que
Dos de ellas centran sus indagaciones en el primer ciclo de educación bá- generalmente ha aparecido más como una lucha de consignas ideológicas
sica y remiten al estudio de los "boletines escolares" y al de los "medios que de datos provenientes de estudios empíricos. Por eso, el aporte fun-
masivos". Las otras dos se desarrollan en el primer ciclo de la enseñanza damental de este trabajo ha sido el de iniciar un.proceso de comprensión
media y refieren a las acciones "tutoriales" y a los "exámenes". Las inves- de los imaginarios docentes con relación a los aprendizajes originados des-
tigaciones mencionadas se centran en el análisis de la interacción, enten- de la cultura mediática y los modos en que éstos son retomados en las
dida como actividad situada en tiempo y espacio. Los temas que integran prácticas áulicas. Hemos intentado, a lo largo de este estudio, por tanto,
esta presentación contienen especificidades que pasamos a delinear. describir algunas configuraciones reales del problema que posibiliten, me-
diante su análisis sistemático, la transferencia al ámbito educativo.
En el recorte temático referido al aboletín escolar" se han realizado in- En el proyecto ponderamos la problemática de los diversos contextos
dagaciones referidas a las diversas problemáticas planteadas a partir de al- de aprendizaje y el análisis de sus relaciones en tanto comunidades de
gunas preguntas centrales: ¿qué función cumple el boletín escolar en la práctica diferentes. El objetivo específico planteado implica comprender
escuela?, ¿qué valor le asignan los diferentes actores?, ¿a quién pertenece las relaciones emergentes entre los aprendizajes que tienen lugar en el
el boletín?, ¿cuál es su relación con el aprendizaje?, ¿cómo se configuran contexto familiar y en el escolar a partir del análisis de los artefactos de
los procesos de circulación del boletín? A partir de los datos recogidos en mediación que favorecen la apropiación de conocimientos por parte de
el campo, surge la posibilidad de incorporar nuevas perspectivas a la línea los sujetos educativos.
de investigación como, por ejemplo, la tensión existente entre resultados
y procesos de aprendizaje, la evaluación y la acreditación, la construcción La investigación sobre aacciones tutoriales° ha tenido como objetivo el
del éxito y el fracaso escolar; entre otras. indagar los procesos de interacción y apropiación que construyen los
adolescentes y jóvenes estudiantes de las escuelas medias, en el marco de
En la institución educativa elegida para la primera entrada en terreno,
situaciones pedagógicas diseñadas en las instituciones educativas. Estas
se llevaron a cabo entrevistas a directivos y docentes, observaciones de
instancias de apoyo han surgido con el propósito de acompañar la trayec-
reuniones de padres, evaluaciones grupales, entrega de boletines y un
toria escolar de los alumnos y favorecer, así, la permanencia y el mejor
análisis documental del boletín de la escuela. Como fruto de esta expe-
rendimiento académico. La intención ha sido la de sistematizar los diver-
riencia se realizó un trabajo de análisis en el que fueron volcados algunos
sos modos y formatos que ofrecen las escuelas y la de recuperar los sig-
resultados parciales de esta etapa del proyecto. Los tres ejes elegidos pa-
nificados que los estudiantes y sus familias les asignan a esos espacios.
ra la reflexión fueron: atribución de significados, visión integral vs. carác-
Una primera etapa de la investigación consistió en el análisis de docu-
ter fragmentario del alumno y poder disciplinario.
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haustíva sistematización de datos, pero el acento no sólo estuvo puesto acercarse a la realidad del boletín en la escuela, conocer sus definiciones,
en la obtención de relatos y comentarios determinados sobre el tema, si- sus usos y sus significaciones a partir de los discursos de los protagonis-
no también en la posibilidad de obtener hipótesis y líneas adicionales de tas de la institución escolar.
indagación para la investigación. Asimismo, se realizaron entrevistas a El boletín de esta escuela está dividido en cuatro partes. La primera co-
maestras de la escuela pertenecientes a distintas areas y niveles, quienes rresponde a la evaluación conceptual, donde encontramos cada una de
brindaron, cada una desde su lugar particular, una mirada muy cercana a las materias de la escuela: lengua, matemática, conocimiento del mundo
los efectos del boletín en los alumnos como así también sus propias con- (que integra las áreas de ciencias naturales y sociales), música, plástica,
cepciones acerca de las diversas problemáticas que presenta el boletín. educación física e informática. A su vez, cada una de estas materias está
Las observaciones de campo presentaron una modalidad no estructu- subdividida en diversos ítems a evaluar. Por ejemplo, dentro de lengua
rada, de tipo narrativa, con el objetivo de realizar una descripción e in- tenemos: reflexión y sistematización del lenguaje, lengua oral y lengua
terpretación de los contextos "naturales" de indagación. En este sentido, escrita; dentro de esta última hay cuatro casilleros: lectura comprensiva,
se realizó una primera observación de una reunión de padres de primer lectura expresiva, coherencia del texto y normativa (ortografía y puntua-
grado dirigida por la directora de la primaria. Allí se informó a los padres ción). Cada casillero lleva una calificación y al final una "Apreciación Sin-
sobre los criterios de evaluación para el primer boletín escolar y se expli- tética", que resume en una sola calificación toda la materia a evaluar. Ca-
caron punto por punto sus diferentes partes. Resultó interesante obser- da casillero lleva una nota que puede ser: Sobresaliente, Muy Bueno,
var la explicitación institucional discursiva acerca del boletín, teniendo en Bueno, Regular en Crecimiento, Regular Necesita Ayuda e Insuficiente.
cuenta que se trataba de una presentación para aquellos padres que por La segunda parte del boletín corresponde a las actitudes, allí tenemos
primera vez entraban en contacto con este dispositivo, pudiendo regis- cinco subeategorías: relación con los otros, relación consigo mismo, cui-
trar también sus reacciones e impresiones a lo largo de la charla. dado de los elementos, hábitos de trabajo y hábitos en el comedor. Ca-
Por otro lado, se realizó una observación de evaluación grupa! y poste- da categoría presenta varios sub-ítems que se evalúan en casilleros dife-
rior entrega de boletines de un curso de sexto grado. Este registro se rea- renciados. A diferencia de la parte anterior, aquí se evalúa con lo que la
lizó dentro del aula, con el privilegio de poder observar el momento exac- escuela denomina otro "Código de Apreciación", las notas pueden ser:
to en el que los alumnos y alumnas tomaban contacto con las calificaciones Muy Satisfactorio, Satisfactorio, Poco Satisfactorio o Aún no Satisfacto-
del boletín. Las diversas situaciones de interacción que se fueron sucedien- rio. En esta sección aparece también el control de asistencias.
do aportaron datos muy valiosos al desarrollo de la investigación. La tercera parte corresponde a los comentarios. Aquí, en cuatro ren-
Por último, se llevó a cabo el análisis documental del boletín de la es- glones el docente escribe un párrafo comentando alguna cuestión acerca
cuela, tomando en consideración todos los aspectos relevantes de él. del alumno. Por último, en la cuarta parte tenemos el código de aprecia-
Con la información recogida, se procedió a analizar los discursos de los ción, donde se explica qué quiere decir cada letra y a qué nota numérica
diferentes actores con el propósito de poder confrontar diversos puntos corresponde, ya que en sexto y séptimo grado, en vez de llevar Sobresa-
de vista acerca de una misma problemática. Y, por otro lado, se realizó liente, Muy Bueno, etc., llevan números del 1 al 10. Debajo de esta ex-
también una triangulación entre los distintos instrumentos metodológi-" plicación tenemos el cuadro de firmas, que incluye las del docente, de la
eos utilizados: el análisis del boletín, las entrevistas y las observaciones. dirección, del padre o madre y, por último, del alumno.
Este relato de experiencia de campo ilustra el primer encuentro entre Para su mejor compresión he dividido este análisis preliminar en
teoría y práctica en el marco de esta investigación educativa, permite tres ejes.
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N. EUchiry j Aprendizaje y contextos en práctica
Al primero de ellos lo he llamado Atribución de Significados y se refie- que se trabaja en la escuela y lo que traduce el chico o lo que se dice o
re al valor, al sentido, a la significación que le otorgan los diferentes ac- se piensa en la casa. Enseguida esta maestra esboza dos posibles explica-
tores involucrados al boletín escolar. ciones: la primera de ellas alude a una falla en la comunicación y la se-
Para comenzar a pensar estas cuestiones voy a describir una situación gunda, más incisiva, apunta a una posible contradicción entre lo que la
que ocurrió durante la observación de la reunión de padres de primer escuela persigue y lo que la casa espera de la escuela. Por ejemplo, dice
grado y que me parece muy ilustrativa. otra maestra, "nosotros tenemos dos regulares, un 'regular necesita ayu-
Luego de explicar las características principales del boletín, lá directora to- da' que es entre comillas un cuatro, y un 'regular en crecimiento', que
ma en sus manos una pila de boletines y pide que los vayan pasando de ma- es entre comillas un cinco, digamos, está más cerca del bueno o más cer-
no en mano para que todos puedan tener uno. En ese momento, las caras de ca del insuficiente, y mostrarle a una nena que cuando sube de "necesita
los padres se transforman, se los nota confundidos y la directora, al captar el ayuda" a "en crecimiento" para nosotros es todo un logro y es todo un
clima de la reunión, dice: " ¡ N o se asusten, los boletines están en blanco!" trabajo, ella se queda en regular. Para ella es lo mismo".
¿Por qué le tenemos-miedo al boletín? O mejor dicho: ¿a qué le tene- ¿Por qué ocurre este desfase? Pareciera que el boletín tiene alguna pro-
mos miedo cuando nos acercamos al boletín? piedad que escapa a nuestra compresión, algo se impone a nosotros, le
tenemos miedo, lo escondemos, lo evitamos, nos asusta. Pero si volve-
Pero vayamos por partes; si hay algo que podemos acordar en princi-
mos a la idea de que se trata de un documento, podemos pensar enton-
pio es que el boletín es importante, coincidimos en que se trata de un do-
ces en su valor de ley, el boletín dice algo acerca de quiénes somos a pe-
cumento, y que en nuestra cultura los documentos son al menos impor-
sar de que la escuela intente convencernos de que se trata de saber cómo
tantes. " E s una instancia importante porque se anuncia", dice una
maestra, "se manda una nota en el cuaderno y los chicos saben: Hoy es estamos. Va más allá de la tensión que se establece entre evaluar proce-
el día del boletín". sos y evaluar resultados, es una marca difícil de borrar relacionada con
una necesaria acreditación social que trasciende los límites de la escuela.
Otra maestra reflexiona al respecto: "Si el boletín es bueno tiene mu-
cha importancia, lo muestran, yo se que pasa por toda la familia y demás; Y los padres, según cuentan las maestras, en muchos casos sienten una
si el boletín no es tan bueno empieza una cosa defensiva: 'A mi mamá no evaluación personal de sí mismos: "serví como padre o no serví como pa-
le importa tanto matemática, le importa más lengua'. 'Mi abuela no lo dre; lo crié bien, lo crié mal; es inteligente, no es inteligente", el boletín,
quiere ver.' Parece que las dos cosas dicen lo mismo, que realmente les en esos casos, resulta un reflejo del crecimiento de sus hijos.
importa y les está doliendo". El carácter enigmático que presenta el boletín está fundamentado, en par-
te, por esta discontinuidad o quiebre que expresábamos anteriormente, lo
Otro ejemplo surgido de las entrevistas se ubica en la misma dirección:
cual se traduce muchas veces en un no saber de los alumnos acerca de có-
"Por ejemplo, lo entregamos la última vez antes del día del niño, y los
mo los docentes completan el boletín. Entonces escuchamos, por parte de
chicos, jorobando, me decían: N o me lo des, no me lo des, qüe es el día
los alumnos, declaraciones de este tipo: " N o me podés dar el boletín si no
del niño, ¡por favor! Déjalo hasta la semana que viene. Pero cuando a los
me tomaste la prueba de sociales"; una alumna le pregunta a su maestra:
chicos les va bien es un motivo de orgullo, es importante para ellos".
"¿Quién puso las notas?", y otro en tono desafiante: "¿Por qué me pusiste
Una de la maestras intenta explicarnos que el boletín tiene todavía una esta nota?, si yo tenía este promedio". Los chicos no tienen un conocimien-
significación particular que ella quisiera que no tuviera. Alude a que to- to exacto de lo que es ese boletín, del formato del boletín, de la forma en la
davía se nota en el discurso y en las actitudes de los chicos esto de "lo que fueron evaluados, y eso se debe a que no participaron de dicho proceso.
que me espera del boletín". Allí hay como un quiebre, dice ella, entre lo La directora de la institución es muy clara al respecto: "En principio les sale
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la nota, les sale el qué me saqué, les sale ese valor quizás cultural de impor- poner la integralidad del alumno". Es paradójico, quizás, pensar que pa-
tancia. .. bueno, a ver, todo muy lindo, pero... ¿tengo bien, muy bien? ¿Qué ra lograr captar una totalidad, para lograr dar cuenta de un sujeto inte-
tengo? Q u e en definitiva es así ¿no?, finalmente estoy acreditando y estoy po- gral necesitemos más espacio, en el sentido de un espacio fragmentado
niendo una nota, y es así y a todos nos pasa, querer saber si lo que estoy ha- en casilleros. Otra de las maestras lo ilustra del siguiente modo: "El que
ciendo desde el ojo del maestro está bien, está muy bien o no está bien". interviene en ese documento es el docente que es el que evalúa al chico
Cuando se les plantea a los docentes la pregunta acerca de qué cambiarían y lo categoriza de alguna forma (...), porque completa una grilla con un
del boletín, nos encontramos con respuestas que remiten siempre a cambiar montón de factores de los chicos, cómo cuidan los bienes comunes, los
un ítem por otro o simplemente a variar su cantidad, pero lo que no apare- bienes personales, cómo es su comportamiento con los docentes, con sus
ce es la posibilidad real de transformarlo, y muy lejos, por supuesto, la de demás compañeros. Es como que llegaba un momento que veía puntitos
imaginar una escuela sin boletín. Nos contaba una maestra que el boletín es en los nenes y yo sentí como que terminé fragmentando totalmente la
la última instancia y que quede ahí marcado es complicado. "Pero a esta al- idea del chico. Eso me dio una sensación rara, tener que estar midien-
tura... -decía—, después de 25 años que llevo como docente... bueno, es así, do... ¿Y cómo cuidaba las cosas tal chica, y cómo hace esta? Me pareció
hay que hacerlo, son las reglas del juego." De este modo el boletín se nos demasiado detallado. Me parece que el chico al ver todo tan fragmenta-
presenta como algo naturalizado e inevitable que debemos padecer y es aquí do no logra tener una idea más global de sí mismo. Pero son como las
donde se impone la necesidad de indagar el surgimiento histórico del bole- reglas del juego, el currículo te dice que tiene que estar separado, que la
tín escolar, en pos de dilucidar algunos de estos interrogantes. aprobación tiene que ser de todos estos puntos y debo ser esquizofréni-
ca porque lo puedo hacer".
El segundo eje que resulta interesante destacar se refiere a la tensión
que se establece entre la visión integral del alumno y el carácter fragmen- Por otro lado, cabe considerar que esta categorización que realiza el
tario que presenta la evaluación en el boletín. Anteriormente describimos maestro produce automáticamente la necesidad de los alumnos de com-
el formato particular que adquiere el boletín en esta escuela; por un la-, pararse entre sí y genera todo tipo de competencias. Algunos ejemplos
do, la gran cantidad de categorías y subcategorías a evaluar, tanto en el interesantes surgen de la observación de entrega de boletines. Uno de
plano conceptual como en el actitudinal, y, por el otro lado, el extenso los chicos que primero lo recibe se lo muestra a un compañero y, ha-
código de apreciación incluyendo los dos tipos de regulares (necesita blando en voz baja, dice: " M e puso..." y cuenta: " 1 , 2, 3, 4, 5, 6 . . . " .
ayuda y en crecimiento). Cabe preguntarse a qué se refiere este último ti- Una práctica habitual, contar la cantidad de notas buenas y malas, en el
po de escala, qué implica que alguien sea calificado a partir de un crite- sentido de confeccionar algún tipo de estadística que me sirva para co-
rio de satisfacción, quién se satisface allí, quién es el sujeto de la satisfac- locarme en un ranking. Otro de los alumnos exclamaba: "¡Tengo muy
ción y con respecto a qué parámetros o normas se establece. satisfactorio menos tres cosas, soy un genio!", mientras otro de los chi-
La directora nos comenta cómo funciona el sistema de notación: "A cos leía concentrado: " N o puedo oper...". De pronto se escuchó pre-
veces jugamos con la intermedia, les podemos poner un bien menos, que guntar a alguien: "¿A quién le pusieron muy satisfactorio en cumpli-
quiere decir que todavía... O les podemos poner un puntito en las acti- miento de normas en el comedor?" A una de las chicas se la nota triste,
tudes entre el satisfactorio y el poco satisfactorio que indican que 'faltan un compañero se acerca y le pregunta: " ¿ Q u é te pasó?", " M e saqué ún
cinco para el peso'. Al mismo tiempo, nos transmite la idea de darle es-r bien", responde ella. "Yo también, ¿te qúejás por eso?", contesta él. Fi-
pació al niño como sujeto integral, de verlo como una totalidad". Según, nalmente un alumno grita desde el fondo a modo de desafío: "¡A ver
una de las maestras, es bastante difícil a veces en el boletín " . . . con el po- quién me supera en faltas!", mientras otro le pregunta por la cantidad
quito lugar que hay, aun en este boletín que tiene un montón de ítems¿ de faltas acumuladas.
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Una de las maestras, reflexionando sobre este tema, nos contaba que: jugando a evaluar, estamos evaluando seriamente, porque el sistema le-
"Cuando estás evaluando estás todo el tiempo comparando, por un lado galmente nos lo pide: me parece que hay una primera instancia en don-
todos los chicos entre sí y por otro a ese chico con lo que era antes". de la institución marca que hay como una lógica diferente a la familia en
A lo largo de las entrevistas, la mayoría de los docentes insistía en con- este proceso de crecimiento que pone a los chicos en relación con la rea-
siderar que lo que ellos evaluaban eran procesos de aprendizaje. Sin em- lidad y con el mundo externo".
bargo, eran concientes de que el boletín implica un corte, un congela- Como todo documento, el boletín requiere de una firma. En esta es-
miento del proceso de aprendizaje para poder decir algo acerca de este cuela la firma involucra a directivos, padres y docentes, pero también a
alumno. La cuestión es que "lo que decimos, lo hacemos en términos de los alumnos; y los entrevistados se refieren a esta cuestión en términos de
un resultado, de una nota que refleja el rendimiento curricular del chico, "involucrar a los chicos", "hacerse cargo", "ser responsables", "darle im-
eso sí lo representa bien y acabadamente", decía una maestra, "porque portancia", "expresión del compromiso de estar involucrados en el pro-
tenés una nota, en mi caso conceptual: bien, muy bien o sobresaliente o ceso". Pero si tenemos en cuenta el desarrollo que veníamos sostenien-
regular. Es difícil mostrar los procesos de los pibes, lo que muestran es do acerca del poder disciplinario, la firma del alumno se transforma en
adonde llegó en un determinado momento". una forma de aceptación de tipo coercitivo más que en una participación
Por último, me interesa tomar en cuenta el eje del poder disciplinario. responsable. Según la directora: "firmar significa hacerse cargo y compar-
El cual, por supuesto, está fuertemente relacionado con el eje de atribu- tir la mirada respecto de lo que la escuela está diciendo", no hay posibi-
ción de significados. El ejercicio de la disciplina supone un dispositivo que lidad de disentir, es un compartir impuesto por la autoridad de la escue-
coacciona por el juego de la mirada. Ésta es una mirada normalizadora la, y lo mismo vale para los padres.
que permite calificar, clasificar y castigar. Como señala Foucault (2002): De esta controversia surge otra pregunta difícil de responder: ¿a quién
aEn cuanto al poder disciplinario, se ejerce haciéndose invisible; en cambio pertenece el boletín?
impone a aquellos a quienes somete un principio de visibilidad obligatorio. Las respuestas a esta pregunta son diversas, desde decir tajantemente
En la disciplina, son los sometidos los que tienen que ser vistos. Su ilumina- que el boletín le pertenece al niño, pasando por considerar que es de los
ción garantiza el dominio del poder que se ejerce sobre ellos" (pág. 1 9 2 ) . D e chicos, pero que verdaderamente no lo sienten como una pertenencia,
algún modo podemos decir que el boletín ilumina, arroja una luz sobre hasta sostener que en realidad las notas le pertenecen al niño, pero el bo-
cada uno de los niños, tanto en la escuela como fuera de ella, diciéndole letín no. Lo cierto es que no queda del todo claro de quién es el boletín
a él mismo, pero también al resto de la sociedad, algo acerca de su ser. o, por lo menos, nos encontramos frente a una dificultad. Porque pode-
En este sentido, la directora considera que el boletín es "una instancia mos preguntarnos también a quién está dirigido y reconocer que la iden-
de valor que tiene que ver con el aspecto normativo, es muy importante tidad del destinatario es tan problemática como saber a quién pertenece.
pensar y cuidar desde el rol el aspecto normativo de la escuela en térmi- Para concluir, quisiera resaltar el carácter preliminar de este relato de
nos de acompañar a los chicos en un desarrollo saludable. Sbn niños, es- experiencia. En primera medida porque sólo se han realizado por el mo-
tán creciendo, es importante que se encuentren con referentes de auto- mento entrevistas a directivos y docentes, mientras que las entrevistas a
ridad desde lo normativo. Desde ese lugar, el boletín tiene realmente padres se encuentran en proceso de elaboración. Y, por otro lado, sería
importancia porque lo pensamos seriamente para ellos, de manera tal que lícito considerar este primer acercamiento al campo como una forma de
en primer lugar se le dé valor a una norma, a un aspecto formal y legal revisar y redefinir las líneas de indagación que guían esta investigación
del sistema, eso sí me parece que es importante para ellos. Esto es un as- con el objetivo de avanzar nuevamente sobre el terreno observando otras
pecto serio de la escuela, esto es en serio, esto es de verdad, no estamos escuelas con diferentes características. Actualmente no se han encontra-
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NOTAS
Débora Nakache 1
BIBLIOGRAFÍA
talleres extraescolares, donde le enseñan lo que de verdad le va a servir tan interpelar con mayor eficacia estas nuevas situaciones de aprendizaje.
en la vida", se escucha por parte de los padres. ¿A qué nos referimos con psicología cultural histórica? ccLa tesis central de
la- tradición cultural-histórica es que la estructura y el desarrollo de los pro-
Familias y escuelas reconocen haber perdido aquella armónica relación
cesos psicológicos humanos surgen por la actividad práctica mediada cultu-
que alguna vez tuvieron o por lo menos creyeron tener. Al mismo tiem-
po, ambas asumen cierta perplejidad frente a estas infancias que no pue- ralmcntey en desarrollo histórico" (Colé, 1999, 106). Los conceptos cla-
den terminar de comprender remitiéndolas a sus experiencias previas. Am- ve con que se demarca esta perspectiva son: la mediación por artefactos,
bas perciben el estatuto de lo diferente. Diferencias entre la casa y la el desarrollo histórico de la cultura y las prácticas cotidianas como anali-
escuela. Diferencias entre estos niños y aquellos que supimos ser alguna zador fundamental de la actividad humana.
vez. En línea con la tradición vygotskiana, la actividad humana es conside-
rada, desde esta perspectiva, como una formación sistémica, colectiva e
Al mismo tiempo, si continuamos por eLcamino de atender a los "de-
histórica en la cual las relaciones entre las personas y los objetos están
cires" de familias y escuelas, encontramos un punto de acuerdo claro: la
mediadas por instrumentos no sólo materiales, sino también simbólicos.
televisión o , más genéricamente, las pantallas serían las responsables de
Por ello se trata de una apuesta teórica donde es posible pensar las trans-
estas diferencias. Los hijos e hijas, los alumnos y alumnas actuales, no son
formaciones culturales y tecnológicas emergentes y el modelaje particu-
más lo que eran "por culpa de la tele, los jueguitos de la compu y el
lar que, en estas condiciones, se realiza en los desarrollos y aprendizajes
chat". Las pantallas se han instalado entre familias y escuelas y organizan
humanos.
los lazos sociales infantiles contemporáneos. Ambas instituciones parecen
advertir que el efecto de agotamiento que padecen en tanto marcas sub- Es también en el seno de esta perspectiva que se advierte que la escue-
jetivantes se realiza en simultáneo con el advenimiento de ias pantallas la y la familia resultan contextos educativos heterogéneos y se analizan las
contemporáneas como poderosos dispositivos de subjetivación. continuidades y discontinuidades existentes entre ambos escenarios. En
este sentido, ya es un tópico corriente, en los posicionamientos actuales,
Esta ponencia tiene como propósito desplegar algunas ideas en torno
la idea de revisar el proyecto escolar desnaturalizando sus condiciones de
a este problema. Tales reflexiones surgen en el marco de las investigacio-
funcionamiento y situando singularmente sus coordenadas en tanto sis-
nes que venimos desarrollando en la Facultad de Psicología de la Univer-
tema de actividad específica (Várela, 1991; Pineau, 2001).
sidad de Buenos Aires. 3 Se trata de echar luz sobre las relaciones entre el
entorno educativo escolar y familiar, interpelándolas desde las condicio- Los dispositivos disciplinarios organizan entre sí un tipo de relación
nes contemporáneas de existencia, en las que la televisión y otros dispo- que Deleuze ( 1 9 9 1 ) llamó analógica, esto es, la posibilidad de estar en
sitivos mediáticos de información median los intercambios, crean cultu- distintas instituciones bajo las mismas operaciones. Así cada una opera
ra y al mismo tiempo producen subjetividades radicalmente diferentes a sobre las marcas instituidas previamente: la escuela sobre las marcas fa-
las que supieron habitar disciplinadamente las instituciones modernas. miliares, la fábrica sobre las modulaciones escolares y la cárcel sobre las
molduras hospitalarias. Así, la escuela, como artificio de producción de
ciudadanía, puede ser examinada acorde con sus notas comunes con la
BUSCANDO U N MARCO DE COMPRENSIÓN DEL PROBLEMA familia burguesa. En síntesis: al suponer un proceso único del desarro-
llo humano, las familias y las escuelas modernas trabajan en un mismo
proyecto, una especie de afianza para el progreso. Progreso en los co-
Este estatuto de lo "diferente" ha ido organizando el discurso científi nocimientos, en la productividad, en la constitución de colectivos na-
co para su comprensión. En el campo de la psicología educacional, so cionales.
los aportes de la llamada "psicología cultural histórica" los que posibiti-
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Esta comunidad de sentido entre ambos contextos se quiebra en el es- les exploraciones podrían situarse así: ¿qué uso y qué significado le adju-
cenario contemporáneo al ritmo que el mercado crea las subjetividades dican los alumnos y las alumnas a aquello que consumen en los medios?
consumidoras que habitan esta "era de la fluidez" (Lewkowicz, 2004). ¿Qué percepción tienen sus docentes de estas prácticas infantiles? Y ¿qué
Emergen entonces las diferencias que han tenido, en tanto comunidades sentido adquieren tales saberes mediáticos en el contexto escolar?
de prácticas diversas, desde su fundación moderna, pero que quedaban
invisibiiizadas en la cooperación del disciplinamiento estatal. Por ello, DEMARCANDO U N TERRITORIO A INVESTIGAR
cuando seguimos el hilo de las prácticas, encontramos que son numero-
sos los autores actuales que reconocen importantes diferencias entre Las investigaciones que venimos desarrollando se han posicionado en
aprender en la casa y en la escuela (Resnick, 1987; Lacasa, 1994; Perre- un escenario: la escuela3 y desde allí se han realizado diversidad de apro-
noud, 1990; Trilla, 1985). ximaciones de carácter descriptivo ya que, habiendo formulado el proble-
C o n la luz mortecina de las pantallas iluminando el desfondamiento del ma, nuestro propósito consistió en recortar las características del fenóme-
Estado y la sacralización del mercado como productor del lazo social, no de modo situado en cada comunidad. A partir de ello se construyeron
aparecen fuertemente las voces que expresan las discontinuidades entre el instrumentos de recolección de datos específicos permitiendo relevar un
contexto escolar y el familiar. Incluso al punto de plantear los procesos tipo de información que minimice los errores de sesgo. Asimismo, fue in-
que allí acontecen como inconmensurables o, dicho llanamente, desde la herente al proceso de indagación la reconstrucción permanente del dise-
imposibilidad de articular los aprendizajes que advienen en uno y otro es- ño, sus objetivos y sus hipótesis preliminares en una tarea recursiva de
cenario (Gardner, 1999). acercamiento a aquello más significativo del objeto. En tal sentido, apli-
camos cuestionarios a todo un grupo-clase con el propósito de relevar al-
E n la medida en que el Estado estalla en su capacidad de cohesionar,
gunos datos cuantitativos acerca de consumos culturales infantiles y de
las instituciones devienen fragmentos, el puente que había entre lo esco- las familias. Asimismo, administramos entrevistas en profundidad indivi-
lar y lo familiar (las reglas comunes, ios sujetos supuestos y la estabilidad duales a un pequeño grupo elegido entre quienes respondieron al cues-
de las condiciones) queda cortado. tionario, indagando acerca de significados, prácticas y legitimaciones de
La TV, las computadoras y los videojuegos aparecen entonces creando sus aprendizajes en la casa y en la escuela. Por último, realizamos obser-
nuevas condiciones en la transmisión cultural, nuevas reglas de juego, vaciones de situaciones naturales y semi-experimentales en las cuales se
nuevas operaciones de subjetivación. Se advierten entre familias y escue- promovió una aproximación a los medios en la escuela.
las, en tanto demarcan con intensidad la distancia entre estos contextos.
Emergen entre familias y escuelas ya que constituyen la condición de los
APROXIMANDO ALGUNAS CONCLUSIONES
nuevos lazos sociales, que enredan y conectan a los sujetos contemporá-
neos. Advienen entre familias y escuelas como formatos socializadores, Los resultados que vamos obteniendo nos permiten puntualizar algu-
creando agendas mentales, promoviendo demandas y prácticas. nas reflexiones que se orientan en línea con el problema que planteamos.
La apuesta que proponemos desde esta investigación consiste en explo- A continuación esbozaremos algunas de estas icteas con el propósito de
rar, dentro de,algunos contextos escolares, las atribuciones de significa- seguir aportando al debate iniciado.
d o que los propios niños realizan respecto de sus consumos mediáticos, • La vida cotidiana regulada por las pantallas. Al interrogar a alumnos
sus intereses y aquello que pueden legitimar como aprendizajes en rela- de quinto grado de escuelas públicas de esta ciudad acerca de sus ruti-
ción con sus propias prácticas de recepción. Las preguntas que guían ta- nas diarias a la salida de la escuela, encontramos que la T V es una re-
y
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| Aprendizaje, sujetos y escenarios N. Elichiry j Aprendizaje y contextos en práctica |
ferencia obligada en la organización de sus relatos de vida cotidiana. tienen y la escuela es para aprender. Los pocos que llegan a aceptar
Espontáneamente surge como el hito que permite señalar el modo en que se puede aprender algo de la televisión lo admiten sólo de lo que
que están ordenados los tiempos y las actividades. Y no sólo participa podríamos denominar televisión educativa, esto es, programas que
en la estructuración de sus rutinas hogareñas, también está presente a la explícitamente están diseñados con fines didácticos o de divulgación
hora de dar cuenta de sus relaciones con los pares. Los programas pre- de saberes: documentales, enseñanza de oficios, etcétera.
feridos parecen tener varios usos y funciones, pudiendo caracterizarse • La restitución del aprender cuando se conecta con lo cotidiano. Cuan-
como agentes de socialización grupal en las interacciones escolares. do la escuela no supone un alumno que "ya no es" y aborda conte-
• La percepción de las pantallas como máquina compleja de remisiones nidos o formatos que guardan alguna relación con las prácticas habi-
múltiples. Desde el sentido común tendemos a pensar las diversas tuales de los chicos, parece configurarse una relación que posibilitaría
pantallas con las que interactuamos (tele, computadora y video jue- los aprendizajes. En las "situaciones observadas donde, por ejemplo,
gos) como objetos diferentes, que permiten realizar actividades dis- se visionaron películas infantiles y se las examinó desde las condicio-
tintas a su vez. Sin embargo, desde la investigación advertimos que nes de su producción, se modificaron los patrones de interacción tra-
para la población infantil estas pantallas están ínterconectadas y remi- dicionales de clase, se generaron preguntas auténticas e incluso apa-
ten unas a otras. Por ejemplo, en general, los niños admiten ver en- reció el interés de leer y escribir textos. Es necesario señalar un
tre tres a cinco horas diarias de televisión, aunque la cuestión acerca peligro que se asoma en estas constataciones: la posibilidad de instru-
del mirar la tele ha sido también un tema desplegado en la investiga- mentalizar estas prácticas "al servicio de lo escolar" y vaciarlas de au-
ción. Los modos de recepción infantiles son diversos y la televisión téntico sentido. El uso de la televisión o el video como motivadores,
participa de una compleja trama de actividades. Así por ejemplo, la por ejemplo, rápidamente cristaliza un gesto demagógico que no
mayoría de los niños comenta que en la computadora consulta sitios ofrece una legitimidad real a los conocimientos cotidianos, sino que
de canales o programas televisivos (para escribirles correos electróni- los congela en una especie de pre-tarea que sólo prepara el territorio
cos a sus personajes favoritos) y muchos juegan con sus amigos imi- para la actividad auténtica que es la tarea escolar.
tando sus programas de televisión preferidos. Aparece, entonces, una • La generación de puentes entre familias y escuelas a partir de los me-
pregunta novedosa para nosotros, en tanto investigadores: ¿qué sig- dios. Numerosas experiencias analizadas mostraron su eficacia en la
nifica actualmente para los niños ver la tele? generación de modalidades de participación genuinas de la familia en
• Escasa legitimación de lo aprendido en la casa. L a escuela n o parece la escuela. El carácter común de las pantallas como instrumentos de
valorar aquello que los alumnos traen como aprendizajes cotidianos, mediación en las casas y en la escuela permite un tránsito más fluido
pero lo más interesante es que los propios chicos tampoco le otorgan de creencias, prácticas y significaciones entre ambos contextos. Al
mismo tiempo, los padres y las madres, por ejemplo, pueden com-
ningún grado de legitimidad a lo aprendido fuera de la escuela y mu-
partir una tarea común ya que participan del código que se está pro-
cho menos a través de las pantallas mediáticas. Mientras que resulta
moviendo, lo cual no sucede cuando se proponen actividades en las
clara la poderosa influencia de los medios en sus prácticas cotidianas,
que se abordan ciertos procedimientos que la escuela plantea "a su
cuando se les pregunta acerca de "¿qué aprenden de sus programas
manera" y donde la familia queda excluida a priori.
favoritos de televisión?", la mayoría de los alumnos niega que pueda
aResulta más interesante que suponer que hay una institución, suponer que
aprender algo de esos productos mediáticos. Sin dudarlo demasiado,
los niños distinguen, e incluso contraponen, la función de la televi- no hay y, sobre todo, que es preciso inventarla. Inventarla significa organizar,
sión y la de la escuela. Los medios (la TV más estrictamente) entre? a partir de un problema, un dispositivo que permita que las paredes signifi-
| Aprendizaje, sujetos y escenarios
NOTAS
1. Profesora adjunta de Psicología Educacional, Facultad de Psicología, UBA.
2. Beca de doctorado U B A C y T (Directora de beca: Nora Elichiry. Directora de tesis: Pi-
lar Lacasa), en el marco del proyecto U B A C y T , 2004-07, ob. citada. REPLANTEOS EN T O R N O A NUEVOS
3. Si bien compartimos la necesidad de ampliar la mirada de la psicología educacional a
procesos de aprendizaje que transcurren en otros contextos, consideramos relevante el Y/O VIEJOS ESPACIOS DE M E D I A C I Ó N
estatuto de "recorte específico" que lo escolar tiene en la constitución del campo dis-
ciplinar. Y ACOMPAÑAMIENTO ESCOLAR
BIBLIOGRAFÍA
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Deleuze, G., "Posdata sobre las sociedades de control", en Ferrer, C. (comp.), El lengua-
je libertario 2. Filosofía de la protesta humana, Montevideo, Nordam, 1991. Sostenidas en estas preocupaciones, nos iniciamos en un trabajo de in-
Gardner, H . , La mente no escala-rizada. Cómo piensan los niños y cómo deberían enseñar las vestigación2 centrado en el primer ciclo de la enseñanza media con el
escuelas, Barcelona, Paidós, 1993. propósito de arrojar luz en esta problemática social y avanzar en la cons-
Lacasa, P., "Entorno familiar y educación escolar: la intersección de dos escenarios edu-
cativos", en Coll, Marchesí y Palacios (eds.), Psicología de la educación escolar, Ma- trucción de explicaciones y estrategias, más allá de enumerar críticas y fa-
drid, Alianza, 2 0 0 0 . lencias ya conocidas.
Lacasa, P., Aprender en la escuela, aprender en la calle, Madrid, Visor, 1991.
Lacasa, P., Familias y escuelas. Caminos de la orientación educativa, Madrid, Visor, 1997.
Los resultados de etapas anteriores de la investigación nos advierten so-
Perrenoud, P., La construcción del éxito y del fracaso escolar, Madrid, Morata, 1990. bre el hecho de que las instituciones educativas suelen evaluar aspectos
Pineau, P.; Dussel, I.; Caruso, M., La escuela como máquina de educar. Tres escritos sobre que no enseñan y dan por supuesta una función de tutoreo familiar que
un proyecto de la modernidad, Buenos Aires, Paidós, 2001.
Resnick, L-, " L e a m i n g in school and o u t " , en Educational Kesearcher, 16, 1987.
nadie explícita, pero de la cual se pide cuentas en las evaluaciones esco-
Salomon, G . (comp.), Cogniciones distribuidas. Consideraciones psicológicas y educativas, lares. La función de "tutoreo" resultaría un elemento favorecedor del
Buenos Aires, Amorrortu, 2 0 0 1 . rendimiento escolar, que se entiende en tanto responsabilidad o "espera-
Trilla, J., Ensayos sobre la escuela. El espacio social y material de la escuela, Barcelona, Laer-
ble" del ámbito familiar y que parece convertirse también en condición
tes, 1985.
Varela, J . y Álvarez Uría, F_, Arqueología de la escuela, Madrid, La Piqueta, 1991.
de desventaja o explicación de eventuales fracasos para muchos alumnos
que carecen de ella (Elichiry, 2003).
j 122
2 Aprendizaje, sujetos y escenarios N. Elichiry j Aprendizaje y contextos en práctica |
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| Aprendizaje, sujetos y escenarios N. Elichiry { Aprendizaje y contextos en práctica |
generacional resulta un escenario fecundo para la construcción de dichas PENSAR EL APRENDIZAJE EN SITUACIÓN
subjetividades. Las subjetividades que de ello resultan, entre ellas la de
joven, la de alumno y la de ciudadano, se construyen en la participación
Estas ideas nos invitan a marcar, como punto de partida, la necesidad
en distintas situaciones, en el marco de prácticas que las producen, en el
de aclarar una frecuente confusión, no siempre sin intención, entre con-
seno de instituciones que persiguen tales fines, como la escolar (Lewco-
diciones sociales y capacidades educativas. Es necesario asegurar las con-
wicz, 2 0 0 4 ) .
diciones sociales para que los niños y jóvenes se eduquen y estas condi-
Así lo entendía también Lev Vigotsky, al sostener que la constitución ciones sociales por lo general no se producen. Establecer esta distinción
subjetiva implica la interiorización de herramientas, discursos y prácticas permite agudizar el sentido que se le ha otorgado al término educabili-
culturales en contextos de actividad conjunta socialmente definidos (Ba- dad, poniendo bajo sospecha, como afirma Baquero ( 2 0 0 1 ) , que la edu-
quero, 1997). L o s procesos de escolarización cobran, en el marco de la cabilidad obturada de un alumno sea correlativa al límite del método. Di-
teoría socio-histórica, un papel de particular relevancia en tanto contex- cho de otro modo, la educabilidad se define en la relación educativa
to que propicia, o al menos debería propiciar, la apropiación y dominio, misma, no en la naturaleza del alumno. Sospecha que llevaría a reconsi-
consciente y voluntario, de herramientas semióticas que contribuirían a derar la mirada psicológica y pedagógica, ahora centrada en las propieda-
la autorregulación de la propia conducta (Aizencang, 2004). des situacionales que estructuran el trabajo en las aulas, las que permiti-
E n la línea de lo desarrollado por Elichiry (2000), nos interesa recupe- rían no solo interpretar el desempeño que hoy muestran los alumnos sino
rar y "describir prácticas, situaciones y estrategias que tienden a favorecer anticipar los aprendizajes posibles.
u obstaculizar los aprendizajes del sujeto educativo en los contextos comple- En este sentido, nos movemos desde el paradigma contextualista que
jos en que se desenvuelveNos inquietan las miradas que refieren solo co- considera que la situación no opera como un contexto externo que des-
m o responsabilidad del alumno los efectos de la "abulia", "aburrimien- cribe un proceso de desarrollo que es atributo del individuo, sino que el
t o " , "desinterés" o "ausencia". Nos interroga, a su vez, el lugar de la desarrollo, como el aprendizaje, se producen en situación. "De un modo
escuela como posibilitadora de esas subjetividades que se construyen e crucial, no implica esto que se suprima la posibilidad de la singularidad de
instituyen en el seno de las prácticas educativas y que parecen hoy de- los sujetos sino, más bien, aunque parezca paradojal, la posibilidad de pro-
mandar de vínculos alternativos, algo del orden de un proyecto, códigos ducir singularidades o de procurar neutralizarlas es también efecto de las
y experiencias diferentes entre profesores y alumnos, que permitan la situaciones* (ob. cit.).
construcción de una posición y una trayectoria educativa distinta.
El aprendizaje se produce en la situación, porque es en ella donde se
Apostamos, de esta forma y a partir del conocimiento que nos facilite producen y se significan los cambios como desarrollo, aprendizaje o in-
la investigación, recuperar o bien fortalecer las capacidades de generar, de cluso estancamiento, " n o aprendizaje" o fracaso. Es la situación la que
operar en pro de la construcción de una subjetividad escolar diferente, produce o no nuevas formas de comprensión y participación. Es por eso
acorde con los cambios y necesidades sociales y, al mismo tiempo, capaz que, desde el recorte de nuestra investigación, intentamos conocer y
de promover las potencialidades educativas en ocasiones descuidadas. Tal analizar las situaciones educativas que se les ofrecen a los jóvenes. Parti-
vez se trate de confiar en la potencia que encierra el hacer y el pensar con cularmente, nos atraen los renombrados espacios de las tutorías, las es-
otros en el marco de un proyecto común y compartido (Corea; Lewko- trategias para el aprendizaje que se despliegan en dichos espacios esco-
wicz, 2 0 0 4 ) . lares, entendiendo que se trata de una situación específica de la que
participan los jóvenes.
y
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| Aprendizaje, sujetos y escenarios N. Elichiry{Aprendizaje y contextos en práctica |
Adherimos a una línea teórica próxima a la de la cognición situada Para ello nos vemos en la necesidad de procurar un abordaje desde los
planteada por Lave (Lave, 2 0 0 1 ) , que recupera, a su vez, las dimensio- sistemas de actividad (Engestróm, Y., 1984) que, en el nivel metodoló-
nes no contempladas habitualmente por las perspectivas cognitivas estre- gico, supone articular información proveniente de diferentes órdenes: sis-
chas, ligadas a lo motivacional, lo afectivo o, en términos más amplios, a tema social, familia, escolar, etc. y analizar sus restricciones o procesos de
lo experiencial. Desde esa perspectiva, el aprendizaje, como el conoci- regulación.
miento, es producido en el seno de un funcionamiento intersubjetivo y Es así que nos preguntamos acerca de cuáles son los conocimientos, es-
distribuido entre sujetos. El conocimiento es mudable, inestable, pro- trategias, formas de aprendizaje y de colaboración que los sujetos cons-
ducto de una actividad cultural que lo produce y significa; el aprendiza- truyen en la participación en actividades específicas, junto con otros, y
je se entiende como los cambios en las formas de comprensión y partici- valiéndose de instrumentos mediadores que facilitan la aproximación a
pación dé los sujetos en una actividad conjunta. Debe comprenderse los saberes culturalmente valorados.
como un proceso multidimensional de apropiación cultural: se trata de En esta primera etapa transitada, efectuamos lecturas de diversos docu-
una experiencia, por lo que involucra la afectividad, el pensamiento, la mentos que plantean a la tutoría como un espacio facilitador y mediador
acción de un m o d o inescindible. entre los jóvenes, la escuela y la familia, y hemos encontrado una primera
tensión con relación al sentido que porta este espacio, el que se dirime en-
tre ser una actividad pedagógica o un espacio de contención asistencial.
Interesa recuperar y señalar que los proyectos de tutorías han sido his-
SOBRE LOS CAMINOS Y A TRANSITADOS tóricamente propuestas organizadas por las escuelas, en ciertos casos a
través de proyectos de política educativa, que hoy las diferentes instan-
cías gubernamentales intentan recuperar. En el país existen varias expe-
Instalamos desde esta investigación un debate sobre las características
riencias que instalan esta propuesta en las instituciones.
particulares que asumen las instancias de tutoreo en las escuelas medias,
Desde algunos documentos consultados, se considera que los proyec-
en tanto formas específicas de actividad que, en principio, pretenderían
tos de tutoría representan en cierto sentido una tensión y una posibilidad
promover el intercambio y la negociación para la construcción concep-
de cambios dentro de la escuela secundaria, en la medida en que procu-
tual, y la creación conjunta de cultura como objeto de enseñanza (Bru-
ran hacerse cargo de cuestiones que esta no tiene resueltas en virtud de
ner, 2 0 0 4 ) . E n este sentido, interesa comprender las formas de participa-
su estructura, su organización y las características de su propuesta forma-
ción, apropiación, o negociación que ponen en práctica los jóvenes y sus
tiva (Documento sobre tutorías, Secretaria de Educación de la ciudad de
familias en las instancias de tutoreo que la escuela les ofrece. Y en línea
Buenos Aires, 2003). La regulación de estos espacios por parte de una
con ello, los efectos que estas experiencias ejercen en la redirección o re-
política educativa implica el reconocimiento de acciones que venían de-
configuración subjetiva de sus itinerarios de aprendizaje escolar.
sarrollándose en forma asistemática en las instituciones. aSe expresa, en di-
C o m o ha señalado Rogoff, "participar" significa tanto tomar parte co- chos documentos a estos proyectos tutoriales como un factor clave para la es-
mo ser parte. L o que varía en el aprendizaje y desarrollo no son sólo colaridad de aquellos que, por diferentes circunsta-ncias y condiciones,
nuestras formas de tomar parte, colaborar en la resolución de problemas, tienen dificultades para responder exitosamente a las exigencias del nivel
hablar, etc. (las figuras clásicas de "participar"), sino nuestra manera to- medio. Los tutores intentan dar respuesta de alguna manera a una transi-
tal, vivencia!, de ser parte de la situación compartida (RogofT, 1994, ción y a la problemática del fracaso escolar, concentrada principalmente en
1997). los primeros años* (ob. cit., 1 3 ) .
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En los documentos analizados se explícita que se promueve en las tu- siderar: ¿cómo se construyen las figuras del tutor y la del tutoreado? ¿Có-
torías un trabajo en dos planos: uno individual y otro grupal, incorpo- mo pasar de lo individual al espacio colectivo?
rando a la vez un trabajo con las familias con el propósito de reorientar Creemos que estas preguntas que hoy nos convocan solo se podrán
este espacio que, históricamente, se configuró con una lógica más indivi- comprender y develar en la propia situación. Situación que, por cierto,
dual que colectiva. podría marcar un límite, en tanto espacio alternativo que desde su origen
Pareciera que lo que se propone desde esta acción es dar respuesta a persigue el propósito de atender problemáticas características del sistema,
problemas específicos del campo educativo, como los desarrollados por vinculadas a las condiciones indeseadas de aprendizaje que la misma es-
Elichiry (2000, 2001) en sus investigaciones, ya referidos al inicio, cuan- cuela media parece generar.
do afirma que la falta de trabajo por parte de las escuelas en enseñar es- El espacio de tutorías es un espacio sobre el cual se viene trabajando,
trategias básicas de organización para el estudio queda finalmente dele- debatiendo, investigando desde diferentes recortes y áreas disciplinares.
gada a las familias, acentuando, de esta forma, mayores desigualdades. Desde nuestras preocupaciones académicas, desde nuestra pertenencia
Nos preguntamos entonces cómo se organizan, a través de qué activi- disciplinar, nuestras prácticas e intervenciones futuras se orientarán a pro-
dades, y como se configuran diferentes prácticas pedagógicas que hacen fundizar la mirada sobre estos espacios como situaciones específicas de
posible un mayor compromiso o apropiación del proyecto escolar por aprendizaje y, en esta línea, serán objeto de nuestras indagaciones aque-
parte de los estudiantes. llos saberes y habilidades que se construyen en el marco de las interaccio-
Para los propios protagonistas de los espacios tutoriales, se fluctúa en- nes que allí tienen lugar, la planificación y promoción de diálogos, de có-
tre la contención en muchos casos psicológicos y el trabajo cognitivo-pe- digos comunes, de un hacer y de un plan compartido, que se vería
dagógico. ¿Cómo separar estos aspectos?, ¿cuáles son los sentidos y efec- facilitado por herramientas y sistemas de andamiaje específicos.
tos producidos en el aprendizaje de los jóvenes que le imprimen esta Apostamos a que esta indagación contribuya, como anticipáramos al ini-
configuración escolar? ciar este escrito, a la generación de respuestas y estrategias que colaboren
con la consolidación de trayectorias educativas completas , es decir, de sub-
En algunas escuelas se debaten por buscar un trabajo más centrado en
jetividades escolares potenciadoras de jóvenes incluidos y participantes.
lo pedagógico, que recupere otras formas de enseñar y por tanto de
aprender de los alumnos. Un lugar de mediación entre los sujetos, la fa-
milia y la escuela. La institución intenta establecer allí un espacio para
amparar, para sostener. El tutor, como su nombre lo indica, pretende ser NOTAS
un amparador, un sostenedor; Y ello trae aparejados nuevos interrogan- 1. Jefas de Trabajos Prácticos de la Cátedra I d e Psicología Educacional, Facultad de Psi-
cología, U B A .
tes tal vez esenciales: ¿cómo se ampara, cómo se sostiene en una interac-
2. E n el marco del Proyecto U B A C y T ( 2 0 0 4 - 2 0 0 7 ) , op. cit.
ción que posibilite nuevas formas de aprendizaje y desarrollo?; ¿qué di-
cen los estudiantes de estos espacios?, ¿son significados como verdaderos
BIBLIOGRAFÍA
lugares para encontrar a lo educativo otros sentidos posibles o terminan Aizencang, N . y Maddonni, P., " E n búsqueda de un mejor destino escolar". En: Memo-
concentrando lo que hoy la escuela no está en condiciones de modificar? rias de Las XI Jornadas de Investigación Psicología, Sociedad y Cultura, Buenos Aires,
2004.
El hecho que los tutores sean profesores les imprime a ellos mismo un
Antelo, E . ; Abramowski, A., El renegar de la escuela, Rosario, H o m o Sapiens, 2 0 0 0 .
corrimiento desde el lugar de enseñantes de áreas específicas para adqui- Baquero, R_, " L a educabilidad bajo sospecha", en Cuadernos de Pedagogía, año 4 , N I 9 ,
rir otra identidad. Cuestión esta que nos genera nuevas preguntas a con- octubre, 2 0 0 1 .
I
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| Aprendizaje, sujetos y escenarios
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La psicología cultural intenta resolver un antiguo debate de las ciencias una comunidad que incluye múltiples individuos y grupos compartiendo
sociales: ¿la cultura se debe situar externamente al individuo, como los metas similares. Las actividades están distribuidas en las tareas y papeles
productos de la actividad humana anterior, o debe situarse internamen- sociales, entre los miembros de la comunidad de la escuela pública, como
te, como una reserva de conocimientos y creencias? Consideramos que condiciones de producción de cuidado culturalmente organizado. En la
las prácticas de cuidado y las concepciones sobre él son d o s facetas d e un actividad humana las personas, al transformar los instrumentos y los ob-
" a r t e f a c t o " cultural. "Los artefactos son simultáneamente ideales y mate- jetos, se transforman también a sí mismas. Este sistema dinámico necesa-
riales. Coordinan a los seres humanos con el mundo y entre sí de una ma- riamente se despliega y distribuye en el tiempo histórico, desde donde se
nera que combina las propiedades de las herramientas y los signos" ( C o l é , significan conjuntamente el presente y el futuro.
1999). En este sentido, surgen " e n " y " p o r " la actividad cultural desa-
Colé y Engenstrom ( 1 9 9 3 ) plantean que el conocimiento se distribu-
rrollada históricamente, y se acumulan codificados como un aspecto del
ye en múltiples "ámbitos". Existe, en primer lugar, un conocimiento dis-
mundo (prácticas y concepciones de cuidado), además de modificarse lo-
tribuido en el individuo-, la heterogeneidad de la actividad en el cerebro
calmente durante la génesis de su incorporación en la acción humana di-
podría estar condicionada, al menos en parte, por la estructura de los su-
rigida a metas como el cuidado y / o la prevención. Este artefacto está dis-
cesos en los que la persona participa, tanto en su aspecto sensorial como
tribuido en un "sistema de actividad" situado, la escuela en nuestro caso
simbólico. Plantean también un conocimiento distribuido en la cultura.
y la sociedad en general, por otro. aUn sistema de actividad colectiva pue-
La combinación de las metas, los instrumentos y el entorno constituye el
de tomarse como unidad de análisis, lo cual aporta contexto y significado a
contexto de la conducta y permite pensar que el conocimiento está dis-
acontecimientos individuales aparentemente aleatorios" (Engestróm,
tribuido en tal contexto. E n tercer lugar, plantean una noción de cultu-
2001). Por ejemplo, las prácticas frente a un accidente dentro de las pro-
ra distribuida entre las personas. Finalmente, los autores se refieren a una
blemáticas en el campo de la salud y la prevención.
distribución del conocimiento en el tiempo. En suma, distribuir el conoci-
Pensamos estas actividades de cuidado como prácticas que se interna- miento no significa en ningún caso prescindir del individuo, sino ampliar
lizan (Vigotski, 1991) y son instrumentadas por cada comunidad como el marco en el que ha de explicarse.
desarrollo cultural dentro de cada contexto específico. Las prácticas se-
rían la infraestructura material de las metaconstrucciones, representadas
por las concepciones sobre el cuidado de las personas.
¿CONSTRUIR NUEVAS PRÁCTICAS?
Analizaremos los elementos que se incluyen en el modelo de Enges-
tróm para lo que consideramos es la "actividad de cuidado en la escue-
la". La figura triangular con la que generalmente se grafican las relacio- Los artefactos están distribuidos en un "sistema de actividad" situado:
nes resalta la importancia de la interacción entre los sujetos y el objeto al la escuela. aUn sistema, de actividad colectiva puede tomarse como unidad
que se orienta la actividad, y que, a su vez, es transformado en un resul- de análisis, lo cual aporta contexto y significado a acontecimientos indivi-
tado con ayuda de instrumentos externos e internos (físicos y cognitivo/e- duales aparentemente aleatorios" ( E n g e s t r ó m , 2 0 0 1 , 7 9 ) . C r e e m o s q u e
modonales), como la producción de cuidado responsable. Estos instru- puede desarrollarse un proceso de recursión entre estos dos planos (el de
mentos culturales son las formas de representar y pensar el cuidado, las prácticas y el de las representaciones sociales sobre éstas) que confi-
internalizados como instrumentos mentales y regulados, en la interac- gura la posibilidad del desarrollo cultural de las prácticas de cuidado en
ción y en los intercambios de objetos, por las reglas de c u i d a d o en la es- la escuela a través de un dispositivo de reflexión y rediseño conjunto en-
cuela. Hay que considerar también que dicha actividad se desarrolla en tre los diferentes actores de la institución (Chardón, 2 0 0 0 ) Puede enten-
2 Aprendizaje, sujetos y escenarios N. Elichiry j Aprendizaje y contextos en práctica |
dcrse también dentro del modelo de la "investigación evolutiva del El desarrollo cultural del cuidado como proceso histórico se internali-
trabajo" (Engestrom, 2 0 0 1 ) como "instrumentos conceptuales inter- za localmente, y sólo luego de un tiempo se externaliza como focos o in-
medios." tervenciones puntuales de los alumnos, familiares y docentes. En estas ac-
tividades socialmente orientadas hacia un objetivo específico -el cuidado
El desarrollo cultural del cuidado puede postularse como las prácticas
de las personas- (Vigotsky, 1991; Leontiev, 1984; Colé, 1999: Enges-
en que los niños, los docentes y otros actores participan de modo espon-
trom, 1992), se pueden elaborar formas y relaciones de producción de cui-
táneo, y que están naturalizadas históricamente dentro del contexto de
dado responsable, de modo tal que los objetos y los lugares no aparezcan
actividad en donde se integran y "entretejen" (Colé, 1999). La promo-
como esencialmente peligrosos, en tanto indicios de áreas, objetos o ac-
ción y prevención de una cultura orientada hacia la conciencia y la trans- f
tividades prohibitivas, en donde el niño no tiene responsabilidad ni con-
formación de las prácticas de este tipo puede generarse a partir de la par-
trol sobre su conducta y la de los objetos, determinando una relación no
ticipación conjunta en actividades organizadas para tal fin, en la forma de
mediada entre un ambiente causa del accidente y un niño pasivo o que
reflexión conjunta (Chardon, 2000), de "desarrollo expansivo" (Enges-
padece (concepción prescriptiva). Esta concepción y práctica específica
trom, 1992), o de dispositivos que tiendan a la concientización de las
del cuidado se puede reconstruir conjuntamente entre ios diferentes ac-
problemáticas, la construcción conjunta de instrumentos de intervención
tores, docentes, alumnos y familias, para pensar a los objetos, las perso-
y los dispositivos sociales que promuevan el desarrollo de una cultura del
nas y los lugares como instrumentos que pueden ser usados por un niño
cuidado construida entre todos.
que puede controlar su conducta, conciente, activa y responsablemente
La reorganización de la actividad del cuidado puede enfocarse desde in- (concepción singularizada). De este modo, el aprendizaje de "señales"
numerables variables, que responden tanto a las peculiaridades históricas de peligro, con relación a objetos, personas y áreas, puede reconstruirse
de las prácticas locales de referencia, como a las necesidades específicas que como desarrollo cultural de prácticas responsables, que suponen la capaci-
estos actores han decidido ponderar. A modo de ejemplo, podemos seña- dad del niño de actuar instrumentalmente con objetos y personas en
lar que en la organización escolar para el cuidado de los niños podemos áreas que, pudiendo ser potencialmente productoras de accidentes, se
analizar, diseñar y desarrollar cultui almente modos de producción de salud transforman en lugares en donde los niños pueden conocer responsable-
a partir de una redistribución de la responsabilidad, el control de la propia
mente el mundo, controlar su conducta y los movimientos físicos de los
conducta y de los objetos, dinámica instaurada y naturalizada por las prác-
objetos en el espacio. Distribuir la responsabilidad sobre su propio cuerpo
ticas actuales, que ha sido objeto de conciencia conjunta dentro de ese dis-
es devolverlo a sus legítimos dueños, aparece así la necesidad de ceder el
positivo (en general, enfoques prescriptivos del cuidado). También, dada
control de la conducta y de la causalidad a favor de los agentes de la ac-
la relación dialéctica entre práctica y representación social del cuidado
ción, que puede producir tanto accidentes como cuidado de uno mismo
(concepciones), aparece la necesidad recíproca de promover representacio-
como de los demás compañeros.
nes sociales o modelos mentales sobre los accidentes y el cuidado, en don-
de los niños como sujetos sociales participen activa y concientemente de
estos "motivos sociales" (Leontiev, 1984), lo que implicaría una "doble ac-
ción" sobre los dos niveles: práctica y discurso (representaciones). NOTAS —•
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Las ponencias que se presentan aquí forman parte de un proyecto que
se planteó * d o c u m e n t a r situaciones cotidianas de exclusión escolar y a su
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nos Aires, Amorrorm, 2 0 0 1 . reflexión sobre procesos y fenómenos que ocurren en distintos ámbitos,
Leontiev, A., Actividad, conciencia y personalidad, México, Cartago, 1984. ante la crisis de las fronteras de muchos de ellos. De allí que en esta po-
Lozano, J. et al.; Análisis del discurso, hacia una semiótica de la interacción textual, Ma- nencias la documentación de microprocesos en distintos espacios se plan-
drid, Cátedra, 1 9 9 7 . tee como una forma de exploración más amplia y compleja de los proce-
Miettinen, B_, "Trascendiendo el aprendizaje escolar tradicional: el trabajo de los maes- sos educativos. La descripción de lo cotidiano (familiar, escolar, etc.)
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citada.
ran desde distintas perspectivas teóricas y acercamientos metodológicos.
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Van Dijk, Teun A., La ciencia del texto, Barcelona, Paidós, 1992. escuela media o los llamados aprendizaje mediáticos, pero también la im-
Vigotsky, Lev, La historia de los procesos psicológicos superiores. Obras escogidas, Madrid, portancia que asume el trabajo pedagógico con fenómenos naturalizados
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como son los accidentes en las escuelas.
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