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El texto no nos dice que fue Jesús que llevó este hombre ciego y mudo y
“endemoniado”, o sea ‘estar sobre el poder del demonio’ o ‘estar poseído
por el demonio’. El diccionario bíblico Emmaüs define así la palabra
‘endemoniado’: “Una persona que posee un demonio reinante en ella”. A
veces, la presencia de un tal espíritu provoca ciertas enfermedades.
Talvez hayan sido los fariseos que le llevaron a este hombre ciego y mudo
y que querían mostrar a la multitud que incluso Jesús no era capaz de
‘sanar’ todos los enfermos. Si fue el caso, ¡su plano fracasó
completamente! (v22) “y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y
hablaba”. v23 añade que “Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será
este aquel hijo de David?” – de otro modo dice, “¿No es el Mesías
prometido que vino para reinar sobre nosotros y traer a nuestro pueblo la
curación?” ¡Jesús es el Rey de reyes! ¡Toda rodilla se doblará delante de
Él! Hombre, demonio, ángel, todos son obligados a confesar que
‘¡Jesucristo es Señor!’
Mientras las personas se planteaban con esta pregunta, los fariseos estaban
concluyendo que el poder de Jesús venia de “Beelzebú, príncipe de los
demonios”. No fue la primera vez que ellos llegaron a esta conclusión: En
Mat 9:32-34 los fariseos, “con su perversidad habitual”, después de haber
visto a Jesús expulsando un demonio, “dan esta explicación, ‘pues es por el
príncipe de los demonios que él expulsa los demonios’ ”. (9:34).
c). v28 en otros términos… ‘Si es por el Espíritu de Dios que expulso
demonios, es porque yo entré en el dominio de Satanás, y que yo volví a
salir con ¡el botín de victoria!
Cada demonio expulsado, cada enfermedad sanada por Jesús proclama alto
y fuerte, “El Reino (el reinado) de Dios está próximo” y ¡he aquí el Rey!
Jesús es el único que nos puede liberar del reino de Satanás. Es el único
que puede atarlo, el único que puede saquear su casa. Es por eso que Jesús
invita a las personas a tomar una decisión bien clara y precisa (Mateo
12:30). Estamos, con Él o contra Él.
Día 3
¿Cómo experimentar el poder del Reino?
Hay muchas cosas que deberían ser habladas para responder a esta pregunta
muy importante. Pero hoy solo menciono una:
“Por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi
siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y
soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene;
y a mi siervo: Haz esto, y lo hace”.
“Al oír esto, Jesús, se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le
seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe”.
El oficial había comprendido por que Jesús tenía autoridad. Él también veía
que Jesús era un hombre sumiso a su Superior y que entonces toda la
autoridad del Reino de Dios ¡reposaba sobre sus hombros! El oficial
romano tenia razón, Jesús debería solamente ‘decir la palabra’ y su siervo
sería sanado, (v6) pues, como los hombres obedecían a las órdenes del
soldado, ¡todo obedecería a las órdenes de Jesús!
Jesús dice:
a) Una Ilustración
1) ¡Atalía!
En esta época, el país de Israel estaba dividido en dos. Judá en la mitad sur
del país, tenía Jerusalén como ciudad principal. El norte del país se llamaba
Israel y Samaria era su capital. Atalía era la hija de Acab, (rey de Israel) y
de Josabet. Para establecer un pacto entre las dos naciones Atalía se vuelve
mujer de Joram, rey de Judá. La Biblia dice que Joram “anduvo en el
camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab”, (2Cron 21:6).
Joram “hizo lo malo ante los ojos de Jehová” en gran parte a causa de la
¡mala influencia de su esposa Atalía! – “porque tenía por mujer la hija de
Acab”. Acab se portaba como un niño mimado, pero junto con su mujer
Josabet ¡cometieron cosas abominables! Después de la muerte de Joram,
rey de Judá, (marido de Atalía), su hijo menor, Ocozías, fue elegido rey de
Judá, por los habitantes de Jerusalén. Ocozías también hizo lo malo a los
ojos de Dios y la Biblia nos dice el porqué, “pues su madre (Atalía) le
aconsejaba a que actuase impíamente”, (2Cron 22:3). Después de la
muerte de Ocozías, su madre Atalía aprovechó la ocasión para tomar ella
mismo, el trono de Judá. Empezó a matar los hijos de Ocozías, para
eliminar todos sus rivales. En la soberanía de Dios, Josabet, hija del rey
Joram, hermana de Ocozías, tomó a Joás, uno de los hijos de Ocozías, y su
niñera, y los escondió en un de los cuartos del templo. ¡Josabet era la mujer
de Jopada, el sacerdote de Jerusalén! Durante 6 años, Joás era, en la
soberanía de Dios creado por su niñera y esta pareja que amaban a Dios.
No es por casualidad que 2Reyes 12:2 dice “Y Joás hizo lo recto ante los
ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada". 2Reyes
11:4 dice que al séptimo año ¡Joiada (el sacerdote) actuó! Ungió con aceite
a Joás y lo proclamó ¡rey de Judá! Su abuela Atalía fue llevada del templo
gritando “¡Traición! ¡Traición!” y la mataron.
2) Alianza
Ya que Atalía no estaba más, Joiada, empezó la importante tarea de llevar
de nuevo el pueblo al Señor. 2Reyes 11:17 dice “Entonces Joiada hizo
pacto entre Jehová y el rey y el pueblo, que serían pueblo de Jehová: y
asimismo entre el rey y el pueblo”. Por esta alianza, el pueblo viene a ser el
pueblo de Dios.
3) Saneamiento
Ahora que el pueblo pertenecía al Señor había cosas que era necesario
quitar de la ciudad santa de Jerusalén. v18 dice que “y todo el pueblo de la
tierra entró en el templo de Baal, y lo derribaron; asimismo despedazaron
enteramente sus altares y sus imágenes y mataron a Matán sacerdote de
Baal delante de los altares”.
4) Cumplimiento
Después Joiada con los jefes militares, los jefes de los soldados extranjeros,
los guardias y todo el pueblo, condujeron al joven Joás, del templo al
palacio. Allá, Joás se sentó en el asiento real. La Biblia dice que en cuanto
Dios elegía un rey, este se sentaba sobre el trono de Judá en Jerusalén, “Y
todo el pueblo de la tierra se regocijó, y la ciudad estuvo en reposo”,
(2Reyes 11:20).
b) Aplicación
Los discípulos preguntaron a Jesús, ¿Por qué les hablas por parábolas?
Jesús dice, (v11) “Porque a vosotros os es dado saber los misterios del
reino de los cielos”. “Misterios” viene del griego ‘musterion’ y habla de
“cosa escondida, o secreta, no evidente a la comprensión”. “Generalmente
esta palabra habla de los misterios, de los secretos de la religión, confiados
solamente a los principiantes”. Comparando en las escrituras,
encontraremos la respuesta a nuestra pregunta. Os doy algunos indicios. No
paren aquí, pero con vuestra concordancia, vuestro diccionario bíblico o
con vuestra Biblia Thompson ¡prosigan vuestras búsquedas! Encontraran
perlas de verdad que libertaran vuestras almas.
1Cor 4:1 dice “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo,
y administradores de los misterios de Dios”. Después, en Efesios 6:19
Pablo dice, “Oren también por mí, para que Dios me de las palabras que
debo decir, y para que pueda hablar con valor y dar así a conocer el
designio secreto de Dios, contenido en el evangelio”. Primero el ‘misterio
del reino’ es el evangelio. O sea, las buenas nuevas de la salvación por la
gracia, dada gratuitamente a todos aquellos que creen en Cristo. Este
mensaje que estaba escondido antes, es ahora revelado en la Palabra de
Dios.
Estas palabras hacen sin duda alguna, parte de los cánticos cantados por la
Iglesia primitiva. No somos sensatos al intentar comprender todo lo que
aquí, nos ha sido revelado; la frase “Dios ha sido manifestado en carne”,
siempre nos sobrepasa. Pero Dios nos pide para creer. La epístola a los
Hebreos subraya claramente la importancia del valor del sacrificio.
Hebreos 10:4+5 dice “Porque la sangre de los toros y de los machos
cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo,
dice: sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo…”.
Hebreos Cáp.1 revela claramente el valor de aquél que tomó nuestro lugar
en la cruz. Hablando del Hijo los v2 + v3 dicen que el Padre “al cual
constituyó heredero de todo, por el cual (el Hijo) asimismo hizo el
universo. El cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de
su sustancia, y sustentando (el Hijo) todas las cosas con la palabra de su
potencia, habiendo hecho (el Hijo) la purgación de nuestros pecados por
sí mismo, se sentó á la diestra de la Majestad en las alturas”. ¡Su obra de
Redención está consumada!
Sorprendidos por el hecho que Jesús se haya servido de parábolas más que
nunca en su ministerio, los discípulos le dijeron:
¿Por qué les hablas por parábolas? (Mateo 13:10). Jesús responde a sus
discípulos, “Por que a vosotros os es dado saber los misterios del reino de
los cielos; mas a ellos no les es dado” (Mateo 13:11). Y después en Mateo
13:13 dice “Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y
oyendo no oyen, ni entienden”.
Las parábolas del trigo y la cizaña (Mateo 13:24-30), del tesoro escondido
(Mateo 13:44) y de la red (Mateo 13:47-50) se encuentran solamente en el
evangelio de Mateo. Mateo destinó su evangelio a los judíos. Había un
mensaje particular para ellos. Las parábolas de la cizaña y de la red
revelaron un aspecto del Reino que antes no había sido revelado, (Mateo
13:34-35). Los judíos creían que a partir de la llegada del Mesías, el reino
de Dios sería establecido enseguida en la tierra y que Israel sería
restablecida. Los apóstoles creían en esto, mismo después de la muerte y la
resurrección de Jesús.
Ellos ignoraban que en el plan de Dios había un periodo entre la llegada del
Mesías y el establecimiento terrestre del reino de Dios. Las parábolas de la
cizaña y de la red, hablan de este periodo, entre el rechazo de Jesús y de su
regreso futuro como Rey. Esta época incluye el periodo de la iglesia: estas
parábolas describen entonces nuestra época. Ellas describen como el Reino
de Dios será durante esta época, donde el Rey está físicamente ausente de
la tierra. Es el periodo entre la primera llegada de Cristo y antes que Cristo
no venga, para establecer el reino prometido a David.
Día 8
¿Cuáles son exactamente los valores del Reino de Dios?
Esta debe ser entendida por el esfuerzo que los estudiantes deben
hacer no solo por tener las notas más altas, sino por lograr el
aprendizaje responsable del conocimiento profesional que requerirán
para servir bien a la sociedad y a la patria. La excelencia académica
tiene un mayor brillo si se logra con humildad en un espíritu de
compañerismo. Un creyente que tiene una visión correcta de cómo
obtener una excelencia académica y para que le servirá la misma,
con seguridad podrá evangelizar a otros estudiantes con el ejemplo
de responsabilidad.
(1) El Sembrador
Lectura Bíblica : Mateo13, 3-9, Mateo13, 18-23, Marcos 4, 2-9, Marcos 4,
13-20, Lucas 8, 4-8 y Lucas 8, 11-15
Retened en vuestro corazón las palabras del Señor que habéis escuchado
con vuestros oídos; porque la palabra de Dios es el alimento del alma; y la
palabra que se oye y no se conserva en la memoria es arrojada como el
alimento, cuando el estómago está malo. Pero se desespera de la vida de
quien no retiene los alimentos en el estómago; por consiguiente, temed el
peligro de la muerte eterna, si recibís el alimento de los santos consejos,
pero no retenéis en vuestra memoria las palabras de vida, esto es, los
alimentos de justicia. Ved que pasa todo cuanto hacéis y cada día, queráis o
no queráis, os aproximáis más al juicio extremo, sin perdón alguno de
tiempo. ¿Por qué, pues, se ama lo que se ha de abandonar? ¿Por qué no se
hace caso del fin a donde se ha de llegar? Acordaos de que se dice: Si
alguno tiene oídos para oír que oiga. Todos los que escuchaban al Señor
tenían los oídos del cuerpo; pero el que dice a todos los que tienen oídos: Si
alguno tiene oídos para oír, que oiga, no hay duda alguna que se refería a
los oídos del alma. Procurad, pues, retener en el oído de vuestro corazón la
palabra que escucháis. Procurad que no caiga la semilla cerca del camino,
no sea que venga el espíritu maligno y arrebate de vuestra memoria la
palabra. Procurad que no caiga la semilla en tierra pedregosa, y produzca el
fruto de las buenas obras sin las raíces de la perseverancia. A muchos les
agrada lo que escuchan, y se proponen obrar bien; pero inmediatamente
que empiezan a ser molestados por las adversidades abandonan las buenas
obras que habían comenzado. La tierra pedregosa no tuvo suficiente jugo,
porque lo que había germinado no lo llevó hasta el fruto de la
perseverancia. Hay muchos que cuando oyen hablar contra la avaricia, la
detestan, y ensalzan el menosprecio de las cosas de este mundo; pero tan
pronto como ve el alma una cosa que desear, se olvida de lo que se
ensalzaba. Hay también muchos que cuando oyen hablar contra la
impureza, no sólo no desean mancharse con las suciedades de la carne, sino
que hasta se avergüenzan de las manchas con que se han mancillado; pero
inmediatamente que se presenta a su vista la belleza corporal, de tal manera
es arrastrado el corazón por los deseos, como si nada hubiera hecho ni
determinado contra estos deseos, y obra lo que es digno de condenarse, y
que él mismo había condenado al recordar que lo había cometido.
Muchas veces nos compungimos por nuestras culpas y, sin embargo,
volvemos a cometerlas después de haberlas llorado. Así vemos que Balaán,
contemplando los tabernáculos del pueblo de Israel, lloró y pedía ser
semejante a ellos en su muerte, diciendo: Muera mi alma con la muerte de
los justos y mis últimos días sean parecidos a los suyos; pero
inmediatamente que pasó la hora de la compunción, se enardeció en la
maldad de la avaricia, porque a causa de la paga prometida, dio consejos
para la destrucción de este pueblo a cuya muerte deseara que fuera la suya
semejante, y se olvidó de lo que había llorado, no queriendo apagar los
ardores de la avaricia.
Día 10
Las Parábolas del Reino de Dios
Ahora hay que insistir menos en que Dios hace triunfar su reino (cf. M4,
17); hay que notar más bien que los comienzos desalentadores del reino de
Dios en Jesús no son motivo para dudar de que un día se triunfará.
La introducción de la parábola (cf. Mt 13, 24A) tiene por fin despertar la
atención. Hoy sabemos que hay semillas más pequeñas que el grano de
mostaza. Pero la mostaza negra, a modo de mata, que se da en Palestina,
alcanza en un año, con buenas condiciones, una altura de 3 a 4 metros, con
tronco amaderado por debajo y que, por tanto, se la puede tener por un
árbol. La segunda imagen es veterotestamentaria, aplicada no sólo a los
grandes imperios de Egipto y Babilonia, sino también al reino mesiánico:
"Así dice el Señor Dios: Yo mismo tomaré de la cumbre del cedro, de sus
ramas más altas yo arrancaré un tierno ramo. Lo plantaré sobre una
montaña muy elevada. Sobre un monte elevado de Israel lo plantaré.
Echará ramas y dará frutos. Se convertirá en un magnífico cedro. Todos
los pájaros habitarán a la sombra de sus ramas. Todos los árboles del
campo conocerán que yo soy el Señor, que he abatido un árbol alto y he
exaltado un árbol bajo, que he hecho que un árbol verde se marchitase y
floreciese uno que estaba seco" (Ez 17, 22-24)
«¿Quiénes, pues, y cuántos serán los que crean? A fin de quitarles este
temor, incítalos a la fe por medio de esta parábola del grano de mostaza y
les hace ver que, de todos modos, se propagaría la predicación del
Evangelio. De ahí que les ponga delante la imagen de una legumbre muy
propia para el objeto que el Señor se proponía... Quiso el Señor dar una
prueba de su grandeza, pues así exactamente sucederá con la predicación
del Reino de Dios. Y, a la verdad, los más débiles, los más pequeños entre
los hombres, eran los discípulos del Señor; mas como había entre ellos una
fuerza grande, desplegóse ésta y se difundió por todo el mundo».
...Pero si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo. Viva
comparación, dado los muchos enfermos de ojos de oriente (cf. Mc 8, 22).
Sigue, pues, teniendo aplicación para los guías de Israel la queja de Isaías:
"Esperamos la luz y nos hallamos entre tinieblas; la claridad del día, y
caminamos a oscuras. Vamos palpando la pared, como ciegos, y andamos
a tientas como si no tuviéramos ojos" (Is 59, 9-10).
Los escribas con quienes aquí Mateo identifica a los fariseos, quieren ser
guías del pueblo, pero tus 'guardianes son todos ciegos, ignorantes todos'
(Is 56,10), no reconocen a Cristo. De ahí que les amenace no sólo la ruina
temporal, sino también la eterna: "Te precipitaré con los que descienden a
la fosa, con los hombres del pasado; te haré habitar en los países
subterráneos, en las soledades eternas, con los que descienden a la fosa, a
fin de que no vuelvas ni seas restablecida en la tierra de los vivientes" (Ez
26 :20). La imagen del guía de ciegos es por lo demás corriente en la
antigüedad: "No sabe que está ciega y pide a su guarda que salga con ella,
pues la casa, dice, está oscura. ¡Ojalá veas claro que lo que en ella reímos
nos acontece a todos! Nadie sabe que es avaro, que está dominado por las
pasiones. Pero los ciegos por lo menos piden un guía; nosotros andamos
errantes sin guía.
Día 12
Las Parábolas del Reino de Dios
«Hay quien se hace rico viviendo con escasez; y el único fruto que tiene
por recompensa es decir: Yo he hallado mi reposo, y ahora comeré de mis
bienes yo solo. Mas él no sabe cuanto tiempo le resta; y no piensa que se le
acerca la muerte, y que todo lo ha de dejar a otros, y que él se morira» (Ecli
11, 18-20). «Como la perdiz que empolla huevos que no ha puesto, así es
el que junta riquezas por medios injustos: a la mitad de sus días tendrá
que dejarlas, y al fin de ellos se verá su insensatez» (Jeremias 17,11).
Sobre el que modela imagenes de ídolos (y para muchos hombres el ídolo
es su riqueza), escribe Salmos 15, 8: «Y con vana fatiga forma del mismo
barro un dios el hombre mortal, que poco antes fue formado de la tierra, y
que muy en breve volverá a reducirse a ella, obligado a restituir la deuda
del alma (cf. Mt 10, 28B) que se le exige».
El versículo de transición de Lucas (v. 21) acentúa aún más que la parábola
la avaricia del rico y que el haber reunido tesoros lo ha hecho pobre ante
Dios (cf. Mt 1,23 C).
Día 13
Las Parábolas del Reino de Dios
El tema «orar» hace que Lucas añada otra parábola, cuyo sentido, sin
embargo, apunta a la recta actitud general del hombre con Dios.
La introducción de Lucas está ya dirigida a los que a sí mismos se tenían
por justos (cf. Mc 2, 17; Mt, 1, 19A), a los fariseos (cf. Mc 2, 17; Mt 3,
7A), que despreciaban sobre todo a los publicanos (cf. Mt 5, 6). Orar en el
Templo significaba orar en el acatamiento de Dios. De ordinario se oraba
de pié (cf. Mc 11,25). La acción de gracias del fariseo (cf. 1,28; 17, 11-19)
no puede agradar a Dios, pues procede de la equivocación fundamental de
no ser él pecador, como los otros hombres, que son ladrones, inicuos y
adúlteros. Como prueba alega que hace más de lo que está prescrito (obras,
sin embargo, exteriores que, sin la disposición interior, no tienen valor ante
Dios): ayuna y paga el diezmo.
Mateo trae aquí en otra forma la parábola que seguramente está más
originariamente en Lucas sin que cambie su sentido: Jesús, en su retorno,
pedirá cuentas.
«Este hombre, padre de familia, es Cristo, sin ninguna duda. Él, al ascender
victorioso al Padre después de su resurrección, llamó a los apóstoles y les
confió la doctrina evangélica, dando a uno más y a otro menos, no por
liberalidad o parsimonia, sino según las fuerzas de los que recibían, como
dice también el Apóstol que había alimentado con leche a los no podían
tomar alimento sólido. Por eso acoge con la misma alegría al que había
transformado en diez los cinco talentos que al que había transformado los
dos en cuatro, no considerando la magnitud de la ganancia sino la intención
de su esfuerzo... Lo que había dicho para excusarse, se vuelve contra él
mismo. Es llamado servidor malo porque acusa, sin razón, a su señor;
perezoso porque no quiso duplicar el talento, de modo que por un lado se le
condena por su indolencia y por el otro, por su negligencia... La palabra
divina, que debería haber sido dada a los banqueros y negociantes, es decir,
ya sea a los otros doctores -que es lo que hicieron los apóstoles
consagrando presbíteros y obispos en cada provincia- o a todos los
creyentes que hubieran podido duplicar el dinero y devolverlo con interés
ejecutando con obras todo lo que habían aprendido con palabras...».
En la época, las perlas eran consideradas, como el adorno más caro. Eran
muy codiciadas por los comerciantes, que siempre estaban dispuestos a ir
lejos para buscarlas. Las más caras venían del Océano Indico. En la
parábola, Jesús nos muestra solamente tres hechos; Él dice, “un mercader
busca buenas perlas”; “Halla una perla preciosa”; “Va y vende todo lo que
tiene, y compra la perla”; y esto es lo suficiente para que el mensaje pase.
La parábola enseña, como la anterior, el valor del Reino y el hecho, que
una vez descubierto, es la cosa más importante en su vida.
"Recibid mis instrucciones con mayor gusto que si recibieseis plata;
anteponed al oro la ciencia. Puesto que vale más la sabiduría que todas
las joyas preciosísimas, y nada de cuanto puede apetecerse es comparable
con ella", así canta la sabiduría (Prov. 8, 10-11). Las perlas o margaritas
preciosas en que trata el mercader, eran para la antiguedad de más valor
que diamantes.
Las dos parábolas (Tesoro escondido y Perla preciosa) tienen un solo tema:
es gloria tan incomparable pertenecer al reino de los cielos (=de Dios, cf.
Mt 5, 34-35B), que, de gozo, (cf. Jn 15, 11), debiéramos dar todo lo terreno
por el tesoro escondido (cf. 4, 17; Lc 13, 17; Jn 18, 20-21) a los ojos
mundanos.
La Biblia, La Casa de la Biblia, Ed. Verbo Divino, 1992 Comentario a Mt
13, 44-46
Conclusiones y aplicaciones
El contexto ‘Nadie puede servir a dos amos’, ‘No se puede servir a Dios y
a las riquezas’, ‘No se preocupen por lo que han de comer o beber para
vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale vida más que
la comida y el cuerpo más que la ropa?’ ‘Pues si Dios viste así a la hierba,
que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor
razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe!’, ‘Así que no se preocupen’,
‘todas estas cosas son las preocupan a los paganos, pero ustedes tiene un
Padre celestial que ya sabe que las necesitan’, ‘Por lo tanto, pongan toda
su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y
recibirán también todas estas cosas’.
O sea, en nuestro corazón. Jesús dijo, “Donde está tu tesoro, ahí estará tu
corazón”. Si para nosotros el Reino no es un tesoro que no tiene precio, en
nuestro corazón tampoco será. Nuestra vida cristiana será señalada por la
indiferencia, la inactividad, la tibieza y por una falta de fervor y de celo.
Debemos buscar primero el Reino del punto de vista del tiempo. O sea,
antes de decidir lo que vamos a hacer, pensemos en lo que el Rey quiere
que hagamos: pensemos en las consecuencias de esta decisión, en nuestra
vida y como miembro del Reino. ¿Por qué pensar de este modo? Porque
para nosotros el ¡Reino es lo más importante en nuestra vida!, ¡Hemos
comprendido su valor! Para comprender mejor la naturaleza del Reino,
estudiamos las enseñanzas del Rey y para conocer mejor al Rey, pasamos
tiempo en su presencia. Si damos al Reino el primer lugar y la prioridad en
nuestra vida y todo lo que resta, consideramos menos importante, todo esto
os será añadido. Romanos 8:32 dice, “El que no escatimó ni a su propio
Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también
con él todas las cosas?”. Entonces, como hijo del reino de Dios, no
tenemos nada que temer, nada que probar, nada que reivindicar. ¡El Rey
cuida bien de sus súbditos!
Escribe cuales han sido algunas de las perlas que has logrado comprar
como hijo de Dios.
Día 16
La enseñanza de las parábolas del Reino en Mateo 13
Un llamado a la integridad
Un llamado a la firmeza
Firmeza:
• v27 “estáis firmes”. ‘Firme’ – ‘steko’ griego – ‘permanecer firme’ –
‘perseverar’, ‘persistir’, ‘quedar en pie’.
Unidad:
• v27 “en un mismo espíritu”. “siguen firmes y muy unidos, luchando
todos juntos por la fe del evangelio”.
Un llamado a la verdad
Un ejemplo concreto:
En este contexto:
• v28, “y en nada intimidados por los que se oponen sin dejarse
asustar en nada por sus enemigos”.
• ¡Sean llenos del Espíritu Santo! ¡No tengan vergüenza del
evangelio!: “Porque es poder de Dios para todos los que creen
alcancen la salvación”.
Día 18
EL REINO DE DIOS
Mateo prefiere emplear la expresión “reino de los cielos”, pues los judíos, a
quien dirigió su evangelio, evitaban pronunciar la palabra Dios. Marcos y
Lucas utilizan “Reino de Dios”. No existe ninguna diferencia entre las dos
expresiones. Juan Bautista fue el primero a anunciarlo. Desde hace mucho
tiempo, los judíos esperaban que Dios interviniera de una manera decisiva,
para liberarlos de sus enemigos y restaurar Israel. El Mesías debía
establecer el reino de Dios. Uno de los temas centrales de las profecías del
Antiguo Testamento, fue la manifestación futura del Reino de Dios.
El Reino es futuro:
Hasta ahora, el reino solo está parcialmente presente en este mundo. Los
milagros de Jesús fueron pruebas y señales de otra realidad, que volverán
todavía. En muchas de sus parábolas, Jesús enseña que el reino se extiende
en secreto, invisiblemente, pero que más tarde impondrá su autoridad a los
reinos de la tierra, cuando llegue el final de la orden actual del mundo.
Victoria, reina de Gran-Bretaña, Irlanda y emperatriz de India, dijo “Mi
supremo deseo es de vivir hasta la venida del señor, para poderle presentar
con mis manos ¡los reinos donde yo reino!
El Reino y la Iglesia
El Reino ahora:
En Marcos 9:1, Jesús dice “De cierto os digo que hay algunos de los que
están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de
Dios venido con poder”. Muchos comentadores vieron en los
acontecimientos de Pentecostés, el cumplimiento de esta profecía de
Jesús”. El Reino de Dios es manifestado en el libro de Hechos, por los
apóstoles llenos de autoridad y poder, y que continuaban actuando como
Jesús lo había hecho. En el presente, el Reino se manifiesta en la vida de
todos aquellos que aceptaron a Cristo como Salvador y Rey y que fueron
cambiados y hechos poderosos por el poder del Espíritu Santo.
En las parábolas de Mateo 13, Jesús reveló que su Reino no se haría visible
enseguida. Habló de un periodo de convivencia, donde los hijos del Reino
y los hijos del mal, deberían convivir uno al lado del otro. Esta revelación
pudo desanimar aquellos que esperaban ver físicamente la venida del
Reino. Ciertamente algunos decían, “¿Para qué un reino invisible?”, o
“¿Quién quiere un reino, en el cual es necesario esperar hasta el fin del
mundo?” la respuesta a estas preguntas se encuentra en las dos ultimas
parábolas de Mateo 13.
Día 19
Las Parábolas del Reino de Dios
Mateo ofrece un final de las parábolas, que atañe sólo a sus discípulos e
indica su misión. Mientras la masa del pueblo no entiende las parábolas de
Jesús, ni en general su revelación (vv. 34-35), él les pregunta a sus
discípulos: ¿Habéis entendido, por lo menos vosotros, todas estas cosas?.
Respondiéronle: Sí, por cierto. Y él les dijo: Por eso, todo escriba, que se
ha hecho discípulo del reino de los cielos se asemeja a un amo de casa que
saca de su recámara cosas nuevas y viejas. "¿Ha llegado a tus oídos lo que
significa lo nuevo y lo viejo?", preguntaba Rab Chisda, un doctor posterior
de la ley, a su discípulo. "Lo uno habla de las palabras de la Torah, lo otro
de las palabras de los doctores de la ley". No obstante, el discípulo de
Jesús, como un padre que ha de cuidar de la provisión de su familia y los
huéspedes, ha de sacar y predicar el mundo de la sabiduría sobre el reino de
Dios tanto del Antiguo Testamento, porque preparó la venida de Jesús,
como, sobre todo, de las palabras y hechos de Jesús mismo, que es en su
persona el contenido mismo del Nuevo.
Los discípulos son capaces de entender los misterios del reino de Dios y
saben sacar oportunamente lo viejo y lo nuevo, porque conocen la relación
entre las dos épocas de la historia de la salvación: la de la promesa (lo
viejo) y la del cumplimiento (lo nuevo). Todo el evangelio es un buen
ejemplo de esta actitud, al presentar a Jesús y su mensaje como
cumplimiento a las promesas de la antigua alianza. Los cristianos a los que
se dirige Mateo saben también que sólo con esta actitud es posible hallar un
punto de encuentro para las diversas tendencias dentro de una comunidad
compuesta por judíos y paganos.
"...la primera parábola quiere decir que el reino de Dios, encerrado ahora en
la persona de Jesús, que es la luz, se mostrará un día patente y claro.
¿Acaso está el candil para que se ponga bajo el celemín o debajo de la
cama? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Porque no hay cosa
escondida, sino para manifestarse, ni se hizo nada oculto, sino para salir a
pública luz. El que tenga oídos para oir que oiga."
Sólo Marcos conoce esta parábola: tan segura y ciertamente como el grano
echado en la tierra, brota independientemente del hombre, por la virtud de
Dios, hasta llegar a plena granazón y a la siega, así también el reino de
Dios, que se ha iniciado en Jesús y se consumará cuando se cumpla la
profecía de Joel 4,13 (cf. Mt 13,30).
12« ¡Despiértense y suban las naciones al Valle de Josafat! Que allí me
sentaré yo para juzgar a todas las naciones circundantes. 13 Meted la hoz,
porque la mies está madura; venid, pisad, que el lagar está lleno, y las
cavas rebosan, tan grande es su maldad.» Joel 4, 12-13.
«Son los dos hijos descritos en la parábola de Lucas (cf. Lc 15:11-32), uno
sobrio y otro disoluto, de los que también habla el profeta Zacarías (11,7).
Primero se le dice al pueblo pagano por el conocimiento de la ley natural:
"ve y trabaja en mi viña", es decir, no hagas a otro lo que no quieres que te
hagan a ti. Él respondió con soberbia: "no quiero". Sin embargo, después
de la venida del Salvador, hizo penitencia, trabajó en la viña de Dios y
reparó con su esfuerzo la obstinación de sus palabras. El segundo hijo es el
pueblo judío, que respondió a Moisés: "haremos todo lo que ha dicho el
Señor" (Ex 24,3), pero no fue a la viña, porque después de haber muerto el
hijo del padre de familia se consideró heredero. Otros no creen que la
parábola se refiera a los paganos y a los judíos, sino simplemente a los
pecadores y a los justos. El mismo Señor explica a continuación sus
palabras: "os aseguro que los publicanos y las prostitutas os precederán en
el Reino de Dios". Aquellos que por su mala conducta se habían negado a
servir al Señor, después recibieron de Juan el bautismo de penitencia;
mientras que los fariseos, que hacían profesión de justicia y se jactaban de
cumplir la Ley de Dios, despreciando el bautismo de Juan, no cumplieron
los preceptos de Dios».
¿Por qué murió Jesús?, Sergio Silva G. ss.cc., Ed. Universidad Católica de
Chile, 1999, Vol. II, pág. 251.
«Si una cabeza de ganado cae a una fosa de agua, se traen mantas y
almohadas y se ponen debajo de ella: Si sale 'arriba', no se ha profanado el
sábado» rezaba la sentencia de algunos rabinos de tendencia moderada.
¡Pues no va diferencia de hombre a una oveja! Cosa muy distinta leemos
en un texto de Damasco, que sin duda ha de entenderse esencialmente y por
Qumran : «no se puede ayudar en sábado a parir a una bestia. Si cae en una
cisterna o en un pozo, no es lícito por ningún caso sacarla en sábado. Y si
un hombre se cae en sábado en un depósito de agua o en general en un
pozo, no es lícito sacarlo con una escalera, con una soga o cualquier otro
instrumento».
Mateo dramatiza ahora la escena: Cuando Pedro entró en casa, Jesús que
conoce los corazones, se le adelantó y le dijo: « Qué te parece Simón: ¿Los
reyes de la tierra de quién cobran alcabalas o tributos. De sus hijos o de los
extraños?» De los extraños dijo Pedro. «Luego exentos están los hijos», le
contestó Jesús. De hecho, los soberanos orientales de entonces sólo
cobraban alcabalas de los extranjeros, y tributos de los pueblos que habían
caído bajo su dependencia. Jesús, y por él también Simón y todos los que
creen en Jesús, están con Dios -que es quien a la postre cobra el tributo del
templo- en relación de hijos. Sin embargo, Jesús tiene consideración al
sentimiento sinceramente religioso sin duda del recaudador de los tributos
y evita un scandalum pusillorum, el escándalo de «espíritus pequeños»,
excesivamente escrupulosos, incapaces de ver las cosas en su entera
perspectiva. El milagro del anzuelo en el lago Genzaret no tiene por fin
procurar el dinero que falta, sino convencer una vez más a Pedro de la
relación señera en que está Jesús con el creador y Señor de la creación. Lo
que Pedro encuentra en la boca del pez es, según el texto griego,, un stater,
moneda ática de plata que tiene aproximadamente el valor de dos «siclo de
plata del santuario» y bastaba, por tanto, para el tributo de Jesús y Pedro.
...El episodio del impuesto del templo sólo se encuentra en Mateo. Los
discípulos, que son la verdadera familia de Jesús, son por tanto hijos de
Dios. El templo es la casa del Padre, y ellos deberían estar exentos del pago
de cualquier impuesto. Sin embargo, para no crear confusión ni escándalo,
Pedro pagará el impuesto obteniendo la cuantía de un modo sorprendente.
En tiempos de Mateo ya no existía el templo, pero la enseñanza de Jesús
seguía siendo válida para solucionar cualquier enfrentamiento dentro de la
comunidad.
Día 24
Las Parábolas del Reino de Dios
«He aquí el Señor Dios que viene ... Como un pastor, apacentará su
rebaño, recogerá con su brazo los corderillos, los tomará en su seno, y
conducirá él mismo las ovejas recién paridas» (Isaias 440, 9-11)
Todos los amigos toman parte en la alegría (recalca Lucas, cf. Jn 15,11). Os
digo: A Dios le pasa como a nosotros, si cabe hablar de él tan a lo humano,
se sigue hablando, en el fondo, parabólicamente: Nosotros nos alegramos
por los amigos de que estamos seguros, cuanto más por la vuelta del que
dábamos por perdido. «Pero si el impío se apartare (cf. Mt 3,8) de todos
sus pecados que ha cometido, y observare todos mis preceptos, y obrare
según derecho y justicia , tendrá vida ciertamente, y no morirá. De todas
cuantas maldades haya él cometido, yo no me acordaré más: él hallará
vida en la virtud que ha practicado. ¿Acaso quiero yo la muerte del impío,
dice el Señor Dios, y no, antes bien, que se convierta de su mal proceder, y
viva?» (Ez 18, 21-23).
2. Estos son los que se creen justos. También los hay entre los cristianos. El
creer con exceso en la propia rectitud es precisamente el pecado de los
cristianos piadosos, diligentes, «correctos», que en todo cumplen
irreprochablemente su deber y de nada tienen que acusarse. A su alrededor
y ante sus superiores tienen fama de cristianos ejemplares, y esto con
razón.