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SEFER VAYIKRÁ

LA PERLA DE LA PARASHÁ METZORÁ (Lv 14:1-15:33)


LEPRA Y LASHÓN HARÁ
Valorando la tradición judía en su justa medida
Segunda Parte
Rabbí Dr. Williams Pitter
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Este comentario a la parashá Metzorá sigue el mismo enfoque del comentario


previo a la parashá Tazría, en el sentido de plantear una crítica constructiva a la
creencia rabínica que la lepra es la reprensión divina que se inflige a todo aquel
que haga lashón hará contra su prójimo. Tal crítica tiene la intención de valorar la
tradición judía en su justa medida; como otras veces he enseñado: “no todo lo que
brilla es oro”. Pues nuestros amados y admirados jajamim, tanto de los midrashim
antiguos como los geniales comentaristas medievales y modernos no son infalibles;
por lo que no todo el tiempo extraen perlas para nosotros. Gracias a la revelación
del Mesías y de sus discípulos, tenemos criterios adicionales y mejores para evaluar
y apreciar la tradición judía en el nivel que le corresponde.

La parashá de esta semana contiene varios temas, los cuales pueden ser
organizados en tres grupos o categorías bien diferenciadas: (1) el ritual y las
ofrendas de purificación del leproso (metzorá) o cualquier afección cutánea severa
(14:1-32), (2) las leyes sobre manchas en las casas y en los vestidos (14:33-57), y (3)
las leyes relacionados con ciertos fluidos humanos y sus respectivas reglas de
purificación (15:1-323).

El primer grupo, sobre el ritual y las ofrendas de purificación del leproso (metzorá)
o cualquier afección cutánea severa (14:1-32), es la continuación natural del flujo
narrativo que había comenzado previamente en el capítulo 13 del sefer Vayikrá. En
otras palabras, la porción que va desde 13:1 a 14:32 deben ser estudiadas juntas. Y
desde el punto de vista de la estructura del texto hebreo, estas secciones son
claramente dos diburim, el primer dibbur 13:1-59 y el segundo dibbur 14:1-32.
Ahora bien, cuando el Midrash Tanjumá comenta la parashá de esta semana e
interpreta que la lepra es la clase de reprensión que el Eterno inflige a los israelitas
cuando hacen lashón hará, es decir, cuando difaman a su prójimo. Los jajamim
intentan legitimar esta asociación citando algunos episodios de la Torá. Por
ejemplo, cuando el Eterno le dice a Moshé le dice que metiese la mano en su seno
y al sacarla tenía tzaráat en su mano (Ex 4:6-7), los jajamim infieren que Moshé
tuvo tzaráat en su mano porque él había hablado lashón hará contra el pueblo de
Israel diciendo que no le iban a creer (Ex 4:1). Esta es una inferencia rabínica que
no podemos apoyar, pues se basa en un caso posterior como el de Miryam, el cual
a su vez establecen erróneamente como regla universal. Y este es el segundo
ejemplo que comento a continuación.

Otro texto clásico citado es el de Miryam y Aharón cuando hablan mal contra
Moshé acusándole de una falta sin tener más pruebas que las quejas de su esposa:
"y he aquí que Miryam estaba metsoráat como la nieve" (Nm 12:10). Miriam fue
disciplinada con esta plaga de parte del Eterno por haber hablado mal contra
Moshé. Pero este caso no puede ser establecido como regla universal, pues Datán,
Aviram, Coraj, y miles del pueblo de Israel profirieron lashsón hará contra Moshé y
contra Aharón muchas veces y de muchas maneras, y no vino sobre ellos ningún
tipo de plaga cutánea; de hecho, muchos de ellos sufrieron diversos tipos de
reprensiones y hasta la muerte, pero nunca sufrieron de lepra por el lashón hará
que hicieron contra Moshé.

En vista del listado anterior de gente que difamó a Moshé se infiere entonces la
conclusión que el Eterno fue injusto con Miriam, pues ella al igual que otros hizo
lashón hará contra Moshé, pero sólo ella fue humillada públicamente. Por último,
la serpiente del jardín del Eden hizo lashón hará contra el Eterno, pero no recibió la
severa reprensión de que se llenara todo su cuerpo de plaga, etc.

En la Tanak, tenemos tambien varios casos de lashón hará, del rey Saúl contra
David, y también de Simei y de Absalón (hijo de David) contra David, pero en
ningún caso vino sobre ellos una reprensión similar al de Miryam. Otra prueba
indirecta la clase de reprensión que sufrió un rey de Israel con tzaraá pero no fue
precisamente por lashón hará (2 Crónicas 26:16-19). Por último, ¿acaso no hemos
leído en el Nuevo Testamento que muchos fariseos y otros judíos hicieron lashón
hará contra el Mesías y que sobre ninguno de ellos vino la reprensión de la lepra?

El Rav Shraga Simmons comenta, en la misma línea de razonamiento inspirada en


Rashí, quien a su vez se inspira también en los midrashim.: “La enfermedad de
tzaraat afectó a la persona como consecuencia del lashón hará que dijo”
(http://www.aishlatino.com/tp/s/la-personalidad-humana/El-lashon-hara-separa-
a-la-persona-que-la-habla-de-quien-la-escucha.html). Luego, el Rav Simmons,
citando a Rashí, explica por qué la Torá en el contexto de la parashá Metzorá,

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ordena que la expiación de debe hacerse con un pájaro, como puede leerse en Lv
14:1-9:

“Cuando la persona que sufría de tzaraat se purificaba, debía llevar un


pájaro como sacrificio. Rashí explica por qué se usaba un pájaro como
vehículo de expiación: Ya que las llagas de tzaraat fueron por lashón hará,
y como lashón hará son balbuceos de palabras, debe presentar un pájaro
cuyo trinar es como balbuceo de palabras.”

¡Esta analogía exegética es simplemente ridícula! Lamentablemente, mucha gente


que, ya comenzado a leer la literatura rabínica, ya sea Rashí o los midrashim ha
aceptado como verdad la asociación entre lepra y lashón hará sin hacer una
reflexión crítica. Llamo la atención al hecho que la Torá oral tiene sus virtudes, pero
como toda obra humana también tiene sus defectos, y debemos ser prudentes. Por
ello, es inaceptable aceptar como un dogma incuestionable cualquier enseñanza
rabínica, y ufanarse diciendo: “nuestros sabios dicen”, porque a veces, nuestros
sabios y admirados rabinos ha errado en muchas ocasiones y de muchas maneras.

Con estos contra ejemplos, quiero dejar claro que es completamente falsa la
enseñanza rabínica que pretende asociar, como regla universal, la lepra como una
reprensión divina contra aquel que ha realizado lashón hará contra su prójimo. ¡Y
gracias al Eterno que no sea así! Porque veríamos muchas iglesias y sinagogas llena
de leprosos. En este caso que comento, no puedo ponerme del lado de la Torá oral.
No todo lo que brilla es oro, en los midrashim hay enseñanzas e interpretaciones
geniales e inspiradas por la Ruaj ha-Kodesh, pero en el caso que comentamos, se
equivocaron.

Esta aclaratoria no debe ser usada como luz verde para hacer lashón hará contra el
prójimo, pues tenemos claras instrucciones en las Escrituras acerca que debemos
usar un lenguaje prudente y compasivo cuando uno se refiera a su prójimo. Pues si
uno hace lashón hará contra su prójimo tal vez no venga una plaga de lepra, puesto
que el lashón hará, entre otras cosas tiene un efecto boomerang, que se puede
revertir contra uno mismo una campaña de difamación y desprecio, crear
enemistades innecesarias, una demanda judicial por difamación o una bofetada
sorpresiva, como la que le dio el actor Will Smith al presentador de los premios
Oscar de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Estados Unidos.

Finalmente, en el contexto de lo que venimos hablando podemos sugerir un par de


consejos. El primero, debemos tener cuidado al estudiar los midrashim y a Rashí,
en este caso, consulte a su Rabino, y segundo, hable de manera amable y
compasiva de su prójimo. Quiera el Eterno, y también dispongamos nuestra
voluntad para que esto sea así, hasta que el Eterno envíe al Mesías, pronto y en
nuestros días.

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