Está en la página 1de 22

 

El camino a Emaús
 

Todo buen creyente que lucha y se esfuerza por la


causa de Cristo puede desalentarse.
Satanás puede meter el desaliento dentro de él y
abrir la puerta para que entre el resto de su
equipo.
Él puede romper la vida del mejor con la cuña del
desaliento.

Jesus camina junto a discipulos que no lo reconocen


camino a Emaus
Luc 24:13
En el camino a Emaús
Luc 24:13-35 Ese mismo día, dos de los seguidores
de Jesús iban a Emaús, un pueblo a once
kilómetros de Jerusalén.
luc 24:14 Mientras conversaban de todo lo que había
pasado,

Luc 24:15 Jesús se les acercó y empezó a caminar con


ellos,

Luc 24:16 pero ellos no lo reconocieron.

Luc 24:17 Jesús les preguntó: —¿De qué están


hablando por el camino? Los dos discípulos se
detuvieron; sus caras se veían tristes,

Luc 24:18 y uno de ellos, llamado Cleofás, le dijo a


Jesús: —¿Eres tú el único en Jerusalén que no sabe lo
que ha pasado en estos días?

Luc 24:19 Jesús preguntó: —¿Qué ha pasado? Ellos le


respondieron: —¡Lo que le han hecho a Jesús, el profeta
de Nazaret! Para Dios y para la gente, Jesús hablaba y
actuaba con mucho poder.

Luc 24:20 Pero los sacerdotes principales y nuestros


líderes lograron que los romanos lo mataran, clavándolo
en una cruz.

Luc 24:21 Nosotros esperábamos que él fuera el


libertador de Israel. Pero ya hace tres días que murió.
Luc 24:22 »Esta mañana, algunas de las mujeres de
nuestro grupo nos dieron un gran susto. Ellas fueron
muy temprano a la tumba,

Luc 24:23 y nos dijeron que no encontraron el cuerpo de


Jesús. También nos contaron que unos ángeles se les
aparecieron, y les dijeron que Jesús está vivo.

Luc 24:24 Algunos hombres del grupo fueron a la tumba


y encontraron todo tal como las mujeres habían dicho.
Pero ellos tampoco vieron a Jesús.

Luc 24:25 Jesús les dijo: —¿Tan tontos son ustedes,


que no pueden entender? ¿Por qué son tan lentos para
creer todo lo que enseñaron los profetas?

Luc 24:26 ¿No sabían ustedes que el Mesías tenía que


sufrir antes de subir al cielo para reinar?

Luc 24:27 Luego Jesús les explicó todo lo que la Biblia


decía acerca de él. Empezó con los libros de la ley de
Moisés, y siguió con los libros de los profetas.

Luc 24:28 Cuando se acercaron al pueblo de Emaús,


Jesús se despidió de ellos.

Luc 24:29 Pero los dos discípulos insistieron: —¡Quédate


con nosotros! Ya es muy tarde, y pronto el camino estará
oscuro. Jesús se fue a la casa con ellos.

Luc 24:30 Cuando se sentaron a comer, Jesús tomó el


pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos.
Luc 24:31 Entonces los dos discípulos pudieron
reconocerlo, pero Jesús desapareció.

Luc 24:32 Los dos se dijeron: «¿No es verdad que,


cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba la
Biblia, sentíamos como que un fuego ardía en nuestros
corazones?»

Luc 24:33 En ese mismo momento, regresaron a


Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los once apóstoles,
junto con los otros miembros del grupo.

Luc 24:34 Los que estaban allí les dijeron: «¡Jesús


resucitó! ¡Se le apareció a Pedro!»

Luc 24:35 Los dos discípulos contaron a los del grupo


todo lo que había pasado en el camino a Emaús, y cómo
habían reconocido a Jesús cuando él partió el pan.

. SATANAS el desaliento

Porque es la herramienta más útil y


eficaz que tengo.
Mediante ella entro en la mente del
hombre y una vez dentro puedo hacer mi
obra.
Pocos creen que me pertenece.

Satanás puede tomar el más dedicado


de los cristianos,
a ese que ha recibido a Cristo en su vida y
trata con todo empeño en servirle,
y meterle el desaliento en su alma e
inutilizarle por completo.
PUEDE SER
Un maestro de escuela dominical no ve los
resultados que quisiera y se desanima.
Un nuevo creyente ve los fallos y
debilidades de los demás cristianos y se
desmoraliza. 

Todo buen creyente que lucha y se


esfuerza por la causa de Cristo puede
desalentarse.
Satanás puede meter el desaliento
dentro de él y abrir la puerta para que
entre el resto de su equipo.
Él puede romper la vida del mejor con la
cuña del desaliento.
Por eso todo creyente debe ser capaz de
vencer el desánimo, la crítica, el rechazo,
la ingratitud o, de lo contrario,
el diablo se aprovechará de esas
circunstancias.

Desarrollo.

El Desaliento. 
LUCAS 24:17 Y les dijo:
¿Qué pláticas son estas que tenéis entre
vosotros mientras camináis, y por qué
estáis tristes?

El desaliento es el sentimiento más


poderoso para detener nuestro avance
en la vida.
No hay nada peor que una persona que ha
perdido totalmente las esperanzas y no
encuentra consuelo ni salida a su
problema.

En la Biblia encontramos varios ejemplos


de personas desalentadas por las
circunstancias que le tocaron vivir.

Moisés.

Nm. 11:15 "Y si así lo haces tu conmigo,


yo t ruego que me des muerte, si he
hallado gracia en tus ojos; y que yo no
vea mi mal."

Josué.

Jos. 7:7 "Y Josué dijo: Ah, Señor Jehová


¿Por qué nos hiciste pasar a este pueblo el
Jordán, para que nos destruyan? Ojalá
nos hubiéramos quedado al otro lado del
Jordán."

Elías. 

1R. 19:4 "Y él se fue por el desierto un día


de camino, y vino y se sentó debajo de un
enebro; y deseando morirse, dijo: Basta
ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no
soy yo mejor que mis padres."

Job.
Job 10:1 "Esta mi alma hastiada de mi
vida; daré libre curso a mi queja, hablare
con amargura de mi alma.

David.

Sal. 42:6 "Dios mío, mi alma esta abatida


en mí; me acordare, por tanto, de ti desde
la tierra del Jordán, y de los hermonitas,
desde el monte de Mizar.

Y así podríamos seguir todo el día viendo


ejemplos Bíblicos en cuanto al
desaliento. 

El desaliento puede paralizarnos y


dejarnos inmóviles ante las mejores
oportunidades.
El desaliento no les dejo ver que era
Jesús quien caminaba con ellos.
El desaliento no nos deja ver las buenas
cosas que suceden a nuestro alrededor.
El factor denominante que encontramos en
la mayoría de estos textos es "la queja".
Y podríamos decir que la queja es el
primer síntoma del desaliento. 

Inmediatamente que nos


desalentamos comenzamos a
quejarnos,
como los israelitas en el desierto.
Cansados de caminar, dar vueltas y
vueltas, pasar hambre cansancio, etc.
Comenzaron a quejarse en contra de
Moisés y de Dios. 

Números 21:4 Después partieron del


monte de Hor, camino del Mar Rojo, para
rodear la tierra de Edom; y se desanimó
el pueblo por el camino. 

21:5 Y habló el pueblo contra Dios y


contra Moisés:
¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para
que muramos en este desierto?
Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma
tiene fastidio de este pan tan liviano.

Números 32:5 Por tanto, dijeron, si


hallamos gracia en tus ojos, dése esta
tierra a tus siervos en heredad, y no nos
hagas pasar el Jordán. 

32:6 Y respondió Moisés a los hijos de


Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros
hermanos a la guerra, y vosotros os
quedaréis aquí? 

32:7 ¿Y por qué desanimáis a los hijos


de Israel, para que no pasen a la tierra
que les ha dado Jehová? 

El desaliento también es contagioso,


podemos contaminar al que tenemos al
lado cuando empezamos a hablar
"la realidad" de las cosas.
Esto es aceptable para los que no creen en
Cristo, que su única esperanza está
basada en las cosas que suceden en este
mundo.
Pero para los que creemos en Cristo hay
factor que no podemos dejar afuera y es el
factor sobrenatural.

Los discípulos pensaron que todo ya


había terminado y esa era la realidad;

Cristo había muerto y todas las esperanzas


con El,
pero dejaron de lado el factor
sobrenatural; Jesús les había dicho que
iba a resucitar y ellos no le creyeron.
Pero de todas maneras Jesús cumplió,
él no podía condicionarse por lo que sus
discípulos pensaran o creyeran, él lo
había prometido y cumplió. 

Es por esto que tenemos que fijarnos


bien lo que hablamos para no
contaminarnos nosotros ni contaminar a
los demás. 

Santiago 3:5-6 "Así también la lengua es


un miembro pequeño, pero se jacta de
grandes cosas.
He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un
pequeño fuego! 
Y la lengua es un fuego,
un mundo de maldad. La lengua está
puesta entre nuestros miembros, y
contamina todo el cuerpo,
e inflama la rueda de la creación, y ella
misma es inflamada por el infierno."

Mat. 15:11 "No lo que entra en la boca


contamina al hombre; más lo que sale de
la boca, esto contamina al hombre." 

Lo que hablamos en el camino. 


24:14 E iban hablando entre sí de
todas aquellas cosas que habían
acontecido. 

Lo más natural es que hablemos de


aquello que nos afecta de una manera
negativa.
El tema de conversación de los discípulos
era realmente desanimador:
el único que podía salvar al país y a ellos
había muerto
"nosotros esperábamos que él era el que
había de redimir a Israel;
y ahora, además de todo esto, hoy es ya
es el tercer día que esto ha acontecido".
(vv.21).

En esta expresión vemos que todas sus


esperanzas se han desvanecido.
Aquí claramente se ve que hubiera
sucedido con los discípulos si Jesús no
hubiera resucitado.
Y que sería de nosotros si Jesús no hubiera
resucitado.

Las palabras "además de todo esto"


significan; a pesar de todo lo que era
Jesús, y a pesar de todas nuestras
esperanzas.
"El tercer día" nuevo motivo de duda y
tristeza,
¿sería esto un vago recuerdo de la
predicción de Jesús, de que resucitaría en
el tercer día?
Jesús en más de una oportunidad les
declaro que era necesario que Cristo
muriese pero que resucitaría al tercer día.

Pero es como que ellos se olvidaron de lo


que Jesús les había dicho y en vez de
proclamar Resurrección estaban
proclamando muerte.
Muchas veces, nosotros somos nuestros
peores enemigos. Salimos y hablamos
pobreza y nos quejamos porque no
tenemos riquezas. 

Confesamos la enfermedad todo el


tiempo y nos preguntamos porque no
tenemos salud. 

Confesamos la derrota todo el tiempo y


luego nos preguntamos por qué no
tenemos la victoria.

Confesamos la debilidad y luego nos


quejamos porque no tenemos fortaleza. 
Debemos hablar fortaleza y la
fortaleza vendrá,
debemos hablar victoria y la victoria
vendrá.
Debemos hablar salud y la salud
vendrá.
Riqueza y las riquezas vendrá.
Gracias a Dios debemos decirlo con
nuestra boca.
La Biblia dice que Dios creaba en Génesis,
el espíritu de Dios se movía y Dios dijo,
que fuese y fue.
El crea el fruto de los labios. Nosotros
creamos el mundo que nos rodea.
Por las palabras que hablamos. Pero no
podemos elegir cualquier palabra. 

Tenemos que decir con nuestra boca las


palabras que Dios habló. 

¿Qué es lo que estás hablando con tu


hermano mientras vamos por el camino?
La Biblia nos exhorta a que hablemos
entre nosotros con salmos e himnos y
cánticos espirituales. (Ef. 5:19). 
Efe 5:19 Cuando se reúnan, canten salmos, himnos
y canciones espirituales. Alaben a Dios el Padre de
todo corazón, y denle siempre gracias por todo, en
el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Lo que hablamos entre nosotros puede


desalentarnos o alentarnos.
(Prov. 18:21)
Pro 18:21 La lengua tiene poder para dar vida y
para quitarla; los que no paran de hablar sufren las
consecuencias.

La Biblia dice, la muerte y la vida


están en el poder de la lengua,
yo sabía decir que: el poder de la vida y
de la muerte está en la lengua.
El énfasis está en el poder de la lengua.
Usted puede crear en la tierra el cielo o
el infierno con su boca. 

¡Usted debe cambiar su mundo


cambiando sus palabras!

Yo elijo la vida y le digo que no a la


muerte cuando hablo lo que Dios habla y
renuncio a hablar lo que destruye.

La Palabra lo cambia todo. 


24:25 Entonces él les dijo:
¡Oh insensatos, y tardos de corazón para
creer todo lo que los profetas han dicho! 
24:26 ¿No era necesario que el Cristo
padeciera estas cosas,
y que entrara en su gloria? 
24:27 Y comenzando desde Moisés, y
siguiendo por todos los profetas, les
declaraba en todas las Escrituras lo que de
él decían. 

24:32 Y se decían el uno al otro:


¿No ardía nuestro corazón en nosotros,
mientras nos hablaba en el camino, y
cuando nos abría las Escrituras? 

En el versículo 23 los discípulos están


relatando lo que sucedió cuando las
mujeres fueron al sepulcro,
y en todo el relato se deja ver la expresión
amarga de la duda:
ellos no quieren esperanzarse y
entusiasmarse por las dudas que no haya
pasado nada.

Aunque hay también otros discípulos que


visitaron el sepulcro y lo encuentran vacío,
este testimonio no vale mucho y la razón
es porque: "a él no le han visto".

El desaliento anula dos testimonios que


tendrían que haber alcanzado para
reanimar todas las esperanzas de los
discípulos.
Y es por esto que viene el reproche de
parte de Jesús y bien merecido.

¡Oh insensatos! Ante todo, acusa su


entendimiento por no asimilar las
promesas que Dios ha hecho por los
profetas.
Pero este oscurecimiento de la inteligencia
tiene una causa moral en el corazón.
El corazón asiento de los sentimientos y de
la voluntad, es tardo para creer, para
confiar, para abandonarse a la voluntad
divina. 

Era necesario que pasara por los


padecimientos para llegar a la gloria.
Era necesario porque Dios lo había
resuelto así. 

El hombre no podía salvarse sino por esos


sufrimientos y por esa muerte.
El amor eterno de Dios, que quería la
salvación del hombre, ha querido también
la inmensa abnegación del Salvador,
indispensable para la salvación.

Las palabras: empezando desde... y


desde... significan que Jesús empezó por
el Pentateuco,
y paso sucesivamente a los libros de todos
los profetas,
para hacer otra y explicar a los discípulos
lo que en ellos tenía relación con sus
sufrimientos y su muerte,
su resurrección y su gloria. 

A medida que los discípulos adquieren la


inteligencia de las escrituras,
sienten que las oscuridades de su corazón
desaparecen y la luz comienza a tomar
lugar,
y comienzan a recobrar la confianza,
a esperanza comienza a florecer y el
ánimo y el aliento es recobrado.
Esto es lo que Jesús quería lograr al
declararle la palabra.

¿No ardía nuestro corazón? Cuando la


palabra tiene lugar en nuestras vidas
nuestros corazones comienzan a arder.
Ahora ya no tienen ninguna duda sobre su
resurrección.
Las escrituras estaban hasta entonces
cerradas para ellos,
la palabra y el Espíritu de Jesús se las
habían abierto.

Conclusión.

no dejemos que el desánimo tome lugar


en nuestras vidas. 

hablemos lo que la palabra dice y


digámosles a las circunstancias lo que Dios
dice.
En vez de proclamar lo malo de "la
realidad". 
la palabra puede traer sanidad cuando
es proclamada con fe.
El salmo 107:20 dice: Envió su palabra
y los sano.
El estudio y el discipulado pueden traer
alivio al dolor,
esperanza ante la perdida, animo ante
el desaliento. 
No dejemos de ninguna manera, por más
difícil que sean las circunstancias que
estemos viviendo, de proclamar la
verdad de la palabra de Dios.

Puede que Jesús este caminando a


nuestro lado y por ver las
circunstancias negativas no lo veamos
a Él.

AMEN Y AMEN

También podría gustarte