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Imagen de la mujer en la Colonia1 Dos actos constituían el matrimonio: los esponsales, que era
La imagen de la mujer en la Colonia fue una creación de los hombres. un contrato firmado por el padre y el futuro esposo con la entrega de
Tanto intelectuales como educadores y directores espirituales le la correspondiente dote de la novia, y la boda religiosa. El párroco de
señalaron qué era lo propio de su mundo y cuáles eran los códigos del Pampamarca de Aymaraes se refiere al abuso contra las mujeres
comportamiento femenino. Durante estos años, teólogos y educadores obligadas a “tejer todo el año mucha ropa para enviarla a Potosí,
fueron instituyendo un modelo de conducta y personalidad para las pagando su trabajo en tabaco, cintas y otros géneros que no necesitan
mujeres de la élite, donde pureza, honor, sumisión y obediencia al para su alivio. De esta manera, sacan de esta provincia tres mil y
hombre eran conductas esperadas en ellas. setecientas piezas de ropa sin que estas pobres mujeres tengan lugar de
Visión de las mujeres españolas y de las mujeres indígenas2 tejer para sí o para sus familias”.
Cabe señalar que en el primer período de la Conquista los españoles Razones que sustentaban la inferioridad delas mujeres3
no trajeron mujeres. Solo cuando el poder estuvo consolidado llegaron Los conquistadores españoles eran tributarios de una tradición en la
en calidad de esposas, hijas y hermanas. Habitaron en casas con que el estatus de la naturaleza femenina era discutible. Las autoridades
ventanas enrejadas y patios interiores resguardados con puertas de religiosas habían argumentado la inferioridad de las mujeres. Esta
pesadas cerraduras que las protegían del mundo exterior, y que concepción la encontramos a lo largo de toda la tradición occidental.
reflejaban la concepción patriarcal y feudal de la familia. Las mujeres Estas eran asumidas como proclives al mal y débiles frente a las
españolas, sometidas a la potestad paterna, eran entregadas por el tentaciones, lo que las hacía fáciles vehículos de las obras del demonio.
Estas características las ubicaban necesariamente bajo la tutela
padre al futuro esposo.
masculina (padre, esposo o sacerdote), adscribiéndoles así un rango
inferior.
1 Adaptado de Lange, F. (1992). El honor es una pasión honrosa. Vivencias femeninas e imaginario criollo en Venezuela colonial. En Anuario de
estudios bolivianos (pp.151-168). Universidad Simón Bolívar. https://bit.ly/3It4lX0
2 Adaptado de Guardia, S. (2013). Mujeres peruanas el otro lado de la historia. https://bit.ly/3oyEuVD
3 Adaptado de Mannarelli, M. (2004). Pecados Públicos: la ilegitimidad en Lima, siglo XVII. https://bit.ly/31F9iLx
1 Adaptado de Rosas, C. (1998). Educando al bello sexo: la mujer en el discurso ilustrado. En El Perú en el siglo XVIII. La era borbónica.
Pontifica Universidad Católica del Perú.
2 Adaptado de Mannarelli, M. (2004). Pecados Públicos: la ilegitimidad en Lima, siglo XVII. https://bit.ly/31F9iLx
3 Adaptado de Guardia, S. (2013). Mujeres peruanas el otro lado de la historia. https://bit.ly/3oyEuVD
4 Adaptado de Martín, L. (2000). Las hijas de los conquistadores: mujeres del Virreinato de Perú. Editorial Casiopea.
Recurso 3. Aprendizajes “femeninos”
en los colegios
Este fenómeno dio lugar a la fundación, en 1603, de la Casa Los niños españoles aprendían a leer y escribir para aplicarse después a
de Niños Expósitos, conocida también como el hospital de “otras profesiones útiles y honestas según la respectiva disposición de cada
los Niños Huérfanos de Atocha. El hospital estuvo destinado uno”. Las niñas pertenecientes a las castas recibirían una educación
a albergar a niñas y niños blancos sin padres. diferente a aquella destinada a las blancas. Estaban obligadas a servir
Inicialmente, este hospicio fue concebido paro recibir niñas y
en el hospital hasta las dieciocho a veinte años. Luego podían ser dispuestas
niños blancos. Pero ocurría que también eran abandonados
a “servicio y saldada”. Además, eran entregadas a vecinos de “buena fama”
niñas y niños de diferentes “castas morenas”. Por este
motivo, se establecieron diferencias en el trato que los que las solicitaban a cambio de cierta cantidad de dinero. Las mujeres no
menores recibirían. Es decir, se definieron los criterios de blancas eran ofrecidas como sirvientas a particulares o a instituciones
segregación que entrarían en vigor dentro del hospital. de mujeres como la Casa de Recogidas de la ciudad. El dinero que recibían
Los menores que crecían en el hospital y, en el caso de las a cambio de su trabajo era entregado al hospital en retribución de lo que este
mujeres, no tenían los medios para conseguir una dote para había invertido en su crianza. Luego de cumplir doce años, podían disponer
casarse o entrar en el convento, permanecían allí y formaban de sus ingresos. De esta manera, se perpetuaba su condición de
el contingente de servicio, encargándose del cuidado de las servidumbre adquirida virtualmente por el nacimiento.
niñas más pequeñas.
Adaptado de Mannarelli, M. (2004). Pecados Públicos: la ilegitimidad en Lima, siglo XVII. https://bit.ly/31F9iLx