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CORRIENTE LIBERTADORA
DEL NORTE
VENEZUELA
ECUADOR
Esto llevó a Riva Agüero a establecer contacto con el virrey La Serna, lo que facilitó su caída,
a la que contribuyó su falta de perspectiva política al enfrentarse a un Bolívar más poderoso.
En razón a ello una de las primeras acciones de Bolívar en Perú fue dar la orden para que
fusilen a Riva Agüero, este se salvó y se fue a Inglaterra.
Una vez solucionado el obstáculo llamado Riva Agüero, Bolívar adquirió mayor autoridad,
incluso diversos dispositivos legales acudieron a su amparo como fue el caso de no permitir
que nuestra constitución de noviembre de 1823 entre en vigencia, pues argumentaba que le
generaba interferencia a su labor política. Ordenó recesar el funcionamiento de nuestro
Congreso. Además toda acción o norma del Protectorado quedaba eliminada.
Hacia 1824, llevado por una creciente desconfianza, el presidente Torre Tagle inició también
las conversaciones con los españoles, las mismas a las cuales hace menos de un año le
había censurado a Riva Agüero.
LA CAMPAÑA MILITAR PARA EL FINAL DE LA INDEPENDENCIA
Habiendo recibido el encargo del Congreso Peruano, Bolívar se alistó para emprender la
campaña final.
El presidente Torre Tagle tuvo que cesar en sus funciones.
La situación en el Perú daba cuenta del avance español por recuperar posiciones. Ante ello
Bolívar convocó a los mejores cuadros militares.
De Pativilca pasó a Trujillo para establecer su nuevo cuartel general.
Logró formar un ejército de aproximadamente 9,000 soldados.
Descendió desde Cajamarca pasando por Huaraz en búsqueda de los españoles.
El 2 de agosto de 1824 dio a conocer la Arenga de Rancas muy cerca de Pasco.
El 6 de agosto de 1824 se dio la batalla de Junín o
de la Pampa de Chacamarca o “sin humo” batalla de Junín
considerada la primera batalla por la
independencia definitiva del Perú. Los patriotas
participaron, bajo el liderazgo del General
Mariano Necochea con las tropas de los
Granaderos de los Andes y los Granaderos de
Colombia. Los realistas lo hicieron con los
Dragones del Perú, pero finalmente fueron
derrotados por el ejército libertador pero de
manera circunstancial. La Mar le dio la orden al
mayor peruano Andrés Razuri para que le diga a
Isidoro Suarez que ponga a buen recaudo a los
Húsares del Perú. Ocurrió que los españoles se
vieron sorprendidos ante la presencia de los
Húsares eso los obligó huir hacia el sur.
Bolívar al ver que el resultado, inicialmente le era
adverso, se retiro del campo de batalla.
Tras la victoria circunstancial Bolívar acompañó
al ejército solo hasta Apurímac de ahí en adelante
ya no lo hizo, regresó a Lima y luego fue a
Pativilca.
En adelante al Ejército Unido Libertador lo jefaturó
Antonio de Sucre.
El 3 de diciembre de 1824 hubo victoria española en
la batalla de Matará o desfiladero de Corpahuaico, en
Ayacucho.
El 9 de diciembre de 1824, en la Pampa de la Quinua -
Ayacucho, se libró “la batalla de los generales” y fue
victoria patriota con la cual quedó sellada la
independencia del Perú y de los pueblos de
Hispanoamérica.
En esas acciones tuvieron decisiva participación las
montoneras o guerrillas liderados por Marcelino
Carreño. También destacaron los morochucos, como
el caso de Basilio Auqui Huaytalla, haciendo uso de
su arma llamado cocobolo.
Tras la victoria se firmó la Capitulación de Ayacucho
en la que los españoles reconocían la Independencia.
Los firmantes fueron por los patriotas: La Mar y
Sucre, por los españoles lo hizo José de Canterac. El
contenido de esa capitulación fue muy benévola con
los españoles al punto de asumir el pago de la deuda
externa contraída en los tiempos del virreinato.
El general Antonio Olañeta tenía
un ejército considerable en el
Alto Perú.
Pero contra él se dio el Motín de
En el Alto Perú Tumusla en abril de 1825 y
Olañeta fue ejecutado.