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ADULTEZ TARDIA O
SENECTUD Y SUS
CRISIS
1
UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO
UNA GRAN UNIVERSIDAD…
IV CICLO
TRUJILLO-PERÚ
2012
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AGRADECIMIENTO
3
DEDICATORIA
A Dios, pues me dirigiste por el mejor camino de la vida y me diste salud y sabiduría para
alcanzar todas mis metas.
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INDICE
INTRODUCCIÓN.
CONTENIDO
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1.7.1. Infuencias sobre la salud y bienestar
1.7.2. Ejercicio y dieta
1.8. Otras enfermedades fisiológicas comunes
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INTRODUCCIÓN.
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1.1 DESARROLLO DE LA EDAD ADULTA TARDIA O VEJEZ
(Diane E. Papalia)
No existe una línea divisoria que determine cuando empieza la vejez ya que va a
depender de cada persona y su actitud ante su apariencia física e ilusiones en la vida.
La definición oficial acostumbra a fijar el inicio de la vejez a los 65 años que es cuando el
individuo es obligado a jubilarse y puede recibir pensión de la Seguridad social. Pero
como hay muchas personas que continúan vigorosas hasta edades más avanzadas hace
que la definición de vejez cambie de forma y que la jubilación forzosa no puede aplicarse
en muchos trabajos hasta los 70 años. Esto trae consigo repercusiones en las políticas
sociales, ciclos políticos, estabilidad fiscal y modelos de familia en nuestra sociedad
puesto que la población anciana es un sector importante en la población.
1.2 TEORIAS
Algunas células del cuerpo no se reproducen y otras si, aunque solo un numero finito de
veces, lo que sugiere que el envejecimiento está programado por la capacidad limitada de
las células para remplazarse.
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1.2.3 TEORIA DE LOS DESHECHOS O ESCORIA METABOLICA:
El sistema inmunológico del cuerpo rechaza sus propios tejidos por medio de la
producción de anticuerpos autoinmunes, teniendo como resultado la autodestrucción de
los mismos.
Hace hincapié en la incapacidad gradual del cuerpo para mantener su propio equilibrio
fisiológico vital, por ejemplo, en la vejez se presenta la dificultad para mantener el nivel
apropiado de azúcar en la sangre, asi como problemas para adaptarse al estrés
emocional.
Describe lo que sucede cada vez que las células corporales desarrollan mutaciones. Las
tasas de mutación genética se incrementan con la edad. Como la mayor parte de las
mutaciones son dañinas, estas células funcionan con menos eficiencia y los órganos
compuestos por dichas células se vuelven ineficientes y senescentes.
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Es una variación de la teoría de la mutación que incluye los efectos acumulativos de una
variedad de posibles errores en la producción de ARN (acido ribonucleico) que afectan las
síntesis de las encimas, las cuales dañan la síntesis de proteínas, produciendo a la larga
la muerte celular.
¿Por qué parecen preferibles tales términos? En parte, porque aunque todo el mundo
quiere vivir por largo tiempo, pocos quieren ser considerados como viejos. Entonces
aquellos que usan estos términos quieren expresar una actitud negativa o negativismo
hacia el envejecimiento: prejuicio o discriminación basada en la edad, contra las personas
de edad avanzada.
Según un análisis de 43 estudios, las personas de edad avanzada son juzgados más
negativamente que las mas jóvenes en todas las características estudiadas, en especial
en la competencia y el atractivo (Kite y Johnson, 1988).
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Resulta interesante ver que aunque la televisión todavía presenta estereotipos de las
personas con edad avanzada, estos han variado desde “cómico, terco, excéntrico y necio”
hasta poderoso, opulento, saludable, activo, admirado y sexy.
Así la gran diversidad de las personas de mayor edad todavía no esta reconocida en
términos reales. Además las mujeres mas viejas aun se muestran raramente, y cuando se
muestran, tienen mayor probabilidad de estar subordinadas a los hombres.
Las personas de edad avanzada son un grupo diverso, con fortalezas y debilidades
individuales. Y la edad adulta tardía es un periodo normal del trecho de la vida, con su
propia naturaleza especial, sus tareas de desarrollo y oportunidades para el crecimiento
psicológico.
Ahora las personas de edad avanzada pueden describirse de dos maneras: los viejos
jóvenes (la mayoría de las personas de edad avanzada) son aquellos que,
independientemente de su edad real, son vitales, vigorosos y activos y los viejos viejos,
que constituyen la minoría enferma y frágil (Neugarten y Neugarten, 1987). Muchos
problemas de los viejos viejos se deben no al envejecimiento en sí mismo, sino a
enfermedades o a factores del estilo de vida que pueden o no acompañar al proceso de
envejecimiento.
La diversidad étnica de los ancianos aumenta cada día: casi una de cada diez personas
de edad avanzada no son blancos y se espera que la proporción se duplique en los
próximos 60 años. Estas personas que envejecen y son miembros de grupos minoritarios
generalmente recogen el fruto amargo de historias de trabajo mal pago e inadecuada
atención de salud recibida a lo largo de su vida.
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1.4 ALGUNOS CAMBIOS
Son muchas las diferencias individuales entre la cronología y el avance de los cambios
durante la edad adulta tardía o vejez, asi como en las capacidades de percepción y
sensitivas. Las personas de edad avanzada experimentan un debilitamiento general de la
capacidad de respuesta y del procesamiento de información. Estos cambios les exigen
hacer ajustes en muchos aspectos de su vida.
-Problemas de visión.
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“Es cierto que con la edad algunos de los rasgos que nos han caracterizado durante
nuestra vida parecen salir con mas fuerza. No podemos ocultar el declive físico, tiene una
gran relación con esa evolución de las personalidades en la vejez.”
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algunos cambios físicos frecuentemente asociados con el envejecimiento y se comenta lo
que pueden hacer las personas para desarrollar al máximo sus capacidades.
1.4.3 VISION:
La presbicia (dificultad para ver las cosas de cerca) en general se estabiliza hacia los 60
años, y con ayuda de anteojos o lentes de contacto la mayoría de las personas de edad
avanzada pueden ver bastante bien. Después de los 65 años, sin embargo, son comunes
algunos problemas visuales serios que afectan la vida diaria. Muchos adultos de edad
avanzada tienen visión de 20/70 o, aun peor, tienen problemas para percibir la
profundidad o el color, y experimentan dificultades al hacer diversas actividades que
dependen de la visión. Algunos tienen problemas para leer, hacer trabajos ceca de los
ojos, comprar alimentos y cocinar. Las perdidas en la sensibilidad de contraste visual,
asociadas a la edad, ocasionan dificultad para leer letra impresa muy pequeña o muy
grande (Akutsu, Legge, Ross y Schuebel, 1991).
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1.4.4 AUDICION:
Aunque 7 de cada 10 personas entre 65 y 74 años de edad y casi la mitad de las que
tienen entre 75 y 79 no sufren la pérdida de la audición, aquellos que tienen deficiencias
auditivas consideran que ello interfiere de manera notoria con la vida diaria. Una dificultad
para percibir sonidos de alta frecuencia dificulta oír lo que otras personas dicen, en
especial cuando compite con el ruido de la radio o la televisión o hay un murmullito de
varias personas que hablan a la vez.
Cuando las personas de edad avanzada se quejan de que su alimento ya no sabe bien,
puede ser porque tienen menos papilas gustativas en la lengua y también porqueel bulbo
olfatorio se ha atrofiado.
Las perdidas en los sentidos del olfato y el gusto se consideran algo normal en el
envenenamiento. Un estudio de personas entre 19 y 95 años halló que las mujeres
tendían a mantener esas capacidades sensitivas mejor que los hombres, y que las
personas que toman medicinas o están recibiendo tratamiento por problemas médicos
experimentan mas perdidas.
Un estudio de hombres ancianos encontró, que estos necesitaban una intensidad mayor
para percibir los sabores agrio, salado y amargo, pero la percepción de la dulzura no
cambió.
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Las personas de edad avanzada pueden hacer la mayoría de las cosas que hacen las
más jóvenes, aunque las hagan con mayor lentitud. Pero en conjunto, tienen menos
fortaleza que antes y están limitadas en actividades que requieren resistencia o capacidad
para llevar cargas pesadas. Sin embargo puedes beneficiarse de un entrenamiento físico
que las fortalezca.
El cerebro de una persona saludable de mayor edad es muy parecido al de una persona
más joven también saludable. Aunque el cerebro cambia con la edad, los cambios varían
apreciablemente de una persona a otra. En las personas de edad avanzada que no tienen
la enfermedad de Alzheimer u otro desorden cerebral, el alcance del cambio anatómico
del cerebro es escaso y tiene poco efecto. El cerebro de las personas saludables en sus
80 años muestra casi tanta actividad cómo el de las personas que están en sus 20 años.
Hay gran cantidad de controversia sobre el grado de cambio cerebral a lo largo de la edad
adulta. Algunos científicos afirman que el cerebro de mayor edad pesa menos que el de
una persona más joven, debido a la disminución del número total de células nerviosas.
Otros sostienen que esta afirmación se hizo con base en un estudio incorrecto y que, de
hecho, el número de células del cerebro no disminuye en ninguna cantidad importante
después de la edad adulta temprana. Si la teoría de la pérdida de las células nerviosas es
correcta, ello podría explicar cómo se afectan diversas partes del cerebro, sobre todo
aquellas áreas importantes para aprender, para la memoria, la planificación y otras
funciones intelectuales.
Pero no todos los cambios cerebrales son destructivos. De hecho, las dendritas, la parte
de la neurona que comunica impulsos a las células, crece entre la edad adulta intermedia
y comienzos de la edad adulta tardía, según se cree, como un esfuerzo para compensar
la pérdida de neuronas. Aunque este crecimiento se suspende en la edad adulta tardía, su
presencia más temprana sugiere que aun en esta edad el cerebro tiene plasticidad y es
capaz de algún grado de regeneración.
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La vejez también afecta la percepción de temperatura y el tacto. El cuerpo se ajusta más
lentamente al frio y se enfría con más facilidad que el de una persona más joven.
Incluso la piel de los extremos de los dedos se vuelve menos sensible con la edad. Para
la mayoría de los individuos esta disminución de la agudeza espacial de la piel de la yema
de los dedos tiene poco impacto, pero para quienes ya están incapacitados por la ceguera
puede interferir con la capacidad para leer en lenguaje braille.
Las personas duermen menos en sus años posteriores; es común que los hombres
tiendan a despertar durante la noche para orinar, y tengan problemas para volver a
dormirse. El sueño de las personas de la edad avanzada es más ligero, sueñan menos y
tienen menos periodos de sueño profundo.
Muchos de los otros cambios asociados con la vejez son obvios aun para el oservador
más casual.
La piel de las personas de mayor edad tienden a volverse más palida y ajada, toma una
textura como de pergamino y pierde elasticidad. Como desaparecen algo de grasa y masa
muscular, la piel puede colgar en dobleces y arrugas. Las venas varicosas de las piernas
son más comunes.
Las personas pueden volverse más pequeñas a medida en que los discos entre sus
vertebras espinales se atrofian, y pueden lucir aun más pequeñas a causa de la postura
del cuerpo algo caída. En una minoría de mujeres la composición química de los huesos
cambia, ocasionando una mayor posibilidad de fracturas. Este adelgazamiento del hueso
puede ocasionar una “joroba de viuda” en la nuca.
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El factor más importante en el mantenimiento y el funcionamiento sexual en la vida adulta
es mantener una actividad sexual coherente durante la vida. En general, un hombre
saludable sexualmente activo puede continuar alguna forma de expresión sexual activa a
los 70 u 80 años. Las mujeres están dotadas fisiológicamente para mantener actividad
sexual mientras vivan.
Normalmente los hombres tardan más en lograr la erección y eyacular, pueden necesitar
más estimulación manual y deben experimentar mayores intervalos entre las erecciones.
La vagina es menos flexible, y puede necesitar lubricación artificial.
La expresión puede ser más satisfactoria para las personas ancianas, si jóvenes y
ancianos reconocen que es normal y saludable .
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La sexualidad es a menudo un equilibrio delicado de emoción y de factores psicológicos.
Si usted está demasiado inquietados acerca de la impotencia, puede ocasionar tanto
estrés da causarla.
Parejas mayores pueden tener los mismos problemas que afectan las personas de
cualquier edad.
Pero puede sufrir ulteriores problemas relacionados a la vejez, como la jubilación, otros
cambios de modo de vida o enfermedades. Estés problemas pueden causar dificultades
sexuales.
Hombres mayores experimentan problemas y preocupaciones sexuales que no son
diferentes de los de los jóvenes; no obstante los factores biológicos y psicológicos
pueden necesitar un controlo cuidadoso.
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A pesar de estos cambios físicos, la mayoría de las personas de edad avanzada son
bastante saludables. Tres cuartas partes de las personas de 65 a 74 años no están
protegidas por instituciones, y dos terceras partes de las de 75 años o más tienen estado
de salud bueno, muy bueno u optimo.
Esto es importante porque aquellas que se clasifican su salud como optima tienen menor
probabilidad de morir en el futuro próximo que quienes clasifican su salud como escasa.
Los ancianos adinerados tienen probabilidad de ser más saludables que los pobres; los
residentes en áreas rurales tienen mayor probabilidad de tener condiciones crónicas que
limitan su actividad; y los ancianos de raza blanca tienden a ser más saludables que los
de raza negra.
La condición de salud de los ancianos hispanos parece estar entre la de los blancos y
afroamericanos. Estas diferencias, que reflejan disparidades en el estilo de vida, cuidado
preventivo y accesibilidad económica a la atención médica, muestran la importancia de los
factores no biológicos en cuanto a la salud.
La mayoría de las personas de mas de 65 años de edad no tienen que limitar ninguna
actividad importantes por razones de salud. Sólo a partir de los 85 años, más de la mitad
de la población reporta tales limitaciones. Y la mayoría no necesitan ayuda para
actividades cotidianas como comer, vestirse, bañarse, cocinar, ir de compras o hacer los
quehaceres domésticos. Las limitaciones sobre lo que pueden hacer los individuos
aumentan con la edad; sin embargo, son más comunes entre las mujeres, los grupos
minoritarios y las personas de bajos ingresos.
El estereotipo de la persona inútil, vieja y enferma no tiene base en la realidad, ni aun
para los muy viejos.
“Es muy importante que en esta etapa de la adultez tardía, el anciano cuide mucho su
salud física, ya que a veces pueden ocasionarse daños irreversibles; en la vejez sana, las
personas son productivas y capaces de hacer lo mismo que los adultos jóvenes o sanos.”
La mayoría de las personas de edad avanzada están bien de salud. Sin embargo, las
condiciones medicas crónicas se vuelven más frecuentes con la edad y pueden ocasionar
incapacidad. La mayoría de las personas de edad avanzada tienen al menos una
condición crónica, pero cuando ésta no es severa puede manejarse para que no interfiera
con la vida diaria.
Las condiciones crónicas más comunes son: artritis, hipertensión, sordera, enfermedades
al corazón, deterioros ortopédicos, cataratas y diabetes.
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Las fracturas de cadera son un peligro particular para las personas de edad avanzada,
sobre una probabilidad entre cinco de sufrir una fractura de cadera.
Pero las personas de más de 65 años tienen menos resfriados, infecciones de gripe y
problemas digestivos agudos que los adultos más jóvenes. El peligro en la vejez es que
una enfermedad o lesión menor, junto con condiciones crónicas y pérdida de capacidad
de reserva, pueda tener repercusiones serias.
En general, las personas de edad avanzada necesitan más atención médica que los más
jóvenes. Van al médico con mayor frecuencia, se hospitalizan más a menudo, duran
hospitalizados más tiempo, y gastan más de cuatro veces la cantidad de dinero en
cuidados de salud.
Solo un pequeño porcentaje de las personas ancianas viven en hogares geriátricos en
cualquier época: el 1.5% de ellos tienen de 65 a 74 años; el 7% de 75 a 84 años; y el
22%, de 85 años o más. Sin embargo, con el envejecimiento de la población, es probable
que aumente la necesidad de proporcionar este tipo de cuidados.
Algunos gerontólogos estiman que por la época en que los miembros de la “explosión de
bebes” alcancen sus 80 y 90 años, hacia el año 2040, la proporción de los que van a
necesitar cuidado a largo plazo habrán ascendido de dos a tres veces mas que en 1986
(Kunkel y Applebaum, 1992).
La salud oral se relaciona con la estructura dental congénita y con los hábitos dentales y
alimentarios observados a lo largo de toda la vida.
En un estudio de entrevistas, más de la mitad de las personas de 65 años en adelante no
habían visitado a ningún dentista durante dos años o más.
La pérdida extensiva de dientes (una condición que es especialmente seria entre la gente
pobre), puede reflejar un cuidado dental inadecuado o inexistente, más que efectos del
envejecimiento.
La perdida de dientes junto con problemas de encías y piezas dentales|, puede tener
implicaciones serias para la alimentación. Puesto que las personas que tienen pocos
dientes o los han perdido, encuentran que muchos alimentos son duros de masticar,
tienden a comer menos y se cambian a una comida más blanda y a veces menos
nutritiva.
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-Enfermedad al corazón ->29%
-Diabetes -> 9%
Si bien estas enfermedades están presentes en la edad adulta previa a la vejez, algunas
de ellas como la insuficiencia cardiaca o la enfermedad coronaria se hacen más
frecuentes con la edad avanzada. La mayor parte de los pacientes que las padecen son
mayores de 65 años, por lo que probablemente haya que definirlas conjuntamente con las
características propias de esta población.
Las arterias se engruesan y se vuelven más rígidas con los años favoreciéndose una
forma de presión arterial a expensas de los valores sistólicos, muy frecuente entre los
ancianos. Por otra parte, el corazón no puede alcanzar frecuencias cardiacas tan altas
con el ejercicio como en la edad adulta, teniendo que recurrir a adaptaciones de su
fisiología para intentar mantener un funcionamiento adecuado.
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¿Cuáles son las enfermedades cardiovasculares más frecuentes en los ancianos?
Son múltiples las enfermedades del aparato circulatorio y del corazón que pueden
aparecer en edades avanzadas. Tanto por su frecuencia como por su influencia en
producir fragilidad e incapacidad en los ancianos, son de destacar las siguientes:
Hipertensión Arterial; Insuficiencia Cardiaca; Cardiopatía isquémica y Arteriopatía
periférica.
Cada una de ellas tendrá unas características diferentes en cuanto a su forma de incidir
en la salud y capacidades de los mayores. La Hipertensión Arterial será el principal factor
de riesgo cardiovascular en el anciano y por tanto incidirá directamente en la aparición del
resto de las patologías cardiovasculares. La Cardiopatía Isquémica y la Insuficiencia
Cardiaca son fuente directa de pérdida de autonomía, ingresos hospitalarios y muerte. La
Arteriopatía Periférica puede terminar, tras limitar la de ambulación del paciente, en la
amputación de un miembro.
La insuficiencia cardiaca puede definirse como una alteración de la función del corazón,
en la que éste es incapaz de bombear sangre de forma adecuada a las necesidades del
organismo. En el anciano confluyen en la aparición de insuficiencia cardiaca tanto las
enfermedades que van a llevar a ese fracaso del corazón como bomba, como los cambios
producidos en el corazón con el envejecimiento. Cualquier patología del corazón con
suficiente intensidad puede producirla aunque, la mayor parte de los ancianos con este
problema padecen hipertensión arterial o una enfermedad coronaria que produce
cardiopatía isquémica. La hipertensión condicionará una sobrecarga de esfuerzo del
corazón y a su vez favorecerá la aparición de una enfermedad coronaria que puede dañar
el músculo cardiaco. Son muchas otras las causas de insuficiencia cardiaca en el anciano
aunque cabe destacar también las valvulopatías. En ellas, la alteración en la estructura y
funcionalidad de una válvula cardiaca, como puede ser la estenosis aórtica o la
insuficiencia mitral, pueden producir el que se padezca esta entidad.
La insuficiencia Cardiaca produce una sintomatología típica o clásica bien definida en los
adultos y que también puede aparecer en los ancianos:
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1.7.1 INFLUENCIAS SOBRE LA SALUD Y EL BIENESTAR:
La población estadounidense como totalidad tiene un nivel de vida más alto, come mejor y
sabe más sobre salud. Además los cambios sociales que implican mejor salubridad,
inmunización contra enfermedades infantiles que antes eran fatales, y el uso difundido de
antibióticos para tratar bronquitis, influenza y neumonía, han contribuido a mejorar la
salud,
Pero junto con estos cambios positivos han venido otros negativos, como el aumento de
agentes cancerígenos en los alimentos, en el lugar de trabajo y en el aire que se respira; y
una marcha más rápida de la vida, que contribuye a enfermedades del corazón y a la
hipertensión.
Además la longevidad aumenta la probabilidad de condiciones y enfermedades que
tienden a ocurrir tardíamente en la vida.
Las personas que hacen ejercicio tienden a vivir por más tiempo (Rakowski y Mor, 1992).
El ejercicio regular a lo largo de la edad adulta parece proteger contra la hipertensión, las
enfermedades del corazón y la osteoporosis. También parece ayudar a mantener la
velocidad, el vigor y la fortaleza, y funciones básicas como la circulación y la respiración.
Reduce el riesgo de lesiones pues hace que los músculos y las articulaciones sean más
fuertes y más flexibles, y ayuda a prevenir o impide el dolor de cintura y los síntomas de
artritis.
Puede mejor también la agilidad mental y el desempeño cognoscitivo, puede ayudar a
impedir la inquietud y la depresión leve y, generalmente, mejora el estado de ánimo.
Por varias razones, por el deterioro de los sentidos del gusto y del olfato, problemas
dentales, dificultad en comprar o preparar alimentos, ingresos inadecuados, muchas
personas de edad avanzada no comen como deberían hacerlo.
Un estudio de 474 individuos entre 65 y 98 años de edad encontró que la mayoría no
obtenían suficientes nutrientes en su dieta, y no tenían suficiente energía. Cerca del 20%
evadían el almuerzo. Los alimentos más eficientes eran, calcio, zinc, y vitaminas A y E.
Artritis:
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El cartílago es un tejido firme que recubre el hueso de las articulaciones, absorbe los
golpes cuando se ejerce presión sobre éstas y suaviza el movimiento.
Cuando el cartílago se desgasta los huesos rozan entre sí y se produce una inflamación
en la articulación conocida comúnmente como artritis.
Esa inflamación viene acompañada de otros síntomas como dolor articular, enrojecimiento
de la piel en el área de la articulación comprometida, disminución de la capacidad de
movimiento y rigidez especialmente en horas de la mañana.
Diabetes:
Osteoporosis:
Esta enfermedad esquelética se caracteriza por la reducción de los minerales del tejido
óseo. Su mayor secuela es la fractura del hueso.
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El tratamiento más efectivo es la prevención. Está basado principalmente en la
modificación del estilo de vida de la persona de la tercera edad, que comporta el consumo
de vitaminas y minerales variados, la ingesta de 1200 mg de calcio al día, baños de sol
así como la práctica de ejercicios físicos.
Es preciso que el adulto mayor practique regularmente alguna actividad física, no sólo
para mejorar la salud de los huesos sino también para fortalecer el sistema muscular, la
coordinación y el equilibrio, todo esto con la finalidad de evitar las comunes caídas.
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CAPITULO II: PERSONALIDAD Y DESARROLLO SOCIAL EN LA EDAD ADULTA
TARDIA:
En su crisis final, integridad versus desesperación, Erickson considera que las personas
de edad avanzada enfrentan una necesidad de aceptar su vida, la manera como han
vivido; con el fin de aceptar su muerte próxima.
Las personas que han tenido éxito en esta tarea integradora final constituyendo sobre los
resultados de las siete crisis previas, ganan un sentido más amplio del orden y del
significado de sus vidas dentro de un ordenamiento social mas grande, pasado, presente
y futuro. La “virtud” que se desarrolla durante esta etapa es la sabiduría, un
despreocupado e informado interés por la vida de cara a la muerte en si misma.
La sabiduría según Erickson, incluye aceptar la vida que uno ha vivido, sin
arrepentimientos importantes sobre lo que puedo haber sido o lo que uno debería haber
hecho de manera diferente. Implica aceptar a los padres como las personas que hicieron
lo mejor que podían y por tanto merecen amor, aunque no fueran perfectos. Implica
aceptar la propia muerte como el fin inevitable de una vida llevada tal como uno supo
vivirla.
Peck (1955) amplió el análisis de Erikson acerca del desarrollo psicológico en la edad
adulta tardía, destacando tres principales adaptaciones necesarias. Estos cambios
permiten a las personas de mayor edad moverse mas alla del interés por el trabajo, el
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bienestar físico y la sola existencia, hacia una comprensión más amplia de sí mismo y de
el propósito de la vida.
Las personas jubiladas en especial, necesitan redefinir sus meritos como seres
humanos. Necesitan explorarse a si mismas y encontrar otros intereses para que
tomen el lugar del trabajo (ya sea centrados en el mercado laboral o en el hogar)
que había dado dirección y estructura la vida. Las personas tienen la mayor
probabilidad de permanecer con vitalidad si pueden estar orgullosas de sus
atributos personales mas allá de su trabajo. Necesitan reconocer que su ego es
más rico y más diverso que la suma de sus tareas laborales.
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2.3 GEORGE VAILLANT: FACTORES EN LA SALUD EMOCIONAL:
El estudio Grant, un estudio longitudinal que comenzó con estudiantes de segundo año de
la escuela superior, se describió en los capítulos 13 y 15. Los investigadores examinaron
la salud física y mental de 173 de estos hombres a los 65 años de edad. La salud
emocional a esta edad se definió como “la capacidad clara para jugar, trabajar y amar” y
haber sido feliz en la década previa.
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La demencia es una enfermedad mental caracterizada por la pérdida de la capacidad de
la mente para llevar una vida normal. Afecta fundamentalmente a los ancianos que deben
ser cuidados por sus familiares o personas dedicadas a ellos.
Es muy habitual a partir de los 85 años, cuando afecta entre un 30% y casi un 50% de
casi todas las personas mayores de esta edad, pero ya comienza a manifestarse a partir
de los 65 en un 6 u 8% de las personas que superan esta cifra.
La demencia es una enfermedad crónica y degenerativa que disminuye la calidad de vida
del enfermo y supone un cambio en el entorno familiar de el adulto tardío.
Se debe distinguir la demencia del deterioro corporal que produce el envejecimiento.
Por otro lado la Demencia Senil no es una enfermedad específica, sino más bien un grupo
de síntomas que son causados por cambios en el funcionamiento del cerebro. Hay
muchos y variados síntomas que tienen que ver con la cognición. La cognición se refiere
al acto de pensar, percibir y aprender.
Las funciones cognitivas que pueden verse afectadas son la toma de decisiones,
juicio, memoria, orientación espacial, el pensamiento, el razonamiento y
comunicación.
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Aparece una suerte de incontinencia emocional que revela una afectividad
inadecuada a la situación, con episodios de llanto o risas inmotivados, explosiones
de emotividad verbal o celotipias absurdas.
La conducta manifiesta explícitamente los trastornos que mencionamos.
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deben ser cuidadosamente dosificados, habida cuenta de las dificultades de
desintoxicación y excreción que presentan los ancianos, que hacen que se
prolonguen los tiempos de vida útil de la droga.
Los síntomas de la demencia senil se manifiestan con la degeneración de las células del
cerebro. Casi el 10% de las personas mayores de 65 años presentan síntomas demencia
senil. La demencia puede manifestarse en diferentes formas. Sin importar el tipo, la
demencia se caracteriza por el daño a los tejidos del cerebro, lo que dificulta su
funcionamiento normal.
Pérdida de memoria
Desorientación
Fatiga
Apatía
Confusión
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Ansiedad
Aislamiento social
Falta de iniciativa
Los siguientes son síntomas de demencia senil que ocurren en la etapa intermedia:
Falta de juicio
Inestabilidad emocional
Aumento de la confusión
Agresión
Dificultad al caminar
Incontinencia urinaria
Violencia y agresividad
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Defecación involuntaria
Cambios en la personalidad
Problemas comunicativos
“Es muy importante tener en cuenta que la detección precoz de cualquier síntoma,
al igual que en todas las enfermedades, posibilita un tratamiento adecuado, es
por ello que los familiares del adulto mayor deben apoyarlo y sobretodo que
prevalezca la paciencia.”
2.6 ALZHEIMER
34
Por otro lado, la enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral degenerativo y
progresivo. Es la causa más frecuente de demencia, tanto en el periodo presenil
(entendido por convención hasta los 65 años) como en el senil. Se caracteriza por
la alteración de la memoria y finalmente por la alteración de los procesos de
razonamiento, lenguaje y percepción.
Fue descrita por primera vez en el año 1906 por el psiquiatra y neuropatólogo
germano Alois Alzheimer (1864-1915) en una mujer de 51 años, cuyos primeros
síntomas fueron unos fuertes sentimientos de celos hacia su marido,
desorientación, dificultades para leer y escribir y una progresiva pérdida de
memoria.
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Hasta un 10% de personas mayores de setenta años padecen de pérdida de
memoria significativa y en un 50% esta deficiencia se relaciona con una EA. A
partir de los ochenta y cinco años la incidencia de esta enfermedad alcanza el
40%.
Hace poco la presencia de un gen particular mostro ser un factor importante de riesgo de
la enfermedad de Alzheimer predisponiendo a las personas a resultar afectadas tanto
antes como después de los 65 años de edad, y posiblemente dando cuenta de la mitad de
todos los pacientes que la tienen. Ahora, puesto que no hay tratamiento confiable para
36
prevenir la enfermedad, no habría manera de proteger a las personas ante la presencia
del gen.
Pero si este tratamiento se desarrollara, el control masivo podría identificar las personas
que están en riesgo y estas podrían entonces recibir terapia preventiva.
37
Estas mutaciones dan como resultado la producción de las características placas
formadas por acumulación de sustancia amiloide. De todas formas, estas tres
mutaciones no son responsables más que del 10% de los casos de enfermedad
de Alzheimer,
38
Sexo: las mujeres tienen más tendencia a padecer la enfermedad, en parte porque
viven más que los hombres
Estilo de vida: los mismos factores que aumentan el riesgo de padecer una
enfermedad cardiaca, como la presión arterial y el colesterol elevados, pueden
también incrementar el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
Siguen otros signos como confusión, irritabilidad, desazón, agitación, delirio, deterioro de
la opinión, la concentración, la orientación y el habla. A medida que la enfermedad
progresa, los signos se vuelven más pronunciados y discapacitantes. Hacia el final, el
paciente no puede comprender ni usar el idioma, no reconoce los miembros de su familia
y no puede comer sin ayuda.
Estos cambios se pronuncian mucho más en las personas que sufren la enfermedad de
Alzheimer que en otras personas de edad avanzada, y tienen mayor probabilidad de
ocurrir en el hipocampo, el área del cerebro asociada con la memoria.
39
crecimiento de las células de todo el cuerpo. Los médicos diagnostican la enfermedad de
Alzheimer en una persona viva descartando otras condiciones o efectuando pruebas
neurológicas o de la memoria. Una ruta prometedora para el diagnostico temprano es el
descubrimiento reciente de que los pacientes con esta enfermedad tenían altos niveles de
una proteína particular (glutamina sintetasa) en su liquido espinal, en comparación con los
controles normales.
-El ejercicio físico moderado es una de las recomendaciones que pueden marcar
la diferencia. Caminar un rato todos los días o hacer ejercicios aeróbicos aportan
al torrente sanguíneo una mejora de la circulación y con ello una mejor irrigación
cerebral
-Tener una vida social activa: visitar a amigos o familiares, viajar, llevar a cabo
actividades de ocio con amigos o familiares, son actividades que también ayudan
a estimular al cerebro en la formación de recuerdos apoyándose en los niveles de
neurotransmisores
40
-En caso de sentirse deprimido, buscar ayuda en los demás y en el médico. La
depresión es un factor marginal que puede condicionar el desarrollo anticipado de
la enfermedad
2.6.7 COMPLICACIONES:
Neumonía: la dificultad para ingerir alimentos sólidos y líquidos puede provocar aspiración
pulmonar y neumonía
infección urinaria
41
Otras complicaciones relacionadas con la inmovilidad durante las etapas finales de la
enfermedad
Actividad: la pérdida de capacidad para interactuar con otras personas es un factor que
42
2.6.9 OTRAS CONDICIONES IRREVERSIBLES:
Cerca del 80% de casos de demencia entre las personas de edad avanzada son
ocasionadas por la enfermedad de Alzheimer, una serie de pequeños ataques
apopléjicos, o por la enfermedad de Parkinson. Cuando los síntomas se presentan en
varios pasos súbitos, y no gradualmente, el ataque apopléjico es la explicación más
probable. Los pequeños ataques apopléjicos pueden prevenirse controlando la
hipertensión mediante seguimiento, una dieta baja de sal y drogas.
Los implantes cerebrales de tejido fetal han mejorado la condición de algunos pacientes
que tienen la enfermedad de Parkinson.
Llamado también síndrome confusional agudo; es un estado clínico caracterizado por ser
agudo, con cambios en el estado mental, con alteración de la atención y el nivel de
conciencia.
43
frecuencia de 11- 24%; otro 5- 35% de los adultos mayores desarrollará el
problema durante su estadía en el hospital.
44
2.7.1 CUADRO CLINICO:
45
* Trauma o cirugía reciente, especialmente de cadera. .
*Infecciones.
46
10) Humor variable, con frecuencia hay miedo y ansiedad. Frecuentemente,
además se suman aquellas manifestaciones físicas propias de la
enfermedad desencadenante (taquicardia, sudoración, etc.).
47
CAPITULO III: INTELIGENCIA EN EL ADULTO MAYOR
(Diane E. Papalia)
3.1 DOS ENFOQUES DE LA INTELIGENCIA-. Desde hace años algunos psicólogos han
argumentado que “la disminución intelectual en la vejez es ante todo un mito”. Otros han
considerado que este enfoque es muy superficial.
Para evaluar estos dos puntos de vista es necesario mirar los resultados de pruebas de
inteligencia aplicadas a personas de edades diferentes: los tipos de pruebas, las maneras
en que se han reunido los datos, y los tipos de inteligencia sometidos a prueba.
Cerca de una tercera parte de las personas de mas de 70 años de edad obtuvieron mayor
puntaje que el adulto joven promedio, mientras algunas capacidades intelectuales de las
personas comienzan a declinar durante sus 30 años de edad, y para otras la disminución
comienza en sus 70 años. A los 81, menos de la mitad de los sujetos habían declinado en
forma consistente luego de los 7 años previos. El funcionamiento de una persona está
influido por la salud, el trabajo y la educación. La mayoría de los adultos saludables no
experimentan ninguna pérdida mental importante hasta por lo menos los 60 años de edad
o luego, y aun entonces parece que alguna parte de esta perdida no puede ser causada
por el envejecimiento sino por otros factores, y por tanto podría ser evitable.
Los diversos factores psicológicos y físicos pueden hacer disminuir los puntajes de prueba
de las personas de edad avanzada, conduciendo a una subestimación de su inteligencia.
Pueden tener problemas para oir o ver las instrucciones, y una mala coordinación y
agilidad, puede interferir en la realización de las tareas.
48
Las personas que hacen las mejores pruebas se adaptan físicamente, no se agotan y
tienen menos enfermedades, presión sanguínea relativamente baja, y menos indicadores
neurofisiológicos negativos.
Todas las personas han tenido la experiencia de desempeñar una misma tarea mejor en
una época que en otra.
49
cada uno de los cuales se reunió por cada de cinco horas en pequeños subgrupos. El
primero recibió entrenamiento formal en relaciones de figuras (reglas para determinar la
próxima figura de una serie). El segundo trabajo con los mismos materiales y problemas
de entrenamiento, pero aun autodidactas, no tenían ninguna instrucción formal. Un tercer
grupo, el grupo de control, no recibió ningún entrenamiento. Las pruebas previas y
posteriores contenían algunas tareas como la de los materiales de entrenamiento y otras
que eran bastante diferentes. Ambos grupos experimentales mejoraron mas que el grupo
de control, pero las personas del segundo grupo (los autodidactas) mantuvieron sus
mejores ganancias en una prueba posterior un mes después. En apariencia la
oportunidad de lograr sus propias soluciones fomento un aprendizaje mas duradero que si
se le enseñara un conjunto de reglas.
Hallazgos como estos muestran que entrenar y practicar puede mejorar el desempeño de
las personas de edad avanzada en pruebas de inteligencia fluida.
Como muchos viejos atletas que acuden a sus reservas físicas, las personas de mayor
edad que consiguen entrenamiento, práctica y apoyo social parecen ser capaces de
aprovechar sus reservas mentales. La edad adulta tardía no tiene que ser un tiempo de
disminución intelectual si a las personas se les motiva y ayuda a poner un esfuerzo extra
para mantener o mejorar sus facultades mentales.
La vejez “añade tanto como quita”, según el poeta Williams Carlos Williams en uno de sus
tres libros de versos escritos entre su primer ataque de apoplejía a los 68 años de edad y
su muerte a los 79.
50
1. MECANICA DE LA INTELIGENCIA.- consta de áreas libres de contenido, de
procesamiento de información y resolución de problemas. Esta es parecida a la
inteligencia fluida y es el area que con mayor frecuencia declina con la edad.
51
Sin embargo, pese a ese deterioro cognitivo, el adulto mayor dispone del
conocimiento pragmático adquirido con la experiencia vital, lo cual le permite
solucionar problemas y adaptarse, más o menos, a su medio.
Quizás debido a que las personas de edad avanzada que hacen trabajo productivo
remunerado representan solo el 3% de la fuerza de trabajo, son menos visibles que los
estereotipados y despreocupados señores retirados que juegan golf. Además tras los
pasados 40 años la proporción de personas de edad avanzada que buscan trabajo ha
caído de manera notoria. En 1990, solo cerca del 16% de los hombres de 65 años o más
estaban en la fuerza de trabajo, en comparación con casi el 46% en 1950. El factor
principal es que ahora más hombres se retiran temprano y una menos cantidad son
empleados por cuenta propia. La mayor parte de la investigación sobre trabajo y jubilación
en la edad adulta tardía se ha centrado en los hombres de mayor edad, pero con el
creciente rol del trabajo en la vida de las mujeres, ahora éstas se están estudiando más.
En una época casi todos los patrones exigían a sus trabajadores retirarse a los 65 años
de edad. Entonces se reformaron las leyes correspondientes, subiendo primero la edad
de jubilación a 70 años, y luego eliminando la edad del retiro obligatorio, excepto para
unas pocas profesionales, como los pilotos de aerolínea.
La mayoría de las personas dejan su trabajo a la edad de retiro asignada por sus
patronos, o antes. La condición económica afecta la edad de jubilación.
52
¿CÓMO SE SIENTEN LAS PERSONAS EN CUANTO AL RETIRO?
Muchos individuos recién retirados disfrutan los primeros ratos prolongados de ocio que
no hayan tenido desde la niñez. Se complacen gastando su tiempo con la familia y amigos
y explorando nuevos intereses; claro está que por otro lado muchos jubilados caen en
depresión por costumbre al trabajo y suelen enfermarse.
Entre los numerosos términos existentes, los autores emplean en este trabajo, el de
deterioro de la memoria asociado con la edad (DEMAE) considerado conceptualmente
como un estado clínico caracterizado por una declinación de la función mnésica vinculada
con el envejecimiento en personas con 50 y más años de edad, con sensación subjetiva
de pérdida de memoria en una intensidad de por lo menos 1 desviación estándar (DE) por
debajo del promedio para adultos jóvenes en los patrones de mediciones de función de
memoria sin ser dementes y sin otra condición médica o psiquiátrica que explique su
causa.
En general, existe una tendencia al incremento de los casos en función de la edad. Sin
embargo, hay autores con resultados totalmente contradictorios en que la prevalencia del
DEMAE decrecía más bien con los años, un hallazgo contrario a lo esperado. Esto puede
53
deberse al procedimiento usado en la evaluación psicológica y de la influencia de la
educación, entre otros factores. No obstante, es evidente el papel de la edad como factor
de riesgo para el origen del DEMAE, sobre todo entre 80 y 89 años.
A pesar de que los defectos conductuales asociados con el DEMAE son fenómenos
cognitivos relativamente modestos y leves en comparación con los observados en las
demencias, ellos pueden ser molestos y difíciles para muchos adultos de la mediana y
tercera edad con labores que demandan actividad intelectual.
Por otra parte, la posibilidad de que existan ancianos sanos ha suscitado amplios debates
en la actualidad, pues los cambios que acompañan al proceso de envejecimiento
54
provocan insuficiencias funcionales, a veces múltiples, en su organismo. Esto entorpece
como es natural su desenvolvimiento físico y social, lo que hace difícil hablar de "ausencia
de enfermedad" o "pleno bienestar".
Sin embargo, los límites entre las alteraciones cognitivas del envejecimiento “normal” y el
patológico son muy sutiles y, en ocasiones, difíciles de definir. La pérdida de memoria
aparece en el envejecimiento y en las demencias, pero los patrones clínicos son
cualitativamente y cuantitativamente diferentes. En las demencias el deterioro
neuropsicológico es más global y abarca a las llamadas funciones cerebrales superiores.
Es dudoso que el DEMAE sea una condición precedente de una futura demencia senil o
de otra enfermedad como se ha señalado y no debe ser confundido con la demencia pues
los problemas mnésicos del envejecimiento normal no tienen una repercusión tan grave y
puede ser bastante común. La mayor parte de los investigadores propone que el DEMAE
se reconozca como una entidad nosológica individualizada para describir una involución
de la memoria propia de la edad sin otra causa y para la cual se han ensayado esquemas
terapéuticos.
“Es muy importante saber que el deterioro de la memoria asociado con la edad es un
síndrome no especifico, ya que el cual puede ser producto del inicio de la denuncia a
causa de la enfermedad de Alzheimer.”
55
En las demencias corticales tipo EA, la memoria episódica muestra fallas severas tanto en
el archivo como en la búsqueda de la información, como lo demuestran los resultados del
recuerdo simple y del recuerdo facilitado. La memoria a corto plazo está relativamente
preservada hasta etapas tardías de la enfermedad y la mayor afectación es en la memoria
a largo plazo. A diferencia de la memoria episódica, la memoria semántica se afecta sólo
en la EA y no en el envejecimiento normal.
“No puedo recordar si le puse o no azúcar a esta torta”, decía la mamá de Sally a
los 73 años de edad, a pesar de ser cocinera profesional. “Supongo que en realidad
me estoy volviendo vieja y soy tan olvidadiza”. Aun hasta su muerte a los 79 años
de edad, Leah Wendkos recordaba unos 50 números telefónicos de un amplio
círculo de amigos, parientes y clientes; ella nunca olvido una cita, y guardo la
mayoría de sus recetas en su cabeza. Debe considerarse la manera como esta
aparente contradicción podría entenderse.
Las fallas de memoria se consideran una señal de envejecimiento. El hombre que siempre
guardaba su itinerario en la cabeza ahora tiene que escribirlo en una agenda; la mujer que
toma varias medicinas anota las dosis de cada día y las pone donde es seguro que va a
verlas.
56
3.7.5 ¿POR QUE DECLINA LA MEMORIA?
Los investigadores han ofrecido varias hipótesis para explicar las diferencias de edad en
la memoria, sobretodo en la memoria de largo plazo para sucesos recientes.
Algunos investigadores indican que los cambios neurológicos y otros cambios fisiológicos
están conectados con el envejecimiento: cuanto más se deteriora una persona
físicamente, más pérdida de memoria ocurrirá. Pero hasta ahora, este enfoque biológico
parece ser más útil al explicar el deterioro de la memoria en las personas que tienen daño
cerebral condiciones patológicas, que en personas de edad avanzada, normales y
saludables.
Sin embargo estudios recientes sugieren que la degeneración de los lóbulos frontales del
cerebro se relaciona con una disminución de la memoria episódica en la vejez.
El segundo enfoque se centra en los tres pasos requeridos para procesar información en
la memoria: codificación, almacenamiento y recuperación. Las personas de edad
avanzada parecen ser menos eficientes que las más jóvenes para codificar información,
preparándola y “rotulándola” para el almacenamiento de modo que sea fácil recuperarla
cuando la necesiten.
No es probable que piensen en las maneras de organizar el material para hacerlo más
fácil de recordar (como poner nombres en orden alfabético).
Aparte de limitarse a dar pistas a las personas para ayudarlas a organizar o recordar
información, algunos investigadores han ofrecido programas de adiestramiento de
memoria más extensivos. Estos pueden hacer énfasis en estrategias mnemotécnicas
(técnicas diseñadas para ayudar a recordar, como visualizar una lista de artículos o hacer
57
asociaciones entre una cara y un nombre), entrenamiento de atención o relajación, o dar
información sobre memoria y vejez.
3.8 INSOMNIO:
Los patrones del sueño cambian con el envejecimiento, sobre todo a partir de los
65 años. El origen de este padecimiento se puede remontar a los hábitos de la
edad adulta como: horas de sueño, estrés por problemas familiares o financieros,
la ingesta de cafeína, consumo de alcohol y drogas. Ya en la etapa de adulto
mayor, la pérdida del sueño puede generarse, además, por la toma de
medicamentos como antidepresivos y estimulantes.
58
CAPITULO IV: ENFERMEDADES O CRISIS PSIQUICAS
(Diane E. Papalia)
El adulto mayor ve afectada su autoestima dada la inseguridad que vive a partir de las
pérdidas asociadas a sus vivencias afectivas, físicas y sociales como son: la
independencia de los hijos, la pérdida del cónyuge, la disminución de capacidades, la
salud a veces afectada, la jubilación, la disminución de ingresos, entre otras.
Su vida emocional sufre modificaciones que originan actitudes acerca de sí mismo y
acerca de los demás que pueden tener efectos negativos en sus relaciones afectivas y en
el trato con otros. Sabemos que a partir de la autoestima, es decir, del concepto del propio
valor, se proyectan la comunicación y las conductas que constituyen la base del mundo
afectivo relacional.
59
al llegar a la vejez, sienten sin embargo que su mente sigue lúcida, y sus ganas de
hacer buenas cosas permanecen inalteradas. A pesar de que ellos se ven así de
bien, la sociedad les dice por medio de la jubilación o de otras señales, que ya
deben dejar el puesto a gente más joven y nueva, y que deben retirarse. En una
palabra, es como si se les dijera: señor, señora, prescindimos de Ud.
Por lo tanto no puede haber autoestima si el individuo percibe que los demás
prescinden de él. Así lo veía ya el viejo Maslow en su famosa pirámide de
necesidades, donde describe un proceso que denominó autorrealización y que
consiste en el desarrollo integral de las posibilidades personales.
En vista de esto, si a una persona que se siente bien, saludable y con fuerzas, le decimos
que ya no nos hace falta, es muy probable que influyamos en el deterioro de su
autoestima al hacerle ver que el grupo puede prescindir de ella, que su pertenencia al
"nosotros" ya no es tan evidente. Es como decirle que el aprecio que sentíamos por él/ella
era sólo en cuanto que su aporte y presencia nos era útil, pero ahora las cosas cambian:
tu presencia no nos es necesaria porque ya no nos puedes aportar nada. El adulto mayor
saludable se siente desconcertado ante dos experiencias de vector contrario: por un lado
él se siente bien y con ganas de trabajar, pero por otro lado la sociedad le dice que ya no
lo necesita. Es un duro golpe para su autoestima, pues como decíamos antes, una de las
60
bases importantes para alimentarla se encuentra en el sentimiento de pertenencia.
¿Cómo mantener dicho sentimiento si se me están mandando mensajes de que se puede
prescindir de mí?
El adulto mayor suele experimentar que su existencia no tiene sentido cuando ve llegar a
su fin etapas como la laboral, y al dejar de desempeñar roles que ocupaban su tiempo. Se
enfrenta ante una gran pregunta: ¿ahora qué hago? Este cese de la actividad suele
desencadenar una serie de síntomas depresivos, que adquieren forma de crisis
existencial.
La persona puede llegar a la tercera y cuarta edad, ser adulto mayor, anciano,
viejo, o como queramos llamarlo, y puede ser testigo de su deterioro físico, a la
vez que mantener incólume su crecimiento psíquico. La mejor doctrina sobre la
personalidad y su desarrollo nos enseña desde hace muchos años que esta se
halla siempre en proyecto y que nunca termina de crecer. Erik Erickson considera
la ancianidad como la etapa de la integración versus la desesperación. La
integridad es vista aquí como la disposición a defender la dignidad del propio estilo
de vida contra la amenaza física y económica. Alcanzar la integridad consiste en
haber logrado un especial estado de espíritu cuyo componente especial es la auto
aceptación. Refiriéndose a dicho estado de espíritu Edmund Sherman dice que Es
la aceptación de la realidad, la realidad de uno mismo y de la propia vida,
61
resultante del abandono de las ilusiones. Sin embargo, varios de nosotros no
llegan a liberarse de sus objetivos no realistas (que acarician a menudo sin
saberlo), y los sentimientos de fracaso, frustración y decepción de uno mismo que
resultan de todo ello conducen inevitablemente a un sentimiento de
desesperación.
“En la estapa adulta tardia o vejez es muy importante que el anciano reciba afecto,
por parte de la familia; es una etapa complicada, donde esta persona esta
propensa a deprimirse y llegar a perder el sentido de su vida.”
62
4.4 TRASTORNOS AFECTIVOS: (ADULTO MAYOR)
4.5 DEPRESION: Los trastornos afectivos son los cuadros clínicos psiquiátricos que
representan con más frecuencia en la primera mitad del período de la t e r c e r a e d a d ,
s i e n d o d o s v e c e s m á s f r e c u e n t e e n m u j e r e s q u e e n hombres.
Las depresiones en los ancianos presentan una sintomatología similar a la que parece en
otras épocas, con diversos rasgos diferenciales como:
63
Generalmente los adultos mayores se muestran irritables o ansiosos más que deprimidos.
Sin embargo, es común encontrar una pérdida de interés en sus actividades habituales.
Muchos ancianos con síndrome depresivo presentan enfermedades físicas o deterioro
intelectual asociado.
Es decir, la persona anciana puede no quejarse de que está mal o triste, y que
sólo observándola nos demos cuenta de que puede estar deprimida. Tampoco es
raro que junto a la tristeza la persona anciana deprimida note una sensación de
inutilidad y baja autoestima, por lo que piensan que no merece la pena pedir
ayuda, o que el médico y la familia pueden emplear su tiempo en cosas mejores.
Puede ocurrir también que sean los propios familiares o incluso el médico los que
achaquen los síntomas de la depresión al propio envejecimiento, lo cual también
impide hacer el diagnóstico y por tanto tratar la enfermedad.
Durante la vejez ocurren una serie de factores que favorecen la aparición de este
trastorno. Entre ellos se encuentran:
64
Ø Presencia de enfermedades crónicas, pérdidas de familiares, amigos y seres
queridos que en ocasiones se acompañan de duelo patológico.
65
formas de depresión. Se ha observado que la depresión severa o depresión mayor
es menos frecuente en el anciano que en el adulto joven. Afectaría al 1-2% de los
mayores de 65 años y supondría un cuarto de todas las depresiones mayores. La
presencia de depresiones menores o depresiones subclínicas se calcula en un
15%-20% de las personas mayores y la depresión mayor en ancianos
hospitalizados con enfermedad aguda llega al 10%.
Estructura de la personalidad.
- Dependientes
-Pasivos-agresivos
- Obsesivos.
Factores contribuyentes.
- Socioeconómicas.
- Dinámica familiar.
- Formas de violencia.
- Jubilación.
66
-Comorbilidad orgánica y mental.
Factores precipitantes.
- Abandono.
- Sentimientos de desesperanza.
- Aislamiento.
- Violencia.
- Pérdidas económicas.
- Discapacidades y disfuncionabilidad.
- Dependencia.
67
Algunos otros síntomas propios de la depresión pueden ser la pérdida de peso por
falta de apetito, el insomnio o la aparición de ideas delirantes y en los cuadros
graves verdaderos cuadros psicóticos.
-Depresiones vasculares.
68
- Menos trastornos de la personalidad.
Los síntomas corporales o somáticos más frecuentes son las alteraciones del
sueño con insomnio y menos veces hipersomnia; cansancio o falta de energía.
Pueden existir otras muchas quejas somáticas: gastrointestinales, vértigo, dolor,
cefalea, etc. que en ocasiones son predominantes en la depresión del anciano.
También existen síntomas afectivos consistentes en una alteración del humor
entendido como alteración del estado de ánimo conocido como ánimo depresivo o
tristeza vital. Hay afectación en la pérdida de interés por las cosas así como a la
capacidad para disfrutar. Constituyen el núcleo central de la depresión y se
acompañan de una disminución de la vitalidad con alteración de la actividad
laboral y social del individuo. En esta esfera pueden existir otros síntomas como
ideas de culpa, autor reproches, pesimismo, desesperanza, dificultad para
concentrarse, ideas de suicidio.
A pesar de todo lo anterior el envejecimiento no es sinónimo de depresión. Es
decir, ni todos los ancianos están deprimidos ni los síntomas de una depresión
cuando aparecen en una anciano, son “normales” para su edad. La presencia de
este trastorno no sólo es fuente de sufrimiento individual sino que también afecta
su calidad de vida.
Por el mismo motivo los ancianos consumen en ocasiones fármacos para tratar
sus enfermedades pero que pueden inducir la aparición de depresión días o
semanas después de su uso. Entre estos están medicamentos como corticoides,
antiparkinsonianos, algunos antihipertensivos, etc. En la depresión grave del
anciano es más frecuente el suicidio que en los jóvenes.
En ocasiones la depresión se presenta como deterioro cognitivo, es decir como un
menor rendimiento intelectual con quejas de pérdida de memoria que obliga a los
clínicos a diferenciar estas depresiones de una verdadera demencia. Siendo la
Enfermedad de Alzheimer, que es la demencia más frecuente, puede
69
acompañarse en fases iníciales e intermedias de síntomas depresivos (30%) e
incluso completar una depresión que disminuye aún más su rendimiento cognitivo.
El problema para entender estas dos situaciones se complica aún más si tenemos
en cuenta que cuando se han seguido en el tiempo a los pacientes que han
desarrollado una depresión en la vejez manifestada con peor rendimiento cognitivo
han desarrollado con más frecuencia una Demencia.
Otra de las características especiales de la depresión del anciano, y que también
dificulta su reconocimiento es que se presente de una manera “atípica”. Entre las
más frecuentes son la hipocondría, el alcoholismo, el dolor y la demencia asociada
a depresión:
70
depresión es el ictus cerebral también llamado accidente cerebro vascular, que es
lo que normalmente se conoce como trombosis o embolia cerebral.
71
seriamente la sensación de desarraigo y el sobre esfuerzo de adaptación que
implica la institucionalización para este tipo de pacientes.
Los métodos más frecuentemente utilizados por el hombre son las armas de
fuego, el ahorcamiento y el salto al vacío. Las mujeres prefieren el
envenenamiento o la sobredosis de droga. Un método creciente en los últimos
años en las grandes urbes, para las ancianas, es la precipitación y la utilización de
armas de fuego. En general, en el suicidio consumado, con el aumento de la edad
se incrementa la proporción de métodos categóricos y violentos. Esto podría
fundamentarse en la mayor presencia de síntomas psicóticos en la depresión con
la edad.
Otro mito muy difundido es pensar que los ancianos comunican menos
frecuentemente sus intenciones suicidas que los jóvenes. Se debe estar muy
atento a los "avisos pre suicidas", sin la expectativa de que éstos sean claros y
directos. Las "comunicaciones indirectas" de los deseos de concretar suicidio
pueden estar manifestadas por la necesidad de poner los asuntos familiares en
orden o el interés por despedirse de amigos o familiares con los cuales hace
tiempo que no se ve. No es infrecuente "la despedida" al médico de cabecera, en
forma de reconocimiento y gratitud, en la última consulta previa al intento.
Un interesante estudio de Cattel y Jolley (1995) señala que sólo un 14% de los
ancianos que consumaron suicidio recibían atención psiquiátrica, mientras un 43%
habían estado en contacto con sus médicos generales en el mes previo. Este bajo
porcentaje de ancianos suicidas con asistencia psiquiátrica especializada también
podría influir en el bajo porcentaje que se les acredita en comunicar su intención
de suicidarse.
72
En contraposición a esta conducta suicida activa y categórica, el anciano, también
con mayor frecuencia que otros grupos de edad, suele presentar "conductas
suicidas encubiertas", lentas y silenciosas, consistentes en el abandono
progresivo, el rechazo de la alimentación y de toda medicación o tratamiento
médico. Estas conductas de abandono suelen terminar en la muerte –suicidio
pasivo- y dadas las circunstancias de soledad y aislamiento que las acompañan,
pueden influir en cierta infra estimación de las muertes por suicidio en este grupo
de edad.
-factores psicosociales
-enfermedades psiquiátricas
73
El sentimiento de abandono, la sensación de vacío, la desesperación ante el
desmoronamiento orgánico y la auto percepción de ser una persona inútil, sin
proyectos, genera lo que algunos sociólogos han dado en llamar "vergüenza
social". Esto conlleva a que la importancia de los factores psicosociales en la
depresión y el suicidio del anciano sea considerablemente más determinante que
en los sujetos de menor edad.
William Blake decía: "la vejez debe ser una manera digna de llegar al palacio de la
sabiduría por el camino de la experiencia". La dramática vigencia de los factores
sociales aleja al anciano de esta poética definición y lo enfrentan con la culpa, la
incertidumbre y la vergüenza, sintiendo a veces que sólo se redime con la muerte.
“En cuanto a las conductas suicidas del adulto tardío, una de sus causas a mi
punto de vista podría ser el sentimiento de soledad; es muy importante la
compañía de los familiares ya que el adulto mayor se vuelve mas susceptible en
esta etapa y requiere de mucho afecto.”
La edad del comienzo del trastorno bipolar es la edad adulta. Sólo en el 10% de los
ancianos se inicia en la vejez.
Los síntomas de la manía del anciano son similares a los del adulto (euforia, disminución
del sueño, distraibilidad, impulsividad, irritabilidad, abuso de alcohol y conductas
paranoides y hostiles.)
Es frecuente en los episodios maniacos de los ancianos los signos de deterioro cognitivo
sugestivos de demencia, la fuga de idea sin taquipsiquia, el relato interrumpible de
anécdotas, la perplejidad y la presencia simultánea de sintomatología mixta maniaco-
74
depresiva. Destacan los delirios Megalo-maniacos, la irritabilidad y el comportamiento
sexual inapropiado.
Por otra parte, el sesgo que presentan los médicos en la atención de estos pacientes
hace que, muchas veces, la depresión y la ansiedad sean consideradas como parte de]
envejecimiento normal. Esto se complica al ser difícil distinguir los cambios del
envejecimiento normal de signos de trastorno mental.
Los trastornos de ansiedad son, como grupo, las enfermedades mentales más comunes,
con una prevalencia de un mes del 7,3% en adultos de todas las edades. En adultos
75
mayores de 65 años esta prevalencia mensual baja al 5,5%; se acerca al 20% en un
período de 6 meses y al 35% en el ciclo vital (4, 16).
En las estadísticas norteamericanas, al menos el 12% de los adultos mayores que viven
en la comunidad tienen un trastorno mental diagnosticable (16). En el caso de pacientes
internados por trastornos de tipo orgánico se calcula que el 40-50% presenta trastornos
mentales (15, 21) y en instituciones geriátricas alrededor del 70 al 94% los padece (17,
23). En los EEUU, el 27% de los pacientes internados en instituciones psiquiátricas tienen
más de 65 años de edad. Se estima que del 15 al 25% de los 28 millones de
norteamericanos mayores de 65 años tiene problemas mentales significativos. Dentro de
este grupo, los más prevalentes son los trastornos fóbicos (4,8%), seguidos por el
trastorno obsesivo-compulsivo (0,8 %) y el trastorno de pánico (0, 1 %) (16, 20).
En la mayoría de los casos, los trastornos de ansiedad primarios de la vejez son crónicos
y han persistido desde la juventud o adultez. El estado ansioso se presenta como "un
estado subjetivo de expectación o aprehensión disfórica", acompañado por una
combinación variada de alguno/s síntomas agrupables en tres categorías. Es frecuente
que los pacientes hagan mayor hincapié en estos aspectos asociados más que en el
estado de ansiedad en sí mismo, lo que da por resultado que se lleven a cabo extensas
evaluaciones médicas antes de arribar a un diagnóstico correcto.
76
CAPITULO V: INTERVENCION PSICOLOGICA
7.2.1. DEFINICION: Basado en terapias centradas a la familia del adulto mayor, donde el
objetivo es lograr enseñarles el cuidado perfecto que deben tener y como así apoyarlo a
que su etapa de transición sea aceptada por el de una manera estable y tranquila, si es
que el adulto mayor padece de alguna enfermedad, enseñar también a los familiares
métodos para apoyar a tratar eso.
77
CAPITULO VI: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
6.1 CONCLUSIONES:
A pesar de todos los deterioros ya sean físicos, cognitivos, mentales entre otros que
pueden sufrir las personas mayores, muchos enfrentan esta etapa con una actitud positiva
y juvenil, tienen una vida activa, rica en experiencias, en fin, muy satisfactoria. No parecen
ni se sienten como senescentes, pues su envejecimiento biológico es compensado con un
estilo de vida que lo hace mantenerse en excelentes condiciones. De esta manera el
envejecimiento biológico es fomentado por la estructura social, por ejemplo algunas
familias son exageradamente sobre protectoras con sus adultos mayores, limitando su
libertad y de paso el desarrollo de una vida normal y productiva, predisponiendo así al
“viejo” a ser pasivo y dependiente de los demás.
6.2 RECOMENDACIONES:
Como primera recomendación sería muy importante que el adulto mayor se haga
constantes chequeos en cuanto a su salud, visitas programadas al médico y/o la
enfermera de su centro de salud que tienen por objeto prevenir que aparezcan
enfermedades o mitigar sus efectos si ésta ya se ha desarrollado. Se ha comprobado que
diversos servicios preventivos son muy eficaces en las personas mayores. Por otro lado
los hábitos de vida saludable son importantes, como por ejemplo, una dieta adecuada,
actividad física adecuada, aporte adecuado de calcio, prevención de lesiones (caídas,
fracturas), evitar la automedicación salvo que sea recomendada por el médico. Y lo más
importante, el aspecto afectivo del adulto mayor hace hincapié aquí, debido a que los
familiares deben estar a su lado apoyándolo emocionalmente, ya que en esta etapa la
persona se vuelve mas susceptible y requiere de más cariño paciencia y comprensión.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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-Diane E. Papalia, Agosto 1997. D´vinni Editorial Ltda.
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