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¿Cómo respondieron los primeros antropólogos evolucionistas al dilema del

origen del hombre? ¿A qué se referían con “uniformidad y unidad” de la


especie humana?
1. ¿Cómo se concebía la relación entre la Naturaleza y la Cultura? ¿Cómo se
transmiten cada una de estas dimensiones?
2. ¿Qué tipo de modelo explicativo se construyó para explicar la evolución de
la humanidad? ¿Sobre qué postulados o proposiciones se sustenta?
3. ¿Qué semejanzas y diferencias encuentran entre los distintos grupos
humanos? ¿Cómo explican estas diferencias? ¿Cómo se estructuran las
relaciones entre los “grados” y cómo se ordenan?
4. ¿A qué se refieren con la noción de “progreso”?
5. ¿Cómo son los procesos de cambio en lo referido a los aspectos materiales
y a los no materiales?
6. ¿A través de qué metodología se estudiaba la “evolución cultural”? ¿Qué
tipo de razonamiento utilizaban? Desarrolle
7. ¿Cuáles son para Boivin, Rosato y Arribas los mecanismos que organizan
la “construcción de la otredad” para los antropólogos evolucionistas?

Respuestas:
Capítulo 1: La construcción del otro por la diferencia

Este modelo lo vemos a partir de un recorrido por la teoría evolucionista. La teoría evolucionista
fue constitutiva de la Antropología a fines del siglo XIX. Es el modelo paradigmático de la
construcción de la otredad por la diferencia, es una teoría que permite ver el modelo de la diferencia.
Los antropólogos evolucionistas se formularon tres interrogantes:

- ¿Por qué las sociedades humanas difieren entre sí?


- ¿Qué es el hombre?
- ¿Cuál es su origen?

La primera pregunta es fundante de las preocupaciones científicas de la Antropología


evolucionista. Se afirma que la diferencia entre las sociedades es un fenómeno evidente y se
interroga sobre las causas de éste fenómeno. Las otras dos preguntas son pasos hacia la resolución
de la primera. Pero además, para responder qué es el hombre es necesario remontarse a su génesis,
es necesario ir al origen y explicar como llegó a ser así en el presente. El origen y la historia de un
fenómeno iban a dar la clave de por qué era como era.
Tylor y Morgan son considerados como fundadores de la disciplina y máximos exponentes de ésta
teoría. Para responder sobre la cuestión del origen y la naturaleza del hombre se trabaja con Tylor y para
responder a la pregunta por las semejanzas y diferencias entre sociedades se trabaja con Morgan.

La pregunta por el origen del hombre se contestó a través del concepto de evolución. Darwin
explicó la evolución como un proceso universal de cambio en el tiempo por el cual los organismos
vivos iban diferenciándose básicamente a través de dos mecanismos, la variación genética y la
selección natural, logrando finalmente la adaptación. A partir de una forma de vida (la ameba)
surgieron todas las otras formas de vida (la idea de Dios pierde importancia).
En medio de éste proceso evolutivo de diferenciación, surge una criatura particular, el hombre
que se diferenció de sus pares, los monos. Los antropólogos evolucionistas aceptaron esto que se
refiere al origen del hombre y reconocieron en él “una especie”. Sostuvieron que el físico del hombre
había evolucionado por variación genética y selección natural hasta alcanzar su forma actual. Se
planteaba la uniformidad y la unidad de la especie humana.
Una vez que se llegó al “homo sapiens”, su forma quedó estática. Entonces ya no fue a partir de
la adaptación física sino que fue la única especie que fue capaz de crear un instrumento clave: la
cultura. El hombre tiene una condición física y reconocerlo como una criatura de la naturaleza no
parecía suficiente para dar cuenta de ella. Su particularidad residía en algo antes identificado como
“espíritu” pero ahora como “capacidad para generar cultura”.
La Naturaleza y la Cultura se consideraron ambas constitutivas de la especie humana. La Cultura
era la esencia que completaba la naturaleza humana. La idea del hombre como una dualidad (ser
biológico y ser cultural) no era nueva. Pero si lo era la concepción del hombre como animal y la
afirmación de que su ser natural podía dar cuenta de su parte espiritual.
Se le atribuye a Tylor la primera definición científica de la noción de cultura: “Un todo completo
que comprende conocimientos, creencias, artes, moral, derecho, costumbres y cualquier otra
capacidad y hábito adquirido por el hombre en tanto miembro de una sociedad”.

La dualidad de la condición humana implicaba no sólo la presencia del orden natural y cultural
en el hombre. Suponía también una relación de continuidad: los cambios físicos, los cambios en el
cerebro, fueron los que ayudaron a generar cultura. Las causas de la Cultura debían buscarse en la
Naturaleza, la Cultura era la continuidad de la Naturaleza, su producto. Pero era un producto
“superior” por depender de la mente. Los cambios en el cerebro posibilitaron los primeros cimientos
de emergencia del ser humano. Después de que se llegó a la forma física definitiva, el progreso de
los homínidos dependió casi enteramente de la acumulación cultural, del crecimiento de las prácticas
convencionales más que del cambio físico, como había sucedido en el pasado.
Hay otra distinción entre Naturaleza y Cultura. La Naturaleza refiere a lo innato, en su dimensión
natural el hombre recibe humanidad por herencia biológica. En cambio, en el orden cultural el hombre
alcanza su condición humana a través del aprendizaje. Cultura refiere a aquello en contacto con
otros hombres, todo lo que el hombre adquiere, enseña y aprende como parte de una sociedad es
cultura.

Volviendo a las semejanzas y diferencias entre las sociedades humanas, los evolucionistas, a la
hora de teorizar sobre ellas lo hicieron como los naturalistas. Construyeron un modelo estadial, que
expresa la manera en que estos antropólogos ordenaron las semejanzas y diferencias culturales en
un esquema evolutivo de la humanidad. Se identificaron tres estadios de evolución: Salvajismo,
Barbarie y Civilización, cada uno con subestadios. Los evolucionistas fueron clasificando en cada
uno de los casilleros a todas las sociedades pasadas y presentes. El modelo estadial se construyó
sobre una serie de postulados o proposiciones sobre las semejanzas y diferencias culturales.

 Proposiciones sobre las semejanzas culturales.


Los evolucionistas afirmaron la unidad psicobiológica (UPB) de la especie humana. Entonces
sostuvieron la uniformidad. Primeramente, se trata de una uniformidad a nivel físico (igual anatomía,
igual cerebro, igual principio de inteligencia e igual origen). Para Morgan las semejanzas se
explicaban por la igualdad de la naturaleza física del hombre, por la igualdad en las condiciones de
vida y sobre todo por el origen común. Respecto al origen se plantea que las semejanzas que se
encuentran se deben a que los principios fundamentales de las instituciones y las técnicas se
desarrollan en el salvajismo, y así se puede identificar un tronco originario común entre los pueblos.
Además, las necesidades de los hombres siempre fueron esencialmente las mismas.

 Proposiciones sobre las diferencias culturales.


─ Se parte de la afirmación de que la diferencia es un hecho empíricamente comprobable, es
evidente.
─ La Cultura, al ser un producto de la Naturaleza es, igual que ésta (UPB) una sola: la Cultura de
la humanidad.
─ La Naturaleza era una sola pero había generado distintos productos debido a que en su interior
se habían producido procesos de diferenciación. Además, como producto de la Naturaleza, la Cultura
está sometida a un proceso de cambio (evolución), a un proceso evolutivo de diferenciación.
Entonces si la cultura es una sola, lo que se ve son expresiones de la cultura de la humanidad. La
cultura presenta diferentes grados de evolución. Así es como la diferenciación cultural es de grado.
─ “Grado” da la idea de medida, de cantidad. Representa la medida del progreso. Cada casillero
representaba una determinada cantidad de cultura. Así como los naturalistas, se ordenan la
sociedades en cada uno de los casilleros según el nivel alcanzado de cultura. Se señalan las
condiciones de vida y los logros adquiridos por la humanidad en un tiempo determinado de su
evolución. Se observa qué se inventó en cada uno de los grados, la cantidad de cosas con las que
el hombre contaba.

Entre los grados se observan relaciones:


1) Acumulativa: se puede hablar de grados inferiores (de menos cultura) y grados superiores (de
más cultura). El más inferior era cuando no había nada, el origen, el primero porque antes no había
hombre, no se había creado cultura.
2) Temporal: el grado más inferior, el origen de la humanidad, da una idea de tiempo. Los grados
inferiores no solo tienen menos sino que son anteriores en el tiempo. Los grados se ordenan
temporalmente, suponiendo una sucesión en el tiempo.
3) Causal: el ordenamiento temporal de los grados se corresponde con un ordenamiento causal. Los
grados inferiores no solo tienen menos cultura y son anteriores. Un grado es causa del grado
inmediatamente mayor y posterior. Lo creado en un grado provoca el paso hacia grados mayores y
posteriores de cultura, a niveles superiores de vida.

─ Idea de supervivencia: La diferencia espacial contemporánea se ordena y explica como diferencia en


el tiempo. El “otro” contemporáneo, lejano en el espacio, era testimonio del pasado en el presente
(noción de supervivencia). La lejanía espacial y cultural era el testimonio de la lejanía temporal. El
primitivo viviente testimoniaba como había sido la vida del hombre en otro momento.
─ El progreso cultural (evolución cultural) es una ley natural, universal y necesaria. El progreso cultural
es una ley universal que involucraba a toda la humanidad. Así como ningún animal podía oponerse
a la evolución natural, ninguna sociedad podía evitar la evolución cultural. La cultura era el arma
necesaria para luchar, se encuentra la idea de lograr mayor eficacia de la adaptación para que
sobrevivan más de la especie. A diferencia de la evolución natural, el progreso cultural se transmite
por aprendizaje, mientras que la evolución natural se transmite por herencia biológica.
─ El cambio de un grado a otro es gradual y esa gradualidad implica flujo de tiempo. Además se
despliega según una progresión geométrica: la acumulación cultural no se realiza según una
progresión lineal, de suma, sino una progresión geométrica (multiplicar por una constante). El cambio
de un grado a otro se produce en función de una relación entre tiempo y acumulación: el tiempo de
transición entre los grados y la duración de éstos disminuye a medida que aumenta la acumulación
cultural.

 Lógicas de evolución cultural


Los evolucionistas distinguieron dos lógicas de cambio, de progreso: una referida a los aspectos
materiales de la cultura y otra a los aspectos no materiales.

1) Por “aspectos materiales”, Morgan se refiere a inventos y descubrimientos asociados a la


subsistencia (cosas). A partir de una situación originaria de ausencia total, la nada, donde sólo está
la capacidad creativa del hombre, se inicia la acumulación de adquisiciones, cada vez más
numerosas. Éstas mantienen una relación progresiva, de avance, de acumulación sin interrupción.
Los últimos grados suponen más bienes y más conocimientos necesarios para la fabricación que los
primeros. En el presente, el parámetro, se encuentra todo lo creado.
Pero además del aumento progresivo de bienes materiales y conocimientos, aumenta la eficacia
respecto de la satisfacción de las necesidades. Los bienes materiales de los distintos grados se
podían comparar y contabilizar según su eficacia, según el grado de satisfacción que brindaban.
Para medir la eficacia se medía a cuántas personas esa sociedad daba de comer. Es decir, el
instrumental no sólo es mayor en número sino que también permite alimentar a más bocas.
El proceso evolutivo supone el paso progresivo de las formas más simples a las más complejas.
En el caso de la evolución de los bienes materiales, el movimiento de lo simple a lo complejo refería
al aumento de cantidad (volumen) de cosas y conocimientos y al incremento de la satisfacción
lograda. Por ejemplo, las sociedades cazadoras-recolectoras no podían transformar su medio pero
las agricultoras sí. La posibilidad de transformar la tierra implica la posibilidad de obtener más
recursos. El fin buscado es alimentar a más personas, por lo tanto, el grado de satisfacción es más
alto.

2) La lógica evolutiva de los aspectos no materiales es distinta. Morgan se refiere a las ideas e
instituciones. El origen no es la nada, en él están los gérmenes de lo que luego serán las instituciones
modernas, está toda la información. Están los elementos constitutivos de esas instituciones pero
todavía no están diferenciados unos de otros, hay indistinción, formas en potencia.
Entonces, el paso de las formas simples a las formas complejas supone un proceso de
desenvolvimiento, de diferenciación creciente de elementos y relaciones, y supone mayores niveles
de organización. Lo que crece es la distinción y no la cantidad. Se parte de formas indiferenciadas a
formas más diferenciadas. Así evolucionan las ideas e instituciones, por el desarrollo de formas
elementales presentes desde un principio.
Un ejemplo es el paso de la promiscuidad (falta de orden) sexual en el origen a una situación
donde aparecen categorías. Otro ejemplo es la propiedad privada que no siempre existió sino que
está asociada al capitalismo. Originalmente todo es de todos, es decir, la propiedad comunal.
Los tres ordenamientos de los grados se corresponden con una creciente complejización de los
niveles de cultura. La noción de complejidad está vinculada al aumento de productos culturales y a
la mayor especialización y diferenciación. La mayor distinción es hasta donde se había llegado
(Europa).

 El método comparativo
Los antropólogos evolucionistas aplicaron el método comparativo, debido a que era el método
de las Ciencias Naturales, el modelo de ciencia por excelencia. Consideraron que el progreso
humano podía mostrarse a través de la observación y la clasificación, y dispusieron ordenar
científicamente las semejanzas y diferencias culturales en un esquema evolutivo que constaba de
tres estadios: Salvajismo, Barbarie y Civilización, cada uno con subestadios.
Tylor consideraba que la Cultura debía ser catalogada, detallada y clasificada en grupos. Cuando
el científico tenía información, la comparación se sustentaba en un “razonamiento familiar” (sentido
común). Si se comparan dos elementos o instrumentos, uno es más simple que el otro. La simpleza
se detectaba y observaba fácilmente. La simpleza implicaba lejanía temporal, anterioridad y la
complejidad se vinculaba con lo más reciente a parámetro. De esa manera, la sociedad se ubicaba
en uno u otro estadio. No hay que olvidar que el sentido común es una construcción social.
Pero no siempre el investigador contaba con información para reconstruir la vida de un pueblo, en un
estadio. Éste problema se presentó fundamentalmente en la reconstrucción de instituciones (familia,
gobierno, propiedad, etc.). En esos casos, el recurso metodológico era la “deducción especulativa”. La
deducción se utilizó también para completar datos sobre un aspecto particular en un estadio, es decir,
atributos de un estadio podían deducirse a partir de aspectos conocidos del mismo estadio y también
gracias a elementos del estadio anterior y posterior. También se utilizaban para llenar los vacíos las
condiciones de vida del otro diferente contemporáneo (el primitivo vivo).
Morgan consideraba que el camino seguido por la humanidad en su desarrollo podía “ser
recorrido siguiendo una cadena de deducciones necesarias”. La deducción especulativa se usó para
completar datos, basándose en el supuesto de que todo lo que existe debe tener necesariamente
una causa y que ésta expresa un estado más simple (menos cantidad, menos conocimiento y menos
diferenciación).

La comparación y la deducción se vinculaban con el análisis retrospectivo, porque la


preocupación del evolucionismo era reconstruir la historia de la humanidad, de sus inventos e
instituciones. La humanidad había recorrido un camino ascendente de acumulación y diferenciación.
El nosotros social y cultural del antropólogo, máximo progreso alcanzado hasta el momento, era el
punto de partida del viaje a la otredad. El investigador debía realizar un camino descendente para
reconstruir el origen y el desarrollo del hombre.
Y en este descenso, el investigador se encontraba con los “otros”, con sociedades diferentes. El
retroceso en el tiempo implicaba un retroceso en los niveles de cultura. Entonces, había una primera
operación que era desplazamiento del presente al pasado, el descenso en el tiempo pero además
había una segunda operación: de resta, de descarte de los logros alcanzados (descubrimientos,
invenciones e instituciones). Se descartan los logros, en el orden en que aparecieron y así se puede
apreciar el adelanto realizado en cada período.
Entonces, el Nosotros no es sólo el punto de partida del viaje al Otro, sino también el parámetro
según el cual se lo clasifica dentro del modelo estadial. Según si estaban o no las adquisiciones y la
diferenciación lograda en ese ultimo momento de la civilización, el antropólogo le adjudicaba a la
otredad un lugar en el esquema evolutivo. Entonces, por ejemplo, a mayor presencia y diferenciación,
mayor progreso (grado de cultura) y menor distancia temporal (cercanía a la civilización moderna).

 Mecanismos de construcción por la diferencia


Entonces, el antropólogo realiza dos operaciones: desplazamiento del presente al pasado y
descarte de adquisiciones culturales. Así se construye la otredad. De estas operaciones se
desprenden dos mecanismos que organizan la lógica de construcción de la diferencia cultural
(modelo estadial) y de la relación Nosotros-Otros que está implicada en esa construcción.
El primer mecanismo implica ir de la Presencia a la Ausencia, del Con al Sin y del Más al Menos.
La otredad se caracteriza como un universo en el que están ausentes las atribuciones del mundo del
investigador, es un mundo sin los bienes e instituciones de la civilización moderna.
Pero el antropólogo reconoce distinciones en la otredad, y esto es según distinga ciertas
presencias (vinculadas con formas modernas pero menos desarrolladas, incompletas). Así, el
investigador establece distinciones en el mundo de los otros según las presencias encontradas sean
mayores o menores en términos cuantitativos y según se acerquen más o menos cualitativamente
al mundo del Antropólogo.
La situación de ausencia total (todo sin) refiere a la situación inicial, originaria del hombre, en la
que éste parte de la nada y comienza un camino ascendente, de acumulación y generación de
cultura. El antropólogo inicia su tarea de reconstrucción desde la situación de presencia total (todo
con) y en su reconstrucción va desechando con e incorporando sin. La humanidad va del sin al con
y el antropólogo va del con al sin y al final del camino detecta a los primeros hombres.
El segundo mecanismo implica ir de la Distinción a la Indistinción. La Otredad se caracteriza por
ser un universo en el que las ideas e instituciones modernas se encuentran en estado germinal,
están sus elementos componentes pero no diferenciados. La Otredad presenta distintos grados de
indiferenciación. En el origen, la indiferenciación es mezcla total, confusión total, desorden. El mundo
del antropólogo representa la mayor diferenciación lograda. La humanidad realiza el camino de la
indistinción a la cada vez mayor distinción y el antropólogo el camino inverso.
Entonces, la Otredad frente al Nosotros, es anterioridad, ausencia o incompletud, confusión total
o parcial. Entonces el antropólogo realiza el camino del con (presencia) al sin (ausencia), del más al
menos y del Orden a la Indistinción (confusión).

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