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1l Capítulo 1
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·~,. ¿ES EL AMOR UN ARTE?
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;¡•J ¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conoci-
miento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación pla-
1
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centera, cuya experiencia es ~na cuestión de azar,·
~ algo con lo que uno «tropieza» si tiene suerte? Este
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·~
libro se basa en la primera premisa, si bien es induda-
ble que la mayoría de la gente de hoy cree en la se-
·~
~

~ gunda.
~ No se trata de que la gente piense que el amor ca-
rece de importancia. En realidad, todos están sedien-

! :~
X
~
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tos de amor; ven innumerables películas basadas en
historias de amor felices y desgraciadas, escuchan cen-
tenares de canciones triviales que hablan del amor, y,
sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que apren-
ij der acerca del amor.
'~

J Esa peculiar acti~ud se basa en varias premisas

i~ que, individualmente o combinadas, tienden a s.us-
·~
1
tentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del
§i amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no
.j
¡,
fi en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí
",,,,fl que para ellos el problema sea cómo lograr que se los
.¡
' ame, cómo ser dignos de amor. Para alcanzar ese ob-
~
l
J

~
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 !!'

14 EL ARTE DE AMAR ¿ES EL AMOR UN ARTE? 15

jetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado agente matrimonial, o también sin la ayuda de tales
en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan intermediarios; se realizaba sobre la base de conside-
poderoso y rico como lo permita el margen social de la raciones sociales, partiendo de la premisa de que el
propia posición. Otro, usado particularmente por las amor surgiría después de concertado el matrimo-
mujeres, consiste en ser atractivas, por medio del cui- nio-. En las últimas generaciones el concepto de
dado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de amor romántico se ha hecho casi universal en el
hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como mundo occidental. En Estados Unidos de Nortea- !,.
/'
1
,.,,
las mujeres, tales como tener modales agradables y mérica, si bien no faltan consideraciones de índole ,.,.
conversación interesante, ser útil, modesto, inofensi- convencional, la mayoría de la gente aspira a encon- ¡
¡'
vo. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales trar un «amor romántico», a tener una experiencia ~
a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para «ga- personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese ¡¡
nar amigos e influir sobre la gente». En realidad, lo que nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber ~
¡:
para la mayoría de la gente de nuestra cultura equi- acrecentado enormemente la _i;mportancia del objeto
vale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla
de popularidad y sex-appeal.
frente a 1~ de la función. .
Hay en la cultura contemporánea otro rasgo ca-
i[:
$
r:
La segunda premisa que sustenta la actitud de que racterístico, estrechamente vinculado con ese factor. t~
~
no hay nada que aprender sobre el amor, es la supo- Toda nuestra cultura está basada en el deseo de com- ti
sición de que el problema del amor es el de un objeto prar, en la idea de un intercambio mutuamente favo- ¡¡~
~~
'·
y no de una facultad. La gente·cree que amar es sen- rable. La felicidad del hombre moderno consiste en ¡·'

cillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para la excitación de contemplar los escaparates de los ne- t;
amar -o para ser amado por él-. Tal actitud tiene gocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al con- ~~
1$.·
t~
varias causas, arraigadas en el desarrollo de la socie- tado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la
-~•:'•
dad moderna. U na de ellas es la profunda transfor- gente en una forma similar. Una mujer o un hombre '•
0:
mación que se produjo en el siglo xx con respecto a la atractivos son los premios que se quiere conseguir. 'li~
f•
elección del «objeto amoroso». En la era victoriana,
así como en muchas culturas tradicionales, el amor
«Atractivo» significa habitualmente un buen conjun-
to de cualidades que son populares y por las cuales
~~1
:}
no era generalmente una experiencia personal espon- hay demanda en el mercado de la personalidad. Las ::~
f,}
tánea que podía llevar al matrimonio. Por el con- características específicas que hacen atractiva a una ~~
:}
trario, el. matrimonio se efectuaba por un convenio persona dependen de la moda de la época, tanto físi- ~
'•
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-entre las respectivas familias o por medio de un ca como mentalmente. Durante los años que siguie- :~:,,
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1,:

~:

16 EL ARTE DE AMAR ¿ES ELAMOR UN ARTE? 17

ron a la Primera Guerra Mundial, una joven que be- situación permanente de «estar» enamorado, o, me-
bía y fumaba, emprendedora y sexualmente provo- jor dicho, de «permanecer» enamorado. Si dos per-
1:j cadora, resultaba atractiva; hoy en día la moda exige sonas que son desconocidas la una para la otra, como
~ más domesticidad y recato. A fines del siglo XIX y lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que
~
~ comienzos de éste, un hombre debía ser agresivo las separa, y se sienten cercanas, se sienten uno, ese
~

~~ y ambicioso -hoy tiene que ser sociable y toleran-

te- para resultar atractivo. De cualquier manera, la
momento de unidad constituye uno de los más es-
timulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más
~
~ sensación de enamorarse sólo se desarrolla con res- maravilloso y milagroso para aquellas personas que
a pecto a las mercaderías humanas que están dentro de han vivido encerradas, aisladas, sin amor. Ese mila-
~
nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer gro de súbita intimidad suele verse facilitado si se
1
~
un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el combina o inicia con la atracción sexual y su con-
1¡{ punto de vista de su valor social y, al mismo tiempo, sumación. Sin embargo, tal tipo de amor es, por su
~
debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis va- misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas
lores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez
modo, dos personas se enamoran cuando sienten que más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo,
han encontrado el rriejor objeto disponible en el mer- sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan
~ cado, dentro de los límites imp:u.estos por sus propios por matar lo que pueda quedar de la excitación ini-
~ valores de intercambio. Lo mismo que cuando se cial. No obstante, al comienzo no saben todo esto: en
.~
..
compran bienes raíces, suele ocurrir que las poten- realida_d, consideran la intensidad del apasionamien-
(j
cialidades ocultas susceptibles de desarrollo desem- to, ese estar «locos» el uno por el otro, como una
::1
peñan un papel de considerable importancia en tal prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo
transacción. En una cultura en la que prevalece la orien- muestra el grado de su soledad anterior.
tación mercantil y en la que el éxito material cons- Esa actitud -que no hay nada más fácil que
tituye el valor predominante, no hay en realidad moti- amar- sigue siendo. la idea prevaleciente sobre el
1j vos para sorprenderse de que las relaciones amorosas amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo con-
:¡ humanas sigan el mismo esquema de intercambio trario. Prácticamente ho existe ninguna otra activi-
.1
,
..~
:1
que gobierna el mc~cado de bienes y de trabajo. dad o empresa que se inicie con tan tremendas espe-
·:~ El tercer error que lleva a suponer que no hay ranzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase
~
~~
:;]
nada que aprender sobre el amor, radica en la confu-
sión entre la experiencia inicial del «enamorarse» y la
tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con
cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por
:-1

~
 '!

18 EL ARTE DE AMAR ¿ES EL AMOR UN ARTE? 19

conocer los motivos del fracaso y por corregir sus importante que el arte. Esto es válido para la música,
errores -o renunciaría a la actividad-. Puesto que la medicina, la carpintería y el amor-. Y quizá radi-
lo último es imposible en el caso del amor, sólo pare- que ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura,
ce haber una forma adecu~da de superar el fracaso a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan conta-
del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y es- das ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante
tudiar el significado del amor. el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene
El primer paso que debe darse es tomar concien- más importancia que el amor: éxito, prestigio, dine-
cia de que el amor es un arte, tal como es un arte el vi- ro, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a des-
vir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder cubrir la forma de alcanzar esos objetivos y muy )
¡:
en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos poca a aprender el arte del amor. ~·
'~·
aprender cualquier otro arte, música, pintura, car- ¿Sucede acaso que sólo se consideran dignas de ser ~

pintería o el arte de la medicina o la ingeniería. r:

aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos di- ~~
¿Cuáles son los pasos necesarios para aprender nero o prestigio, y que el amor, que «sólo» beneficia
cualquier arte? !\~
al alma, pero que no proporciona ventajas en el senti-
El proceso d·~ aprender un arte puede dividirse ~~~
do moderno, sea un lujo por el cual no tenemos dere- ¡::,.,
convenientemente en dos partes: una, el dominio de cho a gastar muchas energías? Sea como fuere, este es- ~~
¡¡,'.'•'
la teoría; la otra, el dominio. de la práctica. Si quiero tudio ha de referirse al arte de amar en el sentido de r.
aprender el arte de la medicína, primero debo conocer las divisiones antes mencionadas: primero, examina- !t.~:
los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas ré la teoría del amor -lo cual abarcará la mayor par- k:·
..
1:t!i
enfermedades. Una vez adquirido todo ese conoci- te -del libro-, y luego analizaré la práctica del amor, ,~~·

•..·~·.·
miento teórico, aún no soy en modo alguno competen- si bien es muy poco lo que puede decirse sobre la ~·
te en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo práctica de éste como en cualquier otro campo. r:~::.l
l
después de mucha práctica, hasta que eventualmente t~}
los resultados de mi conocimiento teórico y los de ~·.:.
~~
R,:
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mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la !i:..
esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del ~:·
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1.!~:•.
~,

aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor ·:·

es necesario para llegar a dominar cualquier arte -el ~::

~··
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dominio de ese arte debe ser un asunto de funda- ,,,,~;.
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mental importancia; nada en el mundo debe ser más {!:

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¡ Capítulo 2
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-~~~ LA TEORÍA DEL AMOR
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1. EL AMOR, LA RESPUESTA AL PROBLEMA
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DE LA EXISTENCIA HUMANA
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~.
;' Cualquier teoría del amor debe comenzar con una
~ teoría del hombre, de la existencia humana. Si bien en-
contramos amor, o más bien, el equivalente del amor,
en los animales, sus afectos constituyen fundamental-
' mente una parte de su equipo instiJ).tivo, del que sólo
ti algunos restos operan en el hombre. Lo esencial en la
~ existencia del hombre es el hecho de que ha emergido
;¡
~ del reino animal, de la adaptación instintiva, de que ha
trascendido la naturaleza -si bien jamás la abando-
\l
na y siempre forma parte de ella- y, sin embargo, una
vez que se ha arrancado de la naturaleza, ya no puede
1
,.
~: retornar a ella, una vez arrojado del paraíso -un esta-
do de unidad original con la naturaleza- querubines
con espadas flameantes le impiden el paso si trata de

~
regresar. El hombre sólo puede ir hacia adelante desa-
~
rrollando su razón, encontrando una nueva armonía
~ humana en reemplazo de la prehumana que está irre-
'l
:~ mediablemente perdida.
:~
:;~
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}
 1¡-T

22 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 23

Cuando el hombre nace, tanto la raza humana que yo pueda reaccionar. Así pues, la separatidad es
como el individuo, se ve arrojado de una situación la fuente de una intensa angustia. Por otra parte, pro-
definida, tan definida como los instintos, hacia una duce vergüenza y un sentimiento de culpa. El relato
situación indefinida, incier~a, abierta. Sólo existe cer- bíblico de Adán y Eva expresa esa experiencia de cul-
teza con respecto al pasado, y con respecto al futuro, pa y vergüenza en la separatidad. Después de haber .¡
la certeza de la muerte. comido Adán y Eva del fruto del «árbol del conoci-
El hombre está dotado de razón, es vida conscien- miento del bien y del mal», después de haber desobe- 1
te de sí misma; tiene conciencia de sí mismo, de sus decido (el bien y el mal no existen si no hay libertad ,.r:
semejantes, de su pasado y de las posibilidades de su para desobedecer), después de haberse vuelto huma- f\,.

futuro. Esa conciencia de sí mismo como una entidad ¡:

nos al emanciparse de la originaria armonía animal r:
,,fl
separada, la conciencia de su breve lapso de vida, del con la naturaleza, es decir, después de su nacimien- ",,1'
hecho de que nace sin que intervenga su voluntad y to como seres humanos, vieron «que estaban desnudos ~
~~
ha de morir contra su voluntad, de que morirá antes: y tuvieron vergüenza». ¿Debemos suponer que un ¡¡
que los que ama, o éstos ant~s que él, la conciencia de mito tan antiguo y ~lemental como ése comparte la 11

su soledad y su «separatidad»,* de su desvalidez mojigatería del enf~que moralista del siglo XIX, y que ~
~
-~~
frente a las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, el punto importante que el relato quiere transmitir- ~~
~
todo ello hace de su existencia separada y desunida nos es la turbación de Adán y E va porque sus genitales ~i
r.~
una insoportable prisión. Se volvería loco si no pu- eran visibles? Es muy difícil que así sea, y si interpre- K;·
k::
F':
diera liberarse de su prisión y extender la mano para tamos el relato con un espíritu victoriano, pasamos (!
~·

unirse en una u otra forma con los demás hombres, por alto el punto principal, que parece ser el siguien- ,,~
i~
con el mundo exterior. te: después de que hombre y mujer se hicieron cons- 8•'
La vivencia de la separatidad provoca angustia; cientes de sí mismos y del otro, tuvieron conciencia [
t,
;._

es, por cierto, la fuente de toda angustia. Estar sepa-

rado significa estar aislado, sin posibilidad alguna
de su separatidad, y de la diferencia entre ambos, en ~:
]~:
la medida en que pertenecían a sexos distintos. Pero, ¡~:
para utilizar mis poderes humanos. De ahí que estar al reconocer su separatidad, siguen siendo descono- :!;;
¡~i

l
separado signifique estar desvalido, ser incapaz de cidos el uno para el otro, porque aún no han apren-
aferrar el mundo -las cosas y las personas- activa- dido a amarse (como lo demuestra el hecho de que
-: .
~
mente; significa que el mundo puede invadirme sin Adán se defiende, acusando a Eva, en lugar de tratar :
de defenderla). La conciencia de la separación huma- ~:~
~:

* O estado de separación. En inglés: separateness. (N. del t.) na -sin la reunión por el amor- es la fuente de la ~:¡~:
·l!
~~
:~
- $~
¡~
:~:~
.: . . :··:.: :r ~ :_-: :·.:_;_~~-~ ~~--·:: :-.~:;T?-!~f~~~~:~r-:>.:: ::·:: · · ;- ¡•,·
;·, ~ ~- ·-,: ·:. r · .·'· .:
1·: :· ·; ;-: ~ ·:~~·~~~i~J!i,':·; ~\' ?;~.~~:-:r·:-~··:~(·~~·:;.,.,~~1 -~~ '"li''f. 'N·:-J:( :•;•:<~l\"tífft~t'~~~,\;o\,"~4i ·.;.-.¡.),p.:.~~h).&.'·: .-.""',_.,"',.~~J)"fl.')o.,._,~-·~-· .......,.....,..,~-~.-..............-.................:~:.~-
~~ ------------ - - - - - - - - - -
·:.:~~1{;_;~;.~:~:.~:.~;_: :·.; ~~;_:; ;; . ._(;;;:,;}~{::~~!~J-.;~~á;-.: -:~; :::.:: ~~ ::;~~ !:.:.:;~;-.:~:;_~}-;;_:_ :;·::.:~:~u~:~;~}:.::.::::~¡:~;::::: :::;;,. ;7: ~ :; :~-;: i:{; ;j: :-~;:: :~ :.{;:;::;::~;~: 1~ :-:: :~:::::::;:: : :j ;. . ;. : :. ~ ~~ .. ':: ·:.:.:
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24 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 25
~
':~~i vergüenza. Es, al mismo tiempo, la fuente de la culpa numerables. Por el contrario, en cuanto se dejan de
~ y la angustia. lado las diferencias menores, que corresponden más
l,,
:. La necesidad más profunda del hombre es, en- a la periferia que al centro, se descubre que el hom-
'~ tonces, la necesidad de superar su separatidad, de bre sólo ha dado un número limitado de respuestas,
~
~1
::.. abandonar la prisión de su soledad. El fracaso abso- y que no pudo haber dado más, en las diversas cultu-
~~ luto en el logro de tal finalidad significa la locura, ras en que vivió. La historia de la religión y de la fi-
::
~
:~: porque el pánico del aislamiento total sólo puede losofía es la historia de esas respuestas, de su diversi-
,.,'•
;~ vencerse por medio de un retraimiento tan radical dad, así como de su limitación en cuanto al número.
;1
:~
~:1
del mundo exterior que el sentimiento de separación Las respuestas dependen, en cierta medida, del
~~
:¡ se desvanece -porque el mundo exterior, del cual se grado de individualización alcanzado por el indivi-
j¡
_.,
i• está separado, ha desaparecido. duo. En el infante, la yoidad se ha desarrollado ape-
A
fl
H El hombre -de todas las edades y culturas- en- nas; él aún se siente uno con su madre, no experi-
--·
5{
.-~ frenta la solución de un problema que es siempre el menta el sentimiento de separatidad mientras su
j mismo: el problema de cómo superar la separatidad, madre está presente. Su sensación de: soledad es crea-
~:l cómo lograr la unión, có~o trascender la propia vida da por la presencia física de la madre, sus pechos, su
-~ individual y encontrar -compensación. El problema piel. Sólo en el grado en que el niño desarrolla su sen-
''1
~
es el mismo para el hombre primitivo que habita en sación de separatidad e individualidad, la presencia
.- cavernas, el nómada que cuida de sus rebaños, el pas- física de la madre deja de ser suficiente y surge la ne-
tor egipcio, el mercader fenicio,_ el soldado romano, cesidad de superar de otras maneras la separatidad.
el monje medieval, el samurai japonés, el empleado De manera similar, la raza humana, en su infancia,
~ y el obrero modernos. El problema es el mismo, pues-
to que surge del mismo terreno: la situación humana,
se siente una con la naturaleza. El suelo, los animales,
las plantas, constituyen aún el mundo del hombre,
1 las condiciones de la existencia humana. La respues- quien se identifica con los animales, como lo expresa
~
1
~
ta varía. La solución se puede alcanzar por medio de el uso que hace de máscaras animales, la adoración de
~ la adoración de animales, del sacrificio humano o las un animal totémico o de dioses animales. Pero cuanto
~ conquistas militares, por la complacencia en la luju- más se libera la raza humana de tales vínculos prima-
~,,h
~ ria, el renunciamiento ascético, el trabajo obsesivo, la rios, más intensa se torna la necesidad de encontrar
~ ~

~
creación artística, el amor a Dios y el amor al Hom- nuevas formas de escapar del estado de separación.
bre. Y si bien las respuestas son muchas -su crónica Una forma de alcanzar tal objetivo consiste en di-
• M

•
0
constituye la historia humana- no son, empero, in- versas clases de estados orgiásticos. Éstos pueden te-
~
~
~
 f

26 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 27

ner la forma de un trance autoinducido, a veces, con
la ayuda de drogas. Muchos rituales de tribus primi-
tivas ofrecen un vívido cuadro de ese tipo de solu-
ción. En un estado transit~rio de exaltación, el mun-
do exterior desaparece, y con él el sentimiento de
separatidad con respecto al mismo. Puesto que tales
rituales se practican en común, se agrega una expe-
riencia de fusión con el grupo que hace aún más efec-
giástica, el alcohol y las drogas son los medios a su
disposición. En contraste con los que participan en la
solución socialmente aceptada, tales individuos ex-
perimentan sentimientos de culpa y remordimiento.
Tratan de escapar de la separatidad refugiándose en
el alcohol o las drogas; pero cuando la experiencia
orgiástica concluye, se sienten más separados aún, y
,
ello los impulsa a recurrir a tal experiencia con fre- 1

•'
1
1
tiva esa solución. En estrecha relación con la solu- cuencia e intensidad crecientes. La solución orgiásti- 1
'
ción orgiástica, y frecuentemente unida a ella, está la ca sexual presenta leves diferencias. En cierta medi- 1i
experiencia sexual. El orgasmo sexual puede produ- da, constituye una forma natural y normal de superar '~~
cir un estado similar al provocado por un trance o a la separatidad, y una solución parcial al problema del •r,
~
~i
los efectos de ciertas drogas. Los ritos de orgías se- aislamiento. Pero en muchos individuos que no pue-
xuales comunales formaban parte de muchos rituales den aliviar de otras maneras el estado de separación, 1
primitivos. Según parece, el hombre puede seguir la búsqueda del orgasmo sexual asume un carácter
durante cierto ·ti-empo, después de la experiencia or- que lo asemeja bastante al alcoholismo o la afición a 1
1o
giástica, sin sufrir demasiado a causa de su separati- las drogas. Se convierte en un desesperado intento de ~~
~
dad. Lentamente, la tensión de la angustia comienza escapar a la angustia que engendra la separatidad y ~

~~

,
a aumentar, y disminuye otra vez por medio de la re- provoca una sensación cada vez mayor de separa-
petición del ritual. ción, puesto que el acto sexual sin amor nunca elimi- ~~.
~

Mientras tales estados orgiásticos constituyen na el abismo que existe entre dos seres humanos, ex-
e~
una práctica común en una tribu, no producen an- cepto en forma momentánea. ~
~
y
gustia o culpa. Participar en ellos es correcto, e inclu- Todas las formas de unión orgiástica tienen tres ~
~
sive es virtuoso, puesto que constituyen una forma características: son intensas, incluso violentas; ocu- p
i
~
compartida por todos, aprobada y exigida por los rren en la personalidad total, mente y cuerpo; son ~~
médicos brujos o los sacerdotes; de ahí que no exis- transitorias y periódicas. Exactamente lo contrario ~
tan motivos para sentirse culpable o avergonzado. La ocurre en esa forma de unión que está lejos de ser la
situación es enteramente distinta cuando un indivi- solución que con mayor frecuencia eligió el hombre
duo elige esa solución en una cultura que ha dejado en el pasado y en el presente: la unión basada en la
atrás tales prácticas comunes. En una cultura no or- conformidad con el grupo, sus costumbres, prácticas
~
~
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28 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 29
~ y creencias. Volvemos a encontrar aquí una evolu- queda de unión, y, a falta de una distinta o mejor, la
:¡ ción considerable. conformidad con el rebaño se convierte en la forma
,l
:¡ En una sociedad primitiva el grupo es pequeño; predominante. El poder del miedo a ser diferente, a
¡~ está integrado por aquellos que comparten la sangre estar solo unos pocos pasos alejado del rebaño, re-
'~1
:~ y el suelo. Con el desarrollo creciente de la cultura, el sulta evidente si se piensa cuán profunda es la necesi-
:¡
·~

~ grupo se extiende; se convierte en la ciudadanía de dad de no estar separado. A veces el temor a la no

~ una polis, de un gran Estado, los miembros de una conformidad se racionaliza como miedo a los peli-
:1¡
~ iglesia. Hasta el romano indigente se sentía orgulloso gros prácticos que podrían amenazar al rebelde. Pero
~
B de poder decir civis romanus sum; Roma y el Impe- en realidad la gente quiere someterse en un grado
~:~
rio eran su familia, su hogar, su mundo. También en mucho más alto de lo que está obligada a hacerlo,
•l
·)
~:¡
la sociedad occidental contemporánea la unión con el por lo menos en las democracias occidentales.
:;¡ La mayoría de la gente ni siquiera tiene concien-
3j
grupo es la forma predominante de superar el estado
§ de separación. Se trata de una unión en la que el ser cia de su necesidad de conformismo. Viven con la
~1
~ ·individual desaparece en gran medida, y cuya finali- ilusión de que son individualistas, de que han llegado
~]
:~
:;'1 dad es la pertenencia al rebaño. Si soy como to"dos a determinadas conclusiones como resultado de sus
::)
:J los demás, si no tengo sentimientos o pensamientos propios pensamientos --y· que simplemente sucede
¡j que me hagan diferente, si me adapto en las costum- . -que sus ideas son iguales que las de la mayoría-. El
•)
:~
bres, las ropas, las ideas, al patrón del grupo, estoy consenso de todos sirve como prueba de la correc-
...,.,ii
,,,:~¡ salvado; salvado de la temible experiencia de la sole- ción de «sus» ideas. Puesto que aún_tienen necesidad
:~
.:~ dad. Los sistemas dictatoriales utilizan amenazas y el de sentir alguna individualidad, tal necesidad se satis-
:~
.~:\ terror para inducir esta conformidad; los países de- face en lo relativo a diferencias menores; las iniciales
~:~
mocráticos, la sugestión y la propaganda. Indudable- en la cartera o en la camisa, la afiliación al Partido
~
;:¡
mente, hay una gran diferencia entre los dos sistemas. Demócrata en lugar del Republicano, a los Elks en
En las democracias, la no conformidad es posible y, vez de los Shriners, se. convierte en la expresión de las
·~
.~ en realidad, no está totalmente ausente; en los siste- diferencias individuales. El lema publicitario «es dis-
::~

·~~ mas totalitarios, sólo unos pocos héroes y mártires tinto» nos demuestra esa patética necesidad de dife-
;$
f'; insólitos se niegan a obedecer. Pero, a pesar de esa di- rencia, cuando, en realidad, casi no existe ninguna.
·=~
~;1 ferencia, las sociedades democráticas muestran un Esa creciente tendencia a eliminar las diferencias
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abrumador grado de conformidad. La razón radica se relaciona estrechamente con el concepto y la expe-
:J en el hecho de que debe existir una respuesta a la bús- riencia de igualdad, tal como se está desarrollando en
1!l¡
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 f
30 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 31

las sociedades industriales más avanzadas. En un día, igualdad significa «identidad» antes que «unidad».
contexto religioso, igualdad significó que todos so- Es la identidad de las abstracciones, de los hombres
mos hijos de Dios, que todos compartimos la misma que trabajan en los mismos empleos, que tienen idén-
sustancia humano-divina, .que todos somos uno. Sig- ticas diversiones, que leen los mismos periódicos,
nificaba también que deben respetarse las diferencias que tienen idénticos pensamientos e ideas. En este
entre los individuos, que, si bien es cierto que todos sentido, también deben recibirse con cierto escepti-
somos uno, también lo es que cada uno de nosotros cismo algunas conquistas generalmente celebradas
constituye una entidad única, un cosmos en sí mis- como signos de progreso, tales como la igualdad de
mo. Tal convicción acerca de la unicidad del indivi- las mujeres. Me parece innecesario aclarar que no estoy ~~
duo se expresa, por ejemplo, en la sentencia talmúdi- en contra de tal igualdad; pero los aspectos positivos G
f
ca: «Quien salva una sola vida, es como si hubiera de esa tendencia a la igualdad no deben engañarnos. 1
1
(

salvado a tod<? el mundo; quien destruye una sola Forman parte del movimiento hacia la eliminación ¡1
vida, es como "si hubiera destruido a todo el mundo». de las diferencias. Tal es el precio que se paga por la ~
~

La igualdad como una condición para el .desarrollo igualdad: las mujeres son iguales porque ya no son 1
de la individualidad fue, asimismo, el significado de diferentes. La proposición de la filosofía del ilumi- i
i
este concepto en la filosofía del iluminismo occidental. nismo, l'ame n'a pas de sexe, el alma no tiene sexo, se
Denotaba (como lo formuló muy claramente Kan~). · ha convertido en práctica general. La polaridad de '
1
~
que ningún hombre debe ser un medio para que otro los sexos está desapareciendo, y con ella el amor eró- t
~
e
hombre realice sus fines. Que todos los hombres son tico, que se basa en dicha polaridad. Hombres y mu- r,~
~

iguales en la medida en que son finalidades, y sólo fi- jeres son idénticos, no iguales como polos opuestos. La ~
p
~
nalidades, y nunca medios los unos para los otros. sociedad contemporánea predica el ideal de la igualdad 0
~
Continuando las ideas del iluminismo, los pensado- no individualizada, porque necesita átomos humanos, ~
~
res socialistas de diversas escuelas definieron la igual- todos idénticos, para hacerlos funcionar en masa, sua- "H
dad como la abolición de la explotación, del uso del vemente, sin fricción; todos obedecen las mismas ór- n
,.~
~

hombre por el hombre, fuera ese uso cruel o «huma- denes y, no obstante, todos están convencidos de que 1
~
nitano». siguen sus propios deseos. Así como la moderna pro-
En la sociedad capitalista contemporánea, el sig- ducción en masa requiere la estandarización de los
nificado del término igualdad se ha transformado. productos, así el proceso social requiere la estandari-
Por él se entiende la igualdad de los autómatas, de zación del hombre, y esa estandarización es llamada
hombres que han perdido su individualidad. Hoy en «igualdad».
...

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~

32 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 33

~ La unión por la conformidad no es intensa y vio- y habilidad para llevarse bien con todo el mundo sin
11
lenta; es calma, dictada por la rutina, y por ello mis- inconvenientes. Las diversiones están rutinizadas en
~l
9 mo, suele resultar insuficiente para aliviar la angustia forma similar, aunque no tan drástica. Los clubes del
:J
;~
~ de la separatidad. La frecuencia del alcoholismo, la libro seleccionan el material de lectura; los dueños de
~
~ afición a las drogas, la sexualidad compulsiva y el cinematógrafos y salas de espectáculos, las películas,
.,
~
)j suicidio en la sociedad occidental contemporánea y pagan, además, la propaganda respectiva; el resto
·!j

:~ constituyen los síntomas de ese fracaso relativo de también es uniforme: el paseo en coche del domingo,
·:.1
;, la conformidad tipo rebaño. Más aún, tal solución la sesión de televisión, la partida de naipes, las reu-
~:¡ afecta fundamentalmente a la mente, y no al cuerpo, niones sociales. Desde el na~imiento hasta la muerte,
¡¡·~
por lo cual es menos efectiva que las soluciones or- de lunes a lunes, de la mañana a la noche: todas las ac-
8~1
~ giásticas. La conformidad tipo rebaño ofrece tan sólo tividades están rutinizadas y prefabricadas. ¿Cómo
~ una ventaja: es permanente, y no espasmódica. El in- puede un hombre preso: en esa red de actividades ru-
:]
:¡
:j
dividuo es introducido en el patrón de conformidad tinarias recordar que es hombre, un individuo úni- ün
~
:j
a la edad de tres o cuatro años, y a partir de ese mo- ·co~ al que sólo le ha sido otorgada una única oportu-..
:1
!¡ mento, nunca pierde el contacto con el rebaño. Aun nidad de vivir, con esperanzas y desilusiones, con ·
~ su funeral, que él anticipa como su última actividad dolor y temor, con el anhelo de amar y el miedo a la
.~

social importante, está estrictamente de acuerdo con nada y a la separatidad?

~~;]
el patrón. . U na tercera manera de lograr la unión reside en la
:,..~ -¡ Además de la conformidad como forma de aliviar actividad creadora, sea la del artista o la del artesano.
'
~~ la angustia que surge de la separatidad, debemos con- En cualquier tipo de tarea creadora, la persona que
.:l siderar otro factor de la vida contemporánea: el papel crea se une con su material, que representa el mundo
:l
..•'i~ de la rutina en el trabajo y en el placer. El hombre se exterior a él. Sea un carpintero que construye una
...:~l convierte en «ocho horas de trabajo», forma parte de mesa, un joyero que fabrica una joya, el campesino
:~ la fuc;:rza laboral, de la fuerza burocrática de emplea- que siembra el trigo o el pintor que pinta una tela, en
~1 dos y empresarios. Tiene muy poca iniciativa, sus ta- todos los tipos de trabajo creador el individuo y su
~i
;~ reas están prescritas por la organización del trabajo; objeto se tornan uno, 'el hombre se une al mundo en
:•4
~l incluso hay muy poca diferencia entre los que están el proceso de creación. Esto, sin embargo, sólo es vá-
,,:~
,,,.
en los peldaños inferiores de la escala y los que han lido para el trabajo productivo, para la tarea en la que
~i
1 llegado más arriba. Aun los sentimientos están pres- yo planeo, produzco, veo el resultado de mi labor.
~'•'
¡:j critos: alegría, tolerancia, responsabilidad, ambición Actualmente en el proceso de trabajo de un emplea-
·~
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~-

34 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 35

do o un obrero en la interminable cadena, poco que- filosóficos humanísticos en los cuatro mil años de
da de esa cualidad unificadora del trabajo. El traba- historia occidental y oriental?
jador se convierte en un apéndice de la máquina o de Como ocurre con todas las dificultades semánti-
· la organización burocrátic~. Ha dejado de ser él, y cas, la respuesta sólo puede ser arbitraria. Lo impor-
por eso mismo no se produce ninguna unión aparte tante es que sepamos a qué clase de unión nos referi-
de la que se logra por medio de la conformidad. mos cuando hablamos de amor. ¿Trátase del amor
La unidad alcanzada por medio del trabajo pro- como solución madura al problema de la existencia,
~\
ductivo no es interpersonal; la que se logra en la fu- 0 nos referimos a esas formas inmaduras de amar que ~,.
t:
sión orgiástica es transitoria; la· proporcionada por podríamos llamar unión simbiótica? En los pasajes ~
~:
la conformidad es sólo pseudo-unidad. Por lo tanto, siguientes sólo usaré el término amor para designar [:
f:
constituyen meras respuestas parciales al problema la primera alternativa. Comenzaré el examen del
de la existencia. La solución plena está en el logro de «amor» con la segunda. [¡
la unión interpersonal, la fusión con otra persona, en La unión simbiótica tiene su patrón biológico en
el amor. la relación entre la madre embarazada y el fetq. Son 1
Ese deseo de fusión interpersonal es el impulso dos y, sin embargo, uno solo. Viven «juntos»· (sym- ~j
biosis), se necesitan mutuamente. El feto es parte de &
más poderoso que existe en el hombre. Constituye ll
f)
¡7~
su pasión más fundamental, la fuerza que sostiene a la madre y recibe de ella cuanto necesita; la madre es ~-
la raza humana, al clan, a la familia y a la sociedad. La su mundo, por así decirlo; lo alimenta, lo protege, r.·(.
~~
incapacidad para alcanzarlo significa insania o des- pero también su propia vida se ve realzada por él. En ~
·~
trucción --de sí mismo o de los demás-. Sin amor, la unión simbiótica psíquica, los dos cuerpos son in- ~j
l:lt-:'
la humanidad no podría existir un día más. Sin em- dependientes, pero psicológicamente existe el mismo f,\

bargo, si llamamos «amor» al logro de la unión ínter- tipo de relación. ff

personal, nos vemos frente a una seria dificultad. La La forma pasiva de la unión simbiótica es la sumi- ~l?(
~'·~¡
fusión puede lograrse en distintas formas -y las di- sión, o, para usar un término clínico, el masoquismo.
ferencias no son menos significativas que lo que tie- La persona masoquista escapa del intolerable senti- ~~·:
nen de común las diversas formas del amor-. ¿De- miento de aislamiento y separatidad convirtiéndose "
i}.
beríamos llamar amor a todas ellas? ¿O tendríamos en una parte de otra persona que la dirige, la guía, la J
que reservar la palabra amor únicamente para una protege, que es su vida y el aire que respira, por así
decirlo. Se exagera el poder de aquel al que uno se so-
~~}
forma específica de unión, una forma que ha sido la
virtud ideal de todas las grandes religiones y sistemas t mete, se trate de una persona o de un dios; él es todo, ~
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.,•:~ 36 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 37

yo soy nada, salvo en la medida en que formo parte na sádica domina, explota, lastima y humilla, y lama-
de él. Como tal, comparto su grandeza, su poder, su soquista es dominada, explotada, lastimada y humilla-
seguridad. La persona masoquista no tiene que to- da. En un sentido realista, la diferencia es considera-
1 mar decisiones, ni correr riesgos; nunca está sola, ble; en un sentido emocional profundo, la diferencia
~ pero no es independiente; carece de integridad; no ha no es mayor que lo que ambas tienen en común: la
~
~ nacido aún totalmente. En un contexto religioso, el fusión sin integridad. Desde ese punto de vista, tam-
~;
objeto de la adoración recibe el nombre de ídolo; en poco es sorprendente encontrar que, por lo general,
~ el contexto secular de la relación amorosa masoquis- una persona reacciona tanto en forma sádica como
~ ta, el mecanismo esencial, de idolatría, es el mismo. masoquista, habitualmente con respecto a objetos di-
j.~ 1 La relación masoquista puede estar mezclada con de- ferentes. Hitler reaccionaba sádicamente frente al pue-
:j seo físico, sexual; en tal caso, trátase de una sumisión blo, pero con una actitud masoquista hacia el desti-
:~
;~ de la que no sólo participa la mente, sino también no, la historia, el «poder superior» de la naturaleza.
~1
,:~
:,~
todo el cuerpo. Puede ser una sumisión masoquista Su fin -el suicidio en medio de la destrucción gene-
ante el destino, la enfermedad, la música rítmica, el ral- es tan característico como lo fueron sus sueños
~ estado o!:giástico producido por drogas o por u_n de éxito -el dominio total. 1
i.¡
~ trance hipnótico; en todos los casos la persona· re- En contraste con la unión simbiótica, el amor ma-
..?•.~
nuncia a su integridad; se convierte en un instrumen- duro significa unión a condición de preservar la pro-
' to de alguien o algo exterior a él; no necesita resolver pia integridad, la propia individualidad. El amor es un
el problema de la existencia por medio de la actividad poder activo en el hombre; un poder que atraviesa las
';.
¡ productiva. barreras que separan al hombre de sus semejantes y lo
' La forma activa de la fusión simbiótica es la do- une a los demás; el amor lo capacita para superar su
¡¡·~
·~~ minación, o, para utilizar el término correspondien- sentimiento de aislamiento y separatidad, y no obs-
~j te a masoquismo, el sadismo. La persona sádica quie- tante le permite ser él mismo, mantener su integridad.
~
~-~¡
~1
re escapar de su soledad y de su sensación de estar En el amor se da la paradoja de dos seres que se con-
:~ aprisionada haciendo de otro individuo una parte de vierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos ..
:~ sí misma. Se siente acrecentada y realzada incorpo- Si decimos que el amor es una actividad, nos ve-
~~ rando a otra persona, que la adora. . mos frente a una dificultad que reside en el significa-
·.~· La persona sádica es tan dependiente de la sumisa ~
1
:~
tl
como ésta de aquélla; ninguna de las dos puede vivir
sin la otra. La diferencia sólo radica en que la perso-
~
~
1. Véase un estudio más detallado del sadismo y del masoquismo
en E. Fromm, El miedo a la libertad, Barcelona, Paidós, 2006.
;~ ~.

~
~
~~
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~
38 ~
EL ARTE DE AMAR ~- LA TEORÍA DEL AMOR 39
~-

do ambiguo de la palabra «actividad». En el sentido ~,
moderno del término, «actividad» denota una acción r;
que, mediante un gasto de energía, produce un cam- i:::
bio en la situación existent~. Así, un hombre es activo
si atiende su negocio, estudia medicina, trabaja en una ¡;
cadena sin fin, construye una mesa, o se dedica a los k·
¡'
deportes. Todas esas actividades tienen en común el f{
~·
estar dirigidas hacia una meta exterior. Lo que no se : mano, que sólo puede realizarse en la libertad y jamás
tiene en cuenta es la motivación de la actividad. Con-
cio de un afecto activo, el hombre es libre, es el amo
de su afecto; en el afecto pasivo, el hombre se ve im-
pulsado, es objeto de motivaciones de las que no se
percata. Spinoza llega de tal modo a afirmar que la vir-
tud y el poder son una y la misma cosa. 2 La envidia,
los celos, la ambición, todo tipo de avidez, son pasio-
nes; el amor es una acción, la práctica de un poder hu-
!~
¡r
~~
¡!
como resultado de una compulsión. ·'1¡
1~

sideremos, por ejemplo, el caso del hombre al que una ¡: El amor es una actividad, no un afecto pasivo; es 1;
i~:
profunda sensación de inseguridad y soledad impulsa un «estar continuado», no un «súbito arranque». En :<
¡¡
a trabajar incesantemente; o del otro movido por la el sentido más general, puede describirse el carácter 1~
ambición, o el ansia de riqueza. En todos esos casos, activo del amor afirmando que amar es fundamental- ~
~
la persona es esclava de una pasión, y, en realidad, su r mente dar, no recibir. ~
~
actividad es una «pasividad», puesto que está impul- ¿Qué es dar? Por simple que parezca la respuesta, ~
~
sada; es la que sufre la acción, no la que "la realiza. Por está en realidad plena de ambigüedades y compleji- ~
~
otra parte, se. considera «pasivo» a un hombre que ,,
,.·
dades. El malentendido más común consiste en su- m
~
está sentado, inmóvil y contemplativo, sin otra finali- poner que dar significa «renunciar» a algo, privarse ~
M
dad o propósito que experimentarse a sí mismo y_ su de algo, sacrificarsé. La persona cuyo carácter no se rj
unicidad con el mundo, porque no «hace» nada. En ,. ha desarrollado más allá de la etapa correspondien-
~

~
i!.

realidad, esa actitud de concentrada meditación es la

actividad más elevada, una actividad del alma, y sólo
t
·-..
te a la orientación receptiva, experimenta de esa mane-
ra el acto de dar. El carácter mercantil está dispuesto
~
;e; ~
~
~; ~

es posible bajo la condición de libertad e independen- ~~

~-:
a dar, pero sólo a cambio de recibir; para él, dar sin ~
f
~

~,> recibir significa una estafa. 3 La gente cuya orienta- ~

cia interiores. U no de los conceptos de actividad, el .e ~
~: M
moderno, se refiere al uso de energía para el logro de h' ción fundamental no es productiva, vive el dar como lB
~
,,
fines exteriores; el otro, al uso de los poderes inheren-
¡:
~-
r·~
~J
~,¡1
tes del hombre, se produzcan o no cambios externos. f~ ~
~
~~- 2. Spinoza, Ética IV, Def. 8. {
Spinoza formuló con suma claridad el segundo con- ;7

f¡ 3. Un examen detallado de esas orientaciones caracterológi-

r·
cepto de actividad, distinguiendo entre afectos activos H
¡, cas se encontrará en E. Fromm, Ética y psicoanálisis, México,
y pasivos, entre «acciones» y «pasiones». En el ejerci- Fondo de Cultura Económica, 1957, cap. 3, págs. 70 y sig.
1
·,·,'·"
~ .. ;,:.-:..• ··:o;;,, ·.::.~:- •_'ó;·:~:f.~F!~:~;?, ~-~('·.··~ .;Jfi{·:~r·;,-'1. ·:·r·~·/·!• .·~·: ·_>._-;~ ~>-F!f"':f~:·;,;-f.if•'!f.l"tw,·.~-~;·;\l;<.lc>..;-O';·;,<.;.,,,_,Jii"!;~'%'PI..;..eyJ,~ .•~'1'~"''"" -~,..., ~r--cT.•- .-. ¡·:·
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o'•.' '·•; ' '.;. ;::.;.;;_, C¡
'._..,,

~ --------
~1

40

un empobrecimiento, por lo que se niega generalmen-

EL ARTE DE AMAR

más complejo. También ella se da; permite el acceso

'
\

¡,.
LA TEORÍA DEL AMOR 41

te a hacerlo. Algunos hacen del dar una virtud, en el al núcleo de su feminidad; en el acto de recibir, ella
sentido de un sacrificio. Sienten que, puesto que es do- da. Si es incapaz de ese dar, si sólo puede recibir, e~
~
~
loroso, se debe dar, y creen que la virtud de dar está frígida. En su caso, el acto de dar vuelve a producir-
1
~
~
en el acto mismo de aceptación del sacrificio. Para se, no en su función de amante, sino como madre.
i
~
ellos, la norma de que es mejor dar que recibir signi- Ella se da al niño que crece en su interior, le da su le-
~ fica que es mejor sufrir una privación que experi- che cuando nace, le da el calor de su cuerpo. N o dar
~l( mentar alegría. le resultaría doloroso.
~ Para el carácter productivo, dar posee un signi- En la esfera de las cosas materiales, dar significa
~ ficado totalmente distinto: constituye la más alta ser rico. No es rico el que tiene mucho, sino el que da
~
"
~ expresión de potencia. En el acto mismo de dar, ex- mucho. El avaro que se preocupa angustiosamente
~
~~ perimento mi fuerza, mi riqueza, mi poder. Ta~ expe- por la posible pérdida de algo es, desde el punto de
ij riencia de vitalidad y potencia exaltadas me Uena de vista psicológico, un hombre indigente, empobreci-
~ dicha. Me experimento mí mismo como desbordan- a
do, por mucho que posea. Quien es capaz de dar de
~
~J
te, pródigo, vivo, y, por tanto, dichoso. 4 Dar produ-
ce más felicidad que recibir, no porque sea una priva-
sí es rico. Se siente a sí mismo como alguien que pue-
de entregar a los demás algo de sí. Sólo un individu~
~
:~
~
ción, sino porque en el acto de dar está la expresión privado de todo lo que está más allá de las necesida-
~~~
~ de mi vitalidad. des elementales para la subsistencia sería incapaz de
~
~
~ Si aplicamos ese principio a diversos fenómenos gozar con el acto de dar cosas materiales. La expe-
~
ft,,~
específicos, advertiremos fácilmente su validez. riencia diaria demuestra, empero, que lo que cada
-~ Encontramos el ejemplo más elemental en la esfe- persona considera necesidades mínimas depende
ra del sexo. La culminación de la función sexual mas- tanto de su carácter como de sus posesiones reales.
1 culina radica en el acto de dar; el hombre se da a sí :' Es bien sabido que los pobres están más inclinados a
~ mismo, da su órgano sexual, a la mujer. En el mo- ¡ dar que los ricos. No obstante, la pobreza que sobre-
;1~ mento del orgasmo, le da su semen. No puede dejar t, pasa un cierto límite puede impedir dar, y es, en con-
'
de darlo si es potente. Si no puede dar, es impotente. f secuencia, degradante, rio sólo a causa del sufrimiento
~
~
R
El proceso no es diferente en la mujer, si bien algo _ directo que ocasiona, sino porque priva a los pobres
~~ de la alegría de dar.
~
..®,
D 4. Compárese con la definición de la dicha formulada por ~ Sin embargo, la esfera más importante del dar no
~ ~-_;_

~ Spinoza. lt es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo es-

~ "~
~ ~-
r~
 f~
42 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 43

pecíficamente humano. ¿Qué le da una persona a
otra? Da de sí misma, de lo más precioso que tiene, de
su propia vida. Ello no significa necesariamente que
sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está
vivo en él--da de su aleg~ía, de su interés, de su com-
prensión, de su conocimiento, de su humor, de su
tristeza-, de todas las expresiones y manifestaciones
de lo que está vivo en él. Al dar así de su vida, enri-
con el hombre y con la naturaleza debe ser una expre-
sión definida de nuestra vida real, individual, corres-
pondiente al objeto de nuestra voluntad. Si amamos
sin producir amor, es decir, si nuestro amor como tal
no produce amor, si por medio de una expresión de
, vida como personas que amamos, no nos converti- 1
' mos en personas amadas, entonces nuestro amor es ¡
f.
impotente, es una desgracia». 5 Pero no sólo en lo que ¡

atañe al amor dar significa recibir. El maestro apre~de ~1·

quece a la otra persona, realza el sentimiento de vida ¡;
1~
de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de de sus alumnos, el auditorio estimula al actor, el pa-
recibir; dar es de por sí una dicha exquisita. Pero, al ciente cura a su psicoanalista -siempre y cuando no
dar, no puede dejar de llevar a la vida algo en la otra se traten como objetos, sino que estén relacionados
persona, y eso que nace a la vida se refleja a su vez so- entre sí en forma genuina y productiva.
bre ella; cuando da verdaderamente, no puede dejar Apenas si es necesario destacar el hecho de que la t:
~~
¡¡.
de recibir lo que se le da a cambio. Dar implica ha- capacia,:ad de amar como acto de dar depende del ,.,
1}
cer de la otra persona un dador, y ambas comparten la desarrollo caracterológico de la persona. Pr-es~pone ~.
1(·
~~·
alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de el logro de una ori~ntación predominantemente pro-
k~
dar, y las dos personas involucradas se sienten agrade- ductiva, en la que la persona ha superado la depen- '·\
1~
~~~
cidas a la vida que nace para ambas. En lo que toca es- dencia, la omnipotencia narcisista, el deseo de explo- ~:1<·
pecíficamente al amor, eso significa: el amor es un po- tar a los demás, o de acumular, y ha adquirido fe en · r:::
¡.·,
t;.
der que produce amor; la impotencia es la incapacidad sus propios poderes humanos y coraje para confiar ~
¡t.•
i.(

de producir amor. Marx ha expresado bellamente este en su capacidad para alcanzar el logro de sus fines. .l~
!&
pensamiento: «Supongamos --dice-, al hombre co- En la misma medida en que carece de tales cualida- :t 1.

des, tiene miedo de darse, y, por tanto, de amar. ~~

mo hombre, y su relación con el mundo en su aspecto -~
~:
humano, y podremos intercambiar amor sólo por Además del elemento de dar, el carácter activo del ·

amor, confianza por confianza, etc. Si se quiere dis-

frutar del arte, se debe poseer una formación artística;
si se desea tener influencia sobre otra gente, se debe
.,
~
amor se vuelve evidente en el hecho de que implica
i,
:
)
5. «Nationalokonomie und Philosophie», 1844, publicada ~,
ser capaz de ejercer una influencia estimulante y alen- ~ en Karl Marx, Die Frühschriften, Stuttgart, Alfred Kroner Ver-
tadora sobre la gente. Cada una de nuestras relaciones l lag, 1953, págs. 300, 301.
~
~ ¡

~ ~~
'1
~
·~r: , .··:': :•/ .,., .. ·•:·:·: : ~•!:~t;.;¡.;~<·;:.:,:. ;•;: ·(:·:· : .•·••;.y··:· ., ·::·:·•:•·•·.":¡mr:•:•··:.:...,,...,,., ..,.; ·•'"'"'''''"''·,,,,. ,.,,,.,.,=,..,....---..... ·. ·-n-~,~~~
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1 r
~
~1:
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:¡ 44 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 45
~
:¡
ciertos elementos básicos, comunes a todas las for- sus malos hábitos, y Dios los perdona y decide no
':.~
1
mas del amor. Esos elementos son: cuidado, respon- destruir la ciudad. J onás se siente hondamente eno-
'·
sabilidad, respeto y conocimiento. jado y apesadumbrado; él quería «justicia», no mi-
g Que el amor implica cuidado es especialmente sericordia. Por fin encuentra cierto consuelo en la
:¡
:¡
evidente en el amor de una madre por su hijo. Nin- sombra de un árbol que Dios ha hecho crecer para
~~
~
~
·1
guna declaración de amor por su parte nos parecería protegerlo del sol. Pero cuando Dios hace que el ár-
:¡ sincera si viéramos que descuida al niño, si deja de bol se seque, Jonás se deprime y se queja airadamen-
)¡1
.;
...,. alimentarlo, de bañarlo, de proporcionarle bienestar te a Dios. Dios responde: «Tuviste tú lástima de la
~·j
físico; y creemos en su amor si vemos que cuida al calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste
niño. Lo mismo ocurre incluso con el amor a los ani- crecer; que en espacio de una noche nació y en espa-
1•j
~ males y las flores. Si una mujer nos dijera que ama las cio de una noche pereció. ¿Y no tendré yo piedad de
ft Nínive, aquella gran ciudad, donde hay más de ci~nto
n flores, y viéramos que se olvida de regarlas, no cree-
ríamos en su «amor» a las flores. El amor es la preo- veinte mil personas que no conocen su mano derecha
1
~¡
cupación activa por la vida y el crecimiento de lo que ni su mano izquierda, y -muchos animales?». La res-
·s amamos. C_uando falta tal preocupación activa, no puesta de Dios a Jonás se debe entende~ simbólica-
a
~ hay amor. En el libro de Jonás se describe en forma mente. Dios le explica aJonás que la esencia del amor
~~
~ sumamente bella este elemento del amor. Dios le ha i es «trabajar» por algo y «hacer crecer», que el amor y
~
fl
dicho aJonás que vaya a Nínive para advertir a ~us ha- el trabajo son inseparables. Se ama aquello por lo que
bitantes que serán castigados si no abandonan sus . se tra:baja, y se trabaja por lo que se ama.
ti prácticas perversas. J onás huye de su misión porque ¡ El cuidado y la preocupación implican otro as-
íi teme que la gente de Nínive se arrepienta y que Dios ;' pecto del amor: el de la responsabilidad. Hoy en día
;j los perdone. Es un hombre con un poderoso sentido ~ se suele usar ese término para denotar un deber, algo
~ del orden y de la ley, pero sin amor. Sin embargo, al r impuesto desde el exterior. Pero la responsabilidad,
~ en su verdadero sent~do, es un acto enteramente vo-
X
.~
tratar de escapar, se encuentra en el vientre de una
~~
il ballena, que simboliza el estado de aislamiento y re- ~· luntario, constituye mi respuesta a las necesidades,
¡¡
1
.,;. clusión que ha provocado en él su falta de amor y de @ expresadas o no, de otro ser humano. Ser «responsa-
solidaridad. Dios lo salva, y Jonás va a Nínive. Predi- ~­ ble» significa estar listo y dispuesto a «responder».
•';

:~
ca ante los habitantes tal como Dios se lo ha manda- ~ Jonás no se sentía responsable ante los habitantes de
;l
¡~ do, y ocurre aquello que él tanto temía. Los hombres i Nínive. Él, como Caín, podía preguntar: «¿Soy yo el
::¡
Ji
~l
de Nínive se arrepienten de sus pecados, abandonan 1 guardián de mi hermano?». La persona que ama, res-
~~
~l
¡1 1
 r
46 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 47
ponde. La vida de su hermano no es sólo asunto de no los guiara el conocimiento. El conocimiento sería
su hermano, sino propio. Se siente tan responsable vacío si no lo motivara la preocupación. Hay muchos
por sus semejantes como por sí mismo. Tal respon- niveles de conocimiento; el que constituye un aspec-
sabilidad, en el caso de la madre y su hijo, atañe prin- to del amor no se detiene en la periferia, sino que pe-
cipalmente al cuidado de las necesidades físicas. En el netra hasta el meollo. Sólo es posible cuando puedo ¡
amor entre adultos, a las necesidades psíquicas de la trascender la preocupación por mí mismo y ver a la 1
~;
otra persona. otra persona en sus propios términos. Puedo saber, r
~
La responsabilidad podría degenerar fácilmente por ejemplo, que una persona está encolerizada, aun- ~
r.
en dominación y posesividad, si no fuera por un ter- que no lo demuestre abiertamente; pero puedo llegar ;~

,.,:~
cer componente del amor, el respeto. Respeto no sig- a conocerla más profundamente aún; sé entonces que t)
[!
nifica temor y sumisa reverencia; denota, de acuerdo está angustiada, e inquieta; que se siente sola, que se 9
con la raíz de la palabra (respicere =mirar), la capaci- siente culpable. Sé entonces que su cólet:a no es más f1
~
r1
dad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia que la manifestación de algo más profun-do, y la veo (-

~
de su individualidad única. Respetar significa preo- angustiada e inquieta, es decir, como una persona 1•
~­
cuparse por que la otra persona crezca y se desarro- que sufre y no como una persona enojada. ~;,.
lle tal como es. De ese modo, el respeto implica la au- Pero el conocimiento tiene otra relación, más fun- ~­
~
¡~
sencia de explotación. Quiero que la persona amada damental, con el problema del amor. La necesidad bá- ,,_
¡l
crezca y se desarrolle por sí misma, en la forma que sica de fundirse con otra persona para trascender de ~~¡
,~'
le es propia, y no para servirme. Si amo- a la otra per- ese modo la prisión de la propia separatidad se vincu-
sona, me siento uno con ella, pero con ella tal cual es, la, de modo íntimo, con otro deseo específicamente l~
!J
",_.
no como yo necesito que sea, como un objeto para humano, el de conocer el «secreto del hombre». Si ~
mi uso. Es obvio que el respeto sólo es posible si yo bien la vida en sus aspectos meramente biológicos es t:;
!:~

l~(~_-
he alcanzado independencia; si puedo caminar sin un milagro y un secreto, el hombre, en sus aspectos
muletas, sin tener que dominar ni explotar a nadie. El r.~
humanos, es un impenetrable secreto para sí mismo
respeto sólo existe sobre la base de la libertad: «l'a- ~,.
-y para sus semejantes-. Nos conocemos y, a pesar [ --~
~
mour est l'enfant de la liberté», dice una vieja can- ~ de todos los esfuerzos que podamos realizar, no nos -j
ción francesa; el amor es hijo de la libertad, nunca de t conocemos. Conocemos a nuestros semejantes y, sin :
~-

la dominación. ~ embargo, no los conocemos, porque no somos una H

!! '1'
~
Respetar a una persona sin conocerla, no es posi- cosa, y tampoco lo son nuestros semejantes. Cuanto
ble; el cuidado y la responsabilidad serían ciegos si más avanzamos hacia las profundidades de nuestro

1
1
.
l-~:~ :~ ~-:--~,, ~--- r .. ·- • . - --,, -~ ··-~~--~-~:.;¡~y- :::{~-:-::.~-?~~!~~:~n~_:_~-~.
.-~ ~~~~~I;nrr:~ "~·~ ·~t ::·~~-~~,~:-~~,:-~'{): ~?~-·-~-~~-:·:-!m~-D~r:r~-:·: '- ~
1 ,..i,'' ' . :1 i · ' .. ; :~. •'' , ·~ :: ;:; ··::--:~-i}~~~\1~~;}~-~;:·;:~-~~-;.·;N-~;~f,~::.¡-~·,:;::.'!'l::~'"'.i;.~J;r.~----:•·-~~~:~fi.'f!(fi*~-¡"\:o;,~_;::r 1 W<•i-.'ii·~,~~:.¡-:=t~Mii~F~""->"~~' •·•r~,~~....,'\·'l""l'r~.,7.~---~--..--
~:tt!~~:/::;-:··: ;-_;.: ~ .: , -,.-.:·~·· ·. ~-~t~: :~-~;~~~lit-:~~~~Ji·,;: i:-:~ ~~;:.~,\:~ At ~~ ~-> ,~:.·: ~;-~;: . :,. ~~:í·lt·!ii~~~;~~~~~:·:~ M~~~~ -.'l~~-:- ~ ~ ;·:.: í {;; :~i~: ~;, ~~;:: ::~ ;} ;¡ í~~i.{~Hl~;;~: ;;·~-~.: :· ~: ·: :·..:::: ·.: ~ .. \ . ::·: ·:' :~ !~li~!~li~ ;_·:l::; :~~: ~ ~~~; .; :. ;~ ~;.; ~ : :. :._e :. :;·: ~:~!_: ~atr ~; ¿; :- : ;'· ·: . ;·:; ;·:-.:~; ~ : . :.: . ::.; ~·: :.r ~:: :; ~~:::i;~~~ :;~-~·: :

~ r· ~¡·

48 EL ARTE DE AMAR f.· LA TEORÍA DEL AMOR 49

ser, o el ser de los otros, más nos elude la meta del co- Es frecuente que los niños tomen abiertamente
nocimiento. Sin embargo, no podemos dejar de sentir ~--
ese camino hacia el conocimiento. El niño desarma
el deseo de penetrar en el secreto del alma humana, algo, lo deshace para conocerlo; o destroza un ani-
~
~ en el núcleo más profundo que es «él». mal; cruelmente arranca las alas de una mariposa para
~

~ Hay una manera, una manera desesperada, de co- conocerla, para obligarla a revelar su secreto. La cruel-
~
~
nocer el secreto: es el poder absoluto sobre otra per- dad misma está motivada por algo más profundo: el
1 sona; el poder que le hace hacer lo que queremos, deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.
~
~
A sentir lo que queremos, pensar lo que queremos; que ;; Otro camino para conocer «el secreto» es el
~
a la transforma en una cosa, nuestra cosa, nuestra po- amor. El amor es la penetración activa en la otra per-
f
~M sesión. El grado más intenso de ese intento de cono- sona, en la que la unión satisface mi deseo de cono-
~
~
cer consiste en los extremos del sadismo, el deseo y la cer. En el acto de fusión, te conozco, me conozco a
habilid~d de hacer sufrir a un ser humano, de tortu-
~
'
o'
mí mismo, conozco a todos -y no «conozco» na-
:·,, rarlo, de obligarlo a traicionar su secreto en su sufri- j~ da-. Conozco de la única manera en que el cono-
~:1 .
'•
miento. En ese anhelo de penetrar en el secreto del cimiento de lo que está vivo le es posible al hombre
~¡
.i hombre y, por lo tanto, en el nuestro; reside una mo- -por la experiencia de la unión-, no mediante algún
:l tivación esencial de la profundidad· y la intensidad de f. conocimiento·· proporcionado por nuestro pensa-
·:l~
,._
·'
,ol la crueldad y la destructividad. Isaac Babel ha_ expre- r~,
r·. miento. El sadismo está motivado por el deseo de co-
t~

~ sado tal idea en una forma muy sucinta. Recuerda a t:' nocer el secreto, y, sin embargo, permanezco tan ig-
8
~ un oficial compañero suyo en la guerra civil rusa, quien .... norante como antes. He destrozado completamente
;.¡ t·
:··~ acababa de matar a puntapiés a su ex amo: «Con un ~­ al otro ser y, sin embargo, no he hecho más que se-
'·
H
disparo -digamos así-, con un disparo, uno solo, @ pararlo en pedazos. El amor es la única forma de co-
li
~~ se libra uno de un tipo ... Con un disparo nunca se lle- nocimiento que, en el acto de unión, satisface mi bús-
il
-~
'~
:)
;¡
ga al alma, dónde está en el tipo y cómo se presenta.
Pero yo no ahorro fuerzas, y más de una vez he piso-
1 queda. En el acto de amar, de entregarse, en el acto de
penetrar en la otra p~rsona, me encuentro a mí mis-
~
~1-~ teado a un tipo durante más de una hora. Sabes, quie- ~~- mo, me descubro, nos descubro a ambos, descubro al
~ ro llegar a saber qué es realmente la vida, cómo es la ~ hombre.
~
\! vida». 6
~¿
~~
El anhelo de conocernos a nosotros mismos y de
),~
:!l
¡j conocer a nuestros semejantes fue expresado en el
:! 6. l. Babel, The Collected Stories, Nueva York, Criterion lema délfico: «Conócete a ti mismo». Tal es la fuente
·~
::J Book, 1955. primordial de toda psicología. Pero puesto que de-
~
t1
rJ
f~
1
 50 EL ARTE DE AMAR
f~. LA TEORÍA DEL AMOR 51

seamos conocer todo el hombre, su más profundo se- t

occidental convencional se intenta conocer a Dios
creto, el conocimiento corriente, el que procede sólo
~,.
f;
F
por medio del pensamiento, de afirmaciones acerca
del pensamiento, nunca puede satisfacer dicho deseo. f: de Dios. Se supone que puedo conocer a Dios en mi
Aunque llegáramos a conocernos muchísimo más, pensamiento. En el misticismo, que es el resultado
nunca alcanzaríamos el fondo. Seguiríamos siendo del monoteísmo (como trataré de demostrar más
. .
un entgma para nosotros mismos, y nuestros seme- adelante), se renuncia al intento de conocer a Dios
jantes seguirían siéndolo para nosotros. La única forma ·-
¡, por medio del pensamiento, y se lo reemplaza por la
de alcanzar el conocimiento total consiste en el acto experiencia de la unión con Dios, en la que ya no hay
de amar: ese acto trasciende el pensamiento, trascien- lugar para el conocimiento acerca de Dios, ni tal co-
de las palabras. Es una zambullida temeraria en la ex- nacimiento es necesano.
periencia de la unión. Sin embargo, el conocimiento
_del pensamiento, es decir, el conocimiento psicológi-
La experiencia de la unión, con el hombre, o, des- f,~
{
de un punto de vista religioso, con Dios, no es en <
~

---co, es una condición necesaria para el pleno conoci- modo alguno irracionaL Por el contrario, y como lo ~
f
miento en el acto de amar. '"fengo que conocer a la señaló Albert Schweitzer, es la consecuencia del ra- 1
~-
otra persona y a mí mismo .Qbjetivamente, para po- cionalismo, su consecuencia más audaz y radical. Se
der ver su realidad, o, más bien, para dejar de lado las basa -en -nuestro conocimiento de las limitaciones •
~
~

~
f ~
~
ilusiones, mi imagen irracionalmente deformada de ¡; fundam~ntales, y no accidentales, de nuestro conoci- ~
i

ella. Sólo conociendo objetivamente a un ser huma- '

F k

~· miento. Es el conocimiento de que nunca «captare- M

~
no, puedo conocerlo en su esencia última, en el acto mos» el secreto del hombre y del universo, pero que ~
~
de amar. 7 podemos conocerlos, sin embargo, en el acto de ~

~ 1
El problema de conocer al hombre es paralelo al ,_.t amar. La psicología como ciencia tiene limitaciones, 1
~

~
~
problema religioso de conocer a Dios. En la teología y así como la consecuencia lógica de la teología es el ~

~
~
P.' misticismo, así la consecuencia última de la psicolo-
f 1
7. Esa afirmación tiene una consecuencia importante para el gía es el amor. ~
papel de la psicología en la cultura occidental contemporánea. Si ~
'"
~
Cuidado, responsabilidad, respeto y conocimien-
~

bien la gran popularidad de la psicología indica ciertamente in-

k_ to son mutuamente interdependientes. Constituyen
terés en el conocimiento del hombre, también descubre la fun- F
¡_
un síndrome de actitudes que se encuentran en la
~-j

1
damental falta de amor en las relaciones humanas actuales. El
conocimiento psicológico conviértese así en un sustituto del co- persona madura; esto es, en la persona que desarrolla
nocimiento pleno del acto de amar, en lugar de ser un paso ha- .-
productivamente sus propios poderes, que sólo de-
cia él. sea poseer los que ha ganado con su trabajo, que ha

1
::
:-~~ :·':r:~~; !-·~-,. · .-.-.. ·. · · ;.:-~.I:~:n~~T~.'::: · --.:~-~-::~'7.: ;::~·-~t~~.r~:~;:1T~~:;s~:::_;-;~::~~$!~~!~t~~m-: ~ :.~-~~: :~ :. ;::-_:~ ~-.:.: _:{::::?~;~~-~rF~-~->r:~;_:~n-~::~~ . :-: ,_. ::;· · ·;-:~ .; · '•. r,' ,._,. •::·;::;~·:•. •
~:::;~~~~,;; .. •;:F.::.:,~,-~;: ,;;~_;¡;~E•:-:,;;:. :;t:>-:;-.~-.:~--i;¡;¡~,::: ,::,:,,_ ; \-~ ...,;w~m¡¡.: <.: ,. ::, ,_;. . -::.-: <¡:;.,¡ _:: :.;: ::-:t::¡;(;$~¡j:::::,,:; •• _: . _.- -·- : ._ _ ;~: .-.- .•. ,_ ,.; ... __ > _ • . . .,i-~J'i~! ~!~~;~$"; f~;;.~~~ ~ ,': \ ~: j :_: .' ~: .• :~~~:1!r:-~: '~- .

:·
_·

¡
52 EL ARTE DE AMAR r ~l.;
LA TEORÍA DEL AMOR 53

~-~ renunciado a los sueños narcisistas de omnisapiencia . dad femenina o masculina. Esa polaridad es la base

!
y omnipotencia, que ha adquirido humildad basada ,.~
b
de toda creatividad.
en esa fuerza interior que sólo la genuina actividad F La polaridad masculino-femenina es también la
productiva puede proporcionar. ~
~-
base de la creatividad interpersonal. Ello se evidencia
~
'
Hasta ahora he hablado sobre el amor como for- ~- biológicamente en el hecho de que la unión del es-
·¡¡
¡¡
~-~
ma de superar la separatidad humana, como la reali-
zación del anhelo de unión. Pero por encima de la t
~r;
perma y el óvulo constituye la base para el nacimien-
to de un niño. Y la situación es la misma en el domi-
~··~,., necesidad universal, existencial, de unión, surge otra [ nio puramente psíquico; en el amor entre hombre y
:~ más específica y de orden biológico: el deseo de ~ mujer, cada uno vuelve a nacer. (La desviación ho-
:~..,

·¡.: ~
~t
unión entre los polos masculino y femenino. La idea - i mosexual es un fracaso en el logro de esa unión pola-
:) de tal polarización está notablemente expresada en el ~­ rizada, y por eso el homosexual sufre el dolor de la
i
! mito de que, originariamente, el hombre y la mujer ~ separatidad nunca resuelta, fracaso que comparte, sin
),1

r:ll
fueron uno, que los dividieron por la mitad y que, ~ embargo, eón el heterosexual corriente que no puede
•'
~:
desde entonces, cada hombre busca la parte femehi- ~ amar.)
na de sí mismo que ha perdido, para unirse nueva- ~ Idéntica polaridad entre el principio masculino y
mente con ella. (La misma idea de la unidad original ~ el femenino existe en la naturaleza; no- sólo, como es
-~
.i.

de los sexos aparece ~ambién e~ la ~i~lia, donde Eva 1; notorio, en los animales y las plantas, sino en la p<?la-
~
~ es hecha de una costilla de Adan, SI bien en ese rela- ~ ridad de dos funciones fundamentales, la de recibir y
~ to, concebido en el espíritu del patriarcalismo, la mu- ~ la de penetrar. Es la polaridad de la tierra y la lluvia,
:_~. jer se considera secundaria al hombre.) El significado t del río y el océano, de la noche y el día, de la oscuri-
del mito es bastante claro. La polarización sexual lle- dad y la luz, de la materia y el espíritu. El gran poeta
:¡1 va al hombre a buscar la unión con el otro sexo. La y místico musulmán, Rumi, expresó esta idea con
~ polaridad entre los principios masculino y femenino hermosas frases:
_!
~: existe también dentro de cada hombre y cada mujer.
{¡_· Así como fisiológicamente tanto el hombre como la Nunca el amante busca sin ser buscado por. su
~
~:~
mujer poseen hormonas del sexo opuesto, así tam-
bién en el sentido psicológico son bisexuales. Llevan ~-r;_
amada.
Si la luz del amor ha penetrado en este corazón,
~ en sí mismos el principio de recibir y de penetrar, de sabe que también hay amor en aquel corazón.

~~1
la materia y del espíritu. El hombre - y la mujer- Cuando el amor a Dios agita tu corazón, también
sólo logra la unión interior en la unión con su polari- Dios tiene amor para ti.
1)
-~1
~~
:1 1
 ., .-.
.
.

54 EL ARTE DE AMAR

Sin la otra mano, ningún ruido de palmoteo sale

f.

~:
~ Sin la noche, la naturaleza del Hombre no recibi-
LA TEORÍA DEL AMOR SS

de una mano. ~¡; ría ganancia alguna, y nada tendría entonces el Día
.. f
para gastar. 8
~--

La sabiduría Divina es destino y su decreto nos ~ t

1
.,
f :•
·hace amarnos el uno al otro. r: ~
'-:
tt1,. ~
Por eso está ordenado que cada parte del mundo ~ El problema de la polaridad hombre-mujer lleva •'•'•'
~ 1

se una con su consorte. ~-

a ciertas consideraciones ulteriores sobre la cuestión ¡~
El sabio dice: Cielo es hombre, y Tierra, mujer. r del amor y el sexo. Hablé antes del error que come- f
Cuando la Tierra no tiene calor, el Cielo se lo ~r-~
1'
,.t:
tió Freud al ver en el amor exclusivamente la expre- ~:
¡:
manda; cuando pierde su frescor y su rodo, el Cielo se ~ sión -o una sublimación- del instinto sexual, en ~
f '•
t•.l
lo devuelve. t lugar de reconocer que el deseo sexual es una mani- ~-,.

El Cielo hace su ronda, como un marido que tra- l festación de la necesidad de amor y de unión. Pero el ~-
baja por su mujer.
t.
r
t error de Freud es más hondo todavía. De acuerdo ¡: ,.
.
Y la Tierra se ocupa del gobierno de su casa: cuida t con su materialismo fisiolÓgico, ve en el instinto se-
de los nacimientos y amamanta lo que pare. xual el resultado de una tensión químicamente pro-
Mira a la Tierra y al Cielo, tienen inteligencia, ~
r ducida en el cuerpo, que es dolorosa y busca alivio.
f;,. 8
pues hacen el trabajo de seres inteligentes. La finalidad del deseo sexual es la eliminación de esa R
f ft

Si esos dos no gustaran placer el uno del otro, ¿por

qué habrían de andar juntos como novios? ¡ ~-
tensión; la satisfacción sexual consiste en tal elimina-
ción. Este punto de vista es válido en la medida en
¡¡f:

.
~
l~
~
J

1
Sin la Tierra, ¿despuntarían las flores, echarían que el deseo sexual opera en la misma forma que el
· flores los árboles?¿ Qué, entonces, producirían el ca-
t hambre o la sed cuando el organismo se encuentra '
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lor y el agua del Cielo? desnutrido. En tal sentido, el deseo sexual es una co- ~
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Así como Dios puso el deseo en el hombre y en la mezón, y la satisfacción sexual, el alivio de esa come- ~
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mujer para que el mundo fuera preservado por su
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unwn.
1 zón. En realidad, en lo que al concepto de sexualidad
se refiere, la masturbación sería la satisfacción sexual
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Así en cada parte de la existencia planteó el deseo
de la otra parte.
1 ideal. Lo que Freud paradójicamente no tiene en
cuenta es el aspecto psicobiológico de la sexualidad,
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Día y noche son enemigos afuera; pero sirven am- la polaridad masculino-femenina, y el deseo de resol- ~

bos un único fin.

Cada uno ama al otro en aras de la perfección de 8. R. A. Nicholson, Rumi, Londres, George Allen and Un-
su mutuo trabajo. win, Ltd., 1950, págs. 122-123.

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56 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 57

ver la polaridad por medio de la unión. Ese curioso debilitados porque emocionalmente sigue siendo
error probablemente se vio facilitado por el extremo una criatura, es muy frecuente que trate de compen-
patriarcalismo de Freud, que lo llevó a suponer que sar esa falta acentuando exclusivamente su papel
la sexualidad per se es masculina, y le hizo ignorar la masculino en el sexo. El resultado es el Don Juan,
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::¡ sexualidad femenina específica. Expresó tal idea en que necesita demostrar sus proezas masculinas en el
:.•~l Una teoría sexual, diciendo que la libido posee regu-
larmente «una naturaleza masculina», se trate de la
terreno sexual, porque está inseguro de su masculini-
dad en un sentido caracterológico. Cuando la paráli-
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libido de un hombre o de una mujer. La misma idea sis de la masculinidad es más intensa, el sadismo (el
se expresa, en una forma racionalizada, en la teoría de uso de la fuerza) se convierte en el principal-y per-
que el niño experimenta a la mujer como un hombre verso- sustituto de la masculinidad. Si la sexualidad
!J castrado, y de que ella misma busca diversas com- femenina está debilitada o pervertida, se transforma

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pensaciones a la pérdida del genital masculino. Pero
la mujer no es un hombre castrado, y su sexualidad
en masoquismo o posesividad.
Se ha criticado a Freud por su sobrevaloración de

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~ . es específicamente femenina y no de «naturaleza lo sexual. Tales críticas estuvieron frecuentemente·

li
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'~ · masculina».
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motivadas por el deseo de eliminar del sistema freu-
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La necesidad de aliviar la tensiü"n ·sólo motiva diano un elemento que despertó la hostilidad y la crí-
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parcialm~nte la atracción entre los sexos; la motiva- tica de la gente de mentalidad convencional. Freud
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ción fundamental es la necesidad de unión con el percibió agudamente esa motivación y, por eso mis-
8.., otro polo sexual. De hecho, la atracción erótica no se mo, luchó cÓntra todo intento de modificar su teoría
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o~ expresa únicamente en la atracción sexual. Hay mas- sexual. Es indudable que en su época la teoría freu-
~
.~ culinidad y feminidad en el carácter tanto como en la diana tenía un carácter desafiante y revolucionario .
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función sexual. Se puede definir el carácter masculino Pero lo que era cierto alrededor de 1900 ya no lo es
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diciendo que posee las cualidades de penetración, cincuenta años más tarde. Las costumbres sexuales
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~ conducción, actividad, disciplina y aventura; el ca- han cambiado tanto que las teorías de Freud ya no le
.~·1~ rácter femenino, las cualidades de receptividad pro- resultan escandalosas a la clase media occidental, y
~ ductiva, protección, realismo, resistencia, maternali- 1l los analistas ortodoxos actuales practican una forma
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dad. (Siempre se debe tener presente que en cada ~ quijotesca de radicalismo cuando creen que son los
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individuo se funden ambas características, pero con valerosos y extremistas defensores de la teoría sexual
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predominio de las correspondientes a su sexo.) Si los de Freud. En realidad, su tipo de psicoanálisis es
1 rasgos masculinos del carácter de un hombre están conformista, y no trata de plantear problemas psico-
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 58 EL ARTE DE AMAR LA TEORÍA DEL AMOR 59

lógicos que lleven a una crítica de la sociedad con- tiene aún conciencia de sí mismo, ni del mundo ¡'
temporánea. 1
~­ como algo exterior a él. Sólo siente la estimulación 1
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No critico la teoría freudiana por acentuar excesi- positiva del calor y el alimento, y todavía no los dis- f
vamente la sexualidad, sino por su fracaso en com-
prenderla con profundidad. Freud dio el primer paso
hacia el descubrimiento de la significación de las pa-
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tingue de su fuente: la madre. La madre es calor, es
alimento, la madre es el estado eufórico de satisfac-
ción y seguridad. Ese estado es narcisista, para usar
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siones interpersonales; de acuerdo con sus premisas
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un término de Freud. La realidad exterior, las perso- ¡
filosóficas, las explicó fisiológicamente. En el desa- nas y las cosas, tienen sentido sólo en la medida en ~
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rrollo ulterior del psicoanálisis es necesario corregir que satisfacen o frustran el estado interno del cuerpo. ¡~
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y profun<fizar el concepto freudiano, trasladando las Sólo es real lo que está adentro; lo exterior sólo es r,
concepciones de Freud de la dimensión fisiológica a real en función de mis necesidades -nunca en fun- ~
la biológica y existencial. 9 1
~ ción de sus propias cual~dades o necesidades.
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t Cuando el niño crece· y se desarrolla, se vuelve ca-
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~ paz de percibir las cosas como son; la satisfacción de._ ~;
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2. EL AMOR ENTRE PADRES E HIJOS ft ser alimentado se distingue del pezón, el pecho de.. ,,.;;:

Al nacer, el infante sentiría miedo de morir si un

gracioso destino no lo protegiera de cualquier con-
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la madre. Eventualmente, el niño experimenta su sed, la
leche que le satisface, el pecho y la madre, como en-
tidades diferentes. Aprende a percibir muchas otras
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ciencia de la angustia implícita en la separación de la
madre y de la existencia intrauterina. Aun después de l cosas como diferentes, como poseedoras de una exis-
tencia propia. En ese momento empieza a darles nom-
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nacer, el infante es apenas diferente de lo que era an- bres. Al mismo tiempo aprende a manejarlas; aprende S~
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tes del nacimiento; no puede reconocer objetos, no que el fuego es caliente y doloroso, que el cuerpo de ~:·~
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la madre es tibio y placentero, que el biberón es duro í•:
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9. El mismo Freud dio un primer paso en esa dirección en su y pesado, que el papel es liviano y se puede rasgar. M:
posterior concepto de los instintos de vida y de muerte. Su con- ~:~
Aprende a manejar a la gente; que mamá sonríe cuan- ~~
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cepto del instinto de vida (eros) como principio de síntesis y de
unificación se encuentra en un plano enteramente distinto al
de su concepto de la libido. Pero, a pesar de que la teoría de los
instintos de vida y de muerte fue aceptada por los analistas or-
1
do él come; que lo alza en sus brazos cuando llora;
que lo alaba cuando mueve el vientre. Todas esas ex-
periencias se cristalizan o integran en la experiencia:
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todoxos, ello no llevó a una revisión fundamental del concepto me aman. Me aman porque soy el hijo de mi madre.
de libido, especialmente en lo que toca a la labor clínica. Me aman porque estoy desvalido. Me aman porque

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