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Escuela de Fonoaudiología
ABORDAJE INTEGRAL DE LA COMUNICACIÓN EN NIÑOS Y ADOLESCENTES I– FONO 061
Flga. Gisella Malatesta Haug
Los enfoques de equipos de trabajo van desde los multidisciplinario, interdisciplinario hasta el
transdisciplinario, como la máxima expresión de trabajo en equipo unificado, colaborativo y en
comunicación permanente para establecer las decisiones de trabajo. Un equipo multidisciplinar se enfoca
en combinar el trabajo de distintas especialidades, pero con decisiones autónomas respecto al usuario. Un
trabajo con enfoque interdisciplinar además de incorporar diferentes especialidades, las decisiones e
información se traspasa entre los profesionales. Finalmente, en un enfoque transdisciplinar, el trabajo se
realiza colaborativamente con planificaciones conjuntas que se implementan en el mismo tiempo y lugar:
los profesionales trabajan juntos con el usuario.
Por lo que podemos ver, la terapia no solo ha contribuido a aumentar la inteligibilidad del habla, sino que
también aportó: más habilidades sociales, mejora en la conducta, aumento de autoestima y mejor calidad
de las relaciones sociales. Por lo tanto, al momento de decidir si empezar o no una terapia, el problema de
habla o lenguaje no puede ser el único foco: debe existir un análisis integral e individual del caso y su
contexto (Paul, 2012).
Proceso Terapéutico
La planificación de un tratamiento corresponde a un proceso continuo, que comienza en el momento de la
evaluación diagnóstica. Esta proporciona los insumos más importantes pues entregan la descripción de las
características lingüísticas y comunicativas del sujeto evaluado, lo que servirá de base para poder
seleccionar los contenidos a tratar y aquellos que sirvan como un puente para potenciar conductas.
Posteriormente se diseña el plan de tratamiento, qué tal como se indica, es una secuencia de pasos
ordenados para poder realizar la intervención. Cuando el plan ha sido implementado, al tener metas a
largo, mediano y corto plazo, es importante evaluar cómo ha funcionado dicho plan y cómo evolucionaron
las conductas lingüísticas tratadas. De esta evaluación dependerá la adecuación del programa terapéutico,
modificando objetivos y adecuando las actividades de acuerdo a las necesidades y ritmos del usuario.
2. Principio de precocidad
•El inicio oportuno y temprano del tratamiento se basa en;
•La rapidez y eficacia de la intervención
3. Principio etológico
•Considera el entorno social en el cual se desarrolla la terapia, que permitirá establecer grados de
compromiso, pronóstico, funcionalidad del plan terapéutico, entre otros puntos.
6. Principio de Multisensorialidad
•Presentar, desde un comienzo, input no sólo por vía auditivo-verbal, sino por medio de más canales
sensoriales para asegurar logros significativos.
Ponga atención al caso que se presenta a continuación (Paul, R., 2012; P.62):
Justin nació con parálisis cerebral severa. Después de años de intervención, aún no era capaz de producir
un discurso inteligible. Sin embargo, en la escuela media, su comprensión del lenguaje y las habilidades de
alfabetización estaban cerca del nivel de la edad. Le habían dado un dispositivo de comunicación
aumentativo que podía expresar lo que escribía con un puntero ajustado a un cintillo. Pero sus padres solían
olvidarse de llevar consigo el dispositivo cuando salían, y con frecuencia se olvidaban de enviarlo a la
escuela con él, por lo que se vio obligado a recurrir a las llamadas vocales para comunicarse, que por lo
general no eran muy exitosas. Sin una forma fácil de comunicarse con él, sus compañeros de clase
generalmente lo dejaban a solas con su ayudante, por lo que tuvo pocas interacciones con sus compañeros.
Su maestra interactuó principalmente con el asistente, en lugar de Justin, dándole tareas para que Justin
completara. Sus padres solicitaron terapia adicional para el lenguaje oral ya que sentían que estaba
tratando de comunicarse de esa manera. En cambio, su terpaueta ayudó a la familia a obtener un programa
de generación de habla que funcionaba en un teléfono inteligente. Su terapeuta también ayudó a Justin a
idear una señal para usar como una solicitud para el teléfono, con el fin de recordarles a sus padres que lo
envíen a la escuela con él. Además, el terapeuta le mostró a los compañeros de clase de Justin cómo usar
el programa, para poder hablar con Justin al usarlo, así como también para permitirle hablar con ellos. Los
compañeros de clase pensaron que poder llevar su teléfono a la clase era muy bueno y comenzaron a pasar
más tiempo interactuando con Justin. El clínico también alentó al docente a usar el dispositivo para darle a
Justin sus tareas directamente, en lugar de hablar con el asistente. Ahora, por lo general, Justin puede
conseguir que alguien hable con él cuando quiere decir algo. También pasa más tiempo interactuando con
sus compañeros y participando de las discusiones de sus clases, a través del uso de su dispositivo.
Reflexione
¿Cuáles son los Principios de Intervención que se tomaron en cuenta para dar un vuelco al caso de
Justin?
Imaginemos que es un fonoaudiólogo que trabaja con un niño de 3 años que se llama Brendan y que no
habla. Un día, los padres de Brendan se acercan a ud. con un artículo de periódico que dice que exponer a
los niños que no hablan a un cierto tipo de estimulación auditiva (a través de un par de auriculares
especiales) conduce al habla. Hay una dirección web en el artículo y los padres la han buscado; el programa
está disponible por US$ 2000; todo lo que tienen que hacer es pedirlo y hacer que el niño use los auriculares
durante 20 minutos tres veces al día. Le preguntan si cree que deberían comprar el programa y si incluiría
20 minutos de este tratamiento en cada una de las sesiones de Brendan con usted. ¿Cómo les responderá?
Esta situación nos conduce a lo que se conoce como “Práctica basada en la evidencia (PBE)”, donde para
poder constatar la efectividad de una técnica o programa, respaldamos siempre por la mejor evidencia
posible.
PBE: Definición
Uso consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia
disponible en la toma de decisiones sobre el cuidado de los
pacientes individuales y, se refiere a la integración de la
experiencia clínica individual con la mejor evidencia externa
extraída de la investigación sistemática. Implica balancear tres
fuentes de información para tomar decisiones: evidencia
científica, experiencia clínica y demandas del usuario (Rodríguez
y cols, 2019; Carballo y cols, 2008; ASHA, 2006).
Literatura científica: ¿Cómo abordar la evidencia externa? Para saber cómo analizar bien la evidencia
externa, se recomienda guiarse por 3 principios:
Las opiniones de las autoridades expertas Ejemplo: Capacitación en popular
1. Escepticismo con el (incluidos los paneles de expertos y los método “PLOP” para habilitar
experto grupos de consenso) deben considerarse fonemas. ¿Datos serios o
con escepticismo. únicamente basados en la
experiencia personal del
exponente?
2. Selección de la Criterios para evaluar los estudios:
No todas las investigaciones son iguales.
Fuente flujograma de Fey y Justice (2007),
Todo lo que se publica no es
en Reah Paul, 2012. P. 63-65.
necesariamente cierto (o parafraseando
a su abuela, usted no puedo creer todo lo
que lee). Algunos estudios son mejores y
por lo tanto, más adecuado que otros
para informar decisiones clínicas.
3. Evaluación crítica
Los clínicos deben ser críticos con la Acudir a Niveles de evidencia y
de la evidencia
calidad de la evidencia que utilizar para grados de recomendación.
guiar la toma de decisiones clínicas.
¿Qué definimos como Plan Terapéutico? Es una organización del trabajo basada en objetivos derivados de
determinada semiología lingüístico-comunicativa que contempla una serie de contenidos jerarquizados y
estrategias a través de actividades cronológicamente establecidas.
Componentes:
1. Reunir Antecedentes Generales: Esta parte constituye el inicio del plan de intervención y consiste en
especificar toda la información básica del usuario y su diagnóstico. Además de identificar su nombre, fecha
de nacimiento, edad, escolaridad, diagnóstico médico (si lo hubiera), se debe describir el diagnóstico
fonoaudiológico y establecer una breve síntesis que permita apreciar los resultados de la evaluación:
aspectos conservados, aspectos deficientes. Esto generalmente se puede obtener de la parte final del
informe fonoaudiológico de evaluación, pero si no está disponible o es un extracto muy escueto, se debe
elaborar en función de lo descrito en el informe principal. Si usted NO contara con un registro escrito de la
evaluación previa de su usuario (por ejemplo, extravío de documentos), es conveniente que realice una
pequeña evaluación de proceso tamizando las habilidades comprensivas y expresivas de todos los niveles
y agregando esto a la síntesis de la evaluación fonoaudiológica.
2. Seleccionar y Jerarquizar contenidos: Establecer qué debo trabajar en la terapia implica, primero que
todo, estar alineado con mi criterio de jerarquización. Este va a determinar los contenidos que seleccione
y cómo los voy a organizar; es decir, por donde voy a comenzar y qué dejaré para el final. Otro punto a
tener en cuenta es que los contenidos se establecen como un “contenido” (valga la redundancia) o
“habilidad”. Por ejemplo: puedes identificar en tu lista que trabajarás órdenes o comprensión de órdenes;
oraciones afirmativas o estructuración de oraciones afirmativas; vocabulario activo (que puede implicar
varias habilidades: definir, nominar, categorizar) o puntualizar denominación de vocabulario. Ninguno es
más o menos correcto. Solo se debe tener precaución de no señalar los contenidos encabezados por un
verbo, que es un error común; ya que el informe expresa “dificultad para…”, se tiende a definir los
contenidos como “Mejorar la definición por uso”, por ejemplo. Eso, en realidad, responde a una meta y no
un contenido.
Entonces, seleccionar los contenidos implica tener en cuenta las dimensiones afectadas de acuerdo a la
semiología descrita en el diagnóstico.
Determinar contenidos en función de las necesidades del usuario desde:
● El que aporte mayor funcionalidad al usuario
● El de mayor relevancia para el usuario
Se debe tener en cuenta también cuál es el desempeño real del usuario y cuál es el desempeño esperado;
así, podré visualizar los niveles intermedios. Esos niveles intermedios deben dar cuenta de:
•Impacto de las conductas seleccionadas sobre destrezas comunicativas (sociales y académicas)
•Conductas lingüísticas útiles para el propósito de la intervención
•Conductas que amplíen destrezas comunicativas del usuario
•Conductas culturalmente apropiadas para el usuario
El criterio de jerarquización va a determinar las decisiones que se tomen respecto a la planificación desde
la etapa 2 en adelante. Para terapias en niños y adolescentes, solemos escoger entre tres criterios de
jerarquización, siempre pensando que uno facilitará más o menos la respuesta esperada para el niño, pero
que tiene un fin más a largo plazo en la consecución de las metas:
Criterio evolutivo: Seleccionar para el tratamiento, las conductas en un orden o secuencia de desarrollo. Es
decir se respetará la secuencia de evolución normal de la conducta.
Criterio Funcional: Seleccionar conductas que tengan un mayor impacto en el desarrollo de las destrezas
comunicativas, educativas, y/o sociales de un niño en particular, independiente de su adecuación a la
norma.
•La especificidad de cada individuo
•Sus peculiaridades
•Su perfil lingüístico
•Sus áreas deficitarias y las que están bien desarrolladas.
*Tomar en cuenta: Descripción del problema, actividades, participación.
Criterio Sintomatológico: Seleccionar para el tratamiento, las conductas o síntomas que más interfieren en
el desarrollo y que, por ende, se encuentran más afectados. Se identifica cuál es el síntoma que primero se
quiere abordar, independiente que este sea más funcional para comunicarse o que respete las tendencias
evolutivas del desarrollo.
● Objetivo General: Orientado a dar cuenta del cumplimiento de metas de largo plazo, que requieren
habitualmente una “plataforma” para ser alcanzadas. Se relacionan con aspectos amplios y
extensos. Se formulan para todo el programa. Especifican la situación final a la que se quiere llegar.
Se plantean a mediano o largo plazo. Se alcanzan progresivamente. Describen conductas amplias,
generales y abstractas, considerados imprecisos. Direccionales, solo orientan.
● Objetivos Específicos: Orientados a obtener un resultado más acotado que el Objetivo General,
habitualmente dan cuenta de la evolución de un área en particular, necesaria para el cumplimiento
parcial del objetivo general (mediano plazo).
○ Planteados en términos de comportamientos observables, medibles y evaluables.
○ Derivan de los generales.
○ Se formulan a partir de unidades o temas de aprendizaje.
○ Para alcanzarlos a mediano plazo.
○ Son más precisos que los generales.
● Objetivos Operacionales: Orientados a dar cuenta de un resultado de corto plazo, muy específico
que se vincula con requerimientos concretos para alcanzar un objetivos específico.
Considerar que los objetivos deben tener una planificación que se rija por las sugerencias establecidas por
Derick T. Wade (2009):
Specific : Específicos
Measurable : Medibles
Achievable : Alcanzable
Realistic : Realista
Timed : Calculados en el tiempo
Construir un objetivo es una tarea compleja, pues establecer una meta debe resguardar una serie de tareas
y acciones que permitan llegar a dicho destino. Desde la elección del verbo a utilizar, hasta los indicadores
de logro que deben fijarse, implica una organización coherente entre objetivos y entre objetivos y
actividades. Poder construir un objetivo de forma adecuada, ayudará que posteriormente la evaluación de
dicho objetivo se facilite. Evaluar un objetivo es hacerse la pregunta tipo “¿logré o no la meta? qué nos falta
para alcanzar nuestra meta a largo plazo? qué tengo que modificar en mi planificación para poder alcanzar
los logros esperados?”. Sé que tengo que evaluar los objetivos:
1-. Cuando ha transcurrido un tiempo suficiente desde la aplicación de estos.
2-. Cuando tienen un nivel de exigencia que no permite al usuario progresar
3-. Cuando observo que el paciente se «estanca» en su progreso.
4-. Cuando observo un alto grado de frustración por parte del paciente.
5-. Cuando se han alcanzado y son necesarias nuevas metas.
Ejemplos:
● OG /ej. 1. Aumentar la capacidad comunicativa del usuario de acuerdo a un contexto de
intercambio funcional (centrado en la acción).
● OG /ej. 2. Que el niño/que Juan aumente su capacidad comunicativa de acuerdo a un contexto de
intercambio funcional” (centrado en el sujeto).
Ejemplos:
OG /ej. 1. Aumentar el vocabulario expresivo del usuario (centrado en la acción)
OG /ej. 2. Que el niño/que Juan reduzca la jerga ininteligible (centrado en el sujeto)
C. Redactar el Objetivo Operacional (más detalles en Benjamin Lignugaris /Kraft, Nancy Marchand-Martella,
and Ronald C. Martella (2006).
Se refiere a las operaciones o tareas concretas a corto plazo que debe realizar el usuario para alcanzar el
objetivo específico de intervención: instrumentalización de los objetivos específicos.
Deben ser todos los necesarios para cumplir con los objetivos específicos a los que responden.
Debe contener:
1. La identificación del usuario puede hacerse bajo una descripción genérica (“usuario”) o utilizando su
nombre de pila (“Juan”). Las últimas propuestas indican emplear el nombre de pila como la mejor
alternativa para personalización del tratamiento.
2. La conducta claramente medible habla de un verbo que no debe ser abstracto, sino reflejar una acción
claramente observable (a diferencia de los objetivos generales y específicos, que pueden usar verbos más
genéricos o “abstractos”).
• Número de demostraciones (informa al entorno sobre la consistencia del rendimiento del usuario
para demostrar la habilidad. Regla general: un mínimo de 3 demostraciones consecutivas)
• Porcentaje de aciertos (nivel de criterio)
• Frecuencia de evaluación (Este cronograma es importante porque proporciona información a otros
maestros y padres sobre la durabilidad de un comportamiento particular y proporciona una base
para que los maestros evalúen su planificación educativa)
Implica que dispongamos de un instrumento o procedimiento de chequeo para ello como una pauta, grilla
de cotejo, ruta/hoja de trabajo o incluso, de un instrumento formal de evaluación.
4. La condición bajo la cual se presentará una conducta tiene una parte obligatoria y dos partes opcionales.
La parte obligatoria incluye una descripción clara del material de trabajo que se utilizará para que
el usuario demuestre una conducta.
Recordar que para los objetivos general y específico, utilizaremos una redacción centrada en el verbo, en
cambio en el objetivo operacional, usaremos una redacción centrada en el sujeto.
Para cerciorarme si mi objetivo operacional está redactado de forma adecuada, fijarme si responde a
determinadas preguntas:
A modo de ejemplo:
Juan denominará palabras con fonema /l/ en posición inicial por confrontación visual de 25 imágenes con 20
estímulos correctos en 3 intentos consecutivos de sesiones semanales.
Sujeto: Juan
Conducta: denominará palabras
Condición: confrontación visual de imágenes que contienen fonema /l/ inicial
Indicador de logro: 20 palabras correctas en 3 intentos consecutivos de sesiones semanales.
A modo de síntesis, analice la propuesta a continuación, respecto a los parámetros que debe cumplir la
construcción de los tres tipos de objetivos para una planificación:
********************************
Reflexión para la comprensión general: Lea el caso a continuación, que puede discutir con algún compañero
para el estudio. El caso está extraído de Rhea, P. (2012). P. 63.
Sammy es un tierno niño de 3 años y aparentemente brillante que tiene problemas para comunicarse. Su
discurso es difícil de entender, sus oraciones están limitadas a dos o tres palabras, y tiende a presionar
primero y hablar después. Una evaluación de la Agencia de Educación Local (LEA) reveló que sus problemas
se limitaban casi por completo al lenguaje expresivo; las habilidades del lenguaje receptivo y cognitivo
estaban al nivel de la edad. Sin embargo, estaba teniendo algunas dificultades con las habilidades sociales
y estaba mostrando algunos problemas de conducta, y parecía estar muy frustrado por no transmitir sus
ideas. Sus padres estaban bastante ansiosos y preocupados, particularmente sobre sus dificultades para
llevarse bien con otros niños. El LEA informó que no calificó para la intervención debido a que sus déficits
se limitaron a la expresión y re en el rango de leve a moderado. A sus padres les dijeron que probablemente
superaría estas deficiencias cuando llegara a la escuela. Pero ellos no querían esperar. Pudieron hacer
arreglos para que vea a un médico a través de una agencia de caridad privada. Después de 6 meses, su
inteligibilidad, aunque todavía no era normal para un niño de casi 4 años, había mejorado, de modo que al
menos la mitad de sus emisiones eran comprensibles para sus compañeros. Sammy parecía un niño
pequeño más feliz; su comportamiento agresivo había disminuido, los vecinos lo invitaban a jugar más
seguido, y sus padres se sentían mucho más a gusto.
Bibliografía
● From Birth to Brown's Stage V, chapter 9. Rhea Paul (2012) Intervention for Developing Language.
Language Disorders from Infancy through Adolescence, 4th Edition. Elsevier.
● Pesce, M. (2012) Neurodesarrollo infantil. Manual de terapias. Intervenciones tempranas
estrategias. Argentina: Corpus.
● Carballo, G., Mendoza, E., Fresneda, M. D., & Muñoz, J. (2008). La práctica basada en la evidencia
en la logopedia española: estudio descriptivo. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 28(3),
149-165.
● Rodríguez, D., Morales, C., Abd-El-Kader, G., Fuentes, L., Henríquez, F., & Carrasco, P. (2019).
Caracterización del uso de fuentes de información para el acceso a criterios diagnóstico por parte
de fonoaudiólogas y fonoaudiólogos en Chile. Revista Chilena de Fonoaudiología, 18, 1-7.
● Derick T Wade (2009) Goal setting in rehabilitation: an overview of what, why and how. Clinical
Rehabilitation; 23: 352–361
● Lignugaris/Kraft, B., Marchand-Martella, N., & Martella, R. C. (2001). Writing better goals and short-
term objectives or benchmarks. Teaching exceptional children, 34(1), 52-59
● Céspedes, G. (2005) La nueva cultura de la discapacidad y los modelos de Rehabilitación. Revista
Aquichán. Vol 5 N° 1, 108-113.
● Recursos Adicionales: disponibles en asha.org/slp/icf/