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CÓMO PERDONAR

Perdonar para sanar


Sanar para perdonar
DESENMASCARAR LAS
FALSAS CONCEPCIONES DEL
PERDÓN
FRASES O ACTITUDES
“Perdono pero no olvido”
“Dios no perdona hasta que el otro no
perdona”
“Perdona o Dios no te perdona”
“Yo no puedo perdonarte, que te perdone
Dios”
“No soy Dios para perdonar”
“Eso no tiene perdón de Dios”
Necesidad de pedir perdón constante y
FRASES O ACTITUDES
 “Tienes que perdonar porque Jesús dijo
que perdonáramos hasta 70 veces 7”
“No tengo nada que perdonarte”
“Es mejor pedir perdón que pedir permiso”
“Borrón y cuenta nueva”
….
…
CONCEPCIONES FALSAS
Identificar perdón con olvido.
Identificar el perdón con la negación.
Identificar el perdón con un acto de la
voluntad.
Identificar el perdón con una acción
exclusiva de Dios.
Identificar el perdón con renunciar a que
se haga justicia.
Creer que perdonar es volver a la
CONCEPCIONES FALSAS
Identificar perdón con justificación.
Identificar perdón con no cambiar mi
comportamiento con la persona.
Identificar perdón con tener que
comunicarlo verbal y directamente con la
persona a la que has perdonado.
Perdonar es una obligación.
Perdonar no es una demostración de
superioridad moral o farisaica.
LAS GRANDES PARADOJAS
DEL PERDÓN
Fácil, pero a menudo inaccesible.
Disponible, pero con frecuencia olvidado.
Liberador para el otro y aún más para uno mismo.
En todos los labios y, sin embargo, mal
comprendido.
Congénito al corazón humano y, no obstante,
ilusorio.
Vital para los humanos, pero a menudo temido.
Otorgado al alma y, sin embargo, amenazador.
Misterioso y, no obstante, cotidiano.
Tan divino y, sin embargo, tan humano…
INVITACIÓN
• Interrumpamos esta charla por un momento… hagamos
unas cuantas respiraciones profundas… la inspiración
más larga y lenta de lo habitual. Mientras dejas salir el
aire, siente cómo se afloja la tensión y te relajas… Se
relajan los hombros… Ahora en tu imaginación, lleva las
manos a la cabeza, introdúcelas dentro de tu mente y
con suavidad, con mucha suavidad, quita de ahí todas
las ideas que tienes actualmente sobre lo que significa el
perdón. Coloca estas ideas en un lugar seguro de dónde
puedas cogerlas de nuevo si te apetece recuperarlas.

• Te invito a abrirte a un modo enteramente nuevo de


definir el perdón y a trabajar con él en tu vida cotidiana.
Al retirar las ideas que te resultan familiares, creas una
apertura que te permitirá dedicarte más de lleno, y con
mayor energía a las magníficas posibilidades del perdón.
LO QUE SÍ ES PERDÓN
 Hacerse el favor a uno mismo.
 Es una decisión.
 Es decidir ver más allá de los límites de la
personalidad de otra persona, y apreciarla en su
conjunto y no sólo en su negatividad.
 Es un camino, un proceso que nos pide cambiar
constantemente.
 Es mirar de frente al mal, reconocerlo (no
justificarlo) y enfrentarlo con amor.
 Es una forma, un estilo de vida.
LO QUE SÍ ES PERDÓN
Es el reconocimiento tranquilo de que bajo
nuestro egoísmo todos somos
exactamente iguales.
Es liberarte del pasado.
Es conseguir la paz.
Es crecer.
Es una manera de amar.
RABIA Y RENCOR
• Perdonar, es sobre todo, desterrar el odio
de tu corazón.

• El motivo más obvio para perdonar es


liberarnos de los efectos debilitadores de
la rabia y el rencor crónicos.

• Al parecer, estas dos emociones son las


que convierten el perdón en un desafío, a
la vez que en una grata posibilidad para
RABIA Y RENCOR
• Como todos sabemos, la rabia y el rencor son emociones
muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas
maneras.

• Cuando hayas quitado las capas, probablemente descubrirás


que esa rabia en realidad es un sentimiento superficial. No en
el sentido de que sea trivial o falso, sino en el de que hay
muchos otros sentimientos y dinámicas por debajo de él.

• Cuando nos perdemos en la rabia nos volvemos sordos a


nuestros sentimientos más profundos. Hemos aprendido a
escuchar sólo aquellos que saben gritar más fuerte.
PENSAMIENTO
PARA ESTE DÍA

Hoy consideraré toda manifestación


de rabia (insensibilidad,
irritabilidad, agresividad,
comportamiento “estúpido”, etc.)
como un grito que pide
reconocimiento,
respeto, ayuda y amor.
DESTRABAR LA RABIA
Y EL RENCOR
El dueño de una empresa gritó al administrador, porque estaba
enojado en ese momento.
El administrador llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola
de gastar demasiado, al verla con un vestido nuevo.
La esposa gritó a la empleado doméstica porque rompió un plato.
La empleada dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar.
El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la
vereda, porque obstaculizaba su salida por la puerta.
Esa señora fue al hospital a vacunarse contra la rabia y gritó al
joven médico porque le dolió cuando le aplicó la vacuna.
El joven médico llegó a su casa y gritó a su madre, porque la
comida no era de su agrado.
La madre le acarició los cabellos diciéndole:
DESTRABAR LA RABIA
Y EL RENCOR
“Hijo querido, mañana te haré ti comida favorita. Tu
trabajas mucho. Estás cansado y necesitas de
una buena noche de sueño. Voy a cambiar las
sábanas de tu cama por otras bien limpias y
perfumadas para que descanses con tranquilidad.
Mañana te sentirás mejor”.

Luego lo bendijo y abandonó la habitación,


dejándolo sólo con sus pensamientos…
En ese momento se interrumpió el círculo del enojo,
porque chocó con la tolerancia, con el respeto,
con el perdón y con el amor.
PAUSA Y REFLEXIÓN
Hagamos una pausa de unos pocos minutos y
pensemos en alguna ocasión en que te hayas
enfadado. ¿Cómo te sentías? O, si en estos
momentos la cólera te invade, toma conciencia de
cómo te sientes… Ahora, respira hondo y adéntrate en
tus sentimientos. ¿Qué ves bajo tu rabia? ¿Ves
miedo? ¿Tristeza? ¿Inseguridad? ¿Desamparo?
¿Impotencia? ¿Sientes que te han herido o
abandonado? ¿Tienes una sensación de desilusión
ante expectativas no satisfechas o sueños no
realizados? Mira aún más profundamente. Bajo ese
miedo, esa frustración y/o tristeza, ¿hay un ruego a
alguien de que te preste atención, de que te escuche?
¿Hay una petición, consciente o inconsciente, de
respeto, reconocimiento, interés o amor?
Lo que importa no es lo
que nos pasa sino lo que
sentimos respecto a lo
que nos pasa.
PAUSA Y REFLEXIÓN
Imagínate que vas de camino a una importante reunión y te
encuentras con un embotellamiento de tráfico. Comienzas a
preocuparte, sientes que te viene dolor de cabeza, que tienes los
hombres tensos, y piensas en las peores consecuencias de tu
retraso. Ahora, imagina durante un momento que estás allí en tu
asiento como un manojo de nervios y te das cuenta de que tu
ansiedad no hace avanzar más deprisa el coche que tienes
delante ni el que tienes detrás. Inspiras hondo y sueltas un
respiro. Te dices: “Relájate”. Sientes cierto alivio. Decides que
cuando llegues a la reunión sencillamente explicarás lo que te ha
sucedido. Sintonizas tu estación de música favorita. Te recuerdas
de nuevo que tienes una opción en la forma de reaccionar ante
esa situación y vuelves a afirmar que puedes relajarte. Haces
otra honda respiración. Te hechas hacia atrás en el asiento,
respiras profundamente y disfrutas de la oportunidad de estar a
solas.
FORMULA PARA NO PELEAR
• Santa Mónica es famosa por haber sido la madre de
san Agustín y por haber logrado la conversión de su
hijo. Mónica nació en Tagaste. Ella deseaba dedicarse
a la vida de oración y de soledad, pero sus padres
dispusieron que tenía que esposarse con un hombre
llamado Patricio. Este era un buen trabajador, pero
iracundo, mujeriego y un perdido jugador. La hizo
sufrir lo indecible con los arranques de ira.

• Las otras esposas le preguntaban a Mónica, por qué


su esposo era uno de los hombres de peor genio en
toda la ciudad, pero no la golpeaba nunca y, en
cambio las esposas de ellas las golpeaban sin
compasión. Mónica les respondió:
FÓRMULA PARA NO PELEAR
“Es que, cuando mi esposo está de mal
genio, yo me esfuerzo por estar de buen
genio. Cuando él grita, yo me callo. Y
como para pelear se necesitan dos y yo
no acepto la pelea, pues… no peleamos”.

• Esta fórmula se ha hecho célebre en el


mundo y ha servido a millones de mujeres
para mantener la paz en su casa.
Frederick Buechner

“De los siete pecados capitales, la ira es el


más divertido. Lamerse las heridas, besar
las aflicciones, paladear las amargas
discusiones por venir, Degustar los
dolores inflingidos y recibidos, de alguna
manera es un banquete digno de reyes.
La gran desventaja es que uno mismo se
devora. Los huesos del banquete son los
de uno”.
HISTORIAS DE RENCOR
• Ellas hablan del dolor no sanado y al contarlas se siente de nuevo
enojo y malestar. Fred Luskin propone unas preguntas para ver si
la historia contada es de rencor:
• ¿Le ha contado su historia más de dos veces a la misma persona?
• ¿Recuerda los sucesos mentalmente más de dos veces al día?
• ¿Le habla a la persona que lo agravió, a pesar de no tenerla
presente?
• ¿Se ha propuesto contar la historia de su molestia sin alterarse,
pero de repente se agita inesperadamente?
• ¿La persona que lo lastimó es el personaje central de su historia?
• ¿Al contar la historia, se acuerda de otras cosas dolorosas que le
han sucedido?
• ¿Se concentra su historia en su dolor y en lo que perdió?
• ¿Hay un villano en su historia?
• ¿Se ha propuesto no volver a contar su historia y luego rompe su
promesa?
• ¿Su historia sigue igual con el paso del tiempo?
¿CÓMO EVALUAR LAS
OFENSAS?
LAS OFENSAS COMETIDAS POR
PERSONAS AMADAS
• Esperamos mucho de ellas.
• Idealizamos
• Tenemos expectativas desmesuradas.
• Sueños no realistas.
• Las personas esperan que sus deseos sean
siempre adivinados, sin tener que expresarlos.
• Se hace un drama de los pequeños problemas o
desengaños pasajeros habituales.
• Faltas de consideración .
• Traiciones.
• Separaciones
LAS OFENSAS COMETIDAS POR
EXTRAÑOS
• Para que se una ofensa seria y quitarnos la
paz interior necesita representar un ataque a
nuestra integridad física, psicológica, social o
moral.

• Cuanto más de cerca nos atañe la ofensa,


más abrumados estamos.

• La afrenta infligida por un extraño es tanto


más traumática cuanto no logramos
descubrir el motivo.
FRANCINE COCKENPOT
• Compositora y poeta francesa, intentó ponerse en
contacto con quien quiso arrancarle la vida:

“En cuanto volví, como para exorcizar mi pánico,


tomé lápiz y papel y me puse a escribir. Hasta
cinco o seis cartas cada noche, sin poder
releerlas, pues había perdido un ojo. Escribí a mi
agresor, ese desconocido del que nada sabía, ya
que ni siquiera conocía el tono de su voz, porque
no me había contestado cuando le grité: ¿Por qué
quieres matarme?”
LAS OFENSAS PERDIDAS EN EL
PASADO
• Tanto si la ofensa proviene de un ser amado como si
procede de un extraño, hay que tener siempre
presente que es capaz de movilizar los recuerdos y
provocar una reacción en cadena. Las viejas heridas
que creíamos superadas y enterradas despiertan,
incrementando a la vez pánico y el desasosiego. La
ofensa se percibe entonces a través de la mirada
asustada y amplificadora del niño que vive en
nosotros.

• En muchos casos la incapacidad de perdonar tiene


origen en viejas heridas o frustraciones de la infancia.
ORACIÓN DE SANACIÓN DEL
“NIÑO INTERIOR”
Había una vez un niño precioso a los ojos de Dios. Creado para sentir, para
reír, para jugar.
Era yo ese niño precioso a los ojos de Dios; creado para vivir, para ser, para
amar.
Pero… ¿No te das cuenta? Él huyó. Estaba demasiado triste, demasiado
lastimado para vivir donde el amor no podía existir, donde la luz no podía
brillar.
Había una vez una niña preciosa a los ojos de Dios, creada para llorar, para
crecer, para cantar.
Eras tú esa niña preciosa a los ojos de Dios; creada para realizar y alcanzar
todo lo creado por Dios.
Pero… ¿no te das cuenta? Ella huyó. En una esperanza que difícilmente
podría olvidar.
Al correr el tiempo, permaneció esperando en un lugar, no lejos de ahí.
Ansiando el momento, pues ella sabía que de alguna manera, alegremente
volvería, para jugar, para cantar, para reír, para vivir y nunca más huir otra
vez.
R. Jack McGinnis
¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL
PERDONAR?
OBSTÁCULOS
• El que decide aventurarse por la senda
del perdón, descubre una serie de
obstáculos que pueden hacerle el viaje
bastante pesado o incluso imposible.

• Conviene , pues, tenerlos bien


identificados, para perderles el miedo,
enfrentarlos, combatirlos y derrotarlos.

• Cuando se trata de perdonar, son dos los


principales enemigos a vencer:
LA SOBERBIA
• Genéricamente se define como la sobrevaloración del Yo
respecto de otros por superar, alcanzar o superponerse a un
obstáculo, situación o bien en alcanzar un status elevado y
subvalorizar al contexto.

• También se puede definir la soberbia como la creencia de que


todo lo que uno hace o dice es superior, y que se es capaz de
superar todo lo que digan o hagan los demás.

• También se puede tomar la soberbia en cosas vanas y vacías


(vanidad) y en la opinión de uno mismo exaltada a un nivel
crítico y desmesurado (prepotencia).

http://es.wikipedia.org/
LA SOBERBIA
• Siempre que existe un apego hacia la propia
importancia, hacia el qué dirán, surge la
soberbia como arma defensiva para
mantener a otros a distancia y no permitir
que atenten contra la idealizada imagen de
nosotros mismos que queremos proyectar.

• En este mundo en el que parece tan


importante quedar bien, conservar el estilo y
cuidar la fachada, el soberbio apela a su
orgullo para no dejar se de nadie.
LA SOBERBIA
• Hay un orgullo positivo, que te da paz, gozo, te hace
sentir feliz, te hace dar gracias a Dios, y querer que
todos sientan lo mismo.

• Hay un orgullo negativo, aquel que te da una falsa


sensación de superioridad en relación con los
demás y produce frutos de discriminación, de
intolerancia, de presunción, de envidia, de injusticia,
de lejanía, de falta de amor cristiano. No es otra
cosa que el reflejo de un ego inflado que no tolera el
más mínimo roce porque está siempre en peligro de
estallar.

• La soberbia nos hace creer que somos el centro del


universo y todos los demás giran alrededor.
LA SOBERBIA
• Te hace pensar que si perdonas quedarás
como tonto o débil frente a otros.
• Te puede hacer que te adornes
perdonando.
• Te puede hacer que humilles a los que
amas.
• Te puede hacer que no reconozcas que te
equivocaste.
• Te puede hacer sentir miedo de que se
den cuenta que no eres perfecto, y te
EL ANTÍDOTO PARA LA
SOBERBIA
Negarse a sí mismo
(Mc. 8, 34)
Significa dejar de considerarte el centro del
universo. Dejar de pensar que sólo lo que te
sucede a ti es importante. Dejar de creerte con
derecho a que otros te rindan honores. Dejar de
ponerte primero, delante de otros, por encima de
otros.

No se trata de que te hagas menos, sino más.


Más en el amor. Más en el servicio. (Mc. 10, 43-
45)
EL RESENTIMIENTO
• El diccionario lo define como disgusto o
enojo por algo, animadversión, hostilidad,
enemistad, malevolencia.
• No es un sentimiento sino la repetición
voluntaria de ese sentimiento.
• Es estarle “echando leña al fuego” que
alguna vez se nos quemó, y soplarle y
soplarle y cuidar que no se apague. No
permitir que se consuma, no dejar que se
vuelva cenizas y se enfríe.
EL RESENTIMIENTO
• Es despertarte y pensar en aquello que pasó
y que te molestó tanto.
• Es una carga que vamos arrastrando
fastidiosamente, nos aferramos a él y no nos
damos cuenta del más que nos hace.
• Muchos padecimientos son producto del
resentimiento: dolores de cabeza, de
estómago, úlceras, colitis, enfermedades
nerviosas y hay que afirmar que incluso el
cáncer, tiene como origen un resentimiento
atorado.
EL RESENTIMIENTO

• Nos inmoviliza: Imagínate que vas con un


grupos de amigos y amigas de excusión.
Caminan juntos a campo traviesa y, de
repente –sin querer o a propósito, eso no
importa- alguien hace que te tropieces y
caigas en un arbusto espinoso. ¿Qué
harías? Se presentan varias opciones:
LA VIDA ES COMO UNA
EXCURSIÓN
1. Quedarte tirado, quejándote y
lamentándote por tu caída.
2. Dar gritos para que todos se detengan a
consolarte, a quitarte las espinas, etc.
3. Hacer que la persona que te hizo caer se
detenga y te ayude.
4. Tirarla tu también para que vea lo que se
siente.
5. Levantarte, sacudirte las espinas y seguir
como si nada.
EL RESENTIMIENTO
• Nos aparta de los otros y de Dios. Provoca el
aislamiento. Cortas comunicación con las
personas y con Dios.
• Jesús plantea la reconciliación con el
hermano como requisito indispensable para
la relación con Dios. (Mt. 5, 23-24).
• Es infeccioso, se propaga en tu interior, hasta
que la persona se acostumbra a vivir en el
odio, la amargura, etc.
• Destruye al ser humano.
EL RESENTIMIENTO
• Lleva a las personas a sentirse dolidas y no olvidad.
• Viven siempre con la espalda preparada para
aguantar.
• Sus palabras son portadoras de veneno mortífero.
• Con ellos hay que medir las palabras y andarse con
pies de plomo para no herirles.
• La persona se queja de no ser tratada como merece.
• Le ata al pasado, le impide disfrutar su presente.
• Le da a la otra persona un poder sobre nosotros, que
por lo general él no solicitó.
DESTRABAR EL
RESENTIMIENTO
R-E-D-A
AYUDA PARA SANAR
• Guardarse de la continua sospecha,
limpiar el corazón para ver bien.
• No querer ver segundas intenciones en
todo lo que hacen o dicen los demás.
• No hurgar en heridas antiguas,
resucitando viejos recuerdos.
• Ser leal y hacer una crítica sana, dialogar
con el interesado.
¿PARA QUÉ PERDONAR?

BENEFICIOS DEL PERDÓN


BENEFICIOS DEL PERDÓN
• El perdón es algo que puedes poner en práctica
inmediatamente, aún cuando todavía no te sientas
con ánimo para perdonar a ciertas personas. Además
se obtienen abundantes beneficios.
• Los seres humanos no podemos vivir sin
perdonarnos; mientras entremos en relación con otros
estamos expuestos a ofendernos, por lo tanto,
necesitamos perdonar y ser perdonados.
• Nadie es tan santo que no tenga que pedir perdón, ni
tan ofendido que no pueda ofrecerlo.
• Cuando perdonamos nuestro corazón se engrandece.
• Cuando somos perdonados nuestra vida se llena de
felicidad.
BENEFICIOS DEL PERDÓN
Los estudios, afirma Fred Luskin, indican:
• Las personas que perdonan tienen menos problemas
de salud
• Perdonar reduce el estrés.
• No perdonar puede ser más importante como factor de
enfermedades cardiacas que la misma enemistad.
• Las personas que culpan a otras de sus problemas se
enferman más, por ejemplo del corazón o de cáncer.
• Quienes piensan en no perdonar, muestran cambios
negativos de la presión arterial, la tensión muscular y
las respuestas inmunológicas.
• Las personas que se imaginan perdonando a su
ofensor sienten mejoría inmediata en su sistema
cardiovascular y nervioso.
EL PERDÓN SANA
• El que perdona halla por fin la paz.
• Se terminan los corajes, la úlcera, la boca amarga, los
pleitos, el sentirse muy incómodo cada vez que ve a
esa `persona.
• Se acaba la rigidez, el voltearse a otra parte, el
cambiarse a otra acera, o el aguantarse para no reírse
de sus chistes para no mostrar ninguna benevolencia,
para no ceder.
• ¿Has experimentado alguna vez alivio de reconciliarte
con alguien? ¿cómo se te quita un peso de encima?
¿Qué sentido tiene entonces seguir albergando
rencores que al primero que lastiman es a ti?
EL PERDÓN LIBERA
• El rencor te ata a una situación, a un
momento o persona determinada. No te
permite avanzar. Te tiene recordando todo
aquello, reviviéndolo, viviendo del pasado.

• El perdón te libera, te desatora, te permite


avanzar.
EL PERDÓN LIBERA A QUIEN TE
LASTIMÓ
• Cuando alguien nos hace algún mal, inmediatamente lo
etiquetamos como una persona que acostumbra hacer ese tipo de
cosas. Lo archivamos en nuestra mente con esa etiqueta y
cerramos el cajón. Convertimos al otro en nuestro prisionero. No le
concedemos la posibilidad de cambiar. Buen dice el dicho: “al que
mata un perro, le llaman mataperrros”.

• Pero las personas cambian. Se arrepienten, Se transforman.


Pueden un día ser distintas y lograrlo.

• Perdonar a alguien es otorgar la confianza que el otro necesita para


superarse, para empezar a ser la otra persona que querría ser.

• Tu perdón permite que las buenas intenciones de los demás


fructifiquen.
TU PERDÓN RESCATA AL OTRO
• Le da una nueva oportunidad.

• Cuando dos personas que se han golpeado


en la calle llegan ante la autoridad, la
pregunta clásica es. ¿quién empezó? Pues
bien, en el caso del resentimiento, la
pregunta a plantear sería: ¿quién quiere
terminar? ¿quién quiere terminar de odiar?
¿quién quiere terminar de sospechar del
otro? ¿quién quiere cesar el fuego y permitir
–y permitirse- una tregua por fin?
TU PERDÓN NO RESCATA A UN
DESCONOCIDO
• Rescata a un hermano.

• Parte del dolor terrible de condenar a alguien al


rencor, a la falta de perdón, es alejarlo de tu
corazón, hacerle sentir que tú y él son muy
distintos, que tú eres “bueno” y él “malo”, que no
tiene remedio, que merece mantenerse aparte,
que no es hermano tuyo.

• Y es que tú eres un don de Dios y cuando le


cierras tu corazón a un hermano, lo estás
privando de un regalo de Dios.
PERDONAR ES UN ARTE
Gaspar Mora afirma que saber perdonar es un
arte del espíritu que conlleva, como mínimo, dos
cosas:

• “Una es aceptar y entender al agresor. Esto no


significa no derivar la experiencia de la agresión
en odio al agresor, sino en entender al que hace el
mal como persona, incluso en su malicia.
• La segunda es todavía más difícil; es entender
que la propia vida o la de los míos entra también
en el ámbito del mal, que todos navegamos en la
misma nave”.
SAN FRANCISCO DE ASÍS
Cuentan que san Francisco de Asís estaba un día de retiro en
una pequeña cabaña junto a una montaña. Una noche irrumpió
un ladrón y se llevó un chasco porque no había nada que robar.
Francisco se despertó y le dijo al ladrón:
-“Te tomaste muchas molestias y no deberías marcharte con las
manos vacías. Por favor llévate esa ropa mía y esas mantas”.
Desconcertado, el ladrón tomó la ropa y se fue. Francisco sin
nada, se puso a mirar la luna y se dijo a sí mismo:
-“Pobre hombre. Me hubiera gustado poder regalarle también la
maravillosa luz de la luna”.
El ladrón fue el damnificado, porque Francisco aceptó florecer
donde estaba plantado. y hasta le parecía mucho lo que tenía.
¿CÓMO PERDONAR?
APRENDER A PERDONAR
EN TERRITORIO NEUTRAL
TERRITORIO NEUTRAL
• El perdón es algo que puedes poner en práctica
inmediatamente, aún cuando todavía no te sientas
con ánimo para perdonar a ciertas personas.

• Robin Casarjian recomienda comenzar la práctica del


perdón en un territorio neutral, es decir, con personas
a las que realmente no se conoce, esto hace más fácil
introducirse en el proceso al comenzar con lo más
básico.

• Esto es como un ejercicio de calentamiento para


perdonar las relaciones en donde se nos ha hecho
algo.
TERRITORIO NEUTRAL
• La tendencia común al conocer a una persona es
sentirnos inferiores a una persona o sentirnos
arrogantes y superiores al otros. Y a través de juicios
lo vamos notando.
• Al perdonar en territorio neutral, podemos comenzar a
sanar los juicios, el miedo y la separación habituales
que suelen impregnar gran parte de nuestra vida.
• Comenzamos a reconocer el yo esencial de los
demás, que es fundamentalmente bueno e inocente, y
a hacer brillar una luz sobre él. Al hacerlo afirmamos
también nuestro propio Yo esencial y nos
comunicamos con él.
LA TEORÍA LLEVADA A LA
PRÁCTICA
• ¡HOLA! Es una expresión común de
reconocimiento de la otra persona. Es tomar
conciencia de que la persona está ahí.

• ¡SAWUBONA! Significa “Te veo”; ese te veo no se


refiere a un “tú” principalmente corporal, sino a un
“tú” que es un Yo puro. Es un reconocimiento de la
naturaleza esencial de la otra persona, siempre
digna de respeto, agradecimiento y amor.

• Imaginemos que vamos por la vida reconociendo


y siendo reconocidos de esta manera
VER LA LUZ
Durante un mes tómate unos pocos minutos tres
veces al día por lo menos para practicar el perdón con
personas a quienes no conoces o no conoces bien.
Permítete ver más allá de su apariencia externa y
contempla su Yo: la luz. Reconoce interiormente que
cada persona tiene su naturaleza pacífica, amorosa y
sabia.
Esto lo puedes hacer cuando vayas por la calle, subas
a un ascensor, hagas una fila, prácticamente en
cualquier lugar donde haya personas a tu alrededor, e
incluso en tu imaginación si no hay nadie cerca. Las
palabras y los gestos no son necesarios, Basta con un
callado reconocimiento interior. En esencia, lo que
dices silenciosamente es: “Te veo”
DE PERSONA A PERSONA
• Explica el doctor Gerald Jampolsky: “Se
trata de observar a la gente en busca de
signos de paz, amabilidad y amor”
• “Buscamos su inocencia, no su culpa”
• “Miramos a la persona con el corazón, no
con nuestras ideas preconcebidas”
• Esta manera de mirar requiere visión interior:
la disposición de reconocer y confiar en lo
que tal vez la otra persona desconoce que
posee.
DE PERSONA A PERSONA
• Goethe escribió: “Si tratas a una persona según lo
que parece, lo haces peor de lo que es, Pero si la
tratas como si ya fuera lo que tiene capacidad de
ser, la haces lo que debería de ser”.

• “Comportarnos de tal manera de ser


merecedores del bien con que somos tratados
para no sentirnos deudores; así nos
volveremos más resistentes ante las ofensas,
estaremos en un espacio de seguridad y
menos riesgo”.
RECUERDA

“HAY OTRA MANERA DE MIRAR


EL MUNDO”
COMUNICACIÓN
Robin Casarjian aconseja buscar a una persona que:
1. Se sienta cómoda trabajando directamente con los
sentimientos y permitan su expresión;
2. No tienda a juzgar ni a controlar.
3. Sea acogedora, receptiva y,
4. Comprenda verdaderamente el valor del perdón para
la curación, pero no ejerza presión para que se
perdone antes de estar preparado para hacerlo.

No es necesario intercambiar palabras para que el


perdón sea auténtico. Para comunicarse
verbalmente de una manera que favorezca el perdón
afirma que es preciso:
COMUNICACIÓN
1. Ser consciente de cuáles son los verdaderos
problemas que se tienen.
2. Estar en comunicación con los propios sentimientos.
3. Decidir qué pensamientos y sentimientos serían útil
comunicar.
4. Expresarlos de manera clara y sin acusaciones.
5. Mantener el corazón abierto mientras se dicen las
verdades.

La verdadera comunicación siempre inspira unión,


no separación.
LA DOCENA SUCIA

• Para entender mejor la comunicación


verbal de la aceptación es muy importante
primero detectar cuál es la manera
habitual de responder verbalmente.
• Existen 12 categorías típicas de
respuesta:
1. ORDENAR, DIRIGIR, MANDAR
• Cuando se busca dar órdenes

“¡No me importa lo que hagan otros padres,


tú tienes que hacer el trabajo del jardín!”
“¡No le hables así a tu madre!”
“¡En este momento te vas a jugar con
Vicky!”
“¡Deja de quejarte”!
2. AVERTIR, AMONESTAR,
AMENAZAR
Decir las consecuencias de hacer aquello.

“¡Si haces eso te vas a arrepentir!”


“¡Si repites lo que acabas de decir te saco
de la habitación”!
“¡Si sabes lo que te conviene no harás eso!”
3. EXHORTAR, SERMONEAR,
DAR LECCIONES
Decir lo que debería de hacer:

“No deberías de actuar de ese modo”


“Deberías de hacer esto…”
“Siempre debes respetar a los mayores”
4. ACONSEJAR,
PROPORCIONAR SOLUCIONES
O SUGERENCIAS
Cuando se dice cómo resolver un problema
dándole un consejo o una sugerencia,
suministrando respuestas o soluciones:

“¿Por qué no le dices a Laura y a Pepe que vengan


a jugar?”
“Espera un par de años antes de decidir acerca de
la universidad”
“te sugiero que hables de ello con tus profesores”
“Juega con otras niñas”
5. CONFERENCIAS, ENSEÑAR,
DAR ARGUMENTOS LÓGICOS
Cuando se trata de influir mediante hechos, lógica,
contraargumentos, información o sus opiniones propias.

“La universidad puede ser la experiencia más maravillosa de tu


vida”
“Los niños deben aprender a convivir con otros”
“Analicemos los hechos de los graduados universitarios”
“Si los niños aprenden a ser responsables dentro de su casa
después serán adultos responsables”
“Velo de este modo: tu madre necesita ayuda”
“Cuando yo tenía tu edad, tenía que hacer el doble de cosas
que tú haces”.
6. JUZGAR, CRITICAR, CULPAR,
ESTAR EN DESACUERDO
Cuando se hace un juicio negativo:

“No estás pensando con claridad”


“Ese es un punto de vista inmaduro”
“Estás completamente equivocado”
“no podía estar más en desacuerdo contigo”
7. RECOMPENSA. ESTAR DE
ACUERDO
Cuando se ofrece una evaluación o juicio
positivo:

“Creo que eres bonita”


“Tienes la habilidad de hacer bien las cosas”
“Crees que tienes razón”
“Estoy de acuerdo contigo”

Todo esto para darle por su lado


8. PONER APODOS,
RIDICULIZAR, AVERGONZAR
Cuando se hace que la persona se sienta
tonto, encerrándolo en una categoría,
avergonzándolo.

“Eres un mocoso malcriado”


“Si como no, Señor Don Listo”
“Te estás comportando como un bebito”
“Está bien, pareces un salvaje”
9. INTERPRETAR, ANALIZAR,
DIAGNOSTICAR
Cuando se le dice a la persona sus motivos o
cuando se analiza la razón por la que dice o
hace algo, comunicándosele que le ha
analizado o diagnosticado:

“Estás celosa de María”


“Dices eso para molestarme”
“En realidad, tú no crees eso”
“Te sientes así porque no estás haciendo bien las
cosas en el colegio”
10. REAFIRMAR, SIMPATIZAR,
CONSOLAR, APOYAR
Cuando se trata de lograr que la persona se sienta
mejor desviando el contacto o al evitar de que sus
sentimientos emanen, negando la fuerza de los
mismos:

“Mañana pensarás de otra forma”


“Todos los chicos pasan por esto alguna vez”
“No te preocupes, las cosas mejorarán”
“Con tu inteligencia podrás ser buen estudiante”
“Yo también pensaba así”
“Lo sé, algunas veces la escuela es bastante aburrida”
11. PROBAR, PREGUNTAR,
INTERROGAR
Cuando se trata de encontrar razones,
motivos, causas, buscando más información
para ayudar a resolver el problema:

“¿Cuándo empezaste a sentirte así?


“¿Por qué crees que odias la escuela?”
“¿Siempre te dicen los chicos por que no
quieren jugar contigo?”
“¿Quién te metió esa idea en la cabeza?”
“¿Qué harías en lugar de ir a la universidad?”
12. APARTAR, DISTRAER,
HUMORIZAR, ENTRETENER
Cuando se trata de alejar del problema,
apartándose usted mismo del problema,
distrayendo, haciendo bromas sobre este,
poniendo a un lado el problema:

“Olvídalo”
“No hablemos de eso en la mesa”
“Vamos, hablemos de lago más agradable”
“¿Por qué no quemas la escuela?”
“Hemos pasado por esto antes”
DESCUBRIR Y DECIR LA
VERDAD
PAUSA Y REFLEXIÓN
• Trae de nuevo a tu mente la situación en la que
pensaste mientras hacías el ejercicio de completar
frases. Reflexiona sobre las siguientes preguntas:
• Esta situación, ¿me ayuda a crecer?
• ¿Logro mantener el sentido de mi propia valía o esta
situación me hunde?
• ¿Recibo de los demás el apoyo suficiente para
sentirme una persona fuerte y amada’
• ¿Tengo un límite de tiempo o comportamiento con
respecto a los que consiento en aceptar?

• Si estás en una situación difícil o arriesgada, y sientes


que no creces y que te “hunde”, busca a alguna
persona o grupo de apoyo para que te ayude a ganar
perspectiva y fortaleza.
PERDONAR ES UN
PROCESO
PERDONAR ES UN PROCESO
• El perdón no se da en un abrir y cerrar de ojos, sobre
todo si uno ha permanecido atorado en el rencor
demasiado tiempo.
• Perdonar es un camino, un proceso que nos pide
cambiar constantemente.
• Como proceso hay distintas etapas que se recorren,
Cuando ha habido una herida muy honda, por
ejemplo, un abuso sexual o un divorcio, las personas
suelen atravesar fases como la de la negación, el
dolor, la rabia, la aceptación el perdón y el
aprendizaje.
• Es importante no saltar etapas sino recorrer una por
una a su tiempo.
LAS CINDO ETAPAS DEL
PERDÓN
• Los Hermanos Linn en su libro: “No perdones
demasiado pronto” nos relatan que hace más de 25
años la doctora Elisabeth Kübler-Ross descubrió que
sus pacientes terminales pasaban típicamente, por 5
etapas de dolor:

negación, (en realidad no estoy enfermo),


ira (el doctor tiene la culpa),
regateo (Dios, si me dejas vivir no vuelvo a fumar),
depresión (¿por qué no me revisé antes?) y
aceptación (en verdad voy a morir y puedo aceptarlo).
LAS CINCO ETAPAS DEL
PERDÓN
• Nosotros descubrimos que, como cada herida es
como es como una pequeña muerte, pasamos por
esas mismas etapas de Kübler-Ross al proceso
de salir de una herida:
Negación (pues en realidad no me molestó),
Ira (es culpa de ellos),
Regateo (los perdonaré si me ofrecen disculpas),
Depresión (es mi culpa), y
Aceptación (no estoy feliz por lo que pasó pero
estoy feliz por los dones que trajo consigo).
CINCO ETAPAS
ETAPA EN LA AGONÍA EN EL PERDÓN
NEGACIÓN Nunca voy a aceptar No acepto que estoy
que me estoy herido
muriendo
IRA Es culpa de ellos Es culpa de ellos
que me esté que esté herido
muriendo
REGATEO Impongo Impongo
condiciones que condiciones que
deberán cumplirse deberán cumplirse
antes de que me antes de que está
muera listo a perdonar
DEPRESIÓN Es mi culpa que me Es mi culpa que
esté muriendo esté herido

ACEPTACIÓN Espero la muerte, Espero crecer a


que me liberará del partir de la herida
dolor que es la
agonía
PERDÓNALE

Pide ayuda al Espíritu Santo


Examina honestamente tu conciencia
Reconoce una herida que necesita sanar
Decídete a perdonar
Ora por ti
No pienses mal
PERDONÁNDOLE

Ábrete a la comprensión
No te desquites
Devuelve bien por mal
Ora por la persona que te lastimó
Lucha por olvidar la ofensa
Empieza todo el proceso cuantas veces
haga falta
LAS DOCE ETAPAS DEL
PERDÓN AUTÉNTICO

1. No vengarse y hacer que cesen los


gestos ofensivos.
2. Reconocer la herida y la propia pobreza.
3. Compartir la herida con alguien
4. Identificar la pérdida para hacer el duelo.
5. Aceptar la cólera y el deseo de
venganza.
6. Perdonarse a sí mismo.
LAS DOCE ETPAS DEL PERDÓN
AUTÉNTICO

7. Comprender al ofensor.
8. Encontrarle un sentido a la ofensa.
9. Saberse digno de perdón y ya perdonado.
10. Dejar de obstinarse en perdonar.
11. Decidir acabar con la relación o
renovarla.
12. Celebrar el perdón.
LA DECISIÓN DE NO VENGARSE
• La venganza es un movimiento instintivo que
se experimenta después de una ofensa
inmerecida.
• La sed de venganza es mala consejera.
• La venganza enfoca tu atención y tu energía
hacia el pasado. Te impide gozar de la paz y
la tranquilidad necesarias para la curación de
tu herida y su cicatrización.
• Nos gozamos en la idea de que el otro pague
por lo que nos hizo, pero este gozo es
pasajero y deja una terrible cruda moral.
LA DECISIÓN DE NO VENGARSE
• La venganza puede producir en quien la practica, la
momentánea satisfacción de haberse desquitado de lo
que le hicieron, pero a la larga solo conduce a una
nueva ola de violencia, de resentimiento, y de más
deseos de venganza. Esto no tiene fin. Como
cristianos estamos llamados a vivir:

• “Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien


ante todos… es lo posible y en cuanto a ustedes
dependa, en paz con todos… no tomando la justicia
por su cuenta… pues dice la Escritura… “yo daré el
pago merecido, dice el Señor…” Rom. 12, 17-19
CON LA VENGANZA SE BUSCA
• Hacerlo sentir mal
• Hacerlo quedar mal

• Para destrabar la venganza se necesita


hacer que cesen los gestos ofensivos,
supone respetarse sin atacar al ofensor,
no ofender.
• ¿Cómo hacerlo, o pensar siquiera en
hacerlo, cuando se está sometido a una
violencia constante?
HACER QUE CESEN LOS
GESTOS OFENSIVOS
• Ghandi, el gran apóstol de la no violencia, no pensaba
de otro modo cuando decía: “Si sólo se pudiera optar
entre la violencia y la cobardía, no vacilaría en
aconsejar la violencia”.
• Afortunadamente existen otras opciones para poner
fin a la injusticia, por ejemplo:
- Recurrir a la justicia para protegerse, para denunciar.
- Cuando se te quiere despojar de tus bienes, de tus
hijos por un procedimiento de divorcio, ¿cómo se
puede perdonar? Primero se debe de llevar el
proceso con la mayor honestidad posible y sólo
después de eso se pueden consagrar sus energías a
perdonar a la otra persona.
PARA ANALIZAR LA SITUACIÓN
DE VÍCTIMA
• El perdón es imposible mientras se permita al ofensor
perpetuar los gestos ofensivos.
• ¿Qué haces en las situaciones en que eres víctima de
las maniobras ajenas?
- Intentas olvidar
- Dejas que la situación se pudra
- Te dices que no hay nada que hacer
- Temes las reacciones del ofensor si le pidieras que
abandonara sus comportamientos destructivos.
- Dejas crecer el resentimiento
- Esperas el momento de vengarte
- Tienes miedo de estallar y ser injusto.
PARA ANALIZAR LA SITUACIÓN
DE LA VÍCTIMA
• ¿Cómo piensas intervenir de modo eficaz
sin caer en la venganza?
• ¿Con quien podrías hablar de la situación
para atenuar tu temor y tu agresividad a
fin de encontrar la estrategia de
intervención más apropiada y eficaz?
• ¿Cómo quieres interpelar a tu opresor?
2. RECONOCER LA HERIDA Y LA
PROPIA POBREZA
• Si después de sufrir una ofensa, no
reconoces y confiesas tu sufrimiento, te
expones a no llegar jamás al perdón
auténtico.

• Nunca lograrás perdonar si sigues


negando que has sido ofendido y herido y
que, al mismo tiempo, ha quedado al
descubierto tu pobreza interior.
RESISTENCIAS
• Cognitivas: negación, minimizar, maximizar, etiquetar,
argumentar, justificar, excusar, borrar un conflicto con
un perdón rápido y superficial.
• Emotivas: La vergüenza que es la sensación de que
el yo profundo está al descubierto y expuesto a plena
luz; descubre hasta qué punto uno es vulnerable,
impotente, incompetente, inadecuado y dependiente.
Dice: “Soy malo y no valgo nada. Tengo miedo de que
me rechacen”
• La culpa que surge de haber violado una ley o un
principio moral que representa la realización de un
ideal personal o social. Dice: “he hecho mal, soy
culpable y me siento culpable”
LA CULPA
• La culpa sana es la que lleva a hacerse responsable
de los propios actos, a dejar el pasado y a sentirse
digno como persona.
• La culpa insana roba el gozo, pues es la persona
reprobándose a sí misma. Ha recibido varios
nombres: narcicismo, la vergüenza o personalidad
propensa al estrés, la codependencia.
• La culpa merecida es aquella que se experimenta
como consecuencia de las propias decisiones y
conductas. Se acepta la responsabilidad y sus
consecuencias. Ayuda a la madurez
• La culpa inmerecida es aquella que se experimenta
por presión de los demás y que no tiene que ver
directamente con la propia conducta. La persona débil
la admite y la carga.
INDICADORES DE CULPA SANA
• Cuando uno es más consciente
• Cuando duele por haber hecho daño a otros.
• Cuando va acompañado por un pensamiento más
desarrollado.
• Cuando no es ni muy espontáneo ni muy
cultivado.
• Cuando incita a hacer algo bueno,
• Cuando ayuda a pisar suelo.
• Cuando invita a perdonar y perdonarnos
• Cuando facilita la empatía
• Cuando no enloquece
INDICADORES DE CULPA
INSANA
• Ser demasiado responsable
• Preocuparse en serio
• Ser un ayudador compulsivo
• Disculpar continuamente
• Culparse constantemente
• Preocuparse por lo que las otras personas
piensen de uno
• Pensar que no se es tan bueno como la
gente considera
• No darse tiempo para si
INDICADORES DE CULPA
INSANA
• Preocuparse de que otros sean mejores que uno
• Debo y debería son las palabras favoritas
• No se puede soportar la crítica
• Se es un perfeccionista
• Preocupa el ser egoísta
• Disgusta el pedir ayuda
• No se pueden aceptar cumplidos
• A veces preocupa ser castigado por los pecados
• No puede decir que no
LA VERGÜENZA
• Es importante reconocer el profundo sentimiento
de vergüenza que sigue a la ofensa para poder
aceptarlo, relativizarlo, digerirlo e integrarlo.
• Se esconde y no se deja descubrir fácilmente, se
disimula bajo las máscaras de la cólera, el deseo
de poder, el fariseísmo moral, el complejo de
víctima eterna y el perfeccionismo, todo con tal de
que no se descubra la vulnerabilidad o debilidad.
• Se camufla detrás de sentimientos de ansiedad y
de culpabilidad. Las gente prefiere sentirse
culpable antes que avergonzada e impotente.
3. COMPARTIR LA HERIDA CON
ALGUIEN
- Uno de los aspectos más insoportables de la
herida es la sensación de ser la única persona en
el mundo que soporta esa carga.
- Cuando cuentas tus historia a alguien que acepta
representar el papel de confidente, ya no estás
solo; hay otra persona compartiendo no sólo tu
secreto sino también el peso de tu sufrimiento.
- El hecho de confiarte a otro te hará revivir con
más calma el acontecimiento ofensivo y te vendrá
bien para que tomes conciencia de emociones
que aún están a flor de piel. Revivirás tu drama
pero en un contexto más sereno; adquirirás mayor
seguridad y cambiará tu percepción de la ofensa;
te parecerá menos amenazadora y más
soportable.
COMPARTIR LA OFENSA CON
EL OFENSOR
• James Sullivan, psicólogo clínico de gran experiencia,
afirma que el éxito del perdón emocional depende de tres
condiciones esenciales: que el ofensor reconozca su falta,
expresar su pesar y decida no reincidir.
• Hay un viejo adagio que dice: “La falta confesada está
medio perdonada”
• Algunas veces no se podrá hablar con el ofensor pero
podrá haber alguien que represente ese papel; otras
veces podemos utilizar el lenguaje silencioso del corazón;
otros escriben cartas sin echarlas al correo o dialogar con
una silla imaginando que el ofensor está sentado en ella.
• El último recurso es encomendarle a Dios como dice un
proverbio judío: “Si tu ofensor no quiere enmendarse,
confíale a la justicia divina”. Oraciones como estás
ayudarán:
ORACIONES
“Dios mío, en mi impotencia, confío a….
Tu inmensa misericordia, para que
transformes en bien el mal que me ha
hecho y así se cumpla tu voluntad.”

“Dios mío, perdónale no sabe lo que ha


hecho”
PARA COMPARTIR LA HERIDA
• De todos los medios de compartir recomendados
busca el más conveniente para tu propio proceso de
perdón.

- Hablar con tu ofensor después de haber preparado tu


intervención del modo siguiente: decidir comunicarle
lo que sientes, con la ayuda de mensajes en primera
persona, escuchar su versión y llegar al fondo de la
cuestión.
- -Encontrar a alguien que sepa escuchar sin juzgarte.
- Practicar el “lenguaje del corazón” en la situaciones
difíciles.
- Encomendar a tu ofensor a Dios en la oración.
4. IDENTIFICAR LA PÉRDIDA
PARA HACER EL DUELO
• Esta etapa consiste en hacer un inventario preciso de
las pérdidas causadas por la ofensa. Esta toma de
conciencia te ayudará a hacer el duelo, porque, si no
haces el duelo de lo que has pedido, no sabrás
perdonar de verdad.

• El psicólogo Martin Saligman sostiene que ofende


más la propia interpretación de un suceso enojoso
que el suceso en sí. En su opinión, quien se considera
causa total, única y permanente de un acontecimiento
desgraciado se condena a subestimarse y, al mismo
tiempo, a no ser capaz de reaccionar.
• Necesitamos escuchar el diálogo interior que
mantiene en prejuicio propio, un individuo en esta
situación para explicarse sus contrariedades.
Tiene tendencia a culparse de modo total y
radical, como si fuera un defecto congénito. Por
ejemplo: “Siempre he sido un torpe y un inútil”, se
dice de la siguiente manera: “He cometido un
error, que en definitiva, es reparable”.
• En segundo lugar se atribuye la responsabilidad
de la falta: “Soy el único responsable de mi
desgracia”. Piensa en lugar de darse cuenta de
que no es el único responsable de la situación y
de que hay otros actores implicados en el suceso.
• Finalmente, se ve como una víctima perpetua del
destino. “Siempre me pasa a mí”, se lamenta, en
lugar de decirse: “Es efecto de una coyuntura
pasajera”.
PARA DEJAR DE CULPARSE
Regodearse en la situación de víctima sólo sirve para minar las
energías. La “autoflagelación” es siempre mala consejera e
impide progresar por el camino del perdón. Para salir de ese
marasmo, propongo los siguientes ejercicios:

Pregúntate que parte de ti se ha visto afectada. ¿Qué has


perdido? ¿En qué valores te has sentido afectado o engañado?
¿Qué expectativas o qué sueños se han visto súbitamente
aniquilados?

He aquí algunos de los valores que han podido sufrir daños: tu


autoestima, tu reputación, tu confianza en ti mismo, tu fe en el
otro, tu apego a tus familiares, tu ideal, tu sueño de felicidad, tus
bienes físicos, tu salud, tu belleza, tu imagen social, tus
expectativas frente a la autoridad, tu necesidad de discreción
respecto a tus secretos, tu admiración por los que amas, tu
honestidad…
PARA DEJAR DE CULPARSE
Después de haber puesto al descubierto y nombrado
tu pérdida, toma conciencia de que no se ha visto
afectado todo tu ser, sino sólo una parte de ti. Te
resultará beneficioso repetir: “no se ha visto afectado
todo mi ser, sino sólo mi reputación”.
Una persona que había sido víctima de violación
afirmaba: “He sido violada pero no envilecida”; en
otras palabras; “La esencia de mi ser sigue sana e
íntegra; a pesar de la violación, no he perdido mi
capacidad de sanar.
En el lenguaje no es lo mismo incluso utilizar los
verbos “haber” y “tener” que los verbos “ser” o “estar”.
SANAR LAS HERIDAS DE LA
INFANCIA
• Cuando una persona es concebida, de ordinario nace
bien equipada con lo que necesita.
• Pero puede suceder algo en el período de gestación,
en el momento del nacimiento o en los primeros
momentos de contacto con el mundo exterior, que le
deje marcada para toda su vida.
• Desde el nacimiento hasta los 7 años, la persona es
muy susceptible a quedar marcada por las heridas
puesto que no se puede defender aún.
• Después de los 7 años está la protección de los
propios mecanismos de defensa, salvo en el área
sexual, en la que se es muy vulnerable hasta la
adolescencia.
• Entre las principales necesidades están la de ser
amado y reconocido.
UN ADULTO HERIDO PODRÍA
DECIR:
1. No me reconocieron en mi identidad.
2. No me sentí amado.
3. Me abandonaron, no me atendieron, no
tuvieron suficiente tiempo para mí.
4. No me reconocieron en mí necesidad de ser
tocado adecuadamente.
5. No me creyeron
6. No apostaron por mí. Me creían tonto y me
ignoraron o me sobreprotegieron.
7. Me compararon
8. No me dieron un rol
9. No tuve seguridad
MIEDOS y COMPULSIONES
• A que me condenen Por perfeccionismo
• A que no me quieran Por servicio
• Al fracaso Por logro de
éxito
• A que me igualen Por ser diferente
• Al vacío, sentirme solo Ávido de
conocimiento
• A que me abandonen Por la norma
• Al dolor Por el placer
• A la debilidad, ternura Por el poder
• Al conflicto Por la armonía
SANANDO AL NIÑO
INTERIOR
5. ACEPTAR LA CÓLERA y
EL DESEO DE VENGANZA
• La cólera no es socialmente aceptable, y hemos
aprendido a rechazarla. La cólera contiene
elementos positivos, es una reacción normal a un
hecho que hiere. Ahora bien, si una persona
rechaza su propia cólera, una de dos: o bien se la
proyecta a otro, o bien se dirige contra sí misma,
auto-acusándose.
• En estas circunstancias, conviene encontrar
formas sanas de expresar la propia cólera, a
saber: hacer deporte, ejercicios físicos, describir la
cólera por escrito y después quemar el papel,
golpear un costal de box, tirar piedras, gritar
fuerte, etc. Todo con la consideración de no
dañarse nunca físicamente. Con frecuencia, bajo
la cólera se esconde la tristeza.
6. PERDONARSE A SÍ MISMO
• Éste es un punto decisivo en el proceso de perdón.
EN el momento de la ofensa se rompe la armonía
interior.
• Con mucha frecuencia una persona tiene dificultades
para perdonarse a sí misma por haber tenido
necesidad del oto, por haberse mostrado vulnerable,
por no haber sabido qué hacer, qué decir…

• Entonces se acusa, se juzga, se menosprecia por sus


debilidades, Gracias al recurso del Yo profundo, la
instancia espiritual que le profesa un amor
incondicional, encontrará compasión, comprensión y
tolerancia. Y finalmente, el amor a sí misma.
6. PERDONARSE A SÍ MISMO
• Se pueden identificar tres fuentes básicas de
desprecio a sí mismo:
1. La decepción por no haber estado a la
altura del ideal soñado.
2. Los mensajes negativos recibidos de los
padres y de las personas importantes para
uno.
3. Los ataques de la sombra personal,
formada en gran parte por el potencial
humano y espiritual reprimido y, por tanto,
no desarrollado.
PERDONARNOS A NOSOTROS
MISMOS ES:
1. Reconocer la verdad;
2. Asumir la responsabilidad de lo que hemos hecho.
3. Aprender de la experiencia, reconociendo los
sentimientos más profundos que motivaron a ese
comportamiento y los pensamientos que hacen que nos
sintamos culpables y continuemos juzgándonos.
4. Abrirnos el corazón a nosotros mismos y escuchar
compasivamente los temores y las peticiones de ayuda
y valoración que hay en el interior.
5. Cicatrizar las heridas emocionales poniéndonos del lado
del Yo y afirmando nuestra inocencia fundamental.
Puede que seamos culpables de un comportamiento
determinado pero nuestro Yo esencial es siempre
inocente y digno de amor. Es bueno decir mil veces: “Sé
amable contigo”
AFIRMACIONES PARA SANAR
LA RELACIÓN CON TU
CUERPO
COMPASIÓN POR SÍ MISMO
“Quiero perdonarme por buscar la estrella inaccesible,
ser frágil, avergonzarme de mi dolor,
acusarme de mi desdicha,
mantener el deseo de una perfección inalcanzable,
haberme hecho cómplice de mi perseguidor,
haber prescindido de mi corazón,
haber rumiado acusaciones que me herían,
no haber sido capaz de preverlo todo,
odiarme sin compasión,
sentirme capaz de perdonar a los demás.
En suma, quiero perdonarme por ser humano”.
7. COMPRENDER AL OFENSOR
• Gracias a la realización de este trabajo emocional,
una persona herida estará en condiciones de adoptar
una cierta distancia con respecto a la ofensa sufrida,
interesarse por la historia del ofensor y tratar de
comprenderlo y no condenarlo.
• Si logra distinguir el acto de la persona, hará salir al
ofensor del encerramiento en que lo había situado. Se
dedicará a discernir sobre la intención positiva que se
oculta detrás de la ofensa, a la vez que aceptará que
no puede comprenderlo todo. Por ejemplo: un suicida
tenía la intención de dejar de sufrir, un padre violento,
controlar a su hijo, un joven ladrón, probar su valor
frente a los amigos, un niño rebelde, demostrar su
poder sobre sus educadores.
COMPRENDER AL OFENSOR
• Tal vez incluso descubra en el ofensor ciertos
valores y el reconocimiento de su dignidad y de
verdad decida cambiar y mejorar.

• Perdonar es en definitiva, no un gesto de olvido,


sino un gesto de confianza en el otro; confianza a
través de un cierto sufrimiento, lo que sólo es
posible con la ayuda de Dios
Philippe Madre

• El perdón lleva a suspender todo juicio sobre el


ofensor y a descubrir el verdadero Yo, que es
creador y un destello de divinidad.
Joan Borysenko
8. ENCONTRAR UN SENTIDO A
LA OFENSA
• Creer que la herida es un factor de crecimiento y que
puede llevar a hacerse las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que aprendo de la ofensa sufrida?
¿Tengo un nuevo conocimiento de mí mismo?
¿En qué me he hecho más humano?
¿Qué limitaciones o fragilidades de mi ser se han
manifestado?
¿Me he hecho más maduro?
¿Qué recursos o fuerzas de vida he descubierto?
¿Van a cambiar mis relaciones con los demás y con
Dios?
• Las respuestas a estas preguntas reducirán en gran
medida la confusión interior que me habrá ocasionado
la ofensa.
9. SABERSE DIGNO DE PERDÓN
Y YA PERDONADO
• He aquí el desafío al que hay que dar respuesta:
aceptar recibir el perdón del Yo profundo y permitir
que desaparezcan las resistencias a dejarse amar
con un Amor incondicional.
• Esta etapa depende una experiencia fundamental
y fundante: la de dejarse amar y aceptar el perdón
de los demás y del propio Dios.
• La persona jamás podrá ya perder de vista esta
fuente de Amor infinito, a la que podrá acudir
continuamente.
• Sólo quien ha tenido la experiencia del perdón
puede realmente perdonar.
AMOR EFECTIVO
“Cuando la satisfacción, seguridad y desarrollo de
otra persona se convierte en algo tan significativo
para ti como tu propia satisfacción, seguridad y
desarrollo, entonces existe el amor.”

En la práctica, el amor implica que yo estoy


preparado y dispuesto a sacrificar mi propia
conveniencia, a invertir mi propio tiempo y aun a
arriesgar mi propia seguridad para promover tu
satisfacción, seguridad y desarrollo.
AMOR INCONDICIONAL
• Debe ser interpretado como un ideal, una
meta a la cual aspira el verdadero amor,
peo que desde el punto de vista realista
no está al alcance humano ni se puede
lograr. En cierto grado, todos estamos
lastimados, limitados por los latidos de
nuestras propias necesidades y
sufrimientos, Sólo una persona totalmente
libre, sin cicatrices, podría dar
continuadamente amor incondicional. Esta
AMOR GENUINO
• Dos soledades que se protegen, se tocan y
se saludan una a la otra.
• Estas personas están dispuestas a encontrar
la realidad aún más bella de la persona.
• Están dispuestas a reconocer y respetar la
diferencia que hay en una y en la otra.
• Cada una valora y trata de fomentar la visión
interior y el misterioso destino de la otra.
• Cada una considera que es un privilegio
ayudar en el crecimiento y realización de la
visión y destino de la otra.
AMOR A OTRO

1. El amor estima y afirma el valor


incondicional y único del ser amado.
2. El amor reconoce y trata de satisfacer las
necesidades del ser amado.
3. El amor perdona y olvida los errores y
fallas del ser amado.
AMOR A UNO MISMO

“Cualquier cosa que estemos dispuesto a


hacer por nuestro prójimo, también
estaríamos dispuestos, antes, a hacerla
por nosotros mismo”
LAS LETANÍAS DEL AMOR
• Adopta una postura relajada y aparta de ti
toda distracción. Empieza a recitarte la
letanía de las personas, los animales, las
plantas y los objetos que te quieren. Por
ejemplo: Juan me quiere, mi madre me
quiere, Dios me quiere, mi amigo Arturo me
quiere, mi perro me quiere, el sol me quiere,
la brisa me quiere, mi cuadro me quiere…
Hazlo con decisión, sin preocuparte por el
grado o la calidad del amor. Lo importante es
que tomes conciencia de las múltiples formas
de amor que te rodean.
SABOREA EL PERDÓN
Con objeto de sentirte digno de perdón y perdonado,
haz una lista de personas que te han perdonado tus
errores, tus debilidades, tus debilidades, tus defectos
y tus faltas. Una vez terminada la lista, tómate tiempo
para volver sobre cada uno de los perdones recibidos,
Saboréalos uno a uno. Déjate invadir por el
sentimiento de tu valía e ignora otros sentimientos que
tiendan a empequeñecerla.

Tómate tiempo para meditar estas palabras de 1Juan


3, 19-20: “Ante él tendremos la conciencia tranquila.
Pues, aunque la conciencia nos acuse, Dios es más
grande que nuestro corazón y lo sabe todo”
10. DEJARSE DE OBSTINAR EN
QUERER PERDONAR
• Querer perdonar a base de voluntarismo
impide abrirse a un perdón integral.
• No somos dueños de nuestro perdón,
porque éste exige tanta generosidad que
hay que remitirse a Otro para realizarlo.
Llegando a esta etapa, el perdonador
percibe de cerca sus límites personales,
los de su poder de perdonar, y tiene que
solicitar ayuda de una instancia superior,
como la de Dios.
ABRIRSE A LA GRACIA DE
PERDONAR
• Una vez librado de las falsas imágenes de
Dios:
• La de un dios toma y dada, un dios
justiciero, un dios castigador, un dios que
exige sacrificios, etc., al ofendido no el
queda sino abrirse a la presencia de un
Dios de amor y de misericordia y ponerse
bajo un ámbito de influencia para dejarse
transformar y animar por su gracia.
ORACIÓN DE LA
AFIRMACIÓN DEL PERDÓN
SANANDO NUESTRA IMAGEN
DE DIOS
• Quizá la manera más fácil de cambiar nuestra imagen de
Dios es intentando algo que sólo lleva un minuto:

1. Entrar en contacto con el amor de Dios en nuestro corazón.


2. Poner una sonrisa en nuestra cara que corresponda a ese
amor.
3. Sonreír a una persona que nos ama y permitirle que a su
vez nos sonría.
Acoger la sonrisa de alguien que nos ama es muy simple y
puede ser una de las cosas más curativas de nuestra vida.
La sonrisa de un amigo puede sanarnos si sabemos que
Dios nos ama, por lo menos tanto como la persona que
más nos ama.
11. DECIDIR PONER FIN A LA RELACIÓN
CON EL OFENSOR O RENOVARLA
• El perdón no implica necesariamente la idea de
una reconciliación. Hay situaciones en las que la
reconciliación con el ofensor es imposible o
imprudente.
• El perdonador puede contentarse con hacer en su
corazón este trabajo de reconciliación y adoptar
una actitud de benevolencia para con el ofensor.
• Para renovar su relación, el ofensor y el ofendido
deberán tener en cuenta su grado respectivo de
crecimiento y restablecer su relación sobre unas
bases nuevas.
ABRIRSE A LA GRA
PERDONAR
12. CELEBRAR EL PERDÓN
• Lo que no se celebra tiende a desvanecerse sin
dejar rastro.
• Después de revisar el camino recorrido, la
persona en cuestión está invitada a felicitarse, a
sentirse orgullosa de sí misma y celebrar su
crecimiento.
• Después de haberte examinado y atrevido a
reflexionar sobre cómo perdonar, tienes motivos
para estar orgulloso de ti.
¡Puedes felicitarte!
¡Puedes celebrarlo!
¡Has crecido en humanidad y en santidad!

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