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PROTOCOLO CUIDADOS DE ENFERMERIA EN EXTRAVASACION DE GLUCONATO DE CALCIO EN

RECIEN NACIDOS

OBJETIVO GENERAL Definir los cuidados de enfermería estandarizados que deben darse a los
pacientes que presentan extravasación por gluconato de calcio durante su estancia hospitalaria.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

• Brindar cuidados de enfermería y atención oportuna en las extravasaciones con gluconato de


calcio de los pacientes.

• Prevenir complicaciones en extravasaciones por gluconato de calcio en los pacientes durante su


estancia hospitalaria.

• Disminuir las posibles secuelas a corto, mediano y largo plazo en los pacientes que presentan
extravasación con gluconato de calcio.

ALCANCE Está dirigido a profesionales de enfermería que manejan infusiones o medicamentos de


alto riesgo. Aplica para recién nacidos que por su condición clínica requieran la administración
endovenosa de gluconato de calcio y por alguna eventualidad desarrollan complicaciones en el
manejo de la vía endovenosa.

RESPONSABILIDAD La responsabilidad de este protocolo está a cargo de la coordinación general de


enfermería de la Clínica Medical Duarte. La medición de la adherencia está a cargo de la
coordinación de enfermería de la unidad de cuidados intensivos neonatales de Clínica Medical
Duarte. La responsabilidad del cumplimiento de este protocolo está a cargo de los profesionales
de enfermería asistenciales de la unidad de cuidados intensivos neonatales.

DEFINICIONES

Extravasación: La extravasación del fármaco consiste en la salida de éste al espacio extravascular,


llegando a afectar a los tejidos adyacentes. La primera sospecha ante una extravasación se
produce cuando en la zona circundante al punto de punción se observan signos y síntomas como:
dolor, prurito, enrojecimiento, palidez, hinchazón y piel fría o caliente,Otros indicios puede ser la
disminución en el ritmo de la administración o la ausencia de retorno venoso a través del catéter

El daño causado por una extravasación depende del tipo de medicamento usado: • Formadores de
vesículas o vesicantes son medicamentos con el potencial de causar daño al tejido, con presencia
de necrosis y secuelas. Algunos ejemplos de ellos son gluconato de calcio, bicarbonato de sodio,
fenitoína, cefotaxima, potasio. • Los irritantes son medicamentos que causan irritación local al
tejido, pero no causan necrosis y por lo general sólo requiere observación del sitio. Vancomicina,
fenobarbital, medios de contraste.
Una vez que la extravasación ha ocurrido, el daño puede persistir por mucho tiempo e involucrar
piel, tejido, nervios, tendones y articulaciones. Si el tratamiento es tardío, desbridamiento
quirúrgico, injerto de piel e incluso la amputación.

Cuando se produce la extravasación, no hay forma de saber en qué casos se producirá daño
importante y en cuánto tiempo. Millán propone 4 estadios de las heridas por extravasación: los
estadios I y II deberían tratarse de forma conservadora y el III y IV, requieren valoración por el
servicio de cirugía quien definirá su manejo.

Estadios de Millán para tratamiento de extravasación intravenosa de sustancias

• Estadio I. Infiltración dolorosa, sin eritema.

• Estadio II. Herida eritematosa, con induración leve, pero buen pulso.

• Estadio III. Marcada induración y eritema, piel fría, blanquecina, aunque buen pulso.

• Estadio IV. No hay pulso o está disminuido, o necrosis

Tratamiento según el estadio:

• estadio I (tratamiento conservador): valoración de la misma zona extravasada e ir observando


cómo evoluciona. Las lesiones por sustancias ácidas delimitan su extensión y al retirar el agente
causal no van a extenderse en superficie ni en profundidad. Si es grande la extensión de la
extravasación, este método no sería el más adecuado por el riesgo de inestabilidad sistémica. Sin
embargo, para pequeñas extravasaciones detectadas en las primeras fases sí sería una opción
acompañada de la cura con apósitos o aplicación de frío local 3 o 4 veces al día.

• estadio II: En las primeras 24 horas tras la detección de la extravasación A. Irrigación de


soluciones salina normal (SF 0,9%): para la dilución de la sustancia infiltrada en la piel y posterior
aspiración antes de una hora. En este método se habla de instilación en el tejido subcutáneo con
posterior aspiración de su contenido (para ello si no hemos retirado el catéter extravasado
podemos retirarlo un poco e infundir el SF para diluir). Si hemos retirado el catéter, debemos
puncionar un catéter (24 G) que llegue a la zona donde se encuentra la extravasación e infundir el
SF, a una velocidad no superior a 2 mL/min. Tras dejarlo 45 minutos, entonces se llevaría a cabo la
aspiración del tóxico diluido junto con el SF instilado. Esta intervención, para que sea más efectiva
se ha de hacer como máximo durante la primera hora tras el episodio.
• Tratamiento con apósitos (estadios I y II). A. Aplicación de hidrogel amorfo más un apósito con
capacidad de absorción del exudado: Los cambios de apósitos se realizarían entre 24 y 48 horas,
siempre en vigilancia intensiva. Este método puede ser usado en lesiones con solución de
continuidad y sin signos de infección que hayan sido un estadio II, III y IV. Es una cura
conservadora suficiente para la cicatrización de la herida mediante el desbridamiento autolítico
del tejido necrótico o desvitalizado. Además facilita un ambiente térmico y húmedo adecuado
para la cicatrización. Para evitar la maceración de los bordes de la lesión también debemos aplicar
productos barreras (películas protectoras) según el caso

B. Aplicación de un apósito de poliuretano con base de silicona o apósito hidrocoloide extrafino:


En las lesiones estadio I serían una opción para valorar siempre que permitan la retirada a
traumática o sean transparentes para poder valorar la progresión de la lesión. Esta opción se
usaría en casos donde no sabemos cuánto tiempo estuvo extravasada la zona por ejemplo y ya no
podamos instaurar el protocolo de Gault por ejemplo.

• Tratamiento estadio III y IV: según valoración de especialista en cirugía y los que el mismo
considere necesarios. Se recalca acerca de los buenos resultados que tienen las heridas por
extravasación cuando no se ha instaurado la necrosis si se actúa sobre ellas mediante el aspirado y
lavado con suero salino de una forma precoz, poco agresiva y técnicamente sencilla. También la
cobertura del defecto cutáneo una vez desbridada la necrosis, con dermis artificial, método
innovador, fácilmente aplicable y con evidentes mejores resultados que los injertos cutáneos
colocados directamente sobre el tejido necrótico.

Recomendaciones generales para la prevención de extravasación

En la prevención de la extravasación de fluidos y medicamentos se recomienda fijar


adecuadamente los catéteres venosos, evaluar el tipo de solución, PH, osmolaridad, volumen de
infusión estimado y condición de la vena. Además si se utilizan adhesivos trasparentes se pueden
vigilar los primeros signos de extravasación más tempranamente.

Evitar cubrir el lugar de punción con sistemas oclusivos; usar adhesivos estériles transparentes. •
Permeabilizar los accesos venoso previo al inicio de una infusión. • Los medicamentos irritantes
deben ser diluidos tanto como sea posible. • La presión de infusión dada por la bomba de infusión
continua debe ser lo más baja posible. • Evitar la administración de medicamentos en bolo. •
Supervisar constantemente al paciente y el sitio de punción. • Ante la sospecha de extravasación,
detener la infusión. • Formar al personal de enfermería en el manejo de las bombas de infusión
continua y los signos de extravasación.

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