Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
REVISTA ONLINE
SUSCRIBASE
PUBLICIDAD
NOTICIAS
o Ciencia Y Técnica
o Climatizacion Sustentable
o Curso Básico De Refrigeración Y Aire Acondicionado
o Informacion Institucional
o Noticias
o Productos Y Empresas
INICIO
Síntesis.
Las consecuencias negativas que provocan los sistemas de refrigeración sobre el medio
ambiente son la disminución en la capa de ozono estratosférica y la contribución al efecto
invernadero, ya sea en forma directa por los refrigerantes presentes en la atmósfera, o en
forma indirecta por la contaminación provocada por la generación de la energía consumida.
Finalmente veremos algunas alternativas para reducir este impacto de los sistemas
refrigerantes sobre el medio ambiente.
UTILIZACION DE LA REFRIGERACION
El comercio internacional de alimentos perecederos mueve una cifra del orden de 47,3
millones de toneladas por año, representando esto un 10,4 % de la producción total de estos
productos, que según la F.A.O. asciende a 456 millones de toneladas. Este transporte
internacional se hace principalmente por barco, ya que de esta forma se mueven 28,8
millones de toneladas ( 61 % ). Por tierra se transportan 16,3 millones ( 34 % ) y por aire 2,2
millones ( 5 % ).
Para magnificar lo dicho hasta aquí, podemos observar algunos datos estadísticos a nivel
mundial que ponen esto de manifiesto :
NECESIDADES DE ENERGIA
El mundo actual consume una gran cantidad de energía, ya que la tecnología ha logrado que
cada ser humano, en promedio, disponga de 50 kWh por día pero hay enormes diferencias
entre la energía que disponen los habitantes de los países ricos y los países pobres, y a su
vez entre los distintos estratos sociales de la población.
Esta demanda energética solo se podrá satisfacer recurriendo a nuevas fuentes de energía,
ya que las tradicionales difícilmente puedan ser suficientes. Asimismo el impacto sobre el
medio ambiente de la utilización de esta enorme cantidad de energía es difícil de predecir,
pero sin duda será muy grande. Por lo tanto el mundo tecnológico actual se enfrenta a un
gran desafío, que será el poder disponer de estas cantidades de energía y a su vez lograr una
protección del medio ambiente adecuada, y en ambos objetivos el ahorro energético debido
a una mayor eficiencia tecnológica cumple un papel fundamental.
Desde el punto de vista de la ecología, todos los procesos de eficiencia energética son
positivos, puesto que un proceso mas eficaz permitirá una menor emisión de contaminantes
y una reducción de cualquier otro impacto negativo. Asimismo si la fuente primaria de
energía es un recurso no renovable, un proceso con mejores rendimientos permitirá
disminuir el consumo de este recurso y extender la duración de las reservas.
Sector Residencial.
Sector Comercial.
La fuente de origen de la energía utilizada en más del 80% son combustibles como los
hidrocarburos y el carbón, por lo tanto en la combustión de estos para utilizarlos en forma
directa o al transformarlo en otro tipo de energía se están emitiendo contaminantes y
generando calor, que en gran medida no se aprovecha. La reducción de contaminantes tiene
fundamental importancia por su impacto ecológico. Con técnicas desarrolladas se puede
reducir la emisión de NOx y SOx, pero las emisiones de CO2 continúan deteriorando la
atmósfera del planeta, siendo este el principal responsable del efecto invernadero.
Los refrigerantes del tipo CFC, y también los HCFC, en menor medida, han sido hallados
como los responsables del deterioro que ha sufrido en los últimos años la capa de ozono, y
por ese motivo se deberán eliminar en un futuro proximo.
El primer grupo a ser tenido en cuenta para su prohibición son los CFCs dado el mayor
potencial destructor de ozono debido a su mayor estabilidad. El Protocolo de Montreal, y
sus sucesivas enmiendas, fija el 1º de enero de 1996 como la fecha en que debe cesar la
producción total de CFCs ( R 11, R12 , R 502 entre otros ) para los países desarrollados. Para
los países cuyos consumos per capita sea inferior a los 300 g/año se otorga un plazo de
gracia de 10 años.
En cuanto a sustancias que tienen un potencial de reducción de ozono ( ODP ) menor como
es el caso de los HCFCs ( R 22 por ejemplo ) establece una reducción de la producción al
65% de la del año base para el 1 de enero de 2004. Además fija un calendario de
restricciones crecientes hasta llegar a su prohibición para el año 2030.
El Protocolo de Montreal fija limitaciones únicamente por el daño que las sustancias
provocan a la capa de ozono, y no tiene en cuenta la contribución de cada una al efecto
invernadero, por lo tanto los HFCs, por no causar ningún daño al ozono no tienen ninguna
limitación, a pesar de si colaborar al efecto invernadero.
No debemos olvidar como alternativa a los refrigerantes naturales, entre los que
encontramos el amoníaco, los hidrocarburos, el anhídrido carbónico, el aire y el agua, que
por estar ya presentes en la atmósfera tienen ciclos de vida que no influyen en forma
negativa sobre el medio ambiente.
Como dijimos antes, los HFCs no dañan a la capa de ozono, pero si contribuyen al efecto
invernadero, como veremos en el próximo punto, por lo tanto en el futuro, podría haber
restricciones a su uso, por lo tanto en el caso de estar proyectando nuevas instalaciones o
recambios en las existentes, convendría estudiar bien las alternativas, para ver si un
refrigerante natural se puede utilizar. En este caso podríamos citar al prof. Gustav
Lorentzen ( 1915 - 1995 ) quien afirmo : “En la situación actual que los CFCs han sido
prohibidos y lo mismo ocurrirá en un corto plazo con los HCFCs, no parece muy lógico
reemplazarlos por otra familia de hidrocarburos relacionados, igualmente extraños a la
naturaleza. Desde todo punto de vista debería ser preferible el utilizar compuestos
naturales que ya circulan en cantidad en la atmósfera , y es conocido que son inofensivos. “
Los CFCs son moléculas con un potencial importante para contribuir al efecto invernadero.
La concentración de CO 2 de 350 ppm es 700 mil veces mayor que la concentración de R 12
que es de 500 ppt ( partes por trillón ). Sin embargo no todas las moléculas absorben los
rayos infrarrojos de la misma manera, siendo algunas prácticamente transparentes, como el
N 2 , el O 2 , y el argón, y otras más absorbentes como el CO 2 . Pero los CFC lo son mucho
mas.
A pesar del importante calentamiento directo que producen las moléculas de refrigerantes
libres en la atmósfera, debemos considerar el impacto indirecto que tienen estos, de
acuerdo al consumo de energía de los sistemas que lo utilizan. Por lo tanto cuando medimos
cual será la contribución total al efecto invernadero, debemos tener en cuenta no solo el
calentamiento que producirá en la atmósfera el gas cuando escapa del sistema, sino
también el del CO 2 emitido en la generación de energía para alimentar al sistema que
utilizaba el refrigerante durante su vida útil.
De esta forma tomando una heladera que tiene 140 g de R 134a, considerando que trabajara
40000 horas, consumiendo un total de 7200 kWh, contribuirá al efecto invernadero con
4680 kg de CO 2 , lo que será muy superior al efecto directo a pesar de ser el R 134a mucho
mas absorbente, ya que considerando un impacto directo por kilogramo de R 134a
equivalente a 1300 kg de CO 2 , este ( al liberarse el contenido dentro de la heladera )
equivaldrá a 182 kg de CO 2 , por lo tanto el impacto total será de 4862 kg de CO 2 ,
correspondiendo el directo solo al 3,7 % del total.
Hasta el momento en las reuniones que se han celebrado de la Convención de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático ( UNFCCC ) no se ha llegado a ningún mandato para
reducir las emisiones de gases que producen el efecto invernadero. De ser así podríamos
encontrar restricciones al uso de los HFCs, que son los productos elegidos para reemplazar
a los antiguos refrigerantes halogenados.
Como hemos visto los impactos negativos más importantes que provoca la refrigeración son
el deterioro de la capa de ozono y la contribución al efecto invernadero debido
principalmente a la energía consumida.
Para reducir el impacto sobre el efecto invernadero, tenemos que evitar que los
refrigerantes sintéticos se fuguen del sistema o usar fluidos naturales, para disminuir su
influencia directa, pero para minimizar su efecto indirecto ( el causado por la liberación de
CO2 en la generación de la energía consumida por el equipamiento ) debemos diseñar
sistemas muy eficientes para bajar el consumo de energía.
• evitar el excesivo trabajo a carga parcial, y especialmente el control con un bypass de gas
caliente.
• asegurarse que las cargas de refrigeración son controladas en forma efectiva, y que todos
los componentes del sistema funcionan adecuadamente aun con bajas capacidades.
Las estrategias de control se deben revisar una vez puesta en marcha la instalación y
verificar que sean las mejores a aplicar en cada momento, pero también debe tenerse muy
en cuenta que la planta de refrigeración, es un servicio dentro de una estructura mayor, y
muchas veces por imposición de otros sectores, quizás haya que trabajar fuera de las
condiciones optimas.
COND.POR AGUA
COND. POR AIRE COND. EVAPOR.
(c/torre de enfr.)
Temp. aire 35ºC
2 - ACUMULACION TERMICA
Para que estos sistemas puedan ser aplicados eficientemente se requieren ciertas
condiciones :
cargas de corta duración
cargas cíclicas
Si queremos limitar el consumo de energía eléctrica durante las horas de trabajo del edificio
podemos utilizar un sistema de acondicionamiento de aire donde el enfriador funcione
fuera del horario comercial, y utilice un sistema de almacenamiento térmico, lo que implica
trasladar la carga eléctrica y disminuir la potencia máxima contratada. Continuando con el
ejemplo que estamos estudiando podemos ver que el enfriador trabajaría 14 horas ( ya que
el horario de trabajo tomaba 10 horas ), por lo tanto para cubrir la capacidad requerida de
750 ton, debería disponer de una potencia de 53,6 ton/h, lo que es casi la mitad del caso
anterior. Otra variante sería que el equipo enfriador funcione las 24 horas, cargando el
sistema acumulador en las horas que no hay requerimientos frigoríficos, y enfriando
directamente con ayuda del sistema acumulador durante las horas de trabajo. De esta
forma el equipo productor de frío seria el menor posible, ya que la carga de 750 ton se
repartiría en las 24 horas y entonces se requeriría una máquina de 31,25 ton/h.
Las instalaciones con refrigerante secundario son aquellas en las cuales se realiza el ciclo
frigorífico con un refrigerante en un ciclo normal, y en el evaporador se enfría a otro fluido,
llamado refrigerante secundario, que es el que se envía a los intercambiadores situados en
los lugares donde se encuentra la carga térmica.
La gran ventaja que presenta este método es que el refrigerante primario se mantiene
confinado en una sala de maquinas, siendo mucho más sencillo mantener el sistema libre
de fugas. La carga de refrigerante es sensiblemente menor. Asimismo permite utilizar
fluidos, que por tener cierto margen de riesgo, no se podrían enviar a zonas ocupadas, como
el amoniaco, que desde el punto de vista termodinámico es el que presenta mejor
rendimiento.
Entre los inconvenientes que presenta, el primero de ellos es que necesitamos un proceso
de intercambio de calor más, ya que en el evaporador enfriamos el fluido secundario, y
luego este es el que enfría el aire en el intercambiador del equipo. Por lo tanto para
conservar la misma temperatura que en los sistemas de un único refrigerante debemos
disminuir en al menos 3ºC, la temperatura de evaporación, lo que implicará un aumento de
potencia en los compresores del orden del 9%, en el caso de utilizar R 22 y bajar la
temperatura de evaporación de - 10ºC a -13ºC.
Otro punto en contra a considerar es la energía necesaria para la bomba que debe enviar el
refrigerante secundario, y en esto influye la elección de este.
Hidrofluoroéter
CO2
Ice slurry
Viscosidad
Densidad
Para comparar el sistema por expansión tradicional con otro utilizando refrigerante
secundario tomemos un ejemplo de un supermercado. Consideremos uno con un salón de
ventas de 4000 m 2 , con una carga de refrigeración en media temperatura compuesta por
17 cámaras frigoríficas en media temperatura (entre -2ºC y 5ºC) con un área total de 400 m
2 , 10 sectores de elaboración ( con temperaturas entre 7ºC y 18ºC ) con una superficie de
900 m 2 , y 34 heladeras exhibidoras. La carga en baja temperatura se trata de 5 cámaras
( con temperaturas entre -20ºC y -24ºC ), con un área de 80 m 2 y 12 heladeras
exhibidoras.
Del balance térmico surge un requerimiento de 425 kW en media y 82 kW en baja.
Considerando el coeficiente de simultaneidad y la reserva de potencia se elige una central
de 4 compresores de 80 HP en media temperatura, evaporando a -10ºC y una de 3
compresores de 30 HP en baja temperatura evaporando a -33ºC. Para el proyecto
mencionado han sido seleccionados compresores del tipo tornillo semihermético, que
cubren las necesidades con un coeficiente de reserva superior al requerido. En estas
condiciones los compresores de media temperatura tomaran en conjunto una potencia de
200 kW, y tendrán un COP de 2,32. Los de baja, 66 kW, con un COP de 1,42.
Una alternativa seria reemplazar el descongelamiento eléctrico con uno por refrigerante
secundario calentado por el calor de los gases de descarga. Esto nos podría llevar a ahorros
del orden del 3 al 4%.
volver