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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLOGICAS

Asignatura: Psicología Preventiva

Catedrático: MSc. Isai Benjamín Peña Paz

Asignación: Proyecto: Estilos de Crianza

Elaborado por:
-Ana Iris López
-Catherine Arlette Fonseca Oseguera
-Dulce Cecilia Guillén Aguilera
-Elived Alejandra Archaga Sierra
-Kendy Mileny Flores Rodríguez
-Laramis Arleth Mendieta Martínez
-Lucía Belén Madrid Rodríguez
-Melida Dessire Gallegos Flores
-Reina Arlesandra Meza Domínguez
-Scarleth Yosselin Casco Vásquez
-Stephany Gissel Espinal

Ciudad Universitaria, 21 de febrero del 2021


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Contenido
1. Introducción.................................................................................................................................3
2. Marco Teórico..............................................................................................................................3
a. Prevención.................................................................................................................................3
b. Promoción.................................................................................................................................9
c. Tema de prevención: Estilos de Crianza...............................................................................12
1. Relaciones padres e hijos...................................................................................................12
1.1. Factores influyentes en la relacion padres e hijos.........................................................12
2. Concepto de estilos de crianza...........................................................................................13
2.1. Elementos de los estilos de crianza.................................................................................14
2.2. Tipos de estilos de crianza...............................................................................................15
2.3. Clasificación de los estilos de crianza desde una perspectiva de consejería familiar. 16
2.4. Tipos de familias..............................................................................................................17
2.5. Importancias de los estilos de crianza............................................................................18
2.6. Efectos de los estilos de crianza positivos en el niño.....................................................19
2.7. Efecto de los estilos de crianza negativos en el niño......................................................23
2.8. Los padres y el sistema familiar.....................................................................................25
3. Influencia de los estilos de crianza....................................................................................26
3.1. Desarrollo de habilidades sociales..................................................................................26
3.2. Aspecto emocional...........................................................................................................27
3.3. Rendimiento escolar........................................................................................................27
3.4. En la personalidad...........................................................................................................29
d. TICs, prevención psicológica.................................................................................................30
e. Crisis sanitaria........................................................................................................................31
3. Metodología................................................................................................................................34
a. Actividades generales, cronograma y responsables.............................................................34
b. Consentimiento informado....................................................................................................35
c. Instrumentos de evaluación...................................................................................................35
d. Normas de los grupos/contacto.............................................................................................42
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1. Introducción
La familia, es considerada el núcleo base de la sociedad, es en ella donde se recibe
la educación para la vida, es la primera escuela social donde se entregan los cimientos para
la formación socioafectiva y de relaciones interpersonales (Gubbins, 2002). La escuela
contribuye a esa formación buscando el desarrollo integral y libre de la persona. Ambas,
familia y escuela, se constituyen en aliadas frente al claro propósito de formar a las
personas en su desarrollo individual y social.

Esta alianza familia y escuela no estaría exenta de dificultades, es así, como se cree
que el estilo de crianza de los padres contribuiría a la manifestación de conductas de parte
de algunos alumnos en el ámbito escolar. Estas conductas estarían impidiendo la
construcción de un ambiente propicio para el aprendizaje (Mena, 2006). De ahí que la
reforma educacional sitúe a la convivencia escolar como uno de los factores centrales que
incidirían en los logros de la calidad educativa (MINEDUC, 2005)

“Tanto el clima escolar, como la convivencia escolar, tienen comprobados efectos


sobre el rendimiento de los alumnos, su desarrollo socioafectivo y ético, el bienestar
personal y grupal de la comunidad, y sobre la formación ciudadana” (Banz, 2008: 6), una
escuela con un clima acogedor, motivador y placentero lograría un efecto positivo en el
rendimiento escolar (Ruz, 2003).

En esta investigación se quiere demostrar la existencia de una relación positiva y


significativa entre el Estilo de Crianza Con Autoridad y La calidad de vida familiar, en
cuanto a su nivel de importancia y de satisfacción, en los padres de preadolescentes que
presentan conductas, cómo, asimismo, la existencia de una correlación significativa y
positiva entre el estilo de crianza con autoridad, y la percepción que tienen los hijos de
dicho estilo de crianza.

2. Marco Teórico
a. Prevención
El término prevención es de origen latino y hace alusión a la acción y efecto de
prevenir. Relaciona dos conceptos previos: de una parte, hace referencia a la preparación o
a la acción y de otra, tiene como objetivo el evitar males o daños inminentes. Está
relacionado también con términos como prever (saber con anticipación lo que ha de pasar),
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avisar, advertir (para que otros conozcan lo que va a ocurrir) y precaver (tomar medidas
para evitar o remediar algo). La primera acepción hace referencia a avisar.

Así hablamos de un sujeto “prevenido” como de una persona avisada, que conoce
con antelación el curso de los acontecimientos. La segunda acepción tiene que ver con
actuar llevar a cabo una serie de acciones que impidan el daño del que previamente estamos
informados, que ocurrirá a menos que actuemos. Así en los casos de catástrofes
(terremotos, incendios, tormentas, etc.) conocer con antelación permite prepararse en cierto
modo para el evento.
Conocer la evolución epidemiológica de una enfermedad vírica permite ciertas
posibilidades de actuación. Entendemos que toda aquella actividad: disposiciones,
instrumentos, etc., tendentes a informar del estado de la situación, con pretensiones de
informar lo antes posible, o con la intención de informar para que se puedan llevar a cabo
actuaciones que reduzcan el posible daño que se avecina, sería lo que llamaríamos
prevención primaria. De esta manera poner sensores de humos, realizar estudios
epidemiológicos, revisar la vista o los dientes periódicamente, lo consideramos actividades
relacionadas con prevención primaria.
Por el contrario, la actividad tendente a remediar la posible amenaza o daño que se
avecina y del que se tiene “información” lo llamaríamos prevención segundaria. Así pues,
vacunar, instruir a la población para que actúe de una determinada manera en casos de
incendio, lavarse los dientes después de las comidas, hacer ejercicio regularmente o
descansar frecuentemente la vista cuando se realizan actividades a corta distancia, lo
consideramos prevención secundaria. (Marquez & RUBIO, 1997)
La prevención es el contenido de trabajo propio de la atención primaria de salud
(APS). Constituye acciones o medidas (predominantemente médicas, aunque también
psicológicas) a ejecutar por parte del personal de salud o la población; exige perseverancia
del profesional y es apoyada por las organizaciones políticas y de masas. El profesional de
la salud es el máximo responsable de la efectividad preventiva. El sujeto sólo debe
comprender y percibir el riesgo de sus comportamientos.
La calidad de la relación, las condiciones socioeconómicas y el nivel cultural del
sujeto también condicionan el resultado preventivo. La mayoría de los profesionales
entrevistados manifestó una actitud favorable hacia la prevención de enfermedades, aunque
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se sienten insatisfechos con las condiciones de trabajo y con la sobrecarga laboral que
implica desprofesionalización. La práctica preventiva en el nivel primario de atención de
salud se caracteriza por la ejecución de acciones exigidas por los programas en vigor, sobre
todo si son priorizados, así como por informar sobre las pautas de conductas preventivas.
Como se puede inferir, existe una correspondencia entre la representación de la
prevención de enfermedades de los profesionales de la salud y sus prácticas preventivas. La
representación social de la prevención de enfermedades de estos profesionales no incluye
aportes teóricos y metodológicos de las ciencias sociales que les permitirían orientar,
estructurar y sistematizar su práctica preventiva con mayor efectividad. Las evidencias
anteriores resaltan la necesidad de sistematizar las teorías que pueden orientar el quehacer
preventivo de los profesionales de la salud.
En aras de contribuir a esto, nos hemos propuesto exponer nuestra concepción sobre
la prevención psicosocial de enfermedades, así como su posible abordaje por profesionales
de la salud. (Rodriguez Mendez & Echemendia Tocabens , 2011) La prevención, dentro de
los conocimientos relacionados con la atención de la salud, pertenecen al ámbito de la
doctrina de la Salud Pública, que es la disciplina que orienta la atención de la salud de la
población. A pesar de los adelantos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades,
son las acciones de prevención las más activas para conseguir una vida sana y digna.
Durante los últimos años, dada la situación de la salud de la población, que es
insatisfactoria, el sistema de salud ha tenido modificaciones importantes orientadas al
fortalecimiento de la Atención Integral de la Salud, fundamentadas en la necesidad de
fortalecer la atención en el nivel primario de atención, que se encuentra localizado cerca de
la población, lo que vino a cambiar el objetivo de la atención de la salud en ese nivel,
trasladando la prioridad de la atención a la promoción de la salud y a la prevención de la
enfermedad.
En la prestación de los servicios de salud del primer nivel de atención, las acciones
dirigidas a la prevención (donde también están incluidas las de promoción de la salud)
deben ocupar un lugar preponderante, porque permiten incrementar los niveles de salud de
la población, evitar que esta se enferme, a un costo menor, en comparación a los altos
costos que generan la atención de la salud recuperativa. La prevención de la enfermedad es
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una de las cinco funciones básicas de la Salud Pública, las cuales en conjunto constituyen
las etapas del proceso de atención integral de la salud.
Prevención de la enfermedad, Son las medidas destinadas no solamente a prevenir la
aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a
detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecidas. (OMS, 1998”)11. Son
en la práctica, las actividades de los servicios de salud tendientes a la prevención de las
enfermedades en los individuos y en la colectividad, mediante acciones específicas como
inmunizaciones, educación sanitaria, pruebas de detección, etc. (Aguirre, 2011)
La Prevención se define como las “Medidas destinadas no solamente a prevenir la
aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a
detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida” (OMS, 1998).
Las actividades preventivas se pueden clasificar en tres niveles:

 Prevención Primaria
Son “medidas orientadas a evitar la aparición de una enfermedad o problema de
salud mediante el control de los factores causales y los factores predisponentes o
condicionantes” (OMS, 1998, Colimón, 1978)
“Las estrategias para la prevención primaria pueden estar dirigidas a prohibir o
disminuir la exposición del individuo al factor nocivo, hasta niveles no dañinos para la
salud. Medidas orientadas a evitar la aparición de una enfermedad o problema de salud,
mediante el control de los factores causales y los factores predisponentes o condicionantes”
(OMS, 1998, Colimón, 1978).
El objetivo de las acciones de prevención primaria es disminuir la incidencia de la
enfermedad. Por ejemplo: uso de condones para la prevención del VIH y otras
enfermedades de transmisión sexual, donación de agujas a usuarios de drogas para la
prevención del VIH y la hepatitis, programas educativos para enseñar cómo se trasmite y
cómo se previene el dengue, prohibición de la venta de bebidas alcohólicas a menores de
edad.
 Prevención Secundaria
Está destinada al diagnóstico precoz de la enfermedad incipiente (sin
manifestaciones clínicas). Significa la búsqueda en sujetos “aparentemente sanos de
enfermedades lo más precozmente posible. Comprende acciones en consecuencia de
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diagnóstico precoz y tratamiento oportuno. Estos objetivos se pueden lograr a través del
examen médico periódico y la búsqueda de casos (Pruebas de Screening).
“En la prevención secundaria, el diagnóstico temprano, la captación oportuna y el
tratamiento adecuado, son esenciales para el control de la enfermedad. La captación
temprana de los casos y el control periódico de la población afectada para evitar o retardar
la aparición de las secuelas es fundamental. Lo ideal sería aplicar las medidas preventivas
en la fase preclínica, cuando aún el daño al organismo no está tan avanzado y, por lo tanto,
los síntomas no son aún aparentes. Esto es particularmente importante cuando se trata de
enfermedades crónicas.
Pretende reducir la prevalencia de la enfermedad (OMS, 1998, Colimón, 1978).
Ejemplo es el tratamiento de la hipertensión arterial en sus estadios iniciales realizando un
control periódico y seguimiento del paciente, para monitorear la evolución y detectar a
tiempo posibles secuelas.
 Prevención Terciaria
Se refiere a acciones relativas a la recuperación ad integrum de la enfermedad
clínicamente manifiesta, mediante un correcto diagnóstico y tratamiento y la rehabilitación
física, psicológica y social en caso de invalidez o secuelas buscando reducir de este modo
las mismas. En la prevención terciaria son fundamentales el control y seguimiento del
paciente, para aplicar el tratamiento y las medidas de rehabilitación oportunamente.
Se trata de minimizar los sufrimientos causados al perder la salud; facilitar la
adaptación de los pacientes a problemas incurables y contribuir a prevenir o a reducir al
máximo, las recidivas de la enfermedad. Por ejemplo, en lo relativo a rehabilitación
ejemplificamos: la realización de fisioterapia luego de retirar un yeso por fractura. (Vignolo
Julio , Vacarezza , Alvarez , & Sosa, 2011).
Después de involucrarse en la promoción de la salud, las intervenciones del
psicólogo de la salud se vuelcan hacia la prevención de enfermedades en los diversos
niveles de atención sanitaria. Al ser la prevención de enfermedades lo más novedoso en el
ámbito de las prácticas psicológicas, nos dedicaremos a aclarar las posibilidades de tales
asistencias en los tres niveles de atención sanitaria.
Una buena actuación de los psicólogos en salud pública debe tener en cuenta las
posibilidades de intervención en los diversos niveles de atención de salud, sopesando la
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adecuación de cada acción en su nivel apropiado y también el carácter dinámico y


integrativo de las mismas; teniendo claro que las intervenciones de salud primaria objetivan
la salud general en la búsqueda de la promoción de la salud y la prevención de
enfermedades; que las intervenciones de salud secundaria deben volcarse en las asistencias
especializadas de seguimiento, donde la salud mental tiene su mayor expresión.
La prevención de enfermedades debe de encararse de forma amplia, o sea, como una
actividad pertinente a los diversos niveles de asistencia en salud y no solamente a los
servicios de asistencia primaria. Tampoco se debe asociar prevención exclusivamente con
intervención precoz, condicionada por el criterio de edad. La prevención es una actividad
que se encaja en todos los niveles de atención de salud, debiendo ser ejecutada por todos
los profesionales/equipos de salud, cada cual aportando su conocimiento especializado al
equipo multidisciplinar de cara a la comprensión del perfil epidemiológico del colectivo
social asistido y la elaboración de los planes de intervención. (Fernandez alves , Carmo
Eulalio, & Jimenez Brobeil, 2009).
Nuestra propuesta sería hablar de prevención primaria en el caso de que el tipo de
intervención sea a la población de lo que nos indican los sistemas epidemiológicos de
alarma o la investigación sobre salud, a los efectos de que los informados tomen sus propias
decisiones y actúen en el sentido correcto. Para que este tipo de prevención sea útil los
receptores han de juzgar evidente y fácil, lo que tienen que hacer (véase una revisión en
Rodríguez Marín, 1995, Cap. 2).
En el caso de la prevención secundaria el tipo de intervención es una actuación
compleja generalmente organizada como un programa con objetivos y métodos definidos,
que va más allá de la mera información, en el que se invierten considerables recursos y de
los que se esperan unos resultados claros. Las actuaciones llamadas de prevención terciaria
y cuaternaria, según la descripción anteriormente citada, las consideramos intervenciones
de tratamiento en el control de determinadas enfermedades con el objetivo de lograr la
curación o de impedir la recaída.
El Programa de Prevención de Montreal es uno de los que ha demostrado mayor
éxito a nivel mundial en prevención de la delincuencia y la violencia. Durante los grados
segundo y tercero de primaria, los estudiantes más agresivos participaron en una
intervención que tenía dos componentes. Por un lado, se llevaron a cabo diversas
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actividades para desarrollar sus competencias y habilidades sociales. éstas ocurrían en


grupos pequeños compuestos por uno o dos niños agresivos y varios niños muy prosociales.
Por otro lado, las familias de los niños agresivos fueron visitadas repetidamente
durante los dos años con el fin de ayudarles a desarrollar habilidades para la crianza de sus
hijos tales como manejar constructivamente crisis y conflictos familiares, administrar
incentivos y hacerles seguimiento a los comportamientos de sus hijos. La evaluación ha
demostrado que el programa logró disminuir los comportamientos agresivos y delictivos,
así como varios comportamientos riesgosos como el consumo de sustancias psicoactivas, la
iniciación temprana de la actividad sexual, la pertenencia a pandillas y la deserción escolar.
Algunos de estos efectos son todavía medibles en la adultez, casi 15 años después de haber
terminado su participación en el programa (Chaux, 2005).

b. Promoción
Todos somos conscientes de que a lo largo de la historia han sucedido importantes
cambios en nuestra sociedad, sobre todo en los últimos años. Estos cambios tienen orígenes
tanto políticos, económicos como sociales. Al igual que en otros aspectos de nuestra
sociedad, estos cambios han influido de forma directa en la familia y en la escuela,
instituciones que han sufrido grandes transformaciones, por lo tanto, podemos decir que en
la familia se proyecta todos los órdenes de la vida humana, razón por la cual es considerada
desde todas las ópticas especializadas. Sociólogos, etnólogos, antropólogos, psicólogos,
pedagogos, psiquiatras, historiadores, juristas, demógrafos y muchos otros especialistas
verán la familia desde un punto de vista diferente y enfocarán sus problemas igualmente
desde perspectivas y con finalidades distintas (Pérez, 2017).

Por consiguiente, uno de los muchos conceptos de familia nos dice que se refiere a
una construcción social institucionalizada, que ha sido abordada desde distintas
perspectivas, dejando entrever su relación directa con la satisfacción de las necesidades
humanas, el desarrollo, el cuidado, las uniones o relaciones, la producción y reproducción y
el orden social (Otero, 2017).

Dentro de la dinámica familiar existen diversos métodos de crianza dependiendo de


la situación en la que se encuentra y su cultura existente, El estilo de crianza hace
referencia a un patrón que los padres llevan a cabo con los hijos en donde existen un
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conjunto de emociones, pensamientos, conductas y actitudes que tanto el padre como la


madre desarrollan en los hijos En teoría, imponen límites razonables a la autonomía del
menor y le inculcan valores y autocontrol, procurando siempre no coartar su curiosidad,
iniciativa ni su creciente sentido de competencia. El control y la calidez constituyen
aspectos esenciales de la crianza (Craig, 2009).

Dentro de los estilos de crianza existen practicas positivas y negativas que van a
tener un efecto sobre el desarrollo del niño. Sin embargo, el ejercicio de una o de otra
siempre dependerá del contexto en el que se desenvuelve la familia (Piedrahita, 2016)
debemos tener claro que Los padres son los principales gestores para el desarrollo de los
hijos y son los precursores en practicar los estilos de crianza, que influyen en los procesos
de socialización.

Una práctica de crianza negativa puede ser el castigo físico que se explica cómo la acción
violenta por la que los adultos comunican a los niños sus exigencias y se basa en una
creencia de que, si no se recurre a este método, el niño no va a aprender (Piedrahita, 2016).
En La forma en que se manifiestan las dos dimensiones tanto positiva como
negativa en la crianza de los niños se determinara los cuatro estilos de crianza Diana
Baumrind (1975, 1980) se sirvió de las dimensiones anteriores para clasificar los estilos de
crianza (Craig, 2009) el primero es el democrático en la que hay una alta demostración de
afecto y comunicación y altos niveles de control y exigencias. De otro lado, está el
autoritario en el que hay un alto nivel de control y exigencia, pero bajos niveles de afecto y
comunicación.
Por su parte, el permisivo tiene altos niveles de afecto y comunicación, pero tiene
bajo control y exigencia sobre el niño y por último se encuentra, el estilo parental
negligente, en el que hay bajos niveles en las dos dimensiones (Piedrahita, 2016).
Debido a que hay diferentes estilos de crianza y factores socioeconómicos que
influyen en estas, según (McLoyd, Ceballo y Mangelsdorf, 1993), la clase social es
particularmente destacable en las prácticas educativas paternas. Los padres de diferentes
clases sociales tratan a los niños de modo distinto, los padres de clase obrera o pobres
tienden a utilizar el poder de la fuerza, mientras que los de clase media son más proclives a
la disciplina inductiva (Paz Viguer Seguí, 2008).
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Por lo tanto, es muy importante establecer programas de promoción para el buen


desarrollo del niño en sus primeros años de vida. Los programas de prácticas de crianza se
definen como intervenciones o servicios destinados a favorecer interacciones, conductas,
conocimientos, creencias, actitudes y prácticas de crianza (unicef).
La promoción en los estilos de crianza busca beneficiar a la población infantil a
través de intervenciones preventivas en donde se disminuyan los factores de desigualdad,
vulnerabilidad y riesgo en la primera infancia y sus familias (unicef).
Promocionar en la primera infancia cuidado sensible y cariñoso, que se define como
el cuidado que garantiza salud, nutrición, atención afectiva, confianza, seguridad, bienestar
socioemocional y aprendizaje temprano. (unicef)
Amaya (2008) genera una propuesta de programa-guía para el desarrollo de
competencias emocionales y parentales desde una perspectiva comunitaria y preventiva, en
la que resalta la importancia de orientar a los padres y madres en el desarrollo de estrategias
cognitivas y de relajación que les permita controlar sus emociones de manera positiva en
momentos de cierta tensión emocional (Martínez, 2009).
Es importante realizar prevención en salud mental de los padres y cuidadores de
problemáticas como el estrés y la depresión, que eventualmente pueden afectar de manera
negativa las pautas de crianza y generar agresividad, rechazo entre otros sin decir las
consecuencias sobre el desarrollo emocional y social de sus hijos durante la infancia
(Martínez, 2009).
Brindar una orientación y apoyo mediante programas de pautas de crianza que
permitan prevenir psicopatologías en la infancia, con el fin de generar factores protectores
en la familia, de problemas comportamentales y emocionales durante la infancia y la
adolescencia, orientados desde las pautas de crianza y promoviendo estilos de crianza
asertivos, competentes y positivos (Martínez, 2009).
Crear promociones de sensibilización a los padres y cuidadores sobre su rol y su
responsabilidad en la optimización del desarrollo, las habilidades sociales y emocionales en
la infancia y la influencia de los modelos en la familia para el desarrollo de competencias
sociales, es trascendental para facilitar la autorregulación emocional o para generar
conductas prosociales en la infancia (Martínez, 2009).
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La familia debe considerar los cambios en la estructura y dinámica familiar que


pueda alterar las pautas de crianza (valores, normas, comunicación, solución de problemas
y regulación emocional, entre otros) para evitar generar inconsistencias y conflictos durante
la infancia o para generar estrategias de afrontamiento y de resolución de problemas que
faciliten el desarrollo adecuado durante la infancia (Martínez, 2009).
c. Tema de prevención: Estilos de Crianza
1. Relaciones padres e hijos
La relacion padres e hijos, es una conexión que se va desarrollando desde la
concepción y se extiende durante toda la vida, sin embargo, mantener una relacion estable
saludable es complicado debido a los cambios evolutivos de sus hijos; incluso se puede
recalcar que una de las etapas que los padres consideran difícil es la adolescencia. Y es por
esto por lo que una buena relacion durante la infancia es determinante para comprender y
saber como manejar estos cambios en la adolescencia.

Esta conexión, es un punto importante para determinar el tipo de crianza que se


maneja. Por ejemplo; es muy diferente una relacion donde los padres pasan tiempo
continuos con sus hijos, escucharlos pacientemente, mostrar interés y preocupación por
cada uno de sus actos, esto llevaría a formar una conexión con una sólida, a diferencia de
un descuido o indiferencia por parte de los progenitores. Se debe recordar que cada niño es
un mundo totalmente distinto, con cuidados únicos y distintos (Grijalva López, 2015, pág.
19).

Sin embargo, la relacion de los padres no debe llagar a tal punto de se


sobreprotectora, puesto que esto puede llevar a pausa en el desarrollo del niño. El objetivo
de los padres es fomentar a mantener contacto con el mundo exterior, en este contexto el
progenitor juega un papel muy importante, dando seguridad, son modelos y guías para
seguir, siendo un respaldo emocional, reforzando así su interacción y haciéndola cada vez
más sólida (Grijalva López, 2015).

1.1. Factores influyentes en la relacion padres e hijos


Existen distintos factores que pueden influenciar directamente las relaciones padres
e hijos, dentro de esto podemos encontrar a los expuestos, donde se recalca la importancia
de las experiencias de los padres cuando ellos fueron niños y el trato que recibieron de sus
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progenitores, las actitudes culturales y sociales del medio en el que se desenvolvieron, estos
son componente que pueden llevar a padres a comportarse de una manera similar u opuesta,
dependiendo la crianza que recibieran (Grijalva López, 2015). Por ejemplo; podemos decir
que el crecer en un ambiente que carece de afecto emocional, puede llevar al futuro padre o
madre, a no tener atención emocional con sus hijos o ser excesivamente cariñosa.

Tener responsabilidad acerca del niño, encontrarse emocionalmente comprometido


con él, propiciarle tiempo de calidad, satisfacer las necesidades que se 21 le presenten y
ejercer influencia en lo que concierne a la crianza. Estas características ayudan a fortalecer
el vínculo padres e hijos. Este vínculo está ligado a la forma en que interactúan los padres
en relacion con sus hijos, basados en cómo actúan ellos, como es su manera de proponer
limites, normas y reglas acerca de su disciplina; a todo ello se lo entiende de mejor forma
en los estilos de crianza que los padres utilizan con sus hijos (Grijalva López, 2015).

2. Concepto de estilos de crianza


Los estilos de crianza se definen como los conocimientos, actitudes y creencias que
los padres asumen en relación con la salud, la nutrición, la importancia de los ambientes
físico y social y las oportunidades de aprendizaje de sus hijos en el hogar. Es decir, que los
estilos de crianza se refieren al entrenamiento y formación de los niños por los padres o por
sustitutos de los padres (American Psychological Association, 2017).

Según la Real Academia Española (2001), la palabra crianza deriva de creare, que
significa nutrir y alimentar al niño, orientar, instruir y dirigir. La crianza implica tres
procesos psicosociales: las pautas, las prácticas y las creencias acerca de la crianza.

Las pautas de crianza se relacionan con las normas que siguen los padres frente al
comportamiento de los hijos, siendo portadoras de significaciones sociales. Estas pautas
también se conocen como estilos de crianza, y es preciso señalarse que cada cultura provee
las pautas de crianza de sus niños (Martínez Cuervo, 2010).

En el estudio de los estilos de crianza, se puede afirmar que los primeros estudios
clásicos en crianza se publicaron en la segunda mitad del siglo XX, y se centraron en las
dimensiones del control y del apoyo. Estos estudios trataron de identificar los estilos de
crianza que promovían el comportamiento competente en los niños y niñas preescolares, es
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decir, cuáles estilos de crianza se asociaban con un niño o niña feliz, independiente,
autónomo, amistoso y cooperativo, y cuáles estilos se asociaban a un niño o niña aislado o
inmaduro (Martínez & García, 2012). La primera escuela de un niño comienza en su hogar,
los padres son un paso trascendental en la vida de sus hijos y para abordar el tema de la
crianza debemos de indagar en los estilos de crianza que los padres desarrollan con sus
hijos y la forma en que los niños pueden desenvolverse en su alrededor debido a cada
estilo.

Los padres son los principales gestores para el desarrollo de los hijos y son los
pioneros en practicar los estilos de crianza, que influyen en los procesos de socialización
(Barreras & Fornós, 2001). La familia es el primer grupo donde se implementan este tipo
de estrategias, es decir, lo que los padres desean que ocurra respecto a sus hijos y los
medios para alcanzar esos estados deseables.

En el primer abordaje, se describieron dimensiones globales componentes del


fenómeno, usualmente identificadas como respuesta y demanda (también fueron nominadas
como afectividad y control). La respuesta comprende manifestaciones de cariño, diálogo,
implicación, contención, apoyo, calidez. Mientras que la demanda incluye exigencias,
límites, prohibiciones, castigos, reglas o normas, disciplina (Jorge & González, 2017).

La autora reconocía dos dimensiones del comportamiento de los padres que


permitían caracterizar su influencia en la formación de los hijos: la aceptación y el control
parental. La combinación de estas dos dimensiones conformaría la tipología de los estilos
parentales que esta investigadora proponía.

Baumrind propuso tres estilos fundamentales: “autoritativo o autorizado”,


“autoritario” y “permisivo”, cuyos hijos presentaban una serie de características
diferenciales en su desarrollo (Jorge & González, 2017).

2.1. Elementos de los estilos de crianza


Estos elementos dependerán de los padres, de acuerdo con la manera de imponer la
disciplina con sus hijos. Los estilos de crianza pueden verse sometidos a variaciones debido
al ambiente cultural, la edad, los recursos económicos, la formación religiosa y ética
(Grijalva López, 2015). Tomando en cuenta esas diferencias, se presentan dos dimensiones.
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La permisiva-restrictiva, donde los padres proporcionan un control muy restrictivo


en el comportamiento de los niños o proporcionan libertad sin establecer ningún tipo de
restricción alguna y la segunda dimensión es la calidez-hostilidad donde los sentimientos de
rechazo y hostilidad son los elementos principales.

Por otro lado, lo estilos parentales se basan en cuatro dimensiones:

 Control: como los padres modifican o moldean las expresiones de dependencia,


agresividad y comportamiento de juego.
 Demanda de madurez: presión que ejercen los padres, para que sus hijos consigan un
cierto nivel de ejecución en alguna habilidad.
 Claridad de comunicación: busqueda de la opinión de los niños y ejercicio del
razonamiento o capacidad de diálogo para negociar los acuerdos.
 Cuidados parentales: se refiere a las expresiones de cariño hacia los hijos y formas de
pedir, actitudes y comportamiento.

Las dimensiones mencionadas son aspectos que se deben tomar en cuenta en la relacion de
padres e hijos en cuanto a los estilos de crianza, ya que una interacción equilibrada puede llevar a
respuestas favorables y un buen desarrollo a los niños.

2.2. Tipos de estilos de crianza


Según Craig, Grace J & Baucum, Don (2009) se reconocen 4 estilos de crianza basicos, estos son:

 Padres con autoridad o democrático: muestran un grado elevado de exigencia y de


sensibilidad. Fijan reglas y expectativas claras para sus hijos. Establecen con claridad
las consecuencias si los hijos no obedecen. Una característica distintiva es que explican
a sus hijos las razones de sus reglas y expectativas y están dispuestos a discutir con
ellos los temas de disciplina. Son cariñosos y cálidos con sus hijos y responden a lo que
éstos necesitan y desean
 Padres autoritarios: son muy exigentes, pero poco sensibles. Exigen obediencia y
castigan sin excepciones. No permiten el diálogo y esperan que sus órdenes sean
seguidas sin discutir. Muestran poco amor o calidez a sus hijos
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 Padres permisivos: son poco exigentes y muy sensibles. Tienen pocas expectativas
claras en cuanto a la conducta de sus hijos. Brindan amor y calidez y les dan mucha
libertad para hacerlo que quieran.
 Padres no comprometidos o negligentes: son poco exigentes y sensibles. Su meta es
reducir el tiempo que tienen que dedicar a la crianza. Exigen poco y rara vez corrigen
conducta. Expresan poco amor o interés por sus hijos (págs. 262, 263).

2.3. Clasificación de los estilos de crianza desde una perspectiva de consejería familiar
Por otro lado, Marulanda ha utilizado otro tipo de clasificación, donde también destacan 4
tipos de estilos de crianza, entre ellos están:

 Estilo autoritario: se caracteriza por la ayuda que brindan los padres a sus hijos,
dándoles las herramientas necesarias y proporcionan una guía adecuada por la parte
afectiva se ha visto ausente, lo que genera vacíos en cuanto al amor que se imparte. Este
tipo de padres, son muy críticos y se enfocan más en los errores y no en los aciertos, lo
cual provoca dudas en el niño en cuanto a sus habilidades. Este estilo puede llegar a ser
abusivo y severo por parte de los progenitores, ya que esperan siempre tener la razón
 Estilo sobreprotector: los padres en este estilo, por general suelen mostrar de forma
abierta el cariño o amor a sus hijos, por lo que ellos se sienten amados y seguros
generando una guía para el camino que deben conocer. Por otro lado, los aspectos
negativos de este estilo, es que los niños no cuentas con habilidades para desenvolverse
por si mismo y sus mecanismos de interacción se ve debilitados. Por lo general los
padres manejan a sus hijos como a ellos les parezca mejor, deciden por ellos y no los
dejan tomar decisiones propias. Estos niños pueden llegar a ser inseguros y ven el
ambiente exterior de forma peligrosa.
 Estilo permisivo: permite que los niños desarrollen herramientas por si solos, pero a la
vez lleva a un vacío en la guía de los padres y el cariño. Este tipo de padres suele darle
la razón siempre a sus hijos, sin establecer limites y normas. Por lo general, son padres
que trabajan mucho y comparte mucho tiempo con sus hijos y, para suplir esa falta los
complacen en todo, también lo utilizan los padres que prefieren evitar conflictos y
prefieren no enfrentarse a las obligaciones que deben ser cumplidas por los niños, al ser
completamente permisivos se limita el desarrollo ya que se asume que es desinterés y
17

falta de amor al no proporcionar herramientas, no establecer límites, lo que lleva a que


los niños sean inseguros.
 Estilo eficaz: los padres en este estilo expresan amor hacia sus hijos, los tratan
amablemente, respetan sus decisiones, pero la disciplina siempre esta presente. Los
hijos pueden tomar decisiones propias tomando en cuenta los limites impuestos por sus
padres de una forma respetuosa y responsable. Lo padres permiten que los niños sean
autónomos, tienen una relacion de confianza y amor. Los niños criados con este estilo
suelen tener confianza en si mismo, son amables, les gusta ayudar y toman sus
decisiones con responsabilidad.

2.4. Tipos de familias


La familia es primer grupo social encargado de la socialización primaria en la vida
de los niños y niñas dentro de un universo simbólico compartido y preexistente que se
conoce como cultura. Se trata de una institución social que se encuentra influida por una
serie de “factores sociales, políticos, estructurales e ideológicos”, que la atraviesan e
inciden en las relaciones que se crean en su interior (Jorge & González, 2017).

De tal manera, que la familia en uno factor fundamental en el que el niño aprende
del mundo siendo la base en el proceso de la formación del carácter del individuo y la
manera en la cual enfrentara las diferentes situaciones que puede atravesar en la sociedad,
siendo la familia el engranaje que prepara y forma al niño, desde lo primordial que debe
saber cómo persona hasta mantener y transmitir una costumbre o tradición y mucho más.

Como expone (Barreras & Fornós (2001), los elementos que intervienen en la crianza:

• afecto

• sentido común

• capacidad organizadora

• capacidad contenedora

• creencias

• socialización
18

• educación

• nivel socioeconómico

La combinación de estos seis puntos y el potencial biológico del niño/a enmarcaran


el nivel de socialización y educación del niño/a, así como su capacidad de aprendizaje.
Ahora consideramos de gran importancia en nuestro trabajo diario, el tener en cuenta y
conocer “El ciclo vital de las familias: las necesidades de las familias en función de su
parentalidad y las necesidades de los hijos”. Creo que muchos de los conflictos
interaccionales los podemos atribuir a la no coincidencia entre estos dos ciclos vitales y a
su antítesis (Barreras & Fornós, 2001)

Siguiendo a Ayarza (2014) se pueden describir distintos tipos de grupos familiares, en este
orden de ideas, existe una fuerte relación entre estos tipos de familia y las pautas de
crianza:

 La familia nuclear
En muchas ocasiones entre los padres no hay reglas claras, es decir, una buena
comunicación, debido a que ambos se desautorizan.

 La familia simultánea
En donde los niños y adolescentes no ven esa otra figura como representativa, su
padre o madre; por tanto, no son aceptadas sus correcciones sobre las reglas de casa.

 La familia extendida o extensa


Refleja más figuras de autoridad, pero si todas las familias generaran adecuadas
reglas de comunicación, no habría ambivalencias en los entornos donde se desenvuelven
los niños y adolescentes.

2.5. Importancias de los estilos de crianza


La crianza puede ser considerada “como un proceso a través del cual la realidad
social de la familia se construye en la cotidianidad, en tensión entre el deber ser, el ser y el
hacer en la pluralidad de intereses” (Martínez Cuervo, 2010).
19

Las pautas y prácticas de crianza en las familias se relacionan con la región y la


cultura en que habitan, siendo éste un aspecto central dentro de los cambios históricos de su
“composición” y “reorganización de los subsistemas, la aparición de otros nuevos y la
modificación en sus fronteras internas y externas” (Jorge & González, 2017)

De tal manera, que vemos como es de vital importancia el estilo de crianza que los
padres tienen con sus hijos, se puede afirmar que para el transcurso del crecimiento del niño
el padre debe tener una dinámica y comunicación clara de forma que le brinde seguridad y
el conocimiento que ayude en el proceso de su crecimiento.

Teniendo en cuenta que los estilos de crianza es un arma poderosa de los padres y
que no se debe tomar a la ligera, ya que en esta etapa de su vida como padres están forjando
el futuro de su hijo, y que no brindarle la atención necesaria puede traer consigo duras
consecuencias.

La socialización de la infancia se produce mediante las prácticas de crianza,


entendidas como la manera en que los padres (y en general la estructura familiar) orientan
el desarrollo del niño/a y le transmiten un conjunto de valores y normas que facilitan su
incorporación al grupo social. De manera simple, las prácticas de crianza son las acciones
llevadas a cabo por los padres y personas responsables del cuidado del niño/a para dar
respuesta cotidianamente a sus necesidades (Barreras & Fornós, 2001).

Rutter & Sroufe (2000) realizaron investigaciones sobre las contribuciones de los
estilos de crianza y las prácticas de crianza de la familia en el desarrollo emocional
durante la infancia y en relación con problemas externalizantes de comportamiento.
Shapiro (1997) sostiene que los niños están afectados por la falta de atención familiar y
que su desarrollo emocional es mucho más vulnerable ante situaciones estresantes y por la
falta de modelos adecuados para el desarrollo emocional.

2.6. Efectos de los estilos de crianza positivos en el niño


El núcleo familiar es el lugar donde se crea un punto de información primaria ya
que esta forma la primera fuente de información para el niño acerca de su valía de las
normas y roles que lo conformaran, de las expectativas y experiencias que desde muy
pequeño se hacen notar sobre él. El proceso y ciclo de la socialización se ha considerado
20

desde diferentes puntos de vista, una variable central para el estudio del desarrollo personal
de las personas, su identidad de género y las preferencias de roles (departamento de
Psicologia Basica. facultad de psicologia, 2001).

Se puede afirmar que la persona está envuelta y pertenece a un sistema bastante


amplio que la socializa Y que le ofrezca las posibilidades de desarrollo, esto se refiere al
“exosistema “en él se encuentra: la familia, los recursos sociales y la educación. Todos
ellos componen el modo en que una sociedad traslada a su niño hacia las metas y las reglas
de esa sociedad.

El tipo o estilo de normas que una familia crea, los recursos y operaciones que
utilizan para hacer cumplir dichas normas, junto con el nivel de sentimiento, comunicación
y apoyo entre padres e hijos forma dimensiones esenciales para el crecimiento y desarrollo
personal de los demás jóvenes, para su interiorización de valores y las decisiones que
toman entre conflictos sociales.

En general, distintas variables familiares se toman a consideración relacionadas con


el progreso propio del niño, variables que se refieren a la distribución familiar, tamaño de la
familia, cantidad, aptitud y calidad de las relaciones entre sus miembros. La estructura se
refiere a la predictibilidad y estabilidad de las relaciones sociales e involucra cierto grado
de jerarquía de autoridad.

En lo que los núcleos familiares contribuyen primordialmente mediante su


estructura es un sentido de seguridad en el transcurso en que las familias están menos
estructuradas, transmiten incertidumbre, indecisión e inseguridad en los más jóvenes que
aún no cuentan con un estilo de referencia constante ni una suposición de las secuelas de su
comportamiento.

Se hizo una revisión de estudio sobre el tema donde Indicaba que unas estructuras
familiares son mucho más propensas a fomentar las condiciones que garantiza una crianza
exitosa, pero también se dio a conocer que cualquier tipo de estructura familiar puede llevar
a cabo y con éxito su función educativa si es coherente en la aplicación de las normas, si
brinda apoyo necesario a sus miembros y si está comprometida en la labor de crianza de los
hijos
21

Los elementos ecológicos, las condiciones físicas que predominan en el núcleo


familiar y el grado de orden que caracteriza las actividades que en la familia se realizan
también son de mucha influencia en el desarrollo del niño. Si bien se ha comprobado que la
estimulación puede ayudar y contribuir al desarrollo cognoscitivo de los niños, el grado de
orden y estructura de su vida es también muy importante.

Los hogares que son ricos en estímulos y que poseen orden y dedicación y estímulos
que van dirigidos al niño en forma de conversación, atención, caricias o juegos favorecen al
desarrollo de conductas más maduras y conscientes. por el contrario, los hogares que son
ricos en estímulos más indefinidos que no se centran en, ni priorizan las necesidades,
demandas y peticiones del niño, pueden contribuir en la abstención o confusión en el
desarrollo cognoscitivo y afectivo del niño.

Evidentemente, un aspecto muy estudiado en la vida familiar en relación con el


desarrollo personal, afectivo, social y moral de los hijos ha sido el tipo de disciplina y
prácticas de crianza que han sido practicados en el hogar.

Los estudios clásicos dirigidos a estudiar la relación entre las conductas de los
padres y los patrones de personalidad de sus hijos llegaron a la conclusión de que los niños
tenían más confianza en sí mismos, eran hijos de padres que tuvieron un alto grado de
control paterno, que lograban la comunicación padres e hijos, de apoyo por parte de ellos y
de madurez.

Por otra parte, los padres de niños ansiosos, inquietos y deprimidos tenían menos
control y poca exigencia de madurez, se comunicaron menos y mostraron menos apoyo.

Los padres de niños inmaduros mostraron un nivel de apoyo medio, pero obtuvieron
una puntuación negativa en todos los demás aspectos, esto hace constar el niño bien
ajustado recibiría de sus padres un control firme pero también amor y afecto, mientras Que
el niño inmaduro obtenía muy poco control y escasas exigencias de conducta madura
(Baunrind, 1971).

En un segundo estudio Baunrind se dio la tarea de Investigar a la dimensión de


independencia, tendencia al mando, determinación y orientación al logro. Concluyó que el
22

control firme por parte de los padres y sus exigencias de madurez no perjudican el
desarrollo de la independencia.

Existen tres tipos de padres: como primer lugar están los autoritarios que supervisa
la conducta del niño según unos patrones absolutos y les exigen obediencia incuestionable;
están los padres directivos que buscan orientan y dirigen al niño de manera razonable,
tienen en cuenta los resultados, exigen control firme, pero respetan al niño como un
individuo y finalmente el padre tolerante o permisivo, que no pone un alto más sin embargo
acepta todos los impulsos que tiene el niño, pero los restaura el estudio dio como resultado
que el estilo de crianza directivo conectaba la cooperación, amistad y motivación de logro
entre los hijos

Una proposición ampliamente aceptada es que la efectividad de la disciplina paterna


está fuertemente influida y vinculada por el método que particularmente se ha utilizado, una
propuesta que típicamente contrasta el uso del razonamiento con el uso del poder asertivo
limitado.

Se refiere a la internalización, esto es, considerado los valores y actitudes de la


sociedad como propios de manera de la conducta socialmente aceptable está motivada no
por la anticipación de consecuencias externas sino por factores intrínsecos o internos.

siguiendo esta misma línea estudios posteriores han coincidido con la relación
bastante significativa entre la socialización familiar y el desarrollo moral de los niños y la
interiorización de valores Así pues, se ha planteado que una relación directiva facilita el
desarrollo moral, estimula los niveles de autonomía apropiados a la edad y la
responsabilidad, esta introduce a los niños en las decisiones que les afectan y se crea una
atmósfera moral que contribuye a la autonomía y el desarrollo del razonamiento moral de
los más jóvenes.

Las relaciones de padres con los hijos deben estar adaptadas y deben ser adecuadas
a su edad o a su nivel de desarrollo, algunos estilos de crianza que son correctas, en la
primera infancia, resultan apropiadas para un adolescente. De este modo los hijos van
adquiriendo un protagonismo diferente en la vida familiar y comienzan a tomar decisiones
de acorde con su edad e interioriza esas formas que proceden, respeto a los otros,
23

autonomía, exteriorización o expresividad de emociones o problemas como aspectos


relevantes en su vida familiar y también como bagaje de valores o recursos para abordar la
vida social.

Resulta evidente, pues, que los padres directa o indirectamente son los que
transmiten un sistema de valores a sus hijos y en la medida en que se imponen unas normas
y una disciplina en el funcionamiento familiar. Por tanto, se considera muy importante
analizar con un procedimiento objetivo los procesos psicológicos y las dimensiones de la
vida familiar que disponen en concreto a un desarrollo prosocial.

Se trata de verificar en qué medida un contexto familiar potencia la seguridad en


uno mismo, que se caracteriza por el afecto, el apoyo y la implicación en las relaciones
familiares desarrolladas a la efectividad de los hijos y esta madurez afectiva se traduce a
una mayor sensibilidad hacia los demás, es una preocupación empática que favorece la
conducta prosocial (departamento de Psicologia Basica. facultad de psicologia, 2001).

Con esto llegamos a la conclusión de que los estilos de crianza positivos hacen y
crean personas saludables, mental, emocionalmente, adultos preparados y dispuestos a
brindar la misma educación y estilo de crianza que ellos obtuvieron a sus hijos

La crianza positiva crea adultos conscientes, preparados, sanos, pacientes, sin


problemas de alto grado y sobre todo con una buena salud mental que contribuyan a la
sociedad y que hagan de ella una mejor versión.

2.7. Efecto de los estilos de crianza negativos en el niño


En el siguiente apartado daremos a conocer los estilos de crianza negativo como
afectan al niño o niña para que, como estudiantes de Psicología, madres, padres, futuros
padres evitemos dañar a un niño en nuestro propio hogar con nuestras enseñanzas. Según
(Grace J & Don, 2009)” El maltrato del niño dificulta el apego. cuando comienza en la
infancia de teoría la relación afectuosa que necesita el pequeño y puede causar efectos
devastadores en su vida.” Los estudios indican que los niños que han sufrido maltrato físico
y no ha establecido u apego seguro presentan distorsiones y retraso en la adquisición del
sentido del yo y el desarrollo lingüístico y cognoscitivo.

El apego y la ansiedad ante los extraños y la separación


24

 La hipótesis de la discrepancia.

Afirma Grace J & Don (2009) “Que los Psicólogos ven en la ansiedad ante los
extraños y ante la separación un signo de desarrollo intelectual del niño.” Conforme
maduren los procesos cognoscitivos el pequeño va adquiriendo esquemas de lo conocido y
se percata de todo lo nuevo o distinto. Distingue a los cuidadores de los extraños y se da
cuenta si el primero se ausenta. Por tanto, según las hipótesis de la discrepancia, el niño
sufre ansiedad cuando se da cuenta de que algo altera lo conocido a lo esperado. Es de
mucha importancia que en los primeros meses tenga un cuidador que le brinde las
necesidades del niño o niña.

 Apego múltiples o exclusividad

Manifiesta Grace J & Don (2009) “Los niños que tienen una relación de relativa
exclusividad con un progenitor suelen manifestar una ansiedad más intensa ante los
extraños y ante la separación”. Es de mucha importancia que los niños se relacionen con
otros niños. “La exteriorización a una edad más temprana que aquellos cuya relación con el
progenitor no es exclusiva” (Ains-Worth,1967). Un niño que siempre esta con el progenitor
y que duerme en el mismo cuarto manifiesta reacciones intensas y dramáticas ante la
separación. Esto pasa por que los padres no se preocupan por que el niño socialice con
otros niños.

 Efectos de la negligencia y el maltrato

La negligencia es un factor asociado con el síndrome de los niños que no progresan,


en cuanto a que los infantes son pequeños se ven demacrados, parecen enfermos y no
pueden digerir bien los alimentos. Afirma (Grace J & Don, 2009). “La falta de progreso
puede darse por desnutrición, pero muchas veces parece deberse a la falta de afecto y
atención que, entre otras cosas incluye un apego deficiente o (inexistente)” A menudo se
deterioran los ambientes escolares, social: otras veces ambos padres trabajan y el niño sufre
descuidos de sus progenitores que, aunque bien intencionados están demasiado ocupados
para atenderlo.

Otras investigaciones señalan que se da una combinación potencialmente nociva


cuando coinciden cuidados maternos deficientes o inconscientes con un niño vulnerable
25

biológica y temporalmente. “El resultado es un niño que manifiesta un apego inseguro y


que con frecuencia este angustiado y tiene accesos de conducta violenta. –junto con un
desajusto posterior” (Cassidy y Berlin,1994). “El maltrato se relaciona a veces con un estilo
intrusivo y persistente, más tarde el pequeño manifestara habilidades académicas, sociales,
emocionales conductuales deficientes” (Egeland, pianta y O” Brien,1993).

Afirma Grace J & Don (2009) “En algunos casos las madres de niños que no
progresan o son víctimas de maltrato o negligencia sufren a su vez enfermedades mentales
o físicas, están deprimidas o son propensas al alcohol o a otras drogas “A menudo se ven
afectados por las mismas privaciones que su hijo. De acuerdo con algunos estudios 85%
por ciento de los padres que maltratan o descuidan a sus hijos han pasado por experiencias
negativas en su niñez temprana, es decir también a ellos los maltrataron o descuidaron.

“Es evidente que no todos los que sufrieron maltratos hacen lo mismo con sus hijos,
pero a menudo el ciclo se repite” (Helfer,1982)

Los padres inaccesibles les resulta difícil establecer más tarde lazos emocionales
fuertes. Hasta es posible que ejerzan una influencia negativa a medida que crese el hijo

2.8. Los padres y el sistema familiar


“La ausencia del padre durante la infancia impone gran tención al sistema familiar”
(Lewis ,1987). Aun cuando en la sociedad modernas el padre a menudo sigue siendo un
cuidador secundario desempeña una función importante en el complejo sistema de
interacciones.

“El estrés del matrimonio será mayor si el matrimonio es exigente se enferma con
frecuencia o sufre alguna discapacidad por fortuna la tensión a veces une más a los
conyugues” (Turnbull 1990). Pero si el matrimonio era vulnerable al inicio, el estrés podrá
aumentar la insatisfacción la inestabilidad. En otras palabras, contra la creencia popular, el
nacimiento de un hijo no siempre es la solución de un matrimonio en dificultades es muy
probable que empeore las cosas.

 Hermanos
26

Dos aspectos negativos son la rivalidad entre hermanos y el desplazamiento de los


hermanos mayores. Al nacer un hijo, los progenitores prestan menos atención al
primogénito y disponen de menos tiempo y energía para él. “La forma en que manejan
estos cambios influye en la lucha, la competencia, y la rivalidad que surgen entre los
hermanos” (Dunn y Kendrick,1980; Lewis ,1987 Lewis y otros,1984)

 Disciplina

¿Qué limites debe fijar un progenitor o un cuidador a la conducta del niño?

Algunos progenitores temen que cualquier tipo de control de la conducta interfiera


en la exploración creativa y la independencia, así que observan de manera pasiva a su hijo
de dos años hacer todo lo que le place. cuando tratan de disciplinarlo, las medidas
correctivas son duras, lo que refleja el sentido de frustración de los adultos. Otros decididos
a no “malcriarlos” y convencidos que deben obrar como un adulto pequeño establecen
tantos limites que el niño prácticamente no puede hacer nada bien. salta a la vista el error de
tales extremos, pero no es fácil dar normas aplicables a cualquier situación.

 Entrenamiento en el control de esfínteres

Los adultos que son severos y duros en este entrenamiento lo son también en otras
conductas que exigen un dominio personal e independencia: alimentarse, vestirse, y
exploración general. algunos adultos exigen que el niño logre un control de esfínteres
absoluto e inmediato; es probable que tales progenitores también sean severos cuando su
hijo rompe un plato, juega en la tierra o explora lugares y objetos nuevos. Esta disciplina
tan estricta puede tener efectos importantes en el desarrollo de la personalidad y dar por
resultado un niño inhibido y temeroso de todo lo nuevo.

En base a lo estudiado y según las investigaciones de los psicólogos el crear estilos


de crianza negativo en una familia no estará aportando beneficios al niño solo traerá
inseguridad. miedo a lo desconocido, dependientes, repetir un patrón cuando sean adultos
y no desarrollarse.
27

3. Influencia de los estilos de crianza


3.1. Desarrollo de habilidades sociales
Los estilos de crianza son esenciales en las habilidades sociales, las actitudes que
expresan los padres hacia sus hijos moldean el comportamiento de estos (Cotrina Carrera &
Salas Lombardi , 2018). Por ejemplo, así como muchos de ellos impulsan al individuo a
relacionarse con el mundo exterior, a diferencia de otros estilos que dificultan las relaciones
sociales, tal y como sucede con el estilo sobreprotector, que lleva al niño a ser inseguro,
tímido, tiende a ocultarse, etc.

Las personas con un buen desarrollo social en su infancia emplean sus habilidades
en las relaciones sociales, sin embargo, los niños con habilidades pobres tienen dificultades
para relacionarse e interactuar con otras personas, por eso es indispensable potenciar dichas
habilidades para así, asegurar su integración en la sociedad.

Los hijos de familias demócratas poseen buenas habilidades en el manejo de la ira,


adaptación a los cambios, expresión verbal, autocontrol, establecimiento de objetivos,
capacidad de escucha, facilidad para hacer frente a los problemas; mientras que el exceso
de protección tiene un impacto negativo en la adquisición de estas habilidades (Cotrina
Carrera & Salas Lombardi , 2018).

En cuanto a los estilos de crianza autoritarios y castigadores producen en los niños


un desarrollo carente de las habilidades antes mencionadas, lo cual provoca que se les
dificulte la adaptación a las diversas dificultades de la vida diaria.

3.2. Aspecto emocional


Se ha demostrado que los estilos de vida saludables y un habiente familiar sano y
adecuado, reduce conductas negativas por parte de niños, por lo contrario, si los niños
perciben escaso afecto y comunicación, además de rechazo y criticas estos adoptan
conductas poco convincentes y baja autoestima, sintiéndose, solo y excluidos (Cotrina
Carrera & Salas Lombardi , 2018).

Los padres que emplean poca disciplina o insuficiente afecto con sus hijos provocan
perturbaciones en sus emociones y su comportamiento. Esto influye en gran medida en las
competencias sociales en el niño provocando, así como una mayor introversión.
28

3.3. Rendimiento escolar


La familia es la primera institución que se encarga en principio de enseñar al
individuo a sobrevivir y a someterse a la sociedad, y que la adecuada marcha del hogar es
indispensable para lograr tener tranquilidad en los educandos, además se debe tomar en
cuenta que los aspectos que forman el todo familiar (economía, salud, buena convivencia
entre padres y hermanos, diversión, etc.) estén nivelados adecuadamente para que los niños
se sientan bien y en armonía con los que les rodea y con las personas con las que está más
en contacto. (Leticia & Paloma, 2007)

Diversos estudios muestran que uno de los mejores predictores del éxito escolar y
ajuste social de los niños son las expectativas que tienen los padres sobre los logros
académicos y la satisfacción con la educación de sus hijos en la escuela. (Epstein, 2013)

Las familias con familiares positivos y estilos de crianza adecuados generan en los
niños confianza general y un sentido de sí mismo positivo, orientación positiva y metas en
la escuela, interés general acerca de la preparación para el futuro y ajuste positivo a la
escuela. (Leticia & Paloma, 2007)

Es fundamental que los padres confíen en las habilidades de sus hijos y crean que
son capaces de aprender y tener buenos resultados académicos. Cuando la familia valora
explícitamente los esfuerzos y logros de sus hijos, reconoce sus talentos especiales y les
hace sentir que son capaces, los niños desarrollan una percepción positiva, acerca de sus
propias capacidades, desarrollándose en ellos un mayor interés por aprender y asistir a la
escuela. (Milicic, 2001)

Una forma de ayudar a nuestros hijos a estudiar mejor y hacer sus tareas
eficientemente es, procurar que en la casa haya un espacio adecuado para el estudio, libre
de ruido, lejos de la televisión, con buena luz y sin elementos que puedan distraer su
atención.

El acceso a materiales educativos es de gran relevancia para el aprendizaje ya que


estos permiten que los niños puedan ejercitar sus habilidades, y convierten las tareas en
algo más entretenido.
29

Uno de los materiales más importantes para el desarrollo de los niños en su


educación son los libros, pueden ser desde textos escolares hasta novelas y cuentos que
sean interesantes para los niños.

Así mismo, las revistas son un buen material educativo y pueden ser sobre
diferentes temas, como ciencia, arte, deporte, etc. Incluso las revistas recreativas, como las
de historietas, son muy útiles. Lo importante es que sean temas del interés de los niños, ya
que eso los motivara a leer.

Cuando las familias no tienen la posibilidad de ofrecer este tipo de materiales a sus
hijos, se les puede recomendar pedir prestado a la biblioteca de la escuela libros, revistas,
diarios u otros materiales interesantes que puedan servir para que sigan aprendiendo
también en la casa.

Criamos a nuestros hijos bajo principios adquiridos durante nuestro propio


desarrollo, transformados por opiniones culturales que subrayan que es aceptable y que es
mejor. Las sociedades siempre han dictado las “reglas” de crianza buscando modelar el tipo
de personas que se requieren en cada momento histórico. (Ojeda, 2020)

Si en el hogar donde se vive no se cuenta con el apoyo necesario y además de esto


se carece de afecto, ello repercutirá en el rendimiento escolar del niño ya que el que los
padres brinden la afectividad que sus hijos demandan resultara de gran ayuda para un buen
desarrollo emocional del niño y, por ende, un mejor rendimiento académico.

Por lo anterior concluimos que para que un niño tenga un alto rendimiento escolar
es importante que en la familia exista una comunicación clara. Para que de esta manera el
niño reciba el apoyo que este requiera, dentro y fuera de la escuela, y, además, se sienta
querido, respetado y sobre todo con la confianza de preguntar todas sus dudas e inquietudes
que le lleguen a surgir a lo largo de su infancia y porque no de su vida.

3.4. En la personalidad
Algunos estudios indican que los estilos de crianza que los progenitores emplean en
sus hijos predicen la capacidad socioemocional, por lo que se ha comprobado que los
estilos autoritarios se relacionan con perturbaciones obsesivas-compulsivas, por otro lado,
los estilos autoritativos se relacionan con un menor índice de depresión. En cuanto al estilo
30

permisivo se le relaciona con comportamientos antisociales, en cuando a los padres


sobreprotectores pueden llegar a forman una personalidad dependiente en el niño (Cotrina
Carrera & Salas Lombardi , 2018).

Los estilos de crianza forman parte de un papel importante en la personalidad de los


niños, por lo que, los padres permisivos retrasan su desarrollo, los padres autoritarios
impiden su desempeño y los padres democráticos forman niños seguros, independientes y
adaptados socialmente.

Muchos padres suelen quejar de la personalidad de sus hijos, si llegar a darse cuenta
de que su estilo de crianza es parte fundamental del comportamiento de los niños. La
crianza es un papel muy importante que del cual dependerá el futuro desempeño un
individuo en el futuro, en los diferentes ámbitos sociales, laborales y personales.

d. TICs, prevención psicológica


¿Qué significa TICS?
Las tecnologías de la información y la comunicación pueden complementar,
enriquecer y transformar la educación. Pueden generar que los temas sean más interactivos
y que sean más agradables y generen un mayor impacto en las personas, mejor
aprovechamiento de recursos digitales en la educación.
¿Por qué es lo implementamos en nuestro tema?
Queremos generar un mayor impacto, aprovechando el alcance que tienen las redes
sociales, nuestro objetivo es generar la concientización sobre los diferentes estilos de
crianza, y educar a los futuros padres, y a los que ya son padres, también queremos que a
través de los TICS que se mencionan a continuación puedan generar un impacto en las
personas y lograr un estilo de crianza saludable y que conozcan los diferentes tipos de
crianza

TICS

1. Para generar un impacto en las redes sociales, seria realizar campañas llamativas
dirigidas a los padres, con imágenes, infografías, videos.
2. Para que así se les pueda explicar de una mejor manera lo que son los estilos de
crianza
31

3. Generar paginas donde se pueda encontrar información sobre estilos de crianza


4. Dar consejos a los padres primerizos
5. Informar y educar a las personas antes de ser padres, sobre educación para sus
futuros hijos.
6. En las redes sociales se pueden hacer grupos para compartir sus experiencias sobre
los estilos de crianza

e. Crisis sanitaria
La crianza como tal, ha jugado un papel crucial a lo largo de la historia,
convirtiéndose en un pilar de nuestra sociedad, siendo los estilos de crianza definidos por el
doctor John Gottman, como "la manera que tienen los progenitores de reaccionar y
responder a las emociones de los niños y niñas". Conceptos que se han construido a lo largo
de la historia a través de sus diversas etapas.

De igual manera, se conoce como crisis sanitaria o de salud pública a una situación
grave, repentina, inusual e inesperada que, originada en un factor de riesgo sanitario
común, provoca la enfermedad en un número inusualmente alto de individuos de una
población simultáneamente y un desequilibrio en la cadena asistencial que requiere una
acción inmediata de las autoridades de salud pública. Su gravedad se suele medir por el
número de personas afectadas, por su extensión geográfica, o por la morbilidad o
mortalidad del proceso que lo origina.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza el término "emergencia de


salud pública de interés internacional" (PHEIC, por sus siglas en inglés) cuando el brote de
una enfermedad afecta a más de un país y se requiere una estrategia coordinada
internacionalmente para enfrentarlo. Además, debe tener un impacto serio en la salud
pública y ser "inusual" e "inesperado".

Remontándonos al siglo XIV, momento en que la Peste negra azotó la región de


Eurasia, siendo una de las mayores devastaciones en la historia de la humanidad
terminando con la vida de más del 30% de la población mundial y fue un punto clave para
un cambio en el estilo de crianza, ya que en esos tiempos se vivía una crisis sanitaria de
grandes proporciones, donde la crianza de los niños estaba delegada a las amas de llaves,
no existía sistema de alcantarillado y la higiene era una acción eventual, donde los niños
32

eran relegados a ducharse con el agua reutilizada por todos sus familiares mayores, vivir
rodeados de suciedad y animales. Esto ocasionó que una gran parte de las muertes sufridas
en dicha crisis fuese de niños ya que estos eran más vulnerables en dicho entorno.

La historia nos permite aprender de los errores cometidos y buscar nuevas y mejores
soluciones para las crisis que nos avecinan. En Latinoamérica con el pasar del tiempo se ha
mostrado que existe un estilo de crianza que sobresale del resto, debido a nuestra cultura en
la que los abuelos son los que suelen encargarse de la crianza de los niños mientras los
padres salen a trabajar, situación que no es muy distinta a la antes mencionada durante el
siglo XIV, lo que nos muestra que hemos vuelto a la costumbre de relegar la crianza a un
tercero.

Conociendo de esta manera el contexto histórico de las crisis sanitarias y su


profunda influencia en la sociedad, podemos ver que, al igual que en el siglo XIV, en la
actualidad estamos viviendo una crisis sanitaria causada por el Covid-19, situación que ha
traído consigo cambios en nuestra estructura social acompañados del cierre de centros
educativos y recreativos, distanciamiento social y problemas familiares debido al
confinamiento.

La crianza en tiempos de confinamiento ha sido un reto para muchas familias, ya


que el estrés y ansiedad causados por motivos económicos, de salud, educación, etc., es
latente, lo cual suele crear un mal ambiente familiar, expresándose por medio de la
frustración e ira y esta es transmitida hacia los hijos quienes son los que más sufren las
consecuencias. Para ello en tiempos de pandemia es importante tener los recursos para
atender a las necesidades de la niñez en el hogar.

“Las niñas y niños son las victimas ocultas de la pandemia. La pandemia del Covid-
19 y las medidas tomadas por el gobierno para disminuir su propagación han alterado la
vida de los hogares con niñas, niños y adolescentes y han generado cambios en los hábitos
y rutinas de las personas” (UNICEF, 2020, pág. 6)

En tiempos de crisis sanitaria, los estilos de crianza sufren un cambio bastante


significativo, ya que la situación vivida altera el estilo de vida y las costumbres de la
familia y de la sociedad, generando en algunas personas ciertos trastornos psicológicos o
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acrecentando trastornos ya existentes, lo cual podría volver a los padres en seres demasiado
rígidos o estrictos en cuanto a la crianza de los niños o demasiado permisivos o pasivos.

Dichos comportamientos pueden generarse por las condiciones de vivienda que


presenta la familia, ya sea por espacio físico, situación económica, crianza previa recibida
por los padres, dinámica familiar o la edad y madurez de los hijos.

De esta manera podemos resaltar que existe un impacto emocional durante la crisis
sanitaria que vivimos actualmente, lo cual se refleja en 6 emociones específicas; en primer
lugar, la alegría, seguido por la ira, la tristeza, la sorpresa, el miedo y el asco (Serrano-
Martinez, 2020)

“La cuarentena está afectando de distintas maneras a la población infantil, de forma


positiva, al estar más rato en casa y tener más tiempo de juego libre han avanzado en sus
habilidades motoras, pero de igual forma ha repercutido negativamente en otros aspectos
como ser; las habilidades sociales y educativas” (Serrano- Martinez, 2020)

Las rutinas son un elemento clave en las familias. En el caso de las personas que
trabajan fuera de casa, en la mayor parte tratan de mantener el horario que tenían antes del
confinamiento, dedicando tiempo al descanso y al juego. Cuando se dispone de mayor
tiempo para la crianza y el adulto no ejerce ninguna actividad laboral, el establecimiento de
rutinas desciende. (Serrano- Martinez, 2020)

En cuanto al modo de organizarse en el cuidado de sus hijos, al menos, un miembro


de la pareja teletrabaja y lo combina la crianza. Por otro lado, en una gran cantidad de los
hogares, uno de los adultos no trabaja (desempleo, excedencia, baja por
maternidad/paternidad, etc.). En aquellos casos en los que no existen apoyos o trabajan
ambos progenitores, compaginar trabajo y crianza es más complicado y genera estrés e
impotencia (Serrano- Martinez, 2020)

Existen maneras de sobrellevar de una buena forma el confinamiento y la crianza,


como ser; la paciencia, el uso de recursos educativos y lúdicos y la coordinación con la
pareja. Al margen de las dificultades que puedan existir en cada hogar, es crucial valorar el
momento de confinamiento como una oportunidad para establecer una crianza más plena,
34

frente a la realizada cotidianamente en una situación pre-pandemia (Serrano- Martinez,


2020)

“Además, durante una emergencia de salud pública, es crucial conocer las medidas
de prevención aplicadas en los hogares, la adhesión y respeto de las medidas de
distanciamiento, o los medios de comunicación por los que la población se está
informando” (UNICEF, 2020, pág. 6).

3. Metodología
a. Actividades generales, cronograma y responsables
Actividad Encargados 15-21 Febrero 22-28 Febrero 1-7 Marzo 8-14 Marzo 15-21 Marzo 22-28 Marzo 29-4 Abril 5-11 de Abril 12-18 Abril 19-25 Abril 26-30 Abril
PLANIFICACION
1. Elaboracion de intrduccion Stephany Espinal
2. Elaboración de marco teorico
2.1. Prevencion Kendy Flores
2.2. Promocion Elived Alejandra Archaga
2.3. Tema de prevencion Reina, Dulce, Lucia, Ana,Melida
2.4. TICs, prevencion Catherine Arlette Fonseca
2.5. Crisis sanitaria Scarleth Yosselin Casco
3. Elaboracion de consentimiento informado Lamaris Mendieta
4. Eleccion de instrumento de investigacion Lamaris Mendieta y Reina Meza
5. Redaccion de las normas de los grupos de whatsapp Lamaris Mendieta
6. Creacion de capsulas de psicoedicacion Reina, Dulce, Lamaris, Yosselin
7. Creacion de retos de autoexploracion o auto-mejora Catherine, Lucia, Ana, Elived
8. Plan de cierre Melida, Kendy y Stephany
EJECUCION
9. Selección de candidatos Cada integrante
10. Firma de consentimiento informado Cada integrante
11. Evaluacion inicial Cada integrante
12. Analisis de la evaluacion inicial Reina
13. Semana 1 de intervencion Cada integrante
14. Semana 2 de intervencion Cada integrante
15. Semana 3 de intervencion Cada integrante
16. Semana 4 de intervencion Cada integrante
17. Evaluacion final Cada integrante
18. Analisis de la evaluacion final Reina
19. Reunion de cierre con cada grupo Cada integrante
20. Redaccion informe final Todas
21. Presentacion informe final Todas
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b. Consentimiento informado
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

Consentimiento Informado

Yo _______________________________________________________ con número de identidad


_________________________________ acepto participar en una práctica académica que realizan
los estudiantes que cursan la asignatura de Psicología Preventiva, de la Escuela de Ciencias
Psicológicas de la UNAH.
Afirmo que se me ha informado que como parte del proceso de aprendizaje de la asignatura
Psicología Preventiva de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras; es necesario realizar
una entrevista con el fin de conocer datos relevantes sobre los estilos de crianza que manifiestan
los padres por lo que se me ha pedido participación completamente voluntaria para este, proceso,
dando fe de que los datos proporcionados son verídicos.
He recibido una explicación clara y completa sobre el carácter general y los propósitos de la
Practica. También he sido notificado que el proceso será realizado por estudiantes y que están en
proceso de formación Profesional y que la información derivada de la Entrevista es estrictamente
confidencial, donde se tendrá evidencia como un medio de verificación al Docente del trabajo
realizado.
Por lo tanto, autorizo a los estudiantes abajo descrito, que pueden registrar los datos
proporcionados por mi persona, firmando el presente consentimiento informado en la ciudad de
______________________ a los ______________________________ días del mes de
__________ del año ________________.

_____________________________
Firma del entrevistado

__________________________ __________________________
Firma del evaluador Identidad del Evaluador

c. Instrumentos de evaluación
 Instrumento numero 1: RCRI-M
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La comparación de las escalas del PCRI-M con la muestra estadounidense nos


revela algunas diferencias basadas en distintos valores, como Comunicación y Distribución
de rol, y algunas semejanzas, como en el caso de las puntuaciones de los ítems y las
correlaciones entre escalas.
La factorización del PCRI-M en la muestra española, proporciona sólo seis escalas.
Y aunque los ítems no se agrupan de la misma forma que en la estructura factorial original,
sin embargo, hay una cierta semejanza. Las escalas que desaparecen son: Comunicación y
Deseabilidad social, las demás permanecen con el mismo nombre.
La validez de constructo de los factores obtenida mediante las correlaciones de las
escalas, son similares a las halladas en el cuestionario original. Asimismo, la validez
predictiva conseguida a través de las correlaciones de los factores con el CBCL, son muy
parecidas a las encontradas en las escalas originales.
De acuerdo con los modelos de crianza propuestos por Baurnrind (1991, 200) las
puntuaciones elevadas en cada una de las escalas del PCRI-M, indican una buena crianza y
estaría en la línea del modelo Autorizado. Por el contrario, las bajas puntuaciones denotan
que los padres tienen problemas para llevar a cabo la crianza de forma adecuada, y se
identificaría con el modelo Autoritario. Puntuaciones elevadas en Apoyo, pero bajas en
Disciplina y Autonomía, indican tolerancia de los padres para algunas conductas de sus
hijos; este tipo de crianza entraría dentro del modelo Permisivo.
37
38

 Instrumento numero 2: Cuestionario estilos de crianza


39
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Autoritario: 1….. 10….. 14….. 15….. 16…... =…………


Sobreprotector: 2….. 5….. 11….. 13….. 17….. =……….
Permisivo: 4…… 7….. 9…… 18…… 19….. =…………
Eficaz: 3….. 6….. 8…… 12…… 20……. =………..…

 Instrumento numero 3: Parenting Styles and Dimension Questionnaire.


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d. Normas de los grupos/contacto


1. Ser educado, saludar, decir por favor y gracias.
2. Comunicarse con respeto.
3. Colaborar con el grupo, utilizar sus fortalezas para ayudar al grupo.
4. Aceptar y respetar las ideas del resto.
5. No tocar temas personales, particulares o que no sean del interés de los participantes.
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6. No realice conversaciones directas con uno de los integrantes del grupo. Escríbale en
privado.
7. Al participar hágalo aportando en temas relacionados con la razón de ser del grupo.
8. No tocar temas que pueden atentar contra la moral o creencias de otros participantes del
grupo.
9. Procure publicar temas de interés común en el grupo. No coloque publicidad no deseada
o no solicitada.
10. Respeta el horario, todos los días de 7AM a 9PM.
11. Evitar hablar de religión, creencias o política, son temas sensibles y complejos que
terminaran en discusiones.
12. Prestar atención a la información que se envía.
13. Comprometerse a enviar lo que se pida.
14. No utilizar un vocabulario inapropiado en el grupo.
15. Cumplir con las normas.

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