Está en la página 1de 1

Flexibilidad vs Lucha y Control

ETÁFORA DEL ROBLE Y EL JUNCO

Cuenta la leyenda que una vez un hermoso y fuerte roble se vanagloriaba de su poder
y fortaleza y con ello se burlaba del junco que era su vecino, diciendo «yo soy grande y
tengo poderosas ramas» o «¡qué pequeño e insignificante eres!». Al junco no le
molestaban estas palabras, pero sí le entristecía la vanidad del roble.

Una noche, de manera inesperada, llegó la tormenta azotando con sus fuertes vientos
todo a su paso. El roble ofreció toda la resistencia que pudo, intentando vencer a la
tormenta con toda la fortaleza que sabía poseía. Mientras que el junco, sabiamente, se
movía con la dirección del viento, de manera flexible. Al día siguiente estaba el roble
destrozado, arrancado de raíz y, por el contrario, el junco había salido ileso ante la
sorpresa del roble que no entendía cómo siendo tan débil, su vecino había sobrevivido
a la tormenta.

No podemos evitar que lleguen a nuestra vida tormentas que intenten destrozarnos,
pero lo que sí podemos hacer es mantener una actitud flexible, entendiendo los
problemas como situaciones pasajeras que, aunque puedan afectarnos, no nos
podrán destruir, porque, como el junco, vamos con ellos haciendo las cosas que son
valiosas para nosotros y que al final serán las herramientas que nos darán la
flexibilidad mental que necesitamos para atender los retos que nos toque afrontar
(Hayes, Strosalh & Wilson, 2012)

También podría gustarte