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Estrategias didácticas para niños con

asperger

En las aulas nos encontramos con niños para los que las herramientas didácticas
acostumbradas parecen ser insuficientes o desacertadas. Aparece entonces una
sensación de fracaso en el maestro y frustración en el niño. El alumno no puede
cambiar su realidad, pero el docente puede y debe buscar los caminos adecuados.
En este espacio queremos considerar aspectos a tener en cuenta al momento de
proponer experiencias de enseñanza y aprendizaje para los niños que llegan al
aula con un diagnóstico o con conductas que se ajustan a las características de un
niño asperger.

El asperger es un trastorno neurobiológico dentro del espectro autista.


Espectro significa que, si bien tienen características similares, los
síntomas pueden aparecer en diferentes combinaciones y en diferentes
grados de severidad. Afecta las relaciones sociales, no a sí el área
cognitiva. Se distingue por la búsqueda de comunicación y se da
mayormente en varones.

Algunas estrategias a tener en cuenta al interactuar con un alumno con


estas características.

 Proveer herramientas sociales. Enseñar de forma explícita


aquellos aspectos que la mayoría de las personas aprenden
intuitivamente: ceder el turno, saber cuándo una persona está
interesada en la conversación, cuáles temas no son apropiados,
cuándo finalizar una conversación, etc. Usar el role playing.
 Fortalecer el acercamiento a pares. Crear círculos que le ayuden
a sentir más seguridad dentro de un marco de comprensión de sus
limitaciones. Los pares sirven de modelo de aprendizaje para las
habilidades, por ejemplo: un saludo entre amigos. Ellos aprenden
sus habilidades comunicativas por imitación. Además, pueden
animarlos a terminar los trabajos, pero teniend o en cuenta que sean
capaces de realizarlos por sí solos.
 Usar un lenguaje exacto no ambiguo. Utilizar frases más exactas,
por ejemplo: «Tengo hambre» en lugar de «Me muero de hambre».
 Dar indicaciones específicas. Enfatizar los mensajes para que
sean comprendidos, hablando siempre en positivo, por ejemplo:
«Hay que permanecer sentados», en lugar de «No deben levantarse
de la silla».
 Ajustar el contacto visual. No insistir demasiado.
 Potenciar sus temas de interés. Incorporarlos en el currículo
académico, utilizando su fijación por ese tema en diferentes áreas y
asignaturas, por ejemplo: si le fascinan los autos y solo habla de
eso, se puede emplear este tema para que exponga oralmente, lea
y escriba distintos textos , y en matemáticas usar el auto para
medir, calcular, resolver situaciones, etc.
 Evitar críticas y castigos. Es mejor usar los incentivos y las
recompensas; es decir, un refuerzo positivo, enfatizando sus logros
y habilidades.
 Emplear material visual y atractivo. Usarlo con frecuencia.
Pueden ser pictogramas, mapas, diagramas, etc.
 Marcar el inicio y la finalización de una tarea. Establecer una
señal, por ejemplo: al iniciar, un circulo verde y para que termine la
tarea, un círculo rojo. También se puede p oner un reloj destinado
solo para él.
 Ajustar la evaluación a sus posibilidades. Usar preguntas
cerradas o evaluaciones orales.
 Solicitar información a la familia. Preguntarles qué acciones
funcionan en caso de que se frustre y cuáles son aquellas cosas
que no le gustan, o son detonantes, para evitar situaciones
desagradables para el niño. Prestar atención a indicadores
emocionales, para prevenir posibles alteraciones en su estado de
ánimo.
 Considerar sus días malos. Cuando esto pasa, debemos
concentrarnos en revisar actividades previas y practicar cosas ya
conseguidas a modo de refuerzo, ser paciente y esperar a que baje
la marea y el niño pueda llegar a avanzar nuevamente.

Sin duda, al tener en cuenta estos aspectos, y otros que seguramente


encontraremos en el caminar de todos los días, adaptados a la situación
única de este niño, estaremos fortaleciendo el mensaje de que cada
niño es diferente y que él, como todos, merecen la oportunidad de
desarrollar sus potencialidades.

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