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Profundidad y amplitud del vocabulario: ¿Cuál


es su rol en la comprensión de historias en la
edad pre-escolar?
KATHERINE STRASSER1, FRANCISCA DEL RÍO2 Y ANTONIA LARRAÍN3
1
Pontificia Universidad Católica de Chile; 2Universidad Diego Portales;
3
Universidad Alberto Hurtado

Resumen
Estudios recientes sugieren que la profundidad del vocabulario es más importante que la amplitud en determinar la
capacidad para comprender textos. La relación entre amplitud del vocabulario, profundidad del vocabulario y comprensión
del discurso no ha sido estudiada en la edad pre-escolar. Este informe reporta el resultado de dos estudios donde se examina
esta relación en pre-escolares de distintas edades. Los resultados muestran que, en ambos grupos, la profundidad del vocabu-
lario contribuye en forma significativa a la comprensión, incluso después de controlar el efecto de la amplitud. Esto refuerza
la importancia de enseñar vocabulario en profundidad para el logro de una futura compresión lectora de calidad.
Palabras clave: Comprensión lectora, vocabulario, niños pre-escolares.

Vocabulary depth and breadth: Their role in


preschoolers’ story comprehension
Abstract
Recent studies and theories suggest that vocabulary depth may be more important in determining an individual’s reading
comprehension, than vocabulary breadth. The relationship between discourse comprehension and breadth and depth of
vocabulary has not been studied in preschoolers. This report describes results of two studies that examine this relationship
in preschool samples of two different ages. Results show that, in both age groups, vocabulary depth accounts for a significant
portion of the variance in discourse comprehension, even after controlling for the effect of vocabulary breadth. This highlights
the relevance of enriching the instruction of new words at this early age if one hopes to influence language comprehension
and future reading comprehension.
Keywords: Reading comprehension, vocabulary, preschoolers.

Agradecimientos: Este trabajo fue financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Chile (Proyecto
Fondecyt Número 1110857).
Correspondencia con las autoras: Katherine Strasser, Escuela de Psicología, Pontificia Universidad Católica de Chile, Vicuña
Mackenna 4860, Macul, Santiago, Chile. E-mail: kstrasse@uc.cl.
Original recibido: 23 de octubre de 2012. Aceptado: 8 de marzo de 2013.

© 2013 Fundación Infancia y Aprendizaje, ISSN: 0210-9395 Estudios de Psicología, 2013, 34 (2), 221-225
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El vocabulario se relaciona estrechamente con la comprensión lectora, de modo que la


cantidad de palabras que conoce un individuo es un excelente predictor de su habilidad
para comprender textos (Nation, Clarke, Marshall y Durand, 2004; Protopapas, Sideridis,
Mouzaki y Simos, 2007; Cromley y Azevedo, 2007). El aspecto más estudiado del léxico
es su amplitud (cantidad de palabras), pero estudios recientes sugieren que la profundidad
del conocimiento léxico influye aún más en la comprensión de textos (Ouellette, 2006; Oue-
llette y Beers, 2010; Perfetti, 2007). No es lo mismo tener una idea general del significa-
do de una palabra que poderla explicar y usar (Beck, McKeown y Kucan, 2002). Según
estudios y teorías recientes, es posible que sean las palabras conocidas en más profundidad
las que tengan mayor influencia sobre la comprensión lectora (Ouellette, 2006; Ouellette
y Beers, 2010; Perfetti, 2007). Una alta cualidad léxica facilitaría la comprensión lectora a
través de diversas vías: evitando confusiones entre palabras, mejorando la recuperación del
significado, reduciendo la carga de memoria de trabajo y facilitando la integración de las
palabras con la representación global del texto (Perfetti, 2007).
La relación entre amplitud del vocabulario, profundidad del vocabulario y compren-
sión del discurso no ha sido estudiada en pre-escolares. Esta falta de interés puede deberse
en parte a la dificultad para medir profundidad léxica en niños pequeños con un lenguaje
expresivo poco desarrollado. Asimismo, el interés por la profundidad del conocimiento
léxico viene originalmente de estudios de comprensión lectora, y no ha sido transferido
aún a poblaciones que no pueden leer. Los estudios en pre-escolares sólo muestran que el
tamaño de su vocabulario contribuye a explicar la varianza de la comprensión lectora en
años posteriores (NICHD, 2005; Storch y Whitehurst, 2002; ver Whitehurst y Lonigan,
2001 para una revisión), pero no existen estudios que comparen el impacto de la amplitud
y profundidad del vocabulario en la comprensión del discurso en la edad preescolar.
Este informe reporta resultados de dos estudios que examinan este problema: uno en
niños de 3 a 5 años, y otro en niños de 4 a 7 años. En estos estudios examinamos la contri-
bución independiente de la amplitud y de la profundidad del vocabulario sobre la com-
prensión de historias. Examinar la contribución de estos factores a la comprensión en esta
edad puede iluminar el diseño de intervenciones para desarrollar un vocabulario rico y
sofisticado en prescolares, que tenga un impacto real sobre su comprensión del lenguaje y
su eventual comprensión lectora.

Metodología
Estudio 1: Niños de 3 años 6 meses a 5 años
Participantes. Los datos fueron extraídos de un estudio experimental mayor (Larraín,
Strasser y Lissi, 2012). Los datos para el presente estudio fueron tomados exclusivamente
de las mediciones pre-intervención. Participaron 63 niños (30 mujeres) entre 3 años 6
meses y 5 años (media=52.3 meses) de tres jardines infantiles gratuitos en la región
metropolitana de Santiago de Chile.
Medidas e instrumentos:
– Amplitud de vocabulario. Test de Vocabulario en Imágenes de Peabody (TVIP). Estima
el tamaño del vocabulario receptivo solicitando a los individuos que indiquen la imagen
correspondiente a una palabra. La consistencia interna en esta edad es 0.91. Como no exis-
ten normas para la población chilena, se utilizó el puntaje bruto y se introdujo la edad
como control.
– Profundidad de vocabulario. Se administró una prueba diseñada especialmente para el
estudio. Se pedía a los niños que contestaran dos preguntas acerca de quince palabras
(cinco sustantivos, cuatro verbos y seis adjetivos) de frecuencia media o baja para su edad
(en Chile no existen listas de frecuencia de palabras para esta edad; las palabras se sometie-
ron a juicios de expertos y profesoras). La primera pregunta era de aplicación (ej. “si vieras
un león, ¿te escabullirías?, ¿por qué?”). La respuesta recibía 0 a 2 puntos según su justifi-
cación. Esta pregunta apuntaba a capturar conocimiento en niños que por su edad podían
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tener dificultad para responder a una pregunta tradicional de definiciones. La segunda era
una pregunta de definición, por ejemplo “¿Qué significa escabullirse?”. Cada definición
recibía un puntaje de 0 a 2 puntos según la cantidad y precisión de la información propor-
cionada. Aunque en niños mayores la definición de palabras está fuertemente influida por
el lenguaje académico (Snow, 1990), hay razones para plantear que en este estudio las defi-
niciones miden principalmente conocimiento semántico. Antes de los 7 años los niños
prácticamente no entregan definiciones formales; la calidad de sus respuestas varía princi-
palmente en función de la información que entregan, y no de su habilidad de construir
definiciones (Johnson y Anglin, 1995). Adicionalmente, esta prueba no fue codificada
exigiendo una estructura canónica de las definiciones. La codificación otorgó máximo
puntaje (2 puntos) a cualquier respuesta que revelara una comprensión relativamente pre-
cisa del significado de la palabra. Por ejemplo, para la palabra “curva”, recibieron dos pun-
tos “una luna” y “un plátano”, mientras que “Los autos manejan por la curva” y “Es un cír-
culo” recibieron un punto. La consistencia inter-codificador de la prueba fue calculada con
coeficientes Kappa. Doce itemes obtuvieron coeficientes superiores a 0.8, diez entre 0.7 y
0.79, cuatro entre 0.6 y 0.69. Los siguientes itemes obtuvieron Kappa bajos pero signifi-
cativos con p <.05: Guarecerse (definición): 0.545; Guarecerse (aplicación) = 0.449;
Deleite (definición): 0.446; Laguna (definición): 0.450. Si había desacuerdo entre codifi-
cadoras, el puntaje final se decidió por discusión. La consistencia interna de esta prueba
fue de 0.919 (alpha de Cronbach). La prueba tiene 30 preguntas y un rango teórico de 0 a
60 puntos.
– Comprensión narrativa. Entendemos Comprensión Narrativa como la construcción de
una representación coherente de una historia (Kendeou et al., 2005; Lynch et al., 2008).
Administramos la Prueba de Comprensión Narrativa Pre-escolar (PCNP, Strasser, Larra-
ín, López de Lérida y Lissi, 2010). En esta prueba los niños miran un libro sin palabras y
contestan 19 preguntas sobre la historia y las ilustraciones. Cada respuesta se puntúa 0, 1
o 2 según si refleja comprensión de la historia, comprensión local, o ausencia de compren-
sión. La consistencia inter-codificador fue calculada con coeficientes Kappa y fue sobre 0.6
para 17 preguntas y sobre 0.5 para el resto, todos significativos con p < .05. Los puntajes
finales se decidieron por discusión cuando existía desacuerdo. La consistencia interna de la
prueba fue 0.85 y el rango es de 0 a 38 puntos.

Estudio 2: Niños de 4 años 6 meses a 7 años


Participantes. Los niños fueron reclutados de 18 salas de Kindergarden de 8 escuelas de
la Región Metropolitana de Santiago de Chile. Participaron 277 niños (120 mujeres)
entre 4 años 6 meses y 7 años 4 meses (media = 69 meses).
Medidas e instrumentos:
– Amplitud de vocabulario. Igual que en el estudio 1.
– Profundidad de vocabulario. Se administró la subescala de Vocabulario de la Escala de
Inteligencia Infantil de Wechsler (WPPSI). La prueba consiste en solicitar definiciones de
palabras (17 sustantivos, tres verbos y dos adjetivos). Cada respuesta recibe 0, 1 o 2 pun-
tos. Al igual que en el estudio anterior, la corta edad de los niños sugiere que esta prueba
no está influida por el lenguaje académico, sino que representaría una medida de conoci-
miento de cada vocablo. El puntaje máximo no se otorga sólo a definiciones canónicas,
sino también a un buen sinónimo o varias características descriptivas. Por ello, creemos
que este instrumento midió adecuadamente conocimiento de las palabras. La prueba no
tiene normas chilenas. La consistencia interna es de 0.95.
– Comprensión narrativa. Usamos una versión adaptada de la PCNP (utilizada en el estu-
dio 1), pues la original presenta un efecto de techo en niños mayores de 5 años. Para ade-
cuar la prueba a niños mayores, se agregaron tres preguntas de recuento (qué pasó al prin-
cipio, medio y final) que se administraron sin mirar las ilustraciones del libro. Una mane-
ra tradicional de evaluar la construcción de una representación coherente de una historia es
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solicitando a los sujetos que hagan un recuento. Sin embargo, en niños muy pequeños,
esta tarea está interferida por la memoria, y por eso se utilizan ilustraciones o libros sin
palabras. Por eso para elevar la dificultad de la prueba en niños mayores incorporamos pre-
guntas que requerían al niño narrar el cuento sin las ilustraciones. Además de esto, se eli-
minaron las preguntas más fáciles. La prueba de kínder consta de 16 preguntas. La consis-
tencia inter-codificador fue calculada con coeficientes Kappa y fue superior a 0.9 para 15
preguntas y 0.78 para la pregunta restante, todos significativos con p < .05. Los puntajes
finales se decidieron por discusión cuando existía desacuerdo. La consistencia interna de la
prueba fue de 0.65. El rango teórico de la prueba es de 0 a 32 puntos.

Resultados
En cada estudio, evaluamos la contribución independiente de profundidad y amplitud
del vocabulario sobre comprensión narrativa, utilizando modelos de regresión múltiple.
En ambas regresiones utilizamos dos variables de control: sexo (mujer = 1) y edad en
meses. La tabla I resume los resultados. La varianza explicada fue de 44.3% en los niños
más jóvenes (F(4, 58) = 11.510; p = .000) y 12.0% en los mayores (F(4, 272) = 9,299; p =
.000). En ambos grupos, la profundidad del vocabulario contribuyó significativamente a
la comprensión narrativa luego de controlar el efecto del sexo y la edad.
TABLA I
Modelo de regresión múltiple para comprensión narrativas en los dos estudios, con profundidad y amplitud de
vocabulario como predictores, edad y sexo como controles

Estudio 1 (3.5 a 5 años) Estudio 2 (4.5 a 7 años)


Predictor B estand. t p R2 B estand. t p R2

Mujer 0.153 1.474 .146 0.443 -0.041 -0.705 .481 0.120


Meses -0.159 -1.455 .151 0.065 1.105 .270
Amplitud 0.429 3.388 .001 0.140 2.217 .027
Profundidad 0.365 2.702 .009 0.233 3.734 .000

Discusión
Los resultados proveen información sobre el rol de la profundidad léxica en la com-
prensión de historias en niños de 3 a 7 años. Las diferencias en la magnitud de los efectos
(mayor varianza explicada en los niños menores; amplitud más importante que profundi-
dad en niños menores y viceversa en los mayores) se pueden explicar principalmente por
diferencias en los instrumentos y sus características psicométricas. En nuestro primer
estudio utilizamos una prueba construida ad hoc, ya que no parecía seguro extrapolar a
niños tan pequeños la forma tradicional de medir profundidad léxica, usando definiciones.
Por esto, complementamos las definiciones con preguntas de aplicación. En el segundo
estudio en cambio, al trabajar con niños de kindergarden, parecía seguro utilizar un test
comercial que aseguraba además mejores propiedades psicométricas. Estas diferencias
podrían ser en parte responsables de las variaciones en la magnitud de los efectos en los
dos tramos de edad. Las diferencias entre las dos pruebas de comprensión narrativa tam-
bién pueden haber influido en esas variaciones. Ambas pruebas utilizaban el mismo libro
sin palabras, pero la de los niños mayores requería más memoria que la de los participan-
tes de menor edad.
La contribución de ambos aspectos de vocabulario es significativa y consistente a través
de las edades y los distintos instrumentos, sugiriendo que se trata de un efecto robusto.
Estos resultados proveen de argumentos para plantear que las recomendaciones acerca de
la enseñanza “enriquecida” de palabras en la enseñanza primaria, son también válidas para
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la enseñanza de palabras en la etapa pre-escolar. En efecto, muchos investigadores plante-
an que para que la instrucción de vocabulario tenga un impacto real sobre la comprensión
lectora, aquella debe apuntar a generar un conocimiento rico y profundo de los vocablos
nuevos (Biemiller y Boote, 2006; Coyne, McCoach, Loftus, Zipoli y Kapp, 2009; Pullen,
Tuckwiller, Knolod, Maynard, Coyne, 2010). Nuestros resultados sugieren que, si quere-
mos formar en los niños pre-escolares un léxico que influya positivamente en su compren-
sión del discurso y eventual comprensión lectora, no sólo debemos enseñar más palabras,
sino también enseñarlas en mayor profundidad. No existe claridad actualmente de cómo
lograr esto a esta edad, ni si los modelos usados en la enseñanza primaria son transferibles
a niños tan pequeños. Son necesarios estudios de intervención en la edad prescolar que
analicen las características específicas que debe tener la enseñanza de vocabulario en esta
etapa para favorecer tanto su amplitud, como su profundidad.

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