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Universidad Nacional del Oeste

Escuela de Ciencias de la Salud – Odontología

Asignatura: Antropología Filosófica

Cursada virtual - 2022

Unidad I: Introducción. El Mito

Docente Responsable: Prof. Gabriel Miranda

Docente: Prof. Lautaro Cardona

2° Clase: El Mito y su importancia para la Antropología Filosófica

El Mito de Deméter. El mito y sus Concepciones: Antimitismo – Panmitismo –


Armonización entre mito y logos Importancia para el estudio de la Antropología filosófica

1. El Mito: Para iniciar el tema, primeramente nos dispondremos a leer y analizar


el mito de Deméter

Según la mitología griega, Deméter era la madre tierra (de las palabras griegas di = tierra y
miter = madre) y la diosa de la agricultura. Era la responsable de la fertilidad en la tierra y protegía
los cultivos. Deméter había tenido con Zeus una hija llamada Perséfone. Ésta era tan bella que
Hades, el dios de los infiernos que vivía bajo tierra, decidió robarla y llevársela a su oscuro reino.
Un día, mientras jugaba en una pradera, Perséfone vio un narciso muy hermoso. Cuando trató de
cortarlo, se abrió la tierra y Perséfone fue secuestrada por Hades. Deméter la buscó desconsolada
y sin dormir por nueve días y nueve noches. Helio —el Sol— informó a Deméter sobre el rapto
de su hija. Como no podía rescatarla, Deméter se sumió en una tristeza sin fin. Recorría campos
y ciudades, envejecida y al borde de la locura. El dolor de Deméter hizo que toda la tierra se
marchitara. Los campos se secaron, las plantas no florecían y los frutos no prosperaban. La gente
empezó a morir de hambre y la humanidad estuvo a punto de perecer. Entonces los dioses le
pidieron a Hermes —dios del comercio— que fuera a negociar con Hades para que devolviera a
Perséfone a su madre. Hermes habló con Hades y éste aceptó. Sin embargo, antes de partir, Hades
hizo que Perséfone comiera un grano de granada que la condenaba a pasar cuatro meses al año
con Hades por toda la eternidad. A partir de entonces, Perséfone pasa ocho meses con su madre.
En ese tiempo, Deméter es feliz, la tierra es fértil y los campos se llenan de semillas y de frutos.
Los cuatro meses restantes, Perséfone debe volver al mundo subterráneo con Hades. Entonces, la
tristeza de Deméter se manifiesta en el hecho de que la tierra no brinda frutos ni flores.1

En este mito podemos descubrir una doble dimensión en el relato, por un lado el sentido
literal que hace referencia a la historia dramática del mundo de los dioses. El rapto de
Perséfone, el dolor de Deméter, la movilización de los dioses para rescatarla buscando
restablecer el orden. Por otro lado, el mito posee un sentido escondido que vincula la
dinámica vital de las deidades olímpicas con la dinámica vital de los seres humanos de la
Grecia arcaica. “El dolor de Deméter hizo que toda la tierra se marchitara”.

El mito señala que hay un acuerdo y mientras Perséfone estará ocho meses con su madre
Demeter, pasado este tiempo Perséfone deberá volver con Hades y permanecer junto a él los
cuatro meses restantes de año. Este hecho se repetirá todos los años por toda la eternidad. Así
vemos como el dolor de Deméter se vivenciará por la comunidad humana todos los años. Los
cuatro meses en los que Deméter se encuentra sumida por el dolor de la falta de su hija, los
seres humanos podrán ver que los árboles pierden las hojas, no prosperan los frutos ni hay
flores. Los griegos una vez identificada esta etapa, si saben precisar y llevar cuenta de cuándo
debe ocurrir este acontecimiento, podrán sacar provecho del mismo, y podrán organizar tanto
la agricultura como la ganadería. Podríamos decir que en este sentido, dicho mito se
transforma en una herramienta de conocimiento y dominio de la naturaleza. Dominio en
parte, pues los dioses poseen su dinámica vital; sin embargo los seres humanos pueden sacar
provecho y se anticipan a los eventos que suceden cada año, sabiendo ordenar en el tiempo
las actividades agrícolas y ganaderas. Incluso el comercio y los largos viajes.

Ahora bien, descubrir el sentido oculto del lenguaje mitológico no es algo que a todas
las concepciones del saber le atraiga.

2. EL MITO Y SUS CONCEPCIONES

1
Aquí proponemos un relato simplificado según propone Rafín, M et al. (2007) Filosofía. Edit. Tinta Fresca
p. 11. El relato completo Pajares, A. B. (1978) Himnos Homéricos. La “Bratacomiomaquia” pp. 63-83
Gredos.
Al tratar el tema de las diferentes concepciones del mito sería oportuno que propongamos
una definición a partir de la cual podamos ir mostrando las diferentes dimensiones de lo este
concepto significa. Al disponernos a realizar esta tarea nos encontramos con un gran
problema: el de afrontar la regla lógica que indica Toda definición sirve para lo definido y
nada más que para lo que se busca definir. En tal sentido dar una definición es distinguir una
cosa como diferente y diversa que las demás y esto no esta sencillo en el mito. El antropólogo
catalán Lluis Duch, uno de los estudiosos más reconocidos en el ámbito de habla hispana
(recientemente fallecido) nos dice: “buscar una definición de mito es tan complejo como
buscar una definición de ser humano”2.

¿Cual es el principal tema a tener en cuenta, para orientarnos en el estudio del mito?

Principalmente tenemos que saber que el mito se construye con palabras y como nos dice
Duch, es un “apalabramiento” del mundo. El primer hallazgo que tenemos es que todo mito
es una construcción de palabras, por ello las posiciones en torno al valor del mito para la
cultura y el saber se desarrollan en torno al valor del lenguaje y tratan de establecer qué tipo
de lenguaje es el mito y que confianza podemos tener en dicho lenguaje.

A medida que vamos entrando en detallen tenemos que señalar que podemos
encontrar diferentes miradas sobre el mito y estas se pueden agrupar a grandes grupos o
perspectivas, que siguiendo en parte a Duch podríamos denominar como: “posturas
antimitistas”, “posturas panmitismo” y el “logo-mitistas” o (es decir, posturas conciliadoras
de ambos aspectos; tanto el mítico como el lógico).

Dejándonos llevar intuitivamente podríamos decir que antimitismo –o logocentrismo- es una


postura que se opone a la aceptación de que el mito sea apropiado para expresar
conocimientos. Por otro lado el panmitismo sostiene que la única manera de transmitir
saberes se puede realizar con figuras simbólicas como el mito. Finalmente el logomitismo o
mitismo moderado busca realizar un análisis en el cual equilibra el aporte del mito y el
análisis lógico.

A continuación realizaremos una breve caracterización de estas posiciones, pero antes


buscaremos realizar una primera definición de mito que oriente nuestro estudio. Mito es un

2
Duch, Lluis (2002) Mito, interpretación y cultura
término griego que puede ser traducido como relato o cuento. Si uno va a un buscador a
tratar de encontrar la definición que calme la ansiedad que provoca la utilización de un
término desconocido, puede encontrar que este término proviene del griego, sin embargo se
realizaría una falsa idea si cree que el mito comienza a existir en la cultura Grecia y antes no
existía. Para evacuar esta posible confusión diremos que el mito es anterior al pueblo Griego,
pues el mito nace con los seres humanos. Cuando comienzan a existir los seres humanos, se
distinguen como especie por la capacidad de lenguaje o capacidad simbólica (E. Cassirer,
2016). Los seres humanos son capaces de lenguaje y el lenguaje utilizado para explicar la
realidad en que vive, su origen y causa, su finalidad y sentido es mediante la forma que los
griegos denominaron mitos. Dicho de otro modo, el mito es el relato que da origen a la cultura
humana y por ello, allí donde hubo un grupo humano hubo un mito o un lenguaje que daba
cuenta de la realidad en sus diversas dimensiones.

Mito y Logos

Muchos de ustedes habrán estudiado la filosofía en el secundario o en otra carrera que hayan
realizado anteriormente y tal vez (no siempre sucede) les habrán dicho que la filosofía surge
como un modo de superar al mito. Estas perspectivas sostienen que el mito es un saber
limitado, irracional, arcaico y alógico que pudo ser superado gracias a la reflexión filosófica
iniciada con los primeros filósofos griegos que fueron capaces de ascender por primera vez
en la historia al logos3. Sin embargo, es necesario señalar que dicha manera de entender este
tema, no es la única. En el presente curso proponemos exponer las tres perspectivas y
posicionamientos que existen frente al mito con el objetivo de realizar un análisis capaz de
dar cuenta, del mejor modo que nos sea posible, el valor intelectual que posee el mito para el
conocimiento.

1. Concepciones del mito

3
Logos es un término griego que se puede traducir de múltiples formas, como conocimiento, razón, discurso,
palabra, sentido, etc. En tal sentido muchos presentan que la filosofía es la superación del mito por el logos.
Durante el desarrollo de la cultura de occidente (también me atrevo a decir de la
humanidad en general) se han desarrollado varias perspectivas que de modo directo o
indirecto, consciente o inconsciente despliegan una valoración sobre el mito y su relación
con el logos. La relación que se establezca entre el concepto de mito y logos, permite
proponer un modo de lenguaje y de ciencia, cuya capacidad de acercarse a lo real desde el
conocimiento puede ir teniendo diferentes matices.

En el vasto campo de la cultura y del lenguaje humano, podemos encontrar tres grandes
horizontes de pensamiento en relación a la relación mito y logos. Siguiendo en este punto a
Lluis Duch los denominaremos a. Antimitismo, b. Panmitismo y c. Logo-mitismo.

a. Posiciones Antimíticas o logocentristas

Podemos denominar posición antimíticas a las posiciones filosóficas que entienden que
el mito es un relato fantasioso y por ello no tiene ningún poder explicativo de la realidad.
Esta posición que tiene defensores ya entre los sofistas griegos, pero también en autores como
Aristóteles, se ha ido configurando de modo muy acentuado sobre todo desde la ilustración,
aunque como antes dijimos la podemos ver en todas las épocas históricas. El rechazo del
mito se ofrece como un intento de buscar formas más puras del lenguaje con el fin de despojar
a los discursos de arbitrariedades, vaguedades y simbolismos polisémicos, con la finalidad
de alcanzar una comunicación en principio, para estos autores, “más objetiva”.

Sin embargo, uno podría reflexionar que detrás de la actitud iluminista de rechazo de los
mitos de los pueblos que eran colonizados en el siglo de las luces, se escondía la necesidad
de reorientar el saber de aquellas culturas originarias a una mirada centralizada, capaz de
direccionar nuevas formas de vida política desde la mirada cultural. Esta finalidad permite
señalar que los saberes ancestrales eran inferiores a los modernos conocimientos (tenidos
como el verdadero progreso) y de poco el valor de la nueva cultura que propone el progreso
se instala como superior, realizándose un mecanismo cultural que permitió implantar nuevas
formas de cultura, dependientes de la cultura superior.

En primer lugar, cabe destacar que, durante el siglo de las Luces, la información
recopilada por los navegantes y difundida por los entusiastas del Renacimiento, a cerca
de las costumbres, valores, cosmovisión, chamanismo y forma de vida de los
Naturales del Nuevo Mundo, despertó en los ilustrados un gran interés por la Mitología
Comparada. La Ilustración se planteó, así, el tema del Mito desde una perspectiva crítica
negativa, aunque con ciertas reservas, ya que consideraban el Mito como: aquello que no
ha de ser y que es preciso superar; y cuya interpretación lo define como una “iluminación”,
en el sentido de que bajo su revestimiento de leyenda hay una verdad permanente.4

Las posiciones antimíticas se caracterizan por señalar la necesidad de dar un salto hacia
adelante, un salto que permita un progresa culturalmente y lograr que la razón ilumine y quite
todo vestigio de oscuridad dado por las antiguas exposiciones míticas.

El positivismo de Comte, el neopositivismo del Circulo de Viena y las propuestas de la


filosofía analítica, serán los sectores desde donde se siga apostando la empresa de una lectura
desmitificada de la realidad. Para ello un requisito es la transformación de toda la realidad en
modelos matematizables, capaces de ser expresados por las ciencias positivas. Desde luego
también es importante decir que los autores iluministas y positivistas creían que la difusión
de las ciencias y las artes era una herramienta con la cual consolidar la autonomía del sujeto
racional. Entendiendo que la lucha en contra de aquello que era considerado como la
“superstición” residía la clave para la autonomía y el progreso humano.

Estas perspectivas han llegado a Latinoamérica y particulamente a la Argentina. La


mayoría de los intelectuales en Argentina durante la segunda parte del S XIX han adherido
al positivismo de Comte por influencia de los filósofos positivistas como Octavio Bunge y
Ramos Mejía entre otros. Durante la segunda parte del siglo XX se desarrolla la filosofía
analítica cuyo iniciador es el filósofo Mario Bunge y continuadores como Gregorio Klimosky
entre otros. Uno podría identificar esta posición en las perspectivas que sostienen que
solamente las ciencias y especialmente las matemáticas y ciencias duras, son el conocimiento
último y verdadero de la realidad, lo demás es mero discurso sin ningún saber verdadero.

Reflexión:

4
Ochoa Abaurre, J. C. (2002) Mito y chamanismo: El mito de la tierra sin mal en los Tupí-cocama de la
Amazonía peruana. Tesis de doctorado. Universidad de Barcelona p.19 disponible en:
https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/2033/TESISOCHOA.pdf
Lee el texto sobre el experimento Ottolenghi, extraído del texto de Lombrosio
“Los criminales” y comenta un parecer sobre el estudio realizado. ¿Te parece que el
positivismo dar cuenta de todos los fenómenos de la realidad? ¿Por qué? ¿Te parece que la
posición científica de Lombrosio posee elementos que van más allá de las ciencias?

b. Posiciones Panmíticas

Cómo una reacción ante la desmitificación de la cultura pretendida por las concepciones
positivistas y analíticas entre otras, muchos sectores de la cultura se propusieron defender
una mirada mítica, señalando las contradicciones de la razón, que a su óptica era vista como
fría y calculadora.

“Está claro que, en la Filosofía romántica de la Nueva Mitología, Nostalgia y Conciencia


y Mito y Razón se articulan y complementan bajo la visión, realista y simbólica, que entiende
que, a través de la conciencia interior, el hombre conoce la realidad de los tiempos originarios
y, viceversa, al acceder al primun tempore, el hombre vuelve sobre su propia conciencia y se
conoce mejor a sí mismo (…) Así que, el mito es, en su esencia, el conocimiento de lo que
los románticos llamaron la “Naturaleza”; es decir, que el Mito nos hace conocer, mediante la
“aprehensión y la intuición” de la Naturaleza (humana y sobrehumana), la interioridad del
hombre y el origen del mundo ”5

Esta manera de revalorizar al mito como conocimiento esencial de la naturaleza, es la que


ha dado vigor al desarrollo de perspectivas posteriores que han calado profundamente en la
cultura contemporánea.

En la bibliografía puntualmente se menciona al romanticismo como un movimiento


filosófico en el cual se buscó revalorar la perspectiva mítica, como una forma de
conocimiento particularmente valioso; ya que este nos pondría en relación con profundos y
muy representativos aspectos que caracterizan a la condición humana. De este modo el
romanticismo se presentará como una reacción a la propuesta iluminista, revalorizando los
aspectos irracionales del individuo.

5
Ibid p. 20
Sin duda es Nietzsche el filósofo que en el siglo XIX – viéndose inspirado en el
romanticismo alemán- habrá de presentar una muy intensa critica al positivismo y los
resabios de la ilustración, dejando su voz resonando durante todo el siglo XX y en lo que va
del XXI. En su obra de juventud El Origen de la Tragedia, ya encontramos expuesta su teoría
del mito, aunque en otras obras como Así hablo Zaratustra se expondrán también aspectos
importantes que completan su visión inicial.

De modo muy sintético señalaremos que en la obra de juventud Nietzsche muestra que
en el mito griego se expresan las verdades fundamentales de la cultura, pero es especialmente
en la tragedia, donde el mito alcanza el grado máximo de perfección. Apolo y Dioniso son
los dioses que representan la polaridad de la existencia, o mejor dicho instintos originales de
la voluntad de vivir6. La existencia inauténtica encarnada en apolo cuya mesura, calma y
racionalidad han hecho perder el vigor por querer vivir; dicho vigor es el atributo del dio-
hombre Dioniso dios de la embriaguez, la voluntad de vivir, la alegría.

Lo dionisíaco es, pues, para Nietzsche el polo esencial del mito griego; el mito que
fundamenta el ser, la existencia, la unidad, el Uno primordial y sus manifestaciones, en
definitiva, el amor a la vida; y de este mito hace el Filósofo una interpretación vitalista. El
otro polo, lo apolíneo, representa el sueño que el hombre tiene de los dioses olímpicos, pero
que es una ilusión (el velo de Maya), un engaño, un constructo de nuestra mente sin realidad
objetiva.7

En su obra Así Hablo Zaratustra, el profeta Zaratustra se transforma en la


ejemplaridad del conocerse y amarse a sí mismo con la finalidad de conocer y amar a los
demás. El lenguaje utilizado en ambas obras muestran que el camino hacia las profundidades
de la existencia, debe estar ligadas con la conciencia mítica

Zaratustra y Dioniso comparten la misma conciencia, ya que ambas se basan en el


sentimiento y en los instintos de Naturaleza, como estructura profunda de una forma de vida
ligada a la conciencia mítica.8

El panmitismo, muchas veces tildado de irracionalismo por ciertos autores, ha sido la voz
insurgente que expuso aquello que queda oculto o velado por las perspectivas racionalistas.

7
Ibid p. 26
8
Ibíd. pp. 27-28
Sin embargo, cabe aclarar que es necesario que cada ámbito de la realidad pueda ser
expresado de un modo diverso sin dejar de utilizar las posibilidades que ofrece el lenguaje
analítico muy útil en ciertas dimensiones del saber, pero muy limitado en otras. El mito puede
ser un elemento del saber muy útil en ciertas dimensiones del conocimiento, pero muy
limitado en otras.

En nuestro país han sido recibidos desde muchos espacios políticos distintos el
pensamiento de Nietszche y del último Heidegger y entre los que se destaca el filósofo Tomas
Abraham, Esther Diaz, Dario Sztajnszajber, por nombrar a los más conocidos.

Podríamos desarrollar los saberes de las ciencias médicas y la odontología desde


una concepción panmítica. Fundamenta

c. Logo-mitismo o armonización entre el mito y el logos

La tercera posición que presentaremos en torno a la valoración del mito es esta que hemos
denominado Logo-mitismo o armonización entre mito y logos. Su nombre ya permite intuír
que se trata de una posición que busca otorgar un valor de conocimiento tanto a la dimensión
mítica como a la teórica, esta perspectiva busca vincular ambas formas de conocimiento
destacando la importancia y el ámbito que cada una de ellas posee. Podemos ver que ya en
la antigüedad Platon en sus obras de madurez, realiza una nueva reelaboración sobre la
importancia del saber mítico, luego de haberlo desechado en la juventud.

Creo que los textos son testimonio de que Platón culmina aquella revolucionaria tarea
socrática: el intento de enlazar lo racional con lo irracional, de articular Mito y Logos,
reintegrando el Mito al universo de la razón filosófica, al desmitificar el Mito y desocultando
lo oculto de su verdad mítica. Por lo que puede afirmarse (en acuerdo con Lluis Duch en un
comentario que hace de una cita de Giovanni Reale), que: “Platón busca una clarificación
en el logos, y el logos, por su parte, una clarificación en el mito…; porque Platón otorga al
Mito la función de elevar, mediante la alusión y la intuición, el espíritu humano a aquellas
esferas que no pueden ser alcanzadas por la Razón.”9

9
Ibíd p. 18
Esta tendencia de armonización entre el mito y el logos tiene varios representantes en la
historia de la filosofía y recientemente cabe destacar a autores como Levi-Strauss, así como
al filósofo Rumano Mercia Eliade, que se dedicó a estudiar el mito en profundidad y ha
rehabilitado la dimensión del logos que se siempre tiene escondida. Estos autores han influido
en la obra de filósofos de la talla de Paul Ricoeur, quien ha estudiado y desplegado la función
simbólica del mito. A su vez, Ricoeur ha influido en una gran variedad de autores
Latinoamericanos, entre ellos el polo argentino de la filosofía de la liberación, especialmente
en Dussel y Scannone.

¿Como ha impactado el estudio que valora la dimensión simbólica del mito en nuestra
Patria y en américa en general?

Para caracterizar este punto, proponemos seguir las reflexiones del Filósofo Argentino Juan
Carlos Scannone, recientemente fallecido en 2019 y que hemos tenido el agrado y honor de
recibir en Nuestra Universidad en 2017.

Scannone junto con el grupo del Polo Argentino de la Filosofía de la Liberación,


entienden que la cultura popular que persiste como herencia cultural de los pueblos
originarios de América, se desarrolla en forma de símbolo. Si bien los pueblos originarios no
han desarrollado un modo de articular su sabiduría con el concepto filosófico o científico que
se utilizan en los ámbitos académicos, esto no significa que dichos Pueblos no posean una
rica y profunda sabiduría. La sabiduría del pueblo se expresa mediante el símbolo (símbolos,
mitos, ritos, narraciones). Por eso en los mitos y leyendas (entre otras formas de expresión
cultural) los pueblos originarios articulan sus saberes milenarios.

El mito es un saber simbólico que despliega un doble registro de información, por un


lado se despliega un relato literal que evidencia un hecho concreto, un suceso que da cuenta
de cómo diversos personajes elaboran una historia; sin embargo ese relato literal es el ropaje,
en el que se esconde un saber diverso, que conecta con una realidad que trasciende la realidad
literal y se sumerge en la espesura de los fundamentos últimos. El mito tiene por ello la
capacidad de relacionar dos dimensiones y en cada dimensión hay un sentido distintos

«En esa relación de transparencia entre el sentido primero y el sentido segundo, o de epifanía
de éste en aquel, tiene una peculiar forma o estructura: se trata de una relación al mismo
tiempo de unidad y distinción entre dos instancias positivas (…) una relación original y
originaria de libre alteridad en la unidad de ambos sentidos: en y a través del primero se da
una sobre abundancia de sentido que lo excede, pero lo presupone y se encarna en él.»10

Las dos dimensiones que se encuentran enlazadas en el relato y que Scannone explica que se
encuentran como siendo transparentes una a la otra, poseen dos lugares diversos. La fuente
de sentido y la recepción del mismo. Al hablar del sentido primero del relato que se encuentra
“excedido”, Scannone se refiere al sentido literal del relato mítico. Este sentido literal del
relato mítico recibe de las profundidades del relato, la fuente velada de verdad, revelada en
el relato.

Los relatos míticos manejan el doble sentido, el sentido de lo innombrable, lo divino,


lo que está más allá de nuestra posibilidad de saber y manejar con los pensamientos y
palabras, ese es el sentido profundo. Pero el sentido literal del relato mítico nos proporciona
algo de esa escondida realidad, por ello el sentido literal o primero se ve desbordado, por
aquello que es causa, principio y razón última de la realidad.

1- IMPORTANCIA DEL MITO PARA LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

Para cerrar esta primera clase, nos detendremos a sacar algunas conclusiones de lo dicho
y así poder expresar de modo más claro, qué lugar ocupa el mito en el estudio que
denominamos antropología filosófica.

En primer lugar diremos que luego de analizar las tres perspectivas que analizan y
expresan cual es el valor del mito para aportar conocimientos, sacamos las siguientes
conclusiones:

1. Las perspectivas analíticas y cientificistas de la antropología de fuerte raigambre


iluminista se inclinan a realizar estudio de la realidad humana sin aceptar el valor semántico
que ofrece el mito como herramienta de reflexión y conocimiento de la humanidad. Iremos

10
Scannone, J. C. (1990) Nuevo punto de partida en la filosofía latinoamericana. Buenos Aires. Editorial
Guadalupe. p. 243
viendo perspectivas que no aceptan ningún valor simbólico al momento de plantear los
saberes sobre el ser humano. Frente a ello podemos decir que los saberes que proponen
partiendo del conocimiento de la realidad y su mensura, son un modo de simbolizar dicha
realidad y por ello nos queda señalar que todo discurso humano sobre los humanos son modos
de simbolizar, lo que haría una diferencia entre estos discursos es ¿Sobre qué realidad se
puede simbolizar y que debe quedar fuera?

Las perspectivas antimíticas se refugian en relatos de fundamento matemático, queriendo de


ese modo mostrarse como racional y antimítico, pero como muy bien han demostrado los
críticos de la Escuela de Francfourt11, el racionalismo sólo ha construido un nuevo mito
escrito con caracteres matemáticos. Pues se fue construyendo de secularizar y quitar todo
vestigio de trascendencia al viejo supuesto galileliano que rezaba “Las Matemáticas son el
lenguaje con el que el Dios ha escrito el universo”. Sin trascendencia, el universo se explica
por si mismo y en las matemáticas encontramos todo lo necesario para su explicación, en este
sentido ningún relato mítico aporta al conocimiento del universo ni del ser humano.

Siendo el único simbolismo posible para expresar el saber el simbolismo matemático, todo
saber se limita al que logra realizar las ciencias luego de observar, mensurar y expresar
matemáticamente sus resultados.

2. El panmitismo por otro lado, nacido como reacción anti-iluminista, propondrá que
los únicos saberes que se podrán alcanzar son los que se encuentren expresados
simbólicamente, evitando todo vestigio de distinción matemática y racionalista. En tal
sentido, el exceso de violencia con el que se reacciona frente al iluminismo, conlleva en no
reparar los aspectos positivos que los saberes provenientes de las ciencias empiriométricas
puedan aportar a la cultura y en un pesimismo radical ante las posibilidades de alcanzar
saberes llevando las muchas de las veces al nihilismo y relativismo.12

11
Hay abundante bibliografía al respecto, pero para quienes busquen encontrar una buena exposición del tema
les recomiendo el texto de Max Horkheimer Crítica de la Razón instrumental.
12
Para ampliar la lectura sobre las consecuencias políticas y morales del irracionalismo Nietscheanos puede
leerse: Schutte, Ofelia Mas alla de Nietzsche.
3. El Logo-mitismo se propone como la perspectiva que valorando tanto la dimensión
lógica racional como la dimensión mítica simbólica, se propone realizar el esfuerzo por
encontrar una armonía entre el discurso mítico y lógico, entendiendo que ambas dimensiones
no sólo permiten una mayor profundidad de los sentidos, sino que a su vez poseen la
capacidad necesaria para abordar todas las temáticas que el ser humano es capaz de
proponerse. El logomito, al involucrar tanto la dimensión intuitiva y simbólica del saber,
como la racional y lógica puede dirigir su mirada y reflexión a los diversos ámbitos de la
existencia humana, tanto en orden inmanente como trascendente, sin descartar cuestiones a
priori, sin antes dedicarse a estudiarlas y explicitar su significación.

Para cerrar esta clase, señalamos la importancia de ampliar las fuentes del saber,
siempre y cuando esa ampliación no se transforme en una mirada ingenua o un dogmatismo
irracional; en tal sentido, la posición logomitica ofrece herramientas para andar la senda de
la reflexión profunda sin adherir acríticamente a postulados intuitivos por que sí, pero sin
desechar gratuitamente las expresiones simbólicas que en muchos casos es la forma popular
de transmitir su sabiduría.

Lluis Duch señala que el mito es un antídoto eficaz contra la incomunicación ademas
de ser posibilitador de la fraternidad universal (ver punto 4.3 pp. 156)

¿Podrías explicar que entiende por incomunicación y por qué el mito podría
remediarla? ¿Por qué el autor dice que el mito puede posibilitar la fraternidad universal?

Bibliografía Obligatoria:

Duch, LLuis (2002) El Mito, interpretación y cultura. Introducción pp.13-21; Puntos:


4.3 El Mito ya la actual situación de inexpresividad. 4.4 La tendencia predominante de la
mitología occidental 4.5 La perversión del mito 4.6 Conclusiones pp 152-164.
Ochoa Abaurre, Juan Carlos. (2002). Mito y Chamanismo: El mito de la tierra sin
mal de los Tupí-cocama de la Amazonía Peruana. Tesis Doctoral aprobada por la
Universidad de Barcelona. Parte I: Interpretaciones del mito pp. 12-22.37-39

Bibliografía Optativa:

Mircea Eliade (2002) Mito y Realidad. Editorial Labor. Cap. 1 La estructura de los
mitos

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