Está en la página 1de 2

LOS CRIMINALES

33

Ix

M. Ottolenghi (13) ha estudiado en mi la-


boratorio las arrugas en 200 criminales y 200
hombres honrados (obreros y campesinos), ha-
llándolas con mayor frecuencia y precocidad en
los criminales, dos veces cada cinco más que en
las personas rectas, con predominio de la arru-
ga cigomática (situada en medio de cada ca-
rrillo) y que pudiera denominarse muy bien la
arruga del 'vicio, por ser verdaderamente la ca-
racterística de los criminales.
Otro tanto tiene lugar en las mujeres crimi-
nales respecto de las honradas, si bien con una
ligera diferencia. Viendo sus arrugas se re-
cuerdan las famosas arrugas de las brujas. Mo-
delo acabado de todo esto, es el busto del céle-
bre envenenador de Sicilia, que se guarda en
el Museo Nacional de Palermo, y cuyo rostro
no es más que un mapa de arrugas.
Estudiando yo con el mismo mencionado sa-
bio la frecuencia de la canicie y de la calvicie,
hemos observado la ausencia ó el retraso de am-
bas en los criminales (14), epilépticos é im-
béciles.
Entre los primeros solamente Tos estafadores
(18)

Antes de los 25 años Entre 25 y 50 años


N t ' in a lio YOIMI A I01 Criil..
Por 100 Por 100 Por 100 Por 10()
Arrugas de la frente. - 7,1 34 62 86
Arruga nasolabial. . . 22 19 62 76
Arruga cigomática . O 26 11 33
(sO La Calvizie, ¿a Canizie e le Rugise ,ei normal¡, aei c,i.
minali, eegii ee5ileUi5 e as: reefini. (Arehivio di P,jc.iaiga ¡a
Tarjas, iSSg, X).
34 T.OS CRIMINALES

se acercan un poco á las gentes honradas (15).


Muy al contrario de esto, hemos hallado en
80 mujeres criminales con mayor frecuencia
la canicie y más rara la calvicie que entre 200
obreros honrados.

No terminaremos este capítulo sin hacer men-


ción del hermoso descubrimiento debido, nos-
otros nos complacemos muy mucho en hacerlo
constar así, al eminente jurisconsulto M. An-
fosso. El taquiatropómetro de su invención es
un verdadero graduador automático (Archiiio
de Psych., art. IX, pág. 173). Creemos que
in inconveniente alguno, como no fuera por
huir algo de la tétrica armonía imitativa local,
podría denominársele quillotina antropométri-
ca. Hermoso descubrimiento! repetimos; él
suministra con admirable ligereza y precisión
justamente mecánica, las medidas más impor-
tantes del cuerpo, facilitando de esta suerte en
gran manera,, aun á aquellos pueblos totalmen-
te ayunos de conocimientos científicos, la prác-
tica de la antropometría, es decir, el examen
de la filiación de los criminales, cuyo perfec-
cionamiento es, con toda justicia, uno de los
títulos más gloriosos de M. Bertillón.
(15)
Cii 41xilie hI cilTlil

400 normales ................2.5 10


SO epilépticos ............ 31,5 12,7
40 imbéciles ............. 11,7 13,5
490 criminales ............. 25,5 48
- ladrones
.. . . . 24,4
. . . . 2,6
- estafadores ........ 47 13,1
- autores de heridas ..... 23,7 5,3
80 mujeres criminales ......... 45 9,7
200 mujeres honradas. ......... 60 13

También podría gustarte