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Dto. Geografía e Historia.

María López Cabrera

TEMA 1. CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA. LA GUERRA DE LA


INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL. LA
CONSTITUCIÓN DE 1812.

INDICE

1 LA CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA.

1.1 LA CRISIS DEL REINADO DE CARLOS IV


1.2 EL MOTÍN DE ARANJUEZ

2 LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL.

2.1 LA GUERRA DE INDEPENDENCIA


2.2 EL GOBIERNO DE JOSE I BONAPARTE
2.3 LAS CORTES DE CADIZ

3 LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

3.1 LA CREACIÓN DEL ESTADO LIBERAL


3.2 VALORACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE 1812

DOCUMENTOS TEMA 1

1. LA CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA.

1.1. LA CRISIS DEL REINADO DE CARLOS IV

El reinado de Carlos IV (1788-1808) estuvo inmerso de lleno en los acontecimientos de la Revolución Francesa, que
tanto condicionara la política interior y exterior de Espana. Este reinado supuso, entre otras cosas, el fin de la etapa
reformista de la ilustración, provocando entre los sectores mas vinculados a ella una fatal frustración. A ello se anade
los continuos vaivenes de la política exterior de los ministros de Carlos IV: Floridablanca, Aranda y Godoy.

El ministro Floridablanca emprende una campana de represión y censura contra la propaganda revolucionaria, en la
que llega incluso a revitalizar la actuación de la Inquisición como instrumento de control ideológico. Su sucesor,
Aranda, antiguo ilustrado seguidor de Voltaire, adopta una postura moderada y neutral frente a la Convención
francesa; parece que ello originó su caída ante los sectores que presionaban en favor de una decidida intervención
espanola para restablecer en su trono a Luis XVI. El nuevo ministro Godoy, favorito de la reina María Luisa, se inclina
por una política que intenta salvar a Luis XVI de los revolucionarios provocando la declaración de guerra de la
Convención francesa a Espana en 1793.

Esta guerra se saldó con un fracaso tanto en el terreno militar como en el diplomatico, y tuvo graves repercusiones
económico-financieras y puso en peligro a la propia monarquía. La paz de Basilea (1795) reanuda la tradicional
alianza con Francia («Pactos de Familia»). En 1796 se firma el primer tratado de San Ildefonso que liga a Espana
con la Francia revolucionaria. Desde ese momento se suceden los desastres en el exterior (guerra con Inglaterra, 1796-
1808). En 1801 se declara la guerra a Portugal de acuerdo con el segundo tratado de San Ildefonso. Tras la breve paz
de Amiens (1802) se reanuda la guerra contra Inglaterra (derrota de la flota hispano-francesa en Trafalgar, 1805).

Estas guerras tienen una inmediata repercusión: paralización del trafico marítimo con las colonias, crisis de la industria
algodonera y agrava el maltrecho estado financiero de la monarquía. Desde 1805 todo el crecimiento comercial e
industrial y la recuperación naval espanola del siglo XVIII se hunden en el marasmo de la crisis de comienzos del siglo
XIX.

Un nuevo tratado con la Francia napoleónica, Tratado de Fontainebleau (1807) ligara a Espana al sistema de bloqueo
continental contra Inglaterra. A raíz de este tratado penetran en territorio espanol las tropas francesas con el pretexto de
ocupar Portugal. Godoy intenta entonces reaccionar ante lo que en realidad es una ocupación del país. Desde este
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momento tres acontecimientos clave van a desembocar en la crisis de la monarquía espanola: el motín de Aranjuez, las
abdicaciones de Bayona y el dos de Mayo.

1.2. EL MOTÍN DE ARANJUEZ

El motin de Aranjuez (17-18 de marzo de 1808), dirigido por la nobleza y el clero así como por la «camarilla» de
Fernando, arrastró a los habitantes de Aranjuez, utilizando como excusa la decisión de Godoy de trasladar a los Reyes a
Andalucía y evitar así que cayesen en manos del emperador. Los instigadores del motín pretenden la caída de Godoy,
ministro todopoderoso, y la elevación al trono de Fernando VII. El apoyo de las autoridades francesas a Godoy contra
Fernando VII le ganaría la enemistad de los espanoles, enemistad que se vería reforzada cuando la inmensa mayoría del
pueblo rechazase las abdicaciones de Bayona (mayo de 1808).

El dos de Mayo constituye el tercer acto de esta crisis. Ante la pasiva actitud de las autoridades espanolas, la Junta de
Gobierno y el Consejo de Castilla, el propio mariscal frances Murat se autodesigna presidente de la Junta, depositaría
de la soberanía. Esto va a desencadenar, por un lado, el levantamiento y la resistencia del pueblo espanol a la ocupación
y, por otro, un vacío de poder que sera asumido por autoridades de rango inferior y por las nuevas instituciones: juntas
provinciales y locales y la Junta Suprema Central.

2. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL.

2.1. LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

La Guerra de la Independencia (1808-1814) hay que entender la en una doble vertiente: por un lado hay que
considerarla como una guerra de liberación nacional que marcaría la evolución histórica posterior, no sólo por sus
graves consecuencias económicas, sino tambien por sus efectos sociales. Ademas de este caracter de lucha patriótica,
determinados pasajes de ella tuvieron un caracter liberal y reformista, y en este sentido revolucionario, porque
ilustrados hispanos aprovecharon la ocasión para realizar los cambios desde hacía tiempo pretendidos.

◦ Su primera fase (2 de mayo a julio de 1808) se inicia con el levantamiento popular de Madrid (2 de mayo de
1808) dirigido por Daoiz y Velarde. En los meses de mayo- junio, el hecho de que las juntas provinciales D
asuman la soberanía y sus declaraciones de guerra al invasor abren definitivamente la etapa belica. La Junta
Suprema Central tratara de organizar pronto la resistencia, sin conseguir establecer un plan de campana. Las
distintas fases de la guerra vienen caracterizadas no sólo por los planteamientos belicos, sino tambien por las
distintas formas de resistencia: la guerra regular, los sitios y las guerrillas. Entre 1808-1809, el levantamiento
nacional desarticula el plan frances de ocupación que consistía en controlar los principales puertos
peninsulares (Barcelona, Cadiz y Lisboa). La derrota del cuerpo de ejercito frances de Dupont a manos del
general Castanos en Bailen (19 de julio de 1808) y la capitulación del mariscal Junot ante el ejercito ingles,
obligan al gobierno «intruso» de Jose I a retirarse tras la línea del Ebro.

◦ L a segunda fase de la guerra (julio de 1808- 1812) va a dar a la misma un nuevo rumbo. Napoleón, en
noviembre de 1808, al frente de la Grand Armee (250.000 soldados veteranos) entra en la Península.
Derrotado en Ocana el nuevo ejercito espanol levantado por la Junta, las fuerzas napoleónicas logran
asegurarse el control de la Península obligando a los ingleses a replegarse a Portugal tras las trincheras de
Torres Yedras. La superioridad numerica, la mejor organización y rapidez de concentración de fuerzas del
ejercito frances pronto provoca la ruptura de las líneas espanolas y, la retirada del cuerpo expedicionario ingles
de sir John Moore. El ultimo ejercito espanol, el del Centro, es derrotado definitivamente en Ucles (enero de
1809). Este es un periodo de claro predominio frances, pero varios hechos van a dificultar su control de la
península: la resistencia de ciudades importantes (Zaragoza, Gerona, Tarragona, Valencia, estas dos ultimas
ocupadas en 1811 y 1812), la decidida intervención inglesa y la aparición de una nueva forma de lucha, la
guerrilla, que va a transformarse en un fenómeno de masas. La guerra de guerrillas se va a desarrollar
fundamentalmente en el mundo rural, contribuyendo a la crueldad que caracteriza a esta guerra debido al
principio de acción-represión. Su mejor arma sera el conocimiento del terreno y la complicidad del pueblo.
Rehuyen el enfrentamiento directo, presuponen la aceptación de la inferioridad y un grado extremo de
violencia. Si bien nunca constituyó un elemento decisivo, sí creó un ambiente tremendamente hostil hacia el
ejercito invasor, conocido como “el infierno espanol”. Fue a la vez, el maximo exponente del caracter popular
de la guerra, y del fracaso militar frances. Comenzaba así una concepción de lucha muy distinta de la clasica y
con gran futuro.
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◦ En la tercera fase (1812-1814), los ejercitos anglo-luso-espanoles al mando de Wellington y coincidiendo con
la campana de Napoleón en Rusia, inician una ofensiva victoriosa (Arapiles, Vitoria) que obliga a Jose I a
abandonar definitivamente Espana, quedando unicamente en manos francesas el este espanol que evacuaran a
comienzos de 1814.

La guerra de la Independencia ha sido calificada de «gran desastre nacional». En el ambito económico y social, la
destrucción, muchas veces intencionada de ambos contendientes (franceses e ingleses) de los nacientes nucleos de la
moderna industria textil retrasara los comienzos de la Revolución Industrial hasta mediados del siglo XIX. La
catastrofe económico-demografica unida a la profunda crisis financiera que se venía arrastrando desde finales del
XVIII, condicionara no sólo la evolución económica, sino tambien la política interna e internacional, cuyo exponente
mas senalado sera la imposibilidad de recuperar las colonias americanas.

2.2. EL GOBIERNO DE JOSE I BONAPARTE

La invasión y la guerra plantea en el país la aparición de dos poderes: por un lado el gobierno de Jose Bonaparte (Jose
I), basado en la cesión de los derechos del trono de Espana que Carlos IV, Fernando VII y el resto de la familia real
hizo a Bonaparte; y por otro el de la Junta Suprema Central, y posteriormente de las Cortes de Cadiz, que no acepta la
renuncia de los Borbones, asume la soberanía nacional y dirige el levantamiento antifrances. Ambos centros de poder
intentan llevar a cabo unas profundas reformas político-administrativas muy limitadas por el conflicto belico.

La organización del gobierno de Jose I inicia su andadura mediatizado por Napoleón. Su instauración se plantea sobre
unas bases que el propio emperador protagonizara: la promulgación de una Constitución semejante a las del Imperio y
una serie de reformas que entroncan con el programa ilustrado, con el fin de atraerse a los reformistas espanoles.

El Estatuto de Bayona promulgado el 6 de junio de 1808, es un texto surgido de los cuatro proyectos que el propio
Napoleón elaboró, por lo que habría que calificarla de «Carta otorgada» ya que los diputados espanoles convocados a
Bayona sólo pudieron exponer sugerencias, sin llegar a discutir los proyectos. La misma convocatoria de una
diputación general traslucía el deseo del emperador de que, sin ser propiamente unas Cortes tradicionales, hubiese una
representación clara de los tres estamentos, un indicio obvio de su caracter conservador.

El texto resultante de las sesiones celebradas en Bayona tenía la misma condición autoritaria de las Constituciones
imperiales. Así la estructura del sistema político descansaba en tres órganos: el Senado, el Consejo de Estado (ambos
de designación real) y las Cortes. El Senado tenía la facultad de suspender la Constitución y proteger la libertad
personal y de imprenta; y el Consejo de Estado intervenía en el pro- ceso legislativo cuya iniciativa correspondía al
gobierno. En el artículo 82 del Estatuto se indica que las Cortes tenían, entre otras, las funciones siguientes: elaborar las
leyes, aprobar el presupuesto para períodos de 3 anos y velar por su aplicación.

A pesar del signo autoritario de esta «carta otorgada», su aplicación completa, prevista hacia 1813, hubiese supuesto
por primera vez en Espana una transformación socio-política y administrativa ya que tiene contenidos de caracter
liberal. A lo largo de su articulado se disponía el reconocimiento de derechos fundamentales como la libertad de
imprenta, inviolabilidad del domicilio, supresión de privilegios; prevee la elaboración de códigos civiles y criminales,
la reforma de la hacienda y la abolición de las aduanas interiores, se declaraba la libertad de industria y comercio
suprimiendo los privilegios comerciales.

El programa reformista de Jose I se completó cuando Napoleón, una vez mas sin consultarle, decretó, en diciembre de
1808, la abolición de la Inquisición, la reducción y supresión del numero de conventos, medidas que de haberse
aplicado hubiesen significado el final del Antiguo Regimen en Espana.

El fracaso del gobierno de Jose I se debió en gran parte a que la mayoría del país rechazó el gobierno «intruso», aunque
un buen numero de espanoles, bien por convicción o bien por interes, colaboraron con el. Los afrancesados
convencidos, algunos de ellos destacados hombres de la ilustración —Llórente, Azanza, Cevallos— que aceptaron el
cambio dinastico. Estaban persuadidos de que la resistencia contra Napoleón era inutil y que los ultimos borbones —
Carlos IV y Fernando VII— habían demostrado su ineptitud para continuar el programa reformista emprendido en la
epoca de Carlos III. El nuevo gobierno de Jose I les parecía el compromiso mas adecuado para aplicar las reformas que
el país necesitaba, dentro de la concepción clasica del Despotismo Ilustrado y del respeto a la ley y a la idea de
“reforma sin revolución”.

Junto a los afrancesados adictos a la causa de Jose I, hubo otro grupo mas amplio que se ha denominado los
«aprovechados» y «emboscados». Unos, los funcionarios, se vieron obligados a jurar la nueva dinastía para preservar
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sus empleos; y otros se adhirieron para obtener provecho de la guerra.

La opinión publica siempre consideró a ambos colaboracionistas y traidores, marcando una profunda huella en la
historia inmediatamente posterior. Frente a la versión historiografica tradicional que calificó a los afrancesados de
traidores, en la actualidad se insiste en las razones que explican su postura e incluso su sincero deseo de reforma (C.
Vinas, M. Artola), mientras que otros historiadores los llegan a equiparar a los liberales gaditanos (H. Juretschke).

El gobierno de los afrancesados, que nunca pasó del intento de mantener una mínima administración e impedir el
fraccionamiento del país (Cataluna y Valencia siempre estuvieron bajo la autoridad de los mariscales y el propio
emperador creó una administración independiente al Norte del Ebro), fracasó en la aplicación del programa de
reformas. Al final de la guerra, muchos afrancesados fueron perseguidos y marginados por lo que unas 12.000 familias
afrancesadas terminaran por exiliarse.

2.3. LAS CORTES DE CADIZ

La invasión de Espana por las tropas francesas planteó una grave crisis política. Ya hemos visto cómo la negativa de la
mayoría de la población a acatar la soberanía francesa, aceptada por la monarquía espanola en Bayona, y la pasividad
del gobierno provisional ante el invasor, provocaron la formación de las Juntas. Estas eran organismos creados con la
voluntad de expulsar al ejercito frances y restituir en el trono a Fernando VII. Los miembros de cada Junta eran
elegidos por votación, por lo que por primera vez el pueblo asumía la soberanía y escogía a sus gobernantes. A pesar de
esta apariencia de cambio, en realidad, las Juntas eran controladas por las clases privilegiadas, ya que estas no podían
permitir que el pueblo aprovechara la confusión y pidiera reparto de tierras y reformas sociales, pues se temía una
revolución similar a la de 1789 en Francia.

Las Juntas no se formaron con la voluntad de de llevar a cabo una revolución política y social, sino que fueron el fruto
de una situación de guerra. Inicialmente, las Juntas actuaban independientemente en su ambito territorial, pero pronto
se constituyó una Junta Suprema Central, formada por delegados de las Juntas Provinciales. Estos eligieron presidente a
Floridablanca, que había sido ministro con los monarcas Carlos III y Carlos IV. Así pues, las Juntas se habían
constituido en gobierno soberano. Asumían por tanto el poder que les delegaba el pueblo mientras estaba ausente el
monarca.

En mayo de 1809 se inició el proceso que culminaría en la reunión de Cortes, dejando a estas la tarea de transformar el
Estado y la sociedad del Antiguo Regimen.

Previa a la convocatoria, y a sugerencia de Jovellanos y Quintana, se realizó una amplia consulta al país y a las
autoridades sobre las medidas que las Cortes debían adoptar. Las respuestas mostraban el interes de la opinión publica
por las cuestiones políticas de orden practico: limitación del poder absoluto del rey, rechazo de los estamentos y del
regimen de privilegios, división de poderes, derechos individuales y reformas sociales concretas.
Antes de inaugurarse las Cortes en septiembre de 1810, se delinearon dos posturas: por un lado los jovellanistas, bajo el
influjo britanico, que pretenden mantener la continuidad histórico-constitucional espanola, constituyendo dos Camaras,
una de las cuales representaría a los estamentos privilegiados; y, por otro, los revolucionarios, mas tarde llamados
liberales, que son partidarios de una Camara unica que asuma la soberanía nacional y lleve a cabo la tarea de construir
un nuevo estado mediante una Constitución escrita que recoja la tradición histórica y las novedades revolucionarias
aportadas por la Revolución Francesa.

La guerra iba a favorecer al grupo de los diputados liberales, pues, muchas provincias estaban ocupadas y no pudieron
designar y enviar a sus representantes. Sólo las regiones perifericas, donde existía una importante burguesía comercial
abierta a las ideas modernas, lograron trasladar por mar a sus representantes (Ver grafica). En definitiva, la
composición de las Cortes de Cadiz hubo de completarse en la propia ciudad, sede fundamental del liberalismo
hispano. Estas circunstancias determinaron que la composición de las Cortes fuese mayoritariamente de miembros de
las denominadas “clases medias” segun se muestran en el grafico, y favoreció la concentración de diputados liberales
en las Cortes, aunque no existiera en realidad una gran implantación del liberalismo en Espana.

Los liberales consiguen que las cortes no se convoquen por estamentos, al estilo del Antiguo Regimen, sino como
Asamblea, dando el voto por cabeza. Ademas lograron imponer sus principios y las Cortes se autoconstituyeron en
Asamblea Nacional Constituyente, asumiendo la soberanía nacional. Las Cortes de Cadiz seran así, algo mas parecido a
la Asamblea Nacional francesa que a las Cortes tradicionales de Castilla. Querían proclamar la primera constitución
que garantizase las libertades de los ciudadanos, que controlara el poder real, que acabara con las instituciones del
Antiguo Regimen y que abriera para Espana un futuro de libertad y progreso. Al mismo tiempo proclamaron rey a
Fernando VII, al ser el legítimo heredero.
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En la sesión inaugural de Cortes el día 24 de Septiembre de 1810 tuvo lugar el discurso de apertura de Munoz Torrero
anunciando el objetivo primordial de la Camara: construir un nuevo regimen político basado en los principios de
soberanía nacional, división de poderes y la inviolabilidad de los diputados, sin los cuales la representación nacional
habría estado expuesta a agresiones exteriores. El mismo propuso el primer decreto de constitución de las Cortes
generales y extraordinarias en el que se promulgaba que sólo en ellas residía la soberanía nacional. Esta cuestión pronto
dividiría a los diputados en absolutistas o «serviles», para quienes la soberanía descansa unicamente en el monarca, y
los liberales para quienes la nación esta por encima del soberano.

Las Cortes de Cadiz, en un plazo de tres anos, cambiaron el rostro de Espana, transformando sus estructuras sociales,
económicas y políticas. Para ello llevaron a cabo una obra revolucionaria, que presentó dos dimensiones distintas pero
complementarias: por una parte, procedieron a la liquidación de los fundamentos del Antiguo Regimen; por otra,
disenaron un nuevo Estado, reflejado en la constitución de 1812.

Entre las medidas que se tomaron para acabar con el Antiguo Regimen habría que mencionar las siguientes:
◦ En politica se declaró la soberanía nacional y se postuló la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y
judicial; la Soberanía Nacional en las Cortes lo que implica un sistema político parlamentario y constitucional,
y que supone el fin del Absolutismo.
◦ Las reformas sociales se basaron en la abolición de todos los privilegios de la nobleza, con la supresión de los
senoríos jurisdiccionales por el decreto de 6 de agosto de 1811, y de los mayorazgos. Se hace desaparecer así
al feudalismo como modelo económico. Este decreto, de polemica aplicación, convertía en propiedad
particular todos los demas senoríos territoriales y solariegos. El Decreto, pues, en modo alguno destruyó el
dominio territorial de la nobleza y agravó incluso la situación del campesinado al introducirse la libertad de
arrendamientos. Tambien fueron suprimidas las vinculaciones y los mayorazgos que limitaban al acceso a la
propiedad. Tambien se otorga la igualdad jurídica ante la ley y se abolió la Inquisición.
◦ Para favorecer las reformas economicas se fomentaron leyes de libertad agrícola y ganadera, así como de la
industria y del comercio. Ademas, se procedió a una tímida desamortización eclesiastica y de bienes de
propios de los ayuntamientos. De lo mas sobresaliente es la abolición de los gremios, que otorga libertad de
producción y la abolición de la Mesta. Los decretos de junio de 1812 y enero de 1813 establecían la
enajenación de los bienes de las comunidades religiosas extinguidas o reformadas por el gobierno, de los
bienes de la abolida Inquisición, de los jesuitas y de las órdenes militares; asimismo se disponía la reducción a
propiedad individual de la mitad de las tierras de los ayuntamientos (bienes de propios y baldíos) y
propiedades de realengo. La desamortización eclesiastica, sin embargo, quedó interrumpida en 1814 con el
regreso de Fernando VII.

Aunque se produjo la abolición de los senoríos jurisdiccionales y la desamortización la burguesía liberal espanola no
supo, ni sabría crear una clase media campesina que diera estabilidad y respaldo al regimen liberal, como quedaría
demostrado en los avalares del liberalismo espanol.

3. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

3.1. LA CREACIÓN DEL ESTADO LIBERAL

El 19 de marzo de 1812, día de San Jose, dio comienzo la ceremonia de promulgación de la primera constitución
espanola, conocida popularmente como “La Pepa” F, En ella salta a la vista el espíritu conciliador conseguido entre
liberales y absolutistas, sentando así las bases de un Estado liberal. Este se refleja en varios aspectos, entre los que
podemos destacar los siguientes:

◦ El concepto de Estado es de inspiración liberal. Se reconoce la soberanía nacional, siendo la forma del
Estado la monarquía constitucional; los poderes del Estado estan divididos: la potestad de hacer las leyes
reside en las Cortes compartido con el rey (poder LEGISLATIVO); la potestad de aplicar las leyes en las
causas civiles y criminales (poder JUDICIAL) reside en los tribunales establecidos por la ley, mientras
que el poder de hacer ejecutar las leyes (poder EJECUTIVO) corresponde al rey. Las Cortes pierden su
caracter consultivo, apareciendo como la institución central en la medida en que representan la voluntad
nacional. Las Cortes son, ahora, la reunión de todos los diputados que representan a la nación, nombrados
por los ciudadanos. Entre sus atribuciones estan las de elaborar las leyes, intervenir en la sucesión de la
Corona (tienen capacidad de excluir del trono al heredero y de nombrar la regencia), aprobar los tratados
internacionales, establecer la política tributaria y determinar las fuerzas armadas en tiempo de paz y en
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tiempo de guerra. Tambien aprueban los reglamentos generales de la sanidad y de la policía, protegen la
libertad política de la imprenta, etc. En la Constitución queda consagrado el principio de inviolabilidad de
los diputados en el ejercicio de sus funciones. Los diputados se eligen por dos anos, pudiendo ser
cualquier espanol que este en el ejercicio de sus derechos, sea mayor de 25 anos y natural de la
correspondiente provincia o residente en ella desde, por lo menos, siete anos. Para ser elegido diputado,
ademas, se debía tener una renta anual procedente de bienes propios, por lo que se establece el sufragio de
tipo censitario.

◦ Los poderes del rey estan inspirados en la desconfianza ante un posible retorno a formas de gobierno
absolutistas. Así, el monarca no puede impedir que se celebren Cortes, ni suspenderlas, ni disolverlas; no
puede imponer contribuciones, ni conceder privilegios exclusivos, ni puede privar a ningun individuo de
su libertad. Las Cortes, por su parte, toman juramento al monarca, otorgan su consentimiento para que
contraiga matrimonio y le conceden permiso para ausentarse del reino. La monarquía es de tipo
parlamentaria, no absoluta. No obstante, el rey conserva aun bastante poder, ya que “la potestad de hacer
las leyes reside en las Cortes con el rey”, y en el mismo reside la potestad de hacer ejecutar las leyes
(poder EJECUTIVO) al designar a los Secretarios de Estados (similares a los ministros actuales). El
monarca expide decretos, reglamentos e instrucciones para la ejecución de las leyes, aunque es necesaria
la firma del ministro correspondiente para que sea valida la decisión del rey. Este dispone, ademas, del
Consejo de Estado como órgano consultivo, del que forman parte miembros nombrados por el monarca a
propuesta de las Cortes.

◦ Los derechos individuales reconocidos y protegidos por la ley, se reflejan en los 384 artículos que
componen la Constitución: igualdad jurídica, inviolabilidad del domicilio, libertad de imprenta para los
libros no religiosos, sufragio censitario y ciertas garantías penales y procesales como, por ejemplo, «no se
usara nunca del tormento ni de los apremios» o «no podra ser allanada la casa de ningun espanol sino en
los casos que determine la ley para el buen orden y seguridad del Estado». Tambien se instaura la
educación elemental. Por el contrario, no se reconoce la libertad religiosa, sino que se consagran los
derechos de la religión católica, accediendose a la voluntad de los absolutistas, intransigentes en este
punto.

3.2. VALORACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE 1812

La constitución de 1812 es importante en sí misma por ser el comienzo del constitucionalismo espanol, del Estado
liberal. Con ella se lograba desmontar el edificio del Antiguo Regimen, se acababa con la visión patrimonial del poder
y del Estado y con los privilegios de los antiguos estamentos de la nobleza y el clero, y se establecían las condiciones
en las que la burguesía iba a ver reconocidos sus derechos sociales y políticos.

Para la Espana de la epoca, el inicio del constitucionalismo, con la constitución de 1812, supuso una gran conquista
histórica, al plasmar en sus artículos un modelo de vida político y social que aun tardaría varias generaciones en
hacerse realidad.

La constitución de Cadiz ha sido considerada por los estudiosos del constitucionalismo como un modelo de
eclecticismo y de compromiso. De hecho, contenía como elementos basicos la tesis de Rousseau sobre la soberanía
nacional, que encarnaba el elemento propiamente revolucionario, y el esquema de Montesquieu sobre la división de los
poderes que representaba el elemento liberal. A ambos se anadió un elemento tradicional, como el respeto hacia la
institución monarquica y al catolicismo. Por eso, empieza por una invocación religiosa y se establece el Estado
confesional mediante toda una profesión de fe católica.

La Constitución significaba un intento de aunar el pasado con el presente, es decir, la tradición religiosa y monarquica
con el espíritu liberal de los nuevos tiempos, reflejando así un compromiso admirable entre la tradición de la corona
espanola y las nuevas ideas que configuran la Europa de la epoca.

Desde 1812 a 1820, la constitución de Cadiz no sólo fue conocida y traducida en Europa, sino que, incluso, fue
reconocida por alguna nación en guerra con Napoleón. El hecho de que en muchos lugares de Europa se prefiriera la
constitución de Cadiz a la francesa de 1791 se debió a que Espana se presentaba ante los liberales europeos como
nación vencedora de los enemigos de su independencia.

Por otra parte, la revolución espanola de 1820 convirtió la constitución gaditana de 1812 en el paradigma liberal de la
epoca. Muchísimos autores afirman que fue la semilla de todas las constituciones de corte liberal surgidas entre los
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anos 1820 y 1825. Por ejemplo, para el imperio austriaco, la revolución espanola con su constitución liberal fue la
causa directa de las revoluciones de Napoles y del Piamonte, y la que expandió la amenaza contra los tronos
absolutistas de la Europa de la epoca.

CONCLUSIÓN

En conclusión, la Constitución de 1812 representó el primer intento serio de racionalizar el estado y el ejercicio del
poder sobre la base de los principios del liberalismo, por lo que se convierte en la referencia para todo el liberalismo
posterior, pero no existe una aplicación practica porque nace destinada al fracaso por la oposición de las fuerzas vivas
del Antiguo Regimen, Nobleza y Clero que, aliados a Fernando VII, no estan dispuestas a perder sus privilegios. No
tiene una aplicación practica al regreso de aquel, quien deroga la obra legislativa de Cadiz y restaura el absolutismo
cuando recupera el trono en 1814.

A pesar de todo, no se pudo volver a la situación anterior a 1808, puesto que la existencia de un grupo social formado
basicamente por la burguesía y los militares y que defendía las ideas liberales en Espana era un hecho.

En el largo proceso por establecer un Estado liberal, la Constitución de 1812 se convirtió en un modelo y en un símbolo
para los liberales espanoles, e incluso influyó en los movimientos liberales de Italia y Latinoamerica.

DOCUMENTOS TEMA 1
DOC 1. EL TRATADO DE FONTAINEBLEAU (1807)

“Art. 1º. La provincia de Entre-Duero y Mino con la ciudad de Oporto se dara en toda propiedad y soberanía de S.M. el
rey de Etruria con el título de Rey de la Lusitania Septentrional.

Art.2º. La provincia de Alentejo y el reino de los Algarbes, se daran en toda propiedad y soberanía al Príncipe de la
Paz, para que las disfrute con el título de Príncipe de los Algarbes.

…] Art. 11º. S.M. el emperador de los franceses sale garante a S.M. el rey de Espana de la posesión de sus estados del
continente de Europa situados a mediodía de los Pirineos.

Convención secreta anexa

Art. I. Un cuerpo de tropas imperiales francesas de veinte y cinco mil hombres de infantería, y de tres mil hombres de
caballería entrara en Espana y marchara en derechura a Lisboa: se reunira a este cuerpo otro de ocho mil hombres de
infantería y de tres mil de caballería de tropas espanolas con treinta piezas de artillería.

Art. II. Al mismo tiempo una división de tropas espanolas de diez mil hombres tomara posesión de la provincia de
Entre Mino y Duero y de la ciudad de Oporto; y otra división de seis mil hombres, compuesta igualmente de tropas
espanolas tomara posesión de la provincia de Alentejo y del reino de los Algarbes.

Art.III. Las tropas francesas seran alimentadas y mantenidas por la Espana, y sus sueldos pagados por la Francia
durante todo el tiempo de su transito por Espana.

…] Art. VI. Un nuevo cuerpo de cuarenta mil hombres de tropas francesas se reuniran en Bayona, a mas tardar el 20 de
noviembre próximo …]. Este nuevo cuerpo no entrara sin embargo en Espana, hasta que las dos Altas Potencias
contratantes se hayan puesto de acuerdo a este efecto.

…] Hecho de Fontainebleau, a 27de octubre de 1807. Duroc-Izquierdo”


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DOC 2. ABDICACIONES DE BAYONA


He tenido a bien dar a mis amados vasallos la ultima prueba de mi paternal amor. Su felicidad, la tranquilidad,
prosperidad , conservación e integridad de los dominios que la divina providencia tenía puestos bajo mi gobierno, han
sido durante mi reinado los unicos objetos de mis constantes desvelos (..)

Así pues, por un tratado firmado y ratificado, he cedido a mi aliado y caro amigo el emperador de los franceses todos
mis derechos sobre Espana e Indias; habiendo pactado que la corona de las Espanas y la Indias ha de ser siempre
independiente e íntegra, cual ha sido y estado bajo mi soberanía y tambien que nuestra sagrada religión ha de ser no
solamente la dominante en Espana, sino tambien la unica que ha de observarse en todos los dominios de esta
monarquía. (..) Estas disposiciones de mi caro amigo el emperador Napoleón, dirigidas a conservar la paz, amistad y
unión entre Francia y Espana, evitando desórdenes y movimientos populares, cuyos efectos son siempre el estrago , la
desolación de las familias y la ruina de todos. Dado en Bayona en el palacio imperial llamado del gobierno a 8 de mayo
de 1.808.
Gaceta de Madrid 14 Junio de 1.808

DOC 3. LA FAMILIA DE CARLOS IV DE FRANCISCO DE GOYA

DOC 4. PROCLAMA DE MURAT


“Orden del día: Soldados: mal aconsejado el populacho de Madrid, se ha levantado y ha cometido asesinatos. Bien se
que los espanoles que merecen el nombre de tales han lamentado tamanos desórdenes y estoy muy distante de
confundir con ellos a unos miserables que solo respiran robos y delitos. Pero la sangre francesa vertida clama venganza.
Por lo tanto, mando lo siguiente:

Art. 1. Esta noche convocara el general Grouchy la comisión militar.


Art. 2. Seran arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas.
Art. 3. La Junta de Gobierno va a mandar desarmar a los vecinos de Madrid. Todos los moradores de la Corte que,
pasado el tiempo prescrito para la ejecución de esta resolución, anden con armas, o las conserven en su casa sin licencia
especial, seran arcabuceados.
Art. 4. Todo corrillo que pase de ocho personas, se reputara reunión de sediciosos y se disipara a fusilazos.
Art. 5. Toda villa o aldea donde sea asesinado un frances sera incendiada.
Art. 6. Los amos responderan de sus criados; los empresarios de fabricas, de sus oficiales; los padres, de sus hijos, y los
prelados de conventos, de sus religiosos.
Art. 7. Los autores de libelos, impresos o manuscritos que provoquen a la sedición, los que los distribuyeren o
vendieren, se reputaran agentes de la Inglaterra, y como tales seran pasados por las armas.

Dado nuestro cuartel general de Madrid, a 2 de mayo de 1808. Joaquin. Por mandato de SAI y R, el Jefe de Estado Mayor General: Belliard.”
Dto. Geografía e Historia. María López Cabrera

DOC 5. INFORME DE MURAT A NAPOLEÓN

DOC. 6 y 7. LA CARGA DE LOS MAMELUCOS Y LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE


MAYO (FRANCISCO DE GOYA)

DOC. 8. LA RENDICIÓN DE BAILÉN (CASADO DEL ALISAL, 1864)


Dto. Geografía e Historia. María López Cabrera

DOC. 9. LA GUERRA DE INDEPENDENCIA EN ESPAÑA

DOC. 10. PROMULGACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE 1812 EN CÁDIZ. (Pintura mural de


SALVADOR VINIEGRA en el Museo Historico Municipal de Cádiz)

DOC. 11. JURAMENTO DE LAS CORTES CONSTITUYENTES EN LA IGLESIA


MAYOR PARROQUIAL DE LA REAL ISLA DE LEÓN, 24 DE SEPTIEMBRE DE 1810.
(Óleo sobre lienzo de Casado del Alisal, conservado en el salón de plenos del Congreso de los Diputados, Madrid)
Dto. Geografía e Historia. María López Cabrera

DOC. 12. MIEMBROS DE LAS CORTES DE CÁDIZ

DOC. 13. PRIMER DECRETO DE LAS CORTES REUNIDAS EN CÁDIZ

DOC. 14. CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1812


Dto. Geografía e Historia. María López Cabrera

DOC. 15. DECRETO DE VALENCIA DE FERNANDO VII (1814)

DOC. 16. MANIFIESTO DE LOS PERSAS


Dto. Geografía e Historia. María López Cabrera

(Para la elaboración de este tema he utilizado el manual de referencia sobre la asignatura de Historia de Espana, Vicens Vives así como materiales de
companeros de otros centros: IES Montevives, IES Casas Viejas, La pagina de Peter).

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