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INTRODUCCIÓN
LAS ENZIMAS
- -
O O
Nicotinamida Ribosa O-P-O-P-O Ribosa Adenina
O O
Nucleótido Nucleótido
H CONH2 H H CONH2
-
O OH
| +2H |
R – P – O – R’ R – P – O – R’
|| ||
O O
N+ N
Forma oxidada Forma reducida
+ +
NAD NADH + H , o más simplemente: NAD + 2H NADH2
En esta operación, la sustancia que le cede los hidrógenos (dador) se oxida, y el NAD
reducido, que hace de carrier, se reoxida recién cuando entrega los hidrógenos a otro cuerpo
(aceptor), que a su vez se reduce.
Su estructura es la siguiente:
- -
O O
-
Pirimidina Tiasol O-P-O-P-O
O O
1
Adenosina difosfato o ADP y Adenosina trifosfato o ATP
- - -
O O O
-
Adenina Ribosa O-P-O-P-O-P-O
O O O
Coenzima A
Este cofactor, formado por adenosina difosfato, ácido pantoténico y tioetilamina, en forma
abreviada se representa así: Co-A-SH. Esta notación pone de manifiesto el agrupamiento químico
tiol (SH) que es la base de sus propiedades. Con los ácidos forma las acilcoenzimas A (R-CO-S-
CoA), con gran capacidad de reacción permitiendo la fijación del radical R-CO sobre otras
moléculas. Interviene en numerosas síntesis, en particular bajo la forma de acetilcoenzima A o
acetato activo (CH3 -CO-S-CoA). Es la base de la síntesis de los ácidos grasos (ciclo de los ácidos
tricarboxílicos) y de los lípidos.
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QUIMISMO DEL PROCESO FERMENTATIVO
Saccharomyces cerevisiae posee dos hexokinasa (PI y PII) capaces de fosforilar la glucosa
y la fructosa. La PII es constitutiva y mayoritariamente se expresa sobre la fase de crecimiento en
un medio rico en azúcar. La PI es parcialmente reprimible por glucosa, sólo se expresaría a partir de
la fase estacionaria (Bisson, 1993).
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La tercera fase de la glicólisis incluye dos etapas que intentan recuperar una parte de la
energía del gliceraldehido-3-fosfato. Las moléculas de fosfato pueden dar con ciertos radicales
orgánicos enlaces ricos en energía. Esto ocurre al formarse el ácido 1-3 difosfoglicérico ya que el
+
NAD permite la nueva fosforilación del gliceraldehído-3-fosfato y produce NADH2, que es
necesario en la fase final para pasar el etanal a etanol. Esta reacción está catalizada por la
gliceraldehido-3-fosfato deshidrogenasa.
Cuatro ATP vuelven a la levadura cuando el ácido 1-3, difosfoglicérico se convierte en ácido
3, fosfoglicérico y el ácido fosfoenolpirúvico pasa a ácido pirúvico. Por ello, la ganancia neta es de 2
ATP. La fosfogliceromutasa cataliza la conversión del 3-fosfoglicerato a 2-fosfoglicerato. La
deshidratación de este último, catalizada por una enolasa conduce al fosfoenolpiruvato; este
compuesto posee un alto potencial de transferencia del grupo fosforilo y se forma por fosforilación,
ácido pirúvico y ATP. Con la formación del ácido pirúvico termina la glicólisis que constituye el
primer estadio de la FA. Luego, la piruvato descarboxilasa (cofactor tiamina pirofosfato), transforma
el ácido pirúvico en acetaldehído. Esta es la única fase donde se desprende CO2. Finalmente, el
etanal es reducido a alcohol por la enzima alcohol deshidrogenasa en presencia de NAD reducido.
El etanol es el otro producto principal de la FA.
El poder reductor producido por la glicólisis bajo la forma de NADH, debe ser transferido a
+
un receptor de electrones para regenerar el NAD . En la fermentación alcohólica no es el piruvato
sino su producto de descarboxilación: el acetaldehído es quien sirve de aceptor final de electrones.
Por lo tanto en comparación con la glicólisis, la fermentación alcohólica involucra dos reacciones
enzimáticas suplementarias: la descarboxilación del piruvato y la reducción del acetaldehído
en etanol por el NADH.
FERMENTACION GLICEROPIRUVICA
(FGP)
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(Ough, 1994). Cuando las levaduras comienzan a actuar en el mosto de uva, la producción de
etanol no es inmediata, ya que las enzimas esenciales de la fermentación alcohólica, piruvato
decarboxilasa y alcohol deshidrogenasa, son inducibles por la glucosa y no se encuentran en sus
niveles máximos al principio de la fermentación alcohólica. Como consecuencia se forman
numerosos compuestos secundarios además del etanol, tales como: glicerol, piruvato, succinato, y
otros ácidos orgánicos.
La cantidad de glicerina que se forma, varía según las condiciones del medio. Aumenta, por
ejemplo, con el aumento de la temperatura de fermentación. Cada vez que se forma una
molécula de glicerina, una molécula de ácido pirúvico (eventualmente descarboxilada formando
etanal) no puede reducirse a alcohol etílico porque los dos hidrógenos necesarios (provenientes
del NADH2) fueron invertidos en la formación de glicerina. Este ácido pirúvico se acumula, o bien
sirve de base para la síntesis de un cierto número de productos secundarios: ácido acético, ácido
succínico, acetoína, 2-3 butanodiol, diacetilo, etc. La figura 2 nos muestra en forma resumida el
desarrollo del proceso. La confrontación de los esquemas de las fermentaciones alcohólica y
gliceropirúvica (figuras 1 y 2) muestra muy bien la competencia entre los dos aceptores de
hidrógeno: acetaldehida y dihidroxiacetona fosfato.
La acetaldehida es más fácil de reducir y es la que fija preferentemente los hidrógenos del
NADH2 cuando los dos compuestos están en concentraciones equivalentes. Pero si no hay
acetaldehida disponible, lo que ocurre al comienzo de la fermentación como ya se dijo, la
dihidroxiacetona sirve de aceptor de hidrógeno y al mismo tiempo permite la acumulación de
etanal, que servirá para impulsar la fermentación alcohólica.
Interpretación de Oura
Oura, en 1977, ha aportado una explicación diferente que hace intervenir el equilibrio
redox de la célula, que debe estar comprendido entre 0,7 y 0,9.
En la fermentación de los azúcares por la levadura aparece siempre ácido láctico, alrededor
de 400 mg/l (Peynaud, 1967). El ácido pirúvico puede escapar a la acción de la descarboxilasa y
funcionar como aceptor de los hidrógenos del NADH2, reduciéndose a ácido láctico por acción de
la lacticodeshidrogenasa.
COOH
D (-) lácticodeshidrogenasa H-C-OH
NADH2 NAD CH3
Figura 3: Formación de los isómeros del ácido láctico a partir del ácido pirúvico
Existen dos isómeros, ácido D (-) láctico y ácido L (+) láctico, formados a partir del ácido
pirúvico por las lacticodeshidrogenasas correspondientes. En anaerobiosis, la levadura
sintetiza sobre todo D (-) lacticodeshidrogenasa. En consecuencia, en el curso de la fermentación
se forma casi exclusivamente ácido D (-) láctico, y solo algunas decenas de mg de ácido L (+)
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láctico.
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Ácido succínico
En condiciones de anaerobiosis, el ciclo del ácido cítrico no puede ser completo, pues la
actividad de la succino-deshidrogenasa necesita la presencia de FAD, coenzima
estrictamente respiratoria. La cadena de respiraciones se interrumpe a nivel de succinato que se
acumula y representa de 0,5 a 1,5 g/L generado por el funcionamiento de esta porción del ciclo de
Krebs.
Además de la vía propuesta por Oura, hay otros mecanismos posibles para su formación.
Sin embargo, según Radler (1977) el ácido succínico proviene esencialmente del ácido -
cetoglutárico, procedente de la desaminación oxidativa del ácido glutámico.
La formación de acetoína, vía piruvato, por la piruvato descarboxilasa, implica una doble
descarboxilacxión. La acetoína formada se reduce en parte por la acción de una deshidrogenasa,
contribuyendo a la formación del 2-3 butanodiol. Otra vía en que interviene el ácido pirúvico para
formar acetoína es por reacción con acetil CoA, dando como compuesto intermedio el diacetilo, del
que una pequeña parte se acumula y el resto se reduce gastando una molécula de NADH2.
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Ácido acético
Hasta no hace mucho, la presencia de ácido acético en el vino, junto a otros componentes
de la acidez volátil, era atribuida a alteraciones biológicas de origen bacteriano. Sin embargo se
forma siempre en el curso de la fermentación, siendo este ácido y sus ésteres (acetato de etilo)
elementos negativos en la apreciación sensorial de cualquier vino. Exceptuando la formación de
ácido acético por vía bacteriana, a las levaduras fermentativas de primera fase (Kloeckera,
Candida, Hanseniaspora) y las del metabolismo aerobio (Hansenula y Picchia) se les atribuye el
principal protagonismo en la formación de estos compuestos.
En los mostos de uvas sanas, con moderado tenor de azúcar (220 g/L) Saccharomyces
cerevesiae produce cantidades relativamente bajas (100 – 300 mg/L) pero es variable según la
cepa.
La via bioquímica de la formación de ácido acético no ha sido claramente precisada.
Puede ser producida por hidrólisis de la acetilcoenzima A, proveniente de la descarboxilación
oxidativa del
ácido pirúvico por el complejo de la piruvato deshidrogenasa. Asimismo, la carencia de
ácido pantoténico, componente de la coenzima A, favorece la formación de acético.
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Otros productos
En efecto, estos constituyentes de los aromas secundarios, intervienen por sí o por sus
ésteres en los caracteres organolépticos del vino. La cantidad de alcoholes que se encuentran en
los vinos varía según las cepas de levadura, la temperatura de fermentación y la cantidad de
nutrientes. Los principales son: isoamílico, isobutílico, n-butanol, n-propanol y tirosol.
Según Erlich (1907) los aminoácidos son los principales precursores de los alcoholes
superiores. Su mecanismo lleva implícitos sucesivos pasos de desaminación, formando un ácido
- cetónico, descarboxilación de éste dando una aldehída y, finalmente, reducción de la aldehída a
un alcohol superior que tiene un carbono menos que el aminoácido que le dio origen.
Estudios posteriores demuestran que los alcoholes superiores (aceite de fusel) se forman
por tres mecanismos diferentes: uno de ellos, lo hace a partir de los aminoácidos presentes en el
medio, posiblemente sintetizados por las mismas levaduras (vía catabólica); en los otros dos, se
forman anabólicamente a partir de la glucosa o levulosa (fermentación alcohólica).
Los tres mecanismos dan como producto intermedio un ácido -cetónico. Estos ácidos
son los verdaderos precursores de los alcoholes superiores y la reacción final es común a los
tres mecanismos.
R
Descarboxilasa Deshidrogenasa
C=O R R
COOH COH CH2OH
Acido -cetónico CO2 Aldehída NADH2 NAD Alcohol
Las células de levaduras tienen necesidad absoluta de azufre, que utilizan en sus procesos
biosintéticos localizándolo en aminoácidos y proteínas y, en menor cantidad, como componente de
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vitaminas y enzimas (CoA-SH).
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A partir del sulfato las levaduras forman SO2 y SH2 en una reacción en que primero lo
reducen a sulfito, requiriendo para ello 2 ATP, y luego a sulfuro. Las levaduras podrían realizar
esta reacción para disponer de sulfuro con el que sintetiza cisteína, serina y metionina.
Normalmente esto sucede solamente cuando los aminoácidos del mosto son insuficientes y, de
hecho, los vinos con bajo contenido de aminoácidos tienen un ligero olor a sulfhídrico. Se puede
evitar este inconveniente añadiendo al mosto compuestos de amonio. La carencia de pantotenato
también origina SH2 que las células excretan.
Formación de otros compuestos volátiles con características aromáticas
Con bastante frecuencia se ha destacado el rol de las levaduras sobre la calidad aromática
de los vinos, poniéndose en evidencia la incidencia de las distintas especies y cepas sobre los
aromas y los precursores de aromas de las uvas.
Los vinilfenoles
Entre los numerosos componentes del aroma de los vinos blancos, ciertos fenoles volátiles,
el vinil-4-fenol y el vinil-4-guayacol, presentes en cantidades variables, les confieren olores
“farmacéuticos” desagradables, sobre todo el primero. Los precursores directos de los vinilfenoles
son los ácidos fenoles libres. En la uva madura existe de 2 a 5 veces más en forma de ésteres que
en forma de ácidos libres. Estos ésteres son susceptibles de ser hidrolizados para dar los ácidos
fenoles (hidroxicinámicos) correspondientes. En 1992, se demostró que una esterasa específica,
una cinamil-esterasa, es responsable de esta transformación.
Es evidente que el riesgo de que un vino tenga defectos fenólicos es tanto mayor cuanto
más importante sea la concentración de ésteres de ácidos fenoles y la actividad cinamil-esterasa.
La actividad enzimática está presente en la mayoría de las preparaciones pectolíticas comerciales
y su empleo puede conducir a un contenido de vinilfenoles elevado y originar gustos desagradables
en los vinos blancos. Recientemente se han obtenido preparaciones pectolíticas purificadas para
eliminar la actividad cinamil-esterasa y así limitar los contenidos
de vinilfenoles en los vinos, independientemente de la
cepa de levadura utilizada.
HO CH = CH -COOH HO CH = CH2
Cinamato descarboxilasa
Ácido ferúlico Vinil-4-guayacol
CO2
HO CH = CH - COOH HO CH = CH2
Cinamato descarboxilasa
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Acido p-cumárico Vinil-4-fenol
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En lo que concierne a los vinos tintos, los tenores en vinilfenoles son siempre muy limitados.
Esto se debería a que la actividad descarboxilasa de la levadura es inhibida por ciertos
compuestos fenólicos de la uva, en particular, ciertos taninos catéquicos poco polimerizados. La
mayoría de las cepas de levaduras activas utilizadas en enología poseen la actividad cinamato
descarboxilasa. Trabajos de selección realizados han permitido obtener cepas con baja actividad.
Los aminoácidos entran en las células de levadura mediante diversas permeasas, una vez
dentro, pueden sintetizar directamente proteínas y otros compuestos. También pueden
transaminarse con ácidos -cetónicos para formar otros aminoácidos. Es interesante el
catabolismo de los aminoácidos, en especial cuando interviene la arginina. Las levaduras,
mediante la arginasa dan lugar a la formación de ornitina y urea y la urea puede ser transformada
en amoniaco y CO2.
Esta reacción es importante por otras razones. La pequeña cantidad de urea que existe en
el
citosol de la célula puede ser transportada por las permeasas y difundirse en el vino. Y la urea,
en cantidades significativas, puede transformarse en un producto tóxico como es el carbamato de
etilo,
dependiendo de la temperatura, el pH y la concentración de etanol.
NH2 O
C = O + C2H5 -OH C- 0 - C2H5 + NH3
NH2 NH2
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BALANCE QUÍMICO DE LA FERMENTACIÓN
Los productos principales de la fermentación del mosto de uva son el alcohol etílico y el
anhídrido carbónico y se originan de la fermentación alcohólica. Junto a estos, aparecen, otros
muchos compuestos, llamados productos secundarios, formados como consecuencia de la
fermentación gliceropirúvica y otros procesos colaterales de la fermentación alcohólica.
Balances fermentativos
Alcohol....................................... 51,1 g.
Anhídrido carbónico................... 49,4 g.
Glicerina..................................... 3,2 g.
Acido succínico.......................... 0,7 g.
Consumido por las levaduras.... 1,0 g.
total 105,4 g.
Con el correr de los años, otros productos de la fermentación han sido identificados: ácido
acético (Bechamp, 1863), 2-3- butanodiol (Henninger, 1882), ácido láctico (Peynaud, 1946), ácido
butírico y acetona (Bertrand y Ribereau-Gayón, 1968), ácido pirúvico (Blouin y Peynaud, 1963),
ácido oxaloacético (Carles y otros, 1967), ácido propiónico, ácido citramálico o metilmálico (Carles
y otros,
1958), ácido dimetilglicérico (Carles y otros, 1966), diacetilo, acetoína o
acetilmetilcarbinol, acetaldehida.
Farkas (1988) sugiere que alrededor del 10-12 % del azúcar presente es desviado a
biomasa de levaduras y productos secundarios. Varios autores contemporáneos han presentado
balances fermentativos (Garoglio, Amerine y Joslyn, Peynaud y otros), pero siempre algún otro
producto secundario ha sido identificado a posteriori. A continuación, se transcribeel
balance de la fermentación de 170 g. de
azúcar, presentado por Peynaud en 1976. Las cantidades medias se expresan en miligramos.
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Rendimiento en alcohol
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industria, el aumento de la temperatura esta regulada por la relación entre dos factores: la tasa de
fermentación (depende de la energía fermentativa de la levadura, temperatura de fermentación,
número de células, contenido de azúcar, contenido de alcohol) y la disipación de la temperatura al
medio externo.
La disipación de la temperatura depende tanto de las características constructivas de
la vasija: material (coeficiente de conductividad térmica), espesor de las paredes, tamaño y
forma
(relación superficie/volumen), individualidad (paredes compartidas o no); como de la temperatura
y
ventilación del cuerpo de fermentación. También influye, aunque en menor medida, el sistema de
vinificación y el calor latente de vaporización de sustancias volátiles que se desprenden junto con
el anhídrido carbónico.
En definitiva, para nuestras condiciones de vinificación sólo unas 15 kcal se resuelven en
un aumento de la temperatura, el resto se disipa. De cualquier modo, se debe recurrir a
refrigeraciones
oportunas para mantener el mosto en fermentación dentro del rango de temperatura adecuado,
según el sistema de vinificación. De ahí la importancia de disponer de suficiente capacidad
de
refrigeración para manejar eficientemente la temperatura de fermentación, aún en la peor situación
imaginable. Si las vasijas "escapan" y se tornan muy calientes, el control es difícil, sino imposible, y
la
calidad del vino
sufre.
Disminución de la densidad
El volumen del vino producido es inferior al del mosto que le dio origen. Esto se debe a las
siguientes causas: el fenómeno de contracción de la mezcla alcohol-agua, pérdidas por el
desprendimiento del CO2 y el arrastre de algunas sustancias volátiles (alcohol y otras) y21
las precipitaciones de sales tartáricas.
Para un vino de 12,5 % v/v, considerando que el coeficiente de contracción es de 0,07 por 1
% de alcohol, la disminución de volumen será de 0,875 ml. cada 100 ml. (12,5 x 0,07).
Las pérdidas atribuidas al anhídrido carbónico (desprendimiento y arrastre) sumadas a las
precipitaciones, superan ligeramente el 1 %. Sumadas a la disminución de volumen debida a
la
contracción nos da un volumen de vino inferior al 2 % aproximadamente, con relación al del
mosto
original.
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Producción de calor
Como hemos visto al tratar el balance energético de la fermentación alcohólica, 25,4 kcal
se incorporan al medio en forma de calor provocando el calentamiento del mosto. Pero debido a
las causas que ya hemos analizado, se pierden unas 10 kcal.
Existe un coeficiente práctico, de uso generalizado en nuestro medio, que permite calcular
rápidamente el aumento de temperatura que podría esperarse: 1,4ºC por cada grado Baumé.
Desde el punto de vista práctico, se observa que un mosto que tiene 12,5ºBé, por efecto de
la fermentación aumentaría su temperatura en 17,5ºC (12,5 x 1,4). En consecuencia, si la
temperatura
de campo fuese de 25ºC, llegaría teóricamente a una temperatura de 42,5ºC, lo que haría
imposible la vida del fermento.
Es necesario entonces intervenir mediante los medios enotécnicos adecuados en el
control
de la temperatura. Al tratar el tema de las operaciones comunes a todas las vinificaciones,
veremos en detalle los sistemas de refrigeración.
Precipitaciones
Las precipitaciones más corrientes en el pasaje de mosto a vino, son el tartrato neutro
de calcio y el bitartrato de potasio o cremor tártaro.
El mosto de uva constituye una solución saturada de bitartrato de potasio. La solubilidad
de
esta sal depende de la temperatura, a mayor temperatura aumenta la solubilidad, y del contenido
de alcohol que hace que la solubilidad disminuya. Al avanzar la fermentación se va acumulando
alcohol etílico y, consecuentemente, disminuye la solubilidad del bitartrato. El exceso de soluto
precipita, depositándose en las paredes y el fondo de la vasija de fermentación.
Por efectos del alcohol, también se insolubilizan en parte las gomas y mucílagos.
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INFLUENCIA DEL MEDIO Y DE LAS EXIGENCIAS TECNOLOGICAS SOBRE
LAS LEVADURAS
Con respecto a los nutrientes: Los mostos están bien provistos de los azúcares
y minerales que necesitan las levaduras, no así de sustancias nitrogenadas. Las
levaduras necesitan nitrógeno amoniacal. Un mosto en fermentación queda
desprovisto de nitrógeno amoniacal en 36 horas. En vinificaciones en blanco hay que
recurrir al agregado de nutrientes a base de sales de amonio, que se agregan dentro
de las 48 horas de iniciada la fermentación por medio de un remontaje. También
puede requerirse un suplemento vitamínico, como Tiamina y Pantotenato (50 mg/hL).
Existen mezclas de nutrientes en el mercado que además traen cáscaras de levaduras
que sirven para absorber toxinas.
En el mosto, las levaduras encuentran los constituyentes que les son necesarios
para asegurar sus funciones vitales. Entre ellos, se encuentran los hidratos de carbono,
los ácidos orgánicos, sales minerales, pH, constituyentes nitrogenados y factores de
6
crecimiento y supervivencia. De manera general, con una correcta inoculación (10
cél/mL) la fermentación se inicia rápidamente y llega a su término. Por lo tanto, el
correcto desenvolvimiento de la fermentación alcohólica, y en consecuencia, la
calidad del vino resultante, dependen de numerosas variables; algunas de naturaleza
química, otras están referidos a carencias nutricionales y a la presencia de inhibidores.
Estos factores se podrían clasificar en tres grupos: a. la composición del mosto:
concentración de azúcares, acidez, disponibilidad de nutrientes y factores de
crecimiento y el contenido en sustancias fenólicas; b. la microbiota y c. las condiciones
operativas.
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de su esqueleto carbonado, su multiplicación, su conservación, es decir, el conjunto
de sus funciones vitales.
CONTROL DE LA FERMENTACIÓN
Este hecho, que no puede explicarse por el efecto glucosa, ha encontrado una
aplicación tecnológica en la práctica de los remontajes en la vinificación en tinto. El
remontaje consiste en tomar el mosto en fermentación y "remontarlo" por bombeo
sobre el orujo, lo que equivale a una aireación.
Necesidades nutritivas
Alimentación carbonada
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La levadura encuentra en el mosto de uva, la glucosa y la fructosa que le sirven
como fuentes de carbono y de alimentos energéticos. No queda excluido que la
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riqueza del mosto en azúcar influye en la selección de cepas de levaduras que
aseguran la marcha de la fermentación. Este proceso es lento en un medio que
contiene unos pocos gramos de azúcar por litro; su velocidad aumenta hasta 15 – 20
g/L, luego se estabiliza alrededor de 200 g/L. Por encima de esta cifra la fermentación
disminuye y finalmente la producción de alcohol puede ser más escasa en mostos que
contengan cerca de los 300 g/L. Por lo tanto, una concentración de azúcar elevada,
afecta al crecimiento de la levadura y disminuye la población máxima; en
consecuencia, la fermentación se reduce, incluso antes de la aparición de una
cantidad significativa de etanol que agrega su efecto antiséptico.
Alimentación nitrogenada
3. Las moléculas de aminoácidos pueden ser utilizadas como fuente de carbono en las
reacciones del metabolismo. Simultáneamente la levadura recupera el nitrógeno
amoniacal correspondiente.
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Factores de supervivencia
La noción de factores de supervivencia resulta de la interpretación del modo de
acción de los estores y de algunos ácidos grasos de cadena larga sobre la actividad de
las levaduras y la marcha de la fermentación.
El papel funcional del ácido oleanólico es aún poco conocido. A partir de las
experiencias de Bréchot se puede pensar que permite mantener el ácido glutámico en
un índice estable en el conjunto de los aminoácidos de la célula y que participa así en
la activación de las síntesis proteicas.
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