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Prólogo:

Asamura Yuuta.
La chica había cortado su larga cabellera.
En una novela romántica, una situación como esta sería catalogada como un acontecimiento
drástico, pero, en realidad— no había nada por lo cual escandalizarse o sorprenderse. Quizá
se debía al calor. Quizá era lo suficientemente incómodo como para seguir tolerándolo. Quizá
se debía a que la persona en cuestión quería un cambio de aspecto. Considerando todas
estas situaciones como posibles causas por las cuales una chica cortaría su pelo, entonces no
tendría sentido considerar esto como resultado de un gran cambio en el estado de ánimo o
mentalidad de una persona. Dichas sospechas incluso podrían ser catalogadas como
groseras. Por lo tanto, uno debería simplemente aceptarlo como un acontecimiento más y
acostumbrarse al nuevo corte.
En cuanto a mí, Asamura Yuuta, esa sería la reacción esperada; es decir, reconocer dicho
acontecimiento como algo perfectamente ordinario y rutinario. Naturalmente, debido a que no
habíamos sido hermanastros durante mucho tiempo, yo no era capaz de decir esto con gran
confianza. Esta era una de aquellas ocasiones en las que me encantaría pedir consejo a
todos los hermanastros mayores en el mundo.
Pero, antes de eso, nunca habría imaginado que mi viejo, quien ya había pasado sus
cuarentas— traería a casa a una hermosa señora mayor que solía atenderle en un bar que él
frecuentaba. Ni tampoco había esperado que se casara con ella. Cuando me enteré de esta
decisión, las primeras emociones que experimenté no fueron felicidad y alegría, sino ansiedad
y preocupación.
¿Estará todo bien? ¿Y si sólo está jugando con él? Estos pensamientos me mantenían
despierto por la noche. Yo había atestiguado en persona el divorcio entre él y mi madre
biológica, por lo cual nunca he tenido grandes expectativas en las mujeres en general.
Discusiones que duraban noches enteras, miradas distantes y desinteresadas hacia su
esposo e hijo, infidelidades sin sentir el menor remordimiento… Debido a que fui criado en un
entorno en el cual el abandono podría ser considerado un pequeño descanso del terror, no
pude evitar sentirme aliviado cuando me enteré sobre el divorcio.
Mi modelo de mujer era mi propia madre. Ella siempre actuaba como si fuera alguien
sumamente importante que siempre tenía la razón —tanto en sus acciones como en sus
acusaciones—, imponiéndonos sus expectativas a mi viejo y a mí, sólo para mostrarse
altanera y decepcionada cuando no podíamos cumplirlas. En mi opinión, ella era bastante
desagradable. Debido a esto, cuando mi nueva hermanastra me compartió su respectiva
opinión, no pude evitar sentirme aliviado.
«No tendré grandes expectativas de ti, así que quiero que hagas lo mismo conmigo».
Estas palabras sonaban como un genuino deseo de tener una relación humana honesta y leal.
No le exigiría nada a la persona con la que ella viviría a partir de ese momento, pero tampoco
se reprimiría más de lo necesario. En resumen, nos ajustaríamos el uno al otro. Una relación
en la que ambos podríamos ser honestos el uno con el otro era algo que yo aceptaba con
gratitud. Esa es la clase de persona que Ayase Saki es.
Las cosas deberían funcionar de esa manera para que ambos podamos convertirnos en la
clase de hermanastros que mi viejo y Akiko-san quieren que seamos. Así es como realmente
me sentía. Sin embargo, había una diferencia significativa. No estaba dispuesto a luchar
contra la inmensa presión que las personas traían consigo cuando se acercaban a mí. En su
lugar, decidía asimilarla y dejar de lado el tema. Cuando se trata de la mayoría de quejas y
objeciones de otras personas, no suelo desafiarlas.
Sin embargo, Ayase-san es distinta a mí. Ella se negaba a ser moldeada por las miradas de
las personas a su alrededor. Además, era lo suficientemente fuerte como para aplastar a
cualquiera que se atreviese a categorizarla basándose en estereotipos. Para poder
convertirse en una persona que podía ser independiente sólo con su propia fuerza, ella
estudió mucho para mejorar sus calificaciones, siempre alcanzando las mejores calificaciones
en cada examen. Además, cuidaba su apariencia lo suficiente como para que cualquier
transeúnte la considerara hermosa.
«Para mí, mi apariencia es un arma».
Brillantes aretes en sus orejas, una resplandeciente cabellera dorada que brillaba como el sol;
aun así, Ayase-san luchaba. Al atestiguar su lucha diaria en primera fila, eventualmente
comencé a sentir curiosidad por ella, así también como afecto.
Entonces, a fines de agosto, aproximadamente tres meses después de que comenzamos a
vivir juntos, Ayase-san cortó su pelo. Eso, por sí mismo, muy probablemente no era una
prueba excepcional. Sólo en los dramas y las novelas una mujer se cortaba el pelo por una
razón en particular. Sin embargo, un mes después de eso, se presentó otro cambio.
—He vuelto, Ayase-san.
—Bienvenido, Asamura-kun.
——Las ocasiones en las que pudimos tener esta misma y exacta conversación disminuyeron
drásticamente.
***
Ya había llegado el otoño. Al abrir la puerta de nuestro apartamento, anuncié mi regreso de mi
trabajo a tiempo parcial en voz baja. Recorrí el tenuemente iluminado pasillo y entré a la sala
de estar. Estaba vacía. Debido a que mi viejo era un asalariado, él ya estaba dormido a esa
hora; y, debido a que Akiko-san trabajaba por las noches, ella tampoco estaba en casa.
Solamente Ayase-san podría estar despierta en este momento, pero lo más probable era que
estuviese estudiando, o ya durmiendo, considerando que no hubo respuesta alguna. En
cambio, observé la cena colocada en el comedor, envuelta en plástico.
—Oh, filete de hamburguesa.
En una pequeña nota junto al plato estaba escrito «Por favor, calienta esto en el microondas».
El arroz aún estaba en la arrocera, y la sopa de miso en su olla. Encontré un poco de
ensalada en el refrigerador. Era lo mismo de siempre, y como ya me había acostumbrado a
este procedimiento durante las últimas semanas, calenté la cena y me senté en la mesa.
—Es hora de comer.
Corté el filete de hamburguesa por la mitad con ayuda de mis palillos, y el queso del interior
comenzó a escurrir.
—Qué bien, relleno de queso.
Las habilidades culinarias de Ayase-san continuaron mejorando conforme el paso de los días
y, debido a que yo sólo estaba acostumbrado a los filetes de hamburguesas comprados en
tiendas o restaurantes, lo que Ayase-san había preparado para mí me parecía cuasi mágico.
Aunque, si se lo hubiera dicho, ella probablemente sólo se habría limitado a restarle
importancia, asegurando que «No es nada especial».
Instintivamente volteé la mirada hacia la habitación de Ayase-san. Todavía es un poco pronto
para los exámenes de mitad de semestre, pero últimamente siempre parece que está
estudiando cuando llego a casa. En los últimos días apenas y hemos tenido oportunidad de
comer juntos. Ella todavía trabaja a tiempo parcial en la misma librería que yo, pero —gracias
a muchos cambios de turno— tampoco nos vemos allí con frecuencia.
Me pregunto si me está evitando. Sacudí la cabeza, olvidándome de esa idea mía. No había
manera en que eso fuera real. Siempre que coincidimos, ella me trata igual que siempre; Y,
debido a que ambos estamos en preparatoria, no hay razón para que un par de hermanastros
estén juntos todo el tiempo. Y, sin embargo, el filete de hamburguesa recalentado que estaba
frente a mí se volvió a sentir frío.
—Conque «Nii-san», ¿eh?
Desde aquel día, Ayase-san no se ha referido a mí de ninguna otra manera distinta a esa.
3 de septiembre (jueves)-Asamura Yuuta.

Durante el último módulo del día, nuestro profesor repartió la tarea al final de la clase.
—Muy bien, asegúrense de rellenar la hoja y entregársela al representante de la clase antes
del jueves de la próxima semana.
Estas fueron las últimas palabras del profesor y, en el instante en que cerró la puerta desde el
otro lado del aula, toda la clase estalló en ruido instantáneamente. A pesar de que la mayoría
usualmente tomaba sus mochilas y salían del aula, todos mis compañeros permanecieron
sentados.
—Oye, ¿qué hay de ti?
—¿Qué vas a escribir?
Este tipo de voces llenaban la habitación. Mientras algunos recibían consejos de quienes les
rodeaban, otros simplemente observaban al papel que estaba frente a ellos. Cada uno de
ellos tenía su propia manera para afrontar la situación, pero todos se lo estaban tomando en
serio. Después de todo, el papel que habíamos recibido nos preguntaba sobre nuestros
planes futuros después de graduarnos. Nuestras reuniones entre padres y maestros tomarán
lugar a fin de mes. En otras palabras, el cuestionario de aspiraciones de cursos futuros se
considera parte de nuestra formación académica, y los maestros lo discutirán con nosotros y
nuestros padres presentes.
—Supongo que ya es esa época del año otra vez.
Jugueteé con el formato impreso que tenía en mi mano y le hablé a la persona que estaba
frente a mí, quien resultó ser mi buen amigo Maru Tomokazu.
—Ahora somos estudiantes de segundo año. La gravedad de esta situación es
completamente distinta a como solía ser antes. Pero, a juzgar por tu comentario, tú tampoco
te has decidido por completo, ¿cierto? —Maru se dio la vuelta con el ceño fruncido.
—¿«Tampoco»? ¿Tú también, Maru?
—¿Por qué pareces tan sorprendido?
—Quiero decir, simplemente esperaba que siguieras el camino del béisbol.
El club de béisbol de nuestra escuela es bastante fuerte. Y él ha sido un receptor regular
desde hace dos años. Puede que ganen en Kōshien y que él se convierta en un jugador
profesional. Puede que las cosas no resulten exactamente de esa manera, pero, teniendo en
cuenta su habilidad en dicho deporte— podía verlo eligiendo un futuro relacionado a eso.
—Sí, tienes toda la razón.
—¿Qué? Entonces, ¿por qué pones una expresión como si te acabaras de tragar un insecto?
—Un insecto, ¿eh? Nunca he comido uno, así que no podría asegurarte nada.
—No creo que muchas personas lo hayan hecho.
Bueno, debido a que es una expresión, probablemente muchas personas lo hayan hecho,
pero más allá de eso…
—Oye, Asamura, inclusive tú deberías ser capaz de entender que formar parte del club de
béisbol no tiene una correlación inmediata con que mi trabajo futuro esté relacionado con el
deporte, ¿no? Naturalmente, me preocuparía por ello. Y, además, hay algo que estás
malinterpretando.
—¿Qué?
—No me preocupan mis planes a futuro ni nada por el estilo. Estoy más preocupado por la
reunión entre padres y maestros a fin de mes. Sin mencionar que durarán dos semanas
enteras. ¿Qué crees que sucederá como resultado de eso?
—No estoy muy seguro al respecto.
Observé el formato impreso que sujetaba con mis manos. Había unas cuantas líneas de
información junto a la línea que preguntaba nuestros planes futuros. Según ellas, las clases
serán más cortas durante esas dos semanas y también terminarán por la tarde.
—Parece que las clases de la tarde serán reemplazadas por las reuniones.
—Asamura, esto significa que el entrenamiento de nuestro club será más largo.
Cuando escuché ese comentario de Maru, finalmente pude comprender a lo que se refería.
Aún así, me sorprendí. A pesar de su entusiasmo por el deporte, supongo que ni siquiera él
querría tener entrenamientos interminables.
—Por supuesto que quiero que eso suceda. Acepto cualquier práctica adicional que pueda
tener.
—¿¿¿Hmmm???
—Sin embargo, algunos miembros del club estarán ausentes durante las reuniones entre
padres y maestros, ¿cierto? En consecuencia, habrá ciertas clases de entrenamientos que no
podremos realizar. En otras palabras, el entrenamiento será mucho más simple que antes,
haciéndolo menos útil y satisfactorio, dijo Maru. —Me gusta practicar, pero quiero hacerlo
eficientemente teniendo en cuenta la cantidad de tiempo disponible.
Esa fue una respuesta muy propia de Maru, quien disfrutaba pasar el tiempo jugando
videojuegos. Ese comentario me hizo verlo como a un lunático de la eficiencia.
—Asamura, la eficiencia no es lo único atractivo cuando se trata de juegos.
—Culpa mía por utilizar juegos como ejemplo —Junté ambas manos, haciendo un gesto de
disculpa.
Un maestro en su oficio es exigente con su trabajo, supongo. Tengo que ser más cuidadoso.
—Por cierto, ¿tu padre vendrá a esta reunión? ¿O será tu nueva mamá quien venga este
año?
—¿Eh?
Esa pregunta me hizo darme cuenta de que ya no estaba sólo en casa con papá, y que Akiko-
san probablemente también participaría en la reunión entre padres y maestros. Pero aun así…
—Mi viejo vino el año pasado, así que creo que será igual en este.
Cuando dije esto, mi mente de desvió hacia Ayase-san. Me preguntaba si Akiko-san vendría
con ella.
***
Al entrar septiembre, el color del cielo cambió ligeramente. El resplandor del sol seguía siendo
tan fuerte como de costumbre, pero el cielo ya no era tan claro como en verano. Estaba más
opaco y grisáceo, como si lo observaras a través de una o dos capas de cristal. Estos
pensamientos llegaron a mi mente mientras me ascendía al piso de mi apartamento. El
elevador se detuvo, pero me tomó un momento comenzar a caminar. Todo se debía al
formato impreso que guardaba en mi mochila. En lugar de estar preocupado por mis planes
para el futuro, toda mi atención estaba enfocada en la idea de que tenía una nueva madre. Mi
viejo no solía intervenir en cuanto a mis planes futuros, así que nunca expresó ninguna
preocupación.
Me pregunto cómo se sentirá Akiko-san al respecto. Abrí la puerta, anunciando mi llegada, y
me dirigí hacia la sala de estar. Mi suposición al ver los zapatos en la entrada fue correcta,
pues encontré tanto a Ayase-san como a Akiko-san sentadas a la mesa. Akiko-san parecía
estar lista para irse en cualquier momento, pues ya había terminado de maquillarse.
—Bienvenido a casa, Nii-san. Ayase-san me vio entrar, saludándome mientras alzaba la
mirada.
—… He vuelto, Ayase-san. Respondí, esperando que ella no notase mi incómoda pausa al
hablar.
Ha pasado cerca de un mes desde que comenzó a llamarme así. Sin embargo, todavía no me
atrevía a llamarla «Saki».
—¿De qué estaban hablando…? Ah.
—También te dieron uno, ¿cierto? El cuestionario de aspiraciones futuras.
Noté que sobre la mesa había un papel, el cual era una el mismo que el documento que yo
tenía guardado en mi mochila. Un papel que especificaba los detalles de la temporada de
reuniones entre padres y maestros. Ellas probablemente estaban decidiendo qué día sería el
mejor para participar.
—Justo a tiempo— dijo Akiko-san, observándome.
—¿Sí?
—Hablé con Taichi-san respecto a cómo deberíamos manejar tu reunión entre padres y
maestros.
—¿La mía?
—Sí. El problema es que… Taichi-san está muy ocupado por el momento.
Él le mencionó a Akiko-san que le habían asignado un proyecto importante en el trabajo, por
lo que tenía problemas para tomarse hasta medio día libre del trabajo. Para ser honesto, no
tenía ni idea de eso. Mi viejo raramente habla sobre su trabajo cuando está en casa. Dicho
eso, parecía que él todavía estaba intentando hacerse de un espacio en cualquier otro día,
pero su carga de trabajo era simplemente excesiva, así que hasta medio día libre era
demasiado pedir. Me había estado preguntando por qué últimamente él se veía tan exhausto.
Eso lo explica.
Como resultado, Akiko-san se ofreció a acompañarme a la reunión entre padres y maestros
en lugar de mi viejo. Es exactamente tal y como Maru lo predijo. ¿No será alguna clase de
vidente? Bueno, bromas aparte, en realidad sí hay un gran problema conque Akiko-san me
acompañe a la reunión entre padres y maestros.
—Ustedes nunca le dijeron a nadie en la escuela que son hermanastros, ¿cierto? Taichi-san
me dijo que no quería presionarlos con eso en absoluto, y yo estuve de acuerdo con ello.
Ambos ocultábamos el hecho de que éramos hermanastros para que no se propagara ningún
rumor extraño. Incluso acordamos no cambiar nuestros apellidos sino hasta graduarnos. Sin
embargo, si los demás estudiantes descubrieran que Ayase-san y yo tenemos la misma
mamá, eventualmente concluirán que estamos relacionados de alguna manera. Por supuesto,
la mayoría de los estudiantes ya se habrán marchado cuando la reunión comience, por lo cual
no deberíamos preocuparnos tanto por eso, o eso uno podría pensar, pero Akiko-san era
cautelosa en ese aspecto.
—Así que eso es lo que ocurrió…
—Es por eso que estaba pensando en ir a las reuniones entre padres y maestros en dos días
distintos.
—¡¿Eh?!
Tanto Ayase-san como yo expresamos nuestra sorpresa al mismo tiempo. Asistir a las
reuniones en dos días distintos significaría…
—¿Planeas ir dos veces a nuestra escuela?
—Quiero decir, es mucho más seguro que celebras ambas reuniones en el mismo día, ¿no?
—Dijo, pidiendo nuestras opiniones ¿Qué opinan?
—… ¿Estás segura?
—¿Eh?
—Bueno… mi viejo no es el único que está ocupado, ¿cierto? Tú trabajas por las noches en el
bar, ¿no sería excesivo que fueras a nuestra escuela durante el día?
Las jornadas de Akiko-san solían ser desde el atardecer hasta altas horas de la noche y,
debido a que ella tenía que limpiar y preparar los platos para el día siguiente, ella usualmente
llegaba a casa por las mañanas y dormía hasta el atardecer. Aunque ella intenta sincronizar
su hora de despertar con las de nosotros durante los fines de semana o en sus días libres,
ella generalmente es una persona nocturna. Creo que sería bastante duro para ella hacerla ir
a nuestra escuela durante la tarde, y mucho más hacerla ir dos veces: una vez para mi
reunión y otra para la reunión de Ayase-san. Sin mencionar que ella tendrá que tomarse más
tiempo libre. Sin embargo, Akiko-san ignoró mis temores con una sonrisa y habló con
gentileza.
—Está bien~
—No, pero…
—Ah… lo lamento, Yuuta-kun, pero realmente tengo que irme ahora.
Ella observó al reloj que colgaba en la pared y rápidamente agarró su bolso, el cual estaba
sobre la mesa, para luego correr hacia la entrada. Después de medio ponerse sus tacones,
ella dio un pisotón en el suelo con cada tacón, ajustándolos adecuadamente. Después de eso,
giró el picaporte y me volteó a verme.
—Continuaremos después con esta conversación. Piénsalo bien hasta entonces, ¿okay?
—Ah, sí.
—¡Nos vemos! Se despidió con una voz enérgica y salió corriendo por la puerta muy
avergonzada — ¡A este ritmo voy a llegar tarde!
—¿Realmente debería correr en esa condición?
—No me preguntes a mí. Sólo espero que no se tropiece.
—¿Oh? ¿También te vas, Ayase-san?
Cuando me di la vuelta, vi que Ayase-san también se había puesto de pie. Ella tenía un bolso
deportivo colgando en su hombro.
—Es hora de mi jornada.
—Bien. Cuídate.
—Lo haré. Nos vemos, Nii-san.
Ayase-san pasó frente a mí muy de cerca. Su pelo se balanceaba delicadamente con cada
paso que daba. Después de eso, escuché el sonido de la puerta principal cerrándose. Hoy no
tenía que trabajar. Los días en los que Ayase-san y yo compartíamos jornada ahora se
sentían como un pasado distante.
Después de dejar mi mochila en mi habitación, me senté en la sala de estar. Me sorprendió el
suspiró que solté inconscientemente. Me pregunto cuál es el problema. ¿Por qué estoy tan
decepcionado? Aunque, por alguna razón, me sentía aliviado ahora que estaba solo.
—Nii-san. Me cuesta respirar cada vez que ella me llama así cuando está cerca. ¿Cómo
debería llamar a estos sentimientos míos? Esa es una pregunta retórica. Yo ya sé lo que son.

***
—Muy bien. Me pregunto si quedó algo de comer…
Llegó la noche. Me sentía como si me hubieran crecido raíces en el sofá, pero me levanté y
abrí el refrigerador. Encontré algunos vegetales, pero no había carne o pescado a la vista.
Maldición, debí haber ido primero de compras. Desde que comenzó septiembre, y el número
de jornadas en las que Ayase-san y yo coincidíamos disminuyó, el trabajo en la cocina y el
uso de ingredientes cambió drásticamente. Tristemente, yo no era lo suficientemente
hikikomori como para obligar a Ayase-san a cocinar para mí después de que ella volviera a
tarde a casa por el trabajo. Por lo tanto, ambos acordamos que yo prepararía la cena si
Ayase-san tenía que trabajar, y viceversa.
Dicho eso, lo que estoy preparando apenas y podría considerarse «comida decente». ¡Ring!
Mi teléfono, que estaba sobre la mesa, me notificó sobre un nuevo mensaje en LINE. El
principio del mensaje apareció por un segundo en la pantalla de bloqueo y pude leerlo antes
de que la pantalla se pusiera negra de nuevo. Era un mensaje de mi viejo, diciendo que
cenaría fuera ya que llegaría tarde a casa. Realmente parece estar ocupado.
Bueno, eso solamente significa que debo preparar menos comida para la cena. En la arrocera
aún hay un poco del arroz que Akiko-san preparó, así que sólo tengo que preparar las
guarniciones.
—Supongo que será sopa de miso.
Lo más eficiente sería preparar la mejor comida posible con la menor cantidad de ingredientes
en el menor tiempo posible. Ayase-san usualmente prepara sopa de miso usando un caldo
como base, así que haré lo mismo. Llené la olla con agua, le puse trozos de alga del tamaño
de la palma de la mano y lo dejé reposar por treinta minutos. Mientras tanto, debería decidir
qué más preparar. Volví a observar dentro del refrigerador…
—Huevos… ¿Eso es todo?
Se me ocurrieron varias recetas basadas en huevos. Dicho eso, no bastaba con dichos
huevos para preparar cualquiera de esas recetas. Mis habilidades no se equiparaban a las
requeridas por la receta que quería preparar. El único platillo a base de huevos que podía
preparar era…
—¿Huevos fritos?
Quizá también huevos hervidos. Sí, prefiero los huevos fritos. Saqué dos huevos del
refrigerador y los puse en un plato. Un día, en el pasado, puse unos huevos directamente
sobre la mesa, por lo cual rodaron y se rompieron. Desde entonces, me he estado
asegurando de que no se repita dicho error. También saqué algunos vegetales, los corté en
trozos grandes y los metí en un contenedor resistente al calor, añadí agua y los tapé. Los metí
en el microondas y esperé unos tres minutos. Siempre podía cocinarlos un poco más si el
tiempo no era suficiente. Debido a que sería muy desagradable comerlos si estuvieran muy
duros, los pinchaba con mis palillos. Si eran flexibles, entonces estaban perfectamente
cocidos.
Los saqué del microondas y los puse en un plato grande. Aún puedo dividirlos más tarde, y el
aderezo puede ser añadido a la hora de comer. Lo importante aquí es que continue con la
sopa de miso. Encendí el calentador de inducción. Saqué un poco de katsuobushi de una
bolsa que había encontrado. —La bolsa era tan grande que podía ocultar mi cara en ella— Y
lo añadí a las algas que hervían dentro de la olla. Esto debería bastar para el caldo base.
Mientras eso se cocina, yo debería…
—Ah, ni siquiera preparé ninguna guarnición.
Este era un claro error en mi orden de preparación. Sin embargo, ya había memorizado una
contramedida para este percance. Mi salvador era un objeto que saqué del refrigerador… ¡Sí,
cebollas picadas congeladas! La voz de doraemon vino a mi mente. Supongo que estar tan
solo durante tanto tiempo me está haciendo enloquecer y me hace idear monólogos como
ese. Bueno, no hay problema siempre y cuando permanezcan únicamente en mi mente.
Ayase-san mencionó que quería independizarse después de graduarse de la preparatoria. Me
pregunto si también tendrá monólogos como este cuando llegue el momento.
Hablando de Ayase-san, saqué del contenedor plástico las cebollas que Ayase-san había
picado con anterioridad. Sin natto ni nada frito, hoy será algo más simple.
—Ya debería estar listo.
Removí alguno de los ingredientes de la olla. Con esto, la base de la sopa estaba lista.
Después de incorporar las cebollas, la dejé hervir. Bajé la intensidad de la llama y añadí el
miso. Ahora tenía que cuidar que no se quemara. Apagué el interruptor y ahora la sopa de
miso también estaba lista. Todo lo que faltaba eran los huevos fritos. Mientras los freía, me di
cuenta de que se había formado un poco de sudor en mi cara.
Era algo inevitable ya que eran principios de septiembre. Había calor y humedad en el exterior
y heme yo aquí, cocinando en una estufa. Encendí el aire acondicionado. Con eso, una
porción de huevos fritos para dos personas también estaba lista. Hoy todo ha salido bastante
bien. Después de eso, terminé el huevo frito de Ayase-san, haciendo lo mismo con la
ensalada de vegetales hervidos.
Debido a que ella llegaría pronto a casa, podría esperarla, pero por alguna razón no quería
encontrármela. Mantener una pequeña distancia entre nosotros será lo mejor por el momento.
De esa manera, estos sentimientos que tengo podrán calmarse un poco. En cuanto a la nota
que iba a dejar junto a la comida… Me preguntaba qué debería escribir, sin poder decidirme.
De hecho, incluso mientras cocinaba, no pude dejar de pensar en la reunión entre padres y
maestros.
Ni siquiera darme cuenta de que mi viejo estaba ocupado en el trabajo me hizo sentir culpable
o patético, pero ¿realmente podríamos poner una carga tan grande sobre Akiko-san sólo para
que Ayase-san y yo estuviéramos en paz en la escuela? Por supuesto, esta no era una
decisión únicamente mía. Tenía que consultarlo con Ayase-san. Así que decidí esperar a que
llegara a casa.

***
Para ser honesto, es debatible si es algo bueno pasar horas frente al teléfono. Estuve leyendo
algunos e-books que tenía pendientes y, justo cuando terminé el segundo, escuché el sonido
de la puerta abriéndose, seguido por un silencioso «He vuelto». Tenía que ser Ayase-san.
Probablemente pensó en que mi viejo y yo podríamos estar dormidos, así que decidió hablar
en voz baja. Bueno, mi viejo tenía que hacer horas extras, así que aún no había vuelto.
Cuando Ayase-san entró a la sala de estar, parecía estar muy sorprendida.
—¿Aún no has cenado?
—No, aún no. ¿Quieres cenar? ¿Te parece si cenamos juntos? Ha pasado un tiempo.
Ayase-san asintió.
—Llegas justo a tiempo. De hecho, hay algo que quiero conversar contigo…
Tanto Ayase-san como yo estuvimos callados un momento, sólo para terminar hablando a la
vez.
—Respecto a la reunión entre padres y maestros…
Sorprendidos por la declaración del otro, nuestras miradas se entrecruzaron. Ante una tan
extraña sincronización, ninguno no pudo evitar sonreír levemente. Ya veo, así que a ella
también estaba preocupada por eso.
—Hablemos sobre eso mientras comemos, ¿okay?
—Entendido. Déjame poner mis cosas en mi habitación.
Mientras Ayase-san se estaba cambiando, yo calenté la sopa de miso, los huevos fritos y
puse la mesa. Después de que nos sentáramos, ambos comenzamos a comer con nuestros
palillos. Para ser honesto, desde que comencé a cocinar, esto es lo que más me inquieta. No
puedo evitar ver a la otra persona dar su primer bocado antes de que yo pueda siquiera
probar la comida.
—Mm. Delicioso— dijo Ayase-san, mientras mordía el huevo frito.
—Me alegra escucharlo.
—También se ve muy apetecible. Has mejorado mucho. ¿Dejaste el mío a blando a
propósito?
—Pensé que te resultaría más fácil de comer.
Tanto a Ayase-san como a Akiko-san les gustaban los huevos fritos sazonados con sal y
pimienta, pero mi viejo y yo preferíamos la salsa de soya. Después de darnos cuenta de las
diferencias entre gustos, dejamos que fuera la persona en cuestión quien sazonara a su
gusto, por lo cual nuestro centro de mesa se convirtió en una barra de distintos sazonadores.
Teniendo eso en cuenta, en primer lugar, decidí no sazonar los huevos fritos mientras se
cocían.
Eso resolvía el problema del sazonado, pero los gustos a la hora de comer son incluso más
complicados. Después de observar durante un tiempo a Ayase-san y sus hábitos al comer, me
di cuenta de que ella claramente prefería que las yemas estuvieran blandas. Cuando estaban
bien cocidas, las comía acompañadas de miso o de cualquier otra sopa. Fue ahí cuando lo
noté. Debido a que mi viejo y yo comemos los huevos fritos con salsa de soya, no importa que
la yema esté bien cocida; pero, si se come un huevo frito con la yema bien cocida y sazonado
con sal y pimienta, entonces la boca podría llegar a resecarse.
—Tú sí que estás atento a los detalles.
—Y eso que ni siquiera presté atención a lo que aún teníamos en el refrigerador, por lo que no
puedo evitar sentirme mal. Si me hubiese dado cuenta de que estaba prácticamente vacío,
entonces habría ido a comprar de camino a casa. Así que sólo pude usar cebollas verdes.
—Ah, eso no te lo había mencionado.
—No, es mi culpa por no revisar. Incluso aunque sabía que hoy tenías que trabajar.
—Pero yo debí haberte…
—No, yo no…
Nos miramos mutuamente, esbozando sonrisas irónicas.
—Así que, respecto a la reunión entre padres y maestros… —Saqué a relucir el tema principal
de esta conversación— Si las personas descubren que somos hermanos, habrá muchos
inconvenientes… Pero eso es sólo por nuestra propia conveniencia, nada más.
Ayase-san asintió. Yo continué.
—Por eso no me parece bien ponerle una carga todavía mayor a Akiko-san. Me sentiría mal
robándole tiempo en dos días distintos.
—Yo también estuve pensando en lo egoísta que eso sería.
—Personalmente, a mí no me importa si las personas descubren que somos hermanos, pero
este no es sólo mi problema.
Ayase-san asintió nuevamente.
—Por eso quería discutir el tema contigo.
—Lo mismo digo. No es algo que yo pueda decidir únicamente por mi cuenta. Pero también
he visto a mamá trabajar tan duro hasta el punto de casi colapsar.
Así que esa es…
—Entonces esa es incluso una razón más para no hacerlo. No quiero que mi viejo o que
Akiko-san se obliguen a hacer algo por nuestro egoísmo.
—Muy bien, está decidido— Dijo Ayase-san, y yo asentí en mutuo acuerdo.
Una vez más, me di cuenta de que la manera en que pensamos en las cosas es extrañamente
similar, en especial en ocasiones como estas.
—Si mi viejo está realmente tan ocupado, entonces hagamos que los dos vayan a las
reuniones en el mismo día. Eso le ahorrará a Akiko-san un viaje a la escuela.
—Concuerdo. Por no mencionar que… —Ayase-san murmuró— No es sólo porque ella está
ocupada. Quiero que ambos tengamos una reunión conjunta entre padres y maestros, a la
que mamá pueda asistir una vez.
Su voz estaba terriblemente tranquila, haciendo que me cuestionara si ella realmente quería
que yo escuchara esto o si esas palabras simplemente habían escapado de su boca.
—Okay, entonces se lo haré saber a mamá.
—Hazle saber que me siento igual que tú al respecto.
—Entendido.
Ambos habíamos terminado de comer justo cuando nuestra conversación terminó. Ayase-san
sujetó su vajilla y estuvo a punto de ponerse de pie cuando la detuve.
—Estoy seguro de que debes estar exhausta por tu jornada, así que déjame encargarme de
eso.
—Entonces hagámoslo juntos— dijo Ayase-san, con una sonrisa.
¿Hacía cuanto que no nos parábamos uno junto al otro mientras lavábamos los platos?
Lavábamos los platos mientras sosteníamos una conversación vaga y sin sentido. Debido a
que no habíamos utilizado demasiado esa vajilla, quizá ni siquiera había necesidad de
hacerlo, pero simplemente quería hacerlo. ¿Podría ser que Ayase-san se sintiera igual?
Hablamos sobre cosas que habían ocurrido en la escuela, sobre libros que habíamos leído
recientemente y vídeos divertidos que habíamos visto en Internet. Terminamos rápidamente
de lavar las vajillas. Después de que Ayase-san terminó de lavar cuidadosamente el último
plato, ella regresó inmediatamente a su habitación. Este dichoso momento solo duró por un
breve instante.
—Pero esto está bien.
En este vasto mundo, seguramente hay hermanos que terminan distanciados por las más
pequeñas nimiedades. Debería considerarme afortunado por ser capaz de hacer quehaceres
junto a ella de esta manera. Debería estar satisfecho con esto… O al menos eso me repetía.
Cuando nuestros padres decidieron casarse nuevamente, seguramente debieron haber
considerado nuestros sentimientos, preocupándose por qué tan bien podrían llevarse un par
de estudiantes de preparatoria del sexo opuesto viviendo juntos. Apuesto a que mi viejo y
Akiko-san querían que nos lleváramos bien. No me atrevería a traicionar sus esperanzas y
deseos. Es por eso que debo reprimir estos sentimientos míos, ocultarlos bien y encerrarlos
para que nunca puedan salir. Después de todo, Ayase-san es mi hermanastra.
3 de septiembre (jueves)–Ayase Saki.

El timbre sonó, indicando el final de las clases del día. Tomé mi bolso y estaba a punto de
salir del aula…
—¡Saki!
Una voz me llamó, haciendo que me detuviera. Sin embargo, no volteé, simplemente dejé
escapar un suspiro. Puedo identificar a alguien solo por su voz y sabía que esto ocurriría —
que me detuviera de esta manera, pero no pasa nada, supongo.
—¿Qué?
—¡Cielos! ¡No me ignores!
—No te estaba ignorando. Me detuve cuando me lo pediste. ¿Qué ocurre?
—¡Qué cruel! No hay necesidad de apresurar las cosas. ¡Te lo juro, los jóvenes de hoy en día
siempre tienen prisa! —Maaya se cruzó de brazos, pero el hecho de que ella sea una chica de
preparatoria hace que ese argumento suene inválido.
Maaya. Narasaka Maaya— es prácticamente la única buena amiga que tengo en la escuela.
—Correcto. ¿Qué querías?
Pude ver a varios otros compañeros reuniéndose detrás de Maaya. Generalmente, ni siquiera
me molesto en recordar los nombres y las caras de los compañeros en los que no tengo
interés, pero al menos conocía a algunos de ellos. Ellos eran quienes estuvieron presentes en
nuestro viaje a la piscina durante las vacaciones de verano pasadas. Contando a Maaya, era
un grupo de siete chicos y chicas, y uno de esos chicos me habló.
—Estamos yendo a un karaoke. ¿Te gustaría acompañarnos?
¿Quién se supone que era este chico? Dirigí mi mirada hacia Maaya, quien agitaba algo
parecido a un cupón en su mano.
—Conseguí un cupón de descuento~
Ya veo.
—Umm…
—¿No estás interesada en el karaoke?
En anteriores ocasiones, simplemente habría dicho algo como «Síp» y me hubiera marchado.
Sin embargo, los rostros de las personas que estaban detrás de Maaya, llenos de ansiedad y
un poco de expectación, me impidieron hacerlo.
—Agradezco la invitación, pero tengo algunos asuntos urgentes que atender en casa, así que
no puedo. Lo siento.
Los rechacé de una forma tan educada que hasta yo misma me sorprendí. Sin mencionar que
lo hice mientras sonreía. Aquellos alegres momentos que adquirí durante ese día de verano
vinieron a mi mente, y no quise arruinarlos. No quería que las personas me odiaran sin razón,
ni tampoco quería molestarlas.
—Nos vemos. Bajé ligeramente la mirada y salí del aula.
Pude escuchar las silenciosas voces de mis compañeros detrás de mí, quienes parecían
sorprendidos. Se preguntaban por qué tenía tanta prisa. Así como…
—Es una pena. ¿No lo crees, Shinjou?
Oh, sí, su apellido es Shinjou. Aunque no puedo recordar su nombre completo, pero eso no
importa. Caminé por el pasillo, cambiándome de zapatos en el casillero. Hoy realmente
necesito regresar pronto a casa… Antes de que mamá se vaya a trabajar.
***
Las calles de Shibuya están abarrotadas las veinticuatro horas del día, ya sea en días
laborales o fines de semana. Debido a que tenía prisa por llegar a casa, sentía que las
personas en las calles no hacían más que estorbar. Eso me estaba generando un estrés
innecesario, pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Sabía muy bien desde el
principio que me resultaría prácticamente imposible caminar a mi gusto por las calles de
Shibuya. Debido a que mi mamá ha trabajado aquí prácticamente desde siempre, conocía
este lugar como a la palma de mi mano.
Caminando por la avenida principal, me desvié a una calle más angosta dentro del distrito
residencial. Ahí, finalmente pude comenzar a trotar. Después de dar la vuelta en una esquina,
vi un departamento que lucía familiar. No había pasado tanto tiempo, pero ahora ese
departamento era a lo que mamá y yo llamábamos hogar.
—Aún se siente extraño.
Durante mayo solía recorrer un camino a casa diferente. A principios de junio me mudé a este
departamento con mamá, así que hace unos cuatros meses que he estado recorriendo este
camino a casa. Han pasado cuatro meses y todavía no puedo recordar ningún atajo, y mucho
menos los restaurantes y establecimientos frente a los cuales paso durante mi recorrido. Y
eso, aunque se trataba de la misma Shibuya a la cual debería estar acostumbrada. Cuanto
más me acercaba a la escuela, más familiares me parecían los alrededores y las vallas
publicitarias, pero mis alrededores también cambiaban significativamente. Hasta el punto en
que los alrededores del departamento parecían ser un país distinto.
Hace tiempo, todo parecía muy simple. Creo que simplemente estaba desesperada debido al
entorno en el cual fui criada. Es por eso que intentaba cambiar la situación a la fuerza. Yo
respetaba profundamente a mi madre, quien me había criado a pesar de trabajar en un bar
ubicado en el distrito de entretenimiento, y me esforzaba al máximo para que nadie pudiera
culpar o atacar a mi madre. Sentía las miradas de las personas que rodeaban a mi madre,
observándome también a mí. Y, para poder alejarlas a todas, sabía que tenía que estudiar
como si mi vida dependiera de ello.
Caminé hacia la entrada del edificio. Después de digitar el código de seguridad, la puerta
automática se abrió y me dirigí hacia el elevador, pasando frente a la oficina del administrador.
Ah, olvidé revisar nuestro buzón. Bueno, eso no es importante por el momento. Me
encontraba en el tercer piso, faltaba poco para llegar. Me estaba quedando sin aliento porque
tenía prisa por llegar a casa, y el sudor en mi cuerpo me estaba provocando asco. Odiaba la
sensación de la ropa pegada a mi piel sudada. Me pregunto si siquiera podré tomar una ducha
antes de irme al trabajo, pensé mientras abría la puerta de nuestro departamento.
—¡He vuelto! Mientras decía esto, noté que los zapatos que mamá usaba para ir a trabajar
aún estaban en la entrada.
Al entrar en la sala de estar, pude ver a mamá. Estaba maquillada y parecía lista para irse.
—Bienvenida.
—¿Aún no te has ido?
—Si. Llamé para avisar, así que no tengo que apresurarme.
—¿En serio…? Dije, dejando escapar un suspiro mientras me sentaba en una silla.
El cansancio por correr bajo el sol finalmente hizo efecto. Qué alivio, logré llegar a tiempo. La
razón por la cual había corrido a casa tan desesperadamente se debía a que necesitaba
hablar con mamá acerca de algo importante: la reunión entre padres y maestros. Esta
mañana recibí una copia del cuestionario de aspiraciones futuras, la cual le mencioné de
inmediato para que pudiéramos discutir los detalles respecto a su agenda. Pensé que
habíamos aclarado todo cuando, al final, dijo: «Hay algo que necesito hablar contigo», lo cual
era por qué volví corriendo a casa. Sin embargo, al ver a mamá actuando tan
despreocupadamente como de costumbre, comencé a pensar en que quizá no era algo tan
importante.
—Pudiste habérmelo dicho a través de un mensaje de LINE, ¿sabías?
—Soy un poco anticuada cuando se trata de esas cosas, así que me preocupada no ser
capaz de transmitir completamente el mensaje a través de ese medio.
—Ah, es cierto… Supongo.
De alguna manera, podía entender a lo que mamá se refería. Ella puede llegar a ser un poco
torpe cuando se trata de usar esas aplicaciones. El hecho de que ella fuera una buena
bartender demostraba lo hábil que era para mantener conversaciones en persona. Además, lo
más probable es que ella se sienta ansiosa al verse obligada a escribir mensajes de texto en
esta era tecnológica en la que vivimos.
—Entendido. Te escucharé, pero solo dame un momento — Fui a mi habitación, arrojé mi
bolso sobre mi cama y tomé el bolso deportivo que había preparado con antelación para mi
turno de más tarde. —Estoy lista. ¿De qué querías que habláramos?
—Bueno… — Por extraño que parezca, mamá estaba titubeando, como si se tratara de un
asunto complicado de tocar —¿Cómo te va en la escuela con Yuuta-kun?
Mi corazón se detuvo por un milisegundo debido a la sorpresa.
—¿A qué te refieres?
—Últimamente has comenzado a llamar «Nii-san» a Yuuta-kun cuando están en casa, ¿no?
—Es cierto, ¿qué pasa con eso?
—Me estaba preguntando cómo estaban yendo las cosas en la escuela.
¿Qué…? Mi corazón ahora estaba palpitando más violentamente, pero estaba segura de que
podía disimularlo. Se me daba muy bien mantener una expresión estoica.
—Quiero decir, estamos en clases distintas.
Ambos apenas y nos veíamos en la escuela; Pero, incluso si lo hiciéramos, yo no lo llamaría
«Nii-san». Eso no haría más que crear rumores extraños. Bueno, no es que realmente lo
hayamos hecho, así que no tenía forma de probarlo. Por supuesto, yo no mentía del todo.
Debido a que estamos en aulas contiguas, nos cruzamos durante las clases mixtas de
educación física. De hecho, eso ha ocurrido antes, especialmente que nuestras miradas se
crucen.
—Pero nada ha cambiado realmente.
—¿Eso significa que aún les están ocultando a todos en la escuela el hecho de que son
hermanos?
—Es correcto. No le hemos dicho a nadie.
Con la excepción de Maaya, por supuesto.
—Entonces eso podría ser un problema.
—¿Un problema? Pensé que estábamos hablando sobre las reuniones entre padres y
maestros.
—Eso estamos haciendo. Verás, Taichi-san está muy ocupado por el momento.
—Ya veo…
Según lo que me dijo mamá, sería difícil que mi padrastro asistiera a la reunión entre padres y
maestros. Obviamente, mamá no quería obligarlo, así que estaba pensando en asistir a
ambas reuniones. Si ella asistiera el mismo día a mi reunión y a la de Asamura-kun, entonces
tendría que tomarse un día libre.
—Después de todo, somos un bar pequeño. No puedo tomarme tantos días libres.
El bar en el que mamá trabaja sólo tiene a la gerente —Mamá— y a un empleado a tiempo
parcial. Es por eso que ella prefiere no tener tanto tiempo sin planificar.
—Dicho eso, si yo asistiera a ambas reuniones en el mismo día, habría una posibilidad de que
las personas lo descubrieran, ¿no? Tú no querrías que eso sucediera, ¿cierto?
Una posibilidad de que las personas descubran que Asamura-kun y yo somos hermanastros,
pero… ¿Es ese realmente un problema? Después de todo, Asamura-kun y yo eventualmente
tendremos que convertirnos en hermanos de verdad.
—Honestamente, eso no es lo que me preocupa.
—¿Eh? Alcé la mirada inconscientemente para observar el rostro de mamá.
—Es sólo que no siento que él me haya aceptado completamente como su madre. Aunque
eso me hace sentir sola.
Apenas y pude contener mi sorpresa. Ya veo. Conque eso es a lo que se refería cuando dijo
que no quería que las personas supieran que Asamura-kun y yo tenemos la misma madre.
¿Por qué estaba pensando otra vez en mí misma? Mamá esbozó una sonrisa irónica mientras
fruncía las cejas. No quería que ella se sintiera así, en absoluto.
Ella se está esforzando para ser una buena madre para Asamura-kun. No me gustaría que
ella se sintiera despreciada. Estaba a punto de hablar y decir «Mamá, yo…», pero mi voz no
podía salir de mi garganta. En ese momento, escuché la puerta abriéndose, para luego
escuchar la voz de Asamura-kun. En el instante en que él entró a la sala, mi garganta produjo
una voz de inmediato.
—Bienvenido a casa, Nii-san.
—He vuelto, Ayase-san.
Aunque le tomó un segundo hacerlo, Asamura-kun me llamó «Ayase-san», como siempre lo
ha hecho. Bueno, no es que pueda empezar a llamarme «Imouto-san» o algo así tan
repentinamente. No es de extrañar que siga llamándome así. Sin embargo, «Ayase» era el
apellido de un extraño, al menos para él.
—¿De qué estaban hablando? Él me miró a la cara, luego a mamá, y finalmente observó el
formato impreso que estaba sobre la mesa— Ah.
—También te dieron uno, ¿cierto? El cuestionario de aspiraciones futuras.
—Justo a tiempo— dijo mamá, mirando a Asamura-kun.
—¿Sí?
—Hablé con Taichi-san respecto a cómo deberíamos manejar tu reunión entre padres y
maestros.
Mamá le repitió a Asamura-kun todo lo que me había explicado antes. Preguntándome cómo
es que lo convencería, me quedé en silencio, sin decir palabra alguna. Sin embargo, cuando
ella llegó a ese punto…
—Es por eso que estaba pensando en ir a las reuniones entre padres y maestros en dos días
distintos.
—¡¿Eh?!
Dejé escapar un sonido de sorpresa. Ella lo dijo como si hubiera estado planeando hacerlo
desde el principio. ¿Pero eso no sería excesivo para ella? Al menos, parecía que Asamura-
kun estaba de acuerdo conmigo.
—Bueno… mi viejo no es el único que está ocupado, ¿cierto? Tú trabajas por las noches en el
bar, ¿no sería excesivo que fueras a nuestra escuela durante el día?
Asamura-kun tenía toda la razón. Y, aun así, mamá estaba sonriendo como si no hubiera
nada de malo en ello. Ella preparó rápidamente su bolso y se fue, pues ya casi llegaba su
hora de trabajar.
—¿Realmente debería correr en esa condición?
—No me preguntes a mí. Sólo espero que no se tropiece.
¿Qué es esto? ¿Por qué no ella me dijo lo mismo cuando estábamos solo las dos? Estoy
confundida. No puedo permanecer aquí. Si lo hago, terminaré cediendo ante Asamura-kun. Mi
expresión estoica desaparecerá. Así que tomé mi bolso deportivo.
—¿Oh? ¿También te vas, Ayase-san? Dijo Asamura-kun, mientras volteaba hacia mí.
—Es hora de mi jornada.
—Bien. Cuídate.
—Lo haré. Nos vemos, Nii-san.
Mi respuesta fue prácticamente automática en ese momento. Me he estado acostumbrado a
llamarlo de esa manera, por lo que esas palabras salieron de mi garganta incluso cuando yo
no quería que lo hicieran. Pero, aun así, no podía olvidarme de la expresión de mamá.
Aunque parecía muy lastimada hasta antes que llegara Asamura-kun, ella no le demostró
nada de eso. Ella tiene una expresión estoica mucho mejor que la mía.
Ella no quiere que Asamura-kun sea excesivamente considerado con ella. Ella estaba
fingiendo que no quería que las personas supieran que somos hermanos, todo por nuestro
egoísmo. Ella renunció a asistir a ambas reuniones en el mismo día. Ciertamente, esa la
decisión correcta.
No podía olvidarme del asunto, ni siquiera mientras estaba ocupada trabajando en la librería.
¿Qué debería hacer? ¿Cuál es la decisión correcta?
—Disculpe.
Una voz me llamó mientras estaba ocupada organizando una estantería. Era una madre
empujando una carriola, quien sostenía con su mano una gran revista de lactancia.
—¿Cómo puedo ayudarle?
—Me preguntaba si tenían el número anterior de esta revista. Perdí la oportunidad de
comprarla.
Cuando se trata de revistas y números mensuales, solemos devolver los que no se venden.
—Lo lamento, pero no… ¿Le gustaría que revisara si se puede pedir un número?
A pesar de no tener ninguna confirmación de si al editor aún le quedaban copias, aún así le
respondí con esa frase.
—No, no hay problema. Es sólo que tenía un artículo que realmente quería leer. Muchas
gracias.
—Es un placer…
—Entonces me gustaría comprar está en su lugar— Ella me entregó el número de este mes,
así que la guie hacia la caja registradora.
Después de todo, no podía hacer que ella cargara una revista tan grande mientras empujaba
la carriola. Una vez que terminamos el procedimiento, le agradecí con amabilidad y ella salió
del establecimiento. Después de eso, regresé a mis labores, y también volví a pensar en
aquel asunto. Y finalmente me decidí. No podía permitir que mamá se sintiera así. Tengo que
hablar con Asamura-kun una vez que llegue a casa.
Habiendo llegado a esta determinación, sentí como si algo desagradable dentro de mí se
hubiera esclarecido repentinamente. He estado intentando de mantenerme distante para
racionalizar y borrar estos extraños sentimientos que tengo por él, por lo que ha pasado un
tiempo desde la última vez que mantuve una profunda conversación con él.
Una vez que mi jornada terminó, me dirigí inmediatamente a casa y abrí la puerta en silencio.
Dejé escapar un silencioso «He vuelto». Debido a que era tan tarde, no sería nada raro que él
estuviera en su habitación. Caminé por el pasillo, sin pasar por la sala de estar, y toqué
silenciosamente la puerta de su habitación. Sin embargo, no hubo respuesta. Supuse que se
habría quedado dormido, o que estaba tomando una ducha en ese momento, así que volví a
la sala… Y ahí estaba él.
Por no mencionar que la cena estaba completamente servida en la mesa, y que no había
rastro alguno de que él ya hubiera cenado. Estaba confundida, así que le pregunté al
respecto, a lo que me respondió que quería que comiéramos juntos. No sé por qué propuso
eso tan abruptamente, pero me venía bien porque quería conversar con él.
—Respecto a la reunión entre padres y maestros…
Nuestras voces coincidieron. ¿Estábamos pensando en lo mismo? Sólo basto con esa idea
para tranquilizarme. Así que ambos decidimos hablar mientras cenábamos. Parecía que
Asamura-kun había estado preocupado todo el día, tanto o más que yo.
—Por eso no me parece bien ponerle una carga todavía mayor a Akiko-san.
No es justo, Asamura-kun. Esto no es nada justo. Justo cuando estoy intentando superar mis
sentimientos, vienes y haces que mi corazón se estremezca con algo insignificante. Me hizo
feliz saber que él no quería que mamá pasara ningún problema.
—Esto va más allá de ponerle una carga encima. Por sobre todas las cosas, simplemente
quiero que mamá vaya a ambas reuniones entre padres y maestros.
Estoy consciente de lo mucho que se está esforzando para convertirse en la nueva madre de
Asamura-kun. Así que, con eso, llegamos a un acuerdo y aceptamos el hecho de que las
personas en la escuela pudieran descubrir que somos hermanos. Para nosotros, esta fue una
decisión conjunta.
4 de septiembre (viernes)–Asamura Yuuta.

Los dos hombres nos despertamos temprano. Estábamos sentados a la mesa cuando de
pronto mi viejo comenzó a hablar.
—Sabes, Akiko-san y yo lo pensamos mucho respecto a esto.
—¿Juntos?
Estaba sirviendo un poco de arroz en el tazón de mi viejo, pero me detuve por la confusión.
Quería preguntar cómo es que estos dos tortolitos, quienes divagan constantemente mientras
conversan, siquiera pudieron llegar a algo que pudiese considerarse consenso. Cuando le
pregunté al respecto, me dijo que podíamos discutirlo por LINE, a pesar de estar demasiado
ocupado como para conversar conmigo. Supongo que está en su derecho de hacerlo. Sin
embargo…
—Me tomaré un tiempo libre en el trabajo e iré a tu reunión entre padres y maestros. Es cierto
que mi empresa está sobrecargada de trabajo en este momento, pero simplemente no puedo
dejar que Akiko-san cargue sola con toda esa carga.
—Oh, papá, respecto a eso…
Le conté sobre la conversación que sostuve con Ayase-san la noche anterior, y le expliqué
que ambos habíamos acordado que nuestras reuniones fueran el mismo día para que Akiko-
san únicamente tuviera que tomarse un día libre. En consecuencia, él tampoco tendría que
tomarse un día libre.
—Vaya… ¿Están realmente seguros de eso?
Asentí.
—Ayase-san y yo lo decidimos juntos, así que no es algo que se me haya ocurrido
únicamente a mí. Preferiríamos no ocultárselos y ponerles más carga encima. Además,
creemos que no es algo natural el ocultar que somos hermanos.
Cuando terminé de contárselo todo, se formó en su rostro la expresión más feliz que le haya
visto jamás.
—Estoy seguro de que Akiko-san estará feliz al respecto.
Entonces mi viejo me contó todo lo que había conversado con Akiko-san. Al parecer, ella
quería ser la mejor madre posible para mí. Personalmente, debido a que ya no somos niños y
estamos en el camino a la adultez, podría aceptar que mi papá se casara y que tuviera una
nueva esposa, pero eso no necesariamente significaba que tendría una nueva madre ni nada
por el estilo. Mi viejo y Akiko-san probablemente pensaban lo mismo, y continuó diciéndome
que Akiko-san no quería ser simplemente mi tutora hasta que alcanzara la mayoría de edad.
—Sabes, Akiko-san me dijo que quiere que todos seamos una familia. Y ella cree que
podemos serlo. Si no, entonces el vínculo que forjamos mediante nuestro matrimonio sería un
desperdicio.
Vínculo, ¿eh? Podía entender a lo que ella se refería. Ella no quería convertirse en mi madre
simplemente porque tenía que cuidarme. Hablando únicamente sobre nuestra relación, somos
madrastra e hijastro, pero ella quería ir más allá de eso y atesorar el tiempo que los cuatro
tuviéramos juntos como una familia normal.
—Es por eso que estoy seguro de que ella estará más que feliz si se entera que la consideras
parte de la familia, Yuuta.
Un breve atisbo de culpa llenó mi corazón. En realidad, no lo pensé demasiado.
—Buenos días. Dijo Ayase-san, entrando a la sala de estar.
—Ah. Buenos días, Saki-chan.
—Ayase-san, ¿qué vas a preparar para el desayuno?
Ella se levantó un poco más tarde de lo habitual, así que quería preguntarle para estar seguro.
Por lo general, ella se va a la escuela antes que yo, así que era posible que hoy faltara.
—Ah, lo siento, hice que lo prepararas para mí. Yo me haré cargo del resto.
—No, recién dos levantamos. Ven, toma asiento. Toma tu sopa de miso, arroz y palillos.
—Lo siento… Gracias, Nii-san.
—No es nada. Te levantaste un poco tarde, ¿eh? ¿Te quedaste dormida? Le pregunté por
capricho, pero Ayase-san le dio la vuelta a su teléfono, mostrándome la pantalla del mismo.
¿Quiere que la vea?
—… ¿LINE?
—Mamá dijo que regresaría en dos horas, así que continuaremos nuestra conversación de
ayer.
Bien, eso tiene sentido. Ayase-san mencionó que iba a decirle a Akiko-san lo que ambos
habíamos acordado. Ahora que ya amaneció, probablemente ya recibió una respuesta. Su
intercambio de mensajes se extendió un poco más después de eso, por lo cual terminó
llegando tarde al desayuno.
—Ella estaba feliz.
—¿Verdad que sí?
Al ver a mi viejo sonreír cuando escuchó la confirmación de Ayase-san, volví a sentir un
pequeño dolor en mi pecho.
—Así que, respecto al día de la reunión entre padres y maestros, estaba pensando en dejarlo
a criterio de mamá.
—¿Qué día es de su preferencia? Mi viejo preguntó para verificar.
—De ser posible, el 25 de septiembre.
—El 25… Así que un viernes. Revisé el calendario e hice un comentario sobre la fecha.
—¿No está bien?
—No, todo está en regla. Si ese día le viene bien a Akiko-san, entonces intentaré agendar mi
reunión para ese día. Así que, Ayase-san…
Si Ayase-san y yo queríamos que nuestras reuniones fueran el mismo día, entonces
tendríamos que consultar a nuestros respectivos profesores y explicarles nuestros motivos. En
concreto, que nuestra madre no sería capaz de tomarse más de un día libre, así que nos
gustaría que nuestras reuniones coincidieran. Si lo hiciéramos, entonces nuestros profesores
descubrirían que somos hermanos.
—Sí, es tal y como lo dijiste, Nii-san.
—Si ambos estuviéramos en la misma clase, podría decírselo yo mismo.
—Está bien, yo puedo hacerme cargo. Mientras tomaba un bocado de arroz, Ayase-san me
pidió que la dejara hacerse cargo de ello.
Hasta hace poco, Ayase-san no era la mejor para estas cosas, pero creo que también ha
crecido mucho. Después de que terminó de comer, lavó los platos y salió de la casa a su hora
habitual. Después de que ella se fue, mi viejo se fue a su trabajo y, por último, yo también me
fui.
Mientras me dirigía a la escuela, noté que el cielo estaba azul, y que la brisa se sentía un
poco más cálida que ayer. Akiko-san quería que nos convirtiéramos en una familia. Quizá yo
debería llamar «Madrastra» a Akiko-san, así como Ayase-san llama «Padrastro» a mi viejo.
No es necesariamente porque la acepte como mi madre, pero podríamos convertirnos en una
familia hecha y derecha. ¿Es por eso que Ayase-san ahora me llama «Nii-san»?
La entrada de la escuela finalmente apareció ante mí, y decidí sacudirme todos esos
pensamientos que rondaban mi cabeza.
***
Cinco minutos antes del primer periodo, justo cuando sonó la primera campanada, Maru entró
al aula por la puerta trasera. Aquellos que tienen entrenamientos matutinos generalmente
llegan a clases apenas antes de que ésta comience. Por supuesto, no sólo se trataba de
Maru, del club de béisbol. Los chicos de los demás clubes deportivos también entraron,
llenando rápidamente el aula. Una vez que Maru se sentó frente a mí, él pareció recordar
algo. Se giró hacia mí.
—Dime, Asamura.
—¿Hm?
—Fuiste a la piscina con Narasaka-san y los demás durante las vacaciones de verano
pasadas, ¿cierto?
—Eh… Sí, ¿qué hay con ello?
—Se está propagando el rumor de que tú y Ayase-san se están llevando muy bien.
—¿Nos llevamos muy bien…?
—Por supuesto, un rumor es un rumor. Pero, teniendo en cuenta su reciente comportamiento,
ha llegado el punto en que no puedo negar la posibilidad.
¿De qué clase de «posibilidad» estás hablando?
—Así que, ¿cómo está yendo todo con Ayase?
Naturalmente, la pregunta me sorprendió. Tanto que perdí la oportunidad de responder
adecuadamente y, en su lugar, respondí la pregunta con otra, como el idiota que era. En lugar
de eso, le pregunté por qué tenía curiosidad.
—Preguntar sobre el progreso y estatus en el amor de un amigo es lo que haría un verdadero
personaje amigo en un juego romántico, ¿no?
—Creo que deberías trazar una línea más fuerte entre tus fantasías y la realidad.
—Hmmm. Para ser honesto, me enteré de ese rumor hace apenas unos minutos. Tampoco
hay evidencia que lo respalden.
Así que eso significa que se trata de un rumor interno en el club de béisbol, ¿eh? Se rumora
que Ayase-san y yo nos estamos llevando realmente bien. Me pregunto el porqué. Me di
cuenta de mis sentimientos por Ayase-san durante aquel día de verano en la piscina, y ese
mismo día también me decidí a deshacerme de estos sentimientos sin importar el cómo.
Después de todo, ella es mi hermana menor, y así es como ella espera que yo la trate.
Olvidarme de ellos. Desaparecerlos. He estado trabajando en ello. Pero, por alguna razón,
parece que las personas a mi alrededor parecen haberse dado cuenta y se rehúsan a dejar de
recordarme ese recuerdo veraniego. Mientras me preguntaba qué debía hacer al respecto,
comencé a prepararme para la siguiente clase y encontré cierto formato impreso dentro de mi
mochila. Cuando lo vi, finalmente lo recordé… Ayase-san y yo habíamos acordado que no
tendríamos problema conque todos descubrieran que somos hermanos.
—Escucha— Estando a punto de decirlo… mi voz se apagó.
Esto no era algo que todos tuvieran que saber, bastaba con que lo supieran solo unos
cuantos. Maru se acercó más a mí, comprendiendo que sería difícil para mí decir lo que
estaba a punto de revelarle. No esperaba menos de mi mejor amigo.
—Respecto a Ayase-san y yo…
Comencé mi explicación, revelándole que Ayase-san y yo nos habíamos convertido en
hermanastros después de que nuestros respectivos padres se casaran entre sí. También
añadí que ambos queríamos dejar de ocultarlo, pero que tampoco queríamos que todos lo
supieran. Le dejé en claro que yo se lo estaba revelando porque confiaba en él, y él respondió
en conformidad.
—Yo no soy la clase de persona que difundiría información tan delicada.
—Es bueno saberlo.
—Por cierto, eso explica muchas cosas.
—¿Eh? ¿A qué te refieres?
Maru parecía estar, de alguna manera, satisfecho.
—De pronto me preguntaste sobre Ayase, actuando como si quisieras saber más sobre ella.
Con honestidad, eso me sorprendió. E, incluso después de eso, actuaste extrañamente
apegado a ella.
—¿Apegado? Ey, con calma.
—Cierto, pobre elección de palabras. Pero, a mi manera, estaba preocupado por ti, ¿me
entiendes?
Durante junio se propagó un mal rumor respecto a Ayase-san. Debido a que tiene una
apariencia tan llamativa —que en realidad es algo que ella usa como autodefensa— y, debido
a que ella caminaba por Shibuya a altas horas de la noche, era fácil de comprender por qué
los demás podrían hacerse de una idea errónea, lo cual podría provocar rumores. Él estaba
preocupado por mí debido a eso.
—Es solo un malentendido. Eso es todo.
—Eso parece. Culpa mía. Me equivoqué. Pero ahora todo tiene sentido. Además, hablando de
Ayase, aunque indirectamente, hablé mal de tu hermana menor. Lo siento.
—No lo sientas. No lo sabías.
—Estaba totalmente seguro de que te habías enamorado de Ayase.
Esas palabras hicieron que mi corazón se acelerara drásticamente. Podía sentir cómo se
generaba el sudor en las palmas de mis manos. Enamorarme de ella… Quererla… Amarla…
Cuando se trata de un hermano y una hermana, no es raro que se quieran… Pero…
—Eso no es…
—Cierto, mi error. No había necesidad de que dijera eso. Pero ahora me siento aliviado. Si te
hubieras enamorado de ella, habrías encontrado mucha competencia en esos chicos que no
tienen posibilidad alguna de ganar. Como tu amigo, no querría que resultaras herido.
—«¿Esos chicos?»
—¿No lo sabías? La popularidad de Ayase cambió después de las vacaciones de verano.
Según Maru, ella se ablandó mucho más con las personas a su alrededor, y se volvió popular
incluso entre los chicos que la veían como a una delincuente más y le tenían miedo. Debido a
que dejó de ser tan solitaria, más y más chicos se le están acercando con interés. Como
podrás suponer, algunos de esos chicos podrían ser buenos partidos.
—Aunque me duela admitirlo, nunca podría imaginarte ganando esa competencia… Sin
embargo, debido a que eres su hermano mayor, ni siquiera participarías en primer lugar.
—Por supuesto que no.
—Genial. Excelente. — Maru parecía estar satisfecho con algo.
Comencé a pensar en ello mientras lo observaba. Tal y como Maru dio, debido a que somos
hermano y hermana, ni siquiera importaba si yo tenía posibilidad o no. No importaba cuántos
chicos se le acercaran, en absoluto. Preocuparte por tu hermana menor y por la potencial
amenaza de que algunos patanes se le acerquen es algo que sólo haría un hermano mayor
ficticio. A su edad, ella debería ser capaz de cuidarse a sí misma, e intervenir como hermano
mayor sería llevar las cosas demasiado lejos. Sin importar si yo fuera su hermano de sangre o
sólo su hermanastro, yo debería actuar con racionalidad. ¿Qué tiene de malo si se le acercan
algunos chicos con esa clase de intenciones? Eso no tiene nada que ver conmigo.
Nuestro profesor entró al aula y comenzó con la clase de la mañana. Una vez que se terminó,
habló con las personas que ya habían respondido sus cuestionarios y decidió los días en que
debían reunirse para entregarlos. Tal y como lo había acordado anteriormente con Ayase-san,
intenté mantenerme alejado de los otros estudiantes tanto como me fue posible, y le expliqué
nuestras circunstancias familiares al profesor, contándole nuestro deseo de que ambas
reuniones fueran el mismo día debido a las circunstancias de nuestra madre.
—Ya veo. Así que, en tu caso… ¿Tú madrastra también vendrá?
—Sí.
Después de esta breve conversación, me dirigí a mi asiento.
***
Las clases del día terminaron. Hoy tenía que ir a trabajar a la librería en la que trabajaba a
tiempo parcial. Tomé mi mochila un instante después de que la última clase terminó. Mientras
me cambiaba de zapatos en los casilleros, escuché a un muy ruidoso grupo de personas que
se acercaba al mismo lugar. Me di la vuelta hacia ellos porque había escuchado una voz
familiar, y noté que Narasaka-san estaba al centro. En otras palabras, este grupo debía estar
constituido por personas de la clase contigua.
Ella estaba rodeada por sus amigos, sonriendo como de costumbre, e incluso hablando con
todas y cada una de las personas a su alrededor para que no se sintieran excluidos. Ayase-
san también formaba parte del grupo. Ella caminaba a un ritmo constante, no demasiado
cerca de ellos, pero tampoco demasiado lejos, participando en la conversación de vez en
cuando. Al verla sonreír mientras lo hacía, tomé mis zapatos y me escabullí por detrás de los
casilleros, escapando por la entrada frontal mientras intentaba no ser visto. Me habría sentido
mal si la hubiera forzado a mostrar consideración hacia mí… O al menos esa es la excusa con
la que intentaba convencerme.
Ayase-san estaba sonriendo. Creo que esta fue la primera vez en que la he visto sonreír así
mientras está con sus amigos. Me alegro por ella. En serio. Ella solía ser muy distante con sus
compañeros, así que esto es un progreso. Es tal y como Maru dijo. Ayase-san ha cambiado.
Debido a la forma en que se obliga a no depender en los demás, es fácil tener la impresión de
que es alguien arrogante y repelente, pero todo eso se debía a que ella no sabía cómo abrirse
con los demás, como si no tuviera más opción que apartarlos. Ella aprendió que ser
independiente no implicaba tener que cortar todas sus conexiones.
Ella tenía una sonrisa muy linda mientras salía con personas que yo no conocía… ¿Por qué
me asolan estos sentimientos tan complicados?
***
El cielo estaba teñido de un rojo intenso cuando llegué en bicicleta al estacionamiento que
estaba cerca de la estación de tren. El sol había estado poniéndose más y más temprano
recientemente. Ya es septiembre, pero los días comenzarán a acortarse a partir de ahora.
Entré a la oficina trasera, me puse mi uniforme y me dirigí al frente de la tienda. Lo primero en
mi cronograma era organizar las estanterías. Pasé por la caja registradora, saludé al gerente,
y me dirigí a las estanterías. Comencé por los estantes con libros de bolsillo, yendo del fondo
hacia adelante.
En la mayoría de las librerías, generalmente se organizan los libros de acuerdo a la editorial,
no el autor. Si son de la misma editorial, pero de sellos distintos, se les coloca en estantes
diferentes. Y, luego, una vez que se llega a la estantería de ese sello, se organizan las
novelas y los libros por las iniciales de sus autores, o al menos así es en la mayoría de los
casos.
Por ejemplo, está este sello llamado MF Bunko J, que sólo tiene impreso Mi-10-16 en la
contraportada. Esto muestra que este sello tiene un montón de autores cuyas iniciales
comienzan con «Mi» y que esta novela en particular fue publicada por el décimo autor, y que
se trata del décimo sexto volumen… Esa es una manera simplificada de explicarlo. Al
simplemente basarse en este número, es fácil organizar los libros que están desorganizados.
Mi turno de hoy era el de la noche, lo que significaba que ya se habían organizado las
novedades y que también se habían ajustado los inventarios. Todos los demás ya habían
preparado los espacios para los nuevos lanzamientos, así que mi único trabajo consistía en
reorganizar los libros que estaban desordenados. De vez en cuando, veía libros al azar
colocados en los estantes equivocados, y los regresaba a sus lugares originales; Esto
representaba un trabajo bastante sencillo, así que creo que me quedé en blanco durante
bastante tiempo. Y justo antes de alcanzar un estado zen total…
—Ah, Kouhai-kun. Justo a tiempo.
Cuando me di la vuelta, ahí estaba una muy familiar belleza japonesa de pelo largo y negro,
cuya identidad ya había adivinado por su voz. Ella estaba cargando una pila de libros de
bolsillo. En esa situación, resultaba imposible leer la identificación en su uniforme, pero yo la
conocía. Ella era mi senpai del trabajo: Yomiuri Shiori.
—Disculpa, ¿a qué se debe esa expresión tan compleja?
—Ah, no le des importancia. Estaba a punto de alcanzar la iluminación, así que me tomaste
por sorpresa.
—Ya veo, lucidez posmasturbación.
—No creo que eso describa adecuadamente la situación.
—¿Oh? Entonces, Adelante. Explícame a qué se debe.
—¿Puedes dejar de actuar como un viejo que intenta obtener una vergonzosa respuesta de
una mujer inocente? Te demandaré por acoso sexual.
—Oh, dios mío. La equidad de género es una cosa maravillosa.
No creo que este sea el momento de admirar eso.
—Bueno. Eso no es lo que importa justo ahora, mi querido Kouhai-kun. Una belleza como yo
está cargando una pila de libros justo frente a ti, ¿no hay algo que deberías decir al respecto?
—Ah, cierto. Permíteme.
Los libros que ella estaba cargando eran todos aquellos con los que nosotros íbamos a
reabastecer las estanterías. Cuando alguien hace una compra en la caja registradora,
nosotros podemos verificar si todavía tenemos más copias de ese libro en stock. Lo que es
verdaderamente aterrador es el hecho de que, en la era Shōwa, se solía depender de sus
registros para controlar el inventario de libros. Por supuesto, ellos utilizaban papel para hacer
un seguimiento de sus existencias y, si tomabas productos del stock, se podía comprobar
cuántas copias quedaban en la tienda.
El problema principal era justo que ellos dependían enteramente de los registros escritos día
tras día. Justo ahora, todo ocurre al alcance de un clic gracias a una gran base de datos. La
pila de libros que yo había aceptado cargar tenía que ser colocada y organizada en la
estantería que estaba justo frente a mí. Cuando me acerqué para observar los libros con más
detenimiento, ellos resultaron formar parte de una extensa serie que había sido adaptada en
una serie de anime de múltiples temporadas.
—Me pregunto por qué se venderá tanto. Quiero decir, sé que es interesante, pero, aun así.
—Kouhai-kun, mencionaste que la habías leído, ¿cierto?
—Sí. ¿Oh? — Algo se iluminó dentro de mis recuerdos— Ya veo, el anime acaba de empezar.
—Exactamente. De hecho, hemos colocado bastantes exhibiciones por toda la tienda.
Cuando Senpai dijo eso, volteé para observar a donde ella apuntaba. En la esquina de la
estantería de libros de bolsillo había un pequeño pedestal que mostraba una pila de libros,
todos mostrando sus respectivas portadas. Los libros que estamos vendiendo en este
momento no se colocan simplemente en un estante en donde sólo puedes ver la
contraportada, sino que reciben este nivel de atención en donde se colocan en una gran
exhibición. Junto a ellos había tarjetas y carteles escritos a mano.
—Yo soy quien preparó la exhibición de allá.
—¿En serio?
—Me desviví por escribir «¡Mientras leía esto, lloré suficientes lágrimas como para llenar un
tazón entero!».
—¿No se enojarán contigo por la publicidad falsa?
Conociendo a Yomiuri-senpai, esta debe ser otra de sus extrañas bromas, debería revisar esa
exhibición más tarde… Espera, si la revisara, entonces estaría haciendo lo que ella quiere,
¿cierto?
—Espera. Entonces…
Fue ahí cuando me di cuenta de la verdadera situación. Si el anime recién había comenzado a
emitirse, y debido a que estamos en septiembre, debía tratarse de un anime de temporada de
otoño. En dicho caso, esta serie probablemente se venderá muy bien por los próximos tres
meses, hasta diciembre. Acepté los libros que Yomiuri-san había estado cargando y los
observé.
Como era de esperar, tenía un envoltorio de papel que decía «¡Anime en emisión!».
Probablemente la editorial había reimpreso un montón de copias para coincidir con el anime,
por lo que se había añadido este envoltorio. Al mismo tiempo, dicho envoltorio también
anunciaba que una nueva publicación saldría a la venta el mes próximo.
—Así que saldrá un nuevo volumen…
—Kouhai-kun, pareces exhausto.
Cuando Senpai dijo ese extraño comentario, no pude evitar voltear a verla con gran confusión.
—¿A qué te refieres?
—Que te falta tu energía habitual.
—He estado comiendo apropiadamente.
—Bueno, no me refería precisamente a eso. Tú solías saber hasta con tres meses de
antelación cuando habría un nuevo lanzamiento en una serie que te gustara, ¿cierto?
Los nuevos lanzamientos de libros o mangas son usualmente anunciados tres meses antes
de la fecha de lanzamiento. En otras palabras, es así como nosotros, empleados de una
librería, también nos enteramos.
—… Supongo que sí.
—Últimamente has estado muy falto de energía, Kouhai-kun.
—Eso no es…
—Shhh. Puedo leerte como a un libro. El hecho de que hayas perdido interés en nuevos
lanzamientos de una serie que te gusta es un incidente bastante significativo, ¿no?
—¿En serio? Quizá.
No, ella tenía toda la razón. Hasta hace no mucho, yo nunca habría olvidado la próxima fecha
de lanzamiento de un volumen de una serie que disfrutaba leer.
—¿Podría ser que te sientes solo porque no has tenido tantos turnos con Saki-chan como
solías tener? Yomiuri-senpai mostró una sonrisa sospechosa.
—Deberías ser cuidadosa, senpai. Esa clase de sonrisas podrían hacerte perder tu
popularidad.
—Ya, ya. Cuéntale todos tus problemas a tu onee-san, jovencito. Vamos, abre tu corazón y
salta a mis brazos.
—Todavía suenas como un anciano. Además, somos hermanos, así que no hay forma en que
sea verdad.
—¿Qué es exactamente lo que no sería verdad?
—Que me siento solo. ¿Por qué me debería sentir solo al no poder trabajar con mi hermana?
—No tengo un hermano mayor, así que no creo poder refutar ese argumento. Y supongo que
tienes mucha razón, pero ella es tu hermanastra, ¿cierto?
—Incluso aunque lo sea, una hermana es una hermana, respondí. Me impedí añadir algo
más.
—Las respuestas racionales son muy aburridas.
—¿Y eso qué importa?
—Muy bien, mi agotado kouhai-kun, déjame contarte algo interesante— Yomiuri-senpai
levantó un dedo. Muy pronto mi universidad abrirá su campus al público, ¿qué tal si te das una
vuelta?
—¿Campus abierto? ¿Es cuando las universidades y escuelas especializadas invitan a las
personas interesadas en estudiar ahí para que las conozcan?
—Exactamente. Estoy segura de que recuperarás tu buen ánimo una vez que te veas rodeado
por lindas universitarias.
Tal y como ella dijo, podría apostar que un chico promedio estaría emocionado por tener a su
alrededor un montón de hermosas chicas universitarias como Yomiuri-senpai. Hace un
tiempo, cuando la vi hablando con algunas de sus compañeras, noté que sus amigas y las
personas en el círculo eran todas muy atractivas. Sin embargo, hay un error fatal en este plan
que ella ideó.
—Senpai, tú vas a una universidad para mujeres, ¿no?
—Sí, ¿eso qué tiene que ver?
—Explícame cómo yo, un hombre, seré capaz de visitar tu campus.
—Oh, dios mío, ¡¿en dónde quedó la equidad de género?!
Lamentablemente, los tiempos aún no han progresado lo suficiente como para que un hombre
asista a una universidad para mujeres. Entiendo que está preocupada por mí y mi reciente
falta de energía, pero soy incapaz de responderle con una sonrisa. Yo también me preguntaba
por qué había estado tan decaído. No debería haber ninguna razón para que me sintiera así.
Mi jornada laboral terminó, y yo regresé directamente a casa. Al llegar, encontré la cena y una
pequeña nota sobre la mesa del comedor. A pesar de que anoche cenamos juntos después
de mucho tiempo, hoy sólo recibí una nota. Claramente, Ayase-san no tiene intención de salir
de su habitación. Me pregunto si me estará evitando.
Me llené de arrepentimiento por no ser capaz de encontrarme personalmente a Ayase-san, y
me di cuenta de que eso claramente demostraba que yo le estuve mintiendo a Yomiuri-senpai
durante nuestra conversación previa. Podía escuchar sus palabras en lo profundo de mi
mente. No se puede evitar, ¿cierto? Después de todo, Ayase-san no es mi hermana de
sangre.
4 de septiembre (viernes)–Ayase Saki.

La campana sonó, indicando la culminación del cuarto periodo, y la atmósfera dentro del aula
cambió a una un poco más relajada y apática.
—¡Hora de comer!
Al mirar a la chica que lanzó un grito de guerra, sólo pude encogerme de hombros. ¿Cómo
puede tener tanta energía todos los días? Bueno, sobre gustos no hay nada escrito.
—Comida, comida~
Ella suena como si estuviera bailando… Espera, ¿realmente está bailando? Mientras
esperaba a que la chica en cuestión —Narasaka Maaya— Se acercara a mí, me di cuenta de
que varios compañeros la estaban siguiendo.
—Ayase-san. Iré a la cafetería, así que puedes usar esto.
—Gracias.
La chica que estaba sentada junto a mí tomó su cartera y salió del aula. Después de
comprobar que se fuera, empujé su pupitre junto al mío y saqué mi almuerzo de mi bolso.
—¡Lamento que haya tanta gente el día de hoy, Saki!
—Estoy bien.
Con esto, había asegurado el pupitre de Maaya. Ella caminó hacia mí con su almuerzo
colgando de su mano. ¿Qué pasa con el grupo de cuatro o cinco chicas que están detrás de
ella? ¿Qué hay de sus pupitres? Mientras yo seguía con mi confusión, ellos simplemente
llamaban a los que estaban alrededor, asegurando más pupitres. Alrededor de la mitad de
nuestros compañeros usualmente comen en la cafetería o en sus respectivas aulas. Si un
asiento está libre, no deberías tener problemas para tomarlo, siempre y cuando no lo uses sin
permiso. Personalmente, yo soy de aquellas personas que considera una molestia comer con
alguien más si me obligan a experimentar algo tan problemático como eso.
Aun así, no se me nota en la cara. La razón para esto es simplemente que algunas de las
personas que están comiendo conmigo son las personas que formaron parte del grupo con el
que fui a la piscina durante las vacaciones de verano, o aquellos que últimamente han
comenzado a hablarme con más frecuencia. Poco después, varios pupitres se juntaron en una
especie de círculo. Hora de comer.
—Me pregunto cuál será tu guarnición de hoy.
—Oye, Maaya, ¿por qué observas a mi almuerzo?
—¡Ohhh! ¡Omelet enrollado!
—¿Y por qué los estás agarrando con tus palillos?
—¡La mitad! ¡Dame la mitad!
—Muy bien, santo cielo.
Partí a la mitad mi omelet enrollado con ayuda de mis palillos y lo puse en el bentō de Maaya.
Ella puso un trozo de comida frita en el mío, quizá como compensación.
—¿No crees que es un poco grande para que sea un intercambio equitativo?
—Está bien, totalmente bien~ Ah, Yumicchi, ¡tu salmón también luce genial!
—Si compartes algo de la comida frita secreta de la Familia Narasaka…
—¡Intercambio establecido!
Ya veo. Así que esa comida frita es una receta especial de su familia. Sintiéndome curiosa, le
di un bocado a la pieza que ella me había ofrecido. Cuando mordí la parte interior, probé un
suave y jugoso pollo que se deshacía dentro de mi boca. Tampoco era muy grasiento, así que
no tuve que masticar mucho.
—Delicioso…
—Ya sé, ¿verdad? La comida frita de Narasaka-san es maravillosa.
—¿Qué tiene de maravillosa la comida frita? — Maaya fingió una expresión seria, lo que
provocó que las personas a nuestro alrededor comenzaran a reír a carcajadas.
Hasta yo terminé sonriendo.
—Maaya, ¿lo freíste dos veces?
—¿Ñom?
—No hay necesidad de hablar con la boca llena. Sólo dímelo después.
—Ñom— Al tener la boca llena de pollo frito, ella sacudió su cabeza verticalmente.
Por todos los cielos, todos comenzaron a reír de nuevo. Al principio pensé que entablar
amistades con personas al azar era una pérdida de tiempo, y decidí juntarme sólo con Maaya,
pero ahora estaba avanzando voluntariamente en la creación de nuevas relaciones. Después
de un breve intervalos en donde únicamente comimos, la conversación continuó.
Honestamente, muchas veces me pierdo mientras escucho sus conversaciones y no logro
tener interés alguno. Aun así, mientras fingía que lo estaba disfrutando, realmente comencé a
hacerlo. Supongo que el corazón humano es bastante influenciable. Me pregunto si habrá
algún nombre para este fenómeno.
—Oigan, todos…
Alcé la mirada al escuchar esas palabras que solicitaban la atención de todos.
—¿Qué tal si este mes vamos a otro lugar de nuevo?
La persona que habló fue… Em, ¿cómo se llamaba?
—Ohhh, excelente idea, Shinjou. ¿A dónde iremos? ¿Y cuándo?
—¿Quizá al karaoke? Tal vez el domingo cuando todos tengamos tiempo.
Oh, cierto, se apellida Shinjou. Todos los demás estuvieron de acuerdo con su propuesta,
diciendo cosas como «Suena bien» o «Después de todo, ya ha pasado un tiempo».
—¿Qué hay de ti, Saki? Maaya prácticamente me invitó, pero yo titubeé.
Generalmente la rechazaría, diciendo que tengo que estudiar o trabajar, pero…
—Em…
—¿Tienes que trabajar? ¿O tienes que estudiar en esta ocasión? Maaya pareció haber
adivinado mis pensamientos, y me ofreció una ruta de escape.
—Tengo libre el día 27. Generalmente, estudio en los días que no tengo trabajo, pero…
—¿Oh? Bueno, Saki-san se toma muy en serio sus estudios. ¿Qué deberíamos hacer en este
caso?
—Oh, sí. ¿Qué tal si tenemos una sesión de estudios? Dijo Shinjou-kun mientras me miraba
fijamente por alguna razón.
—¡Ah! Pero, ¿dónde?
—¿La biblioteca?
—¿Qué les parece mi casa? Dijo Maaya.
Los demás se pusieron ruidosos. Supongo que tiene sentido. Si todos los que están presentes
vinieran, seríamos como… ¿Seis personas? Pero sé que en su sala de estar pueden caber
tantas personas. Ella también añadió que sus padres saldrían ese día junto a sus hermanos
menores. Ella me miró, moviendo su mano como si fuera un gato de la fortuna, invitándome.
Supongo que este es el mejor lugar para empezar si quiero crear nuevas relaciones, ¿no? Si
comienzo a interactuar con más personas además de Asamura-kun, podría olvidarme de
estos sentimientos prohibidos que tengo por él.
***
Al regresar a casa, comencé a preparar la cena y el desayuno del día siguiente. Oh, cierto,
también podría preparar un poco de comida frita. Incluso podría poner un poco en mi bentō de
mañana. Con esa idea en mente, abrí el refrigerador y saqué un poco de pollo. Recordé la
comida frita de Maaya que había probado hoy. Probablemente la frió dos veces. Una vez a
baja temperatura y otra vez a alta temperatura. Generalmente, eso tomaría mucho más
tiempo del que estaba dispuesta a gastar, pero debería intentarlo hoy. No es que tenga que ir
a trabajar.
Para la cena, puse a la parrilla unos jureles rebanados, y también preparé berenjenas, comida
frita y sopa de miso. Como toque final, añadí aceite de sésamo, cambiando el sabor del día de
hoy. Mientras preparaba la cena, mi padrastro llegó a casa. Justo después, encendió el
interruptor de la ducha. Comió la cena conmigo mientras esperaba que el agua de calentase.
—Oh, esta sopa de miso tiene un sabor distinto al usual, ¿no?
—¿Sabe extraño?
—En absoluto. Está deliciosa. Estoy seguro de que a Yuuta también le encantará.
—Gracias… Me alegra escucharlo.
—Akiko-san a veces también usa aceite de sésamo. ¿Se tratará de una receta de los Ayase?
—… Algo así.
Creo que mamá me enseñó a usar el aceite de sésamo para cambiar el sabor. Después de
tomar una ducha, mi padrastro se fue inmediatamente a dormir. Terminé de freír la comida y
escribí una nota para que Asamura-kun la leyera cuando regresara del trabajo. Después de
que regresé a mi habitación, comencé a estudiar para mis clases del día siguiente.
Bloqueé cualquier ruido exterior con mis audífonos y comencé a escuchar algunas canciones
de hip-hop lofi mientras abría mi libro de texto y mis apuntes. Como el profesor de la clase de
matemáticas de mañana hace preguntas según el número de asiento, hay una gran
probabilidad de que me pida que resuelva un problema. Con eso en mente, debería repasar
las preguntas sólo para estar segura. Pero, incluso mientras hacía eso, no podía dejar de
pensar en el siguiente domingo, así como en lo que ocurrió en la piscina durante las
vacaciones de verano.
Si realmente quería mantener mi distancia con él, lo mejor sería no prepararle la comida ni
dejarle una nota. Sin embargo, por un breve instante, eso no sonó a mantener mi distancia,
sino a rechazarlo, y yo no quería ir tan lejos. Yo no quería alejarlo. Eso me dolería mucho más
ahora que cuando no era más que un extraño. ¿La razón por la cual me siento será por mi
responsabilidad como integrante de esta familia, o por el hecho de que no puedo dañar
nuestra relación de dar y recibir, o será porque…?
¿Es esta la forma que están tomando estos sentimientos tan persistentes? Ni yo misma puedo
comprenderlo del todo. Al final, no pude resolver ni una sola pregunta.
24 de septiembre (jueves)–Asamura Yuuta.

Quizá se debía al inusualmente frío otoño, o quizá se debía a que mis días se tornaron grises
desde que Ayase-san y yo comenzamos a hablar menos, pero septiembre parecía transcurrir
increíblemente rápido, y parecía que el día de las reuniones entre padres y maestros se
acercaba rápidamente.
—Esta es sólo una pregunta hipotética, ¿ok?
Llegó la hora del almuerzo. Mientras clavaba mis palillos en mi guarnición, le hice una
pregunta a Maru en medio de todo el escándalo que había dentro del aula.
—Cuando terminas con el corazón roto…
—¿Hmm? Maru levantó la mirada.
—¿Qué harías si realmente tuvieras que superar tus sentimientos por una chica?
—Debido a que el contexto que me proporcionas es bastante vago, me temo que no puedo
darte una respuesta concreta, Asamura.
—Cierto, culpa mía.
—Bueno, está bien. Este es sólo un ejemplo… La dificultad para superar a una chica con la
que eres muy cercano y a quien ves a diario es distinta a la dificultad para superar a una chica
que sólo conoces por internet.
Ahh, eso tiene sentido. La distancia entre tú y ella es algo crucial, ¿no?
—Entonces… ¿Una chica con la que uno es muy cercano? Hipotéticamente, claro.
Maru dejó de observar el bentō que tenía enfrente para alzar la mirada hacia mí. Y luego
volvió a agachar la mirada, recogiendo un poco de arroz con algas marinas. Teniendo en
cuenta lo profundo que clavó sus palillos dentro del arroz, él debía tener en su plato al menos
1.5 veces la cantidad de arroz que yo tenía en el mío. Supongo que eso es algo de esperar de
un miembro asiduo de un club deportivo. Después de masticar por un momento, Maru tomó
un sorbo de su botella de té.
—¿Qué tal salir con un montón de chicas? Es difícil definir lo que los sentimientos románticos
realmente son. Quizá algo más pueda desarrollarse a partir de eso.
Sentimientos románticos. Me congelé por un segundo cuando escuché esas palabras. Asentí,
rogando que no se diera cuenta de mi titubeo, pidiéndole que continuara.
—Sin embargo, esta clase de sentimientos tan intensos también podrían ser una alucinación.
Si conocieras a otra buena mujer, quizá podrías descubrir que tus sentimientos no eran tan
serios, y tus sentimientos podrían cambiar con rapidez, creo.
—Me pregunto si realmente cambiarían… Además, ¿qué clase de entorno podría permitirle a
alguien encontrar mujeres tan fácilmente?
—Asamura… ¿En dónde crees que estamos? Escucha, hay al menos veinte chicas en
nuestra clase. Y, más allá de eso, hay un montón de oportunidades a tu alrededor, ¿no?
Un montón de oportunidades.
—¿No estás simplemente parafraseando la idea de que la mitad de la población son mujeres,
por lo cual no debería haber problema para encontrar a alguien más?
—Pero es cierto. Al final, las posibilidades de que encuentres a alguien más dependen
completamente en tu propia actitud mental.
—Otra mujer, ¿eh? dije mientras comenzaba a pensar al respecto.
El simple hecho de existir juntos y la construcción de una relación que va más allá de ser
extraños son dos cosas diametralmente opuestas. Sin embargo, agradezco el consejo de mi
buen amigo. Probablemente deba pensar un poco al respecto. Especialmente sobre la actitud
mental que él mencionó. Básicamente, esto es lo que él estaba intentando decirme.
Normalmente, no vemos a los extraños a nuestro alrededor como individuos con quienes
poder establecer relaciones. Los extraños son personas a quienes ni siquiera les prestamos
atención. Si no fuera porque la madre de Ayase-san se casó con mi viejo, probablemente
nunca la habría visto como algo más que una chica que usa ropa llamativa y está en la clase
conjunta a la mía. E, incluso si hubiéramos llegado a conocernos a través de algún
acontecimiento, lo más lejos que habríamos llegado sería saludarnos en el pasillo. Estoy
seguro.
Pero, debido a que se convirtió en mi hermanastra y se nos forzó a vivir juntos, nuestra
relación y nuestra comprensión del otro se profundizaron. Y, entre más la conocía y más
tiempo pasaba con ella, más intensos se tornaban mis sentimientos. Si ese es el caso,
entonces solo tengo que tomar la iniciativa en conocer a las chicas a mi alrededor. Si hago
eso, entonces quizá podría encontrar a una mujer que pueda despertar mis sentimientos
incluso más que Ayase-san…
—Por otra parte, si no puedes encontrar a nadie a tu alrededor que sea un objetivo potencial,
entonces sólo acércate a la persona más cercana a ti. Cuanta más información sobre alguien
se posea, más fácil será conquistarle. Al menos en la teoría.
—¿De qué estás hablando?
—Es una creencia popular.
¿Y qué clase de recursos sustentan dicha creencia? Pero debo reconocer que tiene sentido.
Un extraño que esté cerca de mí. Eso se traduciría en alguien como…
—Ya, ya. Cuéntale todos tus problemas a tu Onee-san, jovencito. Vamos, abre tu corazón y
salta a mis brazos.
La primera persona que vino a mi mente era una estudiante de universidad y también mi
senpai en el trabajo, Yomiuri-senpai. Hace unos días, ella dijo algo como eso, ofreciéndose a
escuchar mis problemas.
—Bueno, dejando de lado todo el asunto de encontrar a otra mujer, quizá probar cosas
nuevas podría ayudarte a olvidarte de ella. Dijo Maru mientras yo me perdía en mis
pensamientos. De todos modos, anímate.
—Sí… Espera, no. Era sólo una pregunta hipotética.
—Sí, tienes razón. Sólo te di un ejemplo— Dijo Maru mientras cerraba su bentō. Ahora, si me
disculpas, dijo mientras salía del aula.
Él terminó de comer su almuerzo, el cual era significativamente más grande que el mío, antes
de que yo pudiera terminar, y luego se fue al entrenamiento que tenía programado durante el
almuerzo. Me preocupaba que él pudiera arruinar su estómago por comer tan rápido. Dejé
escapar un suspiro, me comí el resto de mi almuerzo y guardé mi bentō.
***
Ese día también tenía que ir al trabajo. Cuando aparqué mi bicicleta en el aparcabicicletas
como de costumbre, pensé nuevamente en que ya había llegado el otoño. Aunque había
estado pedaleando con todas mis fuerzas, no estaba sudando tan intensamente como lo
hacía durante agosto. Entré a la librería, y el subgerente me llamó.
—¡Asamura-kun! Por favor, hazte cargo de la caja registradora— Me acerqué a la caja
registradora y comencé a atender a los clientes. Con toda honestidad, estar frente a la caja
registradora es algo bastante relajante. Simplemente escaneas el código de barras de los
libros y la máquina calcula el monto exacto de la compra. Por supuesto, eso no significa que
la carga de trabajo sea insignificante. Por ejemplo, hay que preparar las cubiertas de los libros
según sus tamaños y ofrecerles una bolsa de plástico según cuánto hayan comprado. Eso no
ha cambiado.
Si un cliente acompañado de un niño pequeño está intentando pagar mientras lidia con una
gran pila de libros, lo ideal sería calmarlos con una sonrisa en caso de que se les cayera la
cartera, y también hay que ser cuidadosos de no poner las monedas del cambio una sobre
otra, pues así el cliente podrá confirmar fácilmente si está recibiendo el monto correcto.
Durante los últimos años, los métodos de pago han cambiado bastante, lo que también influye
en el trabajo en la caja registradora. No solo puedes pagar en efectivo, sino también con
varias tarjetas de crédito e incluso mediante aplicaciones móviles. Uno tiene que recordarlos
todos para poder atender apropiadamente a cada cliente, por lo que es bastante común que
muchos empleados comiencen a sentirse disgustados al trabajar en la caja registradora
después de un tiempo.
—Oye, ya puedes tomarte un descanso.
—¿Hmm? Ah, sí.
Alguien me llamó, devolviéndome a la realidad. Cuanto más monótono sea el trabajo que se
realiza, más mecánico será el movimiento de tu cuerpo al realizar dicho trabajo, lo que
demuestra lo realmente bien calibrado que está el sistema límbico del ser humano. En algún
punto, comencé a hacerlo de manera automática. No podía hacer más que admirar eso de mí
mismo. Gracias a eso, conseguí calmarme e idear cómo resolver el problema que me había
tenido preocupado todo el día. Es tal y como Maru dijo: tal vez salir y hacer cosas nuevas
podría ser lo que necesito para superar estos sentimientos. Y la única persona cercana a mí
que conoce algo nuevo que podría intentar es muy probablemente…
—Kouhai-kun, ¿tienes un momento?
—Ah, Yomiuri-senpai. ¿Qué ocurre?
Mientras me miraba, ella tenía los dedos entrelazados detrás de su espalda.
—¿Crees poder dedicarme un poco de tiempo después de nuestros turnos de hoy?
—¿Para qué?
—Verás, estaba pensando en mostrarte toda clase de cosas nuevas y divertidas.
—¡Con gusto!
—Una respuesta inmediata. Vaya, kouhai-kun, ¿siempre has sido tan atrevido?
—Oh, bueno, sucede que también estaba pensando en probar algo nuevo. ¿Crees que me
emocioné demasiado?
—En absoluto; Es más, lo aplaudo. Por no mencionar que los jóvenes como tú deben
desafiarse a sí mismo y mantener esa clase de curiosidad.
—Muchas gracias.
Esta era la segunda vez en que Yomiuri-san me ha invitado a salir. La primera fue para ver
una película. Gracias a ella pude ver una película que casi me perdí durante sus últimas
proyecciones. Supongo que los estudiantes universitarios están en un nivel completamente
superior al de los estudiantes de preparatoria. Así es Senpai. Es como si ella se hubiera dado
cuenta de mi preocupación.
—Muy bien, ¡entonces está decidido!
—¿Qué tienes en mente con exactitud? Ya será bastante tarde cuando termine nuestro turno.
—Jejeje. Te adentraré en el mundo de los adultos, kouhai-kun— Dijo Yomiuri-san, para
posteriormente regresar a sus actividades.
Incluso aunque nos topábamos durante el resto de nuestras jornadas, ella simplemente
sonreía sin decir palabra alguna. ¿A qué se estaba refiriendo?
***
—Así que… Este es el mundo de los adultos…
¿Es en serio?
—¡Es algo esencial para todo miembro activo de la sociedad!
—¿Quién eres? ¿Una especie de anciano de la era Shōwa?
—Ten un poco de fe en tú onee-san, ¿okay?
La verdad es que nunca puedo saber lo seria puede llegar a ser en esta clase de cosas.
Después de mirar con preocupación a Yomiuri-senpai, observé el edificio que estaba frente a
nosotros. En el letrero sobre la entrada se podían leer las palabras «billar» y «dardos», así
como también «Simulación de golf».
—¡Quiero practicar mis swings!
—Realmente eres un viejo con pasatiempos anticuados.
—Qué irrespetuosa.
—Entonces, ¿deberíamos probar la «Simulación de golf»?
—¡Ya lo verás!
Al decir eso, senpai tomó la iniciativa y yo la seguí en silencio. Después de tomar el ascensor,
ella me llevó a las instalaciones de golf que estaban dentro del edificio, de las que había
escuchado hablar con anterioridad.
—Kouhai-kun, esta es tu primera vez, ¿cierto?
—Sí, es mi primera vez jugando. Un amigo mío que es fanático de esta clase de juegos lo ha
jugado antes, y me habló sobre ello, pero eso es todo.
Dentro de una cabina que estaba separada de una pequeña caja, en lo más profundo de ella,
había un campo de golf. El verde césped se extendía sin fin bajo el cielo azul. A la distancia,
podía ver las tenues curvas de una cordillera. Por supuesto, no era más que una imagen
proyectada en una pantalla, pues estábamos justo en medio de Shibuya.
—¿No crees que la naturaleza es realmente maravillosa? Ah, el color verde es hermoso.
—No creo que esto sea muy distinto a poner un fondo de pantalla en la televisión de la sala.
—¡Kouhai-kun! —Dijo en un tono de reprimenda— ¡No seas así! ¡Comprende lo sublime del
momento! ¡No eres un viejo amargado, sino un joven en la plenitud de su vida!
—Cierto…
Pero, aunque me digas eso…
—¿Estás observando este hermoso paisaje de la naturaleza y no sientes nada? Me vas a
hacer llorar.
—Lo siento.
—Puedes hacer un swing y meter la pelota blanca justo en el agujero mientras estás
completamente rodeado por la naturaleza. ¡Qué emocionante! ¡Qué gran sensación!
—¿Es así como funciona?
—Seguro que sí. ¡Es por esto que todos esos hombres de mediana edad vienen a jugar golf!
Síp, es un pasatiempo para viejos, tal y como pensé.
—Deja de ser tan quisquilloso con los detalles. Estamos perdiendo el tiempo aquí— Dijo en
tono de queja mientras me pasaba un palo de golf.
Tienes que tener presente que esta es mi primera vez sosteniendo un palo de golf. ¿Cómo se
supone que sostenga esta cosa? ¿Como a un bate de béisbol? Cuando Yomiuri-senpai se dio
cuenta de esto, utilizó sus dedos para corregir mi agarre. Vaya, sus uñas son tan bonitas de
ver…
—Hmm, algo así, creo. Vamos, inténtalo.
—Ya veo.
Mientras sujetaba el palo de golf con mi mano izquierda, coloqué mi pulgar sobre el mango
para cubrirlo ligeramente, y luego lo empuñé con mi mano derecha. Al parecer, así es como
Yomiuri-san sostiene un palo de golf. Me imagino que hay otras maneras de hacerlo, pero ella
simplemente dijo «Investígalo después», así que no pregunté. En cualquier caso, esta es la
guía para principiantes, así que no debería haber problemas.
—Vamos, ejerce más fuerza sobre tus hombros.
Senpai tomó mis hombros y los empujó hacia abajo. Cuando lo hizo, terminaron
encorvándose un poco. Supongo que tiene sentido. Cuando pones fuerza sobre tus manos,
tus hombros se relajan automáticamente.
—Eso es. Justo así. Y ahora sólo tienes que golpear esa pelota con dirección hacia la
pantalla.
Hace un minuto la llamó «hermoso paisaje de la naturaleza», y ahora la está llamando
«pantalla». Sí que sabe cómo arruinar su propia experiencia de inmersión.
—¿Realmente podré hacer un hoyo en uno en mi primer intento?
—Hmm… Debido a que es tu primera vez, podría resultarte bastante difícil hacer un hoyo en
uno. Simplemente es cuestión de adaptarse, así que está bien— Dijo Senpai mientras se
alejaba del alcance del swing de mi palo de golf.
Es algo similar a los swings en el béisbol, pero es peligroso hacer un swing con un palo de
golf si hay personas cerca; Así que, después de asegurarme de que nadie estaba detrás de
mí, hice mi swing. Se produjo un sonido como si estuviera cortando el aire, y el palo era tan
sorprendentemente pesado que sentí que mis brazos casi se salían de sus coyunturas. Pero
la pelota ni siquiera se acercó al hoyo.
—Un tiro, un error.
—Es mucho más complicado de lo que pensé.
—En absoluto. Préstame el palo por un segundo.
Le pasé el palo de golf. La pelota fue colocada automáticamente de nuevo en su posición. Ella
tomó el palo de golf e hizo unos swings de prueba. Una vez que estaba satisfecha, se paró
frente a la bola y la golpeó con todas sus fuerzas. La pelota salió volando acompañada de un
fuerte sonido metálico. La bandera que había estado enterrada en el suelo salió volando al
aire. El sistema trazó la trayectoria de la pelota, la cual dibujó una hermosa parábola mientras
descendía al suelo. Las palabras «¡Buen Tiro!» aparecieron en la pantalla, y la pelota rodó por
el césped unas cuantas veces más antes de detenerse. Por último, se mostró la distancia a la
que había golpeado la pelota.
—Fiu, esa voló bastante lejos. Ahhhh, qué li-ber-tad~ Cantó mientras sujetaba el palo de golf
como si fuera un rifle.
—¿A qué viene eso?
—Es de una película antigua. Ese tiro sí que llegó lejos, ¿eh?
A juzgar por lo feliz que se ve, el número en la pantalla debe haber indicado que se trataba de
un buen resultado, pero no podía comprender por qué estaba tan feliz por esto.
—Así es como funciona. Simple, ¿no?
Después de eso, ambos alternamos más de diez tiros. Al principio, o directamente no
acertaba a la pelota y golpeaba al aire, o la golpeaba en direcciones al azar; pero, gracias a
las buenas enseñanzas de Yomiuri-senpai, eventualmente conseguí golpear directamente la
pelota frente a mí.
—Muy bien, tienes talento.
Cuando comencé a acostumbrarme, comencé a sentir una importante sensación de logro,
como si hubiera hecho un jonrón en el centro de bateo. Se siente genial. Aunque nunca me
apareció la frase «¡Buen Tiro!», es una pena. En serio, ¿cómo es que es tan buena? ¿Acaso
es un viejo?
—Senpai, ¿practicas tus swings regularmente?
—¿Hmm? Bueno, de vez en cuando.
—Vaya.
—¿Estás sorprendido?
Quizá. Ella luce como una belleza japonesa con un hermoso y largo pelo negro, pero estoy
bastante seguro de que es un hombre de mediana edad en el interior.
—Quizá no sorprendido. Supongo que tiene total sentido.
—¿A qué te refieres con exactitud?
—Para mí, tú eres una experimentada senpai en cualquier aspecto.
—Creo que tengo que volver a cautivar tu atención. Tú sabes, recordarte que soy mujer.
—Eres libre de cambiar tu enfoque, pero aquí estoy, completamente de acuerdo con el hecho
de que llevar a un estudiante de preparatoria a un golf nocturno es algo que haría una
universitaria.
Ella es preciosa, siempre es divertida y siempre es una alegría hablar con ella. Si
estuviéramos juntos, estoy seguro de que cada momento estará lleno de dicha. Nunca he sido
parte de ningún club, pero probablemente así se sentía interactuar y pasar tiempo con un
senpai. No hay duda de que siempre es divertido salir a pasar el rato.
—Kouhai-kun.
—¿Sí?
—¿Te sientes un poco mejor? —Me preguntó senpai, mostrándome una pequeña sonrisa.
Justo en ese momento me di cuenta de por qué Yomiuri-senpai me había traído a este lugar.
Ella sabía que yo estaba constantemente preocupado por algo y quería que me olvidara de
todo eso por al menos un corto periodo de tiempo. Es por eso que ella me invitó a este lugar.
—Sí. Fue muy divertido.
—Muy bien, muy bien —Dijo Yomiuri-senpai dándome una palmada en el hombro.
Sí… Realmente me gusta como persona. Esos eran mis verdaderos sentimientos, pero no
pude evitar recordarlo. Ese verano, en ese momento, esa emoción que sentí dentro de mí, la
cual surgió desde lo más profundo de mi garganta al ver a aquella chica entrecruzar sus
dedos mientras estiraba sus brazos sobre su cabeza… Esa emoción es diferente a lo que
siento en este momento.
***
Después de golpear las pelotas de golf durante otra hora más, mis brazos terminaron
cansándose. Comencé a fallar más, y las pelotas dejaron de salir volando, así que uno de los
dos planteó la idea de volver lentamente a casa. Ya era bastante tarde y la reunión entre
padres y maestros era al día siguiente.
—Antes de irnos, necesito ir al baño por un momento.
—Entonces me quedaré limpiando el resto del equipo.
—Te lo agradeceré.
Tomé los palos de golf que habíamos estado utilizando y los llevé conmigo. Sí, fue divertido,
Aunque mis brazos habían comenzado a entumecerse, estaba feliz de haber venido. Al ser
siempre tan introvertido, siempre pensé que jugar golf era algo que se hacía al aire libre, pero
es divertido jugarlo en una simulación como esta. Maru tenía razón. Probar algo que
normalmente no intentaría me ha permitido descargar el estrés y frustración.
Mientras pensaba en eso, me topé con una persona que acababa de entrar al
establecimiento… una chica que iba sola. Su corte de pelo y su atuendo no resaltaban mucho,
pero había una característica suya que me robaba la atención: su estatura. Para ser preciso,
ella es muy alta.
—Espera… Esa chica, ¿en dónde la he…?
Hurgué dentro de mis recuerdos recientes y logré encontrar algo. Ella era la chica que se
sentaba junto a mí durante mis clases de verano. Eso significa que ella debe ser una
estudiante de segundo año de preparatoria, al igual que yo. Ella estaba sola, así que
probablemente había venido por cuenta propia. ¿A pesar de ser tan tarde? ¿Jugará golf ella
sola? Ella comenzó a revisar habitaciones, buscando un espacio disponible en el que pudiera
jugar. Debido a que Yomiuri-senpai y yo acabábamos de terminar, ella vino caminando
directamente hacia mí. Justo cuando pasó junto a mí, pareció haber notado que yo estaba ahí.
—Tú eres…
—Qué coincidencia. Buenas noches —Hice una pequeña reverencia en señal de saludo.
—Buenas noches. Em, no nos hemos visto desde las vacaciones de verano, ¿cierto?
—Eso creo.
—… Em, ¿sigues asistiendo a esa preparatoria?
—Sí, aunque sólo los sábados.
No debería tener problema al decirle esto. Después de todo, nos conocimos en la escuela de
preparación.
—Ya veo. En este momento estoy asistiendo a diario.
Me sorprendió escuchar eso. Después de todo, no me volví a topar con ella ni una sola vez
después que terminaron las vacaciones de verano. Cuando le pregunté al respectó, ella
mencionó que no tenía ninguna clase los sábados. A ella no le gustan las aglomeraciones que
hay en las aulas en esos días, y por eso utilizaba la sala de autoestudio de la escuela de
preparación durante esos días.
—¿La sala de autoestudio?
—Es correcto. Me es mucho más conveniente que una biblioteca.
—Ya veo… Ah, por cierto, mi nombre es Asamura Yuuta.
—Soy Fujinami Kaho. Se escribe con los kanjis de verano y vela, aunque se lee como Maho.
—¿Vela?
—No a la que prendes fuego, sino la que se mueve con el viento. Mi nombre está escrito de
forma muy sencilla en kanji, así que es fácil de recordar.
—Ah, la vela de un barco. Ya veo.
—¿Ves? Ya lo recordaste. Esbozó una pequeña sonrisa.
—Sí, tienes razón.
Si ella se presentara como «Fujinami Veravela» sería mucho más fácil de recordar. Me daba
la impresión de ser una chica muy dócil, pero supongo que tiene unas habilidades
comunicacionales muy buenas. Hizo una reverencia hacia mí, diciendo «Por favor, cuida de
mí» en un tono muy formal. Yo seguí su ejemplo haciendo lo mismo. Justo cuando
terminamos de decir eso, Yomiuri-san regresó.
—Ah, estabas en una cita— Fujinami-san la observó y luego volteó a verme de nuevo.
Sacudí frenéticamente la cabeza.
—No, no. Ella sólo es mi senpai en mi trabajo a tiempo parcial. No tenemos esa clase de
relación.
—Ya veo. Entonces, si me disculpan— Volvió a hacer una pequeña reverencia y entró a la
cabina que Yomiuri-san y yo habíamos estado utilizando.
Yo hice lo mismo y, cuando levanté la mirada, Yomiuri-senpai estaba de pie frente a mí.
—Oye, oye, oye, kouhai-kun.
—Bienvenida, senpai.
—¿A qué se debe esa expresión tan despreocupada? ¡¿Quién era esa chica con quien
hablabas?! ¡¿Qué clase de playboy te crees que eres para coquetear con otra chica mientras
estás en una cita conmigo?!
—¿Qué? Ah, lo lamento…
Ella lo llamó cita, pero yo no tengo suficiente confianza para verlo de esa manera. Podría
apostar que, desde el punto de vista de una universitaria, un chico de preparatoria como yo no
es más que un lindo kouhai. La forma en que juega conmigo es prueba fehaciente de ello. La
mejor opción era ofrecer una disculpa sincera. Si intentaba discutir, ella sólo se convertiría en
la abogada del diablo y se burlaría todavía más.
—No es divertido si te disculpas de inmediato.
—¿Hay necesidad de que sea divertido?
—Bueno, ya ha anochecido, así que supongo que te dejaré ir esta vez.
—He aceptado mi destino, por favor déjame ir.
Afortunadamente, Yomiuri-senpai me perdonó con una sonrisa. Después de que pagamos en
la recepción, regresamos a la estación de tren. Al igual que cuando fuimos a ver la película,
me despedí de senpai en el estacionamiento y luego pedaleé de regreso a casa en mi
bicicleta. Mientras disfrutaba de la suave brisa con la que Shibuya me bendecía, volví a
pensar en lo que Maru había dicho. Intentar algo nuevo, ¿eh? Oh, sí, eso me recuerda que yo
asisto a esa escuela de preparación, pero no he pasado por todas sus facultades.
—La habitación de autoestudio…
Mientras guardaba mi bicicleta en un lote del estacionamiento del apartamento, comencé a
pensar en que quizá debería visitarla alguna vez.
24 de septiembre (jueves)–Ayase Saki.

«Me desviaré un poco de camino a casa después del trabajo, así que llegaré tarde…»
¿Por qué me preocupa dejar que aparezca la notificación de «visto» en el mensaje que acabo
de recibir en LINE? Pude sentir a mi corazón acelerarse en el momento en que este mensaje
de Asamura-kun apareció en mi pantalla de bloqueo. Es Yomiuri-senpai. Sólo leí la vista
previa del mensaje, pero ya lo sabía. Él estaba yendo a algún lugar con esa senpai. Si abría el
mensaje, la aplicación le enviaría la notificación de «visto», lo que básicamente sería una
justificación para que él se divirtiera con ella en no sé qué lugar. Y, debido a que no podía
decidir qué hacer al respecto, transcurrieron un par de minutos en los que no dejé de mirar la
pantalla de mi teléfono. Honestamente, es algo ridículo, y estoy muy consciente de ello.
¿Qué clase de hermana menor, en su segundo año de preparatoria, se molesta por lo que su
hermano hace o deja de hacer cuando no está con ella? Pero, si lo leyera, entonces no podría
decirle «Llegaste bastante tarde esta noche», y tampoco podría utilizar la muy conveniente
excusa de «Lo lamento, no leí tu mensaje».
—Soy una gran idiota.
Actuar de esta manera no es nada justo. Este tipo de comportamiento manipulador es lo que
más detesto en el mundo. Cuando hay celos de por medio, el raciocinio de las personas
disminuye al nivel de un niño de primaria, o incluso más allá. No está bien que yo me sienta
así. Se supone que soy su hermana menor. Dejé escapar otro suspiro mientras miraba a la
cena que estaba sobre la mesa.
Para la cena de hoy, opté por preparar platillos que ayuden con la fatiga del verano. Preparé
curry keema, el cual básicamente se prepara con carne molida. En cuanto a las especias,
decidí utilizar jengibre, ajo y pimientos rojos, así como también un poco de comino. El comino
es bastante dócil, pero también algo magnifico. Después de todo, sus primeros usos como
esencia natural datan desde al antiguo Egipto. Por supuesto, una gran historia también viene
con extrañas supersticiones, así que, cuando vi la frase «Añada comino a un tazón de arroz
para evitar que su ser amado pierda el interés en usted», no pude evitar terminar pensando en
el comino como alguna clase de repelente de insectos. Utilicé una cuchara para tomar un
poco del curry keema. El aroma que desprendía me hizo parpadear un poco antes de ponerlo
en mi boca.
—Urk, picante…
Sé muy bien que no tolero la comida picante, ¿qué sucede conmigo? Estaba tan picante que
inclusive se me escaparon unas lágrimas. En serio, ¿qué sucede conmigo? Mi corazón está
como loco. Recordé la conversación que sostuve con Maaya el día de hoy en la escuela.
«¿Cómo puedes estar siempre tan llena de energía, Maaya? ¿Puedes simplemente olvidarte
de todos tus problemas?».
No hay persona en este mundo que no tenga al menos una cosa por la cual preocuparte. Es
por eso que quería saber cómo es que ella siempre aparentaba lo contrario. Sin embargo, la
respuesta de Maaya no pudo desconcertarme más.
«¡Sólo haz algo!».
«¿Qué cosa con exactitud?».
«¡Algo nuevo!».
Ella levantó un dedo y luego levantó otro.
«O, haz algo totalmente nuevo que no hayas hecho antes, ¡e intenta hacerlo genial!».
Según lo que Maaya me dijo, en el momento en que tienes un problema o comienzas a
preocuparte por algo, tus pensamientos terminan atrapados en un bucle. Llegas a un punto
muerto y terminas en el estancamiento.
«¡Es por eso que tienes que obligarte a seguir avanzando!».
Qué mentalidad tan positiva. No puedo hacer más que admirarla. Por supuesto, creo que
probablemente está en un error, pero… Probar algo nuevo, ¿eh? No quiero seguir así,
dándole vueltas a mis ideas dentro de mi cabeza. Tal y como dijo Maaya, debería salir de mi
caparazón este fin de semana.
Pero… Ya casi es hora de que llegue mi padrastro. Alcé la mirada hacia el reloj que colgaba
en la pared. Supuse que sería bueno adelantarme y preparar sus platos. Puse un poco de
ensalada en un plato y calenté la sopa y el curry. Me pregunto si Asamura-kun va a cenar
cuando llegue. La vista previa no muestra el mensaje completo, así que no tengo manera de
saberlo… ¿Qué tal si mencionó algo sobre cenar fuera?
De cualquier manera, simplemente debería adelantarme y preparar su cena, dejándole una
nota que diga «Si está muy picante, por favor toma el huevo hervido que está en el
refrigerador». Una vez que terminé, me dirigí a mi habitación. Tengo que estudiar un poco
más para el día de mañana. Me puse mis audífonos, me concentré en la música y me puse a
estudiar. Unos estudios con los que no he progresado mucho últimamente.
Sin mencionar que nuestras reuniones entre padres y maestros serán mañana.
25 de septiembre (viernes)–Asamura Yuuta.

Es viernes, el día de nuestras reuniones entre padres y maestros. La mañana comenzó igual
que siempre, con ambos comiendo el desayuno en el comedor. Mi viejo estaba leyendo las
noticias en su tableta.
—Tome, su sopa de miso.
—Oh, muchas gracias, Saki-chan.
Él recibió el tazón con gran felicidad, y la puerta principal se abrió.
—Ya llegué~
La voz de Akiko-san se escuchó hasta la sala.
—Ah, bienvenida, Akiko-san.
Mi viejo fue el primero en responder, y después Ayase-san y yo hicimos lo propio.
—Muchas gracias, Taichi-san.
—Gran trabajo allá afuera. ¿Quieres desayunar?
—Comeré un poco. Vine directamente a casa para poder dormir un poco más, es por eso que
aún no he comido nada.
—Ya veo. ¿Podrás levantarte después de tomar una siesta?
—Eso creo. Oh, cierto, me gustaría que verificáramos los horarios nuevamente, Yuuta-kun,
Saki.
Ambos sacamos nuestros respectivos teléfonos, verificando los horarios que teníamos
asignados.
—Mi reunión será a las 4:20 p.m., y durará veinte minutos.
—La mía será justo después. Desde las 4:40 p.m. hasta las 5:00 p.m. No habrá mucho tiempo
para moverse, pero nuestras aulas están una junto a la otra.
Mientras le explicábamos eso, Akiko-san también miró su respectivo teléfono, intentando
recordar los horarios que acabábamos de decirle.
—Síp, está bien. Parece que todo está bajo control.
—Pero, a juzgar por esos horarios, no podrás dormir muchas horas, ¿no crees?
—Tengo planeado tomar un taxi que me lleve a tu escuela, así que no debería haber
problema si salgo de casa un poco antes de las 4:00 p.m. Me levantaré antes de eso y tomaré
una ducha, comeré algo, me cepillaré los dientes, me cambiaré de ropa, me pondré
maquillaje… Sí, no debería haber problema si me levanto a las 2:00 p.m.
—Ahora mismo son las 7:00 a.m.; si te fueras a dormir a las 8:00 a.m., entonces sólo
dormirías seis horas… Eso sería menos que lo usual, ¿no? Comentó mi viejo.
Teniendo en cuenta que ella suele dormir hasta más tarde, supongo que esto podría contar
como dormir poco.
—Podré dormir más cuando llegue a casa ya que hoy no tengo que trabajar. El único
problema es que ninguno de ustedes dos estará en casa cuando llegue mi hora de
despertar— Akiko-san había dejado en claro que a veces le costaba levantarse.
—Taichi-san, ¡esperaré una ruidosa llamada tuya a las 2:00 p.m.! Akiko-san juntó sus manos
mientras sonreía.
—Mamá, no puedes molestarle mientras está en su trabajo.
—¡Peeeero!
—Jajaja, está bien, déjamelo a mí, Akiko-san. Mi trabajo no es tan estresante como para ni
siquiera poder hacer eso, así que no hay problema.
La expresión de Akiko-san se iluminó, pero Ayase-san sólo se encogió de hombros.
Normalmente, mi viejo es un poco inútil, pero tiene sus momentos en los que puede llegar a
sonar tan maduro y convincente. Akiko-san pareció haberse animado mucho, pero luego eso
cambió. Frunció las cejas.
—Pero, ¿realmente estará todo bien? ¿Realmente seré capaz de levantarme? ¿Los
profesores pensarán que soy una madre rara…?
—No creo que haya nadie en el mundo que te pueda llamar rara.
—¿E-Eso crees? Akiko-san sonrió tímidamente después de escuchar lo que mi viejo había
dicho.
—Sin lugar a dudas— Él aceptó su sonrisa y ambos se miraron el uno al otro directo a los
ojos.
Tanto Ayase-san como yo nos sentimos un poco perturbados por esta escena de flirteo que
ocurría frente a nosotros, pero aun así le garantizamos que todo estaría bien.
—Mamá, si vas a desayunar, entonces toma asiento. Sólo estorbas si te quedas parada ahí.
—Sí, sí, entendido.
—¿Aún puede llegar a tiempo? Le preguntó Ayase-san a mi viejo mientras veía el reloj.
—Ah… Tienes razón, debería irme ahora. Gracias— Mientras se despedía de Akiko-san,
quien se dirigía al baño para quitarse el maquillaje, mi viejo tomó su mochila y se puso de pie.
—Cuiden de Akiko-san, ¿okay?
Ayase-san y yo asentimos al mismo tiempo. Aunque, ¿no eres tú quién tiene la mayor
responsabilidad? Akiko-san regresó, se sentó a la mesa con nosotros y comenzó a
desayunar.
—Mamá, ¿qué comerás una vez que te levantes? Puedo congelar un poco de curry para
después. Creo que te despertará bien por lo picante que es.
—Preferiría no comer nada que sea muy picante antes de reunirme con sus profesores, así
que me comeré las sobras de esto. Además, todavía nos queda otro huevo, ¿cierto?
—Bueno… Sí, pero…
—Yo me ocuparé de mí misma, ¿entendido? Ustedes dos ya deberían irse a la escuela.
Tal y como Akiko-san había dicho, ya casi era hora de que Ayase-san saliera de casa.
—Yuuta-kun, tú tampoco tienes que preocuparte por limpiar. Yo lavaré los platos una vez que
termine de comer.
—Entendido, muchas gracias.
Como de costumbre, esperé unos minutos después de que Ayase-san se fuera y tomé mi
mochila.
—Muy bien, ¡es hora de tomar una buena siesta para poder despertar a tiempo!
Después de salir por la puerta principal, pude escuchar la motivada voz de Akiko-san detrás
de mí.
***
El timbre sonó, indicando el final del cuarto periodo. Las reuniones entre padres y maestros
serán esta tarde, pero aún faltan cuatro horas para que sea mi turno. Mientras comía el
almuerzo en compañía de Maru, comencé a pensar en cómo pasar ese tiempo.
—Nos vemos mañana, Asamura.
—Sí, ¡nos vemos!
Maru terminó de comer antes que yo, como de costumbre, y salió del aula mientras corría. Él
siempre es muy apasionado con las actividades de su club. Ahora yo estaba sólo. En
momentos como este, los que no pertenecemos a ningún club escolar no tenemos a dónde ir.
La mayoría de las aulas estaban siendo utilizadas para albergar las reuniones entre padres y
maestros. Durante un breve momento, se me ocurrió ir a la biblioteca. Al ser un amante de los
libros, este era muy probablemente el primer lugar que se me podía ocurrir, pero había una
gran posibilidad. —Como suele ocurrir— De que la biblioteca no tuviera los libros que suelo
leer. Por eso que nunca iba ahí.
Pero esta podría ser la oportunidad perfecta para verificar. Tomé mi mochila y me dirigí a la
biblioteca. La biblioteca de esta escuela está separada del edificio principal. El «edificio de la
biblioteca» está a un costado de los terrenos de la escuela, y es un edificio de dos pisos.
Además, hay un pasillo que lo conecta con el edificio principal. El primer piso tiene toda clase
de salas de música, y el segundo piso alberga la biblioteca. Uno podría pensar que lo
llamamos «edificio de la música», pero hay una razón histórica, que no recuerdo, para ello.
Mientras me acercaba al edificio de la biblioteca, escuché tocar al club de instrumentos de
viento metal. Las reuniones entre padres y maestros en Suisei eran celebradas el mismo día
para los tres grados, por lo cual nadie tendría clases el resto del día. Esto resultaba en que la
mayoría de los clubes comenzaban sus actividades más temprano.
Después de subir las escaleras, abrí la puerta de la biblioteca. Al poner un pie adentro, pude
percibir el aroma de libros antiguos. Es un olor que recuerdo con mucho cariño, pues es el
mismo olor de la vieja biblioteca de la Estación Jimbōchō. A muchas personas les desagrada
este aroma, por lo cual suelen comprar los lanzamientos. Huele al conocimiento heredado de
toda la humanidad.
El interior no estaba tan lleno como cuando es época de exámenes. Cuando eché un vistazo,
noté que solo una de las tres mesas estaba ocupada. Por capricho, comencé a pensar en
cómo Ayase-san podría estar pasando el rato ahora mismo. Mientras ese pensamiento
cruzaba mi mente, caminé por la biblioteca mirando a todos lados, sin poder encontrar a la
chica en la que estaba pensando. Sin embargo, en su lugar…
—¿Ohhh? ¿Qué sucede?
Fui saludado por Narasaka Maaya.
—Estoy intentando pasar el rato. Mi reunión entre padres y maestros será hoy.
—Oh, ¿tú también, Asamura-kun?
—Supongo que ahora somos dos.
Ella me hizo un gesto para que me acercara, así que no tuve otra opción más que sentarme
junto a Narasaka-san. Si nos sentábamos muy lejos, entonces habríamos tenido que hablar
más alto, lo que importunaría a las personas a nuestro alrededor. Afortunadamente, sólo
Narasaka-san estaba sentada en esa mesa, y había una estantería entre nosotros y el resto
de la habitación.
—¿A qué hora?
—A las 4:20 p.m.
—Oh, cerca. Yo voy antes, a las 4:00 p.m.
Ya veo, así que ella tiene la misma cantidad de tiempo libre que yo. Entonces, ¿por qué no
está con Ayase-san? Cuando se lo pregunté, ella dijo que, al parecer, Ayase-san se había ido
a casa. Considerando la cantidad de tiempo que teníamos, ella podría volver a tiempo.
Supongo que pude haber hecho lo mismo.
Pero, si ella se va a casa ahora… Busqué algún reloj en los alrededores sin éxito alguno, así
que saqué mi teléfono. Aún ni siquiera es la 1:00 p.m. ¿También debería irme a casa? Si lo
hiciera… no, Ayase-san está en casa ahora mismo, así que sería raro si llegara de pronto… Y
ni siquiera está sola, Akiko-san está en casa ahora mismo, durmiendo. Pero ella debería
despertar pronto. Justo entonces, recordé lo que Akiko-san había dicho esta mañana.
«El único problema es que ninguno de ustedes dos estará en casa cuando llegue mi hora de
despertar».
¿Ayase-san regresó a casa debido a…?
—¿Qué pasa, Asamura-kun? ¿Hay algo que te preocupa?
—Ah, no, no es nada.
Si me voy a casa ahora, sólo interrumpiré las horas de sueño de Akiko-san.
—¿Estás preocupado por la reunión entre padres y maestros?
—No con exactitud, pero…
Estaba a punto de revelarle mis problemas. ¿Quizá fue una pregunta capciosa?
—Más importante, ¿por qué no te fuiste también un rato a casa, Narasaka-san?
—Bueno, pensé que podría tomarme un descanso de tener que cuidar a mis hermanos
menores.
Dijo eso y sonrió.
Según ella, su madre se había tomado el día libre para asistir a la reunión entre padres y
maestros, y ahora estaba cuidando a sus hermanos mientras ella estaba en la escuela.
—Suena duro.
—Son un encanto, ¿sabías? Es sólo que, de vez en cuando, me gusta desplegar mis alas.
Pero olvidémonos de eso —Dijo Narasaka-san. Ella puso su mejilla contra la mesa y me
miró— Asamura-kun, ¿te gusta Saki?
—No, no me gusta.
Quizá dar una respuesta inmediata no fue la mejor idea. Después de todo, Narasaka-san
podrá parecer una cabeza hueca en ocasiones, pero puede ser extrañamente perceptiva en
los momentos importantes.
—¿En serio~?
—Lo sabes, ¿verdad? Somos hermanos, así que no hay manera.
—Pero, tú sabes…
—¿Yo sé qué cosa?
—Aún la llamas «Ayase-san», ¿cierto?
Mi corazón se detuvo por un milisegundo. Así que a eso se refería.
—Dijiste que son hermanos, pero… No están relacionados, ¿cierto? Y recientemente se
convirtieron en hermanastros. Prácticamente son extraños. Desde mi perspectiva, ustedes
dos parecen tener sentimientos el uno por el otro~ Sentí que se lo estaba explicando a la
mesa en lugar de a mí.
—Ese no es el caso.
—Hmm. Quizá me hice una idea muy equivocada. Murmuró de nuevo, recostándose contra el
escritorio.
¿No te duele estar en esa postura? De pronto enderezó su postura, estirando sus brazos
hacia el cielo mientras dejaba escapar un gemido.
—Ya veo~ ¿Entonces no tendrías problemas si apoyara a otro chico?
—¿Em…?
—Quiero decir, si hubiera un chico que tuviera sentimientos por Saki, ¿no tendrías problemas
si yo lo apoyara en sus intentos de conquista?
La manera en que lo dice lo hace sonar como si hubiera alguien así.
—No creo que tengas que pedirme permiso para hacer eso.
—Hmmm, ¿en serio? Narasaka-san se cruzó de brazos y siguió repitiendo los mismos
«Hmmm» y «Ya veo~» una y otra vez.
Decidí dejarla sola con sus pensamientos y fui a buscar un libro que leer. Debido a que
todavía tengo más de tres horas, debería ser capaz de leer al menos dos libros cortos.
Después de buscar un poco, encontré varios libros antiguos del extranjero. Entre ellos
estaban «Immensee» de Theodor Storm, con 142 páginas, y «Casa de muñecas» de Henrik
Ibsen, con 148 páginas. Creo que estos dos serían perfectos para la cantidad de tiempo de la
cual dispongo.
Con estos dos libros en mis manos, regresé a la mesa. Narasaka-san no estaba, pero, debido
a que su bolso todavía estaba ahí, probablemente había ido a buscar libros por su cuenta.
Tomé asiento y comencé a leer por un rato, y ella repentinamente se sentó a mi lado cuando
levanté la mirada para tomar un descanso. Apenas y hablábamos, pues leíamos nuestros
libros en silencio, mientras estábamos sentados el uno junto al otro.
—Me adelantaré~
En la siguiente ocasión en que levanté mirada, Narasaka-san tomó su bolso y salió de la
biblioteca. Parece que ya es su turno, ¿eh? Eso significa que me quedan unos veinte minutos.
Leí las páginas restantes de un tirón y me levanté. Justo en ese momento, mi teléfono, que
estaba en modo de silencio, vibró. Akiko-san me envió un mensaje en LINE. La primera parte
decía que ella llegaría pronto, así que decidí esperarla en la entrada. Regresé los libros a sus
lugares y salí del edificio.
A las 4:10 p.m., Akiko-san se presentó en la entrada
—Lamento haberte hecho esperar, Yuuta-kun.
—Acabo de llegar.
En comparación a lo que normalmente viste para el trabajo, mi madrastra estaba vistiendo un
profesional y ajustado traje. Consistiría en un saco azul marino y una blusa con cuello en U
por debajo, y había optado por un pantalón azul índigo en lugar de su falda habitual. Llevaba
un bolso bicolor colgado del hombro. Supongo que esto es a lo que se puede llamar un
atuendo casual de oficina. No es demasiado elegante, pero tampoco informal. Esta era la
primera vez en que había visto a Akiko-san vistiendo un atuendo similar. Le ofrecí un par de
zapatos que se habían preparado para los tutores que asistieran a las reuniones.
—¿Podrías llevarme a tu aula? Dijo Akiko-san mientras se cambiaba de zapatos.
—Por supuesto, es por aquí.
Tanto mi aula como la de Ayase-san están en el segundo piso del edificio. La guie a las
escaleras y la conduje hasta mi aula mientras le daba breves explicaciones sobre la escuela.
—Así que tu clase está junto a la de Saki, ¿eh?
—Sí.
—¿Alguna vez se conocieron antes de volverse familia? Ya que son tan unidos, me imaginé
que ustedes dos ya se habían conocido en algún punto.
—Es bastante probable que sí, pero…
Considerando que estábamos en el mismo grupo durante la clase de educación física, lo más
probable es que nos topáramos varias veces. E incluso que nos viéramos ocasionalmente
mientras caminábamos por los pasillos.
—… Pero no lo recuerdo.
—Vaya, qué caballero. Ni siquiera una chica linda puede robarte la mirada.
—Ese no es el caso. Por no mencionar que simplemente observar a alguien puede ser
considerado acoso sexual hoy en día.
—Te preocupas demasiado por todo. A nadie le importaría siempre y cuando hubiera un
motivo oculto de por medio.
—¿Y lo puedes saber con una sola mirada?
—Por supuesto.
—Cuánta confianza.
Ella lo hace sonar muy simple, a pesar de que es prácticamente imposible de probar. Este es
un aspecto en el que es diferente a Ayase-san. Bueno, no dejar que las personas se sientan
responsables a pesar de sus palabras y acciones probablemente muestra mejor qué clase de
persona es Akiko-san y el negocio en el que trabaja. Por un momento, realmente pude
creerle.
—Está bien tener confianza. Si te equivocas, un simple «Lo siento» lo arreglará todo.
—Testaruda hasta los huesos…
Me reprendí por haberle creído por un segundo. Santo cielo… Ella arruinó completamente su
atuendo formal con esa clase de actitud. Pero no es que me disguste del todo. Como era de
esperar, caminar por la escuela con una desconocida que se acababa de convertir en mi
madrastra se sentía muy extraño. Sin embargo, al mismo tiempo me sentía aliviado por verla
actuar de la misma manera en que actúa en casa.
Cada vez que mi madre biológica venía a la escuela conmigo, ella actuaba de manera
completamente distinta a como lo hacía en casa, como si la hubieran cambiado por otra
persona. Con toda honestidad, cuando estaba en primaria me solía parecer espeluznante y
horripilante. Sin embargo, ella probablemente tenía sus propias razones para actuar así, pero
dependía del momento, el lugar y la ocasión. Dicho eso, no puedo confiar en la gente que
cambia de personalidad hasta ese grado. Me sentí extrañamente aliviado al ver a Akiko-san
actuar como lo hace siempre.
—Ah, es justo ahí.
—Okay, gracias, Yuuta-kun. Me esforzaré.
Realmente no veo el motivo por el cuál esforzarse tanto, pero da igual. Revisé la hora y toqué
a la puerta. Después de escuchar la respuesta de mi profesor, abrí la puerta.
—Por favor, tomen asiento.
Nos ofrecieron asientos, así que Akiko-san y yo nos sentamos a la mesa, de frente a mi
profesor. Ya había tenido una reunión entre padres y maestros durante la secundaria y
durante mi primer año en Suisei, así que esta no era mi primera vez. Sin embargo, no puedo
decir que tengo mucha experiencia al estar acompañado por mi madre, así que no puedo
evitar sentirme nervioso. Con el cuestionario de aspiraciones futuras como tema inicial, mi
profesor comenzó a explicar su punto de vista personal.
Por cierto, mi profesor es un hombre promedio que no destaca por nada en particular; además
que su apellido es «Suzuki», lo cual no lo hace más memorable como persona. Por cierto, la
profesora de Ayase-san es una mujer que se apellida «Satou».
Esto surgió como tema cuando Ayase-san y yo estábamos conversando sobre nuestras
respectivas reuniones, y estallamos de risa al descubrir que ambos apellidos eran dos de los
tres apellidos más comunes en Japón. No es estadísticamente improbable, pero las
probabilidades eran bastante bajas.
—Siendo ese el caso… Las palabras de mi profesor me devolvieron a la realidad.
Por lo general, no soy un gran aficionado a escuchar las impresiones que un profesor tiene
sobre mí, por lo que me suelo limitar a escucharlos, pero parece que esto se refiere a mis
aspiraciones futuras.
—Si Yuuta-kun sigue esforzándose como hasta ahora, hay una gran probabilidad de que pase
el examen de admisión en una universidad famosa dentro de Tokio.
Esa positiva valoración me sorprendió genuinamente. Cuando volteé a mi costado, vi a Akiko-
san con las mejillas relajadas. Apuesto a que está feliz. Sin embargo, su expresión se congeló
inmediatamente después.
—Esto seguramente se debe a la esmerada educación… Suzuki-sensei pronunció uno de los
elogios que usualmente se les dice a los padres, pero recordó demasiado tarde que mi padre
se había casado recientemente con Akiko-san.
Sin dudarlo ni un instante, tomé la iniciativa.
—Sí, le estoy muy agradecido.
Pronuncié esas palabras con toda la honestidad que pude mientras hacía contacto visual
directo con mi profesor, así que no fui capaz de ver qué clase de expresión había hecho
Akiko-san. Aunque, por el rabillo del ojo, me pareció haber visto sus ojos abiertos por la
sorpresa. Suzuki-sensei titubeó por un momento, pero eventualmente continuó con su
afirmación anterior, diciendo que, si seguía estudiando como hasta ahora, debería ser capaz
de aprobar el examen de admisión de cualquier universidad que deseara.
***
Después de despedirnos, Akiko-san y yo salimos del aula. La siguiente pareja de padres e
hijos ya estaban esperando afuera del aula. Ellos pasaron frente a nosotros y cerraron la
puerta. Parece que utilizamos todo el tiempo que teníamos. Al mirar la hora, noté que eran las
4:38 p.m. Sólo nos quedaban dos minutos.
—La clase de Ayase-san está por aquí.
—¡Tengo que darme prisa! Y, gracias por lo de ahora, Yuuta-kun. Estoy tan feliz de que me
aceptaras que podría comenzar a llorar.
Debido a que dijo estas palabras con una resplandeciente sonrisa, sentí mi corazón
confortarse. ¿Esta persona está tan feliz por unas cuantas palabras que dije?
—¡Estoy muy feliz!
—O-Oye, no me jales.
No pensé que ella me abrazaría en ese lugar y momento. Y, sin embargo, lo que más me
sorprendió fue que no me disgustó en absoluto esta cómoda sensación. Aunque ante sus ojos
sólo debería ser «el hijo de Asamura Taichi», me vi obligado a darme cuenta de que ella me
había aceptado como parte de su familia desde el primer momento en que nos conocimos. No
puedo recordar la última vez que mi madre biológica me abrazó de esta manera, si es que
alguna vez lo hizo. Al menos, no después de que comenzara a tener razón. Pero al menos
puedo sonreír como un adolescente. Sí, estoy feliz de que mi viejo se casara con esta
persona.
Después de caminar un poco, llegamos a la siguiente aula, pero no había nadie sentado en
las sillas. Me confundí un poco, pero luego vi a Ayase-san, quien venía caminando hacia
nosotros desde los casilleros de zapatos. Akiko-san la llamó y se acercó. Justo cuando pasé
frente a ellas cuando estaban a punto de entrar al aula, Ayase-san volteó a verme. Por un
segundo, no estuve seguro de qué decir. Quizá debería decir algo.
—Buena suerte en la reunión entre padres y maestros. Estas fueron las únicas palabras que
pude decir en el calor del momento.
—Síp. Hasta luego, Nii-san— Dijo mientras entraba al aula en compañía de Akiko-san.

***
Ahora bien… Ahora que todos mis planes del día han terminado, y que no tengo que ir al
trabajo…
—Supongo que iré a casa y me relajaré un poco.
Comencé a caminar hacia los casilleros de zapatos, pero justo al pasar por la esquina, alguien
me llamó al llegar a las escaleras. Alcé la mirada. Era un chico que vestía ropa de tenis y
sostenía una raqueta en su mano.
—Tú eres Asamura-kun, ¿cierto?
—… ¿Sí?
¿Quién era él? Siento que lo he visto antes.
—¿No me recuerdas? Soy yo, Shinjou Keisuke.
Al escuchar su nombre, finalmente lo recordé.
—Ah, del verano pasado.
—Sí, el mismo.
Él es una de las personas que fue con nosotros a la piscina, es uno de los compañeros de
Ayase-san y Narasaka-san. Gracias a la presentación especial que Maaya le dio en aquel
entonces, pude recordarlo inmediatamente al escuchar el nombre.
—En primer lugar, permíteme disculparme. No era mi intención escuchar a escondidas ni
anda por el estilo.
—¿Eh? Ladeé la cabeza, confundido.
—En realidad, mi turno es el siguiente en la reunión entre padres y maestros, por lo cual salí
de mi club hace unos minutos. Entonces, cuando llegué aquí…
Ahh, ¿esto es lo que creo que es?
—Esa mujer, quien asumo que es tu madre, salió contigo de la reunión, y ahora está entrando
con Ayase-san a la suya… ¿Qué significa eso con exactitud?
Por un momento, consideré no decirle la verdad, pero luego recordé la alegre sonrisa de
Akiko-san de hace un momento. Realmente no debería negarlo, ¿eh?
—Somos hermanos. Aunque no somos tan abiertos al respecto.
—¿Eh? Pero tu apellido es Asamura, y el de ella es…
Probablemente se estaba preguntando por qué nuestros apellidos eran distintos.
—Nuestros padres se volvieron a casar.
—Así que, básicamente…
—Esto ocurrió recientemente. Es por eso que, en términos simples, Ayase-san es mi
hermanastra — En el momento en que terminé de pronunciar esa frase, mi boca se llenó de
un sabor amargo.
—Ya veo, estaba totalmente seguro de que tú eras…
¿Era qué, con exactitud?
—De todos modos, tengo que irme.
De camino a casa, mientras pedaleaba mi bicicleta, reflexioné sobre todo el asunto. Por un
lado, sentía la calidez de la sonrisa de Akiko-san llenando mi pecho y, por el otro, aún tenía un
sabor amargo en mi boca por haber admitido que Ayase-san es mi hermana menor.
Reflexioné sobre las dos por un rato más después de eso.
25 de septiembre (viernes)–Ayase Saki.

Me topé a Maaya cerca de los casilleros de zapatos.


—Saki~ Me iré temprano~ ¡Te Saki-ero mucho!
—… ¿De qué estás hablando? ¿Estás yéndote a casa?
—Síp, aunque no me iré directamente a casa. Quiero disfrutar un poco más de mi libertad~
Oh, sí, ella mencionó que hoy no tenía que cuidad a sus hermanos menores, por lo cual ella
no se fue a casa con sus padres después de la reunión entre padres y maestros.
—Así que ya terminó tu reunión, ¿eh?
—La tuya de la siguiente, ¿no? ¿Ya llegó tu mamá?
—Ya debería haberlo hecho. Ella también asistirá a la reunión de Asamura-kun— Cuando
terminé mi frase, Maaya puso una expresión algo complicada.
—Ah, eso me recuerda que me encontré con Asamura-kun en la biblioteca.
—¿En serio?
Así que él estaba ahí mientras esperaba que su reunión comenzara. Él realmente ama los
libros.
—Síp. Él lee muy rápido. Yo apenas y terminé la mitad de mi libro, mientras que él terminó
dos libros completos. ¡Él lee a la velocidad de la luz!
Así que dices que él lee a 300,000 km/s, ¿eh? Eso no tiene ningún sentido. Hice una sonrisa
irónica y me limité a asentir.
—Él es increíble.
—Sí, sí, lo entiendo.
Aunque sabía que Maaya lo estaba diciendo muy a la ligera, escucharla elogiar a Asamura-
kun hasta tal grado estuvo cerca de hacerme sonreír. Evitar que mis labios esbozaran una
sonrisa me implicó un gran esfuerzo.
—De todos modos, ya me voy. Tu reunión ya va a comenzar, ¿no?
Revisé la hora. Era cierto, sólo faltaban cinco minutos.
—Nos vemos~ Adiós~ Adiós~
—Sí, nos vemos— Me separé de Maaya y me apresuré hacia mi aula.
Me había ido a casa pensando en que tenía tiempo más que suficiente, pero sería
terriblemente vergonzoso si terminara llegando tarde después de todo. Sin mencionar que no
habría tenido sentido despertar a mamá sólo para que yo terminara llegando tarde. Subí
rápidamente las escaleras, di la vuelta en la esquina y, justo ahí, vi a Asamura-kun y a mamá
saliendo del aula. Ellos parecían estar hablando sobre algo, pero yo estaba demasiado lejos
como para escuchar algo. Todo lo que sabía era que mamá se veía realmente feliz, lo que me
hizo alegrarme.
Cuando ella muestra esa expresión es porque ella realmente se siente encantada en lo
profundo de su corazón. Ella hizo una expresión similar cuando yo fui aceptada en Suisei.
Asamura-kun es verdaderamente increíble. Estoy tan feliz de que fuera él quien se convirtió
en mi hermano mayor… Espera, ¿por qué mamá está abrazando tan repentinamente a
Asamura-kun? Aunque sean madre e hijo, no se debería exagerar con las muestras de afecto,
¿no? Entré en pánico por un instante, pero luego recordé que mamá es la clase de persona
que me abrazaría inmediatamente después de cualquier cosa. Bueno, somos madre e hija,
así que esto es normal… Quizás. Ella se percató de que yo había llegado y corrió hacia mí.
Había un cartel junto a nosotras que decía «¡No correr en los pasillos!», pero así fue como
nos terminamos reuniendo.
***
Justo después de que la reunión comenzó, Satou-sensei comenzó a explicar algo antes de
que siquiera llegáramos al asunto del cuestionario.
—Si me permite ser honesta, la primera vez en que la vimos, nos preocupamos un poco por
Saki-san — Satou-sensei es el tipo de profesora que habla con mucha franqueza, y ella dijo
muy claramente que estaba preocupada por mi apariencia y los rumores que me rodeaban.
Prefiero a las personas que van directo al grano en lugar de andarse con rodeos. Sin
embargo, me pregunto cómo se sentirá mamá al respecto. Mientras escuchaba la explicación
de la profesora, volteé a verla. Estaba sentada con la espalda recta, escuchando cada palabra
que Satou-sensei dijo.
—Sin embargo… He cambiado mi opinión al respecto— Sin darme cuenta, levanté la cabeza,
mirando a mi profesora —Recientemente, sus calificaciones en japonés, asignatura con la
cual solía tener problemas, han mejorado y esos preocupantes rumores también han
disminuido. En cuanto a su estilo, tengo que reprenderla, pero también entiendo el deseo de
vestir bien.
Mamá asintió de forma exagerada.
—Me gustaría que ella siga disfrutando de sus días como estudiante de preparatoria, así que
estaría feliz de que usted pudiera cuidarla como su madre.
—La cuidaré con todo lo que tengo— Ella declaró con un tono confiado, y luego volvió a
guardar silencio.
Satou-sensei miró a mamá a los ojos por un momento, asintió y luego abrió el cuestionario de
aspiraciones futuras que yo había rellenado.
—Entonces, me gustaría hablar sobre la elección de universidad de Saki-san.
Tomando en cuenta mis calificaciones del primer parcial, y dependiendo de cuánto siga
mejorando en japonés, Satou-sensei dijo que, si seguía trabajando duro como hasta ahora,
podría ser capaz de ingresar a la universidad de mi elección. Ella incluso me ofreció los
nombres de universidades que conocían todos los estudiantes en Japón.
—Le dejaré esa decisión a mi hija— Dijo mamá, mirándome como si quisiera que tomara la
iniciativa de la conversación.
Satou-sensei también volteó a verme directamente. Eso me hizo sentir un poco tensa.
—Yo… Quiero asistir a una universidad que tenga los costos de estudio más bajo y que
también priorice la búsqueda de trabajo.
Mamá me miró con una mirada que decía «¿Estás segura de eso?», pero esto es algo en lo
que no puedo retractarme. Sí, podría ser capaz de asegurarme una plaza en un centro de
investigación o algo parecido, pero no hay nada en particular que quiera hacer ahora mismo.
No debería ir a una universidad costosa, eso sólo representaría más presión para mamá. Sin
embargo, pensando en mi empleabilidad futura, elegir una universidad al azar tampoco servirá
de mucho.
—Entonces…— Satou-sensei golpeó suavemente la punta de su lapicero sobre el escritorio y
continuó —¿Qué tal la Universidad Femenina Tsukinomiya?
—¿Tsukinomiya?
Es una universidad femenina bastante famosa dentro del área metropolitana de Tokio.
Básicamente, todos conocen su nombre, y pensé que sonaba un poco exagerado.
—Si mantienes tus calificaciones actuales, deberías ser capaz de lograr ser aceptada. Ellos
mantienen fuertes lazos con sus graduadas, priorizando la empleabilidad sobre cualquier otra
cosa y, debido a que es una universidad nacional, los costos son bastante asequibles. Tienen
becas que son cubiertas en su totalidad por el gobierno, y también tienen algunas opciones de
préstamos estudiantiles sin intereses. Creo que sería una opción perfecta para ti.
—Eh… Nunca pensé en eso.
No esperaba que ella mencionara a Tsukinomiya. Sin embargo, ella me mostró una pequeña
sonrisa, mencionando que tendrían un campus abierto este sábado.
—Un campus abierto…
—Tal vez te resulte de utilidad descubrir cómo es una universidad.
—Tiene razón…
Si es el sábado, entonces tal vez pueda ir.
«¡Es por eso que tienes que obligarte a seguir avanzando!».
Las palabras de Maaya se repetían dentro de mi cabeza una y otra vez. Hacer algo nuevo y
enfocarte en ello. Para olvidarme de estos sentimientos que tengo por Asamura-kun y también
para hacer algo bueno con mi vida. Es mañana. Realmente debería visitar ese campus
abierto. La reunión entre padres y maestros llegó a su fin, y yo salí del aula. Fue entonces
cuando me decidí.
—En cualquier caso, si ella sigue reprimiéndose demasiado, podría terminar explotando…
Mamá murmuraba algo mientras salíamos del aula, pero decidí ignorarla.
26 de septiembre (sábado) – Ayase Saki

La Universidad Femenina Tsukinomiya está justo al lado de la Línea Yamanote. Desde la


estación de trenes de Shibuya, se va hacia el norte de la Línea Yamanote (desde la
perspectiva de la Línea Yamanote, probablemente esté afuera) y luego se desciende en la
estación Ikebukuro. Dos paradas más en el ferrocarril privado, y un caminando un poco más,
se llega a la puerta principal.
—Es inmensa…
Lo primero que captó mi atención fue el enorme tamaño del campus. ¿Cuántos edificios
caben dentro de los muros interiores del recinto? Incluso aunque está dentro del centro de la
ciudad, de alguna manera se las arreglaron para edificar un campus enorme. Es algo digno de
esperar de parte de una universidad nacional con gran tradición. El sendero empedrado que
conducía al interior de la puerta principal estaba decorado con grandes árboles en ambos
lados, así como también edificios rectangulares que daban la impresión de que competían
entre sí. Según el mapa en mi teléfono, muchos de estos edificios a los costados eran
escuelas primarias y preparatorias adyacentes a la universidad. Un poco lejos, a la distancia,
también podía verse una escuela secundaria.
Estaba anonadada, nunca habría imaginado que tendrían escuelas de todos los niveles
educativos en el mismo lugar. Siendo arrastrada por la multitud de personas en la entrada, me
adentré en la universidad. Hoy era sábado, así que no debería haber clases. En otras
palabras, ¿toda esta multitud está aquí para visitar el campus abierto…?
Justo después de entrar por la puerta principal, una mujer madura que vestía una camiseta
me entregó el cronograma del día. Parece que ella forma parte del staff. Bueno, no tendría
sentido práctico si sólo vinieran estudiantes al evento de hoy. Cuando miré alrededor, entre
todas las personas que caminaban conmigo, vi chicas mayores que yo, e incluso de último
año. Deben ser estudiantes o profesores de esta escuela.
A la distancia, pude escuchar voces enérgicas, probablemente de los distintos clubes
deportivos, y también vi sombras detrás de las ventanas del edificio principal. Supongo que
realmente no existen los días libres en la universidad, ¿eh? ¿Todo el mundo asiste
diligentemente a la universidad todos los días? Para ser honesta, no puedo imaginármelo.
Caminando por el sendero empedrado, me adentré todavía más en el campus. La facultad de
humanidades en la que estoy interesada se encuentra muy al fondo, y tengo que rodear el
enorme edificio que tengo enfrente. Mientras rodeaba dicho edificio, avisté un patio a mi
derecha, un poco elevado respecto al sendero en el que transitaba.
El verde césped es todo un regalo para los ojos… Con la excepción de alguien que está
durmiendo sobre él. Para mi sorpresa, una mujer que vestía una bata blanca de laboratorio
estaba durmiendo muy plácidamente sobre el césped como si estuviera en su cama. Ey, ¿en
serio? Ah, alguien se le acercó… Y ahora la están regañando. Quiero decir, ¿qué esperabas?
Incluso si el sol se siente cálido en este momento, no puedes dormir en el césped. Supongo
que a algunas personas les gusta aprovechar sus descansos a sus propias maneras, pero ella
exageró un poco. Supongo que puedes encontrar toda clase de personas en la universidad.
Miré el cartel del edificio que tenía enfrente. Sí, debería ser aquí. Aunque tengo que decir que,
en cuanto puse un pie dentro del edificio, por alguna razón me pareció que alguien gritaba mi
nombre. Sin embargo, eso debería ser imposible. Yo no conozco a nadie en esta universidad.
—¡Saki-chaaaaan! ¡Quééééé! ¡¿Viniste a mi universidad?!
… ¿Qué?
—¿Yomiuri-san?
Ese alguien resultó ser mi senpai en el trabajo… Yomiuri Shiori-san. Sin mencionar que ella
estaba sentada en el escritorio de la recepción. Espera, ¿esto significa que…?
—¿Eres estudiante de esta universidad?
—Síp. ¡Esa podría ser una buena forma de resumirlo!
¿«Podría»? ¿No estás segura? Cuando miré alrededor, la recepción de cada facultad resultó
ser diferente y, por coincidencia, ella estaba sentada en la recepción de humanidades.
—Si me hubieras dicho que ibas a venir, te habría preparado algunos refrigerios.
—Fue una decisión de última hora.
Además, ni siquiera sabía que ella asistía a esta universidad. Tampoco tengo manera de
contactarla.
—Ya veo~ ¿Así que viniste por la cátedra abierta?
—… Sí, podría ser el caso.
Hice un poco de espacio para no estorbarle a las personas a mi alrededor y respondí
brevemente. En realidad, sólo había planeado echar un vistazo en cualquier cátedra que
sonara lo suficientemente interesante, pero no creo que sea algo necesario de decir. Sin
mencionar que no tengo ninguna razón para no ver la cátedra de la facultad en la cual la sabia
Yomiuri-san estudia.
—Muy bien. Aún queda un poco de tiempo, así que déjame mostrarte los alrededores.
—¿Estás segura?
Volví a observar el escritorio de la recepción. Había otra chica sentada junto a Yomiuri-san,
repartiendo folletos a las personas que llegaban. Vio que yo todavía no había recibido uno y
me dio uno inmediatamente. Parecía mostrar los detalles de la cátedra del día.
—Shiori~ Si no vas a hacer tu trabajo, al menos de estorbar. Vayan, vayan.
—¡Sí! Tienes toda mi gratitud. Vamos, déjame mostrarte el lugar.
—Pero…
—Oh, Yomiuri-kun, ¿ella es amiga tuya?
Volteé hacia donde provenía esa nueva voz y me encontré a una mujer que, evidentemente,
no era una estudiante promedio de esta universidad. Debe ser una profesora. Ella parecía
estar en sus casi treintas, o quizá un poco más que eso. Si ella es profesora en este lugar,
entonces probablemente es un poco mayor, pero es sólo una estimación a partir de su
apariencia. Ella vestía un traje color lila, que emitía una apariencia madura; Pero, gracias a la
falta de sueño o algo por el estilo, ella tenía grandes bolsas bajo los ojos, lo que perjudicaba
su belleza innata…
Espera, la he visto antes en algún lugar. La imaginé vistiendo una bata blanca encima de ese
traje.
—Ah.
Ella es la persona que estaba durmiendo sobre el césped hace unos minutos.
—¿Hm?
—Oh, Saki-chan, ¿la conoces?
—Bu-bueno, hace un rato, sobre el césped…
No pude terminar mi frase. Sin embargo, Yomiuri-san pareció haber adivinado a lo que me
refería.
—Kudou-sensei… ¿Lo hizo de nuevo? Usted compró un traje muy caro para recibir a los
visitantes, ¿cierto? Terminará dañándolo si sigue hacien…
—Llevaba una bata sobre mi traje.
—Ese no es el problema.
—Eso depende en la definición que cada persona tiene sobre el concepto. Durante nuestras
breves vidas, sería un desperdicio darle un trato especial a la ropa cara por sobre la ropa
común y corriente. Más importante, Yomiuri-kun, cuéntame más sobre esta individua tan
guapa de aquí.
Yomiuri-san parecía tener un par de quejas más, pero finalmente puso cara de resignación y
me presentó.
—… Ella es Ayase Saki-chan, una kouhai en mi trabajo a tiempo parcial.
—Mi nombre es Ayase. Em, encantada de conocerla — Hice una cortés reverencia y la mujer
que vestía un traje murmuró un inquietante «Hm, qué momento tan ideal».
Disculpa, ¿a qué se estará refiriendo ella?
—Encantada de conocerte, Saki-chan. Soy Kudou Eiha. Soy una profesora adjunta en esta
universidad, e investigo ética y filosofía de la moral. Si me permites preguntar, eres estudiante
de preparatoria, ¿correcto?
—Sí… Estoy en mi segundo año de preparatoria.
—Muy bien. Sin duda es maravilloso. Qué gran golpe de suerte. Hay algo muy importante de
lo que me gustaría hablar contigo, así que escucha con atención — Ella siguió hablando sin
siquiera detenerse a respirar.
Sólo con eso, comprendí que ella es inteligente. Como se esperaría de una profesora
universitaria.
—Sí, ¿y qué es?
—¿Con cuántas personas lo has hecho hasta ahora?
—¿Qué?
Por un instante, no pude comprender su pregunta. ¿Qué cosa he hecho… Y con quiénes? Eh,
espera, ¿esa clase de cosas?
—Em, lo lamento, no puedo comprender…
***
Entendí totalmente a lo que se refería, aunque realmente no quería hacerlo.
—¡Profesora! ¡¿Qué le está preguntando a una menor al recién conocerla?! — Como si
intentara protegerme, Yomiuri-san se interpuso entre Kudou-sensei y yo, y comenzó a
regañarla.
—¿Eh?
—Esto no es algo que deberías preguntar en público.
—¿Hmmm? Quiero decir, estoy muy consciente de ello. Es por eso que estaba siendo
considerada y utilicé un vocabulario bastante vago. Hmm. Aunque tal vez no sea un gran
secreto en primer lugar. Es algo completamente común para toda la humanidad. Aunque
supongo que mencionarlo tan abruptamente podría resultar… Tú sabes, el hecho de esconder
algo a veces da una impresión mucho más fuerte y enfatizada que abordar el tema tan
abiertamente… Así que, en otras palabras, ¿con cuántos hombres, aunque, por supuesto,
también cuentan mujeres. ¿Has tenido relaciones sexuales?
—Profesora.
—¿Hm? ¿Por qué pones una expresión tan aterradora? A diferencia de mí, Yomiuri-kun, no
se te trata como a una vampira con privación del sueño, así que deberías preservar tu gran
belleza. Escucha con atención, muy raramente vez tengo la oportunidad de hablar con una
estudiante activa de preparatoria, así que todos estos son datos muy útiles para mi
investigación.
—Usted necesita su consentimiento antes de tratarla como sujeto de pruebas. No debería
tener que recordarle eso a una profesora de esta facultad, ¿cierto?
Por un momento, los ojos de Kudou-sensei se abrieron de par de en par, y esbozó una
sonrisa.
—Vaya, hoy estás especialmente asertiva, Yomiuri-kun. Excelente argumento.
—De nada.
—Sin lugar a dudas, estás en lo correcto. Así que, Saki-chan… ¿O debería llamarte Ayase-
kun?
—Ah, no tengo ninguna preferencia en particular…
—Entonces serás Saki-chan. Eso suena mucho más lindo.
Dijo eso con una expresión seria. Qué persona tan extraña. ¿Todos los profesores de
universidad serán como ella?
—Verás, me centro especialmente en las relaciones familiares entre hombres y mujeres,
haciendo investigaciones sobre ética y moral.
—¿Relaciones familiares…?
—Efectivamente. Según la definición del diccionario, la ética es orden y disciplina entre la
moral y la vida humana… En otras palabras, es una norma social. Estoy investigando eso.
—¿Puedes investigar algo como eso?
—Por supuesto. Escucha con atención. La sociedad misma está compuesta por la ética. Lo
que preferirías hacer, lo que no tienes permitido hacer… Incluso los tabúes. Pero esto podría
ser algo que perdure eternamente. Si tuviera que darte un ejemplo… Considera la idea de
que, a los parientes cercanos, como los hermanos, no tienen permitido amarse entre sí.
Sabía que no debería reaccionar sólo porque dicho tema aplica conmigo, pero podía sentir
muy claramente cómo mi expresión se tensaba.
—La ética y la moral no son ciencia. Cuando menos, no fueron creadas para serlo.
—Similar a la razón por la cual se creó, pero toda investigación requiere algún tipo de ciencia.
—Bueno, esto no es parte de la conversación principal, así que podremos discutir todo lo que
queramos al respecto en otra ocasión, Yomiuri-kun. Lo importante ahora mismo es que la
ética y la moral sin importantes para los seres vivos, lo que los hace sujetos a cambios
perpetuos a medida que avanza el tiempo. Sin embargo, el cambio que nuestra sociedad
necesita y el cambio de consciencia de nuestra parte siempre están desincronizados y, como
resultado, nuestra sociedad…
Kudou-sensei hizo una pausa y miró a su alrededor por un momento, dándose cuenta de que
se había apasionado en exceso.
—Hm. Dime… Saki-chan, si tienes algo de tiempo después de esto, ¿me acompañarías a mi
oficina?
—Ahí va de nuevo, intentando ligar con las demás — Yomiuri-san suspiró con incredulidad.
Kudou-sensei ignoró muy hábilmente ese comentario y prosiguió.
—Saki-chan… Hay algo que te está preocupando, ¿no?
Mi cuerpo se congeló.
—Puede que yo pueda darte la respuesta a eso, ¿lo sabías?
—¿Qué? Umm…
Sinceramente, sentí una pequeña curiosidad ante su respuesta. Si se trata de alguien tan
inteligente como ella, una profesora adjunta en una universidad de renombre, ella podría ser
capaz de orientarme en la dirección correcta.
—No estaría mal ir un rato.
—Entonces está decidido. Acompáñame.
—¡Kudou-sensei está intentando hacerte cosas malas! — dijo Yomiuri-san, intentando
seguirnos.
—Oye, oye, estamos en un campus abierto. No puedes simplemente abandonar tu lugar.
—Discúlpeme, pero fui yo quien se ofreció a mostrarle los alrededores a Saki-chan, y tengo
permiso de cada…
—La fecha de entrega de tu reporte es en tres días, ¿no?
—Urk.
—Me imagino que aún no lo has terminado.
—Bueno…
—Está bien. La devolveré a tiempo. Pero, hasta entonces, la tomaré prestada. Por aquí, Saki-
chan, sígueme. Apuesto a que tienes curiosidad de cómo se ve una oficina de investigación
en una universidad — Con estas palabras, la profesora adjunta de ética, Kudou Eiha comenzó
a caminar, y yo comencé a seguirla.
***
—¿Café o té negro? ¿Cuál prefieres?
—Ah, té, por favor— Respondí y miré alrededor de la habitación a la que me habían llevado.
Aunque tenía un área de unos 13m2, se sentía como si fuera de 7.5m2. Esta sensación se
debía a la gran cantidad de libros que había apilados por doquier. No era sólo la estantería de
acero contra la pared. Todos y cada uno de los escritorios estaban cubiertos de libros y había
varias pilas de libros por todas partes, por lo cual había que navegar a través de todos ellos
para poder llegar al escritorio del fondo. Sólo había un pequeño espacio libre alrededor de
dicho escritorio.
Frente al escritorio había una mesa baja, con dos sofás uno frente al otro. Este debe ser un
espacio destinado a recibir visitas. Kudou-sensei me instó a tomar asiento mientras encendía
el hervidor eléctrico, sacando una tetera y dos tasas. Luego abrió la lata de té.
—¿Te parece bien el té Nilgiri?
—Ah, sí, cualquier cosa está… Espere, ¿está segura? Es té Nilgiri.
—Ohhh, ¿así que lo conoces?
—… He escuchado de él.
—Dime lo que sabes.
Se hizo evidente que en realidad era una profesora. Pero, al mismo tiempo, me di cuenta de
que su forma de hablar no era la de un profesor promedio. La mayoría de los que conozco
hacen preguntas a las que pueden responder con «Correcto». Pero eso no era lo que ella me
estaba preguntando. En cambio, quería ver si yo podía transmitir mis conocimientos con mis
propias palabras.
—Es un término general para las hojas de té cosechadas en el sur de la India. El término
común es «Té Negro de las Montañas Azules».
—Ohh, qué bien informada estás.
—Es algo fácil de encontrar en línea.
—¿Alguna vez lo has probado?
—Nunca.
Al igual que el Café de las Montañas Azules, el Té Negro de las Montañas Azules es bastante
caro. Cuando vivíamos juntas sólo mamá y yo, teníamos que vivir con cajas de bolsas de té
simple con 50 bolsitas, las cuales costaban 500 yenes (lo que significa que una tasa nos
costaba 10 yenes), y yo estaba conforme con ello, así que sólo poseía conocimiento al
respecto, pero ninguna experiencia al probarlo.
—Entonces está será tu primera vez.
Parece ser adicta a pronunciar este vocabulario tan especializado. Con un chasquido, el
hervidor eléctrico se apagó. Dejó que el agua hirviera por un momento y luego vertió un poco
dentro de la tetera, calentándola. Luego volvió a pulsar el interruptor, hirviendo el agua. Se
acercó a la tetera, vertió el agua en una tasa hasta que se vació, y luego añadió rápidamente
las hojas de té a la tetera, vertió el agua caliente dentro y la tapó. Después de que terminó, dio
la vuelta a un reloj de arena.
—Algunos libros probablemente dirían que no hay que dejar que se enfríe el agua hirviendo,
por lo que no se debería alejar el calentador eléctrico del fuego del quemador, o verter el agua
en la tetera. Lamentablemente, esta habitación no tiene algo como un quemador de gas. La
temperatura podría resultar inferior a la que estás acostumbrada, pero, por favor, aguántate.
—Estoy bien.
En cualquier caso, si tuvieras un quemador de gas, ¿habrías traído contigo un calentador
eléctrico tan anticuado?
—Verás, una amiga mía que fue a la India me envió este té.
—¿De viaje?
—Trabajo de campo.
—¿Por su empleo?
—No, para investigar. Ella es una investigadora.
—No entiendo bien la diferencia. Si ser investigadora es tener una profesión, entonces ¿no es
su trabajo hacer investigación?
—Ahh, ya veo. Ante los ojos del mundo, se podría reducir a eso, sí. Para mí es lo mismo, pero
mi percepción consciente de que esto sea un trabajo es bastante débil.
—¿En serio? Entonces, bueno, ¿a qué se dedica?
—A vivir.
—¿Discúlpeme?
—Cuando menos, lo único a lo que me dedico es a vivir. Una investigadora es sólo un ser
vivo.
—No comprendo la diferencia.
—Es lógico. No hay muchas personas que lo hagas, lo cual hace que explicarlo resulte
bastante difícil— Terminó de remojar el té, vació las tasas y vertió el té dentro de ellas.
El blanco vapor transportaba una esencia distinta en el aire, cosquilleando mi nariz.
—Lamentablemente, no puedo ofrecerte ningún tentempié el día de hoy. Normalmente tendría
algo, pero se me acabaron, así que…
—No, está bien. Muchas gracias.
—Bueno, no tenemos mucho tiempo antes de la cátedra abierta.
Nos sentamos en los sofás, una frente a la otra, y bebimos de nuestros tés. Cuando sujeté la
tasa con ambas manos y dejé que el líquido rojo corriera por mi garganta, éste calentó mi
cuerpo desde el interior mientras el frío aire del aire acondicionado soplaba contra mí. Al sentir
calidez, especialmente alrededor de mi estómago, dejé escapar un suspiro de comodidad.
—En realidad, ya había escuchado de ti por Yomiuri-kun.
—¿Sobre mí?
—O, para ser más precisa, sobre ustedes dos. Tu… ¿Cuál era su nombre?
—¿Se refiere a Asamura-kun?
—Ya veo, así que se llama Asamura-kun.
—… Usted no lo sabía, ¿verdad?
—Buena suposición— Dijo sin ningún tipo de vergüenza.
Así que todo esto no fue más que pretender haber olvidado su nombre para que yo se lo
dijera. Y yo caí por completo.
—No sabía su nombre. Sólo escuché sobre un interesante compañero de trabajo de Yomiuri-
kun. Creo que fue durante el verano pasado. Desde ese entonces, ella comenzó a hablar
sobre ustedes dos, pero ella jamás mencionó sus nombres. Puede que no lo parezca, pero
Yomiuri-kun puede llegar a ser muy seria en cuanto a temas de confidencialidad.
—Puede que no lo parezca… En mi opinión, Yomiuri-senpai parece ser alguien con buena
moral.
—Ohh, la llamas senpai, ya veo. Qué personalidad tan fuerte. Ya estás actuando como si
hubieras sido aceptada en esta universidad.
—… Yomiuri-san— Corregí mi frase anterior de inmediato.
Ella debe saber que Yomiuri-san es mi senpai en el trabajo, pero aún así se está burlando de
mí.
—Jaja, no hay necesidad de que te fuerces a ti misma. Sólo sentí ganas de bromear un poco.
Aunque tengo que reconocer que ustedes dos son mucho más intrigantes de lo que había
pensado.
—¿Se ha encontrado con Asamura-kun con anterioridad?
—Mi respuesta es no. Sin embargo, Yomiuri-kun parece divertirse con ustedes dos cerca y,
debido a que tú eres una individua muy intrigante, estoy segura de que él debe ser igual de
interesante. Me encantaría hablar con Asamura-kun.
La forma de mi boca se tornó en una へ, mostrando claro desinterés. Descubrí que no quería
que Asamura-kun conociera a esta persona.
—Entonces, vayamos al tema principal.
—¿Tema principal…?
Kudou-sensei hizo una exagerada expresión de sorpresa.
—¿Qué dices? Te dije que yo podría ser capaz de ayudarte con tus problemas.
—Ah, cierto.
Ahora que lo mencionó, me di cuenta de que se me había olvidado.
—Déjame ir directo al grano. Lo más probable es que estás enamorada de Asamura-kun,
¿no? Sin embargo, en relación con la ética y moral común, él definitivamente es alguien de
quien no deberías estar enamorada.
—¿Por qué piensa eso?
—A juzgar por tu manera de expresarte, parece que estoy en el camino correcto.
—… Realmente no la soporto.
—Jajaja, me gustan las personas honestas como tú. Kudou-sensei sonrió y prosiguió— Verás,
a juzgar por la información que conseguí de tu trabajo a tiempo parcial, mis fantasías se han
vuelto locas. Es más que claro que están interesados el uno en el otro, pero aun así intentan
mantener cierto nivel de distancia entre ambos. ¿Por qué lo hacen? Se debe a que tienen un
conflicto con cierto tabú. Por ejemplo, son hermanastros.
No pudo ser más franca. Soy terrible para responder a bolas rectas a alta velocidad como
esta.
—Incluso concluyó que somos hermanastros.
—Si estuvieran relacionados por sangre, entonces no lo habría algo considerado algo digno
de estudiar… Entonces, te gusta Asamura-kun, ¿no?
—Bueno, yo creo que él es un gran hermano mayor.
—No me refería a «gustar» en ese sentido. Te pregunto si tienes sentimientos románticos por
él.
—… Él es mi hermano mayor, ¿lo sabía?
—Pero no están emparentados.
—Incluso si no somos hermanos de sangre, él sigue siendo mi hermano.
—En lo que se convirtió hace tres meses.
Ella conoce hasta el más mínimo detalle. La manera en que conecta perfectamente los
pequeños puntos de información para obtener una visión más amplia realmente la convierte
en alguien muy problemática con quien lidiar.
—Pero él es familia. No hay manera en que me sienta así. Mamá está feliz de que él confíe en
ella. Ella debe atesorarlo como el hijo de mi padrastro, a quien ama mucho.
—Las circunstancias de las personas a tu alrededor no importan, Saki-chan. ¿Cómo te sientes
tú?
—Yo…
Titubeé. ¿Realmente debería decirle a una profesora tan sospechosa? Por no mencionar que
ella también es la profesora de Yomiuri-san. Si revelara algo descuidadamente, Yomiuri-san
podría enterarse… Y, aunque me sentía de esta manera, al final…
—Realmente no lo entiendo, pero siempre estoy pensando en él…
Antes de siquiera darme cuenta, comencé a explicarle los cambios que había experimentado
durante los últimos tres meses. Después de que terminé de decirle todo, tomé un sorbo de mi
té. El frío té sabía aún más amargo que antes.
—No estoy segura de si estos son verdaderos sentimientos románticos… —Dije.
—Hmm, entiendo— Kudou-sensei se reclinó contra el sofá, alzando la barbilla, y cerró los
ojos.
Cruzó sus brazos delante de su pecho y comenzó a pensar. Sólo su índice derecho de movía
rítmicamente hacia arriba y hacia abajo.
—Hmm. Ella abrió sus ojos y miró por la ventana. Parece ser una idea equivocada—
murmuró.
… ¿Eh?
—¿A qué se refiere con eso?
—¿Y si realmente no son sentimientos románticos?
—Eso…
Eso debería ser imposible. ¿Podrían ser un error estos sentimientos que me oprimen el
pecho?
—Bueno, no hay necesidad de apresurar las cosas. Deberías pensar en ello a tu propio
ritmo— Kudou-sensei relajó sus brazos y levantó su índice derecho.
Y, entonces, comenzó a perfilarme.
***
La primera cosa que Kudou-sensei señaló fue mi apariencia física y la razón por la que
actuaba de esa manera.
—¿Por qué llevas puesto tu uniforme?
—La escuela me dijo que lo hiciera.
Suisei puede ser bastante permisiva con sus regulaciones, pero cuando se trata de visitar un
campus abierto de una universidad de alto nivel enfocada en la empleabilidad, debería
mantener mi código de vestimenta en regla. En otras palabras, me exhortaron a que viniera
vistiendo mi uniforme o un traje y, debido a que no tengo ningún traje, vine con mi uniforme.
—Yomiuri-kun me contó sobre tu apariencia habitual. Cómo digo esto, son prendas que
proyectan mucha fuerza, ¿no?
—Yo diría que sí.
¿Así que mi concepto de moda tan agresivo es algo que ella entiende? En ocasiones, hasta
Maaya tiene problemas para entender mi argumento. Bueno, ella es la clase de personas que
disfruta vistiendo a sus hermanos menores.
—Aunque no entiendo si eso funciona como un ataque de dos fases o como un ataque de
área.
—¿Es esa alguna clase de broma popular?
Siento que Asamura-kun mencionó algo similar.
—Bueno, no hay necesidad de fijarse en eso. Ante los ojos de la gran mayoría de personas,
parece que sólo estás jugando con la moda.
El argumento de Kudou-sensei me hizo recordar lo que Satou-sensei dijo ayer. Ella dijo que
yo estaba preocupada por mi ropa tan vistosa. Bueno, sé que muchas personas a mi
alrededor suelen pensar que siempre estoy jugando en algún lugar de Shibuya. Es un gran
problema discutir sobre ello en cada ocasión, así que trato de evitarlo.
—Sin embargo, ese estilo es sólo una fachada, ¿cierto?
—¿Una fachada?
—En el sentido de que lo más probable es que intentes mostrarle a los demás tu propio estilo
de la moda.
—Ahhhh…
Ella podría tener razón sobre ello. Al menos, no tenía intención de ocultarlo. Buena en los
estudios, pero sin estilo en absoluto. Linda, pero vacía en el interior— No quería escuchar
ninguna de esas afirmaciones. No quería perder en ningún frente. Creo que se lo mencioné
alguna vez a Asamura-kun. Respeto a mi madre por haberme criado de la manera en que lo
hizo; Pero, teniendo en cuenta su apariencia y su historial académico, la mayoría de la gente
suele verla como alguien que no merece ser respetada. Simplemente quería cerrarles la boca
a todas esas personas.
—Así que tu apariencia física ha sido cuidadosamente elaborada para ser así.
—Eso es cierto.
—En cuanto a cómo actúas en el fondo… Aún estás en tu segundo año de preparatoria, pero
aun así viniste al campus abierto de una universidad nacional, lo que sugiere que eres alguien
diligente.
—Sí, me recomendaron hacerlo en una reunión entre padres y maestros a la que fui
recientemente.
—No, no, no. No me refería a eso. Tu personaje que siempre hace gala de su apariencia
externa no vendría aquí incluso si un profesor se lo hubiera recomendado.
¿En serio? Siento que… Algo es diferente ahí.
—Ese no es el caso.
Cuando protesté, Kudou-sensei tragó saliva y mostró una expresión que sugería que se
estaba divirtiendo.
—Entonces, por favor, refútame.
—No quiero actuar como la «Chica que juega por ahí». No quiero hacer resaltar el hecho de
que me gusta jugar por ahí. Simplemente quiero mostrarles a las personas a mi alrededor
que, con mi apariencia física, es posible conseguir ser «Linda» o «Hermosa».
Tal y como mamá lo hace.
—¿Oh? ¿Y entonces?
—La razón por la que vine no es porque soy alguien diligente, sino para demostrar que soy
inteligente. Es parte de eso.
—¿Te refieres a anunciarles a todos los demás la razón por la cual viniste al campus abierto?
—No exactamente. Yo no haría eso. Sin embargo, pensé que podría mejorar mi propia vida al
venir aquí. Quería probarme eso más que cualquier otra cosa. Incluso si me descuidara
haciendo algo, no habría garantía de que alguien pudiera atestiguarlo, pero yo siempre estoy
vigilando mis propias acciones.
Kudou-sensei inspeccionó mi expresión muy de cerca, escuchando en silencio mi afirmación.
Sentía que perdería de alguna manera si apartaba la mirada, así que mantuve mi mirada fija
en ella. Después de que pasó un rato, ambas terminamos desviando la mirada. Kudou-sensei
bebió el resto de su té y se levantó.
—Ya veo, así que esta contradicción entre tu apariencia física y tus funcionamientos internos
también ha sido moldeada a tu gusto. Pero también podrías plantearlo de otra manera.
—¿Cómo cuál?
—Tú eres la clase de persona que no quiere demostrarle sus debilidades a los demás, ¿no?
Mis ojos se abrieron de par de par.
—Escúchame. Acabas de decir algo crucial. Tanto tus acciones en el exterior como tus
acciones en el interior siguen el mismo principio. El punto clave, en este caso, es que no
quieres perder.
Permanecí callada, simplemente escuchando lo que ella tenía que decir.
—Básicamente, estás luchando las veinticuatro horas del día. Sin mencionar que estás sola.
Cuando estás fuera, e incluso dentro de tu supuesto oasis al que llamas hogar, nunca
muestras ninguna debilidad para no perder. Sin embargo, estos tipos de personas suelen
estar desesperados por afecto y reconocimiento, e inmediatamente se apegan cuando se les
demuestra el más mínimo apoyo.
—¿Apegan…?
Dentro de mi cabeza, me imaginé a un perro moviendo la cola mientras corre hacia su
dueño… ¿Qué soy? ¿Alguna clase de cachorro? Además, voy a ignorar el hecho de que el
dueño en mi visión era Asamura-kun.
—Al realizar una investigación, uno se encuentra a menudo con casos como estos.
—¿Qué clase de casos?
—Hermanastros, o padrastros con hijastros. Básicamente, son extraños que de repente se
ven obligados a vivir juntos. Cuando las personas están desesperadas por el reconocimiento
del sexo opuesto de repente comienzan a vivir con personas así, y tienen más oportunidades
de interactuar con ellas, se vuelve mucho más sencillo que se desarrollen sentimientos
románticos.
… ¿Así que soy uno de esos casos? Por un instante, mi mente comenzó a enloquecer, pero
respiré profundamente para calmarme.
—Objeción.
—Adelante.
—Siguiendo esa lógica, el reconocimiento del sexo opuesto debería ser considerado esencial
para el crecimiento personal y, cuando eso falta, más que cualquier otro deseo natural,
inmediatamente desarrollas sentimientos especiales por alguien del sexo opuesto por
cualquier pequeñez… ¿Eso es lo que está intentando decir?
—¿Hay algún error en ello? — Ella me pidió proseguir.
—¿Es siquiera correcto esa clase de prejuicio? Si no lo es, esta lógica es impropia de nuestra
época. Negaría por completo la existencia del matrimonio entre personas del mismo sexo o de
madres y padres solteros. Mirándolo desde una perspectiva histórica, no hay garantía de que
un chico o una chica se críen en un lugar en donde haya cerca miembros del sexo opuesto.
—¿Por ejemplo?
—Existe el dicho que dice que «después de los 7 años, los niños y las niñas deben estar
separados», ¿no?
—Sí, lo conozco. Aunque es bastante anticuado.
—Sin embargo, así es como funcionaban las cosas tiempo atrás. Es por eso que ciertos
lugares como una preparatoria para mujeres con dormitorios exclusivos para ellas, o una
universidad para mujeres, todavía existen.
—Ajá.
Creo que asesté un buen golpe.
—Según la lógica que está siguiendo, las personas criadas en esta clase de ambientes
desarrollarían inmediatamente sentimientos románticos por el sexo opuesto simplemente por
la más pequeña de las interacciones, ¿no?
—Sí, sí. ¿Y?
Sin duda, parece que se está divirtiendo.
—Ya lo mencionó con anterioridad, pero me gustaría ver los resultados de su investigación y,
evidentemente, quiénes son los sujetos de prueba. Si no se puede, simplemente pensar en
ello resulta inútil. Y eso también negaría el entorno en el que yo crecí.
El que digan que me convertí en una mujer fácil simplemente porque mi madre hizo lo mejor
que pudo para criarme ella sola es algo que no aceptaré en silencio.
—¿Y si tus instintos como ser vivo limitaran tu capacidad de razonamiento?
—En cualquier caso, creo que nuestra capacidad para razonar existe para ajustar nuestros
instintos a los estándares de la sociedad.
—Ya veo. Esa clase de puntos de vista definitivamente es plausible. ¿Y?
—Sin los fundamentos de la idea de que los sentimientos románticos de uno pueden volverse
inestables simplemente por la falta de contacto con el sexo opuesto durante el desarrollo, esta
se convertiría en una afirmación bastante singular. Al mismo tiempo, eso simplemente
cambiaría dicha afirmación por el anticuado estándar social de que los niños necesitan a
ambos padres. No puedo estar de acuerdo con eso.
—¿Estás diciendo que los estándares sociales modernos son diferentes?
—Me gustaría creer que ese es el caso.
—La simple creencia no resuelve nada.
—Sin embargo, incluso si cada ser vivo tuviera algún tipo de entorno ideal, creo que depender
de él para controlar los propios instintos anularía los propósitos del razonamiento y la
inteligencia. Si esto se llevara a cabo, los estándares de nuestra sociedad tendrían que
cambiar, y la obediencia ciega de las convencionalidades morales —Permitiendo que alguien
te grite quejas sin fundamento como «Tu hija necesita un padre», no tendría valor alguno.
Creo. Dije en un tono desafiante y Kudou-sensei, quien estaba de pie detrás del sofá con los
brazos cruzados, asintió.
—Pensar en esta clase de argumentos es lo que hacemos… En ética y filosofía de la moral.
¡…! Sentí que se desvanecía toda la fuerza de mi cuerpo. Entonces así es como es esto.
—Puedes seguir mostrando evidencias y probando los fundamentos de tu argumento tanto
como quieras. Por ejemplo, los trabajos de tesis de biología o psicología tienen que hacer
miles de investigaciones para apoyar la hipótesis; Sin embargo, esto no es más que una
tendencia o una moda y, ciertamente, no te lleva a una respuesta que te ayude a formar una
conclusión. El problema que tienes en tu corazón es algo que solamente tú puedes resolver.
—Parece que todo este tiempo me has estado manipulando.
Me hundí de nuevo en el sofá, sintiéndome con una medusa en tierra firme. Sólo podía mirar
al techo y suspirar.
—Así que Yomiuri-senpai pasa por esta clase de cosas todos los días…
Kudou-sensei regresó al sofá, tomando asiento… Lo suficientemente lejos para crear arrugas
en su nuevo traje… Pero ella respondió «No exactamente».
—Quizá dos o tres veces por semana.
—… Eso sigue siendo muy a menudo.
Me siento exhausta. Muy, muy exhausta. Hasta el punto en que preferiría no hacer esto de
nuevo.
—¿Usted no está exhausta, Sensei?
—Eso me pregunto. Con honestidad, no lo sé. Soy mala para no pensar en las cosas. Pienso
en estas cosas todo el tiempo, a menos que esté durmiendo… Pero a veces lo hago incluso
en mis sueños.
—¿No debería tomar un descanso?
—No puedo tomar un descanso. Lo he intentado varias veces, pero no he podido. La única
ocasión en que mis pensamientos se detendrá será cuando muera definitivamente.
Ella es como un pez que morirá si no puede nadar. Ya veo. Así que eso es a lo que se refería
cuando dijo que simplemente vivía como una investigadora. Todo finalmente tiene sentido.
—Bueno, antes de adentrarnos en otra disputa, este no es más que un consejo bien
intencionado.
—¿Sí?
—Tú piensas que te gusta este chico Asamura, pero, ¿cuándo has compartido siquiera una
relación cercana con otro hombre además de él?
—Urk… Bueno.
El único hombre, además de Asamura-kun, que conozco era mi padre cuando yo era niña,
aunque apenas y tengo recuerdo de él. También está lo poco que he aprendido sobre mi
padrastro durante estos tres meses.
—Por coincidencia, él resultó ser el único miembro del sexo opuesto en tu entorno inmediato,
así que terminaste enamorándote de él. ¿Puedes asegurarme con certeza que esto no es
cierto? Bueno, me disculpo por la forma tan dura de formular esa pregunta— Dijo Kudou-
sensei.
Teniendo en cuenta nuestra disputa anterior, me sorprendió escucharla disculparse justo al
final.
—Aunque me diga eso… No puedo asegurarlo.
—Si ese es el caso, entonces lo mejor para ti sería interactuar con muchas más personas.
Teniendo en cuenta lo joven que eres, hay una gran posibilidad de que encuentres otro chico
encantador en el que te termines interesando, y te olvides de todas tus preocupaciones.
—Con otras personas…
—No tienes que conseguirte un amante ni nada por el estilo. Utilicé la palabra «Interactuar».
Una perspectiva estrecha es enemiga de tu inteligencia y tu habilidad para razonar.
—Eso es cierto… Concuerdo.
—También podrías simplemente ignorar todo lo que dije. No tratarlas como las palabras de
una profesora de filosofía de la moral, sino como las de una persona mayor y con más
experiencia en la vida, continuó— Sin embargo, en el caso de que interactúes con otro chico
interesante y tus sentimientos no cambien incluso a pesar de eso, entonces asegúrate de
atesorar cualquier sentimiento con el que termines. Ella me dijo estas palabras finales, se
levantó del sofá y me ofreció su mano.
Cuando vi el reloj en la pared, vi que ya casi era hora de la cátedra. Acepté su mano con
gratitud.
—Es cierto. Es importante ser honesta en ocasiones, Saki-chan.
—… De hecho, preferiría que me llamara Ayase.
Después de escuchar lo que dije, ella puso una extraña expresión de decepción. Lo más
probable es que Yomiuri-senpai haya visto mi cansancio reflejado en mi cara, porque lucía
preocupada cuando vino a buscarme, pero aun así me trató muy amablemente, aunque con
un poco de burla, como de costumbre. La cátedra en el campus abierto también fue muy
interesante.
El tema fue el amor entre un hermano y una hermana, usando como premisa la idea de que la
moral y la ética cambian a través del tiempo. El hecho de que el amor entre hermanastros no
es moralmente aceptable se debe simplemente a que la moral de nuestra sociedad actual lo
ve así en su conjunto, pero los valores personales no tienen, ni deberían tener, relación
alguna con eso. La moral de las sociedades siempre está en cambio, especialmente cada vez
que el libre albedrío de una persona choca con esta moral de una manera u otra. Para ser
honesta, fue un tema interesante.
Por supuesto, fue Kudou-sensei quien impartió la cátedra. Mientras caminaba de un lado al
otro por el aula, ella llenó el pizarrón con palabras clave, hablando tan apasionadamente que
prácticamente echaba espuma por la boca. Se suponía que los últimos diez minutos eran para
preguntas y respuestas, pero ni una sola persona levantó su mano. Pareciendo un poco
decepcionada, Kudou-sensei salió del aula.
Si me quedaran más energía y resistencia, podría haberle preguntado unas cuantas cosas;
Pero, en ese preciso momento, estaba exhausta. Algún día… En el futuro cercano, me
gustaría preguntarle. Sentí que podía preguntarle.
Por ahora, debería buscar a otras personas además de Asamura-kun con las que pueda
pasar tiempo. Una perspectiva estrecha es enemiga de tu inteligencia y tu habilidad para
razonar… Mientras reflexionaba las palabras de Kudou-sensei, comencé a dirigirme a casa.
Mientras me dirigía hacia la estación de tren, una suave brisa recorrió mi espalda. Era una
brisa otoñal que me recordó que la temporada de frío se acercaba.
26 de septiembre (sábado)–Asamura Yuuta.

Después de comer el desayuno, salí inmediatamente de casa y pedaleé mi bicicleta por la


calle Omotesando. Aunque todavía no eran ni las nueve de la mañana, había mucha gente
transitando por la calle, la suficiente como para que chocaran sus hombros entre sí. Sí,
transitar por la calle Omotesando en un fin de semana como este es una tortura. Sé que este
pensamiento, en sí mismo, me hace sonar como el típico solitario, pero no podía evitar
sentirme así mientras pedaleaba.
No sentí la presencia del verano en el viento que soplaba contra mí. El aroma del asfalto
abrasándose ni siquiera llegaba a mi nariz, y la sensación de mi piel quemándose era débil y
apenas existente. No había duda, pronto llegaría el otoño. Aparqué mi bicicleta en el
aparcabicicletas y miré al edificio en el que se ubicaba mi escuela de preparación. Hace
aproximadamente un mes que comencé a venir únicamente los sábados. Mis calificaciones
habían mejorado notoriamente después de las clases extras durante el verano, como bien se
demostró en las pruebas y exámenes, así que les dije a mis padres que quería asistir
oficialmente a la escuela de preparación y los convencí de que me dejaran hacerlo.
Por supuesto, yo no mentía. Sin embargo, la razón principal era que quería estar en cualquier
lugar que no fuera mi casa, para así poder superar estos sentimientos que tengo por Ayase-
san. Las cuotas de estudio acaparaban una gran parte de mis ingresos, pero se trataba de un
mal necesario. No estaba intentando escapar de la realidad. Otro resultado de mi decisión fue
que mis calificaciones aumentaron y también se incrementó mi abanico de posibles
universidades. Eso incluso me lo dijeron directamente en la reunión entre padres y maestros.
Inmediatamente después de entras al edificio, me detuve por un instante. Generalmente, me
dirigiría directamente a clases, pero cambié de opinión. Miré el mapa que mostraba los planos
de la escuela de preparación y me dirigí a una ubicación distinta a mi habitual aula de clases.
—La sala de autoestudio.
Leí la placa que colgaba sobre la puerta. Nunca noté que había una habitación como esta.
Abrí la puerta silenciosamente. Vi varios escritorios alineados en una fila con un pequeño
espacio entre cada uno, lo que facilitaba la concentración. Bueno, no es como que este lugar
estuviera lleno de personas. Como bien podría esperarse. Una escuela de preparación es un
lugar que, generalmente, se visita para asistir a clases y escuchar a los maestros, y si quieres
estudiar por tu cuenta, siempre puedes hacerlo en la biblioteca, o incluso en una cafetería.
Apuesto a que hay un montón de estudiantes que simplemente no saben que esta habitación
está aquí.
Al mirar a la fila de estudiantes, divisé una cara muy familiar al final de la misma. Era Fujinami
Veravela-san, también conocida como Kaho-san. Afortunadamente, había un espacio libre
junto a ella. Debido a que está sentada en la fila del fondo, no hay nadie detrás de ella, así
que supongo que eso le permite concentrarse más, ¿no? En lo que, supongo, fue una
coincidencia, Fujinami-san alzó la mirada y me vio. Entonces asintió gentilmente y llevó un
dedo a sus labios, indicándome que guardara silencio, como si quisiera enfatizar que no se
permitían las conversaciones privadas en la sala de autoestudio. Bueno, no tenía ninguna
intención de hablarle en primer lugar.
Me senté en la última fila y saqué mis herramientas de estudio. Debido a que (obviamente) no
tenía nada de qué hablar con Fujinami-san, simplemente me concentré en estudiar. Después
de que pasó un rato y yo conseguí progresar en mis estudios, comprendí lo agradable que era
el ambiente dentro de esta habitación. El aire acondicionado nos proporcionaba aire fresco de
manera regular y, gracias a los muros a cada lado de mi mesa, todo lo que podía ver era mi
propio escritorio, lo que me permitía enfocarme todavía más.
Asimismo, debido a que a mi alrededor sólo había estudiantes con la misma intención de
estudiar, pude sentirme mucho más motivado que de costumbre. Esto es mucho mejor que
una biblioteca o una cafetería, en la que las personas entran y salen con regularidad. Gracias
a mi mayor concentración, seguí estudiando sin parar hasta que llegó la hora del almuerzo. Mi
estómago gruñó en silencio. El número de personas en la habitación también había
disminuido. Probablemente habían ido a almorzar. Guardé mis cosas y me puse de pie,
pensando en que también podría ir a la tienda a comprar algo que comer.
Fujinami-san hizo lo mismo, caminando hacia mí. Me quedé confundido por un momento;
Pero, debido a que no quería importunar a las personas a nuestro alrededor, me limité a
acompañarla en silencio hasta la puerta. Una vez que salimos al pasillo, le hablé.
—¿También vas a salir a comer, Fujinami-san?
—Sí. Además…
—¿Hm?
—Debido a que te sentaste conmigo hasta el fondo, me estuve preguntando si necesitabas
algo de mí.
—Ah, bueno…
No es que no tuviera sentimientos como esos. Sentía ganas de hablar más con ella desde que
me la encontré en el local de simulación de golf, pero…
—La verdad es que no tenía ningún asunto importante que tratar ni nada de eso…
—Ah, ya veo.
—… Bueno, si vas a ir a almorzar, tal vez lo mejor sea que te des prisa.
—Tenía planeado comer algo de la tienda de conveniencia.
—Yo igual.
—Entonces vayamos primero a comprar algo. Siempre podremos comer en el vestíbulo.
—Ahora que lo mencionas, nunca he estado ahí. De acuerdo, suena bien.
—Sí, vamos.
Según lo que Fujinami-san me dijo, el vestíbulo es como un área de descanso que todos
pueden utilizar a su antojo. Incluso se puede comer y beber allí (aunque prohíben el ramen,
los fideos udón y cualquier otro platillo que desprenda un fuerte aroma). Bueno,
probablemente sea el equivalente a la sala de descanso en mi trabajo.
Compramos algunas cosas para almorzar en la tienda de conveniencia que estaba junto a la
escuela de preparación. Yo compré un pan relleno y una botella de té, mientras que Fujinami-
san optó primero por el onigiri, pero luego se decidió por un emparedado de frutas y un jugo
de vegetales. Llevamos todo al vestíbulo, nos las arreglamos para encontrar una mesa
disponible y comimos nuestros almuerzos mientras conversábamos. Aunque no es que tuviera
a mi disposición muchos temas de los que hablar, así que nos quedamos sin tema de
conversación bastante rápido.
—Ya veo, realmente no tenías nada sobre lo que hablar conmigo.
Cuando Fujinami-san dijo eso, me sentí genuinamente deprimido. Bueno, ella tenía razón. Yo
mismo me preguntaba qué es lo que estaba haciendo.
—Bueno, eso creo.
—Verás, estaba pensando en rechazarte. Pensaba decir algo como «Vine aquí a estudiar, así
que esto es demasiado».
En otras palabras, ella pensó que me le acerqué porque quería flirtear con ella.
—Esa no era mi intención. Aunque debo reconocer que tenía interés en hablar contigo.
—¿No es esa una frase cliché que se utiliza cuando se intenta flirtear con alguien? Decir que
simplemente no estás interesando en esa persona.
—¿Lo es?
—Lo es.
—Correcto, te ofrezco una disculpa. No quería dar esa impresión. Lo lamento. — Bajé la
cabeza mientras me disculpaba.
—Está bien. A mí tampoco me lo pareció. Aunque estoy harta de que me vean como esa
clase de mujer.
—Esa clase de mujer… Espera.
—El tipo de chica con la que es fácil flirtear. Debido a que no voy a la escuela, al parecer doy
la impresión de ser una chica que sólo anda jugando por ahí. Bueno, el hecho de que eso no
es totalmente falso me hace querer llorar, pero tú me entiendes.
—¿No vas a la escuela? Ah, lo siento, no quiero entrometerme en tus asuntos personales.
—Está bien. Para ser más precisa, no voy a la escuela por las tardes.
—Por las tardes… Ah, ¿así que vas a alguna clase de escuela a tiempo parcial?
—Debido a que es distinta a una escuela de tiempo completo, muchas personas piensan que
no me tomo en serio la escuela. Dime, Asamura-kun, ¿en qué piensas cuando escuchas las
palabras «escuela a tiempo parcial», «chica» y «va a un centro recreativo a altas horas de la
noche»?
Esas palabras me sonaron extrañamente familiares.
—Pensaría que es una chica que asiste a una escuela a tiempo parcial y que se relaja en un
centro recreativo por las noches, eso es todo.
Ella entrecerró los ojos.
—¿Lo dices en serio? ¿No pensarías que soy una chica con un montón de problemas? ¿No
me verías como a una chica fácil?
Ya veo. Así que por eso pensó que estaba intentando flirtear con ella.
—Lo siento, no conozco a nadie que asista a una escuela con esa clase de sistema, así que
esa sería mi impresión. Te ofrezco una disculpa si te ofendí de alguna manera, pero no tenía
esa clase de intención contigo.
—Hmmm. Bueno… si eso es verdad, entonces se trata de una muy apreciable forma de verlo.
Y también es bastante agradable.
—Supongo que sí. Si hay algo por lo que tuviera curiosidad, entonces sería…
Y este no es más que mi prejuicio personal.
—Tengo curiosidad en porqué parece gustarte mucho el golf, Fujinami-san.
Sus ojos se abrieron de par en par.
—¿Eso?
—Quiero decir, es algo bastante inesperado para mí, pero no puedo evitar sentir curiosidad.
Fue inesperado para mí ver a una chica yendo a un local de simulación de golf a tan altas
horas de la noche.
—Básicamente, fui a esa hora en específico porque así lo quise. Fui a la escuela después del
trabajo, así que esa era la única hora en la que realmente tenía un poco de libertad para ir.
—Sí, me supuse eso cuando me dijiste que asistes a una escuela a tiempo parcial.
El sistema de educación a tiempo parcial existe para que las personas tengan la oportunidad
de recibir educación sin tener que dejar de trabajar. Así que, una vez que terminaba de
trabajar, se iba a la escuela, la cual se extendía hasta ya entrada la noche, lo cual sólo le
dejaba un pequeño periodo de tiempo para ir a jugar golf. Aunque no tengo muy claras las
razones sus razones para ir a ese lugar.
—El asunto es que a mi familia le gusta mucho el golf, así que me imaginé que estarían
contentos si pudiera jugar con ellos.
—Oh, vaya.
—Mi familia no es precisamente adinerada. Sin embargo, esas personas se conocieron en el
club de golf de la universidad, y todavía les gusta jugar juntos. Ellos dijeron que, si yo
mejoraba, podríamos ir todos juntos a un campo de golf.
—Ya veo. Eso suena bien — comenté, pero sentí una sensación de incomodidad cuando
llamó «esas personas» a su familia.
Por supuesto que no quería invadir su privacidad al preguntarle al respecto. Aunque tengo
que decir que, cuando ella está sentada frente a mí de esta manera, su estatura resalta
mucho. Ella mide, al menos, 180cm de altura. Debido a que ella vestía prendas normales
incluso durante un fin de semana, proyectaba una personalidad sencilla. Ella es muy
cuidadosa para elegir sus palabras, y dijo que las personas a su alrededor la veían como una
chica fácil; Pero, si me lo preguntas, ella parecía una estudiante de honor de Suisei. Sólo
hablando con ella puedo saber lo inteligente que es. Pero también vi dos agujeros en sus
orejas, probablemente para usar aretes.
—Bueno, el hecho de que no todo está completamente mal me provoca ganas de llorar.
Debido a que no traía puestos ninguna clase de aretes, sentí otra pequeña incomodidad.
Quizá tiene circunstancias especiales.
—Asamura-kun, mantienes una visión objetiva de las cosas, ¿eh?
—Eso mismo me pregunto. Me gustaría pensar que es así como manejo las cosas, pero…
La razón por la cual no tengo una visión tan rebuscada de las cosas, y la razón por la cual no
doy la impresión de ser muy arrogante o narcisista, probablemente sea que leo un montón de
libros.
—¿En serio? Personalmente, tengo la impresión de que eres alguien bastante objetivo al
conversar con los demás.
—Gracias. Me alegro de que pienses así— Respondí, y Fujinami-san me mostró una pequeña
sonrisa.
—Siempre pensé en que no tenía sentido hablar con otros estudiantes en este lugar, pero es
divertido conversar contigo de esta manera, Asamura-kun.
—Quizá.
—¿También vendrás mañana a la sala de autoestudio?
—Tengo clases por la tarde los sábados y domingos, pero no debería haber problemas si
vengo por las mañanas… Creo.
—Entonces mañana comamos juntos de nuevo— Su tono de voz y su forma de hablar
sonaron un poco más abiertos y amigables que antes.
—Entendido.
Ella juntó toda su basura y se puso de pie. Yo la seguí y luego hablé.
—Por cierto, hay algo que me da curiosidad.
—Eh… ¿qué cosa?
—Cuando estábamos en la tienda de conveniencia, vi que agarraste un onigiri, pero luego
cambiaste de parecer. ¿Podría ser que no te gustó qué relleno traía? Cuando le hice esta
pregunta, para mi sorpresa, ella mostró una expresión de sorpresa.
—¿Viste eso?
—Bueno, me di cuenta por casualidad.
—Ya veo. Consideré comprar onigiri, pero terminé cambiando de parecer. Después de todo,
es onigiri.
¿A qué se refiere con eso?
—Las algas podrían terminar pegándose a mis dientes. Por eso no lo compré.
—Ohhh.
—De todos modos, ¡hasta mañana!
Casi como si estuviera intentando escapar, se encaminó rápidamente hacia la sala de
autoestudio. Mientras la veía marcharse, reflexioné sobre algo. Hacer autoestudio por las
mañanas y tomar clases por la tarde es algo bastante eficiente, ¿no?
***
Llegó el atardecer y el mundo perdió gran parte de su calor. Pedaleé mi bicicleta nuevamente,
aunque ahora desde la escuela de preparación hacia la librería, pues tenía un turno
programado. Me puse mi uniforme, entré a la tienda e inmediatamente comencé a recibir
órdenes del gerente. Él me dijo que fuera con él a la caja registradora. Qué cosa más rara.
—Ni Yomiuri-kun ni Ayase-san tienen turnos el día de hoy, así que parece que hoy te tocará
trabajar con este viejo. Lo lamento.
—No, no, por favor no diga eso. Así que ninguna de ellas tiene turno el día de hoy, ¿eh?
Sabía que Ayase-san tendría el día libre, pero no sabía que Yomiuri-senpai tampoco vendría.
—Sí, Yomiuri-kun tenía que ayudar en su universidad.
—¿Sabe por qué?
—Dijo que hoy habría un campus abierto.
—Oh, ya veo.
—Al principio, ella tenía planeado venir después de que todo terminara. No me lo dijo
directamente, pero dijo algo como «Hay una profesora que realmente me agota~ ¡No podré
reunir la fuerza suficiente para ir después de eso!» si mi memoria no me falla.
Gerente, usted no tenía que imitar su voz… Conque hay una profesora que agota a Yomiuri-
senpai, ¿eh? Debe ser esa persona con quien la vi el mes pasado en la tienda de
panqueques. Eso me recuerda que Ayase-san también dijo que iría a un campus abierto, pero
no sabía que ambas irían el mismo día. Supongo que coincidencias como esta pueden llegar
a ocurrir. Por otra parte, si quieres evitar hacer un evento durante los descansos largos, los
mejores días para llevarlo a cabo son los sábados, domingos y demás días festivos, así que
me imagino que la mayoría de las universidades realizan sus eventos casi al mismo tiempo.
Según el gerente, ante la ausencia de dos talentosas empleadas, la eficiencia general
disminuiría. Cuando la caja registradora está llena, no hay tiempo para pensar en nada más.
Por lo tanto, me vi obligado a vivir un infierno con él a mi lado. Después de regresar a casa,
entré a la sala de estar, y noté que alguien había llegado antes que yo. Sin embargo, había
pensado que se trataba de mi viejo y no de…
—Bienvenido a casa, Nii-san.
—… He vuelto. ¿Eh? ¿Y la cena?
—Todavía no he cenado. Y tú tampoco, ¿cierto? Me preguntó mientras servía un poco de
sopa de miso en un pequeño tazón.
Abrí el refrigerador, saqué un poco de ensalada y la puse sobre la mesa junto con un poco de
aderezo. Debido a las instrucciones que Ayase-san me escribía en una pequeña nota, mi
cuerpo ya había comenzado a recordar cada pequeño detalle. Natto, y luego…
—Terminé de asar las caballas.
—Entonces yo rayaré los rábanos.
Debido a que me tomaría mucho tiempo hacerlo a mano, decidí utilizar un rayador de
rábanos.
—¿Qué tanto arroz quieres?
—Un pequeño tazón, por favor.
—¿Qué quieres beber? Le pregunté a Ayase-san mientras tomaba un par de platos y
preparaba dos pares de palillos.
—Tomaré un poco de té caliente. Últimamente ha hecho mucho frío.
—Entendido.
Puse unas hojas de té dentro de una pequeña tetera, vertiendo agua caliente dentro de ella.
Preparé dos tazas mientras las hojas se remojaban.
—Gracias.
—Tú te encargaste de la comida, e incluso asististe a ese campus abierto el día de hoy, así
que yo puedo hacerme cargo del resto. Debes estar agotada, ¿no?
—No tanto como tú después de salir de trabajar.
Después de que terminamos con todos los preparativos, nos sentamos juntos a la mesa y
disfrutamos nuestros alimentos. Después de un breve momento de silencio, ambos
comenzamos a contarnos sobre nuestros respectivos días. Yo le conté sobre la escuela de
preparación, sobre la sala de autoestudio que no conocía, y de lo mucho que me ayudó para
mejorar en mis estudios.
—Eh, ¿así que esa escuela de preparación tiene un lugar como ese?
—¿Alguna vez la has visitado?
—Nunca. Es demasiado cara.
Entonces, Ayase-san me describió su experiencia en el campus abierto.
—Espera, ¡¿entonces realmente te terminaste encontrando a Yomiuri-senpai?!
Ayase-san asintió.
—¿Por qué suenas tan sorprendido?
—El gerente me dijo que Yomiuri-senpai estaría ocupada ayudando en un campus abierto, por
lo cual tenía se había tomado el día libre. Fue ahí cuando descubrí que ambas se habían
ausentado por la misma razón.
—Ahhhh, así que es por eso…
—Entonces, ¿cómo te fue en la universidad?
—Estoy exhausta.
—¿Qué?
—Ah, espera, no. El campus abierto fue muy interesante por sí mismo. Me hizo darme cuenta
de que puedes estudiar toda clase de cosas en la universidad… Aunque llamarlo «estudiar»
podría no ser totalmente apropiado.
—Pensé que una escuela o universidad era un lugar para estudiar.
—Sí, respecto a eso… ¿Cómo explicarlo? Me di cuenta de que es más un lugar para pensar.
Y no en el sentido de que alguien te diga que pienses, sino estructurar tu propio criterio, y
expresarlo con tus propias palabras.
No podría afirmar con seguridad que comprendí inmediatamente a lo que se refería. El lugar
que al que yo llamaba «escuela» y el lugar al que Ayase-san llamaba «universidad» parecían
distintos.
—Y había una profesora muy rara.
—¿Rara en qué sentido?
—Eso es todo lo que puedo decir… Pero terminé discutiendo con ella.
Espera… ¿Ella tuvo una discusión con una persona durante su primer encuentro? Estaba
genuinamente sorprendido. Ayase-san es alguien que se revela perpetuamente contra las
injusticias del mundo y sus habitantes, pero no pensé que fuera la clase de persona que
realmente se enfrenta a alguien en una discusión verbal.
—La discusión se intensificó y terminé exhausta cuanto todo terminó.
—… Pero, fue divertido, ¿no? Le pregunté, y los ojos de Ayase-san se abrieron de par en par
en respuesta a mi pregunta.
—¿Eh? Ah, sí… Eso… Creo. ¿Lo notaste?
—Tenías una expresión muy alegre mientras decías lo muy exhausta que estabas, así que
supuse que te resultó divertido.
—… Ya veo, así que viste a través de mí — Ayase-san apartó la mirada, murmurando para sí
misma.
—¿Estás interesada en Tsukinomiya después de todo eso?
—No sé si podré ser aceptada, pero… Creo que al menos daré mi mejor esfuerzo.
Ya veo. Estoy feliz de escuchar eso. Ayase-san intentó algo nuevo y encontró a alguien que
captó su interés. Se las arregló para conocer a alguien nuevo. Bueno, no puedo decir que no
me molesta que esto ocurriera mientras yo no estaba presente, y con alguien a quien yo no
conocía.
—Entonces, A… Nii-san, ¿visitarás esa sala de autoestudio con regularidad?
—Bueno… Supongo que lo haré. Hice la promesa de ir mañana también.
—¿Promesa?
—¿Hm? Sí, la persona que me dijo sobre ella. Esa persona también estará allí mañana, así
que prometimos que comeríamos juntos de nuevo.
—Oh, ya veo. Me alegro por ti, Nii-san.
Es cierto, esto es algo bueno… Para los dos. Así como Ayase-san había tenido un encuentro
con alguien que aumentó su motivación para ir a una universidad, yo también había tenido un
encuentro en mi escuela de preparación, así que ambos hicimos nuevos conocidos. Así es
como se supone que sean las cosas… Así deberían ser.
—No podré preparar la cena de mañana— Dijo Ayase-san. Me contó sobre la sesión de
estudio que tenía prevista con algunos de sus compañeros.
—Entendido. Yo también estaré ocupado mañana, así que… Supongo que podemos comprar
comida preparada.
Mañana tengo que ir a la escuela de preparación, y después a mi trabajo. Ambos tenemos
nuestras propias actividades el día de mañana, y nuestros horarios no van a coincidir ni
siquiera un poco. Siento que nos estamos convirtiendo lentamente en una típica pareja de
hermanos de 17 años.
27 de septiembre (domingo)–Asamura Yuuta.

Se sentía como el último gran esfuerzo del verano. Debido a que el sol resplandecía
directamente sobre la tierra, las temperaturas aumentaron drásticamente y, para cuando
llegué a la escuela de preparación, la temperatura era de, al menos, 30°C. Con el fin de
escapar inmediatamente de dicho calor, entré rápidamente en el edificio en cuestión. Después
de que la puerta automática se cerró detrás de mí, separándome del calor en el exterior,
finalmente me sentí capaz de respirar. Tras respirar profundamente el aire fresco que había
en el interior, comencé a caminar.
Abrí la puerta que tenía sobre ella una placa que decía «Sala de autoestudio». A pesar de que
había llegado casi a la misma hora que ayer, la habitación estaba mucho más llena. Miré los
alrededores de la sala y avisté a Fujinami-san sentada en el mismo lugar que ayer.
Afortunadamente, el asiento contiguo a ella estaba disponible, así que aproveché la
oportunidad para tomarlo. A juzgar por lo concentrada que ella estaba, había estado
trabajando en sus libros de texto y apuntes por un rato.
Naturalmente, no le dirigí la palabra. Simplemente saqué mi material de estudio, enfocándome
en mi libro de física, asignatura que me había costado unos puntos en mis exámenes de fin de
periodo, por lo que mi calificación fue de solo 70 puntos. Sin embargo, eso no implica que no
haya entendido lo que se nos enseñó en clase, creo. Partiendo de la premisa de que todas las
preguntas eran justas, obtener un 70% era un logro, por demás, aceptable.
Para ser preciso, mi principal problema es encontrar la fórmula correcta para calcular estas
cosas. Los fenómenos físicos que nos enseñan en la preparatoria son, en su mayoría, cosas
que se pueden imaginar mientras se lee un libro, y hago todo lo posible para recordarlos antes
de que llegue la clase en cuestión. Simplemente me quedo detrás cuando se trata de realizar
los cálculos.
Ahora, bien… Hmm, calcule la velocidad de aceleración que experimenta un objeto en una
pendiente suave, ¿eh? Generalmente, y no sólo en física, el consejo más recomendable,
cuando se trata de una pregunta de examen, es primero leer la pregunta cuidadosamente. Por
ejemplo, la frase «pendiente suave» me llama especialmente la atención. En otras palabras,
se trata de una pendiente en la cual no se tiene que tener en cuenta la fricción.
La razón por la cual una caja de cartón común y corriente, al ser colocada en la cima de una
pendiente, no se desliza cuesta abajo como un bloque de hielo se debe a la fricción entre la
caja y el suelo. Sin embargo, las preguntas de física que te hacen en preparatoria no suelen
seguir un enfoque tan pragmático. Por capricho, comencé a pensar en cómo sería esto en una
universidad. Las palabras que Ayase-san me dijo ayer vinieron a mi mente.
«Y no en el sentido de que alguien te diga que pienses, sino estructurar tu propio criterio, y
expresarlo con tus propias palabras».
En otras palabras, al asistir a la universidad, uno tiene que crear su propio problema y luego
tiene que resolverlo. Por ejemplo, ¿Y si la pendiente tuviera coeficiente de fricción? ¿Y si la
pendiente ni siquiera se ubicara en el planeta Tierra? Para ser honesto, eso suena muy
divertido. Oh, sí, había algo como eso en una novela de ciencia ficción que leí. Si algo como
esto ocurriese sobre la superficie de la luna, entonces apenas y habría que considerar la
gravedad, e incluso una gota de agua se deslizaría por tu piel mucho más lento que como lo
haría en este planeta. Oh, hombre, ni siquiera puedo imaginarme cómo serían las escenas de
duchas si fueran animadas… Aceleración, sí. Volviendo a la aceleración, umm…
Escuché los sonidos de varios lápices siendo deslizados sobre hojas de papel, seguidos por el
sonido de las hojas de papel siendo volteadas. Cada vez que terminaba una pregunta y
volteaba la hoja, casi como si fuera una señal de mi éxito, alguien más también volteaba su
respectiva hoja. Era como una especie de competición. Me invadió una extraña sensación de
solidaridad, la cual me hizo sonreír.
Sin embargo, seguí resolviendo mis problemas en silencio, con Fujinami-san a mi lado. De
pronto, escuché un sonido de deslizamiento y, cuando alcé la mirada, vi que Fujinami-san se
había levantado de su asiento y estaba observándome. Sin pronunciar palabra alguna, tomó
su bolso y señaló hacia la puerta.
… ¿Eh? ¿Ya es hora? Me asusté un poco y revisé la hora en mi teléfono, el cual señalaba
que ya eran más de las 12. Estaba tan concentrado que ni siquiera me acordaba de la hora
del almuerzo. Después de salir al pasillo, Fujinami-san habló.
—Almorcemos hoy en un restaurante familiar.
—¿Un restaurante familiar?
—Conozco un lugar que no es tan caro. ¿Qué te parece?
—Ya veo.
Comer fuera de vez en cuando no debería ser un problema.
—Entonces hagamos eso.
Mientras salíamos del edificio, el calor del exterior nos embistió con toda su intensidad.
—Sí que es un día cálido.
—Bueno, el otoño llegará pronto, así que este agobiante calor sólo durará un poco más.
Mientras charlábamos sobre el clima, llegamos al restaurante familiar en cuestión. Tal y como
Fujinami-san había dicho, era un lugar que otros estudiantes frecuentaban a menudo porque
era bastante barato y asequible. Era alguna clase de cadena de comida italiana.
***
Después de abrirnos pasos a través del fresco interior del restaurante, Fujinami-san y yo nos
sentamos en una pequeña área cuadrada, cerca de la ventana, uno frente al otro. Debido a
que no podíamos perder tanto tiempo, ambos elegimos rápidamente lo que comeríamos. Yo
elegí una simple carbonara, mientras que Fujinami-san se decantó por el peroroncino.
—Me gusta comer cosas picantes con un montón de aceite de oliva.
—Generalmente disfruto la comida picante, pero… Hoy estudié mucho, así que tengo hambre.
—Después de todo, ni siquiera te diste cuenta.
—¿Cuenta de qué?
—Antes, Asamura-kun, te observé durante un rato… Y esperé a que te dieras cuenta.
¿Así fue? Pensé que el sonido de su silla moviéndose había sido lo que me devolvió a la
realidad, pero ¿podría ser que lo que sentí fue su mirada observándome?
—Pudiste haber dicho algo.
—No quería importunar a los demás estudiantes.
—Oh, sí, ¿por qué decidiste venir hoy a este restaurante familiar?
—Sentí la necesidad de hacerlo al verte. Quería hablar contigo, pero habría habido
demasiados ojos sobre nosotros en el vestíbulo. Ah, traeré agua para los dos. En este lugar
uno mismo se sirve sus bebidas.
—Entonces te acompaño.
—No, tú puedes quedarte aquí.
—Al menos déjame cargar mi propio vaso.
Lo discutimos durante un momento, pero terminamos yendo juntos. Volvimos a la mesa
acompañados de vasos de agua y toallas húmedas. Un poco después, también recibimos
nuestros alimentos. Fujinami-san tomó la iniciativa y puso un montón de acierte de oliva, que
el restaurante pone sobre la mesa como condimento, sobre su comida. Hizo lo mismo con la
pimienta negra. Con ayuda de un tenedor, tomó un poco de pasta y comenzó a comer. Parece
estar acostumbrada a esta clase de alimentos. ¿Frecuentará este lugar?
Aun así, me pregunto qué es lo que le provocó tanta curiosidad como para mirarme en la sala
de autoestudio. ¿Habré hecho algo extraño? Oh, cierto, yo también tengo que hacer todo lo
posible para que esta relación crezca.
—Dime, Fujinami-san, ¿lees libros?
—¿Leer libros? Bueno, no me desagradan.
Qué respuesta tan peculiar.
—Así que eso significa que… ¿Tampoco es que te gusten?
—Ah. Bueno, no exactamente. Me gusta leer libros, pero cuando se trata de mi propio
entretenimiento, generalmente me fijo en la relación costo-beneficio. Creo que ya lo mencioné
con anterioridad, pero no tengo tanto dinero para gastar, así que me resulta realmente difícil
enfocarme en un pasatiempo como ese.
—Ya veo…
—Por ejemplo, aquel lugar de golf. En una noche entre semana, puedo practicar tanto como
quiera por el costo de dos libros de bolsillo, así que me parece que vale mucho más la pena.
Por no mencionar que ella hará feliz a su familia si mejora en ello.
—¿Qué clase de libros lees, Asamura-kun?
—Umm… Bueno, cualquiera que despierte mi interés. Mis gustos van desde literatura popular
hasta libros extranjeros, e incluso novelas ligeras o de ciencia ficción.
—¿Novelas ligeras? Eso no es exactamente un género, ¿me equivoco?
Sonreí. Por supuesto que ella lo sabría.
—Bueno, no estás en un error. Hay novelas ligeras de ciencia ficción, de misterio, de acción,
de recuentos de la vida e incluso a veces algunas sobre deportes… No son un género por sí
mismas, supongo. Las llamaban «novelas juveniles» antes de que nosotros naciéramos.
—¿Es así?
—En este contexto, «juvenil» significa «Orientada a chicos y chicas jóvenes», creo.
En otras palabras, cualquier cosa dirigida a públicos de nuestra edad puede considerarse
«juvenil». Las novelas ligeras, en este contexto, son novelas fáciles de leer que están dirigidas
al público joven… O eso he escuchado.
—Si te gusta la ciencia ficción, ¿entonces eso significa que eres bueno con la física?
—Yo no diría eso. Para ser honesto, a veces tengo problemas con ella.
—¿En serio? Pero la asignatura en la que estabas trabajando esta mañana era física, ¿no? Al
tener en cuenta lo rápido que respondías las preguntas, me imaginé que eras realmente
bueno en ella.
Me sorprendió escuchar eso. Ella parecía haber estado observándome con atención.
—Bueno, al menos me gusta el género.
—¿Has leído alguna buena novela recientemente?
Después de pensarlo un poco, le conté sobre una novela de ciencia ficción que había leído
recientemente. Es una novela traducida ambientada en un futuro distante en donde los viajes
en el espacio son algo común. Al parecer, hasta el presidente de los Estados Unidos ha leído
esta novela.
Bueno, no es que mi percepción de ella vaya a cambiar porque alguien más la haya leído,
pero es genial ver cómo reaccionan otros países y culturas ante ella.
—La vi una vez en una librería, pero era una edición de tapa dura, así que no podía costearla.
—Sí, eso tiene sentido.
De hecho, es una novela que Yomiuri-san me recomendó. Si no hubiera sido por eso,
tampoco habría gastado mi salario para comprar una edición de tapa dura bastante cara.
—¿Hay algo que sea más fácil de comprender?
—Tal vez una fue adaptada en una película recientemente. Es un libro de bolsillo, y trata
sobre un gato que busca el verano.
—Ah, sí, la estoy leyendo. Es una novela clásica de ciencia ficción escrita en el extranjero,
¿no? Hasta yo la conozco. El gato era realmente lindo. Vi los tráilers de la película y el gato
también se veía muy lindo en ellos.
Ella dijo «lindo» dos veces. Supongo que le gustan los gatos.
—Hablando de gatos, también hay historias de gatos que fallecen.
—Sí…
A partir de ese momento, comenzamos a hablar sobre libros de gatos. Oh, sí, a Yomiuri-
senpai realmente le gusta esa novela de misterio con el gato detective. Le conté a Fujinami-
san sobre ello. Ella me preguntó si era interesante y, aunque sólo había leído la sinopsis, le
dije que parecía prometedora. Se trataba de un gato, mucho más inteligente que cualquier
otro ser humano, que ayudaba a las personas a resolver crímenes; así que, por supuesto, era
muy interesante. Pareció estar muy interesada al respecto cuando se lo mencioné.
Nuestros intereses en libros se alineaban bastante bien, y nuestros puntos de vista sobre
muchas cosas también eran extrañamente similares. Me sentía muy cómodo al hablar con
ella, como si estuviera hablando con Ayase-san. Pensando en que conocer nuevas personas
no era tan malo como lo había pensado, miré casualmente por la ventana.
… Avisté a Ayase-san. Ella estaba de pie frente a una tienda de conveniencia, intentando
evitar la luz del sol, hablando alegremente con un chico. ¿Por qué está aquí? ¿Y quién es ese
chico que está con ella? Aparté inmediatamente la mirada de la ventana. Aunque era
realmente difícil reconocerlo a la distancia, el rostro del chico lucía extrañamente familiar.
Creo que Ayase-san mencionó que tenía una sesión de estudio con algunas personas. ¿Qué
estarán haciendo allí? ¿Por qué están solos? ¿Dónde están sus demás compañeros?
—… Ahhhh.
Escuché un suspiro y alcé la mirada.
—Ah… Lo lamento, ¿sobre qué hablábamos?
—Em, no estábamos hablando sobre nada.
Argh… Qué incómodo. No puedo decirle que me distraje al ver a Ayase-san al otro lado de la
ventana.
—Ya veo, bueno… Em…
—No tienes que obligarte a encontrar un tema del cuál hablar. Bueno, en realidad estaba
curiosa al respecto. Quiero decir, mencioné la sala de autoestudio en el lugar del golf; Pero,
ayer, cuando entraste a la sala, me disté la impresión de… —Ella titubeó por un instante,
haciendo una expresión de incertidumbre— Que estabas huyendo de algo.
… ¿Huyendo? Cuando ella dijo eso, se me apretó el pecho.
—¿Te di esa impresión?
—Sí— Dijo Fujinami-san, y pareció que la mirada en sus ojos cambió.
Sus ojos cafés oscuro parecían mirar directamente dentro de mi alma. Se sentía como si me
estuvieran haciendo una resonancia magnética.
—Tu expresión en ese momento me pareció bastante familiar, así que no pude evitar sentir
curiosidad. Debido a que realmente estabas estudiando en esa habitación, me di cuenta de
que eras una persona diligente. Así que, si no estabas intentando ligar conmigo, me imaginé
que estabas intentando huir de algo, o de alguien.
—Quizá…
Personalmente, no tenía la intención de hacerlo; pero, después de que ella dijo todo eso, me
vi incapaz de negarlo. Estaba dando un paso adelante, buscando crear nuevas relaciones y
vínculos… o al menos eso es lo que me decía a mí mismo, pero quizá sólo estaba dándole la
espalda a la realidad y huyendo de ella. Si era el caso, entonces debo haber sido
excepcionalmente grosero. Después de todo, utilicé a Fujinami-san como un medio para huir.
—Lo lamento.
—No hay necesidad de disculparse. Ni siquiera has hecho algo malo. Por no mencionar que
entiendo cómo te sientes.
Me pregunto a qué se refiere con eso.
—Tengo experiencia en buscar a otras personas en un intento de huir de la realidad… Ah, lo
lamento, ¿puedo ordenar algo de pudín? El pudín de este lugar es muy delicioso— Dijo
mientras levantaba la tableta para hacer un pedido.
—Esto es lo único que me hace seguir adelante. El pequeño lujo que puedo permitirme con mi
pequeño salario. Hasta el punto en donde estaría dispuesta a comerme un bentō a diario. Sin
embargo, teniendo en cuenta el agotamiento por el trabajo, dormir lo suficiente también es
importante. Si digo que comeré fuera, entonces será una carga menos.
Una carga menos… ¿Para quién? Estaba a punto de preguntarle, pero recordé algo. Justo
ayer, cuando le pregunté si le gustaba practicar golf, ella dijo que quería ir a un campo de golf
con su familia. Sin embargo, los llamó «esas personas». Lo recordé muy claramente porque
me pareció inquietante.
Esa forma de expresarse sonaba terriblemente fría, probablemente indicando que no es muy
cercana a sus padres, pero tampoco le desagradan del todo. Es más como si… Ella se
sintiera reservada al respecto. Cuando consideré eso, me di cuenta de que podría ser similar
a como me sentía yo respecto a Akiko-san. Quizá «esas personas» se obligarían a preparar
un bentō para ella, tal y como Akiko-san quería obligarse a asistir a las reuniones entre padres
y maestros de Ayase-san y yo. Así que ella no quiere que sus padres lo hagan, pero tampoco
puede permitirse preparar un bentō para ella.
Es por eso que ella les dice que comerá fuera, y es por eso que ella es cliente frecuente de
cadenas de restaurantes como esta. De inmediato, tomó un poco del pudín que había pedido
y lo llevó a su boca mientras entrecerraba los ojos como un gato feliz. En ese momento, la alta
Fujinami-san pareció un gatito.
—Mmm, el sabor de la felicidad~ Todo por la mitad de una moneda de 500 yenes.
Al saber lo importante que la relación costo-beneficio era para ella, estas palabras parecían
muy propias de ella. Después de que terminó de comer el pudín, arregló su postura
abruptamente.
—Entonces, regresando a nuestro tema anterior… Aquello de lo que estabas huyendo, ¿es
posible que estuviera relacionado al amor? Ella me preguntó con la mirada fija, no podía
andar con rodeos.
—¿Cómo lo su…?
—¿Cómo lo supe? Simplemente lo supuse debido a que optaste por una chica como medio
de escape. Sucede muy a menudo, ¿no? Debido a que tu amor no funcionó, buscabas
desesperadamente uno nuevo para distraerte.
—¿No es básicamente eso lo mismo que flirtear?
—Lo es si lo haces a propósito; sin embargo, no hay muchas personas conscientes de que
están intentando huir de algo. Sólo son conscientes de que están evadiendo a algo o a
alguien, lo cual sólo les causa más angustia. Bueno, si sigues pensando de esta manera, sin
duda terminarás siendo consciente de ello, estoy segura— Ella sonrió, lo cual me impactó
mucho más fuerte que si ella simplemente me hubiera culpado.
—Después de todo, no soy esa clase de persona.
Siempre pensé que Ayase-san era terriblemente seca con los demás, pero Fujinami-san la
superaba con creces. Siempre me sentí identificado con lo fría que Ayase-san podía llegar a
ser. No es que ella no tenga ninguna expectative en la otra persona, sino que, más bien,
mantiene una actitud en donde no tiene expectativa alguna en el sexo opuesto. Le disgusta
dar explicaciones y también que se las den, y jamás ha intentado llegar a un común acuerdo
con nadie. Durante nuestra primera reunión, Ayase-san dijo estas cosas para que yo revelara
mi verdadera personalidad, y yo las refuté. Cuando vi que simplemente sonreía en lugar de
enfadarse, supe de inmediato que ella era alguien igual a mí. Pero la sonrisa que Fujinami-san
está haciendo en este momento es diferente. Me está condenando.
—… Sabes, me enamoré de la única persona por la cual no debería desarrollar sentimientos.
—Es algo común.
—Y eso me apuñaló justo donde duele.
—Parecías querer que te apuñalara, así que eso hice.
Me toqué las mejillas inconscientemente… ¿En serio? Ah, eso parece. Después de todo,
Fujinami-san está condenándome. Su expresión asemeja a la de un doctor listo para clavar su
escalpelo en el paciente. «Aquí está el problema, voy a removerlo» … O algo así. Quiero
decir, sólo he visto el rostro de un doctor durante una cirugía en dramas de televisión y demás
programas; Pero, si se tratase de un doctor profesional que no comete errores, entonces
tendría una expresión fría y racional como esta, estoy seguro.
—Si priorizara mis egoístas sentimientos por sobre lo demás, entonces heriría a mi familia. En
serio tengo que olvidarme de estos sentimientos, pero eso no parece estar funcionando, sin
importar lo que haga.
—Ya veo, sin duda es algo serio.
Sólo pude esbozar una sonrisa irónica. Supongo que sí es algo muy serio. Fujinami-san se
cruzó de brazos, inspeccionándome de cerca mientras decía «Hmmm».
—¿Tienes tiempo libre después de tus clases de hoy?
—Tengo que ir a trabajar.
—Entonces reunámonos después de eso.
—No me desagrada la idea, pero… ¿Puedo preguntar el motivo?
—Sólo nos divertiremos un poco, ¿okay? No te arrepentirás.
Con toda honestidad, debido a que había salido recientemente con Yomiuri-senpai… De
hecho, no me disgustaba la idea. Dudé, pensando en rechazar la invitación, pero entonces
recordé la imagen de Ayase-san y su compañero mientras hablaban. Tristes y confusos
sentimientos ascendieron desde el fondo de mi pecho hasta mi garganta, dejándome incapaz
de responder.
—Si necesitas una excusa, entonces simplemente puedes utilizarme como un medio para huir
de la realidad. ¿Qué te parece?
—… Ahora no tengo motivo alguno por el cual negarme.
—Perfecto. Entonces está decidido.
Intercambiamos contactos en LINE y regresamos a la escuela de preparación.
***
Para cuando mi turno terminó, ya eran las 9:00 p.m. Aun así, las calles de Shibuya estaban
tan abarrotadas como de costumbre. Las sombras de los transeúntes bailaban en la noche,
iluminadas por las luces en las calles. Fujinami-san y yo prometimos encontrarnos… No en la
famosa estatura de Hachiko, sino justo en frente de la librería en la que yo trabajaba, justo
después de la intersección que está cerca de la estatua.
—Lamento la demora— Dije.
Aunque, debido a que ya habíamos acordado la ubicación y la hora, no creo haberla hecho
esperar demasiado.
—Acabo de llegar — Respondió Fujinami-san.
—Entonces, ¿a dónde vamos?
—No hay necesidad de apresurarse. La noche aún es joven.
—No planeo pasar aquí toda la noche, ¿okay? Dije con un tono serio.
Fujinami-san dejó escapar una pequeña risa, lo que me decía que ella sólo estaba
bromeando.
—¿Entonces trabajar aquí a tiempo parcial, Asamura-kun?
—Ah, sí. Tú vienes regularmente a este lugar, ¿no?
—Sí. Pudiste haberlo mencionado.
No era mi intención ocultarlo, pero no éramos lo suficientemente cercanos como para
decírselo.
—Suelo venir antes del trabajo, justo después de que abren la tienda.
—Ahh, es por eso que jamás te he visto a pesar de que eres una clienta frecuente.
Eso tiene total sentido. Después de todo, ella siempre venía cuando yo me encontraba en la
escuela.
—Entonces, ¿qué tal si caminamos un poco? No te llevaré a ningún lugar peligroso, así que
no tienes que ser tan precavido.
—Te lo agradezco. No confío tanto en mi fortaleza física.
—Aprecio tu honestidad— Dijo Fujinami-san y comenzó a caminar frente a mí.
Partiendo desde el centro de la ciudad, llegamos a la estación de tren. Y, entonces, comenzó
el recorrido nocturno de Fujinami Maho por Shibuya.
—Para un chico de preparatoria tan sano e íntegro como Asamura-kun, algo como el karaoke
es probablemente algo bastante común, ¿no?
¿Así que ir al karaoke se puede considerar algo íntegro? Si es el caso, ¿entonces a dónde
van todos esos delincuentes de preparatoria durante sus tiempos libres?
—Mmm, no soy realmente asiduo a los karaokes.
Generalmente voy con Maru una vez cada tres meses. El motivo detrás de ello es porque
Maru quiere practicar todas las canciones de los animes que se emiten cada trimestre. Él
memoriza las letras en sus tiempos libres y luego me hacía escucharlo para calificar qué tan
bien suena. De hecho, Maru es bastante bueno al cantar. Por no mencionar que tiene el
volumen para respaldarlo. Supongo que está acostumbrado a gritar de vez en cuando durante
sus partidos de béisbol.
—Eres todo un estudiante de honor. Entonces, ¿qué te parece aquel lugar? ¿Has ido alguna
vez?
Miré al otro lado de la calle, justo hacia un edificio negro que estaba iluminado con luces
brillantes.
—¿Un boliche?
—No solo eso. Es un centro de atracciones, supongo. Boliche, billar, karaoke, tenis de mesa,
e incluso un centro de juegos.
Nos dirigimos hacia allá, y resultó ser un edificio por el que había pasado muchas veces, pero
al que nunca había entrado.
—Es enorme.
—Y perfectamente seguro. Por seguro, hace mucho tiempo, el boliche y el billar eran
considerados placeres para adultos. La época dorada del boliche fue durante los setenta,
mientras que la de los billares fue durante los ochenta.
—Espera un momento.
Me vi forzado a reorganizar mis pensamientos.
—Ambas cosas ocurrieron hace casi medio siglo. Las personas que jugaban durante esas
épocas son incluso mayores que mi viejo.
—Es muy probable. Yo nací en el siglo XXI, así que estas personas son de la generación de
mis abuelos; sin embargo, este lugar es nuevo y, debido a que está cerca de la estación, es
fácil de recordar. Incluso está abierto hasta que sale el primer tren de la mañana siguiente, así
que puedes pasar aquí la noche si pierdes el último tren.
¿Eso significa que ella ha tenido que recurrir a eso?
—Lo tendré en cuenta.
Aunque eso realmente no importa en mi caso, pues puedo llegar a mi casa tanto a pie como
en bicicleta. Después de eso, regresamos a la estación de tren, dirigiéndonos al Shibuya
Hikarie. Eran las 9:27 p.m. Los restaurantes con tren de sushi y las tiendas de curry estaban
ganando tanto dinero como de costumbre, pues estaban llenos de clientes. Una vez cené en
este lugar de camino a casa antes de que mi viejo se volviera a casar y la familia Ayase se
mudara con nosotros.
En ese contexto, puede que parezca que estoy familiarizado con el lugar, pero Fujinami-san
me contó sobre toda clase de establecimientos que nunca antes había visitado.
—Asamura-kun, eres un estudiante de preparatoria, así que lo más que puedo hacer es
mostrarte el exterior de los bares y los clubes…
—¿No tenemos la misma edad, Fujinami-san?
—Puede que sí, pero la experiencia que hemos acumulado es completamente distinta,
Asamura-kun.
Ella sonaba como la protagonista de una historia que había pasado por muchas vidas. Nunca
habría imaginado que escucharía esa frase en la vida real.
—Algo así.
Mientras caminábamos alrededor de la estación de tren (básicamente yendo de la puerta Este
a la puerta Sur), Fujinami-san no caminó por la calle Tamagawa, sino que se metió a un
callejón.
—Cuando uno vive en Shibuya, suele olvidar el silencio que la noche trae consigo. En las
zonas rurales, hasta los distritos de entretenimiento se quedan a oscuras una vez que llegan
las 7:00 p.m.
—¿Alguna vez has ido a esos lugares?
—De vez en cuando me gusta visitar lugares en donde nadie me conoce, me entiendes, ¿no?
No entiendo a qué se refiere. Si me preguntaras si alguna vez he hecho algo como eso, lo
más cercano a eso que alguna vez haya hecho es patear latas vacías en un parque público
por la noche. Sin embargo, sentí culpa y terminé botando las latas en un pequeño contenedor
junto a la máquina expendedora.
—Tú no estabas haciendo nada malo, así que pienso que deberías tener más confianza en ti
mismo.
—Tal vez simplemente no tengo agallas.
—Incluso si tuvieras las agallas para hacer algo inmoral o cometer un crimen, esa clase de
agallas no te servirían en la vida. Ah, justo ahí. Debido a que te gustan los libros, lo mejor
sería que recuerdes este lugar— Dijo Fujinami-san, de pie frente a un edificio promedio de
tres pisos.
—¿Qué es este lugar?
—Una biblioteca.
—¿Eh?
—O así lo llaman, pero este es un lugar en donde también puedes beber alcohol. Es un lugar
que te permite leer libros mientras disfrutas de algunas bebidas, así que es popular tanto entre
los lectores como entre los bebedores. Te recomiendo que visites este lugar una vez que te
gradúes y te conviertas en un adulto.
—… Odio tener que preguntarlo de nuevo, pero eres menor de edad, ¿cierto, Fujinami-san?
—Por supuesto. Sólo sé sobre el lugar, eso es todo.
Aun así, ella conoce demasiados lugares como este a pesar de ser menor de edad; Sin
embargo, sin importar qué lugar que mostrara, nunca intentó entrar. Por supuesto, esto fue un
alivio para mí (porque parecían terriblemente caros y no creía ser capaz de poder costearlos
con mi salario). Simplemente caminamos por las calles del distrito de entretenimiento mientras
ella dibujaba un mapa mental para mí.
Seguimos paseando por Shibuya durante la noche. Debido a que ella dijo que nos
divertiríamos, me imaginé que ella tenía un lugar concreto en mente, pero nos limitamos a
observar toda clase de establecimientos, sin detenernos ni una sola vez. Sin embargo, el
mero hecho de pasear por Shibuya, mirando a las distintas personas con las que uno se
cruzaba, era bastante divertido. Y me di cuenta de que la ciudad tenía para ofrecer mucho
más de lo que yo había pensado. Durante este tiempo, se sintió como si fuéramos peces
nadando por el vasto océano.
***
Los distritos de entretenimiento con fenómenos comunes en ciudades grades, pero eso no los
convierte en zonas especialmente seguras. Sólo caminar por la calle me ponía nervioso de
vez en cuando. Fujinami-san siguió caminando descuidadamente hacia adelante, a pesar de
la posibilidad de que ocurriera algo cada vez que nos adentrábamos en un pequeño callejón.
Esto también ocurría en la calle principal.
Junto a una esquina, avisté a una chica de mi edad colgada del brazo de un hombre que bien
podría ser mi viejo. Me imagino que era menor de edad, pero su rostro estaba rojo por el
alcohol, y ella pedía más con una voz temblorosa. Otro asalariado con la corbata aflojada
yacía en el suelo como un árbol caído, profundamente dormido, y había otra mujer vomitando
bajo una lámpara.
—Todos están perdidos por la noche, ¿cierto? Y, sin embargo, andan por el día usando una
máscara de seriedad— Comentó.
—Bueno, supongo que es cierto. Hasta mi viejo venía borracho a casa de vez en cuando.
Ahora que ella lo menciona, la razón por la cual mi viejo conoció a Akiko-san en primer lugar
fue debido a que su jefe lo arrastró al bar en donde ella trabaja, terminando borracho en el
proceso.
—Cuando uno camina por los callejones de Shibuya, Fujinami-san continuó— El mundo
parece estar repleto de personas malas y perdidas; Sin embargo, a veces pienso en lo que se
considera bueno o malo.
—Bueno, tener un sugar daddy es un algo cuestionable.
Por supuesto, eso tampoco significa que acepte tener una sugar mommy.
—Tienes que entender que hay personas que sólo pueden vivir de esta manera. Incluso yo,
cuando estaba en secundaria… Ella miró hacia una chica que estaba entrando a un callejón
oscuro.
—Yo estaba en medio de todas estas malas personas. Sin embargo, ahora me estoy tomando
las cosas en serio, trabajando por las mañanas y asistiendo a una escuela a tiempo parcial
durante las tardes.
—… Em. No pude evitar ladear mi cabeza en confusión.
Así que, básicamente, lo que ella quería mostrarme no eran los atractivos nocturnos de
Shibuya, ¿sino las personas que viven bajo las coloridas luces en las calles?
—Ellos están conscientes de que no son normales, de que no son aceptables ante los ojos de
la sociedad. Sin embargo, todas las personas, sin importar desde qué perspectiva las mires,
están moldeadas por el entorno en el que han sido arrojadas, así que no hay un bien o mal
absoluto…
Finalmente entendí lo que ella estaba intentando decirme. Sin embargo, la parte que todavía
me tenía confundido era…
—¿Por qué estás contándome esto?
—Verte me hace sentir como si estuviera viendo a mi yo del pasado, y eso me molesta.
—¿Me veo como tu yo del pasado?
—Esa clase de personas— Dijo mientras señalaba a un cierto grupo de personas.
Un grupo de hombres borrachos se tambaleaba por la calle con las caras enrojecidas. Un
joven que vestía un happi estaba intentando promocionar el establecimiento detrás de él y,
más al fondo, había una mujer con escote abierto que estaba repartiendo folletos.
—Tú… Fuiste criado de tal manera en que no tienes expectativa alguna en las mujeres,
¿cierto?
Tragué saliva.
—Mantienes una apariencia seria y sobria. Este podría ser tu punto fuerte, pero, teniendo en
cuenta la razón por la que fuiste criado así, también es una debilidad.
—Debilidad…
—Te lo pregunté antes, ¿no? ¿Qué pensarías sobre una chica que asiste a una escuela de
tiempo parcial durante el día y luego va a un centro recreativo por las noches?
—Sí, lo recuerdo.
—En aquel entonces, simplemente lo aceptaste sin juzgarme. Eso es algo muy admirable,
pues demuestra que puedes tener un punto de vista muy objetivo; Sin embargo, si tuviera que
adivinar la razón por la cual adquiriste esta clase de perspectiva… Fujinami-san dejó escapar
un suspiro e hizo una pausa como si estuviera intentando buscar las palabras correctas.
Ella miró hacia la calle, sin darme la mirada, mientras continuaba hablando.
—Es porque creciste sin ninguna expectativa en las mujeres.
Estas personas me hicieron recordar algunos momentos de cuando era un niño. El sonido de
un álbum que había dejado de escuchar, y el rostro de mi madre, quien nunca sonreía.
Fujinami-san me explicó que la razón por la cual había adquirido esta personalidad tan seria
es porque había sido forzado a ver a una persona inútil. En este caso, una mujer. Y también
dijo que ella entendía cómo me sentía debido a que ella antes había pasado por lo mismo.
—Aunque, en mi caso, no era un problema específico con hombres o mujeres, sino con los
humanos en general.
Después de eso, comenzó a contarme sobre su pasado sin siquiera detenerse a pensarlo.
Sucedió cuando ella estaba en secundaria. Ella perdió a sus padres al mismo tiempo debido a
un accidente. Aunque ella merecía el apoyo y la empatía de las personas a su alrededor, ellas
no le mostraron más que palabras y miradas frías. Aparentemente, el matrimonio de sus
padres fue en contra de los deseos de todos sus familiares; así que, cuando ocurrió el funeral,
todo lo que Fujinami-san escuchó no fue tristeza o dolor, sino el menosprecio de todas esas
personas, quienes decían que sus padres se merecían el final que tuvieron.
Y, todavía peor, la tía que la acogió nunca le demostró ni un poco de amor. Ella siempre habló
duramente sobre los padres de Fujinami-san. Por supuesto, no directamente, pero al parecer
sí mediante indirectas.
—Qué cruel…
—Bueno, si tú experimentaras eso, terminarías yendo por el mal camino, ¿no?
No pude hacer más que permanecer callado y asentir.
—Bueno, es obvio que sí; Sin embargo, lo que yo sentía hacia mi tía no era ira, sino
resignación, pues sabía que esa situación era algo que yo no podía evitar.
Aparentemente, ese fue el momento en que dejó de tener cualquier expectativa en los demás.
A partir de ese entonces, ella comenzó a huir de casa, o a llegar de madrugada, como forma
de protesta y rebeldía contra su tía, viviendo una vida desolada. Debido a estas razones
mentales, su condición física nunca mejoró y ella terminó faltando mucho a la escuela.
Yo entendía su punto. No es que mi pasado fuera tan trágico como el de ella, pero yo nunca
recibí nada de mi madre biológica. Así que, mientras caminaba junto a Fujinami-san, le conté
sobre mi pasado. Aunque mis palabras fueron claramente eclipsadas por su monólogo
anterior.
Mientras conversábamos, terminamos dándole la vuelta completa a Shibuya, llegando a
Dōgenzaka. No debía faltar mucho para que la fecha cambiara. Con ambas manos en sus
bolsillos, Fujinami-san alzó la mirada al cielo. Debido a que ella era más alta que yo, muchas
personas que pasaban por ahí volteaban a verla, mostrando miradas de admiración y
sorpresa. Algunas personas incluso me miraban con desconfianza. Discúlpenme. Yo no soy
quien la ha traído aquí, simplemente estoy siguiéndola.
—Ahh, es tan frustrante.
—¿Qué cosa?
—Se supone que hoy habría una luna de cosecha.
También alcé la mirada al cielo, viendo la resplandeciente luna entre las delgadas nubes. Ya
veo. Hay luna llena esta noche. También había una brillante luna como esta aquel día en que
caminé de regreso a casa desde Shibuya en compañía de Ayase-san.
—De ahora en adelante, la luna saldrá aún más alta.
—¿En serio?
—Durante el verano, el sol sale por lo alto, mientras que la luna tiene una órbita baja. Es decir,
la luna llena. Durante el invierno, ocurre lo contrario y la luna sale por lo alto. Durante estas
fechas, luna todavía sale por lo bajo, pero gradualmente empieza a ascender.
—No podía esperar menos de alguien a quien le gusta la física.
—En todo caso, preferiría decir que sé sobre astronomía. Me gusta.
Fujinami-san dejó de mirar al cielo y bajó la mirada directo hacia mí. Realmente no sé por qué
se preocupa tanto por mí.
—Dices que no tienes ninguna expectativa en las mujeres, pero es probable que sea una
mentira.
—Ese no es…
—¿El caso? Yo solía pensar lo mismo — Fujinami-san adivinó lo que yo iba a decir y continuó
— Si no fuera porque mi abuela me lo señaló, nunca me he habría dado cuenta de que estaba
intentando mentirme a mí misma. Que me estaba engañando a mí misma.
—Abuela….
—Mi familia actual. Alguien distinta a mi tía. Fui adoptada.
Mientras ella andaba por ahí a altas horas de la noche, la gerenta de un burdel ilegal la
encontró. Esa persona era hábil para cuidar a los demás y, al parecer, protegió a la chica que
había caído en la desgracia de verse envuelta en cualquier acto criminal. Ella fue incapaz de
dejar sola a Fujinami-san después de escuchar sobre su complicado entorno familiar.
Después de discutir las cosas con la familia de Fujinami-san, incluida su tía, así como con un
especialista, Fujinami-san fue adoptada por esa persona. Así que, el primer día en que
comenzaron a vivir juntas, esa mujer le dijo a Fujinami-san las siguientes palabras.
—«Sabes, probablemente deberías llegar a un común entendimiento de tu propio corazón» —
dijo.
—¿Común entendimiento?
—Compromiso, o ajuste. Básicamente, no ignorar mis sentimientos. Que no tengo ninguna
expectativa en mi madre, que no estoy furiosa, que esto realmente no se podía evitar…
¿Realmente estaba bien así? Eso es lo que me preguntó — ¿La razón por la cual se apoyó
contra la lámpara de la calle mientras decía esto es porque ella no puede estar de pie sin
ningún apoyo?
Quizá simplemente estaba pensándolo demasiado.
—«¿Y si realmente querías tener expectativas en alguien, pero tus expectativas ya habían
sido traicionadas con anterioridad? Tienes que estar molesta, ¿cierto?» Eso es lo que ella me
dijo, pero yo no estuve de acuerdo, diciéndole que ese no era el caso.
—Y… ¿Entonces?
—Ella me preguntó por qué estaba comportándome como una delincuente. Ese fue mi punto
de quiebre. Comencé a llorar. Lloré toda la noche.
En ese momento exacto, las luces se apagaron. Debieron haberse quedado sin energía. Sin
embargo, en ese mismo momento, las nubes sobre nuestras cabezas de disiparon, revelando
la resplandeciente luna directamente sobre nosotros. Se trataba de una hermosa luna de
cosecha.
—¿Estás intentando enterrar tus sentimientos, esperando a que algún día desaparezcan,
Asamura-kun?
Mi voz no salía. Las brillantes luces artificiales de Shibuya iluminaban la zona; Su sonrisa,
muy seguramente, era iluminada por el escaparate que estaba frente a ella, pero aun así se
sentía como si la resplandeciente luna sobre nosotros fuera quien creaba la luz.
—Quiero decir… No puedo revelar mis sentimientos… Sin importar qué.
—Sería genial que los sentimientos desaparecieran después de reprimirlos el tiempo
suficiente. Mis padres fallecieron… Hace ya cinco años. Esa tarde, por primera vez, me di
cuenta de que estos sentimientos, que deberían haber desaparecido hace tiempo, todavía me
atormentaban.
—¿Cinco años?
—Los sentimientos no desaparecen. Ese fue el detonante y, esa persona que me adoptó me
liberó de mi tía. Mi inestable condición física despareció como si nunca hubiera existido. Me di
cuenta de que nunca había perdonado a mi tía y a mis familiares, y de que seguía
obsesionada con eso.
Las nubes volvieron a cubrir la nube, y sólo las luces de los edificios a nuestro alrededor
iluminaban el rostro de Fujinami-san.
—Todavía creo que tu habilidad para ver a los demás con total objetividad es tu punto fuerte,
y que es algo poco común en las personas; Sin embargo, mirar a una persona sin matices es
distinto a no tener expectativas en ella. Después de todo, somos humanos. No podemos evitar
ilusionarnos.
No importa cuánto supliques, las cicatrices no desaparecerán si no puedes recibir lo que
realmente deseas en el fondo de tu corazón. Después de todo, somos humanos, ¿eh?
Recordé la conversación que tuve con Ayase-san el día en que nos conocimos. Algo que me
dijo cuando estábamos solos.
«No tendré grandes expectativas de ti, así que quiero que hagas lo mismo conmigo».
Recordé la frase de Ayase-san. Ella me dijo esto debido a que comenzaríamos a vivir juntos a
partir de ese entonces, y me sentí aliviado de oírlo. Fue porque yo pensé que ambos éramos
iguales. Si se le mira con objetividad, estas palabras eran tan agresivas que casi nadie se
atrevería a decirlas en el primer encuentro. Eran palabras que incluso podrían provocar ira,
pero, aun así, ella me mostró sus verdaderas intenciones. Ella buscaba una confrontación
directa… Quizá no lo noté.
¿Ella realmente no tenía ninguna expectativa? Yo podía hacerme la misma pregunta. Yo sólo
veía esto como que mi viejo se casaría de nuevo. O tal vez intenté verlo de esa manera, pero
¿realmente no esperaba nada en absoluto?
—Escucha, Asamura-kun. Si realmente actuaras de manera seria y sobria, no estarías
repitiéndote una y otra vez «No tengo ninguna expectativa en las mujeres». En el momento en
que comienzas a hacerlo, dejas de actuar de manera sobria. Te vuelves consciente de ello, y
eso te afecta más.
No pude decir nada. No se me ocurría nada para refutar lo que Fujinami-san me estaba
diciendo.
—Me disculpo por hablar de algo tan sombrío. Simplemente me sentí así mientras te
observaba. Que renunciaste a tus propios sentimientos, que dejaste de priorizarte a ti mismo,
y que simplemente esperabas lo mejor de los demás. Esa es la clase de persona que eres,
¿cierto? La clase de persona que tropieza inmediatamente cuando el sentido común y la ética
están involucrados.
—Me parece cuestionable que un ser humano no tenga sentido común.
—Eso es exactamente a lo que me refiero. No tienes remedio — Fujinami-san suspiró.
Y luego siguió explicando. No tener expectativa alguna en los demás. Incluso si te repites que
esta es la regla, y sigues engañándote, todavía seguirás esperando algunas cosas y te
enojarás si esas expectativas no se cumplen, recibiendo daño constantemente debido a eso
sin siquiera estar consciente.
—Básicamente, es más como «Tú tienes la culpa por haberme ilusionado», ¿cierto?
—Pero enojarse con alguien porque no cumple con las expectativas que tú impones sobre esa
persona es algo muy egoísta.
—Es egoísta, pero también lo son los sentimientos de las personas. Es por eso que no creo
que deberías mentirte. Una mentira no puede continuar para siempre— Después de decir
estas palabras, se despidió de mí con un gesto y se marchó.
La vi alejándose a la distancia bajo la difusa luz de las lámparas. No pude refutarla. Respondí
con mi silencio. Aunque ya había pasado la media noche, el ruido y los sonidos de Shibuya no
habían desaparecido. Eran interminables… Imperturbables, mientras que yo sólo podía estar
de pie en ese momento. Aunque se sentía como si la luna en el cielo estuviera sonriéndome.
27 de septiembre (domingo)–Ayase Saki.

—¡Sakiii! ¡Por aquí~!


Caminé a través de la taquilla con dirección hacia Maaya mientras ella me saludaba con su
mano. Ella estaba rodeada por unos cuantos compañeros nuestros. Puede que haya sido la
última en llegar, así que me apresuré un poco. Mientras caminaba hacia allá, conté el número
de personas. Dos chicos y tres chicas, contando a Maaya. Si me cuentas a mí, somos seis
personas en total. Supongo que realmente soy la última.
—Lo lamento, ¿los hice esperar demasiado?
—¡En absoluto! ¡Aún falta un poco de tiempo para que llegue la hora que acordamos! Dijo
Maaya con una sonrisa, pero no estaba segura de poder creerle por completo.
La sesión de estudio de hoy será en casa de Maaya. Al parecer, vive en un departamento
cerca de aquí, pero rara vez recibe gente en su casa. Sus hermanos menores siempre están
cerca y ella tiene que cuidarlos. Incluso si invitara a un amigo, ella aún estaría obligada a
cuidar de ellos. Dicho eso, sus padres se han llevado a sus hermanos el día de hoy, así que
ella puede usar la sala de estar a su gusto, por lo cual la ofreció para llevar a cabo la sesión
de estudio. Después de alejarnos de la estación de tren y caminar un poco, llegamos
rápidamente el edificio en donde estaba el departamento en el que Maaya vivía.
—¡Vaya, es enorme!
—¡Qué lugar tan grande!
—¡Hice lo mejor que pude con él!
—No es que hayas tenido ninguna influencia en eso, Maaya.
—¡Oye, Saki! ¡No saquemos eso a relucir! El tono de Maaya hizo que todos rieran.
Supongo que no tengo esta clase de habilidad. Pero recordé lo que Kudou-sensei dijo durante
la cátedra de ayer. Hay seis personas aquí el día de hoy, dos de ellas son chicos, y uno de
ellos es Shinjou-kun, quien organizó esta sesión de estudio en primer lugar. Por ahora,
comencé a planear conocerlos.
Después de pasar por la entrada, nos dirigimos hacia el elevador. A pesar de que el edificio
era tan enorme, los elevadores parecían ser extrañamente angostos, por lo que parecía que
apenas y cabríamos los seis ahí dentro. Debido a esto, los dos chicos terminaron tomando el
elevador después de nosotras. Después de que el elevador se detuvo, la puerta automática se
abrió y salimos de él. Debajo de la placa con el número de departamento, había una placa de
madera que tenía escrita la palabra «BIENVENIDO» con una fuente muy linda.
Probablemente se debía a un exceso de precaución, pero no pude ver el apellido de la familia
escrito por ningún lado. Maaya abrió la puerta y todos entramos. La sala de estar media unos
16m2 y todos se emocionaron al verla.
—¡Es taaaaaan grande!
—Sí, tenemos espacio más que suficiente para nuestra sesión de estudio.
—Qué linda~
—Siéntanse libres de sentarse donde quieran~ Nos instó Maaya, así que todos tomaron
asiento alrededor de la mesa.
En cuanto a Maaya, ella se dirigió hacia la cocina. Me di cuenta de lo que planeaba hacer, así
que solté mi bolso y la seguí.
—¿Eh? Saki, el baño no está por aquí, ¿sabes?
—Tonta. Vamos, dame un poco de eso.
Robé tres botellas de litro con té que Maaya había intentado cargar sola y me dirigí hacia la
sala de estar.
—¡Todos, vayan y tomen una! Saki-chan, mil gracias~ Quien alzó la voz fue una chica a quien
Maaya siempre llamaba «Yumicchi».
Shinjou-kun también se levantó de inmediato para ayudar. Los vasos y posavasos ya habían
sido colocados con anterioridad.
—¡Quienes estén preocupados por las gotas que se escurran de los vasos pueden usar
servilletas~!
—Maaya, está bien, siéntate. Nos harás sentir ansiosos si sigues actuando así.
—Saki es tan linda~ Toma, aquí hay algunos bocadillos que no te ensuciarán las manos.
—… Estamos aquí para estudiar, ¿cierto?
—Por supuesto… Pero los dulces son esenciales.
—Parece que mi concepción de una sesión de estudio es distinta a la de Maaya…
Todos rieron. Aunque tengo que decir que esto no es algo para reírse. Yo la conozco, y ella lo
dice en serio. A este ritmo, esto terminará convirtiéndose en una fiesta del té. Bueno, teniendo
en cuenta la meta que tengo en mente, eso tampoco debería ser un gran problema… Espera,
no.
—Entonces, ¿cómo llevaremos a cabo esta sesión de estudio? Preguntó Maaya.
—¿Hay alguna asignatura en la que quisieras enfocarte? Pregunté.
—Cualquiera me viene bien~
—Como era de esperar de Narasaka-san. Tiene las mejores calificaciones en todas las
asignaturas.
—Los estudiantes de honor son realmente diferentes~
—Jejeje, pueden adularme un poco más~ Fuera de bromas, ¿qué tal si trabajamos en las
asignaturas en las que peor nos va?
—¿La asignatura en la que peor nos va?
—En el caso de Yumicchi, entonces sería japonés, ¿cierto?
Yumicchi se veía linda mientras hacía pucheros.
—Es simple~ Con estos números, seguro hay alguien bueno en cada asignatura. De esa
manera, podemos enseñarnos mutuamente si uno de nosotros es malo en algo.
Ahh, ya veo. Eso tiene sentido. Si nos enfocamos en la diferencia entre las asignaturas entre
las que nos va bien y nos va mal, el tema cambia de «No sé si esto está bien o mal» a «No sé
si esta es la forma correcta de encontrar la solución». Aunque no sepas la respuesta, si se
trata de una asignatura en la que eres bueno, o bien sabes qué buscar, o tienes una idea de
cómo hacerlo.
Sin embargo, si se trata de una asignatura en la que te va mal, no puedes consultar el
diccionario, no puedes utilizar libros de ejercicios como referencia, y tampoco puedes buscarlo
en línea. Si este fuera el caso, ¿qué deberías hacer? Si alguien me hubiera hecho esta
pregunta hace unos meses, probablemente no habría sido capaz de responder; Sin embargo,
ahora lo tengo muy claro. Tienes que confiar en los demás. Si te apoyas en los hombros de
alguien más, puedes llegar a ver incluso más lejos. Enseñarle a los demás para mejorar en las
asignaturas en las que te va mal es una idea completamente nueva para mí.
En cuanto a Asamura-kun… quiero decir, Nii-san, él me enseñaba de vez en cuando. Yo
mostraba mis debilidades y pedía la respuesta. Al mismo tiempo, si aprendo sobre las
debilidades de alguien más, entonces puedo intentar enseñarles. Es un clásico «Dar y
Recibir». Debería tener lógica para mí, pero nunca antes pude hacer esta clase de cosas.
Pero ahora lo entiendo. Confiar en los demás es una habilidad. La práctica hace al maestro.
Yo odiaba confiar en los demás, así como que confiaran en mí. Después de todo, si las
personas esperaran algo de mí, entonces no sabría qué hacer para hacerlas felices. Mientras
no pueda echar el menor vistazo dentro de la mente de alguien más y no pueda escuchar
directamente lo que quieren de mí, no tengo manera de saber de qué se trata. Ser capaz de
adivinar lo que las personas quieren sería una habilidad muy útil… Eso es lo que siempre he
pensado.
Si quieres algo, pídelo. Si hay algo que no quieres que las personas hagan, diles. Si
intercambias tus sentimientos con alguien más, y se ajustan el uno al otro, entonces todos
pueden ser felices. Esta forma de pensar está profundamente gravada en mi mente, y no creo
que sea errada. Pero eso significa ir en contra de mi propia política. Después de todo, la única
persona a la que tendría que revelar mis sentimientos, la única persona con la que tendría que
ajustarme, es la única persona a la que nunca podré decirle mis sentimientos.
Recordé el caso de mamá y mi padre biológico. A pesar de que mamá trabajaba para
mantenerlo después de que su empresa fracasara, él comenzó a sentir rencor contra ella
después de que se volvió exitosa. Era tan poco razonable. No es que haya perdonado de
pronto a mi padre biológico, pero tengo la habilidad para entenderlo un poco. Él no podía
mostrarle sus debilidades a mamá. Él no podía confiar en ella. Él no pudo crear una relación
de dar y recibir con mamá. Él no tenía la habilidad para confiar en su esposa.
¿No me pasa lo mismo? No tenía problemas para contarle sobre mi problema con japonés
moderno. Pero aun así no puedo expresar este sentimiento dentro de mi pecho. Mi
razonamiento es que sería malo si adivinara lo que es, pero, ¿eso era realmente todo?
—… ki. ¡Saaaakiiii!
—¿Eh? Alcé la mirada y me encontré a Maaya moviendo su mano frente a mi cara.
—¿No tienes hambre?
Cuando ella me preguntó eso, me di cuenta de que mi estómago estaba comenzando a gruñir.
Cuando revisé la hora en mi teléfono, vi que eran las 11:57 a.m.
—Eh, ¿ya es hora del almuerzo?
—Síp. Entonces, ¿qué deberíamos hacer? ¿Ordenamos algo? ¿Tal vez algo sencillo?
Preguntó Maaya. Aunque no hay manera en que podamos preparar comida para seis.
Ordenar comida también será caro.
—Iré a la tienda de conveniencia más cercana y compraré algo.
—Mm, ¿deberíamos ir todos juntos?
—Eso sólo abarrotaría la tienda. Si me dicen lo que necesitan, lo compraré.
—Cuidas hasta el más mínimo detalle… Muy bien, ¡entonces prepararé unos pequeños
platillos!
Comencé a anotar los pedidos de todos y pronto me di cuenta de que resultaron ser
bastantes. Especialmente en cuanto a bebidas. Por otra parte, suelo ir a comprar muchas
cosas al mismo tiempo, así que suena factible.
—Te resultará difícil cargar todo eso por tu cuenta, ¿cierto? Déjame ayudarte a cargar las
cosas.
—Ah… Sí, por favor.
Shinjou-kun se ofreció a ayudar, así que ambos nos fuimos a la tienda de conveniencia.
Maaya y los demás de quedaron en el departamento, preparando algunos platillos sencillos.
***
La tienda de conveniencia estaba bastante cerca del apartamento de Maaya. Si mirabas en la
calle principal, en la esquina diagonalmente opuesta había un restaurante de una cadena
italiana que era muy popular entre los estudiantes. Eso me recuerda que vi el cartel de una
escuela de preparación que está por aquí, y resultó ser la misma a la que Asamura-kun asiste.
Por otra parte, sólo hay un puñado de escuelas de ese tipo que son populares, así que no es
una gran coincidencia.
… Espera, esto no está bien. Comencé a pensar de nuevo en Asamura-kun. No puedo hacer
eso. Me he decidido a crear nuevas relaciones. Encontramos rápidamente la tienda de
conveniencia, la cual resaltaba gracias a su anuncio rojo y verde, y compramos pan, onigiri,
algunos emparededados y otros bocadillos. También compramos tres botellas grandes de té
sólo para asegurarnos. Mientras pagaba por todo en la caja registradora, Shinjou-kun tomó la
pesada bolsa de plástico que contenía las botellas y la cargó el mismo.
—Yo puedo ayudarte a cargar.
—Entonces, por favor, hazlo.
Dije y metí la bolsa de papas fritas en mi respectiva bolsa de plástico. No es justo.
Básicamente, él está cargando todo.
—Ya veo.
—¿Hm?
Al ver la sonrisa de Shinjou-kun, recordé a algunas de mis compañeras de clase hablando
sobre lo popular que es. Finalmente tuvo sentido para mí. Realmente parece un caballero.
—Sólo… Gracias por cargar todo eso.
—Tú también estás cargando algunas cosas, ¿no?
—Es cierto, pero no es lo mismo.
Bueno, soy un poco rara en ese aspecto, pues me siento mucho más cómoda cargando las
cosas en lugar de que las carguen por mí, así que no creo que él necesite ser tan
considerado. Todo lo que quiero es cargar mis propias pertenencias. Por otra parte, casi me
tropiezo al salir de la tienda de conveniencia, así que sólo me siento aún más avergonzada.
Afortunadamente, Shinjou-kun me tendió una mano, así que logré salir de la tienda sin
caerme.
—Gra-Gracias.
—No es la gran cosa.
O eso es lo que dice, pero tiene dos pesadas bolsas en sus brazos, y aún así está apoyando
a una chica de esta manera.
—Puedes confiar más en mí— Murmuró, pero yo realmente preferiría no hacerlo.
De lo contrario, ni siquiera sería capaz de vivir con confianza por mi cuenta, pero, debido a
que me ayudó de esta manera, ya empezaba a tener dudas sobre si realmente yo ya tenía
problemas actuando por mi cuenta.
—Dime, Ayase.
Estaba perdida en mis pensamientos, pero regresé a la realidad cuando lo escuché
hablándome.
—Escuché que Asamura y tú son hermanos.
Esas palabras se atoraron en mi garganta.
—Eso… Algunas personas ya lo saben.
—No lo sabía. De hecho, lo escuché del propio Asamura.
—¿Eh…?
—Durante las reuniones entre padres y maestros, por casualidad vi a su madre entrando a la
misma aula que tú, así que le pregunté al respecto.
—Ahh… Ya veo.
Me sentí aliviada. Nunca esperé que Asamura-kun fuera la clase de persona que le dice a los
demás que somos hermanos; Pero, dadas las circunstancias, entiendo que no podía evitarse.
Shinjou-kun debió haberse dado cuenta de que, evidentemente, yo no sabía cómo continuar
la conversación, así que cambió de tema.
—Ayase, realmente eres muy disciplinada y tienes los pies en la tierra. Pensé que debías
tener un hermano menor.
—En realidad, no. Es normal.
Realmente no soy alguien que siempre puede permanecer racional.
—Así lo pareces.
—Tienes una imagen exagerada de mí. En todo caso, eres tú quien tiene todo bajo control. Te
sientes como un hermano mayor.
—De hecho, tengo una hermana menor.
—Ya veo… ¿Son cercanos?
—¿Un poco? Tanto como cualquier par de hermanos.
—¿Entonces la ayudas a cargar cosas pesadas como esta?
—Urk, bueno, eso es normal.
—¿Tomas su mano para que no se caiga?
—Lo hacía cuando éramos más jóvenes.
La razón por la cual quería burlarme un poco era porque podía apostar a que su hermana
presumía tener un hermano mayor como él.
—Realmente te preocupas por tu hermana. Ya veo. Eso es increíble.
—Es lo que un hermano mayor cualquiera haría.
Después de escuchar eso, terminé estando nuevamente de acuerdo con él. Eso es algo
normal que todo hermano mayor haría. Todas las cosas que Asamura-kun hizo por mí. —
Buscarme un trabajo a tiempo parcial, ayudarme con mis estudios, encontrar una manera de
ayudarme a estudiar— ¿Las hizo porque es mi hermano mayor? Una vez más, estaba
pensando en él. Para cuando levanté la mirada para mirar alrededor, vi que ya habíamos
llegado al edificio.

***
La sesión de estudio terminó alrededor de las 6:00 p.m. A fines de septiembre, el sol
comenzaba a ponerse bastante temprano, alrededor de las 5:30 p.m. Y, aunque aún había un
poco de luz en el cielo, oscurecería muy pronto, por lo cual esta era la hora perfecta de
terminar.
Maaya también nos informó que su familia, junto a sus hermanos menores, regresarían un
poco después de las 6:00 p.m. Nos desviamos de los estudios de vez en cuando, pero creo
que hicimos un buen progreso. Por lo menos, sentía que yo había mejorado.
Al salir del edificio, noté que el cielo del este ya estaba oscurecido, mientras que el oeste aún
tenía toques de rojo y naranja. Maaya se ofreció a acompañarnos a la estación de tren, pero
insistimos en que lo mejor sería que se quedara en casa y esperara a sus hermanos. Es por
eso que ahora sólo somos cinco. La última vez que caminamos de esta manera fue durante
nuestra visita a la piscina, en donde, para mi sorpresa, me terminé divirtiendo mucho.
—Ayase.
Una voz me llamó, haciendo que me detuviera.
—¿Shinjou-kun?
—¿Tienes un momento?
Al escuchar esta extraña manera de hablar, supe que ocurría algo. Los demás iban
caminando por delante de nosotros, pero deberíamos ser capaces de alcanzarlos pronto.
—Ellos nos dejarán detrás, ¿sabes?
—Hay algo de lo que quiero hablar contigo.
—¿Sí?
—Mm… Bueno, ¿cómo puedo decirlo? Shinjou-kun se alineó junto a mí y comenzó a caminar.
Él parece estar consciente de las personas que están delante de nosotros, como si no
quisiera acercarse demasiado.
—¿Necesitas algo?
—Bueno, estaba pensando en realmente hace calor.
—Sí, el calor del verano no ha cedido. Al menos las cigarras han dejado de trinar, pero se
siente como una tarde de verano.
Aun así, las estaciones están cambiando lentamente. Hace unas cuantas semanas, toda la
isla estuvo coloreada de rojo durante una advertencia de insolación que salió en televisión,
pero ahora está en un tono amarillento. Los girasoles que crecieron en las esquinas de las
calles habían comenzando a marchitarse y las nubes en el cielo había dejado de tornarse
rojas por las tardes. En lugar de eso, eran de un tranquilo color otoñal.
Las luces de las lámparas no irradiaban una luz cálida y opresiva, sino una que te
tranquilizaba, creando una caminata relajante de camino a casa durante el atardecer.
Nuestras sombras se hacían cada vez más grandes hasta que Shinjou-kun redujo su ritmo
hasta detenerse por completo. Al ver ninguna otra opción, yo también me detuve. Me di
cuenta de que Shinjou-kun estaba mirándome de frente. La manera en que me miraba me
hizo sentir ansiosa.
—Me gustas.
Dijo y, justo cuando estaba a punto de decirle algo, me contuve. Él debió haberse sentido
ansioso porque permanecí en silencio, pero se armó de valor y repitió sus palabras.
—Me gustas, Ayase.
—Oh, ¿en serio?
Espera un momento. Esa no es una respuesta adecuada. Ambos guardamos silencio y un
silencio incómodo llegó inmediatamente después.
—… Em, gracias. Estoy feliz de que te sientas así, pero… Busqué las palabras apropiadas.
Esta es una confesión, ¿cierto? ¿Qué debería hacer? Nunca habría esperado que Shinjou-
kun se sintiera de esta manera respecto a mí. ¿Cómo debería rechazarlo…? Pero, justo
cuando pensé eso, yo también me sorprendí. ¿Por qué estoy pensando inmediatamente en
cómo rechazarlo? Sé lo encantador que Shinjou-kun es. Después de verlo todo el día, me di
cuenta de que no es una mala persona en absoluto. Sé que varias de mis compañeras lo
miran con ojos de interés y afecto. Pensándolo racionalmente, él es la clase de persona con
quien cualquiera estaría totalmente bien. Él es amable y considerado. Si yo fuera su hermana
menor, sin duda me sentiría bendecida.
Cuando él me habló hace un momento, me sentí un poco ansiosa. Probablemente había
adivinado que sucedería algo como esto, pero decidí ignorarlo.
—… Lo lamento— Volteé hacia Shinjou-kun, haciendo una gran reverencia con mi cabeza
mientras me disculpaba. —No te veo de esa manera…
—Pero no estás saliendo con nadie, ¿cierto?
—Eh, eso es… Cierto…
—Si es el caso, entonces me gustaría que salieras conmigo. Eventualmente podrías
comenzar a verme de esa manera, ¿no?
Eso es… No lo sé.
—¿O es que hay alguien que te gusta a quien aún no te le has confesado?
—No… No lo hay.
—Incluso así, ¿no saldrás conmigo?
—Incluso así, no saldré contigo.
Me preguntaba el porqué. Simplemente no podía imaginarme un futuro en el que él me
terminara gustando. Sé que él es una buena persona, y estoy segura de que es un
maravilloso hermano mayor, pero…
—Así que tú quizá realmente… De Asamura…
—¿Eh?
—No, no es nada… Entiendo. Me rendiré. No quiero arruinar mi relación con una compañera
de clase con la que me llevo bien.
—… Shinjou-kun.
—Sí, supongo que debería juntarme más con Asamura.
Sus palabras me hicieron estremecerme de sorpresa.
—¿Por qué?
¿Por qué mencionó a Asamura-kun?
—Te gusta tu hermano mayor, ¿cierto?
—Eso es… No pude negarlo inmediatamente.
No quería afirmarlo.
—Jajaja, así que no lo niegas. A pesar de que me rechazaste sin siquiera pensarlo un
momento.
—Como hermano mayor.
—¿Hmm? Bueno, dejémoslo así. Si puedo comprender qué clase de chico es él y por qué te
gusta tanto, quizá pueda tener una oportunidad— Dijo como si estuviera bromeado, pero no
pude comprender su lógica.
Incluso si actúas como el hermano mayor de la persona a la que te confesaste, sólo
terminarás agradándole como figura de hermano mayor, ¿no? Esa lógica me parecía extraña,
pero él no es una mala persona, así que estaría feliz de que él y Asamura-kun se hicieran
amigos. Justo en ese momento, oí voces que nos llamaban a Shinjou-kun y a mí. Eran las
voces de nuestros compañeros, quienes estaban esperando a que los alcanzáramos.
La noche comenzaba a desplazar al atardecer. El telón había comenzado a bajar, poniéndole
fin a este día, acercando un poco más la siguiente estación. Para cuando llegamos a la
estación, el mundo ya se había oscurecido, y la noche nos dio la bienvenida.
***
Estaba a punto de llamar al elevador cuando me di cuenta de que tenía un mensaje en LINE
de Asamura-kun, el cual decía que iba a desviarse de camino a casa, y que llegaría tarde.
Cuando pienso en él estando junto a Yomiuri-senpai, mi pecho se aprieta, con sombríos
sentimientos llenando el vacío. Ese maldito delincuente, lo maldije, pero también me sentí
aliviada por alguna razón. Mi cabeza se siente caliente. Creo que debería abstenerme de ver
su rostro esta noche.
«Sin embargo, en el caso de que interactúes con otro chico interesante y tus sentimientos no
cambien incluso a pesar de eso, entonces asegúrate de atesorar cualquier sentimiento con el
que termines».
Cuando recordé lo que Kudou-sensei dijo, sus palabras me sonaron como si ella supiera toda
la verdad, lo que les daba un extraño encanto, y se sentían como si me empujaran hacia
adelante, incluso si el desenlace me exigiera ir en contra de la ética moderna y la moral.
Necesito calmarme. Debería mantener mi distancia con él por al menos un día,
asegurándome de no cruzarme con él. Pero si llega mañana, me he calmado, y mi conclusión
aún no ha cambiado, entonces…
—¿Em…?
—¿Eh? Ah, lo lamento. Por favor, ¡adelante!
Otro residente del edificio me llamó, y me di cuenta de que había estado de pie frente al
elevador todo este tiempo, simplemente despistada. Vi a la persona entrar al elevador, le
sonreí e hice un gesto con mi mano hasta que la puerta del elevador se cerró.
—Estoy totalmente confundida.
28 de septiembre (lunes)–Asamura Yuuta.

El estruendoso sonido del aire acondicionado era mucho más silencioso que ayer.
Probablemente se deba a que la temperatura desciende día tras día; Pero, para cuando me
doy cuenta de que las estaciones están cambiando, siempre parece ocurrir en un solo día.
Ese lunes, mi viejo salió de casa mucho más temprano de lo habitual. Todavía tenía una
montaña de trabajo pendiente esperándolo en su oficina, así que se fue tan temprano que ni
siquiera alcanzó a desayunar. Por su parte, Akiko-san todavía no había llegado del trabajo, lo
que significaba que Ayase-san y yo estábamos solos. Con grandes expectativas, abrí la
arrocera esa mañana y dejé escapar una pequeña frase de admiración.
—Vaya, luce delicioso.
Un agradablemente dulce aroma ascendió y vi pequeñas perlas amarillas nadando en el mar
de arroz blanco. ¿Podría ser que estos pequeños fragmentos amarillos son…?
—Hoy comeremos arroz con castañas— Ayase-san dio la vuelta mientras calentaba la sopa
de miso.
—Castañas… Ya veo, así que ya estamos en esa temporada.
Este era otro pequeño, pero significativo cambio. Esta clase de cambios se acumulan,
influenciando tu percepción hasta que finalmente te das cuenta de que la estación ha
cambiado.
—Estaba pensando en que hoy desayunáramos juntos. ¿Te parece bien?
—Me encantaría.
Debido a que últimamente Ayase-san había estado evitándome mucho, no pude evitar
sorprenderme al escuchar esa respuesta; Sin embargo, yo me sentía igual que ella, así que
estaba más que feliz de hacerlo. Por no mencionar que había algo de lo que quería hablar con
ella. Así que preparamos todo para nuestro primer desayuno juntos después de un largo
tiempo y dimos las gracias por los alimentos.
—Eso me recuerda que también compré nueces de ginkgo y hongos shiitake.
—¿Nueces de ginkgo y hongos shiitake? ¿Vas a preparar chawanmushi?
—Correcto. Estaré ocupada por la mañana, así que no tendré tiempo para hervirlos, pero
pensé en por lo menos prepararlos para la cena.
—Eso suena genial.
Comenzamos con esta despreocupada y disfrutable conversación, y comenzamos a hablar
acerca de todo lo que había ocurrido recientemente, casi como intentáramos compensar toda
la insuficiencia de diálogo que tuvimos en el último mes.
—Oh, sí, mencionaste que ayer saliste a comer con alguien a algún lugar, ¿cierto?
—Sí, fuimos a un restaurante italiano. Era barato y asequible, tal y como todo el mundo dice—
Respondí, y procedí a hacerle una pregunta. Eso me recuerda que me pareció verte ayer,
Ayase-san. Creo que estabas comprando en una tienda de conveniencia.
—¿Eh? Los ojos de Ayase-san se abrieron de par en par. Ah, ahora que lo mencionas, vi un
restaurante familiar italiano al otro lado de la calle. Estabas comiendo ahí, ¿eh?
—Así que sí se trataba de ti, Ayase-san. Pensé que estaba imaginando cosas. Creo que
estabas con uno de tus compañeros de clase.
—Probablemente nos viste mientras estábamos comprando. Era Shinjou-kun. Él es uno de los
miembros de nuestro grupo de estudio. También fue con nosotros a la piscina el verano
pasado.
Al escuchar su nombre, recordé algo. Ese era el chico que me llamó después de que terminó
mi reunión entre padres y maestros, el que traía consigo una raqueta de tenis. Una pequeña
sensación de malestar llenó mi corazón. Aunque no tenía derecho a sentirme de esa forma,
no podía evitarlo.
—No teníamos nada que comer durante el almuerzo, ni tampoco bocadillos. Tampoco
podíamos preparar algo en casa debido a nuestros números.
—Ahh, entonces fue por eso.
—Síp. De hecho, tenía planeado ir sola; Pero, al final, Shinjou-kun me ayudó mucho estando
a mi lado.
Ya veo. Eso explica mucho.
—¿Puedo preguntar algo yo también?
—Claro, adelante.
Anoche llegaste bastante tarde a casa, ¿cierto? Me avisaste de antemano que lo harías. ¿A
dónde fuiste?
Me pareció tan extraño como sorprendente que Ayase-san me preguntara eso.
—Después de que mi jornada terminó, di un paseo por Shibuya.
—¿Simplemente caminaste por ahí? ¿Con Yomiuri-san?
—No, no. Ambos almorzamos juntos, y luego ella me invitó a salir por la tarde…
—Espera.
Cerré la boca.
—Esa persona… ¿Es una chica?
—¿Eh…?
¿Es eso en lo que te fijas?
—Bueno, sí.
—Hmm… Ya veo. ¿Y entonces?
Por alguna razón, Ayase-san sonaba un poco agitada. De nuevo, podría ser que yo
simplemente estaba interpretando su reacción de la forma que era más conveniente para mí.
Cuando pensé en eso, mi mente me llevó nuevamente a un pensamiento en particular.
«No tendré grandes expectativas de ti, así que quiero que hagas lo mismo conmigo».
El significado detrás de la agresiva frase que Ayase-san me dijo en ese entonces…
¿Realmente ella no esperaba nada de mí? Y esa pregunta también aplica en sentido
contrario, porque, en realidad… Yo sí esperaba algo de ella. Esperaba que ella mostrara una
clase especial de emoción dirigida exclusivamente a mí.
—Así que he estado pensando en algunas cosas.
En esta ocasión, recordé lo que Fujinami-san había dicho.
«Es por eso que no creo que deberías mentirte. Una mentira no puede continuar para
siempre».
Esta emoción que crece dentro de mi pecho no desaparece. Si es el caso…
—Me gustaría que nos ajustáramos el uno al otro— Dije con gran determinación.
—¿Con respecto a qué?
—Verás, yo… Parece que albergo… Esta emoción tan especial en mi corazón hacia ti, Ayase-
san.
En el momento en que estas palabras salieron de mi boca, sentí un intenso arrepentimiento
en mi pecho; Sin embargo, una vez que he dicho estas palabras, no puedo retractarme.
Puede que yo esté decidido, pero el arrepentimiento siempre seguirá a cualquier decisión que
yo tome. Aun así, la expresión de Ayase-san cambió en el momento en que escuchó mis
palabras.
—Qué… ¿Eh? Em… Espera… Estás mintiendo.
—No estoy mintiendo.
—… ¿Es esta alguna clase de broma?
—Yo no bromearía con algo como esto.
—Cierto… Tienes razón, Tú no eres la clase de persona que diría esta clase de cosas,
Asamura-kun.
Ah.
—Espera, ¿acabas de…?
—¿Eh? Ah… — Ayase-san cerró su boca.
—No, olvídalo, eso no es lo que importa en este momento— Dije.
—Tienes… Razón. Entonces, esta… Emoción— Ella me instó a continuar.
—Creo que… Me gustas.
Los ojos de Ayase-san se abrieron de par en par. Sus labios estuvieron a punto de formar una
sonrisa, pero ella los apretó rápidamente.
—¿Es esta la clase de emoción que un hombre siente hacia una mujer? ¿O quizá lo que uno
siente como hermano mayor hacia su hermana menor?
No pensé que ella respondería a mi confesión con una pregunta.
—¿Qué?
—Querer tocar a esa persona, querer abrazarla, sentir celos al verla con alguien más, ¿es esa
clase de emoción?
Asentí. Después de todo, eso describía perfectamente mi sentir. Me di cuenta durante el
verano pasado y pensé «Ah, ella me gusta». No quería creer que podía albergar un
sentimiento como ese hacia mi hermana menor. Y, ayer, al verla con otro chico, me vi
invadido por esta grotesca y desagradable emoción. Si no eran celos, ¿de qué otra manera
podrías llamarla? Es por eso que estoy seguro de que estos sentimientos que tengo no están
dirigidos hacia ella como mi hermana menor, sino como mujer. Eso es lo que le dije.
—Pero no hay manera en que esta clase de emoción nazca entre un par de hermanos,
¿cierto?
En esta ocasión, no pude responderle nada. Pero, al mismo tiempo, recordé algo. Recordé a
Akiko-san, la madre de Ayase-san, en la reunión entre padres y maestros. Ella se sintió tan
abrumada al escuchar lo que le dije que me abrazó apasionadamente. ¿Es algo normal en la
familia Ayase?
—No, no, no. Espera un segundo, Ayase-san.
—Justo el otro día, alguien me dijo algo sobre esto… Cuando dos personas del sexo opuesto
de repente viven juntas, y ninguno de los dos tiene mucha experiencia con el sexo opuesto,
en el momento en que comienzan a interactuar más entre sí, se vuelve más sencillo
desarrollar algo que asemeja ser sentimientos románticos, tú sabes.
Comencé a reflexionar. Básicamente, debido a que nunca estuve satisfecho mientras vivía
con mi madre biológica, ¿desarrollé algo similar a sentimientos románticos en el instante en
que comencé a vivir con una mujer?
—No, pero es algo que puede ocurrir, ¿cierto?
—No es imposible.
—Eso es cierto, pero…
—¿Qué hay de la posibilidad de que tu afecto por tu hermana menor se haya fortalecido?
No, no hay manera de que eso… Sea posible, ¿cierto? Sin embargo… Al escuchar a Ayase-
san decir eso con tanta confianza, toda la determinación y valentía que había tenido hasta
entonces comenzaron a desvanecerse.
—Si es el caso… Entonces yo tampoco puedo decirlo con certeza.
Personalmente, estaba seguro de que no estaba muy familiarizado con esta clase de
emociones. Para ser honesto, decir que estoy seguro de no estar seguro suena patético.
Eventualmente, la expresión de Ayase-san cambió y ella volteó la mirada. Después de eso,
dejamos de hablar y simplemente seguimos comienzo en un incómodo silencio.
***
Durante todo este mes, he estado tratando de ignorar esta emoción, pues soy… Su hermano
mayor. Intenté hablar con otras personas, otras chicas, viendo sus lados buenos, pero, al
final… Esta emoción que albergo hacia Ayase-san es algo diferente, algo… Especial. Aunque
ella dice que esta emoción podría ser simplemente algo que siento al ser su hermano mayor.
Después de que terminamos de desayunar, Ayase-san lavó rápidamente sus platos y se
preparó para marcharse a la escuela, como de costumbre. Yo la seguí. A este paso, se
repetirá el mismo patrón que he experimentado durante todo este mes. Me apresuré hacia
Ayase-san, quien se estaba poniendo sus zapatos de exterior en la entrada del departamento.
Una vez que ella terminó, se puso de pie y dejó de moverse por completo.
—Ayase-san.
—Sabes, Dijo Ayase-san, todavía dándome la espalda. No la odio.
¿Eh? ¿A qué te refieres…? Quería preguntarle eso, pero antes de siquiera poder abrir la
boca, Ayase-san dio la vuelta hacia mí. Se quitó rápidamente los zapatos que recién se había
puesto y tomó mi mano, jalándome detrás de ella con una fuerza que no esperaba propia de
sus delgados brazos. Abrumado por su repentina e inesperada iniciativa, no pude hacer más
que simplemente seguirla mientras me arrastraba a su habitación. Ella cerró la puerta, puso el
seguro y revisó que todas las cortinas estuvieran cerradas, y luego volteó nuevamente hacia
mí…
—¿Eh?
El tiempo… Se detuvo. Me tomó un par de segundos terminar de comprender lo que acababa
de ocurrir, lo que ella me había hecho. La primera palabra que vino a mi cabeza fue: Calidez.
Y, luego, aunque ni siquiera sé cómo describirlo, la siguiente palabra que vino a mi mente casi
me hizo estallar en una sonrisa… Sentí felicidad.
La sensación de nuestros cuerpos tocándose, uno junto al otro, compartiendo y fundiendo el
calor del uno en el otro. Sus brazos me apretador con fuerza mientras envolvían mi espalda.
Aunque esa acción simbolizaba restricción, lo cual ambos odiábamos, ahora me hacía sentir
feliz al saber que ella me necesitaba, y estaba a punto de envolver mis brazos alrededor de su
espalda, correspondiendo a sus emociones; Sin embargo, en ese punto ella ya se había
separado de mí.
—Eso… ¿Te tranquilizó?
—¿Eh?
—Gracias por ser tan valiente, Asamura-kun. Si tuviera que pensar en todo eso por mi cuenta,
ni siquiera sabría lo doloroso que habría sido… Pero tú cargaste con algo tan pesado.
—Bueno… Eso es cierto, supongo.
—Pero no te preocupes, creo que puedo compartir esa carga contigo.
En realidad, antes de sentir cualquier clase de felicidad, simplemente me sentí aliviado. Mi
confesión bien pudo haber llevado a que nuestra relación se rompiera por completo. No es
que tenga ningún rasgo encantador en particular, y ni de lejos soy tan popular como ese chico
Shinjou. Además, también estamos restringidos por nuestra situación familiar. En definitiva,
había una posibilidad de que lo perdiera todo con esa confesión. Es por eso que este abrazo
de Ayase-san se sentía como una justificación, o un sello de aprobación.
—Esta emoción que mencionaste, incluso si es desde la perspectiva de un hermano mayor, o
cualquier cosa más allá de eso, no la odio, en absoluto. De hecho, estoy feliz.
—Ayase-san, ¿yo te…?
—No lo sé. No sé si me siento de esta manera porque somos hermanos o no.
—Ayase-san…
—Pero mi deseo de reconfortarte con este abrazo fue real. Porque yo estaría feliz de que
alguien me abrazara si estuviera experimentando un momento complicado. Sin ponerles
ninguna etiqueta en especial, simplemente declarando mis sentimientos, esto sería todo.
—… Sí.
Probablemente yo estaba igual.
—Ajustémonos tal y como siempre lo hemos hecho. No quiero causarles problemas a
nuestros padres. Tú piensas lo mismo, ¿cierto, Asamura-kun?
—Sí. Quiero que sean felices porque se lo merecen.
—Siguiendo esa forma de pensar, si estás muy cerca de otras chicas, me sentiré celosa y
triste. ¿Qué piensas?
—Me sucede lo mismo. No quiero restringirte, pero realmente no me gusta la idea de ese
grupo de estudio.
—Entendido. A mí tampoco. No me gusta la idea de que camines por Shibuya con esa chica
que mencionaste.
—Lo lamento.
—No hay necesidad de que te disculpes. Ambos tenemos nuestras respectivas relaciones que
debemos atender… Así que, tú sabes. Estos celos, creo que es muy posible que existan entre
un hermano y una hermana.
—… Quizás.
Poco a poco comencé a ver a dónde quería llegar.
—Si repentinamente dijéramos que queremos ser una pareja, estoy segura de que
sorprenderíamos a nuestros padres. Es por eso que te llamaré «Asamura-kun» en privado y
«Nii-san» cuando esté frente a ellos… Así que sólo somos hermanos… No, no del todo—
Ayase-san sacudió su cabeza. Un par de hermanastros que tienen una relación
especialmente cercana y que gradualmente comienzan a apegarse más… ¿Qué te parece?
—¿Entonces se lo ocultaremos a nuestros padres?
—… No es algo que deberíamos hacer. Estoy consciente de ello.
Albergar los que podrían ser sentimientos románticos y abrazarnos mutuamente… En el
momento en que hicimos algo como esto, que no podíamos mostrarles a nuestros padres,
ambos nos desviamos del camino correcto; Sin embargo, si quería seguir siendo justo y
correcto, entonces sería incapaz de ser honesto con mis verdaderos sentimientos. La única
manera de romper este dilema era aceptar el hecho de que estábamos equivocados, y seguir
impulsando nuestros propios deseos.
—Sin importar la forma, el simple hecho de saber que me has aceptado de esta manera me
hace más feliz de lo que podía imaginar.
—… Lo mismo digo.
Una vez más, estos días con mi hermanastra cambiaron de forma, y se llenaron de secretismo
bajo la pretensión de prologar nuestra relación como hermanos. Con toda sinceridad, no
puedo garantizar que podremos seguir con esto durante mucho tiempo. Ahora mismo, estoy
satisfecho con este abrazo; Pero, una vez que estas emociones crezcan, no sé hasta dónde
llegarán y qué tan bueno seré para reprimirlas.
Mientras salíamos del edificio, una fresca brisa de otoño sopló inmediatamente contra
nosotros, indicando el comienzo de una nueva estación; Sin embargo, no tenía la necesidad
de vestir prendas cálidas para protegerme del frío, pues mi corazón y cada parte de mi cuerpo
estaban repletos de un agradable calor.
PALABRAS DEL AUTOR.
Muchas gracias por comprar el cuarto volumen de la serie novelizada «Gimai Seikatsu». Soy
Mikawa Ghost, el creador original de la serie de YouTube, así como el autor de esta novela.
Debido a que tuvimos un montón de acontecimientos dolorosos durante el curso del volumen
3, decidí añadir un escenas un poco más dulces y reconfortantes en el volumen 4.
Personalmente, yo creo que las personas que disfrutan de la vida feliz de estos dos juntos
estarán satisfechas. En cuanto a cómo progresará su relación, que es difícil definir como
«amantes», a partir de ahora y cómo cambiarán sus vidas mientras se adaptan a esto, estaré
encantado de que permanezcan atentos.
Después de todo esto, tengo un pequeño anuncio para variar. Gimai Seikatsu ha conseguido
obtener el tercer lugar en la categoría de debutantes en la edición 2022 del «Kono Light Novel
ga Sugoi!». Esto, por supuesto, es todo gracias a que nuestros fanáticos votaron con gran
pasión, así que les estoy eternamente agradecido. Haré todo lo que me sea humanamente
posible para continuar ofreciéndoles una serie digna de tal posición, así que espero que sigan
apoyándonos.
En cuanto a los agradecimientos. Le agradezco a mi ilustrador, Hiten-san; A Nakashima Yuki-
san, quien es la voz de Ayase Sak; A Amasaki Kouhei-san, quien es la voz de Asamura
Yuuta; A Suzuki Ayu-san, quien es la voz de Narasaka Maaya; A Hamano Daiki-san, quien es
la voz de Maru Tomokazu; A Suzuki Minori-san, quien es la voz de Yomiuri Shiori; A mi
director de vídeo, Ochiai Yusuke y a todos los demás involucrados en la producción de videos
para YouTube, así como también a todos aquellos que ayudan con la publicación y
distribución, y por supuesto a todos mis queridos lectores. Muchas gracias.
Puede que no tenga suficiente espacio para plasmar completamente toda mi gratitud, pero
realmente significa el mundo para mí.
Este ha sido Mikawa Ghost.
Historia Corta.

Es una época inestable, en la que la temporada de lluvias podría terminar pronto, o


extenderse todavía más. Ya ha pasado cerca de un mes desde que Ayase-san y Akiko-san se
mudaron al departamento en el que mi viejo y yo solíamos vivir solos. Después de regresar de
mi trabajo a tiempo parcial, disfruté de la cena que Ayase-san había preparado y dejado para
mí. Esa noche, ella preparó pescado cocido dulce y picante (creo que era platija) con
espinaca en salsa de soya, así como un pequeño tazón de natto. Naturalmente, no podía
faltar la muy característica sopa de miso que prepara Ayase-san.
—Sí, esto es realmente delicioso…
Me hizo estremecer. Creo que nunca había llegado a disfrutar el verdadero sabor de la sopa
de miso. O al menos eso pensaba mientras comía. La puerta de la sala de estar se abrió y
Ayase-san, vistiendo su ropa casual de casa, entró.
—Bienvenido.
—S-Sí, he vuelto.
La razón por la cual hablábamos en voz baja era porque no queríamos despertar a mi viejo. Al
ser un asalariado promedio, él solía ir a dormir a las 11:00 p.m. Ayase-san encendió la
cafetera, sacando de un cajón una taza y café instantáneo.
—¿Estabas estudiando?
—Después de todo, los exámenes de fin de curso están muy cerca.
—Aún falta una semana.
—Sí, sólo una.
Nuestras miradas se cruzaron, y dejamos escapar una pequeña sonrisa.
—Bueno, los temas cubiertos en el examen del primer periodo no son tan extensos, así que
no debería haber problema.
—Yo… Tengo una asignatura en la que no soy muy buena, así que tengo que estudiar.
La cafetera le notificó que el agua estaba hirviendo y ella la apagó rápidamente. Su mirada se
desvió hacia la habitación en la que mi viejo estaba durmiendo, probablemente muy
preocupada por haberlo despertado.
—Está bien, no se despertará por un ruido tan pequeño como ese.
—Ya veo.
Justo cuando pensé que ella iba a volver a su habitación, se sentó de pronto a la mesa, justo
frente a mí.
—¿Emm?
—Em… No tengo ningún tema en particular del cual quiera hablar, pero… ¿Te va bien en el
trabajo?
—No tengo ningún turno programado durante la semana previa a los exámenes.
—Ya veo.
—Gracias por preocuparte por mí.
—Sí… No es que pensara que se te olvidó, sólo tenía… Curiosidad— Después de decir esto,
se puso de pie y comenzó a actuar como si estuviera a punto de llevarse la tasa a su
habitación.
Ella tenía una expresión incómoda en su rostro. Ella realmente no tiene que ser tan
considerada. No debería tener que preocuparse tanto por mí.
—Ah… Ayase-san, al principio del nuevo periodo escolar, dijiste que probablemente te
sentarías al frente, ¿correcto?
—Sí, es verdad— Ayase-san respondió, luciendo confundida respecto a porqué yo
preguntaría eso tan repentinamente.
—Yo hice lo mismo.
—Ahh, eso es… Ya veo.
Por supuesto que hay diferencias a nivel regional y también dependiendo en la escuela; Pero,
generalmente, cuando se reorganizan los asientos después de cambiar las clases, son
asignados alfabéticamente. Debido a que nuestros apellidos comienzan con «A», tendría
sentido que nos sentáramos al frente de la clase, por el lado del pasillo.
—Siempre ha sido así desde la primaria, siempre me he sentado en la fila de enfrente— Dije.
—No es que tenga un gusto particular por sentarme justo frente a mi profesora. Pero, cuando
se trata de una asignatura en la que no tengo interés, preferiría enfocar mi tiempo en algo
más.
—En realidad yo nunca lo he odiado.
Mi respuesta parece haberla sorprendido. Ella se detuvo con la tasa de café en sus manos,
abriendo los ojos de par en par.
—¿Por qué no?
—Es el asiento más cercano a la puerta del corredor. Una vez que la clase termina, uno
puede salir corriendo de ahí, ¿verdad?
Lo expliqué como si fuera algo obvio, pero Ayase-san parpadeó un par de veces, y luego dejó
escapar un suspiro agotado.
—¿Esa es la razón?
—¿No esperabas esa respuesta? No somos hermanos normales, así que no sabemos mucho
el uno sobre el otro. Recientemente, comencé a pensar que los hermanastros deberían ser
cercanos, pero que también deberían guardar cierta distancia. Por eso me alegra que me
hayas preguntado por mis horarios de trabajo.
—Ya veo… Okay, entiendo. Entonces seguiré haciéndolo.
—Digámonos el uno al otro lo que queremos sin reserva alguna.
Ayase-san respondió con un pequeño «Gracias», sosteniendo la caliente tasa como si fuera
algo especial para ella mientras regresaba a su habitación.

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