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FACULTAD DE SALUD
ENSAYO
Competencias comunicativas
Los cigarrillos electrónicos un problema para la salud publica
Los CE se han vuelto populares entre los adolescentes y actualmente son el modo
más común de consumo de tabaco, a causa de la facilidad con la que pueden ser
obtenidos, y la creencia de que son más seguros que los tradicionales. Con base a
una encuesta realizada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA)
a más de 2 millones de estudiantes reveló que 8 de cada 10 alumnos de
secundaria en Estados unidos había usado cigarrillos electrónicos para goteo; una
práctica en la que los vapores se producen y se inhalan colocando gotas del e-
líquido, fluidos empleados para la distribución de nicotina, directamente sobre
serpentines atomizadores precalentados. Como resultado se obtuvo que los
jóvenes practican dripping por los siguientes motivos: crear un vapor más espeso
(63.5 %), mejorar los sabores (38.7 %) y para sentir una sensación de gran
intensidad en la garganta (27.7 %). Así mismo en Colombia se reportó un
consumo estimado del 19,7% en hombres y 13,6% en mujeres universitarias en el
año 2016, lo que refleja un consumo significativo en población joven que podrían
legar a tener indicios adictivos en un futuro próximo.
Estas cifras son preocupantes, dado a las consecuencias a largo plazo o corto
plazo que puede traer el uso de estos dispositivos, tal como exponer a los
pulmones a una variedad de componentes químicos, incluidos los que se agregan
a los e-líquidos y otros producidos durante el proceso de calentamiento y
vaporización. Una investigación de ciertos productos para cigarrillos electrónicos
reveló que el vapor contiene sustancias cancerígenas y productos químicos de
conocida toxicidad, al igual que se encontraron nanopartículas de metales
potencialmente tóxicos provenientes del dispositivo mismo. El estudio realizado
por la FDA demostró que los e-líquidos de ciertas marcas de cigarrillos con
aspecto a cigarrillos tradicionales (cig-a-likes) tienen un alto contenido de níquel y
cromo, que podrían provenir de los serpentines de calentamiento del aparato
vaporizador, que están hechos de nicromo. Los cig-a-likes pueden contener
igualmente niveles bajos de cadmio, un metal tóxico que también se encuentra en
el humo de los cigarrillos y puede causar problemas respiratorios y otras
enfermedades.
De igual manera este dispositivo contiene una sustancia tóxica, la nicotina una
droga sumamente adictiva que puede cebar o predisponer el sistema de
recompensa del cerebro y, de esta manera poner en riesgo a los que lo utilizan.
Cuando un individuo usa un cigarrillo electrónico, la nicotina en el líquido del
cigarrillo se absorbe rápidamente en la corriente sanguínea. Una vez en la
corriente sanguínea, la nicotina estimula las glándulas suprarrenales para que
liberen la hormona epinefrina (adrenalina). La epinefrina estimula el sistema
nervioso central y aumenta la presión arterial, el ritmo respiratorio y la frecuencia
cardíaca. Como sucede con la mayoría de las sustancias adictivas, la nicotina
aumenta los niveles de un mensajero químico en el cerebro llamado dopamina, el
cual afecta las áreas del cerebro que controlan la recompensa, es decir, el placer
generado por conductas naturales como, por ejemplo, el comer. DrugFacts.
(2021, 9 Julio). Estas sensaciones motivan a algunas personas a consumir
nicotina repetidamente a pesar de los posibles riesgos para la salud y el bienestar.
Aunque, hasta el momento, las investigaciones que se han llevado a cabo sobre
los componentes del cigarrillo electrónico insinuaron que eran menos perjudiciales
que los convencionales cuyo empleo ayudaría a que los fumadores dejaran el
tabaco. Según lo anterior un estudio realizado por los investigadores académicos
de Queen Mary University de Londres, en el cual reclutaron un aproximado de 800
personas fumadoras. Donde la mitad del grupo recibió una terapia de remplazo de
nicotina (NRT) y la otra parte de los individuos fue tratada a base del uso de los
cigarrillos electrónicos. Tras un año, el 18% de los usuarios tratados con CE se
habían liberado del humo proveniente del cigarro, en comparación con el 9.9% de
los usuarios de NRT.