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Este documento describe una rutina de relajación muscular progresiva (RMP) que involucra la tensión y relajación controlada de diferentes grupos musculares del cuerpo, comenzando con los músculos de la parte superior del cuerpo y terminando con los músculos del rostro y cuello. La rutina guía al lector a inhalar y tensar cada grupo muscular, mantener la tensión brevemente, y luego exhalar relajando los músculos. El objetivo es aliviar la tensión muscular a través de la conciencia de la respiración y el
Este documento describe una rutina de relajación muscular progresiva (RMP) que involucra la tensión y relajación controlada de diferentes grupos musculares del cuerpo, comenzando con los músculos de la parte superior del cuerpo y terminando con los músculos del rostro y cuello. La rutina guía al lector a inhalar y tensar cada grupo muscular, mantener la tensión brevemente, y luego exhalar relajando los músculos. El objetivo es aliviar la tensión muscular a través de la conciencia de la respiración y el
Este documento describe una rutina de relajación muscular progresiva (RMP) que involucra la tensión y relajación controlada de diferentes grupos musculares del cuerpo, comenzando con los músculos de la parte superior del cuerpo y terminando con los músculos del rostro y cuello. La rutina guía al lector a inhalar y tensar cada grupo muscular, mantener la tensión brevemente, y luego exhalar relajando los músculos. El objetivo es aliviar la tensión muscular a través de la conciencia de la respiración y el
Manos, antebrazos, bíceps, muñecas y dedos. Inhala profundamente y extiende el brazo derecho, colocándolo tan rígido como puedas. Ten el puño cerrado, manteniendo la postura unos segundos y sintiendo la tensión desde los dedos hasta el hombro. Expulsa el aire relajando los músculos mientras regresas a la posición original. Repetir el ejercicio con el brazo izquierdo.
Músculos de la zona inferior del cuerpo:
Dedos de los pies. Inhala mientras aprietas los dedos de los pies como si quisieras agarrar algo con ellos. Mantén la tensión unos segundos y expulsa el aire mientras vas relajando los pies. Pantorrillas. Inhala profundamente y levanta las puntas de los pies manteniendo los talones pegados al suelo. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando los músculos y regresando a la posición original. Piernas. Inhala profundamente y levanta la pierna derecha extendiéndola hacia delante. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando la pierna mientras regresas a la posición original. El ejercicio se repite con la pierna izquierda. Glúteos. Inhala profundamente y contrae los glúteos. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando los músculos.
Zona del tórax:
Abdomen. Inhala profundamente y contrae el abdomen hacia a dentro. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando el abdomen. Espalda. Con mucho cuidado, inhala profundamente y apoya los codos en el respaldo de la silla. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando los músculos y regresando a la posición original.
Musculares del rostro y cuello.
Cuello. Inhala profundamente. Con cuidado, inclina hacia adelante el cuello intentando tocar el pecho con la barbilla, pero manteniendo cierta resistencia. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando los músculos y regresando a la posición original. Frente. Inhala profundamente y arruga la frente. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando la frente. Ojos. Inhala profundamente y cierra los párpados fuertemente. Siente la tensión en los párpados y mantén la postura unos segundos. Expulsa el aire relajando los ojos. Labios. Inhala profundamente y sonría (forzando la sonrisa). Siente cómo las mejillas y labios se encuentran tensos. Mantén la postura unos segundos y expulsa el aire relajando los músculos y regresando a la posición original. Nariz. Arruga la nariz, el puente y las fosas nasales hasta que se tensionen. Mantén unos segundos y después expulsa el aire relajando la nariz. Lengua. Inhala profundamente mientras tensas la lengua hacia el paladar. Mantén esta tensión unos segundos y después expulsa el aire relajando la lengua.
Para finalizar, relajar cualquier tensión y regresa al ritmo natural de la respiración.
Mientras recuperas la calma, puedes mover poco a poco las manos y pies e incorporarte poco a poco. ¿Cómo te sientes? Probablemente la respuesta sea positiva, sin embargo, es importante recordar que algo fundamental será la práctica constante y consciente.