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Facultad de Psicología.

Nombre del alumno: Pablo Israel Rios Bricio.

2°A

Nombre del docente: Collas Aguilar Jorge Luis.

Psicoendocrinología.

ACTIVIDAD 1: Los sistemas de


comunicación neuroendocrina del ser humano.

Martes 15 de febrero del 2022


Villa de Álvarez, Colima.
INTRODUCCIÓN.

Podemos considerar como sistema neuroendocrino al conjunto de estructuras que


forman el sistema endocrino y la parte del encéfalo dedicado a la emisión, control y
transmisión de las sustancias que generan.
Se trata de un sistema vital para el ser humano, que se encarga de la emisión y
gestión de las hormonas y que como tal influye en la generación de cambios en el
funcionamiento o incluso la estructura de nuestro cuerpo. Estas hormonas viajan
principalmente por el sistema cardiovascular hacia los órganos y tejidos sobre los
que deben actuar.
Por lo general podemos considerar que este sistema se origina en el hipotálamo y
desde él, pasando por la hipófisis, puede generar diferentes circuitos o vías.
Entre ellos destacan tres: el hipotálamo-hipófiso-adrenal (que regula especialmente
la respuesta del organismo al medio, así como el estrés y la activación), hipotálamo-
hipófiso-gonadal e hipotálamo-hipófiso-tiroideo.
LA ENDOCRINOLOGÍA DESDE EL SISTEMA.
Como se señaló en la introducción a esta sección, las hormonas comprenden
esteroides, aminas y péptidos. Las hormonas peptídicas son con mucho las más
numerosas. Muchas hormonas se agrupan en familias que reflejan sus semejanzas
estructurales, así como las similitudes de los receptores que activan. Sin embargo,
el número de hormonas y su diversidad aumenta conforme se avanza de las formas
de vida simple hasta las más complejas, lo que refleja las dificultades añadidas para
lograr la homeostasis en los organismos más complejos. Por ejemplo, algunas de
las hormonas peptídicas son heterodímeros que comparten una cadena común y la
especificidad la confiere la cadena. En el caso específico de la hormona estimulante
de tiroides, la hormona estimulante del folículo y la hormona latinizante hay indicios
de que las cadenas distintivas se originan en una serie de duplicaciones de un gen
ancestral común. Aún más, para éstas y otras hormonas, dicha evo-lución molecular
implica la necesidad de que también evolucionen los receptores de las hormonas a
fi n de que permitan la propagación de las acciones y la especificidad de la hormona.
Esto se logró mediante la evolución concomitante de los receptores acoplados a la
La Fisiología endocrina y de la reproducción proteína G y las cinasas de tirosina de
receptor que median los efectos de hormonas peptídicas y aminas que actúan sobre
la superficie celular. No obstante, las relaciones ancestrales subyacentes a veces
vuelven a surgir en la reactividad cruzada que puede observarse cuando las
hormonas aumentan a concentraciones extraordinariamente altas.

SÍNTESIS Y PROCESAMIENTO

La regulación de la síntesis hormonal depende desde luego de su naturaleza


química. En el caso de las hormonas peptídicas y también de los receptores de
hormona, la síntesis es controlada de manera predominante al nivel de la
transcripción. Por lo que respecta a las hormonas aminas y esteroides, la síntesis
es controlada de manera indirecta regulando la producción de enzimas sintéticas
clave, y también por la disponibilidad de sustrato.
Es interesante que la mayor parte de hormonas peptídicas al principio se sinteticen
como cadenas polipeptídicas mucho más grandes y luego se procesen en el interior
de la célula por proteasas específicas para generar la molécula de hormona final.
En algunos casos, varias hormonas se derivan del mismo precursor inicial, lo que
depende de los pasos específicos del procesamiento que se presentan en un
determinado tipo de célula. Al parecer esto brinda un grado de «economía»
genética. También es notable que los propios precursores hormonales sean
típicamente inactivos. Este puede ser un mecanismo que proporcione una medida
adicional del control regulador o, en el caso de las hormonas tiroideas, puede
determinar la zona de máxima disponibilidad hormonal.
La síntesis de todas las proteínas y los péptidos señalados con anterioridad está
sujeta a los mecanismos normales de control trans-cripcional que tienen lugar en la
célula. Además, se prevé la regulación muy específica por otras hormonas, ya que
las regiones reguladoras de muchos genes de hormonas peptídicas contienen
motivos de fijación para los receptores nucleares antes señalados.
Por ejemplo, la hormona tiroidea suprime directamente la expresión de TSH a través
del receptor de hormona tiroidea. Tales mecanismos específicos para regular la
transcripción hormonal son esenciales para la función de los circuitos de
retroalimentación, como se des-cribe con más detalle más adelante.

SECRECIÓN

La secreción de muchas hormonas es a través de un proceso de exocitosis de


gránulos almacenados, como se señaló en el capítulo 2. El aparato exocitótico es
activado cuando el tipo de célula que sintetiza y almacena la hormona en cuestión
es activado por una señal específica, por ejemplo, un neurotransmisor o un factor
liberador de péptido. Sin embargo, hay que contrastar la secreción de las hormonas
almacena-das con la de aquellas que se liberan de manera continua por difusión.
Una complejidad adicional relativa a la secreción hormonal tiene que ver con el
hecho de que algunas hormonas son secretadas de mane-ra intermitente o pulsátil.
Las tasas de secreción pueden incrementarse al máximo y disminuir en relación con
los ritmos circadianos, en res-puesta a los horarios de las comidas o según lo
regulan otros factores generadores de patrones cuya periodicidad puede fl uctuar
desde mili-segundos hasta años. La secreción intermitente suele relacionarse con
la actividad de osciladores en el hipotálamo que regulan el potencial de membrana
de las neuronas, secretando a su vez factores liberadores de hormonas hacia el
sistema portal hipotálamo-hipofisario que luego producen la liberación de las
hormonas hipofisarias y la activación consecuente de otras glándulas de forma
intermitente.
Ahora bien, el correcto funcionamiento de todos estos sistemas requiere de la
existencia de otros que permitan gestionarlos y coordinarlos. El primero y más
relevante es el sistema nervioso, encargado precisamente de dicha gestión y
control. Pero también es necesario que se generen elementos que permitan que los
sistemas se activen o se inhiban ante las órdenes del sistema nervioso. Este último
sería el caso del sistema endocrino.
Y dado que la emisión de dichas sustancias requiere de cierto control a nivel neural,
podemos también hablar de un sistema neuroendocrino que permite controlar la
emisión de sustancias como las hormonas, necesarias para el buen funcionamiento
de diversos sistemas corporales.
En este sentido, entre otros muchos elementos nos permite contribuir a gestionar
nuestro sistema inmune, regular nuestra respuesta sexual, generar hambre o sed
de cara a que actuemos cuando nuestro cuerpo necesita nutrientes, experimentar
emociones y sentimientos hacia elementos del entorno o hacia otras personas,
regular la digestión, controlar los ritmos biológicos, mantener el equilibrio
electrolítico de nuestro cuerpo. o incluso provocar nuestro crecimiento y desarrollo
durante el ciclo vital.

PARTES DEL SISTEMA NEUROENDÓCRINO

El sistema endocrino está formado por una gran cantidad de diversas glándulas
productoras de hormonas, que se ven gestionadas por parte del sistema nervioso
configurando de manera conjunta el sistema neuroendocrino. Entre los principales
componentes de este último sistema podemos encontrar los siguientes elementos.
1. Hipotálamo
El principal núcleo del sistema nervioso que se encarga de regular el conjunto del
sistema neuroendocrino, la parte del sistema con mayor rol a la hora de controlar y
coordinar su funcionamiento y la liberación de hormonas, es el hipotálamo.
Esta parte del encéfalo inicia la producción de diferentes hormonas que a su vez
activan la hipófisis, otro de los principales elementos del sistema. A partir de él
surgen además diferentes circuitos, que incluyen la hipófisis y que se dirigen a
regular diferentes sistemas.
El hipotálamo produce diferentes hormonas, entre las que destaca la oxitocina y la
vasopresina, además de hormonas liberadoras de otras sustancias que permiten
que se sinteticen en el hipotálamo
2. Hipófisis
La hipófisis o glándula pituitaria es otro de los principales elementos del sistema
neuroendocrino, y es en ella concretamente en la que se generan la mayor parte de
hormonas que desde el cerebro y a través de la sangre van a enviarse a otras zonas
y órganos del organismo. Se encuentra conectada y unida al hipotálamo por
neuronas y vasos sanguíneos, de hecho, colgando de él.
Si bien el hipotálamo forma más bien parte del sistema nervioso, la hipófisis se halla
a medio camino entre este y el endocrino, actuando como principal núcleo que
permite que las órdenes del sistema nervioso puedan enviarse al resto de glándulas
endocrinas del cuerpo.
Asimismo, está configurada por hipófisis anterior o adenohipófisis y posterior o
neurohipófisis. En la adenohipófisis se generan hormonas tan importantes como la
del crecimiento, la ACTH, la luteinizante, las betaendorfinas, la prolactina o la
hormona estimulante de la tiroides. Se encarga de la liberación de hormonas
tróficas, las cuales son aquellas que activarán otras glándulas endocrinas del
cuerpo.
La neurohipófisis, a pesar de que se vincula a hormonas como la oxitocina o la
vasopresina, en realidad no sintetiza hormonas: su principal función es almacenar
y posteriormente liberar en la sangre dichas sustancias, las cuales produce el
hipotálamo.
3. Epífisis
En ocasiones olvidada y a veces confundida con la hipófisis, la epífisis o glándula
pineal es una glándula situada en el encéfalo que resulta de gran relevancia para
nosotros, dado que participa en la emisión de sustancias como la melatonina y por
tanto en el mantenimiento de los ritmos biológicos (como por ejemplo el
sueño/vigilia).
También se vincula a la producción de endorfinas y tiene relevancia a nivel de
contribuir a gestionar nuestra esfera emocional, o la producción de melatonina.
4. Tiroides
La glándula tiroides es una de las principales glándulas del sistema endocrino.
Situada en la garganta, concretamente sobre la tráquea y bajo la faringe, la tiroides
es el órgano que genera entre otras la hormona tiroidea y la tiroxina, las cuales son
fundamentales en el metabolismo y participan en el crecimiento del cuerpo.
También afecta a la temperatura del organismo, al funcionamiento del sistema
nervioso y cardiovascular y la gestión de la energía corporal.
5. Glándulas paratiroides
Por lo general poco conocida, esta agrupación de cuatro glándulas se sitúa por
detrás de la tiroides y tiene como principal función de la de mantener un equilibrio u
homeostasis en los niveles de calcio presentes en nuestro organismo (tanto a nivel
de sangre como de huesos, por ejemplo).
6. Timo
El timo es una parte del sistema endocrino que suele ser injustamente olvidada,
pero que tiene un papel fundamental para nuestra supervivencia: se encarga de
producir los linfocitos T, una parte imprescindible de nuestro sistema inmune. Se
encuentra justo detrás del esternón.
7. Glándulas suprarrenales
Situadas por encima de los riñones y divisibles en corteza y médula, estas glándulas
son una parte fundamental en lo que respecta a la generación de hormonas como
los corticoides o en la producción de sustancias fundamentales para el crecimiento
(incluyendo parte de las características sexuales), la gestión de los carbohidratos,
la regulación de elementos como el sodio o el potasio, la activación del cuerpo o la
preparación para la lucha-huida.
8. Páncreas
Parte del sistema digestivo, es el principal productor de insulina y glucagón,
elementos fundamentales para la gestión, utilización y almacenamiento de la
glucosa extraída de los alimentos. Así, es imprescindible para la gestión de la
glucemia y por lo tanto un elemento relevante en el metabolismo.
También secreta somatostatina, la cual contribuye a frenar el crecimiento al parar la
secreción de la hormona del crecimiento por parte de la hipófisis.
9. Testículos/Ovarios
Los testículos y los ovarios son también parte del sistema endocrino y
neuroendocrino, y suponen una de las principales fuentes de hormonas sexuales
de nuestro cuerpo. Los testículos producen principalmente testosterona, mientras
que los ovarios hacen lo propio con la progesterona y los estrógenos.
Estas hormonas afectan al comportamiento sexual, contribuyen a la formación de
las características sexuales secundarias propias de cada sexo y tienen que ver con
aspectos como el deseo, la preparación para el parto, el fortalecimiento y
crecimiento de huesos y músculos o incluso elementos socioemocionales (en
ambos sexos) más allá de lo reproductivo.

CONCLUSIÓN.
El concepto de SE posee un fundamento fisiológico y clínico, sin una anatomía
uniforme, ni siquiera el mismo origen embriológico. Las hormonas siguen siendo
unos mensajeros químicos imprescindibles, pero su concepto se desdibuja cuando
se habla de paracrinia o autocrinia, de forma que esos mensajeros.
REFERENCIAS.
Gonzalez, G. F. (1999, 15 julio). NeuroendocrinologÃa.

sisbib.unmsm.edu.pe. Recuperado 13 de febrero de 2022, de

https://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/endocrinolog%C3%AD

a/v04_n2/neuro(1).htm

Marcala, A., Chavarría, A., & Montor, J. G. (2002, 6 diciembre). La

red de comunicación neuroinmunoendocrina y la regulación

de la homeostasis: Imbiomed. Recuperado 13 de febrero de

2002, de https://www.imbiomed.com.mx/articulo.php?id=5945

Mimenza, O. C. (2022, 3 febrero). Sistema neuroendocrino: partes,

funciones y características. Psicología y Mente. Recuperado

13 de febrero de 2022, de

https://psicologiaymente.com/neurociencias/sistema-

neuroendocrino

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