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SEMINARIO DIOCESANO DE TOLUCA

Seminario mayor, etapa de teología

“La libertad en Cristo”

Protocolo de trabajo de investigación

Presenta:
Jorge Benjamín Hernández Mateos

Asesor:
Pbro. Lic. Eduardo Rueda Lugo

Cuarto de Teología
Ciclo escolar 2021-2022

Toluca de San José a 19 de mayo de 2021


Interés temático:
Antropología teológica

Tema:
La libertad en Cristo

Planteamiento del problema:

La libertad es un tema que por muchos siglos ha sido causa de polémica, en la cual, varias
corrientes, pensamientos y autores han brindado su comprensión y respuesta con respecto a
la misma. Por casi 16 siglos se preguntaron sobre la primacía absoluta de Dios, y si ésta
realmente se podía colocar por encima de la voluntad humana, dando paso a una
divergencia entre la gracia de Dios y la libertad humana. Ciertamente, después de tantos
años la cuestión sobre la dialéctica gracia-libertad ha sido respondida gracias a la reflexión
teológica. No obstante, la problemática que aquí nos interesa, es un tanto distinta.

A causa del pecado original el hombre había roto indefinidamente la relación y amistad con
el Señor, haciéndolo esclavo de su mismo pecado, sin embargo, Dios no se desentendió de
su pueblo, sino que escuchó su clamor y atendió a sus suplicas. Por lo tanto, el hombre se
encontraba en un estado en el cual era incapaz de ser verdaderamente libre. Efectivamente
el libre albedrío seguía existiendo, pero de suyo, el hombre no podía obrar el bien conforme
a la voluntad divina. Fue por ello que el Hijo de Dios fue enviado por el Padre, y se hizo
hombre para devolver al hombre la libertad que había sido perdida, y de esta forma según
San Pablo, el hombre al recibir el Espíritu Santo pasó de ser un hombre viejo a un hombre
nuevo impulsado por el mismo Espíritu, y siendo ahora capaz de actuar en orden al bien
querido por el Señor y sin la cual no podría hacer nada para conseguir su salvación, y sin la
que tampoco podría actuar como hijo de Dios.

Entonces, si el hombre ha sido transformado en una nueva criatura, ¿porque sigue actuando
como si esa libertad fuera una mera ilusión?, ¿qué acaso no hemos pasado del estado de la
esclavitud a la libertad de los hijos de Dios?, ¿por qué nos cuesta tanto entender que nuestra
libertad ha sido liberada?, y sobre todo ¿por qué nos cuesta tanto a los hombres asumir,
vivir y experimentar esa libertad a la que hemos sido llamados? O tal vez ¿la hemos
considerado como un ideal inalcanzable, a cuál solo tienen acceso los santos? ¿Dónde ha
estado nuestro error?, ¿será acaso que nos hemos alejado tanto de Él que la ceguera y la
obscuridad de mente y espíritu no nos permiten vivir en la libertad fundamental? ¿En
verdad podemos llamarnos hijos de la Luz?, o ¿no será más bien que somos hijos de las
tinieblas?, ¿Para qué y de que hemos sido liberados?
¿Realmente hemos sido liberados?
Justificación:

San Agustín hace una distinción muy clara entre el libre albedrío, que es la capacidad del
hombre para autodeterminarse, y la verdadera libertad, la cual consiste en vivir de cara a
Dios cumpliendo su voluntad, y que a su vez es el fin último del hombre. El tema de la
libertad ha sido algo que personalmente me ha inquietado bastante por estos dos aspectos, y
que de alguna manera han repercutido en momentos y circunstancias diversas de mi vida,
las cuales las explicaré en dos vertientes distintas a la luz de esta definición de libertad en
San Agustín:

1. Hace unos años, cuando comenzaba la etapa de filosofía, leí un libro que me hizo
adentrar demasiado en el mundo de la física teórica, astrofísica y física cuántica,
temas que quizá no tenían mucho que ver en ese tiempo con mi formación
académica, pero que de igual forma me apasionaban sorprendentemente y que sin
duda lo seguirán haciendo. El título del libro: “Historia del tiempo”, del célebre
científico inglés Stephen Hawking. Realmente el contenido de este libro me hizo
ver el mundo y el universo de una manera distinta, tanto que incluso busqué y
consulté más libros relacionados al tema, docenas de ellos. Fue impactante para mi
persona asimilar las implicaciones, el desarrollo y el avance de la ciencia para la
comprensión de la mecánica clásica, celeste, relativa y cuántica en el universo, pero
de entre todas las respuestas que había para entender el porqué de las cosas, hubo
algo en particular que me confundió significativamente en el interior. En casi todos
los libros que investigué hubo un tema en común que resultaba un tanto
contradictorio con la enseñanza de la Iglesia que había recibido sobre la libertad a lo
largo de mi formación. Pierre-Simón Laplace, astrónomo francés, fue en su
momento el precursor de la doctrina del determinismo científico que puso las bases
para que dicha postura tomara mayor fuerza y forma hasta la segunda mitad del
siglo XX. Lo que prácticamente encierra esta doctrina es que el universo entero está
gobernado por una serie de leyes físicas y matemáticas que controlan todos los
fenómenos observables incluyendo el comportamiento humano. Hawking explica en
su obra “El gran diseño”, que absolutamente todo puede ser explicado a partir de la
mecánica clásica, la física cuántica y las teorías relativistas, y que por lo tanto no
puede haber libre albedrío en el hombre en razón que ya todo está configurado o
predeterminado por las mismas leyes. Afirma que el universo no tiene un principio
divino, sino que éste siempre ha sido regido por estas leyes físicas, y que en
consecuencia es absurdo pensar en un dios que haya dotado al hombre de una
supuesta libertad. Ciertamente los avances de la ciencia han sido espectaculares para
el progreso de la técnica y comprensión del universo, pero a mi parecer, y a la luz
de lo que he aprendido gracias a la doctrina de la Iglesia, no puedo pensar de la
misma manera como proponen los más destacados de la física y astronomía, sería
como caer en un sin sentido de la vida. ¿Dónde queda Dios?, ¿Dónde queda mi
libertad?, ¿Dónde queda mi relación y amistad con el Señor? Es verdad que el
hombre puede autodeterminarse por el libre albedrío como dice San Agustín, pero
pareciera que esta capacidad lo ha llevado a creerse señor y amo de todo lo que lo
rodea, y no digo “lo creado”, porque para muchos ya nada tiene tan siquiera un
origen, han desplazado incluso su libertad a un ideologizado determinismo. Siendo
así, la libertad solo es una ilusión. Esto me ha hecho pensar bastante en las
implicaciones de tales paradigmas científicos dentro de la sociedad y el corazón del
hombre, ¿Cómo puede ser posible que se caiga en un autoengaño tan radical? Así el
hombre no puede vivir, necesita saberse libre, pero no solo como la primera
definición de San Agustín, sino ahora viviendo en la verdadera libertad.
2. La segunda razón por que quisiera desarrollar el trabajo de investigación sobre la
libertad gira en torno a la experiencia integral de toda mi vida, tanto en el ámbito
familiar, comunitario, y formativo dentro del seminario. Considero que mi persona
no siempre estuvo impregnada por la dinámica de la Iglesia, y aún menos por la
voluntad del Señor, pues a Él lo conocí a la edad de 15 años, una edad rebelde en la
que incluso llegué a pensar que Dios solo era una ficción. Creí que sin Él era feliz,
pero realmente no lo era. Entonces el Señor entró a formar parte de mi vida, Él
quería que en verdad fuera libre y feliz, y sé que aún lo quiere. Por otra parte, yo me
dejé conducir por su voluntad, sin embargo, e independientemente de que me
encuentre en el seminario, y en la etapa configurativa con Cristo, percibo algo
faltante. Sé que el libre albedrío forma parte de mi naturaleza, pero no quisiera
quedarme meramente en una capacidad de poder llevar a cabo tal o cual acción.
Jesús se dirigía al Señor con una simple palabra “Abbá”, que quiere decir “Padre”,
esta expresión fue causa de escándalo entre los judíos, sin embrago, contiene en sí
todo un significado y carga teológica, pues, así como un niño se dirige en plena
confianza a su padre, Jesús también lo hace con su Padre, y esa confianza lo lleva a
saberse enteramente dependiente de Él. Manifestaba que su relación era de cara con
el Señor, así como afirma San Agustín sobre la verdadera libertad. Y si Jesús
mostraba esta relación con el Señor era porque quería que todos los hombres
también fueran libres, y que se dirigieran al Señor, como hijos en el hijo,
llamándolo Padre. En todo este tiempo que he estado cerca del Señor he sido muy
feliz, pero ahora sé que me falta dar un salto e impulso cualitativo en el cual pueda
estar de cara a cara al Señor para cumplir con solvencia su voluntad. Puede que la
vida del seminario tenga sus retos, dificultades y a veces tropiezos, pero si el Señor
me llama a este estilo de vida, entonces no puedo vivir en una mediocre entrega
siendo esclavo de vicios, buscando placeres o intereses personales, siendo falso, y
falto de caridad y servicio a mi prójimo. En eso no consiste la libertad que nos
ofrece Cristo. Yo quiero ser libre, no quiero seguir caminando a medias, pretendo
que este trabajo sea una gran riqueza académica para mi formación, pero también
deseo que sea el inicio de un cambio y transformación en el saberme libre, para que
pueda vivir en la verdadera y auténtica libertad de los hijos de Dios.
Objetivo:

Fundamentar desde la antropología teológica que la libertad cristiana es el objetivo de la


libertad humana, la cual no es un mero estado, sino un proceso y una tarea permanente que
orienta al cristiano a vivir más plenamente esta verdad revelada.

Objetivos específicos:

 Examinar desde la realidad cómo se ha planteado erróneamente la categoría de la


libertad a la vida humana comunitaria e individual
 Comprender desde el dato revelado cómo el hombre tiene una profunda necesidad
de ser liberado de la esclavitud del pecado.
 Valorar la libertad como la propuesta y el llamado de Dios en la realización y
sanación del hombre.
 Reflexionar a la luz del contenido teológico y bíblico cómo la libertad crea en el
hombre un ser nuevo capaz de vivir en la verdadera libertad de los hijos de Dios

Posible índice temático:


Capítulo I: Realidad y situación del hombre

1. Antropología teológica del hombre caído


1.1 Testimonio del Antiguo testamento
1.2 El hombre corrompido por el pecado, Génesis
1.3 La concupiscencia, eco del primer pecado
1.4 Situación de esclavitud, Éxodo
1.5 Moisés, precursor de la libertad

2. Padres de la Iglesia.
2.1 Ireneo de Lyon
2.2 Orígenes de Alejandría
2.1 Deterioro en la libertad según san Agustín.

3. Reforma protestante
3.1 Lutero y la libertad
3.2 Concilio de Trento

4. Modernidad y libertad
1.1 El advenimiento de la ciencia y libertad de pensamiento
1.2 libertad y economía
4.3 libertad política
5. La libertad en la posmodernidad.

6. Dureza y cambio de corazón

Capítulo II: La libertad sanada por la gracia

1. Comienzo de la libertad del hombre.


1.1 Libre albedrío
1.2 Alcance de la libertad del hombre caído en orden al conocimiento y a la
voluntad
1.3 Gracia divina y cooperación del hombre

2. Jesús y la vocación a la libertad


2.1 Jesucristo, hombre libre
2.2 El hombre Liberado por y para
2.3 El hombre Liberado del pecado
2.4 El hombre Liberado de la ley
2.5 El hombre Liberado de la muerte
2.6 Filiación adoptiva

3. Libertad en San Pablo


3.1 Carta a los gálatas.
3.2 libertinaje
3.3 libertad en el espíritu

Capítulo III: Camino hacia la auténtica dignidad y libertad cristiana

1. La libertad liberada
1.1 El hombre nuevo en Cristo
1.2 las bienaventuranzas, fuente de la verdadera libertad.

2. Libertad en comunión
2.1 La Iglesia y la autoridad al servicio de la libertad
2.2 Fraternidad humana y lucha de clases

3. Jn 8, 32: conoceréis la verdad y la verdad os hará libres

Capítulo III “Cristo continúa liberando en nuestros días”

1. Sacramento de la libertad
1.1 El hombre nuevo en Cristo
Libros y material prestado para el trabajo de investigación:

 Criterios metodológicos investigación científica/ Prefectura de estudios, seminario


mayor.

 La gracia de Cristo/ José Antonio Sayés


 La gracia de Dios/ Juan Luis Lorda
 Antropología teológica/ Maurilio Flick - Zoltan Alszeghy
 Antropología Cristiana/ Juan E. Schenk
 Antropología teológica/ Angelo Scola
 Nos ha liberado/ A. Cussianovich
 Llamados a la libertad/ Joseph Thomas, S.J.
 Vocación a la libertad/ José comblin
 Dios visita y libera a su pueblo/ José María Hernández
 Libertad, gracia y destino/ Romano Guardini
 Cristianismo y liberación del hombre/ Jules Girardi

 Tesis para concluir teología: La libertad de los hijos de Dios


 Tesis de licencia: La libertad de elección en la gracia en el De spiritu et libera de
San Agustin.

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