See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/265392852

[Psychometric properties and diagnostic value of 'lexical screening for

aphasias']

Article  in  Revista de neurologia · September 2014

Source: PubMed

CITATIONS READS

0 2,310

3 authors, including:

Rodolfo Peña Miguel Ángel López Espinoza

University of Bío-Bío University of Bío-Bío, Chillán, Chile
14 PUBLICATIONS   6 CITATIONS    28 PUBLICATIONS   99 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Association between occupational noise, auditory-vocal disorders and occupational stress in teachers View project

Validación de la Escala de Estrés Laboral de la OIT-OMS, medida en una muestra de profesores. View project

All content following this page was uploaded by Rodolfo Peña on 29 September 2014.

The user has requested enhancement of the downloaded file.

 ORIGINAL

Propiedades psicométricas y utilidad diagnóstica

del ‘screening léxico para las afasias’
Rodolfo Peña-Chávez, Luis Martínez-Jiménez, Miguel López-Espinoza

Introducción. La evaluación del lenguaje en personas con lesión cerebral permite conocer si éstas requerirán o no rehabi- Departamento de Ciencias de la
Rehabilitación en Salud; Universidad
litación de lenguaje. Debido a la importancia de una evaluación precisa, los instrumentos de evaluación deben ser válidos del Biobío; Chillán (R. Peña-Chávez,
y fiables, con el fin de evitar diagnósticos equivocados y subjetivos. M. López-Espinoza). Escuela de
Fonoaudiología; Universidad de
Objetivo. Validar el ‘screening léxico para las afasias’ (SLA) en una muestra de 58 individuos chilenos. Talca (L. Martínez-Jiménez). Chile.
Sujetos y métodos. Se construyó una prueba de lenguaje, tipo cribado, de 20 minutos de duración y basada en el mo- Correspondencia:
delo de procesamiento léxico de Patterson y Shewell de 1987. La muestra estuvo compuesta por dos grupos, 29 sujetos Flgo. Rodolfo Peña Chávez.
afásicos y 29 sujetos control, pertenecientes a distintos centros de salud de las regiones del Biobío y del Maule, Chile. Sus Departamento de Ciencias de la
Rehabilitación en Salud. Universidad
edades fluctuaban entre 24 y 79 años, y sus años de escolaridad, de 0 a 17. Se determinó validez discriminante, validez del Biobío. Andrés Bello, s/n. Casilla
concurrente con la batería para la evaluación de los trastornos afásicos (BETA), fiabilidad, sensibilidad y especificidad. 447. CP 381000. Chillán, Chile.

Resultados. El análisis estadístico mostró una alta validez discriminante (p < 0,001), aceptable validez concurrente media E-mail:
rpena@ubiobio.cl
con la BETA (rs = 0,65), una alta fiabilidad media (alfa = 0,87), una moderada sensibilidad media (69%) y una alta espe-
cificidad media (86%). Agradecimientos:
A Carola Cabezas, Hellen Espinoza
Conclusión. El SLA es válido y fiable para evaluar el lenguaje de personas con afasias, es sensible para detectar sujetos y Pablo Godoy, por permitirnos
afásicos y es específico para descartar trastornos del lenguaje en personas con lenguaje normal. acceder a los pacientes que
conformaron parte de la muestra
Palabras clave. Afasia. Especificidad. Evaluación. Fiabilidad. Sensibilidad. Validez. estudiada, y a Pilar Molina, Catalina
Díaz, Leslie Araya y Natalia Cáceres,
por su gran apoyo logístico en el
contacto con los pacientes.

Introducción
La evaluación del lenguaje es un proceso complejo
que consiste en evidenciar, por medio de una con-
ducta observable, un proceso cognitivo con carac-
terísticas abstractas. Las afasias, como trastornos
del lenguaje a causa de una lesión cerebral [1,2], de-
ben ser evaluadas de forma eficiente para conocer
las necesidades comunicativas que presentan los
sujetos que las padecen, y con ello brindar un pro-
ceso terapéutico acorde a sus características. En la
actualidad, dos enfoques teóricos priman en el es-
tudio de estas patologías: la neuropsicología clásica
[3] y la neuropsicología cognitiva [1,4,5]. De ellas, la
última ha tenido mayor auge en las últimas décadas,
debido a la aparición de la neuroimagen y la elabo-
ración, por parte de la psicolingüística, de modelos
cada vez más complejos que detallan la estructura y
organización de todos los componentes del sistema
de procesamiento del lenguaje [4]. Esto ha permiti-
do que la evaluación de las afasias sea más especí-
fica y detallada [1,4]. Se han elaborado instrumen-
tos que evalúan el lenguaje de sujetos afásicos desde
el enfoque neuropsicológico cognitivo [2,3,6,7]. Un
modelo que se ha utilizado como fundamento teó-
rico para crear instrumentos de evaluación es el de Aceptado tras revisión externa:
30.08.13.
Patterson y Shewell de 1987 [1,4-6,8,9], que explica
cómo el lenguaje procesa las palabras en sus moda- Cómo citar este artículo:
Peña-Chávez R, Martínez-Jiménez L,
lidades oral y escrita. Este modelo se presenta en la López-Espinoza M. Propiedades
figura 1 y es, por excelencia, un diagrama de ‘cajas y psicométricas y utilidad diagnóstica
flechas’ que especifica un número determinado de del ‘screening léxico para las afasias’.
Rev Neurol 2014; 59: 255-63.
componentes del proceso (cajas) y cómo ellos se in-
terrelacionan (flechas) [5]. En él es posible explicar © 2014 Revista de Neurología
cómo funciona el lenguaje según sea la naturaleza
del estímulo, es decir, si es una palabra hablada, una
palabra escrita o un dibujo. A continuación se deta-
llará brevemente cómo se procesa el lenguaje oral y
qué papel cumple cada uno de los módulos identifi-
cados en el modelo. Esto permitirá conocer por qué
el número de subpruebas escogidas en el ‘screening
léxico para las afasias’ (SLA) fue de siete y no un nú-
mero mayor o menor.
En la comprensión léxica oral participan tres
módulos: análisis acústico, léxico acústico y sistema
semántico (Fig. 1). Las etapas que contempla este
procesamiento son [1,4-6,10]: una palabra escucha-
da ingresa al sistema lingüístico y debe ser analiza-
da para reconocer qué fonemas la componen. Des-
pués de identificados los fonemas, éstos se analizan
conjuntamente para identificar de qué palabra se

www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263 255

R. Peña-Chávez, et al
Figura 1. Modelo de procesamiento del lenguaje de Patterson y Shewell de 1987 (adaptado de [1]).
trata. Finalmente, y después de reconocida la pala-
bra, se accede a su significado, completándose el
proceso de comprensión de una palabra oída. El pa-
pel de cada módulo en la comprensión se detalla a
continuación:
– Módulo de análisis acústico. Es el encargado de
reconocer los fonemas y, para ello, realiza tres
tipos de análisis [1,5]: un análisis acústico de los
sonidos del lenguaje, un análisis fonético y, final-
mente, un análisis fonológico, donde se recono-
cen los fonemas.
– Módulo de léxico auditivo. Es el encargado de re-
conocer las palabras [5]. Es un almacén que guar-
da las representaciones de todas las palabras que
conocemos en su forma oral.
– Sistema semántico. Es el módulo encargado de
almacenar los conceptos y significados de las pa-
labras, por lo tanto, es el que permite compren-
der el lenguaje hablado [1,5].
En la producción léxica oral participan cuatro mó-
dulos: módulo de sistema semántico, léxico fonoló-
gico, almacén de fonemas y conversión acústico-
fonológica (Fig. 1). En esta vertiente, el camino a
recorrer es inverso al que se describe en la com-
prensión [1,5], puesto que se comienza con la acti-
vación de una serie de conceptos que forman el sig-
nificado en el sistema semántico, proceso conocido
como conceptualización [5]. Después se activa la
forma fonológica de la palabra, es decir, se accede al
léxico. Finalmente, se seleccionan, en el almacén de
256
fonemas, los fonemas que componen esa palabra, y
se activan y programan los movimientos articulato-
rios necesarios para producir verbalmente la pala-
bra pretendida. Cuando la tarea es la repetición de
una pseudopalabra, no se reconoce la palabra ni se
activa algún léxico para producirla, sino que se rea-
liza directamente la conversión de esos sonidos en
fonemas, los cuales deben seleccionarse para ser
pronunciados finalmente [5]. El papel de los módu-
los encargados de la producción lingüística se co-
menta a continuación:
– Sistema semántico. Participa activando y evocan-
do los conceptos y rasgos semánticos necesarios
para producir una palabra [5].
– Módulo de léxico fonológico. Es el encargado de
activar la forma fonológica de la palabra. Esto es
posible, ya que en él se encuentra representada
la forma verbal de los conceptos. La organiza-
ción y funcionamiento del léxico fonológico es
muy similar a la del léxico auditivo. Sin embargo,
son físicamente diferentes y se utilizan en activi-
dades diferentes [1,5,8]; de ahí la necesidad de
evaluarlos separadamente.
– Almacén de fonemas. Es el módulo donde se en-
cuentran almacenados los sonidos del lenguaje,
es decir, los fonemas [5,8,11]. En él se genera una
cadena específica de fonemas, según la activa-
ción que envía el módulo léxico fonológico una
vez que ha sido seleccionada la palabra que se de-
sea nombrar.
– Módulo de conversión acústico-fonológico. Cum-
ple su principal función en la repetición de pseu-
dopalabras o logotomas [5,8].
La descripción de cada módulo del modelo postu-
lado por Patterson y Shewell [1,4-6,8,9] deja en evi-
dencia la necesidad de evaluar cada uno de ellos
para lograr conocer en cuál fracasa un paciente afá-
sico. Por ello se decidió construir una prueba para
cada módulo (siete en total), con el fin de que el SLA
evaluara todos los módulos involucrados en el len-
guaje oral.
Este modelo y la metodología utilizada por la
neuropsicología cognitiva del lenguaje exigen cier-
tos requisitos para la evaluación del procesamiento
léxico con el objetivo de obtener resultados certe-
ros y fiables [1,4-6,10]. Uno de ellos es la utilización
de un enfoque basado en la ‘comprobación de hipó-
tesis’ [1]. Esto implica seleccionar intencionada-
mente las herramientas de evaluación. Por lo tanto,
no se requiere aplicar la totalidad de las pruebas
existentes en las baterías de lenguaje, sino que, se-
gún la hipótesis planteada, sólo se administrarán
aquellas que reflejen el rendimiento del paciente en
www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263

esos módulos que se suponen dañados [1]. Otro re-
quisito que hay que cumplir es el ‘control y manipu-
lación de una serie de variables psicolingüísticas
que son decisivas en la conducta del paciente’ [1,5].
Este proceso es un elemento importante dentro de
la evaluación del lenguaje desde el enfoque neurop-
sicológico cognitivo [1,4-6,10]. Sin embargo, no es
el único, pero es el principal elemento considerado
en el SLA. Esta metodología de evaluación difiere
de la utilizada por la neuropsicología clásica en lo
siguiente [1,4-6,10,12-14]:
– No clasifica las afasias por medio de la agrupa-
ción de síntomas que presenta el paciente.
– No intenta localizar la ubicación de la lesión en
el cerebro por medio de los síntomas.
– Busca la causa psicolingüística del trastorno afá-
sico por medio de la aplicación de pruebas de len-
guaje.
– La evaluación no se centra sólo en conocer la pun-
tuación total del individuo afásico en las pruebas
de lenguaje, sino también en conocer con qué
estímulos acierta o fracasa.
– Existe un control explícito de las variables psico-
lingüísticas que afectan la ejecución del pacien-
te, las cuales, generalmente, se ven reflejadas en
los protocolos de evaluación.
– No requiere la aplicación completa de las bate-
rías de lenguaje para llegar al diagnóstico.
Otros aspectos que se deben considerar en la eva-
luación de las afasias son los relacionados con los
instrumentos de evaluación. Estos aspectos son:
validez, fiabilidad, sensibilidad y especificidad [15-
17]. Lo anterior evidencia la necesidad de contar
con instrumentos que posean buenas propiedades
psicométricas, capacidad diagnóstica y basados en
el modelo de la neuropsicología cognitiva para rea-
lizar una evaluación del lenguaje objetiva y carente
de sesgos. Sin embargo, en español escasean estos
instrumentos, y existe en la actualidad sólo una ba-
tería validada denominada batería para la evalua-
ción de los trastornos afásicos (BETA) [6]. Su tiem-
po de aplicación es extenso, debido a la gran canti-
dad de estímulos incluidos en las diferentes tareas,
por lo que llegar a una conclusión diagnóstica cer-
tera tarda más de una sesión de evaluación, algo
que se repite en las evaluaciones neuropsicológicas
tradicionales. Esto genera demoras en el inicio del
tratamiento de los pacientes. Debido a ello, es ne-
cesario contar con un instrumento más reducido
[18], pero que mida con la misma validez y fiabili-
dad que la BETA. Por eso se decidió la creación y
validación del SLA. El objetivo es suplir la necesi-
dad de una prueba que evalúe todos los módulos
www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263
Propiedades psicométricas y utilidad diagnóstica del ‘screening léxico para las afasias’
del lenguaje oral en un tiempo reducido. Se buscó
crear un cribado que permitiera averiguar qué mó-
dulo específico, o conexión entre ellos, se encuen-
tra afectado, y qué variables psicolingüísticas están
influyendo en la ejecución de los pacientes. Si bien
no pueden reemplazar una evaluación detallada
como las baterías extensas, los tests de cribado de
la afasia resultan de gran utilidad en la práctica dia-
ria, al brindar un acercamiento diagnóstico en for-
ma rápida [18].
Sujetos y métodos
El diseño del estudio es no experimental y transver-
sal. El muestreo es de tipo no probabilístico acci-
dental, divididos en dos grupos:
– Personas adolescentes o adultas que presentan afa-
sia. Se aceptó la coexistencia con disartria, apraxia
del habla o disfagia, al igual que la participación
en un programa de intervención fonoaudiológica.
Fueron incluidos sujetos hablantes del español de
Chile y se excluyeron aquéllos que presentaban
hipoacusia leve sin implementación de audífo-
nos, hipoacusia moderada, grave o profunda, al-
teraciones visuales, demencia o enfermedades psi-
quiátricas. Estos pacientes fueron seleccionados
intencionadamente de distintos centros de salud
y agrupaciones sociales de la región del Maule y
de la región del Biobío, Chile.
– Personas adultas sin ningún tipo de trastorno
cognitivo (lenguaje, psiquiátrico, intelectual). To-
das domiciliadas en la región del Biobío, con el
mismo nivel de estudios que los sujetos afásicos,
diestros y hablantes de español como lengua ma-
terna. Fueron pareados por edad y en la misma
proporción en género que el grupo de pacientes
afásicos.
Para la selección de los sujetos afásicos se conside-
ró el diagnóstico fonoaudiológico informado por el
especialista a cargo, pues los pacientes se encontra-
ban diagnosticados en el momento del estudio. Para
descartar los déficits cognitivos, en algún paciente
se consultó además a su especialista en caso de que
aquél presentara deterioro cognitivo leve o demen-
cia. Para la selección de los sujetos control, se em-
pleó la evaluación cognitiva de Montreal, con el fin
de corroborar su indemnidad cognitiva. Una pun-
tuación igual o superior a 26 se consideró normal
[19]. Además, se aplicó un cuestionario que recoge
los datos necesarios para ser incluidos en el estudio.
Este cuestionario fue completado por el evaluador
con la información que el paciente entregaba.
257
R. Peña-Chávez, et al

Tabla I. Descripción de los componentes del ‘screening léxico para las afasias’.

Objetivo Objetivo Módulo N.º de

Evidencia
de la tarea de evaluación que evalúa estímulos

Identificar si las palabras Identificar fonemas Análisis

Discriminación de fonemas 24 [1,19]
escuchadas son iguales o diferentes en palabras habladas acústico

Determinar si las palabras Reconocer palabras Léxico

Decisión de palabras 32 [1,19,22]
escuchadas son reales o diferentes de forma oral acústico

Emparejamiento Reconocer imágenes Acceder al significado Sistema

16 [1,22-24]
palabra hablada-dibujo mediante una orden verbal de la palabra semántico

Nombrar elementos que pertenecen Activar el significado Sistema

Fluidez verbal categorial 6 [21,23,25-27]
a la misma categoría semántica de las palabras semántico

Acceder a la forma Léxico

Denominación de imágenes Nombrar imágenes 20 [24,28]
de la palabra fonológico

Seleccionar los fonemas Almacén

Repetición de palabras Repetir palabras reales 32 [1,24]
correctos al repetir palabras de fonemas

Seleccionar los fonemas

Conversión
Repetición de no palabras Repetir palabras inventadas correctos al repetir 20 [1]
acústico-fonológica
palabras inventadas

Desarrollo del SLA El control de la frecuencia de uso de las palabras

La tabla I muestra el mecanismo de construcción
del SLA. En ella se especifica el nombre de cada una
de las siete subpruebas, el objetivo que persiguen,
así como el objetivo teórico o proceso subyacente a
cada subprueba. Además, se identifica el módulo de
procesamiento lingüístico que pretenden evaluar, el
número de estímulos iniciales con que contaba cada
subprueba y la correspondiente evidencia experi-
mental que respalda cada tarea [1,19-28].
Para construir los estímulos de cada subprueba,
se consideró el control de las principales variables
psicolingüísticas que influyen en el procesamiento
léxico, es decir, se controló la longitud de palabras,
la lexicalidad, la frecuencia de uso y la animacidad.
La longitud de palabras se controló del siguiente
modo: se emparejaron las palabras según el número
de sílabas, es decir, se incluyeron palabras monosi-
lábicas, bisilábicas, trisilábicas y tetrasilábicas. Cada
vez que se utilizó esta variable, se seleccionó la mis-
ma cantidad de palabras según su longitud.
Para el control de la variable lexicalidad se selec-
cionó el mismo número de palabras reales y de pseu-
dopalabras. Las pseudopalabras fueron creadas por
los autores, y se crearon palabras con estructura si-
lábica de tipo consonante-vocal. Las palabras reales
fueron obtenidas del listado de frecuencias del cas-
tellano de Chile (LIFCACH) [20].
se hizo considerando el LIFCACH [20]. Para las pa-
labras de alta frecuencia se seleccionaron las ubica-
das en el extremo superior del listado, pues eran las
que presentaban mayor frecuencia. En el caso de
palabras de baja frecuencia, se seleccionaron pala-
bras del extremo inferior del listado, pues presenta-
ban una reducida frecuencia en el español de Chile.
Una vez seleccionadas las palabras de alta y baja
frecuencia, éstas se emparejaron, existiendo la mis-
ma cantidad de palabras de alta y baja frecuencia.
Finalmente, la variable animacidad se controló,
considerándola como una variable dicotómica [21],
es decir, animado o inanimado. Cuando se utilizó la
animacidad, las palabras animadas e inanimadas tu-
vieron el mismo número de estímulos.
Subpruebas de la BETA
Para establecer la validez concurrente del SLA se
decidió compararlo con algunas tareas de la BETA
[6]. En total, la batería está formada por 30 tareas,
agrupadas en seis bloques de cinco pruebas, cada
una encargada del procesamiento léxico oral del len-
guaje en su vertiente comprensiva y expresiva.
Las propiedades psicométricas de la BETA indi-
can que fue validada en Argentina, Chile, Perú, Ve-
nezuela, México y España [6]. El número total de la
muestra fue de 81 pacientes afásicos, y 81 personas

258 www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263

 Propiedades psicométricas y utilidad diagnóstica del ‘screening léxico para las afasias’

típicas emparejadas en edad, sexo y nivel cultural [6].

Presenta una alta fiabilidad, ya que el total del test es Tabla II. Fiabilidad, validez concurrente y discriminante de las siete subpruebas que constituyen el ‘screen-
ing léxico para las afasias’ (n = 58).
de 0,997, y la fiabilidad de las diferentes tareas oscila
entre 0,927 y 0,995. Su sensibilidad y especificidad
U de Mann-Whitney c
es del 90,3% y 98,7%, respectivamente [6]. N.º de α de ρ de
Para la validación concurrente se utilizaron ocho estímulos Cronbach a Spearman b
Afásicos No afásicos
tareas de la BETA, que fueron seleccionadas inten-
cionadamente, debido a que el SLA presenta tareas Discriminación de fonemas 9 0,81 0,63 f 7,0 ± 3,0 f 8,9 ± 0,0
que evalúan los mismos módulos de procesamiento
lingüístico. Se utilizaron las siguientes tareas: dis- Decisión de palabras 8 0,74 0,56 f 6,4 ± 3,0 f 7,9 ± 0,0

criminación de fonemas, decisión léxica auditiva, em- Emparejamiento

parejamiento palabra hablada-dibujo, repetición de 10 0,85 0,31 d 9,2 ± 1,0 d 9,9 ± 0,0
palabra hablada-dibujo
palabras y repetición de pseudopalabras, denomi-
nación de objetos, nombrar definiciones y fluidez Fluidez verbal categorial 2 0,90 0,73 f 7,6 ± 4,0 f 10,0 ± 0,0
verbal.
Denominación de imágenes 10 0,93 0,82 f 4,7 ± 5,5 f 9,7 ± 1,0

Análisis estadístico Repetición de palabras 8 0,96 0,70 f 5,5 ± 6,0 e 7,9 ± 0,0

Los datos se analizaron con el programa estadístico Repetición de no palabras 8 0,92 0,83 f 4,0 ± 7,0 f 7,7 ± 1,0
SPSS v. 17.0. Se midió la fiabilidad con el α de Cron-
a Coeficiente de fiabilidad; b Prueba para establecer validez de criterio (concurrente) basándose en algunas ta-
bach; la validez concurrente se obtuvo a partir de la
reas orales de la batería para la evaluación de los trastornos afásicos; c Prueba para establecer la validez de
correlación ρ de Spearman entre las puntuaciones constructo (discriminante) entre el grupo de afásicos y los no afásicos (mediana ± rango intercuartílico); d p < 0,05;
de las subpruebas del SLA con las de la BETA. Para e p < 0,01; f p < 0,001.

establecer la validez discriminante, se compararon

las medianas de las subpruebas (ninguna presentó
distribución normal) en sujetos afásicos y norma-
les, con la prueba de U de Mann-Whitney. Se de-
terminaron los puntos de corte para cada subprue-
ba a través de la aplicación de la curva ROC (recei-
ver operating characteristic) para determinar las
áreas bajo la curva que forman cada una de ellas, de
las cuales se obtuvieron sus sensibilidades y especi-
ficidades. Se consideró un nivel de significación del
5%. Finalmente, se aplicó un análisis de regresión
entre la puntuación obtenida para cada subprueba
y la escolaridad, con el fin de determinar, con el
porcentaje de varianza explicada, la influencia de la
escolaridad en cada subprueba.
Resultados
Se estudió a 58 sujetos (74,14% hombres) de 24-79
años (media: 58,98 ± 11,92 años), de los cuales 29
eran afásicos (media: 59,34 ± 12,85 años) y el resto,
no afásicos (media: 58,62 ± 11,13 años).
La escolaridad de los afásicos fluctuó de 0 a 17
años de estudio (media: 9,62 ± 4,60 años), mientras
que los no afásicos poseían entre 6 y 15 años de es-
tudio (media: 10,52 ± 2,73 años).
La tabla II presenta la consistencia interna de las
siete subpruebas del SLA, que presentaron coefi-
cientes mayores a 0,8, a excepción de la subprueba de
decisión de palabras, que resultó con un valor de 0,74.
La correlación entre cada subprueba con las tareas
orales de la BETA (mencionadas arriba) presentó
valores entre 0,31 y 0,83, todos estadísticamente sig-
nificativos (p < 0,05). Después, al comparar las me-
dias de cada subprueba entre sujetos con diagnósti-
co de afasia (n = 29) y no afásicos (n = 29), se obtu-
vieron puntuaciones significativamente menores en
el grupo de afásicos (todos con valores p < 0,05).
La figura 2 muestra las curvas ROC de las siete
subpruebas que componen el SLA, para las cuales
se consideró como referencia los grupos de afásicos
y no afásicos. La subprueba de denominación de
imágenes presentó el área ROC más alta (0,883), si-
guiéndole la repetición de no palabras (0,844), la
decisión de palabras (0,832) y la discriminación de
fonemas (0,803). La fluidez verbal categorial y la re-
petición de palabras presentaron áreas de 0,793 y
0,711, respectivamente; y la subprueba con menor
área ROC fue la de emparejamiento palabra hablada-
dibujo (0,68).
Según la tabla III, todas las áreas de la curva ROC
fueron estadísticamente significativas (p < 0,05), y
salvo la subprueba de repetición de no palabras, to-
das presentaron especificidades superiores al 80%.
En cuanto a las sensibilidades, las subpruebas de em-
parejamiento palabra hablada-dibujo y repetición
de palabras presentaron los valores más bajos, en
torno al 45%, con porcentajes correctamente clasifi-

www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263 259

R. Peña-Chávez, et al
Figura 2. Curvas ROC para las siete subpruebas del ‘screening léxico para las afasias’ (n = 58).
cados, que estuvieron entre el 67% y el 70%. Para
fluidez verbal categorial se obtuvo un 62,1% de sen-
sibilidad, mientras que para discriminación de fone-
mas, decisión de palabras, denominación de imáge-
nes y repetición de no palabras, los valores de sensi-
bilidad oscilaron entre el 72% y el 79%.
Finalmente, en las siete subpruebas construidas
se aplicó un análisis de regresión bifactorial, que in-
dica que la escolaridad explica porcentajes de va-
rianzas por debajo del 26%. Tres subpruebas fueron
influidas en menos de un 5%, dos subpruebas entre
un 8% y 12%, y dos subpruebas fueron influidas en-
tre el 21% y el 26% (repetición de palabras, r2 =
0,003; repetición no palabras; r2 = 0,026; denomi-
nación de imágenes, r2 = 0,046; discriminación de
fonemas, r2 = 0,082; fluidez verbal, r2 = 0,117; em-
parejamiento palabra hablada-dibujo, r2 = 0,214; y
decisión palabras, r2 = 0,256). Si bien las tres últi-
mas subpruebas presentaron valores de r2 significa-
tivamente distintos a 0 (p < 0,01), sus varianzas ex-
plicadas son de pobre magnitud (no lograron so-
brepasar el 30%), por cuanto se consideran valores
desechables [29].
Discusión
El propósito de este estudio fue establecer la vali-
dez, fiabilidad, sensibilidad y especificidad del SLA
en una muestra de 29 sujetos afásicos y 29 sujetos
260
control, pertenecientes a distintos centros de salud
de la región del Biobío y del Maule, Chile. La mues-
tra estudiada, compuesta por sujetos afásicos y
controles, tuvo una edad media de 58,98 años, con
una edad mínima de 24 y una máxima de 79 años.
Esto permite aseverar que el SLA es útil en la eva-
luación de personas con afasia que tengan entre 24
y 79 años. El rango de edad es semejante al estable-
cido por la BETA, cuyas edades fluctúan entre 21 y
84 años [6]; asimismo, es similar al propuesto por
el test de vocabulario de Boston (18-79 años) [30].
En edades inferiores a 24 y superiores a 79 años, el
SLA puede no ser útil, al menos, por dos factores:
el instrumento no ha sido validado en esas edades,
y, en edades avanzadas, la coexistencia con un de-
terioro cognitivo leve es alta [19], por lo que el ren-
dimiento de los sujetos puede estar influido por
esa entidad clínica u otros cuadros cognitivos fre-
cuentes en el envejecimiento, con la posibilidad de
un falso positivo.
Los años de escolaridad promedio de la muestra
estudiada fueron 10,07 años, con un mínimo de 0 y
un máximo de 17 años. El análisis de regresión apli-
cado permite aseverar que la escolaridad no es una
variable que influya en los resultados del SLA.
Lo anterior se asemeja a lo informado por la BETA,
cuya muestra era heterogénea en cuanto al nivel de
estudios [6].
La fiabilidad promedio del SLA es de un 0,87, y
la fiabilidad de las diferentes subpruebas oscila en-
tre 0,74 y 0,96. Es importante mencionar que cua-
tro de las siete subpruebas poseen una fiabilidad
mayor que 0,9. Estos valores son altos, consideran-
do el reducido número de estímulos en cada una de
las subpruebas. Comparado con la BETA (α = 0,99)
[6], el test de Boston (α = 0,85) [30] y una nueva
versión reducida del test de denominación de Bos-
ton para mayores de 65 años (α = 0,76) [31], el SLA
presenta menor fiabilidad promedio que la BETA,
posiblemente debido a la menor cantidad de estí-
mulos que posee el SLA [15]. Sin embargo, al com-
pararlo con el test de Boston, el SLA posee mayor
fiabilidad promedio. Este hallazgo es interesante
debido a que mientras más estímulos incluya un
instrumento de evaluación, mayor es su fiabilidad
[15,31]. Por eso, el test de Boston debería tener ma-
yor fiabilidad que el SLA, pero los datos demues-
tran lo contrario. Comparado con la nueva versión
reducida del test de vocabulario de Boston, el SLA
demostró también tener mayor fiabilidad [31].
La validez discriminante del cribado resultó ser
alta. Todas las subpruebas presentan un nivel de sig-
nificación de 0 (p < 0,001). Esto significa que el SLA
confirma lo que plantea la teoría neuropsicológica
www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263
 Propiedades psicométricas y utilidad diagnóstica del ‘screening léxico para las afasias’

Tabla III. Áreas de la curva ROC (receiver operating characteristic) formada por los puntos de corte para las puntuaciones del ‘screening léxico para las afasias’ (n = 58).

Puntuación Puntuación Correctamente

Área a Error estándar p IC 95% Sensibilidad Especificidad
total de corte clasificados

Discriminación de fonemas 0,803 0,060 < 0,001 0,686-0,921 9 8 72,4% 82,8% 77,59%

Decisión de palabras 0,832 0,056 < 0,001 0,723-0,941 8 7 75,9% 82,8% 79,31%

Emparejamiento
0,680 0,071 0,019 0,540-0,819 10 9 44,8% 89,7% 67,24%
palabra hablada-dibujo

Fluidez verbal categorial 0,793 0,062 < 0,001 0,672-0,913 10 9 62,1% 93,1% 77,59%

Denominación de imágenes 0,883 0,049 < 0,001 0,786-0,980 10 8 79,3% 93,1% 86,21%

Repetición de palabras 0,711 0,069 0,006 0,575-0,847 8 7 48,3% 89,7% 68,97%

Repetición de no palabras 0,844 0,055 < 0,001 0,736-0,951 8 7 79,3% 69,0% 74,14%

IC 95%: intervalo de confianza al 95%. a Se consideró como diagnóstico real la condición ‘no afásico’ (0) y ‘afásico’ (1).

cognitiva con respecto al lenguaje, en el caso de una
alteración debida a una lesión cerebral. La biblio-
grafía informa de que una persona con trastorno
del lenguaje rendirá deficientemente en pruebas
que evalúen el lenguaje; no así aquellas con lengua-
je normal [1,5,7,10,15,24,25, 32,33]. Por lo tanto, si
una prueba encuentra dichas diferencias, demues-
tra que posee validez de constructo, como es el caso
del SLA.
La validez concurrente se estableció entre el cri-
bado y ocho tareas de la BETA. El valor promedio
de la correlación fue de rs = 0,65, y oscila entre 0,31
y 0,83. De las siete subpruebas, dos poseen un co-
eficiente de correlación inferior a 0,60 (decisión de
palabras y emparejamiento palabra hablada-dibu-
jo). Ello indica que dichas subpruebas poseen baja
correlación con la BETA. En cambio, otras dos sub-
pruebas se ubican en el extremo superior de las co-
rrelaciones (> rs = 0,80), lo que indica una fuerte
correlación con la BETA. En resumen, el valor pro-
medio de las correlaciones de todas las subpruebas
con la BETA indica que el SLA posee una validez con-
currente moderada con la BETA. Esto quiere decir
que ambos instrumentos están midiendo la misma
función y que el SLA es válido para evaluar afasias.
La sensibilidad promedio resultó ser moderada y
la especificidad promedio, alta (69% y 86%, respec-
tivamente). La sensibilidad osciló entre el 45% y el
79%. De las siete subpruebas, dos se encuentran por
debajo del 50% (emparejamiento palabra hablada-
dibujo y repetición de palabras) y otras cuatro su-
peran el 70%. Esta sensibilidad se acerca a la de la
BETA, cuyo valor es del 90,3% [7]. La especificidad
osciló entre el 69% y el 93%. De las siete subprue-
bas, cuatro poseen valores mayores que el 90%, de-
mostrando los altos niveles de especificidad del SLA.
La especificidad media del cribado se acerca más a
la BETA en comparación con la sensibilidad (el 86%
para el SLA frente al 98,7% de la BETA). Las dife-
rencias entre ambas pruebas pudieron deberse al
mayor número de estímulos y subpruebas que po-
see la BETA, así como a las diferencias en la mues-
tra con la que se obtuvieron esos valores (98 sujetos
afásicos en la validación de la BETA frente a 29 afá-
sicos para el SLA). Otro valor importante de calcu-
lar se refiere al porcentaje de sujetos que fueron
clasificados correctamente por el instrumento en
estudio. En el caso del SLA, el 75,5% de los sujetos
de la muestra (n = 58) fueron bien clasificados, lo
que demuestra la buena capacidad del instrumento
para detectar población con una determinada ca-
racterística, pese a la reducida cantidad de estímu-
los que posee el cribado.
Tras analizar los resultados del presente estudio,
se puede concluir lo siguiente del SLA:
– Es válido y fiable para evaluar el lenguaje de su-
jetos con afasia en una muestra de chilenos. Asi-
mismo, es sensible para detectar a personas que
presentan afasia y es específico para descartar a
personas que no poseen afasia. Sin embargo,
existen tres subpruebas cuyos resultados deben
analizarse con cautela, debido a que presentaron
baja sensibilidad. La primera de ellas es la sub-
prueba de emparejamiento palabra hablada-dibu-

www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263 261

R. Peña-Chávez, et al
jo, la segunda es la de repetición de palabras y la
tercera es la de fluidez verbal categorial. El cui-
dado que se debe tener con ellas es que poseen
una mayor probabilidad que las otras de presen-
tar falsos positivos, lo que haría diagnosticar
como afásico a un sujeto que no lo es. Las tres
subpruebas mencionadas, si bien no pierden su
validez, fiabilidad y especificidad, su capacidad
diagnóstica aparece disminuida en comparación
con las otras, lo que les hace perder robustez es-
tadística, y deben ser complementadas con prue-
bas validadas y que hayan demostrado mayor
sensibilidad.
– Es útil para ser utilizado en la primera sesión de
evaluación de un paciente adulto con lesión ce-
rebral, con el fin de determinar si aquél presenta
o no un trastorno del lenguaje.
– Debido a su corta extensión, es posible aplicarlo
en 20 minutos, lo que contrasta con la duración
de las actuales baterías de evaluación de las afa-
sias que, en promedio, superan los 40 minutos de
aplicación [6,30].
– A pesar de ser un instrumento con buenas pro-
piedades psicométricas, no evalúa con exactitud
todos los módulos del sistema de procesamiento
lingüístico, por lo que se recomienda que su uso
en la práctica clínica sirva de orientación al exa-
minador, en el sentido de conocer qué módulos
están afectados y cuáles conservados. Después
de conocidos los módulos que se encuentran al-
terados, se recomienda aplicar una prueba com-
pleta y más extensa a aquellos módulos identifi-
cados, utilizando baterías validadas para dicho
efecto, como por ejemplo la BETA.
Una de las debilidades de esta investigación fue el
reducido tamaño de la muestra. Es indudable que
un mayor número de participantes permite elabo-
rar mejores conclusiones y realizar análisis estadís-
ticos más robustos. Sin embargo, los estudios con
pacientes afásicos se ven entorpecidos por la difi-
cultad de acceder a ellos cuando el contexto de in-
vestigación se desarrolla en ambientes ajenos a los
centros hospitalarios. Es un hecho que se repite en
otras partes del mundo, planteándose incluso una
metodología de caso único en el estudio de las afasias
en el contexto de la neuropsicología cognitiva [34].
Otro aspecto cuestionable de nuestro estudio
fue la imposibilidad de cuantificar con tests cogni-
tivos no verbales el estado mental de los pacientes
afásicos. A causa de la afectación lingüística de és-
tos, las pruebas de cribado cognitivo clásicas no son
válidas para establecer el estado cognitivo de estos
sujetos, pues requieren respuestas verbales, las cua-
262
les, en estos pacientes, están afectadas. Ello influye
negativamente en los resultados de estas pruebas, y
existe la posibilidad de falsos positivos [35].
En relación con la proyección de esta investiga-
ción, resultaría interesante trabajar en una normali-
zación del SLA usando una muestra representativa
de las personas adultas sin trastornos del lenguaje
o de la tercera edad [36], así como observar cómo
este instrumento se comporta en otras poblaciones
clínicas [36] (demencias, enfermedad de Parkinson,
deterioro cognitivo leve, etc.).
Los tests de evaluación constituyen una impor-
tante documentación sobre la presencia y progre-
sión de los déficits. Si bien los tests de cribado de la
afasia no pueden reemplazar una evaluación más
específica y detallada, como las baterías formales
para el diagnóstico de la afasia (BETA y test de Bos-
ton), resultan de gran utilidad en la práctica diaria
en un centro de rehabilitación, al brindar un acer-
camiento diagnóstico en forma rápida [18]. Si bien
una evaluación de cribado no provee una descrip-
ción detallada y específica de las dificultades del len-
guaje, representa una rápida y eficiente medida de
presencia o ausencia de déficit [18,37].
Bibliografía
1. Whitworth A, Webster J, Howard D. A cognitive neuro-
psychological approach assessment and intervention in
aphasia. A clinician’s guide. Hove, UK: Psychology Press; 2005.
2. Franklin S, Turner J, Ellis A. The ADA comprehension
battery. London: Action for Dysphasic Adults; 1992.
3. Kay J, Lesser R, Coltheart M. PALPA: Psycholinguistic
Assessments of Language Processing in Aphasia.
Hove, UK: Psychology Press; 1992.
4. Cuetos F. Neurociencia del lenguaje. Madrid: Médica
Panamericana; 2012.
5. Cuetos F. Evaluación y rehabilitación de las afasias.
Aproximación cognitiva. Madrid: Médica Panamericana; 2004.
6. Cuetos F, González-Nosti M. Batería para la evaluación
de los trastornos afásicos (BETA). Madrid: EOS; 2009.
7. Valle F, Cuetos F. EPLA: evaluación del procesamiento
lingüístico en la afasia. London: Psychology Press; 1995.
8. Patterson KE, Shewell C. Speak and spell. Dissociations and
word-class effect. In Coltheart M, Sartori G, Job R, eds. The
cognitive neuropsychology of language. Hillsdale, NJ: Lawrence
Erlbaum; 1987. p. 273-94.
9. Price C. The anatomy of language: contributions from functional
neuroimaging. J Anat 2000; 197: 335-59.
10. Cuetos F. Anomia. La dificultad para recordar palabras. Madrid:
TEA Ediciones; 2003.
11. Manning L. Introducción a la neuropsicología clásica y cognitiva
del lenguaje. Teoría, evaluación y rehabilitación de la afasia.
Madrid: Trotta; 1992.
12. Vendrell J. Las afasias: semiología y tipos clínicos. Rev Neurol
2001; 32: 980-6.
13. Helm-Estabrooks N, Albert M. Manual de la afasia y terapia
de la afasia. 2 ed. Buenos Aires: Médica Panamericana; 2005.
14. Goodglass H, Kaplan E, Barresi B. Test de Boston para
el diagnóstico de la afasia. 3 ed. Buenos Aires: Editorial
Panamericana; 2005.
15. Cohen R. Pruebas y evaluación psicológicas. Introducción a
las pruebas y a la medición. México DF: McGraw-Hill; 2006.
www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263
 Propiedades psicométricas y utilidad diagnóstica del ‘screening léxico para las afasias’

16. Van der Meulen I, Van de Sandt-Koenderman M, Duivenvoorden
H, Ribbers G. Measuring verbal and non-verbal communication
in aphasia: reliability, validity, and sensitivity to change of
the Scenario Test. Int J Lang Comm Dis 2010; 45: 424-35.
17. Escrig-Sos J. Pruebas diagnósticas: nociones básicas para su
correcta interpretación y uso. Cir Esp 2006; 79: 267-73.
18. Sabe L, Courtis M, Saavedra M, Prodan V, De Luján-Calcagno
M, Melián S. Desarrollo y validación de una batería corta de
evaluación de la afasia: ‘bedside de lenguaje’. Utilización en
un centro de rehabilitación. Rev Neurol 2008; 46: 454-60.
19. Montreal Cognitive Assessment. URL: http://mocatest.org.
[19.03.2013].
20. Sadowsky S, Martínez R. Lista de frecuencias de palabras del
castellano de Chile (LIFCACH). Versión 1.0/1.1. Base de datos
2004. URL: http://sadowsky.cl/lifcach.html. [26.05.2012].
21. Cuetos F, Aguado G, Izura C, Ellis A. Aphasic naming in
Spanish: predictors and errors. Brain Lang 2002; 82: 344-65.
22. Franklin S, Turner J, Lambon-Ralph M, Morris J, Bailey P.
A distinctive case of word meaning deafness? Cogn Neuropsychol
1996; 13: 1139-62.
23. Mutter S, Hashtroudis. Cognitive effort and the word frequency
effect in recognition and lexica decision. Am J Psychol 1897;
100: 93-116.
24. Benedet M. Acercamiento neurolingüístico a las alteraciones
del lenguaje. Neurolingüística. Aplicaciones a la clínica. Vol. II.
Madrid: EOS; 2006.
25. Caramaza A, Mahon, B. The organization of conceptual
knowledge: the evidence from category-specific semantic
deficits. Trends Cogn Sci 2003; 7: 354-61.
26. Warrington E, McCarthy R. Category specific access dysphasia.
Brain 1983; 106: 859-78.
27. Shelton J, Fouch E, Caramazza A. The selective sparing of
body part knowledge: a case study. Neurocase 1998; 4: 339-51.
28. McCarthy R, Warrington EK. Category specificity in an
agrammatic patient: the relative impairment of verb retrieval
and comprehension. Neuropsychologia 1985; 23: 709-27.
29. Norman GR, Streiner DL. Bioestadística. Madrid: Harcourt; 1996.
30. Goodglass H. Evaluación de la afasia y de trastornos
relacionados. 3 ed. Madrid: Médica Panamericana; 2005.
31. Fernández-Blázquez MA, Ruiz-Sánchez de León JM,
López-Pina JA, Llanero-Luque M, Montenegro-Peña M,
Montejo-Carrasco P. Nueva versión reducida del test
de denominación de Boston para mayores de 65 años:
aproximación desde la teoría de respuesta al ítem.
Rev Neurol 2012; 55: 399-407.
32. Benson D. Anomia in aphasia. Aphasiology 1988; 2: 729-35.
33. Caplan D. Introducción a la neurolingüística y al estudio de
los trastornos del lenguaje. Madrid: Visor; 1992.
34. Pineda D, Mejía S, Rosselli M, Ardila A, Romero M, Pérez C.
Variabilidad en la prueba de Boston para el diagnóstico de
las afasias en adultos laboralmente activos. Rev Neurol 1998;
26: 962-70.
35. Muñoz-Neira C, Henríquez F, Ihnen J, Sánchez M, Flores P,
Slachevsky A. Propiedades psicométricas y utilidad diagnóstica
del Addenbrooke’s Cognitive Examination-Revised (ACE-R)
en una muestra de ancianos chilenos. Rev Med Chile 2012;
140: 1006-13.
36. Ruiz-Sánchez de León JM, Pedrero-Pérez EJ, Lozoya-Delgado P,
Llanero-Luque M, Rojo-Mota G, Puerta-García C. Inventario
de síntomas prefrontales para la evaluación clínica de las
adicciones en la vida diaria: proceso de creación y propiedades
psicométricas. Rev Neurol 2012; 54: 649-63.
37. Rojo-Mota G, Pedrero-Pérez EJ, Ruiz-Sánchez de León JM,
Llanero-Luque M, Puerta-García C. Cribado neurocognitivo
en adictos a sustancias: la evaluación cognitiva de Montreal.
Rev Neurol 2013; 56: 129-36.

Psychometric properties and diagnostic value of ‘lexical screening for aphasias’

Introduction. Language assessment in persons with brain injury makes it possible to know whether they require language
rehabilitation or not. Given the importance of a precise evaluation, assessment instruments must be valid and reliable, so
as to avoid mistaken and subjective diagnoses.
Aim. To validate ‘lexical screening for aphasias’ in a sample of 58 Chilean individuals.
Subjects and methods. A screening-type language test, lasting 20 minutes and based on the lexical processing model
devised by Patterson and Shewell (1987), was constructed. The sample was made up of two groups containing 29 aphasic
subjects and 29 control subjects from different health centres in the regions of Biobío and Maule, Chile. Their ages ranged
between 24 and 79 years and had between 0 and 17 years’ schooling. Tests were carried out to determine discriminating
validity, concurrent validity with the aphasia disorder assessment battery, reliability, sensitivity and specificity.
Results. The statistical analysis showed a high discriminating validity (p < 0.001), an acceptable mean concurrent validity
with aphasia disorder assessment battery (rs = 0.65), high mean reliability (alpha = 0.87), moderate mean sensitivity (69%)
and high mean specificity (86%).
Conclusion. ‘Lexical screening for aphasias’ is valid and reliable for assessing language in persons with aphasias; it is
sensitive for detecting aphasic subjects and is specific for precluding language disorders in persons with normal language
abilities.
Key words. Aphasia. Assessment. Reliability. Sensitivity. Specificity. Validity.

www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (6): 255-263 263

View publication stats