La Real

Academia de
Arquitectura

Universidad Nacional De Ingeniería

2014
 La Real Academia de Arquitectura
“Año de la promoción de la Industria responsable y del compromiso climático”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE
INGENIERÌA

Tema.

La Real Academia de Arquitectura en la época de Luis XIV

Alumno.

Nazario Vásquez, Luis Antonio

Carrera Profesional.

Arquitectura

Asignatura.

Arquitectura e Historia 2

Docente.

Arq. Luis Jiménez

Ciclo.

2013 - 3

Fecha de Entrega.

25 de Febrero del 2014

2014
LIMA-PERU

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 La Real Academia de Arquitectura
Indice

 Introducción

 La Academia Francesa de Arquitectura en la época de Luis XIV

 Contexto Histórico
 La Real Academia de Arquitectura
 Características y Objetivos
 Representantes
 Francois Blondel
 Aporte
 Puerta de Saint - Dennis
 Claude Perrault
 Aporte
 Columnata de Louvre
 Charles Perrault
 Antoine Desgodets
 André Félibien
 Augustin Charles D´Aviler
 Pierre Bullet
 Michael Frémin

 La Academia en Nuestros días

 Conclusiones
 Bibliografía

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 La Real Academia de Arquitectura

En el presente informe, plasmare de una forma ordenada y explicada la labor de la

Real Academia de Arquitectura dentro del contexto del absolutismo en Francia (Luis
XIV), tocándolo desde los aspectos de función, objetivos y aportes.

Se hará énfasis en el debate propio de la Academia en torno a la razón y en búsqueda

de un estilo propio que exalte la imagen del rey, rescatando los aportes más
importantes que hayan contribuido a dicha búsqueda. Se hará mención también de las
características formales de su arquitectura, sus fuentes y estudios.

Analizaremos los aspectos que influyeron en su arquitectura, desde lo social,

económico y político que le dio forma a la arquitectura que conocemos hoy en día que
desarrollaron en su momento con mucho empeño, es así que podremos estudiar los
trabajos dejadas por ellos. Las innovaciones que tuvieron y si es que aún perduran tras
el paso del tiempo compitiendo con este en su afán de dejar un legado en la historia.

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 La Real Academia de Arquitectura
LA ACADEMIA FRANCESA DE ARQUITECTURA

EN LA ÉPOCA DE LUIS XIV

El Absolutismo se define como un régimen político, periodo histórico, ideología y una forma de
gobierno o de Estado, propios del Antiguo Régimen; caracterizados por la pretensión teórica
de que el poder político del gobernante no estuviera sujeto a ninguna limitación institucional,
fuera de la ley divina. Es un poder único desde el punto de vista formal, indivisible, inalienable,
intranscriptible y libre.

Así, el absolutismo en Francia marcó toda una época y fue

un régimen que tuvo como mayor exponente a Luís XIV
quien pasó a la historia por ser el soberano que ejerció un
poder con carácter absoluto, sin límites de ninguna
especie, algo que se sintetiza en su conocida frase “El
Estado soy yo”. El absolutismo se vivió como forma de
gobierno de varios países en diferentes épocas de la
historia, pero ese término se utiliza para designar el
ejercicio del poder en un período histórico concreto
representado por las monarquía absolutas europeas de los
siglos comprendidos entre el XVI al XVIII.

En lo que respecta a las artes visuales, la fundación de las

academias nacionales fue de la mano con la consolidación
del mencionado absolutismo en Francia, ya que estos se
llevaban a cabo por encargo del rey. En Italia del siglo XVI,
las academias habían sido asociaciones de artistas que hicieron sus propios estatutos y
eligieron a sus propios miembros. En Francia, la fundación de las academias fue ordenada por
el Estado, que estableció los estatutos y nombró a los miembros. Después de 1635, cuando
Richelieu fundó la Academia Francesa para supervisar la lengua francesa, otras academias se
fundaron sistemáticamente para cubrir prácticamente todas las artes y la erudición y ponerlas
bajo el control del Estado: la Academia de Pintura y Escultura (1648), la Academia de Danza
(1661), la Academia de las Inscripciones y guapas-cartas (1663), la Academia de Ciencias
(1666), la Academia de Francia en Roma (1666), la Academia de Música (1669).

El Real Academia de Arquitectura, fundada por Colbert en 1671, completó este sistema de
academias. Sus miembros y director, nombrado por el rey, no podían trabajar de forma
independiente, las sesiones contaron con la participación de un representante de Colbert.

La Academia de Arquitectura tenía una tarea múltiple: en las sesiones semanales (al principio
hubo dos a la semana), tuvo que discutir temas de arquitectura y llegar a una resolución. Estas
sesiones solían comenzar con la lectura en voz alta de los teóricos de arquitectura más
recientes. Fue la tarea de la Academia también la de establecer una doctrina vinculante de

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 La Real Academia de Arquitectura
arquitectura, que era expuesta en conferencias públicas dos días a la semana (con Francois
Blondel los martes y viernes) para la educación de jóvenes arquitectos. Esta práctica hizo de la
Rea Academia de Arquitectura la primera institución en practicar la enseñanza de arquitectura
sistemática, y por lo tanto el precursor de las facultades de arquitectura. Los temas
complementarios prescritos fueron la geometría, la aritmética, la mecánica, la hidráulica, la
arquitectura militar y la perspectiva. Una beca a Roma fue el premio por el mejor desempeño
de los estudiantes. La Academia también funcionó en una capacidad de asesoramiento para las
consultas de las Provincias. Por último, los miembros debatieron sobre sus propios proyectos.

Louis Hautecoeur resume sus funciones de la siguiente manera: La Academia gobernó sobre
los arquitectos, estudiantes, contratistas, edificios reales, las provincias, las ciudades. Fue un
poderoso instrumento al servicio del poder central.

Medalla de la Real Academia de Arquitectura

La Academia de Arquitectura existió desde 1671 hasta 1793. En 1671 la Academia constaba de
ocho miembros, entre ellos el director y el secretario, y en los años siguientes hubo algunos
cambios menores para el personal. Las actas de las sesiones fueron firmadas por todos los
presentes. A los huéspedes que no eran miembros de la Academia se les permitió participar en
algunas sesiones. Así, en unos minutos se encuentra la firma de Claude Perrault, que nunca fue
miembro de la Academia. En 1699 un cambio en la composición de los miembros tuvo lugar:
ahora había siete arquitectos de segunda clase. Además, el derecho a participar en las sesiones
se extendió a officiers en charge des batiments (oficiales encargados de edificios).

La tarea de la Academia consiste en la aprobación de acuerdos que, finalmente, serian

incorporados en una estética arquitectónica normativa, tal vez resultando en el
establecimiento de un orden de nacionalidad francesa. Está claro que, los principios en los que
se basaron los debates de la Academia se derivaron de la filosofía y las ciencias naturales, y no
son específicas de la arquitectura. En el espíritu de la filosofía racionalista de Descartes, el
principio básico de toda discusión es la razón. Sólo las matemáticas pueden garantizar la
certeza, mientras que la geometría es la base de toda belleza. Además, existe una creencia
absoluta en la Autoridad del de la Antigüedad. La creencia sostuvo que la grandeza y la
perfección se podrían lograr sólo imitando la Antigüedad. La Bruyere establece la conexión con
la arquitectura de la siguiente manera: “Lo que ya no iba a ser visto, salvo en las ruinas de la
antigua Grecia y Roma - convertido en moderna, una vez más - se echó en nuestros pórticos y

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 La Real Academia de Arquitectura
peristilos. De la misma manera, por escrito, no hay manera de lograr la perfección - si tal cosa
es posible - superando los antiguos, que no sea por imitarlos.”

Luego la Academia cultivó la lectura en voz alta de Vitruvio y autores renacentistas. La

arquitectura medieval es juzgada como absolutamente "insoportable", Miguel Ángel se hace
responsable del " libertinaje " en la arquitectura, que alcanzó su punto más alto en el barroco
italiano (Borromini, Guarini). Esta arquitectura tiene en cuenta la expresión de la fantasía
individual. En Francia lo que se necesita es un orden general, la expresión de una belleza
universal. Estas son las posiciones básicas de la Academia, y Colbert presiona varias veces para
que se prescriban en un formulario estándar.

El estudio de la arquitectura de la Antigüedad se hizo considerablemente más difícil por la falta

de edificios encuestados y contradicciones en las publicaciones existentes. Por esta razón
Colbert en 1669, incluso antes de la fundación de la academia, envió al arquitecto Mignard a
tomar las medidas exactas de la Provenza. En 1674 Desgodets fue enviado a Roma para el
mismo propósito (de las que se hablará más adelante). La falta de uniformidad en los datos
anteriores sobre las Órdenes debía ser resuelto por la imitación de los mejores edificios de la
Antigüedad.

En 1671 Colbert llamó a concurso con un premio de 3.000 libras para el diseño de un orden
francés. Esto se estaba convirtiendo en un problema urgente, para el diseño del tercer piso de
la cour Carrée del Louvre, el orden compuesto que ya ha sido utilizado para el segundo piso,
ahora estaba siendo discutido. Claude Perrault sugirió el uso de cariátides, que fue aceptada.
La cuestión de un nuevo orden, sin embargo, fue considerada como una de las tareas más
importantes de la arquitectura francesa, ya que, argumentó Francois Blondel, al igual que los
romanos habían añadido dos nuevas órdenes a los tres originales griegos, también debe ser
posible establecer un nuevo orden para el día de hoy, siempre y cuando las reglas de
proporción se respetaran. Este requisito es fundamental para el pensamiento progresista en la
arquitectura francesa. El ganador fue el propio Colbert.

Pero la academia no funcionaba de manera rápida y resueltamente como Colbert deseaba; las
cuestiones sometidas a examen se debatieron en su totalidad por su propio bien, lo que dice
mucho de la integridad moral de sus miembros. Esta tendencia fue clara desde el principio. En
la sesión inaugural el 31 de diciembre de 1671, Francois Blondel propuso discutir la cuestión
del buen gusto en arquitectura en la próxima sesión. El 7 de enero 1672, la academia no
alcanzó ninguna definición o resolución, el hecho de afirmar que el Buen Gusto estaría
obligado a complacer, pero no, por el contrario, que todo lo que agrada necesariamente posee
buen gusto. Una semana más tarde se acordó provisionalmente que era el buen gusto lo
complacía a personas inteligentes.

Dentro del esquema de la Academia de Arquitectura, cabe hacer mención de ciertos

personajes que, en este contexto, de una u otra manera dejaron aportes a la Academia, ya sea
a partir de su trabajo físico o teórico. Entre ellos tenemos:

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 La Real Academia de Arquitectura
FRANCOIS BLONDEL (1617 – 1686)

De una familia de funcionarios de la corte, fue capacitado principalmente como ingeniero y

matemático. Viajó como profesor particular y en capacidad diplomático por Italia, Grecia,
Turquía y Egipto. No hay obras arquitectónicas por Blondel que se conozcan antes de ser
nombrado director de la academia por Colbert. Su única construcción ejecutada existente es la
Porte Saint-Denis, erigida en 1672. Blondel escribió sobre los clásicos y la historia, un libro de
texto matemático (Cours el mathématique, París, 1683) y el trabajo en la balística (L'art de
jeter les bombes, París, 1683). Las conferencias que pronunció en la academia fueron
publicadas en cinco partes bajo el título Curso de Arquitectura entre 1675 y 1683.

Es importante destacar que Blondel llegó a la arquitectura a través de las matemáticas y que
su adversario Claude Perrault se acercó a la arquitectura como un fisiólogo. Esto muestra,
recordando también a Fréart de Chambray, que los teóricos de la arquitectura más
importantes del absolutismo francés eran científicos.

El curso de Blondel se dedica al rey. En la dedicatoria de su función académica se define: "a

enseñar públicamente las reglas de este arte, como tomado de las enseñanzas de los grandes
maestros y el ejemplo de los mejores edificios que nos quedan de la Antigüedad.” Al mismo
tiempo, es la tarea de la arquitectura superar a la Antigüedad. En este prefacio Blondel
desarrolla el programa y la función educativa de la academia. En su conferencia inaugural
entregada a la academia el 31 de diciembre de 1671, Blondel afirma que la academia es: dar la
espalda a la arquitectura y el brillo que tenía en la Antigüedad, y trabajar por la gloria del rey.

Blondel cree en el progreso hacia la perfección, y para él la arquitectura no alcanzó

consumación en la Antigüedad, por el contrario, nuevas formas se puede inventar. Así justifica
la exigencia de un orden nacional francés.

El curso de Blondel no es completamente sistemático de su teoría de la arquitectura, sino un

conjunto impreso de conferencias, que sin embargo contiene la primera formulación didáctica
de la teoría arquitectónica. Desde el principio, la concepción de Blondel de desarrollos
arquitectónicos admite el dogmatismo no rígido. Se indaga en la génesis y el desarrollo de las
formas arquitectónicas, en los orígenes de la arquitectura, y en la tradición de Vitruvio. Lo que
es nuevo en Blondel es la idea de las diversas etapas del desarrollo de la arquitectura entre los
diferentes pueblos, tal idea era de esperar del viajado Blondel con su amplia experiencia de las
diversas culturas nacionales.

Para Blondel todo tiene necesidad de justificación. Las proporciones de los pedidos son vistos a
la luz de la analogía con el cuerpo humano, como había sido habitual desde Vitruvio. Las
columnas en sí, con sus capiteles, se interpretan como estelas graves convertidos con urnas en
la parte superior de ellos, y de nuevo los órdenes son vistos como estar en una supuesta
secuencia evolutiva: el dórico es el más antiguo, y luego viene el jónico. El orden corintio,
según Blondel, fue en un principio idéntica al jónico, el capitel de volutas simplemente había
sido reemplazado por un capitel de hojas. Apoyándose a sí mismo haciendo referencia a Serlio,
Blondel llega a aceptar proporciones variables dentro del mismo orden y postula la evolución
continua de las formas, los que se establecieron en la Antigüedad no son inmutables.

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- APORTE:

El enfoque de Blondel en la primera parte de su curso de Arquitectura tiene algunas sorpresas.

Pero es sólo en la quinta parte, en la polémica librada contra Claude Perrault, que Blondel hace
su contribución personal a la teoría. El quinto libro está dedicado a la proporción. Para Blondel
Euritmia es el aspecto agradable de un edificio de proporciones correctas. Simetría radica en la
relación de las partes con el todo, Blondel percibir esto, por analogía con el cuerpo humano, lo
que implica un giro en contra de Perrault, que participó en la analogía. El concepto de simetría
de Blondel sigue siendo, sin embargo, enraizada en la tradición de Vitruvio, cerca del moderno
concepto de proporción. Para Blondel la proporción de un edificio es tan inmutable como las
del cuerpo humano. Blondel basa su argumento principalmente en Alberti. La manera
evolutiva de pensar de Blondel no le permitió describir la antigüedad como absolutamente
normativo. Así, por ejemplo, descubre errores en las proporciones del Panteón. Blondel, sin
embargo, rechaza la posición representada por Perrault de ver en las obras de arte sólo el
efecto de la genialidad y la experiencia. Él cita un texto publicado en 1679, Arquitectura
harmonique por el músico René Ouvrard (1624-1694), que también se dirige contra Perrault, el
mantenimiento de la analogía entre la arquitectura y el cuerpo humano y que, la identificación
de la teoría de la armonía en la música con la teoría de la proporción en la arquitectura, tiene
casi un sentido de "matrimonio de la música con la arquitectura". Perrault había disputado
esta identidad y tomado sólo la armonía musical como la encarnación de una ley de la
naturaleza.

Para blondel una teoría normativa de la proporción sigue siendo indispensable. Él lo considera
como uno de los criterios de la arquitectura que tienen un fundamento seguro y real en la
naturaleza. Aunque admite sin reservas que hay áreas de la arquitectura, que no descansan en
las leyes naturales, sino en la costumbre, niega que este sea el caso de la proporción, que para
él sigue siendo una ley de la naturaleza como la causa de la belleza en la arquitectura.

- PORTE SAINT – DENNIS

Al comienzo del primer libro, Blondel define así la arquitectura: "La arquitectura es el arte de
construir bien un edificio, se llama buena cuando es sólido, cómodo, saludable y agradable”. Al
final del libro IV Blondel presenta su propio y exclusivo edificio, la puerta de Saint - Denis (
1672 ), que también utiliza como el frontispicio de todo el libro , y se describe como " quizás
una de las más grandes obras de este tipo en el mundo”. Llama la atención sobre las citas de la
Antigüedad en su decoración, y subraya su adhesión a las proporciones exactas.

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La Puerta de Saint Denis es un arco de triunfo inspirado en el arco de Tito en Roma. Mide casi
25 metros de altura y 5 metros de anchura. Posee un único arco y dos pequeñas puertas
abiertas en los dos pedestales. Por encima de ambos pedestales se elevan
dos obeliscos cargados de trofeos. A sus pies, se encuentran dos figuras sentadas, esculpidas
siguiendo unos esbozos de Lebrun que representan las Provincias Unidas.
Por encima del arco entre la arquivolta y el entablamento se observan unos bajos relieves que
muestran el paso del Rhin, y representaciones alegóricas de la Holanda vencida bajo los rasgos
de una mujer abatida.
Blondel intenta combinar el concepto de progreso con una estética normativa. A partir de
estos objetivos en conflicto y de la pelea con Perrault, que comenzó mientras que el course
estaba en curso de publicación, una serie de contradicciones surgen. Mientras Blondel no
representa el dogmatismo abstracto de un Fréart de Chambray, él aún es el exponente de una
concepción de la arquitectura cerebral, lo que conduce a una monumentalidad fría y rígida,
como se demuestra en su Porte Saint-Dennis.

CLAUDE PERRAULT (1613-1688)

Claude Perrault, enseñó fisiología y la patología más tarde en la Universidad de París, de 1651
a 1652, y en 1666 fue nombrado miembro de la recientemente creada Academia de las
ciencias (Blondel se convirtió en miembro en 1669). En la academia se llevó a cabo
demostraciones anatómicas y publicó sus resultados. Publicó también, en parte, en las
instrucciones de Colbert, libros de medicina, de construcción de maquinaria y de zoología. No
hay ninguna preocupación por la arquitectura, que sea notable, hasta 1660´s. En 1664 produjo
su primer diseño para la fachada del Louvre. La columnata del Louvre sería su mayor logro
arquitectónico.

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 La Real Academia de Arquitectura
En el mismo año 1664, Colbert encargó Perrault para
emprender una nueva traducción de Vitruvio, debe
tenerse en cuenta que hasta ese momento sólo una
traducción al francés de Vitruvio ha existido, la de Jean
Martin, que data de 1547, que estaba lleno de errores y
no tenía comentarios. La traducción muy laboriosa de
Perrault, con la crítica textual y un extenso comentario,
apareció en 1673. La academia de arquitectura fundada
sólo dos años antes, no tenía ninguna influencia sobre la
traducción de Perrault.

La traducción de Perrault de Vitruvio fue leída en voz alta

en la academia entre 1674 y 1676. El material explosivo
fueron los comentarios, obviamente, no se dieron cuenta
de inmediato. El comentario de Perrault habia sido
descrito como una revolución total en la estética
arquitectónica. Él establece una lista de los criterios esenciales de la arquitectura en orden de
prioridad. Distingue entre dos principios básicos del juicio estético, que él designa como
positiva y arbitraria.

 APORTE

La belleza suele percibirse como una «fantasía» subjetiva que depende de numerosos factores
externos (la moda o el grado de educación, por ejemplo). Para actualizar las reglas racionales
que insinúan la belleza, conviene proceder primero a un minucioso análisis del texto de
Vitruvio, pero su traducción resulta a menudo enigmático y su traducción desacertada en
varios puntos. Aun así, Perrault no consigue establecer una definición exacta de las
proporciones correctas, pero sí unas pautas selectivas para definir la belleza arquitectónica.
Aunque hallamos proporciones absolutas en el cosmos y el cuerpo humano, no ocurre lo
mismo en arquitectura. Lo que percibimos como bello en las proporciones de los miembros
arquitectónicos no resulta obligatoriamente de la razón lógica o de una ley natural, sino de una
aprobación general y de la costumbre. Es un error tomar la anatomía humana como referencia
para la basa, el fuste y el capitel de una columna, por no señalar que tanto el cuerpo humano
como la columna son muy variables y que resulta imposible, por tanto, deducir de ellos
proporciones ideales. Por consiguiente, si la percepción de la belleza se realiza según la
exactitud de las proporciones, solo puede ser una noción relativa de la belleza, o «belleza
arbitraria» según la expresión que emplea Perrault. En otros términos, lo bello es lo que gusta
a la mayoría de los hombres que tienen gusto y educación, independientemente de cualquier
ley de la Naturaleza. Pero la «belleza arbitraria» tiene su corolario, un principio objetivo al que
Perrault llama «belleza positiva». Reside en la finalidad utilitaria del edificio, es decir, en la
solidez, salubridad y comodidad del mismo. Por tanto, toda evaluación debe tomar en cuenta
la relación entre el destino del edificio y su decoración para lograr una verdadera valoración
estética.

El principio positivo, no entiende específicamente estética (firmitas y utilitas de Vitruvio son

equivalentes a los de Perrault solidité, salubrité y commodité), el uso de un edificio se

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 La Real Academia de Arquitectura
convierte en el factor determinante de su belleza: "el uso al que se destine todo, de acuerdo
con su naturaleza, debe ser una de las causas principales en los que debe basarse la belleza del
edificio. El concepto de uso, cuya importancia había sido destacado en Francia desde el siglo
XVI, se eleva por primera vez por Perrault en una premisa estética.

En la traducción de Vitruvio, Perrault respecto al concepto de Vitruvio de simetria, explica:

“La palabra simetría tiene otro significado en francés, ya que significa la correspondencia en un
edificio entre derecha e izquierda, arriba y abajo, delante y detrás, ya sea en tamaño, forma,
altura, color, número o colocación - de hecho, en todo lo que pueda hacer una parte se
asemejan a otros, y es bastante extraño que Vitruvio nunca habló de este tipo de simetría, que
representa gran parte de la belleza de los edificios.”

Perrault replantea el concepto moderno de la simetría, que para él constituye una parte
importante de la belleza positiva. El concepto de simetría, con Perrault, se vuelve un requisito
indispensable en la construcción, con la misma importancia fundamental como solidité,
salubrité y comodite, en otras palabras, es una parte componente de la belleza positiva. Así, la
simetría, en el sentido moderno de axialidad, se da anclaje teórico como criterio decisivo, casi
imprescindible para la belleza.

La otra parte del concepto de la simetría, la que hasta ese momento en la tradición de Vitruvio
había sido sinónimo de proporción, y para el que Perrault ahora emplea la palabra proporción,
ya no pertenece a la belleza positiva, únicamente a la belleza arbitraria. Con Perrault el
concepto original de la simetría se divide en dos partes: el concepto moderno de la simetría
como parte componente del beaute positivo, y el concepto de proporción como una parte
componente de arbitraire beaute.

La preocupación de Perrault no es abolir el concepto de proporción, sino que sea menos

absoluta. Perrault no busca eliminar de hecho la base estética normativo de la teoría de la
proporción, pero al mismo tiempo sanciona su práctica contemporánea, por lo que se
establecen límites. En su Ordenanza sugiere reglas simples con valores de números enteros
promedio para los pedidos individuales, lo que garantiza una cierta cantidad de margen de
maniobra para el arquitecto. Uno podría, hablando metafóricamente, decir que la teoría de
Perrault de los pedidos, en comparación con las teorías anteriores, se asemeja a un barco que
fue antiguamente anclado y ahora pesa el ancla, pero la nave y la tripulación permanecerá
igual.

El logro más exitoso de Perrault fue romper el viejo concepto de «simetría», dar su propia
fuerza de dogma (belleza positiva). Menos exitoso fue su intento de despedir a su antigua
connotación de proporción, como belleza arbitraria. La mayoría de sus contemporáneos lo
repudiaban o lo pasaron por alto. Fue sólo a principios del siglo XVIII, cuando se mantuvo la
subjetividad del buen gusto, que sus ideas se convirtieron en vulgares. Los argumentos de
Perrault para el carácter arbitrario de la proporción eran conocidos en la Académie
d'Architecture, incluso antes de la publicación de su comentario de Vitruvio, la cuestión de si la
proporción fue positivo o arbitrario se discutía ya el 21 de enero 1672. La Academia nunca
llegó a ninguna conclusión al respecto.

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 La Real Academia de Arquitectura
El conflicto entre Blondel y Perrault no se limitó a la arquitectura, pero era un síntoma de un
conflicto más amplio. Esto se repitió en la teoría literaria con argumentos muy similares.

 COLUMNATA DE LOUVRE

En la discusión acerca de si columnas acopladas de Perrault en la fachada del Louvre son

admisibles, apela al gusto moderno, que según él es diferente de la de Antigüedad y que se
deriva del gótico a nivel nacional.

Columnata de la fachada este del Louvre

En términos estrictamente proporcionales, el orden arquitectónico utilizado en el Louvre no es

el mismo que el orden corintio propuesto por su libro de Ordonnance. La elegancia numérica
de Perrault tolera la inexactitud. Pero es la cuestión que surge con el desdoblamiento de las
columnas la que resulta mucho más importante.

La explicación técnica es que, una columna añadida ayuda a soportar peso y aguanta el empuje
del arquitrabe, abarcando longitudes sin precedentes. La duplicidad de columnas funciona
como herramienta de ordenación, pues propone una política conciliadora que reconoce la
autoridad de los antiguos a la vez que rompe el encanto de su misterio a través de una
solución sencilla. De este modo, la duplicación de las columnas en el Louvre no es el resultado
de una adición de elementos, sino más bien el de una modulación de distancias. Más que
emparejar columnas idénticas, la fachada de Louvre parece albergar intervalos no idénticos, ya
que para cada pequeño intervalo entre columnas pareadas, existe un largo intervalo entre
pares de columnas.

CHARLES PERRAULT (1628 – 1703)

Charles Perrault, hermano menor de Claude y el conocido autor de cuentos de hadas, tomó la
posición de su hermano en el debate literario.

En sus Parallèle des Anciens et des Modernes (1688-1697) se presentó un punto de vista de la
literatura similar a la de su hermano para la arquitectura. Como él, trató de demostrar la
superioridad de los modernos sobre la Antigüedad, también haciendo uso de la distinción

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 La Real Academia de Arquitectura
entre "positiva" y belleza "arbitraria". Él utiliza los argumentos de su hermano, sin embargo,
con un énfasis diferente. Cuando habla de la arquitectura, subraya lo sólido, lo funcional y lo
magnífico como componentes de belleza positiva en contraposición a Claude, que con el fin de
demostrar la superioridad de los modernos atribuyen especial importancia a la belleza
arbitraria, porque permitía el libre juego de la imaginación.

Las discrepancias y contradicciones en las mediciones anteriores de la arquitectura de la

Antigüedad, que Claude Perrault y otros habían descubierto, indujeron Colbert enviar un
arquitecto a Roma en 1674 para tomar nuevas y precisas medidas de los edificios antiguos. Su
elección recayó en el joven Antoine Desgodets.

ANTOINE DESGODETS (1653-1728)

Entró en la administración de la escuela francesa a una edad temprana y había asistido a las
conferencias de Blondel en la Academia desde 1672. Desgodets fue a Roma en 1674, junto con
los ganadores de becas de las Academias, pero fue hecho prisionero por los piratas durante el
viaje y terminó llevándose a cabo durante dieciséis meses, durante los cuales mide
veinticuatro monumentos. Por el camino de regreso a París, también midió el anfiteatro en
Verona. Desgodets debió haber trabajado con rapidez y precisión increíble, ya que hizó todos
los planos finales el mismo. De vuelta en París presentó sus dibujos a la Academia. Esta acción
representa un paso importante en la dirección de la arqueología científica.

Desgodets cree en el “misterio de la proporción "en la arquitectura, a la que los antiguos eran
particularmente cercanos, y a la que espera penetrar por la exactitud de sus mediciones.
Desgodets utiliza por lo tanto un método empírico en un intento de alcanzar proporciones
percibidas como absolutas, en lugar de a través de una teoría pre-existente.

Desgotes trabajó con concordancias de dibujos medidos antes de edificios (Palladio, Labacco,
Fréart de Chambray y Serlio), en todo lo cual demuestra la inexactitud. Él procede en principios
estrictos, adhiriéndose exclusivamente a los edificios de la supervivencia de la antigüedad e
ignorando las reconstrucciones de sus predecesores. Como un sistema de normalización de la
medición se utiliza el pie de París y el módulo (el radio de la columna inferior). Sus comentarios
sobre los edificios individuales se limitan a los datos históricos y técnicos o descriptivos breves,
y la discusión de las medidas de dibujos anteriores. Desgotes se enorgullece de la precisión de
sus mediciones, que se ha comprobado en varias ocasiones con el fin de alcanzar la "certeza".
Esta misma exactitud de inmediato ocasionó acusaciones de pedantería que se desprenden de
sus propias declaraciones. De hecho, el origen de encuestas arqueológicas modernas puede
ser visto en su método. Arregló su trabajo de acuerdo con la grandeza y la belleza de los
edificios, empezando por el Panteón, solo a ella dedicándole veintitrés placas. Aunque su
trabajo gozó de una demanda urgente y disfrutó del patrocinio de Colbert, fue ignorado por la
academia durante más de una década. Sin embargo, tanto Blondel como Perrault hicieron uso
de ella.

A pesar de la colaboración activa en el trabajo de la academia, Desgotes la tuvo difícil. Él no se

hizo un miembro de la primera clase, hasta 1718, y finalmente un año más tarde, fue profesor
de arquitectura, cargo que ocupó hasta su muerte en 1728. Aunque no hay edificios
ejecutados por él, dejó dos trabajos teóricos inéditos: un tratado sobre las órdenes y el texto

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 La Real Academia de Arquitectura
de las conferencias que dictó en la academia entre 1719 a 1728. El tratado de Desgotes sobre
las órdenes es convencional y basado en Vignola. Lo más interesante de sus conferencias son
los de la segunda parte, en los que se desarrolla una tipología general de edificios a partir de
ejemplos seleccionados. A pesar de su creencia en la autoridad de la antigüedad, la actitud de
Desgote frente a Vitrubio fue marcadamente individual, y en su concepción de las iglesias se
acercó a un gótico interpretado a nivel nacional.

ANDRÉ FÉLIBIEN (1619 – 1695)

Otro protegido de Colbert, quien fue secretario de la Academia desde su fundación. Félibien se
encuentra a medio camino entre Blondel y Perrault. En 1676 publicó la primera de muchas
ediciones de su muy usada compilación Des principes de l'arquitectura, la escultura y de la
peinture. Después de Perrault, el ornamento se hace dependiente de consideraciones de
espacio y costo:

“En los edificios, siempre hay que tener en cuenta solidité, commodité y beauté, en lo que se
refiere a los ornamentos, se las usa como se ve en forma, de acuerdo con la disposición del sitio
y el dinero que se quiere exponer.”

Félibien anexa un glosario de la terminología de la arquitectura y las artes plásticas. Bajo el

concepto de simetría, por ejemplo, se puede observar cómo la definición de Perrault del
concepto francés de simetría pudo más que el de Vitruvio.

El hijo de Felebien Jean -Francois publicó una colección de las tendencias clásicas en la
academia que Colbert y Blondel habían tenido en cuenta. Los protagonistas de los años de la
fundación murieron en sucesión rápida: Colbert en 1683, Blondel en 1686, Claude Perrault en
1688. Bajo el sucesor de Blondel, Philipe de La Hire (1640-1718) se dio prioridad a los
problemas técnicos de la construcción. Sus conferencias en la academia nunca fueron
publicadas. En las discusiones que se llevaron en la academia, la principal preocupación pon
cuestiones prácticas es evidente. Mayor importancia a la distribución de la decoración. En la
sesión del 29 de marzo 1700 hubo lecturas de Palladio y una discusión de sus villas en Vicenza,
y las CONCLUSIONES de la academia en la materia se dieron a conocer de la siguiente manera:

“Todo lo cual demuestra que los edificios no se apropian de Francia, donde la comodidad del
interior se pone comúnmente antes de la APARIENCIA del exterior; sobre la cual la compañía
reunida resolvió que en la construcción no es menos importante disponer las habitaciones con
habilidad de lo que es adornar las fachadas finamente.”

AUGUSTIN – CHARLES D´AVILER

A primera vista, el curso de Arquitectura por Augustin- Charles d' Aviler parece ser una nueva
edición francesa de Regola de Vignola . D' Aviler había estado al servicio de Jules Hardouin -
Mansart y tenía un temperamento clásico. Toma en cuenta la evolución de la columna de
Blondel y repite las analogías entre la arquitectura y el cuerpo humano.

En 1693, como el segundo volumen, D'Aviler publicó un d'architecture Dictionnaire, que

constituye uno de los primeros léxicos sistemática de la arquitectura. En algunas de las

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 La Real Academia de Arquitectura
definiciones, la influencia de Claude Perrault es evidente, cuya redefinición de la proporción y
la simetría por entonces se había convertido en gran medida en moneda común.

D'Aliver apresura a añadir que había diferencias considerables de opinión acerca de la forma
correcta de ajustarse a las distorsiones ópticas en la percepción de la proporción, y se refiere,
sin tomar partido en el asunto, a Blondel y Perrault.

PIERRE BULLET (1639 – 1716)

En 1691, año en que se publicó el primer volumen del curso de arquitectura D' Aliver, apareció
una obra de Pierre Bullet, uno de los alumnos de Blondel y un miembro de la academia. Bullet
fue un arquitecto en ejercicio; su tratado es poco más que un manual de geometría para los
constructores. Su énfasis en la experiencia y la práctica de la arquitectura, y sus comentarios
sobre la teoría de la arquitectura en general muestran un cierto cansancio con la controversia
teórica. Su única afirmación con respecto a la teoría de la arquitectura es: " la teoría de la
arquitectura es una acumulación de principios que establecen, por ejemplo, las reglas de la
analogía, o la ciencia de la proporción, para componer la armonía que tan gratamente salta a
la vista.” El libro de Bullet es directo, fácil de usar, y tuvo varias ediciones nuevas durante el
siglo XVIII.

MICHAEL FRÉMIN

Alrededor del 1700 el debate arquitectónico llegó a un público más amplio. Michael Frémin fue
un funcionario del tesoro parisino . Frémin se esfuerza por alcanzar una definición básica de la
arquitectura. Con el razonamiento incisivo de un funcionario del tesoro, insiste ante todo en
consideraciones funcionales, relegando categorías. Para él la arquitectura comprende todos
los edificios de la cabaña del pastor hasta el palacio del gobernador. Desaprueba
compilaciones arquitectónicas que tratan aspectos parciales de la arquitectura como si fueran
la totalidad. Ataca tratados sobre los órdenes, en particular, porque en sus ojos son sólo la
menor parte de la arquitectura.

Se da la siguiente definición portentosa de la arquitectura: La arquitectura es un arte de la

construcción teniendo en cuenta a la cosa misma, la persona que la está construyendo, y el
sitio. El factor estético se reduce aquí a la disposición ordenada de funciones. Para Frémin
significa una investigación a fondo de la armonización con el entorno y los edificios
adyacentes, el cálculo de la disponibilidad de la luz y de la incidencia del viento. Él lo llama un
crimen al pensar en la comodidad de una casa antes de que uno sueñe con lo que es
"agradable".

Para Frémin, ornamento, visto exclusivamente como aditivo, debe ser totalmente subordinada
a la función, a la relación que es natural y apropiado para el propósito para el que se destina el
edificio. El punto de vista de Frémin, un laico, y haciendo caso omiso de la discusión de las
normas de estética, es característico de la época.

Las academias reales fueron suprimidas en 1793, bajo el contexto de la revolución francesa,
que busca abolir todo vestigio del régimen absolutista. Sin embargo, en la Constitución de

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 La Real Academia de Arquitectura
1795 se dispuso la creación de un instituto en estos términos: «Hay para toda la República un
Instituto Nacional encargado de recoger los descubrimientos, de perfeccionar las artes y las
ciencias». En 1796, el Instituto estaba compuesto de tres clases:

 La Clase de Ciencias Físicas y Matemáticas

 La Clase de Ciencias Morales y Políticas

 La Clase de Literatura y de las Bellas Artes

En 1803, el Consulado suprimió la clase de ciencias morales y políticas por considerarla poco
fiel al régimen, y reorganizó el Instituto en cuatro clases: la Clase de Ciencias Físicas y
Matemáticas, la Clase de Lengua y Literatura Francesa, la Clase de Lenguas Antiguas y de
Historia y la Clase de Bellas Artes. En 1816, Luis XVIII reorganizó el Instituto recuperando el
nombre de "academia" para las antiguas "clases".

Todo este proceso de eliminación de las academias para que en 1816, vuelva a surgir dentro
de lo que correspondería a la academia de Bellas Artes(en la que se concentraría junto con la
Academia de Música, Escultura y Pintura), se da principalmente con el propósito de separar
dichas enseñanzas y estudias del control monárquico y que pase al servicio de una sociedad de
poderes divididos.

En virtud de la Ley del programa para la investigación de 2006, la Academia de Bellas Artes es
una entidad moral de derecho público con un estatuto particular.

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 La Real Academia de Arquitectura

La creación de la Real Academia de Arquitectura tuvo por principal objetivo la elaboración de

una doctrina global de arquitectura que permitiera explicar la eclosión de la arquitectura
francesa bajo Luis XIV y, sobre todo, preservar la línea general y su tradición.

La arquitectura se dirige a la personificación de Francia, como potencia hegemónica del

mundo, sentada en el trono, mientras que la abundancia llama su atención sobre las obras
construidas en el segundo término. Una ponencia sobre los motivos del esplendor de Francia
precisará el aspecto sugerido del florecimiento cultural.

La Real Academia de Arquitectura se caracterizó por la búsqueda de un orden nacional, que

exalte su poder político y económico, ya que se hallaban en un momento hegemónico, y como
tal tenían que demostrar esa grandeza en todo aspecto. Buscaron de manera constante a
través de debates y postulados teóricos, un fundamento normativo que sea propio de Francia.
La antigüedad ya ha demostrado que nuevos tiempos pueden implicar nuevas concepciones y
modelos, y es bajo este criterio que la Academia lleva a cabo sus actividades.

Si bien surgían discrepancias dentro de los propios miembros de la Academia, se puede

rescatar que sirvió como base para el fundamento de una enseñanza exhaustiva y sistemática
de la arquitectura. La academia fue toda una pionera en lo que respecta a pedagogía de
arquitectura y también formo cimientos sólidos de una arquitectura que fundamente los
conocimientos previos que se han obtenido desde la antigüedad sin dejar de lado la
innovación que pueda realizarse.

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 La Real Academia de Arquitectura

 Historia de La Teoría de la Arquitectura

Autor: Hanno-Walter Kruft

 Teorías de la Arquitectura – evolución racionalista de las teorías

Fuente: arquiteorias.blogspot.com

 Ordenando los Ordenes (Columnata de Louvre)

Fuente: http://dspace.unav.es/

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