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“HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES DE

LOS ESTUDIANTES DE LA PRIMARIA


“LÁZARO CÁRDENAS” DE TOLUCA

Ofelia Arzate Ortiz (o.arte77@gmail.com)


Centenaria Benemérita Escuela Normal para Profesores

Línea temática. “Pedagogía y Práctica Docente en las Escuelas Normales”

RESUMEN
La educación socioemocional es un componente curricular para la educación básica, la
finalidad que persigue es propiciar que los alumnos aprendan a regular sus emociones ante
distintas circunstancias de la vida, para relacionarse de manera sana, autónoma y productiva
(SEP, 2017); lo anterior obliga al profesor a incorporar la inteligencia emocional (IE) en el
aula de clases de educación básica y normal, sin embargo un aspecto importante ligado a la
enseñanza es el proceso de evaluación; una adecuada evaluación de la IE otorga al docente
información valiosa referente al desarrollo afectivo de los alumnos (Extremera y Fernández,
2004). La presente investigación propone una metodología para la valoración de las
competencias emocionales en niños de 8 a 14 años, con resultados confiables que permiten
conocer habilidades como: autoconciencia, empatía, autoconfianza, motivación, autocontrol
y habilidades sociales; el estudio experimental se realizó con estudiantes de sexto grado, los
resultados permiten concluir que la adaptación de test de Emily Sterret es una opción de
medida de autoinforme, para la evaluación de la IE, así mismo se observa una alarmante falta
de competencias emocionales en los estudiantes, lo que se refleja en una convivencia escolar
conflictiva, bajas calificaciones y poco compromiso con las actividades escolares.

Palabras clave: educación socioemocional, Evaluación, Medida de Autoinforme, Medida


de habilidad.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


El nuevo modelo educativo de educación básica propone incorporar la educación
socioemocional en el aula, desde una perspectiva humanista que privilegie una formación en
valores, que oriente los contenidos y procedimientos formativos y curriculares de cada
contexto y sistema educativo. Esta visión educativa requiere que el aprendizaje se plantee
dialógicamente considerando que la educación ha de ser transformadora y deberá contribuir
al logro de un futuro sostenible para todos, mirando el proceso de enseñanza-aprendizaje
desde una perspectiva integral que incluya aspectos cognitivos, emocionales y éticos.
(UNESCO, 2015)
En el texto emitido por la SEP titulado “Aprendizajes Clave para la Educación Integral” se
plantea que el área de educación socioemocional debe de ser tratada a través de cinco
dimensiones (autoconocimiento, autorregulación, autonomía, empatía y colaboración) las
cuales en conjunto guían tanto el enfoque pedagógico como las interacciones educativas.
Estas cinco dimensiones a su vez están relacionadas con los cuatro pilares de la educación
aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a convivir. En el mencionado
documento se presenta para cada grado lo referente a: propósitos generales, propósitos por
nivel educativo, enfoque pedagógico, descripción de los organizadores curriculares,
orientaciones didácticas, sugerencias de evaluación, dosificación de los indicadores de logro,
orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación específicas y evolución curricular. En
el punto referente a las sugerencias de evaluación, indica que por ser las emociones subjetivas
presentan una dificultad para medirlas, por lo que se propone una evaluación cualitativa y
formativa mediante instrumentos de evaluación como: guías de observación, escalas de
valoración y portafolios de evidencias. La propuesta anterior presenta una limitación que
impide conocer a ciencia cierta el desarrollo socioemocional del educando por lo que surge
la pregunta ¿Sera posible medir cuantitativamente las competencias emocionales de los
estudiantes?

MARCO TEÓRICO
Desde épocas pasadas los científicos se han enfocado en el proceso de aprendizaje del ser
humano desde una perspectiva cognitiva, ¿cómo aprende el ser humano?, ¿qué procesos
mentales sigue para adueñarse del conocimiento? son interrogantes que se han sido
explicadas desde Skiner y el conductismo hasta el constructivismo de Piaget, sin considerar
en estas teorías a las emociones. Vestigios de las emociones en el aprendizaje se observan
con el aprendizaje sociocultural de Bruner y Vigotsky quienes rescatan la naturaleza social
del ser humano y como este aprende en la interacción con los otros, sin embargo sigue
prevaleciendo la inteligencia racional; es hasta la década de los 90 que el término de la
inteligencia emocional es puesto como foco de atención de la influencia que las emociones
tienen en el ser humano de la mano de la inteligencia racional, es entonces cuando se destacan
aspectos que son observados en las personas y que tienen una influencia directa con el éxito
o el fracaso de éstas, es aquí en donde se observa que a la par del conocimiento, las emociones
son determinantes en todas las actividades que ser humano realiza desde el aprendizaje en
los años escolares hasta su desarrollo laboral y social.
Para realizar la evaluación de la IE surgen propuestas de medidas de autoinforme,
compuestas por enunciados verbales cortos, los cuales, las personas evalúan mediante la
propia estimación respecto a ciertas habilidades o comportamientos entre estos se encuentran
el TMMS-48 propuesto por Salovey y Mayer en 1990, el TMMS-24 de Fernández y Berrocal
(2004) que es una adaptación del TMMS-48 al idioma español, el Bar-On Emotional (1997)
Inventario Emocional y el Test denominado Autoevaluación de la Inteligencia Emocional de
Emily Sterret (2002); otra manera de evaluar cuantitativamente las emociones es mediante
medidas de habilidad o ejecución que implican que la persona solucione o resuelva
determinados problemas emocionales y luego su respuesta sea comparada con criterios de
puntuación predeterminados y objetivos, ejemplos de ellos son el Multifactor Emotional
Intelligence Scale (MEIS) de Mayer et al (1999), basado en el modelo de Mayer y Salovey,
este instrumento está compuesto por 12 tareas, las cuales se dividen en cuatro áreas
(identificación de emociones, utilización de emociones, compresión de emociones y
regulación de emociones). Otra medida de habilidad es el MSCEIT (Mayer-Salovey-Caruso
Emotional Intelligence Test) 2001, compuesto por 141 ítems y ocho tareas, dos por cada área,
las cuales son idénticas a las de su predecesor el MEIS; cabe señalar que estos últimos son
test que tienen un costo y además requieren de la interpretación de un experto. Como
conclusión se pone de manifiesto que en el marco de la determinación de la inteligencia
emocional en niños, no existen medidas de autoinforme o de habilidad con un enfoque
exclusivo para que puedan ser aplicados en edades de los seis a los 12 años.

METODOLOGÍA
La metodología empleada en la presente investigación es cuantitativa, el instrumento
empleado para la recolección de los datos es una adaptación del test de Emili Sterret el cual
es una medida de autoinforme, este tiene como base los estudios realizados por Daniel
Goleman. El test de Emily Sterrett fue retomado en una investigación sobre las habilidades
directivas: liderazgo emocional; realizada en la Universidad de Yale. (Ibarrola, 2018)
El test de “autoevaluación de la inteligencia emocional”, consta de 30 ítems correspondientes
a competencias emocionales de: autoconciencia (capacidad de saber qué está pasando en
nuestro cuerpo y qué estamos sintiendo), autoconfianza (convencimiento íntimo de que uno
es capaz de realizar con éxito una determinada tarea o misión, o bien elegir la mejor
alternativa cuando se presenta un problema, es decir tomar la mejor decisión), autocontrol
(capacidad de regular la manifestación de una emoción y/o modificar un estado anímico y su
exteriorización) , empatía (entender qué están sintiendo otras personas, ver el punto de vista
emocional del otro en determinadas situaciones), motivación (lo que nos da energía para
alcanzar nuestros objetivos y para no declinar ante los obstáculos o dificultades que se nos
presenten en el camino) y la competencia social (habilidades de liderazgo y popularidad
usadas para persuadir, dirigir, negociar, resolver conflictos y trabajar en equipo), con un
lenguaje dirigido hacia personas jóvenes y adultas; los ítems se valoran mediante una
puntuación del 1(prácticamente nunca) al 5 (prácticamente siempre).
Para poder aplicarlo con los alumnos de sexto grado se adaptaron los ítems del test a un
lenguaje propio para los niños sin alterar su estructura, también se le dio un nombre atractivo
para los niños “¿Cómo soy?”, para tener mayor certeza sobre la obtención de resultados,
primeramente fue validado con una muestra de estudiantes. Toda vez realizado lo anterior,
se aplicó a los grupos de sexto A, C y D, el test fue dirigido por el aplicador; se leía el ítem
y se retroalimentaba con ejemplos a los alumnos para que comprendieran mejor cada
enunciado, de esta manera también se optimizó el tiempo y éste fue aproximadamente de
media hora. El test aplicado se muestra en la figura 1.

Figura 1. Adaptación del test de Emily Sterret “¿Cómo Soy?”


Fuente: elaboración propia.
RESULTADOS
El test se aplicó a tres grupos de sexto grado de la Escuela Primaria General Lázaro Cárdenas
de Toluca, en total fueron 83 estudiantes, como se menciona en la metodología el test consta
de 30 enunciados, los cuales son valorados mediante una escala de Likert, la cual parte de un
valor de un punto, indicando que la acción nunca se realiza, alcanzando un puntaje máximo
de cinco lo cual significa que la acción siempre se realiza, los enunciados están agrupados en
las seis competencias como se muestra en la figura 2; considerando para cada competencia o
aspecto un valor máximo de 25 puntos, la autora Emily Sterret enfatiza que un adecuado
manejo emocional ocurre cuando el valor obtenido oscila entre 20 y 25 puntos, y que valores
de 19 e inferiores indican que es necesario prestar atención para mejorar la competencia.

Figura 2. Tabla para la interpretación de los resultados del test


Autoconciencia Autoconfianza Autocontrol
1 2 3
7 8 9
13 14 15
19 20 21
25 26 27
TOTAL TOTAL TOTAL
Empatía Motivación Competencia Social
4 5 6
10 11 12
16 17 18
22 23 24
28 29 30
TOTAL TOTAL TOTAL
Fuente: elaboración propia.

Los resultados obtenidos evidencian dos puntos importantes, uno de ellos refiere a la
confiabilidad de la adaptación del test de Emily Sterret, el cual es una medida de autoinforme
ya validada, que por su estructura gramatical fue posible adaptarlo a la comprensión de
estudiantes de nivel primaria, el segundo se refiere a la problemática presentada en los
estudiantes respecto a un inadecuado manejo emocional; es pertinente hacer mención que en
la citada institución mediante guías de observación aplicadas durante el ciclo escolar 2017-
2018 se percató de problemáticas en el estudiantado como conductas disruptivas tanto en las
aulas como el recreo, poco compromiso para con las labores escolares, apatía que se refleja
en el bajo logro de los aprendizajes esperados, razón por la cual en el Consejo Técnico
Escolar (CTE), se propone como ruta de mejora el trabajo de la IE al interior de las aulas,
considerando como primer paso, contrastar los resultados derivados de la observación
participante con un instrumento que indicara la realidad de las competencias emocionales de
los estudiantes, en el presente artículo se muestran los resultados obtenidos al aplicar el test
a los grupos de sexto grado A, C y D, obteniendo lo siguiente:
Para la competencia de autoconciencia el promedio de los estudiantes permite observar en el
gráfico 1 que en los tres grupos se tienen puntuaciones inferiores a 20 puntos, lo que hace
evidente la poca capacidad del alumnado para poder comprender a los demás a partir del
propio autoconocimiento personal, de conocer su personalidad, sus emociones y como se
presentan ante los demás; podría pensarse que hasta cierto punto ello es normal en niños
cuyas edades oscilan entre los once y doce años, que están en la pubertad y tratando de
autodefinirse y lograr la madurez, siendo así, en el grupo A solo 15 de 29 estudiantes tienen
autoconciencia, del grupo C, ocho de 26 y en el grupo D, seis de 28.

Gráfico 1. Resultados de Autoconciencia.

Autoconciencia
20
19.5
19.5
19 18.8

18.5
18 A
17.5 C 17.17
17
16.5 D
16

Fuente: elaboración propia.


Referente a la autoconfianza, competencia que nos permite creer en nosotros mismos y que
pareciera evidente que todos la desarrollamos a través de conocer nuestras habilidades,
conocimientos y logros; sin embargo existen factores como: no realizar actividades nuevas
que nos permitan desarrollar nuestras capacidades, no aceptarnos, temer a la opinión de los
demás, ser severos con nosotros mismos cuando nos equivocamos y dejarnos llevar por el
miedo, que inciden en una baja autoconfianza y con ello una pobre autonomía para la toma
de decisiones. Al respecto en el grupo A, ocho de 29 niños tienen autoconfianza, en el grupo
C, seis de 26 y en el grupo D dos de 28, lo que se refleja en el bajo promedio de la
competencia obtenido por grupo, lo cual se muestra en el gráfico 2.

Gráfico 2. Resultados de Autoconfianza


Autoconfianza
18
17.6
17.5
17
16.5
A 16.07
16 15.85

15.5
C D
15
14.5

Fuente: elaboración propia.

Por su parte en el gráfico 3, se muestran los resultados obtenidos respecto al autocontrol,


competencia por demás importante en cuanto a las relaciones humanas se refiere ya que la
regulación emocional o autocontrol permite que regulemos emociones como la ira, ansiedad
o la tristeza, es por ello que es alarmante y un foco de atención el observar que solo tres de
29 estudiantes en el grupo A tengan un adecuado autocontrol, dos de 26 en el grupo C y
cuatro de 28 en el grupo D, lo cual representa el 10.77% de los 83 estudiantes a los cuales se
les aplico el test, resultados que hacen evidentes las conductas disruptivas detectadas en el
centro escolar.
Gráfico 3. Resultados de Autocontrol

Autocontrol
16 15.89

15.5

15 A 14.84 14.78

14.5
C D
14

Fuente: elaboración propia.

Respecto a la empatía emocional, que es la capacidad que tiene una persona para responder
apropiadamente al estado emocional de otra, a diferencia de la empatía cognitiva la cual
consiste en la capacidad de comprender lo que está desarrollando o pensando la otra persona.
Los resultados obtenidos se muestran en el gráfico 4, en donde se hace evidente la necesidad
de implementar estrategias en el aula que contribuyan al desarrollo de esta competencia. Cabe
señalar que únicamente el 26.47% de los estudiantes son empáticos, es decir en el grupo A,
11 de 29 estudiantes, en el grupo C, ocho de 26 y en el grupo D, tres de 28, como se ha venido
observando otro factor prevalente es que los resultados más alarmantes se encuentran en el
sexto grado, grupo D.
Gráfico 4. Resultados de Empatía

Empatía
19
18.44
18.5
18 17.8
17.5
17
A 16.25
16.5
C
16
15.5 D
15

Fuente: elaboración propia.


Continuando con este análisis, es momento de comentar los resultados obtenidos respecto a
la motivación, los cuales se presentan en el gráfico 5, no sin antes mencionar que la
motivación en la inteligencia emocional, es la capacidad para auto-inducirse emociones y
estados de ánimo positivos, como la confianza, el entusiasmo y el optimismo, lo cual incide
en eliminar estados depresivos, estar alerta y dispuestos al aprendizaje, abrirse a la
curiosidad, afrontar retos y generar nuevas expectativas; es oportuno comentar que lo que la
escuela detectó, fue precisamente la falta de motivación en sus estudiantes, lo que se reflejaba
en poca participación en el aula de clases, trabajos de baja calidad o no entregados, apatía
para involucrarse en las actividades de enseñanza-aprendizaje pese a las estrategias
empleadas por el docente; por lo que al aplicar el test se obtiene que 13 de 29 estudiantes en
el grupo A son competentes respecto de la motivación emocional, diez de 26 estudiantes en
el grupo C y nueve de 28 estudiantes en el grupo D, lo que representa el 38.47% de los 83
estudiantes. El promedio de la competencia en los tres grupos es de 18.24 puntos, 1.75
inferior a 20, si bien no es alarmante, si es necesario implementar en el aula estrategias que
permitan el desarrollo de la motivación.
Gráfico 5. Resultados de Motivación
Motivación
18.8 18.65
18.6
18.4 18.31
18.2
18 C
17.78
17.8 A
17.6
17.4 D
17.2

Fuente: elaboración propia.

Por último en el gráfico 6, se presentan los resultados de una competencia por demás
importante, en cuanto a generar relaciones armónicas, en la escuela y en cualquier contexto
se refiere; la competencia social que es la capacidad para mantener relaciones asertivas,
comunicación efectiva, respeto, actitudes prosociales, entre otras. Al respecto Rafael
Bisquerra comenta que dentro de esta competencia se encierran un conjunto de habilidades
o micro competencias como él, las denomina, que dan paso a la competencia social, una de
ellas es saber escuchar ya que para desarrollarnos en un entorno social es necesario escuchar
al otro; otra lo es, la capacidad de valorar y aceptar que todos somos diferentes y que es
justamente esa diversidad la que enriquece el entorno social, ello, permitirá escuchar y
respetar diferentes puntos de vista y generará relaciones armónicas, asimismo realizar
acciones en favor de otras personas, sin que ellas lo hayan solicitado es otro punto que influye
en tener una adecuada competencia social; ahora bien es importante destacar que esta
competencia también se relaciona con las habilidades cívicas que incluyen conceptos de
democracia, justicia e igualdad social, ciudadanía, derechos humanos y civiles entre otros,
por lo que dado que únicamente el 15.86% de los 83 estudiantes tienen desarrollada esta
competencia es por demás preponderante que la institución refuerce actividades encaminadas
a la promoción de una sana convivencia, y a la formación cívica, considerando que en el
grupo de sexto A, cuatro de 29 estudiantes tienen competencias sociales, en el sexto grado
grupo C, seis de 26 estudiantes y finalmente en el grupo D, tres de 28 estudiantes.
Gráfico 6. Resultados de Competencia Social
Competencia Social
17
16.5
16.5
15.9
16
15.5
15 C 14.75
A
14.5
14
D
13.5

Fuente: elaboración propia.

Otro análisis que se deriva de los resultados obtenidos se presenta en el gráfico 7, en el cual
se muestran las seis competencias y el promedio de estudiantes que tienen desarrollada cada
una de ellas, en él se observa que la competencia menos desarrollada en los estudiantes es el
autocontrol, en donde el 89.23% de los estudiantes carece de autocontrol, seguida esta por la
competencia social en donde el 84.14% de los estudiantes carecen de esta competencia, en
contraste se observa que el 38.47% de los estudiantes se encuentra motivado
emocionalmente; estos datos obtenidos conllevan a que la institución implemente acciones
para favorecer el desarrollo emocional en los educandos en conjunto con padres de familia
para conseguir resultados favorables y se incida de manera positiva en la problemática
detectada.
Gráfico 7. Promedio de alumnos con adecuada competencia.
Promedio de alumnos con adecuada
competencia
45.00%
40.00% 38.47%
34.63%
35.00%
30.00% 26.47%
25.00%
19.26%
20.00% 15.86%
15.00% 10.77%
10.00%
5.00%
0.00%

AL
N
A
IA

A
L
RO
AZ


NC

CI
PA

AC
IN

NT

SO
IE

EM
NF

IV
NC

CO

IA
OT
CO
CO

TO

NC
M
TO

AU

TE
TO

AU

PE
AU

M
CO

Fuente: elaboración propia.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Es relevante mencionar la importancia que la educación socioemocional tiene en el currículo
tanto de educación básica, como en la formación de los profesionales de la educación, en
donde en el plan de estudios 2018 de las Licenciaturas en Educación Preescolar, Primaria y
Educación Preescolar y Primaria Indígena con enfoque Intercultural Bilingüe, se incluyen
cursos referentes a Educación Socioemocional, y Estrategias para el Desarrollo
Socioemocional, los cuales están insertos en los trayectos formativos de Bases Teórico
Metodológicas para la Enseñanza, y Formación para la Enseñanza y el Aprendizaje
respectivamente. Asimismo en la Licenciatura en Inclusión Educativa en el quinto semestre
se incluye el curso de Estrategias para el Desarrollo Socioemocional, finalmente referente a
las Licenciaturas de Educación Física, Enseñanza y Aprendizaje en Telesecundaria y
Educación Secundaria, se incluye el curso Desarrollo Socioemocional y Aprendizaje, lo que
obliga a aplicar la evaluación de la inteligencia emocional, no solo mediante guías de
observación, escalas de valoración y portafolios de evidencias, es necesario valorar las
competencias emocionales de los alumnos mediante parámetros cuantitativos, aplicando
medidas de autoinforme y de habilidad. La presente investigación hace una propuesta de un
medida de autoinforme al adaptar el test Autoevaluación de la Inteligencia Emocional de
Emily Sterret, haciendo modificaciones gramaticales a los 30 enunciados que lo conforman,
para adecuarlos a estudiantes de primaria cuyas edades oscilen entre ocho y 12 años; de los
resultados se obtiene información cuantitativa valiosa considerando las cinco dimensiones
de la IE que propone el nuevo modelo educativo, esta información integrada a la observación
participante permite determinar no solo las áreas de oportunidad respecto a la IE, de los
estudiantes, sino también identificar factores como la desintegración familiar, el abandono
por parte de los padres, los videojuegos violentos, el exceso redes sociales, entre otros que
están teniendo un alto impacto en los niños; situaciones que deben atenderse de manera
conjunta escuela-padres de familia mediante diversas estrategias que contribuyan al sano y
armónico desarrollo de la niñez mexicana.

REFERENCIAS
Bisquerra, R. (2020). Competencia Social. [Mensaje en un Blog], Grop Línies d'Investigació
Publicacions del Grop Rafael Bisquerra. Recuperado de: http://www.rafaelbisquerra.com/

Extremera Pacheco, N. y Fernández Berrocal, P. (2004). La Inteligencia Emocional: Métodos


de Evaluación en el Aula, Revista Iberoamericana de Educación, pp 1. Recuperado de:
https://rieoei.org/historico/deloslectores/465Extremera.pdf

Extremera Pacheco, N.; Fernández Berrocal, P.; Mestre Navas, J. M.; Guil Bozal, R. (2004).
Medidas de evaluación de la inteligencia emocional Revista Latinoamericana de Psicología,
vol. 36, núm. 2, pp. 209-228 Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia.
Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80536203

Ibarrola, B. (2018). 3° Habilidades directivas: liderazgo emocional. 3 habilidades Directivas


Liderazgo, pp 13-14. Recuperado de https://nanopdf.com/download/3-habilidades-
directivas-liderazgo_pdf#
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Replantear
la Educación ¿Hacia un bien común mundial?, Paris, UNESCO, 2015, p. 37, Recuperado de
http://unesdoc.unesco.org/images/0023/002326/232697s.pdf

SEP. (2017). Habilidades socioemocionales. Aprendizajes clave. Ciudad de México: SEP,


p.95, 518-520.

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