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Tu Cerebro Creativo

7 pasos para maximizar la


innovación en la vida y en el trabajo

por Shelley Carson


Profit Editorial © 2012
getAbstract © 2013
Rating (sobre 10)

Valoración General: 5
Aplicabilidad: 9
Innovación: 5
Estilo: 8

Ideas fundamentales
• Las fases del proceso que da lugar a la creatividad
son “preparación, incubación, percepción,
evaluación e implementación.”
• La creatividad puede ser tanto un proceso
espontáneo como un proceso deliberado.
• Cada fase de la creatividad requiere de diferentes
actitudes cerebrales.
• El cerebro se acomoda a una actitud; con
entrenamiento, puede cambiarse a voluntad.
• Elegir la actitud cerebral idónea para cada caso
mejora la creatividad.
• Las actitudes cerebrales son “absorción,
visualización, conexión, razonamiento, evaluación,
transformación y fluidez”.
• La generación de ideas ha de estar exenta de
juicios y abierta al entorno y le son provechosas las
actitudes de absorción, visualización y conexión.
• La creatividad está completa con pensamiento
dirigido, secuencial, realista y práctico.
• La actitud cerebral de fluidez se da cuando la
armónica del pensamiento y de la conducta
convergen.
• La creatividad no consiste únicamente en que una
idea sea original, sino que también sea útil y apta
para el entorno.
Relevancia
¿Qué aprenderá?
En este resumen usted aprenderá:
1.) Cuáles son las fases del proceso creativo que se
llevan a cabo en el cerebro;
2.) Cómo distinguir las actitudes mentales que influyen
en el proceso creativo y
3.) Cómo elegir las actitudes mentales que más
favorecen a un problema específico o a su estilo
de cerebro.

Recomendaciones
Es indudable que el proceso de innovación es
inminentemente una actividad cerebral que involucra
creatividad y debemos aprender a identificar aquellos
hábitos que nos obstaculizan la generación de nuevas
ideas. En Tu cerebro creativo, la autora Shelley Carson
introduce al lector al mundo del cerebro y cómo optimizar
nuestros procesos para ser mejores innovadores. Aunque
el libro incluye una descripción fisiológica del cerebro, no
hay riesgo de sentirse confundido y será útil para quienes
no saben casi nada de neurociencias. Por otro lado, le
ayudará a descubrir qué tipo de cerebro se tiene para
seleccionar los ejercicios que más ventajas le pueden
representar. La lectura es amena, accesible y clara, salvo
quizás por la inclusión de comentarios e ilustraciones de
tinte cómico que no le arrancarán ni una sonrisa; pero
los ejemplos de la vida real demuestran mucho mejor la
premisa. getAbstract recomienda este texto por su utilidad
para entender la creatividad, y porque es conveniente
saber más de un órgano al que no se presta la debida
atención: el cerebro.
Resumen
¿Cuál es su actitud cerebral preferida?
La innovación o la creatividad es un rasgo que se aprecia
cada vez más, tanto en los negocios como en la vida
diaria. Sin embargo, existe la idea generalizada de que
la creatividad es privilegio de unos cuantos. Sin importar
si se ha nacido en el seno de la familia Mozart o de la
familia de al lado, la creatividad es accesible a todo ser
humano. La creatividad reside en el cerebro y consta de
algunas fases ya identificadas. Todos los cerebros poseen
las misma estructuras responsables de generar ideas
nuevas, originales y útiles; aunque la manera de activar
dichas estructuras es diferente. Los individuos tienden
a favorecer algunas y desatender otras. El proceso
creativo comprende “las fases de preparación, incubación,
percepción, evaluación e implementación”. El cerebro de
cada persona se acomoda más fácilmente a una fase o a
otra; es decir, elige una “actitud mental” o brainset que le
parece cómoda.
Para descubrir cuál es la actitud mental que el cerebro ha
elegido como su zona de confort, es aconsejable hacer
una evaluación de la mente. ¿Se siente mejor usando
la parte de su cerebro que juzga o la que imagina? Para
definirlo, se han desarrollado ejercicios que le permitirán
establecer las diferentes capacidades cerebrales que
hasta la fecha han sido menos solicitadas.
De esta manera todas las actitudes mentales estarán
listas y se podrán utilizar a voluntad según se necesite.
Cada fase del proceso creativo se beneficia de diferentes
actitudes mentales. Un cerebro con la flexibilidad
suficiente para activar un actitud mental u otra, según sea
necesario, será un cerebro más creativo.
CREATES y cómo entrenarse para ser creativo
Los científicos crean modelos para mostrar cómo
funciona la realidad. CREATES no es un “hecho científico
demostrado”; es, justamente, un modelo. Se basa en
las investigaciones psicológicas y neurológicas que
existen en la actualidad y que ocupan a los científicos
de reconocidos centros de investigación. CREATES es
un acrónimo formado en inglés con las siete actitudes
cerebrales o brainset: Connect, Reason, Envision, Absorb,
Transform, Evaluate y Stream (“Conexión, Razonamiento,
Visualización, Absorción, Transformación, Evaluación y
Fluidez”). Activar una actitud cerebral u otra depende de
qué fase del proceso creativo se esté tratando de resolver.
La creatividad puede ser un proceso espontáneo, pero
al conocer el potencial de las actitudes mentales y saber
manipularlas a voluntad, el proceso creativo se convierte
en un proceso deliberado.
1. “Conexión”
La conexión es una actitud descentrada, pues no se
dedica a buscar una solución creativa a un problema,
sino que puede hallar todas las soluciones, desde todos
los ángulos, reales y potenciales, al mismo tiempo.
Mientras que la actitud mental de visualización imagina
cómo materializar una idea, la actitud de conexión
aporta numerosas ideas simultáneas sin ocuparse de
su viabilidad. Se basa en el pensamiento divergente, el
cual se distingue por no tener dirección, meta ni sentido
de lo práctico. El pensamiento divergente acepta todo
tipo – y cualquier cantidad – de asociaciones, aun las
más insólitas. La actitud de conexión es muy estimulante
y motivadora. Es útil para hallar soluciones creativas
a problemas de final abierto o que acepten múltiples
opciones.
2. “Razonamiento”
Para que la creatividad sea tangible y el proceso se
complete, es necesario establecer objetivos y control.
La actitud mental de razonamiento es secuencial,
deliberada, realista y práctica. Las fases de evaluación e
implementación del proceso creativo se benefician de esta
actitud cerebral. A diferencia de otras actitudes cerebrales
como la absorción, la visualización o la conexión, esta
actitud busca el control cognitivo y ejerce censura.
Además toma decisiones y planifica.
3. “Visualización”
Esta actitud mental puede “pensar sin palabras”. Con ella
el pensamiento hipotético cobra vida. Se sustenta en la
imaginería y puede imaginar escenarios posibles sin tener
que vivirlos, por lo que es una facultad cada vez más
buscada entre ejecutivos y directivos. Con la visualización
es posible recrear las percepciones sensoriales incluso
sin que las cosas que las motivan estén allí: se puede
sentir, ver, oler, saborear sin la presencia de un estímulo
real responsable de la sensación. Al igual que la
absorción, la visualización presenta una atracción por
lo novedoso y la interrupción de los juicios de valor.
Puede ser pictórica (con imágenes) o diagramática (con
símbolos), en ambos casos permite materializar una idea
en la mente.
4. “Absorción”
La base para cimentar ideas nuevas se construye con la
actitud de absorción. Esta actitud es receptiva y silencia
los juicios de valor. Para que la absorción pueda llevarse
a cabo, es necesario acallar la parte del cerebro que
quiere mandar, el centro directivo, y decidir dejarse llevar
por lo novedoso. Además se requiere lograr un estado de
desinhibición para que pueda aflorar hasta la información
más profunda. Esta actitud mental opera con ondas alfa o
theta y es útil para las fases de preparación, incubación y
percepción.
5. “Transformación”
La actitud de transformación centra la atención y los
pensamientos del individuo en el individuo mismo. A
menudo dichos pensamientos autorreferenciales no
son positivos. La actitud cerebral de transformación se
alimenta principalmente de emociones. Es innegable
que los sentimientos “matizan” la manera como se ve
el entorno, los conocimientos y los recuerdos, y no
siempre de forma positiva. La actitud de transformación
es egocéntrica y en ocasiones genera insatisfacción,
pero incluso esta actitud es fuente de creatividad.
Mientras que otras actitudes cerebrales activan el
sentimiento de novedad y generan una gran motivación,
la actitud de transformación puede provocar miedo,
depresión, autocompasión o ansiedad. Sin embargo,
estos sentimientos también pueden resultar en procesos
creativos. La insatisfacción motiva la búsqueda de
oportunidades para cambiar de manera creativa lo que
nos inconforma. Además, el trabajo creativo representa
una vía excelente para desahogar la energía negativa.
6. “Evaluación”
Se basa en la capacidad de emitir juicios de valor. La
evaluación se ubica en las antípodas de la absorción.
La actitud cerebral de evaluación juzga el entorno y
clasifica sus componentes, ya sean objetos, individuos,
ideas propias o de otros. Para evaluar, con frecuencia
es necesario comparar, por lo que esta actitud exige
impersonalidad, es decir, la facultad de separarse del
objeto creado. El juicio sobre una idea califica la idea,
no al creador. Por ello la evaluación requiere valentía y
de cierta dosis de aceptación del fracaso. La evaluación
también necesita de la concentración: limitar el número de
detalles de lo que se ha de evaluar. La evaluación reduce
y selecciona, a diferencia de la actitud de conexión, que
acepta sin discriminar.
7. “Fluidez”
La actitud de fluidez se caracteriza por la fusión entre el
pensamiento de una persona y sus acciones. Mientras se
experimenta esta actitud se pierde el sentido del tiempo y
el sentido del yo. La actividad se realiza en automático, de
manera espontánea y correcta. Esta actitud se da cuando
el individuo encuentra una actividad suficientemente
gratificante y cuyo nivel de dificultad es el adecuado, pues
ni aburre ni abruma. La concentración que demanda es
tal que el entorno desaparece y el fracaso no preocupa,
porque la actividad en sí misma constituye la motivación.
En muchas ocasiones la actitud mental de fluidez hace
alarde de la improvisación: el conocimiento se usa en
formas nuevas y resuelve situaciones para las que no se
tenían planes ni procedimientos.
“Elija su actitud y sea creativo”
El cerebro de cada lector se identificará con una o
varias de las actitudes cerebrales; aunque por otro lado
todas las actitudes se pueden desarrollar y elegir a
libertad. Una vez que se haya dominado la flexibilidad
necesaria para pasar de una actitud a otra, los logros
creativos pueden ser innumerables. Un camino para ello
consiste en practicar diferentes ejercicios, algunos le
dan instrucciones especiales para consumir un platillo,
otros le piden mantener los ojos cerrados, otros requieren
que se tengan los ojos abiertos, algunos necesitan de
un cronómetro y habrá muchos que se limiten a hacerle
responder un cuestionario.
CREATES es un modelo que busca explicar cómo el
cerebro se sirve de ciertas actitudes durante los procesos
creativos. Se trata de una hipótesis que tiene por objetivo
contribuir a la comprensión del proceso creativo. Son siete
estados de conciencia alterados únicamente teóricos.
Mas se pueden hallar aplicaciones una vez que se
haya entendido su concepto básico. La noción de cómo
funciona cada actitud permitirá activarlas de acuerdo a las
necesidades. Las aplicaciones son variadas y van desde
“inventar el personaje de una novela” hasta “concebir
el diseño de una aeronave”, pasando por la posibilidad
de “crear un conmovedor arreglo musical para su nueva
melodía, añadir una valla y una mesa de picnic al jardín” o
mejorar algún dispositivo que use de manera cotidiana y
que pueda mejorarle la vida diaria o la vida laboral.
La creatividad es aún objeto de estudio, por lo que
las investigaciones no han definido este concepto de
manera definitiva. Sin embargo, se puede considerar
que una persona creativa es aquella capaz de generar
“pensamientos novedosos y originales y resolver luego
qué hacer con ellos para que la sociedad obtenga un
beneficio”. Desde este punto de vista, todos pueden
ser creativos. El equipo para lograrlo se encuentra en
el interior de cada cerebro, lo que difiere es la manera
en que cada cerebro activa las facultades que se han
clasificado anteriormente.
Activar ciertas actitudes cerebrales e inhibir otras depende
de dos factores: el aprendizaje y los neurotransmisores
cerebrales. Una buena idea para motivar ambos puede
ser mediante un sistema de recompensas. A la larga,
este condicionamiento influye en la generación de
neurotransmisores dentro del cerebro. El aprendizaje,
por su parte, es una actividad permanente que todos
deberían continuar de por vida para la salud del cerebro.
Aprendizaje acerca de temas diversos y aprendizaje de
cosas nuevas. El aprendizaje estimula la creatividad.
La creatividad es un campo de estudio que la psicología
ha abordado con frecuencia. La mayoría de las
investigaciones en esta vertiente se realizan con
individuos creativos que han tenido éxito en el arte o en la
ciencia. La razón radica en que estas disciplinas permiten
lucir con facilidad las facultades de creación e innovación
y su cuantificación es más viable. Sin embargo, existen
numerosos ejemplos de creatividad en campos tan
variados como “los negocios, el deporte, la diplomacia o
la resolución de problemas de la vida diaria”. Por ejemplo:
la mayoría de las empresas que se encuentran incluidas
en la lista de Fortune 500 ha contratado a un consultor
creativo; varias escuela de negocios incluyen en su
plan de estudios cursos sobre creatividad; atletas como
“Michael Jordan, Roger Bannister, Bill Russell y Tiger
Woods suelen tener rasgos de personalidad comunes a
los de individuos altamente creativos en los campos de
las artes y las ciencias”.
La creatividad está muy presente en el arte y las ciencias,
pero es indispensable para la sociedad en su conjunto,
así como para organizaciones humanas y para los
individuos mismos. La creatividad ha sido una de las
facultades que han permitido la supervivencia de la raza
humana. Estos siete pasos mejorarán su creatividad
y pueden ser el origen de muchas nuevas ideas que
pueden iluminar el mundo futuro.

Sobre la autora
Shelley Carson es catedrática e investigadora de la
universidad Harvard. Además de haber publicado sus
hallazgos, con frecuencia dicta conferencias sobre
creatividad. Sus amplios conocimientos se concentran en
psicología y psicopatología y su relación con el área de la
creatividad. Se destaca su colaboración como consultora
en corporaciones y dependencias gubernamentales.

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