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CLISERIES COMANTADAS SOBRE LA CORDILLERA CANTÁBRICA, LOS PIRINEOS Y EL TEIDE.

1. Identifica y define el tipo de gráfico

Los tres gráficos se tratan de cliseries pertenecientes a tres sistemas montañosos, la Cordillera
Cantábrica, los Pirineos y El Teide.

Sus perfiles de forma piramidal representan de forma esquemática el escalonamiento de distintas


especies vegetales en sus distintas vertientes.

En dichos gráficos, se recogen los diferentes intervalos de altitud, de 0 a 4000 metros, aunque
como veremos en el comentario, en el caso de la Cordillera Cantábrica sólo observamos
formaciones vegetales hasta los 2.500 metros aproximadamente.

Para facilitar el análisis, todos los gráficos presentan diferentes iconos para representar las
principales especies vegetales que corresponden a cada piso de altitud, si bien, complementado en
el caso de la cliserie de la Cordillera Cantábrica con diferentes colores.

2. Explica las causas generales que pueden hacer variar la vegetación en cada uno de los
pisos altitudinales.

Las causas del escalonamiento de la vegetación son las variaciones climáticas ocasionadas por el
progresivo incremento de la altura. Las temperaturas disminuyen una media de 0,6° por cada 100
metros de ascenso, (es lo que se conoce como el gradiente vertical de temperatura) y las
precipitaciones se incrementan por el enfriamiento del aire en la ladera de barlovento y una mayor
sequedad en la ladera de sotavento, por el conocido efecto Föehn. Además, tenemos que incluir la
diferencia entre la solana y la umbría, que provoca una mayor densidad de vegetación en la umbría,
al ser más húmeda y recibir menos evaporación que la solana, expuesta al sol.

3. Describe las especies vegetales que se disponen en cada piso y sus posibles usos por el
hombre.

Cliserie de la Cordillera Cantábrica:

En el caso de la cliserie seleccionada, se trata de la Cordillera Cantábrica.

La vertiente norte constituye la denominada “umbría” que recibe menos radiación solar y
además en el caso de esta Cordillera está más expuesta a las masas de aire húmedo
procedentes del Cantábrico; por lo que es una ladera con mayores precipitaciones y menos
soleada que la sur. 
La ladera orientada al sur es la denominada “solana”, recibe mayor número de horas de sol,
además se encuentra a sotavento de las masas de aire cargadas de humedad que vienen del
Cantábrico, por lo que las precipitaciones disminuyen de manera notable en relación con la
vertiente norte. Estas diferencias provocan que la cliserie, como se observa en el gráfico,
presente características distintas.

Entre los 0 y 800 metros aproximadamente, y solamente en la ladera norte, domina el


bosque caducifolio de robles. Esta especie, no soporta veranos calurosos, tiene menor
tolerancia al frío y no requiere de una humedad excesiva, por eso se sitúa en las cotas más
bajas. Su crecimiento es lento y su madera dura se utiliza para la construcción y fabricación
de muebles.

Entre los 800 y los 1900 metros, destaca el bosque caducifolio de hayas, que tolera mal el
calor y muy bien el frío, y requiere de mucha humedad. Estas necesidades explican la
altitud en la que se encuentra y un mayor número de hayas en la zona de barlovento, al ser
más lluviosa. En cambio, en ladera sur a sotavento, más seca y calurosa, hay una menor
presencia de hayas y solo en cotas más altas entre los 1500-1880 metros buscando algo de
humedad. Las hayas se adaptan a suelos calizos y silicios, aunque prefiere los calcáreos. Su
crecimiento es bastante lento y su madera dura y de buena calidad se ha empleado
tradicionalmente para elaborar muebles y utensilios.

Únicamente en la ladera sur de solana, entre los 0 y los 900 metros aproximadamente,
domina la carrasca, una derivación de la encina. Su presencia en esta ladera más seca y
cálida es porque es una especie resistente a la sequía y se adapta a todo tipo de suelos. Su
madera, muy dura y resistente se adapta a todo tipo de suelos. Su existencia en esta zona,
confirma que es la ladera de sotavento, ya que requiere de poco agua para su supervivencia.

Sin abandonar la ladera sur, entre los 900 y 1300 metros de altura, encontramos melojos,
perteneciente a la familia de los robles roble. De desarrollo lento, este árbol caducifolio
aguanta bien los periodos de sequías. Entre sus usos por el hombre, su madera dura se
emplea para las traviesas de ferrocarril, para carpintería de ventanas y puertas y para
elaborar carbón de excelente calidad.

Entre los 1900 y 2400, y por igual en ambas laderas, se encuentra la landa, una vegetación
densa, de matorral, cuyas especies más abundantes son el brezo, el tojo y la retama.
Aparece como degradación del bosque caducifolio. Suele usarse para cama de animales y
por el hombre como abono.
Por último, y también en las laderas norte y sir, entre los 2400 y 2500 metros, encontramos
prados, vegetación herbácea que ocupa grandes extensiones en los paisajes oceánico

Cliserie del Teide

En el caso de la cliserie seleccionada, se trata del Teide, la montaña más elevada de España, en
Santa Cruz de Tenerife, en el archipiélago canario. Sus formaciones vegetales dependerán de una
zona de umbría, en este caso, la ladera Norte, que recibe menos radiación solar y que está más
expuesta a las masas de aire húmedas, mientras que la ladera orientada al sur es la denominada
“solana”, un mayor número de horas de sol. Estas diferencias provocan que la cliserie, como se
observa en el gráfico, presente características distintas.

Pero el caso del Teide es aún más singular que cualquier otro sistema montañoso peninsular.
Teniendo en cuenta la constitución volcánica de las islas, su insularidad, y las diversas influencias
climáticas africana, mediterránea y del Atlántico sur, presenta una extraordinaria riqueza y
variedad vegetal con un gran número de endemismos y reliquias.

En la cliserie que nos ocupa podemos ver las siguientes formaciones vegetales en los siguientes
pisos altitudinales:

 En el piso basal, hasta los 500 m, está marcado por la aridez. Predominan los matorrales
como el cardón y la tabaiba en ambas laderas.

 En el piso intermedio, entre tos 300 y los 900 m., se produce un descenso térmico y
aumenta la humedad, lo que permite el crecimiento de sabinas, mayormente en la ladera
norte facilitado por la mayor humedad.

 En el piso termocanario, entre los 900 y 1500 m. la vegetación se adapta a una mayor
humedad provocada por los mares de nubes, facilitando el crecimiento de originales
formaciones endémicas como el bosque de laurisilva, compuesto por más de 20 especies.
Destacar que esta formación solo aparece en la ladera norte de umbría, al precisar más
humedad que no encuentra en la ladera sur de solana más seca. Aunque no aparezca
representada, allí donde se va degradando el bosque de laurilsa por la acción humana,
aparecen otras formaciones originales como el fayal-brezal.

 El piso canario, entre los 1500 y los 2500 m., está formado por bosques de coníferas, como
el pino canario, árbol resistente que al quedar fuera del mar de nubes se adapta a la aridez y
al frío, por lo que lo encontramos en ambas vertientes, norte y sur. En las áreas más altas se
encuentra el cedro canario, otra variante de pino.
 En el piso supracanario, por encima de los 2500 m y solo presente en Tenerife y en La
Palma, la vegetación es prácticamente inexistente, con pequeñas matas dispersas y una
gran riqueza florística, como la violeta del Teide.
Cliserie de los Pirineos

En el caso de la cliserie seleccionada, se trata del sistema montañoso de los Pirineos. Sus
formaciones vegetales dependerán de una zona de umbría, en este caso, la ladera Norte,
que recibe menos radiación solar y que está más expuesta a las masas de aire húmedas,
mientras que la ladera orientada al sur es la denominada “solana”, un mayor número de
horas de sol. Estas diferencias provocan que la cliserie, como se observa en el gráfico,
presente características distintas.

En la siguiente cliserie podemos observar las siguientes formaciones vegetales en los


siguientes pisos altitudinales.

En primer lugar, entre los 0 y los 1000m, en el piso basal de la zona norte, encontramos
robles, típicos del paisaje vegetal oceánico, este árbol posee un tronco alto y recto, grandes
hojas y madera dura de gran calidad que ha sido explotada por el hombre para la
construcción y fabricación de mobiliario. Se adapta bien al frío pero no a las zonas
excesivamente húmedas, de ahí que aparezca en cotas más bajas.

Continuando por la ladera sur, al mismo nivel altitudinal, aparecen las encinas y quejigos. La
encina es el árbol más característico y extendido del clima mediterráneo, pero también
crece en el Pirineo por su proximidad con las zonas aragonesas y catalanas. Se trata de un
árbol resistente a la sequía y adaptado a todo tipo de suelos. Su madera es muy dura y se ha
usado tradicionalmente para elaborar ruedas, carpintería exterior, utensilios y carbón. Su
fruto, la bellota, se usa para alimentar al ganado.

Por su parte, el quejigo, es un árbol propio de la España húmeda y del clima oceánico de
transición, similar a la encina, que mantienen sus hojas secas hasta que nacen los nuevos
brotes.

Ascendiendo a un piso superior en la ladera de umbría, entre los 1000 y los 1500 metros,
encontramos hayas. Las hayas son árboles altos, de tronco recto y liso y hoja grande y
caduca. El haya tolera mal el calor y muy bien el frío, necesita mucha humedad, por lo que
solemos encontrarlo en estas cotas más elevadas. Se adapta a los suelos calizos y silíceos,
aunque prefiere los primeros. Es de crecimiento lento. Su madera dura y de gran calidad se
emplea para fabricar muebles y utensilios.
En la solana predominan el roble, ya mencionado anteriormente, y el pino, especie
secundaria introducida y repoblada por el hombre por su rápido crecimiento y
aprovechamiento económico

Entre los 1500 y los 2500 metros en la umbría crecen abetos (en los primeros metros) que
son una especie de conífera de similares características al pino, especie también muy
abundante tanto en la cara norte como en la sur.

La presencia de estas coníferas naturales como el abeto y el pino a las alturas señaladas es
una particularidad que no existe en el resto de montañas peninsulares que carecen se piso
subalpino.

Acercándonos ya a la cima de la montaña, es decir, entre los 2500 y los 3000 metros
predominan los prados en ambas laderas de la montaña. Se tratan de grandes extensiones
cubiertas de plantas de poca altura generadas por la acción antrópica que ha eliminado los
árboles y matorrales, quedando una superficie de hierba utilizada para la explotación
ganadera. . En estas alturas abundan los sectores de roca desnuda, y los canchales, donde
crecen pequeñas plantas rupícolas.

Más allá de los 3000 metros de altitud , en el piso nival, ya no crece vegetación alguna
puesto que son zonas normalmente cubiertas todo el año por la nieve. En los espacios de
fuerte inclinación, donde la nieve desaparece cierto tiempo, crecen pequeñas plantas
rupícolas sobre la roca (líquenes y musgos) o en el interior de las grietas.

4. Localiza cada sistema montañoso y vegetación característica en una región biogeográfica.

Cliserie de la cordillera cantábrica

Observamos una vegetación propia de la región biogeográfica denominada Eurosiberiana, que


ocupa la fachada atlántica, el macizo pirenaico y las cumbres de los sistemas Central e Ibérico.

Se caracteriza por una vegetación exuberante, como corresponde a un clima de temperaturas


suaves y humedad abundante y bien distribuida a lo largo del año. Estas condiciones, unidas a las
características de un suelo pobre, permiten el desarrollo de un bosque caducifolio que alcanza de
25 a 30 metros de altura y cuya frondosidad reduce considerablemente el acceso de la luz solar
hasta el suelo, dificultando el desarrollo de los estratos arbustivo y herbáceo.

Cliserie del Teide:


Observamos una vegetación propia del archipiélago canario, dentro de la región biogeográfica
denominada macaronésica. La insularidad, variedad litológica y antigüedad de la flora hace que
entre sus principales rasgos encontremos la variedad florística y la elevada proporción de
endemismos. Esta diversidad procede de la unión en el archipiélago de las influencias del mundo
holártico y mediterráneo con las africanas, mientras que la insularidad ha fortalecido los caracteres
autóctonos.

Cliserie de los Pirineos

Esta cliserie es típica de los grandes macizos montañosos europeos con características de alta
montaña. En España, solo los Pirineos aparecen incluidos dentro de esta región. Esta cordillera
presenta una gran diferencia entre su vertiente norte, más húmeda, y la sur, donde la pluviometría
es menor, así como la extensión de las masas arbóreas. De igual forma, los contrastes son notables
entre el sector occidental, de rasgos más atlánticos, y el oriental, con influencias mediterráneas.

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